Los ciclos de vida Los tres anillos del éxito Como humanos estamos diseñados con mecanismos que nos permiten estar comprometidos con el proceso de cambio, tanto en forma consciente, a través de nuestros esfuerzos cultivados y dirigidos, como inconscientemente por el flujo de la vida y la mente. Somos un complejo sistema de cuerpos experimentales que interactúan para nuestra vitalidad y conciencia. Por ejemplo, podemos concientemente controlar o cambiar los patrones de la respiración, creando así cambios en nuestros estados mentales y físicos. O, de otra manera, nuestro estado emocional influencia nuestra respiración en una manera inconsciente. Reconocemos que la mente libera mil pensamientos por parpadeo del ojo. Estamos procesando constantemente estos pensamientos y los impulsos y sentimientos que les acompañan. Los pensamientos que no son procesados se almacenan en el subconsciente. Sin embargo, la capacidad del subconsciente es limitada, y se puede sobrecargar. Entonces los pensamientos y sentimientos son llevados al inconsciente. Una vez allá, perdemos el control de los resultados y la medición de tas reacciones a esos pensamientos. Este fenómeno aumenta durante los tiempos de cambio rápido o intenso. Las técnicas de meditación, y especialmente el yoga Tántrico Blanco, son efectivos para mantener el subconsciente claro y alerta para crecer bajo el cambio y el estrés. El secreto de realizarnos como seres humanos con este sistema complejo de cuerpos experimentales es dominar el equilibrio, el mantenimiento y el desarrollo de los CICLOS DE VIDA. Estos son los ciclos de desarrollo que son oportunidades para que revisemos nuestras vidas, nuestra inteligencia aplicada y nuestra estructura física. Los tres ciclos funcionan como olas de energía que marcan el desarrollo de estos tres aspectos de nuestro ser. Su relación natural y óptima es afectada sólo por factores extremos medioambientales, psicológicos o de salud. En Humanología estamos conscientes de estos ciclos y le damos la bienvenida a sus desafíos como parte del cultivo de nuestra madurez. • El ciclo de 18 años de la energía de la vida que revisa la salud física y la vitalidad más la calidad total de vida. • El ciclo de 11 años de conciencia que revisa la inteligencia aplicada; cómo tu inteligencia afecta tus acciones. • El ciclo de 7 años de conciencia que revisa el nivel básico y estilo de la conciencia, ¿cómo entiendes las cosas? ¿cuáles son nuestras prioridades? Podemos también utilizar la proporción de estos ciclos uno con otro para evaluar nuestro equilibrio. Por ejemplo, por cada ciclo de 18 años, deberíamos haber evolucionado 2.57 ciclos en nuestra conciencia. Toda nuestra vida es un ciclo, un ciclo de destino, para expresar quienes somos como seres humanos.