La Corte elabora método para acudir al tribunal del Mercosur

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La Corte elabora método para acudir al tribunal del Mercosur
Alejandro D. Perotti explica la Acordada que facilitaría la interpretación uniforme del derecho mercosureño, garantizando
la seguridad jurídica
La Corte Suprema se halla en la elaboración de una Acordada -norma que emiten los tribunales- por la cual se
reglamenta el procedimiento que deberán seguir los jueces internos (federales, nacionales y provinciales), incluyendo a
la propia Corte, al momento de elevar una opinión consultiva al Tribunal Permanente de Revisión (TPR) del Mercosur.
A través del Protocolo de Olivos, y su normativa reglamentaria, dentro del sistema de solución de controversias se
estableció la posibilidad de que cualquier juez que se encuentre ante un caso judicial, en el cual se discuta la
interpretación o aplicación de una norma del Mercosur, pueda encaminar al TPR una petición para que éste dilucide el
verdadero alcance y sentido de la misma (opiniones consultivas).
Actualmente, dicha solicitud debe ser remitida al TPR directamente por el juez interno, a través de la Corte Suprema del
país que corresponda, es decir sin que deba ser tramitada por ante la Cancillería.
La finalidad de este mecanismo es lograr que las normas, que son únicas e inmodificables unilateralmente por cada
Estado Parte, sean interpretadas y aplicadas de manera uniforme en toda la región, independientemente del Estado al
cual pertenezca el juez.
La ausencia de un tal procedimiento provocaba que las normas llegaran a aplicarse de manera diferente entre los
jueces de los Estados Partes, y más aún entre aquellos de un mismo Estado.
Y ello no es menor, si se tiene en cuenta que desde el nacimiento del bloque a la fecha, los tribunales de los cuatro
Estados han dictado más de 1000 decisiones vinculadas al ordenamiento regional.
A comienzos de 2007, el Mercosur reguló el procedimiento de las opiniones consultivas, aunque sólo en la etapa de su
recepción por el TPR, encomendando a cada Corte Suprema nacional la reglamentación interna de la fase anterior (petición
por el juez interno).
Es justamente éste el objetivo de la Acordada que la Corte Suprema argentina se encuentra analizando. A la fecha, sólo
la Suprema Corte de Justicia uruguaya ha cumplida con esta obligación reglamentaria (Acordada 7604).
Seguramente la Corte tome como un antecedente la Acordada uruguaya. No obstante, sin perjuicio de su valor, deberían
tenerse ciertas prevenciones, entre otras.
En primer lugar, se establece en ella, bajo pena de inadmisibilidad del pedido que realiza el juez interno, que la
interpretación o validez de la norma del Mercosur “no fuera manifiestamente clara”, sin embargo tal causal
no está prevista en el derecho regional; además, por más claro que resulte, la invalidez de una norma mercosureña
sólo puede ser declarada por el TPR, en su carácter de supremo órgano interpretativo del derecho del bloque, y, por otro
lado, la especificidad de esta normativa disminuyen los casos de claridad interpretativa, más aún en los primero años.
Por otra parte, según la Acordada uruguaya, las opiniones consultivas emitida por el TPR “no pueden afectar en
absoluto el derecho interno ni las potestades del Poder Judicial”.
Tal afirmación, además de no ser compatible con los principios del derecho mercosureño, quita a este mecanismo una
parte importante de su valor estratégico. En efecto, tal como sucede en las Comunidades Europeas, en el Mercosur los
particulares, ante un incumplimiento por un Estado no disponen de un acceso directo al TPR, y si fuera su propio Estado
ni siquiera tienen acceso indirecto.
Sucede regularmente en Europa, que los particulares utilizan este sistema para que el juez de la causa consulte al
tribunal regional si un acto del Estado es o no ajustado al derecho del bloque, o si éste autoriza a los Estados la
adopción de una normativa como la que se analiza en el proceso judicial interno.
El mecanismo de las opiniones consultivas persigue: uniformizar la interpretación del derecho mercosureño, posibilitar
que los jueces internos cuenten con la interpretación auténtica de este derecho, dar a los particulares la posibilidad de
acceder al TPR, facilitar y difundir la aplicación de dicho ordenamiento por la justicia interna y, con todo ello, evitar
controversias entre los Estados.
Por ello, es de esperar que la norma que elabore la Corte Suprema regule de la manera más amplia posible la
oportunidad de consulta al TPR por parte de los tribunales argentinos, garantizándose así la seguridad jurídica y el
acceso a la justicia para los ciudadanos. Con ello, nuestra Corte confirmará su reconocida fama en cuanto a ser uno de
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Generado: 18 November, 2016, 09:11
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los tribunales supremos que más ha afianzado el derecho regional en su jurisprudencia. Alejandro D. Perotti, socio del
estudio Mansueti, Gallo, Sallette & Perotti Abogados y profesor de la Universidad Austral
Especial para Infobaeprofesional
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