República de Colombia Corte Suprema de Justicia CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN LABORAL GUSTAVO HERNANDO LÓPEZ ALGARRA Magistrado Ponente SL7942-2014 Radicación n.° 43817 Acta 21 Bogotá, D.C., dieciocho (18) de junio de dos mil catorce (2014). Decide la Corte el recurso de casación interpuesto por Brocardo Antonio Tabares Gómez, contra la sentencia proferida por la Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín, el 30 de julio de 2009, en el proceso ordinario que instauró contra el Instituto de Seguros Sociales. Radicación n.° 43817 I. ANTECEDENTES Brocardo Antonio Tabares Gómez llamó a juicio al INSTITUTO DE LOS SEGUROS SOCIALES, con el fin de que se le condenara a reconocer y pagar la pensión de invalidez, con las mesadas adicionales de junio y diciembre, a partir del 2 de marzo de 2006, así como los intereses moratorios y las costas del proceso. Fundamentó sus peticiones, básicamente, en que estaba afiliado para los riesgos de IMV en el régimen de prima media con prestación definida administrado por el ISS; que nació el 8 de octubre de 1954; que el 3 de abril de 2006, medicina laboral del ISS, determinó que tiene una pérdida de capacidad laboral del 59.85% de origen común, con fecha de estructuración el 2 de marzo de 2006; que solicitó al ISS, la pensión de invalidez de origen común y mediante resolución número 002704 del 15 de enero de 2007, se la negó con el argumento de que cotizó 1076 semanas para IVM desde la fecha en que cumplió 15 años de edad y la fecha de la primera calificación, de las cuales cero (0) corresponden a los 3 años anteriores a la de estructuración del estado de invalidez, siendo su última cotización en diciembre de 2002, que tiene derecho a recibir la pensión de invalidez con fundamento en el principio de la condición más beneficiosa, desarrollado por la Corte en casos análogos, pues aunque no cumple las semanas de cotización en los períodos requeridos por la norma vigente a la fecha de estructuración del estado de invalidez, si tiene 2 Radicación n.° 43817 más de 300 semanas antes de entrar en vigencia la ley 100 de 1993. Al dar respuesta a la demanda, la parte accionada, se opuso a las pretensiones y, en cuanto a los hechos, incoados, admitió como cierto el hecho relacionado con la fecha de nacimiento del demandante, así como la solicitud de la pensión de invalidez que le presentó y la respuesta negativa que se le dio a tal petición; aseguró que no le constaba que el actor estuviera afiliado a los riesgos de IVM, ni lo relacionado con la pérdida de la capacidad laboral del mismo. Propuso como excepciones las de inexistencia de la obligación, mala fe del demandante, buena fe del ISS, improcedencia de la indexación de las condenas e imposibilidad de condena en costas (fls. 17 a 20). II. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA El Juzgado Sexto Laboral del Circuito de Medellín, al que correspondió el trámite de la primera instancia, mediante fallo del 28 de marzo de 2008, absolvió a la entidad demandada de las pretensiones incoadas en su contra, e impuso costas al demandante (fls. 30 a 34). 3 Radicación n.° 43817 III. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA La Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín, mediante fallo del 30 de julio de 2009, surtió por apelación del demandante, que terminó con la sentencia atacada en casación, que confirmó la de primera instancia (fls. 53 a 71). Para ello, el Tribunal adujo que está demostrada la pérdida de la capacidad laboral del demandante en un 59,85%, cuya fecha de estructuración se produjo el 2 de marzo de 2006, conforme se desprende de la Resolución 002704 del 15 de enero de 2007 (folio 6), por lo que en principio es aplicable a este asunto el artículo 1º de la Ley 860 de 2003, que modificó el artículo 39 de la Ley 100 de 1993, texto que transcribió textualmente. Que sin embargo sobre el tema de la condición más beneficiosa, citó la jurisprudencia de esta corporación de 27 de agosto de 2008, radicación 33185, para finalmente destacar que no era posible conceder la pensión de invalidez, en aplicación de dicho principio constitucional a “personas que adquieran su estado de invalidez en vigencia de la ley 860 de 2003, esto es, a partir del 26 de diciembre de 2003, fecha en que inicio su vigencia y en el presente caso se observa que el accionante no cumple con el requisito establecido por el artículo 1 de dicha ley, esto es, no logro cotizar 50 semanas en los últimos tres años anteriores a su invalidez, motivo por 4 Radicación n.° 43817 el cual se debe concluir que el mismo no tiene derecho al reconocimiento y pago de su pensión de invalidez, por lo que la sentencia de primera instancia se habrá de confirmar en todas sus partes, pero por las razones aducidas en la parte considerativa de esta providencia y en consecuencia se absolverá al ISS de todas las pretensiones instauradas en su contra.” IV. RECURSO DE CASACIÓN Interpuesto por el demandante, concedido por el Tribunal y admitido por la Corte, se procede a resolver. V. ALCANCE LA IMPUGNACIÓN Pretende el recurrente que la Corte case la sentencia recurrida, para que, en sede de instancia, se revoque el fallo de primer grado y en su lugar se concedan las súplicas de la demanda, y se provea sobre costas. Con fundamento en la causal primera de casación laboral, formula dos cargos que oportunamente fueron replicados por la demandada. VI. CARGO PRIMERO Textualmente reza: 5 Radicación n.° 43817 “Denuncio, en la sentencia gravada, por la vía directa, aplicación indebida de los artículos 1 de la ley 860 de 2003, e infracción directa de los artículos 6 y 25 del acuerdo 049 de 1990 (aprobado por Decreto 0758 de 1990), interpretación errónea del artículo 53 de la Constitución política, en relación con los artículos 1, 2, 3, 7, 11, 38, 40, 141, y 142 ibídem, todo dentro del marco del artículo 48 de la C.N.”. En la demostración del cargo, frente a los principios de la condición más beneficiosa y progresividad manifestó que “es dable inaplicar las nuevas disposiciones y aplicar las del régimen precedente, siempre que aquellas resulten más desventajosas para el afiliado que los que reglaba el régimen anterior que lo regía y que, de manera incontrastable, resultan más favorables”, por lo que afirmó, que en el caso sub lite es posible recurrir a las disposiciones de la ley 100 de 1993 e inclusive a las del acuerdo 049 de 1990 que regulaban la pensión por invalidez antes de las modificaciones que se introdujeron a través de la ley 797 de 2003 y 860 del mismo año. Consideró que “cuando el tribunal asume que las normativas a aplicar son las de la ley 860 de 2003, las está aplicando indebidamente pues atendiendo los memorados principios, tal norma no se aplica al caso de autos, pero, además también infringe directamente los artículos bien el artículo 39 de la ley 100 de 1993 ora los artículos 6 y 25 del acuerdo 049 de 1990 (decreto 758 de 1990), que regulan el caso 6 Radicación n.° 43817 debatido”. Para respaldar su argumento rememoró pasajes de la sentencia de 17 de junio de 2008, radicación 32681. Destacó que en este evento, es claro que “el demandante si cumple a cabalidad los requisitos instituidos en los artículos 6 y 25 del acuerdo 049 de 1990, inclusive el máximo de las semanas para acceder a la pensión de vejez (más de mil) y por ello le asiste pleno derecho a la pensión que reclama, semanas que, se insiste, superan las mínimas para acceder a una pensión de vejez en el régimen de prima media y que por ende, deben serlo también para acceder a la pensión de invalidez deprecada, pues en el derecho también opera el principio de que quien puede lo más puede menos”. Agregó que “no puede entenderse que un nuevo régimen desmejore de una manera tan dramática los requisitos para acceder a una determinada prestación, so pena de violentar el principio de condición más beneficiosa y el de progresividad y de hacer posible al accedo a una prestación para una persona que, por si condición de invalidez se encuentra en condiciones de debilidad manifiesta a quienes el estado debe una especial protección según las voces del Articulo 13 de la Constitución Nacional”. VII. CARGO SEGUNDO Indicó: 7 Radicación n.° 43817 “denuncio, en la sentencia gravada, por la vía directa, interpretación errónea de los artículos 1 de la ley 860 de 2003, que modifico el 11 de la ley 797 de 2003, en relación con los artículos 1, 2, 3, 7, 11, 38, 40, 141 y 142 ley 100 de 1993, 6 y 25 del acuerdo 049 de 1990 (aprobado por el decreto 758 de 1990) todo dentro del marco de los artículos 48 y 53 de la Constitución Nacional.” Luego de plasmar los argumentos del Tribunal, sostuvo que, “de cara a los principios de condición más beneficiosa, progresividad y derechos adquiridos que inspiran e irradian el sistema de seguridad social, en eventos como el presente, es dable inaplicar las nuevas disposiciones y aplicar las del régimen más favorable, frente a otras más desventajosas para el afiliado”; que los principios de la condición adquiridos más favorable, comportan la progresividad y derechos aplicación del régimen antecedente, cuando resulte más favorable a un afiliado que está en tránsito de adquirir una prestación del sistema, como lo es en el caso sub lite. Por lo tanto dijo: “cuando el Tribunal asume que las normativas a aplicar son las de la ley 860 de 2003, las está entendiendo equívocamente, el genuino sentido y alcance de la normas es que esa densidad de cotizaciones en los últimos tres años es exigible al asegurado, sierre que no haya satisfecho la demanda máxima para acceder a una pensión de vejez, pues 8 Radicación n.° 43817 se insiste, si con 25 o 50 y la fidelidad es posible pagar la prestación económica de invalidez, con mucho mayor razón en los eventos en que el asegurado ha satisfecho más de la densidad de cotizaciones con que se puede acceder a la prestación de vejez que es la que tiene mayor exigencia en cuanto a densidad de cotizaciones.”. Afirmó que “aunque ni se desconoce que la Corte ha fijado su criterio sobre el asunto que nos ocupa, es dable que este caso no es igual a los demás que ha decidido la Corporación, toda vez que en los otros los demandantes tienen trescientas semanas o un poco más de semanas, en todo caso menos de mil, y en este caso el asegurado tiene más de mil, suficientes, se insiste, para que acceda a la pensión de vejez”. Al efecto, citó antecedentes jurisprudenciales como son las sentencias del 8 de abril de 2008, radicación 28547; de 18 de abril de 2002, radicación 16601; de 5 de junio de 2005, radicación 24280 y de 5 de diciembre de 2006, radicación 28036. VIII. RÉPLICA El ISS al replicar los cargos, adujó que como se encontraban sustentados en los mismos razonamientos, eran susceptibles de ser contestados al unísono; es así como aseguró, que el Tribunal no incurrió en los yerros denunciados, toda vez que acudió a las normas precisas y pertinentes, ya que para el 2 de marzo de 2006, “la única 9 Radicación n.° 43817 norma que estaba en vigencia era la Ley 860 de 2003, más efectivamente el artículo 1 de ese cuerpo legal”. Que esa normativa “establece como requisito sine qua non para reconocer el derecho a la pensión de invalidez, el que el afiliado hubiera cotizado 50 semanas dentro de la fecha de estructuración de la incapacidad y tener cotizado al menos un 20% de cotizaciones entre la fecha que cumplió 20 años de vida y la fecha en que se estructuro la primera invalidez - esas y solo esas-”, por lo que el Tribunal no se equivocó en la interpretación de las normas que se acusan ni se rebeló frente alguna de ellas. Frente al principio de la condición beneficiosa, consideró que el Tribunal sustentó su decisión en la sentencia 33185 de 27 de agosto de 2008, la cual señala expresamente el porqué de no adoptar dicho principio en las pensiones que se causen en vigencia de la ley 860 de 2003. Y en lo referente al derecho a la igualdad y demás principios a los que alude el recurrente, estima que debieron “ser estudiados en su momento por el legislador bajo el amparo de la Constitución Nacional, y fue como resultado de ese ponderado estudio, que se estableció cual sería el número de semanas necesario para acceder a cada una de las prestaciones consagradas en las leyes que aquí se predican, razón por la cual no puede imputarse error mayúsculo al Tribunal por aplicar las normas pertinentes tal como fueron concebidas, mucho menos cuando los argumentos de los cargos se presenta como base de 10 Radicación n.° 43817 apreciaciones de cómo deben ser las normas, ya que ese es trabajo del legislador y de los intérpretes de las normas” IX. CONSIDERACIONES Como los dos cargos propuestos por el recurrente están dirigidos por la misma vía y existe identidad en el compendio normativo denunciado, la Sala asume el estudio conjunto de ambas acusaciones, máxime que tienen un objetivo común y una similar fundamentación en aras de lograr el propósito perseguido. Ello, conforme lo autoriza el artículo 51 del Decreto 2651 de 1991, adoptado como legislación permanente por el artículo 162 de la Ley 446 de 1998. Ahora bien, en atención a la vía de ataque seleccionada por el recurrente, esto es, la directa, la cual supone una completa y total conformidad con las conclusiones fácticas y probatorias que se dejaron consignadas en la sentencia atacada, se impone precisar que no existe discusión en torno a que el demandante presenta una pérdida de su capacidad laboral del 59.85% por enfermedad común, estructurada el 2 de marzo de 2006; y que no cumple con la acreditación de las 50 semanas de cotización dentro de los 3 años anteriores a su invalidez de que trata el artículo 1º de la Ley 860 de 2003, norma que era la vigente para el momento en que se estructuró la discapacidad. 11 Radicación n.° 43817 Lo primero que debe destacar la Corte en aras de despejar cualquier controversia en el asunto sometido a nuestro conocimiento, es que la normativa que en principio resultaba aplicable para definir el derecho a la prestación económica pretendida, corresponde al artículo 1º de la Ley 860 de 2003, en tanto que es la preceptiva vigente para el momento en que se produjo la estructuración de la invalidez del demandante, como con acierto lo dedujo el sentenciador de alzada. No obstante lo anterior, sí es equivocada la inferencia que aparece inserta en la providencia atacada, cuando se afirma categóricamente que “no es posible conceder la pensión de invalidez, en aplicación del principio constitucional de la condición más beneficiosa, a personas que adquirieron su estado de invalidez en vigencia de la Ley 860 de 2003, esto es, a partir del 26 de diciembre de 2003”, pues si bien es cierto que ese era el criterio que en otrora venía sosteniendo la Corte, tal postura fue rectificada por la Corporación, en tanto que actualmente se admite la aplicación de dicho principio constitucional en tratándose de pensión de invalidez, siempre y cuando se acuda a la norma inmediatamente anterior que contenga requisitos menos gravosos que los previstos en la nueva disposición legal, y que además, el titular del derecho o beneficiario haya reunido las exigencias cuando la nueva norma entró en vigencia, que para el caso presente correspondería al del artículo 26 de la Ley 100 de 1993. Ahora bien, descendiendo al caso, observa la Corte, que ni aun aplicando el principio de la condición más beneficiosa, 12 Radicación n.° 43817 cumple el asegurado con el número de semanas requeridas en las normatividad anteriores a la citada Ley 860 de 2003, esto es, la consagrada en el artículo 39 de la Ley 100 de 1993, que prevé 26 semanas en el año inmediatamente anterior a la estructuración de la invalidez, pues con vista al mismo reporte que suministra la entidad demandada en la Resolución 002704 del 15 de enero de 2007, y que no fue controvertida por el censor, el asegurado “cotizó a este instituto CERO semanas en los tres (3) años anteriores al momento de la estructuración de la invalidez siendo la última cotización del 01 de diciembre de 2002”. De igual forma, acudiendo al principio de la condición más beneficiosa, no resultaba procedente definir la controversia a la luz de lo dispuesto en el Acuerdo 049 de 1990, aprobado por el Decreto 758 del mismo año, como con acierto lo dedujo el Tribunal, sino al artículo 39 de la Ley 100 de 1993, que exige no siendo cotizante activo una densidad de 26 semanas de cotización en el año inmediatamente anterior a la fecha en que se consolidó la discapacidad, condición que no cumplió el demandante y que no discute la censura. Al efecto, resulta pertinente destacar que la Corte aun cuando admite la aplicación de la condición más beneficiosa frente a casos gobernados por la Ley 860 de 2003, en virtud del principio de progresividad y en atención a que no existe un régimen de transición en materia de pensiones de sobrevivientes e invalidez, claramente ha precisado que ello 13 Radicación n.° 43817 supone “(…) aplicar la condición más beneficiosa contenida en la norma inmediatamente derogada (…)”, que para el caso en estudio lo era el artículo 39 de la Ley 100 de 1993, en su texto original, en tanto que no puede servir de patente de corso habilitar a quien no cumple los requisitos de la normatividad que le es aplicable, pasar a efectuar una búsqueda histórica en la legislaciones anteriores para ver cual se ajusta a su situación, ya que ello desconocería el principio de la aplicación inmediata de las leyes sociales que en principio son las que rigen hacia el futuro; la sentencia CSJ SL 838 -2013, reiteró ese mismo criterio que de tiempo atrás viene sosteniendo la Corporación. En consecuencia, se torna improcedente para pretender acceder a la pensión de invalidez impetrada, acudir a lo dispuesto en el Acuerdo 049 de 1990, aprobado mediante el Decreto 758 del mismo año. De otro lado, a pesar de ser intrascendente la infracción en que incurrió el sentenciador de alzada al negar la aplicación del principio de la condición más beneficiosa al demandante por las razones ya destacadas, en tanto que ni aun acudiendo al mismo, el demandante cumpliría los requisitos para acceder a la pensión de invalidez, observa la Corte que en la negativa del pretendido derecho se desconoció otro criterio jurisprudencial que sí resulta trascedente y que a la postre le permitiría al actor acceder a la prestación económica, en la medida en que así no se haya cotizado en los 3 años anteriores a la 14 Radicación n.° 43817 estructuración de la invalidez como lo exige la Ley 860 de 2003, si el asegurado ha cumplido con los requisitos en materia de cotización para obtener la pensión de vejez en el régimen de prima media con prestación definida, tiene derecho a la de invalidez. En la sentencia CSJ SL, 2 agosto. 2011, rad. 39766, la cual fue reiterada en la CSJ SL 3087 – 2014, se dijo: “4.- Aclarado lo anterior, encuentra la Sala que la sentencia acusada soslayó otro criterio jurisprudencial, este sí trascendente frente la situación analizada y es el sostenido en el fallo de esta Sala de 2 de agosto de 2011, rad. N° 39766, el cual contiene una regla jurisprudencial consistente en que quien ha cumplido los requisitos en materia de cotizaciones para acceder a la pensión de vejez en el régimen de prima media, tiene derecho a la pensión de invalidez, así no haya cotizado en los últimos 3 años anteriores a la estructuración del estado de invalidez como lo exige la Ley 860 de 2003. Es decir, que quien reúne las cotizaciones para pensión de vejez exigidas en el régimen de prima media, consolida el derecho a prestaciones previstas para otros riesgos y contingencias para cuya causación se exija una densidad de cotizaciones inferior, como lo es la de invalidez, siempre y cuando cumpla las demás exigencias de ley. Dijo textualmente la Corte, en la sentencia citada: Cabe resaltar, entonces, que el criterio jurídico que ahora adopta la Corte, de acuerdo con el cual quien, en el Régimen Pensional de Prima Media con Prestación Definida, ha cumplido los requisitos en materia de cotizaciones para acceder a la pensión de vejez tiene derecho a la pensión por invalidez, así no haya cotizado 15 Radicación n.° 43817 en los últimos 3 años anteriores a la estructuración de la invalidez, (exigencia efectuada por el artículo 1 de la Ley 860 de 2003), cuenta con respaldo en la antes citada disposición de la Ley 797 de 2003 que, aunque establecida respecto de otras prestaciones, permite extraer una regla jurídica aplicable al supuesto analizado: el afiliado al Régimen de Prima Media con Prestación Definida que ha cotizado el número de semanas suficiente para acceder a la pensión por vejez, que es aquella para cuya causación se requiere una mayor densidad de cotizaciones, consolida el derecho a prestaciones previstas para otros riesgos y contingencias, para cuya causación se exija una densidad de cotizaciones inferior, como lo es la pensión de invalidez. En el presente caso, como el Tribunal fue indiferente respecto del hecho no controvertido relacionado con que si bien el demandante no cumplía el requisito de 50 semanas cotización en los 3 años anteriores a la estructuración de la invalidez exigido en el Decreto 860 de 2003, el asegurado contaba con un total de 1076 semanas de cotización en toda su vida laboral, ya que esa situación fue admitida por la propia entidad de seguridad social demandada, por lo que se produjo la violación de las normas denunciadas al no estudiarse el derecho del demandante en perspectiva del criterio jurisprudencial referenciado. Los cargos prosperan. En instancia, está debidamente demostrado que el actor nació el 8 de octubre de 1954, conforme al documento de folio 27 del expediente, por lo que es claro que para el 1º de abril de 1994, esto es, cuando entró a regir las Ley 100 16 Radicación n.° 43817 de 1993 en materia pensional, aún no tenía cumplido los 40 años de edad; pese a ello, cumplía con el otro requisito de llevar más de 15 años de servicios cotizados para esa fecha, toda vez que ingresó al ISS como trabajador cotizante el 13 de septiembre de 1974 (folios 8 a 13). De ahí que deba concluirse, que el asegurado es beneficiario del régimen de transición consagrado en el artículo 36 de la Ley 100 de 1993. Así las cosas, si el gestor del presente proceso es beneficiario del régimen de transición que prevé la normativa en cita, la disposición legal que debe aplicarse para efectos de establecer los requisitos de la pensión de vejez, es el artículo 12 del Acuerdo 049 de 1990, aprobado por el decreto 758 del mismo año, que exige un mínimo de 500 semanas de cotización durante los últimos 20 años anteriores al cumplimiento de las edades mínimas, o 1000 semanas sufragadas en cualquier tiempo. En tal virtud, como según lo informa la Resolución 002704 del 15 de enero de 2007 y se corrobora con las documentales que contienen los períodos de afiliación que obran a folios 6 a 13 del expediente, el demandante cotizó un total de 1076 semanas al ISS, debe concluirse que cumple con la densidad de cotizaciones exigida por la normatividad anteriormente relacionada, sufragadas en cualquier tiempo y con anterioridad al cumplimiento de la edad, pues como lo tiene precisado la jurisprudencia de la 17 Radicación n.° 43817 Corte, así como el fallecimiento del asegurado le habilita la edad para efectos de la pensión de sobrevivientes, en el caso de la pensión de invalidez la fecha de la estructuración de la discapacidad se asimila al del fallecimiento aunque este no haya ocurrido, para lo cual puede consultarse la sentencia ya rememorada, esto es CSJ SL 3087 - 2014. Por lo visto, le asiste el derecho al demandante a que se ordene el reconocimiento y pago de la pensión de invalidez incoada, a partir del 2 de marzo de 2006, fecha en que se produjo $408.000,oo, su teniendo estructuración, en cuenta en que al cuantía de hacer las operaciones aritméticas de rigor tanto con el ingreso base de los últimos 10 años, así como con el de toda la historia laboral del asegurado, la mesada pensional arroja una suma inferior al salario mínimo mensual legal vigente, conforme a los siguientes cuadros. 18 Radicación n.° 43817 En consecuencia, ante la imposibilidad jurídica de que las mesadas pensionales sean inferiores al salario mínimo legal vigente, se impone deducirla en el monto que ya se dejó consignado con precedencia, esto es, la suma de $408.000,oo por corresponder dicho rubro a la remuneración mínima de dicha anualidad, conforme a lo establecido en el Decreto 4686 del 21 de diciembre de 2005. No se impondrá condena por los intereses moratorios pretendidos, en virtud a que el reconocimiento de la pensión de invalidez se sustentó con fundamento en el criterio jurisprudencial que se dejó relacionado al despachar los cargos, esto es, en la sentencia CSJ SL, 2 agosto 2011, rad. N° 39766, y no a la aplicación literal del artículo 1° de la Ley 860 de 2003. Las excepciones propuestas se declararán no probadas, con fundamento en las mismas razones que se dejaron expuestas no solo en sede de casación sino también en instancia, en las que se concluyó la existencia del derecho a la prestación económica pretendida a favor del demandante. 19 Radicación n.° 43817 Las costas en las instancias correrán a cargo de la parte demandada. No hay lugar a las mismas en el recurso extraordinario de casación. X. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, CASA la sentencia dictada el treinta (30) de julio de dos mil nueve (2009), por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín, dentro del proceso ordinario laboral seguido por Brocado Antonio Tabares Gómez contra el Instituto de Seguros Sociales hoy Administradora Colombiana de Fondos de Pensiones y Cesantías COLPENSIONES. En sede de instancia, revoca la sentencia dictada por el Juzgado Sexto Laboral del Circuito de Medellín, el 28 de marzo de 2008, en cuanto absolvió al ISS de todas las pretensiones y, en su lugar, se le condena a pagar a favor de Brocado Antonio Tabares Gómez la pensión de invalidez, en cuantía igual a un salario mínimo legal vigente, esto es $408.000, oo, a partir del 2 de marzo de 2006, incluidas las mesadas adicionales. Así mismo, se declaran no probadas las excepciones propuestas; en lo demás se confirma. Costas, como se dejó dicho. 20 Radicación n.° 43817 Cópiese, notifíquese, publíquese, cúmplase y devuélvase el expediente al tribunal de origen. RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO Presidente de Sala JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ ELSY DEL PILAR CUELLO CALDERÓN CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO GUSTAVO HERNANDO LÓPEZ ALGARRA LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS CARLOS ERNESTO MOLINA MONSALVE 21