Maíz Rendimiento del cultivo de maíz Manejo de la Densidad y Distancia entre Surcos en Maíz Ing. Agr. (M.Sc.; Dr.) Alfredo G. Cirilo INTA Pergamino, Buenos Aires El manejo de la densidad de plantas y la distancia entre surcos tiene importantes efectos sobre el crecimiento y el rendimiento del cultivo de maíz por lo que resulta conveniente analizar algunos criterios a tener en cuenta al momento de decidir su siembra El maíz posee un elevado potencial de rendimiento muy sensible al estrés, característica que determina su marcada respuesta al correcto ajuste en el manejo agronómico. Su crecimiento está directamente relacionado con la capacidad del canopeo para capturar la luz solar incidente. Esa captura es función de la estructura del cultivo y depende del tipo de planta, de la cantidad y de su distribución en el terreno. La fracción del crecimiento que termina alojada en los granos al momento de la cosecha define el rendimiento, el cual se conforma por el número y el peso de los granos cosechados. Mientras el peso del grano es bastante estable en maíz y resulta mayoritariamente del crecimiento del cultivo durante la etapa de llenado, el número de granos presenta escasa estabilidad frente a las disminuciones del crecimiento de la planta durante la floración. MANEJO DE LA DENSIDAD La densidad de plantas es la herramienta más efectiva para mejorar la captura de luz. 128 idiaXXI La cantidad de plantas necesarias para lograr plena cobertura es función del área foliar de cada una y de la disposición de sus hojas (erectas o planas). Plantas poco foliosas y de hojas erectas requerirán densidades mayores para conseguir la cobertura total del suelo. Las bajas densidades afectan significativamente la captura de luz y, en consecuencia, el crecimiento del cultivo. Es por esto que el maíz presenta una notable respuesta al aumento de la densidad en términos de producción de biomasa. Densidad y rendimiento. El rendimiento en grano, por su parte, no depende solo de la capacidad de crecimiento del cultivo sino también de la fracción de ese crecimiento que termina alojada en los granos. El rendimiento en maíz es particularmente sensible a las variaciones en la población de plantas. Bajo condiciones de riego y fertilización, reducciones de 75% en la densidad correcta producen mermas de rendimiento cercanas al 50%, mientras que la duplicación de la densidad inicial disminuyó el rinde un 20%. Un pronunciado incremento en el aborto de granos y de individuos estériles en las densidades excesivas y su escasa capacidad de compensación, tanto vegetativa (en cobertura por planta) como reproductiva (en rendimiento por planta) en las densidades reducidas, explican esa sensibilidad en maíz. El componente del rendimiento más afectado por la densidad es el número de granos que alcanzan la madurez. Este número se asocia con la capacidad de crecimiento de la planta durante la floración, cuando se determina la disponibilidad de asimilados para los granos en formación en ese período crítico para su Maíz El ambiente y la elección de la densidad. La densidad óptima es la menor densidad que posibilita maximizar el rendimiento en grano. Esta puede ser diferente de la que asegura coberturas eficientes en la captura de luz, ya que en maíz se modifica sensiblemente a través de los ambientes, respondiendo a las variaciones en la oferta de recursos para el crecimiento (de clima y de suelo, naturales o agregados). Por lo tanto, el ambiente y el manejo modifican la densidad óptima en maíz. Cuando los recursos para el crecimiento se tornan limitantes, se reduce la capacidad de las plantas para crecer durante la floración y aumenta el riesgo de aborto de granos. Dicho riesgo debe ser prevenido sembrando una menor densidad que permita mejorar la disponibilidad de recursos para cada planta y revertir su granazón. Esta estrategia reportará beneficios de rendimiento mientras el incremento en la producción por planta supere la reducción en el número de plantas, desplazando la densidad óptima hacia valores menores. La cantidad de plantas con la que ambas variaciones se compensen mutuamente define el nuevo valor óptimo. Obviamente, a medida que la oferta de recursos ambientales empeora los rendimientos esperables se reducen, pero serán siempre mayores alrededor de la densidad óptima. En la figura 1 se muestra la respuesta de cultivos de maíz al incremento de la densidad en función de la disponibilidad hídrica. Se observa que el rendimiento aumentó con la densidad bajo riego, no respondió con deficiencias hídricas moderadas durante la floración y disminuyó cuando el déficit hídrico en esa etapa fue severo. En secano, cuando la disponibilidad hídrica es limitada, el empleo de densidades moderadas o bajas evita un consumo exagerado de agua durante la etapa de instalación del canopeo al reducir y demorar la cobertura vegetal. En esas condiciones, el suelo descubierto ofrece más resistencia a la pérdida de agua que el follaje. Si se instala una sequía progresiva que se agrava sobre el momento de floración, aquella estrategia puede resultar beneficiosa al conservar más agua edáfica para esa etapa crítica. Limitaciones previsibles -no solo hídricas sino también nutricionales, de irradiancia o de cualquier otra naturaleza- deberán ser analizadas con este mismo criterio en el cultivo de maíz al momento de decidir la densidad de siembra. Figura 1 - Rendimiento en grano (14% de humedad) en función de la densidad de plantas para tres niveles de disponibilidad hídrica: sin deficiencia (círculos blancos), con deficiencia de 150 mm (círculos grises) y de 300 mm (círculos negros) durante 70 días alrededor de la floración en maíz (varios híbridos). La barra vertical representa el error estándar de la media. (Adaptado de Andrade y col. 1996). R en dim ien to (T n ha -1 ) supervivencia. A medida que el crecimiento por planta disminuye por incrementos en la densidad, la caída en el número de granos fijados en la planta se hace más abrupta. Ello responde al relegamiento en la asignación de asimilados dentro de la planta que sufre la espiga, debido a mecanismos de dominancia apical. Este comportamiento conduce a que se alcance un umbral de crecimiento mínimo por planta por debajo del cual ulteriores incrementos en la densidad determinan su esterilidad. 12 8 4 0 40000 60000 80000 Densidad (plantas ha 100000 -1 ) Entonces, en planteos de alta producción (sin limitaciones hídricas y buen manejo nutricional y sanitario) será necesario aumentar la densidad de plantas para maximizar la respuesta al mayor agregado de insumos. En cambio, en sistemas extensivos de secano, con ambientes de mediana a baja productividad, resultará conveniente ser mesurado en la densidad de siembra, pues las pérdidas de rendimiento por excesos en años secos es generalmente mayor que el potencial de rendimiento no explotado, por quedar en densidades subóptimas en aquellos años de inesperada buena disponibilidad hídrica. El manejo de la densidad según la fecha de siembra. Cuando se retrasa la fecha de idiaXXI 129 Maíz siembra de maíz, la floración se desplaza hacia momentos de menor irradiancia respecto de siembras más tempranas y, en consecuencia, el potencial de crecimiento de las plantas disminuye. Las siembras tardías están generalmente asociadas con una menor tolerancia a altas densidades y resultará conveniente ser cauteloso al decidir la cantidad de plantas a lograr para evitar excesos que reducirán aún más la disponibilidad de recursos para cada una. El grado de respuesta del rendimiento a la variación en la densidad de plantas con el retraso de la siembra dependerá del ambiente. La caída progresiva en los niveles de radiación incidente diaria desde el 21 de diciembre (solsticio de verano) en adelante es más marcada cuanto mayor es la latitud del lugar y las mermas de rendimiento esperables por retraso de la siembra se hacen más pronunciadas. Atendiendo a esto y debido a las diferencias climáticas entre, por ejemplo, Pergamino y Balcarce, las consecuencias de un exceso en la densidad sobre el rendimiento de maíces tardíos resultarán más notables en la última de esas localidades (tabla 1). En siembras muy tardías, los efectos negativos del desplazamiento de la floración y el llenado de los granos hacia momentos menos favorables serán mayores cuanto más largo sea el ciclo del híbrido empleado. Entonces, el manejo de la densidad de plantas junto a la elección del ciclo del híbrido son dos prácticas que resultará conveniente ajustar conjuntamente, en especial en siembras de segunda. La tabla 2 muestra que para maíces de segunda muy tardíos en Pergamino, los híbridos de ciclo muy largo rinden menos, especialmente con la densidad más elevada. Pero cuando la siembra no se demoró demasiado, los rendimientos no muestran grandes diferencias entre precocidades ni entre densidades. En cambio, los híbridos precoces, aun en siembras de diciembre, tienen mayores rendimientos respecto de los más largos en Balcarce. Cabe destacar que las respuestas relativas comentadas corresponden a condiciones de cultivo sin limitantes hídricas severas y que la ocurrencia de eventuales episodios de sequía harán variar tales respuestas en función de su duración e intensidad y de su oportunidad de ocurrencia, en relación con el ciclo de los híbridos y el grado de compromiso de la etapa crítica de la floración durante tales episodios. MANEJO DE LA DISTANCIA ENTRE SURCOS La modificación de la distancia entre los surcos en maíz plantea dificultades operativas para llevarla a la práctica, por lo que deberá aconsejarse solo cuando puedan esperarse beneficios de su empleo. Una menor distancia entre los surcos de siembra permite cubrir mejor el suelo y capturar más luz desde etapas tempranas del cultivo, incrementando la producción de biomasa. En densidades bajas, la reducción de la distancia entre surcos contribuye también a asegurar una mayor cobertura durante la floración. Al reducirse la superposición de hojas sobre el surco, el área foliar mejora su eficiencia de cobertura y se reduce la cantidad necesaria para una máxima intercepción de luz. Sin embargo, en la mayoría de los casos de cultivos de maíz bien manejados y con las densidades correctas, y más aún en planteos de alta producción, se alcanzan las coberturas necesarias para una máxima intercepción de luz antes del inicio de la floración, independientemente del espaciamiento entre Tabla 1 - Rendimiento de maíz (14% humedad) en función de la densidad de plantas en Balcarce (latitud 37° 45'S) y en Pergamino (latitud 33° 58'S) para cultivos creciendo sin limitaciones hídricas, nutricionales ni sanitarias sembrados en dos momentos: temprano (mediados de setiembre en ambas localidades) y tardío (mediados de diciembre en Balcarce y principios de enero en Pergamino). Se incluye el valor de diferencia mínima significativa al nivel de significancia del 5% (DMS 0.05) para comparación de medias. -1 Rendimiento (Tn ha ) Balcarce Siembra temprana (20 Set) idiaXXI Siembra tardía (15 Dic) . Siembra temprana Siembra tardía (18 Set) (3 Ene) 60000 pl ha-1 10,4 6,2 13,8 7,1 90000 pl ha 13,8 4 ,8 14,8 6,8 DMS (0.05) 1,1 1,0 0,8 -1 130 Pergamino 1,0 Maíz Tabla 2: Rendimiento en grano (14% humedad) y sus componentes (número de granos y peso del grano) y fechas de floración y madurez fisiológica de cultivos de maíz de segunda tardíos sembrados en dos fechas (3 y 25 de Enero) en Pergamino con tres densidades (5, 6.5 y 8 pl m-2) durante la campaña 1997/98 con híbridos de ciclo corto (Cargill 260 y Dekalb 639), medio (Cargill Titanium I1, Cargill Titanium F1 y Dekalb 664) y largo (Cargill 343, Dekalb 757 y Dekalb 765). Se muestran los promedios por ciclo y se incluye el valor de diferencia mínima significativa al nivel de significancia del 5% (DMS 0.05) para comparación de medias.. los surcos. Por ello, las ventajas de reducir la distancia entre surcos por debajo de 70 cm resultan generalmente de reducida magnitud o inconsistentes. En Pergamino, en siembras tempranas y en ausencia de limitaciones hídricas o nutricionales, la ventaja en rendimiento de los surcos a 50 cm respecto de aquellos a 70 cm no supera el 8%, aun para densidades ligeramente subóptimas. Criterios para decidir la siembra en surcos angostos. Cuando no existen limitaciones hídricas serias durante la floración, la respuesta del rendimiento a la reducción de la distancia entre surcos dependerá de la mejora en la cobertura que alcance el cultivo en ese momento crítico. Si por alguna razón el cultivo sembrado en surcos distantes a 70 cm no logra plena captura de la luz incidente en floración, tal es el caso de plantas pequeñas o de follaje erecto, plantas de escasa foliosidad o defoliadas, o pocas plantas por unidad de superficie, el rendimiento mejorará al acercar los surcos debido a la mayor cobertura. La respuesta será mayor cuanto menor sea la intercepción de luz que se logre con la distancia tradicional (70 cm) y cuanto mayor sea el incremento porcentual en esa intercepción resultante de la siembra en surcos más angostos (figura 2). Este comportamiento define el grado de conveniencia de la adopción de la siembra en surcos angostos en cultivos sin serias deficiencias hídricas. Sin embargo, esa mejora en los rendimientos resulta generalmente inferior a la conseguida con la corrección de la densidad. En cambio, si la calidad del ambiente define una densidad óptima baja, la siembra en surcos angostos puede deparar beneficios, particularmente cuando se siembran híbridos de planta pequeña con estructura erecta y poco foliosa, ya que el incremento tolerable en la idiaXXI 131 Maíz densidad resultará generalmente insuficiente. Cuando se emplean surcos abiertos, la incidencia de defoliaciones (por granizo, heladas, orugas, vientos, etc.) en las primeras etapas del ciclo pueden traducirse en una deficiente cobertura del suelo en la floración, por lo que la siembra en surcos angostos suele ser aconsejable. Del mismo modo, una baja disponibilidad de nutrientes no corregida oportunamente -que limita la expansión de las hojas y su longevidad- puede resultar en un canopeo ineficiente en capturar la radiación durante la floración. En este caso, una menor distancia entre los surcos de siembra también resulta provechosa. Incremento de rendimiento (% ) Figura 2 - Incremento relativo de rendimiento en grano en respuesta al incremento relativo en la intercepción de radiación en floración por reducción de la distancia entre surcos en maíz en ausencia de limitaciones hídricas severas (varios híbridos). (Adaptado de Andrade y col. 2002) 20 15 10 y = 0,69x + 0,49 5 2 R = 0,84 0 0 10 20 30 40 50 Incremento de interc. radiación (%) Los cultivos de maíz de segunda, especialmente en siembras muy demoradas que exigen disminuir la cantidad de plantas en el cultivo y el empleo de híbridos de menor ciclo de reducido follaje, pueden responder favorablemente a un acortamiento de la distancia entre surcos. La oferta de agua y el manejo de la distancia entre surcos. Cuando el cultivo se siembra en surcos angostos, en situaciones de alta y continua disponibilidad hídrica (maíces bajo riego o años muy lluviosos, entre otras), la proporción de agua evaporada directamente desde la superficie del suelo, húmeda con mayor frecuencia, se reduce y la proporción de agua transpirada por el follaje aumenta debido al mayor y más temprano sombreado del entresurco. Cuando la superficie del suelo se seca, se 132 idiaXXI reduce su tasa de evaporación de manera notable ya que el aire que llena sus poros interrumpe la conductividad del agua en el sistema suelo-atmósfera. En esta situación, el acortamiento de la distancia entre hileras puede incrementar el consumo de agua por el cultivo, dado que el follaje ofrece menos resistencia a la pérdida de agua que el suelo seco en superficie. Este fenómeno puede intensificar los efectos negativos de la instalación de una sequía progresiva sobre la floración dado que el cultivo consume más agua del suelo en etapas tempranas y así limita la reserva hídrica. Las mermas de rendimiento ante una sequía, agravadas por el mayor consumo hídrico de los surcos angostos, dependerán de la sensibilidad del híbrido sembrado. Por lo tanto, los surcos angostos pueden resultar no recomendables cuando existen riesgos de deficiencias hídricas en floración. Los surcos angostos en maíces de alta producción. Las altas densidades recomendables en maíces de alta producción, donde no ocurren limitantes hídricas ni nutricionales, determinan que no se obtengan ventajas de cobertura con la siembra en surcos angostos. No obstante, puede resultar en mermas de rinde como consecuencia de la menor producción fotosintética del cultivo luego de la floración, en respuesta al empobrecimiento del ambiente lumínico del tercio medio e inferior del canopeo activo. Debido al importante número de granos formados en tales ambientes, ello compromete el adecuado suministro de asimilados para completar su llenado, generando granos más livianos (tabla 3). Si bien las mermas de rinde por esta causa son de escasa magnitud, la mayor removilización de reservas desde las cañas que esta situación promueve puede provocar, según el híbrido, importantes pérdidas de cosecha como consecuencia del incremento en la cantidad de plantas volcadas y quebradas. La elección de híbridos que conserven mejor la estabilidad de su caña y el anticipo de la cosecha, aun a costa de mayores gastos de secada en la comercialización, deberán ser tenidos en consideración cuando se empleen surcos angostos. CONCLUSIONES La densidad óptima se incrementa al mejorar el ambiente y viceversa. En cada situación la Maíz Tabla 3: Rendimiento en grano (14% humedad) y sus componentes (número de granos y peso del grano), y biomasa acumulada por m2 y por grano (relación fuente/destino) durante el período de llenado de los granos de cultivos de maíz sembrados el 31 de octubre de 2001 en Pergamino con densidad de 90.000 pl ha-1, dos distancias entre surcos (35 cm y 100 cm) y tres híbridos Nidera (AX882, AX884 y AX889) en condiciones no limitantes de agua ni nutrientes. Se incluye el valor de diferencia mínima significativa al nivel de significancia del 5% (DMS 0.05) para comparación de medias. Rendimiento (kg ha -1 ) Número de granos (m -2 Peso de grano Biomasa -2 Relación fuente/destino -1 Nidera AX882 35 cm 100 cm 15893 1718 4 4562 4761 300 311 1192 1324 261 278 Nidera AX884 35 cm 100 cm 15949 16335 4205 4192 326 335 1165 1372 277 327 Nidera AX889 35 cm 100 cm 16318 17187 4162 4145 337 357 1290 1375 310 332 922 230 10 DMS (0.05) 109 ) 16 densidad óptima será la mínima cantidad de plantas que permite una mejor cobertura del suelo y un mayor rendimiento. La estrategia reproductiva de la planta de maíz la hace muy susceptible cuando se la siembra en sobredensidad, pero a su vez es muy poco plástica para traducir en más rendimiento un mayor crecimiento cuando se siembra en subdensidad. El empleo de surcos angostos puede resultar beneficioso cuando el cultivo -sembrado a la distancia convencional- no puede alcanzar la cobertura total del suelo en la floración. Sin embargo, con cultivos bien manejados y con las densidades correctas, el maíz alcanza plena cobertura del suelo en floración, independientemente de la distancia entre los surcos. Pero ante el riesgo de deficiencias de agua en secano, dado que acortar la distancia entre surcos implica dificultades operativas (disponibilidad de maquinarias para la siembra, la fertilización, el control de malezas y la cosecha), su adopción deberá aconsejarse solo en aquellas situaciones en que pueden esperarse ventajas de su empleo. Bibliografía -ANDRADE F.; CIRILO A.G.; UHART S. ; OTEGUI M.. 1996. Ecofisiología del Cultivo de Maíz. Editorial La BarrosaEEA Balcarce, CERBAS, INTA-FCA, UNMP (Eds.). Dekalb Press. Buenos Aires. 292 pp. ANDRADE F., CALVIÑO P., CIRILO A. y BARBIERI P. 2002. Yield responses to narrow rows depend on increased radiation interception. Agronomy Journal, 94:975-980. - ANDRADE F.H.; VEGA C.; UHART S.A.; CIRILO A.G.; CANTARERO M.G. 1999. Kernel number determination in maize. 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