abandono de persona - Poder Judicial de la Nación

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Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
REPUBLICA ARGENTINA
BOLETIN
DE
JURISPRUDENCIA
CAMARA NACIONAL DE APELACIONES
EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL DE LA
CAPITAL FEDERAL
AÑO 2005 Nº 2
ABRIL - MAYO - JUNIO
309
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
SECRETARIA DE JURISPRUDENCIA Y BIBLIOTECA DE LA
CAMARA NACIONAL DE APELACIONES EN LO
CRIMINAL Y CORRECCIONAL DE LA
CAPITAL FEDERAL
PUBLICACION INTERNA
SANDRO F. ABRALDES
Secretario de Cámara
310
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
SUMARIO
Indice por materia....................................................................................I a XXV
Indice de partes.............................................................................XXVI a XXXI
Jurisprudencia........................................................................................309 a 668
311
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
INDICE POR MATERIA
A
ABANDONO DE PERSONA.
- Drogadependiente. Suspensión del suministro de
medicamentos. Sobreseimiento ............................................................... 309
ABUSO DE ARMA.
- Tipo objetivo. Falta de testigos. Procesamiento.
Revocación .............................................................................................. 309
ABUSO SEXUAL.
- Agravado. Prolongación en el tiempo. Gravemente
ultrajante. Abuso simple. Procesamiento ................................................ 310
ACTA DE SECUESTRO.
- Falta de fecha. Actos conexos. Perjuicio concreto. Interés
formal. Nulidad. Improcedencia.............................................................. 311
- Falta de fecha. Actos conexos. Perjuicio concreto. Interés
formal. Nulidad. Improcedencia.............................................................. 312
ALLANAMIENTO.
- Art. 224 del C.P.P.N. Cosas pertinentes al delito. Relación
con otro delito. Extralimitación de la orden. Nulidad.
Rechazo ................................................................................................... 313
- Fundamentación. Obviedad. Excesivo rigor. Nulidad.
Rechazo ................................................................................................... 314
AMENAZAS.
- Coactivas. Injusticia. Formulación de una denuncia.
Facultad de denunciar. Procesamiento. Revocación ............................... 316
ARCHIVO.
- Abuso sexual. Menor. Delito dependiente de instancia
privada. Interés superior. Art. 72, inc. 1°, del C.P.
Revocación .............................................................................................. 317
- Falsa denuncia. Falso testimonio. Estafa procesal. Delitos
contra el honor. Instancia privada. Revocación....................................... 318
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Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
- Imputado individualizado. Improcedencia. Revocación ......................... 319
ARMA.
- Art. 189 bis del C.P. Antijuridicidad. Lesión al bien
jurídico. Descargada. Derecho penal de anónimo.
Sobreseimiento ........................................................................................ 320
- Portación. Desconocimiento de la existencia de la pistola.
Detentación efímera. Sobreseimiento...................................................... 322
- Tenencia. Bien jurídico protegido. Revolver descargado.
Municiones en poder del imputado. Procesamiento................................ 323
- Tenencia. Denuncia. Ignorancia del imputado.
Procesamiento. Municiones. Cantidad. Sobreseimiento ......................... 324
- Transmisión. Fallecimiento. Falta de numeración.
Entrega. Revocación................................................................................ 325
ATENTADO CONTRA LA AUTORIDAD.
- Manifestantes. Orden policial. Agresiones al personal
preventor. Desestimación. Revocación ................................................... 326
B
BENEFICIO DE LITIGAR SIN GASTOS.
- Denegación. Acción de amparo. Finalidad del instituto.
Carácter excepcional. Arbitrariedad. Rechazo ........................................ 327
- Ley 23.898. Efecto retroactivo. Costas. Exclusión.................................. 329
C
CALUMNIAS.
- Personas jurídicas. Sujetos pasivos. Improcedencia.
Injurias. Procedencia. Excepción de falta de acción.
Revocación .............................................................................................. 332
CALUMNIAS E INJURIAS.
- Denuncia contra personas jurídicas. Ausencia del dolo.
Inscripción en Veraz. Requisitos del tipo. Desestimación.
Inexistencia de delito ............................................................................... 333
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COACCION.
- Prueba. Ausencia de testigos presenciales. Valoración de
las declaraciones prestadas. Procesamiento............................................. 334
COMPETENCIA.
- En razón de la materia. Hurto. Bicicleta. Vehículo. Art.
163, inc. 6°, del C.P. Justicia de instrucción ........................................... 335
- En razón del territorio. Calumnias e injurias. Lugar de
exteriorización. Realización de la impresión........................................... 337
CONCURSO DE DELITOS.
- Robo con arma. Portación de arma de guerra. Concurso
ideal ......................................................................................................... 337
- Robo con armas. Tenencia de arma de guerra. Concurso
ideal ......................................................................................................... 340
CONSULTA.
- Art. 348 del C.P.P.N. Ley 24.946. Art. 120 de la C.N.
Interpretación. Tácita derogación ............................................................ 342
- Ley 24.946. Derogación tácita. Art. 120 de la C.N.
Superior jerárquico. Código Obarrio. Inconstitucionalidad .................... 345
D
DECLARACION INDAGATORIA.
- Declaración anterior en sede prevencional. Carácter de
testigo. Promesa. Nulidad. Improcedencia .............................................. 347
- Derecho a la compulsa previa de las actuaciones.
Extracción de fotocopias. Procedencia.................................................... 348
DEFRAUDACION.
- Circunvención de incapaces. Dolo: prueba. Conocimiento
de la incapacidad. Procesamiento. Revocación ....................................... 348
- Contrato de sociedad. Control. "Affectio societatis".
Administración frente a terceros. Esfera interna.
Sobreseimiento. Revocación ................................................................... 349
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-
Desbaratamiento de derechos acordados. Fiador. Ausencia
de renovación del contrato de fianza. Atipicidad.
Sobreseimiento ........................................................................................ 350
- Estelionato. Venta de inmueble. Adquisición anterior de la
mitad indivisa. Dolo. Procesamiento....................................................... 352
- Por administración fraudulenta. Ausencia de pruebas.
"Onus probandi". Carga de la prueba. Sobreseimiento ........................... 352
- Por administración fraudulenta. Consentimiento del
damnificado. Momento. Consecuencias. Procesamiento ........................ 353
- Por administración fraudulenta. Designio criminal. Actos
ilegítimos. Extinción de la acción ........................................................... 354
- Por desbaratamiento de derechos acordados. Boleto de
compraventa. Sujeto activo. Procesamiento ............................................ 355
- Por retención indebida. Locatario. Obligación de devolver.
Dolo: prueba. Intimación previa. Innecesariedad.
Sobreseimiento. Revocación ................................................................... 356
- Por retención indebida. Contador de empresa. No
devolución de documentación y libros de contabilidad.
Procesamiento.......................................................................................... 357
DELEGACION DE LA INSTRUCCION.
- Art. 196 bis del C.P.P.N. Individualización del imputado.
Desconocimiento del apellido. Improcedencia........................................ 358
- Art. 215 del C.P.P.N. Auto de procesamiento.
Garantía de la doble instancia. Imperatividad ......................................... 359
- Art. 215 del C.P.P.N. Prescindencia. Garantía de defensa
en juicio. Doble instancia. Principio de igualdad.
Improcedencia ......................................................................................... 360
- Nueva delegación. Improcedencia. Revocación...................................... 364
DELITO DE INSTANCIA PRIVADA.
- Denuncia. Desistimiento posterior. Improcedencia.
Revocación .............................................................................................. 365
312
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DENUNCIA.
- Formulada por funcionarios públicos. Falta de
ratificación. Invalidez. Rechazo. Excepción de previo y
especial pronunciamiento. Rechazo ........................................................ 365
DESESTIMACION.
- Inexistencia de delito. Amenazas. Pleito judicial.
Querellante. Falta de configuración de un delito.
Procedencia.............................................................................................. 366
- Inexistencia de delito. Denuncia anónima. Validez.
Revocación .............................................................................................. 368
DESISTIMIENTO.
- Materia procesal. Facultades no delegadas. Derecho de
defensa. Debido proceso. Extinción ........................................................ 368
DETENCION.
- Garantías constitucionales. Delito excarcelable. Medidas
menos gravosas. Revocación................................................................... 370
- Interpretación restrictiva. Libertad durante el proceso.
Reglamentación. Imputación: desconocimiento.
Administración fraudulenta. Rechazo ..................................................... 371
- Medidas alternativas. Voluntad de incomparecencia.
Proporcionalidad. Excepcionalidad. Revocación .................................... 372
DEVOLUCION DE EFECTOS.
- Adquirente de buena fe y a título oneroso. Procedencia ......................... 374
- Persona que lo poseía. Derechos sobre la cosa.
Depositario judicial. Procedencia ............................................................ 375
- Solicitud de certificado de dominio. Omisión.
Negligencia. Rechazo .............................................................................. 376
DISTRIBUCION DE IMAGENES PORNOGRAFICAS.
- De menores de 18 años. Envío por internet. Inviolabilidad
de la correspondencia. Número indeterminado de
personas. Procesamiento.......................................................................... 377
- De menores de edad. Obsceno: concepto. Pornográfico.
Desarrollo psicosexual. Mujer desnuda. Sobreseimiento........................ 378
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E
EMBARGO.
- Instrucción sumaria. Dictado. Procedencia ............................................. 379
- Traba sobre derecho en expectativa. Nulidad.......................................... 380
ENCUBRIMIENTO.
- Agravado por el ánimo de lucro. Improcedencia.
Competencia. Justicia correccional ......................................................... 381
ENRIQUECIMIENTO ILICITO.
- Inconstitucionalidad. Actos propios. Renuncia de
derechos. Funcionario público. Delito de omisión. Carga
de la prueba. Omisión de justificación. Dolo. Atipicidad.
Bien jurídico ............................................................................................ 381
ESTAFA.
- Cheque de pago diferido. Interposición de denuncia de
robo. Imposibilidad de cobro. Profundización de la
pesquisa. Procesamiento. Revocación ..................................................... 386
- Hecho único. Dolo: prueba. Ardid. Relación de
causalidad. Negligencia de la víctima. Procesamiento.
Revocación .............................................................................................. 387
- Inmueble puesto como aval. Falta de certificación por
parte de la damnificada. Error propio. Sobreseimiento.
Procedencia.............................................................................................. 388
- Perjuicio patromonial. Impago de la obligación. Ardid.
Procesamiento.......................................................................................... 388
- Procesal. Peticiones exageradas. Tasaciones falsas.
Relación causal. Sobreseimiento. Revocación ........................................ 389
EXCARCELACION.
- Ampliación del procesamiento. Pena en suspenso.
Anterior excarcelación. Procedencia ....................................................... 390
- Art. 18 de la C.N. Medidas restrictivas de la libertad.
Prisión preventiva. Constitucionalidad. Peligro de fuga.
Rechazo ................................................................................................... 393
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-
Art. 18 de la C.N. Prisión preventiva. Constitucionalidad.
Pena en expectativa. Peligros procesales. Denegación............................ 395
- Art. 18 de la C.N. Restricción de la libertad. Pautas
objetivas. Pena en expectativa. Peligros procesales.
Denegación .............................................................................................. 397
- Calificación legal. Sometimiento a la justicia. Valoración.
Concesión ................................................................................................ 400
- Escala penal. Falta de antecedentes. Domicilio. Procesos
en trámite. Procedencia............................................................................ 401
- Imputación. Gravedad. Presunción legal de fuga.
Denegación .............................................................................................. 404
- Libertad durante el proceso. Pautas de limitación.
Seriedad del delito. Severidad de la pena. Denegación........................... 405
- Monto de la pena. Irrelevancia. Peligros procesales:
inexistencia. Concesión. Caución personal ............................................. 406
- Peligros procesales. Expectativa de pena. Procedencia........................... 410
- Penalidad de los delitos. Pena de cumplimiento efectivo.
Rechazo ................................................................................................... 412
- Privación de la libertad. Carácter excepcional. Peligros
procesales. Ausencia. Caución personal. Procedencia ............................ 414
EXCEPCION DE FALTA DE ACCION.
- Ausencia de la evidencia de la atipicidad. Injurias.
Condición de homosexual. Rechazo........................................................ 417
- Ejercicio de la acción. Menor adulto. Madre. Rechazo.
Procedencia.............................................................................................. 418
- Inicio por prevención. Inmediata intervención al juzgado.
Rechazo ................................................................................................... 419
- Oportunidad. Art. 428 del C.P.P.N. Imputado.
Extemporaneidad ..................................................................................... 419
- Reglamento para la Jurisdicción en lo Criminal y
Correccional. Querella. Elevación a juicio. Improcedencia. ................... 421
EXCUSA ABSOLUTORIA.
- Suegro. Personas extrañas. Desestimación. Rechazo .............................. 422
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EXTORSION.
- Intimidación. Beneficio indebido. Exigencia justificada.
Sobreseimiento ........................................................................................ 423
- Intimidación moral. Reivindicación patrimonial.
Sobreseimiento ........................................................................................ 424
- Intimidación. Supuesto secuestro. Procesamiento................................... 425
- Intimidación. Violencia moral. Piqueteros.
Sobreseimiento. revocación..................................................................... 425
- Requisitos del tipo. Medio comisivo. Entidad del mal.
Sobreseimiento ........................................................................................ 427
F
FALSEDAD IDEOLOGICA.
- Ausencia del juez y secretario en declaración indagatoria
y testimonial. Firmas. Tipicidad conglobante.
Desestimacion.......................................................................................... 428
- Escribano. Cotejo de la veracidad de la documentación
presentada. Procesamiento. Partícipe. Revocación ................................. 429
FALSIFICACION DE DOCUMENTO.
- Desestimación por inexistencia de delito. Falsificación de
firma del abogado patrocinante. Ausencia de perjuicio.
Sobreseimiento ........................................................................................ 430
- Escritos judiciales. Firmas. Perjuicio. Tipicidad.
Evaluación en cada caso concreto. Sobreseimiento.
Revocación .............................................................................................. 431
- Público. Administración fraudulenta. Concurso ideal.
Procesamiento.......................................................................................... 432
- Uso. Exclusión. Autoría y participación. Partícipe
primario. Procesamiento.......................................................................... 433
FALSIFICACION DE NUMERACION DE UN
OBJETO REGISTRABLE.
- Alteración de la chapa patente. Procesamiento ....................................... 434
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-
Licencia para operar como taxímetro. Puerta. Atipicidad.
Sobreseimiento ........................................................................................ 435
FALSO TESTIMONIO.
- Amenaza para la certeza. Peligro futuro. Actas
testimoniales. Procesamiento .................................................................. 436
FALSO TESTIMONIO.
- Archivo. Imputados. Improcedencia. Mendacidad. Entidad
suficiente. Sobreseimiento....................................................................... 438
- Contrariedad subjetiva. Sobreseimiento .................................................. 439
- Expediente civil. Autoridad competente. Prosecretario
administrativo. Inexistencia de delito...................................................... 440
- Generales de la ley. Identidad de los testigos.
Sobreseimiento ........................................................................................ 441
- Interés del testigo. Causa penal. Perjuicio. Sobreseimiento .................... 442
- Proceso en trámite en sede ajena. Suspensión del ejercicio
de la acción penal .................................................................................... 443
H
HOMICIDIO.
- Criminis causa. Animo del agresor. Robo con armas. Sitio
vital. Lesión leve. Procesamiento ............................................................ 444
- Culposo. Accidente de tránsito. Exceso de velocidad.
Deber de cuidado. Compensación de culpas.
Procesamiento.......................................................................................... 445
- Culposo. Comisión por omisión. Jefe o encargado.
Anormal funcionamiento de una grúa. Posición de
garante. Procesamiento............................................................................ 446
- Culposo. Ingesta de alcohol. Acción de la víctima.
Imprudencia. Sobreseimiento .................................................................. 448
- Culposo. Mala praxis. Médico obstetra. Enfermedad
neurológica no detectada. Desatención de los síntomas de
la paciente. Procesamiento ...................................................................... 449
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-
Culposo. Violación a la ley de tránsito. Exceso de
velocidad. Deber de ciudado. Dolo: exclusión.
Procesamiento.......................................................................................... 450
- Dolo eventual: prueba. Excesiva velocidad. Previsión del
resultado. Procesamiento ......................................................................... 451
- Legítima defensa. Elementos objetivos y subjetivos.
Legítima defensa de terceros. Racionalidad del medio.
Capacidad de culpabilidad. Procesamiento ............................................. 452
- Tentativa. Golpe con una maza en la cabeza de la víctima.
Dolo: prueba. Dolo eventual. Procesamiento .......................................... 454
HURTO.
- Automotor robado y abandonado en la vía pública.
Susceptibilidad de apropiación. Procesamiento ...................................... 455
- De energía eléctrica. Departamento destinado a portería.
Dolo: prueba. Sobreseimiento ................................................................. 456
- Desistimiento. Entrega voluntaria de los efectos.
Sobreseimiento ........................................................................................ 457
- Fases ejecutivas. Falta de disposición. Tentativa.
Sobreseimiento. Revocación ................................................................... 458
I
IMPEDIMENTO DE CONTACTO.
- Competencia. Madre de la menor. Justicia correccional ......................... 459
- Conocimiento del lugar de radicación. Sobreseimiento .......................... 459
- Interés superior del niño. Intervención excepcional. Falta
de causas de justificación. Procesamiento............................................... 460
- Vacaciones. Autorización en sede civil. Dolo.
Sobreseimiento ........................................................................................ 461
IMPUTABILIDAD.
- Art. 34, inc. 1° del C.P. Alcoholización. Comprensión de
la criminalidad de sus actos. Sobreseimiento. Revocación.
Procesamiento.......................................................................................... 462
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INCUMPLIMIENTO DE LOS DEBERES DE ASISTENCIA FAMILIAR.
- Bien jurídico protegido. Delito de omisión y peligro
abstracto. Procesamiento ......................................................................... 463
- Carácter doloso. Imposibilidad económica.
Sobreseimiento ........................................................................................ 464
- Concurso ideal. Insolvencia fraudulenta. Procesamiento........................ 465
- Delito de pura omisión y de peligro abstracto. Dolo:
prueba. Procesamiento............................................................................. 466
- Falta de medios económicos. Adicción al juego.
Culpabilidad. Procesamiento ................................................................... 467
- Negociación incompatible con la función pública.
"Tercero". Martillero. Sobreseimiento. Rechazo..................................... 468
INIMPUTABILIDAD.
- Carga probatoria. Evidencias. Sobreseimiento.
Revocación .............................................................................................. 469
- Ebriedad completa. Pasos mentales coordinados. Indices
de alcoholemis. Declaraciones testimoniales.
Procesamiento.......................................................................................... 469
INJURIAS.
- Sujeto pasivo. Falta de individualización. Inexistencia de
delito ........................................................................................................ 470
INSOLVENCIA FRAUDULENTA.
- Venta de rodado anterior a la notificación. Conocimiento
de la exigencia civil. Sobreseimiento. Revocación ................................. 471
INSTRUCCION SUMARIA.
- Complejidad de la causa. Rechazo .......................................................... 472
- Cuasi flagrancia. Improcedencia ............................................................. 472
- Flagrancia ................................................................................................ 480
- Flagrancia. Art. 285 del C.P.P.N. Interpretación
restringida. Arbitrariedad. Concepto. Procedencia.................................. 474
- Flagrancia propia. Concepto. Procedencia .............................................. 475
- Flagrancia propia. Delitos imprudentes. Improcedencia ......................... 476
- Imputado detenido. Régimen ordinario. Procedencia ............................. 477
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-
Lesiones. Acción pública. Flagrancia. Art. 285 del
C.P.P.N. Alcances. Procedencia .............................................................. 478
- Remisión de las actuaciones. Análisis previo. Falta de
motivación. Nulidad ................................................................................ 480
INTERCEPTACION DEL CORREO ELECTRONICO.
- Derecho a la intimidad. Actividad posterior a la conducta
ilícita. Instigación. Rechazo. Procesamiento ........................................... 481
J
JUEZ SUBROGANTE.
- Inconstitucionalidad. Designación de magistrados.
Consejo de la Magistratura. Rechazo ...................................................... 482
- Inconstitucionalidad. Ley 25.876. Acceso a la
jurisdicción. Atribuciones del Consejo de la Magistratura.
Improcedencia ......................................................................................... 484
- Nulidad. Actuación. Acordada 7/2005. Improcedencia .......................... 486
L
LEGITIMA DEFENSA.
- Del derecho de un tercero. Proporcionalidad.
Procesamiento.......................................................................................... 488
- Derechos básicos. Defensa. Agresión física. Superioridad
numérica. Medio utilizado. Motivación. Legítima defensa
de extraño. Procesamiento. Revocación .................................................. 488
- Presupuestos. Agresión ilegítima. Acto de defensa.
Peligro. Procedencia ................................................................................ 490
- Requisitos. Agresión ilegítima. Racionalidad del medio
empleado. Homicidio. Procesamiento ..................................................... 491
LESIONES.
- Agravadas por el vínculo. Padres. Derecho de corrección.
Límites. Exceso. Procesamiento.............................................................. 492
- Culposas. Acatamiento de las normas de tránsito.
Violación al deber de cuidado. Procesamiento........................................ 494
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-
-
-
Culposas. Accidente de tránsito. Urgencia. Posibilidad de
transgreción de la norma. Peligro mayor. Procesamiento ....................... 494
Culposas. Ambulancia. Normas de tránsito. Excepción.
Evitación de un mal mayor. Deber de cuidado.
Procesamiento.......................................................................................... 495
Culposas. Can. Rotwailler. Deber de cuidado. Infracción a
la ord. 41.831. Procesamiento ................................................................. 496
Culposas. Conductor epiléptico. Sobreseimiento.
Revocación .............................................................................................. 497
Culposas. Enfermera. Fallas en respirador mecánico.
Conocimiento. Violación al deber de cuidado.
Procesamiento.......................................................................................... 498
Culposas. Ley de tránsito. Peatón. Prioridad de paso.
Violación al deber de cuidado. Procesamiento........................................ 499
Culposas. Velocidad reducida. Semáforo habilitante.
Deber de cuidado. Sobreseimiento .......................................................... 500
Graves. Pérdida de dos incisivos. Procesamiento.................................... 501
Leves. Homicidio en grado de tentativa. Cambio de
calificacaión legal. Delito de instancia privada. Inicio del
sumario por delito de acción pública. Validez ........................................ 502
M
MALTRATO DE ANIMALES.
- Informe socioambiental. Condiciones personales del
imputado. Valoración. Ausencia de dolo. Procesamiento.
Revocación .............................................................................................. 503
MALVERSACION DE CAUDALES PUBLICOS.
- Peculado. Bien jurídico tutelado. Patrimonio público.
Utilización irregular de fondos. Verbo típico.
Procesamiento.......................................................................................... 505
MEDIDA DE SEGURIDAD.
- Imputado sobreseido. Internación en unidad psiquiátrica.
Incompatibilidad. Revocación ................................................................. 507
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MEDIDAS CAUTELARES.
- Inhabilitación. Para conducir. Prórroga. Restricción
prudente de derechos. Procedencia.......................................................... 508
- No innovar. Procesamiento. Declaración indagatoria.
Fundamentación. Art. 230 del C.P.C.C. Nulidad .................................... 509
MEDIOS DE PRUEBA.
- Medida de coerción. Extracción compulsiva de sangre.
Imputado como objeto de prueba. Garantía de la
autoincriminación. Procedencia............................................................... 510
- Medida de coerción. Peritaje psiquiátrico. Intervención
corporal del imputado. Colaboración. Sujeto de prueba.
No autoincriminación. Rechazo. ............................................................. 512
- Plana de voz. Realización compulsiva. Garantías
constitucionales. Nulidad ........................................................................ 514
MENOR.
- Agravante. Art. 41 quater del C.P. Edad 21 años.
Improcedencia ......................................................................................... 515
- Agravantes. Art. 41 quater del C.P. Mayoría de edad a los
21 años. Dolo. Procesamiento. Improcedencia ....................................... 516
- Art. 41 quater del C.P. Analogía. Prohibición.
Interpretación de las normas. Mayoría de edad.
procesamiento.......................................................................................... 518
- Robo. Participación. Art. 41 quater del C.P.
Procesamiento.......................................................................................... 519
N
NULIDAD.
- Actuación como abogado defensor. Matriculación. Falta
de pago. Improcedencia........................................................................... 520
- Actuación policial. Interrogatorio. Arts. 184 y 183 del
C.P.P.N. Allanamiento. Puesto ambulante. Requisa.
Inspección de documentos informáticos. Validez ................................... 521
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-
Apertura de lockers. Privacidad. Falta de orden judicial.
Correo electrónico. Protección constitucional. Privacidad
del trabajador. Falta de urgencia. Procedencia ........................................ 523
Art. 200 y 202 del C.P.P.N. Declaración testimonial.
Denegación del derecho de asistencia a declaración
testimonial. Fundamento. Rechazo.......................................................... 525
Audiencia del art. 454 del C.P.P.N. Auto de
procesamiento suscripto por un magistrado que no la
presenció. Procedencia ............................................................................ 526
Ausencia de requerimiento fiscal de instrucción. Inicio de
actuaciones en sede policial. Innecesariedad. Nulificación
de la decisión de la Cámara Criminal por parte del
Tribunal Oral. Improcedencia. Cámara Nacional de
Casación Penal......................................................................................... 527
Auto de elevación a juicio. Omisión de consignar los
datos personales de la única imputada. Falta de
fundamentación. Improcedencia.............................................................. 530
Auto de procesamiento. Plazos procesales. Ordenatorios.
Improcedencia ......................................................................................... 531
Declaración indagatoria. Determinación del hecho.
Violación objetiva de cuidado. Mera descripción del
hecho. Procedencia .................................................................................. 531
Declaración indagatoria. Escueta descripción de los
hechos. Derecho de defensa. Valoración. Ausencia de
perjuicio. Rechazo ................................................................................... 533
Declaración indagatoria. Falta de firma del juez.
Procedencia.............................................................................................. 534
Declaración indagatoria. Imputado. Opción de declarar sin
la presencia de su abogado defensor. Improcedencia.............................. 535
Declaración testimonial. Presencia del magistrado en el
acto. Rúbrica. Improcedencia .................................................................. 536
Declaraciones espontáneas. Validez........................................................ 537
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-
Defensa. Omisión de la notificación. Realización de
peritaje médico. Audiencia testimonial. Ausencia de
perjuicio. Rechazo ................................................................................... 537
Delito imprudente. Determinación de las
responsabilidades de los imputados. Tipicidad objetiva.
Reglamentación específica de la actividad desarrollada
por los incusos. Falta de motivación. Procedencia.................................. 538
Denuncia anónima. Valoración. Carriles alternativos.
Sobreseimiento ........................................................................................ 539
Derecho de defensa en juicio. Declaración indagatoria.
Remisión por parte del imputado a lo dicho en su
presentación espontánea. Validez............................................................ 541
Designación de abogado particular. Notificaciones
cursadas al defensor oficial. Derecho de defensa.
Procedencia.............................................................................................. 542
Detención y requisa. Pautas objetivas. Arbitrariedad.
Garantías constitucionales. Excepción. Improcedencia.
Razones anteriores................................................................................... 543
Ejercicio de la prostitución. Avisos clasificados.
Selección. "Forum shopping". Motivación. Procedencia ........................ 544
Elevación a juicio. Falta de procesamiento. Interpretación
de la ley. Calificación legal. Derecho de defensa.
Procedencia.............................................................................................. 546
Grabación de conversación. Defensa en juicio.
Autoincriminación. Validez. Rechazo..................................................... 548
Imputado. Declaración testimonial. Prueba. Indagatoria.
Procedencia.............................................................................................. 549
Informe socioambiental. Rechazo. Recurso de apelación.
Abstracto.................................................................................................. 550
Libertad por comisaría. Legitimidad. Rechazo ....................................... 551
Personal policial. Falta de documentación. Sospecha.
Detención. Falta de testigos. Improcedencia ........................................... 551
324
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
-
-
-
Procesamiento. Prueba. Derecho de defensa. Principio de
congruencia. Procedencia ........................................................................ 552
Querella. Debido proceso. Derecho de justicia de las
víctimas. Desestimación de la denuncia. Remisión a los
fundamentos de la fiscalía. Procedencia.................................................. 554
Querellante. Abogado. Ausencia de matriculación en el
C.P.A.C.F. Improcedencia....................................................................... 555
Reconocimiento. Preventor. Facultades. Rechazo................................... 556
Requerimiento de elevación a juicio. Situación procesal
del imputado. Procedencia....................................................................... 557
Restitución de rodado ordenado por la fiscalía. Ausencia
de perjuicio. Nulidad. Características del instituto.
Improcedencia ......................................................................................... 558
Secuestro de objetos que la imputada llevaba a la vista.
Facultades policiales. Rechazo ................................................................ 559
Sobreseimiento dictado por el fiscal. Posterior
intervención. Pretención. Rechazo in limine.
Improcedencia ......................................................................................... 560
O
ORDEN DE CAPTURA.
- Notificación inoficiosa por edictos. Ausencia de
conocimiento del imputado. Derecho a la libertad.
Principio de inocencia. Improcedencia. Revocación............................... 561
P
PARTICIPACION CRIMINAL.
- Grupo de personas. Atentado contra la integridad física y
el patrimonio. Co-autor. Instigador. Lesiones. Interés
público. Art. 72, inc. 2° del C.P. Procesamiento ..................................... 563
- Secundaria. Agravante del art. 166, inc. 2° del C.P. No
transmición. Procesamiento..................................................................... 564
325
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL.
- Boleto de compra venta. Falsedad de la firma del
escribano. Documento que acredita la titularidad.
Interrupción. Imporcedencia.................................................................... 565
- Causa en trámite. Aplicación de la doctrina del Plenario
"Prinzo". Suspensión del pronunciamiento ............................................. 566
- Delito de acción privada. Presentación de la querella.
Fijación de la audiencia de conciliación. Ley más benigna.
Irretroactividad de la ley penal. Procedencia........................................... 567
- Estafa. Falsedad ideológica. Aplicación del fallo plenario
"Prinzo". Procedencia.............................................................................. 569
- Estafa procesal. Ultimo acto positivo del imputado ................................ 570
- Incumplimiento de los deberes de asistencia familiar.
Comienzo del cómputo del plazo. 18 años. Hermanos.
Improcedencia ......................................................................................... 570
- Ley más benigna. Declaración indagatoria. Llamado.
Rechazo ................................................................................................... 571
- Ley 25.990. Actos interruptivos. Teoría del paralelismo.
Rechazo. .................................................................................................. 573
- Rebeldía. Ley más benigna. Secuela de juicio.
Procedencia.............................................................................................. 574
- Violaciones a los derechos humanos. Corte Interamericana
de Derechos Humanos. Obligatoriedad de sus fallos.
Imprescriptibilidad................................................................................... 575
PREVARICATO.
- Intervención en representación del demandado.
Representación posterior de la actora. Procesamiento ............................ 576
- Requisitos del tipo. Dolo directo. Sobreseimiento .................................. 577
PRIVACION ILEGAL DE LA LIBERTAD.
- Consentimiento de la presunta víctima. Sobreseimiento......................... 578
- Diagnóstico médico. Falta de elementos que lo avalen.
Hija. Médico. Procesamiento .................................................................. 579
326
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
PROCESAMIENTO.
- Dictado de falta de mérito. Realización de medidas de
pruebas determinantes. Dictado de auto de procesamiento.
Solicitud de ampliación de declaración indagatoria.
Procedencia.............................................................................................. 580
- Indagatoria. Nuevas pruebas incorporadas con
posterioridad. Derecho de defensa. Medios de
investigación. Procedencia ...................................................................... 581
- Omisión del dictado del auto. Defensa en juicio.
Revocación .............................................................................................. 582
- Prueba. Reconocimiento. Resultado negativo. Valoración ..................... 583
PROPIEDAD INTELECTUAL.
- Defraudación. Art. 72 bis, inc. "d". Almacenar. Tipo
objetivo. Sobreseimiento ......................................................................... 583
- Defraudación. Copia parcial. Derecho de cita: extensión y
fines. Ley 24.425. Sobreseimiento. Revocación ..................................... 584
- Defraudación. Fotocopiado de libros. Venta. Socia de la
firma. Procesamiento ............................................................................... 585
- Defraudación. Fotografías. Protección legal. Dolo: prueba.
Procesamiento.......................................................................................... 586
- Defraudación. Programas televisivos. Igual género.
Ausencia de originalidad. Derecho de cita. Derecho de
autor. Sobreseimiento. ............................................................................. 587
- Defraudación. Software y juegos. Consentimiento del
dueño. Procesamiento.............................................................................. 589
PRUEBA DE TESTIGOS.
- Art. 250 ter del C.P.P.N. Derechos del niño.
Revictimización. Inconstitucionalidad. Rechazo..................................... 590
- Descargo del imputado. Testigo no mencionado por el
personal preventor. Defensa del otro partícipe del
siniestro. Procesamiento. Revocación ..................................................... 591
327
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
PRUEBA PERICIAL.
- Fundamento de sus dictámenes. Sustento científico.
Valoración. Incapacidad sobreviniente. Art. 77 del
C.P.P.N. Suspensión del proceso............................................................. 592
- Perito: inscripción. Derecho a trabajar. Reglamentación.
Derecho a la igualdad ante la ley. Rechazo. Procedencia ....................... 593
- Reglamento para la Jurisdicción en lo Criminal y
Correccional. Médicos forenses. Dichos del sujeto. Pericia
psiquiátrica. Rechazo............................................................................... 594
PUBLICIDAD O INCENTIVO DE CONSUMO DE
BEBIDAS ALCOHOLICAS.
- Inexistencia de delito. Ley 24.788. Promoción marca de
bebida alcohólica. Menores de dieciocho años. Requisitos
típicos. Leyendas. Archivo ...................................................................... 595
Q
QUERELLA.
- Desestimación. Audiencia de conciliación. Improcedencia .................... 596
QUERELLANTE.
- Art. 82, C.P.P.N. Hermano de la víctima. Exclusión.
Rechazo ................................................................................................... 596
- Concubina. Art. 82 del C.P.P.N. Rechazo............................................... 597
- Excepción de falta de acción. Acuerdo en sede civil.
Invalidez. Diferencia con el actor civil. Revocación............................... 598
- Falso testimonio. Particular ofendido. Procedencia ................................ 599
- Heredero. Ofensa. Acreditación. Procedencia......................................... 600
- Heredero testamentario. Ascendiente. Ofendido.
Procedencia.............................................................................................. 601
- Persona jurídica. Poder especial. Documentación
requerida para acreditar la personería. Apartamiento.............................. 603
- Requisitos de procedencia. Documentación requerida.
Poder. Rechazo ........................................................................................ 605
328
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
R
REBELDIA.
- Captura. Medidas de coerción. Pautas de procedencia.
Medio menos gravoso. Procedencia ........................................................ 605
- Falta de notificación personal. Medidas alternativas.
Excarcelacion. Rechazo........................................................................... 606
RECURSO DE APELACION.
- Auto de prisión preventiva. Inapelabilidad.............................................. 608
- Desestimación de la denuncia. Querellante. Doctrina del
fallo "Quiroga". Derecho de defensa. Prohibición de
analogía. Revocación............................................................................... 609
- Fiscal. Negativa del juez a citar al imputado a prestar
declaración indagatoria. Existencia de gravamen
irreparable. Procedencia .......................................................................... 610
- Presentación 18 minutos después de vencido el plazo de
gracia. Cosa juzgada. Extemporaneidad.................................................. 612
- Prisión preventiva. No imposición. Ministerio Público
Fiscal. Procedencia .................................................................................. 613
RECURSO DE CASACION.
- Denegación de excarcelación. Gravamen. Procedencia .......................... 614
- Excarcelación. Gravamen irreparable. Tribunal superior.
Procedencia.............................................................................................. 615
- Excepción de falta de acción. Rechazo. Ausencia de
sentencia definitiva. Improcedencia ........................................................ 616
- Querellante. Apartamiento. Reparación. Vía civil.
Rechazo ................................................................................................... 617
- Revocación de excarcelación. Efecto suspensivo.................................... 618
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD.
- Querellante. Art. 416 del C.P.P.N. Unificación. Rechazo....................... 619
RECURSO DE QUEJA.
- Debido proceso. Doble conforme. Sanción disciplinaria.
Juez de ejecución. Art. 491 del C.P.P.N. Recurso de
casación. Rechazo.................................................................................... 620
329
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
-
Defensa. Propuesta de medidas de prueba. Denegatoria
por parte del juez. Agravio. Procedencia................................................. 622
- Extracción de sangre. Gravamen irreparable. Procedencia ..................... 623
- Imputaciones recíprocas. Sobreseimiento del imputado.
Procesamiento del querellante. Gravamen irreparable.
Procedencia.............................................................................................. 623
- Libertad ordenada por comisaría. No equiparación a
resolución judicial. Ministerio Público. Ausencia de
gravamen. Rechazo.................................................................................. 624
- Libertad por comisaría. Apelación del fiscal.
Improcedencia ......................................................................................... 625
- Pedido de secuestro. Denegatorio. Agravio irreparable.
Procedencia.............................................................................................. 625
- Situación procesal del imputado. Negativa de su dictado.
Gravamen irreparable. Procedencia........................................................ 626
REQUERIMIENTO DE ELEVACION A JUICIO.
- Falta de procesamiento. Defensa en juicio. Nulidad ............................... 627
- Recurso de apelación. Sentencia en sede comercial.
Modificación de la plataforma fáctica. Art. 352 del
C.P.P.N. Excepción. Procedencia............................................................ 628
RESERVA DE ACTUACIONES.
- Imputado individualizado. Improcedencia. Alta médica
prematura. Responsabilidad del médico. Revocación ............................. 629
RESISTENCIA A LA AUTORIDAD.
- Requisitos del tipo. Dolo. Sobreseimiento. Revocación ......................... 630
ROBO.
- Agravante. Con armas. Palo de madera. Declaración de
testigos. Procesamiento ........................................................................... 631
- Agravante del art. 41 quater del C.P. Mayoría de edad. 18
años. Procesamiento ................................................................................ 632
- Art. 41 quater, C.P. Arma de utilería. Procesamiento ............................. 633
- Bien jurídico protegido. Teoría de la insignificancia. No
aplicación. Procesamiento ....................................................................... 634
330
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
-
-
-
-
-
Cableado eléctrico y timbre de vivienda. Exclusión de la
figura de daño. Procesamiento................................................................. 636
Comienzo de ejecución. Verbo típico. Actos anteriores.
Peligro del bien jurídico. Inmediatez temporal.
Procesamiento. Revocación..................................................................... 636
Con armas. Aptitud pare el disparo. Falta de secuestro.
Concurrencia de agravantes. Procesamiento ........................................... 639
Con armas. Descargada. Teorías subjetivas.
Procesamiento.......................................................................................... 640
Con armas. Falta de secuestro. Procesamiento........................................ 641
Con armas. Ley 25.882. Armas cuya aptitud no pudo
comprobarse. Arma descargada. Procesamiento ..................................... 642
Con armas. Revolver descargado. Analogía. Figura
simple. ..................................................................................................... 643
Concepto de "banda". Asociación ilícita. Art. 41 quater.
Participación de un menor. Procesamiento.............................................. 638
Con escalamiento. Comienzo de ejecución. Teoría
objetivo individual. Puesta en peligro del bien jurídico
protegido. Tentativa. Procesamiento ....................................................... 647
En banda. Asociación ilícita. Menor. Procesamiento.............................. 648
En grado de tentativa. Conflicto en sede civil. Negativa
del querellante de retirarse del inmueble. Conducta ilícita.
Sobreseimiento. Rechazo ........................................................................ 650
En poblado y en banda. Diferencia con la asociación
ilícita. Fundamento de la agravante. Procesamiento ............................... 650
Reconocimiento por vistas fotográficas. Posterior rueda de
reconocimiento. Validez. Agravante. Arma cuya aptitud
no haya podido ser acreditada. Procesamiento........................................ 651
Tenencia ilegítima de arma de guerra. Atipicidad................................... 643
331
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
S
SOBRESEIMIENTO.
- Contratación por licitación. Urgencia. Necesidad pública.
Refacciones. Procedencia ........................................................................ 653
- Extorsión. Amenazas. Coacción. Atipicidad ........................................... 654
SUSPENSION DEL JUICIO A PRUEBA.
- Prórroga del plazo de supervisión. Omisión de la
audiencia previa del art. 515 del C.P.P.N. Revocación ........................... 655
- Revocación. Audiencia previa. Acción u omisión del
interesado. Nulidad. Rechazo .................................................................. 656
- Solicitud antes de culminar con la instrucción. Rechazo ........................ 657
SUSTRACCION DE MENORES.
- Requisitos. Progenitores. Sobreseimiento. Rechazo ............................... 657
T
TRAFICO DE MEDICAMENTOS PELIGROSOS PARA LA SALUD.
- Acción típica. Falta de fecha de vencimiento.
Sobreseimiento. Revocación. Falta de mérito ......................................... 658
- Preparación de los medicamentos. Grandes cantidades.
Desconocimiento. Falta de control. Colaboración
indispensable. Dolo: prueba. Procesamiento........................................... 659
U
USURPACION.
- De inmueble. Clandestinidad. Ocultación. Art. 2369 del
C.C. Acción típica. Sobreseimiento. Revocación.................................... 660
- De inmueble. Contrato de hospedaje. Tenencia de la
habitación. Falta de pago. Denegación de acceso.
Violación de domicilio. Sobreseimiento ................................................. 662
- De inmueble. Empresa. Afectación al normal
desenvolvimiento. Turbación. Violencia. Sobreseimiento.
Revocación .............................................................................................. 663
332
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
-
De inmueble. Ocupantes. Despojo. Clandestinidad.
Sobreseimiento. ....................................................................................... 664
V
VEJACIONES.
- Policía. Golpe con el bastón reglamentario a camarógrafo.
Procesamiento.......................................................................................... 666
VIOLACION DE SELLOS.
- Clausura y fajado de comercio. Sobreseimiento.
Revocación .............................................................................................. 666
- Dominio funcional del hecho. Delito ya consumado.
Sobreseimiento ........................................................................................ 667
VISTA AL QUERELLANTE Y AL FISCAL.
- Constitucionalidad. Art. 346 del C.P.P.N. Derecho de
defensa. Rechazo ..................................................................................... 668
333
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
INDICE DE PARTES
A
ABERASTEGUI, Cristian y otros - 648
ABRIGO, Donato M. y otros - 553
ACOSTA, Felipe - 452
ADONIO, Jorge A - 520
AGUIRRE, Manuel Martín - 501
ALARCON, Marcos Eduardo - 499
ALBAMONTE, Lionel - 668
ALBRECHT, Mario Eldemar - 310
ALVAREZ, José María - 537
AMBESI, Ana Ester y otro - 660
ANDRADE, Alejandro Ramón - 335
ANDRADE, Franco Z. y otros - 515
ANDRIANI de ACUÑA, Carmen - 567
ANNAND, Lionel y otros - 417
ANTUNEZ, Juan Carlos I - 381
ARDIZONE, Domingo - 609
ARGAÑARAZ, Carlos y otros - 338
ARGUISSAIN, Gonzalo M - 400
ARNEJO, Nicolás A - 556
ARNEZ, Juan F - 533
AROCENA, Juan - 500
ARZAMENDIA, Odigno - 538
AVAL, Pablo M. y otro - 436
AYARDE, Ariel - 610
B
BAGNASCO, Marcelo - 393
BALANOSKY, Gabriel - 618
BALANOVSKY, Gabriel - 614
BALENA, Claudio Omar - 563
B
BALVERDE, Héctor Martín - 309
BANCO ITAU S.A - 333
BARRERA, Virginia E. y otros - 352
BARRIERO, Diego - 550
BARZOLA, Luciano - 387
BELIZAN, Eulogio - 636
BENEGAS LYNCH, Jorge y otro - 598
BENEGAS, Simón Nicolás - 446
BENITEZ, Cristian D - 319
BENTIVENGA, Miguel A - 360
BISOGNO, Ricardo D - 534
BLADIO, Cía. Financiera S.A - 486
BLANCO, Claudio - 462
BOGADO, Ariel - 535
BONTEMPO, Luis J - 467
BRITEZ RAMIREZ, Luis Miguel - 474
C
CABRERA, Daniel - 364
CALCATERRA, Josue R - 606
CALEFATTI, María E. L. y otro - 544
CALLEJA, Marta Haydeé y otros - 523
CANO, Fernando Ariel - 608 y 632
CANTEROS, Abel A. - 492
CAÑETE, Cristian Aurelio - 457
CAPARROS - 321
CAPUTI, SILVEIRA, Jorge W. - 495
CARBO, Lisandro - 510 y 623
CARLONE, Daniel Alberto - 571
CAROLI, Jorge Vicente - 576
334
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
C
CARRANZA, Julio C. y otro - 642
CASTAÑO, Miguel A - 634
CASTELLS, Raúl A - 425
CASTELO, Nicolás Eduardo - 469
CAVA, Ana Karina - 459
CEBRERO, Juan Carlos - 548
CERSOSIMO, Luis Alfredo - 354
CHABAN, Omar E. - 414 y 619
CHAPOCHNIKONA, Nina V - 456
COBARRUBIAS, Lucía - 498
COLACE, Norberto D. - 603
COLITTO, Lucio - 342
COMAS WELLS, Fernando A - 570
COMISARIA 49 - 345
CONDORI, Cristian - 491
CORONEL, Walter M. - 502
CRESPIN, Ana G - 316
CREVOVICH, Alejandro J. y otro - 450
CROSA, Pablo O - 350
CRUZ, Manuel Juan P. y otros - 427
CUEVAS, Juan Alberto - 494
D
DANELLI, Eduardo y otra - 327
DANKO, Marcelo - 477
DE CESARE, Carlos A - 558
DE CUNTO, Osvaldo - 554
DE LA CRUZ MOSQUEDA, E. - 435
DE SIMONE, Eduardo y otros - 586
D
DEGENARO, Juan Carlos y otro - 521
DEL VALLE NOBLEGA, Analía - 461
DELCONTE, Mariano - 622
DI RISIO, Alexis Carlos - 448
DIMA, Alfonso y otro - 368
DIRECTORES EMP. QUILMES - 595
E
ESPOSITO, Eduardo A. y otros - 431
ESPOSITO, Miguel Angel - 575
F
FALDUTTI, Esteban - 434
FATALA, Abel Claudio - 653
FELICIANO, Claudio D. y otro - 625
FERNANDEZ, Diego Oscar - 458
FERNANDEZ, Fabián A - 549
FERNANDEZ, Juan Carlos - 389
FERNANDEZ SEIJO, Gustavo J. - 424
FERREYRA, Pedro Pablo - 311
FERRIOLS, Alberto - 596
FERRO, Hugo H - 527
FIGUEROA, Justo D. y otros - 505
FINAZI, Juan María R - 329
FLORES, Felipe R - 551
FRAK, Isaac Daniel - 334
G
GAGGERO, Ricardo Bartolomé - 326
335
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
G
GAINZA PAZ, Guillermo - 628
GALANTE, Andrea P. y otros - 429
GARCIA DE LA MATA, Angel - 626
GARCIA, Adrián Pablo - 464
GARCIA, Alberto O - 574
GARCIA, Julio - 324
GARRIDO, Horacio Enrique - 468
GERVASONI, Julia B. y otras - 650
GILL, Germán G - 472
GOMEZ de LANGELLA, R. - 592
GOMEZ, Daniel A - 488
GOMEZ, Jorge - 432
GOMEZ, Miriam V - 603
GONZALEZ, Adrián Fernando - 591
GONZALEZ, Esther - 496
GONZALEZ, María Cristina - 612
GOÑI, Diana C. y otro - 580
GORALI, Diego - 566
GRIECO MONTEROS, María F. - 564
GUERRA, Ariel - 395
GUERRERO GUZMAN, Samuel - 638
GUTMAN, Paula Judith - 597
GVIRTZ, Daniel - 584
GVIRTZ, Diego - 587
H
HABERMEHI, Marcelo - 617
HERMOSO, Pablo - 546
HIRSCH, Alberto Jorge - 466
HUNG, Chuan H - 662
I
Inc. de apelación - 601
Inc. de apelación - 605
Inc. de previo y esp. pron. f. acción- 365
Incidente de entrega definitiva - 374
IND. DEL CUERO S.A. y otros- 386
INGRASSIA, Mariano M - 507
K
KARELITZ, Rolando - 375
KIPPERBAND SZTEIN, Marlen - 318
KUSEMA, Liliana y otros - 663
L
LABORDE, Pedro y otro - 380
LAMBERTINI, Eduardo Alberto - 623
LANARI ZUBIAUR LLANO, F. - 537
LANATA, Jorge - 484
LARROSA, Carmen Julia - 559
LAZARO, Francisco - 368
LEGUIZAMON, Roque Aniceto - 625
LEIVA, Darío G - 405
LENCINA, Héctor R - 421
LIJTENBERG, Pablo G - 422
LIN, Guang Hua - 589
LOCATELLI, Mónica Leonor - 658
LOGO de BERGER, Rita I - 557
LONGOBUCCO, Jorge - 590
LOPEZ GONZALEZ, M. y otro - 428
LOPEZ MADRID, Marcelo - 356
LOPEZ SOSA, Carlos - 472
LOYOLA, Graciela y otro - 353
336
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
L
LUDUEÑA, Martín P - 370
LUGO, Juan Vicente - 631
LUNA, Cristian - 488
LUQUE, Enrique A. y otros - 639
N
N.N - 371
N.N - 539
N.N - 596
NACLEIRO, Ernesto Eduardo - 348
NAN, Leandro D - 403
NANZER, Carlos A - 451
M
MACCHIAVELLO, Luigi y otros - 654 NARVALLO, Paola Pilar - 666
MACHADO, Julio Rosarino - 656
NAVARRO, Gastón E - 443
MADARIAGA, Manuel - 647
NEW IDEA; GALLO PROT, F. - 313
MALOMO, Enrique - 377
NIEVA, María - 518
MARCELA - 358
NOGUEIRA, Eduardo - 347
MARCER, Ernesto R - 616
NUÑEZ ORTIZ, Juan Miguel - 323
MARTIN, Diego y otros - 465
NUÑEZ, Juan Víctor - 565
MARTINESE, José M.y Procopio - 471
MARTINEZ ANDINO, Tomás - 561
O
MARTINEZ, Alberto y otro - 605
OCAMPO, Daniel - 630
MARTINEZ, Ezequiel - 516
OLENCZUK, Juan Carlos y otros - 579
MARTINO, Adrián - 531
ORDOÑEZ, Mario Oscar y otro - 438
MAZA, Sergio - 470
ORMILUGUE, Ana - 430
MENDEZ, Darwin - 388
ORTELLANO, Bernardino y otro - 636
MEROÑO, Osvaldo Daniel - 494
OTTAVIANO, Olga Beatriz - 439
MOLINA, Ramón Gustavo - 503
MOLINELLI WELLS, Néstor - 309
P
MONTENEGRO, Luis Ricardo - 624
PACHECO, Juan - 640
MORALES, Carlos A - 620
PANUCCI, Gloria Aurora - 379
MORALES, Orlando - 600
PAPALARDO, Héctor Omar - 381
MORETTI, Humberto H - 419
PAPASODARO, Daniel A. y otro - 359
MOUMDJIAN, Eduardo - 577
PARADA, Fátima Amanda - 657
337
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
P
PARDO BLACUTT, José Luis - 463
PARREÑO, Miguel A - 629
PEDROZO, Javier - 444
PERALTA, Oscar Domingo - 512
PERALTA, Oscar Domingo - 594
PEREZ ETCHEGOYEN, Julia H - 530
PEREZ, Carlos Antonio - 423
PEREZ, Jesús Darío - 412
PERTICARA, Ricardo - 542
PETRELLA, Blanco N - 476
PETRIELLO, Hernán - 651
PETRONE, Carlos y otros - 582
PICASSO, María Mercedes - 459
PIEGARI, Fernando G - 570
PINNEL, Ana Patricia - 314
PINO, Amadeo - 481
PODESTA, Lydia Susana - 569
POLETTI, Sebastián A - 317
POLI, Guillermo y otros - 449
PRATI, Rodolfo Enrique - 593
PUSTILNIK, Natalia J. - 460
Q
QUATTRINI, Sergio - 366
R
RAMALLO, Andrea C - 543
RAMIREZ, Daniel - 555
RAMIREZ, Félix Rodolfo - 441
RAMOS PADILLA, Juan - 482
R
RAMOS, Francisco J - 495
RAVICH de MERTNOFF, María - 349
RAVIZZOLI, Gastón - 583
REQUENA de PALUDI, Miriam - 355
REV. MEDICO CONURBANO - 332
REV. MEDICO CONURBANO - 337
RICHARDS, José Patricio - 442
RIMOLO, Mónica Cristina M - 390
RIQUELME BENITEZ, Martín E - 641
RIVELLI, Aníbal R - 376
RIVERO ESPOSITO, Mario G. - 599
ROA, Rodolfo A - 519
RODRIGUEZ BLANCO, G. - 313
RODRIGUEZ CESPEDES, E. - 425
RODRIGUEZ MONZON, Nélida - 585
RODRIGUEZ, Angel A. y otro - 455
RODRIGUEZ, Fernando - 490
RODRIGUEZ, Gerardo y otros - 418
RODRIGUEZ, José C - 325
RODRIGUEZ, Marcelo Pablo - 581
RODRIGUEZ, Roberto R - 445
ROJAS BOCANEGRA, César - 664
ROJAS BOCANEGRA, César - 667
RUGGERI, Daniel Ernesto y otro - 348
RUIZ, Felipe Daniel - 508
RUIZ, Marcelo - 322
RUSSO, Héctor J. - 440
RUSSO, Roberto O. - 410
RUSSO, Roberto O. - 659
RUTIGLIANO, Julio - 627
338
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
S
SALUSKY, Diego Martín - 514
SANCHEZ, Luis Alfredo - 666
SANCHEZ, Roberto Carlos - 573
SANTESTEBAN, Luis Jorge - 525
SAVINO, José F. y otro - 352
SCALA, Sebastián - 469
SCUZARELLO, José María - 419
SEGRERA, Diego - 365
SERON, Edgardo - 340
SFORZIN, Antonio J - 357
SOLIS, Horacio Alberto - 475
SOZA, Sergio A - 404
SOZA, Sergio Anibal - 454
SPANDONARI, Horacio Daniel - 560
T
TARRAGO, Myriam Noemí - 532
TEMIDE S.A - 509
TERRAZAS, Cristian y otro - 583
TESEYRA, Renzo S. - 516
TEVEZ, Alejandra E - 650
TORASSA, Alberto - 478
TURANO, Dabniel - 536
TUROVEZKY, Leandro - 378
U
UNCO, José - 480
V
VACA VIVIANI, Raúl - 497
VACIRCA, Víctor Antonio - 578
VARGAS LEIS, Williams - 643
VEIGA BLANCO, José Manuel - 433
VERASTEGUI ZUBIETA, Mirco - 655
VIDAL, Matías - 397
VILLAREAL, Héctor Oscar - 372
VILLAREAL, Mario A. y otro - 633
VILLAREAL, Raúl Alcides - 406
VITTA, José María y otro - 388
Y
YODER, Simón - 541
YURGELANES, Norberto - 657
Z
ZALAZAR, Rodolfo - 551
ZAN BISIGNANI, Daniel E. - 526
ZARACHO, Oscar E. y otros - 613
ZARACHO, Oscar E. y otros - 615
339
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
ABANDONO DE PERSONA.
Drogadependiente. Suspensión del suministro de medicamentos.
Sobreseimiento.
No configura el delito de abandono de persona la conducta del médico
que a fin de superar la drogadependencia de una paciente, suspende el
suministro del medicamento que la llevó a tal condición, al tiempo que se la
derivó al servicio médico para el tratamiento especifico de su afección.
Por ello, corresponde confirmar el sobreseimiento del imputado en
orden al delito de abandono de persona (art. 106 del C.P.).
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Prosec. Cám.: Fernández de
Cuevas).
c. 25.594, MOLINELLI WELLS, Néstor.
Rta: 06/06/2005
ABUSO DE ARMA.
Tipo objetivo. Falta de testigos. Procesamiento. Revocación.
No se conforma el tipo objetivo de la figura de abuso de armas, que
requiere la acción de disparar un arma contra una persona y el peligro causado
a la integridad física por tal acción, si no existen testigos que acrediten que el
imputado disparó contra el preventor ni se detectaron impactos o vainas
servidas en las inmediaciones que sustenten tal hipótesis.
Por ello, corresponde revocar el procesamiento del imputado.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo. (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.730, BALVERDE, Héctor Martín.
309
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 26/05/2005
ABUSO SEXUAL.
Agravado. Prolongación en el tiempo. Gravemente ultrajante. Abuso
simple. Procesamiento.
La figura agravada por sobre el tipo básico de abuso sexual (art. 119,
primer párrafo, del C.P.), se basa en que el abuso, por su duración o
circunstancias de su realización, hubiere configurado un sometimiento sexual
gravemente ultrajante para la víctima (2° párrafo del artículo citado).
El primer supuesto previsto por la norma, requiere que el acto se
prolongue temporalmente, lo que puede deberse a que dura más tiempo del
normal requerido para la realización del abuso, o que se trate de una modalidad
reiterada, o continuada a través del tiempo (*).
No se configura esta agravante si el acto abusivo se produjo en un único
momento y su duración fue breve.
La cualidad de "gravemente ultrajante" requerida por el tipo penal, son
los actos sexuales que objetivamente tienen una desproporción con el propio
tipo básico, y que producen en la víctima una humillación más allá de lo que
normalmente se verifica con el abuso en sí. Con lo cual no se puede tomar en
cuenta la sensibilidad extrema de la víctima, sino el carácter objetivo del acto.
No queda al arbitrio del juez lo que para él es ultrajante, sino lo que para la
normalidad excede el límite de desahogo sexual, y se le agrega un contenido
más sádico del autor (**).
Aun cuando la integridad sexual de la menor fue agraviada, si no se vio
excedido el contexto general en el que se puede producir este tipo de actos, no
se verifica un exceso en las pautas de ultraje que ya contiene el tipo básico de
abuso deshonesto y debe modificarse la calificación legal del hecho atribuido
al imputado por la de abuso sexual simple (art. 119, primer párrafo, del C.P.).
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
310
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 26.014, ALBRECHT, Mario Eldemar.
Rta: 03/05/2005
Se citó: (*) Edgardo Alberto Donna, Derecho Penal, Parte Especial, 2da. ed.
actualizada, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe , 2003, t. I, p. 519 y sgts., en
part. p. 520.
(**) Edgardo Donna, ob. cit., p. 522.
ACTA DE SECUESTRO.
Falta de fecha. Actos conexos. Perjuicio concreto. Interés formal.
Nulidad. Improcedencia.
Aun cuando el art. 140 del digesto adjetivo nacional prevé la
fulminación del acta si falta la indicación de la fecha, esa nulidad sólo podrá
ser declarada cuando aquélla no pueda establecerse con certeza en virtud de los
elementos del acto o de otros conexos con él (art. 115 del C.P.P.N.), porque en
definitiva se trata de una nulidad relativa. Es que no implica sanción alguna
que ponga en crisis la validez del veredicto, la equivocación, fruto de un error
material en cuanto al año que consigna en su fecha, si la exactitud de ésta
resulta tan patente de las fechas de las diligencias inmediatamente anterior y
posterior que sólo merece dicha aclaración (*), criterio éste que corresponde
extender a la enmienda de la fecha del instrumento.
No se advierte que la convalidación del acta constituya un perjuicio
concreto para el imputado tan sólo por la discordancia existente entre los
relatos del imputado en el acto formal de la declaración indagatoria con lo que
consta en el acta de secuestro, ya que excede lo concerniente a la mera
formalidad del acto para ingresar en valoraciones sobre el fondo del legajo.
Máxime que para su procedencia es imprescindible demostrar el perjuicio real
y el concreto interés de las partes en la fulminación del acto reputado viciado y
la sanción será producto de la gravedad del perjuicio derivado a la parte o al
311
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
orden público antes que a la magnitud de la irregularidad constatada, dado que,
no procede su declaración en el solo interés del formal cumplimiento de la ley,
ya que resulta inaceptable en el ámbito del derecho procesal la declaración de
una nulidad por la nulidad misma (**).
Por ello, y dado el mes y el día de celebración del acta pueden ser
establecidos por actos conexos, debe confirmarse el rechazo de la nulidad
interpuesta por la defensa contra el acta de secuestro.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Besansón).
c. 26.089, FERREYRA, Pedro Pablo.
Rta: 04/04/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala III, c. 18.321, "Galbusera", rta:
11/6/1985, Sala I, "Signorelli, Federico J.", rta: 21/2/2002, J.A. 2002,
IV, 696, ambos precedentes citados por Guillermo Navarro y Roberto
Daray, Código Procesal Penal de la Nación, Hammurabi, Bs. As.,
2004, t. I, ps. 351 y 386.
(**) C.S.J.N., "Romero Severo, César Alvaro", rta: 31/03/1999, Fallos
322:507.
ACTOR CIVIL.
Reconocimiento. Posterior revocación. Improcedencia.
Aun cuando la presentación del impugnante haya sido extemporánea, si
el juez decretó, en orden a su solicitud, el traslado a la contraria de su demanda,
tal decreto importó un reconocimiento de que su escrito se presentó en legal
tiempo y forma (art. 93 del C.P.P.N.). El carácter contradictorio que reviste el
proceso, no justifica el corrimiento de los plazos procesales del art. 101 ibídem
312
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
en beneficio de alguna de las partes litigantes, sin que exista pedimento en
concreto de quienes podrían tener interés en reclamar.
Cuando el auto de constitución como parte actora civil es positivo,
luego de la última notificación a los demandados, produce sus efectos y el juez
carece de toda facultad, oficiosa o instada, de revocarlo por advertir la
presencia de causal de improcedencia preexistente no advertida o
sobreviniente, por ausencia de norma que lo prevea en el código nacional (*).
Tampoco puede ser modificado de oficio luego de transcurridos más de dos
meses de la decisión en cuestión, por ser contrario a lo que prescribe el art. 126
del C.P.P.N.
Por ello, debe revocarse el auto por el cual se rechazó el pedido del
impugnante de presentar prueba por extemporaneidad de la contestación de la
demanda.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Besansón).
c. 25.609, RODRIGUEZ BLANCO, Guillermo.
Rta: 20/04/2005
Se citó: (*) Jorge R. Moras Mom, La acción civil reparatoria y el proceso
penal, Abeledo Perrot, Bs. As., p. 74.
ALLANAMIENTO.
Art. 224 del C.P.P.N. Cosas pertinentes al delito. Relación con otro
delito. Extralimitación de la orden. Nulidad. Rechazo.
La norma del art. 224 del C.P.P.N., faculta al juez a ordenar por auto
fundado el registro del lugar, en caso de presumir que existen cosas vinculadas
a la investigación del delito.
313
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por "cosas pertinentes al delito" deben entenderse todas las vinculadas
con él, aun las sujetas a decomiso y las que puedan servir como medios de
prueba, sin embargo, ello no implica que durante la producción de un registro
el juez o la autoridad preventora carezcan de facultades para incautar bienes no
especificados en la orden de allanamiento, hallados accidentalmente y
relacionados con la comisión de otro delito (*).
Por ello, y dado que aun cuando el procedimiento culminó con el
secuestro de material que no se hallaba "a la venta" y no estaba exhibido o al
alcance del público, no se extralimitó el mandato impartido en la orden de
allanamiento, debe rechazarse la nulidad interpuesta por no advertirse
vulneración a garantía alguna al debido proceso y a la defensa en juicio.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Prosec.
Cám.: Leo).
c. 26.153, NEW IDEA; GALLO PROT, Federico.
Rta: 20/04/2005
Se citó: (*) C.N.C.P., Sala I, c. 3.313, reg. 4094.1, "Aguirre, Néstor R.", rta:
15/2/2001, J.A. 2001, III, 749; C.N.Crim. y Correc., Sala I, "P., L.
A.", rta: 11/5/2001, D.J. 2001, 3, 186; Sala II, c. 39.302, "Moñino,
Juan C.", rta: 23/5/1991, J.A. 1991, IV, 584.
ALLANAMIENTO.
Fundamentación. Obviedad. Excesivo rigor. Nulidad. Rechazo.
Negar fundamentación a los allanamientos por no haberse asentado lo
que resultaba obvio en orden a las razones que los motivan, responde a una
interpretación apegada a la letra de la ley y conduce a una conclusión arbitraria
por excesivo rigor formal (*).
314
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Tal "obviedad" no puede dispensar del respaldo probatorio aunque
mínimo.
Por ello, debe confirmarse el rechazo de la nulidad articulada por la
defensa contra el registro dispuesto.
C.N.Crim y Correc. Sala VI. Bunge Campos (en disidencia), Escobar, Gerome.
(Sec.: Williams).
c. 26.176, PINNEL, Ana Patricia.
Rta: 04/05/2005
Disidencia del Dr. Bunge Campos: El allanamiento a un domicilio es una
excepción a la garantía de inviolabilidad de prevista en el art. 18 de la C.N., la
cual es uno de los derechos fundamentales del ciudadano.
Al exigir el art. 224 del C.P.P.N. "motivos suficientes", expresa una
pauta de carácter valorativo que es menester manifestar claramente en la
resolución que ordena el allanamiento. Este es el modo de cumplir
acabadamente con el requisito de motivación que deben poseer las resoluciones
judiciales, y consiste en un relato del itinerario lógico que realizó el juzgador
para arribar a tal decisión.
En consecuencia, no basta con la mención genérica de alguno de los
elementos que constan en la causa. La omisión de expresar los motivos coloca
a la resolución en el ámbito de la nulidad absoluta (art. 168. párrafo 2°, del
C.P.P.N.) (**).
Por ello, si no se mencionó la documentación que se debía secuestrar ni
se especificó las oficinas que debían ser allanadas, debe declararse la nulidad
de la resolución que ordena el allanamiento.
Se citó: (*) Francisco J. D´Albora, Código Procesal Penal de la Nación.
Anotado. Comentado. Concordado, Lexis Nexis Abeledo Perrot, Bs.
As., 2002, 5° ed. corregida, ampliada y actualizada, p. 285.
315
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
(**) Francisco D´Albora, Código Procesal Penal de la Nación, Lexis
Nexis Abeledo Perrot, Bs. As., 1996, 2° ed., p. 296.
Nota: Véase en igual sentido C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 26.003, "Marchetto,
Gastón", rta: 24/5/2005.
AMENAZAS.
Coactivas. Injusticia. Formulación de una denuncia. Facultad de
denunciar. Procesamiento. Revocación.
Es requisito para la configuración del delito de amenazas coactivas, la
injusticia. Es injusto aquello a que el autor no tiene derecho, y la injusticia de
la amenaza resulta de su contenido, es decir, de la naturaleza del mal que se
anuncia. Pero son justas todas las amenazas de causar un daño de los que
ampara el Derecho, tanto penal como civil (*).
Si la encausada le habría manifestado al denunciante, mediante el
mensaje dejado en su celular, que debía comunicarse con ella, pues de lo
contrario, le formularía una denuncia para que se investigue el origen de su
auto, no se advierten los extremos requeridos por el tipo penal.
Por ello, y dado que la facultad de denunciar se encuentra expresamente
regulada en el art. 174 del C.P.P.N., por lo que la imputada se encuentra
legitimada para ejercitar la vía judicial, ante el conocimiento de la comisión de
un hecho delictuoso, sin que aquella potestad pueda ser asimilada a una
amenaza injusta, debe revocarse su procesamiento.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 26.533, CRESPIN, Ana G.
Rta: 16/06/2005
316
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) Carlos Fontán Balestra, Derecho Penal, Parte especial, 16° ed. act.,
Lexis Nexis, Bs. As. 2002, p. 339.
ARCHIVO.
Abuso sexual. Menor. Delito dependiente de instancia privada. Interés
superior. Art. 72, inc. 1°, del C.P. Revocación.
Si bien las víctimas menores de edad no están autorizada legalmente a
expresar su voluntad, tampoco pueden quedar inermes ante un probable ilícito
de graves características como podría ser el probable abuso sexual (art. 119 del
C.P.).
Sin perjuicio de tratarse de un delito dependiente de instancia privada
que pudo haber ofendido a las menores en su esfera más íntima y secreta y que
por ello la ley estima prudente dejar librado a criterio de quien las representa
legalmente la decisión de realizar la denuncia respectiva o de no hacerlo, el
requisito de la instancia de la acción para que el Estado ejercite su pretensión
punitiva no puede convertirse en un escollo que conduzca al olvido o a la
indiferencia de todo cuanto manifestaran, decidieran y consintieran hasta ahora
las madres de las damnificadas, porque el interés superior de las menores debe
situarse por encima de las exigencias procesales, máxime cuando ya se expuso
judicialmente el suceso.
Las previsiones contenidas en la Convención sobre los Derechos del
Niño, equiparada a nuestra Constitución Nacional en su art. 75, inc. 22,
imponen obligaciones expresas a los estados parte, especialmente en su
preámbulo, noveno párrafo y en los arts. 1; 2:1; 3:1; 3:2, 9:1, 12:1 y 12:2; 18:1,
19:1 y 19:2; 23:1 y 23:2 y 33, primer párrafo, las que resultan prioritarias
respecto del derecho interno de los adherentes.
En consecuencia, se disipa el impedimento procesal dispuesto en el art.
72 en cuanto valla la formación de causa para el supuesto consignado en su inc.
1°, y se faculta al Ministerio Público Fiscal a actuar de oficio cuando existieren
intereses gravemente contrapuestos entre los representantes legales y el menor,
317
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
cuando el delito fuere cometido por su guardador o cuando resultare más
conveniente para el interés superior del incapaz.
Por ello, corresponde revocar el archivo dispuesto, para que se continúe
con la investigación del hecho denunciado.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 26.410, POLETTI, Sebastián A.
Rta: 15/06/2005
ARCHIVO.
Falsa denuncia. Falso testimonio. Estafa procesal. Delitos contra el
honor. Instancia privada. Revocación.
Si la imputada denunció falsamente a su ex marido por la presunta
comisión del delito de abuso deshonesto y corrupción de menores, en perjuicio
de sus hijos, con el objeto de obtener la tenencia de los niños y la exclusión de
todo régimen de visitas, su accionar podría constituir un atentado contra el
honor (art. 109 C.P.), por lo que el sobreseimiento adoptado, afecta el derecho
del agraviado a poder accionar en el futuro por la vía procesal adecuada, toda
vez que estaría haciendo cosa juzgada respecto del hecho investigado.
No configura el delito de falsa denuncia (art. 245, C.P.) haber dirigido
la imputación contra una persona determinada. Asimismo, más allá de las
formalidades del acto, si la imputada obró como parte y no como objeto de
prueba, tampoco se configura el falso testimonio (art. 275 del C.P.).
Por último, en cuanto las resoluciones judiciales a los que pudiera
arribarse en ambos expedientes (el civil y el penal) no conllevarían un
desprendimiento patrimonial forzado respecto del damnificado, no puede
sostenerse la comisión del delito de estafa procesal (art. 172 del C.P.).
318
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por ello, debe revocarse el auto recurrido y disponer el archivo del
expediente, dado que en él no puede procederse por delito de acción privada, y
a efectos de que el agraviado pueda ejercer su derecho por la vía
correspondiente.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.532, KIPPERBAND SZTEIN, Marlen.
Rta: 24/05/2005
ARCHIVO.
Imputado individualizado. Improcedencia. Revocación.
Disponer el archivo cuando existe un imputado individualizado
implicaría exhumar el instituto del sobreseimiento provisional, no previsto en
el actual ordenamiento adjetivo.
Verificada la existencia de una imputación concreta contra una persona
individualizada, corresponde que el Juez de grado adecue la situación procesal
conforme los mecanismos establecidos al efecto por la ley ritual que a su
criterio resulten aplicables.
Por ello, corresponde revocar el auto apelado.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Prosec.
Cám.: Oberlander).
c. 26.522, BENITEZ, Cristian D.
Rta: 22/04/2005
319
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
ARMA.
Art. 189 bis del C.P. Antijuridicidad. Lesión al bien jurídico. Descargada.
Derecho penal de anónimo. Sobreseimiento.
El delito previsto y reprimido en el art. 189 bis del C.P. es un tipo penal
de peligro abstracto y su punibilidad determina la peligrosidad que se supone
que conlleva la acción.
En un Estado democrático de Derecho la antijuridicidad requiere por un
lado, la tipicidad penal (principio de legalidad) y por el otro, que los tipos
penales partan de la descripción de lesiones o puestas en peligro de bienes
jurídico penales (principio de exclusiva protección de bienes jurídicos), como
resultados especialmente graves y/o peligrosos (principio de ultima ratio) que
el Derecho Penal desea evitar si no concurre un interés prevalente que lo
justifique. Si a ello se suma que debe respetarse el principio de culpabilidad,
sólo se puede intentar impedir legítimamente tales resultados desvalorados
prohibiendo las conductas voluntarias que aparezcan ex-ante como capaces de
producir dichos resultados (*).
La antijuridicidad no se agota en la relación entre la acción y la norma,
sino que posee también importancia por su contenido (antijuridicidad material)
y en sentido material, una acción es antijurídica en atención al menoscabo del
bien jurídico protegido con la correspondiente norma (**).
En consecuencia, el revolver sin municiones en su tambor, hallado
debajo de la alfombra del asiento del acompañante de un rodado, es un
conducta que no contradice el tipo penal bajo estudio, toda vez que el bien
jurídico tutelado (seguridad pública) no fue expuesto a ningún peligro (***).
Los principios de lesividad, legalidad, igualdad y culpabilidad, exigen
que los términos se utilicen restrictivamente y en relación al peligro. En el
delito de tenencia ilegal de arma de guerra es necesario probar el riesgo hacia
bien jurídico ya que, si bien esto podría conducir a una conversión de los
delitos de peligro abstracto en delitos de peligro concreto, surge como una de
las respuestas más adecuadas si se respetan los mencionados principios (****).
320
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Si la razón de castigo de todo delito de peligro es su peligrosidad,
siempre debe exigirse para su punición que no desaparezca en ellos todo
peligro. Sostener el castigo por el sólo hecho de tener un arma descargada, no
implica sino avanzar en un derecho penal de anónimo, vedado por nuestra
Constitución (*****).
Por ello, debe revocarse el procesamiento del imputado y dictarse su
sobreseimiento.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome (en
disidencia). (Prosec. Cám.: Oberlander).
c. 26.382, CAPARROS.
Rta: 28/04/2005
Disidencia del Dr. Gerome: El delito de tenencia de arma de guerra sin la
debida autorización no requiere detentación permanente de la cosa sino que
sólo se necesita acreditar que se encuentra dentro del ámbito de custodia, que
tenga un poder de hecho tal que permita por su sola voluntad y sin la necesidad
de intervención de terceros disponer físicamente de aquella (******).
Dado que este tipo penal encuadra dentro de los delitos de peligro
abstracto, la mera tenencia del arma en cuestión, sin la debida autorización,
afecta el bien jurídico tutelado por la norma.
Por ello, debe homologarse el procesamiento del imputado.
Se citó: (*) Santiago Mir Puig, Derecho Penal, Parte General, Euros Editores
S.R.L., Bs. As., 2004, 7° ed., p. 163.
(**) HansHeinrich Jeschek, Tratado de Derecho Penal, Parte General,
Comares, Granada, 1993, 4° ed., p. 210.
(***) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 15.037, "Rodriguez, Raúl O.",
rta: 4/4/2001 y c. 19.487, "Alvarado, Ariel D.", rta: 3/3/2003.
(****) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 24.695, "Yamín, Daniel", rta:
17/8/2004.
321
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
(*****) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 20.431, "Lanza, Germán", rta:
26/6/2003.
(******) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 21.732, "Huayamares, León
G.", rta: 5/6/2003; c. 21.307, "Claus, R.A.", rta: 28/5/2003 y Carlos
Creus, Derecho Penal, parte especial, Astrea, Bs. As., 1997, 6° ed., t.
II, p. 29.
ARMA.
Portación. Desconocimiento de la existencia de la pistola. Detentación
efímera. Sobreseimiento.
Si se encuentra acreditado que el imputado no portaba el arma
secuestrada sino que aquélla le fue entregada en una bolsa instantes antes de su
detención por quien advirtió la presencia policial y se diera a la fuga, no se
puede hablar de portación, toda vez que la detentación ha sido efímera, fugaz y
en esas condiciones inculpar a quien no ha tenido la voluntad de llevar consigo,
entre sus ropas o en sus manos un arma, sería por demás injusto, más aun
cuando son coincidente los dichos del personal policial y los del imputado
acerca de que desconocía el contenido de la bolsa.
Por ello, corresponde revocar el procesamiento decretado y dictar el
sobreseimiento del incuso.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar (en disidencia parcial),
Gerome. (Sec.: Paisan).
c. 25.763, RUIZ, Marcelo.
Rta: 11/05/2005
Disidencia parcial del Dr. Escobar: La Alzada no se encuentra habilitada para
adoptar una decisión de mérito diametralmente opuesta a la recurrida, habida
cuenta que se afectaría la garantía constitucional de la doble instancia.
322
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
ARMA.
Tenencia. Bien jurídico protegido. Revolver descargado. Municiones en
poder del imputado. Procesamiento.
Tiene el objeto el que puede disponer físicamente de él en cualquier
momento, sea manteniéndolo corporalmente en su poder o en un lugar donde
se encuentra a disposición del agente, la mera existencia del arma con
posibilidades de ser utilizada, ya amenaza la seguridad común en los términos
previstos por la ley (*).
La tenencia ilegítima de un arma de fuego se verifica con la sola acción
de tener el arma sin autorización, independientemente de las motivaciones del
agente y de su efectivo empleo. "El hecho de que el arma -apta para dispararhaya carecido de proyectiles resulta irrelevante, por cuanto este delito, en
cuanto a su estructura típica, es de mera conducta" (**).
Por tanto, sin perjuicio que el arma cuya tenencia detentaba el imputado
se encontraba descargada, si aquél tenía en su poder las municiones
correspondientes a aquella, se mantiene latente la posibilidad de lesionar la
seguridad común, en tanto representa o importa la creación de un peligro
común.
Con ello, corresponde confirmar el procesamiento decretado,
modificando la calificación legal por la de tenencia de arma de uso civil sin la
debida autorización.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Escobar, Gerome, Bunge Campos (en
disidencia). (Sec.: Williams).
c. 23.469, NUÑEZ ORTIZ, Juan Miguel.
Rta: 16/05/2005
323
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Disidencia del Dr. Bunge Campos: La tenencia ilegal de armas, es un tipo
penal de peligro abstracto y lo que determina su punibilidad es la peligrosidad
que se supone que conlleva la acción.
No obstante, los principios de lesividad, legalidad, igualdad y
culpabilidad, exigen que los términos se utilicen restrictivamente y en relación
al peligro. "En el delito de tenencia ilegal de arma de guerra es necesario
probar el riesgo hacia el bien jurídico ya que, si bien esto podría conducir a una
conversión de los delitos de peligro abstracto en delitos de peligro concreto,
surge como una de las respuestas más adecuadas si se quiere respetar principios
básicos de derecho penal, como los anteriormente expuestos" (***).
Si la razón de castigo de todo delito de peligro es su peligrosidad,
siempre deberá exigirse -para su punición- que no desaparezca en ellos todo
peligro. Sostener el castigo por el solo hecho de tener un arma descargada,
como en la especie, no implica sino avanzar en un derecho penal de ánimo,
vedado por nuestro sistema constitucional (****).
Por ello, al no encuadrar en una figura legal, corresponde disponer el
sobreseimiento del imputado.
Se citó: (*) Carlos Creus, Derecho Penal, Parte especial, Astrea, Bs.As., 1997,
t. II, p. 29.
(**) C.N.C.P., Sala II, c. 2.353, reg. 260/00, "Wasiluk, Daniel s/ rec.
de casación", rta: 17/5/2000 y Sala IV, c. 2.836, "Rodríguez, Raúl
Oscar s/ rec. de casación", rta: 20/12/2001.
(***) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 24.695, "Yamín, Daniel", rta:
17/8/2004.
(****) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 20.431, "Lanza, Germán", rta:
26/6/2003.
ARMA.
Tenencia. Denuncia. Ignorancia del
Municiones. Cantidad. Sobreseimiento.
324
imputado.
Procesamiento.
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Aun cuando el imputado alegue ignorancia sobre la manda legal de
denunciar la tenencia, la incautación de un arma de fuego de uso civil, apta
para su fin específico cuya posesión no ha sido registrada en el Registro
Nacional de Armas, convierten a esta en ilegítima en los términos del art. 189
bis del C.P.
Dado que los cartuchos de bala calibre 22 se expenden envasados de a
cincuenta unidades y, en algunos casos, en cajas que superan tal cantidad, las
encontradas en la casa del imputado (ochenta y tres unidades), no permiten
considerar la tenencia como acopio.
Por ello, debe confirmarse el procesamiento del imputado en orden al
delito de amenaza coactiva con arma.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.117, GARCIA, Julio.
Rta: 07/04/2005
ARMA.
Transmisión. Fallecimiento. Falta de numeración. Entrega. Revocación.
El art. 1º de la ley 24.492 prohibe la transmisión de todo tipo de armas
de fuego, cualquiera fuera su clasificación, ya sea a título gratuito u oneroso, a
quien no acreditare su condición de legítimo usuario por medio de la credencial
oficial y única otorgada por el Registro Nacional de Armas, único organismo
que se encuentra facultado para la registración y fiscalización de todo tipo de
armas.
El art. 101 del dec. 395/75, reglamentario de la ley 20.429, dispone que
cuando la transmisión de un arma de uso civil obedezca al fallecimiento de su
titular, el heredero a quien la misma se hubiere asignado deberá presentarse
325
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
ante la autoridad de fiscalización del domicilio del causante con la
documentación que lo acredite como titular del arma.
Por ello, y dado que al arma le falta la numeración y la consecuente
registración, haciendo necesaria la intervención del Registro Nacional de
Armas, corresponde revocar la entrega ordenada.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Bruniard).
c. 26.219, RODRIGUEZ, José C.
Rta: 07/04/2005
ATENTADO CONTRA LA AUTORIDAD.
Manifestantes. Orden policial. Agresiones al personal preventor.
Desestimación. Revocación.
Si no pueden apreciarse las conductas asumidas por los manifestantes
como el producto de una confusión y alboroto en el marco de una protesta
popular, sino que, considerada en su globalidad, surge la intencionalidad de
querer ingresar, así sea por la fuerza, a la casa de la provincia del Chaco,
desoyendo la orden policial existente en contrario, materializada en agresiones
al personal de la fuerza, y desplazamientos del vallado allí apostado, a fin de
lograr su cometido, se configura el delito de atentado contra la autoridad.
Por ello, debe revocarse el auto por el que se desestiman las actuaciones
por inexistencia de delito.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.382, GAGGERO, Ricardo Bartolomé.
Rta: 13/04/2005
326
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
BENEFICIO DE LITIGAR SIN GASTOS.
Denegación. Acción de amparo. Finalidad del instituto. Carácter
excepcional. Arbitrariedad. Rechazo.
El art. 1° de la ley 19.986 establece que "La acción de amparo será
admisible contra todo acto u omisión de autoridad pública que, en forma actual
o inminente, lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad
manifiesta, los derechos o garantías explícita o implícitamente reconocidos por
la Constitución Nacional, con excepción de la libertad individual tutelada por
el hábeas corpus". A su vez, el art. 43 de la C.N. prescribe que "Toda persona
puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no exista
otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades
públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja,
altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y
garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley...".
La actualidad en el perjuicio supone la permanencia del acto lesivo al
tiempo de resolver el amparo. De otro modo, la cuestión carece de interés por
haber devenido abstracta, al poder ser solucionada por otras vías judiciales de
menor urgencia y expeditividad. La vigencia del agravio se debe a que el
amparo no es un proceso de revisión, es decir, no juzga hechos pasados, sino
que restablece la legalidad de las conductas y el ejercicio de los derechos (*).
"... el comportamiento estatal que se analiza a través del amparo, debe
tener vigencia al tramitarse esta acción. Los hechos acaecidos antes de su
promoción, sólo importan en cuanto ellos, o sus efectos, persistan y se
manifiesten durante el juicio: en los amparos, 'debe atenderse a la situación del
momento en que se decide'..." (**).
"El acto administrativo arbitrario es aquél fundado en la sola voluntad
de quien lo emite, con prescindencia de las circunstancias fácticas y probatorias
existentes; el vicio no se identifica con el mero error o equivocación sino que
exige un desacierto grosero, que conmueva la lógica o el entendimiento; el que
contiene una contradicción lógica o bien deficiencia total axiológica, por eso,
327
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
el acto no es arbitrario si encuentra fundamentos suficientes, mínimos,
adecuados, serios, bastantes, etcétera". (***).
Al exigir que los actos que se impugnan ostenten manifiesta
arbitrariedad o ilegalidad, no se requiere 'que sólo sea posible atacarlos cuando
el vicio denunciado posea una entidad de tal magnitud que resulte posible
reconocerlo sin el menor análisis. Lo que exige la ley en este aspecto para abrir
la competencia de los órganos judiciales es, simplemente, que la restricción de
los derechos constitucionales provocada por un acto u omisión de autoridad
pública, sea claramente individualizada por el accionante, que se indique con
precisión el o los derechos lesionados, resulte verosímil su existencia y pueda
evidenciarse con nitidez en el curso de un leve debate (****).
El amparo constituye un remedio de carácter excepcional, procedente
cuando frente a un agravio constitucional no existen otros remedios idóneos de
reparación eficaz (*****).
Asimismo y como cuestión colateral se introduce la cuestión de "la
necesidad de mayor debate y prueba" como una "restricción proveniente del
criterio que ubica al amparo-proceso como una vía excepcional y
extraordinaria" (******).
La promoción de esta vía, por su carácter excepcional, no aparece
justificada cuando los peticionarios pudieron ocurrir oportunamente en cada
uno de los expedientes y la compulsa de las decisiones por sus fundamentos no
pueden ser tachadas de manifiestamente arbitrarias o ilegales.
Por ello, corresponde confirmar el auto que decidió no hacer lugar a la
provisión de patrocinio letrado gratuito.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Bruniard).
c. 23.051, DANELLI, Eduardo y otra.
Rta: 31/05/2005
328
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) Osvaldo A. Gozaini, Derecho Procesal Constitucional - Amparo Doctrina y jurisprudencia, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2002, p. 278.
(**) Néstor Pedro Sagüés, Derecho Procesal Constitucional, Acción
de Amparo, Astrea, Bs. As., 1995, p. 112.
(***) Suprema Corte de Mendoza, "Alvarez, Omar R. c/ Mun. de San
Rafael, rta: 27/7/90, L.L. 1990, E, 266.
(****) Néstor Pedro Sagüés, Derecho Procesal Constitucional, Acción
de Amparo, Astrea, Bs. As., 1995, p. 124 y C.N.Fed., Sala II, cont.adm., "Mec Producciones S.A. c. Inst. Nac. de Cinematografía y Ente
de Calificación Cinematográfica, rta: 13/7/1976, E.D. 69, 293.
(*****) Osvaldo A. Gozaini, Derecho Procesal Constitucional Amparo- Doctrina y jurisprudencia, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe,
2002, p. 292; Néstor Pedro Sagüés, Derecho Procesal Constitucional,
Acción de Amparo, Astrea, Bs. As., 1995, p. 179; Alí Joaquín Salgado
y Alejandro César Verdaguer, Juicio de amparo y acción de
inconstitucionalidad, Astrea, Bs. As., 2000, p. 122.
(******) Osvaldo A. Gozaini, op. cit., p. 305 y ss.
BENEFICIO DE LITIGAR SIN GASTOS.
Ley 23.898. Efecto retroactivo. Costas. Exclusión.
Asiste razón al recurrente en cuanto a que conforme el art. 13 de la Ley
23.898 las personas que actuaren con beneficio de litigar sin gastos, como
también durante el trámite para obtenerlo, estarán exentos de tributar tasa de
justicia.
Planteada la cuestión de determinar si el nuevo pedido de beneficio de
litigar sin gastos tiene efecto retroactivo sobre los gravámenes devengados con
anterioridad a su pedido, entre los que se incluye la tasa de justicia,
corresponde recordar que el beneficio encuentra sustento en dos preceptos de
raigambre constitucional: la garantía de defensa en juicio y la igualdad ante la
ley, ya que por su intermedio se asegura la prestación del servicio de justicia,
329
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
no ya en términos formales sino con un criterio que se adecua a la situación
económica de los contendientes.
Uno de los requisitos de una sociedad democrática es el acceso a la
Justicia sin distinción de situaciones económicas, en tanto una justicia
solamente para los ricos es la negación de la igualdad ante la ley. Es por ello
que las leyes procesales confieren a quienes carecen de recursos el derecho de
acudir ante los jueces sin gastos de ninguna especie y aun con defensor oficial
(...) el beneficio de litigar sin gastos se concede con el solo alcance de liberar al
peticionario de la exigibilidad de tales gastos durante el desarrollo del proceso,
pero no a eximirlo de sus responsabilidades como sujeto pasivo de una
eventual condena..." (*) o, de un eventual fallo en contra de los intereses de la
actora.
El principio de preclusión, es entendido como aquel que implica "...la
extinción o pérdida de una facultad de carácter procesal, que se produce
cuando a) no se ha observado el orden señalado por la ley para su ejercicio; b)
se ha realizado una actividad incompatible con la facultad que se pretende
utilizar, o c) se ha ejercitado válidamente una facultad, que es la consumación
propiamente dicha (**).
No obstante, este principio no es absoluto y tiene sus límites y ámbito
de aplicación, pues la exaltación de formas rituales puede acarrear la afectación
de otros principios y derechos tales como la celeridad procesal, la seguridad
jurídica y la defensa en juicio (***).
Con la reforma introducida en el Código Procesal Civil y Comercial de
la Nación por la Ley 25.488 (EDLA, 2001-B-51, publ. 22/11/2001), debe
considerarse que ha existido una variación en el análisis de casos conflictos
como el presente, y que podrían darse situaciones de colisión de leyes,
específicamente, entre lo establecido en el nuevo artículo 78, primer párrafo, y
84, tercer y cuarto párrafo del Código Procesal Penal de la nación, y lo
estatuido en el artículo 13, inciso a) de la Ley 23.898 (publicada el
29/10/1990).
Esta última establece que "Estarán exentas del pago de la tasa de
justicia las siguientes personas y actuaciones: a) Las personas que actuaren con
beneficio de litigar sin gastos ... Si la resolución sobre el beneficio fuere
330
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
denegatoria, se pagará la tasa de justicia correspondiente al juicio luego de
dictarse esa resolución" . Sin embargo la Ley 25.488, posterior a la 23.898, que
reformó los artículos correspondientes al Libro Primero, Titulo Segundo,
Capítulo Sexto del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, dejó
estipulado en el artículo 78, primer párrafo, que el beneficio de litigar sin
gastos puede ser promovido "en cualquier estado del proceso", agregando en el
artículo 84, cuarto párrafo que "En todos los casos la concesión del beneficio
tendrá efectos retroactivos a la fecha de promoción de la demanda, respecto de
las costas o gastos judiciales no satisfechos".
Cuando el beneficio es iniciado en tiempo y forma, pero concluye -por
ejemplo- por un modo anormal del proceso (art. 310, inc. 2°, del C.P.C. y C., se
podrá iniciar uno nuevo si acontece antes de la audiencia preliminar. Esta
apreciación se desprende de la norma en estudio por cuanto no fija ningún
impedimento en tal sentido" (****).
"Concedido el beneficio de litigar sin gastos, no puede sostenerse
válidamente que se encuentren exentas de los efectos de la franquicia las
actuaciones llevadas a cabo con anterioridad a su promoción. 2- La
circunstancia de que se declare la caducidad de la instancia en un incidente
sobre beneficio de litigar sin gastos, no habilita para que se ordene el pago de
los gastos causídicos devengados durante ese lapso, si se concede la franquicia
en un incidente posterior" (*****).
Por ello, corresponde revocar el auto apelado y exonerar por el
momento a la actora de abonar la tasa de justicia devengada.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Prosec.
Cám.: Oberlander).
c. 25.541, FINAZI, Juan María R.
Rta: 02/06/2005
Se citó: (*) Roland Arazi - Jorge A. Rojas, Código Procesal Civil y Comercial
de la Nación, Rubinzal-Culzoni, Bs. As., 2001, p. 312/313.
331
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
(**) C.S.J.N., rta: 15/6/1982, E.D. 102, 364; Mario de Magalhaes y
María Josefina Rubinstein, La Preclusión procesal frente a la tasa de
justicia en el beneficio de litigar sin gastos, E.D. 154, 1045/1046.
(***) C.N.Civ., Sala G, c. 21.4.88, E.D. 128, 597.
(****) Alejandro R. Goytía, El beneficio de litigar sin gastos ante la
reforma del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (Ley
25.488), E.D. 200, 841/851.
(*****) C.N.Civ., Sala H, c. "Cardozo c/Gabati s/art. 250, C.P.C.",
rta: 30/12/1994.
CALUMNIAS.
Personas jurídicas. Sujetos pasivos. Improcedencia.
Procedencia. Excepción de falta de acción. Revocación.
Injurias.
Si bien no existe una norma expresa que establezca que las personas
jurídicas puedan ser sujetos pasivos del delito de calumnias, pues ha sido
derogado el tipo plasmado por la ley 21.338 en el art. 112 del C.P., la falsa
imputación de un delito que de lugar a la acción pública formulada contra una
asociación no configura este delito, porque las sociedades no pueden delinquir,
en cambio sí constituye injuria ya que los entes colectivos tienen aptitud para
poseer un nombre, una reputación y un crédito, componentes del honor
objetivo que la ley tutela como se desprende indirectamente del art. 117 del
C.P.
Si una misma acción agraviara a varias personas no parece dudoso que
haya tantos delitos como víctimas, de modo que lo que es injuria para el ente
colectivo, puede ser calumnia para la persona física, sin que el respectivo
encuadre signifique la escisión de una conducta única (*).
Por ello, debe revocarse el auto que hace lugar a la excepción de falta
de acción.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
332
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 25.996, REVISTA EL MEDICO CONURBANO.
Rta: 29/04/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 5.528, "Agrup. Médica Arg.
Sanatorio Charcas", rta: 1/8/1985, L.L. 88, 649.
CALUMNIAS E INJURIAS.
Denuncia contra personas jurídicas. Ausencia del dolo. Inscripción en
Veraz. Requisitos del tipo. Desestimación. Inexistencia de delito.
Para tener por configurado el delito de calumnias (art. 109, C.P.), debe
existir la falsa imputación de un delito, con la consecuente posibilidad de ser
investigada penalmente por el delito que se le atribuye falsamente. La acción
punible es la que consiste en atribuirle a otro la comisión de un hecho delictivo.
Esta atribución debe tratarse de un hecho concreto (lugar, tiempo y espacio) y
debe recaer sobre persona determinada. La imputación debe ser
circunstanciada, tener datos precisos, y dirigirse contra una persona
determinada o determinable -aspecto objetivo-; el agente debe conocer la
falsedad de la imputación, y querer manifestarla, exigiéndose así, el dolo
directo del autor (*).
Si el querellante manifiesta que su persona ha sido desacreditada por
ante un organismo equiparado a público como lo es la Organización Veraz
S.A., de consulta permanente por muchos organismos, aportando la copia del
informe respectivo, y la de la carta documento que enviara a las entidades, a fin
que comuniquen al Veraz el levantamiento de las deudas, ya que la inscripción
habría sido producto de un error administrativo de las empresas, es correcta la
resolución que rechazó in límine las actuaciones por inexistencia de delito.
Ello en tanto la denuncia efectuada por el damnificado, lo fue contra los
bancos en cuestión, es decir, contra personas jurídicas, sin determinar en forma
concreta el sujeto activo de las acciones calumniosas e injuriosas y no se dan
333
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
los requisitos exigidos por el tipo penal, en especial, el dolo directo del autor,
ya que las empresas mencionadas se limitaron a inscribir en el Veraz, una
situación que para ellos era real.
Respecto al delito de injurias (art. 110, C.P.), este delito se configura
cuando se "deshonrare o desacreditare a otro...abarcando la declaración de un
juicio ofensivo tanto frente al afectado como frente a un tercero" . En su
aspecto subjetivo, y al igual que el delito de calumnias, se exige dolo, ya sea
directo de primer y segundo grado, como el dolo eventual, toda vez que el dolo
de la injuria es compatible con la duda del autor sobre el alcance desdoroso de
la imputación (**).
Por lo expuesto, habrá de confirmarse la resolución apelada, sin
perjuicio de las acciones que eventualmente podría interponer el damnificado
ante las sedes respectivas, a través de un hábeas data o incluso intentar
reclamar civilmente, lo que considere corresponda (***).
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Barbarosch, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 24.958, BANCO ITAU S.A.
Rta: 08/04/2005
Se citó: (*) Edgardo A. Donna, Derecho Penal, parte especial, RubinzalCulzoni, Bs.As., 2003, t. I, p. 447/448, 450/451.
(**) Edgardo A. Donna, ob. cit. p. 452/456.
(***) C.S.J.N., "Martínez, Matilde Susana c/Organización Veraz S.A.
s/recurso de hecho", rta: 5/04/2005.
COACCION.
Prueba. Ausencia de testigos presenciales. Valoración de las
declaraciones prestadas. Procesamiento.
334
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
La circunstancia de que no existan testigos presenciales ajenos a las
amenazas atribuidas al imputado, no puede ser motivo exclusivo y
determinante para concluir sin más que no es posible acreditarse la
materialidad de los ilícitos objeto de estudio.
Ello, toda vez que no resulta frecuente que este tipo de conductas se
lleven a cabo en público, sino que, por el contrario, tienden a ocurrir en
ámbitos privados de modo tal que, de lo contrario, la mayoría de estos casos
quedarían impunes.
Por tanto, si de las declaraciones de los testigos surge una pauta
concreta con relación al perfil fe personalidad del imputado, que tornan
verosímiles las acusaciones efectuadas, corresponde confirmar el
procesamiento decretado en orden al delito de coacción reiterada.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Prosec.
Cám.: Oberlander).
c. 27.073, FRAK, Isaac Daniel.
Rta: 30/05/2005
COMPETENCIA.
En razón de materia. Hurto. Bicicleta. Vehículo. Art. 163, inc. 6°, del
C.P. Justicia de instrucción.
La bicicleta es un "vehículo", entendido como tal a todo artefacto o
medio de traslación que se utiliza, precisamente, para el transporte de personas
o cosas y que se desplaza por tierra, aire o agua (*).
La esencia de la agravante del art. 163 inc. 6° del C.P. no está dada por
la naturaleza misma del objeto, sino en la necesidad impuesta a su propietario
de dejarlo en determinadas situaciones que llevan consigo un riesgo (**).
Por ello, debe declararse competente a la Justicia de instrucción.
335
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bunge Campos (en disidencia), Escobar, Gerome.
(Sec.: Paisan).
c. 26.427, ANDRADE, Alejandro Ramón.
Rta: 26/05/2005
Disidencia del Dr. Bunge Campos: La bicicleta no se encuentra incluida en el
término "vehículo" del art. 163 inc. 6 del C.P.
Dado que en los antecedentes parlamentarios de la ley 24.712, por
medio de la cual se introduce la conducta en cuestión, no se detalla que bienes
deben ser considerados vehículos, queda en poder de los magistrados
interpretar qué alcance se le dará a dicho término, teniendo siempre como
límite lo establecido en el art. 18 de la C.N., específicamente, el principio de
legalidad y la prohibición de la analogía en el Derecho Penal.
Ante la ambigüedad que presenta el vocablo y en virtud de las garantías
previstas en la Constitución Nacional y Tratados Internacionales, al momento
de interpretar el alcance de un término siempre debe estarse por la tesis más
restrictiva del mismo en función del principio in dubio pro libertate.
Penalizar de igual modo la sustracción de un automóvil que una
bicicleta por entender que ambos revisten la categoría de vehículos llevaría al
ridículo de incluir en esa categoría a la patineta y aun a los rollers, ya que
poseen en común la calidad de ser medios de transporte que se accionan
mediante la fuerza del individuo y carecen de motor o fuerza ajena que los
propulse (***).
Por ello, la sustracción de una bicicleta no podría ser subsumida en la
conducta prevista en el art. 163 inc. 6° del C.P.
Se citó: (*) Jorge E. Buompadre, "Delitos contra la propiedad", Mave,
Corrientes, p. 78.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 23.877, "Tupayupanqui, Arturo
Aranibar", rta: 16/4/2004.
336
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
(***) T.O.C. N° 18, c. 709, rta: 1/6/1990, voto de la Dra. Caamiña,
citada por Daniel Morin, ¿La bicicleta como vehículo?; L.L., 2001-E;
p. 7780.
COMPETENCIA.
En razón del territorio. Calumnias e injurias. Lugar de exteriorización.
Realización de la impresión.
Los delitos de calumnias e injurias deben considerarse cometidos en el
lugar en el que se exteriorizaron los términos presuntamente agraviantes y,
cuando ellos son reproducidos por la prensa, corresponde atribuir la
competencia al magistrado del lugar donde se realizó la impresión de las
expresiones cuestionadas (*).
Por ello, y toda vez que se advierte que la impresión de la revista fue
realizada en este ámbito capitalino, es esta jurisdicción la que resulta
competente para entender en las actuaciones.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 25.996, REVISTA EL MEDICO CONURBANO.
Rta: 29/04/2005
Se citó: (*) C.S.J.N., "Herrera de Noble s/inhibición", rta: 1/12/1988, Fallos
311:2537; "Leguizamón", rta: 24/8/2000, Fallos 323:2210.
CONCURSO DE DELITOS.
Robo con arma. Portación de arma de guerra. Concurso ideal.
337
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Si se da en el caso la situación de que un mismo hecho cae bajo dos
figuras penales (robo agravado por el uso de arma y portación de arma de
guerra), por cuanto el hallazgo del arma se produjo con motivo del robo que es
calificado por el empleo de tal medio, la conducta de los imputados encuadra
en los tipos penales acuñados en los arts. 166, inc. 2° y 189 bis, 4to. párrafo del
C.P., que conforma un hecho único. De concursar la portación del arma en
forma material, se produciría un injusto agravamiento de la situación procesal
de los encausados, porque la portación quedaría computada a través de su
empleo con el carácter genérico del arma, agravando la situación del robo. La
unidad de determinación y conducta de los autores queda fuera de discusión si
los imputados llevaban el arma con la intención de emplearla en el hecho
concreto (*) (del voto del Dr. Escobar).
Entre ambos tipos penales media un concurso ideal, en cuanto si el
hallazgo del arma de guerra es con motivo del robo calificado por el empleo de
tal medio, no es procedente concursar la tenencia del arma en forma material,
pues se produciría in injusto agravamiento de la situación procesal del
imputado, dado que la tenencia quedaría computada a través de su empleo con
el carácter genérico del arma, agravando la sanción de robo (*****) (del voto
del Dr. Elbert).
Por tanto, corresponde confirmar el procesamiento decretado
modificándose la calificación lega a robo con armas en concurso ideal con
portación ilegítima de arma de guerra(art. 166, inc. 2°, 189 bis, cuarto párrafo y
45 del C.P.).
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Escobar, Elbert, Bunge Campos (en disidencia),
Gerome (en disidencia). (Prosec. Cám.: Oberlander).
c. 26.927, ARGAÑARAZ, Carlos y otros.
Rta: 26/05/2005
338
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Disidencia del Dr. Gerome: El robo agravado por el uso de armas y la
portación ilegítima de arma de guerra constituyen figuras legales escindibles y
por ende, independientes, que concurren en forma material (art. 55 del C.P.)
(***).
Disidencia del Dr. Bunge Campos: Entre los delitos de robo con armas y
portación de arma de guerra media un concurso aparente de leyes, por tratarse
de un solo hecho con diversas normas aparentemente aplicables.
En atención a su naturaleza jurídica la portación de arma de fuego, es
una figura de peligro que sólo requiere para su realización típica que se haga
correr un riesgo de daño al bien jurídico protegido, cual es la seguridad
pública, el cual se consuma sólo con la creación de una situación
potencialmente peligrosa, generadora de peligro para el bien tutelado.
La punibilidad de actos preparatorios como los del art. 189, 1er. párrafo
del C.P., resulta de dudosa legitimidad. El problema se soluciona admitiendo
que las armas son peligrosas, y que, uno de los peligros que acarrean es la
posibilidad de que se cometa con ellas un delito. Si éste es el fundamento de la
punibilidad, la concreción de ese peligro, es decir, el comienzo de ejecución de
cualquier delito en que intervenga el arma producirá el desplazamiento de la
figura de peligro abstracto que reprime el acto preparatorio, por aplicación del
principio de subsidiariedad tácita, la tenencia de arma (de guerra) quedará
desplazada por la figura del robo con arma, al existir un concurso aparente y no
real (****).
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 25.945, "Negrete, Ezequiel, rta:
17/12/2004.
(**)C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 18.337, "Rodriguez, Rodolfo",
rta: 18/3/2002.
(***) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 25.945, "Negrete, Ezequiel",
rta: 17/12/2004 y Sala VI, c. 24.380, "Marrero, Marcelo", rta:
18/6/2004.
339
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
(****) Patricia Ziffer, El concurso entre la tenencia de arma de guerra
y el robo con arma, Cuadernos de Doctrina y Jurisprudencia Penal,
Año 2, N° 3, 1996, p. 339.
CONCURSO DE DELITOS.
Robo con armas. Tenencia de arma de guerra. Concurso ideal.
"Si se da en el caso la situación de que un mismo hecho cae bajo dos
figuras penales (robo agravado por el uso de arma y portación de arma de
guerra) por cuanto el hallazgo del arma se produjo con motivo del robo que es
calificado por el empleo de tal medio, la conducta de los imputados encuadra
en los tipos penales acuñados en los arts. 166, inc. 2° y 189 bis, cuarto párrafo
del C.P., que conforma un hecho único. De concursar la portación del arma en
forma material, se produciría un injusto agravamiento de la situación procesal
de los encausados, porque la portación quedaría computada a través de su
empleo con el carácter genérico del arma, agravando la situación del robo. La
unidad de determinación y conducta de los autores queda fuera de discusión en
tanto los imputados llevaban el arma con la intención de emplearla en el hecho
concreto..." (*).
Por ello, corresponde confirmar el procesamiento dictado, modificando
la relación concursal de los delitos de robo con armas (tentado) y portación de
arma de guerra, toda vez que entre ellos media un concurso ideal (del voto del
Dr. Escobar al cual se adhirió el Dr. Elbert).
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Escobar, Elbert, Gerome (en disidencia), Bunge
Campos (en disidencia). (Prosec. Cám.: Oberlander).
c. 27.220, SERON, Edgardo.
Rta: 13/06/2005
340
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Disidencia del Dr. Gerome: El robo agravado por el uso de armas y la
portación ilegítima de arma de guerra constituyen figuras legales escindibles y
por ende, independientes, que concurren en forma material (**).
Disidencia del Dr. Bunge Campos: Entre los delitos en estudio media un
concurso aparente de leyes, por tratarse de un solo hecho con diversas normas
aparentemente aplicables.
En atención a la naturaleza jurídica de la portación de arma de fuego, es
decir, por tratarse de una figura de peligro, por oposición al de lesión, sólo
requiere para su realización típica que se haga correr un riesgo de daño al bien
jurídico protegido, cual es, la seguridad pública, que se consuma sólo con la
creación de una situación potencialmente peligrosa, generadora de peligro para
el bien tutelado.
La tendencia mayoritaria de aplicar un concurso real entre el robo con
armas y la portación, desnaturaliza la función que el delito cumple dentro del
sistema, especialmente en la ley argentina, en que se trata de un caso de
adelanto de la punibilidad de los actos preparatorios de un ilícito, lo cual
resulta de dudosa legitimidad. El problema no se soluciona desinteresándose de
la finalidad de cometer otros delitos, y, en especial, de la prueba de esa
circunstancia, sino, en todo caso, admitiendo que las armas son "peligrosas", y
que, uno de los peligros que acarrean es la posibilidad de que se cometan con
ellas un ilícito. Si éste es el fundamento de la punibilidad, la concreción de ese
peligro, es decir, el comienzo de ejecución de cualquier delito en que
intervenga el arma producirá el desplazamiento de la figura de peligro
abstracto que reprime el acto preparatorio, por aplicación del principio de
subsidiariedad tácita; la tenencia de arma quedará desplazada por la figura de
robo con armas, al existir entre ellas un concurso aparente y no real (***).
El daño y el peligro implicado por el primer delito es absorbido en la
caracterización del segundo (****).
Por tanto, corresponde encuadrar la conducta de los incusos en el delito
de robo con armas en tentativa .
341
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 25.945, "Negrete, Ezequiel", rta:
17/12/2004.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 24.380, "Marrero, Marcelo", rta:
18/6/2004 citada en c. 25.945, "Negrete Ezequiel", rta: 17/12/2004.
(***) Patricia S. Ziffer, El concurso entre la tenencia de arma de
guerra y el robo con arma, Cuadernos de Doctrina y Jurisprudencia
Penal, Año 2, N° 3, 1996, p. 339.
(****) Carlos Santiago Nino, Los límites de la responsabilidad penal.
Una teoría liberal del delito, Astrea, Bs. As., 1980, p. 446.
CONSULTA.
Art. 348 del C.P.P.N. Ley 24.946. Art. 120 de la C.N. Interpretación.
Tácita derogación.
La sanción de la ley 24.946 (Ley Orgánica del Ministerio Público de la
Nación) implicó la derogación del artículo 348 del C.P.P.N. La reforma
constitucional de 1994 incorporó expresamente en el artículo 120 al Ministerio
Público, que lo define como un órgano independiente con autonomía funcional
y autárquica financiera, que tiene por función promover la actuación de la
Justicia en defensa de la legalidad, de los intereses generales de la sociedad, en
coordinación con las demás autoridades de la República.
Con posterioridad, en el año 1998, se sancionó la ley 24.946, en la que
el artículo 1°, en forma coincidente con lo establecido por la C.N., señala que:
"El Ministerio Público es un órgano independiente, con autonomía funcional y
autarquía financiera, que tiene por función promover la actuación de la justicia
en defensa de la legalidad y de los intereses generales de la sociedad. Ejerce
sus funciones con unidad de actuación e independencia, en coordinación con
las demás autoridades de la República, pero sin sujeción a instrucciones o
directivas emanadas de órganos ajenos a su estructura".
A la luz de los principios que señalan que la ley posterior deroga a la
anterior y la especial a la general, la derogación tácita del artículo 348 del
C.P.P.N. se impone.
342
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Puede hablarse de una derogación orgánica o institucional que se da
cuando una nueva ley, sin derogar expresamente la anterior, ni ser totalmente
incompatible con sus disposiciones, regla de modo general y completo la
institución, ya que no pueden coexistir dos legislaciones simultáneas y
completas sobre una misma materia, pues si el legislador creyó del caso reglar
en forma armónica una institución a través de todo un cuerpo de disposiciones,
no sería lógico suponer que haya estado en su mente hacer subsistir
disposiciones que figuraban en un cuerpo legal anterior y análogo.
Se trata, de llenar el vacío legal que genera la derogación implícita del
régimen del art. 348, mediante la aplicación de principios congruentes con la
norma constitucional, para determinar la solución aplicable al caso; esta es una
tarea jurisdiccional, a la que se arriba por vía de la integración de ambas
normas en un régimen armónico y compatible con su letra y espíritu.
El control que el régimen de consulta del 348 regula, no pretende
soslayarse con la solución propuesta, sino, al contrario, integrarlo al régimen
legal; con esto se cumple el objetivo de controlar los actos de los fiscales, pero
respetando su autonomía funcional y de un modo ajeno a la posible injerencia
de otro poder del Estado.
Así como las decisiones judiciales son materia de revisión por parte de
un tribunal superior, las de los magistrados del Ministerio Público lo son por
parte de su superior jerárquico, trazando un paralelismo que permite la
impugnación y control de los actos, dentro de la estructura orgánica y funcional
de cada poder, evitando injerencias en las tareas de uno y otro.
"....no puede haber ninguna duda en cuanto a que la introducción del
art. 120 de la Constitución Nacional señala, en este aspecto, una modificación
del paradigma procesal penal vigente hasta ese momento. En efecto, al
establecer la independencia funcional de dicho organismo indica una clara
decisión en favor de la implementación de un sistema procesal en el que ha de
existir una separación mucho más estricta de las funciones de acusar y juzgar.
Desde este punto de vista, una regla procesal como la del art. 348 del Código
Procesal Penal de la Nación, que "unifica" la potestad de acusar en cabeza de la
cámara de apelaciones se torna insostenible....De acuerdo con la interpretación
que el Ministerio Público hace del art. 348, 2° párrafo del Código Procesal
343
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Penal de la Nación, del art. 1° de la ley 24.946 y del art. 120 de la Constitución
Nacional, el llamado "procedimiento de consulta", en el cual las discrepancias
entre el juez de instrucción y el fiscal en cuanto a si corresponde o no elevar la
causa a juicio son resueltas por la cámara de apelaciones, que puede instruir al
fiscal para que produzca el requerimiento respectivo, viola el principio "ne
procedat iudex ex officio", y consecuentemente, pone en riesgo las garantías de
imparcialidad, defensa en juicio y debido proceso legal....Aun cuando se
entienda que el legislador puede válidamente organizar un proceso penal en el
que la acción penal es indisponible y estructurarlo con controles suficientes
para que esto se cumpla, tales controles sólo pueden producirse en el estrecho
límite trazado por la autonomía funcional de los fiscales (artículo 120 de la
Constitución Nacional), que no es respetado por la directiva del art. 348 del
Código Procesal Penal de la Nación pues el procedimiento de control de la
acusación que instaura concede a los jueces una facultad que la Constitución
Nacional les veda: determinar el contenido de los actos del fiscal ..." (*).
El régimen establecido por el art. 348 del C.P.P. al someter la actuación
de un órgano independiente con autonomía funcional, a la decisión de un Poder
del Estado al que no pertenece, dándole instrucciones en el caso particular y
condicionando su actuación, resulta a las claras violatorio de la autonomía
funcional que el régimen constitucional le otorga al Ministerio Público.
Por tanto, y conforme lo normado en el art. 120 de la C.N., artículo 1ro.
y ccs. de la ley 24.946, y artículos 14, 15, 16 y ccs. de la ley 48, corresponde
declarar derogado el artículo 348 del C.P.P.N. y remitir los actuados al Sr.
Fiscal General para que se expida al respecto (del voto del Dr. Bunge Campos).
No obstante se ha sostenido la validez constitucional de la elevación en
consulta de las actuaciones por aplicación de lo dispuesto en el art. 348
C.P.P.N. (**), no puede soslayarse lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia
de la Nación (***) que declaró la inconstitucionalidad del art. 348, segundo
párrafo, primera alternativa, de la ley ritual, zanjando de esa forma, toda
cuestión relativa a la incompatibilidad de dicho procedimiento de consulta con
el texto constitucional.
Aún sin la revisión judicial en el sentido de la norma declarada
inconstitucional, existen controles internos del Ministerio Público que surgen
344
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
de su propia ley orgánica en base a su organización jerarquizada, en relación al
desempeño de sus inferiores y de quienes lo asistan (art. 1°, última parte, de la
ley 24.946).
Por ello, hasta tanto la cuestión debatida se soluciones vía legislativa,
corresponde la intervención del Fiscal General a fin de que dirima la cuestión
(del voto de los Dres. Escobar y Gerome).
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Sec.: Paisan).
c. 26.177, COLITTO, Lucio.
Rta: 10/06/2005
Se citó: (*) C.S.J.N., Q 162, XXXVIII, "Quiroga, Edgardo Oscar s/causa nro.
4302", rta: 23/12/2004.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 25.285, "Lombardo, Rosana",
rta: 14/9/2004; c. 25.511, "Acosta, Maximiliano", rta: 7/10/2004 y c.
24.863, "Maresca, Alejandro", rta: 8/2/2004.
(***) C.S.J.N., Q 162, XXXVIII, "Quiroga, Edgardo Oscar s/causa
nro. 4302", rta: 23/12/2004.
Nota: Véase en igual sentido, C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 26.822, "Batalla,
Hugo", rta: 17/6/2005.
CONSULTA.
Ley 24.946. Derogación tácita. Art. 120 de la C.N. Superior jerárquico.
Código Obarrio. Inconstitucionalidad.
La sanción de la ley 24.946 implicó la derogación del art. 348 del
C.P.P.N., ya que la autonomía funcional establecida para el Ministerio Público
se traduce en la prohibición, a cada uno de los poderes del Estado, de impartirle
345
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
instrucciones a los representantes de dicho Ministerio, condicionando su
actuación en las competencia que la propia ley otorga.
La ley orgánica del Ministerio Público al ser posterior al Código
Procesal Penal de la Nación y especial, en cuanto regula el funcionamiento de
una institución específica, deroga tácitamente el art. 348 del C.P.P.N.
La resolución n° 32/2002 de la Procuración General de la Nación
propone llenar el vacío legal generado por esta derogación, por medio de la
aplicación de principios congruentes con el art. 120 de la C.N.
De tal modo se regula un régimen análogo al de los recursos en materia
jurisdiccional, en el que las decisiones de los Magistrados del Ministerio
Público son materia de revisión por parte de su superior jerárquico.
Si el Código Obarrio se encuentra vigente para un conjunto de causas
importantes, sumado a la derogación del art. 348 del código actual, se debe
aplicar analógicamente de una norma "vigente", cual es el régimen del Código
Obarrio, específicamente, los arts. 460 y 461 (del voto del Dr. Bunge Campos).
El juez interviniente conserva el control de legalidad de los actos
llevados a cabo por el Ministerio Público Fiscal, en función de lo establecido
en materia de nulidades (art. 69 del C.P.P.N.) (del voto de los Dres Escobar y
Gerome).
Por ello, corresponde declarar derogado el art. 348 del C.P.P.N. y, en
consecuencia de ello, en lugar de que la Sala conteste la consulta, los actuados
deberán ser remitidos al Fiscal General.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Prosec.
Cám.: Oberlander).
c. 27.492, COMISARIA 49.
Rta: 29/06/2005
346
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
DECLARACION INDAGATORIA.
Declaración anterior en sede prevencional. Carácter de testigo.
Promesa. Nulidad. Improcedencia.
Si bien en sede prevencional, cuando no pesaba imputación en su
contra, el imputado declaró bajo juramento, si al celebrarse la indagatoria en
ningún momento se le requirió promesa de decir verdad, ni se ejerció coacción
o amenaza para obligarlo, inducirlo o determinarlo a declarar en contra de su
voluntad (art. 296 a contrario sensu del C.P.P.N.), no se configura violación a
principio alguno, máxime si no declaró en esta oportunidad y el juez no hizo
valoración alguna de sus dichos y silencio en ambas declaraciones.
Pensar que la omisión señalada implica la nulidad de esa declaración
importa introducir una ficción en la solución del tema, porque lo verdadero es
que el compromiso juramental sólo obliga al testigo a conducirse verazmente
en ese acto y la enunciación de derechos garantizadores en la indagatoria
desplaza cualquier conminación, lo que se demuestra con la negativa a declarar
o la negativa del hecho. Sí es importante destacar si el auto de mérito o la
condena se funda en la deposición juramentada, descalificaría la resolución o
sentencia. Pero si el juez se funda en otros elementos probatorios, nada obsta a
la validez del acto de descargo del enjuiciado (*).
Por ello, y dado que no se vislumbra perjuicio alguno, no debe
prosperar la nulidad interpuesta.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Bruniard).
c. 25.911, NOGUEIRA, Eduardo.
Rta: 07/04/2005
Se citó: (*) Juan Esteban Cicciaro, Juramento de decir verdad y nulidad de la
declaración indagatoria, E.D. 151, 124.
347
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
DECLARACION INDAGATORIA.
Derecho a la compulsa previa de las actuaciones. Extracción de
fotocopias. Procedencia.
El imputado, aun antes de ser convocado en los términos del art. 294
del C.P.P.N., tiene derecho a la compulsa de las actuaciones y a obtener
fotocopias de la causa, salvo que el sumario se encuentre en secreto (art. 204
del C.P.P.N.) (*).
Por tanto, corresponde revocar el auto que no hizo lugar a la solicitud
de extracción de fotocopias.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.919, NACLEIRO, Ernesto Eduardo.
Rta: 27/04/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 6.197, "Bianucci, Miguel", rta:
7/3/1997; c. 6.607, "Kotodij, Diego", rta: 16/4/1997; c. 7.303, "Perez,
Diego", rta: 7/8/1997; c. 10.387, "Donacio, Gastón Alfredo y otros",
rta: 7/5/1999; c. 19.969, "Brusca, Gastón s/ acceso a actuaciones", rta:
18/3/2003.
DEFRAUDACION.
Circunvención de incapaces. Dolo: prueba. Conocimiento de la
incapacidad. Procesamiento. Revocación.
En la figura de circunvención de incapaces (art. 174, inc. 2°, del C.P.),
el dolo se satisface con que el autor conozca, incluso cuando no es apreciable
por cualquiera, la incapacidad (*).
348
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por ello, si no hay elementos probatorios que acrediten que los
imputados hayan tenido conocimiento respecto de la incapacidad de la víctima
al momento de la suscripción del documento, elemento que resulta
imprescindible para la configuración del tipo penal, debe revocarse sus
procesamiento y dictarse la falta de mérito para procesar o sobreseer.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Prosec.
Cám.: Oberlander).
c. 26.083, RUGGERI, Daniel Ernesto y otro.
Rta: 28/04/2005
Se citó: (*) Ricardo Núñez, Derecho Penal Argentino, Omeba, Bs. As., 1967,
t. V, p. 397.
DEFRAUDACION.
Contrato de sociedad. Control. "Affectio societatis". Administración
frente a terceros. Esfera interna. Sobreseimiento. Revocación.
Si bien, la causa del contrato de sociedad conlleva una pretensión de
obtener beneficios económicos y como contrapartida, soportar las pérdidas
emergentes del riesgo del negocio asumido, no pueden sostenerse actos de
administración que, por emanar de la autoridad legitimada, impidan controlar
su infidelidad o abuso.
La "affectio societatis" es el elemento característico del contrato social,
pero su inexistencia no puede ser causal de resolución parcial del contrato ni
esgrimido por ninguno de los socios para negarse a cumplir con sus
obligaciones (*).
Aun el desinteresado compromiso social que puede haber tenido la
querellante, no autoriza a sostener la imposibilidad de verificar actos de
administración que, en cabeza de otro socio, perjudica intereses del resto, ya
349
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
que las facultades de gestión y disposición que se otorgaran a la imputada en el
contrato social, se correlacionan con el poder de administración de bienes
ajenos frente a terceros -esfera externa-, lo que no implica que rebasen las
limitaciones que impone el deber de lealtad o fidelidad respecto del titular del
patrimonio -esfera interna- (**). De ahí que el abuso en la facultad de disponer
del acervo social puede violar deberes existentes en la relación del
administrador con el titular de los bienes.
Por ello, y dado que el interlocutorio cuestionado por la querella resulta
prematuro, debe revocarse el sobreseimiento de la imputada.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Sánchez).
c. 25.913, RAVICH de MERTNOFF, María I.
Rta: 12/04/2005
Se citó: (*) Ricardo Nissen, Curso de Derecho Societario, Ad-Hoc, Bs. As.,
1998, p. 82.
(**) Teresa Rodríguez Montañez, "Defraudaciones en el ámbito
societario: ¿necesidad de un tratamiento específico?, Revista de
Derecho Penal, Estafas y otras defraudaciones II, Rubinzal Culzoni,
Bs. As., 2000, 2000-2, p. 165.
DEFRAUDACION.
Desbaratamiento de derechos acordados. Fiador. Ausencia de
renovación del contrato de fianza. Atipicidad. Sobreseimiento.
El art. 1582 bis del C.C. -según ley 25.628- exige el consentimiento
expreso del fiador para obligarse en la renovación o prórroga expresa o tácita
del contrato de locación una vez concluido.
350
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
El alcance temporal de la obligación del fiador no puede proyectarse
fuera del ámbito que les es propio, esto es, el contrato por el que entendió
obligarse y la prórroga del contrato de locación le es inoponible al fiador que
asumió su obligación como principal pagador (*).
Por ello, si el imputado que ofreció una garantía personal por un tiempo
determinado y, vencido ese término, no renovó expresamente su voluntad de
constituirse en fiador solidario en la reedición tácita del convenio locativo que
tuvo como únicas partes obligadas al locador y al locatario, su conducta resulta
atípica ya que el contrato de fianza no puede dar lugar al delito de
desbaratamiento de derechos acordados, en tanto constituye un derecho
personal que no se refiere a un bien (**).
Tampoco se advierte una desvalorada conducta en la enajenación del
inmueble de su propiedad, antes de ser notificado de la demanda ejecutiva
iniciada por el arrendador, en tanto mientras no quede expedita la vía de
ejecución, no podrá decirse que la frustración causada sea punible (***).
Por ello, corresponde confirmar el sobreseimiento dispuesto.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Sánchez).
c. 26.316, CROSA, Pablo O.
Rta: 11/05/2005
Se citó: (*) C.S.J.N., R 108 XXXII, "Rodríguez Hernández, Lorenza c/ Garde,
Augusto Carlos y otros", rta: 29/04/1997, Fallos 320:750.
(**) Alberto S. Millán, Los delitos de administración fraudulenta y
desbaratamiento de derechos acordados, Cooperadora de Derecho y
Ciencias Sociales, Bs. As., 1976, p. 94/95.
(***) Enrique Bacigalupo, Estudios Jurídicos Penales sobre
Insolvencia y Delito, Cap. IV: El Delito de Insolvencia Fraudulenta,
Depalma, 1970, p. 105.
351
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
DEFRAUDACION.
Estelionato. Venta de inmueble. Adquisición anterior de la mitad
indivisa. Dolo. Procesamiento.
Si de la escritura de compra venta del inmueble se desprende que el
inmueble se vendía libre de gravámenes en todo concepto, pero la mitad
indivisa de este había sido adquirido con anterioridad en virtud de una subasta
pública ordenada por el magistrado comercial, se configuran los elementos del
delito previsto por el art. 173, inc. 9° del C.P.
Se advierte la existencia de dolo simultáneo con la contratación: el
dueño hizo creer al comprador que el bien era libre cuando en realidad había
sido adquirido previamente por un tercero en subasta pública.
Por ello, debe confirmarse el procesamiento de la imputada en orden al
delito de estelionato (arts. 173, inc. 9° del C.P.).
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Filozof, Pociello Argerich. (Sec.: Collados
Storni).
c. 26.964, BARRERA, Virginia Ercilia y otros.
Rta: 15/06/2005
DEFRAUDACION.
Por administración fraudulenta. Ausencia de pruebas. "Onus probandi".
Carga de la prueba. Sobreseimiento.
En el procedimiento penal, el onus probandi de la inocencia no le
corresponde al imputado; por el contrario, es el Estado quien tiene la carga de
demostrar la culpabilidad del procesado. El imputado "no tiene necesidad de
probar su inocencia, construida de antemano por la presunción que lo ampara,
352
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
sino que, quien condena debe construir completamente esa posición, arribando
a la certeza sobre la comisión de un hecho punible (*).
Sólo a la defensa le está reservado "el excepcional privilegio de poder
triunfar sin pruebas en el proceso penal" (**).
De lo expuesto, se colige que las presunciones impuestas por el Código
de Comercio, no pueden de modo alguno sustentar la base fáctica sobre la que
versa el reproche penal que se le dirige a un acusado.
Esta línea es seguida por el ordenamiento procesal, en cuanto dilucida
la limitación sobre la prueba que puede prevalecer en el curso de una
investigación -art. 206 del C.P.P.N. Es decir que, si no pueden desentrañarse
las condiciones en las cuales se desarrolló el negocio jurídico, atento a los
controvertidos relatos acumulados en el sumario, no debe hacerse uso de
presunciones para suplir la deficiencia probatoria aludida.
En consecuencia, corresponde confirmar los sobreseimientos
decretados.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 26.070, SAVINO, José F. y otro.
Rta: 05/04/2005
Se citó: (*) Comisión IDH, Informe nro. 5/ 96, caso 10.970, con cita en José I.
Cafferata Nores, Proceso penal y derechos humanos, CELS, Bs. As.,
2000, p. 71.
(**) Ricardo Núñez, Código Procesal Penal de Córdoba, Anotado.
Córdoba, 1978, p. 193.
DEFRAUDACION.
Por administración fraudulenta. Consentimiento del damnificado.
Momento. Consecuencias. Procesamiento.
353
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Respecto del consentimiento prestado por el damnificado en cada una
de las operaciones crediticias, no caben dudas de su capacidad de excluir el
tipo, cuando la aquiescencia se otorga con anterioridad o en forma coetánea a
la realización del delito, no así cuando ya se ha producido la violación del
deber y el consecuente perjuicio.
En este último caso no es posible sostener que el consentimiento tenga
efecto excluyente sobre el tipo.
Por tanto, corresponde confirmar el procesamiento decretado en orden
al delito de defraudación por administración fraudulenta.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.590, LOYOLA, Graciela y otro.
Rta: 26/05/2005
DEFRAUDACION.
Por administración fraudulenta. Designio criminal. Actos ilegítimos.
Extinción de la acción.
La infracción al art. 173, inc. 7° del C.P., tiene en mira la totalidad de la
gestión de los mandatarios en el manejo del patrimonio ajeno, accionar que no
puede confundirse con los diferentes fraudes que puedan haberse cometido.
Los episodios infieles no implican reiteración, ni multiplican el delito, que
sigue siendo único e inescindible (*).
El delito de administración fraudulenta no se multiplica por la cantidad
de actos ilegítimos, sino que se trata de una unidad de acción, una
administración y un solo designio criminal. Por ello, y dado que si se hace
lugar parcialmente a la excepción de falta de acción por cosa juzgada planteada
354
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
por la defensa del imputado se estaría violando la garantía constitucional del
"ne bis in idem", debe declararse extinguida la acción penal.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.890, CERSOSIMO, Luis Alfredo.
Rta: 20/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, "Galimi, Félix D.", rta: 21/6/1978;
C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 37.141, "Consoli, Próspero", rta:
2/5/1990, D.J. 1991-I-303, citados por Guillermo R. Navarro, Fraudes
al comercio y a la industria, Pensamiento Jurídico, 1998, p. 121 y ss. y
C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 7.922, "Condomi Alcorta, Roberto",
rta: 28/11/1997 y c. 25.171, "Villanueva, Miguel Alfredo", rta:
30/03/2005.
DEFRAUDACION.
Por desbaratamiento de derechos acordados. Boleto de compraventa.
Sujeto activo. Procesamiento.
Comete el delito de defraudación por desbaratamiento de derechos
acordados el sujeto que suscribe un boleto de compraventa de un inmueble con
una persona y luego lo vende a otra (*), ya que resultan derechos susceptibles
de ser desbaratados aquellos que transmiten tal boleto.
Al acordar un derecho por un precio, a pesar que la consolidación del
mismo se halle sometida a formalidades, el sujeto activo asume "obligaciones
expresas" de abstención para el futuro (**).
El contenido del inc. 11°, del art. 173, del C.P. se proyectó en principio
para abarcar penalmente la conducta de quien imposibilitara la transferencia
del dominio de una cosa mueble o inmueble en las condiciones establecidas en
el boleto de compraventa, ya que, como el acto por el cual se imposibilitaba la
355
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
transmisión era posterior al de la venta originaria, no podía en consecuencia
considerarse como delito de estafa. El autor de este delito sólo podrá ser quien
con anterioridad ha acordado el derecho que luego desbarata. La figura exige
que el sujeto activo sea autor de una acción anterior que jurídicamente
constituya una obligación válida cuyo cumplimiento requiere actos positivos
ulteriores, por lo que en este delito son hechos posteriores por obra de los
cuales se tornará imposible, incierto o litigioso el derecho. Están comprendidos
en esta figura todos los derechos, sean reales o personales (***).
Por ello, debe confirmarse el procesamiento del imputado en orden al
delito de defraudación por desbaratamiento de derechos acordados.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. Garrigós de Rébori, Navarro, Piombo. (Sec.:
Uhrlandt).
c. 23.818, REQUENA de PALUDI, Miriam y otro.
Rta: 17/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 33.616, "Sorzana, J.C.", rta:
12/7/1996.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 15.538, "Abolsky, Aníbal", rta:
13/06/2001.
(***) C.N.C.P., Sala IV, c. 1.942, reg. 3.380, "Carlos, Alberto
s/recurso de casación", rta: 17/05/2001.
DEFRAUDACION.
Por retención indebida. Locatario. Obligación de devolver. Dolo:
prueba.
Intimación
previa.
Innecesariedad.
Sobreseimiento.
Revocación.
Si el hecho denunciado tuvo lugar dos días antes de la rescisión locativa
y los bienes fueron retirados en horario nocturno por parte de quienes debían
356
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
meses de alquiler, ello evidencia el propósito de despojar al damnificado de
bienes que le pertenecen y que ellos detentaban exclusivamente por un contrato
de locación que le permitía su uso dentro del local.
Ello equivale a sostener que recibieron tales efectos por un título que
producía obligación de devolver por lo cual no se aprecia que el requisito de la
intimación previa se alce como un requisito para la configuración de la
defraudación por retención indebida, en la medida en que las propias
singularidades del retiro de los bienes antes de finalizar la relación contractual
ya darían acabada cuenta del dolo que exige la figura en estudio (art. 173,
inciso 2°, del Código Penal), de modo que cualquier intimación al respecto se
exhibe superflua.
Es que, "Si el comodatario...no la restituye por haberla destruido o
disipado, incurrirá en el crimen de abuso de confianza, y podrá ser acusado
criminalmente antes o después de la acción civil para el pago del valor de ella,
e indemnización del daño causado" (art. 2274 del Código Civil) (*).
Con ello, corresponde revocar el sobreseimiento decretado.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró. (Prosec. Cám.:
Franco).
c. 26.433, LOPEZ MADRID, Marcelo.
Rta: 14/06/2005
Se citó: (*) José Licinio Scelzi, Defraudación por retención indebida, Din, Bs.
As., 1993, p. 209 y ss.
DEFRAUDACION.
Por retención indebida. Contador de empresa. No devolución de
documentación y libros de contabilidad. Procesamiento.
357
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
No asiste razón al imputado que en su intento por eludir responsabilidad
refirió que la documentación secuestrada en su poder se trataba de fotocopias
de originales que obraban en la empresa, y que los tres libros de IVA
incautados en su domicilio, así como los restantes papeles de trabajo, no hacían
al giro comercial de aquella y que no había sido intimado a su devolución, en
tanto no puede soslayarse en vinculación con la vida societaria, la
prescindencia de documentación y libros contables que respalden con claridad
los actos de gestión y situación patrimonial de un empresa, más aun, si el
propio imputado -contador- no podía desconocer la obligación establecida por
la ley mercantil (art. 33, inc. 3°, Cód. Com.), respecto a la conservación de la
correspondencia que tengan relación con el giro comercial, así como la de
todos los libros de contabilidad.
Por tanto, corresponde confirmar el procesamiento decretado.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.582, SFORZIN, Antonio J.
Rta: 30/05/2005
DELEGACION DE LA INSTRUCCION.
Art. 196 bis del C.P.P.N. Individualización
Desconocimiento del apellido. Improcedencia.
del
imputado.
La "individualización" del imputado establecida en el art. 196 bis del
C.P.P.N. no prevé, para imponer ese trámite, ninguna fórmula sacramental que
requiera la mención de apellidos. No solo no hay fórmulas específicas para
resolver la cuestión sino que, conforme lo establece el inc. 1° del art. 188,
C.P.P.N., entre los requisitos para formular el requerimiento de instrucción se
prevé la posibilidad de que se ignoren los datos completos del imputado, sin
que ello afecte la posibilidad de que se pueda requerir en su contra.
358
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Si en la causa fue individualizada por el damnificado una persona con el
nombre "Marcela", aportando su domicilio y el agente fiscal requirió la
instrucción del asunto respecto de ella, corresponde revocar el auto que delegó
la investigación en los términos del art. 196 bis del C.P.P.N.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.536, MARCELA.
Rta: 26/04/2005
DELEGACION DE LA INSTRUCCION.
Art. 215 del C.P.P.N. Auto de procesamiento. Garantía de la doble
instancia. Imperatividad.
Si se ha recibido declaración indagatoria al imputado el juzgado debió
haber adecuado su situación procesal de acuerdo a lo establecido en la ley
ritual, conforme surge del juego armónico de los arts. 196, 215, 294, 306 y 346
del C.P.P.N. Aun cuando la instrucción se encuentre delegada en el Fiscal y el
art. 215 pareciera prescindir del auto de procesamiento, la imperatividad de su
dictado surge de lo establecido en el art. 346, en cuanto establece su dictado
como condición previa para la realización de los requerimientos necesarios
para que la causa avance a la etapa de juicio.
"De esta forma se asegura a todas las partes vinculadas al proceso la
posibilidad de contar con mayores oportunidades de recurrir las decisiones
que le causen agravio, viéndose garantizado de este modo, el acceso de las
mismas al ejercicio de la doble instancia" (*).
La ausencia de toda restricción normativa del precepto, importaría
prescindir del auto de procesamiento en delitos de extrema gravedad, para los
cuales sería necesario aún, adicionarle la prisión preventiva del imputado
(cuyo pronunciamiento quedaría así neutralizado u omitido en tales casos (**).
359
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Si bien es imposible que el derecho a ser oído del imputado, que
encuentra correlato con la facultad ulterior de apelar su eventual
procesamiento, difiera según quien resulte director de la instrucción,
incurriéndose en una desigualdad que atenta contra el principio del art. 16 de la
C.N., la omisión del dictado del auto de procesamiento se ha visto como un
menoscabo a la garantía constitucional de defensa en juicio y del debido
proceso (***).
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Bunge Campos, Escobar. (Prosec. Cám.:
Oberlander).
c. 26.558, PAPASODARO, Daniel Antonio y otro.
Rta: 21/06/05
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 17.679, "Mejía Quijano, M.", rta:
23/4/2002.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 20.495, "Klainsek, R.", rta:
25/8/2003; Sala V, c. 23.859, "Dorrey, R. M.", rta: 29/6/2004 y Sala
V, c. 17.609, "Isoldi, F.D.", rta: 11/12/2001.
(***) C.N.Crim. y Correc., Sala V, "P.A.", J.A., III, índice, 182.
DELEGACION DE LA INSTRUCCION.
Art. 215 del C.P.P.N. Prescindencia. Garantía de defensa en juicio.
Doble instancia. Principio de igualdad. Improcedencia.
El único sistema por el cual el legislador no ha previsto el auto de
procesamiento como requisito para requerir la elevación a juicio, es el de la
instrucción sumaria (arts. 353 bis y ter). Siquiera en el marco de la ley 25.760,
que incluyó el art. 212 bis del C.P.P.N. (secuestros extorsivos), se prescinde de
resolver la situación procesal del imputado luego de la indagatoria, en los
términos del art. 306 y siguientes del ceremonial.
360
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Una interpretación aislada de la norma del art. 215 puede resultar
confrontada con otros mecanismos e institutos previstos que emergen de la
economía del procedimiento aplicable.
De un lado, la declaración indagatoria sugiere siempre la necesidad de
resolver la situación procesal del imputado (arts. 294, 306 y 307) y a excepción
del régimen de instrucción sumaria, el requerimiento de elevación a juicio, aun
en causas delegadas, supone el dictado del auto de procesamiento, como
claramente se desprende de las disposiciones del art. 346 del ritual (***).
De lo contrario se llegaría a no resolver la situación procesal de un
indagado que se encuentra detenido, en tanto la prisión preventiva es aneja al
auto de procesamiento (art. 312).
También resultan accesorios al procesamiento el embargo (art. 518), las
restricciones, abstenciones, obligaciones de concurrencia, inhabilitación
especial y exclusión del hogar del art. 310, así como la medida provisoria
vinculada a la conducción de automotores del art. 311 bis.
So pretexto de criterios de celeridad procesal, no puede justificarse el
apartamiento de preceptos que regulan el proceso penal, entre los cuales se
encuentra el auto de procesamiento, en el que debe subsumirse el hecho al tipo
delictivo correspondiente (****). Este auto y la calificación legal que le es
inherente, tienen incidencia en institutos de trascendencia, tales como la
excarcelación, pues el dictado de aquél oficia de parámetro en orden a lo que el
juez habrá de tener en cuenta (art. 318), con mayor razón en aquellas
situaciones que, justamente, posibilitan la apelación de la calificación legal
siempre auto de procesamiento mediante y que pueden vincularse con otros
institutos que permiten discutirla al imputado o su defensa.
De lo contrario se pasaría por alto la norma del art. 311 del Código
adjetivo, puesto que tal precepto implica la posibilidad de discutir ante la
alzada el mérito de un pronunciamiento de indudable signo incriminador.
"la garantía de la defensa en juicio no se reduce al otorgamiento de
facultades para el ejercicio del poder de defensa sino que se extiende, según los
casos, a la provisión por el Estado de los medios necesarios para que el juicio
al que se refiere el art. 18 de la Constitución Nacional se desarrolle en paridad
de condiciones respecto de quien ejerce la acción pública y quien debe soportar
361
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
la imputación, mediante la efectiva intervención de la defensa" (*****). Si se
aceptara la prescindencia del auto de procesamiento, no se vería qué
intervención efectiva podría ofrecerse a la defensa no es este el caso de
flagrancia, que diera lugar al régimen de la información sumaria o citación
directa de los regímenes provinciales, de los que se extrapoló el contenido del
art. 215 en cuestión, puesto que con sólo abrigar una postura diferente a la del
imputado conforme su versión en indagatoria, habrá de requerirse la elevación
de la causa a juicio, luego de llevar a cabo una instrucción donde la defensa
bien puede contar con rechazos en torno a la producción de medidas
probatorias (art. 212 in fine).
Ello así, sin que la notificación a que alude el art. 349 del ritual
conduzca a neutralizar el aserto, porque a todo evento, el auto de elevación a
debate no resulta apelable (art. 352).
El dictado de auto de procesamiento oficia como forma eficaz de
producir un control de la actividad persecutoria, antes del ingreso del imputado
al debate, o mejor aun, en la inteligencia de evitarlo, extremo que no puede
resultar azaroso desde la posición de quien es sometido a proceso, por la mera
circunstancia de que el juez instructor, conforme a la opción que el digesto
adjetivo autoriza, sólo elija conferir la dirección de la pesquisa al agente fiscal.
Esta alternativa que la ley otorga al juzgador (art. 196) discrecional, en modo
alguno permite eludir la definición jurisdiccional del caso por el propio juez,
quien en todo momento, además, puede reasumir la pesquisa (art. 214), pero no
precisamente a solicitud del imputado.
Aun cuando pueda concederse que nuestra instrucción deba ser
reputada de larga y morosa, no es del todo cierto que ella sólo lleve su razón de
ser para preparar el debate, "pues en rigor sirve tanto para ello, como también
para evitarlo" y que según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(Informe 17/94, caso "Maqueda"), el derecho a la doble instancia no sólo
ampara a la sentencia penal condenatoria, sino a todo "auto importante" que
agravie al imputado (******), máxime cuando ese "auto importante" lleve
consigo una calificación legal con incidencia directa en el régimen de coerción
personal.
362
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Debe señalarse que en el instituto de la instrucción sumaria, puede el
imputado hacer uso de la opción que el mismo sistema prevé (art. 353 bis in
fine), mediante la solicitud de declarar en indagatoria, caso en el cual "la
instrucción se regirá por las normas comunes" y el consecuente dictado del
auto de procesamiento, con lo cual aquél imputado sorprendido en flagrancia se
encontraría en mejores condiciones de discutir su posición procesal que
cualquier otro que, en suerte o mejor dicho por infortunio, bajo la perspectiva
del art. 196 del C.P.P.N. ha tenido que ser centro de una investigación
unilateral practicada por la fiscalía y luego de cuya indagatoria puede ser
objeto de una requisitoria de elevación a juicio; requerimiento que,
evidentemente, querrá evitar y que marca además un hito desde la perspectiva
de la secuela de juicio en los términos del régimen actual de prescripción de la
acción penal (ley 25.990), lo cual compromete el principio de igualdad
consagrado por la Constitución Nacional (art. 16).
Por tanto corresponde revocar el auto que ordenó la devolución de las
actuaciones al fiscal a cargo de la investigación.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró. (Sec.: Bruniard).
c. 26.725, BENTIVENGA, Miguel A.
Rta: 13/06/2005
Se citó: (*) Francisco D'Albora, Código Procesal Penal de la Nación, anotado,
comentado y concordado, 6ta. ed., Lexis Nexis, Abeledo-Perrot, Bs.
As., 2003, t. I, p. 452.
(**) Guillermo R. Navarro y Roberto R. Daray, Código Procesal
Penal de la Nación, Hammurabi, Bs. As., 2004, t. I, p. 533.
(***) C.S.J.N., B 310 XXXI, "Basilio, Alberto Oscar s/recurso
extraordinario en autos: Drema S.A. c/ Basilio, Alberto Oscar s/
presunta comisión del delito de estafa", rta: 30/04/1996, Fallos
319:617.
363
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
(****) Miguel Angel Almeyra, ¿Elevación de la causa a juicio sin
procesamiento?, L.L., 2005, A, 539, comentario al pronunciamiento
de la C.N.Crim. y Correc., Sala I, "Aizenstat, Luciano y otros", rta:
8/8/2004.
(*****) Guillermo R. Navarro y Roberto R. Daray, Código Procesal
Penal de la Nación, Hammurabi, Bs. As., 2004, t. I, p. 534.
DELEGACION DE LA INSTRUCCION.
Nueva delegación. Improcedencia. Revocación.
No corresponde delegar el trámite de la causa nuevamente en la
Fiscalía, para que cumplimente diligencias probatorias que el juez estime
pertinentes.
La delegación de la instrucción no autoriza a imponer al fiscal la
realización de las pruebas que el juez, pues el Ministerio Público no actúa
como su auxiliar sino como órgano encargado de la dirección de la
investigación. Así, la actividad probatoria estará subordinada al criterio del
ocasional funcionario instructor, con la salvedad de la facultad del juez de dejar
sin efecto la delegación cuando así lo considere pertinente. Si el juez estima
que debe continuar la investigación que oportunamente delegara por aplicación
del art. 196, C.P.P.N., basta con reasumir la investigación y llevar adelante las
medidas que estime pertinentes sin dar intervención a la Cámara (*).
Por ello, debe revocarse el auto por el que se dispone una nueva
delegación de la instrucción.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Sec.: Paisan).
c. 25.380, CABRERA, Daniel.
Rta: 13/05/2005
364
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 18.437, "Crivelli, Patricio y otro",
rta: 8/4/2002.
Nota: Véase en igual sentido, C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 25.382, "Aleman, Luis
Roberto", rta: 13/5/2005.
DELITO DE INSTANCIA PRIVADA.
Denuncia. Desistimiento posterior. Improcedencia. Revocación.
Luego de los claros términos de la inicial denuncia, ningún valor posee
la manifestación del damnificado en el sentido de "no instar la acción penal",
en tanto en los delitos dependientes de instancia privada, aunque condicionado
el inicio al acto de la instancia del agraviado, presenta en lo demás los mismos
caracteres de la acción pública, es decir que responde a los principios de
legalidad procesal, indivisibilidad e irretractabilidad.
Por ello, corresponde revocar el auto que sobreseyó al imputado.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró. (Prosec. Cám.:
Franco).
c. 26.786, SEGRERA, Diego.
Rta: 14/06/2005
DENUNCIA.
Formulada por funcionarios públicos. Falta de ratificación. Invalidez.
Rechazo. Excepción de previo y especial pronunciamiento. Rechazo.
Como la ratificación de la denuncia ante los estrados del Tribunal tiene
por objeto principal verificar de manera personal la identidad de sus
presentantes y conformidad de sus dichos, requerirlo aparece como un ritual
365
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
sobreabundante cuando tal denuncia procede de funcionarios públicos que la
formulan, en virtud del art. 177, inc. 1° del C.P.P.N., máxime si los
denunciantes fueron citados a ratificar sus dichos, y formalizaron lo
oportunamente denunciado.
No puede invalidarse un acto que implica hacer saber ante autoridad
competente a través de la denuncia escrita, la posible comisión de un delito de
acción pública para su investigación por la falta de ratificación, pues aun el
mismo precepto del art. 175 del C.P.P.N. obvia toda referencia tal práctica.
Resulta facultativo de la autoridad competente impulsar la iniciación de la
instrucción basada en denuncia aun no ratificada, ya que la ausencia de
prohibición expresa sobre el particular y la búsqueda de la verdad real permiten
privilegiar tal solución.
Por ello, y dado que la denuncia escrita no ratificada no afecta la
validez de los procedimientos realizados sobre su base, tenido en cuenta que ha
mediado un impulso ulterior válido, esto es el requerimiento fiscal de
instrucción (*), debe confirmarse el auto por el cual no se hace lugar a la
excepción de previo y especial pronunciamiento planteada.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Bruniard).
c. 26.115, Inc. de previo y especial pronunciamiento por falta de acción.
Rta: 18/04/2005
Se citó: (*) Guillermo R. Navarro y Roberto R. Daray, Código Procesal Penal
de la Nación, Hammurabi, Bs. As., 2004, t. 1, p. 438.
DESESTIMACION.
Inexistencia de delito. Amenazas. Pleito judicial. Querellante. Falta de
configuración de un delito. Procedencia.
366
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
No se advierte la intimidación denunciada, si las falsas imputaciones
son el objeto de una querella en sede correccional, desde que el delito de
amenazas es el anuncio de un mal futuro, para la propia víctima o un tercero,
que debe presentarse al sujeto pasivo como dependiente, su concreción, de la
voluntad del propio agente. No se vislumbra dicho anuncio, al tratarse de
presentaciones dentro del marco del pleito judicial, donde las partes ejercen sus
derechos, en el rol para el cual fueran convocados en su calidad de abogados y
con las facultades otorgadas por la ley, que descarta lo "injusto" del proceder,
más allá de la acogida favorable, o no, de sus pretensiones.
El art. 82 del C.P.P.N. autoriza a incorporar al proceso a "toda persona
con capacidad civil particularmente ofendida por un delito de acción
pública..."; por lo que, en consonancia con la falta de configuración de delito
alguno, no corresponde luego hablar de la existencia de un particular ofendido
dentro del ámbito penal. Legitimar como querellante al mismo tiempo que
fundadamente se declara que el hecho carece de adecuación típica, resulta
contradictorio, pues la legitimación requiere un fundamento en derecho
sustantivo del que se carece (*).
Por ello, debe confirmarse el auto por el que se desestiman las
actuaciones por inexistencia de delito y no se hace lugar al pedido del
recurrente de ser tenido como parte querellante.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Rimondi, Garrigós de Rébori. (Prosec. Cám.:
Fernández de Cuevas).
c. 25.376, QUATTRINI, Sergio.
Rta: 24/05/2005
Se citó: (*) Guillermo R. Navarro y Roberto R. Daray, La Querella, DIN, Bs.
As., 1999, p. 126.
367
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
DESESTIMACION.
Inexistencia de delito. Denuncia anónima. Validez. Revocación.
La denuncia anónima no afecta la validez de los procedimientos
realizados sobre su base, en tanto haya mediado un impulso ulterior válido de
quienes pueden promover la acción, esto es que se hayan verificado
requerimiento fiscal o prevención o información policial que la hayan acogido
como noticia suficiente para promover su actividad, y que no puede
desconocerse la facultad jurisdiccional de impulsar una línea de investigación
basada en una "notitia criminis" no obstante el desconocimiento de quien la
ofrece (*).
Aunque la comunicación anónima no reúna las condiciones de una
denuncia formal, puede habilitar la instancia instructora, si luego de recibida se
formuló el pertinente requerimiento de instrucción.
Por ello, corresponde revocar el auto que desestimó la denuncia por
inexistencia de delito.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
c. 26.880, LAZARO, Francisco.
Rta: 27/06/2005
Se citó: (*) Guillermo Rafael Navarro y Roberto Raúl Daray, Código Procesal
Penal de la Nación, Pensamiento Jurídico Editora, Bs. As., 1996, t. 1,
p. 360/61.
DESISTIMIENTO.
Tácito. Materia procesal. Facultades no delegadas. Derecho de
defensa. Debido proceso. Extinción.
368
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
El ejercicio de las acciones es materia procesal y su regulación en el
Código Penal (art. 59) es una usurpación del Congreso de la Nación sobre las
facultades no delegadas por las provincias, y cada vez que éstas regulen
respecto de la materia, no vienen más que a complementar a aquellas
disposiciones y recobrar lo que nunca han cedido al Gobierno Nacional.
Achacarle al legislador local haber alterado el derecho de fondo supone
la proscripción de normas constitucionales desde la óptica de las facultades no
delegadas, por ser disposiciones de naturaleza procesal correctamente
reguladas en el ámbito local. Convalidar la prolongación de la incertidumbre
provocada por la promoción del proceso penal a la sola voluntad de un
particular, viola el derecho de defensa y la garantía de debido proceso penal
(*).
Es generador de una gran inseguridad permitirle al querellante mantener
viva la posibilidad de persecución eternamente, ya que el sistema federal, en
cumplimiento de los pactos internacionales de raigambre constitucional, que la
regulación de la forma de concluir procesos quede bajo la órbita de cada
legislativo local.
Por ello, debe confirmarse el auto por el que se declara la extinción de
la acción penal por desistimiento tácito del querellante (art. 422, inc. 1° y 423
del C.P.P.N.).
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Prosec. Cám.: Fernández de
Cuevas).
c. 25.951, DIMA, Alfonso y otro.
Rta: 19/05/2005
Se citó: (*) C.S.J.N., "Thomas Abascal", rta: 1958, Fallos 244:568.
369
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
DETENCION.
Garantías constitucionales. Delito excarcelable. Medidas menos
gravosas. Revocación.
Si el imputado fue declarado rebelde, fue notificado en el último
domicilio que registra y fue cumplida la publicación de edictos, sin poder ser
habido, habrán de ponderarse las reglas que surgen de los art. 2 y 280 del
C.P.P.N., según las cuales deben interpretarse restrictivamente las
disposiciones que coarten la libertad personal, las que sólo pueden encontrar
basamento en los peligros que pudieren cernirse en torno al descubrimiento de
la verdad y la aplicación de la ley.
La limitación de la libertad no puede proceder por la sola comprobación
de las circunstancias procesales mencionadas, puesto que debe realizarse un
análisis en conjunto de los principios constitucionales y los que surgen de los
pactos internacionales sobre derechos humanos, a fin de establecer en qué
casos y bajo qué circunstancias resulta indispensable la detención.
De tal modo, la restricción de la libertad personal sólo procederá
cuando se verifiquen los peligros procesales del art. 280 del código formal,
puesto que el derecho a permanecer en ese estado posee jerarquía
constitucional (*).
Las normas de los arts. 282, 288 y 289 del C.P.P.N. sólo constituyen
reglamentación de la tratada garantía, cuya interpretación no puede contrariar
el espíritu del art. 18 de la C.N. y las normas concordantes de los pactos
internacionales, en particular los arts. 7, inc. 1°, 2° y 3° de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos y el art. 9, inc. 1° del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, interpretados de acuerdo al art. 29 de aquélla,
en cuanto a la imposibilidad de limitar los derechos y garantías en mayor
medida que la establecida en la Convención.
Dado que el imputado no conoce la imputación en su contra ni el
llamado a concurrir a prestar declaración indagatoria, diligencia que se
encamina a que el causante haga uso de su derecho constitucional de defensa,
sumado a que el delito que se le imputa, esto es estafa, resulta excarcelable, no
370
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
procede ordenar su captura, puesto que la privación de la libertad no aparece
como imprescindible, al existir medidas de similar eficacia pero menos
gravosas, tales como aquellas que sirvan a la averiguación de su actual
domicilio, a efectos de la citación y posterior concreción del acto de
indagatoria.
Por ello, y de acuerdo al principio de proporcionalidad y al carácter
excepcional de las medidas de coerción (**), corresponde revocar la orden de
captura del imputado.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
c. 26.408, LUDUEÑA, Martín P.
Rta: 29/04/2005
Se citó: (*) C.S.J.N., "Celso de Stoll, Elide J. - Lopardo, Fernando Gabriel",
rta: 11/3/1982, Fallos 304:319; "Miguel, Carlos Esteban", rta:
11/9/1986, Fallos 308:1631; "Stancato, Carmelo A.", rta: 15/09/1987,
Fallos 310:1835; "Gundin, Jorge Omar", rta: 14/05/1991, Fallos
314:451; "Lucero, Fabio A. y Marichal, Javier I.", rta: 06/08/1991,
Fallos 314:791; "Luis M. Gotelli", rta: 7/9/1993, Fallos 316:1934;
"Nápoli, Erika Elizabeth y otros", rta: 22/12/1998, Fallos 321:3630.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 19.478, "Lema, Ramón Luis",
rta: 29/11/2002.
DETENCION.
Interpretación restrictiva. Libertad durante el proceso. Reglamentación.
Imputación: desconocimiento. Administración fraudulenta. Rechazo.
Según las reglas de los arts. 2° y 280 del C.P.P.N. debe realizarse una
interpretación restrictiva de las disposiciones que coarten la libertad personal
371
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
del imputado, las que únicamente pueden encontrar basamento en los peligros
que pudieren cernirse en torno al descubrimiento de la verdad y la aplicación
de la ley.
Las normas procesales de los arts. 282, 288 y 289 sólo constituyen la
reglamentación de la garantía de la libertad durante la tramitación del proceso,
cuya interpretación no puede contrariar el espíritu del art. 18 de la C.N. y las
normas concordantes de los pactos internacionales (art. 7, inc. 1°, 2° y 3° de la
C.A.D.H. y art. 9, inc. 1° del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos).
Si los imputados no conocen la imputación ni el llamado a prestar
declaración indagatoria, sumado a que el delito atribuido es el previsto por el
art. 173, inc. 7° del C.P., que resulta excarcelable, no procede ordenar la
captura.
Por ello, y dado que la privación de la libertad no aparece como
imprescindible por existir otras medidas menos gravosas, debe ordenarse a la
Jefatura de la Policía Federal Argentina la averiguación del paradero de los
imputados sin la aplicación de restricción alguna a su libertad.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
c. 26.232, N.N.
Rta: 07/04/2005
DETENCION.
Medidas alternativas. Voluntad de incomparecencia. Proporcionalidad.
Excepcionalidad. Revocación.
Si el juzgado no agotó los medios existentes para que el imputado
comparezca a prestar declaración indagatoria, no corresponde ordenar su
372
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
captura, sino buscar las medidas menos gravosas para que se cumpla esa
finalidad (*).
Si no existe conocimiento de la citación mal puede haber voluntad de
incomparecencia. La detención es una de las facultades más importantes que
ejerce un juez de manera casi exclusiva, por ello, requiere de un análisis
cuidadoso en cada caso, pues, de los contrario, podría ser pasible de
encuadrarse en un caso de abuso de poder. A su vez, el derecho a no ser
detenido arbitrariamente es un derecho reconocido en el orden internacional, en
numerosos instrumentos de derechos humanos incorporados a nuestro bloque
constitucional (art. 75, inc. 22, C.N.; art. 7.2, C.A.D.H. y art. 9.1 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos), cuyo incumplimiento genera
responsabilidad internacional para el estado argentino.
La detención de una persona durante el proceso reclama la verificación
de la necesidad, de la idoneidad y de la proporcionalidad de dicha medida de
coerción. Este análisis debe fundarse en las circunstancias concretas de la
causa, pues una adecuada fundamentación no se satisface con fórmulas
genéricas o meras invocaciones vacías de contenido (**).
Lo primero a tener en cuenta, para la comprensión de las medidas de
coerción en el marco de un proceso penal, debe ser su carácter excepcional, y
la necesidad de un previo análisis de idoneidad y proporcionalidad respecto del
caso concreto. Siempre se deberá optar por aquella medida que resultando
menos gravosa asegure igualmente la consecución del fin procesal propuesto
(***).
Por ello, debe revocarse la resolución por la cual se ordenó la captura
del imputado.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 26.232, VILLAREAL, Héctor Oscar.
Rta: 15/06/2005
373
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 22.490, "Bursese, Carlos,
s/nulidad", rta: 29/6/2004; c. 24.348 "Fernández, Manuel Carmelo"
rta: 30/9/2004 y c. 25.577, "Martínez, Alberto y otro", rta: 10/5/2005.
(**) Plenario del Consejo de la Magistratura, resolución n° 377/2003,
del 11/9/2003, exp. 332/02, caratulado "Martínez Llano, José
Rodolfo" c/ titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional
Federal N° 1 de San Isidro".
(***) Pablo Slonimisqui, Sobre el uso irracional de las medidas de
coerción procesal: La Detención Judicial Arbitraria, Garantías
Constitucionales y Nulidades Procesales, Revista de Derecho Penal,
Rubinzal-Culzoni, 2001-1, p. 425.
Nota: Véase en igual sentido, C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 26.340, "Giménez, Juan
Primitivo", rta: 15/6/2005 y c. 25.958, "Olmedo, Olga Beatriz", rta: 17/6/2005.
DEVOLUCION DE EFECTOS.
Adquirente de buena fe y a título oneroso. Procedencia.
En el caso de las cosas sustraídas, la restitución corresponde en la
persona del adquirente de buena fe y a título oneroso, que la hubiera adquirido
en una venta pública (art. 2768 del C.C.) (*).
Por ello, y si el peticionante reúne las condiciones indicadas, debe
confirmarse el auto que dispone la entrega definitiva de la obra pictórica.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Prosec.
Cám.: Leo).
c. 26.451, Incidente de entrega definitiva.
Rta: 22/04/2005
374
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) Guillermo Navarro y Roberto Daray, Código Procesal Penal de la
Nación, Pensamiento Jurídico Editora, Bs. As., 1996, t. I., p. 513.
DEVOLUCION DE EFECTOS.
Persona que lo poseía. Derechos sobre la cosa. Depositario judicial.
Procedencia.
El art. 238 del C.P.P.N. prescribe que el órgano jurisdiccional debe
efectivizar la devolución de los objetos secuestrados "tan pronto" como su
permanencia en la dependencia en que se encontraren depositados, no sea
necesaria para la tramitación del proceso, a la persona que lo tenía en su poder
al momento de la incautación, salvo que correspondiere darlo a otra por carecer
el tenedor de derecho sobre la cosa.
Aun cuando se haya decretado el sobreseimiento del peticionante, si de
las constancias recolectadas surge que la titularidad registral del rodado recae
en la persona del impugnante, resulta pertinente la entrega del bien al último en
calidad de depositario judicial a título provisorio.
La entrega del rodado en calidad de depositario judicial no faculta a su
poseedor a disponer del bien en forma alguna. Por ello, al no existir ningún
tercero que reclame derecho alguno sobre el bien cuestionado, corresponde
hacer lugar a la entrega del rodado al impugnante en calidad de depositario
judicial provisorio.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.693, KARELITZ, Rolando.
Rta: 07/06/2005
375
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
DEVOLUCION DE EFECTOS.
Solicitud de certificado de dominio. Omisión. Negligencia. Rechazo.
A la luz del art. 929 del C.C., la omisión de solicitar el certificado de
dominio y de servirse de las ventajas del sistema constituye una negligencia
que no puede ser excusada, a los efectos de considerar al adquirente de buena
fe, es decir, cómo obró quien adquirió, con independencia de la inscripción
registral (*).
Debe entenderse negligente quien no se sirve de este procedimiento
para corroborar la identidad de la cosa que adquiere.
Dado que el art. 512 del C.C. indica que la culpa en el cumplimiento de
la obligación consiste en la omisión de aquellas diligencias que exigiere la
naturaleza de la misma y que correspondieren a las circunstancias de las
personas del tiempo y del lugar (**), si el incidentista omitió tales diligencias,
no puede considerárselo como adquirente de buena fe (***).
Por ello, debe revocarse el auto por el que se le hace entrega del rodado.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 25.903, RIVELLI, Aníbal R.
Rta: 31/05/2005
Se citó: (*) Andrea Eloisa Lewintre y Fernando Felix Prosperi, Adquisición de
automotor robado, hurtado o de origen incierto, (Inexistencia de buena
fe y destino del vehículo), L.L. 1994, A, p. 785/791.
(**) Andrea Eloisa Lewintre y Fernando Félix Prosperi, ob. cit., p.
787. C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 26.262, "López, Nélson R. s/ art.
289 del C.P.", rta: 03/05/2005.
376
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
DISTRIBUCION DE IMAGENES PORNOGRAFICAS.
De menores de 18 años. Envío por internet. Inviolabilidad de la
correspondencia. Número indeterminado de personas. Procesamiento.
Si en ningún momento la Policía Federal Alemana ingresó a la cuenta
de e-mail del imputado, sino que las imágenes infantiles pornográficas fueron
enviadas desde la cuenta del encausado a un sitio de internet donde gran
cantidad de personas intercambian opiniones e información sobre diversos
temas, por lo que fue detectado por la oficina especializada en control de sitios
de internet dependiente de las autoridades alemanas, no se vio violado el
derecho a la inviolabilidad de la correspondencia (art. 18 de la C.N.).
No se requiere orden judicial por no implicar una violación a la
correspondencia, la obtención de la información si el material se encontraba
publicado en un sitio de internet de libre acceso.
El envío de material desde la cuenta del imputado a un sitio de acceso
público, lugar en el que pudo ser observado por un número indeterminado de
personas, constituye la acción de distribuir imágenes pornográficas en las que
se exhiben menores de dieciocho años de edad (art. 128, segundo párrafo, del
C.P.).
Por ello, si en la computadora que fue incautada en el domicilio del
imputado, las imágenes con menores que habían sido divisadas por las
autoridades alemanas se encontraban guardadas, debe confirmarse su
procesamiento en orden al delito de distribución de imágenes pornográficas en
las que se exhiben menores de 18 años de edad.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.846, MALOMO, Enrique
Rta: 27/06/2005
377
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
DISTRIBUCION DE IMAGENES PORNOGRAFICAS.
De menores de edad. Obsceno: concepto. Pornográfico. Desarrollo
psicosexual. Mujer desnuda. Sobreseimiento.
Lo "obsceno" depende del tiempo y el lugar, y por ello, resulta un
concepto dinámico y variable, imposible de definir unívocamente.
Con la reforma legislativa del art. 128 del C.P., se sustituyó el término
por el de "pornográfico", mientras que lo obsceno es lo indecoroso, torpe y
ofensivo, pornográfico es una de las características de quien realiza obras
obscenas, por lo que ambos son sinónimos (*).
Lo obsceno de una publicación no reside simplemente en su
inmoralidad, sino que corresponde a la esfera de lo sexual, a lo impúdico por
lujuria, vale decir, lo que es sexualmente vicioso por representar un exceso
respecto del sexo. Lo lujurioso es lo deshonrante o desacreditador. La imagen
no es obscena porque su objeto sea de índole sexual, lo es si es lujurioso (**).
Nada hay en sí mismo que pueda ser calificado de obsceno, sin
consideración de ciertas circunstancias de naturaleza no objetiva, que les
imprime tal carácter (***).
Con la actual redacción del art. 128 del C.P., material pornográfico es
toda obra de contenido lúbrico con capacidad de alterar el normal desarrollo de
la sexualidad de los menores que intervengan en su exhibición (****).
La ley pretende amparar el normal desarrollo psicosexual de la
minoridad. Trata de impedir su acceso libre al campo de la obscenidad para lo
cual se presume "iure et de iure" que el sujeto pasivo no tiene edad, madurez o
desarrollo para acceder a este tipo de material (*****).
Aun cuando la exhibición de una mujer desnuda dentro de un
establecimiento educativo y durante una clase no fue correcta ni adecuada, esa
imagen no resulta objetivamente obscena. La fotografía al no resultar impúdica
ni lujuriosa, ni representar un "exceso" respecto del sexo, sumado a que no es
distinta a las que cotidianamente los medios de comunicación difunden al
público, permite aseverar que dicho material está admitido como algo habitual
378
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
dentro de los usos y costumbres de la sociedad, y corresponde sobreseer al
imputado.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar (en disidencia),
Gerome. (Prosec. Cám.: Oberlander).
c. 25.817, TUROVEZKY, Leandro.
Rta: 03/05/2005
Disidencia del Dr. Escobar: En aras de no vulnerar la garantía constitucional de
doble instancia, corresponde que sea el "a quo" el que disponga el
sobreseimiento del imputado.
Se citó: (*) Adrián Marcelo Tenca, Delitos Sexuales, Astrea, Bs. As., 2001, p.
194.
(**) Ricardo Nuñez, Tratado de Derecho Penal, Lerner, Córdoba,
1988, t. III, vol. II, p. 383.
(***) Sebastián Soler, Derecho Penal Argentino, Tea, Bs. As., 1988, t.
III, p. 354.
(****) Fabián Luis Riquert, Exhibiciones obscenas, Di Plácido, Bs.
As., 2003, p. 60.
(*****) Jorge Luis Villada, Delitos contra la integridad sexual,
Abeledo Perrot, Bs. As., 2000, p. 140.
EMBARGO.
Instrucción sumaria. Dictado. Procedencia.
No existen obstáculos para que en el régimen de instrucción sumaria
pueda trabarse embargo sobre dinero o bienes de quien resulta imputado, en
armonía con el resto del ordenamiento procesal (*).
379
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Dicha medida no sólo tiende a garantizar la pena pecuniaria y la
indemnización civil, sino las costas (art. 518 del C.P.P.N.), las que incluye el
pago de la tasa de justicia, los honorarios de abogados y demás gastos que se
hubieren originado por la tramitación de la causa (art. 533 del C.P.P.N.).
Por ello, debe confirmarse la sentencia apelada.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
c. 26.339, PANUCCI, Gloria Aurora.
Rta: 19/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 14.114, "Rodriguez, Luis R.",
rta: 8/8/2000 y c. 21.761, "Bolaño, Cristian", rta: 15/7/2003.
EMBARGO.
Traba sobre derecho en expectativa. Nulidad.
En tanto no puede trabarse un embargo sobre un derecho en
expectativa, como lo es el reconocimiento efectuado en el expediente
comercial, sino sobre bienes que hayan ingresado al patrimonio del imputado,
el embargo preventivo decretado -medie o no, las circunstancias mencionadas
en el último párrafo del art. 518 del C.P.P.N.- resulta nulo a la luz de lo
normado en el art. 123 del Código adjetivo y así corresponde declararlo.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 26.010, LABORDE, Pedro y otro.
Rta: 08/04/2005
380
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
ENCUBRIMIENTO.
Agravado por el ánimo de lucro. Improcedencia. Competencia. Justicia
correccional.
El ánimo de lucro consiste en la intención del agente de obtener, con la
cosa recibida a sabiendas de su origen ilícito, cualquier beneficio económico, y
no debe probarse que haya conseguido tal ganancia, sino tan sólo la intención
de procurarla.
Si desde la sustracción de la tarjeta de débito, hasta la detención del
imputado en su poder, aquél no intentó extraer dinero y no elementos
probatorios que permitan considerar que actuó con el ánimo de lucro que prevé
la agravante, debe declararse la competencia de la Justicia correccional.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
c. 26.619, ANTUNEZ, Juan Carlos I.
Rta: 10/05/2005
ENRIQUECIMIENTO ILICITO.
Inconstitucionalidad. Actos propios. Renuncia de derechos. Funcionario
público. Delito de omisión. Carga de la prueba. Omisión de justificación.
Dolo. Atipicidad. Bien jurídico.
Desde la teoría de los "actos propios", el voluntario sometimiento a un
régimen jurídico y a una determinada jurisdicción comporta un inequívoco
acatamiento a sus normas y determina la improcedencia de una impugnación
ulterior con base constitucional.
381
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
La "renuncia" a los derechos es aceptada en nuestro ordenamiento
jurídico y constituye algo que ocurre normalmente.
Se debe considerar la restricción de ciertos derechos de los funcionarios
como contrapartida de la posición de poder que gozan algunos de ellos. Un
individuo que decide buscar un cargo en el gobierno debe aceptar ciertas
consecuencias necesarias que surgen de involucrarse en los asuntos públicos.
Corre el riesgo de un escrutinio público más estricto de lo que ocurriría en otro
caso, debido a la renuncia voluntaria a determinado derecho (**).
Si bien la norma penal examinada dispone una restricción fuerte al
derecho a la presunción de inocencia, la ratificación de la figura por omisión y
el marcado énfasis en su reivindicación y regulación más operativa, permiten
concluir que la resignación de derechos -desde la óptica de los propios
funcionarios al mantener su vigencia- tiene, en su entendimiento, los alcances
que se le asignan (del voto del Dr. Bruzzone).
La figura en estudio resulta un delito de omisión; concretamente, la
violación del deber de informar sobre la evolución de su patrimonio que pesa
sobre todo funcionario o empleado público. Así, dada la dificultad de probar
los hechos concretos de corrupción, la solución más expeditiva es la de
reprimirlos mediante la figura de presunción de ilicitud del enriquecimiento,
aplicable a quienes no puedan justificar debidamente la causa del incremento
patrimonial. Para que dicha presunción de ilicitud no se convierta en una
inversión de la carga de la prueba, contraria a la luz del art. 18 de la C.N., los
sujetos activos de esta figura tienen el deber positivo de informar la evolución
de sus patrimonios personales; esta es una obligación extraordinaria que deriva
del cargo o empleo público que ejercen. De tal modo, el art. 268 (2) del C.P. no
reprime el incremento patrimonial apreciable, sino la omisión de justificar su
origen.
Los inconvenientes para acreditar los delitos concretos que
fundamentan desproporcionados incrementos patrimoniales de los funcionarios
públicos, tornan lícito que el ordenamiento positivo imponga a quien asume un
cargo o empleo público el deber de justificar todo enriquecimiento apreciable
que se produjese en su patrimonio personal (***).
382
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Es un delito doloso, ya que el tipo subjetivo está conformado por una
faz cognitiva, en la que el funcionario debe conocer la obligación que tiene de
justificar los incrementos apreciables que registre su patrimonio y el carácter
delictivo del incumplimiento, y otra volitiva, en tanto debe tener la voluntad de
incumplir con su deber de justificar.
Para poder incumplir voluntariamente, el funcionario público debe tener
la posibilidad fáctica de cumplir. De resultarle imposible (porque el proceder
ilícito contra cualquier bien jurídico) se estaría frente a un incumplimiento
forzoso en el que faltaría la faz volitiva del dolo y, en consecuencia, resultaría
atípico.
Uno de los presupuestos para la configuración de los delitos propios de
omisión es la capacidad de hecho de cumplir con la conducta debida.
Careciéndose de dicha capacidad fáctica, el agente no puede ser autor del tipo
omisivo.
El código penal hace referencia al verbo "justificar" y no, simplemente,
a "informar" o "explicar", dado que no basta poner en conocimiento de la
autoridad requirente el origen del incremento, sino que debe demostrarse que
éste se funda en ingresos legítimos del agente. Así, el centro de la cuestión pasa
de una supuesta obligación omitida a los actos que llevaron a un ilegítimo
aumento del patrimonio del funcionario público.
El incremento es un hecho, no obstante lo cual no debe caerse en el
error de confundir la acción con el resultado. Un aumento del activo o una
disminución del pasivo son simples modificaciones del estado patrimonial de
una persona; pero son consecuencia de un acto humano, y son estos los actos
que, de ser además típicos, antijurídicas y culpables, configuran el delito de en
cuestión.
Dadas las características propias del delito, resulta una figura alternativa
al ilícito que generó los fondos espurios. Por ello, la aplicación lisa y llana del
tipo en estudio resulta totalmente ineficaz. Si se debieran acreditar la efectiva
ilegitimidad del origen de los fondos empleados para acrecentar el patrimonio
del funcionario o empleado público, el enriquecimiento ilícito sería
automáticamente desplazado por la figura específica de que se trate. En
consecuencia, la ley crea una presunción de ilegitimidad del incremento
383
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
patrimonial. Dicha presunción es establecida por el propio artículo 268 (2) al
exigir que el enriquecimiento patrimonial sea "apreciable". De este modo, de
acreditarse que el funcionario público acrecentó apreciablemente su
patrimonio, la ley presume que el origen de los fondos es ilegítimo y,
consecuentemente, se habilita su sanción por enriquecimiento ilícito.
No nos encontramos frente a una inversión de la carga de la prueba,
sino a la tasación legal de la prueba requerida para acreditar una determinada
conducta. La ley no obliga al imputado a probar su inocencia dada cierta
circunstancia (inversión de la carga de la prueba), sino que le impone a los
órganos de persecución penal el deber de reunir determinados elementos y,
compilados éstos, tiene por acreditada la realización de una conducta
determinada (tasación legal). De este modo, no se viola la presunción de
inocencia, dado que el Estado es el obligado a probar la responsabilidad del
funcionario imputado, y será en todo caso éste, en pleno ejercicio de su
derecho de defensa, quién podrá desvirtuar la imputación que la ley considera
acreditada con los elementos colectados.
La C.S.J.N. estableció que no es dudoso que las presunciones graves,
precisas y concordantes constituyen plena prueba de delito en materia criminal,
y no parece excesiva la reglamentación legislativa que determina cuándo
reúnen tal carácter en presencia de las modalidades propias del hecho de que se
trate (****).
La sanción pertinente no está supeditada a la comprobación del acto de
ilícito, porque la realización del mismo puede resultar de presunciones (*****).
Este tipo de técnica legislativa no afecta la garantía de la defensa en juicio, en
tanto las circunstancias fácticas contempladas por la ley sustenten
razonablemente la presunción de la existencia del acto ilícito y siempre que se
acuerde al procesado la oportunidad de audiencia y prueba (******).
El bien jurídico tutelado por esta figura esta establecido en la ley 22.140
que establece que el funcionario es un órgano del ente en que presta sus
servicios y, consecuentemente, todo su accionar influye en el prestigio de la
función pública, siendo éste el bien jurídico tutelado por la norma.
Al asumir un empleo o cargo público, el sujeto autolimita su ámbito de
privacidad tutelado por el art. 19 de la Carta Magna, ya que el especial régimen
384
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
jurídico del servicio público así lo exige. De tal modo, el sujeto
voluntariamente se impone parámetros de rectitud mayores que el resto de los
individuos, acepta libremente a conducirse con mayor dignidad y decoro en su
vida de relación (del voto del Dr. Rimondi).
Por ello, debe confirmarse el rechazo de la nulidad interpuesta.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.984, PAPALARDO, Héctor Omar.
Rta: 16/05/2005
Se citó: (*) C.S.J.N., "Bodegas Esmeralda S.A. c/ Instituto Nacional de
Vitivinicultura", rta: 1/3/1977, Fallos 297:87; T. 260. XXIV,
"Trincado, Cándido Alberto c/ INV. por apelación", rta: 22/12/1993,
Fallos 316:3187; C. 687. XXI, "Cosecha Cooperativa de Seguros
Limitada c/ Provincia de Buenos Aires (Tribunal Fiscal de Apelación)
s/demanda contencioso - administrativa", rta: 14/02/1989, Fallos
312:149 y C. 768. XXXIII, "Casa Elen Valmi de Claret y Garello TFN N° 10.582 - I c/ DGI", rta: 31/03/1999, Fallos 322:519.
(**) C.S.J.N., C. 752. XIX, "Costa, Héctor Rubén c/ MCBA. y otros",
rta: 12/03/1987, Fallos 310:508.
(***) Javier Gustavo De Luca Julio E. López Casariego,
Enriquecimiento Ilícito y Constitución Nacional, en LL, 2000, A, 249.
(****) C.S.J.N., "Bilsky, Mauricio", rta: 21/11/1962, Fallos 254:301.
(*****) C.S.J.N., "Pereda, Horacio Vicente Celedonio", rta: 8/9/1983.
(******) C.S.J.N., "Bilsky, Mauricio", rta: 21/11/1962, Fallos
254:301.
385
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
ESTAFA.
Cheque de pago diferido. Interposición de denuncia de robo.
Imposibilidad de cobro. Profundización de la pesquisa. Procesamiento.
Revocación.
Si bien es cierto que los cheques de pago diferido son instrumentos de
crédito y no de pago, por lo que su entrega a cambio de una contraprestación
no configura el delito de estafa por no existir simultaneidad entre ambas
operaciones, debiendo asumir el receptor de los mencionados instrumentos el
riesgo comercial que implica la confianza dispensada a su emisor situación que
conduciría a analizar el posible encuadre típico de los hechos en las previsiones
contempladas en el artículo 302 del código sustantivo y con ello, la
incompetencia en razón de la materia del fuero para intervenir en ellos-, si en el
caso en estudio, la imposibilidad de cobro de las obligaciones asumidas por la
sociedad se produjo en razón de la interposición de denuncia de hurto de los
documentos en cuestión, lo que en principio resultaría falso, ello no permite
descartar la posible comisión del delito de estafa.
Por tanto, a fin de acreditar o desacreditar alguna participación del
imputado en la comisión de maniobras ardidosas, corresponde profundizar la
pesquisa en orden a determinar la existencia o no de vinculación entre la
denuncia antes señalada y la participación del encartado en la maniobra,
revocando el procesamiento decretado.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.292, INDUSTRIA DEL CUERO S.A. y otros.
Rta: 25/04/2005
386
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
ESTAFA.
Hecho único. Dolo: prueba. Ardid. Relación de causalidad. Negligencia
de la víctima. Procesamiento. Revocación.
Dado que el suceso que se le achaca al causante, aparece como un
hecho único y aislado y no como una técnica reiterada de éste, con fines de
obtener periódicamente un beneficio económico indebido, se debe presumir,
sumado a que no existió en el arqueo de caja sobrante de dinero alguno y que
tanto al ingreso como al egreso de la jornada laboral de los empleados, se los
revisaba con la finalidad de evitar cualquier tipo de sustracción de dinero, sin
que se advirtiera algún apoderamiento ilegítimo en estos términos por parte del
justiciable, la ausencia de dolo de estafa en la conducta del imputado.
El ardid o engaño de la posible conducta llevada a cabo por el
imputado, no tiene la entidad suficiente para llevar al sujeto pasivo a una falsa
representación de la realidad, si se tiene en cuenta que en el ticket dado por el
encausado figura no sólo la suma que habría recibido de la víctima, sino
también el monto que entregaría en concepto de vuelto, por lo que no puede
descartarse una actitud negligente por parte de esta última.
No existe relación de causalidad entre el engaño y el error cuando la
víctima no ha obrado con la diligencia debida. Para que exista esta relación, es
preciso que el sujeto pasivo no sea negligente, es decir, que el error no
provenga de su propia torpeza sino del engaño sufrido (*).
Por ello, debe revocarse el procesamiento del imputado en orden al
delito de estafa (art. 172 del C.P.).
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 26.560, BARZOLA, Luciano.
Rta: 30/06/2005
387
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) Gladys N. Romero, Delito de Estafa, Análisis de Modernas
Conductas Típicas de Estafa - Nuevas Formas de Ardid o Engaño,
Hammurabi, 2da. ed., 1998, p. 197/198.
ESTAFA.
Inmueble puesto como aval. Falta de certificación por parte de la
damnificada. Error propio. Sobreseimiento. Procedencia.
Si el inmueble en cuestión fue propuesto como aval, y no como una
garantía real, la compañía de seguros antes de aceptar al fiador como tal podría
haber tomado el recaudo de certificar los datos volcados la declaración,
máxime si se tiene en cuenta que en dicho documento se consignó que tenía a
su vista los títulos de propiedad que acreditan tal calidad, no así los informes
de dominio que dan cuenta de los gravámenes que registra.
Por ello, y dado que la empresa denunciante intenta protegerse de su
propio error, al no haber tomado los recaudos necesarios, debe confirmarse el
auto mediante el cual se sobreseyó a los imputados en orden al delito de estafa.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Prosec.
Cám.: Leo).
c. 26.083, VITTA, José María y otro.
Rta: 05/04/2005
ESTAFA.
Perjuicio patrimonial. Impago de la obligación. Ardid. Procesamiento.
Si el imputado gestó ardidosamente la entrega de mercadería, haciendo
creer al propietario del kiosco que la abonaría cuando, desde un principio, sabía
que no lo haría, se constituye el delito de estafa (art. 172 del C.P.).
388
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Ello en tanto el incuso desplegó una conducta idónea para provocar, por
error, un perjuicio patrimonial, toda vez que aparece una voluntad de no pago
que se retrotrae al momento del pedido y que se encubre con la apariencia de
pago que todo cliente tiene. El ardid consiste en aparentar la intención de pago
y el sujeto activo logra producir una relación de confianza, de la cual se
aprovecha, al llevar a error al dueño del local. La conducta causa un perjuicio
que consiste en la entrega de alimentos que se sabe no serán pagados,
circunstancia que tipifica el art. 172 del C.P. (*).
Por ello, debe confirmarse el procesamiento del imputado en orden al
delito de estafa.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Gerome, Escobar, Bunge Campos. (Prosec.
Cám.: Oberlander).
c. 27.238, MENDEZ, Darwin.
Rta: 13/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Fallo Plenario Nº 183, "Franco, Roberto",
rta: 3/9/1993, citado por la Sala I, c. 19.909, "Cáceres, Lorenzo", rta:
10/4/2003.
ESTAFA.
Procesal. Peticiones exageradas. Tasaciones falsas. Relación causal.
Sobreseimiento. Revocación.
Las peticiones injustas o exageradas no pueden ser constitutivas del
delito de estafa procesal, sino que debe incorporarse a la causa algún elemento
de prueba falso que supere la apreciación del juez (*).
Si se presentaron valuaciones del inmueble propiedad de la firma
denunciante por una suma inferior a la real, sumado a que los supuestos
responsables de tales tasaciones negaron haberlas efectuado y suscripto, se
389
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
halla configurado el delito de uso de instrumento privado falsificado, si los
documentos apócrifos fueron utilizados en el juicio civil, a cuya instancia se
logró la traba de embargo mediante el cual se secuestraron los ingresos de la
sociedad damnificada.
Para establecer la relación causal entre el error y la disposición
patrimonial reclamada en la estafa, resulta necesario dilucidar qué decisión
hubiera adoptado el magistrado civil de haber reflejado las tasaciones el valor
real en plaza del inmueble en cuestión.
Por ello, debe revocarse el sobreseimiento de los imputados en orden al
delito de estafa procesal.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Filozof, Pociello Argerich. (Sec.: Collados
Storni).
c. 26.977, FERNANDEZ, Juan Carlos.
Rta: 15/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, "Gabrieli de Baralla, Gabriela", rta:
9/10/1993; C.N.C.P., Sala IV, "Adruchow, Juan", rta: 17/2/1998, J.A.
1999, II, 241.
EXCARCELACION.
Ampliación del procesamiento.
excarcelación. Procedencia.
Pena
en
suspenso.
Anterior
Aun cuando se haya ampliado el procesamiento de la imputada en
orden al delito de tráfico de medicamentos peligrosos para la salud agravado
por la muerte de una persona, y aunque la hipótesis prevista por el art. 13 del
C.P. resulte inaplicable, ello no es un obstáculo insuperable para la concesión
de su libertad.
390
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
No puede sostenerse que, en caso de que se la condene a la pena
mínima prevista para el delito, de 10 años según el art. 201, por remisión del
200, C.P., no resulte viable la aplicación de una pena en suspenso.
Tal circunstancia no lleva ínsita como conclusión que la imputada
intentará eludir la acción de la justicia o entorpecer las investigaciones,
máxime si ya ha gozado de una excarcelación anterior y durante todo el
tiempo, se ha mantenido a derecho.
La sola sospecha de la culpabilidad de una persona resulta insuficiente
para justificar la continuación de la privación de la libertad (*). La seriedad del
delito y la eventual severidad de la pena son dos factores que deben tenerse en
cuenta para evaluar la posibilidad de que el procesado intente fugarse para
eludir la acción de la justicia, pero no resultan suficientes, luego de
transcurrido cierto plazo, para justificar la continuación de la prisión
preventiva. Además, debe tenerse en cuenta que el peligro de ocultamiento o
fuga disminuye a medida que aumenta la duración de la detención, ya que este
plazo será computado a efectos del cumplimiento de la pena aplicada en la
sentencia (**) (del voto de la Dra. Garrigós de Rébori).
La escala punitiva de los hechos por los cuales la imputada se halla con
procesamiento firme, no resultan un obstáculo para la concesión de la
excarcelación (***). Una medida de coerción de esta naturaleza sólo puede
justificarse cuando no exista otra alternativa para asegurar que el proceso penal
cumpla sus fines. Lo que podría atentar contra este objetivo es la posibilidad de
fuga del encausado o el entorpecimiento de la investigación, mediante el falseo
de pruebas, su ocultación, influencia sobre los testigos o cualquier acto que
pueda tornar inseguro el normal desenvolvimiento del proceso y,
eventualmente, frustrarlo (del voto del Dr. Elbert).
Por ello, corresponde revocar el auto apelado y conceder la
excarcelación de la incusa bajo caución real.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. Garrigós de Rébori, González (en disidencia),
Elbert. (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.437, RIMOLO, Mónica Cristina M.
391
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 02/05/2005
Disidencia del Dr. González: La magnitud de la pena en expectativa,
evaluada con estricta observancia del principio de proporcionalidad, impide la
procedencia de la excarcelación. Dicho principio exige que los procesados
reciban trato de inocentes o, como mínimo, que no reciban peor trato que los
condenados. El sentido actual del principio es el de estricta equivalencia entre
la prisión cautelar y la prisión como pena de cumplimiento efectivo.
Por ello, ha sido denominado 'prohibición de exceso', ya que la
violencia que se ejerce como medida de coerción (encarcelamiento preventivo)
nunca puede ser mayor que la violencia que se podrá eventualmente ejercer
mediante la aplicación de pena, en caso de probarse el delito en (****).
Por ello, y dado que la ausencia del "exceso" que podría tornar arbitrario un
mantenimiento caprichoso de su detención, tomando en cuenta el tiempo que
ha cumplido en prisión preventiva y la grave expectativa de pena emergente del
concurso de delitos que se le endilga, debe confirmarse el auto por el que se
deniega la excarcelación de la imputada bajo ningún tipo de caución (arts. 317,
a contrario sensu, y 319 del C.P.P.N.).
Se citó: (*) Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Informe N° 2/97,
del 11 de marzo de 1997, apartado n° 27.
(**) Idem., apartado n° 28.
(***) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 21.143, "Barbará, Rodrigo Ruy s/
exención de prisión", rta: 10/11/2003; c. 22.187, "González, Pablo
Luis s/ excarcelación", rta: 12/11/2003; c. 22.548, "Capriotti,
Armando s/ excarcelación", rta: 27/11/2003.
(****) Alberto Bovino, Contra la inocencia, Justicia Penal y Derechos
Humanos, Editores del Puerto, Bs. As., 2005, p. 100.
392
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
EXCARCELACION.
Art. 18 de la C.N. Medidas restrictivas de la libertad. Prisión preventiva.
Constitucionalidad. Peligro de fuga. Rechazo.
El art. 18 de la C.N. autoriza el arresto mediando orden escrita de
autoridad competente, que es la judicial (*). "El derecho consistente en gozar
de libertad hasta el momento en que se dicte sentencia de condena no
constituye una salvaguardia contra el arresto, detención y prisión preventiva,
medidas cautelares éstas cuentan con respaldo constitucional" (**).
"...si es dable reconocer raigambre constitucional al instituto de la
excarcelación durante el proceso, no es menos cierto que también reviste ese
origen su necesario presupuesto, o sea el instituto de la prisión preventiva,
desde que el art. 18 de la Carta Fundamental, autoriza el arresto en virtud de
orden escrita de autoridad competente. El respeto debido a la libertad
individual no puede excluir el legítimo derecho de la sociedad a adoptar todas
las medidas de precaución que sean necesarias no sólo para asegurar el éxito de
la investigación sino también para garantizar, en casos graves, que no se siga
delinquiendo y que no se frustre la ejecución de la eventual condena por la
incomparecencia del reo..." (***).
A los fines de la interpretación de las pautas que obstaculizan la soltura
durante el proceso, previstas en el artículo 319 del C.P.P.N. parece razonable
atender a la cuantía de la posible condena según los criterios señalados en los
artículos 316, párrafo segundo y 317 (****) y a la magnitud de la pena en
expectativa (*****).
El monto de la pena de la futura condena es fundamento válido para
denegar la excarcelación, si permite presumir que tras la libertad, el imputado
intentará eludir la acción de la justicia.
Por ello, y en tanto la gravedad de la imputación, reflejada en su
penalidad, impide que en caso de recaer condena, su cumplimiento pueda ser
dejado en suspenso, lo cual conforma una presunción legal de fuga (peligro
procesal), en los términos del artículo 319 del C.P.P.N., corresponde confirmar
el auto que no hizo lugar a la excarcelación del imputado.
393
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Escobar, Gerome, Bunge Campos (según su
voto). (Sec.: Paisan).
c. 27.099, BAGNASCO, Marcelo.
Rta: 10/06/2005
Fundamentos del Dr. Bunge Campos: No debe denegarse la excarcelación del
imputado en base a pautas pura y exclusivamente objetivas como las
establecidas en los artículos 316 y 317, inc. 1, del C.P.P.N.
No resulta correcto denegar el beneficio tomando como plataforma la
pena que establece el delito que se atribuye, si no se cuenta con ninguna pauta
objetiva que específicamente establezca que el incuso intentará eludir el
accionar de la justicia o entorpecerá la investigación.
Efectuar una interpretación "iuris et de iure" del art. 316 del C.P.P.N.
conculca garantías reconocidas en la Constitución Nacional y Tratados
Internacionales con jerarquía constitucional, lo cual la tornan en
inconstitucional. "...El fundamento real de una medida de coerción sólo puede
residir en el peligro de fuga del imputado o en el peligro de que se obstaculice
la averiguación de la verdad..." (******), pautas establecidas en el art. 319 del
Código de forma.
Para conceder o no la excarcelación de una persona o para dictar su
procesamiento con prisión preventiva, en cada caso en particular se deberán
evaluar los requisitos establecidos en el artículo 319 en conjunción con el
artículo 280 del Código Procesal Penal de la Nación, y una vez acreditado que
no se encuentran presentes dichos peligros se deberá otorgar la libertad del
encartado cualquiera fuere el delito que se le atribuye.
Si el imputado a pesar que tenía conocimiento de la existencia de una
orden de detención en su contra, decidió no presentarse ante el juzgado, dicha
circunstancia hace presumir que de obtener la libertad intentará eludir el
accionar de la justicia y se encuentra acreditado el peligro de fuga que
394
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
establece el artículo 319 de la ley ritual, por lo cual corresponde no hacer lugar
a la excarcelación solicitada.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 23.727, "Valera Chavez", rta:
23/3/2004 y c. 25.049, "Conzón, Jonathan", rta: 16/9/2004.
(**) C.S.J.N., "Legumbres S.A.", rta: 4/8/1983, L.L. 1983, D, 535.
(***) C.S.J.N., "Todres, Isaac", rta: 1971, Fallos 280:297.
(****) Francisco J. D'Albora, Código Procesal Penal, Anotado.
Comentado. Concordado. 5ª ed. corregida, ampliada y actualizada,
LexisNexis, Abeledo Perrot, 2002, p. 681 y C.N.Crim. y Correc., Sala
VI, c. 23.730, "Llobera, Beatriz", rta: 23/2/2004.
(*****) Marcelo A. Solimine, Tratado sobre las causales de
excarcelación y prisión preventiva en el Código Procesal Penal de la
Nación, Ad Hoc, Bs. As., 2003, p. 94.
(******) Julio B. J. Maier, Derecho procesal penal. Fundamentos,
2da. edición, Editores del Puerto S.R.L., Bs. As., 1996, t. I, p. 516.
Nota: Véase en igual sentido, C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 27.099, "Bagnasco,
Marcelo", rta: 1/6/2005.
EXCARCELACION.
Art. 18 de la C.N. Prisión preventiva. Constitucionalidad. Pena en
expectativa. Peligros procesales. Denegación.
El art. 18 de la C.N. autoriza el arresto mediante orden escrita de
autoridad competente, que es la judicial (*). "El derecho consistente en gozar
de libertad hasta el momento en que se dicte sentencia de condena no
constituye una salvaguardia contra el arresto, detención y prisión preventiva,
medidas cautelares éstas cuentan con respaldo constitucional" (**).
"...El respeto debido a la libertad individual no puede excluir el legítimo
derecho de la sociedad a adoptar todas las medidas de precaución que sean
necesarias no sólo para asegurar el éxito de la investigación sino también para
395
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
garantizar, en casos graves, que no se siga delinquiendo y que no se frustre la
ejecución de la eventual condena por la incomparecencia del reo..." (***).
Al interpretar las pautas que obstaculizan la soltura durante el proceso,
previstas en el art. 319 del C.P.P.N., parece razonable atender a la cuantía de la
posible condena según los criterio señalados en los arts. 316, párrafo segundo y
317 (****).
La magnitud de la pena en expectativa resulta una pauta lógica para
pronosticar la actitud que podría asumir el procesado (*****).
El monto de la condena futura es fundamento válido para denegar la
excarcelación, si permite presumir que tras la libertad, el imputado intentará
eludir la acción de la justicia (******).
Por tanto, si la gravedad de la imputación, robo con armas consumado,
reflejada en su penalidad, impide que en caso de recaer condena su
cumplimiento pueda ser dejado en suspenso, , conforma una presunción legal
de fuga (peligro procesal), en los términos del art. 319 del C.P.P.N., que
legitima constitucionalmente el auto que no hizo lugar a la excarcelación del
incuso.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Escobar, Gerome, Bunge Campos (en
disidencia). (Prosec. Cám.: Oberlander).
c. 27.301, GUERRA, Ariel.
Rta: 29/06/2005
Disidencia del Dr. Bunge Campos: No debe denegarse la excarcelación del
imputado tomando en cuenta pautas pura y exclusivamente objetivas como las
establecidas en los arts. 316 y 317, inc. 1 del C.P.P.N., si no se cuenta con
ninguna pauta objetiva que específicamente establezca que éste, intentará
eludir el accionar de la justicia.
Efectuar una interpretación "iuris et de iure" del art. 316 del C.P.P.N.
conculca garantías reconocidas en nuestra Constitución Nacional y Tratados
Internacionales, los cuales lo tornan inconstitucional.
396
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
El fundamento real de una medida de coerción sólo puede residir en el
peligro de fuga del imputado o en el peligro de que se obstaculice la
averiguación de la verdad (*******).
Si el imputado vive donde indica y no registra antecedentes penales,
corresponde revocar el auto apelado.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 23.727, "Valera Chávez, Sergio",
rta: 23/3/2004 y c. 25.049, "Conzón, Jonathan", rta: 16/9/2004.
(**) C.S.J.N., "Legumbres S.A.", rta: 4/8/1983, L.L. 1983, D, 535.
(***) C.S.J.N., "Isaac Todres", rta: 18/8/1971, Fallos 280:297.
(****) Francisco D´Albora, Código Procesal Penal, Anotado,
Comentado, Concordado, 5ta. ed. corregida, ampliada y actualizada,
LexisNexis, Abeledo Perrot, Bs. As., 2002, p. 681 y C.N.Crim. y
Correc., Sala VI, c. 23.730, "Lobera, Beatriz", rta: 23/2/2004.
(*****) Marcelo A. Solimine, Tratado sobre las causales de
excarcelación y prisión preventiva en el Código Procesal Penal de la
Nación, Ad Hoc, Bs. As., 2003, p. 94.
(******) C.S.J.N., "Gómez, Alberto", rta: 3/5/1988; C.N.Crim. y
Correc. Fed., Sala II, c. 8.968, "Jardín L.M.", rta: 4/1/1994 y "Green",
rta: 4/6/1998.
(*******) Julio B.J. Maier, Derecho Procesal Penal, Tomo I,
Fundamentos, 2da. ed., Editores Del Puerto S.R.L., Bs. As., 1996, p.
516.
EXCARCELACION.
Art. 18 de la C.N. Restricción de la libertad. Pautas objetivas. Pena en
expectativa. Peligros procesales. Denegación.
El art. 18 de la C.N. autoriza el arresto mediando orden escrita de autoridad
competente, que es la judicial (*), "el derecho consistente en gozar de libertad
hasta el momento en que se dicte sentencia de condena no constituye una
397
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
salvaguardia contra el arresto, detención y prisión preventiva, medidas
cautelares éstas cuentan con respaldo constitucional" (**).
"...si es dable reconocer raigambre constitucional al instituto de la
excarcelación durante el proceso, no es menos cierto que también reviste ese
origen su necesario presupuesto, o sea el instituto de la prisión preventiva,
desde que el art. 18 de la Carta Fundamental, autoriza el arresto en virtud de
orden escrita de autoridad competente. El respeto debido a la libertad
individual no puede excluir el legítimo derecho de la sociedad a adoptar todas
las medidas de precaución que sean necesarias no sólo para asegurar el éxito de
la investigación sino también para garantizar, en casos graves, que no se siga
delinquiendo y que no se frustre la ejecución de la eventual condena por la
incomparecencia del reo..." (***).
Al interpretar las pautas que obstaculizan la soltura durante el proceso,
previstas en el artículo 319 del código de rito, "parece razonable a tal fin
atender a la cuantía de la posible condena según los criterios señalados en los
artículos 316, párrafo segundo y 317" (****).
La magnitud de la pena en expectativa, "...resulta una pauta lógica para
pronosticar la actitud que podría asumir el procesado, que es admitida
doctrinariamente por Cafferata Nores..." (*****).
"El monto de la pena de la futura condena es fundamento válido para denegar
la excarcelación, si permite presumir que tras la libertad, el imputado intentará
eludir la acción de la justicia" (******).
La gravedad de la imputación, reflejada en su penalidad, que impide que en
caso de recaer condena en la presente, su cumplimiento pueda ser dejado en
suspenso, conformando una presunción legal de fuga (peligro procesal)
respecto del imputado, en los términos del artículo 319 del C.P.P.N., lo cual
legitima constitucionalmente el auto que no hizo lugar a la excarcelación del
incuso.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Escobar, Gerome, Bunge Campos (según su
voto). (Sec.: Paisan).
c. 27.309, VIDAL, Matías.
398
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 30/06/2005
Fundamentos del Dr. Bunge Campos: No debe denegarse la excarcelación a
quien resulte imputado, con base pura y exclusivamente en pautas objetivas
como las establecidas en los arts. 316 y 317, inc. 1, del C.P.P.N., si no se
cuenta con ninguna pauta objetiva que específicamente establezca que éste
intentará eludir el accionar de la justicia o entorpecerá la investigación
(*******).
Efectuar una interpretación "iuris et de iure" del art. 316 del C.P.P.N.
conculca garantías reconocidas en nuestra Constitución Nacional y Tratados
Internacionales con jerarquía constitucional, motivo por lo cual lo tornan
inconstitucional.
"...el fundamento real de una medida de coerción sólo puede residir en
el peligro de fuga del imputado o en el peligro de que se obstaculice la
averiguación de la verdad..." (********), pautas establecidas en el art. 319 del
Código de forma.
En consecuencia, al resolver sobre la procedencia tanto de la exención
de prisión como de la excarcelación, el magistrado llamado a decidir deberá
efectuar una evaluación previa respecto de si el imputado "intentará eludir la
acción de la justicia o entorpecer las investigaciones".
En definitiva, para conceder o no la excarcelación de una persona o
para dictar su procesamiento con prisión preventiva, en cada caso en particular
se deberán evaluar los requisitos establecidos en el artículo 319 en conjunción
con el artículo 280 del Código Procesal Penal de la Nación, y una vez
acreditado que no se encuentran presentes dichos peligros se deberá otorgar la
libertad del encartado cualquiera fuere el delito que se le atribuye.
No obstante ello, si resulta claro que el accionar del imputado evidenció
un absoluto desprecio por la vida humana, a lo que se suma su conducta
posterior se conforman pautas objetivas que hacen presumir fundadamente que
de obtener la libertad intentará eludir el accionar de la justicia.
399
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por tanto, acreditado el peligro de fuga que establece el artículo 319 de
la ley ritual, y en virtud de la escala penal correspondiente a los delitos que se
le atribuyen, no debe hacerse lugar al beneficio solicitado.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 23.727, "Valera Chavez, rta:
23/3/2004 y c. 25.049, "Conzón, Jonathan", rta: 16/9/2004.
(**) C.S.J.N., "Legumbres S.A.", rta: 4/8/1983, L.L. 1983, D.
(***) Fallos 280:297.
(****) Francisco J. D'Albora, Código Procesal Penal, Anotado.
Comentado. Concordado. 5ª ed. corregida, ampliada y actualizada,
LexisNexis, Abeledo Perrot, 2002, p. 681. C.N.Crim. y Correc., Sala
VI, c. 23.730, "Llobera, Beatriz", rta: 23/2/2004.
(*****) Marcelo A. Solimine, Tratado sobre las causales de
excarcelación y prisión preventiva en el Código Procesal Penal de la
Nación, Ad Hoc, Bs. As., 2003, p. 94.
(******) C.S.J.N., "Gomez, Alberto", rta: 3/5/1988; C.N.Crim. y
Correc. Fed., Sala II, c. 8.968, "Jardin, L.M.", rta: 4/1/1994 y "Green",
rta: 4/6/1998 citados en Marcelo Solimine, ob. cit.
(*******) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 27.099, "Bagnasco,
Marcelo", rta: 1/6/2005.
(********) Julio B. J. Maier, Derecho procesal penal, -Tomo IFundamentos; 2da. ed., Editores del Puerto S.R.L., Bs. As., 1996, p.
516.
EXCARCELACION.
Calificación legal. Sometimiento a la justicia. Valoración. Concesión.
Si bien la calificación legal de los hechos resulta, en principio, obstativa
a la exención de prisión requerida, la determinación del imputado de
presentarse a estar a derecho, más allá de que denota su intención de someterse
a la jurisdicción, deviene potencialmente idónea para elucidar con mayor
400
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
precisión tanto la materialidad del hecho denunciado, como la responsabilidad
penal atribuible.
Por lo expuesto, corresponde revocar el auto apelado y conceder la
exención de prisión del imputado, bajo caución real o personal y por monto a
discernir en primera instancia, sin perjuicio de disponerse restricción al
acercamiento del imputado a la denunciante y su grupo familiar.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Pociello Argerich, Filozof (en
disidencia). (Sec.: Collados Storni).
c. 26.926, ARGUISSAIN, Gonzalo M.
Rta: 13/05/2005
Disidencia del Dr. Filozof: El concepto que emerge del art. 18 de la C.N. que
reza: "Toda persona es inocente hasta que una sentencia firme declare lo
contrario", se trata de un derecho que cada persona posee y se realiza por
medio de la igualdad. No obstante, su ejercicio no es absoluto y encuentra su
límite en el derecho de los demás, el interés de la sociedad y la paz social.
La existencia de límites es inherente al reconocimiento del derecho y la
misión de los jueces es indagar si son justificados los motivos que
determinaron (al encargado de legislar) las pautas restrictivas.
El art. 280 del C.P.P.N. fija una regla de interpretación en sintonía con
los art. 1º, 2º, 3º y concordantes del mismo cuerpo legal, pero para descifrar la
resonancia de la regla sobre el instituto de la excarcelación podrá decirse que
se inserta en el mismo Título pero es innegable que se tratan en distintos
Capítulos.
Los artículos que le siguen inmediatamente, prevén distintas hipótesis
de arresto y sugestivamente se refieren a las etapas preliminares del sumario.
En esa inteligencia puede mencionarse el art. 319 del C.P.P.N. (*), que
se expresa de similar manera al mencionado art. 280, pero se encuentra ubicado
en el centro de las disposiciones específicas y puntualizando precisamente las
401
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
circunstancias que definen las pautas de libertad durante el curso de un
proceso.
El análisis del modo en que fueron redactadas ambas disposiciones y su
ubicación, determina a concluir en que se trata de una norma aislada y general
-el art. 280- y la otra, regla específica -el art. 319- y corresponde armonizar su
contenido para no desvirtuar el margen de disponibilidad brindado por el
constituyente.
El art. 280 del C.P.P.N. establece que la libertad es inmunidad contra la
arbitrariedad o las prohibiciones caprichosas, lo que no implica ausencia de
reglas razonables para la protección del individuo y el bienestar general.
El legislador ha seleccionado un medio que guarda equilibrio con el fin
pretendido y se sustenta en la naturaleza del delito, el modo de cometerlo y la
gravedad de los daños causados. Se trata de cánones de valoración uniformes
no referidos a episodios de escasa cuantía. Son los acusados de delito grave
quienes están impedidos en principio de gozar de la libertad anticipada.
El C.P.P.N. indica en que casos habrá riesgos para los fines del proceso
y regula las medidas para neutralizarlos. Se trata de pautas (vinculadas a la
gravedad de la posible pena a imponer, la modalidad de su ejecución y las
relacionadas a la personalidad del imputado). Si la pena prevista para el delito
atribuido es de cierta gravedad resulta factor para tener en cuenta para evaluar
la posibilidad de que el imputado intentará eludir la acción de la justicia (**).
Si los elementos que se desprenden de la lectura del sumario no generan
cercana expectativa de pena, se desvanece, en cierta medida, la presunción de
riesgo procesal, ya que la exención de prisión implica, per se, la intención de
imputado de someterse al proceso y los fines del mismo imponen a los
tribunales encausen tal posibilidad, por lo cual corresponde conceder la
excarcelación solicitada.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 23.025, "Rodríguez, Lucas
Marcelo", rta: 5/12/2003.
(**) C.I.D.H. inf. 2/97, III, A, ii; José I. Cafferata Nores, Medidas de
coerción en el Proceso Penal, Lerner, Bs. As., 1983, p. 40 y J.A. del
19/05/2004, p. 34.
402
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
EXCARCELACION.
Escala penal. Falta de antecedentes. Domicilio. Procesos en trámite.
Procedencia.
El mínimo punitivo previsto para el injusto en orden al cual se decretó
el procesamiento del imputado -robo simple-, la ausencia de antecedentes
condenatorios y la constatación del domicilio fijo que aportara en estos
actuados, tornan viable su excarcelación, por adecuarse su situación procesal a
las hipótesis liberatorias previstas por los arts. 316 y 317 inc. 1° del C.P.P.N.
Por ello, y dados los procesos en trámite que registra y la índole
económica del ilícito que se le imputa, debe concedérsele la excarcelación bajo
caución real para asegurar su futura comparecencia durante el desarrollo del
proceso.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González Palazzo, Garrigós de Rébori, González
(en disidencia). (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.918, NAN, Leandro D.
Rta: 14/06/2005
Disidencia del Dr. González: Si bien la escala penal prevista para el hecho
atribuido al imputado autoriza a suponer que en el caso de recaer condena la
misma será de ejecución condicional, no puede soslayarse el estado de las
causas en trámite que registra.
Ello, adunado a la probabilidad de que el sumario prospere hasta llegar
a la etapa de juicio, podría implicar una eventual unificación de sanciones que
excedería de los parámetros de los arts. 316 y 317 del C.P.P.N.
Esta prognosis de la pena en cuanto a la especie y medida
eventualmente aplicables, sin menoscabo del delicado principio de
proporcionalidad (*), autoriza a opinar desfavorablemente en cuanto a la
403
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
pretensión del encausado, salvo el lógico supuesto de que las conductas que se
le reprochan no contemplaran penas privativas de libertad o si resultara de
aplicación una sanción de esta naturaleza que pudiera dejarse en suspenso (**).
Por ello, si la pena a imponer hipotéticamente puede ser de efectivo
cumplimiento, debe rechazarse el pedido de excarcelación bajo cualquier tipo
de caución (***).
Se citó: (*) Corte Interamericana de Derechos Humanos, "Gangaram Panday",
rto: 21/11/1994, citado por Marcelo A. Solimine en "La interpretación
de las normas excarcelatorias del C.P.P.N., La polémica desatada por
fallos antitéticos, L.L. Bs. As., 15 de septiembre de 2004, p. 1/7.
(**) Solimine, Marcelo A., Tratado sobre las causales de
excarcelación y prisión preventiva en el Código Procesal Penal de la
Nación, Ad-Hoc, Bs. As., 2003, p. 34.
(***) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 23.025, "Rodríguez, Lucas
Marcelo s/excarcelación", rta: 5/12/2003.
EXCARCELACION.
Imputación. Gravedad. Presunción legal de fuga. Denegación.
La gravedad de la imputación, calificada provisoriamente como
homicidio en grado de tentativa, en calidad de autor, reflejada en su penalidad,
implica que en caso de recaer condena en este proceso, su cumplimiento será
efectivo, circunstancia que conforma una presunción legal de fuga (peligro
procesal), en los términos del art. 319 del C.P.P.N.
De acuerdo con las pautas que obstaculizan la soltura durante el proceso
(art. 319 del C.P.P.N.) parece razonable atender a la cuantía de la posible
condena según los criterios señalados en los arts. 316, párrafo segundo y 317
(*).
En consecuencia, y dado que el mínimo punitivo del injusto imputado
torna improcedente la excarcelación, por no adecuarse su situación procesal a
ninguna de las hipótesis liberatorias contempladas en los arts. 316 y 317 del
404
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
C.P.P.N., debe confirmarse el auto por el que se deniega la excarcelación al
imputado bajo cualquier tipo de caución.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori
(en disidencia). (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.618, SOZA, Sergio A.
Rta: 10/05/2005
Disidencia de la Dra. Garrigós de Rébori: Sin perjuicio de la calificación legal
que corresponda asignar a la conducta del imputado procede su excarcelación
pues la probabilidad de que se le dicte una condena de efectivo cumplimiento,
no es un índice para denegarla, ya que el imputado goza de la presunción de
inocencia hasta que se arribe a un fallo definitivo.
Por ello, constatado el domicilio del imputado, no se verifican pautas
restrictivas de su libertad en los términos del art. 319 del C.P.P.N., y
corresponde afianzar su soltura mediante una caución juratoria, que es la regla
en esta materia.
Se citó: (*) Francisco J. D'Albora, Código Procesal Penal, Anotado.
Comentado. Concordado, 5ª ed. corregida, ampliada y actualizada,
Lexis Nexis, Abeledo Perrot, Bs. As., 2002, p. 681.
EXCARCELACION.
Libertad durante el proceso. Pautas de limitación. Seriedad del delito.
Severidad de la pena. Denegación.
Es potestad legislativa regular el régimen excarcelatorio y la restricción
de la libertad en los supuestos previstos en los arts. 316 y 317 del C.P.P.N. se
fundan en la posibilidad de que el imputado eluda la acción de la justicia en las
primeras etapas de la investigación (*).
405
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Tales pautas constituyen una razonable reglamentación del derecho
constitucional de obtener la libertad en tanto no media sentencia penal
condenatoria (**).
La seriedad del delito y la eventual severidad de la pena deben tenerse
en cuenta para evaluar la posibilidad de que el procesado intente fugarse para
eludir la acción de la justicia. La posibilidad de que el procesado eluda la
acción de la justicia debe ser analizada considerando varios elementos,
incluyendo los valores morales demostrados por la persona, su ocupación,
bienes que posee, vínculos familiares y otros que le mantendrían ene l país,
además de una posible sentencia prolongada (***).
Por ello, y dada la penalidad resultante a la luz de lo dispuesto por el
art. 55 del C.P., los procesos que registra el imputado y la condena de efectivo
cumplimiento, debe confirmarse la denegación a la excarcelación solicitada.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Bruniard).
c. 26.403, LEIVA, Darío G.
Rta: 22/04/2005
Se citó: (*) C.S.J.N., "Napoli, Erika", rta: 22/12/1998, Fallos: 321:3630.
(**) C.S.J.N., "Domínguez, Ramón Guillermo", rta: 19/08/1999,
Fallos 322:1605 y C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 25.370, "Nina,
Rubén", rta: 6/12/2004.
(***) Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Informe N°
2/97, párrafos 28 y 29.
EXCARCELACION.
Monto de la pena. Irrelevancia. Peligros procesales: inexistencia.
Concesión. Caución personal.
406
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
La viabilidad de la excarcelación no depende de la calificación legal de
los hechos sino de las pautas establecidas en los arts. 280 y 319, C.P.P.N.
El principio rector para decidir privar a una persona de su libertad
durante la tramitación del proceso penal es lograr la efectiva realización del
juicio a través de la neutralización de los peligros procesales que atentan contra
ese fin, es decir, la posibilidad de fuga del imputado o de entorpecimiento de la
investigación (*).
La prisión preventiva, por su gravedad, sólo debe ser dictada en casos
extremos, es decir, cuando no exista una medida de menor intensidad para
asegurar la realización del juicio.
"(...) Todo el Código, a lo largo de toda su arquitectura, defiende la
libertad, pues la considera el bien más sagrado, y sólo autoriza su restricción en
casos muy estrictos y determinados . . . Esta restricción sólo procede cuando se
efectúa con arreglo a las normas y condiciones que el mismo Código establece
y siempre que respondan a dos condiciones: asegurar el descubrimiento de la
verdad y la aplicación de la ley . . .El derecho a la libertad se afirma en el
proceso penal, de modo tal que aquélla es la regla y su restricción la excepción,
y toda norma que entrañe una limitación de ella, en caso de duda, se debe
interpretar en favor del procesado ("favor libertatis"). . . " (**). Ello es la
consecuencia obvia del principio de inocencia, inherente a toda persona.
"En realidad, tan sólo dos razones pueden justificar esa prisión
preventiva: una de seguridad, para impedir la fuga de quien se presume que ha
cometido el delito; y la otra procesal, inherente a los fines del proceso. . ."
(***).
De lo contrario, podría incurrirse en un adelantamiento de pena,
extremo que resulta inadmisible y violatorio de la Constitución Nacional.
La expectativa de pena no puede interpretarse como una premisa
absoluta de la cual se derive, inevitablemente, la conclusión de que el imputado
se dará a la fuga si recuperara su libertad. Es una pauta importante que debe ser
tenida en cuenta pero no es la única.
Si bien frente a una presunción "juris tantum", son el imputado y su
defensa, quienes deben acreditar la ausencia del peligro de fuga, la sola
amenaza punitiva no es indicio, por lo que debe estarse a la conducta
407
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
demostrada y la acusación tiene a su cargo desvirtuarla cuando no existen otros
elementos. Si tal hipótesis no puede ser verificada conforme a las constancias
de la causa, la prisión preventiva se torna infundada.
Si no se advierte del curso de la investigación, que el imputado, por
recuperar su libertad, pueda entorpecerla, sea ocultando pruebas, falseándolas o
influyendo en los testigos puesto que, tras todas las diligencias realizadas, es
posible afirmar que la prueba, por haberse ya producido e incorporado al
legajo, se halla debidamente resguardada y en cuanto al peligro de fuga, no
surgen de autos pautas objetivas para sostener que el incuso intentará eludir la
acción de la Justicia, debe concederse su excarcelación.
Así, si entre la fecha del hecho y la de su detención, transcurrió un lapso
considerable sin que el imputado haya exteriorizado con acciones reales que
fuera a sustraerse a la acción de la justicia ni entorpecer la investigación, estas
circunstancias, objetivamente valoradas, corroboran su voluntad de continuar
ajustando su conducta a derecho.
Por tal motivo, y al contar con arraigo, sin registrar antecedentes es que
corresponde revocar el auto que rechazó su excarcelación.
Sentado ello y con relación a las condiciones personales y capacidad
económica del imputado, único parámetro para medir el monto de la caución, a
efectos de no tornar ilusorio su derecho, debe imponerse una caución personal,
con garantía real (art. 322, C.P.P.N.).
En este aspecto, la expectativa de pena cobra nuevamente vigencia, ya
que no es lo mismo una persona que espera la realización de su juicio frente a
una posible condena que puede ser dejada en suspenso, que otra respecto de la
cual, de recaer condena, será fatalmente de efectivo cumplimiento.
Aun cuando la lógica indicaría que la caución que se debería imponer
fuera de especie real, si en el caso ello no sería eficaz en el sentido de
neutralizar el peligro de fuga, atento a que por el monto del embargo ya
dispuesto en su contra, es dable inferir que la totalidad de su patrimonio se
encuentra comprometido, y a efectos de no convertir la caución en una de
imposible cumplimiento, resulta adecuado aplicar la caución personal prevista
en el art. 322, C.P.P.N. (del voto de los Dres. Garrigós de Rébori y Bruzzone).
408
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por ello, corresponde revocar el auto apelado y conceder la
excarcelación del inculpado bajo caución personal de treinta mil pesos, junto a
la prohibición de salida del país, la obligación de informar al tribunal cualquier
alteración en lo que respecta a su residencia habitual o de los lugares donde
pueda ser ubicado cuando sea requerido y para el caso que lo estime necesario,
el Juez de grado, podrá fijar un régimen de comparecencia al juzgado o
comisaría que determine, para realizar el seguimiento de su conducta procesal.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Garrigós de Rébori, Bruzzone, Pociello Argerich
(en disidencia). (Sec.: Collados Storni).
c. 27.017, VILLAREAL, Raúl Alcides.
Rta: 02/05/2005
Disidencia del Dr. Pociello Argerich: La amenaza de imposición de pena de
efectivo cumplimiento, resulta un elemento de gran relevancia para presumir,
conforme a la experiencia recogida, que quien recupere su libertad intentará
eludir el accionar de la Justicia (****).
Quien sabe que deberá volver a prisión, aun cuando no sea en lo
inmediato, ante una expectativa de condena de efectivo cumplimiento, lo
evitará, y esto es lógico presumirlo, sin que resulte suficiente para impedirlo
condición o caución alguna.
"(...) La seriedad del delito y la eventual severidad de la pena son dos
factores que deben tenerse en cuenta para evaluar la posibilidad de que el
procesado intente fugarse para eludir la acción de la Justicia. Sin embargo,
tampoco resultan suficientes, luego de transcurrido cierto plazo, para justificar
la continuación de la prisión preventiva. Además, debe tenerse en cuenta que el
peligro de ocultamiento o fuga disminuye a medida que aumenta la duración de
la detención, ya que este plazo será computado a efectos del cumplimiento de
la pena aplicada en la sentencia." (*****).
Refuerza tal posición, el hecho de que el imputado no registra un
arraigo que permita concluir por sí su necesidad de permanecer en la
409
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
jurisdicción y si bien en todo momento se presentó a la justicia, lo hizo como
testigo y aun cuando pudiese imaginarse algún grado de responsabilidad en lo
sucedido, recién conoció la concreta imputación al indagárselo previo
cumplimiento de la detención ordenada y que se concretara en su domicilio.
Por tanto, objetivamente valorados, los elementos arrimados al
expediente, permiten concluir con gran grado de coherencia que existe un real
peligro de fuga si se concediese la libertad solicitada y corresponde no hacer
lugar a la excarcelación bajo ningún tipo de caución.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 26.909, "Chabán, Omar Emir s/
excarcelación", rta: 13/5/2005.
(**) Ricardo Levene (h), Jorge O. Casanovas (nieto), Eduardo C.
Hortel, Código Procesal Penal de la Nación (Ley 23.984), Comentado
y Concordado", Depalma, Bs.As., 1992, comentario al art. 280, p. 237.
(***) Levene (h), Casanovas, Levene (n), Hortel, ob. Cit., p. 237.
(****) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 25.827 "Pizarro, Sandro D.
S/excarcelación", rta 10/12/2004; c. 25.604 "Rodríguez, Néstor F.
s/excarcelación", rta: 12/11/2004; c. 25.057, "Contigiani, Daniel D.
s/excarcelación", rta: 24/9/2004; c. 26.909, "Chabán, Omar E.
s/excarcelación", rta: 13/5/2005.
(*****) Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Informe
2/97, punto 28, "peligro de fuga".
EXCARCELACION.
Peligros procesales. Expectativa de pena. Procedencia.
El principio rector para privar a una persona de su libertad durante el
proceso penal es lograr la efectiva realización del juicio a través de la
neutralización de los peligros procesales que atentan contra ese fin, es decir, la
posibilidad de fuga del imputado o de entorpecimiento de la investigación, de
acuerdo a las pautas establecidas en los arts. 280 y 319, C.P.P.N. (*).
410
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Si no se avizoran esos peligros, el derecho del imputado a permanecer
en libertad durante la tramitación del proceso penal no puede verse restringido.
La expectativa de pena no puede interpretarse como una premisa
absoluta de la cual se derive, inevitablemente, la conclusión de que el imputado
se dará a la fuga si recuperara su libertad ya que sólo se tienen en cuenta como
parámetros los arts. 316 y 317, C.P.P.N. para conceder o no la libertad a una
persona, y se los interpreta como una presunción "jure et de jure", se corre el
riesgo de incurrir en un adelanto de pena, que torna al encierro
inconstitucional.
Si el imputado no registra antecedentes y tras la prisión preventiva
dictada, se presentó ante los estrados del juzgado instructor poniéndose a
disposición de la justicia, sumado a que, toda vez que la causa está próxima a
ser elevada a juicio, la prueba se encuentra debidamente resguardada y, por lo
tanto, no se advierte que exista peligro de entorpecimiento de la investigación,
corresponde revocar el auto apelado y conceder la excarcelación al imputado
bajo caución real (arts. 310, 1° párrafo y 319, a contrario sensu, C.P.P.N.) (del
voto de la Dra. Garrigós de Rébori al que adhirió el Dr. Elbert).
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González (en disidencia), Garrigós de Rébori,
Elbert. (Prosec. Cám.: Oberlander).
c. 26.972, RUSSO, Roberto O.
Rta: 13/06/2005
Disidencia del Dr. González: Ante el último procesamiento en orden al delito
de tráfico de medicamentos peligrosos para la salud agravado por la muerte de
una persona (art. 201, en función del 200, C.P.), y dada la gravedad de la escala
penal establecida para tal injusto en el ordenamiento sustantivo, debe
confirmarse el auto por el que se deniega la excarcelación al imputado.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 26.437, "Rímolo, M. C. M.
s/excarcelación", rta: 2/5/2005; c. 26.417, "De Sanliborio, M. O.", rta:
411
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
11/5/2005; Sala V, c. 26.909, "Chabán, O. E. s/ excarcelación, rta:
13/5/2005; c. 27.017, "Villarreal, R. A.", rta: 2/6/2005.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 21.143,"Barbará, Rodrigo Ruy s/
exención de prisión", rta: 10/11/2003; c. 22.187, "González, Pablo
Luis s/excarcelación", rta: 12/11/2003; c. 22.548, "Capriotti, Armando
s/excarcelación", rta: 27/11/2003.
EXCARCELACION.
Penalidad de los delitos. Pena de cumplimiento efectivo. Rechazo.
La penalidad prevista para la conducta atribuida al imputado (robo
calificado por la causación de lesiones graves, por su comisión en poblado y en
banda y por la intervención de una persona menor de edad, reiterado en dos
oportunidades), impide otorgar el beneficio excarcelatorio.
El art. 316 del C.P.P.N., en función del art. 317, inc. 1°, establece que
podrá acceder a la excarcelación si se estimare que procederá una condena de
ejecución condicional, extremo que no puede sostenerse pues el mínimo legal
previsto para la conducta bajo estudio supera los tres años mencionados el art.
26 del C.P.
La circunstancia de que la eventual pena que se imponga por el delito
atribuido deba ser de cumplimiento efectivo es lo que permite sostener que, en
caso de recuperar su libertad, el imputado intentará sustraerse de la acción de la
justicia.
Por ello, debe confirmarse la resolución por la cual se deniega la
excarcelación del imputado.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori
(en disidencia). (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.858, PEREZ, Jesús Darío.
Rta: 02/06/2005
412
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Disidencia de la Dra. Garrigós de Rébori: El principio rector para decidir privar
o no a una persona de su libertad durante la tramitación del proceso penal es
lograr la efectiva realización del juicio a través de la neutralización de los
peligros procesales que atentan contra ese fin: el peligro de fuga o de
entorpecimiento de la investigación (*).
El art. 316 del C.P.P.N., al que remite el inc. 1° del art. 317, del mismo
ordenamiento, no debe interpretarse aisladamente como una presunción "iure et
de iure" de modo que constituya un obstáculo insuperable para la concesión de
la libertad del imputado en atención al margen punitivo con el que se encuentra
conminada la conducta que se le atribuye.
Este dato debe ser confrontado con la actitud asumida por el imputado
una vez ocurrido el hecho, a fin de representarse objetivamente qué habrá de
ocurrir en el futuro de recuperar su libertad.
El mantenimiento de la prisión preventiva es desproporcionado si no se
advierten circunstancias concretas que permitan presumir fundadamente que la
medida de coerción resulta indispensable en el caso concreto para neutralizar
los riesgos procesales de los art. 280 y 319 del ordenamiento adjetivo (**).
La utilización de fórmulas genéricas y abstractas, sin que se precise
cuáles son las circunstancias concretas de la causa que permitieran presumir,
fundadamente, que el mismo intentará burlar la acción de la justicia, no
constituye fundamento válido de una decisión de los jueces que sólo resulta la
voluntad de denegar el beneficio solicitado (***).
La pena en expectativa no constituye, por sí sola, un elemento
definitivo y determinante generador de la sospecha de fuga que impida a un
imputado acceder a la libertad durante la tramitación del proceso, sino que
debe ponderarse como un elemento más, junto con los demás elementos de la
causa y con la actitud asumida por aquél.
Si el encausado carece de antecedentes, tanto judiciales como
policiales, ha sido veraz al brindar sus datos filiatorios que posibilitaron su
debida identificación e informó su domicilio, no se conforma la presunción
elusiva que le impida acceder a la libertad.
413
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 26.178, "Farías, G.", rta:
08/03/2005; c. 26.513, "Solohaga", rta: 04/05/2005; Sala V, c. 26.909,
"Chaban, Omar Emir", rta: 13/05/2005.
(**) C.N.C.P., Sala IV, reg. 6522, "Pietro Cajamarca, Guido Angelino
o Paredes Castro, Guido Carlos s/ recurso de casación", rta:
20/04/2005.
(***) C.S.J.N., "Estevez, José L.", rta: 03/10/1997, L.L., Suplemento
de Jurisprudencia Penal, 26/12/97.
Nota: Véase en igual sentido, C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 26.857, "Romero,
Ezequiel Andrés", rta: 2/6/2005.
EXCARCELACION.
Privación de la libertad. Carácter excepcional. Peligros procesales.
Ausencia. Caución personal. Procedencia.
El principio rector para decidir privar, o no, a una persona de su libertad
durante la tramitación del proceso penal es lograr la efectiva realización del
juicio a través de la neutralización de los peligros procesales que atentan contra
ese fin.
Las medidas de coerción que se puedan adoptar respecto de una persona
imputada de haber cometido un delito antes del dictado de la sentencia deben
tener siempre carácter excepcional y sólo se justifican en la neutralización de
los peligros aludidos: de fuga o de entorpecimiento de la investigación.
Si no se avizoran estos peligros, la privación de la libertad de las
personas durante el trámite del proceso penal se torna infundada y, por lo tanto,
inconstitucional por ser la interpretación automática, "iuris et de iure", de lo
dispuesto en el art. 316, C.P.P.N., contraria a la C.N.
La C.N., en el art. 18, y los Tratados Internacionales de Derechos
Humanos que la integran, contienen las garantías indispensables, que resultan
aplicables a todos los ciudadanos por igual, y aun cuando, en algunos casos,
pueda quedar la impresión de que esa igualdad aparece como injusta, nunca se
414
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
puede caer en la tentación, por más grave que sea la imputación dirigida o el
clamor social implicado en busca de venganza, de renunciar a ella, porque,
precisamente, esos principios, enmarcados en el proceso penal, son los que le
habrán de dar el cauce legítimo correspondiente, pero no a cualquier costo. Lo
contrario, sería actuar en un contexto de presión social que la lógica jurídica,
especialmente en su faz práctica, no puede admitir.
Tenido en cuenta el estado del sumario, la tarea realizada y diligencias
producidas, en el que ya se dictó un auto de mérito, debe descartarse que el
incuso pueda entorpecer la investigación por recuperar su libertad; en tanto no
se advierte objetivamente de qué manera podría afectarlo, obstruyendo la
recolección de pruebas o el normal desarrollo de los procedimientos, con miras
a frustrar la realización del debate oral en donde se habrá de concretar el juicio
que, en principio, se vislumbra como necesario para poder establecer su
responsabilidad y la del resto de los implicados.
Respecto del peligro de fuga, tampoco se advierte objetivamente que el
imputado intentará eludir la acción de la justicia, si hasta el momento en que
fue arrestado, no se había librado formalmente orden de captura ni se había
dispuesto su detención, sino que se había ordenado su individualización para
ser arrestado y en tal carácter, junto a los preventores que lo ubicaron,
concurrió a la Comisaría, luego de haberles abierto la puerta del lugar -donde
se encontraba solo-, sin oponer reparos o resistencia de alguna clase, sumado a
que si bien no se hallaba en el departamento en el que reside habitualmente, en
el que fue encontrado, es de su propiedad y los efectos que tenía consigo -pasta
dental, cepillo de dientes, carnet de la obra social y un teléfono celular- no
constituyen elementos que permitan sostener objetivamente que estaba
intentando darse a la fuga, máxime si se tiene en cuenta que no tenía en su
poder su documentación personal (D.N.I., C.I. o pasaporte), sumado al escaso
dinero en efectivo que llevaba en ese momento u otro elemento que le
permitiera hacerse de él.
La letra del art. 316, C.P.P.N. -al que remite el inciso 1° del art. 317 del
mismo código-, si se interpreta aisladamente y como una presunción "iuris et
de iure", constituiría un obstáculo insuperable para la concesión de la libertad
del incuso, puesto que la pena máxima prevista superaría holgadamente los
415
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
ocho años de prisión, y tampoco procedería, en caso de recaer condena, una
pena de cumplimiento en suspenso, conforme el art. 26 del Código Penal. Pero,
este dato debe ser confrontado con la actitud asumida por el imputado una vez
ocurrido el hecho por el cual se encuentra procesado.
Por ello, al contar con arraigo, corresponde revocar el auto que no hizo
lugar a la excarcelación solicitada bajo una caución personal de quinientos mil
pesos ($ 500.000), con prohibición de salida del país, obligación de informar al
tribunal cualquier alteración en lo que respecta a su residencia habitual o de los
lugares donde pueda ser ubicado cuando sea requerido y para el caso que lo
estime necesario el juez de grado, la fijación de un régimen de comparecencia
al juzgado o comisaría a determinar, para realizar el seguimiento de su
conducta procesal (del voto de los Dres. Garrigós de Rébori y Bruzzone)
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Pociello Argerich, Garrigós de Rébori, Bruzzone.
(Sec.: Collados Storni).
c. 26.909, CHABAN, Omar E.
Rta: 13/05/2005
Disidencia del Dr. Pociello Argerich: La amenaza de imposición de pena de
efectivo cumplimiento, resulta un elemento de gran relevancia para presumir,
conforme a la experiencia recogida, que quien recupere su libertad intentará
eludir el accionar de la justicia (*).
Quien sabe que deberá volver a prisión, lo evitará, sin que resulte
suficiente para impedirlo condición o caución alguna. La actitud del imputado
con posterioridad al hecho no puede contemplarse como de ponerse a
disposición de la autoridad, si numerosos testigos manifestaron haberlo visto
retirarse del lugar, sin siquiera prestar colaboración con quienes se encontraban
allí y fue detenido al día siguiente en un lugar distinto a su domicilio habitual y
al que se llegó luego de una larga cadena de allanamientos.
Por tanto, resulta lógico concluir que si en ese momento, sin duda
confusión mediante, y sin saber cuál podía ser su responsabilidad por lo que
416
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
pasó, evitó ser ubicado en lo inmediato, en la actualidad y ante la imputación
que sobre él pesa, la actitud no será distinta.
Por ello, no debe hacerse lugar a la excarcelación solicitada bajo ningún
tipo de caución.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 21.143, "Barbará, R. R.", rta:
10/11/2003; c. 22.822, "Di Zeo, R.", rta: 30/12/2003; c. 25.714,
"Fernández, G. A.", rta: 22/3/2003; Sala IV, c. 24.520, "Panno, J.C.",
rta: 17/7/2004; c. 26.018, "Romero González, G. S.", rta: 2/3/2005; c.
26.178, "Farías, G.", rta: 8/3/2005; c. 26.213, "Benítez, M.", rta:
8/3/2005; c. 26.126, "Flores, R. F.", rta: 23/3/2005; c. 26.443,
"Ardiles, A.", rta: 14/4/2005; c. 26.512, "Bolaño, T.", rta: 20/4/2005;
c. 26.437, "Rímolo, M. C. M.", rta: 2/5/2005; c. 26.513, "Solohaga",
rta: 4/05/2005; c. 26.618, "Soza, S. A.", rta: 10/5/2005; c. 26.604,
"Natal, L. A.", rta: 10/5/2005; c. 26.417, "De Sanliborio, M.", rta:
11/5/2005 y C.N.C.P., Sala III, c. 5.472, "Macchieraldo, Ana María
Luisa s/ recurso de casación e inconstitucionalidad, rta: 22/12/2004 y
C.S.J.N., V. 856. XXXVIII, "Verbitsky, Horacio s/ hábeas corpus",
rta: 3/5/2005.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 2.587, "Pizarro, Sandro D.
s/excarcelación, rta: 10/12/2004; c. 25.604 "Rodríguez, Néstor F.
s/excarcelación, rta: 12/11/2004; c. 25.057, "Contigiani, Danile D."
s/excarcelación, rta: 24/9/2004.
EXCEPCION DE FALTA DE ACCION.
Ausencia de la evidencia de la atipicidad. Injurias. Condición de
homosexual. Rechazo.
La excepción de falta de acción procede únicamente cuando es evidente
la atipicidad de la conducta punible.
Si no puede descartarse si el imputado actuó con "animus ofendendi" o
"injuriandi", o su intención fue otra y toda vez que reputarle al querellante la
417
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
condición de homosexual, puede afectar su honor y reputación, pues no es
cierto que este aceptado por la totalidad de la sociedad lo cual se apontoca en
que resulta una conducta punible en la esfera militar, corresponde confirmar el
auto que rechazó la falta de acción intentada por la defensa.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Filozof, Pociello Argerich. (Prosec. Cám.: Leo).
c. 26.799, ANNAND, Lionel y otros.
Rta: 28/06/2005
EXCEPCION DE FALTA DE ACCION.
Ejercicio de la acción. Menor adulto. Madre. Rechazo. Procedencia.
Del hecho de que el menor adulto pueda actuar por cuenta propia
ejercitando la acción, no se deduce, con carácter de necesidad, que su madre no
pueda hacerlo también en su representación.
Las reglas del art. 72 del C.P. no han sido establecidas en beneficio del
imputado, sino de la víctima, y no debe restringirse el derecho de instar, al
menor adulto, sino ampliarlo en su favor, por lo que no ocasiona mella a que el
derecho hubiera sido ejercido por su representante legal.
Por ello, debe confirmarse el auto que no hizo lugar a la excepción de
falta de acción deducida por la defensa.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Bruniard).
c. 26.099, RODRIGUEZ, Gerardo y otros.
Rta: 12/04/2005
418
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
EXCEPCION DE FALTA DE ACCION.
Inicio por prevención. Inmediata intervención al juzgado. Rechazo.
Si el inicio de la causa obedece a una prevención policial en la que se
ha dado inmediata intervención al juzgado de instrucción actuante, no es
condición de procedibilidad el requerimiento fiscal de instrucción, por lo cual
la excepción de falta de acción introducido por la defensa, debe ser rechazado.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.327, SCUZARELLO, José María.
Rta: 11/04/2005
EXCEPCION DE FALTA DE ACCION.
Oportunidad. Art. 428 del C.P.P.N. Imputado. Extemporaneidad.
El querellado sólo puede deducir las excepciones previas conforme lo
establece el art. 428 del C.P.P.N., es decir, superada la etapa de conciliación
bajo cualquiera de sus contingencias (*). Será la citación a juicio el hito
procesal que habilitará por el término de diez días, la introducción de pruebas y
excepciones previas. Fuera de este marco, la presentación resultara inoportuna
(**).
El criterio esbozado no menoscaba el derecho de defensa en juicio, ya
que el legislador se limitó a sistematizar este proceso especial, al estructurarlo
de modo tal que, sin evadirse el principio de legalidad, los justiciables
obtengan una adecuada respuesta jurisdiccional que, por tal, se relaciona con la
necesidad de lograr una administración de Justicia rápida dentro de lo
razonable, y evitar que los procesos se prolonguen indefinidamente (***).
419
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Lo expuesto encuentra su correlato en lo relacionado con la
prescripción de la acción penal en los delito de acción privada ante la reciente
reforma legislativa que modificó el art. 67 del Código Penal por ley 25.990
(****), en tanto adquieren virtualidad interruptiva del curso de la prescripción
de la acción penal, la interposición de la querella -asimilable al requerimiento
acusatorio de apertura a juicio- y la citación que preceptúa el art. 428 del
Código Procesal Penal.
Por ello, la inoportuna sustanciación de excepciones previas,
inexorablemente desvirtuaría la adecuada administración de Justicia para
arribar sin mayores contratiempos, a un estadio donde la acción penal ya habría
fenecido. El inveterado mecanismo de excepcionar en detrimento del desarrollo
del proceso incoado, a la luz de las nuevas disposiciones del art. 67 del C.P.,
coloca al agraviado en una desventajosa situación procesal respecto a quien,
acusado de un delito, cuenta herramientas formales para neutralizar la ofensiva.
Pasos sustanciales a los que tiene derecho toda persona sometida a un
proceso penal, resultan la acusación, defensa, prueba y sentencia (*****).
Apartarse de las disposiciones del art. 428 del canon ritual so pretexto de
garantizar el derecho de defensa en juicio (remisión a las disposiciones del art.
358 del ordenamiento adjetivo aplicables al juicio común), no haría más que
arribar a la defección que se pretende evitar.
La facultad de excepcionar con antelación a la citación a juicio, a
contrario de la disposición contenida en el art. 428 del C.P.P.N., importaría la
producción de sucesivas dilaciones que redundan en una ausencia de pruebas,
falta de sentencia y, en el presente, en relación al curso del término para que
opere la persecución penal por el transcurso del tiempo. Por tanto, si la
excepción de falta de acción fue introducida antes de la citación a juicio, la
suspensión de la audiencia de conciliación adoptada por la juez de grado
deberá ser revocada.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Sánchez).
c. 26.382, MORETTI, Humberto H.
420
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 12/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim., Sala VII, c. 25.762, "Lanata, Jorge s/ excepción de
falta de acción", rta: 15/3/2005. (*) C.N.C.P., Sala III, c. 99, "Giudice,
A.", rta: 6/4/1994 y "Dopazo, S.", rta: 9/6/2000.
(**) C.N.C.P., c. 568, reg. 987, "Graffigna Latino, Carlos", rta:
18/4/1996.
(***) C.S.J.N., "Mattei, Angel", rta: 29/11/1968, Fallos 272:188.
(****) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 25.436, "Lanata, Jorge", rta:
2/3/2005.
(*****) C.S.J.N., "Fiscal c/ Azcona, Manuel y Abbiati, Francisco",
rta: 7/7/1977, Fallos 298:308 y C. 464. XXI., "Crudo, Alberto s/
lesiones culposas", rta: 18/04/1989, Fallos 312:540.
(******) Alejandro Carrió, Garantías constitucionales en el Proceso
Penal, Bs. As., Hammurabi, 1990, p. 61.
EXCEPCION DE FALTA DE ACCION.
Reglamento para la Jurisdicción en lo Criminal y Correccional.
Querella. Elevación a juicio. Improcedencia.
El art. 200 del reglamento para la Jurisdicción en lo Criminal y
Correccional, no puede ser impuesto a las partes que no integran el servicio
público de justicia, máxime cuando no se han habilitado días y horas (*).
Las cuestiones a las que alude la citada norma, son taxativas.
Por ello, y aun cuando transcurrió el mes de enero sin que la querella
haya formulado el requerimiento de elevación a juicio (art. 346 del C.P.P.N.),
debe rechazarse la excepción de falta de acción formulada por la defensa.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
421
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 26.445, LENCINA, Héctor R.
Rta: 5/04/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 25.015, "Alvarez, P. D.", rta:
25/8/2004.
EXCUSA ABSOLUTORIA.
Suegro. Personas extrañas. Desestimación. Rechazo.
El suegro de la querellante se encuentra comprendido en la previsión
del art. 185 del C.P. (*).
La norma consagra una causa personal de exclusión de pena en
beneficio exclusivo de las personas a cuyo favor está dispuesta, la que excluye
expresamente a los extraños que pudieran haber participado en la comisión del
o los hechos imputados que se presuman ilícitos. El rechazo entonces, como la
misma redacción del art. 180 del C.P.P.N. lo determina, podrá únicamente
disponerse cuando la inadecuación de los hechos a una figura penal es
manifiesta; no cuando la cuestión sea dudosa o el imputado no aparezca aún
como culpable (**).
Si una de las imputadas no se encuentra alcanzada por el citado art. 185,
ello torna inadecuada y prematura la desestimación y debe revocarse el auto
que la dispone.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
c. 26.261, LIJTENBERG, Pablo G.
Rta: 29/04/2005
422
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) Sebastián Soler, Derecho Penal Argentino, Tea, Rio de Janeiro,
1978, t. IV, p. 164; Justo Laje Anaya, Excusa absolutoria en los
delitos contra la propiedad, Panedille, Bs. As., 1974, p. 53 y Carlos
Creus, Derecho Penal, Parte Especial, Astrea, Bs. As., 1990, p. 608.
(**) C.N.C.P., Sala IV, c. 3.009, reg. 4239.4, "Bergholc, Eva G.", rta:
30/8/2002.
EXTORSION.
Intimidación. Beneficio indebido. Exigencia justificada. Sobreseimiento.
La intimidación puede lograrse mediante la amenaza de realizar ciertos
actos que puedan ser ejecutados lícitamente, como ser el acto de denunciar o de
desaprobar un espectáculo.
Lo que torna ilícito y extorsivo el hecho es que con la amenaza de
realizar ese acto, que puede ser una facultad jurídica, se persiga un beneficio al
cual no se tiene ningún derecho. Cualquiera puede denunciar un hecho; pero es
ilícito exigir dinero por la abstención, salvo que la exigencia misma esté
justificada, como en el caso de la víctima de la estafa que exige la reparación
(*).
La exigencia del autor debe ser ilegítima, y será tal si no puede exigir
jurídicamente su pretensión. Si la puede exigir, el ejercicio arbitrario de su
derecho atacará la libertad de la víctima, pero no atentará contra su patrimonio
(**).
Dado que estamos frente a un delito contra la propiedad, la justicia o
injusticia, la legalidad o no de la intimidación tiene que ver con lo que se
protege con el delito, que es la propiedad. Si lo pedido es legal, no se dará la
extorsión, sin perjuicio de que quede como conducta típica la coacción (***).
Si el e-mail sindicado como medio para doblegar la voluntad de los
empleadores del imputado al reconocimiento de su demanda, hace referencia a
las irregularidades de las que él, como empleado, había sido víctima, no se da
uno de los elementos que forman al tipo objetivo del delito examinado, esto es,
la exigencia ilegítima. Por lo cual el medio empleado no alcanza
423
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
autónomamente a configurar un tipo independiente, y debe confirmarse el
sobreseimiento del imputado.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.936, PEREZ, Carlos Antonio.
Rta: 31/05/2005
Se citó: (*) Sebastián Soler, Derecho Penal Argentino, Tea, 1988, t. IV, p. 315.
(**) Ricardo C. Nuñez, Tratado de Derecho Penal, Córdoba, 1989, p.
258.
(***) Edgardo A. Donna, Derecho Penal Parte Especial, Rubinzal
Culzoni, 2001, t. II-B, p. 212.
EXTORSION.
Intimidación moral. Reivindicación patrimonial. Sobreseimiento.
La intimidación que requiere la figura de extorsión es puramente moral,
esto es, la amenaza de sufrir un mal grave e inminente si no se cumple con las
pretensiones del sujeto activo.
No se configura el delito cuando la pretensión económica fue de
carácter de reivindicación patrimonial en virtud de la relación de los imputados
(*).
Si la propiedad, que fuera asiento del hogar conyugal, se encontraba
tanto a nombre del imputado como de la denunciante, el primero podía
legítimamente solicitar su venta.
Por ello, y dado que era uno de los derechos del progenitor iniciar
acciones legales por la tenencia del menor, debe confirmarse el sobreseimiento
dispuesto.
C.N.Crim. Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Sec.: Paisan).
424
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 26.059, FERNANDEZ SEIJO, Gustavo Javier.
Rta: 13/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 16.552, "Buckel, Arcadio Israel y
otra", rta: 13/11/2001.
EXTORSION.
Intimidación. Supuesto secuestro. Procesamiento.
Si la víctima recibió dos llamados a su teléfono celular, a través de los
cuales los imputados le exigieron la entrega de cierta suma de dinero, bajo la
intimidación de que, en caso contrario, le pasaría algo malo a un familiar suyo
a quien supuestamente tenían secuestrado en el interior de un baúl de un
vehículo aparcado en una villa del conurbano bonaerense, debe confirmarse el
procesamiento de los imputados en orden al delito de extorsión (art. 168,
primer párrafo del C.P.).
C.N.Crim. Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Prosec. Cám.:
Oberlander).
c. 26.886, RODRIGUEZ CESPEDES, Evelyn y otros.
Rta: 20/05/2005
EXTORSION.
Intimidación. Violencia moral. Piqueteros. Sobreseimiento. revocación.
La intimidación, sobre la que está construido el tipo de la extorsión, es
una forma de violencia moral en la cual el acto realizado, si bien voluntario, es
425
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
vicioso, porque la voluntad no se determina con libertad suficiente, sino
constreñida. Para su configuración no es preciso que la amenaza llegue a crear
una situación de necesidad inevitable, sino que basta que el autor haya logrado
hacerse temer, aunque sea con una amenaza relativamente vaga o de
importancia relativa (*).
Puede haber intimidación aunque se amenace con realizar ciertos actos
que puedan ser ejecutados lícitamente, pues lo que torna ilícito y extorsivo el
hecho es que con la amenaza de realizar ese acto, que puede en su caso ser una
facultad jurídica, se persigue un beneficio al cual no se tiene ningún derecho.
De ahí que lo gravitante no sea lo concerniente a la justicia del mal amenazado,
sino el tópico que se vincula con la justicia de la prestación reclamada y por
ello es que la extorsión finca en la sustancial ilicitud del provecho propuesto,
mediante un proceder intimidatorio que, por lo demás, puede alcanzarse por
cualquier medio, sea directo o indirecto, inmediato o mediato (**).
Por ello, al resultar relevantes las circunstancias detalladas en cuanto al
singular número de personas que se constituyeron en el lugar, extremo que de
suyo importa al menos una tácita demostración que en el contexto infunde
temor; la amenaza de no retirarse o de que volverían,; la pertinente decisión
arbitrada en orden a que los empleados fueran primero protegidos en el
subsuelo del comercio y luego debieran egresar, como otros clientes, por la
puerta lateral; como que la decisión de no continuar con la actividad comercial
en modo alguno podía en la emergencia reputarse un acto libre, máxime si se
repara en que se pretendía una prestación patrimonial carente de legitimidad,
corresponde revocar el sobreseimiento decretado.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Bruniard).
c. 26.357, CASTELLS, Raúl A.
Rta: 01/06/2005
426
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) Sebastián Soler, Derecho Penal Argentino, TEA, Bs. As., 1978, t.
4, p. 274.
(**) Sebastián Soler, ob. cit., t. 4, p. 275/277.
EXTORSION.
Requisitos del tipo. Medio comisivo. Entidad del mal. Sobreseimiento.
El delito de extorsión, se caracteriza por ser un delito contra la
propiedad, cometido mediante un atentado a la libertad de la víctima. Por ello,
el tipo penal descripto por el art. 168 requiere un medio comisivo específico: la
intimidación. Para que se configure este elemento típico, el autor debe
amenazar a la víctima con un mal, el que debe reunir, a su vez, tres requisitos:
ser grave, futuro y depender de la voluntad del autor (en cuanto a su
concreción).
Respecto de la entidad del mal (o daño), "(...) si bien no tiene que ser de
gravedad extraordinaria debe configurar un padecimiento o mal suficiente
como para colocar al sujeto que lo padece ante la opción de salvar el bien
amenazado o aceptar la exigencia (...)" (*).
Si lo que se le atribuye a los imputados es el hecho de haber realizado
maniobras extorsivas mediante las cuales se exigió a los directivos de una
empresa el pago de sumas de dinero para finalizar con la actividad difamatoria
que se desarrollaba en su perjuicio, dicha conducta no reúne el requisito de
gravedad que la figura requiere, en tanto las notas informativas que se le
hicieran llegar a las entidades bancarias no generaron mayor preocupación.
Por ello, corresponde decretar el sobreseimiento de los incusos.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Prosec. Cám.: Fernández de
Cuevas).
c. 25.226, CRUZ, Manuel Juan P. y otros.
Rta: 27/04/2005
427
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 21.680, "Insúa, Eduardo y otros",
rta: 5/12/2003.
FALSEDAD IDEOLOGICA.
Ausencia del juez y secretario en declaración indagatoria y testimonial.
Firmas. Tipicidad conglobante. Desestimación.
No se verifica transgresión al precepto punitivo previsto en el art. 293
del C.P., por el solo motivo de que el juez o el secretario no se hayan
encontrado presentes en la declaración indagatorias y la testimonial tomadas,
no obstante haberse asentado en las actas que sí lo estaban, pues es obvio que
el cúmulo de trabajo que el sistema judicial pone en manos de los magistrados,
no puede realizarse personalmente, y resulta necesario delegar funciones en
inferiores jerárquicos. De lo contrario, se produciría una consecuencia más
grave, cual sería atrasar totalmente la marcha de la administración de justicia.
No puede pretenderse que el juez asista personalmente a todas las
audiencias que se celebran -en forma simultánea- en el juzgado, ya que resulta
humanamente imposible (*); pero su rúbrica en el acta implica su control en el
cumplimiento de las garantías procesales y es una presunción de su presencia
en el acto.
La conducta denunciada es atípica porque una tipicidad legal no pasaría
la llamada tipicidad conglobante, ya que el magistrado se hallaría en un
conflicto aparente de deberes: asistir a las audiencias o atender su despacho y
mantenerlo al día, ante lo cual predomina éste último, y se trata de un supuesto
de tipicidad conglobante por cumplimiento de un deber jurídico -el deber
preponderante que hace ceder la imperatividad del otro- (**).
"...la estructura de los delitos contra la fe pública llevan a que
consideremos que no se dan los extremos de esos delitos en los presentes,
especialmente en cuanto al perjuicio, quedando esos supuesto fuera del ámbito
de aplicación de la norma por un cuestión de adecuación social implícita en los
fundamentos que dan sostén a la teoría de la imputación objetiva" (***).
428
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por ello, corresponde confirmar el auto que desestimó la denuncia por
inexistencia de delito.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. Pociello Argerich, Bonorino Peró, Garrigós de
Rébori. (Sec.: Collados Storni).
c. 26.865, LOPEZ GONZALEZ, Mirta y otro.
Rta: 29/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 24.556, "Gaudino, Carlos
Alberto", rta: 10/8/2004; Sala VII, "Franco S.O.", rta: 10/3/1998, en
J.P.B.A. 102, 121, 290.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, "Casabal, Elía", rta: 1/7/1985.
(***) C.N.Crim. y Correc., Sala I, 22.040, "Frirdlaender, Oscar F.",
rta: 1/3/2004, Revista de Derecho Penal y Procesal Penal, Lexis Nexis,
Nº 4, diciembre 2004, p. 757.
FALSEDAD IDEOLOGICA.
Escribano. Cotejo de la veracidad de la documentación presentada.
Procesamiento. Partícipe. Revocación.
Es deber de la fedataria pública cotejar la veracidad de la
documentación que suscribe, y no puede ampararse en el volumen de tareas
para deslindar responsabilidades, máxime si la escritura cuestionada fue
suscripta por ella, lo que da sustento a su participación en la maniobra
endilgada y al procesamiento decretado.
Respecto de la situación procesal del co imputado si su conducta
consistió en prestar su nombre para una actividad, hasta el momento de su
participación, lícita, sin existir evidencia de que haya actuado dolosamente en
la maniobra defraudatoria desplegada (*), lo cual apontoca en el hecho de que
su rubrica no se encuentra en la escritura de cancelación del mutuo,
429
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
corresponde revocar el procesamiento decretado en orden al delito de
administración fraudulenta en concurso real con falsedad ideológica.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.736, GALANTE, Andrea P. y otros.
Rta: 31/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 22.200, "Dubove, Sergio Daniel",
rta: 20/8/2003.
FALSIFICACION DE DOCUMENTO.
Desestimación por inexistencia de delito. Falsificación de firma del
abogado patrocinante. Ausencia de perjuicio. Sobreseimiento.
No obstante la imputada haya reconocido haber efectuado las firmas
insertas en los escritos cuestionados, tal proceder no resulta constitutivo de
ilícito penal alguno, si no se ha configurado el perjuicio requerido para el delito
de estafa en tanto el trámite impuesto en el juicio de divorcio en cuestión revela
que hubo acuerdo en ambas partes, tanto en la modalidad del juicio, como en
las circunstancias alegadas y su resultado; habiéndose desarrollado el proceso
sin contradicción, ni debate alguno sobre cuestiones filiales o de carácter
patrimonial, y con la consentida manifestación de inexistencia de bienes de la
sociedad conyugal.
Tampoco puede hablarse de un perjuicio constitutivo del delito de
falsificación de documento, en tanto aún de ser falsas las firmas cuestionadas,
fueron colocadas en escritos que hubieran llevado a similar resultado de ser las
rúbricas verdaderas.
430
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por las mismas razones, tampoco el hecho podría encuadrar en la figura
del prevaricato, al estar ausente en el caso el elemento subjetivo de perjudicar
deliberadamente la causa confiada, que requiere el tipo penal de mención.
No se advierte la concurrencia del delito previsto en el art. 255 del C.P.,
si no surge del expediente civil que haya habido en el caso sustracción,
ocultación, destrucción o inutilización de objetos destinados a servir de prueba,
de acuerdo a la terminología legal mencionada en dicha norma.
Tampoco procede la denuncia formulada con relación a los funcionarios
del Juzgado Civil, al resultar ajeno a sus funciones el verificar o conocer sobre
la autenticidad o no de las rúbricas de los profesionales estampadas en los
escritos que presentan.
Por ello, corresponde confirmar el sobreseimiento decretado y la
desestimación de las actuaciones por inexistencia de delito.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Prosec. Cám.: Mouradian).
c. 25.527, ORMILUGUE, Ana.
Rta: 14/04/2005
FALSIFICACION DE DOCUMENTO.
Escritos judiciales. Firmas. Perjuicio. Tipicidad. Evaluación en cada
caso concreto. Sobreseimiento. Revocación.
En los supuestos de falsificación de firmas en escritos judiciales, el
perjuicio se mide en cada caso y en el contexto del expediente respectivo. El
juicio de tipicidad debe ser formulado en el caso concreto.
Debe cuestionarse la postura jurisprudencial denominada de la
"igualdad de las consecuencias" para decidir sobre la tipicidad, en tanto no hay
perjuicio si la consecuencia procesal del escrito que lleva la firma falsificada
431
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
(del mandante, del abogado mandatario o del abogado patrocinante), es la
misma que hubiese correspondido al escrito presentado con la firma auténtica.
Más allá de la posibilidad de perjuicio de quien sufre la falsificación de
su firma -que no necesariamente es patrimonial-, uno de los casos que podría
dar lugar a la tipicidad es aquel por medio del cual se cumple una carga
procesal, impidiendo a la contraria invocar su incumplimiento y demandar lo
que corresponde. "Aunque beneficiarse no siempre importa perjudicar, impedir
ilícitamente que otro se beneficie siempre importa perjudicar" (*).
Ello importa concluir en que la "anuencia del cliente", no resulta un
extremo que neutralice la configuración del delito. Por tanto, corresponde
revocar el sobreseimiento decretado.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Besansón).
c. 26.796, ESPOSITO, Eduardo A. y otros.
Rta: 30/06/2005
Se citó: (*) Carlos Creus, Falsificación de documentos en general, Astrea, Bs.
As., 1986, p. 85/88; C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 24.745,
"Aguirre Saravia, Jorge -fals. doc. priv.-", rta: 21/10/2004.
FALSIFICACION DE DOCUMENTO.
Público. Administración fraudulenta. Concurso ideal. Procesamiento.
Si la firma atribuida al denunciante en la escritura cuestionada, que
establecía que había recibido la suma del mutuo hipotecario del que era
acreedor, no le pertenece, sumado a que el interviniente en dicho acto como
acreedor hipotecario, firmó el documento de marras sin que hubiese otra
persona presente además del escribano imputado, se configuran los elementos
que permiten afirmar la falsedad en la que se incurrió.
432
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Si el cobro del dinero del mutuo se encontraba bajo la administración
del prevenido, en la medida en que incluyó una falsa afirmación vinculada con
la cancelación de la deuda, no sólo incurrió en la actividad típica del art. 293,
C.P., sino que con ella provocó un menoscabo en el patrimonio del
denunciante, perjudicando de ese modo los intereses confiados. En
consecuencia, al existir una falsedad ideológica, en el que la firma apócrifa
resulta un elemento funcional a la declaración falsa que el documento exhibe,
la conducta analizada es susceptible de ser aprehendida por ambas figuras
penales, por lo que se comprueba un concurso ideal entre las conductas
contempladas en los arts. 173, inc. 7° y 293, primer párrafo, C.P. y debe
confirmarse el procesamiento del imputado en orden a los delito de falsedad
ideológica y administración fraudulenta, en concurso ideal.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 25.805, GOMEZ, Jorge.
Rta: 06/06/2005
FALSIFICACION DE DOCUMENTO.
Uso. Exclusión.
Procesamiento.
Autoría
y
participación.
Partícipe
primario.
El autor de la falsificación que a la vez usa el documento, no puede ser
castigado al mismo tiempo por aquélla falsificación y por este uso; únicamente
puede serlo por el primer delito, criterio que se extiende a los partícipes
necesarios (*).
El principio general es que los delitos de uso de documento falso y
falsificación, cuando se refieren a instrumentos públicos, se excluyen
recíprocamente en tanto el delito reprimido por el art. 296 del C.P. no puede
ser cometido por quien participó en la confección o adulteración del
433
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
documento público que utilizó posteriormente; sólo constituirá un delito
independiente si el que usó el documento no fue quien estuvo imputado en su
falsificación (**).
Por ello, si puede conjeturarse que el imputado realizó un aporte
indispensable para que el hecho pueda perfeccionarse, el cual consistió en
aportar sus datos y una fotografía para ser adjuntados al documento apócrifo,
tal grado de intervención permite imputarle la comisión de la falsificación de
documento público en carácter de partícipe necesario.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Barbarosch, Rimondi, (Prosec. Cám.:
Fernández de Cuevas).
c. 25.285, VEIGA BLANCO, José Manuel.
Rta: 04/04/2005
Se citó: (*) Carlos Creus, Derecho Penal, parte especial, 4ta. ed., Astrea, Bs.
As., 1993, t. II, p. 476/477.
(**) C.N.C.P., Sala III, M.D.J. s/ rec. Casación", rta: 19/3/2001, L.L.
2001, E, 435; C.N.Crim y Correc. Fed., Sala II, c. 16.490, "F.H.R., rta:
16/5/2000, C.N.C.P., Sala I, "T.J.R.", rta: 11/7/1997, L.L. 1997, F,
849, citados en Edgardo A. Donna, Derecho Penal, parte especial,
Rubinzal-Culzoni, Bs. As., 2004, t. IV, p. 203.
FALSIFICACION
REGISTRABLE.
DE
NUMERACION
DE
UN
OBJETO
Alteración de la chapa patente. Procesamiento.
Si el imputado alteró la chapa patente mediante el borrado de las patas
diagonales a las letras, por lo que quedó la patente entonces con una
inscripción distinta, debe confirmarse su procesamiento en orden al delito
previsto en el art. 289, inc. 3°, del C.P.
434
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, Garrigós de Rébori, González Palazzo
(en disidencia). (Prosec. Cám.: Mouradian).
c. 26.268, FALDUTTI, Esteban.
Rta: 11/05/2005
Disidencia del Dr. González Palazzo: El inc. 3° del art. 289 del C.P., al
enumerar entre los requisitos de viabilidad "la alteración de la numeración"
hace lucir ab initio como típica la conducta del sujeto activo.
Pero la salvaguarda de la fe pública, bien jurídico protegido por la
norma, esta vinculada con el requisito de la registración como forma de
transmisión de la propiedad automotor. Es por ello que la maniobra del
imputado de alterar solo la chapa patente trasera del vehículo poco tiene que
ver con la finalidad de la norma, sino más bien es un recurso avieso de escapar
a la facultad sancionatoria de las contravenciones que tiene la administración
pública.
En consecuencia, debe revocarse el procesamiento del imputado.
FALSIFICACION
REGISTRABLE.
DE
Licencia para
Sobreseimiento.
operar
NUMERACION
como
taxímetro.
DE
UN
OBJETO
Puerta.
Atipicidad.
No puede sostenerse que la licencia que el taxímetro posee en sus
puertas constituya la numeración individualizadora de un objeto, registrada de
acuerdo con la ley (como podría ser, a modo de ejemplo, la que figura
estampada en el motor de un vehículo), tal como exige el tipo objetivo del art.
289, inc. 3°, del C.P., sino que, por el contrario, sólo se refiere a una
autorización administrativa que ha sido otorgada por el G.C.B.A. para poder
trabajar como automóvil de alquiler.
435
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Cuando el inciso en cuestión fue incorporado por ley 24.721 se buscó
dar solución a los serios problemas de interpretación y aplicación que se habían
suscitado con el decreto ley 6.582/58, ratificado por ley 14.467, y la intención
fue cubrir puntualmente los casos de adulteración o alteración de motores,
chasis o patentes, en el marco de una decisión político criminal tendente a
prevenir y reprimir, con carácter general, la sustracción de automotores,
quedando claramente fuera de los alcances del tipo una conducta como la
imputada, consistente en haber colocado en las puertas de su vehículo un
número de licencia para circular y operar como taxímetro.
Si bien la conducta es altamente irregular y disvaliosa, ni por una
interpretación extensiva (legítima) puede llegarse a la utilización del tipo penal
escogido, por tratarse de un caso de analogía en Derecho Penal que vulnera el
"nullum crimen sine lege" (art. 18 C.N.), por lo cual deviene atípica.
Por ello, corresponde revocar el procesamiento decretado y dictar el
sobreseimiento del imputado, por aplicación de lo dispuesto en el art. 336, inc.
3°, del C.P.P.N.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Prosec. Cám.: Fernández de
Cuevas).
c. 25.223, DE LA CRUZ MOSQUEDA, Eduardo.
Rta: 25/04/2005
FALSO TESTIMONIO.
Amenaza para la certeza. Peligro futuro. Actas testimoniales.
Procesamiento.
En el delito previsto en el art. 279 del C.P., la falsedad tiene que recaer
sobre hechos o circunstancias que puedan afectar la comprensión en quien los
estime con fines decisorios, o encarnar una amenaza para la certeza del juicio a
formular (*).
436
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
El delito de falso testimonio es de pura actividad y por ello no resulta
necesario que la autoridad del proceso donde se prestó el testimonio, yerre en
su decisión como consecuencia de las manifestaciones falaces. El enlace con el
bien jurídico protegido (recta administración de justicia) implica peligro. No el
peligro actual, sino un peligro futuro. Es decir, la probabilidad de que el
testimonio falso pudiera tener algún peso en la resolución del asunto (**).
Sin perjuicio de que el magistrado no haya valorado los dichos falsos de
los imputados en el juicio laboral, si éstos aludían al núcleo de la cuestión y no
a una circunstancia tangencial, toda vez que resultaban idóneos para turbar la
dirección de la actividad judicial, al momento de establecer, la cuantía de la
indemnización, deben confirmarse sus procesamientos.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, Garrigós de Rébori, González Palazzo
(en disidencia). (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.056, AVAL, Pablo M. y otro.
Rta: 24/05/2005
Disidencia del Dr. González Palazzo: El falso testimonio debe incidir sobre
algo sustancial, que pueda desviar o turbar el curso de la actividad judicial, y
no sobre circunstancias secundarias que no alteran el objetivo de la deposición.
Si el testimonio falso no influye de manera alguna en la decisión del
proceso, falta el elemento del perjuicio (***).
En consecuencia, si en la sentencia dictada por el magistrado laboral, no
fueron valorados los dichos de los imputados al momento de resolver, las
irregularidades que habrían manifestado los enjuiciados, carecen de valor para
tipificar el delito contemplado por el art. 279 del C.P. y deben revocarse los
procesamientos decretados.
Se citó: (*) Carlos Creus, Derecho Penal, Parte Especial, 6ta. ed., 2da.
Reimpresión, Bs. As., Astrea, 1999, t. II, p. 335.
437
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
(**) Alfredo J. Molinario - Eduardo Aguirre Obario, Los Delitos, Tea,
Bs. As., 1999, t. III, p. 422.
(***) Ricardo Levene (h), El delito de falso testimonio, Depalma,
1978, p. 67 y ss.
FALSO TESTIMONIO.
Archivo. Imputados. Improcedencia. Mendacidad. Entidad suficiente.
Sobreseimiento.
Si hay personas imputadas de la comisión de un delito no procede el
archivo o reserva de la causa, sino resolver su situación procesal (*).
La circunstancia de que se encuentre en pleno trámite el juicio donde se
habrían vertidos las manifestaciones falsas que se atribuyen a los imputados, no
resulta óbice para que se investigue en sede penal si dichos comportamientos
disvaliosos han tenido lugar o no; por lo tanto, la solicitud de archivar las
actuaciones hasta tanto recaiga sentencia definitiva en la causa en trámite no
resulta adecuada (**).
Para que se configure el delito de falso testimonio la mendacidad debe
recaer sobre determinados acontecimientos y éstos deben influir en la persona
que debe decidir una cuestión bajo su análisis (***).
La alteración que el testigo introduce en su testimonio debe tener una
entidad bastante para condicionar el resultado de la prueba del delito y la
autoría del mismo. La falsedad tiene que ser idónea para inducir en error al que
decide, por lo tanto debe recaer sobre hechos o circunstancias que alteren la
comprensión del hecho (****).
Si la juez a cargo del Juzgado Laboral informó que la declaración fue
impugnada por la demandada y la parte actora solicitó su careo con el actor,
resolución que fue diferida hasta la producción de la totalidad de la prueba
ofrecida, no se advierte los elementos requeridos por la figura en estudio y
debe confirmarse el sobreseimiento del imputado.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
438
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 25.657, ORDOÑEZ, Mario Oscar y otro.
Rta: 03/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 10.397, "Segovia Víctor", rta:
19/2/1999; c. 23.048, "Grassi Lauge, Griselda Margarita", rta:
31/5/2004 y c. 23.074, "Araoz, Héctor José", rta: 7/6/2004.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 23.250, "Cabral, Daniel y otros",
rta: 1/9/2004; c. 24.106, "Cianni, Miguel Ángel", rta: 28/10/2004; c.
23.754 "Aceto, Pascual Antonio", rta: 31/05/2005.
(***) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 14.964, "D.M. de G.P.", rta:
16/11/2000, Revista de Derecho Penal, Delitos contra la
Administración Pública - II, Rubinzal Culzoni, p. 457.
(****) Edgardo A. Donna, Derecho Penal, Parte especial, RubinzalCulzoni, Bs. As., 2000, t. III, p. 445/459.
FALSO TESTIMONIO.
Contrariedad subjetiva. Sobreseimiento.
La falsedad inherente al falso testimonio no radica en la contrariedad
objetiva, sino que es esencialmente subjetiva. Consiste en la afirmación por el
testigo de lo que sabe que no es la verdad, por lo que el dolo propio de este
delito, consiste en la conciencia y voluntad del autor de apartarse de la verdad
al deponer (*).
La falsedad, no consiste pues, en la discrepancia entre lo relatado y los
hechos reales, sino en la discrepancia entre los hechos referidos y los hechos
sabidos (**).
Si el imputado, hermano de la actora en sede civil, en aquel expediente,
se manifestó respecto al nivel de vida de la pareja que conformara el
denunciante y su hermana, aludiendo asimismo a bienes que tuvieran en la
439
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
sociedad conyugal, no se advierte la adecuación típica de la conducta atribuida
a la figura que surge del art. 275 del C.P.
Por ello, y si el imputado simplemente se manifestó sobre cuestiones
que había percibido al visitar al matrimonio en Miami y sobre las diferencias
que notó en el nivel de vida actual de su hermana y sus sobrinos, sin que se
advierta intención de manifestarse falazmente a sabiendas de ello, debe
confirmarse el sobreseimiento dictado.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.340, OTTAVIANO, Olga Beatriz.
Rta: 26/05/2005
Se citó: (*) Ricardo Nuñez, Tratado de Derecho Penal, t. V, vol. II, Córdoba,
1992, p. 166.
(**) Sebastián Soler, Derecho Penal Argentino, t. V, p. 306.
FALSO TESTIMONIO.
Expediente civil. Autoridad competente. Prosecretario administrativo.
Inexistencia de delito.
Si las testimoniales que se encuentran en el expediente civil y por las
cuales los encausados habrían incurrido en el delito previsto en el art. 275 del
código sustantivo, no fueron prestadas ante autoridad competente, sino que
fueron llevadas a cabo en un estudio jurídico, en donde sólo fueron suscriptas
por los enjuiciados, no se cumplen con las formas que exige el tipo a estudio.
En sede civil ostentan la calidad de autoridad competente sólo el juez y
el secretario, dado que sólo ellos pueden tomar juramento de decir verdad y
recibir declaraciones testimoniales. Por ello la declaración ante empleados del
juzgado, distintos al juez o al secretario, no constituye una deposición en los
términos del art. 275 del C.P. (*).
440
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
En consecuencia, la ratificación de sus afirmaciones en sede civil sin la
intervención del juez o el secretario, sino un funcionario del juzgado
(Prosecretario Administrativo), no satisface los presupuestos del art. 416 del
C.P.C.C.N.
Por ello, debe confirmarse la desestimación por inexistencia de delito
(art. 180, "in fine", del C.P.P.N.).
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 25.813, RUSSO, Héctor J.
Rta: 03/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 23.197, "Dornell, Norma Patricia",
rta: 24/8/2004.
FALSO TESTIMONIO.
Generales de la ley. Identidad de los testigos. Sobreseimiento.
La mendacidad en la que pueden incurrir los testigos al declarar con
relación a las generales de la ley no puede constituir falso testimonio, pues las
falsedades u omisiones de decir verdad referidas a esas cuestiones, en
principio, y sin perjuicio de los efectos procesales que se puedan derivar, y
salvo que no tengan relación con lo que es materia de la declaración
testimonial a prestarse, no configuran delito, en cuanto esas preguntas tienen
por fin individualizar a la persona y no constituyen parte de la deposición sobre
los hechos (*).
La verificación de la identidad de los testigos que se presentan
constituye una obligación propia del tribunal interviniente (**).
441
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por ello, al no darse los requisitos objetivos previstos para la
configuración del delito previsto por el art. 275 del C.P., debe confirmarse el
sobreseimiento del imputado.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.373, RAMIREZ, Félix Rodolfo.
Rta: 13/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 23.087, "Rossi, Sebastián Leandro
y otros, s/sobreseimiento", rta: 12/8/2004.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 43.187, "Maiorano Quiroga,
Mario", rta: 12/4/2002.
FALSO TESTIMONIO.
Interés del testigo. Causa penal. Perjuicio. Sobreseimiento.
Si el imputado, al momento de prestar la declaración testimonial
cuestionada en el expediente civil, estaba interesado en su resultado, ya que las
respuestas se hallaban vinculadas con la realidad fáctica de la causa penal en la
cual posteriormente fue sobreseído, no se configura el delito previsto en el art.
275 del C.P.
Debe descartarse del falso testimonio toda declaración inexacta dada
por un testigo con referencia a hechos en los cuales él mismo es actor, y de
cuya manifestación puede resultarle un perjuicio, aunque no consista éste en la
autoinculpación de un delito (*).
Por ello, debe confirmarse el sobreseimiento del imputado en orden al
delito de falso testimonio.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Sec.: Paisan).
442
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 26.328, RICHARDS, José Patricio.
Rta: 04/05/2005
Se citó: (*) Sebastián Soler, Derecho Penal Argentino, Tea, Bs. As., 1992, t,
V, p. 299.
FALSO TESTIMONIO.
Proceso en trámite en sede ajena. Suspensión del ejercicio de la
acción penal.
Procede suspender el ejercicio de la acción penal hasta que finalice
definitivamente el proceso en sede ajena, puesto que la decisión que allí pueda
adoptarse puede causar estado respecto a la existencia o inexistencia de un
elemento del tipo denunciado (*).
Dicha medida privilegia la necesidad de no coartar el margen de
valoración de la prueba del tribunal que tendrá a su cargo el juzgamiento del
conflicto laboral y elimina toda posibilidad de que se produzca un escándalo
jurídico mediante decisiones contradictorias (**).
Por ello, corresponde suspender el ejercicio de la acción penal respecto
al delito de falso testimonio hasta que recaiga sentencia firme en la causa
tramitada en sede laboral.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Filozof, Pociello Argerich. (Prosec. Cám.: Leo).
c. 27.066, NAVARRO, Gastón E.
Rta: 28/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 18.150, "Sardi, Guillermo", rta:
25/03/2002.
443
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 18.078, "N.N. s/archivo", rta:
21/03/2002 y c. 18.685, "Otranto, Alfredo y otros", rta: 15/5/2002.
HOMICIDIO.
Criminis causa. Animo del agresor. Robo con armas. Sitio vital. Lesión
leve. Procesamiento.
El art. 80, inc. 7° del C.P. castiga al que para: preparar, facilitar,
consumar u ocultar otro delito o asegurar sus resultados, mate a otro. En
consecuencia, dicha norma requiere para su aplicación que la conexión entre
ambos delitos sea mediante la ultraintención del agente de "matar para".
Además, se enumera de manera taxativa los supuestos en que se mata "para" y,
de no caber la conducta atribuida a alguno de esos supuestos de intención, tal
tipo no es aplicable y, en su caso, deberá subsumirse en otro tipo penal (*).
Si el imputado se acercó a la víctima para apoderarse de su bolso y el
dinero, portando en su mano la sevillana, pero no se desprende con claridad el
ánimo del agresor en darle muerte a la víctima para lograr su impunidad ante el
desapoderamiento intentado, puesto que se deduce un movimiento brusco de
parte de la víctima ante tal situación y un alejamiento por parte del agresor
cuando le introdujo el arma, se debe encuadrar el delito en tentativa de robo
con arma (art. 166, inc. 2° del C.P.) (del voto del Dr. González Palazzo y la
Dra. Garrigós de Rébori).
Si no se observa la voluntad de provocar la muerte a la víctima, la
lesión fue ocasionada durante la secuencia del frustrado despojo y fue
calificada de "leve", ella queda subsumida en el delito de robo, dado que
encuentra su motivo en la violencia requerida para este tipo penal, al constituir
un hecho único (**) (del voto del Dr. González).
Por ello, debe confirmarse el procesamiento del imputado en orden al
delito de robo con arma en grado de tentativa (art. 166, inc. 2º del C.P.).
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González Palazzo, Garrigós de Rébori, González.
(Sec.: Uhrlandt)
444
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 26.580, PEDROZO, Javier.
Rta: 18/05/2005
Se citó: (*) C.N.C.P., Sala IV, c. 1.472, reg. 2564.4, "Barraza, José Eduardo
s/recurso de casación", rta: 28/04/2000.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 19.346, "Zemel, Claudio", rta:
31/10/2002.
HOMICIDIO.
Culposo. Accidente de tránsito. Exceso de velocidad. Deber de
cuidado. Compensación de culpas. Procesamiento.
La inobservancia de los deberes de cuidado produce responsabilidad
penal por culpa o imprudencia para el conductor del automóvil que lesiona o
mata a un tercero, cuando ella sea condición generadora, inmediata, principal y
directa.
Si del informe pericial realizado por la División de Ingeniería Vial
Forense de la P.F.A, surge que al inicio de la maniobra de frenado violento del
automóvil, éste circulaba a una velocidad superior a lo establecido por la ley
24.449 art. 51, ello demuestra una conducta imprudente, y las pruebas
colectadas demuestran que de haber respetado los límites máximo establecidos
por la ley, habría podido evitar el impacto contra el ciclista, aunque este
hubiera cruzado en forma contraria a la dirección de la calle.
En materia penal, la culpa de la víctima no compensa, en principio, la
imprudencia o la negligencia determinante del hecho que se le achaca al autor
del suceso culposo.
Por ello, corresponde confirmar el procesamiento decretado en orden al
delito de homicidio culposo.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof. (Prosec. Cám.: Leo).
445
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 26.696, RODRIGUEZ, Roberto R.
Rta: 20/05/2005
HOMICIDIO.
Culposo. Comisión por omisión. Jefe o encargado. Anormal
funcionamiento de una grúa. Posición de garante. Procesamiento.
En el delito de comisión por omisión no basta con la simple
constatación de la causalidad hipotética de la omisión respecto del resultado
producido y de su evitabilidad para imputar el resultado al sujeto de la omisión.
Es preciso además, que este sujeto tenga la obligación de impedir la
producción del resultado en virtud de su cargo. Esta obligación especial,
convierte al sujeto en garante de que no se produzca el resultado. En los delitos
de comisión por omisión, sujeto activo no puede ser, por tanto, cualquier sujeto
que pueda evitar el resultado, sino sólo el que tenga un deber jurídico de
evitarlo (*).
Si el imputado, en su carácter de jefe o encargado de todo lo
concerniente a la operación y mantenimiento mecánico de las grúas
maniobradas en el puerto y con conocimiento de que una de ellas no se
encontraba funcionando debidamente, permitió que se continúe operando, lo
cual coadyuvó al acontecimiento que terminara con la muerte de la víctima,
corresponde confirmar el procesamiento decretado en orden al delito de
homicidio culposo.
Ello en tanto, las funciones específicas de aquél eran las de controlar el
correcto funcionamiento de las máquinas, dar las instrucciones a los mecánicos
y cerciorarse de su reparación, lo cual lo colocan en una posición de garante
respecto de la no creación del resultado y determinan que al no haber actuado
con su obligación haya violado el deber de cuidado que le incumbía.
446
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Escobar, Gerome, Bunge Campos (en
disidencia). (Prosec. Cám.: Oberlander).
c. 26.580, BENEGAS, Simón Nicolás.
Rta: 15/06/2005
Disidencia del Dr. Bunge Campos: Se está en presencia de lo que en doctrina
se denomina "una colisión de riegos" si se observan dos conductas distintas,
que cada una viola un deber de cuidado. "Al sujeto no se le reprocha el haber
omitido algo, sino el haber creado un peligro no amparado por riesgo permitido
y así abarcado por el fin de protección del tipo, que se ha realizado en un
resultado típico" (**).
Existe relativa unidad doctrinal en torno de la falta de imputación al
primer causante cuando el resultado sobreviene como consecuencia de la
imprudente o dolosa intervención de la propia víctima o de un tercero (***).
También es posible que con posterioridad a la actuación del primer
autor sobrevenga una actuación irregular de un tercero, que siendo dolosa o
culposa elimine la imputación objetiva al primer causante (****).
Lo que en verdad permite determinar a quién debe serle objetivamente
imputable la lesión al bien jurídico, es el análisis de cuál de los riesgos
desaprobados fue el que se realizó en el resultado penalmente relevante, para lo
cual debe indagarse cual de ésas conductas reprochables es la que permite
explicar el daño (*****).
Si en el caso, más allá de la responsabilidad del imputado en su carácter
de encargado por haber permitido que la máquina fuera puesta en
funcionamiento, el resultado negligente se produjo por la actuación negligente
de un tercero, quien la accionó sin esperar que la víctima descendiera del
canasto que se encontraba en su extremo, debe revocarse el procesamiento
decretado y dictar el sobreseimiento del incuso.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 24.822, "Canepa, S.I.", rta:
16/2/2005 con cita de Francisco Muñoz Conde y Mercedes García
447
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Arán, Derecho Penal Parte General, Tritant lo Blanch, Valencia, 1993,
p. 227.
(**) Claus Roxin, Derecho penal, Parte General, 2da. ed., alemana y
notas por Diego Manuel Luzon Peña, Civitas, España, 1997, p. 1000.
(***) Yesid Leyes Alvarado, Imputación objetiva, Temis S.A., Santa
Fe de Bogotá, Colombia, 1996, p. 337.
(*****) Yesid Reyes Alvarado, ob. cit., p. 345.
HOMICIDIO.
Culposo. Ingesta de alcohol. Acción de la víctima. Imprudencia.
Sobreseimiento.
La imprudencia se caracteriza como una forma de evitabilidad en la que
el autor carece de un conocimiento actual de lo que se debe evitar; se debe
apreciar imprudencia cuando un resultado típico es objetivamente imputable y
el autor ha tenido un error sobre el riesgo de su producción, a pesar de la
posibilidad de conocer tal riesgo. No toda creación de un riesgo del resultado
puede ser objeto de una prohibición del derecho penal pues ello significaría una
limitación intolerable de la libertad de acción.
Existen riesgos permitidos que excluyen la tipicidad de la conducta que
los crea, aunque de ellos se pueda derivar un resultado típico (*).
La única circunstancia de conducir un automóvil con una ingesta de
alcohol mayor a la permitida, si bien constituye un indicio de creación de
peligro prohibido, no necesariamente lo fundamenta.
Si la aparición de la víctima fue repentina, sorpresiva, imprevista y en
un lugar en el que no está permitido el paso de peatones, sumado a que el
imputado conducía a una velocidad permitida, no se puede acreditar que este
haya actuado de la forma que prescribe el art. 84 del C.P.
Por ello, y dado que el mayor peligro creado por el imputado ante la
violación de las norma reglamentarias no fue causal que impidió evitar la
colisión o, al menos, que esta tuviese consecuencia menos graves, debe
decretarse el sobreseimiento del imputado.
448
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.675, DI RISIO, Alexis Carlos.
Rta: 20/05/2005
Se citó: (*) Enrique Bacigalupo, Derecho Penal, parte general, Hammurabi,
Bs. As., 1999, 2° ed., p. 343 y 272.
HOMICIDIO.
Culposo. Mala praxis. Médico obstetra. Enfermedad neurológica no
detectada. Desatención de los síntomas de la paciente. Procesamiento.
Para que el error de diagnóstico pueda asumir los caracteres de culpa
punible, es preciso que sea craso, es decir, que dependa del descuido de normas
comunes de semiología, es decir, de las faltas de elementales conocimientos de
patología y de clínica (*).
Si bien el encausado reviste la condición de médico especialista en
ginecología y no fue el médico de la occisa -quien falleció a consecuencia de
un edema pulmonar y meningo-encefálico, con hemorragia cerebelosa-, no
puede negarse que la ciencia médica interrelacional las diversas funciones del
cuerpo humano, de forma tal que no pueden pasar desapercibidas para un
profesional en el arte de curar, ciertas sintomatologías que necesariamente se
entroncan con su especialidad. Ello en tanto las serias alteraciones que
presentaba la paciente poseían suficiente entidad para merecer debida atención
juntamente con el curso del embarazo que se desarrollaba y debido a que todas
las funciones orgánicas merecen un debido control durante el seguimiento de
una gestación.
Las internaciones de la paciente y la derivación efectuada a la psiquiatra
coimputada no permiten diluir el efectivo deber de cuidado en cabeza del
imputado.
449
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por ello y en cuanto la desatención de la sintomatología por parte del
imputado, su omisión de consultar a un especialista en la materia -neurólogo-,
tras atribuir el cuadro clínico que presentaba la paciente a una somatización
que derivaba de un cuadro psicológico, hubo de incidir en el progreso de la
patología y el desenlace fatal investigado, corresponde confirmar parcialmente
el auto que decretó el procesamiento en orden al delito de homicidio culposo
cometido por imperticia de su arte.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Sánchez).
c. 26.012, POLI, Guillermo y otros.
Rta: 20/05/2005
Se citó: (*) Enrico Altavilla, La culpa, Temis, Bogotá, 1956, p. 539.
HOMICIDIO.
Culposo. Violación a la ley de tránsito. Exceso de velocidad. Deber de
ciudado. Dolo: exclusión. Procesamiento.
La violación a los reglamentos no implica "per se" automática y
objetivamente la responsabilidad penal culposa al infractor (*).
Si el imputado, quien conducía a una velocidad que excedía la
permitida por la ley 24.449, refirió haber visto al colectivo que circulaba por la
otra calle con prioridad de paso, pese a lo cual no frenó, sino que intentó
adelantarse, omitió la diligencia que le era exigible y realizó una maniobra
imprudente, con la consecuente infracción al deber de cuidado.
No obstante, no puede trasladarse su conducta al tipo doloso, si se
encuentra comprobado que el vehículo, luego del impacto salió despedido
hacia la vereda en forma incontrolable para su conductor, el cual en ningún
momento "asumió el riesgo" de poder embestir a los ocasionales transeúntes.
450
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Ello en tanto, no se desprende de las circunstancias del caso, que la
representación del peligro generado por el imputado, tenga entidad suficiente
como para inferir que, al momento de querer pasar primero que el colectivo,
haya previsto la posibilidad de provocar el resultado que finalmente se produjo.
Si bien es cierto que la imprudencia del procesado produjo
consecuencias jurídicas graves, también lo es que su conducta tenía un objetivo
distinto al resultado producido, ya que se equivocó en la elección del medio y
materializó un hecho que no quiso; caso contrario, a aquellos supuestos en los
cuales se obra dolosamente, persiguiendo la finalidad típica y antijurídica con
la acción.
Por ello, corresponde confirmar el procesamiento del imputado en el
orden al delito de homicidio culposo, en concurso ideal con el delito de
lesiones graves y leves (artículos 54, 84 y 94 del código Procesal de la Nación).
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.086, CREVOVICH, Alejandro Javier y otro.
Rta: 25/04/2005
Se citó: (*) Horacio Romero Villanueva, Código Penal de la Nación. Anotado,
Lexis Nexis, Bs. As., 2005, p. 316.
HOMICIDIO.
Dolo eventual: prueba. Excesiva velocidad. Previsión del resultado.
Procesamiento.
El dolo eventual posee elementos subjetivos cuya acreditación surge a
partir de pautas objetivas.
451
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Si el imputado conducía a una velocidad de cien kilómetros por hora al
momento de la colisión con las víctimas, superó la mera imprudencia e ingresó
a la temeridad.
Así, es dable considerar que, sin perjuicio de la ingesta alcohólica que
admitió, internalizó la posibilidad de que en las condiciones bajo las que
conducía, era razonable prever desde la perspectiva de un hombre común, un
resultado luctuoso como el que efectivamente se produjo, el que, a todo evento,
le resultó indiferente.
Por ello, debe confirmarse el procesamiento del imputado en orden al
delito de homicidio simple y lesiones graves.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.577, NANZER, Carlos A.
Rta: 19/04/2005
HOMICIDIO.
Legítima defensa. Elementos objetivos y subjetivos. Legítima defensa
de terceros. Racionalidad del medio. Capacidad de culpabilidad.
Procesamiento.
Si no puede descartarse que el imputado haya provocado la agresión de
la que luego habría tratado de defenderse, sin perjuicio de no poder determinar
quién comenzó las agresiones, no se cumplen los requisitos objetivos ni
subjetivos de la legítima defensa.
El elemento subjetivo de la causa de justificación consiste en la
voluntad de defenderse y repeler una agresión ilegítima actual o inminente.
No existe actualidad en la agresión si en el momento en que el
imputado arremetió contra la víctima, ya había culminado el ataque que
presuntamente lo damnificara.
452
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
El imputado no se encontraba ante la justificación del inc. 7° del art. 34
del ordenamiento sustantivo, si no obstante se encontraran reunidos los
elementos objetivos que permitían ejercer la defensa de terceros, pues una
persona estaba sufriendo una agresión ilegítima por parte de la víctima, la cual
era actual y no habría sido provocada por el imputado, no puede descartarse
que su actitud haya la de para vengarse de los golpes recibidos y finalizar la
pelea sin ser vencido, más que a detener el ataque que sufría el otro.
Aun cuando el encausado actuara subjetivamente con conocimiento y
voluntad de realizar los elementos de la causa de justificación, no se encontrará
su conducta comprendida en la justificante, si la reacción no fue racional en los
términos del art. 34, inc. 6°, apartado b), -en función del art. 34, inc. 7°del C.P.
Cuando la ley dice necesidad racional del medio empleado, no se está
refiriendo al instrumento, sino a la conducta con que se lleva a cabo la defensa
(*).
En consecuencia, y aun cuando la utilización de un arma blanca podría
haber sido el medio necesario, en consideración de las características del
agresor y su supuesta calidad de boxeador, el modo en que fue utilizada, al
producir diez heridas cortantes en órganos nobles y otras partes del cuerpo, no
luce como el método efectivo menos lesivo para el agresor, de modo que no se
cumple con uno de los requisitos objetivos de la causa de justificación que es la
necesidad racional del medio empleado para repeler el ataque.
Cuando se defiende en forma necesaria pero no racional, falta uno de
los requisitos para que la defensa sea legítima (justificada) y por lo tanto se está
fuera de los límites del permiso (ejercicio del derecho de defensa). De allí que
la defensa necesaria pero irracional no sea una forma de ejercicio abusivo o un
exceso en la legítima defensa (**).
Si la conducta desarrollada por el imputado tanto durante como después
del hecho demuestran que comprendía la criminalidad de sus actos y que
podría dirigir sus acciones, ya que se deshizo del arma homicida e intentó
retirarse del lugar al tiempo que le refirió al personal policial que había sido
víctima de un robo a fin de evitar su responsabilidad, debe considerarse que
entendió el disvalor de su acción y que pudo orientar su accionar de modo
acorde con esa comprensión con los fines señalados.
453
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por ello, debe confirmar el procesamiento del imputado en orden al
delito de homicidio simple.
C.N.Crim. y correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Prosec. Cám.: Mouradian).
c. 26.596, ACOSTA, Felipe.
Rta: 12/05/2005
Se citó: (*) Eugenio R. Zaffaroni, Alejandro Alagia y Alejandro Slokar,
Manual de Derecho Penal. Parte General, Ediar, Bs. As., 2005, p.
474/475.
(**) Eugenio R. Zaffaroni, Alejandro Alagia y Alejandro Slokar, ob.
cit., p. 474.
HOMICIDIO.
Tentativa. Golpe con una maza en la cabeza de la víctima. Dolo:
prueba. Dolo eventual. Procesamiento.
El sitio vital en el que se produjera la lesión principal -cráneo- y la
idoneidad del medio empleado a tales fines -mazapermite sostener que el
inculpado pretendía causar la muerte de la víctima.
Ello en tanto, quien golpea a otro con una maza en la cabeza, no puede
dejar de prever seriamente la posibilidad de que esa persona muera, si no
obstante ello, lo hace, cualquiera sea su finalidad directa, cabe sostener que
tomó a su cargo tal resultado posible y aceptó el riesgo que implicaba realizar
su acción, al menos con dolo eventual.
Por ello, corresponde confirmar el procesamiento decretado en orden al
delito homicidio en grado de tentativa.
454
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 26.561, SOZA, Sergio Anibal.
Rta: 25/04/2005
HURTO.
Automotor robado y abandonado en la vía pública. Susceptibilidad de
apropiación. Procesamiento.
La naturaleza del bien "automotor" objeto de una registración especial
de acuerdo a la ley, impide acordar que pueda ser estimado como cosa perdida,
cuando robada, su legítimo dueño conservaba dominio y posesión (arts. 2450 y
2457 del C.C.).
No pueden caer en letra muerta las disposiciones penales que prevén el
robo o hurto de automotores (*).
La posición adoptada por la C.S.J.N. en el fallo "Irigoyen" abrogó
implícitamente la inteligencia expuesta en el plenario "González Adrián M." de
esta Cámara (**).
Por ello, si a los imputados se les endilga un conato de apoderamiento
ilegítimo de una pieza parte de un automotor -puerta-, que se dijo encontrar en
estado de abandono, en este marco de situación es un hecho que sólo por el
dueño puede válidamente ser materializado, ya que el ladrón que abandona la
cosa sustraída, no la deja en condición de abandonada, sino de perdida para su
dueño, quien mantiene la esperanza de recuperarla (****).
Lo decisivo para elucidar la cuestión finca en el criterio subjetivo, en
tanto de la propia versión que expusieran los nocentes, se infiere que eran
plenamente conscientes de que el vehículo incriminado se vinculaba con un
propietario, a quien querían entrevistar dado el interés que despertó la puerta a
la sazón incriminada. La particular atención que se evidencia en los encausados
455
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
desecha la hipótesis de un inexistente valor material del rodado, en cuanto del
bien emerge un indudable valor lucrativo.
Por ello, corresponde confirmar el procesamiento decretado.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Sánchez).
c. 26.205, RODRIGUEZ, Angel A. y otro.
Rta: 09/05/2005
Se citó: (*) C.S.J.N, I. 12. XXII., "Irigoyen, Marcelo y otro", rta: 10/11/1988,
Fallos 311:2314.
(**) C.N.Crim. y Correc., Fallo Plenario, "González, Adrián M.", rto:
28/10/83, C.C.C., Fallos Plenarios, t. III, vol. 1, p. 146. (****)
Sebastian Soler, "Derecho Penal Argentino", Tipografía Editora
Argentina, 1970, t. IV, p. 405/406.
HURTO.
De energía eléctrica. Departamento destinado a portería. Dolo: prueba.
Sobreseimiento.
Si el departamento que alquilaba la imputada poseía una conexión
directa a los servicios del consorcio por haber sido destinada anteriormente a la
portería del edificio, no es aquélla producto de actividad ilícita alguna por parte
de la incriminada.
En consecuencia, si la encausada al tomar conocimiento de las
circunstancias descriptas, combinó con el administrador del consorcio de
propietarios la manera para regularizar la prestación de tal servicio, se apersonó
a la compañía proveedora con el objeto de solicitar el medidor para su
domicilio y el alta del abono, puede concluirse que no actuó con el dolo
requerido por el tipo penal de hurto simple.
456
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por ello, corresponde confirmar el sobreseimiento de la imputada.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Prosec. Cám.: Mouradian).
c. 26.457, CHAPOCHNIKONA, Nina V.
Rta: 16/06/2005
HURTO.
Desistimiento. Entrega voluntaria de los efectos. Sobreseimiento.
Si bien "el desistimiento voluntario exige que no exista ningún
condicionamiento externo, en general, en estos casos, cuando los responsables
de un comercio advierten a una persona de que se sospecha que puede haber
cometido un delito de hurto... y pese a poder concluir su acción sin mayores
inconvenientes...reintegra los objetos tomados, debe ser considerado
desistimiento eficaz en los términos del art. 43, C.P." (*).
En consecuencia, conforme a la excusa absolutoria del art. 43, C.P. en
cuanto establece que el autor de la tentativa no estará sujeto a pena cuando
desistiere voluntariamente del delito, corresponde sobreseer al incuso.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Barbarosch, Rimondi (en disidencia).
(Sec.: Cantisani).
c. 25.189, CAÑETE, Cristian Aurelio.
Rta: 08/04/2005
Disidencia del Dr. Rimondi: El delito investigado no llegó a consumarse, por
causa ajena a la voluntad de los coautores, si de la prueba recolectada surge
que los incusos escondieron las 4 botellas de vino entre sus ropas, con la
457
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
intención de trasponer la línea de cajas, sin abonarlas, lo cual no pudieron
lograr por la circunstancia externa de que el propietario acertara a observar el
monitor del circuito cerrado en ese instante.
De tal modo, el desistimiento en su accionar ante el reclamo del dueño
del local, no puede ser reputado de voluntario, a los fines previstos por el art.
43, C.P.
Por ello, habrá de revocarse la resolución apelada, dictándose el auto de
procesamiento del imputado, por considerarlo, prima facie, autor del delito de
hurto en grado de tentativa (arts. 42, 45, y 162 del C.P.).
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 21.294, "Tsai, Shih Pei", rta:
10/11/2003.
HURTO.
Fases ejecutivas. Falta de disposición. Tentativa. Sobreseimiento.
Revocación.
El delito de hurto se integra por dos fases ejecutivas perfectamente
diferentes: por una parte (desde el punto de vista del sujeto pasivo del delito),
la privación, el desapoderamiento de la cosa, indiferentemente del medio por el
cual se logra; por otra (desde el sujeto activo), la toma efectiva de poder sobre
ella, lo cual exige el desapoderamiento de la víctima.
Si al activarse la alarma, el imputado fue sorprendido en el momento en
que se disponía a huir con la cosa, no obstante haya comenzado la ejecución
del ilícito, si no pudo ejercer actos de disposición sobre aquélla por
circunstancias ajenas a su voluntad, se esta en presencia de un delito tentado.
Por ello, debe revocarse el sobreseimiento del imputado.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.889, FERNANDEZ, Diego Oscar.
458
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 03/06/2005
IMPEDIMENTO DE CONTACTO.
Competencia. Madre de la menor. Justicia correccional.
La conducta atribuida a la imputada no puede ser considerada
constitutiva del delito de sustracción de menor, y corresponde sea investigada a
la luz de las previsiones de la Ley 24.270 -que concurriría con el delito de
desobediencia-, si aquélla es la progenitora del menor, y no se la ha privado del
ejercicio de la patria potestad.
Por ello, corresponde confirmar el auto que declaró la incompetencia de
la justicia de instrucción y ordena la remisión a conocimiento de la
correccional.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González Palazzo, Garrigós de Rébori, González
(por su voto). (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.326, CAVA, Ana Karina.
Rta: 25/04/2005
Voto del Dr. González: La decisión del juez de grado luce atinada, si todo
indica que se está ante la eventual presencia -prima facie- de una eventual
infracción a las previsiones de la Ley 24.270 y a la figura descripta en el
artículo 239, C.P., por lo que cabe habilitar la competencia de la justicia
correccional, conforme lo prescribe el artículo 27, inciso 2°, del C.P.P.N.
IMPEDIMENTO DE CONTACTO.
Conocimiento del lugar de radicación. Sobreseimiento.
459
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
No puede hablarse de ofensa al bien protegido en la medida en que el
ascendiente que no convive conozca el lugar de radicación de su hijo, en tanto
ese saber no lo coloca al margen de la posibilidad de ejercer sus derechos y
satisfacer sus obligaciones (*).
Si la imputada puso en conocimiento al juzgado civil que viajaría con
los menores por el período de un mes al campo de sus padres, no se evidencia
la lesión al bien jurídico que ampara la ley 24.270.
Por ello, si el contacto entre padre y hijos no se ve afectado, debe
confirmarse el sobreseimiento de la imputada.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 26.458, PICASSO, María Mercedes.
Rta: 31/05/2005
Se citó: (*) Justo Laje Anaya, Delito, familia y persecución penal, La Ley
Córdoba, 1998, p. 167.
IMPEDIMENTO DE CONTACTO.
Interés superior del niño. Intervención excepcional. Falta de causas de
justificación. Procesamiento.
Si bien el alto interés del niño requiere que se lo vincule en mayor o
menor medida con ambos progenitores (*), evitando que el sistema penal
intervenga en situaciones que no lo requieren que pueden ser resueltas por otras
vías, si se encuentra vulnerado el bien jurídico tutelado a travez de la ley
24.270, y las medidas adoptadas en otros fueros no dieron resultado, se
evidencia la necesidad de que el penal intervenga excepcionalmente y como
última ratio.
460
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
En consecuencia, si la imputada actuó con pleno conocimiento y
voluntad de impedir el contacto físico entre el querellante y sus hijos no
convivientes (**) sin que pudieran existir motivos que puedan justificar tal
conducta, se ve configurado el tipo penal previsto y reprimido por el art. 1° de
la ley 24.270.
Por ello, debe decretarse el procesamiento de la imputada en orden al
delito de impedimento de contacto de los hijos menores con su padre no
conviviente.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c.26.284., PUSTILNIK, Natalia Julia.
Rta: 17/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 22.680, "Emilio, Jorge Daniel",
rta: 6/11/2003.
IMPEDIMENTO DE CONTACTO.
Vacaciones. Autorización en sede civil. Dolo. Sobreseimiento.
El art. 2 de la ley 24.270 tiene por objeto el supuesto fáctico de que el
menor sea mudado de domicilio, esto es, dejar la casa que habita para vivir en
otra, con el fin de impedir el contacto con el padre no conviviente (*).
Si la madre viajó con la menor, con fines recreativos, a Europa con la
debida autorización de la Justicia civil, no se vislumbra el accionar doloso
tendiente a impedir o dañar, requerido en el art. 1° de la mencionada ley.
Por ello, debe revocarse el procesamiento de la imputada y disponer su
sobreseimiento.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar (en disidencia parcial),
Gerome. (Prosec. Cám.: Oberlander).
461
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 26.535, DEL VALLE NOBLEGA, Analía.
Rta: 31/05/2005
Disidencia parcial del Dr. Escobar: A fin de no menoscabar la garantía
constitucional de la doble instancia, el sobreseimiento debe ser dictado por el
"a quo".
Se citó: (*) María de las Mercedes Suárez y Carlos Julio Lezcano (h), El
impedimento de contacto de los hijos menores con los padres no
convivientes, Marcos Lerner, Córdoba, 1994, p. 80 y Justo Laje
Anaya, Delitos contra la familia, Advocatus, Córdoba, 1997, p. 259.
IMPUTABILIDAD.
Art. 34, inc. 1° del C.P. Alcoholización. Comprensión de la criminalidad
de sus actos. Sobreseimiento. Revocación. Procesamiento.
La fórmula de la imputabilidad del art. 34, inc. 1° del C.P. es mixta y
requiere que el estado de inconciencia o la alteración morbosa tenga por
consecuencia que el autor del hecho no haya podido comprender la
criminalidad de sus actos, ni dirigir sus acciones (*).
Si se encuentra comprobado que el imputado, habría estado
alcoholizado al momento de los hechos, si tal ingesta no llegó a un grado tal
que le impidiera comprender la ilicitud de su accionar, corresponde revocar el
sobreseimiento del imputado y dictar auto de procesamiento en orden al delito
de daño.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Gerome, Escobar (en disidencia
parcial). (Prosec. Cám.: Oberlander).
c. 26.786, BLANCO, Claudio.
462
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 15/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 18.381, "Gauna, juan Carlos", rta:
14/5/2002.
Nota: La disidencia parcial del Dr. Escobar se relaciona con la facultad de la Alzada
de dictar un auto de mérito.
INCUMPLIMIENTO DE LOS DEBERES DE ASISTENCIA FAMILIAR.
Bien jurídico protegido. Delito de omisión y peligro abstracto.
Procesamiento.
El bien jurídico protegido por la ley 13.944 ante el incumplimiento de
los deberes de asistencia familiar es el aseguramiento de los medios
indispensables de subsistencia (*) y basta conque se haya omitido el
cumplimiento de la obligación alimentaria (**).
La ley no protege el bien jurídico "familia", sino al "desamparado"
integrante del núcleo familiar, pues pretende evitar todo peligro para la
integridad corporal o mental del necesitado de la prestación alimentaria (***).
El imputado debe probar que pagó (****). Por magros que sean sus
ingresos deben subvenir proporcionalmente al mantenimiento de su
descendencia (*****).
El incumplimiento de los deberes de asistencia familiar, es un delito de
pura omisión, y de peligro abstracto. Si el padre de los menores se mantuvo
activo laboralmente durante el lapso comprometido, el hecho de no poder ver a
sus hijos, como aduce, no obsta el cumplimiento, en la medida de sus
posibilidades, de las necesidades básicas de los menores que, si bien residen en
otro país, aquél conocía el domicilio.
Por tanto, corresponde confirmar el procesamiento decretado.
463
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Prosec.
Cám.: Oberlander).
c. 26.143, PARDO BLACUTT, José Luis.
Rta: 25/04/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, "Cohen, J.C.", rta: 9/4/1991.
(**) C. Penal de Santa Fe, Sala III, "M., C.A.", rta: 30/12/1977, Zeus
1978, 14, 27.
(***) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, "Pajolchek, Miguel A.", rta:
19/5/2004.
(****) C.N.Crim. y Correc., Sala I, "Biancardi, Eduardo J.", rta:
20/2/1991, J.A. 1992, IV, síntesis.
(*****) C.Crim. y Correc. San Martín, Sala II, "Marabet, J.A.", rta:
25/11/1992, J.A., 1993, IV, síntesis.
INCUMPLIMIENTO DE LOS DEBERES DE ASISTENCIA FAMILIAR.
Carácter doloso. Imposibilidad económica. Sobreseimiento.
El delito de incumplimiento de asistencia familiar es de carácter
omisivo y doloso, en consecuencia debe mediar la intención de incumplir con
la obligación legal, pero asimismo debe existir la posibilidad económica de
hacerlo (*), por lo que sólo es responsable quien puede y no quiere cumplir
(**).
Si el imputado carece de bienes inmuebles, automotores, ni tarjetas de
crédito, sumado a que era beneficiario del "Plan Jefas y Jefes de Familia" hasta
febrero del 2004, por el que recibía la irrisoria suma de $ 150 no puede
considerarse que su obrar fue doloso.
Por ello, debe confirmarse el sobreseimiento del imputado en orden al
delito de incumplimiento de los deberes de asistencia familiar.
464
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 26.031, GARCIA, Adrián Pablo.
Rta: 21/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 20.134, "Weit, José Luis", rta:
13/5/2003.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 19.640, "Paez, Héctor", rta:
19/11/2002; c. 25.251, "Lang, Mauricio", rta: 17/3/2005; c. 22.998,
"Campos, Manuel Enrique", rta: 11/8/2004 y c. 26.005, "Delgado,
Roberto Ismael", rta: 24/5/2005.
INCUMPLIMIENTO DE LOS DEBERES DE ASISTENCIA FAMILIAR.
Concurso ideal. Insolvencia fraudulenta. Procesamiento.
Si el prevenido ejerció maniobras para aparecer como insolvente con la
única finalidad de no hacer frente a la cuota alimentaria e inició su periplo
defraudatorio ocultando dinero que integraba su acervo, para lo cual retiró el
dinero que poseía en el Banco Boston, cuando se encontraba ya separado de
hecho con su mujer, y lo traspasó a nombre de diversas personas todas ellas
integrantes de su núcleo familiar, para luego retirarlo y hacerlo desaparecer, tal
accionar acredita, en los términos expuestos por el art. 306 del C.P.P.N. que el
imputado disminuyó su patrimonio y frustró el cumplimiento de la obligación
alimentaria a su cargo (*).
Por ello, el procesamiento decretado debe ser homologado.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Filozof, Pociello Argerich. (Prosec. Cám.: Leo).
c. 26.394, MARTIN, Diego y otros.
Rta: 09/06/2005
465
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) Guillermo R. Navarro, Insolvencia Fraudulenta. En el Código
Penal y en la Ley N° 13.944, Jurídicas Cuyo, Mendoza, 2004, p. 87.
INCUMPLIMIENTO DE LOS DEBERES DE ASISTENCIA FAMILIAR.
Delito de pura omisión y de peligro abstracto. Dolo: prueba.
Procesamiento.
El delito de incumplimiento de los deberes de asistencia familiar es un
delito de pura omisión y peligro abstracto que no requiere la comprobación del
efectivo resultado (*).
La sustracción del causante al cumplimiento de la obligación
alimentaria, sin que haya acreditado la imposibilidad de hacerlo, configura el
tipo previsto por el art. 1° de la ley 13.944 (**).
Si de las pruebas colectadas surge que el imputado efectuó depósitos de
sumas menores e incumplió varios meses en el depósito de la cuota alimentaria
que oportunamente se le fijara, dicho incumplimiento debe ser tenido por
doloso si surge de las restantes constancias que el incuso no dejó de registrar
ingresos dinerarios y siguió desarrollándose en el rubro comercial que
explorara y desarrolla un rol fundamental.
La gran cantidad de viajes que realizara y la circunstancia de poseer una
tarjeta Premier de Viajero Frecuente en una compañía aérea, demuestra su
disponibilidad dineraria y acredita la intención dolosa en su accionar, la que
habría creado una situación de peligro en la provisión de los elementos
indispensables para la subsistencia y el correcto vivir de su hija.
Por ello, corresponde confirmar el procesamiento decretado en orden al
delito de incumplimiento de los deberes de asistencia familiar.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Prosec.
Cám.: Rizzi).
c. 24.813, HIRSCH, Alberto Jorge.
466
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 13/04/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 25.012, "Lamela, J.", rta:
10/11/2004.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 18.686, "Rodriguez Peria,
Gabriel", rta: 29/5/2002 y Sala Vi, c. 22.812, "Prioriello, C.A.", rta:
22/12/2003.
INCUMPLIMIENTO DE LOS DEBERES DE ASISTENCIA FAMILIAR.
Falta de medios económicos. Adicción al juego. Culpabilidad.
Procesamiento.
La falta de medios económicos del imputado a fin de prestar asistencia
a su hijo no puede justificar el incumplimiento de las obligaciones impuestas
por ley, si varios fueron los ingresos de sumas dinerarias que favorecieron al
encausado y que pudieron ser destinados para asegurar el bienestar del menor.
La circunstancia de que al imputado le agrade el juego no puede ser
reputada como excluyente de culpabilidad, si en la actualidad la capacidad para
comprender el disvalor de la conducta investigada en autos se encuentra
preservada, así como la posibilidad para dirigir sus acciones hacia objetivos
prefijados; sin que existan indicadores significativos que puedan hacer
presumir abolición de la capacidad de compresión.
La presunta adicción al juego del encartado no deviene como óbice a
efectos de satisfacer las cargas impuestas por ley en beneficio de su hijo, cuya
naturaleza jurídica consiste en el derecho de parte de éste último a percibir
alimento, y la correlativa obligación del encausado de prestarlo, que deriva de
una relación alimentaria legal, de contenido patrimonial pero cuyo fin es
esencialmente extra patrimonial. La satisfacción de necesidades personales
para la conservación de la vida, para la subsistencia de quien lo requiere (*).
Por ello, debe confirmarse el procesamiento del imputado en orden al
delito previsto en el art. 1° de la ley 13.944.
467
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo. (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.492, BONTEMPO, Luis J.
Rta: 24/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 20.787, "Vila, Rafael A. s/ ley.
13.944", rta: 25/03/2003.
INCUMPLIMIENTO DE LOS DEBERES DE FUNCIONARIO PUBLICO.
Negociación incompatible con la función pública. "Tercero". Martillero.
Sobreseimiento. Rechazo.
En la figura de negociación incompatible con la función pública (art.
265 del C.P.) no se requiere que el tercero al que puede beneficiar el
funcionario público tenga una relación de dependencia con aquél.
"Tercero" puede ser cualquier persona a la que el funcionario beneficia
en una operación que interviene en ocasión del ejercicio de su cargo.
Si el martillero, que se hallaba en cumplimiento de sus funciones, se
interesó en favor de terceros, reconoció la falta de oferta a viva voz y
recepcionó ofertas inexistentes al momento del remate, en violación de lo
dispuesto en el art. 9 g) de la ley 20.266, sumado a que consideró como válida
la efectuada con anterioridad al acto de la subasta, en violación al art. 104, inc.
5°, del Reglamento de esta Cámara, se configura la violación a los deberes de
funcionario público y debe revocarse el sobreseimiento dispuesto.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Barbarosch, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.212, GARRIDO, Horacio Enrique.
Rta: 22/04/2005
468
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
INIMPUTABILIDAD.
Carga probatoria. Evidencias. Sobreseimiento. Revocación.
Aun cuando el principio es que debe probarse la inimputabilidad del
encausado, si toda la evidencia colectada acredita que padeció un estado
confusional que le impidió comprender la criminalidad de los hechos y/o
dirigir sus acciones, es dable colegir que los delitos no son imputables al
mencionado.
Por ello, y aun cuando no se haya podido determinar el origen de
cuadro confusional, debe revocarse el sobreseimiento dispuesto, debiendo la a
quo continuar con el trámite de la causa a los fines de determinar la
peligrosidad del imputado, para sí o para terceros, y la necesidad o no de
adoptar algún tipo de medida de seguridad al respecto (art. 76 del C.P.P.N.).
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 26.109, SCALA, Sebastián.
Rta: 24/06/2005
INIMPUTABILIDAD.
Ebriedad completa. Pasos mentales coordinados. Indices
alcoholemis. Declaraciones testimoniales. Procesamiento.
de
El actuar del imputado no se condice con el de una persona que se
encuentra en estado de ebriedad completa (cuando llega a la inconsciencia), si
su proceder es revelador de múltiples pasos mentales coordinados, los cuales
no son compatibles con quien se encuentra en un estado de inimputabilidad.
Para determinar la intensidad del trastorno además del índice de
alcoholemia, es de suma importancia la prueba testimonial, las declaraciones
469
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
del procesado y la sintomatología objetiva exhibida en el momento del hecho
(*). Más aún si se tiene en cuenta que tripulaba la bicicleta y tuvo capacidad
para intentar desprenderse del elemento que le permitió realizar el ilícito.
Por ello, debe confirmarse el procesamiento del imputado en orden al
delito de robo calificado por fractura de puerta de lugar habitado en grado de
tentativa.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Prosec.
Cám.: Leo).
c. 26.215, CASTELO, Nicolás Eduardo.
Rta: 14/04/2005
Se citó: (*) Frías Caballero, Inimputabilidad Penal, Ediar, Bs. As., 1981, p.
243/4.
INJURIAS.
Sujeto pasivo. Falta de individualización. Inexistencia de delito.
El delito de injuria requiere siempre de un sujeto pasivo preciso o de
inevitable individualización (*). De no existir dicha individualización concreta
y directa de quien resulta ser sujeto pasivo del delito contra el honor, debe
arribarse a la absolución de los querellados por el delito de calumnias e
injurias, máxime cuando se trata de una nota periodística (**).
Por ello, debe confirmarse la desestimación de las actuaciones por
inexistencia de delito.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.231, MAZA, Sergio.
470
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 05/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 41.133, "Martínez, María R.", rta:
30/3/1992.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 26.296, "Verbitsky, H.", rta:
20/2/1991.
INSOLVENCIA FRAUDULENTA.
Venta de rodado anterior a la notificación. Conocimiento de la exigencia
civil. Sobreseimiento. Revocación.
Aun cuando la venta del rodado hubiera sido realizada con anterioridad
a la notificación de la decisión judicial, se configura el delito de insolvencia
fraudulenta.
La sentencia firme recaída en sede civil obra como un presupuesto
lógico, ya que si esta no fuera condenatoria sino liberatoria, la insolvencia
fraudulenta queda impune por no afectar el patrimonio del actor en el juicio
civil, que es el bien jurídicamente protegido (*).
Si el imputado vendió el automóvil que contaba con un proceso en su
contra en sede civil, y con el producto de la venta adquirió una camioneta a
nombre de su padre, sumado a que del informe del Registro de la Propiedad
Inmueble no surge que sea titular de otro bien para cubrir el monto reclamado,
estos elementos dan cuenta que obro en fraude de los derechos del actor.
Por ello, y dado que el imputado deterioró su patrimonio con
conocimiento de la exigencia civil, debe revocarse su sobreseimiento.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.194, MARTINESE, José María y Procopio.
Rta: 14/04/2005
471
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) Guillermo R. Navarro, Insolvencia Fraudulenta, Ediciones
Jurídicas Cuyo, Mendoza, 2004, p. 44.
INSTRUCCION SUMARIA.
Complejidad de la causa. Rechazo.
No corresponde imprimir el trámite del art. 353 bis del C.P.P.N. cuando
las características el hecho investigado hacen necesario realizar medidas de
prueba que otorgan una mayor complejidad al trámite del proceso, ya que no
obstante la ley nada diga al respecto "resulta inherente al régimen de
instrucción sumaria la sencillez de la colecta probatoria y la pronta
dilucidación del caso en función del exiguo plazo de quince días para la
culminación de la instrucción" (*).
Por ello, corresponde revocar el auto que remitió las actuaciones a la
fiscalía.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Bruniard).
c. 26.717, GILL, Germán G.
Rta: 28/06/2005
Se citó: (*) Juan Esteban Cicciaro, El régimen de instrucción sumaria y sus
particularidades en el orden nacional, E.D. 182, 1361.
INSTRUCCION SUMARIA.
Cuasi flagrancia. Improcedencia.
472
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
La norma contenida en el art. 353 bis del C.P.P.N. sólo contempla los
casos de flagrancia propia, descripta en el art. 285 -primer supuesto- del
C.P.P.N. El giro utilizado ("haya sido sorprendido") permite ceñir la hipótesis
habilitante a la flagrancia propiamente dicha, que constituye la primera de las
alternativas a que se refiere el art. 285 (*).
Por tanto, al tratarse de un caso de cuasi flagrancia, corresponde revocar
el auto que dispuso la remisión de la causa a la fiscalía.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Escobar, Gerome, Bunge Campos (en disidencia
parcial). (Prosec. Cám.: Oberlander).
c. 26.923, LOPEZ SOSA, Carlos.
Rta: 29/06/2005
Disidencia del Dr. Bunge Campos: Dentro del concepto de flagrancia definido
por el art. 285 del C.P.P.N., se analizan tres supuestos: a) flagrancia
propiamente dicha, que se refiere al caso de los autores de un ilícito que son
descubiertos en el mismo acto de su perpetración o un instante después; b)
cuasi flagrancia, que supone el alejamiento de los partícipes del lugar del hecho
pues ellos deben ser aprehendidos tras haber sido perseguidos por la fuerza
pública, por el ofendido o por el clamor público; y c) flagrancia presunta, que
hace referencia a la situación de la persona que es aprehendida con objetos o
rastros que permitan presumir, con seguridad, que acaba de participar en un
delito.
El art. 353 bis es claro en cuanto remite al concepto de flagrancia para
identificar los casos que deben ser tramitados conforme estas reglas, aludiendo
de esta manera a todos los supuestos definidos por la ley en el art. 285 del
C.P.P.N.
Se presenta como arbitraria la interpretación que, sin reparar en la
definición suministrada por el mismo cuerpo normativo, la declaran
virtualmente inválida. la interpretación restringida del concepto de flagrancia
473
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
es inadecuada pues con ella se realiza una distinción donde la ley no la ha
afectuado.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala Vi, c. 12.991, "Fernández, Juan Carlos",
rta: 7/3/2000, Sala IV, c. 7.335, "Moreno, J.J.", rta: 4/9/1997; Sala Vi,
c. 18.796, "Marcial, Juan A.", rta: 6/8/2002 y Sala VI, c. 21.150,
"Mulcaled, Ofelia", rta: 13/5/2003.
INSTRUCCION SUMARIA.
Flagrancia. Art. 285 del C.P.P.N.
Arbitrariedad. Concepto. Procedencia.
Interpretación
restringida.
El art. 353 bis del C.P.P.N. remite al concepto de flagrancia para
identificar los casos que deben ser tramitados conforme estas reglas, en alusión
a todos los supuestos mencionados por el art. 285 del mismo cuerpo. En
consecuencia, se presenta como arbitraria la interpretación restringida del
concepto flagrancia, pues con ella se realiza una distinción donde la ley no la
ha efectuado (*).
Lo que debe primar es un criterio que admite una interpretación inversa,
en el sentido de "mayor amplitud" que, a su vez, es compatible con un mayor
protagonismo por parte del fiscal en la etapa instructoria, que también se
encuentra en la génesis de la reforma introducida por la ley n° 24.826, y no
sólo para los supuestos de "sencilla comprobación" o "escasa complejidad" que
representan conceptos subjetivos de importante indeterminación y ambigüedad.
Por flagrante, debe entenderse aquello que se está cometiendo en ese
momento, y el hecho de que para detectarse se haya tenido que realizar un
procedimiento o constatación previa (detención, requisa, allanamiento) no
neutralizan ese carácter sino que, por el contrario, lo acreditan.
Por ello, debe confirmarse el auto que dispuso la remisión de las
actuaciones al Ministerio Público Fiscal por aplicación del art. 353 bis del
C.P.P.N.
474
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.932, BRITEZ RAMIREZ, Luis Miguel.
Rta: 27/05/2005
Se citó: (*) Julieta B. Di Corleto y Marina V. Soberano, La denominada
instrucción sumaria: un paso frustrado hacia el modelo acusatorio,
Cuadernos de Doctrina y Jurisprudencia Penal, t. 10-A, pp. 377 y
sgts., en part. p. 399. Juan Esteban Cicciaro, El régimen de instrucción
sumaria y sus particularidades en el orden nacional, E.D. 182, 1361 y
sgts. C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 20.065, "Mereles Maciel, Aníbal
s/instrucción sumaria", rta: 29/5/2003, voto en disidencia del Dr.
Donna.
INSTRUCCION SUMARIA.
Flagrancia propia. Concepto. Procedencia.
El concepto de flagrancia se limita a la llamada "flagrancia propiamente
dicha", con lo cual deben ser descartados del "procedimiento sumario" los
casos denominados de "cuasi flagrancia" y "flagrancia presunta" que se
encuentran alcanzados por lo descripto en el art. 285, C.P.P.N.
La finalidad del procedimiento es atender, exclusivamente, a los casos
de "más sencilla comprobación".
"El art. 353 bis, del C.P.P.N., es claro en cuanto remite al concepto de
flagrancia para identificar los casos que deben ser tramitados conforme estas
reglas, al aludir de esta manera a todos los supuestos aludidos por la ley en el
art. 285 C.P.P.N. En este sentido, se presenta como arbitraria la interpretación
realizada por nuestros tribunales que, sin reparar siquiera en la definición
suministrada por el mismo cuerpo normativo, la declaran virtualmente
inválida", y "La interpretación restringida del concepto flagrancia es
475
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
inadecuada pues con ella se realiza una distinción donde la ley no la ha
efectuado" (*).
No se advierten razones de entidad para tener que separarse de lo que
expresamente establece el propio legislador en el art. 285, C.P.P.N., donde no
se realizan distinciones entre las diferentes modalidades de flagrancia. Por
flagrante, debe entenderse aquello que se está cometiendo en ese momento, y el
hecho de que para detectarse se haya tenido que realizar un procedimiento o
constatación previa (p.ej.: detención, requisa, allanamiento) no neutralizan ese
carácter sino que, por el contrario, lo acreditan.
Por ello, corresponde confirmar la resolución que dispuso la remisión
del sumario al fiscal por aplicación del art. 353 bis del C.P.P.N.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Barbarosch, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.463, SOLIS, Horacio Alberto.
Rta: 20/04/2005
Se citó: (*) Julieta B. Di Corleto - Marina V. Soberano, La denominada
instrucción sumaria: un paso frustrado hacia el modelo acusatorio,
Cuadernos de doctrina y jurisprudencia penal, 10-A, p. 377 y sgts., en
part. p. 399; Juan Esteban Cicciaro, El régimen de instrucción sumaria
y sus particularidades en el orden nacional, E.D., 182, 1361 y
C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 20.065, "Mereles Maciel, Aníbal
s/instrucción sumaria", rta: 29/5/2003, voto en disidencia del Dr.
Donna.
Nota: Véase en igual sentido; C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 25.462, "Giménez, Javier
Ezequiel", rta: 20/4/2005 y c. 25.549, "Olivieri, Jorge Omar y otro", rta: 20/4/2005.
INSTRUCCION SUMARIA.
Flagrancia propia. Delitos imprudentes. Improcedencia.
476
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Procede la instrucción sumaria sólo en los casos en los que se verifica la
denominada flagrancia propia -primera hipótesis del artículo 285 del C.P.P.N.-,
donde el autor comete o acaba de cometer un delito doloso (*).
Tal interpretación permite descartar la aplicación del art. 353 bis para
los delitos imprudentes, ya que en éstos el autor ocasiona un resultado no
querido.
Por tanto, corresponde la tramitación de la causa a la luz de las normas
procesales comunes.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Filozof, Pociello Argerich. (Prosec. Cám.: Leo).
c. 26.881, PETRELLA, Blanco N.
Rta: 09/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 26.816, "Rodríguez Jorge", rta:
13/05/2005.
INSTRUCCION SUMARIA.
Imputado detenido. Régimen ordinario. Procedencia.
La existencia de un proceso paralelo seguido contra el imputado, en el
que se encuentra detenido, conduce a desechar la aplicación del régimen de
instrucción sumaria (art. 353 bis del C.P.P.N.), ya que tal circunstancia no
permite descartar el dictado de la prisión preventiva, instituto que resulta
incompatible con el sistema aplicado.
Este sistema de excepción puede quedar neutralizado con el pedido de
indagatoria del propio imputado (art. 353 bis in fine), y por circunstancias que
conduzcan a mudar el régimen por el procedimiento ordinario (*).
Por ello, debe imprimirse al sumario el régimen ordinario de la ley
23.984.
477
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
c. 26.257, DANKO, Marcelo.
Rta: 15/04/2005
Se citó: (*) Juan Esteban Cicciaro, El régimen de instrucción sumaria y sus
particularidades en el orden nacional, E.D. 182, 1361.
INSTRUCCION SUMARIA.
Lesiones. Acción pública. Flagrancia. Art. 285 del C.P.P.N. Alcances.
Procedencia.
Si la acción se encuentra impulsada desde su inicio con la solicitud de
intervención a la Comisaría n° 35 de la P.F.A. por parte de la damnificada,
quien le imputa las lesiones a su concubino, el delito pasó a ser de acción
pública.
El art. 353 bis, C.P.P.N., es claro en cuanto remite al concepto de
flagrancia para identificar los casos que deben ser tramitados conforme estas
reglas, en alusión a todos los supuestos aludidos por la ley en el art. 285
C.P.P.N. En este sentido, se presenta como arbitraria la interpretación que sin
reparar siquiera en la definición suministrada por el mismo cuerpo normativo,
la declaran virtualmente inválida.
La interpretación restringida del concepto flagrancia es inadecuada pues
con ella se realiza una distinción donde la ley no la ha efectuado (*).
No se advierten razones de entidad para separarse de lo que
expresamente establece el propio legislador en el art. 285, C.P.P.N., donde no
se realizan distinciones entre las diferentes modalidades de lo que se debe
entender por flagrancia.
478
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
En su relación con lo dispuesto en el art. 353 bis, C.P.P.N., lo que debe
primar es un criterio que admite una interpretación de mayor amplitud que, a su
vez, sea compatible y acorde con un mayor protagonismo por parte del fiscal
en la etapa instructoria, y no sólo para los supuestos de "sencilla
comprobación" o "escasa complejidad" que representan conceptos subjetivos
de importante indeterminación y ambigüedad.
Por flagrante debe entenderse aquello que se está cometiendo en ese
momento, y el hecho de que para detectarse se haya tenido que realizar un
procedimiento o constatación previa no neutralizan ese carácter sino que, por el
contrario, lo acreditan.
Por ello, debe homologarse el auto por el que se dispone la remisión del
sumario a Ministerio Público Fiscal en virtud de lo dispuesto por el art. 353 bis
del C.P.P.N.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 26.149, TORASSA, Alberto.
Rta: 13/06/2005
Se citó: (*) Julieta B. Di Corleto y Marina V. Soberano, La denominada
instrucción sumaria: un paso frustrado hacia el modelo acusatorio,
Cuadernos de Doctrina y Jurisprudencia Penal, Ad-Hoc, t. 10-A, p.
377 y sgts., en particular p. 399. Juan Esteban Cicciaro, El régimen de
instrucción sumaria y sus particularidades en el orden nacional, E.D.
182, 1361 y ss. C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 20.065, "Mereles
Maciel, Aníbal", rta: 29/5/2003, voto en disidencia del Dr. Donna.
Nota: Véase en igual sentido, C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 26.363, "Trucco, Julio
Francisco y otro", rta: 27/6/2005 y c. 26.172, "Djibilian, Javier Pedro", rta:
27/6/2005.
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Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
INSTRUCCION SUMARIA.
1) Remisión de las actuaciones. Análisis previo. Falta de motivación.
Nulidad. 2) Flagrancia.
1) Son dos las cuestiones que debe analizar el "a quo" para decidir si
remite el expediente a estudio del Ministerio Público Fiscal de conformidad
con lo normado por el art. 353 bis del C.P.P.N.: a) si el hecho objeto de la
investigación ha sido perpetrado en flagrancia (art. 285 del C.P.P.N.) y b) si no
procede el dictado de prisión preventiva.
Si de la lectura del auto por el que se remiten las actuaciones, no surge
que se hubiera efectuado el análisis de mérito, circunstancia que impide
conocer el razonamiento lógico-jurídico seguido por el juez, deberá declararse
su nulidad por falta de motivación (art. 123 del código de rito).
2) La norma contenida en el art. 353 bis del C.P.P.N. sólo contempla
los casos de flagrancia propia, descripta en el art. 285, primer supuesto, del
código de forma (*).
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Escobar, Gerome, Bunge Campos (en disidencia
parcial). (Prosec. Cám.: Oberlander).
c. 26.298, UNCO, José.
Rta: 13/05/2005
Disidencia parcial del Dr. Bunge Campos: Dentro del concepto de flagrancia
(art. 285 del C.P.P.N.) se analizan tres supuestos: a) flagrancia propiamente
dicha, cuando los autores son descubiertos en el mismo acto de la perpetración
del ilícito; b) cuasi flagrancia, supone la aprehensión tras haber sido
perseguidos por la fuerza de seguridad; y c) flagrancia presunta, cuando la
persona es aprehendida con objetos o rastros que permitan presumir que acaba
de participar de un ilícito. El art. 353 bis remite a todos los supuestos de
480
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
flagrancia para identificar los casos que deben ser tramitados conforme sus
reglas.
La interpretación restringida del concepto es inadecuada pues con ella
se realiza una distinción donde la ley no la ha efectuado.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 12.991, "Fernández, Juan Carlos",
rta: 7/3/2000; Sala IV, c. 7.335, "Moreno, J.J.", rta: 4/9/1997, Sala VI,
c. 18.796, "Marcial, Juan A.", rta: 6/8/2002 y c. 21.150, "Mulcaled,
Ofelia", rta: 13/5/2003.
Nota: Véase en igual sentido C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 26.887, "Gini, Alberto",
rta: 13/5/2005.
INTERCEPTACION DEL CORREO ELECTRONICO.
Derecho a la intimidad. Actividad posterior a la conducta ilícita.
Instigación. Rechazo. Procesamiento.
La interceptación de la cuenta de correo electrónico utilizada por el
imputado, como los mensajes remitidos por el personal policial, encuentran la
apoyatura legal que dimana del poder de coerción estatal para perseguir el
descubrimiento de la verdad, evitar la consumación de conductas ilícitas e
individualizar a quienes las consumaron.
No se advierte que las diligencias encaminadas a identificar a quien
desplegaba una conducta ilícita, conculquen las garantías individuales que
consagra la ley suprema. Por el contrario, no puede sostenerse que la
comunicación con el sospechado en el marco del "iter criminis" pueda
quebrantar el derecho a su intimidad, máxime si es la única vía posible para
hacer cesar la ilegítima pretensión.
Si la actividad policial se generó con el conocimiento del órgano
jurisdiccional y como consecuencia de la conducta ilícita que ya estaba en
desarrollo por el imputado, tales diligencias emprendidas por la prevención
sólo pueden relacionarse con la pretensión de lograr la detención del sujeto
481
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
activo, sin poder reputarse como instigación a consumar un delito bajo la
calidad de agente provocador.
No puede sostenerse que se está ante una conducta carente de aptitud
para producir el resultado antijurídico pretendido, si el control de las
comunicaciones por parte de la fuerza pública fue el que determinó que la
conducta no lograra superar el grado de conato (*).
Por ello, debe confirmarse el procesamiento del imputado en orden al
delito de chantaje en grado de tentativa (art. 42 y 169 del C.P.).
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Sánchez).
c. 25.961, PINO, Amadeo.
Rta: 26/04/2005
Se citó: (*) C.N.C.P., Sala III, c. 58, "Veisaga, José A. s/ recurso de casación",
rta: 10/3/1994 y C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 22.054, "Musa,
Salvador y otros s/ estafa tentada", rta: 21/12/1999.
JUEZ SUBROGANTE.
Inconstitucionalidad. Designación de magistrados. Consejo de la
Magistratura. Rechazo.
El reglamento que permite a secretarios y abogados subrogar funciones
judiciales sin acuerdo del Senado, no repugna a la Constitución Nacional (*).
En nuestro orden jurídico coexisten, dos modos diferentes de designar
magistrados; uno, para el magistrado definitivo, el que goza de inamovilidad y
sólo puede ser destituido por juicio político; y otro que es el que sirve para
designar un profesional que transitoriamente asuma la función judicial, jueces
transitorios que no gozan de inamovilidad alguna y pueden ser removidos por
el mismo mecanismo que los puso a cargo.
482
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Estas designaciones transitorias garantizan el acceso a la justicia en
circunstancias excepcionales, en las que un juzgado se halla vacante, sea de
manera temporal o permanente.
El Consejo de la Magistratura tiene como mandato constitucional dictar
los reglamentos relacionados con la organización judicial y aquellos que sean
necesarios para asegurar la independencia de los jueces y la eficaz prestación
de los servicios de justicia (art. 114 inc. 6 de la C.N.). En el marco de esta
facultad y, conforme la ley 24.937 reformada por la 25.876, dicho cuerpo ha
elaborado un Reglamento para las Subrogaciones que permite a abogados y
secretarios ejercer temporalmente la función judicial. El proyecto es un avance
para la eficaz prestación de los servicios de justicia: es mejor que un Juez se
dedique a un Juzgado a que divida su tiempo en dos.
La Constitución Nacional no debe ser interpretada fuera de la realidad
(**): "el control judicial de constitucionalidad no puede desentenderse de las
transformaciones históricas y sociales. La realidad viviente de cada época
perfecciona el espíritu de las instituciones de cada país, o descubre nuevos
aspectos no contemplados antes, sin que pueda oponérsele el concepto medio
de una época en que la sociedad actuaba de distinta manera (***).
Por ello, no corresponde hacer lugar a la declaración de
inconstitucionalidad peticionada ante esta alzada.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Sec.: Paisan).
c. 26.519, RAMOS PADILLA, Juan.
Rta: 12/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 26.435, "Piza, Gustavo y otros",
rta: 25/2/2005.
(**) C.S.J.N., "S., J. B. c. Z. de S., A. M.", L.L. 1986, E, 648, con nota
de Miguel M. Padilla.
(***) C.S.J.N., "Merck Química Argentina S.A. contra Gobierno
Nacional", rta: 9/6/1948, Fallos 211:162, L.L. 51, 255.
483
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
JUEZ SUBROGANTE.
Inconstitucionalidad. Ley 25.876. Acceso a la jurisdicción. Atribuciones
del Consejo de la Magistratura. Improcedencia.
La solución prohijada por la Resolución 76/04 del Consejo de la
Magistratura, a partir de las designaciones de quienes, por caso, cumplen
funciones de secretarios en el mismo tribunal donde se produjo la vacante,
suspensión o licencia del juez, importa reconocer la pertinencia de recurrir a
funcionarios especialmente interiorizados de la respectiva función judicial a
partir del conocimiento y la experiencia que suponen su actuación previa en el
mismo juzgado.
La finalidad perseguida por la ley 25.876 como por el Reglamento de
Subrogaciones, es cubrir transitoriamente la vacantes con magistrados que
estén en condiciones de "dedicarse de manera exclusiva a su funciones",
evitando resentir las tareas de otras dependencias judiciales, ya que el
reemplazo por otro juez en ejercicio, por si sólo, ha demostrado ser insuficiente
para dar respuesta a la imperante realidad de los juzgados vacantes (*).
La inevitable demora en la sustanciación de los procesos penales, por
no contar con un magistrado que, con exclusividad, atienda el despacho diario,
resiente el acceso a la jurisdicción, garantía que reviste calidad constitucional
(art. 8.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos), siempre que
toda persona tiene derecho a ser oída con las debidas garantías y dentro de un
plazo razonable por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial
(**).
No puede sostenerse que la morosidad habida en los procesos de
selección, elección, nominación, acuerdo y nombramiento, importe un precio
que se deba pagar por las seguridades de gozar de un Estado de Derecho (***),
pues se desatiende el ejercicio efectivo de los derechos y garantías.
El procedimiento puesto en crisis, al no estar relacionado con quienes
deben considerarse jueces definitivos, no puede ser reputado de
inconstitucional.
484
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Entre las atribuciones conferidas por la C.N. al Consejo de la
Magistratura (art. 116, inc. 6°), se encuentra la de "dictar los reglamentos
relacionados con la organización judicial y todos aquellos que sean necesarios
para asegurar la independencia de los jueces y la eficaz prestación de los
servicios de justicia".
De tal modo, el legislador ha mantenido dentro de las facultades
"organizativas" del Consejo de la Magistratura la de regular la materia
vinculada a las subrogaciones de los jueces y su designación transitoria, en la
inteligencia de que "esta circunstancia incide en la necesidad de velar por la
eficaz prestación del servicio de justicia que impone el inc. 6° del art. 114 de la
C.N." (****).
Por ello, y dada la situación actual generada con las vacantes existentes,
la garantía de acceso a la jurisdicción, las potestades del Consejo de la
Magistratura, sumado a los criterios de la C.S.J.N. plasmados en la acordada
7/2005, corresponde confirmar la resolución por la cual no se hizo lugar al
pedido de inconstitucionalidad articulado por la defensa del imputado.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Bruniard).
c. 26.135, LANATA, Jorge.
Rta: 05/05/2005
Se citó: (*) Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, Sala F, "Birriel,
Nildo Domingo c/Empresa San Francisco Solano S.R.L.", rta:
21/3/2005.
(**) Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Informe 71/02,
considerando 234.
(***) T.O.C. N° 9, c. 2112, rta: 24/2/2005.
(****) Procuracion General de la Nación, Resolución P.G.N. n°
9/2005.
485
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Nota: Véase en igual sentido C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 26.380, "Berberian,
Héctor A. y otros", rta: 10/5/2005.
JUEZ SUBROGANTE.
Nulidad. Actuación. Acordada 7/2005. Improcedencia.
Dado que la C.S.J.N. emitió, el 24/2/2005, la Acordada 7, por la que
dispuso mantener la validez de las actuaciones cumplidas o a cumplir por los
jueces subrogantes designados por el Consejo de la Magistratura del Poder
Judicial de la Nación (res. 76/2004, conf. reglamento aprobado en los términos
del art. 7, inc. 15, ley 24.937, según ley 25.876), no procede hacer lugar a la
nulidad introducida.
Por ello, debe rechazarse el planteo de nulidad efectuado por la defensa.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof (por sus fundamentos). (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.432, BLADIO, Cía. Financiera S.A.
Rta: 27/04/2005
Fundamentos del Dr. Filozof: Aun cuando esta forma de designaciones
pretende brindar tutela efectiva a los ciudadanos y, por ende, no es poco
reconocer su empeño por defender el "debido proceso" (*), si han transcurrido
más de dos meses y no se avizoran respuestas a los reclamos de los distintos
organismos judiciales para brindar el más correcto servicio de justicia que
resulta un derecho inalienable de los seres de carne y hueso para los que debe
destinarse: los habitantes de la Nación Argentina, lo que pareció ser una
excepción ante una situación extrema se convirtió en la regla y en la
consagración de un sistema.
486
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
El Texto Fundamental no distingue categorías de jueces. Los jueces no
nacen para el paso transitorio sino para lo definitivo: "mientras dure su buena
conducta".
El nombramiento de jueces en comisión (art. 99, inc. 19, C.N.) posee
otro procedimiento, un período de actuación diferente y sigue siendo facultad
del órgano Poder Ejecutivo Nacional. La Carta Magna establece este único
sistema de excepción sin la intervención de los representantes del pueblo.
Ninguna palabra del Texto Fundamental permite interpretar que dicha facultad
se traslade a otro órgano ni que permita otra excepción.
La Acordada de esta Cámara del 21/4/2004, proponía una fórmula que
hubiese evitado el conflicto generado.
La doctrina de la C.S.J.N. (**), recepta la interpretación de la C.N. que,
conforme la dinámica transformación histórica y social, es lo que diluye el
argumento de la tradicional tolerancia a la designación de jueces subrogantes
sin los recaudos exigidos en la norma superior. Este postulado jurisprudencial
enseña a apartarse de los criterios tradicionales y nace con la idea de someter
los poderes a los controles y a la ley.
Las decisiones del Consejo de la Magistratura de la Nación poseen
poder deontológico en el plano administrativo, mas no posee fuerza vinculante
en el plano jurisdiccional.
Por ello, y aun cuando toda norma que no se adecue a la C.N. debe ser
declarada invalida, por resultar contraria al contenido o a la forma que la Carta
Magna prevé y exige, debe sin embargo "acatarse" lo dispuesto por la C.S.J.N.
en la Acordada 7/2005, por aquello de "afianzar la justicia" contenido en el
Preámbulo del Texto Fundamental y rechazar el planteo introducido.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 26.435, "Piza, Gustavo Claudio y
otros", rta: 25/02/05, voto del Dr. Bunge Campos.
(**) C.S.J.N., "S.A. Merck Química Argentina v. Nación Argentina",
rta: 9/6/1948, Fallos 211:162, L.L. 51, 255.
487
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
LEGITIMA DEFENSA.
Del derecho de un tercero. Proporcionalidad. Procesamiento.
La defensa deja de ser legítima cuando el empleo del medio necesario
para evitar el resultado tiene por efecto la producción de un resulta lesivo
concreto que, por su inusitada y escandalosa desproporción respecto de la
agresión, provoque más inseguridad jurídica que la agresión mínima (*).
Ante una disputa por el retiro de una cama no parece proporcionado,
para que medie una causa de justificación como la legítima defensa de un
derecho de terceros (art. 34, inc. 6°, del C.P.), utilizar la fuerza y provocar
lesiones en el cuerpo del supuesto agresor.
Si bien esta causal de justificación no exige una ponderación de males
en abstracto, no puede considerarse que ha habido una proporción entre la
agresión y el medio utilizado para repelerla.
Por ello, debe confirmarse el procesamiento del imputado en orden al
delito de lesiones leves en concurso con lesiones leves agravadas pr el vínculo.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.484, LUNA, Cristian.
Rta: 12/05/2005
Se citó: (*) Eugenio R. Zaffaroni, Derecho Pena, parte general, Ediar, Bs. As.,
2000, p. 585.
LEGITIMA DEFENSA.
Derechos básicos. Defensa. Agresión física. Superioridad numérica.
Medio utilizado. Motivación. Legítima defensa de extraño.
Procesamiento. Revocación.
488
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
La fundamentación de la legitimidad de la defensa debe partir de la idea
de que si, se reconoce que los individuos gozan de ciertos derechos básicos que
no están sometidos a consideraciones relativas al bienestar colectivo, en
muchos casos ese reconocimiento se frustraría si no se concede la libertad o el
privilegio (o sea la ausencia del deber de abstenerse) de defender por sí mismos
los bienes que son objetos de tales derechos, aun a costa de afectar a intereses
más valiosos y de perjudicar de este modo, el bienestar del conjunto social (*).
Si el imputado reaccionó violentamente para impedir el ataque injusto y
actual que sufría su tío al ser agredido por el personal de la empresa de
seguridad, se configura el marco fáctico por el cual el encartado se vio
constreñido a intervenir en el suceso a estudio en salvaguarda de la integridad
física de su allegado.
Tenida en cuenta la superioridad numérica de los custodios, sumado a
que portaban armas, no se le puede exigir al causante que reaccionase de un
modo distinto o que utilizara otro medio para repeler la agresión, toda vez que
se dio la condición de un riesgo concreto y existió proporcionalidad del
elemento defensivo utilizado.
La necesidad racional del medio defensivo no significa una
proporcionalidad absoluta producto de una exigencia académica o puramente
teórica alejada de todo contexto realista, pero sí una razonable relación entre el
medio agresivo y el empleado para defenderse, teniendo en cuenta la
objetividad de la situación particular analizada y la subjetividad del agredido,
en una forma integral (**).
Para la configuración de la tercera condición existencial de la legítima
defensa (art. 34, inc. 6, apartado c), del C.P.), si bien el inculpado pudo
desconocer quien inició la contienda en cuestión, en la defensa de terceros no
resulta necesario que exista la falta de provocación suficiente por parte del que
se defiende.
La distinción de la legítima defensa propia y la de extraños consiste en
que la defensa propia se exige falta de provocación suficiente por parte del que
se defiende, mientras que en la de terceros puede existir provocación suficiente
por parte del agredido, pero tiene que ser ajeno a ella el defensor (***).
489
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Si el encausado tuvo motivos para creer que su familiar era víctima de
una agresión actual e inminente y que ella sólo podría ser repelida por medio
de la utilización de un martillo, sumado a la racionalidad de tal medio,
concurrieron todos los elementos que hacen a la legítima defensa, sin que
pueda considerarse excesiva.
Por ello, debe revocarse el procesamiento decretado.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González Palazzo, Garrigós de Rébori. (Sec.:
Uhrlandt).
c. 26.585, GOMEZ, Daniel A.
Rta: 09/06/2005
Se citó: (*) Carlos Santiago Nino, La legítima defensa, Astrea, 1982, p. 62.
(**) Cám. de Apel. Concepción del Uruguay, Sala Penal, "Reymond,
Elvio F", rta: 3/3/1986, en J.A. 1986, IV, 684.
(***) David Baigun - Eugenio R. Zaffaroni, Código Penal y normas
complementarias, Hammurabi, 1997, t. 1, p. 745.
LEGITIMA DEFENSA.
Presupuestos.
Procedencia.
Agresión
ilegítima.
Acto
de
defensa.
Peligro.
"El acto de defensa debe ser necesario, es decir, suficiente para
neutralizar el ataque antijurídico, puede afirmarse que ha existido una agresión
ilegítima si el ataque atribuido a la víctima ha puesto en eminente y real peligro
la vida del que se defendía, peligro entendido como una posibilidad inminente
o actual de causación de un mal propio, es decir, la lesión de un bien jurídico,
constituido por la integridad física de quien era agredido" (*).
Si el imputado extrajo un revolver de su propiedad, e intimó a la
víctima a que abandonara su negocio y éste, luego de girar en dirección a la
490
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
salida, volvió sobre sus pasos apuntándolo a él y a su esposa con el arma que
portaba, tras lo cual el encartado le disparó y produjo la muerte, valorado el
hecho, en la concreta situación en que se produjo, con sus condicionamientos
circunstanciales, atento a la gravedad del mal que el agente procuraba evitar, se
encuentra acreditado que el incuso actuó en legítima defensa de su vida y la de
su mujer.
El hecho de que la víctima hubiera apuntado con un arma de fuego al
encartado, en su intento de huida del lugar del hecho, entraña un riesgo actual o
inminente, cierto y positivo que innegablemente llevó a Rodríguez a la creencia
verosímil de encontrarse en verdadero peligro.
La ley penal no exige que la agresión adquiera pleno desarrollo para
aceptar la justificación de legítima defensa, una vez manifestada la intención
surge el peligro para la propia vida.
De este modo, tenido en consideración la gravedad del mal que el
encartado procuraba evitar, nada menos que su propia vida y la de su esposa,
puestas en peligro por el inminente ataque del occiso, no cabe otra solución que
justificar la conducta desplegada, cuyo único fin no fue otro que procurar su
salvación.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Sec.:
Williams).
c. 26.974, RODRIGUEZ, Fernando.
Rta: 29/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 24.116, "Lin, Zu Tao", rta:
12/5/2004.
LEGITIMA DEFENSA.
Requisitos. Agresión ilegítima. Racionalidad del medio empleado.
Homicidio. Procesamiento.
491
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
No obstante se encuentre comprobado que la víctima -padrastro del
incuso- tomó del cuello a éste último y lo golpeó -sin entrar en el tópico del
derecho de corrección de un menor-, no se encuentran configurados los
requisitos de la legítima defensa, en tanto no puede sostenerse con certeza que
se esté ante una agresión ilegítima.
Ello, si la conducta de la víctima fue el corolario de una serie de
incidentes violentos protagonizados por el imputado contra otro familiar
cercano, por su cansancio ante las agresiones y rebeldías de aquél.
Para que la defensa sea legítima, debe ser necesaria, es decir, que el
medio empleado sea racional para responder a la agresión y aquí la
irracionalidad se mide por la región del cuerpo donde el autor asestó la herida.
En ese sentido hay desproporción entre la ofensa y la reacción.
Aún aceptada la hipótesis de la ilegitimidad de la agresión, no existe
proporción entre ésta y la racionalidad del medio empleado, es decir, que aún
cuando se echara mano a lo que cercanamente existía como objeto punzante o
contundente para defenderse, en verdad fue aplicado en una zona que
razonablemente podía causarle la muerte.
Por tanto, corresponde confirmar el procesamiento decretado en orden
al delito de homicidio.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Bruniard).
c. 26.690, CONDORI, Cristian.
Rta: 30/06/2005
LESIONES.
Agravadas por el vínculo. Padres. Derecho de corrección. Límites.
Exceso. Procesamiento.
492
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
La potestad del padre sobre su hijo, en cuanto al derecho de corrección
se refiere, no resulta absoluta, pues debe ajustarse a los límites justos,
necesarios y razonables; máxime al ponderar el estado de indefensión en el que
se encuentra el menor, que más allá de su edad, su relación con aquellos resulta
caracterizada por la subordinación a los mandatos impuestos.
Si bien no se considera acertada la criminalización de las relaciones
familiares, puesto que tiende a profundizar los conflictos surgidos dentro del
seno familiar; la indelegable función del Estado de salvaguardia de la
integridad tanto física como psíquica del menor, torna necesaria su
intervención en aras de resguardar los derechos de aquél consagrados por la
Carta Magna, y por los demás instrumentos internacionales incorporados en
función del art. 75, inc. 22, específicamente en cuanto se refiere a la
Convención sobre los Derechos del Niño.
Debe señalarse que una de las formas por la cual se avasalla los
derechos del niño, resulta el ejercicio irracional de violencia física sobre aquel
mientras se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o
de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo (art. 19:1 de la Convención
sobre los Derechos del Niño).
Por tanto, si se encuentra comprobado que la imputada agredió
físicamente a su hija, al propinarle un golpe de puño en el rostro y otro en la
garganta, corresponde confirmar el procesamiento decretado en orden al delito
de lesiones dolosas agravadas por el vínculo.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 26.065, CANTEROS, Abel A.
Rta: 05/04/2005
493
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
LESIONES.
Culposas. Acatamiento de las normas de tránsito. Violación al deber de
cuidado. Procesamiento.
La ley de tránsito obliga a presumir como responsable de un accidente
vial a aquel que "...aún respetando las disposiciones, pudiendo evitarlo
voluntariamente, no lo hiciere" (art. 64 de la ley 24.449).
La ausencia de huellas de frenado pone en evidencia que el incuso no
detuvo su vehículo, ni intentó hacerlo, conforme señala la legislación de
tránsito debe hacerse si se pone en peligro al peatón -art. 41, inc. e), último
párrafo de la ley citada-, lo que lleva a colegir que actuó imprudentemente.
Si no obstante el imputado hubiera estado habilitado con la luz verde
del semáforo, surge de la causa que si se hubiese desplazado con el grado de
prudencia que alega, no hubiera existido la posibilidad de embestir a la
damnificada, ya que hubiera intentado esquivarla o frenado, corresponde
confirmar su procesamiento en orden al delito de lesiones culposas.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Prosec.
Cám.: Leo).
c. 26.767, MEROÑO, Osvaldo Daniel.
Rta: 31/05/2005
LESIONES.
Culposas. Accidente de tránsito. Urgencia. Posibilidad de transgreción
de la norma. Peligro mayor. Procesamiento.
Si bien se encuentra acreditado el motivo por el cual se desplazaba con
urgencia el imputado, tal suceso no permite exculparlo de responsabilidad, toda
vez que, previo a cruzar la intersección, debió aminorar la marcha del rodado y
494
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
adoptar todas las medidas preventivas necesarias, a fin de evitar colisionar con
otros vehículos o atropellar a un peatón.
La posibilidad de transgredir la norma que, excepcionalmente, se
permite a los vehículos del servicio público de urgencia, en cumplimiento de su
misión (art. 41, inc. c, ley 24.449), no justifica que un patrullero, con el fin de
prevenir un hecho ilícito, genere un peligro mayor al que intenta evitar.
Por ello, si el encausado violó el deber objetivo de cuidado previsto en
la norma sustantiva, la cual reza que los conductores deben en la vía pública,
circular con cuidado y prevención, conservando en todo momento el dominio
efectivo del vehículo, teniendo en cuenta los riesgos propios de la circulación y
demás circunstancias del tránsito (art.39, inc. b, de la ley 24.449, debe
confirmarse su procesamiento en orden al delito de lesiones culposas.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, Garrigós de Rébori. (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.232, CUEVAS, Juan Alberto.
Rta: 03/05/2005
LESIONES.
Culposas. Ambulancia. Normas de tránsito. Excepción. Evitación de un
mal mayor. Deber de cuidado. Procesamiento.
El art. 61 de la ley 24.449 determina que los vehículos de los servicios
de emergencia pueden, excepcionalmente y en cumplimiento estricto de su
misión específica, no respetar las normas referentes a la velocidad, si ello fuera
absolutamente imprescindible en la ocasión que se trate siempre y cuando no
ocasionen un mal mayor que aquel que intenten resolver. Sólo en tal
circunstancia deben circular, para advertir su presencia, con sus balizas de
emergencia en funcionamiento y el sonido de una sirena si se requiriera
extraordinaria urgencia.
495
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
La norma, en la que se introduce una excepción a las reglas normales de
tránsito, no constituye una salvaguarda que exime de todo cuidado al conductor
de un vehículo de emergencia frente a situaciones de riesgo, sino que al
introducir el concepto de evitación de un mal mayor, coloca en la persona del
chofer la necesidad de implementar las medidas para que la conducta
circunstancialmente permitida no derive en el resultado disvalioso que la ley
procura impedir.
En consecuencia, si por la situación de emergencia, resulta necesario
transitar a alta velocidad un cruce de esquina con el semáforo en rojo,
razonable resulta que dicha acción sea puesta en aviso con suficiente
anticipación a los vehículos que circulan por la arteria en la que la luz de paso
está en verde, para evitar una eventual colisión.
Si la ambulancia circulaba a mucha velocidad por la calle, y no tenía
activado el sonido de la sirena, puede decirse que el prevenido no realizó la
conducta debida, pues al transitar rápidamente, debió haber hecho sonar la
sirena con suficiente antelación como para que los vehículos que transitaran
pudieran anticipadamente tomar los recaudos para la ocasión.
Por ello, en tanto el imputado violó el deber de cuidado a su cargo, debe
confirmarse su procesamiento en orden al delito de lesiones culposas (art. 94,
párrafo 1° y 2° en función del art. 90 C.P.).
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 26.375, CAPUTI, SILVEIRA, Jorge W. - RAMOS, Francisco J.
Rta: 06/06/2005
LESIONES.
Culposas. Can. Rotwailler. Deber de cuidado. Infracción a la ord.
41.831. Procesamiento.
496
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Si la víctima fue atacada por el perro de la imputada (rotwailler), quien
lo paseaba sin adoptar las mínimas medidas de seguridad requeridas por las
características del can, en contravención al art. 29, inc. a), de la ordenanza
41.831 (decreto 1.972/01), en cuanto establece los recaudos que deben ser
adoptados por los responsables de animales domésticos en la vía pública,
corresponde confirmar el procesamiento decretado en orden al delito de
lesiones culposas.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.402, GONZALEZ, Esther.
Rta: 14/04/2005
LESIONES.
Culposas. Conductor epiléptico. Sobreseimiento. Revocación.
Si consta que el imputado tenía conocimiento de sus antecedentes
epilépticos, en tanto unos meses antes del hecho investigado había sufrido un
episodio de crisis, con pérdida de conocimiento, y no obstante no haya podido
contar con un diagnóstico preciso, ya que el galeno le informó que los
resultados de los estudios médicos practicados eran normales, que debía seguir
en observación y medicado y que para mayores precisiones debía esperar, por
cuanto el estado de epilepsia debe darse dos veces en un año y él sólo había
sufrido una crisis, la conducta imprudente que se le atribuye no puede ser
descartada, pues la posibilidad de sufrir un ataque le habría sido advertida por
el médico (*).
Por tanto, corresponde revocar el sobreseimiento decretado.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
497
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 27.018, VACA VIVIANI, Raúl.
Rta: 29/06/2005
Se citó (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 22.182, "Petruf, D.A.", rta:
22/08/2003.
LESIONES.
Culposas. Enfermera. Fallas en respirador mecánico. Conocimiento.
Violación al deber de cuidado. Procesamiento.
Si la imputada no concurrió de manera inmediata al control de la
paciente ante el aviso, ya sea del monitor o de la alarma, activado por la
desconexión del respirador mecánico colocado a aquélla, lo cual desencadenó
en la demora de la adopción de las medidas de urgencia que el cuadro médico
requería, y el prolongado estado de hipoxia e isquemia causados por la falta de
asistencia respiratoria, fue la causa de los daños neurológicos irreversibles que
padeció la damnificada, la violación al deber objetivo de cuidado se encuentra
comprobada.
Si la falla del aparato respirador que consistía en que la alarma se
activaba continuamente, lo cual, podía deberse a diferentes cuestiones, era
conocida por la imputada, ésta debió haber extremado las medidas de seguridad
en el control de la paciente y prestar la debida atención a los sonidos del
respirador. De ello se infiere que dado que la alarma se activaba
continuamente, la imputada se confió de esa situación, sin atender los deberes
que tenía a su cargo, y que en el tiempo transcurrido que le demandó la
atención de otra paciente o, tal vez desde antes, no advirtió que el respirador de
la víctima se había activado, o, de haberlo advertido, no le prestó la atención
inmediata que requería, siendo que ese extenso período en que permaneció la
paciente sin suministro de oxígeno, le provocó la gravedad de los daños
neurológicos denunciados.
498
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por ello y en tanto la violación al deber objetivo de cuidado que debió
observar la imputada fue la causa directa que provocó las lesiones de la
víctima, cabe concluir que se ha tipificado, el delito de lesiones culposas
previsto en el art. 94 del C.P., por lo cual habrá de homologarse el
procesamiento decretado.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Prosec. Cám.: Fernández de
Cuevas).
c. 25.350, COBARRUBIAS, Lucía.
Rta: 13/04/2005
LESIONES.
Culposas. Ley de tránsito. Peatón. Prioridad de paso. Violación al
deber de cuidado. Procesamiento.
El art. 39, inc. "B" de la ley 24.449 dispone que los conductores deben
en la vía pública, circular con cuidado y prevención, teniendo en cuenta los
riesgos propios de la circulación y demás circunstancias del tránsito y que
cualquier maniobra deben advertirla previamente y realizarla con precaución,
sin crear riesgo ni afectar la fluidez de aquél.
El art. 64 de la ley 24.449, párr. 2do. y 3ro. dispone que "se presume
responsable de un accidente al que carecía de prioridad de paso o cometió una
infracción relacionada con la causa del mismo, sin perjuicio de la
responsabilidad que pueda corresponderles a los que, aún respetando las
disposiciones, pudiendo haberlo evitado voluntariamente, no lo hicieron. El
peatón goza del beneficio de la duda y presunciones en su favor, en tanto no
incurra en graves violaciones a las reglas del tránsito".
Por tanto, si el imputado violó su deber de cuidado al no respetar la
prioridad de paso del peatón, corresponde confirmar el procesamiento
decretado en orden al delito de lesiones culposas.
499
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Sec.: Paisan).
c. 26.387, ALARCON, Marcos Eduardo.
Rta: 13/05/2005
LESIONES.
Culposas. Velocidad reducida. Semáforo habilitante. Deber de cuidado.
Sobreseimiento.
Si tanto el imputado como la víctima, se hallaban habilitados por la luz
del semáforo, el primero de ellos por el que regula el ingreso de los vehículos a
la avenida, y el restante por el que autoriza el paso peatonal, sin que pueda
acreditarse si el damnificado efectuó el cruce por la senda peatonal, sumado a
la ausencia de signos objetivos que den cuenta de la existencia de una frenada y
la falta de daños constatados en el rodado, ello permite establecer que el
imputado, no obstante desplazarse a una velocidad reducida, que le permitió
visualizar el paso de dos mujeres que cruzaban por la senda peatonal, no pudo
advertir el cruce del damnificado.
Aun cuando la Ley Nacional de Tránsito, en su art. 39, inc. b, establece
que los conductores deben tener el control y dominio de su vehículo, y
manejarlo con cuidado y prevención teniendo en cuenta los riesgos propios de
la circulación y demás circunstancias de tránsito, ello debe ser merituado de
acuerdo a las circunstancias particulares del caso a los efectos de establecer si
se ha violado el deber de cuidado.
El hecho de que todo conductor deba tener en cuenta la posible
contingencia de encontrarse ante un peatón distraído, no puede elevarse a un
principio absoluto de responsabilidad, cuando contamos con un conductor que
se desplaza a velocidad normal y con semáforo habilitante (*).
Por ello, y dado que el que conduce un vehículo dentro de los límites de
velocidad permitidos y con respeto a las demás reglas del tráfico, crea un
500
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
peligro permitido, debe disponerse el sobreseimiento del imputado en orden al
delito de lesiones culposas.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Gerome, Escobar (en
disidencia). (Sec.: Williams).
c. 26.072, AROCENA, Juan.
Rta: 26/05/2005
Disidencia del Dr. Escobar: Habida cuenta de que el delito investigado es
culposo y que las consecuentes lesiones de conformidad con la preceptiva legal
de fondo no admitiría gradación (art. 94 del C.P.), debe considerarse que la
norma del art. 72, inc. 2° del C.P. no puede modificar la hipótesis de aquella
ampliando la posibilidad de que, ente la eventual configuración de una lesión
grave a partir de un hecho culposo, pueda obviarse le necesaria instancia de
acción por el damnificado (**).
La expresa manifestación del damnificado de reservarse el derecho de
instar la acción, veda el progreso de la investigación, por imperio del citado art.
72 del CP.
Por ello, lo actuado a partir de la comparecencia de aquél, deviene nulo
y así debe ser declararlo.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 25.070, "Fernández, Jorge", rta:
2/11/2004.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 12.822, "Márquez, Juan
Eduardo", rta: 29/2/2000.
LESIONES.
Graves. Pérdida de dos incisivos. Procesamiento.
501
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
La pérdida de los dos incisivos centrales superiores sufrida por la
víctima produce una debilitación permanente de la función masticatoria, pues
la ausencia de una pieza dentaria anula fisiológicamente a la antagonista, que
ya no puede apoyarse para su función específica -seccionante, dislaceradora,
triturante-.
El debilitamiento aludido resulta notorio, si el damnificado ha perdido
dos piezas dentarias que no son antagonistas, lo que provoca que dejen de
funcionar cuatro piezas dentarias. (*).
Por ello, debe confirmarse el procesamiento de los imputados en orden
al delito de robo calificado por concurrir con lesiones graves (art. 45 y 166, inc.
1º, del C.P.).
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof. (Prosec. Cám.: Leo).
c. 26.899, AGUIRRE, Manuel Martín.
Rta: 20/05/2005
Se citó: (*) Emilio F. P. Bonnet, Medicina Legal, 2º ed., López Libreros, Bs.
As., 1993, p. 437.
LESIONES.
Leves. Homicidio en grado de tentativa. Cambio de calificacaión legal.
Delito de instancia privada. Inicio del sumario por delito de acción
pública. Validez.
Las lesiones que presentó el damnificado -en sus manos- no permiten
tener por acreditado el dolo requerido por la figura prevista en el artículo 79 del
C.P., no obstante la víctima haya manifestado que antes de disparar, el
imputado le habría manifestado "te voy a matar", si no existen otros elementos
probatorios que permitan calificar el hecho como tentativa de homicidio
simple. La zona corporal en donde resultó lesionado la víctima, sumado a la
502
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
reconocida enemistad entre éste y el imputado, y a que el único testigo
presencial del hecho no escuchó la frase presuntamente manifestada, inclina a
calificar el hecho como lesiones leves.
En este sentido, no obstante la acción del delito ahora investigado
resulte dependiente de instancia privada (art. 72, inc. 2°, C.P.), ninguna
incidencia puede tener esta circunstancia ante la ausencia de voluntad del
damnificado, pues el sumario se inició válidamente por un delito de acción
pública, por lo cual han desaparecido las causas en las que se fundamenta la
necesidad de instar la correspondiente acción y sin que deba detenerse porque
el transcurso del proceso arroje una distinta calificación legal (*).
Por tanto, corresponde confirmar el procesamiento decretado
modificando la calificación legal por la del delito de lesiones leves.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
c. 26.445, CORONEL, Walter M.
Rta: 03/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 24.834, "Céspedes, Inocencio",
rta: 15/8/1980, citada por Horacio J. Romero Villanueva, Código
Penal de la Nación, Anotado, Lexis Nexis, Bs. As., 2005, p. 252.
MALTRATO DE ANIMALES.
Informe socioambiental. Condiciones personales del
Valoración. Ausencia de dolo. Procesamiento. Revocación.
imputado.
En esta clase de delitos, no puede dejarse de lado las circunstancias
sociales, económicas y culturales que lo circundan. Si del informe socioambiental confeccionado al imputado se desprende que "Evidencia haber
buscado trabajar desde muy chico y al parecer debido a su condición de
503
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
analfabeto, su actividad ha sido precaria...La situación económica parece
bastante desfavorable y por lo dicho, viven en condiciones precarias", esta
situación no puede ser obviada.
Corresponde considerar la falta de nociones básicas de aquél para
acceder al nivel de conocimiento que requiere el dolo exigido en la figura
traída a estudio.
Por ello, corresponde revocar el procesamiento decretado (del voto de
la Dra. Garrigós de Rébori).
La automaticidad sancionatoria repele al principio de justicia, de la
adecuada retribución y al necesario examen jurisdiccional que caracteriza el
sistema republicano de la organización política constitucional.
Sin perjuicio de la acreditación de la materialidad de la conducta, debe
establecerse si los intereses que se anexan a la norma y que conforma el ámbito
real de aplicabilidad, producen un efecto disparador de la sanción prevista
como consecuencia de la vulneración del derecho.
Por ello, analizada la situación planteada, evaluada la entidad e
intensidad de los bienes jurídicos a proteger, y considerados los resultados del
evento criminal, así como las circunstancias personales de sujeto activo y los
de tiempo, modo y lugar, la particular situación planteada, permite suponer la
improbabilidad de acreditar los extremos de configuración del dolo que es
menester para hacer funcionar la respuesta sancionatoria de la norma (del voto
del Dr. González Palazzo que se adhirió al voto de la Dra. Garrigós de Rébori).
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González (en disidencia), Garrigós de Rébori
(por sus fundamentos), González Palazzo (por sus fundamentos). (Sec.:
Uhrlandt).
c. 25.780, MOLINA, Ramón Gustavo.
Rta: 05/04/2005
Disidencia del Dr. González: No puede acogerse favorablemente la tesis de la
defensa en cuanto a que el imputado, por su escaso nivel de instrucción se vio
504
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
impedido de entender que cometía un delito, si el mal aspecto físico en que se
encontraba el caballo (enflaquecimiento extremo, infección en la zona de la
cruz, laceraciones en el cuello, etc.), no pudo ser desconocida por el encausado,
quien pese a ello lo seguía utilizando para el trabajo, debe confirmarse el
procesamiento decretado en orden al delito de infracción a la ley 14.346.
No procede el error de derecho, puesto que la ley se presume conocida
por todos, en tanto es una exigencia política que el ciudadano tenga
conocimiento de la ley represiva, sin que pueda alegarse su ignorancia, puesto
que se quebraría la obligatoriedad de la norma.
MALVERSACION DE CAUDALES PUBLICOS.
Peculado. Bien jurídico tutelado. Patrimonio público. Utilización
irregular de fondos. Verbo típico. Procesamiento.
En los delitos contra la administración pública se tutela la función
pública, entendida como el regular, ordenado y legal desenvolvimiento de las
funciones de los tres órganos del Estado, referida no sólo a la función
específica de los poderes públicos, sino también a la típica función
administrativa. Se pretende asegurar la conducta de los funcionarios estatales,
quienes con la inobservancia de los deberes a su cargo obstaculizan esa
regularidad funcional. De modo que el bien jurídico protegido en el Título XI
del Código Penal es la preservación de la función pública, frente a los ataques
que provienen tanto de la organización burocrática del Estado como de
particulares (*).
El bien jurídico protegido por la figura del peculado -art. 261 del C.P.es el eficaz desarrollo de la administración referida al cuidado de los fondos
públicos que surgen en razón de los deberes especiales que pesan sobre los
funcionarios. El objeto de tutela es el patrimonio público, como sustrato
esencial de los servicios públicos y la potencialidad de la administración para
cumplir los fines que le son propios, lo que depende en gran medida del
mantenimiento del sustrato patrimonial que se le atribuye, primando la
505
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
idoneidad de dicho sustrato para llevar a cabo las finalidades que le son propias
(**).
Probada la irregular aplicación de los fondos públicos en los planes
sociales emprendidos desde la Secretaría de Promoción Social del Gobierno de
la Ciudad de Buenos Aires por parte de los imputados, habrá de compartirse la
asignación jurídica de los hechos efectuada por el juez de grado, ya que la
circunstancia de que los incusos, no se hayan enriquecido personalmente, no
empece a la tipificación del delito de peculado.
Ello por cuanto no es un requisito exigido por el tipo penal, ya que,
como bien se ha sostenido en la doctrina, "la sustracción siempre consuma el
peculado, aunque sea hecha con propósito de restitución y aunque
efectivamente se restituya" (***).
"El resultado que el peculado requiere, dada su objetividad jurídica, es
el quebrantamiento del regular desenvolvimiento de la actividad patrimonial de
la administración pública, que el funcionario ejecuta al faltar al deber de
probidad, se siga o no de una lesión al patrimonio de la administración pública"
(****).
Respecto del verbo típico contenido en la norma, es, sustraer. Al
respecto, entiende la sala que la conducta propia del peculado es la de apartar,
separar o extraer los bienes de la esfera de la actividad patrimonial de la
administración pública, y se configura con el quebrantamiento de dicha esfera
de custodia en la que se encuentra el bien (*****).
"Sustrae el que quita, aparta, separa o extrae la cosa de la esfera de
custodia en que se encuentra" (******).
Por lo expuesto, demostrado que la conducta atribuida a los incusos,
tuvo el fin de apartar los fondos públicos cuya custodia les había sido
encargada a los tres primeros, aplicándolos sin la verificación de las
condiciones requeridas para ello, corresponde confirmar los procesamientos
decretados y mantener la calificación asignada.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
506
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 25.287, FIGUEROA, Justo D. y otros.
Rta: 21/06/2005
Se citó: (*) Edgardo Alberto Donna, Delitos contra la administración pública,
Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2002, p. 15.
(**) Norberto De la Mata y Xabier Etxebarría, Malversación y
lesiones del patrimonio público. Apropiación, distracción y desviación
por funcionarios de caudales públicos, Bosch, Barcelona, 1995, p. 55.
(***) Claudio Navas Rial y Marcelo Alvero, Malversación de
caudales públicos y peculado, Revista de Derecho Penal, Delitos
contra la Administración Pública, 2004-I, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe,
p. 239.
(****) Daniel P. Carrera, Peculado, Depalma, Bs. As., 1968, p.
139/140.
(*****) Julio César Di Giorgio, El sentido del verbo sustraer en el
delito de peculado, Revista de Derecho Penal, Delitos contra la
Administración Pública, 2004-I, Rubinzal-Culzoni, p. 131.
(******) C.N.C.P., Sala III, "Fendrich, M. C.", rta: 20/8/1997 y Sala
II, "López, H. L.", rta: 5/11/1999.
MEDIDA DE SEGURIDAD.
Imputado
sobreseido.
Internación
Incompatibilidad. Revocación.
en
unidad
psiquiátrica.
Resulta incongruente la resolución que dispuso, sobre la base de que el
imputado es peligroso para sí y terceros debido a los trastornos médicopsiquiátricos potenciales que presenta, su sobreseimiento y ordenó su libertad y
a la vez su internación en una unidad carcelaria, ya que resulta incompatible
con el consiguiente régimen de detención que ello implica.
Sólo se debió disponer una medida de seguridad sobre el enfermo,
como es la internación en un lugar para su recuperación psiquiátrica.
507
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por tanto, corresponde revocar el resolutorio apelado y ordenar el
traslado del incuso a un establecimiento adecuado para su tratamiento.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Filozof, Pociello Argerich. (Sec.: Collados
Storni).
c. 27.055, INGRASSIA, Mariano M.
Rta: 17/06/2005
MEDIDAS CAUTELARES.
Inhabilitación. Para conducir. Prórroga. Restricción prudente de
derechos. Procedencia.
Probada la imprudencia en la conducción de un vehículo automotor por
parte del imputado, sumada al avanzado estado de la causa y la inminencia del
debate, se verifica la necesidad de la prolongación de la inhabilitación para
conducir (art. 512 del C.P.P.N.) (*).
La medida dispuesta por el art. 311 bis del C.P.P.N., al tratarse de una
medida cautelar provisoria y limitada en el tiempo, constituye una prudente
restricción del derecho del imputado de conducir vehículos automotores. No se
trata de una pena anticipada, sino de otra medida precautoria que, como el
embargo o la prisión preventiva, restringe anticipadamente derechos
reconocidos pero que pueden ser limitados en virtud de un interés superior; se
trata, al fin y al cabo, de una prudente y razonable restricción para quien, en
principio, ha sido imprudente en el uso de un automotor (**).
Por ello, debe confirmarse la prórroga de la inhabilitación provisoria del
imputado para conducir (art. 311 bis del C.P.P.N.).
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
508
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 26.277, RUIZ, Felipe Daniel.
Rta: 28/04/2005
Se citó: (*) Alfredo Vélez Mariconde, Derecho Procesal Penal, Marcos Lerner,
Córdoba, t. II, p. 519.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 11.237, "Chiale, Humberto", rta:
23/6/1999, ver voto en disidencia del Dr. Rivarola.
MEDIDAS CAUTELARES.
No innovar. Procesamiento. Declaración indagatoria. Fundamentación.
Art. 230 del C.P.C.C. Nulidad.
Para la procedencia de una medida cautelar, debe mediar auto de
procesamiento y, excepcionalmente, se requiere que haya mediado
convocatoria a prestar declaración indagatoria, siendo suficiente la mera
calidad de imputado (*).
Si en la causa no se citó de conformidad con lo normado por el art. 294
del C.P.P.N. a persona alguna, la medida de no innovar deviene improcedente.
Para la procedencia genérica de las medidas precautorias son
presupuestos de rigor la verosimilitud del derecho invocado (fummus bonis
iuris) y el peligro de un daño irreparable (peculum in mora) (art. 230 del
C.P.C.C.), a los que debe unirse un tercero establecido, de modo genérico, para
toda clase de medida cautelar en el art. 199 del mencionado código (**).
Por ello, si el resolutorio que dispuso la medida carece de toda
motivación, debe declararse su nulidad.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Escobar, Gerome, Bunge Campos (en
disidencia). (Prosec. Cám.: Oberlander).
c. 26.751, TEMIDE S.A.
509
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 19/05/2005
Disidencia del Dr. Bunge Campos: Las medidas cautelares deben ser
planteadas y dispuestas en el ámbito del proceso civil y/o comercial, pero no en
el proceso penal, que resulta ajeno a cuestiones de esa naturaleza.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 20.598, "N.N.", rta: 7/3/2003;
Sala IV, c. 17.102, "Ballanca, Josefina", rta: 7/12/2001 con cita de la
c. 13.038, "Sorridi, S.A.", rta: 16/3/2000; Guillermo Navarro y
Roberto Daray, Código Procesal Penal de la Nación, Hammurabi, Bs.
As., 2005, p. 1293.
(**) Jurisprudencia y Doctrina, documento n° 1.51066, Medidas
cautelares, Lexis Nexis, C.Fed. San Martín, Sala I, rta: 8/4/1997.
MEDIOS DE PRUEBA.
Medida de coerción. Extracción compulsiva de sangre. Imputado como
objeto de prueba. Garantía de la autoincriminación. Procedencia.
La prohibición de compeler a un imputado a declarar contra sí mismo
en un proceso criminal no excluye la posibilidad de que se lo considere objeto
de prueba cuando la evidencia es de índole material, tal como compelerlo a una
extracción de sangre. En estos supuestos, se ha considerado que ello no viola la
garantía que proscribe la autoincriminación.
El reconocimiento del imputado "no está comprendido en los términos
de la cláusula que veda la exigencia de declarar contra sí mismo ni es corolario
de la exención postulada de producir otra prueba incriminatoria...la cláusula
que proscribe la autoincriminación no requiere la exclusión de la presencia
física del acusado como prueba de su identidad, como no impide la obtención y
el uso de las impresiones digitales" (**).
Aquí se dice que el imputado es objeto de prueba y además de los casos
de extracción para la prueba hemática, reconocimiento en fila de personas y
obtención de huellas digitales, son imaginables otros como la obtención de
510
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
vistas fotográficas o la comprobación de lesiones, si es del caso siempre
mediante el uso de la fuerza, mediante un procedimiento que respete el
principio de proporcionalidad (***).
Es que, "...el procesado no tiene que colaborar con las autoridades
encargadas de la investigación mediante un comportamiento activo, aunque sí
debe soportar injerencias corporales que pueden contribuir definitivamente al
reconocimiento de su culpabilidad. Se impone al imputado la obligación de
tolerar..." (****).
Asimismo, "...se ha intentado hacer una distinción entre los casos en
que se pretende convertir al imputado en un sujeto activo de prueba (obligarlo
a que declare, o a que haga un cuerpo de escritura), de aquéllos en que aquél se
le reclama un comportamiento pasivo, ya sea para extraerle sangre, huellas
dactilares, etc. En esta interpretación, la garantía contra la autoincriminación
funcionaría en el primer supuesto (imputado como sujeto activo), pero no en el
segundo.
En el primer caso es notoriamente ilegítimo forzar a un imputado para
que escriba un texto determinado, parece mayoritariamente la opinión de que
es lícito extraerle sangre...aun contra su voluntad. Cuando existen motivos
fundados para una extracción de sangre, ese grado de sospecha sí podrá servir
para vencer cualquier negativa de éste a prestarse a la medida en cuestión..."
(*****).
Ninguna violación de garantías constitucionales puede derivar de un
estudio como el ordenado por el juez de la instancia anterior, en tanto este tipo
de procedimientos, en el ámbito forense, se realizan con arreglo a las técnicas
corrientes en la medicina, sin resultar humillantes ni degradantes, como
tampoco implica riesgo para la salud del imputado la extracción de una muestra
suficiente para el fin procurado (******).
Por ello, y en tanto la medida ordenada guarda efectiva vinculación con
el objeto procesal del sumario, siempre que dable es verificar la calidad de las
lesiones y en su caso precisar la debida calificación legal del episodio (art. 193
del C.P.P.N.), máxime cuando deba sostenerse, que el propio Cuerpo Médico
Forense ha otorgado verosimilitud a la versión (mordedura) suministrada por la
víctima y en ese contexto ha solicitado la "realización de análisis de laboratorio
511
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
a fin de determinar enfermedades venéreas o infecto-contagiosas", corresponde
confirmar el auto apelado por la defensa.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
c. 26.370, CARBO, Lisandro.
Rta: 31/05/2005
Se citó: (*) 218 U.S. 245.
(**) C.S.J.N., "Cincotta, Juan José", rta: 13/2/1963, Fallos 255:18.
(***) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 25.787, "Peralta, Oscar D.",
rta: 27/4/2005.
(****) Claus Roxin, La protección de la persona en el proceso penal
alemán, Revista Penal, n° 6, julio 2000, CissPraxix Profesional,
Barcelona, p. 120, citado por Marcelo Alfredo Riquert, La solicitud de
intervenciones corporales en el marco de la Investigación Penal
Preparatoria, ElDial.com., del 13/04/2005.
(*****) Alejandro D. Carrió, Garantías constitucionales en el proceso
penal, Hammurabi, Bs. As., 2000, p. 388/389.
(******) Javier Augusto De Luca, Pruebas sobre el cuerpo del
imputado o testigos y las garantías constitucionales, Revista de
Derecho Penal, Garantías constitucionales y nulidades procesales,
2001-I, Rubinzal-Culzoni, p. 396.
MEDIOS DE PRUEBA.
Medida de coerción. Peritaje psiquiátrico. Intervención corporal del
imputado. Colaboración. Sujeto de prueba. No autoincriminación.
Rechazo.
512
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Aun cuando el imputado haya aportado un examen privado en torno a
su capacidad de culpabilidad, el juez instructor puede disponer la realización de
un estudio por el Cuerpo Médico Forense en orden a establecer los extremos
vinculados al art. 34, inc. 1°, del C.P., ya que la misma legislación procesal
prevé la posibilidad de que el juez ordene la inspección mental del imputado
cuando lo considere necesario (art. 218).
Las medidas que comportan la intervención corporal del imputado
pueden importar una afectación a la garantía contra la autoincriminación (art.
18 de la C.N. y art. 8.2. "g" de la C.A.D.H.), por lo que sólo son aceptados los
procedimientos respetuosos de la dignidad humana, la intimidad o la
privacidad y los derecho de defensa en juicio y debido proceso (*).
El procesado no tiene que colaborar con las autoridades encargadas de
la investigación mediante un comportamiento activo, aunque si debe soportar
injerencias corporales que pueden contribuir definitivamente al reconocimiento
de su culpabilidad (**).
La garantía protege las comunicaciones, sean verbales, escritas o
gestuales, porque en estos casos la prueba está en la mente, y la exteriorización
depende de la voluntad del sujeto, de su conciencia y de los procesos de
razonamiento. En estos casos el procesado es tratado como "sujeto de prueba",
lo que impide obligarlo a declarar, a realizar la reconstrucción de un hecho o
un cuerpo de escritura o a aportar prueba incriminante (***).
Es ilegítimo que se fuerce al imputado para que hable o, tratándose de
un examen mental, el requerirle un "hacer" (****), por lo cual su negativa a
participar de tal medida está constitucionalmente protegida e importa
operativamente la imposibilidad de que el facultativo recoja los elementos
convictivos de índole médica que los lleven a un dictamen fundado (art. 263
del C.P.P.N.).
Lo prohibido por la Ley Fundamental es compeler física o moralmente
a una persona con el fin de obtener comunicaciones o expresiones que debieran
provenir de su libre voluntad (*****).
No es dable obligar al imputado a decir algo que el no quiera
libremente, pues en tal caso esta participación activa (verbigracia, obligación
de confeccionar un cuerpo de escritura, efectuar grabaciones de voz o
513
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
proporcionar datos en el marco de una peritación psiquiátrica) importa una
"comunicación" que viola la garantía de no autoincriminación.
Por ello, debe revocarse el auto por el que se ordena la remisión de las
actuaciones al Cuerpo Médico Forense con el objeto de examinar y revisar al
imputado.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
c. 25.787, PERALTA, Oscar Domingo.
Rta: 27/04/2005
Se citó: (*) Javier Augusto De Luca, Pruebas sobre el cuerpo del imputado o
testigos y las garantías constitucionales, Revista de Derecho Penal,
Garantías Constitucionales y nulidades procesales, Rubinzal Culzoni,
Bs. As., 2001, t. 2001-I, p. 396.
(**) Claus Roxin, La protección de la persona en el proceso penal
alemán, Revista Penal, Ciss Praxis Profesional, Barcelona, 2000, N° 6,
p. 120, citado por Marcelo A. Riquert, La solicitud de intervenciones
corporales en el marco de la Investigación Penal Preparatoria, El
Dial.com, 13/4/2005.
(***) Javier Augusto De Luca, op. cit., p. 402; C.N.Crim. y Correc.
Fed., Sala I, "Páez, Patricia", rta: 28/8/2003.
(****) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 20.173, "Fernandez Oribe",
rta: 20/11/2002.
(*****) C.S.J.N., "H, G y S. y otro s/ apelación de medidas
probatorias", rta: 4/12/1995.
MEDIOS DE PRUEBA.
Plana de voz. Realización compulsiva. Garantías constitucionales.
Nulidad.
514
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Si bien el cotejo pericial de voces solicitado por la querella no vulnera
en abstracto garantía constitucional alguna, la citación del encausado a
comparecer ante la Dirección de la Policía Científica no es la adecuada,
máxime si existen otras alternativas que no compelen física o moralmente al
encartado. De prosperar la realización compulsiva de la prueba impugnada
podría afectarse la garantía del imputado de no declarar contra sí mismo.
No puede equipararse la realización de una plana de voz con la
extracción de sangre o un reconocimiento en rueda de personas, ya que en estos
casos no es necesaria la participación activa del imputado, como sí lo es en el
primero de los casos, que depende pura y exclusivamente de su aquiescencia.
Por ello, debe confirmarse la nulidad de la providencia que ordenó
efectuar la plana de voz al imputado.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 25.475, SALUSKY, Diego Martín.
Rta: 15/04/2005
MENOR.
Agravante. Art. 41 quater del C.P. Edad 21 años. Improcedencia.
Según una interpretación restrictiva y acorde al principio de legalidad,
el término "mayor" utilizado por el art. 41 quater del C.P. alude a quienes
cuenten con 21 años de edad, por tratarse del alcance otorgado por la
legislación civil y la Convención de los Derechos del Niño.
Ello no obstante en el proyecto de ley se haga referencia al incremento
de penas para personas de 18 años o más que delincan con la intervención de
menores, en tanto las opiniones de los legisladores no son vinculantes si
penalizan conductas que la propia ley desincrimina (*).
515
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por tanto, corresponde confirmar el procesamiento decretado en orden
al delito de robo en poblado y en banda.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Gerome, Bunge Campos (según su voto),
Escobar (en disidencia parcial). (Sec.: Paisan).
c. 27.038, ANDRADE, Franco Zelmar y otros.
Rta: 30/05/2005
Voto del Dr. Bunge Campos: La agravante prevista en el art. 41 quater del C.P.
pretende sancionar a adultos que utilicen a menores de edad. Para conformar la
agravante no basta el dato objetivo de que intervenga un menor de edad, sino
que, habrá de acreditarse su utilización para descargar la responsabilidad en él.
Disidencia parcial del Dr. Escobar: El dictado de la prisión preventiva no
constituye materia susceptible de apelación por no hallarse previsto tal recurso
a su respecto (artículo 432 del C.P.P.N.) sin perjuicio de revisarse el eventual
agravio de la parte en el incidente de excarcelación respectivo (**).
Se citó: (*) Sebastián Soler (trad.), Programa de Derecho Criminal, Depalma,
Bs. As., 1944, vol. 2, p. 270/1. C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c.
25.566, "Montaño, Enzo", rta: 26/10/2004.
(***) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 4.524, "Leal, E.", rta:
22/03/1996.
MENOR.
Art. 41 quater del C.P. Analogía. Prohibición. Interpretación de las
normas. Mayoría de edad. procesamiento.
La restricción a la aplicación de las leyes penales por analogía (art. 2
del C.P.P.N.), que dimana del principio de legalidad, censura su extensión a
516
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
casos no previstos por el legislador, pero esa prohibición no debe entenderse
como una veda a la interpretación de las normas, pues la determinación de su
sentido jurídico es el tema específico de la labor judicial (*).
Una interpretación sistemática de los términos empleados por el
legislador debe principiar por procurar asignar a las palabras el significado que
él les dio, porque si se cambian los significados, en lugar de adquirir el
conocimiento de la norma dada, se modifica su alcance a criterio del intérprete.
La supremacía de la opinión de este último -por fuera de la declaración de
inconstitucionalidad-, cuando mediante esta operación excluye a casos
expresamente abarcados, es tan censurable como la analogía, porque al
substituir a la fuente material de la ley también vulnera el principio de
legalidad.
Si se ha controvertido el alcance de la palabra "mayor" en la agravante
del art. 41 quater del Código Penal, cabe consignar que el diccionario de la
Real Academia Española, en su primera acepción, "mayor", es un adjetivo
comparativo de grande: "Que excede a una cosa en cantidad o calidad". La
segunda acepción es "mayor de edad".
En la manda legal, el legislador no empleó la expresión "mayoría de
edad" o "mayor de edad" -como por ejemplo en el Régimen Penal de la
Minoridad- sino que refiere a menores y mayores de 18 años, según una
distinción compatible con la competencia de los juzgados de menores (art. 29
del C.P.P.N.).
El término "mayores", ha sido usado en su primera acepción, a (**)
"...entre los proyectos de ley que involucraron el trámite parlamentario de la
ley 25.767 que introdujo el art. 41 quater al Código Penal, se hacía referencia
no a los 'mayores' que delinquieran con la intervención de menores sino a la
"persona de 18 años o más" que así lo hiciera (***).
Por ello, corresponde confirmar el procesamiento decretado.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró. (Sec.: Sánchez).
c. 26.769, TESEYRA, Renzo S. o MARTINEZ, Ezequiel.
517
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 08/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 24.859, "Toledo, Mauro A. y
otros", rta: 7/10/2004 y C.S.J.N., "Sotelo, Micaela", rta: 28/3/1978,
Fallos 300:291; Guillermo R. Navarro Roberto R. Daray, Código
Procesal Penal, Pensamiento Jurídico, Bs. As., 1996, t. 1, p. 6.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 23.036, "Galvez, Sandro D.",
rta: 12/12/2003.
(***) Exp. 3143-D-01, 1350-D-02 y 2002-D-02 de los diputados
Víctor M. F. Fayad y Elisa M. A. Carrió; Irma Roy y Silvia V.
Martínez, respectivamente.
MENOR.
Agravante. Art. 41 quater del C.P. Mayoría de edad a los 21 años.
Dolo. Procesamiento. Improcedencia.
Si el imputado contaba al momento del hecho con 19 años de edad no
corresponde la imposición de la agravante contenida en el art. 41 quater del
C.P. ya que según una interpretación restrictiva y acorde al principio de
legalidad, el término "mayor" alude a quienes cuenten con 21 años, por tratarse
del alcance otorgado por la legislación civil y la Convención de los Derechos
del Niño (*).
No obstante en el proyecto de ley presentado por Víctor M. Fayad y
Elisa M.A. Carrió se hace referencia al incremento de penas para personas de
18 años o más que delincan con la intervención de menores, las opiniones de
los legisladores, no son vinculantes si penalizan conductas que la propia ley
desincrimina. "No se castigue la acción que no esté castigada por la letra,
aunque a vosotros os parezca que está en el espíritu, porque falta en el agente la
voluntad criminosa" (**).
Por ello, corresponde confirmar el procesamiento decretado con la
salvedad respecto de la no aplicación al caso de la agravante contenida en el
art. 41 quater del C.P., en orden al delito de robo en poblado y en banda.
518
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Gerome, Bunge Campos (según su voto),
Escobar (según su voto). (Sec.: Paisan).
c. 26.912, NIEVA, María.
Rta: 04/05/2005
Fundamentos del Dr. Bunge Campos: No resulta de aplicación lo dispuesto en
el art. 41 quater del C.P., no sólo debido a que la menor no ha alcanzado la
mayoría de edad, de acuerdo con el alcance otorgado por la ley civil, sino
porque dicha norma pretende sancionar a adultos que utilicen a menores de
edad (***). Para que se configure la agravante, no basta el dato objetivo de que
intervenga un menor de edad sino que, en cada caso, habrá de acreditarse su
utilización para descargar la responsabilidad en él.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 23.941, "Paez, Gustavo Daniel",
rta: 17/3/2004 y c. 25.566, "Montaño, Enzo Ezequiel", rta:
26/10/2004.
(**) Sebastián Soler (trad.), Programa de Derecho Criminal, Depalma,
Bs. As., 1944, vol. 2, p. 270/71.
(***) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 25.566, "Montaño, Enzo", rta:
26/10/2004.
Nota del Secretario: El voto del Dr. Escobar se relaciona con la inapelabilidad del
auto de prisión preventiva.
MENOR.
Robo. Participación. Art. 41 quater del C.P. Procesamiento.
519
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Si se encuentra acreditada la intervención en el robo de un menor de
quince años, resulta ajustada a derecho la aplicación de la agravante prevista en
el art. 41 quater del C.P.
Por ello, debe confirmarse el procesamiento del imputado en orden al
delito de robo en grado de tentativa, agravado por haber sido cometido con la
intervención de un menor de dieciocho años.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori
(en disidencia parcial). (Prosec. Cám.: Mouradian).
c. 26.446, ROA, Rodolfo A.
Rta: 11/05/2005
Disidencia de la Dra. Garrigós de Rébori: La agravante consagrada en el art. 41
quater del C.P. constituye un requerimiento típico que, en tanto tal, ha de estar
abarcado por el dolo del autor, de forma que no podrá aplicarse cuando el
"mayor" ignore la circunstancia de la minoría de edad otro participante en el
hecho, y este extremo deberá estar suficientemente acreditado.
En consecuencia, el aumento de pena que la norma citada impone, es
correlato del aprovechamiento que haga el "mayor" de esa circunstancia,
porque de otro modo, si se tratara de tener en cuenta solamente un aumento, del
riesgo para el bien jurídico en trato, también sería del caso aplicar la agravante
al "menor" involucrado, lo que la norma no prescribe.
Por ello, y dado que el imputado actuó sin que la edad del menor
tuviera ninguna incidencia en el desarrollo del hecho, debe confirmarse su
procesamiento en orden al delito de robo, sin que proceda aplicar la agravante
que sanciona el art. 41 quater del C.P.
NULIDAD.
Actuación como abogado defensor. Matriculación. Falta de pago.
Improcedencia.
520
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Si bien para actuar como letrado defensor en el ámbito de la Capital
Federal es necesario estar matriculado en el Colegio Público de Abogados
local, el incumplimiento de ello no trae aparejada la invalidez de las
actuaciones (*).
El pago de la matrícula constituye un requerimiento de índole
administrativa y su ausencia resulta irrelevante para el normal ejercicio de la
profesión al no representar una situación de exclusión (**).
Con ello, debe confirmarse el auto que no hizo lugar al pedido de
nulidad solicitado por el defensor oficial.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Pociello Argerich, Cicciaro. (Prosec. Cám.: Leo).
c. 26.960, ADONIO, Jorge A.
Rta: 24/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 8.950, "Vulgater, Beatriz
s/calumnias", rta: 23/6/1998.
(**) Guillermo R. Navarro - Roberto R. Daray, Código Procesal Penal
de la Nación, Análisis doctrinal y jurisprudencial, Hammurabi, Bs.
As., 2004, p. 337 y jurisprudencia citada.
NULIDAD.
Actuación policial. Interrogatorio. Arts. 184 y 183 del C.P.P.N.
Allanamiento. Puesto ambulante. Requisa. Inspección de documentos
informáticos. Validez.
Es válida la actividad desplegada por la prevención que procedió a
interrogar a una persona en la vía pública, reconociendo ésta la coautoría del
delito que dió origen a la formación de la causa (*).
521
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
El conjunto de facultades que a la autoridad preventora asigna el art.
184 del C.P.P.N., valoradas a la luz del deber que les es impuesto en el art.
183, primer párrafo, no puede ser llevado a cabo en silencio, sin conversar ni
preguntar (**)"...y sin que, de pronto, en algunos casos, el interrogado
reconozca, ante la falta de una respuesta salvadora, que efectivamente las cosas
que lleva consigo las ha robado o son el producto de cualquier otro
comportamiento ilícito..." (***).
Pueden tenerse en cuenta los datos brindados por el imputado al
personal preventor siempre que no medie coacción, de lo contrario, no tendría
sentido pedirle a la policía que se tape los oídos o mire para otro lado cuando
escucha cosas útiles para esclarecer los hechos (****).
Respecto de la nulidad del allanamiento practicado por haberlo
realizado sin la correspondiente orden judicial, si se trata de un puesto
ambulante, instalado en un parque y abierto al público, no puede hablarse de
allanamiento en los términos del art. 224, sino de requisa.
La actuación policial se condice con lo contemplado en el art. 230 bis
del C.P.P.N., en cuanto la requisa del puesto nómade puede equipararse a la
efectuada en el interior de los vehículos, aeronaves y buques allí mencionados.
Por último, tenido en consideración las circunstancias reseñadas, la
inspección de los archivos de la computadora existente en el puesto, por parte
de la prevención, se ajusta a derecho y es conforme a las atribuciones de la
instrucción policial, en cumplimiento del poder de policía del Estado.
Por ello, no puede concluido que haya existido una vulneración al art.
18 de la C.N., en tanto el elemento formaba parte del plexo probatorio que
evidenciaba la posible actividad ilícita y que justificara el posterior secuestro
practicado. Por tanto, corresponde confirmar el auto que no hizo lugar al
planteo de nulidad articulado por la defensa.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Prosec.
Cám.: Oberlander).
c. 26.728, DEGENARO, Juan Carlos y otro.
522
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 08/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 42.195, "Billordo, C.E.", rta:
19/11/1992.
(**) Guillermo R. Navarro - Roberto R. Daray, Código Procesal Penal
de la Nación.
(***) Orgeira, Los interrogatorios policiales, L.L., 1993, B, 695.
(****) C.S.J.N., Cabral, Agustín", rta: 14/10/1994, L.L., 1993, B, 258,
con nota de Alejandro D. Carrió, Otra vez el tema de las confesiones
policiales. Miranda esta lejos y espera.
NULIDAD.
Apertura de lockers. Privacidad. Falta de orden judicial. Correo
electrónico. Protección constitucional. Privacidad del trabajador. Falta
de urgencia. Procedencia.
La apertura de los "lockers" constituye una invasión a la privacidad, si
aún encontrándose en el ámbito del estudio jurídico del querellante, estos
fueron asignados para uso de los empleados, bajo signos de seguridad
(candados) que generan en su destinatario la expectativa de privacidad frente a
la injerencia de terceros, de las pertenencias que allí dejen para su resguardo
(arts. 18, 19 y 33 de la C.N.) (*).
Tal invasión solo se encuentra justificada si media una orden
jurisdiccional debidamente fundada, sin la cual (art. 224 y cctes. del C.P.P.N.)
da lugar a la sanción prevista en los arts. 166, 167 inc. 2 y cctes. del mismo
cuerpo.
La intromisión de las comunicaciones en la forma de mensajes
electrónicos, tanto en el correo interno, como aquellos que se envían y reciben
en el particular, genera una afectación en el ámbito privado. Dentro de los
derechos de una persona, ya sea como derivación del de la propiedad o como
un derecho autónomo a la intimidad, existe un derecho a que se respeten por
parte del Estado aquellos ámbitos privados donde sus titulares han exhibido un
523
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
interés en que así se mantengan, esa expectativa respecto a los ámbitos
privados, se vería claramente reflejada en que el correo electrónico posee
características de protección de privacidad mas acentuadas que la tradicional
vía postal, ya que para su funcionamiento se requiere un prestador de servicio,
el nombre de usuario y un código o contraseña de acceso, que impide el acceso
de terceros a él (**).
En consecuencia, también en este caso debe mediar la autorización
judicial para acceder a su conocimiento.
En función de las previsiones constitucionales mencionadas, es el
empleador quien tiene prohibido, en principio, leer e-mails enviados o
recibidos por sus empleados. El contenido de tal prohibición no es otro que la
violación del derecho de privacidad del trabajador, facultad que no comporta
un elemento configurativo del débito contractual y que, por ello, hace a la
indiscutible e impenetrable dignidad y autodeterminación que como sujeto
titulariza (***).
No se verifica la urgencia alegada si la intervención del escribano se
produjo con posterioridad a que las imputadas dejaran el lugar, y así como dio
lugar a la convocatoria de un escribano, bien podría haberse convocado en su
lugar, el auxilio de la fuerza pública, para denunciar las sospechas que tenía.
La averiguación de la verdad no puede erigirse como bastión del
avasallamiento de derechos reconocidos por la Constitución Nacional, ni por
parte de los particulares, ni del poder público. El derecho a la intimidad
constituye uno de los derechos de la personalidad con mayor necesidad de
custodia social, pues gravita sobre la libertad y el pensamiento.
Por ello, debe confirmarse el auto por el que se declara la nulidad del
acta de constancia elaborada por el escribano.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Filozof, Piombo. (Prosec. Cám.: Fernández de
Cuevas).
c. 21.387, CALLEJA, Marta Haydeé y otros.
Rta: 18/05/2005
524
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) Alejandro D. Carrió, Garantías Constitucionales en el Proceso
Penal, Hammurabi, 2000, p. 340.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 20.009, "Yelma, Martín y otros",
rta: 22/04/2003.
(***) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 25.065, "Redruello, Fabián L. y
otros", rta: 15/11/2004.
NULIDAD.
Art. 200 y 202 del C.P.P.N. Declaración testimonial. Denegación del
derecho de asistencia a declaración testimonial. Fundamento.
Rechazo.
En forma diáfana el art. 200 del C.P.P.N. enumera los actos procesales
en los cuales las partes tienen derecho a asistir, entre los que se mencionan a
las declaraciones testimoniales, pero sólo en los supuestos en que se presuma
que aquéllas podrían ser de carácter irreproducible, es decir, por mediar
razones de enfermedad u otro impedimento por parte del testigo.
El art. 202 deja en claro, por su parte, que la asistencia se halla
condicionada a que la misma no impida u obstaculice la normal sustanciación
del proceso.
Si el juez de grado ha fundado la razón por la cual no le confería la
facultad al letrado de la querella de estar presente en las declaraciones
testimoniales a prestar por los veedores judiciales designados en la causa, no se
evidencia vicio alguno en su proceder y, por otra parte, tal decisión resulta
inapelable.
Por tanto, corresponde confirmar el auto que no hizo lugar a la nulidad
planteada.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Prosec.
Cám.: Rizzi).
525
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 25.610, SANTESTEBAN, Luis Jorge.
Rta: 06/04/2005
NULIDAD.
Audiencia del art. 454 del C.P.P.N. Auto de procesamiento suscripto
por un magistrado que no la presenció. Procedencia.
Si la defensa realizó el informe oral que prevé el artículo 454 del
C.P.P.N. ante tres camaristas y, en cambio, la decisión por la cual se
confirmara el procesamiento de los imputados fue suscripta por sólo uno de
ellos, con al integración de otro magistrado que no lo presenció, el planteo
nulificatorio resulta parcialmente procedente pues se ha dictado una resolución
sin que la totalidad del Tribunal haya escuchado los argumentos que
expusieran los abogados defensores del imputado, extremo que contraría la
garantía constitucional de defensa en juicio.
No se comparte la fundamentación de la defensa en cuanto a que la
invalidez se basa en la constitución del Tribunal pues la resolución impugnada
ha sido suscripta por dos magistrados integrantes de la Cámara, uno de los
cuales suscribió el fallo en virtud de la licencia de dos de los miembros de la
Sala. Pretender que se da en la especie la hipótesis del inciso 1° del art. 167 del
C.P.P.N., implicaría la virtual paralización de la actividad de un tribunal por
cuestiones administrativas, extremo que resulta inadmisible.
Por ello, corresponde declarar la nulidad parcial de la resolución
apelada, en cuanto confirma el auto de procesamiento del incuso en orden al
delito de defraudación por administración fraudulenta.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 25.240, ZAN BISIGNANI, Daniel Enrique.
526
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 22/04/2005
NULIDAD.
Ausencia de requerimiento fiscal de instrucción. Inicio de actuaciones
en sede policial. Innecesariedad. Nulificación de la decisión de la
Cámara Criminal por parte del Tribunal Oral. Improcedencia. Cámara
Nacional de Casación Penal.
Si la actuación policial hubiese comenzado por denuncia de la víctima,
y no hubo requerimiento fiscal de instrucción, ello provocaría la nulidad de lo
actuado (*).
No obstante, si de las constancias de la causa surge que las actuaciones
se iniciaron con la declaración del subinspector que relató las circunstancias
que motivaron su intervención, el sumario tuvo comienzo a raíz de la
intervención de la comisaría actuante, concorde con lo preceptuado por los
artículos 188, 194 y 195 del C.P.P.N. y no resulta necesario el requerimiento
fiscal para que la instrucción sea válida (**).
El art. 195 del C.P.P.N. discrimina entre el requerimiento fiscal y la
prevención o información policial, sin que existan motivos para suponer que
"prevención" e "información policial" son sinónimos. Consultado el anterior
Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba que sirvió de antecedente
para el que rige en el ámbito nacional, su artículo concordante es el 204, que
con las mismas palabras remite a su artículo 192, que con el título
"Información y procedimiento" delimita la actuación de la Policía Judicial y se
ha dicho que "El informe debe ser por escrito, sin perjuicio de que lo adelanten
verbalmente, y debe efectuarse sin pérdida de tiempo a partir de que por sí o
por denuncia tengan conocimiento del delito..." (***).
No obstante en aquél código el requerimiento fiscal de instrucción era
requisito para la denuncia realizada ante el juez o el fiscal, no así para la
formulada ante la policía (arts. 184, 185 y 186 Código Procesal Penal de
Córdoba), y en esta ciudad de Buenos Aires ha sido definido, contra lo
dispuesto en el art. 182 del C.P.P.N., que la denuncia ante la policía también
527
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
debe contar con requerimiento fiscal (vale hacer notar que los arts. 180, 181 y
182 del Código Procesal Penal de la Nación son el correlato de los que se citan
del Código Procesal Penal de Córdoba), ello no opaca que en el art. 195 se
hubiese conservado como formas de inicio del legajo, al requerimiento fiscal
por un lado, y a la prevención e información policial por el otro.
Que el titular de la acción penal pública sea el Ministerio Público Fiscal
(art. 5 del Código Procesal Penal de la Nación.) no determina que las
formalidades que debe reunir su intervención a los fines del inicio del legajo
deban ser las del art. 188 del C.P.P.N. como condición sine qua non bajo
sanción de nulidad.
Por ello, nada impide que el legislador considerase suficiente la
comunicación del inicio de las actuaciones policiales, ya que, puesto que la
policía no depende orgánicamente del Poder Judicial de la Nación, no aparece
directamente afectado el principio ne procedat iudex ex officio como en el caso
de denuncia ante el juez (****).
"Las dificultades interpretativas arrancan de la modificación legislativa
al art. 188 del Proyecto original del Código. Se trató de una reforma única que,
como tal, bien se ha interpretado insuficiente para considerar con ella
modificada toda la estructura en contrario regulada en el Título I del Libro II
del Código, cuyas disposiciones facultan a la policía y demás fuerzas de
seguridad para la investigación de los delitos de acción pública que sean
llevados a su conocimiento (art. 183), sin necesidad de un eventual y previo
requerimiento fiscal. Para ello gozan de las atribuciones del art. 184, con la
sola exigencia formal del art. 186 de comunicar su actuación al juez
competente y al fiscal, bajo cuya dirección -según los casos- deben formar las
pertinentes actas de prevención, cumpliendo a su vez con el objetivo reseñado
en el art. 195, en cuanto establece claramente que '... la instrucción será
iniciada en virtud de un requerimiento fiscal, o de una prevención o
información policial'" (*****).
En tanto Las decisiones adoptadas por los tribunales orales -en función
del artículo 354 del C.P.P.N.y en el marco de sus facultades-, que se ciñen a la
declaración de nulidades que pueden decidirse de oficio, son de obligado
acatamiento por parte de los jueces de instrucción (******), aun cuando los
528
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
jueces que participaron en la decisión dictada en Camara evidenciaron una
distinta posición interpretativa de las normas procedimentales, en modo alguno
justificaba declarar nula casi toda la instrucción, porque las partes no la
objetaron, sino que por el contrario, la convalidaron con cada uno de sus actos,
y por lo tanto, la actividad procesal había precluido con el alcance de cosa
juzgada formal, con relación a la etapa de instrucción del proceso.
Una vez admitido por la Camara la validez del trámite de la instrucción,
ninguna cuestión que involucre actos de naturaleza nulificante podía abordar el
tribunal de juicio hasta la sentencia, porque se trata de un tribunal de igual
jerarquía al que por ley no se le otorgó facultades para revisar las decisiones de
la Cámara, menos aun retrogradar el proceso a instancias ya agotadas, con clara
afectación de los derechos que asisten a las partes, al prolongar el proceso con
un resultado incierto, afectar el interés público comprometido en toda
investigación penal y la garantía de la defensa en juicio. Es que el control en la
etapa prevista en el artículo 354 del código instrumental contiene un límite,
ello es, que cuando el acto cuestionado ha sido verificado en su legalidad por
un tribunal cuya función en la etapa preparatoria del juicio es de la misma
naturaleza que la del tribunal oral en la de los actos preliminares del debate, y
cuando entre uno y otro control no ha sobrevenido circunstancia alguna que
autorice a alcanzar una resolución distinta que la primera de ellas (*******).
Por lo tanto, corresponde que dirima el conflicto el superior jerárquico
común, calidad que reviste la Cámara Nacional de Casación Penal (********).
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró. (Sec.: Besansón).
c. 25.478, FERRO, Hugo H.
Rta: 09/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 2.455, "Quiroga Leonardo", rta:
12/12/1994 y c. 2.462, "Metti, Aldo", rta: 16/12/1994. (**) C.N.Crim.
y Correc., Sala VII, c. 12.619, "Cucuk, Claudio A.", rta: 4/02/2000.
529
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
(***) Ricardo C. Núñez, Código Procesal Penal de la Provincia de
Córdoba - anotado, Marcos Lerner Editora Córdoba; Córdoba, 1992,
págs. 174 y 175).
(****) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 18.979, "Su Libin", rta:
31/10/2002.
(*****) Guillermo R. Navarro y Roberto R. Daray, Código Procesal
Penal de la Nación, Hammurabi, Bs. As., 2004, t. I, p. 458.
(******) C.N.C.P., Sala IV, c. 1.376, "Vivanco Mulbayer, Raquel",
rta: 12/3/1999.
(*******) C.N.C.P., Sala I, c. 126, "Carnevale, Adrián", rta:
25/4/1994.
(********) C.S.J.N., C 736 XXIV, "López, Esteban Emilio
p/lesiones", rta: 16/6/1993, con cita de lo establecido en el art. 24, inc.
7 del decreto ley 1285/58.
NULIDAD.
Auto de elevación a juicio. Omisión de consignar los datos personales
de la única imputada. Falta de fundamentación. Improcedencia.
Si bien es cierto que los datos personales de la imputada no han sido
precisados de manera exhaustiva en el auto que ordena la clausura del sumario
y la elevación a juicio y sólo se ha consignado su nombre y apellido, si aquélla
es la única imputada en autos, no cabe duda alguna que se hace referencia a
ella.
Por otro lado, el art. 351 del C.P.P.N no establece la obligación de
fundamentar el motivo por el cual se descarta la prueba aportada por la
imputada; pues, la ocasión para ello es el momento del dictado del auto de
procesamiento.
Con ello, corresponde confirmar el auto que no hizo lugar a la nulidad
articulada.
530
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Pociello Argerich. (Sec.: Collados
Storni).
c. 26.583, PEREZ ETCHEGOYEN, Julia H.
Rta: 03/06/2005
NULIDAD.
Auto
de
procesamiento.
Improcedencia.
Plazos
procesales.
Ordenatorios.
El plazo de diez días para el dictado del procesamiento es ordenador por
lo que será válido aun dictado después de varios meses (*), mas allá de que el
instituto de la nulidad es un remedio excepcional restricto que cede siempre
ante los principios de conservación y trascendencia.
Por ello, corresponde confirmar el procesamiento decretado.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof. (Sec.: Collados Storni).
c. 26.718, MARTINO, Adrián.
Rta: 20/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, "Varón R. y otra", rta: 24/3/1997,
J.A. 1999, I, Indice, p. 177 y C.C.C.F., Sala I, c. 33.517, "Trombetta,
M. G.", rta: 1/11/2001, J.P.B.A., 117, 122, f. 354.
NULIDAD.
Declaración indagatoria. Determinación del hecho. Violación objetiva de
cuidado. Mera descripción del hecho. Procedencia.
531
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
El derecho reprime acciones u omisiones, cuya comprobación permite
el reproche, debido a que, pudiendo evitarlas, el sujeto no lo hizo, apartándose
de los mandatos legales. En el caso de las acciones imprudentes, el sujeto ha
realizado un acto voluntario, que es desvalorado porque al proceder de ese
modo violó una norma. La acción que constituye el injusto, con estas
características, es la que determina el hecho (*).
En consecuencia, sin la indicación específica de la violación al deber
objetivo de cuidado y la incidencia directa de ésta en el resultado, no puede
hablarse de hecho culposo o imprudente y tampoco de la posible comisión de
un delito. La sola descripción del hecho no cubre las exigencias del art. 298 de
C.P.P.N., referidas a la información detallada del hecho que se le atribuye al
imputado, ya que el hecho de colisionar con un ciclomotor no es ni puede ser
punible. Lo será cuando se compruebe que esa acción fue producto de una
violación al deber objetivo de cuidado.
El saneamiento de la falencia en el requerimiento de elevación a juicio,
en donde el fiscal efectuó una correcta y detallada descripción del suceso
atribuido a la imputada, con específica indicación de las normas de tránsito
violadas y su relación con el resultado típico, no puede, de ningún modo, suplir
la deficiente exposición del hecho que se le ha efectuado a la imputada, puesto
que constituye un elemental requisito para permitir una efectiva ulterior
defensa.
Por ello, y dado que al momento de imponerle el suceso atribuido a la
imputada, se ha omitido toda consideración a la violación al deber objetivo de
cuidado y su relación con el resultado, que en los delitos culposos importa la
construcción del hecho punible, sumado a que dicha inadecuada descripción de
los hechos en la indagatoria amerita, per se, su declaración de nulidad, debe
declararse la nulidad de la declaración indagatoria.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
c. 26.295, TARRAGO, Myriam Noemí.
532
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 29/04/2005
Se citó: (*) Marco Antonio Terragni, El delito culposo, Rubinzal-Culzoni,
Santa Fe, 1999, p. 52.
NULIDAD.
Declaración indagatoria. Escueta descripción de los hechos. Derecho
de defensa. Valoración. Ausencia de perjuicio. Rechazo.
El objetivo de la declaración indagatoria se cumple cuando el imputado
puede hacer los descargos o aclaraciones respecto al hecho objeto de
imputación.
Es la exposición del imputado, valorada en concreto, la que brinda la
pauta cabal de la efectiva comprensión por aquél de la intimación dirigida y de
si su derecho a ser oído pudo ejercerse sin mengua (*).
Si del acta que contiene el descargo del encartado surge su declaración
respecto al modo y circunstancias en que se produjo el choque, así como a las
maniobras por él efectuadas a los fines de evitar la colisión, de ello se
desprende que, si bien escueta, la descripción del hecho efectuada cumple con
lo requerido por el artículo 298 del C.P.P.N. y permite el adecuado ejercicio de
la defensa en juicio.
Por tanto, al no advertirse perjuicio alguno, la invalidez pretendida no
puede prosperar ("pas de nullité sans grief").
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.459, ARNEZ, Juan F.
Rta: 11/05/2005
533
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) Guillermo R. Navarro - Roberto R. Daray, Código Procesal Penal
de la Nación, Hammurabi, Bs. As., 2004, t. II, p. 825.
NULIDAD.
Declaración indagatoria. Falta de firma del juez. Procedencia.
El art. 167 del ordenamiento de forma, en su inc. 2° establece que: "Se
entenderá siempre prescripta bajo pena de nulidad la observancia de las
disposiciones concernientes: b) A la intervención del juez...en el proceso y a su
participación en los actos en que ella sea obligatoria".
Para la materialización de la declaración indagatoria, es obligatoria la
participación del juez en la realización de aquel acto y,
por ello, la omisión de la firma del magistrado acarrea la nulidad del acta (arts.
294, 297, 298, 299, 300 y 301 del C.P.P.N.).
La declaración indagatoria es un acto personalísimo que únicamente
puede ser recibido por el magistrado (art. 294 C.P.P.N.). Su recepción es un
acto privativo del juez al ser de esencia jurisdiccional y consiste en la
exposición espontánea o provocada por un interrogatorio que el imputado
cumple ante aquél juez (*).
La legitimación pasiva del imputado, en la cual el juez le hace saber la
imputación y los elementos probatorios reunidos es su primordial acto de
defensa en la instrucción, máxime cuando ésta es presupuesto necesario para
adoptar medidas que agrava su situación procesal, y la falta de firma del
magistrado indica que no estuvo presente en el acto.
Por ello, si no intervino el juez en un acto cuya presencia es obligatoria,
debe invalidarse la declaración indagatoria del imputado.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.240, BISOGNO, Ricardo D.
Rta: 15/04/2005
534
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 22.040, "Frirdlaender, Oscar
Felipe", rta: 1/3/2004, con cita de Francisco J. D'Albora, Código
Procesal Penal de la Nación, Anotado, Comentado, Concordado, Lexis
Nexis-Abeledo Perrot, Bs. As., 2002, pp. 614 y 615.
NULIDAD.
Declaración indagatoria. Imputado. Opción de declarar sin la presencia
de su abogado defensor. Improcedencia.
El art. 295 del C.P.P.N. establece que "a la declaración del imputado
sólo podrán asistir su defensor y el ministerio fiscal", por lo cual no se advierte
que la asistencia del abogado defensor al mentado acto procesal resulte un
derecho irrenunciable. Lo que se establece es qué sujetos del proceso pueden
asistir a la dirección indagatoria, y señala que sólo el defensor y el fiscal
podrán hacerlo, pero ello no es imperativo ni condicionante de la validez del
acto.
El letrado puede o no estar presente en esa oportunidad (de acuerdo a la
decisión del imputado); mientras que no tienen el derecho a hacerlo sus
consortes de causa, ni sus respectivos defensores (art. 302 del C.P.P.N.) como
así también la parte querellante ni el actor civil.
La indagatoria no debe supeditarse al hecho de que el letrado ejerza su
supuesto derecho a participar (*).
Por tanto, si el imputado fue puesto en conocimiento de su derecho a
designar defensor y por propia voluntad optó por declarar sin su presencia, la
nulidad planteada ha sido bien rechazada y debe ser confirmada.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Prosec.
Cám.: Oberlander).
c. 26.706, BOGADO, Ariel.
535
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 03/06/2005
Se citó: (*) T.O.C. Nro. 1, c. 38, "Diaz, A.B.", rta: 25/2/1993.
NULIDAD.
Declaración testimonial. Presencia del magistrado en el acto. Rúbrica.
Improcedencia.
Si bien es cierto que las declaraciones testimoniales son actos
personalísimos que deben ser recibidos por parte del juez con la asistencia del
secretario (arts. 138, 239 y cc. del C.P.P.N.), la presencia del magistrado en
todas las audiencias que se reciben a diario en una dependencia judicial, resulta
de imposible cumplimiento, tanto desde el punto de vista humano, como
técnico.
No resulta factible que el titular de un juzgado se encuentre presente en
todas las audiencias que son fijadas cotidianamente y al mismo tiempo, atienda
el despacho y estudie los sumarios que le llegan a conocimiento.
"No puede pretenderse que el juez asista personalmente a todas las
audiencias que se celebran en el juzgado, pero su rúbrica en el acta implica su
control en el cumplimiento de las garantías procesales y es una presunción de
su presencia en el acto" (*).
Por tanto, corresponde confirmar el auto apelado.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Prosec.
Cám.: Oberlander).
c. 26.304, TURANO, Dabniel.
Rta: 15/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 24.556, "Gaudino, Carlos", r4ta:
10/8/2004.
536
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
NULIDAD.
Declaraciones espontáneas. Validez.
La mera comunicación de un dato, en la medida en que no sea producto
de coacción, no es indicio que debe desecharse de la investigación criminal,
pues lo contrario llevaría a sostener que la restricción policial -referente a los
interrogatoriosimpide a los funcionarios investigar las pistas que pudieren
surgir de esa comunicación (*).
Por ello, si del acta cuestionada surge que el imputado manifestó
espontáneamente, corresponde confirmar el auto que no hizo lugar a la nulidad
articulada.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Piombo. (Prosec. Cám.: Franco).
c. 26.711, LANARI ZUBIAUR LLANO, Felipe.
Rta: 03/06/2005
Se cito: (*) C.S.J.N., C 9 XXIV, "Cabral, Agustín s/contrabando -c. N° 8517-",
rta: 14/10/1992, Fallos 315:2505 y S 79 XXVI, "Schettini, Alfredo, Llambay,
Jorge Rubén s/infr. a la ley 23.737", rta: 13/09/1994, Fallos 317:956. C.N.C.P,
Sala I, c. 3.132, "Pomponi, Jorge Francisco", rta: 19/12/2000 y sus citas.
NULIDAD.
Defensa. Omisión de la notificación. Realización de peritaje médico.
Audiencia testimonial. Ausencia de perjuicio. Rechazo.
La denegación de la presencia del letrado a la declaración testimonial, y
la ausencia de notificación a esta parte a la realización del peritaje médico, no
son elementos que conlleven a la nulidad de esos actos, dada la ausencia de
537
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
perjuicio a la parte, su posible reproducción y la posibilidad de valorización
posterior al momento del debate (*).
No procede la nulidad de la entrevista realizada en los términos del art.
150 bis del C.P.P.N. por haberse omitido la debida notificación a la defensa, en
tanto no se trata de un peritaje en los términos del Capítulo V, del Título III del
Libro II del digesto, sino que por el contrario se encuentra incluido en el
Capítulo IV, referido a la prueba de los testigos y no le es aplicable la
notificación previa a la defensa establecida por el art. 258 del C.P.P.N. ni es un
acto irreproducible.
Con relación al informe elaborado por el Cuerpo Médico Forense y sin
perjuicio que su realización debería haber sido notificado, no se advierte un
perjuicio real contra el imputado, si sus conclusiones lejos de perjudicarlo, lo
benefician, por lo cual debe estarse a los principios de conservación y
trascendencia.
Por ello, corresponde confirmar el auto que no hizo lugar al pedido de
nulidad planteado por la defensa.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Sec.: Paisan).
c. 25.731, ALVAREZ, José María.
Rta: 25/04/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 18.658, "Stefanucci, Bruno", rta:
6/8/2002.
NULIDAD.
Delito imprudente. Determinación de las responsabilidades de los
imputados. Tipicidad objetiva. Reglamentación específica de la
actividad desarrollada por los incusos. Falta de motivación.
Procedencia.
538
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
En los delitos imprudentes, la verificación de la tipicidad objetiva
reconoce como conditio sine qua non, el análisis respecto de las obligaciones
que ponen a cargo del sujeto activo, en primer término, las reglamentaciones
específicas de la actividad que desarrolla, y ante su ausencia, las que se revelan
como mínimas e indispensables para el desarrollo del arte u oficio en cuestión.
En este orden de ideas, aún cuando existan otros medios de prueba para
verificar el marco de actuación de una persona, primero debe acudirse a la
norma, pues ésta, define la verdadera competencia y responsabilidad del rol
que se detenta.
Las responsabilidades que pueden derivarse del cumplimiento de un rol,
no pueden emerger cuando ese rol no ha sido asumido libremente por el
agente; vale decir, que su ámbito de auto determinación pudo encontrarse
restringido a tal punto que resulta imposible sostener un reproche penal en su
contra. No obstante, ello no puede servir de fundamento para aquellos que
enarbolando la existencia de una relación laboral pretenden deslindar
responsabilidades que le son propias por su cargo y función jerarquizada dentro
de una estructura empresarial.
Por tanto, si el juez de grado omitió determinar las responsabilidades de
los imputados a la luz de la normativa que regula su actividad, ello priva al
decisorio de la racionalidad que le exige el art. 123 del C.P.P.N., y corresponde
decretar su nulidad.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 26.118, ARZAMENDIA, Odigno.
Rta: 08/04/2005
NULIDAD.
Denuncia anónima. Valoración. Carriles alternativos. Sobreseimiento.
539
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
El origen anónimo de una denuncia no es una cuestión menor, porque
imposibilita conocer la procedencia de la epístola y el interés concreto de quién
lo confeccionó y envió.
Debe evaluarse el valor que debe suministrársele al contenido de una
denuncia anónima, como la presentada por un abogado para promover una
investigación, sin firma ni identificación del responsable y sin cumplir los
requisitos de forma del art. 175 del C.P.P.N., insertos en la norma para
responder a la necesidad de asegurar la responsabilidad que pudiera recaer
sobre el denunciante, pues el anonimato asegura la impunidad de la denuncia
falsa (*).
Sin embargo, aun cuando una presentación de tal naturaleza no pueda
considerarse una prueba eficaz (**), en nada altera la posibilidad de hacer
llegar la novedad a las autoridades, para que se investigue la comisión de un
hecho delictual (***).
Cuando se está en presencia de este tipo de delación, la iniciativa
oficiosa tendiente a corroborar los extremos afirmados en el anónimo debe
limitarse a vías autónomas e independientes de investigación, es decir,
prescindiendo del contenido de la presentación viciada que no cumple con las
exigencias legales impuestas por el ordenamiento procesal y sólo debe rescatar
la noticia criminis como fuente de impulso de la acción y de la averiguación
por parte del juez de grado (****).
Si las irregularidades denunciadas no alcanzan la categoría de delito,
otras tienen su marco adecuado para su subsanación, en el proceso en el que,
eventualmente pudieron haberse verificado y las restantes, si bien de
acreditarse sí podrían transgredir el ordenamiento penal, ninguna prueba las ha
avalado como para enarbolar un reproche serio, corresponde confirmar el
sobreseimiento decretado.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Pociello Argerich, Bunge Campos. (Sec.:
Besansón).
c. 24.639, N.N.
540
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 07/06/2005
Se citó: (*) C.F.S.M., Sala II, "Solís, Delia y otros", rta: 13/9/1996, L.L. 1997,
E, 930, J.A. 1997, II, 347; Guillermo R. Navarro y Roberto R. Daray,
Código Procesal Penal de la Nación, Bs. As., Hammurabi, 2004, t. I,
p. 175, comentario al art. 175.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 21.738, "Ponce, J. C.", rta:
23/9/1991.
(***) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 8.176, "Hermes Phone", rta:
30/12/1997.
(****) C.C.C.Fed., Sala I, c. 26.618, "Gómez, Carlos y otro s/auto de
proc.", rta: 26/3/1996.
NULIDAD.
Derecho de defensa en juicio. Declaración indagatoria. Remisión por
parte del imputado a lo dicho en su presentación espontánea. Validez.
La circunstancia de que el imputado se remita en su declaración
indagatoria en un todo a lo asentado en su presentación espontánea, no importa
vulneración alguna a la garantía de la defensa en juicio, toda vez que resulta un
derecho de aquél expresar lo que mejor hace a su situación procesal, o
abstenerse de declarar, por lo que convalidar la nulidad dispuesta por el juez de
grado implicaría señalar que debe conducirse de tal o cual modo, lo que es
absolutamente ajeno a los órganos jurisdiccionales, en el marco del ejercicio de
la libertad de declarar a que alude el art. 296 del C.P.P.N., de consumo con la
garantía acuñada en el art. 18 de la C.N.
Al resultar la declaración indagatoria el acto de defensa por excelencia,
no corresponde delimitar la actuación del imputado a un determinado margen
de actuación, más aun si en el acto atacado se ordenó, luego de declarar la
nulidad, convocarlo nuevamente en los mismos términos, lo cual implicaría de
volver a remitirse a lo expresado por escrito, invalidar nuevamente el acto sin
541
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
interés legítimo que merezca reparación y prohijar así meros pruritos formales
que conducen, inexorablemente, a la invalidez en el solo beneficio de la ley.
Por ello, corresponde revocar el auto apelado.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
c. 25.866, YODER, Simón.
Rta: 29/04/2005
NULIDAD.
Designación de abogado particular. Notificaciones cursadas al defensor
oficial. Derecho de defensa. Procedencia.
De conformidad con lo establecido en el art. 104 del C.P.P.N., es un
derecho del imputado elegir su asistencia técnica, lo cual involucra el ejercicio
de la defensa en juicio, en consonancia con la garantía de debido proceso legal.
Si, ni la revocación del sobreseimiento decretada ni el trámite en
cámara le fueron notificados a su defensor particular ya que, pese a mantener
su asistencia, las resoluciones y actos involucrados fueron notificados al
defensor oficial, el déficit de la actuación de la alzada afecta directamente
derechos constitucionales que determinan que deba declararse de oficio la
nulidad del auto, de todo lo actuado en consecuencia y de sus antecedentes
inmediatos (artículos 167, inciso 3°, 168 y 172 del C.P.P.N.).
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Bruniard).
c. 26.065, PERTICARA, Ricardo.
Rta: 26/05/2005
542
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
NULIDAD.
Detención y requisa. Pautas objetivas. Arbitrariedad. Garantías
constitucionales. Excepción. Improcedencia. Razones anteriores.
La inexistencia, en las declaraciones del preventor, de pautas o motivos
que lo llevaran a realizar la detención y requisa de las imputadas, da cuenta de
lo infundado, arbitrario e irregular de éste procedimiento.
La detención llevada a cabo con fines cautelares constituye una
intervención por parte del Estado en el ámbito de libertad del individuo, que no
puede ser aprobada, tolerada o convalidada en un Estado de Derecho.
La normativa que prevé las excepciones a tal garantía (art. 1° de la ley
23.950, 184, inc. 10° y 230 bis del C.P.P.N. y dec. 150/99) exige, para la
detención sin una orden escrita de juez competente, que existan circunstancias
debidamente fundadas que hagan presumir que alguien hubiese cometido un
hecho delictivo o contravención y no acreditase efectivamente su identidad.
En consecuencia, si las imputadas, momentos antes de su detención,
ingresaron y egresaron de distintos comercios, conducta que no constituye un
delito o contravención, no se pueden aplicar las excepciones a la garantía.
Encontrar en poder de las imputadas los elementos sustraídos, no
convalida el accionar o procedimiento realizado, ya que la inexistencia de
fundamentos para proceder en el modo cuestionado no puede legitimarse por el
resultado obtenido, pues las razones justificantes del proceder policial deben
existir con anterioridad a que se lleve a cabo y no con posterioridad.
Por ello, debe confirmarse la declaración de nulidad del procedimiento
llevado a cabo por el personal policial.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González Palazzo, Garrigós de Rébori, González
(en disidencia). (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.528, RAMALLO, Andrea C.
543
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 21/07/05
Disidencia del Dr. González: No puede sostenerse que el procedimiento
asumido por el inspector sea arbitrario o abusivo de sus funciones, desde el
momento en que más allá de la actitud normal o socialmente cotidiana de las
dos imputadas, pudo establecer los "indicios vehementes de culpabilidad" en
ocasión de verificar sus identidades, facultad atribuida legalmente.
La detención, encuentra su fundamento en la probable comisión de un
hecho delictivo, el que fue detectado accidentalmente en el acto de la
identificación. Ello permite considerarlo descubierto en flagrancia, lo que le
imponía al preventor proceder como lo hizo, sin que pueda advertirse la
vulneración de garantía constitucional alguna.
Por ello, debe revocarse el auto impugnado, puesto que la nulidad no
debe ser declarada si el vicio del acto no le ha impedido lograr su finalidad (*).
NULIDAD.
Ejercicio de la prostitución. Avisos clasificados. Selección. "Forum
shopping". Motivación. Procedencia.
El ejercicio de la prostitución constituye una acción privada carente de
relevancia penal.
Si no se desprende pauta objetiva alguna que permita sustentar la
selección por parte del personal preventor del inmueble publicado en los avisos
clasificados (*), ya que del texto, del que surge la oferta de servicios de
carácter sexual, no puede desprenderse indicio alguno que permita suponer la
comisión de algún ilícito, debe declararse la nulidad de lo actuado.
Admitir los actos realizados por los preventores posteriormente sería
convalidar un accionar que desde el inicio ha contrariado garantías
constitucionales y, por otro lado, puede esconder un supuesto de forum
shopping realizado por funcionarios policiales, con la consiguiente afectación a
las garantías de juez natural e imparcial (**) ya que puede ocurrir que dichos
funcionarios, conocedores del orden de turnos de los jueces de instrucción,
544
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
demoren o adelanten la noticia de inicio de actuaciones, para asignar el caso a
un órgano determinado (del voto del Dr. Bruzzone).
Aun cuando las tareas de investigación hacen a la incumbencia propia
de la función policial (art. 183, C.P.P.N.), bajo este rótulo no puede
convalidarse el inicio de cualquier sumario. La simple mención de los
funcionarios preventores a que realizaron tareas de investigación, por medio de
la "explotación de prensa", no es suficiente para habilitar válidamente un
proceso penal, ya que resulta imprescindible que los motivos de la labor de las
fuerzas de seguridad estén expresamente expuestos y puedan ser
posteriormente comprobables. Los estándares jurisprudencialmente exigidos
para el supuesto de sospecha razonable (***) resultan de aplicación de tal
modo, que los funcionarios policiales deben exponer la totalidad de las
circunstancias (****) que los llevaron a iniciar el sumario en cuestión a fin de
poder controlar la medida judicialmente (*****) (del voto del Dr. Rimondi).
Por ello, si la actuación prevencional no es una derivación razonable de
la publicación que encabeza el sumario, debe confirmarse el auto por el que se
declara la nulidad de lo actuado.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.661, CALEFATTI, María Esther Liliana y otro.
Rta: 05/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 20.740, "Cabildo 3093 1° piso", rta:
29/9/2003, al adherir al voto del Dr. Donna.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 22.085, "Kent, Jorge y otro", rta:
21/10/03.
(***) C.S.J.N., "Daray, Carlos A.", rta: 22/12/1994, L.L. 1995, B,
349.
(****) Corte Suprema de los EEUU, caso "Illinois v. Gates".
545
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
(*****) C.S.J.N., F 140 XXXIII, "Fernández Prieto, Carlos Alberto y
otro s/ infracción ley 23.737 -causa n° 10.099-", rta: 12/11/1998,
Fallos 321:2947, disidencia del Dr. Petracchi.
NULIDAD.
Elevación a juicio. Falta de procesamiento. Interpretación de la ley.
Calificación legal. Derecho de defensa. Procedencia.
La inteligencia de las disposiciones procesales debe ser practicada
armónicamente, puesto que la mera literalidad de algunas o una interpretación
asistemática, puede conducir a conclusiones erróneas, al menos de lo que
emerge del ordenamiento vigente, ello es, de lege lata.
Es regla, en la interpretación de las leyes, dar pleno efecto a la intención
del legislador, computando la totalidad de los preceptos de manera que
armonicen con el ordenamiento jurídico restante y con los principios y
garantías de la Constitución (*). Bajo tal perspectiva, una interpretación literal
del art. 215 del C.P.P.N. puede conducir a conclusiones erróneas.
Por un lado, la declaración indagatoria sugiere siempre la necesidad de
resolver la situación procesal del imputado (arts. 294, 306 y 307 del C.P.P.N.).
A su vez, a excepción del régimen de instrucción sumaria que es el
único sistema en el que el legislador no previó el auto de procesamiento como
requisito para la elevación a juicio (art. 353 bis y ter), aun en causas delegadas,
el requerimiento de elevación a juicio supone el dictado del auto de
procesamiento, como claramente se desprende de las disposiciones del art. 346
del ritual (**).
No puede justificarse el apartamiento de preceptos que regulan el
proceso penal, entre los cuales se encuentra el auto de procesamiento, en el que
debe subsumirse el hecho al tipo delictivo correspondiente (***).
Contextualmente, el auto de procesamiento y la calificación legal que le
es inherente, tienen incidencia en institutos de trascendencia, tales como la
excarcelación, pues el dictado de aquél oficia de parámetro en orden a lo que el
juez habrá de tener en cuenta (art. 318).
546
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
El criterio contrario importa un desmedro al ejercicio del derecho de
defensa del imputado, puesto que con sólo abrigar una postura diferente a la del
encausado conforme su versión en indagatoria, habrá de requerirse la elevación
de la causa a juicio, luego de llevar a cabo una instrucción donde la defensa
bien puede contar con rechazos en torno a la producción de medidas
probatorias (art. 212 in fine).
El dictado de auto de procesamiento oficia como forma eficaz de
producir un control de la actividad persecutoria, antes del ingreso del imputado
al debate, o en la inteligencia de evitarlo, extremo que no puede resultar
azaroso desde la posición de quien es sometido a proceso, por la mera
circunstancia de que el juez instructor sólo elija conferir la dirección de la
pesquisa al agente fiscal.
La instrucción, aun cuando puede ser reputada de larga y morosa, no
tiene su razón de ser sólo el hecho de preparar el debate, pues sirve también
para evitarlo.
El derecho a la doble instancia no sólo ampara a la sentencia penal
condenatoria, sino a todo "auto importante" que agravie al imputado (****).
Ello, máxime cuando ese "auto importante" lleve consigo una calificación legal
con incidencia directa en el régimen de coerción personal.
Por ello, debe confirmarse el auto que decreta la nulidad del
requerimiento de elevación a juicio formulado.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
c. 25.909, HERMOSO, Pablo.
Rta: 07/04/2005
Se citó: (*) C.S.J.N., "Quiroga, Rosario Evangelina c/ Ministerio del Interior",
rta: 1/06/2000, Fallos 323:1491.
547
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
(**) Francisco D´Albora, Código Procesal Penal de la Nación,
anotado, comentado y concordado, LexisNexis Abeledo-Perrot, Bs.
As., 2003, 6ª ed., t. I, p. 452.
(***) Guillermo Navarro y Roberto Daray, Código Procesal Penal de
la Nación, Hammurabi, Bs. As., 2004, t. I, p. 533.
(****) Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Informe
17/94, caso "Maqueda"; Miguel Angel Almeyra, Elevación de la causa
a juicio sin procesamiento, L. L., Suplemento de Jurisprudencia Penal
y Procesal Penal, Bs. As., 30/12/2004, p. 24, comentario al
pronunciamiento de la C.N.Crim. y Correc., Sala I, "Aizenstat,
Luciano y otros", rta: 8/8/2004.
Nota: Véase en igual sentido, C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 26.280, "Amestoy,
Ricardo A.", rta: 29/4/2005.
NULIDAD.
Grabación de conversación. Defensa en juicio. Autoincriminación.
Validez. Rechazo.
Si lo que se registró en la grabación fue una entrevista entre el
denunciante y los imputados, ordenada por un juez, no con el objeto de obtener
una "confesión", en el sentido de admisión de responsabilidad penal por un
hecho pasado, sino de documentar por algún medio la comisión de un delito, de
las características del chantaje, en el que la exigencia de dinero debe
manifestarse de algún modo, sea verbal o por escrito, no puede sostenerse la
violación a la garantía de defensa en juicio invocada por la defensa, ya que no
se trató de la manifestación de un hecho histórico pasado; esto es, una
declaración; sino de la posible comisión de un delito documentado por tal
medio.
Idéntica argumentación debe aplicarse a la posible violación de la
prohibición de autoincriminación, en tanto la garantía conforme la cual nadie
puede ser obligado a declarar contra sí mismo debe ser interpretado como
548
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
"proscripción de todo método o técnica que, antes o durante el proceso, y ante
cualquier autoridad -sea administrativa o judicial-, tienda a obtener por
coacción física, psíquica o moral, una declaración o confesión de un habitante
de la Nación Argentina" (*).
Por tanto, la grabación cuestionada resulta un elemento de prueba
válido en el proceso y debe rechazarse la nulidad intentada.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Sec.: Paisan).
c. 24.557, CEBRERO, Juan Carlos.
Rta: 22/04/2005
Se citó: (*) C.N.C.P., Sala III, c. 1.394, reg. 239/98, "Gastaldi, Marcos Luis",
rta: 23/6/1998.
NULIDAD.
Imputado. Declaración testimonial. Prueba. Indagatoria. Procedencia.
Cuando lo que se trata de asegurar es la plena vigencia de una garantía
constitucional, cual es la del art. 18 de la C.N. -que nadie puede ser obligado a
declarar contra sí mismo-, toda actuación u omisión que de algún modo pueda
invalidarla o disminuirla debe ser evitada y proscripta de las prácticas
judiciales (*).
Si el imputado, primeramente prestó declaración testimonial y luego se
le recibió la declaración indagatoria sin ser relevado del juramento de decir
verdad, en la cual se le detalló como prueba en su contra su propia declaración
testimonial, debe declararse la invalidez de la declaración prestada en los
términos del art. 294 del C.P.P.N., por violación al derecho de defensa (art. 18
de la C.N.) conforme la doctrina del fruto prohibido.
Por ello, debe declararse la nulidad de la declaración indagatoria y de
todo lo obrado en consecuencia.
549
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, Garrigós de Rébori. (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.395, FERNANDEZ, Fabián A.
Rta: 03/05/2005
Se citó: (*) C.N.C.P., Sala III, c. 2.471, reg. n° 765.00.3, "Antolin, Miguel
Angel y otro s/recurso de casación", rta: 30/11/2000.
NULIDAD.
Informe socioambiental. Rechazo. Recurso de apelación. Abstracto.
Debe declararse abstracto el recurso de apelación interpuesto por la
defensa contra el auto que no hizo lugar al planteo de nulidad presentado
contra el informe socioambiental bajo el argumento de que la asistente social,
extralimitándose en su labor, le solicitó a su defendido la información respecto
de cómo y de qué manera había cumplido, desde su separación y hasta el día de
confección del informe, con sus deberes de asistencia familiar, sin advertir que
esas cuestiones eran propias de la investigación, lo cual transformó el informe
en cuestión en una secreta declaración indagatoria, si la juez inteviniente
resolvió mandar testar las constancias que la quejosa adujo eran nulas, y no se
advierte la existencia de perjuicio alguno en cabeza del recurrente.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Prosec.
Cám.: Oberlander).
c. 26.521, BARRIERO, Diego.
Rta: 13/05/2005
550
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
NULIDAD.
Libertad por comisaría. Legitimidad. Rechazo.
El temperamento asumido por el magistrado y mantenido por el
secretario al ser consultado telefónicamente -libertad del imputado previa
notificación de los extremos contenidos en los arts. 73 y 279 del C.P.P.N.-, no
es atacable por vía de nulidad, ya que es la autoridad designada por la Carta
Magna para ordenar o legitimar la detención de las personas como grave
restricción a la garantía de la libertad ambulatoria que consagra (art. 18 de la
C.N.).
Entender lo contrario implicaría legitimar la intromisión del ministerio
público en ámbitos que el legislador le reservó exclusivamente a la
discrecionalidad de la magistratura (arts. 213, incs. a y b, 280 y 294 del
C.P.P.N.), sin que se dé en el caso la hipótesis del art. 212 bis, única excepción
a la regla incorporada por la ley 25.760.
Por ello, corresponde confirmar el auto que rechazó el planteo de
nulidad articulado por el fiscal.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Piombo. (Sec.: Bruniard).
c. 26.468, FLORES, Felipe R.
Rta: 03/06/2005
NULIDAD.
Personal policial. Falta de documentación. Sospecha. Detención. Falta
de testigos. Improcedencia.
Si el personal policial bonaerense procedió en cumplimiento normal de
las tareas de identificación y prevención propias de su función, la detención del
imputado ha sido el lógico resultado de la no presentación de parte de éste de la
551
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
documentación del vehículo que le fuera requerida por los preventores y de la
verificación de la orden de secuestro que pesaba sobre el ciclomotor. Ello,
razonablemente, fue motivo bastante para que los policías sospecharan que
estaban ante una situación irregular, por lo que procedieron en consecuencia.
La falta de testigos que hayan presenciado tanto la detención como el
secuestro del ciclomotor, por sí solo no conlleva a su invalidez, ya que, aun
cuando el art. 117 del C.P.P.Bs.As., requiere que las actas confeccionadas por
los oficiales o auxiliares de la policía sean refrendadas por un testigo, en lo
posible extraño a la repartición policial, tal exigencia no se encuentra dispuesta
bajo sanción de nulidad, como lo requiere el art. 201 de dicho código a los
efectos de declarar la invalidez de los actos procesales. Por el contrario, surge
del art. 119 que, ante la falta de firma de testigos de actuación, se analizará el
motivo que haya impedido la intervención de estas personas, quedando al
arbitrio del órgano judicial declarar o no la nulidad del acta.
Por ello, y dado que no se desprende del legajo ningún elemento que
lleve a poner en duda que los hechos relatados por los policías preventores
hayan ocurrido de un modo distinto al que dejaron asentado en el acta en
cuestión, cabe mantener la validez de la misma.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Prosec. Cám.: Mouradian).
c. 25.691, ZALAZAR, Rodolfo.
Rta: 16/06/2005
NULIDAD.
Procesamiento. Prueba. Derecho de defensa. Principio de congruencia.
Procedencia.
Para que el imputado pueda defenderse de la imputación debe conocerla
en todos sus elementos relevantes, de modo que quede excluida cualquier
552
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
sorpresa debe ser previa a cualquier declaración que se le pueda recibir,
comprensible y detallada, con explicación de las causas de la acusación, es
decir, los hechos que le dan base y las pruebas existentes (y su contenido) y su
naturaleza, o sea, su encuadramiento legal (*).
La afectación de esta garantía constitucional encuentra vinculación con
el principio de congruencia, que impone la identidad del hecho delictivo por el
cual se dicta sentencia con el contenido de la acusación formulada por el
órgano estatal y la querella privada y con el suceso intimado al acusado al
momento de recibírsele declaración (art. 294 del C.P.P.N.).
Si el Magistrado, al formular la enunciación del hecho que se le
enrostra al imputado, omite brindar información relativa a las circunstancias en
las que se produjo el secuestro de los objetos y a la identificación de éstos,
genera una imposibilidad concreta de ejercitar el derecho de defensa que le
asiste, toda vez que no puede practicarse sobre una plataforma fáctica que se
desconoce; máxime al ponderar el estado de inocencia del que goza aquel que
no permite presumir su culpabilidad y en consecuencia su conocimiento sobre
la maniobra delictiva.
Si el juez de grado valoró, en el auto de procesamiento, prueba que no
le fue informada a los imputados en los términos del art. 298 del C.P.P.N., se
comprueba la violación al derecho de defensa que asiste a los nombrados.
Por ello, debe declararse la nulidad del auto de procesamiento.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, Garrigós de Rébori. (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.289, ABRIGO, Donato M. y otros.
Rta: 03/05/2005
Se citó: (*) José I. Cafferata Nores, Proceso Penal y Derechos Humanos,
CELS, Bs. As., 2000, p. 112, con cita del art. 8.2.b, C.A.D.H.; art.
14.3.a, P.I.D.C.P.
553
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
NULIDAD.
Querella. Debido proceso. Derecho de justicia de las víctimas.
Desestimación de la denuncia. Remisión a los fundamentos de la
fiscalía. Procedencia.
La querella, sumado al Ministerio Público, procura un pronunciamiento
útil relativo a sus derechos, pues todo aquel a quien la ley reconoce personería
para actuar en juicio en defensa de sus derechos está amparado por la garantía
del debido proceso legal consagrada por el art. 18 de la C.N. (*).
El derecho a la tutela judicial efectiva implica que la razón principal por
la que el Estado debe perseguir el delito es la necesidad de dar cumplimiento a
su obligación de garantizar el derecho a la justicia a las víctimas, entendida a la
persecución penal como un corolario necesario del derecho de todo individuo a
obtener una investigación judicial a cargo de un tribunal competente, imparcial
e independiente en el que se establezca la existencia o no de la violación de su
derecho (**).
Los derechos de las víctimas a una investigación judicial, mal podrían
ser garantizados si sus pretensiones no pueden ser oídas por un juez
competente con anterioridad al juicio, ya que la conclusión del sumario en la
etapa instructoria, impide eventualmente su análisis en el debate, y cercenan un
pretexto meramente formal la garantía aludida (***).
Por ello, dado que la mera remisión a lo postulado por la Fiscalía, sin
ingresar en las razones atingentes al caso concreto por las que pudo arribarse a
la misma conclusión, no puede alzarse como suficiente fundamentación para
sellar la suerte del sumario, debe declararse la nulidad de la resolución que
dispone la desestimación de la denuncia.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Bruniard).
c. 25.919, DE CUNTO, Osvaldo.
554
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 20/04/2005
Se citó: (*) C.S.J.N., "Santillán", rta: 13/8/1998, Fallos 321:2021.
(**) C.S.J.N., "Quiroga, Edgardo", 23/12/2004, voto del Sr. Maqueda,
considerando 23, con cita de "Bulacio", C.I.D.H., Informe 34/96, c.
11.228, Informe 5/96, caso 10.970.
(***) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 25.303, "Bayo Hanza, María
Carolina", rta: 22/2/2005.
Nota: Ver en igual sentido C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 25.997, "Bustos, Cristina
y otra", rta: 14/4/2005.
NULIDAD.
Querellante. Abogado. Ausencia de matriculación en el C.P.A.C.F.
Improcedencia.
No surge normativa alguna que tache de nulidad la omisión de
matriculación por parte de un profesional (arts. 166 y cc. del C.P.P.N.),
máxime si desde que la querellante fue tenida por parte, ningún acto procesal
se produjo con su presencia ni motivó una resolución jurisdiccional.
Si la investigación se inició a raíz de la denuncia efectuada en sede
policial, de conformidad con lo normado por los arts. 174 y cc. del C.P.P.N.,
más allá del apartamiento de la abogada del rol de querellante por no
encontrarse matriculada en el C.P.A.C.F., nada le impide que pueda realizar
una denuncia por la presunta comisión de un delito de acción pública, por lo
cual dicha irregularidad no acarrea la nulidad de lo actuado.
Con ello, corresponde confirmar el auto que rechazó los planteos de
nulidad articulados por la defensa.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Prosec.
Cám.: Oberlander).
555
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 26.186, RAMIREZ, Daniel.
Rta: 29/06/2005
NULIDAD.
Reconocimiento. Preventor. Facultades. Rechazo.
Si el preventor fue notificado por un ciudadano de la comisión de un
ilícito cuyo autor se alejaba del lugar a bordo de una bicicleta, ante lo cual
irradió un alerta y emprendió la persecución de ésa persona, tras lo cual
personal policial procedió a su detención, y se reconoció al imputado como el
sindicado al tiempo de reclamar el auxilio policial, su individualización no
implica en rigor un reconocimiento como el que preceptúa el art. 270 y
siguientes del C.P.P.N., en tanto ello se entronca dentro de las facultades de
investigación que le han sido conferidas a las fuerzas de seguridad en la manda
del art. 183 ibiden y para el cumplimiento del deber de individualizar a los
autores de un delito (*).
Si a ello se aneja que razones de inmediatez lo justificaban, y que fue el
propio denunciante quien se sumó a la detención e identificación del
encausado, mal puede sostenerse que la prevención se arrogó facultades
propias del juez de la causa.
Por ello, corresponde confirmar el procesamiento decretado.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró. (Sec.: Sánchez).
c. 26.718, ARNEJO, Nicolás A.
Rta: 17/06/2005
Se citó: (*) C.N.C.P., Sala III, c. 3.914, "Guiguol, Luciano y otro s/ recurso de
casación", rta: 28/8/2002, voto del doctor Tragant, y Guillermo R.
556
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Navarro - Roberto R. Daray, Código Procesal Penal de la Nación,
Hammurabi, Bs. As., 2004, t. 1, p. 658.
NULIDAD.
Requerimiento de elevación a juicio. Situación procesal del imputado.
Procedencia.
Dado que el principio general del art. 346 del C.P.P.N. dispone que el
requerimiento de elevación a juicio sólo podrá concretarse cuando el juez
hubiera dispuesto previamente el procesamiento del imputado, es decir,
regularizado su situación en esta etapa para continuar con la siguiente en dicha
condición (*), debe declararse la nulidad del requerimiento de elevación a
juicio por no haberse decidido previamente la situación procesal del imputado
ya indagado (**) (del voto del Dr. González al que adhirió el Dr. González
Palazzo).
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori
(en disidencia). (Prosec. Cám.: Mouradian).
c. 26.176, LOGO de BERGER, Rita I.
Rta: 11/05/2005
Disidencia de la Dra. Garrigós de Rébori: No se advierte la afectación del
derecho a la doble instancia, pues ello rige en relación a las resoluciones que se
dicten, pero no respecto a las que no existen.
Por ello, y dado que la resolución se adecua a la nueva impronta que se
trasluce de las reformas procesales últimamente introducidas (arts. 196 bis, 353
bis C.P.P.N.), debe confirmarse el rechazo del planteo de nulidad interpuesto.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 24.865, "Faldutti, Esteban Lucas
s/falsificación", rta: 28/10/2004.
557
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 25.909, "Hermoso, Pablo", rta:
7/4/2005.
NULIDAD.
Restitución de rodado ordenado por la fiscalía. Ausencia de perjuicio.
Nulidad. Características del instituto. Improcedencia.
La decisión del fiscal a cargo de la investigación -art. 196 bis del
C.P.P.N.- de convertir en definitiva la tenencia del rodado objeto de
sustracción, en el mismo carácter en que lo detentara con anterioridad a la
denuncia, no es nula pese a que tal temperamento debe ser adoptado por el juez
de la causa, en razón de que el auto que ordena la devolución de los efectos o
su restitución es apelable (*).
La declaración de nulidad de un acto en el proceso penal aparece como
un remedio de naturaleza extrema y de interpretación limitada, pues debe
mediar un perjuicio efectivo que justifique el nacimiento de ese interés jurídico
en su pronunciamiento o la frustración de un derecho, porque cuando se adopta
en el sólo interés del formal cumplimiento de la ley, importa un manifiesto
exceso ritual incompatible con el buen servicio de justicia (**).
La finalidad de normas como la del invocado art. 210 del C.P.P.N. no
se relaciona sino con el derecho que las partes tienen de controlar la
producción de aquellos actos de prueba insusceptibles materialmente, por su
naturaleza y características o por las especiales circunstancias de su
cumplimiento, de volverse a producir en iguales condiciones.
Ello así, y no obstante la conveniencia de que, en sumarios con autor
desconocido, el procedimiento de restitución de automotores se instrumente del
modo en que actuó la fiscalía, si la entrega del rodado a su propietario no
parece afectar derechos de terceros y es el propietario quien obtuvo lo que
exactamente pretendía y a lo cual tenía derecho, con el aval de la fiscalía,
acorde a los principios de conservación y trascendencia, la nulidad no debe ser
declarada en tanto el vicio no le ha impedido lograr la finalidad del acto.
Ninguna razonabilidad podría tener nulificar la entrega del rodado, si a la
558
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
postre debiera reeditarse, con un nuevo perjuicio para el damnificado que se
sustentaría en el solo cumplimiento de la ley.
Por ello, corresponde revocar el auto que decretó la nulidad del
resolutorio que dispuso la entrega definitiva del rodado.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
c. 26.250, DE CESARE, Carlos A.
Rta: 06/05/2005
Se citó: (*) Guillermo R. Navarro y Roberto R. Daray, Código Procesal Penal
de la Nación, Análisis doctrinal y jurisprudencial, 2da. ed.,
Hammurabi, 2004, Bs. As., t. I, p. 597.
(**) Guillermo R. Navarro y Roberto R. Daray, Código Procesal
Penal de la Nación, Análisis doctrinal y Jurisprudencial, 2da. ed.,
Hammurabi, 2004, Bs. As., t. 1, p. 419/20.
NULIDAD.
Secuestro de objetos que la imputada llevaba a la vista. Facultades
policiales. Rechazo.
Si la diligencia tachada de nula no puede considerarse una requisa
personal, en tanto se secuestraron a la imputada objetos que llevaba a la vista y
que fueron hallados con motivo de un allanamiento, para lo cual las fuerzas de
seguridad se encuentran facultadas, conforme lo dispuesto por los arts. 184,
inc. 5° y 231, 2do. párrafo del C.P.P.N., corresponde confirmar el auto que
rechazó el planteo de nulidad presentado por la defensa.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Prosec.
Cám.: Leo).
559
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 26.710, LARROSA, Carmen Julia.
Rta: 31/05/2005
NULIDAD.
Sobreseimiento dictado por el fiscal. Posterior intervención. Pretención.
Rechazo in limine. Improcedencia.
Si bien el fiscal solicitó el sobreseimiento del imputado, y, apelada la
resolución por el querellante, se revocó el decisorio legitimando al recurrente a
actuar en solitario, al tiempo de resolver la pretensión nulificatoria de la
querella, el juez debió dar intervención al Ministerio Público Fiscal.
No obstante cuando se trata de una incidencia manifiestamente
improcedente, el juez puede rechazarla in limine (art. 179 del C.P.C.C.N.),
razón por la cual se asume adecuada la actuación del magistrado, por la cual
debe rechazarse la nulidad interpuesta sin dar intervención al Ministerio
Público.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Prosec. Cám.: Fernández de
Cuevas).
c. 25.786, SPANDONARI, Horacio Daniel.
Rta: 06/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 21.684, "Szwarcer, David", rta:
4/03/2004. C.N.C.P., Sala II, c. 5.297, "Sotomayor", rta: 29/11/2004.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 25.563, "Fernández, Gastón A.",
rta: 11/3/2005.
560
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
ORDEN DE CAPTURA.
Notificación inoficiosa por edictos. Ausencia de conocimiento del
imputado. Derecho a la libertad. Principio de inocencia. Improcedencia.
Revocación.
Si el juez dispuso notificar el llamado a indagatoria al imputado
mediante la publicación de edictos y, ante su incomparecencia, decretó su
rebeldía y ordenó la captura de conformidad con lo dispuesto en los artículos
282, 283, 288, 289 y 294 del C.P.P.N., cuya interpretación armónica permite
concluir en que aquél que no compareciere a la citación del juez de la causa,
sin grave y legítimo impedimento, deberá ser declarado rebelde, a cuyo
vencimiento del término de citación, habrá de ordenarse su captura, no puede
soslayarse que, en definitiva, el incuso no ha tenido efectivo conocimiento de
las actuaciones que se le siguen.
Dicha circunstancia no resulta un dato menor ya que, más allá de la
rebeldía declarada en los términos de las disposiciones citadas, habrán de
ponderarse las reglas generales que surgen de los artículos 2 y 280 del
C.P.P.N., según las cuales debe formularse una interpretación restrictiva de las
disposiciones que coarten la libertad personal, las que únicamente pueden
encontrar basamento en los peligros que pudieren cernirse en torno al
"descubrimiento de la verdad y la aplicación de la ley".
La limitación de la libertad, ello es, una medida de coerción personal
durante la tramitación de un proceso, no puede operar por la sola
comprobación de las circunstancias procesales a que se hiciera referencia,
puesto que debe realizarse un análisis en conjunto de los principios
constitucionales y los que surgen de los pactos internacionales sobre derechos
humanos que tienen la misma jerarquía, a fin de establecer correctamente en
qué casos, y bajo qué circunstancias resulta indispensable la detención de las
personas, aún en aquellos en que prima facie parezcan darse los supuestos que
habilitan la actuación del poder punitivo estatal en ese sentido.
La restricción de la libertad personal sólo procederá cuando se
verifiquen los peligros procesales del art. 280 del código formal, puesto que el
561
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
derecho a permanecer en ese estado posee jerarquía constitucional, sujeto a las
leyes reglamenten su ejercicio (*). Las normas procesales de los arts. 282, 288
y 289 sólo constituyen reglamentación de la tratada garantía, cuya
interpretación no puede contrariar el espíritu del art. 18 de la C.N. y pactos
internacionales.
Por ello, si el imputado no conocía la imputación en su contra y el
delito atribuido resulta excarcelable, no procede ordenar su captura, en tanto la
privación de la libertad no aparece como imprescindible, al existir medidas de
similar eficacia pero menos gravosas y respetuosos de la libertad respecto de
una persona que goza del estado de inocencia. Acorde al principio de
proporcionalidad, el mal que se cause con la medida a imponer debe aparecer
adecuado en relación al riesgo que se pretende evitar.
Por tanto, corresponde revocar el auto que decretó la captura del
imputado.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Sánchez).
c. 26.857, MARTINEZ ANDINO, Tomás.
Rta: 21/06/2005
Se citó: (*) C.S.J.N., "Celso de Stoll, Elide Josefina", rta: 1982, Fallos
304:319; "Miguel Carlos Esteban", rta. 1986, Fallos 308:1631;
"Stancato, Carmelo A.", rta: 15/9/1987, Fallos 310:1835; "Gundin,
Jorge Omar", rta: 14/5/1991, Fallos 314:451; "Rodriguez Landívar,
Blanca Sofía", rta: 6/8/1991, Fallos 314:791; Fallos 316:1935 y
"Napoli, Erika Elizabeth y otros", rta: 22/12/1998, Fallos 321:3630.
562
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
PARTICIPACION CRIMINAL.
Grupo de personas. Atentado contra la integridad física y el patrimonio.
Co-autor. Instigador. Lesiones. Interés público. Art. 72, inc. 2° del C.P.
Procesamiento.
Si un grupo de personas concertó el raid delictivo -sorprender a los
integrantes de la delegación del club, para atentar contra su integridad física y
patrimonio- participando todos ellos en su ejecución, compartiendo el dominio
de los hechos, y utilizando diversos elementos que lograron incrementar su
poder ofensivo que revisten la calidad de armas impropias, tales como palos,
fierros y armas blancas, se configura el delito de delito de robo agravado por su
comisión con armas y en lugar poblado y en banda, hecho que concurre en
forma ideal con el delito de lesiones leves reiteradas.
Si el imputado integró el grupo mencionado, debe ser responsabilizado
como co-autor por todos los resultados lesivos que ocurrieron. Si este fue quien
comandó el grupo, estaba al frente de las acciones e incitó constantemente a los
demás, sumado a que fue quien inició las hostilidades, resulta posible sostener
su rol de instigador respecto de los demás ejecutores aún no identificados.
Aun cuando los damnificados no hayan dado el impulso necesario
respecto del delito de lesiones, razones de interés público justifican la
excepción prevista en el art. 72, inc. 2°, del C.P., lo cual se ve claramente
reflejado en la difusión pública que genera este tipo de sucesos relacionados
con la violencia en el deporte, problemática que ha sido receptada y atendida
por el legislador, materializándose la intención conjunta de evitar este tipo de
actos a través de la ley 24.192, sobre espectáculos deportivos.
Por ello, debe decretarse el procesamiento del imputado en orden al
delito de robo agravado por su comisión con armas y en poblado y en banda, en
concurso ideal con el de lesiones leves reiteradas.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Rimondi, Barbarosch, Bruzzone (en disidencia
parcial). (Prosec. Cám.: Fernández de Cuevas).
563
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 25.239, BALENA, Claudio Omar.
Rta: 18/04/2005
Disidencia parcial del Dr. Bruzzone: Para que proceda la aplicación de la
agravante prevista en el inc. 2° del art. 167 del C.P., deben darse los mismos
presupuestos que en el delito de asociación ilícita previsto en el art. 210 del
mencionado cuerpo legal (*).
En relación a la agravante de robo con armas, (**) no corresponde
aplicarla cuando el imputado ha utilizado las denominadas "armas impropias".
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 11.720, "Ferrando, Marcos Diego",
rta: 13/7/1999 y c. 22.042, "Ortiz, Julio César s/ procesamiento", rta:
10/10/2002 y c. 23.499, "Vega, Aníbal Rosario", rta: 12/5/2004.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 23.368 bis, "Alvarez, Mariano
Gastón y otros", rta: 6/5/2004.
PARTICIPACION CRIMINAL.
Secundaria. Agravante del art. 166, inc. 2° del C.P. No transmición.
Procesamiento.
La colaboración será de tipo secundaria si no fue de una magnitud tal
que sin ella el hecho no hubiese podido cometerse (*).
Si la encausada limitó su aporte a avisar a su consorte de causa de la
llegada de la policía, mientras se encontraba parada en cercanías del kiosco, se
infiere que su actuación no ha sido directa o necesaria.
Resulta adecuado no transmitir a la partícipe secundaria la agravante del
art. 166, inc. 2° del C.P. por la que fue procesado su consorte de causa, ya que
sólo puede responder por aquello que efectivamente conocía (**), ya que nada
hace presumir que la imputada supiera que el autor iba a atacar a los
preventores que arribaron al lugar de modo violento y mediante el uso de un
arma.
564
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por ello, y dado que, aun cuando la imputada no tuvo dominio del
hecho en sentido material, participó en forma dolosa en el desapoderamiento
tentado que se le atribuye a su consorte de causa, debe confirmarse su
procesamiento en orden al delito de robo agravado por haber sido cometido
mediante escalamiento, en grado de tentativa y en calidad de partícipe
secundaria.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Prosec. Cám.: Fernández de
Cuevas).
c. 25.735, GRIECO MONTEROS, María Florencia.
Rta: 05/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 42.623, "F.C.", rta: 4/3/1993 y
Sala VI, c. 26.164, "M., C.O.", rta: 13/9/1994, citados por Edgardo
Donna, El Código Penal y su interpretación en la jurisprudencia,
Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2003, t. I, p. 464/465.
(**) David Baigún y Eugenio Zaffaroni, Código Penal y normas
complementarias, Hammurabi, Bs. As., 2002, t. 2, p. 165.
PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL.
Boleto de compra venta. Falsedad de la firma del escribano.
Documento que acredita la titularidad. Interrupción. Improcedencia.
Si la falsedad del boleto de compra venta del automotor no sólo fue
respecto del contrato efectuado entre las partes, sino que se falseó la
intervención de un escribano público que certificaba la veracidad de ese boleto,
dando plena presunción de la veracidad de su contenido, se ve configurado el
delito de falsificación de documento destinado a acreditar la titularidad del
dominio o habilitación para circular de un vehículo.
565
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por ello, y dado que el hecho ocurrió en noviembre del 2001, y el
término de la prescripción se vio interrumpido por el llamado a prestar
declaración indagatoria en octubre del 2003, debe confirmarse la resolución
mediante la cual se rechazó el planteo de prescripción de la acción penal.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Garrigós de Rébori. (Sec.: Cantisani).
c. 24.982, NUÑEZ, Juan Víctor.
Rta: 30/05/2005
PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL.
Causa en trámite. Aplicación de la doctrina del Plenario "Prinzo".
Suspensión del pronunciamiento.
Si bien desde que se perpetró el ilícito que se le atribuye al imputado,
transcurrió el plazo máximo previsto para el delito en cuestión, la existencia de
una causa en trámite en la cual se recibió declaración indagatoria al encausado,
motiva la aplicación de la doctrina emanada del plenario "Prinzo" (*), es decir,
la suspensión del pronunciamiento respecto de la prescripción de la acción
penal hasta tanto haya un fallo definitiva en la causa.
Por tanto, corresponde revocar el auto que hizo lugar a la prescripción
de la acción y suspender su pronunciamiento.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Escobar, Gerome, Bunge Campos (en
disidencia). (Prosec. Cám.: Oberlander).
c. 27.283, GORALI, Diego.
566
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 29/06/2005
Disidencia del Dr. Bunge Campos: Al momento del dictado del plenario
"Prinzo", en el régimen del anterior Código Procesal, el llamado a prestar
declaración indagatoria implicaba el procesamiento del imputado, sin requerir
ningún otro acto procesal.
El texto del fallo es claro en el sentido de que lo que suspende la
resolución de la excepción es la sujeción del imputado a proceso, su
procesamiento que se manifestaba por el llamado a prestar indagatoria.
En el régimen procesal vigente, la declaración indagatoria ha perdido el
carácter de procesamiento que poseía y la sujeción del imputado a proceso, se
realiza por medio de un acto formal cual es el auto de procesamiento. De
interpretar de otra forma el plenario, se estaría reduciendo lo que, en el
fenecido código, era una decisión acerca de la sujeción del imputado a proceso
a la mera decisión de recibirle una declaración que en sí misma no posee efecto
procesal alguno, lo que la torna asimilable a la declaración del imputado en el
régimen de ese Código.
Por ello, con el fin de dotar al incuso de una garantía, la suspensión
acerca del pronunciamiento de la prescripción de la acción penal por la
comisión de un nuevo hecho, requiere una manifestación seria acerca de la
materialidad del hecho y la participación del imputado, resultando la primera,
el auto de procesamiento. Su ausencia no habilita tal suspensión, por lo cual el
magistrado debe pronunciarse acerca de la prescripción.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Fallo plenario, "Prinzo", rta: 7/4/1949,
C.C.C., Fallos Plenarios, t. VII, p. 468.
PRESCRIPCION DE LA ACCION.
Delito de acción privada. Presentación de la querella. Fijación de la
audiencia de conciliación. Ley más benigna. Irretroactividad de la ley
penal. Procedencia.
567
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
El curso de la prescripción de la acción penal se interrumpe en con la
presentación de la querella, que resulta el equivalente, en los delitos de acción
privada, a la acusación que prevé como acto interruptivo el inciso "c" del art.
67 del código sustantivo, según ley 25.990.
Si bien otros actos, entre ellos la fijación de la audiencia de conciliación
del art. 424 del C.P.P.N., podrían tener eficacia interruptora en la anterior
versión del art. 67 del C.P., que establecía que la prescripción se interrumpía
por la secuela de juicio y dejaba en manos del juzgador la tarea de señalar los
que poseían tal virtualidad; tras la reforma introducida por la ley citada, que
resulta aplicable al caso por su mayor benignidad y por imperio de lo
establecido en el art. 2 del citado cuerpo legal, se limitan restrictivamente los
actos interruptivos y se los describe en forma taxativa (del voto del Dr.
González).
La benignidad debe ser interpretada ampliamente, esto es, que debe ser
aplicada aquella ley que, al tiempo del juzgamiento, sea más favorable en sus
efectos para el justiciable. Si bien el principio general en materia de validez de
la ley penal en el tiempo es el de irretroactividad conforme al principio de
legalidad o reserva contenido en el art. 18 de la C.N., el Código Penal admite
en su art. 2° la excepción de la retroactividad de la nueva ley cuando ésta sea
más favorable al procesado.
Este principio se aplica tanto en el caso que la nueva ley desincrimine el
hecho como en el que establezca, en forma general, condiciones más
favorables (del voto del Dr. González Palazzo al que adhirió la Dra. Garrigós
de Rébori).
Por ello, si no surgen del legajo condenas anteriores o procesos
pendientes respecto de la querellada, cabe concluir que desde la fecha de la
querella ha transcurrido el término previsto para el monto punitivo máximo de
la hipótesis delictiva atribuida, por lo que la acción penal se encuentra
prescripta.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
568
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 25.385, ANDRIANI de ACUÑA, Carmen.
Rta: 06/06/2005
PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL.
Estafa. Falsedad ideológica. Aplicación del fallo plenario "Prinzo".
Procedencia.
El cómputo de los plazos, a los fines de la prescripción, opera
separadamente y para cada uno de los delito.
Con relación a las estafas cometidas por la imputada, quien se hizo
pasar por abogada y cobró indebidamente honorarios, debe tomarse como
fecha cierta de comisión, el inicio de las demandas en unos casos y la
designación de abogada patrocinante en el restante.
En cuanto a la usurpación de títulos y honores, tratándose de un delito
permanente, debe centrarse la atención en el último acto que hubiere efectuado
la imputada ostentando una calidad profesional que no tenía.
No obstante la incusa haya sido nuevamente convocada en declaración
indagatoria por el delito de falsificación y uso de documento público, por un
nuevo hecho, y aún atendiendo al criterio sostenido en el fallo plenario
"Prinzo" (*), ello no es óbice, en su calidad de acto interruptor en los términos
del art. 67. párrafo 4to., "a", para que opere la prescripción articulada, en tanto
transcurrió el máximo de pena previsto para cualquiera de los tipos penales
imputados.
Por ello, corresponde confirmare el auto que declaró extinguida la
acción penal por prescripción y dispuso el sobreseimiento de la incusa.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Prosec. Cám.: Fernández de
Cuevas).
c. 24.912, PODESTA, Lydia Susana.
569
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 28/04/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Fallo Plenario, "Prinzo, E. F.", rta: 7/6/1949.
PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL.
Estafa procesal. Ultimo acto positivo del imputado.
"La tentativa de estafa mediante uso en juicio de un falso documento
cesa con el último acto positivo del imputado, y desde ese momento comienza
a correr el término de prescripción de la acción penal" (*).
Por ello, corresponde revocar el auto que declaró extinguida por
prescripción la acción penal.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 24.957, PIEGARI, Fernando G.
Rta: 07/04/2005
Se citó: (*) C.N.Crim y Correc., Fallo Plenario, "Nos Ronchera", rta:
24/05/1946, J.A. 1946, III, 130. C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c.
25.853, "Faccio F.", rta: 4/3/2005.
Nota: Véase en igual sentido, C.N.Crim. y Correc., c. 24.955, "Piegari, Carlos A.",
rta: 7/4/2005 y c. 24.956, "Piegari, Carlos A.", rta: 7/4/2005.
PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL.
Incumplimiento de los deberes de asistencia familiar. Comienzo del
cómputo del plazo. 18 años. Hermanos. Improcedencia.
570
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
"La prescripción de la acción penal respecto del delito previsto y
reprimido en el art. 1° de la Ley 13.944, comienza a correr a partir del
momento en que los menores cumplan los dieciocho años de edad" (*).
El delito es de pura omisión, de peligro abstracto, continuo y
permanente. Si se desprende de las actuaciones principales que uno de los hijos
del encartado no ha alcanzado los 18 años, la prescripción de la acción pena no
ha operado (**).
Por tanto, al no haber transcurrido el plazo establecido como pena
máxima en abstracto para el delito en que ha sido encuadrada la conducta
investigada, corresponde confirmar el auto que no hizo lugar al planteo de
prescripción.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Prosec.
Cám.: Oberlander).
c. 26.966, COMAS WELLS, Fernando A.
Rta: 27/05/2005
Se citó: (*) (**) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 24.587, "Ramirez, Sergio",
rta: 7/7/2004 y C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 18.874, "Crocco,
Mario", rta: 23/8/2002.
PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL.
Ley más benigna. Declaración indagatoria. Llamado. Rechazo.
Resulta ley más benigna, en cuanto a la regulación del instituto de la
prescripción penal, la ley 25.990 (*).
No es el acto mismo de la declaración indagatoria lo que interrumpe el
curso de la prescripción de la acción penal conforme la letra del art. 67, inc. b)
del C.P. La declaración misma, es un acto de defensa y como tal no puede ser
571
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
tomado en contra del imputado a los efectos de la interrupción del plazo
mencionado.
Pero el primer llamado efectuado a una persona, en el marco de un
proceso judicial, con el objeto de recibirle declaración indagatoria por el delito
investigado implica que el juez de la causa considera que existe motivo
bastante para sospechar que la persona requerida ha participado en la comisión
del delito investigado, supuesto diferente al acto de defensa (**).
Por ello, y dado que la fecha de comisión del hecho fue en agosto de
2001, la fecha del primer llamado al imputado a los fines de declarar en
indagatoria fue en agosto de 2002, sumado a la penalidad máxima prevista para
el delito previsto en el art. 94 del C.P., corresponde rechazar el planteo de
extinción de la acción penal por prescripción.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori
(en disidencia). (Prosec. Cám.: Mouradian).
c. 26.627, CARLONE, Daniel Alberto.
Rta: 23/06/2005
Disidencia de la Dra. Garrigós de Rébori: En el procedimiento mixto
consagrado por la Ley 23.984, resultan actos impulsorios del proceso, aquellos
que provienen de quien es el titular de la acción pública, o sea del Ministerio
Público.
En consecuencia, sólo aquéllos actos provenientes del titular de la
acción penal tienen capacidad impulsoria. En tal entendimiento resulta primer
acto impulsorio el requerimiento de elevación a juicio.
Por ello, si transcurrió el plazo requerido por el art. 62, inc. 2° del C.P. a la luz de la penalidad máxima prevista para el delito imputado al encartado-,
sumado a que resulta ley más benigna la anterior redacción del art. 67 del C.P.,
corresponde revocar el auto por el que se dispuso no hacer lugar a la extinción
de la acción penal por prescripción.
572
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 25.638, "Zizzi, Mariana", rta:
29/03/2005, con disidencia de la Dra. Garrigós de Rébori.
(**) C.N.C.P., Sala II, c. 1206, reg. 1659.2, "Cetra, Luis María
s/recurso de casación", rta: 17/10/1997; Sala III, c. 1604, reg, 60.99.3,
"Oliva Gerli, Carlos Gustavo y otros s/recurso de casación", rta:
08/03/1999; c. 241, "Palat, Juan Carlos s/recurso de casación", rta:
13/02/1995 y c. 3987, reg. 510.02.3, "Demiryi, Eloy Miguel y otros
s/recurso de casación", rta: 12/09/2002.
PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL.
Ley 25.990. Actos interruptivos. Teoría del paralelismo. Rechazo.
La vigencia de la ley 25.990 dio respuesta a la discusión sobre los actos
que debían ser considerados "secuela de juicio".
El actual art. 67 del C.P. prevé en forma taxativa los actos interruptivos
del curso de la prescripción, a saber: la comisión de un nuevo delito, el primer
llamado a indagatoria, el requerimiento de apertura o elevación a juicio, el auto
de citación a juicio y la sentencia condenatoria.
Se elimina de la enumeración a la rebeldía y al libramiento de orden de
captura del imputado, actos que, en adelante, no podrán ser tenidos en cuenta a
estos fines.
La prescripción corre, se suspende o se interrumpe separadamente para
cada delito y para cada uno de sus partícipes. Si el fraude iniciado con los
falsos pagarés en el año 1994 culminó en el 2002 con la inscripción de la
transferencia del edificio a nombre de la empresa en el Registro de la
Propiedad Inmueble, al tratarse de una única acción delictiva la tesis del
paralelismo, contenida en la reforma, no es de aplicación.
Por ello, y dado que desde el 2002 no ha transcurrido el plazo previsto
en el art. 62, inc. 2° del C.P., debe confirmarse el rechazo de la solicitud de
prescripción de la acción penal planteada.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
573
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 25.784, SANCHEZ, Roberto Carlos.
Rta: 4/05/2005
PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL.
Rebeldía. Ley más benigna. Secuela de juicio. Procedencia.
Durante la etapa de instrucción y hasta el auto de elevación a juicio sólo
puede operar como secuela de juicio la rebeldía del imputado (*).
Conforme esta interpretación dada a la anterior redacción del art. 67 del
C.P. debe entenderse, a la establecida en ley 25.990 como más gravosa que la
anterior y como tal no aplicable en forma retroactiva.
La nueva redacción no ha venido a aclarar qué es la "secuela de juicio",
pues simplemente se limitó a establecer cuáles son los actos que interrumpen el
curso de la prescripción. Secuela de juicio sigue significando lo mismo.
Por tal motivo, la acción penal se ha extinguido por el transcurso del
tiempo previsto por el art. 62 inc. 2º del C.P.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro (en disidencia), Filozof, Pociello
Argerich. (Sec.: Collados Storni).
c. 26.158, GARCIA, Alberto O.
Rta: 26/05/2005
Disidencia del Dr. Navarro: De conformidad con lo establecido en el art. 62
inc. 2º del C.P., el plazo de prescripción de la acción para el delito de estafa
(art. 172 del C.P.) cometido en dos oportunidades, es de seis años.
Dado que desde la comisión de los sucesos, el curso de la prescripción
se vio interrumpido por el llamado a prestar declaración indagatoria, de
conformidad con lo establecido en el art. 67 del C.P.P.N. recientemente
574
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
modificado por la ley 25.990, no ha operado el tiempo estipulado por la norma
para la procedencia de dicho instituto.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 25.503, "Llera, Carina Silvana",
rta: 17/12/2004.
PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL.
Violaciones a los derechos humanos. Corte Interamericana de
Derechos Humanos. Obligatoriedad de sus fallos. Imprescriptibilidad.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha afirmado que
resultan inaplicables las reglas de derecho interno relativas a la prescripción de
la acción penal puesto que "...ninguna disposición o instituto de derecho
interno, entre ellos la prescripción, podría oponerse al cumplimiento de las
decisiones de la Corte en cuanto a la investigación y sanción de los
responsables de las violaciones de los derechos humanos", ya que " ... De
conformidad con los principios generales del derecho y tal como se desprende
del artículo 27 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de
1969, las decisiones de los órganos de protección internacional de derechos
humanos no pueden encontrar obstáculo alguno en las reglas o institutos de
derecho interno para su plena aplicación...." (*).
Del fallo dictado posteriormente por la Corte Suprema de la Nación se
colige la obligatoriedad para el Estado Argentino de la sentencia dictada (**),
no obstante se exprese de manera expresa que lo decidido por el tribunal
internacional importa una grave restricción del derecho de defensa del
imputado, derivada de la inoponibilidad de las reglas de derecho interno
relativas a la prescripción de la acción penal, así como también que, para así
decidir, la Corte Interamericana se ha basado en hechos reconocidos de manera
unilateral por el Gobierno Argentino, sin la participación del imputado (***).
Sentado ello, la obligatoriedad del fallo "ut supra" mencionado,
derivada de los compromisos internacionales asumidos por nuestro país, hace
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Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
que deba revocarse el auto que declaró extinguida por prescripción la acción
penal.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge campos, Gerome. (Sec.: Paisan).
c. 28.522, ESPOSITO, Miguel Angel.
Rta: 06/04/2005
Se citó: (*) Corte Interamericana de Derechos Humanos, "Bulacio vs.
Argentina", rta: 18/9/2003.
(**) C.S.J.N., rta: 23/12/2004, cons. 6° del voto de los jueces
Petracchi y Zaffaroni; 8° y 9° del voto de los jueces Belluscio y
Maqueda; 7° del voto del juez Fayt; 9° del voto del juez Boggiano; y
6° del voto de la jueza Highton de Nolasco.
(***) C.S.J.N., cons. 15° del voto de los jueces Petracchi y Zaffaroni;
id. del voto del juez Fayt; y 11° del voto de la jueza Highton de
Nolasco.
PREVARICATO.
Intervención en representación del demandado. Representación
posterior de la actora. Procesamiento.
Resulta absurdo sostener que un profesional del derecho, con la
experiencia de varios años en el ejercicio de la profesión, haya firmado, sin
siquiera leer el contenido, un escrito mediante el cual practicó la liquidación de
la deuda en el juicio ejecutivo.
En consecuencia, y dado que el imputado había tenido, de modo previo
al inicio del juicio comercial, una larga relación laboral tanto con el
denunciante, demandado en dicho proceso, como con el actor en esas
actuaciones, cabe concluir que el encausado conocía perfectamente el
576
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
contenido de esos escritos y que sabía que esa nueva intervención lo era en un
proceso en el que ya había actuado en representación de la contraparte.
Por ello, si quien en realidad se encontraba a cargo de la representación
de la parte actora en el expediente comercial era el imputado, aunque lo hacía
de modo encubierto, a través de su hija, y con anterioridad a ello, había
representado en el mismo proceso a quien fuera demandado, cuyos intereses
perjudicó de manera deliberada, debe confirmarse su procesamiento en orden
al delito de prevaricato (art. 271 del C.P.).
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Garrigós de Rébori. (Sec.: Cantisani).
c. 25.483, CAROLI, Jorge Vicente.
Rta: 06/05/2005
PREVARICATO.
Requisitos del tipo. Dolo directo. Sobreseimiento.
La disconformidad del querellante con la decisión adoptada por el
magistrado no se encuentra abarcada por la figura penal de prevaricato.
Es requisito del prevaricato "de derecho" -resolución que es contraria a
la ley expresa invocada por las partes- que el juez lleve a cabo la contradicción
conociéndola, ya que los magistrados son pasibles de error en la calificación de
los hechos y en aplicación de las normas de la ley. La conducta contraria a
derecho no ha de deducirse en la medida que no medie prueba plena de
infracciones dolosas o quebrantamiento intencionales de la ley, ya que no se
concibe que el magistrado haya incurrido en prevaricato frente a una resolución
que pueda llegar a ser equivocada o contraria al criterio legal, doctrinario o
jurisprudencial (*).
El autor debe tener conocimiento y voluntad de resolver contra lo
dispuesto por la ley invocada como fundamento de su fallo, con independencia
de los resultados beneficiosos o perjudiciales para alguna de las partes, por lo
577
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
que se requiere dolo directo y la existencia de un error o incluso de la culpa
excluyen el delito.
Si no pueden afirmarse los extremos del delito previsto y reprimido en
el art. 269 del C.P., pues incluso el fiscal solicitó la elevación a juicio de las
actuaciones por entender que la conducta atribuida resultan merecedora de
reproche penal, debe confirmarse el sobreseimiento del imputado.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Prosec. Cám.: Mouradian).
c. 26.477, MOUMDJIAN, Eduardo.
Rta: 30/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 25.330, "Sala, Angel O.", rta:
22/11/2004.
PRIVACION ILEGAL DE LA LIBERTAD.
Consentimiento de la presunta víctima. Sobreseimiento.
Para que exista privación ilegítima de la libertad es necesario que no
medie consentimiento del sujeto activo. "... No es imprescindible que se trate
de un consentimiento otorgado por una persona con capacidad civil o
penalmente imputable; basta con que pueda comprender el alcance material del
acto..." (*).
Si fue el propio damnificado quien se opuso a levantarse la remera en el
salón de compras del supermercado, ante lo cual, el personal de seguridad le
solicito que lo acompañara a un cuarto trasero para luego y ante la inexistencia
de algún elemento sustraído, permitirle retirarse, de ello se desprende que no
existió una privación "ilegítima" de la libertad, por cuanto el imputado actuó,
ante la presunción de que éste, estaba perpetrando una maniobra ilícita y es por
ello que su accionar se encontraba amparado en el art. 287 del C.P.P.N.
578
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por tanto, corresponde confirmar el sobreseimiento decretado.
C.N.Crim. y Correc. SALA V. Navarro, Pociello Argerich. (Prosec. Cám.:
Leo).
c. 26.777, VACIRCA, Víctor Antonio.
Rta: 03/06/2005
Se citó: (*) Carlos Creus, Derecho Penal, Parte Especial, Astrea, 1999, t. I, p.
278.
PRIVACION ILEGAL DE LA LIBERTAD.
Diagnóstico médico. Falta de elementos que lo avalen. Hija. Médico.
Procesamiento.
Dado que una enfermedad de tipo psicótico maníaco depresiva se
produce en fases y se caracteriza por la alternancia repetida de accesos puros
de manía y de depresión, episodios que varían entre dos y diez en el curso de la
vida y cuya duración es de seis a ocho meses (*), previo a su diagnóstico en tal
sentido se debió contar con elementos médicos que lo avalen sin que presenten
suficientes los solitarios dichos de su hija.
Si se dispuso la internación de la víctima con basamento en la
peligrosidad para sí o para terceros, en un centro geriátrico con habitación
compartida, dependía de su voluntad el tomar o no los medicamentos y de los
antecedentes médicos no existen evidencias de la sintomatología diagnosticada,
no puede considerarse al diagnóstico como un mero yerro.
La restricción de las visitas y llamados telefónicos, autorizando sólo a
su hija a tener contacto con ella, permiten tener por acreditado que la orden de
internación de la víctima tuvo el único objeto de privarla dolosamente de su
libertad.
579
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
La circunstancia de que la hija de la víctima fuese quien contrató los
servicios del médico, sumado a que fue quien le permitió la entrada al
domicilio y quien colaboró en su internación, comprueba la existencia, por
parte de la imputada, de un definido propósito de privar de la libertad a su
madre, maniobra que fue urdida junto al médico el día anterior a la internación.
Por ello, debe confirmarse el procesamiento del imputado por
considerarlo coautor penalmente responsable del delito de privación ilegítima
de la libertad personal agravada por su extensión (art. 142, inc. 5° del C.P.) y
decretarse el procesamiento de la imputada en orden al delito de privación
ilegítima de la libertad agravada por su extensión y por el grado de parentesco
(art. 142, inc. 5° y 2°) (del voto del Dr. Gerome, al que adhirió el Dr. Elbert).
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Gerome, Escobar (en disidencia parcial), Elbert.
(Prosec. Cám.: Rizzi).
c. 24.571, OLENCZUK, Juan Carlos y otros.
Rta: 12/04/2005
Se citó: (*) Vicente Cabello, Psiquiatría Forense en el Derecho Penal,
Hammurabi, Bs. As., 1981, t. III, p. 80.
Nota: La disidencia parcial del Dr. Escobar se relaciona con la facultad de la alzada
de dictar un auto de mérito.
PROCESAMIENTO.
Dictado de falta de mérito. Realización de medidas de pruebas
determinantes. Dictado de auto de procesamiento. Solicitud de
ampliación de declaración indagatoria. Procedencia.
Si dictada la falta de mérito para procesar o sobreseer a la imputada se
recibieron numerosas declaraciones testimoniales y se practicaron peritajes de
580
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
distintas especialidades (médicos, psiquiátricos y scopométrica), tras lo cual el
juez instructor dictó el procesamiento de la encartada, asiste razón a la queja de
su defensa, en cuanto a que pese a haber solicitado ampliar su declaración
indagatoria a efectos de brindar su descargo, no ha contado con la posibilidad
de hacerlo.
Ello en tanto, de la resolución cuestionada resulta que la numerosa
prueba producida con posterioridad a la indagatoria resultó de importancia para
la investigación. Conforme a ello, lejos de vincularse a un procedimiento
dilatorio o perturbador, la solicitud efectuada por la defensa debió ser atendida,
por lo cual a efectos de que se amplíe su indagatoria, corresponde revocar el
procesamiento decretado.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Prosec.
Cám.: Leo).
c. 26.585, GOÑI, Diana C. y otro.
Rta: 30/05/2005
PROCESAMIENTO.
Indagatoria. Nuevas pruebas incorporadas con posterioridad. Derecho
de defensa. Medios de investigación. Procedencia.
La recolección de nuevas pruebas tras la declaración indagatoria no
obliga a hacérselas saber al imputado, por lo que no se ve violado el derecho de
defensa en juicio, pues el imputado puede solicitar la ampliación de la
declaración indagatoria (*).
En consecuencia, si al momento en que los informes fueron agregados
el defensor se encontraba en pleno ejercicio de su cargo y tenía libre acceso al
expediente, el imputado tenía efectivo control de las pruebas que se iban
incorporando al mismo. Deben diferenciarse los medios de investigación de los
medios de prueba, entendidos aquellos como los que tienden a comprobar la
581
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
realización de los hechos delictivos y averiguar la autoría de los mismos para
fundamentar, en un caso, la acusación y la apertura del juicio oral (**).
Por ello, debe confirmarse el procesamiento del imputado en orden al
delito de robo de mercadería en tránsito.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Sec.: Paisan).
c. 26.339, RODRIGUEZ, Marcelo Pablo.
Rta: 04/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 19.492, "Lucaioli, Norberto O.",
rta: 9/9/2002.
(**) C.N.C.P., Sala I, c. 3.368, "Bloise, Rubén Darío", rta: 10/5/2001.
PROCESAMIENTO.
Omisión del dictado del auto. Defensa en juicio. Revocación.
La omisión del dictado de auto de procesamiento es un menoscabo a la
garantía constitucional de defensa en juicio (*).
Por ello, y dado que también se ve vulnerada la garantía del art. 304 del
C.P.P.N., debe revocarse el auto mediante el cual se resuelve mantener al
Ministerio Público Fiscal en la dirección de la investigación.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.119, PETRONE, Carlos y otros.
Rta: 14/04/2005
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Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) Guillermo R. Navarro y Roberto R. Daray, Código Procesal Penal
de la Nación, Análisis doctrinal y jurisprudencial, Hammurabi, Bs.
As., 2004, t. I, p. 534.
PROCESAMIENTO.
Prueba. Reconocimiento. Resultado negativo. Valoración.
En lo atingente a la falta de reconocimiento de los imputados por parte
de los damnificados, "el resultado negativo no es consecuencia que descarte la
participación del imputado que fue objeto de la diligencia, más aun si los
reconocedores no manifestaron que podrían reconocer" (*).
Por tanto, tenidas en consideración las restantes pruebas recolectadas,
corresponde confirmar los procesamientos decretados.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.239, TERRAZAS, Cristian y otro.
Rta: 07/04/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, "Amarilla, Alexis y otros", rta:
12/3/2001, L.L. 2001, E, 570; D.J., 2001, 3, 67 y J.A. 2001, IV, 71,
citado en Guillermo R. Navarro - Roberto R. Daray, Código Procesal
Penal de la Nación, Hammurabi, Bs. As., 2004, t. I, p. 660.
PROPIEDAD INTELECTUAL.
Defraudación. Art. 72 bis, inc. "d". Almacenar. Tipo objetivo.
Sobreseimiento.
583
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Aun cuando la acción de almacenar no se encuentra definida
jurídicamente, encierra la idea de reunir, acopiar una gran cantidad de algo.
Si se secuestraron 14 discos compactos que no pertenecían al mismo
grupo de música ni eran una reproducción del mismo disco, y más allá que no
se encontró ninguna documentación que vinculara al imputado como un
productor legítimo, tal conducta no encuadra en tipo objetivo del inc. "d" del
art. 72 bis de la ley 11.723.
Por ello, y en tanto si la cantidad secuestrada no guarda relación con la
conducta que la norma intenta sancionar, debe revocarse el procesamiento del
imputado en orden al delito previsto en el inc. "d" del art. 72 bis de la ley
11.723.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar. (Sec.: Paisan).
c. 26.206, RAVIZZOLI, Gastón.
Rta: 23/06/2005
PROPIEDAD INTELECTUAL.
Defraudación. Copia parcial. Derecho de cita: extensión y fines. Ley
24.425. Sobreseimiento. Revocación.
La ley de propiedad intelectual no sólo ampara las obras que han sido
calcadas íntegras o textualmente por otro, sino también las copias parciales de
la producción. No procede invocar el derecho de cita de modo tal de acotar la
extensión de la ley 11.723 y, así, descartar la eventual responsabilidad de los
imputados.
El derecho de cita (art. 10 de la ley 11.723), genera efectos tales como
que en determinados supuestos, las obras que la ley protege, podrán ser
utilizadas sin requerir previa autorización al autor y sin que tal utilización
genere obligación de pago de derechos (*); ello, siempre que se haga con fines
didácticos o científicos, comentarios, críticas o notas referentes a las obras
584
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
intelectuales incluyendo hasta mil palabras de obras literarias o científicas u
ocho compases en las musicales y en todos los casos sólo las partes del texto
indispensable a ese efecto.
Tal disposición debe complementarse con lo dispuesto en el art. 10 del
Acta de París del Convenio de Berna, incorporado a la legislación nacional por
ley n° 24.425, en cuanto a que se permitirá el derecho de cita "a condición de
que se hagan conforme a los usos honrados y en la medida justificada por el fin
que se persiga".
En consecuencia, la discusión no sólo debe girar en torno a la extensión
de las imágenes emitidas, sino que además, debe tenerse en cuenta que se den
los fines contemplados en la disposición.
Si no se dieron los supuestos perseguidos por la norma, ni se hizo
referencia a la procedencia de las imágenes, no se aclaró que aquéllas
pertenecían a la película cuestionada ni se mencionó el nombre de su autor,
pueden encuadrarse los hechos en las disposiciones de la ley 11.723, por lo
cual debe revocarse el sobreseimiento de los imputados y dictarse su falta de
mérito.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Prosec. Cám.: Fernández de
Cuevas).
c. 25.963, GVIRTZ, Daniel.
Rta: 10/05/2005
Se citó: (*) Miguel Ángel Emery, Propiedad Intelectual, Astrea, Bs. As., 2003,
p. 105.
PROPIEDAD INTELECTUAL.
Defraudación. Fotocopiado de libros. Venta. Socia de la firma.
Procesamiento.
585
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Si se encuentra acreditado que en el comercio se ofrecían a la venta
fotocopias de libros de texto que eran adquiridos por el alumnado de la
Universidad Argentina de Empresas (UADE), así como así que se extraían
fotocopias de ejemplares que los eventuales clientes presentaran para su
reproducción, lo cual constituía una de las actividades principales del negocio,
dicho accionar violó las prescripciones de la ley 11.723.
La imputada en su condición de socia de la firma, debía saber cuál era
el objeto del negocio, por lo cual corresponde confirmar el procesamiento
decretado.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.279, RODRIGUEZ MONZON, Nélida Esther.
Rta: 13/04/2005
PROPIEDAD INTELECTUAL.
Defraudación. Fotografías.
Procesamiento.
Protección
legal.
Dolo:
prueba.
Las fotografías tomadas por el denunciante reúnen las características de
una obra intelectual ya que resultan una forma de creación producto de la
inteligencia con notas de originalidad y significación personal. Por ello, se
encuentra protegida por la ley 11.723, en su condición de "obra inédita", en
tanto no necesita cumplir con los requisitos previstos en el art. 34: "...debe
inscribirse sobre la obra fotográfica o cinematográfica la fecha, el lugar de
publicación, el nombre o la marca del autor o editor...", para exigir su
protección, en tanto el material cuestionado había sido entregado a la Directora
del Complejo Institucional fotografiado para su evaluación y no para su
publicación.
"La reproducción de una obra es la realización de uno o mas ejemplares
(copias) o de una parte sustancial de ella, en cualquier forma material (...) La
586
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
violación del derecho de reproducción es la infracción por autonomasia contra
la propiedad intelectual (...) requiere un accionar doloso, y el dolo específico
consiste en el conocimiento de que se reproduce la obra sin consentimiento del
autor, conocimiento que, en muchos casos, debe presuponerse de acuerdo con
las circunstancias" (*).
Por ello, y en tanto la directora del complejo no podía desconocer la
falta de consentimiento del autor de las fotografías, corresponde revocar el
sobreseimiento decretado y dictar auto de procesamiento en orden al delito
previsto en el art. 72, inc. a) de la ley 11.723.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Prosec. Cám.: Fernández de
Cuevas).
c. 25.372, DE SIMONE, Eduardo y otros.
Rta: 29/04/2005
Se citó: (*) Miguel Angel Emery, Propiedad intelectual, Astrea, Bs. As., 2003,
p. 292.
PROPIEDAD INTELECTUAL.
Defraudación. Programas televisivos. Igual género. Ausencia de
originalidad. Derecho de cita. Derecho de autor. Sobreseimiento.
La base constitucional de la ley 11.723 protege los derechos de
propiedad intelectual o derechos de autor concedidos a éste sobre su obra,
nacidos en su labor creativa, al expresar con originalidad el fruto de su espíritu
o de una colaboración intelectual en una obra artística, literaria o científica (*).
Si se observan dos programas televisivos de similar género -archivos de
televisión-. hay carencia en lo que al término original refiere, conforme el
significado otorgado en el Diccionario de la Lengua Española: dicho de una
obra científica, artística o literaria o de cualquier otro género que resulta de la
587
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
inventiva de su autor. El interrogante respecto al género se agota, pues no hay
invención sobre un material de archivo.
Por ello, no obstante del tema del formato, la presentación, el desarrollo
y bloques de ambos programas, se recepten similitudes ínfimas, ello no alcanza
"ni se emparenta" a una copia (reproducción fiel de algo original).
El perito es un colaborador de la justicia que produce un dictamen por
el que se pone a disposición del juez sus conocimientos, elabora los hechos
luego de ocurridos, examinando el material proporcionado a través de su
experiencia, arte o profesión, pero el juez no se encuentra constreñido a la
conclusión pericial, pues debe someterla a una minuciosa crítica hasta formarse
un juicio propio. Ello es así pues quien sostiene jurisdicción debe considerar el
dictamen valorando los aspectos jurídicos en su conexión con la vida social y
englobando incluso el resto de los aspectos fácticos y técnicos.
Si el perito oficial, acompañado por los expertos propuestos por las
partes, refiere que no hay similitud de formato pero si algunas semejanzas en
los materiales editados de ambas obras, ello puede sintetizarse en la máxima
"minimus lex non legit". "Para la aplicación de la norma, conocida como
derecho de cita o en el derecho estadounidense por la llamada doctrina del "fair
use", se tienen en cuenta, entre otros factores, el quantum de la utilización y de
qué manera esa utilización afecta la normal explotación de la obra protegida
(**).
Al no advertirse lesión en el bien jurídico tutelado por la ley aplicada,
ni tampoco la existencia de un bien intelectual, ya que se deduce originalidad
sobre un material de archivo el cual es lo que conforma la sustancia y el objeto
de trabajo en ambos programas, es de aplicación el instituto que mejor explica
el límite al derecho de autor, conocido como "ius usus innocui" (***).
Por ello, corresponde revocar el procesamiento decretado y decretar el
sobreseimiento del imputado.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.734, GVIRTZ, Diego.
588
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 1/06/2005
Se citó: (*) Miguel Angel Emery, Propiedad Intelectual, Ley 11.723, Astrea,
Bs.As., 2003, p. 2.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 21.235, "Guebel, Diego Gabriel
s/procesamiento", rta: 30/04/2003.
(***) Carlos Rogel Vide, Nuestros estudios sobre Propiedad
intelectual, Bosch, 1998, p. 37 a 81.
PROPIEDAD INTELECTUAL.
Defraudación. Software
Procesamiento.
y
juegos.
Consentimiento
del
dueño.
Para que el delito se tipifique basta que el derecho lo ejerza quien no es
su titular, mediante la utilización o explotación de la obra sin contar con el
consentimiento del autor, representante legal o derechohabientes (*).
En consecuencia, si treinta de las máquinas tenían instalado sistemas
operativos y diversos juegos, mas al solicitarle las licencias respectivas, el
imputado, aportó facturas de compra y software original, tanto de juegos como
del sistema operativo, pero ninguno correspondía al sistema operativo que se
hallaba instalado en una de las máquinas, se comprueba la violación al art. 9,
71 y 72, inc. a), de la ley 11.723.
Ello en tanto, una de las características del software encontrado en las
máquinas es que se tratan de "versiones OEM" (siglas de "original equipment
manufacturer") cuya venta a usuarios finales está prohibida y es destinada a los
fabricantes de hardware para que, como un servicio más al cliente, lo entreguen
instalado junto con el producto que vendieren, por lo que al momento del
hecho, el imputado no podía contar con los CD y/o las licencias de software del
sistema operativo que hicieran legítimo su uso.
Si ni siquiera los especialistas pudieron acceder, en un principio, al
contenido de las computadoras peritadas en virtud de la clave que impedía el
589
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
ingreso a las mismas, resulta difícil imaginar que cualquier usuario, sin el
conocimiento y consentimiento del propietario del comercio, pudiera hacerlo,
máxime cuando posee un software específico para controlar, desde una de las
máquinas, el funcionamiento de las demás.
Por ello, y dado que el imputado utilizó el software instalado en las
computadoras de su comercio, sin las debidas licencias que lo autorizaran a
ello, para su propio beneficio económico, debe confirmarse su procesamiento
en orden a la infracción de los arts. 9, 71 y 72, inc. a) de la ley 11.723 de
propiedad intelectual.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 26.325, LIN, Guang Hua.
Rta: 08/06/2005
Se citó: (*) Miguel Angel Emery, Propiedad Intelectual - Ley 11.723, Astrea,
Bs. As., 2003, p. 278.
PRUEBA DE TESTIGOS.
Art. 250 ter del C.P.P.N. Derechos del niño. Revictimización.
Inconstitucionalidad. Rechazo.
La declaración de inconstitucionalidad de una disposición legal es un
acto de suma gravedad y una de las más delicadas funciones susceptibles de
encomendarse a un tribunal de justicia y, por ello, debe ser considerada como
última ratio del orden jurídico, y sólo debe ejercerse cuando la repugnancia con
la cláusula constitucional es manifiesta y la incompatibilidad inconciliable, o
bien cuando se trate de una objeción constitucional palmaria (*).
El procedimiento especial previsto por el art. 250 ter del C.P.P.N.
introdujo en el sistema procesal penal un medio para tornar efectivo el
590
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
cumplimiento del art. 3 de la Convención sobre los Derechos del Niño, por el
que nuestro país se compromete a "asegurar al niño la protección y el cuidado
que sean necesarios para su bienestar" (art. 75, inc. 22 de la C.N.).
Dado que la finalidad del procedimiento es evitar la revictimización de
los menores en el ámbito judicial, improcedente es tildar el citado precepto
procesal de contrario a la Ley Fundamental.
Por ello, debe revocarse el auto por el que se declaró la
inconstitucionalidad por irrazonabilidad del art. 250 ter del C.P.P.N.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Filozof, Pociello Argerich. (Sec.: Collados
Storni).
c. 27.129, LONGOBUCCO, Jorge.
Rta: 29/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 26.020, "Alvarez, Gustavo F.", rta:
15/02/2005.
PRUEBA DE TESTIGOS.
Descargo del imputado. Testigo no mencionado por el personal
preventor. Defensa del otro partícipe del siniestro. Procesamiento.
Revocación.
El descargo brindado por el procesado en su indagatoria, no puede
diluirse únicamente con la declaración de un testigo que no fue mencionado
por el personal preventor y que fue aportado por la defensa de quien conducía
el otro vehículo que participó en el siniestro.
Por ello, debe revocarse el procesamiento del imputado en orden al
delito de lesiones culposas.
591
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.175, GONZALEZ, Adrián Fernando.
Rta: 13/04/2005
PRUEBA PERICIAL.
Fundamento de sus dictámenes. Sustento científico. Valoración.
Incapacidad sobreviniente. Art. 77 del C.P.P.N. Suspensión del
proceso.
En sus dictámenes, los peritos deben enunciar necesariamente los
fundamentos de sus conclusiones o los basamentos fácticos experimentales que
permitieron obtenerlas, apreciaciones éstas que serán indispensables para el
juez al momento de meritar el valor de la prueba producida (*).
En consecuencia, carece de eficacia probatoria el dictamen en el que las
conclusiones son breves y categóricas, sin explicaciones ni sustento científico
alguno (**).
Por ello, y dado que el juez instructor apreció la prueba pericial
conforme a las reglas de la sana crítica, la que determinó una causal de
incapacidad sobreviniente, corresponde la suspensión del trámite del proceso
(art. 77 del C.P.P.N.), toda vez que su actual incapacidad resulta determinante
para diversos actos para los cuales es indispensable su aptitud.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.109, GOMEZ de LANGELLA, Rosa y otro.
Rta: 11/04/2005
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Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc. Fed., Sala I, "González, J.C.", rta: 22/9/1987.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala III, c. 31.446, "L., R. O.", rta:
29/9/1981, J.A. 1982, III, 3.
PRUEBA PERICIAL.
Perito: inscripción. Derecho a trabajar. Reglamentación. Derecho a la
igualdad ante la ley. Rechazo. Procedencia.
El perito, como asesor técnico del tribunal, esta sujeto como el art. 254
lo establece, a un control previo, debiendo para ello estar inscripto en las listas
formadas por el órgano judicial competente.
Dicha inscripción responde a poder controlar los requisitos necesarios
para ejercer la actividad correspondiente, y constituye una garantía de
imparcialidad.
No se advierte que exista una colisión entre la norma citada y el art. 14
de la C.N. pues dicho precepto limita el ejercicio del derecho de trabajar a las
leyes que lo reglamenten, sin que se afecten los supuestos del art. 28.
Ni siquiera la garantía de igualdad ante la ley puede descalificar dicha
normativa, ya que la misma importa el derecho de todos a que no se
establezcan privilegios que aparten a uno de los que se concede a otros en
iguales circunstancias.
Los peritos que se someten a lo dispuesto por la normativa analizada, se
hallan en idénticas condiciones para desempeñar el cargo que las partes,
también desde un mismo plano de igualdad procesal, quisieron conferirle en
cada examen concreto (*).
Por ello, y dado que la licenciada en psicología omitió inscribirse en la
nómina de peritos, debe confirmarse el auto por el cual se deniega tenerla en
calidad de perito de parte.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Bonorino Peró, Piombo. (Prosec. Cám.: Franco).
c. 25.960, PRATI, Rodolfo Enrique.
593
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 08/04/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 2.672, "Iribarren, Juan José", rta:
17/4/1995 y c. 12.551, "Moser, Luis", rta: 21/12/1999.
PRUEBA PERICIAL.
Reglamento para la Jurisdicción en lo Criminal y Correccional. Médicos
forenses. Dichos del sujeto. Pericia psiquiátrica. Rechazo.
El art. 308 ter del Reglamento para la Jurisdicción en lo Criminal y
Correccional establece que en todos los casos de peritaciones médicas
solicitadas por los jueces penales, los señores Médicos Forenses omitirán, en
sus informes y peritaciones, toda mención a las palabras o acontecimientos
dichos o narrados por el sujeto y que tengan que ver con conductas desviadas o
ilícitas, con la exposición de las conclusiones que de ellos puedan extraer con
relación a los dinamismos psicofísicos que está en su personalidad, y que
hagan a las conclusiones que se les pide.
En consecuencia, lo que el imputado revela al facultativo queda
cubierto y no puede ser volcado en la causa.
Por ello, si no puede descartarse que del examen psiquiátrico puedan
emerger conclusiones no sólo relacionadas con la capacidad de culpabilidad del
imputado, sino con aspectos que puedan vincularse con los hechos que se le
atribuyen, debe revocarse el auto que dispone la realización de tal medida.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
c. 25.787, PERALTA, Oscar Domingo.
Rta: 27/04/2005
594
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
PUBLICIDAD O
ALCOHOLICAS.
INCENTIVO
DE
CONSUMO
DE
BEBIDAS
Inexistencia de delito. Ley 24.788. Promoción marca de bebida
alcohólica. Menores de dieciocho años. Requisitos típicos. Leyendas.
Archivo.
El tipo acuñado en el inc. a) del art. 6 de la Ley 24.788 constituye un
delito de peligro abstracto, cuyo sólo incumplimiento constituye la infracción
penada, sin que se requiera la posibilidad de que cause una lesión. Entonces,
para que la norma aludida se configure, la publicidad debe estar dirigida a
menores de dieciocho años.
Aun cuando no se evidencia que se haya querido sortear mínimamente
las prohibiciones contenidas en el art. 6° inc. a), b) y e) de la ley 24.788, dado
que los menores podrían ser influenciados por dichas publicidades, como por
tantas otras que tampoco les están dirigidas, sin embargo, la norma no prohibe
la posibilidad de llamar la atención a menores sino, que la publicidad esté
guiada a ellos.
En consecuencia, si ello no se verifica la conducta imputada no
satisface los requerimientos típicos objetivos y por lo tanto el juicio de
tipicidad.
En la prohibición que impone el inc. e) del mismo artículo, lo obligado
es la inclusión de las leyendas, sin indicación de cómo ha de ser esta aparición.
Si se advierte que las leyendas exigidas no están disimuladas o
enmascaradas, como lo sería si se pretendiera aparentar el cumplimiento de la
ley cuando en realidad se la está eludiendo, sino que son advertibles a simple
vista y sin dificultad, debe confirmarse el archivo de las actuaciones por
inexistencia de delito (art. 195 del C.P.P.N.).
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 26.285, DIRECTORES EMPRESA QUILMES.
595
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 05/05/2005
QUERELLA.
Desestimación. Audiencia de conciliación. Improcedencia.
Resulta improcedente la desestimación una vez llevada a cabo la
audiencia de conciliación prevista por el art. 424 del digesto ritual (*).
Por ello, corresponde confirmar el auto por el que se desestima la
querella.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Prosec.
Cám.: Leo).
c. 26.789, FERRIOLS, Alberto.
Rta: 30/05/2005
Se citó: (*) Guillermo R. Navarro - Roberto R. Daray, Código Procesal Penal
de la Nación, Hammurabi, Bs. As., 2004, t. II, p. 1140.
QUERELLANTE.
Art. 82, C.P.P.N. Hermano de la víctima. Exclusión. Rechazo.
La ley procesal es clara al enumerar quiénes son las personas que
podrán ejercer el derecho a querellarse (art. 82); cuando hace alusión -en
derredor a la víctima- al cónyuge supérstite, sus padres, sus hijos o su último
representante legal, excluye al hermano (*).
La ley limita la legitimación activa para los casos de delitos con
resultado de muerte a los parientes expresamente enumerados en la norma, sin
596
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
reconocer legitimidad al hermano de la víctima (**), criterio aplicable a los
casos en que el hermano es el único pariente en vida del occiso (***).
Por tanto, corresponde confirmar el auto que no hizo lugar a la
pretensión de ser tenido por querellante.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró. (Prosec. Cám.:
Franco).
c. 26.688, N.N.
Rta: 17/06/2005
Se citó: (*) Guillermo R. Navarro - Roberto R. Daray, Código Procesal Penal
de la Nación, Hammurabi, Bs.As., 2004, t. I, p. 267 y 279.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 25.331, "N.N.", rta: 30/11/2004.
(***) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 25.261, "Centurión, Cintia
Noemí", rta: 24/9/2004 y c. "Castor Lorenzo, Marcelino", J.A., 1958,
IV, 136.
QUERELLANTE.
Concubina. Art. 82 del C.P.P.N. Rechazo.
Dado que la pretensa querellante, en su carácter de concubina del
fallecido, no es de aquellas personas mencionadas en el art. 82 del C.P.P.N, no
tiene legitimación suficiente para ser constituirse como tal (*).
Por ello, debe confirmarse el auto por el que se rechaza la petición de la
pretensa querellante de ser tenida como tal.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 25.953, GUTMAN, Paula Judith.
597
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 05/04/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 25.261, "Centurión, Cintia Noemí
y otros", rta: 24/09/2004.
QUERELLANTE.
Excepción de falta de acción. Acuerdo en sede civil. Invalidez.
Diferencia con el actor civil. Revocación.
El único impedimento que acarrea en el proceso penal el acuerdo en
sede civil entre las partes es el de constituirse en actor civil, por cuanto la
pretensión tiene idénticos alcances en ambas sedes, con lo que se evita que un
mismo damnificado pueda intentar ver satisfecha su demanda en dos sedes
distintas con el perjuicio patrimonial que ello conlleva (*).
Ello no sucede con el carácter de querellante, en tanto sostener lo
contrario implicaría cercenar a la persona particularmente ofendida por el
delito el derecho que le asiste de poder colaborar en el proceso para arribar a la
verdad real en relación a un hecho ilícito materia de investigación. Ello, por
cuanto existen claras diferencias entre los institutos del querellante y actor
civil.
El primero, pretende que se cumpla con la finalidad específica que el
derecho penal propugna mediante la aplicación de una sanción, mientras que el
actor civil, el resarcimiento económico.
En este orden de ideas, resulta extraño tratar de incorporar en un
proceso penal el acuerdo celebrado en sede civil, por aplicación del art. 1097
del C.C., pues, este artículo no puede ser interpretado con ignorancia de otras
disposiciones del mismo cuerpo de normas que integra y delimitan su alcance,
concretamente el art. 842, mediante el cual se prohibe la transacción en cuanto
a la acción penal derivada de delitos, es decir, aquella que ejerce el Ministerio
Público o el querellante particular con fundamento en el "ius puniendi".
598
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Dicha acción penal tiende a la sanción y encierra un interés público, por
lo que resultaría inadmisible que el damnificado quiera negociar con el
imputado su pasividad con respecto a la pena. La interpretación contraria
acarrearía una desigualdad entre los justiciables, en franca violación al art. 16
de la C.N. por cuanto aquellos imputados que tuvieran una buena u holgada
posición económica tendrían la llave para "sacarse de encima" o "deshacerse"
de sus acusadores particulares; mientras que desde el punto de vista de la
víctima, quien fuera rico tendría la posibilidad de esperar hasta la finalización
del proceso penal para cobrar la indemnización y continuar en su rol de
querellante, en tanto, el pobre podría verse obligado a aceptarla, acuciado por
la necesidad, y con renuncia a la posibilidad de perseguir el castigo del
culpable de la lesión del bien jurídico de que se trate.
Por ello, conforme lo normado en los arts. 530 y 531 in fine del C.P.P.,
corresponde revocar el auto que hizo lugar a la excepción de falta de acción
presentada por la defensa.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.600, BENEGAS LYNCH, Jorge y otro.
Rta: 25/04/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 22.443, "Rímolo, Mónica y otros
s/falta de acción", rta: 5/11/2003.
QUERELLANTE.
Falso testimonio. Particular ofendido. Procedencia.
Cuando el delito que conforma el objeto procesal de las actuaciones es
el de falso testimonio, debe tenerse en cuenta la existencia de la protección
subsidiaria de otros bienes jurídicos igualmente afectados por delitos contra la
administración pública (*).
599
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
El término particular ofendido no puede verse limitado al portador del
bien jurídico transgredido sino que corresponde extenderlo al actor de un juicio
laboral que podría verse damnificado por un presunto testimonio falaz en tal
fuero.
Es particularmente ofendido aquél contra cuya acción o defensa se
produjo el delito de falso testimonio (**).
Por ello, debe tenerse por parte querellante al recurrente.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Prosec. Cám.: Fernández de
Cuevas).
c. 26.089, RIVERO ESPOSITO, Mario Gabriel.
Rta: 24/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 21.553, "Caizza", rta: 24/2/2004; c.
22.952, "Fontán Balestra", rta: 16/6/2004.
(**) C.S.J.N., "Ferré o Terré, José Francisco", rta: 18/12/1961, Fallos
251:499; C.N.Crim. y Correc., Sala II, "Sa Pereyra Lozardi, Raúl", rta:
16/5/1924, C.C.C., Fallos t. I, p. 381; "Grazi", rta: 8/8/1941, C.C.C.,
Fallos t. V, p. 499; Sala III, c. 12.488, "Fabris, José L.", rta:
9/11/1979, L.L. 1980, D, 788 y J.P.B.A. 42, 86, 8873; Sala VI, c.
3.381, "Romano", rta: 3/3/1978, J.P.B.A. 36, 73, 6907 y Sala IV,
"Ortiz, Eduardo A.", rta: 16/12/1958, J.A. 1959, III, 351, citado por
Guillermo R. Navarro y Roberto R. Daray, La Querella, DIN, Bs. As.,
1999, p. 58.
QUERELLANTE.
Heredero. Ofensa. Acreditación. Procedencia.
600
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
El heredero legítimo o testamentario puede resultar ofendido aun
cuando al momento de comisión de los hechos sólo tenía un derecho en
expectativa (*).
La calidad de ofendido directamente debe acreditarse con carácter
hipotético, tal como ocurre con el delito mismo, al momento de deducir la
querella (**).
Por ello, si no puede descartarse que la pesquisa sea abarcativa de
hechos que impliquen el abuso de una persona incapaz y que con ello se
hubiese disminuido el acervo hereditario, debe revocarse el auto en cuanto no
hace lugar a la solicitud del pretenso querellante de ser tenido como tal.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Prosec. Cám.: Mouradian).
c. 26.261, MORALES, Orlando.
Rta: 16/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, "Kirchner, Carlos y otro", rta:
13/8/1996, L.L. del 28/4/1997, f. 95.292; Sala IV, E.D., 31/7/2000;
D.P.P.C., f. 132, citados por Francisco D´Albora, Código Procesal
Penal de la Nación, Lexis Nexis, Bs. As., 2003, 6° ed., t. I, p. 197.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 20.624, "Schiantarelli, Angel",
rta: 3/4/2003.
QUERELLANTE.
Heredero testamentario. Ascendiente. Ofendido. Procedencia.
Precisar quien resulta particularmente ofendido implica analizar la
legitimación para obrar o legitimación procesal, dato que hace referencia a
quienes actúan en el proceso y quienes se hallan especialmente habilitados para
601
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
pretender (legitimación activa) y para contradecir (legitimación pasiva)
respecto de la materia sobre la cual versa el proceso.
Tal condición es propia de la persona que, de modo especial, singular,
individual y directo se presenta afectada por el daño o peligro que el delito
comporte y comprende a los mencionados en primer término por el art. 1079
del C.C. (*).
El heredero legítimo o testamentario es el "otro" que puede resultar
ofendido por el delito cometido en el marco de una sucesión, en razón de la
disminución del acervo hereditario que implicaría el abuso, aún cuando al
momento de los hechos sólo tuviese un derecho en expectativa (**).
Así, conforme surge de los arts. 3410, 3417 y cc. del C.C. "cuando la
sucesión tiene lugar entre escendientes, descendientes y cónyuge, el heredero
entra en posesión de la herencia desde el día de la muerte del autor de la
sucesión..." y "...continúa la persona del difunto, y es propietario, acreedor o
deudor de todo lo que el difunto era propietario, acreedor o deudor...".
Por ello, si la recurrente denunció la desaparición de bienes del
patrimonio de quien fuera en vida su hija, corresponde revocar el auto que no
hizo lugar a su solicitud de ser tenida como querellante.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Sec.:
Williams).
c. 26.719, INC. de apelación.
Rta: 19/05/2005
Se citó: (*) Francisco D´Albora, Código Procesal Penal de la Nación.
Anotado. Comentado. Concordado, 6ta. ed., Lexis Nexis-Abeledo
Perrot, 2003, Bs. As., t. I, p. 195.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, "Schiantarelli, Angel", rta:
3/4/2003; C.N.Crim. y Correc., Fallo Plenario N° 19, "Guichandut,
Carlos", rta: 9/4/1987, L.L., 1991, C, 205.
602
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
QUERELLANTE.
Persona jurídica. Poder especial. Documentación requerida para
acreditar la personería. Apartamiento.
Las personas jurídicas gozan de capacidad para querellar dentro de las
reglas y limitaciones que para el ejercicio de tal derecho fijen la ley y el
estatuto social (*).
Así, quien representa a la sociedad anónima tiene que acreditar tanto su
representación como que el órgano social que lo faculta para ejercitar la
pretensión punitiva es el habilitado estatutariamente para hacerlo (**).
El poder especial que se otorgue a un profesional para que represente a
una sociedad debe acreditarse, además, con el estatuto, el acta de designación
de las autoridades y el acta donde conste la decisión del cuerpo de querellar y
de otorgar poder para ese fin.
Por ello, si la documentación referida no fue incorporada a los autos
junto al poder especial presentado, debe revocarse el auto que rechazó la
excepción de falta de acción y apartar del rol de querellante al supuesto
representante de las empresas (del voto de los Dres. Navarro y Filozof).
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich (en
disidencia). (Sec.: Collados Storni).
c. 26.372, COLACE, Norberto D. - GOMEZ, Miriam V.
Rta: 03/05/2005
Disidencia del Dr. Pociello Argerich: Si el poder otorgado al abogado fue para
querellar por los delitos previstos en el art. 173, inc. 2º del C.P. (retención
indebida) y 4 y 45 del decreto ley 15.348/46 (prenda con registro), no resulta
razonable la limitación intentada por la defensa de acotar la actuación del
apoderado a los tipos penales previstos en los artículos citados cuando no sólo
se tratan de disposiciones penales referidas todas ellas a modos particulares de
603
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
defraudar, sino que de la lectura de esas normas y de los hechos relatados en el
escrito de denuncia se desprende que, más allá de la correcta o incorrecta
denominación jurídica, la voluntad del poderdante estaba dirigida a perseguir
los hechos puestos en conocimiento de la justicia penal.
En lo que respecta a que el poder aprobado por unanimidad en la
reunión de Directorio lo fue exclusivamente para actuar en distintas provincias
de la República Argentina y el poder del principal no menciona que pueda ser
utilizado en esta ciudad, lo cierto es que habiendo referido el Presidente la
necesidad de otorgar "un poder judicial especial para actuar en distintas
provincias de la República Argentina", resulta irrazonable pretender excluir de
aquella a los tribunales de la Ciudad de Buenos Aires.
La personería sólo deberá ser acreditada para ser tenido por parte
querellante y ello ocurrió en el caso con la presentación de la escritura donde se
instrumentó el poder especial judicial agregado. No resulta necesario
acompañar el estatuto, el acta de designación de las autoridades y el acta donde
conste la decisión del cuerpo de querellar y de otorgar poder para ese fin.
Ello así, toda vez que existiendo un poder otorgado ante un escribano
público del que se desprende que el actuario tuvo a la vista toda la
documentación a la cual se hace referencia en el voto que antecede, y que de
ella "surgen facultades suficientes" para realizar aquel acto, no corresponde
requerir que dicha documentación también sea aportada a la causa para
acreditar la personería invocada. Comprobar que existe en el poderdante la
facultad suficiente para otorgar el poder es tarea que en ese caso le corresponde
al escribano público.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Fallo Plenario, c. Nº 16.833-H/57,
"Inaplicabilidad de ley", rta: 20/12/1996, C.C.C., Fallos Plenarios, t.
II, p. 315; C.N.Crim. y Correc. Fed., "E.M.T.A.", rta: 21/10/1947,
L.L. 48, 448; C.N.P.E., "Atlas Copco", rta: 19/3/1980, E.D. 90, 187.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 13.304, "Eidelstein, M. G.", rta:
27/4/2000, J.P.B.A. 113, 121, 273; C.N.Crim. y Correc., Sala V,
"López Aufranc, Alcides J.", rta: 23/03/2001, L.L. 2001, E, 171;
604
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
C.N.Crim. y Correc., Sala I, "Sanguinetti Ferreiro, Martín", rta:
6/11/1997, L.L. 1998, E, 351.
QUERELLANTE.
Requisitos de procedencia. Documentación requerida. Poder. Rechazo.
Quien pretenda ser querellante por la sociedad deberá acompañar copia
del estatuto social, del acta de asamblea que designa directorio, de la decisión
de éste de hacerlo y del acta de la que se desprenda su condición de presidente
y en caso de que se otorgue poder a un profesional, dicho poder deberá ser
especial (art. 83) y deberá contener aquellas especificaciones, a las que se
añadirá el acta testimoniante de la decisión del órgano de otorgar poder a tal fin
a ese profesional (*).
Por ello, ante la ausencia de los requisitos de forma exigidos por el
artículo 83 y siguientes del C.P.P.N., corresponde confirmar el auto que no
hizo lugar a la petición de ser tenida como parte querellante.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.147, Inc. de apelación.
Rta: 21/04/2005
Se citó: (*) Guillermo R. Navarro - Roberto R. Daray, Código Procesal Penal
de la Nación, Hammurabi, Bs. As., 2004, t. I, p. 288.
REBELDIA.
Captura. Medidas de coerción. Pautas de procedencia. Medio menos
gravoso. Procedencia.
605
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Toda aplicación de medidas de coerción, con carácter general, requiere
la evaluación de un conjunto de circunstancias que hacen a su viabilidad;
siguiendo esas pautas se puede efectuar un control eficaz de su procedencia, y
estas son: estar prevista en la ley (nulla coactio sine lege), cuestión que hace a
la "tipicidad" de la medida en un sentido similar a lo que ocurre con los tipos
penales. b) el órgano que la dicta en ese momento determinado debe ser el
competente para disponer de esa medida. c) tiene que ser necesaria. d) debe ser
idónea para obtener el fin que se persigue. e) debe ser proporcional a los
intereses afectados. Si no existe constancia alguna que permita suponer que los
imputados han tomado conocimiento de la existencia de las actuaciones y que,
por ende, no han concurrido deliberadamente a las citaciones que se les
cursaron, es improcedente la orden de detención de los imputados al no haberse
acreditado una actitud tendiente a intentar sustraerse de la acción de la justicia,
sumado a que su comparecencia puede lograrse por un medio menos gravoso.
Por ello, debe confirmarse la resolución por la cual, luego de disponer
la rebeldía de los imputados, solicita al jefe de la Policía Federal Argentina que
proceda a averiguar su paradero.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.577, MARTINEZ, Alberto y otro.
Rta: 10/05/2005
REBELDIA.
Falta de notificación personal. Medidas alternativas. Excarcelación.
Rechazo.
Si el imputado no fue notificado personalmente de la fecha fijada para
comparecer a prestar declaración indagatoria, no corresponde ordenar su
captura y posterior declaración de rebeldía, sino buscar una medida menos
gravosa que cumpla misma finalidad (1° párrafo del art. 280 del C.P.P.N.), esto
606
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
es, requerir a la Policía Federal la averiguación del paradero del imputado, a
efectos de notificarlo de la existencia de la causa y del requerimiento efectuado
por el tribunal.
Sin el consentimiento de la citación, mal puede adjudicársele al
imputado voluntad de no comparecer.
La emisión de una orden de detención requiere un análisis cuidadoso de
las circunstancias de cada caso, pues lo contrario importaría una aplicación
automática de la ley con grave descuido de la razonabilidad que deben guardar
las decisiones jurisdiccionales (del voto del Dr. Pociello Argerich). Resulta
pasible de apelación el auto que declara la rebeldía del encausado, debido a que
tal declaración indefectiblemente perjudicaría la situación del imputado frente
al análisis de los institutos de la excarcelación o la exención de prisión.
Con la negativa de poder apelar se pone al imputado en estado de
indefensión, de manera que se violan principios básicos constitucionales (art.
18 C.N. y art. 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, art. 7
y 8 de la Convención Interamericana sobre Derechos Humanos, todos
incorporados a la Constitución por el art. 75 C.N.), ya que se lo coloca en una
situación kafkiana (*) en la cual, no es apelable la rebeldía, que pudo ser mal
declarada, y no se lo exime de prisión porque es rebelde (del voto del Dr.
Elbert).
Por ello, y a efectos de garantizar al imputado su derecho a no ser
detenido arbitrariamente, debe revocarse la resolución por la cual se declaró la
rebeldía del imputado.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Filozof (en disidencia), Pociello Argerich, Elbert.
(Sec.: Collados Storni).
c. 26.780, CALCATERRA, Josue R.
Rta: 30/06/2005
Disidencia del Dr. Filozof: La declaración de rebeldía y la orden de captura no
son autos pasibles de ser revisados por vía del recurso de apelación en tanto no
607
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
se hallan expresamente previstas en el C.P.P.N. como cuestiones apelables y su
dictado no causa gravamen de imposible reparación, ya que pueden ser
revertidas por vía de la exención de prisión.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 23.398, "Ocampo, Rodrigo
s/rebeldía", rta: 10/10/2004.
RECURSO DE APELACION.
Auto de prisión preventiva. Inapelabilidad.
No procede el recurso de apelación contra el auto que dispone la prisión
preventiva del imputado, en tanto no se halla previsto a su respecto (art. 432
del C.P.P.N.) y el eventual agravio de la parte es susceptible de canalizarse en
el incidente de excarcelación respectivo (*).
Por ello, corresponde declararlo mal concedido.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori
(en disidencia parcial). (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.464, CANO, Fernando Ariel y otro
Rta: 14/04/2005
Disidencia parcial de la Dra. Garrigós de Rébori: Aun cuando el dictado de la
prisión preventiva no se encuentre entre aquellas cuyo dictado el código
enumere como recurribles, el artículo que establece tal limitación, deja abierta
la valoración judicial respecto de aquellas resoluciones "que causen gravamen
irreparable" (art. 449 del C.P.P.N.).
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 7671, "Bejanaro, E. s/ apelación",
rta: 14/10/1997.
608
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
RECURSO DE APELACION.
Desestimación de la denuncia. Querellante. Doctrina del fallo "Quiroga".
Derecho de defensa. Prohibición de analogía. Revocación.
Si bien el fallo "Quiroga" de la C.S.J.N. (*) se refiere a la sola
requisitoria de la querella para acceder a la etapa del debate, es posible su
aplicación al caso en el cual la aquélla apela la desestimación de la denuncia
pronunciada en consecuencia del dictamen Fiscal en tal sentido, toda vez que
"el derecho a la tutela judicial efectiva" implica que la razón principal por la
que el Estado debe perseguir el delito es la necesidad de dar cumplimiento a su
obligación de "garantizar el derecho a la justicia de las víctimas", entendida la
persecución penal como un corolario necesario del derecho de todo individuo a
obtener una investigación judicial a cargo de un tribunal competente, imparcial,
e independiente en que se establezca la existencia o no de la violación de su
derecho, se identifique a los responsables y se les impongan las sanciones
pertinentes (**).
Esta interpretación resulta lógica si se repara en que los derechos de las
víctimas, a una investigación judicial, mal podrían ser garantizados si sus
pretensiones no pueden ser oídas por un juez competente con anterioridad al
juicio, ya que es evidente que la conclusión del sumario en la etapa instructoria
impide su análisis en el debate, cercenándose de este modo, y bajo un pretexto
meramente formal, la garantía aludida.
En cuanto a la posible afectación de la prohibición de analogía, de la
interpretación a contrario sensu del artículo 2 del C.P.P.N., surge que éste sólo
abarca a las leyes penales o de fondo, y que la interpretación restrictiva de la
ley procesal se refiere solamente a aquellas normas cuyo efecto sea coartar la
libertad personal, limitar el ejercicio de un derecho atribuido por el código
formal, o establecer sanciones procesales (***).
Por ello, corresponde revocar la desestimación de la denuncia.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Piombo. (Sec.: Bruniard).
609
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 26.456, ARDIZONE, Domingo.
Rta: 03/06/2005
Se citó: (*) C.S.J.N., "Quiroga, Edgardo", rta: 22/02/2004.
(**) Bulacio; C.I.D.H. Informe n° 34/96, caso 11.228, Informe n°
5/96, caso 10.970, del voto del Dr. Maqueda en los citados autos
"Quiroga".
(***) Carlos Creus, Derecho Procesal Penal, Astrea, Bs. As., 1996, p.
14 y C.N.C.P., Sala II, "Avila", Bol. Jurisp. N° 1, p. 15 a 22, citado
por Julio Román Frondizi - María Gabriela Daudet, Garantías y
eficiencia en la prueba penal, Librería Editorial Platense, Bs. As.,
2000.
RECURSO DE APELACION.
Fiscal. Negativa del juez a citar al imputado a prestar declaración
indagatoria. Existencia de gravamen irreparable. Procedencia.
No existe posibilidad para el Ministerio Público Fiscal de recurrir la
resolución del juez de instrucción que deniega la recepción de la declaración
indagatoria del imputado (*). Ello así, dado que el sistema de enjuiciamiento
vigente establece que la legitimación del sujeto pasivo debe realizarse mediante
un acto expreso (a excepción de la vía especial contemplada por el art. 353 bis
del C.P.P.N.), lo que implica un juicio de valor que sólo puede llevar adelante
el órgano jurisdiccional de control. Al resultar materia exclusiva de la
judicatura, la resolución al respecto no puede causar agravio irreparable a las
partes.
No obstante, excepcionalmente resulta posible que la negativa a
cumplir con el acto requerido por la instancia originaria cause agravio al
acusador público y, consecuentemente, habilite su revisión por parte del órgano
jurisdiccional superior. Dicho supuesto de excepción se presentaría en los
casos en los que, delegada la dirección de la investigación en el Agente Fiscal
610
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
(art. 196, C.P.P.N.), la denegatoria a su requerimiento en tal sentido genere un
estado de cosas que impida vislumbrar una conclusión definitiva de la
instrucción -mediante la elevación del proceso a juicio o el dictado de auto de
sobreseimiento (**).
Dicho panorama, genera una agravio al Ministerio Público Fiscal de
imposible reparación ulterior, toda vez que no cuenta con la posibilidad de
requerir la elevación a juicio del caso (por no haber sido indagado el imputado
-art. 215 a contrario sensu-), y por no haberse dictado auto desvinculatorio
definitivo (sobreseimiento) que lo habilite a recurrir ante la Alzada.
Por ello, corresponde revocar el auto que no hizo lugar al pedido de
convocatoria del imputado en los términos del art. 294 del C.P. (del voto de los
Dres. Bruzzone y Rimondi).
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Barbarosch (por sus fundamentos), Bruzzone,
Rimondi. (Prosec. Cám.: Fernández de Cuevas).
c. 25.234, AYARDE, Ariel.
Rta: 20/04/2005
Fundamentos del Dr. Barbarosch: La negativa de la juez de grado de escuchar
en declaración indagatoria al imputado y, a su vez, mantener la delegación de
la investigación en manos del Ministerio Público Fiscal al encomendarle
profundizar la pesquisa, genera agravio irreparable a la fiscalía. Ante la
posibilidad de que en pocos días se decretase la prescripción de la acción penal,
la negativa a recibir declaración indagatoria causa agravio debido a la
imposibilidad en el futuro de reclamar dicha medida (***), máxime si la
magistrada ya lo había convocado en dicho tenor, lo declaró rebelde y ordenó
su captura.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 8.368, "Fraimovici, Moisés
s/queja", rta: 12/2/1998; c. 10.009, "Martínez Burgos s/queja", rta:
19/10/1998.
611
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, J.A., 2002, I,799, citado en
Francisco D'Albora, Código Procesal Penal de la Nación, 6ta. ed,
Lexis Nexis, 2003, t. I, p. 452; C.F.S.M., Sala I, c. 501/03, "Gas Brill",
rta: 08/04/2003.
(***). C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 14.667, "Kuropatwa,
Mardoqueo", rta: 10/10/2000; c. 16.504, "Bean, Adolfo V.", rta:
25/6/2001 y c. 15.701, "Jellinek, Tomás", rta: 6/3/2001.
RECURSO DE APELACION.
Presentación 18 minutos después de vencido el plazo de gracia. Cosa
juzgada. Extemporaneidad.
Si el recurso de apelación de la querella contra el sobreseimiento y
declaración de incompetencia decretada, fue presentada 18 minutos después de
vencido el plazo de gracia previsto por el art. 164 del C.P.P.N., estimar
tempestiva la presentación importaría desatender elementales razones de
seguridad jurídica y fundamentalmente, afectar los intereses de la parte
contraria, quien conservaba el derecho resultante de una sentencia pasada en
autoridad de cosa juzgada.
Máxime si en el escrito en cuestión no se invocaron siquiera causales de
fuerza mayor que podrían justificar el retardo (art. 157 del C.P.C. y C.N.) (*).
Por tanto, corresponde declarar mal concedido el recurso de apelación
deducido por la querella.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
c. 26.721, GONZALEZ, María Cristina.
Rta: 19/05/2005
612
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) C.S.J.N., C. 1071. XXXIX, "Cantera Timoteo S.A. c/ Mybis Sierra
Chica S.A. y otros", rta: 3/3/2005.
RECURSO DE APELACION.
Prisión preventiva.
Procedencia.
No
imposición.
Ministerio
Público
Fiscal.
Si bien el dictado de la prisión preventiva no resulta apelable, el caso de
la negativa a dictar la medida cautelar, por el contrario, puede ser impugnada.
Fundamenta este diferente tratamiento el hecho de contar el procesado
con la posibilidad de realizar sus planteos en el ámbito específico previsto para
tratar las cuestiones relativas al encarcelamiento y soltura del imputado: el
incidente de excarcelación. Sin embargo, cuando en el auto de procesamiento
se resuelve no imponer la prisión preventiva del encausado, el representante del
Ministerio Público carece de otra vía no sea el recurso de apelación para
controvertir la soltura del procesado (*)(del voto del Dr. González).
Si bien se ha sostenido el criterio en cuanto a la inapelabilidad de la
prisión preventiva, ya que -amén de no estar expresamente prevista como
recurrible- la libertad del incuso puede ser revisada mediante otros institutos
que la ley procedimental expresamente prevé para intentar revertir el encierro
cautelar, por lo que, su dictado no causa gravamen de imposible reparación, y
también se afirmó, que la no imposición de la prisión preventiva resulta
inapelable, puesto que existen al alcance de los fiscales otros medios para
objetar la libertad del imputado -incidente de excarcelación- si en el caso
particular, los imputados no estuvieron detenidos a disposición del juez
instructor, por lo cual el Ministerio Público Fiscal no ha podido ejercer su
facultad de custodiar la correcta aplicación de la leyes de fondo y de forma,
como así tampoco, controlar el debido cumplimiento de los actos procesales, el
recurso de apelación interpuesto ha de ser tratado a fin de garantizar la debida
participación en el proceso que les asiste a ambos fiscales (del voto del Dr.
González Palazzo que se adhirió al Dr. González).
613
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Si la situación de los encartados, atendida la penalidad prevista para las
conductas que se le enrostran a los imputados se ajusta a la hipótesis prevista
en el artículo 312, inc. 1 del C.P.P.N., corresponde confirmar revocar el auto
que dispuso la libertad provisoria de los imputados .
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori
(en disidencia). (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.036, ZARACHO, Oscar E. y otros.
Rta: 25/04/2005
Disidencia de la Dra. Garrigós de Rébori: La mera hipótesis de que recaiga
sobre los imputados pena de efectivo cumplimiento no resulta índice para hacer
lugar a la aplicación del instituto que se pregona, ya que les asiste el principio
de inocencia que los acompaña hasta el dictado de un fallo definitivo.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 24.634, "Fisher, Erica, V. s/
robo", rta: 07/10/2004.
RECURSO DE CASACION.
Denegación de excarcelación. Gravamen. Procedencia.
Si bien en líneas generales no corresponde conceder el recurso de
casación deducido contra una resolución de la Cámara que resolvió la
denegación de la excarcelación del imputado, concedida en primera instancia, a
excepción de que revista cuestión federal (*), si la resolución que deniega la
excarcelación fue dictada por esta Alzada, revocando la decisión del juez de
instrucción que la había concedido, corresponde hacer lugar al recurso, a fin de
que pueda ser revisada por otro órgano judicial y resguardar, así, la garantía
constitucional de la doble instancia judicial (art. 8, inc. 2°, ap. h, de la
C.A.D.H. y art. 75, inc. 22 de la C.N.).
614
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
No obstante es doctrina del tribunal que las resoluciones cuya
consecuencia sea la obligación de seguir sometido a proceso criminal no reúne,
por regla, la calidad de sentencia definitiva a los efectos del art. 14 de la ley 48,
corresponde hacer excepción a dicha regla en los casos en los cuales su
aplicación podría provocar un gravamen de insuficiente o tardía reparación
ulterior (**).
Por tanto, corresponde conceder el recurso de casación deducido por la
defensa.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Barbarosch, Rimondi. (Prosec. Cám.: Fernández de
Cuevas).
c. 22.767, BALANOVSKY, Gabriel.
Rta: 04/04/2005
Se citó: (*) C.N.C.P., Sala III, reg. 54/97, "Méndez, Carlos A. s/ rec. de
queja", rta: 6/3/1997; c. 2287, "Mirasole, Roberto Pedro s/ rec. de
casación", rta: 7/7/1999.
(**) C.S.J.N., "Rizzo, Carlos Salvador", Fallos 320:2119.
RECURSO DE CASACION.
Excarcelación. Gravamen irreparable. Tribunal superior. Procedencia.
Las resoluciones que privan de la libertad personal al imputado con
anterioridad al dictado de una condena, si bien no son definitivas en sentido
estricto, puesto que no ponen fin al juicio, resultan equiparables ya que
ocasionan un gravamen de imposible o tardía reparación ulterior y por lo tanto
requieren tutela inmediata (*).
Por ello, y dado que es doctrina del máximo tribunal (**) que el
tribunal superior de la causa, a los efectos de los recursos extraordinarios, en el
615
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
ámbito de la justicia penal nacional, es la Cámara Nacional de Casación Penal,
debe concederse el remedio procesal articulado por la defensa.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 26.036, ZARACHO, Oscar E. y otros.
Rta: 17/06/2005
Se citó: (*) C.S.J.N., R 324 XXIII, "Rodríguez Landívar, Blanca Sofía s/
incidente de excarcelación", rta: 06/08/1991, Fallos 314:791; G 483
XXIII, "Gotelli, Luis M. (h.) s/ eximición de prisión", rta: 7/09/1993,
Fallos 316:1934 y sus citas.
(**) C.S.J.N., c. 107. 572, D. 199, XXXIX, "Di Nunzio", rta:
3/5/2005.
RECURSO DE CASACION.
Excepción de falta de acción. Rechazo. Ausencia de sentencia
definitiva. Improcedencia.
El art. 457 del C.P.P.N. determina las resoluciones pasibles de remedio
de excepción, al mencionar a las sentencias definitivas y a los autos que
"...pongan fin a la acción, a la pena, o hagan imposible que continúen las
actuaciones o denieguen la extinción, conmutación o suspensión de la pena".
"...las resoluciones cuya consecuencia sea la obligación de seguir sometido a
proceso criminal no reúnen esa calidad [de sentencia definitiva o equiparable a
tal], aun cuando se invoquen presuntas afecciones a garantías constitucionales"
(*).
"La resolución de la cámara de apelaciones por la que se confirmó la
decisión del instructor de no hacer lugar a la excepción de falta de acción por
inexistencia de delito articulada por la defensa no puede ser impugnada por la
616
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
vía del recurso previsto en el artículo 456 del rito. Debe tenerse en cuenta que
la decisión que se pretende impugnar ha sido dictada por aquella en su carácter
de órgano revisor de las resoluciones emanadas de los magistrados a cargo de
la instrucción, por lo que se encuentra satisfecha la garantía constitucional de la
doble instancia y resulta de aplicación la doctrina sostenida por la Corte
Suprema in re "Rizzo, Carlos Salvador s/incidente de exención de prisión", en
cuanto a que a los fines del artículo 14 de la ley 48 es dicho tribunal de alzada
"el superior tribunal de la causa, pues la cuestión debatida en el pleito es
insusceptible de ser revisada por otro órgano dentro del ordenamiento procesal
vigente" (**).
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 25.512, MARCER, Ernesto R.
Rta: 25/04/2005
Se citó: (*) C.N.C.P., Sala IV, c. 3.381, "C. de C., M.A.", rta: 30/4/2004.
(**) C.N.C.P., Sala III, c. 3.747, reg. 125.02.3, "Usenki, Dora Haydee
s/recurso de queja", rta: 27/3/2002.
RECURSO DE CASACION.
Querellante. Apartamiento. Reparación. Vía civil. Rechazo.
Tanto el apartamiento del querellante, como el mantenimiento en ese
rol en el proceso, no son sentencias definitivas ni equiparables, en los términos
del art. 457 del C.P.P.N., ya que no impiden la continuación de las actuaciones
(*).
No es el mero daño lo que permite permanecer en el proceso como
impulsor particular, sino que es necesario acreditar ser el particular que haya
sufrido de modo directo las consecuencias del delito.
617
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Sólo puede ser querellante aquel a quien el delito ha damnificado
directamente, porque aquellos otros que hubieran sufrido el daño causado por
un delito aunque sea de una manera indirecta, solamente tienen derecho a
exigir la reparación por la vía civil mediante la acción resarcitoria; en tanto la
lesión se refiere a un bien jurídicamente tutelado por la ley penal, mientras que
el daño o perjuicio puede sufrirlo otro (**).
Por ello, debe rechazarse el recurso de casación interpuesto.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Besansón).
c. 25.003, HABERMEHI, Marcelo.
Rta: 20/04/2005
Se citó: (*) C.N.C.P., Sala I, c. 4.752, reg. 5872, "Turnes, Oscar Laureano s/
recurso de queja", rta: 9/5/2003 y c. 4.846, reg. 5980, "Mendizabal,
Héctor A. s/recurso de queja", rta: 18/6/2003.
(**) Guillermo Rafael Navarro, La querella, Pensamiento Jurídico
Editora, Bs. As., 1985, p. 78/79.
RECURSO DE CASACION.
Revocación de excarcelación. Efecto suspensivo.
El efecto suspensivo de la interpretación de los recursos previstos en el
art. 442 del C.P.P.N. cesa cuando expresamente se disponga lo contrario. Por
su parte, el art. 332, dispone que el auto que conceda o deniegue la
excarcelación o exención de prisión, será apelable sin efecto suspensivo.
Si el tribunal que dispuso revocar la excarcelación concedida por el juez
de grado, fue la Cámara, y no obstante la normativa procesal no contemple la
situación en caso de que el recurso interpuesto sea el de casación, una
interpretación de la norma en favor del imputado y a efectos de no privarlo de
618
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
la doble instancia, hace que deba otorgársele efecto suspensivo al recurso de
casación deducido por la defensa (*).
Por ello, corresponde revocar el auto que ordenó librar exhorto al juez
de garantías, a fin de efectivizar la detención ordenada por la Cámara, hasta
tanto se expida al respecto la Cámara Nacional de Casación Penal.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Prosec. Cám.: Fernández de
Cuevas).
c. 25.710, BALANOSKY, Gabriel.
Rta: 04/04/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 22.105, "Lucero, Cristian Adrian",
rta: 29/10/2003.
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD.
Querellante. Art. 416 del C.P.P.N. Unificación. Rechazo.
Debe sostenerse el acierto de la norma contenida en el art. 416 del
C.P.P.N. en cuanto establece que "Cuando los querellantes fueren varios, y
hubiere identidad de intereses entre ellos, deberán actuar bajo una sola
representación...", ya que aceptar la concurrencia de tantos querellantes como
los que pueden emerger de un caso, representados en forma individual, no haría
más que tornar imposible su tramitación, violentando y atentando contra el fin
que debe preservarse, por encima de los intereses particulares, que es el de
afianzar la justicia.
Con ella no se impide a ningún ciudadano el acceso a jurisdicción, sino
que se regula de modo tal que no obstaculice su función, al poder canalizar sus
pretensiones a través de los letrados correspondientes, en colaboración con el
avance del proceso, para que pueda concluirse por canales adecuados al fin que
se persigue.
619
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
La declaración de inconstitucionalidad de una norma, en tanto
representa un acto de suma gravedad, sólo debe ejercerse cuando la
repugnancia con la cláusula constitucional es manifiesta y la incompatibilidad
inconciliable (*) o bien cuando se trate de una objeción constitucional palmaria
(**).
Por ello, corresponde confirmar el auto que no hizo lugar a la
declaración de inconstitucionalidad del art. 416 del C.P.P.N.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Pociello Argerich, Garrigós de Rébori, Bruzzone.
(Sec.: Collados Storni).
c. 26.410, CHABAN, Omar E.
Rta: 04/05/2005
Se citó: (*) C.S.J.N., C 720 XXI, "Conti, Juan Carlos c/ Ford Motor Argentina
S.A. s/ cobro de pesos", rta: 29/03/88, Fallos 311:394; C.S.J.N., V 40
XXII, "Villacampa, Ignacio c/ Almos de Villacampa, María
Angélica", rta: 9/02/1989, Fallos 312:122. C.S.J.N., E 9 XXXIII y E 4
XXXIII, "Estado Nacional (Ministerio de Cultura y Educación) c/
Universidad Nacional de Luján s/ aplicación ley 24.521", rta:
27/05/1999, Fallos 322: 842. C.S.J.N., "Avegno, José Leonardo c/
Provincia de Buenos Aires", rta: 11/04/1874, Fallos 14:425; "Banco
Hipotecario Nacional c/ Bravo, Antenar", rta: 16/8/1906, Fallos
105:22; "Banco Hipotecario Nacional c/ Provincia de Córdoba",
19/08/1909, Fallos 112:63; "Hernández, Alfonso v. Davancaze, José",
rta: 25/11/1938, Fallos 182:317; "Provincia de Buenos Aires c/ C. de
Lacour, Elvira", rta: 8/11/1944, Fallos 200:180.
RECURSO DE QUEJA.
Debido proceso. Doble conforme. Sanción disciplinaria. Juez de
ejecución. Art. 491 del C.P.P.N. Recurso de casación. Rechazo.
620
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
El recurso de casación es un instrumento operativo de la garantía
prevista en el inc. h del punto 2 del art. 8 de la Convención Americana de
Derechos Humanos. Un aspecto esencial del debido proceso es el derecho a
que un tribunal superior examine o reexamine la legalidad de toda sentencia
jurisdiccional que resulte en un gravamen irreparable a una persona, o cuando
ese gravamen afecte los derechos y libertades fundamentales.
El derecho previsto en el citado artículo requiere la disponibilidad de un
recurso que al menos permita la revisión legal, por un tribunal superior, del
fallo y de todos los autos procesales importantes (*).
Todo lo referente a la proporcionalidad de la sanción disciplinaria así
como al procedimiento llevado a cabo para su imposición, constituyen
cuestiones vinculadas directamente con puntos regidos por la Constitución
Nacional, la ley 24.660 y las normas de derecho internacional dentro de las
cuales ésta se encuentra inserta, materias que están sometidas a control judicial
del juez de ejecución y al doble conforme a través del recurso previsto por el
art. 491, C.P.P.N.
Dado que el art. 491 del C.P.P.N. prevé que, contra las resoluciones de
los jueces de ejecución sólo procederá el recurso de casación, el recurso de
apelación interpuesto contra la resolución que impuso una sanción disciplinaria
al condenado fue correctamente denegado y corresponde rechazar la queja
interpuesta.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 27.027, MORALES, Carlos A.
Rta: 30/06/2005
Se citó: (*)
C.I.D.H.,
caso
11.137,
C.I.D.H./O.E.A./ser/L/V/II.97, cons. 20.
621
Informe
55/97,
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
RECURSO DE QUEJA.
Defensa. Propuesta de medidas de prueba. Denegatoria por parte del
juez. Agravio. Procedencia.
La negativa del juez de grado respecto de la realización de las medidas
de prueba propuestas por la defensa, resulta susceptible de causar agravio al
recurrente (del voto del Dr. Gerome).
La denegatoria del magistrado a realizar las medidas probatorias
propuestas por la parte, podría menoscabar el derecho de defensa en juicio, por
lo cual su decisión resulta recurrible (*) (del voto del Dr. Bunge Campos).
Por tanto, corresponde declarar mal denegado y conceder el recurso de
apelación interpuesto.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Gerome, Escobar (en disidencia), Bunge
Campos. (Sec.: Paisan).
c. 26.672, DELCONTE, Mariano.
Rta: 11/05/2005
Disidencia del Dr. Escobar: Tenida en consideración la etapa procesal de los
actuados, la decisión del juez de grado resulta irrecurrible (**), de acuerdo con
lo prescripto por el artículo 199 del C.P.P.N. y no debe hacerse lugar al recurso
de queja deducido.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 25.269, "Villa, Federico y otros s/
queja", rta: 15/9/2004.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 3.224, "Della Maggiora, A.", rta:
13/7/1995.
622
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
RECURSO DE QUEJA.
Extracción de sangre. Gravamen irreparable. Procedencia.
Dado que la medida ordenada por el juez, consistente en la de extracción
compulsiva de sangre del imputado, puede causar gravamen irreparable o de
dificultosa reparación ulterior, corresponde hacer lugar al recurso de queja
interpuesto por su defensa.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
c. 26.370, CARBO, Lisandro.
Rta: 19/04/2005
RECURSO DE QUEJA.
Imputaciones recíprocas. Sobreseimiento del imputado. Procesamiento
del querellante. Gravamen irreparable. Procedencia.
Si el juez dispuso el sobreseimiento del imputado y el procesamiento
del querellante por la existencia de imputaciones recíprocas que anteriormente
habían determinado la acumulación de los sumarios, sumado a que las
imputaciones eran diversas y que, al no estar firme el procesamiento, el
recurrente sigue revistiendo la calidad e querellante, el sobreseimiento dictado
puede causarle gravamen irreparable.
En el contexto de imputaciones recíprocas cruzadas e incluso dispares,
el hecho de que adquiera firmeza el sobreseimiento de uno de los sujetos del
conflicto, necesariamente afecta los intereses de los restantes implicados,
máxime si quien aparece como agraviado no ha perdido su calidad de
querellante, con lo cual sostiene su reclamo (del voto del Dr. Bruzzone al que
adhirió la Dra. Garrigós de Rébori).
623
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por ello, debe hacerse lugar al recurso de queja interpuesto por el
querellante.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi (en disidencia), Garrigós de
Rébori. (Sec.: Cantisani).
c. 26.095, LAMBERTINI, Eduardo Alberto Simón.
Rta: 02/06/2005
Disidencia del Dr. Rimondi: Dado que el patrocinante de la querella no es
parte, no puede recurrir.
Por ello, al no presentarse las circunstancias que habilitan la actuación
del gestor judicial, debe rechazarse la queja interpuesta.
RECURSO DE QUEJA.
Libertad ordenada por comisaría. No equiparación a resolución judicial.
Ministerio Público. Ausencia de gravamen. Rechazo.
Las solturas ordenadas por comisaría no pueden ser consideradas
técnicamente resoluciones judiciales.
Por otro lado, el temperamento adoptado en tal sentido, adoptado por un
magistrado, autoridad designada por la C.N. para ordenar o legitimar la
detención de las personas, como grave restricción de la libertad ambulatoria art. 18-, no causa gravamen al Ministerio Público Fiscal de difícil o imposible
reparación ulterior, al margen de los institutos que para su oportunidad prevé la
legislación penal -arts. 316 y 317 del C.P.P.N.- (*).
Por tanto, corresponde no hacer lugar al recurso de queja interpuesto.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Sec.: Paisan).
c. 26.318, MONTENEGRO, Luis Ricardo.
624
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 20/04/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 21.920, "Marquez, Martin", rta:
2/12/2003; c. 24.140, "Romero, José Eduardo", rta: 13/4/2004; c.
25.210, "Almanza, César Damián", rta: 23/9/2004 y Sala VII, c.
17.113, "Redondo, Germán W.", rta: 9/10/2001.
RECURSO DE QUEJA.
Libertad por comisaría. Apelación del fiscal. Improcedencia.
El representante del Ministerio Público Fiscal no se encuentra facultado
para recurrir la decisión adoptada por el juez a través de la cual dispusiera la
soltura del imputado desde la sede prevencional, toda vez que no resulta alguno
de los casos que la ley establece para hacerlo (art. 433 del C.P.P.N.).
Por ello, corresponde no hacer lugar al recurso de queja interpuesto.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.376, FELICIANO, Claudio D. y otro.
Rta: 25/04/2005
RECURSO DE QUEJA.
Pedido de secuestro. Denegatorio. Agravio irreparable. Procedencia.
La denegatoria del pedido de secuestro es pasible de causar un agravio
de insuficiente reparación ulterior.
625
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por ello, debe hacerse lugar al recurso de queja interpuesto por la parte
querellante.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo (en disidencia),
Garrigós de Rébori. (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.741, LEGUIZAMON, Roque Aniceto.
Rta: 03/06/2005
Disidencia del Dr. González Palazzo: El rechazo de las medidas de prueba
propuestas no es recurrible, dado que es una cuestión discrecional del juez de la
causa y su apelación está expresamente vedada (art. 199 del C.P.P.N.).
Por ello, debe rechazarse la queja interpuesta.
RECURSO DE QUEJA.
Situación procesal del imputado. Negativa de su dictado. Gravamen
irreparable. Procedencia.
La negativa del magistrado de primera instancia al dictado de un auto
que resuelva la situación procesal de quien ha sido indagado, amparándose en
el art. 215 del digesto ritual, causa gravamen irreparable al representante del
Ministerio Público Fiscal como guardián del debido proceso (*).
Por ello, debe hacerse lugar al recurso de queja articulado por el
Ministerio Público Fiscal.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.608, GARCIA DE LA MATA, Angel.
Rta: 07/04/2005
626
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 26.338, "Rec. de queja en c.
47.330, Fray Luis Beltrán Nº 266, 1º C", rta: 3/3/2005.
REQUERIMIENTO DE ELEVACION A JUICIO.
Falta de procesamiento. Defensa en juicio. Nulidad.
Lo dispuesto en el art. 215 del código de rito no constituye un
procedimiento especial y, por tanto, no configura una excepción a la regla
genérica del art. 346, que exige como condición para la procedencia del
requerimiento de elevación a juicio, el auto de procesamiento del imputado (*).
La ausencia del dictado de un auto que resuelva la situación procesal
del incuso implica despojarlo de la posibilidad de apelar su eventual
procesamiento, lo que importa un evidente menoscabo a la garantía
constitucional de defensa en juicio.
Por ello, debe declararse la nulidad del decreto por el que se corre vista
al fiscal en los términos del art. 347, inc. 2° del C.P.P.N. y del requerimiento
de elevación a juicio.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Filozof, Pociello Argerich. (Sec.: Collados
Storni).
c. 26.947, RUTIGLIANO, Julio.
Rta: 30/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 26.608, "García de la Mata,
Angel", rta: 27/04/2005.
627
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
REQUERIMIENTO DE ELEVACION A JUICIO.
Recurso de apelación. Sentencia en sede comercial. Modificación de la
plataforma fáctica. Art. 352 del C.P.P.N. Excepción. Procedencia.
Si la calificación del hecho endilgado al imputado guarda relación
directa con la sentencia dictada en sede comercial, la cual gravita en la solución
del caso ya que de ella surge que la plataforma fáctica que describe la conducta
reprochada ha quedado sin sustento, procede hacer lugar al recurso de
apelación interpuesto contra el auto de elevación a juicio.
Aun cuando el art. 1105 del C.C. impide la gravitación de la sentencia
civil sobre la penal, cuando se trata de examinar e interpretar los mismos
hechos y pruebas producidos para evaluar, en cuanto a su validez y eficacia,
reuniones de directorio, asambleas y traspasos de acciones, resulta procedente
atender a las conclusiones a las que puede arribar el tribunal competente por la
especialidad en la materia. Si bien la interpretación literal del art. 352 del
C.P.P.N. veda la posibilidad de recurrir la decisión de elevar a juicio el
sumario, debe hacerse una excepción toda vez que los nuevos elementos de
juicio -expediente comercial-, inciden en el desarrollo del sumario.
Por ello, y dado que no existió apropiación fraudulenta del paquete
accionario por parte del imputado, debe revocarse el auto de elevación a juicio
y disponer el sobreseimiento del imputado (arts. 311 y 336, inc. 2° del
C.P.P.N.). (Del voto del Dr. Escobar al que adhirieron el Dr. Gerome y el Dr.
Elbert).
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos (en disidencia), Escobar (en
disidencia parcial), Gerome, Elbert. (Prosec. Cám.: Oberlander).
c. 26.099, GAINZA PAZ, Guillermo.
Rta: 29/06/2005
628
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Disidencia parcial del Dr. Escobar: La desvinculación del imputado deberá
efectuarse en la sede anterior en preservación de la garantía de la doble
instancia.
Disidencia del Dr. Bunge Campos: El auto de elevación a juicio esta
expresamente previsto como inapelable por el código de rito (art. 352 del
C.P.P.N.).
Por ello, y dado que no se comprueba gravamen irreparable ya que no
hay personas privadas de su libertad, sumado a que el auto de procesamiento se
encuentran firme, y en atención al principio de preclusión, debe confirmarse el
auto de elevación a juicio.
RESERVA DE ACTUACIONES.
Imputado individualizado. Improcedencia. Alta médica prematura.
Responsabilidad del médico. Revocación.
Disponer el archivo cuando existe un imputado individualizado
implicaría exhumar el instituto del sobreseimiento provisional, no previsto en
el actual ordenamiento adjetivo. Verificada la existencia de una imputación
concreta contra una persona individualizada, corresponde que el Juez de grado
adecue la situación procesal conforme a los mecanismos establecidos al efecto
por la ley ritual que a su criterio resulten aplicables (*).
Si se encuentra comprobado que el alta médica efectuada por el médico
de la unidad carcelaria imputado lo fue en forma prematura y su consecuente
traslado a una celda o pabellón, con la excusa de brindarle una atención
ambulatoria que nunca le prestó, hizo que su enfermedad (H.I.V.) avanzara de
tal manera que le produjo la muerte semanas después, y si bien los Médicos
Forenses exponen que aún estando internado con control médico no pueden
aseverar que el resultado no hubiese acontecido (inevitabilidad/evitabilidad), el
archivo decretado deberá ser revocado.
En tanto el imputado, al disponer el alta de la víctima, tuvo que haberse
al menos representado la posibilidad de que dicha conducta podía producir un
629
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
peligro en su vida o salud, resulta necesario recibirle declaración indagatoria al
incuso, como así también establecer quién era el encargado de efectuar y
controlar el seguimiento ambulatorio por médico de planta e infectología
dispuesto cuando se le diera el alta.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Prosec.
Cám.: Oberlander).
c. 26.316, PARREÑO, Miguel A.
Rta: 09/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 26.522, "Benítez Cristian Darío
s/archivo", rta: 22/04/2005.
RESISTENCIA A LA AUTORIDAD.
Requisitos del tipo. Dolo. Sobreseimiento. Revocación.
La resistencia a un funcionario público en ejercicio de sus funciones, de
la que habla el art. 239 del C.P., supone la oposición o rechazo del autor -que
implica reacción- a la acción que ya ejecuta el funcionario.
Si el imputado se resistió a la detención al trabarse en un forcejeo con el
preventor que previamente se identificó como policía luego de una larga
persecución automovilística y logró su fuga, ello conduce a tener por
demostrado el dolo del incuso que adecua su accionar al tipo penal en estudio,
y corresponde revocar el sobreseimiento decretado.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.425, OCAMPO, Daniel.
630
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Rta: 29/04/2005
ROBO.
Agravante. Con armas. Palo de madera. Declaración de testigos.
Procesamiento.
Si los denunciantes afirmaron que los imputados despojaron a la
víctima de una bicicleta mediante el uso de un palo de madera con el cual la
amenazaron, no obstante no haya sido encontrado aquél, la circunstancia que la
damnificada -pese a su resistencia- haya cedido en la entrega de su bien, indica
en forma positiva que medio amedrentamiento a causa de un factor, que debe
atribuirse al arma a la que se hizo alusión.
No hay disenso en orden al fundamento de la agravante, ya que el
agente además de lesionar el derecho de propiedad lo realizó mediante un
medio altamente intimidatorio, destinado a vencer la resistencia de la víctima
en la faz ejecutiva del apoderamiento.
Si los testigos pudieron observar un arma, suponer que por no haber
efectuado una descripción de aquella en sentido legal quedaba descartada su
utilización, importaba exigir a los declarantes opiniones científicas o técnicas
cuando su función en el proceso no es esa (*).
Con ello, corresponde confirmar el procesamiento decretado en orden al
delito de robo agravado mediante el uso de armas (art. 166, inc. 2°, primer
párrafo del C.P.).
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Bruniard).
c. 26.498, LUGO, Juan Vicente.
Rta: 11/05/2005
631
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) C.S.J.N., A. 222. L XXVIII, "Aranda, Martín y López, Oscar
Gabriel s/robo calificado", rto: 12/3/1996.
ROBO.
Agravante del art. 41 quater del C.P. Mayoría de edad. 18 años.
Procesamiento.
La agravante prevista en el art. 41 quater del C.P. resulta aplicable a las
personas de 18 años o más que comentan un hecho ilícito con la intervención
de otra que no haya cumplido esa edad al momento del hecho.
Ello surge de los antecedentes parlamentarios que precedieran a la
sanción de la Ley 25.767, en los cuales los legisladores se refirieron a las
personas "de 18 años o más que delinquieren con la intervención de un menor
que no ha cumplido 18 años".
Por tanto, corresponde confirmar el auto que decretó el procesamiento
del imputado en orden al delito de robo en poblado y en banda y robo simple
agravado por la intervención de un menor de edad.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori
(en disidencia parcial). (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.464, CANO, Fernando Ariel y otro.
Rta: 14/04/2005
Disidencia parcial de la Dra. Garrigós de Rébori: El art. 41 quater sólo es
aplicable a las personas mayores de veintiún años pues, al tratarse de una
agravante, habrá de estarse a la interpretación más favorable al imputado, lo
cual lleva a entender a la mayoría de edad en consonancia con la fijada por la
ley civil.
Si el imputado al momento del hecho contaba con dieciocho años de
edad, no se lo podrá considerar "mayor" a los efectos de la norma mencionada.
632
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 23.122, "Contartese, Claudio
Adrián", rta: 22/12/2003.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 24.781, "Escudero, Javier
Alejandro", rta: 22/9/2004.
ROBO.
Art. 41 quater, C.P. Arma de utilería. Procesamiento.
Si los imputados, junto con un menor de 13 años de edad, utilizaron una
réplica de arma de fuego para apoderarse del dinero y otros efectos personales
de las víctimas, corresponde homologar su procesamiento en orden al delito de
robo agravado por ser cometido con arma de utilería, con la participación de un
menor de dieciocho años (arts. 41 quater, 166, inc. 2°, última parte, del C.P., y
306 del C.P.P.N.).
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori
(en disidencia parcial). (Prosec. Cám.: Mouradian).
c. 26.641, VILLAREAL, Mario Alberto y otro.
Rta: 12/05/2005
Disidencia de la Dra. Garrigós de Rébori: La agravante del art. 41 quater del
C.P. constituye un requerimiento típico que, en tanto tal, debe estar abarcado
por el dolo del autor, de forma que no podrá aplicarse cuando el "mayor"
ignore la circunstancia de la minoría de edad otro participante en el hecho, y
este extremo deberá estar suficientemente acreditado.
Dado que el aumento de pena que la norma impone es correlato del
aprovechamiento que haga el "mayor" de esa circunstancia, si se tratara de
tener en cuenta solamente un aumento del riesgo para el bien jurídico en trato,
633
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
también sería del caso aplicar la agravante al "menor" involucrado, lo que la
norma no prescribe.
La figura del art. 166 inc. 2°, 3° párrafo, del C.P., es inconstitucional,
pues la única función del "arma de utilería" al momento de ser utilizada sería
provocar violencia en las personas (*).
En consecuencia, si los imputados actuaron sin que la edad del menor
tuviera ninguna incidencia en el desarrollo del hecho que se les imputa, debe
confirmarse su procesamiento en orden al delito de robo en poblado y en banda
previsto y reprimido en el art. 167 inc. 2° del C.P.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 24.781, "Escudero, Javier A.", rta:
22/09/2004.
ROBO.
Bien jurídico protegido. Teoría de la insignificancia. No aplicación.
Procesamiento.
El art. 162 del C.P. reprime a quien se "apoderare ilegítimamente de
una cosa mueble total o parcialmente ajena".
La figura protege el derecho de propiedad en sentido amplísimo.
De la manera en que se encuentra legislado el hurto, cualquiera sea la
magnitud de la afectación del bien tutelado que resulte del apoderamiento
ilegítimo, en tanto no se prevén grados ni límites, hacen que la conducta quede
comprendida en el referido artículo 162. La insignificancia sólo puede jugar
cuando es tal que lleva a despojar a la cosa de ese carácter. Ello en tanto no se
atiende a la entidad de la lesión patrimonial, sino a la violación al derecho de
propiedad, independientemente del mayor o menor valor de la cosa, aspecto
que es relevante sólo a los fines de graduar la pena" (*).
"El bien jurídico lesionado por el delito de hurto no es el patrimonio,
sino el derecho de propiedad, entendido en el sentido amplio que le asigna la
Constitución Nacional. La ley vigente resta todo significado al mayor o menor
valor de la cosa, pudiendo este tener efecto únicamente para la graduación de la
634
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
pena dentro de los límites fijados en las escalas correspondientes al hurto y al
robo (**).
En relación al valor de la cosa "este delito, está calificado por la ley,
como delito contra la propiedad y este derecho es independiente del valor
económico de cambio que el bien mismo puede tener. ... basta, por lo tanto, que
una cosa tenga el carácter de tal, y que esté en el patrimonio de alguien, para
que pueda ser objeto de hurto, aún cuando ella carezca de valor para los demás,
inclusive para el ladrón" (***).
De ningún modo resulta de aplicación la llamada teoría de la
insignificancia, toda vez que el plomo posee un valor económico innegable, y
al ser el caño siniestrado perteneciente al sistema pluvial de la vivienda, su
sustracción acarrea un perjuicio pecuniario para la víctima, por lo que se ha
acreditado la vulneración al bien jurídico protegido.
Por ello, corresponde confirmar el procesamiento decretado en orden al
delito de robo en grado de tentativa.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Bruniard).
c. 26.827, CASTAÑO, Miguel A.
Rta: 06/06/2005
Se citó: (*) C.S.J.N., "Adami, Leonardo E. y otro", rta: 25/9/86, J.A. 1987, III,
436.
(**) Carlos Fontán Balestra, Tratado de Derecho Penal, AbeledoPerrot, t. V, p. 478.
(***) Sebastián Soler, Derecho Penal Argentino, Tea, t. IV, p.
214/215.
635
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
ROBO.
Cableado eléctrico y timbre de vivienda. Exclusión de la figura de daño.
Procesamiento.
Arrancar cableado eléctrico y sacar el timbre de una vivienda responden
al tipo penal de robo y no en el previsto en el art. 183 del C.P., en tanto ésta
última norma en su parte final prescribe "siempre que el hecho no constituya
otro delito más severamente penado", como así también que los elementos
sustraídos no fueron habidos, circunstancia que conduce a sostener válidamente
que existió un apoderamiento ilegítimo de dichos materiales.
Por ello, corresponde confirmar el procesamiento decretado en orden al
delito de robo simple consumado en dos oportunidades (arts. 55 y 164 del
C.P.).
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Filozof, Pociello Argerich. (Sec.: Collados
Storni).
c. 26.866, BELIZAN, Eulogio.
Rta: 14/06/2005
ROBO.
Comienzo de ejecución. Verbo típico. Actos anteriores. Peligro del bien
jurídico. Inmediatez temporal. Procesamiento. Revocación.
El comienzo de ejecución de un delito no es estrictamente el comienzo
de ejecución de la acción señalada objetivamente por el verbo típico, sino
también abarca los actos que, conforme al plan del autor (el modo de
realización concreto de la acción típica escogida por el autor) son
inmediatamente anteriores al comienzo de la ejecución de la acción típica e
importan objetivamente un peligro para el bien jurídico, bien entendido que un
636
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
acto parcial será inmediatamente precedente de la realización típica cuando
entre este y aquella no haya otro acto parcial en el plan concreto del autor (*).
Para determinar el principio de ejecución deben tomarse en cuenta dos
cuestiones: la puesta en peligro inmediata del bien jurídico protegido y la
inmediatez temporal -cuando se efectúa un acto inmediatamente anterior a la
plena realización de todos o alguno de los elementos del tipo- (**).
Si los imputados no mostraron al damnificado ningún arma de fuego, ni
manifestaron alguna palabra que le diera a entender que le iban a robar, e
incluso uno adquirió mercadería por la que pagó el precio correspondiente, no
se advierte la iniciación de curso causal peligroso por parte de los imputados
para el bien jurídico tutelado por la norma y de acuerdo al plan concreto del
autor.
Por ello, debe revocarse el procesamiento de los imputados en orden al
delito de robo con armas en grado de tentativa, y dictarse su sobreseimiento.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar (en disidencia),
Gerome. (Prosec. Cám.: Oberlander).
c. 26.933, ORTELLANO, Bernardino y otro.
Rta: 09/05/2005
Disidencia parcial del Dr. Escobar: En aras de no vulnerar la garantía
constitucional de doble instancia, debe ser el juez de grado el que disponga el
sobreseimiento de los imputados.
Se citó: (*) Eugenio Zaffaroni, Derecho Penal -Parte General-, Ediar, Bs. As.,
2000, p. 792.
(**) Santiago Mir Puig, Derecho Penal, Parte General, Corregrafic
S.L., Barcelona, 1998, p. 339.
637
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
ROBO.
Concepto de "banda". Asociación ilícita. Art. 41 quater. Participación de
un menor. Procesamiento.
El concepto de "banda" al que alude el ordenamiento de fondo en la
figura de robo y en la de asociación ilícita no son sinónimos, toda vez que la
"asociación" es una clase especial de banda con determinadas características:
una finalidad de cometer ilícitos indeterminados, la organización previa y la
permanencia temporal, mientras que la " banda" que califica a la figura de robo
solo se requiere la mera intervención de tres o mas personas en el hecho de que
se trate (*).
En consecuencia, la mera participación de tres o más personas permite
encuadrar la conducta en el inc. 2° del art. 167 del C.P. La agravante prevista
en el art. 41 quater del C.P. resulta aplicable a las personas mayores de
dieciocho años que cometan un hecho ilícito con la intervención de otra que no
haya alcanzado tal edad al momento del hecho.
Por ello, debe confirmarse el procesamiento del imputado en orden al
delito de robo doblemente agravado por haber sido cometido en poblado y en
banda, con la participación de un menor de edad (arts. 41 quater y 167, inc. 2°
del C.P.).
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori
(en disidencia parcial). (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.645, GUERRERO GUZMAN, Samuel E.
Rta: 20/05/2005
Disidencia parcial de la Dra. Garrigós de Rébori: No se comprueban los
extremos que permiten aplicar la agravante del inc. 2° del art. 167 del C.P., si
sólo se cuenta con la mera yuxtaposición de personas en el hecho incriminado;
638
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
de lo contrario el legislador -de quien no se presume la inconsecuencia o falta
de previsión (**)- lo hubiera expresado.
La calificante del art. 41 quater del C.P., es sólo aplicable a las personas
mayores de veintiún años pues al tratarse de una agravante, debe de estarse a la
interpretación más favorable al imputado, lo que lleva a entender a la mayoría
de edad como aquella fijada por la ley civil (***).
En consecuencia, y dado que a la fecha del hecho el imputado tenía
diecinueve años, no se lo podrá considerar "mayor" a los efectos de la
normativa mencionada y por lo tanto no corresponde agravar la sanción a
imponerle.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 26.290, "Bevaqua, Esteban", rta:
14/4/2004 y c. 25.564, "Di Cerchio, Adolfo Roque", rta: 16/12/2004.
(**) C.S.J.N., L 294 XXII, "López, José Ramón c/ Estado Nacional
(Ministerio de Defensa Estado Mayor General del Ejército) s/ cobro
de pesos", rta: 28/9/1989, Fallos 312:1849 y O 373 XXII, "Olivera,
Lidia O. c/ Estado Nacional (M° de Defensa - Ejercito Argentino)",
rta: 20/02/1990, Fallos 313:132.
(***) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 25.564, "Di Cechio, Adolfo
Roque", rta: 16/12/2004. C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 24.781,
"Escudero, Javier Alejandro", rta: 22/9/2004.
ROBO.
Con armas. Aptitud pare el disparo. Falta de secuestro. Concurrencia
de agravantes. Procesamiento.
Cuando concurren dos agravantes de un mismo tipo penal básico, sólo
corresponde aplicar la más grave de ellas y no ambas a la vez, a fin de no
afectar el principio de especialidad que debe regir para estos casos (*).
Si la aptitud del arma para el disparo se encuentra prima facie
corroborada por los dichos de los agentes policiales y las testigos, quienes
aseveran haber escuchado varias detonaciones, que el arma no haya sido
639
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
secuestrada -pues la esgrimía aquel que logró huir- no impide atribuir su uso al
resto de los partícipes en el hecho, si del relato verificado en los autos puede
concluirse válidamente que existió una conducta llevada a cabo en conjunto
por todos sus participantes, quienes luego de los disparos, intentaron
aprovechar tal situación para, a su vez, darse a la fuga.
El uso de un arma de fuego constituye la violencia requerida para el
tipo del robo.
Por tanto, deben confirmarse los procesamientos decretados en orden al
delito de robo agravado por su comisión con armas de fuego, en grado de
tentativa descartando las agravantes del art. 167, inc. 2° y 4°, en función del
art. 166, inc. 4° del C.P.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
c. 26.508, LUQUE, Enrique A. y otros.
Rta: 06/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 26.048, "Silva, Mauro E.", rta:
7/3/2005.
ROBO.
Con armas. Descargada. Teorías subjetivas. Procesamiento.
Es adecuada la aplicación de la agravante prevista en el inc. 2° del art.
166 del C.P. si el imputado utilizó en el evento, para amedrentar a las víctimas
y así apoderarse de sus pertenencias, un arma de fuego cuya aptitud no pudo
tenerse acreditada por fallas de funcionamiento, además de hallarse
descargada.
Las modificaciones introducidas por la ley 25.882, demuestran que el
legislador no sólo ha tenido en cuenta el poder ofensivo de los instrumentos
640
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
utilizados, sino también el temor que tales instrumentos pueden provocar en la
víctima, es decir, ha receptado mediante la reforma mencionada los
lineamientos de las teorías subjetivas (*).
Por ello, y sin perjuicio de que las víctimas no hubieren podido
visualizar el rostro del autor y por ende hayan referido la imposibilidad de
reconocerlo en caso de volver a verlo, debe confirmarse el procesamiento del
imputado en orden al delito de tentativa de robo agravado por el uso de arma
de fuego no apta para el disparo (art. 166, inc. 2° del C.P.).
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Prosec. Cám.: Fernández de
Cuevas).
c. 26.106, PACHECO, Juan.
Rta: 24/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 25.224, "Giménez Saucedo,
Roberto y otros", rta: 27/12/2004 y c. 25.690, "Domínguez Chavez,
Denis", rta: 29/3/2005.
ROBO.
Con armas. Falta de secuestro. Procesamiento.
La cuestión relativa a la imposibilidad de encuadrar la conducta del
imputado en el tipo penal de robo calificado por faltar el secuestro del arma, se
enmarca en el ámbito de la valoración de la prueba (*).
No obstante la navaja empleada en el suceso no haya sido secuestrada,
si se advierte mediante el testimonio del damnificado el empleo de aquélla, lo
cual provocó un poder ofensivo por parte del imputado al exhibirla y un
debilitamiento de la defensa de la víctima, dichas circunstancias ameritan
encuadrar legalmente la conducta en el delito previsto por el art. 166, inc. 2°
del C.P.
641
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por ello, debe confirmarse el procesamiento del imputado en orden al
delito de robo agravado por su comisión con armas.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori.
(Sec.: Uhrlandt).
c. 26.855, RIQUELME BENITEZ, Martín E.
Rta: 7/06/2005
Se citó: (*) C.N.C.P., Sala I, c. 4.069, reg. 5.154, "Pereyra, Rumildo", rta:
4/7/2002.
ROBO.
Con armas. Ley 25.882. Armas cuya aptitud no pudo comprobarse.
Arma descargada. Procesamiento.
La reforma operada en el art. 166 del C.P., por ley 25.882, abarcó los
casos en que el robo se cometiera con armas cuya aptitud para el disparo no
pueda ser probada, en base al mayor poder ofensivo que importa para la
víctima este tipo de ataques, con menores posibilidades de resistencia o de
defensa, ya que éste no conoce la luego acreditada inaptitud.
Cuando el arma utilizada esté cargada y sea apta para el disparo (tanto
por su funcionamiento como por la idoneidad de las municiones) la conducta es
reputada más grave, y por ello la mayor escala penal contemplada en el inciso
2°, segundo párrafo, de la citada disposición.
Que la norma no prevea específicamente el supuesto de "arma
descargada", no implica interpretación analógica prohibida el equipararlas a
aquellas "cuya aptitud para el disparo no tenerse de ningún modo por
acreditada", toda vez que la propia ley no excluye ningún supuesto, y el modo
en que fue redactada permite aseverar que dicha imposibilidad de acreditación
puede provenir tanto de la falta de secuestro del arma (cuyo uso en el hecho
642
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
pueda ser probado por otros medios de prueba), de la propia inaptitud para el
disparo como de la ausencia de proyectiles del arma incautada.
Ilógico sería contemplar en la calificante aquella arma desprovista de
municiones que no logró secuestrarse, y excluir el arma descargada cuya
incautación se concretó (*).
Por tanto, corresponde confirmar el procesamiento decretado en orden
al delito de robo con armas cuya aptitud para el disparo no pudo tenerse por
acreditada en concurso material con tenencia de arma de fuego de uso civil sin
la debida autorización.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Sánchez).
c. 26.542, CARRANZA, Julio C. y otro.
Rta: 17/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 25.532, "Portilla, Raúl Alberto",
rta: 5/5/2005.
ROBO.
1. Con armas. Revolver descargado. Analogía. Figura simple. 2.
Tenencia ilegítima de arma de guerra. Atipicidad.
1. La conducta de robo con un arma de fuego descargada, debe
encuandrarse en la figura legal de robo simple (art. 164 del C.P.). Si bien son
ciertas las críticas efectuadas a la reforma del art. 166 del C.P., la que, entre
otros casos, no trata específicamente el supuesto de robo con un arma de fuego
habiéndose acreditado que ésta se encontraba descargada, no puede el juez
interpretar analógicamente dicha agravante. Si la letra de la ley no contempla
específicamente el caso de un arma descargada, a diferencia de los demás
643
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
supuestos que sí especifica, no puede entenderse que el arma descargada quede
incluida de todas formas en la agravante (*).
La vinculación de la interpretación al límite del tenor literal no es en
absoluto arbitraria, sino que se deriva de los fundamentos jurídicos-políticos y
jurídico-penales del principio de legalidad. Una aplicación del Derecho Penal
que exceda del tenor literal vulnera la autolimitación del Estado en la
aplicación de la potestad punitiva y carece de legitimación democrática (**).
La prohibición de aplicación analógica es la derivación del principio de
legalidad de mayor complicación e incidencia práctica y consiste en la decisión
de un caso penal no contenido por la ley y la extensión del texto legal a casos
que éste no contiene importa la creación de derecho, lo cual viola el principio
de división de poderes (***).
Aptitud para el disparo puede referirse únicamente al mecanismo del
arma, con lo cual los dos primeros casos que se plantearon como dudosos (robo
con arma cuando su carga o idoneidad de sus proyectiles no pudiera tenerse por
ningún modo acreditado y el robo con arma descargada) no podrían encuadrar
en el nuevo art. 166, inc. 2.3. Tenido en cuenta que los párrafos 1 y 2 exigen un
arma ofensiva, no quedaría otra alternativa que considerar el robo con un arma
descargada o cargada con cartuchos inaptos como un robo simple.
2. La tenencia de un arma de guerra sin municiones resulta una
conducta típica.
El delito tipificado en el art. 189 bis (tenencia ilegal de armas de guerra)
es un tipo penal de peligro abstracto y lo que determina su punibilidad es la
peligrosidad que se supone que conlleva la acción.
En un Estado democrático de Derecho la antijuridicidad requiere por un
lado, la tipicidad penal (principio de legalidad) y por el otro, que los tipos
penales partan, en general, de la descripción de lesiones o puestas en peligro de
bienes jurídico penales (principio de exclusiva protección de bienes jurídicos),
como resultados especialmente graves y/o peligrosos (principio de ultima ratio)
que el derecho penal desea evitar si no concurre un interés prevalente que los
justifique. Si a ello se suma que debe respetarse el principio de culpabilidad (en
sentido amplio), sólo se puede intentar legítimamente impedir tales resultados
644
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
desvalorando y en su caso, prohibiendo las conductas voluntarias que
aparezcan ex-ante como capaces de producir dichos resultados (****).
La antijuridicidad no se agota en la relación entre la acción y la norma,
sino que posee también importancia por su contenido (antijuricidad material) y
en sentido material, una acción es antijurídica en atención al menoscabo del
bien jurídico protegido por la correspondiente norma (*****).
El revolver secuestrado, sin municiones en su tambor, no puso en
peligro el bien jurídico protegido por la norma, es decir, la seguridad pública
(******).
Los principios de lesividad, legalidad, igualdad y culpabilidad, exigen
que los términos se utilicen restrictivamente y en relación al peligro. En el
delito de tenencia ilegal de arma de guerra es necesario probar el riesgo hacia
el bien jurídico ya que, si bien esto podría conducir a una conversión de los
delitos de peligro abstracto en delitos de peligro concreto, surge como una de
las respuestas más adecuadas al respeto de los principios básicos del derecho
penal (*******).
Sostener el castigo por el solo hecho de tener una arma descargada, no
implica sino avanzar en un derecho penal de ánimo, vedado por el sistema
constitucional (********).
Por tanto, corresponde confirmar el procesamiento decretado en orden
al delito de robo simple, en concurso real con robo en poblado y en banda en
grado de tentativa, en concurso real con encubrimiento.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome (en disidencia
parcial). (Prosec. Cám.: Oberlander).
c. 27.141, VARGAS LEIS, Williams.
Rta: 02/06/2005
Disidencia parcial del Dr. Gerome: El delito de tenencia ilegal de arma de
guerra sin la debida autorización legal no requiere detentación permanente de
la cosa sino que sólo se necesita acreditar que se encuentre dentro del ámbito
645
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
de custodia, que tenga un poder de hecho tal que permita por su sola voluntad y
sin necesidad de la intervención de terceros disponer físicamente de aquélla
(*********).
La mera existencia del arma con posibilidades de ser utilizada, ya
amenaza la seguridad común en los términos previstos por la ley
(**********).
El tipo penal en análisis encuadra en los denominados de peligro
abstracto, por lo cual la mera tenencia del arma, sin la debida autorización, y
con posibilidades de ser usada afecta el bien jurídico tutelado, el cual no varía
por la modificación introducida por la ley 25.886.
La sola circunstancia de hallarse descargada el arma, en principio, no
excluiría la posibilidad de riesgo al bien tutelado (***********).
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 25.648, "Marín, Leonardo Fabián
y otros s/ procesamiento", rta:11/11/2004; c. 25.794, "Abregú, Sergio
s/ procesamiento", Rta: 14/12/2004 en las que se citó Iván C. Tolnay,
Las nuevas figuras de robo con arma introducidas por la ley 25.882,
L.L., 29/9/2004.
(**) Claus Roxin, Derecho penal, parte general, traducción de la 2da.
ed. Alemana, Civitas, Madrid, 1997, t. I, p.149.
(***) Bacigalupo, principios constitucionales de derecho penal,
Hammurabi, Bs. As., 1999, p. 76/77.
(****) Santiago Mir Puig, Derecho Penal, parte general, 7ma. ed.,
Euro Editores, Bs. As., 2004, p. 163.
(*****) Hans Heinrich Jeschek, Tratado de derecho penal, parte
general, 4ta. ed., Comares, Granada, 1993, p. 210.
(******) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 15.037, "Rodriguez, Raúl,
O.", rta: 4/4/2001 y c. 19.487, "Alvarado, Ariel D.", rta: 3/3/2003.
(*******) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 24.695, "Yamin, Daniel",
rta: 17/8/2004.
(********) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 20.431, "Lanza, Germán",
rta: 26/6/2003.
646
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
(*********) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 11.903, "Otero, M.",
rta: 5/10/1999.
(**********) C.N.Crim. y Correc., Sala VI, c. 21.732, "Huayamares
León, G.", rta: 5/6/2003; c. 21.307, "Claus, R.A.", rta: 28/5/2003 y
Carlos Creus, Derecho Penal, parte especial, 6ta ed., Astrea, Bs. As.,
1997, t. II, p. 29.
(***********) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 24.695, "Yamin,
D.E.", rta: 17/8/2004.
ROBO.
Con escalamiento. Comienzo de ejecución. Teoría objetivo individual.
Puesta en peligro del bien jurídico protegido. Tentativa. Procesamiento.
El comienzo de ejecución del delito no es estrictamente el comienzo de
ejecución de la acción señalada objetivamente por el verbo típico, sino también
abarca los actos que, conforme el plan del autor (el modo de realización
concreto de la acción típica escogido por el autor) son inmediatamente
anteriores al comienzo de la ejecución de la acción típica e importan
objetivamente un peligro para el bien jurídico, bien entendido que un acto
parcial será inmediatamente precedente de la realización de la acción típica
cuando entre éste y aquélla no haya otro acto parcial en el plan concreto del
autor (*).
Para determinar el principio de ejecución deben tomarse en cuenta dos
cuestiones: la puesta en peligro inmediata del bien jurídico protegido y la
inmediatez temporal -cuando se efectúa un acto inmediatamente anterior a la
plena realización de todos o alguno de los elementos del tipo- (**).
Si el imputado fue sorprendido en horas de la noche en el interior del
patio de la finca del damnificado, para lo cual debió sortear una pared de cuatro
metros de altura aproximadamente, estas circunstancias demuestran que se está
ante actos que, conforme al plan del imputado, son inmediatamente anteriores
al comienzo de ejecución de la acción típica e importan objetivamente un
peligro para el bien jurídico (propiedad).
647
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Por tanto, corresponde confirmar el procesamiento decretado en orden
al delito de hurto con escalamiento en grado de tentativa.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Prosec.
Cám.: Oberlander).
c. 27.009, MADARIAGA, Manuel.
Rta: 18/05/2005
Se citó: (*) Eugenio Zaffaroni, Derecho Penal, Parte General, Ediar, Bs. As.,
200, p. 792.
(**) Santiago Mir Puig, Derecho Penal, Parte General, Corregrafic
S.L., Barcelona, 1998, p. 339 y cc., p. 57.
ROBO.
En banda. Asociación ilícita. Menor. Procesamiento.
El término "banda" que agrava el robo y aquél a que se refiere el art.
210 del código sustantivo que tipifica la asociación ilícita, no son sinónimos.
La primera es el género y la segunda la especie, pues la "asociación" es una
clase especial de banda con determinadas características: una finalidad de
cometer ilícitos indeterminados, la organización previa y la permanencia
temporal, mientras que la "banda" que califica la figura de robo requiere la
intervención de tres o más personas en el hecho.
Si en el suceso se acreditó la intervención de cuatro personas que
golpearon a la víctima, la sostuvieron y revisaron su indumentaria para
apoderarse de sus pertenencias y alejarse juntos del lugar, denota la existencia
de un acuerdo previo de voluntades que sustenta la agravante de en poblado y
en banda.
648
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Resulta aplicable la agravante prevista en el art. 41 quater del C.P. a las
personas de 18 años o más que comentan un hecho ilícito con la intervención
de otra que no haya cumplido esa edad al momento del hecho (*).
La norma no requiere que el menor sea utilizado por los mayores en el
suceso sino que haya tomado parte de él.
Por ello, debe confirmarse el procesamiento de los imputados en ordena
la delito de robo en poblado y en banda agravado por la intervención de un
menor de edad.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, González Palazzo, Garrigós de Rébori
(en disidencia parcial). (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.677, ABERASTEGUI, Cristian Emanuel y otros.
Rta: 01/06/2005
Disidencia parcial de la Dra. Garrigós de Rébori: Para la aplicación del art. 41
quater del C.P., no es suficiente la mera intervención de un menor de edad en el
hecho cometido por mayores -término que comprende a quienes cuenten al
momento del hecho con 21 años, en consonancia con la edad fijada por la ley
civil (**)- sino que haya tenido por objetivo descargar en él la responsabilidad.
Si los elementos reunidos denotan un actuar conjunto, acuerdo previo y
división de tareas incompatible con la utilización del menor por parte de los
mayores, no puede aplicarse la agravante mencionada.
Por ello, debe confirmarse el procesamiento de los imputados en orden
al delito previsto en el art. 167 inc. 2° del C.P.
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 23.122, "Contartese, Claudio
Adrián", rta: 22/12/2003.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 24.781, "Escudero, Javier
Alejandro", rta: 22/9/2004.
649
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
ROBO.
En grado de tentativa. Conflicto en sede civil. Negativa del querellante
de retirarse del inmueble. Conducta ilícita. Sobreseimiento. Rechazo.
Aun cuando las encartadas como el denunciante tuvieran un conflicto
anterior entre ellos, originado en cuestiones propias del derecho civil, tal
circunstancia no justifica la conducta desplegada por ellas ni permite presumir
fundadamente que la voluntad de aquéllas no se encaminó al desapoderamiento
ilegítimo de los bienes de la víctima.
La negativa del querellante a retirarse del inmueble pese a los reiterados
pedidos de las imputadas no autoriza ni torna lícita la conducta de romper los
candados e intentar llevarse las heladeras comerciales; pues, sostener lo
contrario implicaría admitir la posibilidad de que frente a cualquier conflicto en
que una de las partes se crea con derecho, ejerza justicia por mano propia.
Por ello, debe revocarse el sobreseimiento de las imputadas en orden al
delito de robo en grado de tentativa.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.220, GERVASONI, Julia B. y otras.
Rta: 14/04/2005
ROBO.
En poblado y en banda. Diferencia con la asociación ilícita.
Fundamento de la agravante. Procesamiento.
Si se halla acreditado que el imputado participó en el hecho junto a dos
menores -declarados no punibles- y a otra persona no identificada, se
encuentran reunidos los extremos de la agravante del art. 167, inc. 2° del C.P.,
650
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
en tanto no corresponde asignar al concepto "banda" las características de la
asociación ilícita.
La razón de la agravante del robo la constituye el mayor poder
vulnerante que implica actuar en conjunto, por lo cual la concurrencia de tres
personas basta para dicha configuración.
El hecho de que la única disposición que contenga la aclaración de
cuantas personas deben integrar la banda sea la del art. 210 del C.P., no implica
que, además, deban darse todos sus requisitos, ya que en ausencia de
determinación en concreto del número de participantes en el hecho debe
realizarse una armónica interpretación de todo el conjunto de normas, la que
lleva a concluir que "tres" son necesarios y suficientes para la agravante en
análisis, cuando su actuación sea conjunta y dirigida a la comisión del hecho.
Por ello, corresponde confirmar el procesamiento decretado en orden al
delito de robo agravado por su comisión en poblado y en banda, en tentativa,
agravado por la intervención de un menor.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
c. 26.480, TEVEZ, Alejandra E.
Rta: 02/05/2005
ROBO.
Reconocimiento por vistas fotográficas. Posterior rueda de
reconocimiento. Validez. Agravante. Arma cuya aptitud no haya podido
ser acreditada. Procesamiento.
La exhibición de vistas fotográficas a la víctima en sede provincial,
oportunidad en la que reconoció a los dos autores, no invalida el
reconocimiento en rueda de personas realizado ante el juzgado de origen.
651
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
La medida no puede ser catalogada de ilegal en tanto fue materializada
en debida forma, tal como lo prescribe el ordenamiento de forma, ni vulnera el
sistema de garantías previstas en la Constitución Nacional, si surge que le
fueron exhibidas tres documentos con vistas de personas del sexo masculino
sin indicarle la identidad de las mismas, ya desde el inicio de la investigación
describió a los autores del ilícito tanto físicamente por su vestimenta y, al estar
personalmente frente al imputado y los demás que conformaron la rueda de
personas, no dudó en reconocerlo como uno de los intervinientes.
No obstante no se haya secuestrado el arma de fuego utilizada en el
robo, si la víctima y un testigo fueron contestes al señalar que les fue exhibido
un arma de esta características, la calificación legal de robo con armas cuya
aptitud para el disparo no ha sido acreditada, ha sido bien aplicada, puesto que
la reforma del art. 166 del C.P., introducida por la ley 25.882, contempla en el
párrafo tercero del inciso segundo la comisión del delito en estas
circunstancias.
Asimismo, de haberse secuestrado un arma de fuego no apta para su
destino o sin proyectiles, hubiera correspondido la misma calificación legal
escogida (*).
Por tanto, corresponde confirmar el auto de procesamiento decretado.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Prosec. Cám.: Fernández de
Cuevas).
c. 25.980, PETRIELLO, Hernán.
Rta: 29/04/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 25.214, "Bazán, Juan Manuel", rta:
21/12/2004.
652
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
SOBRESEIMIENTO.
Contratación por licitación. Urgencia. Necesidad pública. Refacciones.
Procedencia.
De acuerdo a la doctrina del derecho administrativo es diversa la
interpretación que se le puede dar al término "urgencia", circunstancia
requerida a efectos de acudir al medio excepcional de la contratación directa.
Para que esta excepción a la regla de la contratación bajo el sistema de
la licitación pública resulte admisible, la urgencia debe ser concreta, inmediata,
imprevista y probada (*).
Si los funcionarios han sido negligentes en la realización de
determinadas obras, y éstas se tornan gravemente imperiosas por el transcurso
del tiempo, no podrá por tal causa negarse a la Administración la posibilidad de
satisfacer la necesidad pública con la verdadera urgencia que se requiere (**).
Si bien la cuestión de la urgencia es revisable judicialmente, debido a la
variación casuística de los presupuestos fácticos, no debería reemplazarse el
criterio administrativo por el criterio del juez, máxime si ha habido controles
administrativos que han valorado la urgencia, en virtud de efectuar las obras
durante el receso de veraniego.
Si la urgencia en refaccionar las instalaciones de los espacios donde
funcionan dependencias del Gobierno de la Ciudad era real, necesaria y
urgente, ya que las obras se realizarían durante el receso de enero, se
configuran los elementos suficiente que ameritaban a recurrir al trámite
excepcional previsto en el dec. 116/99 , por el cual se habilita a distintas
categorías de funcionarios públicos a disponer hasta determinado tope de
dinero para realizar erogaciones directas.
Por ello, y dado que no es necesario llegar al extremo de que el
deterioro de las oficinas pongan en peligro cierto la vida o salud de los
empleados para considerar que existe "urgencia", debe confirmarse el
sobreseimiento de los imputados.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
653
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 25.636, FATALA, Abel Claudio.
Rta: 20/05/2005
Se citó: (*) José R. Dromi, La urgencia como causal de excepción a la
licitación pública, E.D. 54, 803 y ss.
(**) Agustín Gordillo, Derecho Administrativo de la Economía,
Macchi, Bs. As., 1967, p. 353, citado por José R. Dromi en el art. cit.
SOBRESEIMIENTO.
Extorsión. Amenazas. Coacción. Atipicidad.
El delito de extorsión ataca el bien jurídico "propiedad" cometido
mediante la afectación de la libertad de la víctima y ello se evidencia en la
injusticia o ilegitimidad de lo que se pretende, es decir, que el agente persigue
un beneficio al cual no tienen ningún derecho y para obtenerlo realiza alguno
de los medios comisivos prescriptos normativamente -intimidación propia,
engañosa o violencia- a través del cual obliga al sujeto pasivo a efectuar una
disposición patrimonial.
Si la conducta denunciada consiste en que al tiempo de constituirse en
la sede de la institución que debía brindarle cobertura médica a su padre, el
encartado le habría informado que la intervención quirúrgica a la que debía ser
sometido aquél debía ser soportada por el paciente y que hasta que no se
abonara dicha suma, no se autorizaba la intervención, bajo peligro de muerte,
lo cual le obligó a suscribir los pagarés en cuestión, no se configura el delito de
extorsión en tanto el tipo penal requiere que se trate de una exigencia injusta ilegitimidad del provecho patrimonial que se procura y exige a la víctima- y los
pagarés cuestionados tuvieron por objeto financiar el tratamiento médico al que
debía ser sometido el padre del recurrente -afiliado de la mutual- que no se
encontraba incluido dentro del nomenclador de servicios médicos con
cobertura provistos por dicha institución.
654
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Tampoco surge la existencia de una coacción de índole moral sobre el
querellante que hubiere viciado su voluntad al momento de suscribir los
documentos, puesto que sobre el nombrado sólo pesaba la obligación de abonar
la suma presupuestada para la realización de la operación quirúrgica, y contaba
con la facultad de solicitar el dinero u obtener la financiación de éste por
cualquier otra vía y consecuentemente, aportar las sumas requeridas en el
centro asistencial pertinente, en cuanto no surgen de la pesquisa elementos que
permitan sostener que el denunciante se encontró obligado a recurrir -en forma
exclusiva- a la financiación provista por la mutual.
Con relación a las amenazas denunciadas, corresponde resaltar que más
allá de las manifestaciones vertidas en la decisión impugnada respecto de la
idoneidad de las manifestaciones para configurar el tipo penal en estudio, las
amenazas deben ser injustas -sin derecho para infringir el daño- puesto que las
que resultaren justas -casos en los que el daño amenazado importa el legítimo
ejercicio de un derecho-, en el presente caso, "...hasta que no se abonara dicha
suma no se autoriza la intervención quirúrgica...", aunque vayan enderezadas a
amedrentar a quien las sufre, no resultan típicas.
Por ello, corresponde confirmar el sobreseimiento decretado.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.819, MACCHIAVELLO, Luigi G. y otros.
Rta: 07/06/2005
SUSPENSION DEL JUICIO A PRUEBA.
Prórroga del plazo de supervisión. Omisión de la audiencia previa del
art. 515 del C.P.P.N. Revocación.
Si bien el art. 515 del C.P.P.N. faculta al juez en los casos de
incumplimiento o inobservancia de las condiciones, imposiciones o
655
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
instrucciones, a resolver acerca de la subsistencia del beneficio, o bien, a
disponer su eventual revocatoria, no puede soslayarse que previo a ello el
"...tribunal de ejecución otorgará posibilidad de audiencia al imputado...".
Si el juez prorrogó sin más el plazo de supervisión, con la consecuente
privación de la audiencia mencionada y de la posibilidad de acreditar la
supuesta intervención quirúrgica y consecuente imposibilidad física alegada
por el imputado, corresponde revocar el auto apelado.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 26.258, VERASTEGUI ZUBIETA, Mirco.
Rta: 21/04/2005
SUSPENSION DE JUICIO A PRUEBA.
Revocación. Audiencia previa. Acción u omisión del interesado.
Nulidad. Rechazo.
Aun cuando es indispensable, previo a revocar la suspensión del juicio
a prueba acordada, la realización de la audiencia prescripta en el art. 515 del
C.P.P.N, si la realización de la audiencia se ve frustrada por acción u omisión
del interesado, deviene inaplicable tal criterio jurisprudencial (*).
Por ello, debe confirmarse el rechazo de la nulidad interpuesta por la
defensa del imputado.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 25.991, MACHADO, Julio Rosarino.
Rta: 11/04/2005
656
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala V, c. 23.433, "Moreyra, Alejandro
Martín", rta: 30/12/2003.
SUSPENSION DEL JUICIO A PRUEBA.
Solicitud antes de culminar con la instrucción. Rechazo.
No resulta tempestivo solicitar el beneficio de suspensión del juicio a
prueba antes que la instrucción se encuentre completa (*).
Por tanto, corresponde confirmar el auto que rechazó la solicitud de
suspensión del juicio a prueba.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Prosec.
Cám.: Franco).
c. 26.402, YURGELANES, Norberto.
Rta: 06/05/2005
Se citó: (*) C.N.C.P., Sala I, c. 632, "Botto, Nelo Alfio s/rec. de casación", rta:
20/2/1996. C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 14.482, "Curatola,
Eugenio", rta: 24/10/2000; c. 21.086, "Arias, Jonatan", rta: 2/6/2003 y
c. 24.399, "Bevilacqua, Rolando", rta: 5/10/2004.
SUSTRACCION DE MENORES.
Requisitos. Progenitores. Sobreseimiento. Rechazo.
Para que concurra el delito de sustracción de menor de 10 años (art. 146
del C.P.) se requiere que el hecho se produzca mediante la sustracción apoderarse para sí o para un tercero del menor o apartarlo o sacar al niño de la
esfera de custodia a la que se encuentra sometido-, que la persona sustraída sea
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Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
un menor de diez años y que la sustracción se produzca del poder de las
personas encargadas del cuidado del niño (*).
El sujeto activo de este delito puede ser uno de los progenitores (**).
Si la imputada, concubina del denunciante, hizo abandono del hogar
llevándose a la menor, que se encontraría en Jujuy, debe revocarse el
sobreseimiento dispuesto.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 25.614, PARADA, Fátima Amanda.
Rta: 24/05/2005
Se citó: (*) Edgardo A. Donna, Derecho Penal, parte especial, RubinzalCulzoni, Bs. As., 2001, t. II-A, p. 215 y ssgtes.
(**) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 19.341, "White, Michel s/
procesamiento", rta: 7/10/2002.
TRAFICO DE MEDICAMENTOS PELIGROSOS PARA LA SALUD.
Acción típica. Falta de fecha de vencimiento. Sobreseimiento.
Revocación. Falta de mérito.
El art. 201 del C.P. requiere que la acción típica se desdoble en dos
conductas imprescindibles para su configuración: poner en venta, entregar o
distribuir medicamentos peligrosos para la salud y disimular su carácter
nocivo. Para ello, el agente debe ocultar el carácter nocivo mediante actos
positivos o negativos, cuando la ley lo obliga a actuar (*).
Si algunos envases de medicamentos carecían de sus fechas de
vencimiento o de los números de lotes a los que pertenecía, tenían raspaduras
en los envases externos, o bien las drogas se encontraban vencidas, se
configura la segunda acción positiva que requiere el tipo penal, al disimularse,
callar u omitir la advertencia sobre dicho carácter nocivo, poniendo en
658
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
circulación medicinas peligrosas que podían afectar potencialmente la salud del
público en general en forma indiscriminada.
El tráfico de medicamentos nocivos para la salud (art. 210 del C.P.) es
un delito de peligro abstracto y se consuma con el acto del tráfico. Si la
medicina reviste el carácter de peligrosa para la salud, basta la ejecución de
cualquiera de esos actos para que se presuma, "iuris et de iure", la existencia de
riesgo para la salud de un número indeterminado de personas y se tenga por
configurada la infracción penal (**).
Por ello, y dado que la mera circunstancia de encontrarse los fármacos
vencidos, ya sea por el lapso de un mes o diez años, no exime de la
responsabilidad a la encausada, debe revocarse su sobreseimiento y declararse
la falta de mérito.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González Palazzo, Garrigós de Rébori. (Sec.:
Uhrlandt).
c. 26.601, LOCATELLI, Mónica Leonor.
Rta: 09/06/2005
Se citó: (*) Carlos, Creus, Derecho Penal. Parte especial. Astrea, Bs. As.,
1993, t. 2, p. 72/73 y Ricardo C. Nuñez, Tratado de Derecho Penal,
Marcos Lerner, 1992, t. 5, v. I, p. 121.
(**) C.N.C.P., Sala I, c. 3065, "García, Rodolfo Armando", rta:
14/11/2000.
TRAFICO DE MEDICAMENTOS PELIGROSOS PARA LA SALUD.
Preparación
de
los
medicamentos.
Grandes
cantidades.
Desconocimiento. Falta de control. Colaboración indispensable. Dolo:
prueba. Procesamiento.
659
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Si el imputado, por los conocimientos inherentes a su profesión y por
ser él quien los preparaba, no podía desconocer los efectos que la composición
de los preparados podían causar en los pacientes y las consecuencias nocivas
que su ingesta podía provocar, como tampoco el destino que se les daba, ya que
eran proveídos a granel, cabe concluir que actuó con total desaprensión por los
bienes jurídicos ajenos, en violación de los carriles legales establecidos para la
expedición de medicamentos peligrosos para la salud.
Aun en el caso de que el imputado desconociera la distribución que se
efectuaba en el instituto, la circunstancia de preparar las sustancias sin el
respaldo de una receta confeccionada por un médico a nombre de un paciente
determinado, a granel, sin que estuvieran debidamente rotulados y, por ello
mismo, disimulando su carácter nocivo, amerita el reproche penal de su
conducta puesto que, sin control alguno, brindaba una colaboración
indispensable a sus consortes de causa teniendo conciencia de la calidad de las
sustancias y las consecuencias que podían producir en la salud de los pacientes.
Por ello, y dado que la provisión de semejantes cantidades no hubiera
sido posible sin su ayuda toda vez que se encargaba personalmente de
prepararlos, debe confirmarse el procesamiento del imputado en orden al delito
de tráfico de medicamentos peligrosos para la salud, agravado por la muerte de
una persona (arts. 45, 201, en función del 200, C.P.).
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, Garrigós de Rébori. (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.424, RUSSO, Roberto O.
Rta: 23/05/2005
USURPACION.
De inmueble. Clandestinidad. Ocultación. Art. 2369 del C.C. Acción
típica. Sobreseimiento. Revocación.
660
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
La clandestinidad se refiere a la ocultación de los actos de ocupación
respecto de las personas que tienen derecho a oponerse a ella. Se considera
ocultación tanto los actos realizados con precauciones para evitar que sean
conocidos por los que tienen derecho a oponerse, como aquellos en que el
agente aprovecha la ausencia de esos sujetos o de sus representantes (*).
El art. 2369 del C.C. establece que la posesión es clandestina, cuando
los actos por los cuales se tomó o se continuó, fueron ocultos, o se tomó en
ausencia del poseedor, o con precauciones para sustraerla al conocimiento de
los que tenían derecho de oponerse.
El delito de usurpación consiste en despojar a otro, total o parcialmente,
de la posesión o tenencia del inmueble o del ejercicio de un derecho real
constituido sobre él. En consecuencia, cumple la acción típica de despojar,
quien estando ya en el inmueble por un título que no le acuerda su tenencia se
mantiene en él o expulsa a sus ocupantes del inmueble a su tenedor o poseedor
(**).
Por ello, si la vivienda fue ocupada por quien no tenía contrato de
alquiler alguno, debe revocarse el sobreseimiento dictado.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González Palazzo, Garrigós de Rébori. (Sec.:
Uhrlandt).
c. 26.509, AMBESI, Ana Ester y otro.
Rta: 09/06/2005
Se citó: (*) Carlos Creus, Derecho Penal. Parte Especial, Astrea, 1999, t. I, p.
561.
(**) Carlos Fontán Balestra, Derecho Penal. Parte Especial, Lexis
Nexis, 2002, p. 583/584.
661
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
USURPACION.
De inmueble. Contrato de hospedaje. Tenencia de la habitación. Falta
de pago. Denegación de acceso. Violación de domicilio.
Sobreseimiento.
El contrato de hospedaje es una figura contractual sui génesis, entraña
un contrato de locación innominado por el cual el posadero se obliga a prestar
al huésped determinados servicios, a cambio de una suma de dinero,
periódicamente exigible. Este contrato ni siquiera trasmite al pensionista la
tenencia de la habitación, la que se reserva el hotelero en su totalidad, sino que
le da simple alojamiento o morada, y en caso de falta de pago puede
válidamente impedir el acceso a la habitación sin incurrir en delito de
usurpación (*), mas la ausencia de transmisión de la tenencia también impide
cometer el delito de violación de domicilio.
Por ello, debe confirmarse el sobreseimiento del imputado en orden al
delito de violación de domicilio y usurpación.
C.N.Crim. y Correc. Sala V. Navarro, Filozof, Pociello Argerich. (Sec.:
Collados Storni).
c. 24.334, HUNG, Chuan H.
Rta: 24/05/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, "Espinoza", rta: 23/10/1991, J.A.
1992, IV, 275; Sala III, "Hess", rta: 15/11/1977, J.P.B.A. 37, 7125;
Sala II, "Auge Magin", rta: 30/4/1976; Enciclopedia Jurídica Omeba,
Driskill S.A., Bs. As., 1990, t. XIV, p. 542 y ss.
662
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
USURPACION.
De inmueble. Empresa. Afectación al normal desenvolvimiento.
Turbación. Violencia. Sobreseimiento. Revocación.
Las manifestaciones vertidas por el denunciante en cuanto a la
imposibilidad de cambiar las cerraduras por la actividad de sus empleados, el
indebido usufructo de los bienes existentes en el lugar ocupado y la
imposibilidad de llevar adelante actos posesorios debido a que los imputados
no lo permitieron mediante insultos y ejerciendo una suerte de intimidación,
fuerzan a concluir en que no se puede descartar la verificación de los medios
comisivos preceptuados por el art. 181 del C.P., en tanto el bien jurídico
protegido por el delito de usurpación es el derecho a disponer, usar o disfrutar
de un bien inmueble o derecho real sobre tal bien (*).
Configura el delito de turbación de la posesión (art. 181, inc. 3°, del
C.P.), la conducta desarrollada por terceras personas que en relación o no de
dependencia laboral con la empresa poseedora de la fábrica, realizaron en sus
instalaciones asambleas permanentes, actos de fuerza contraviniendo la
voluntad de los legítimos representantes de aquella, actos de resistencia a
moverse con la consecuente obstaculización física y emisión de expresiones
verbales amenazantes para impedir a fleteros o camioneros autorizados por la
empresa a cargar o mover efectos pertenecientes a la misma" (**).
La violencia a que se refiere el art. 181, inc. 3° del C.P. no queda
reducida como ocurre en el inc. 1° al carácter de medio comisivo (junto con
otros) del despojo, pues la turbación abarca mayores posibilidades de hecho
(***). "...la acción directa o sea el aseguramiento o la satisfacción de una
pretensión por autoridad propia (Ennecce-Rus-Nipperdey, Derecho Civil -Parte
General, vol II, § 223, Barcelona, 1935), no está consagrada por nuestra
legislación salvo los casos de legítima defensa o de estado de necesidad, que
presuponen indispensablemente la circunstancia de que el agente no pueda
obtener en tiempo el auxilio de la autoridad. Con respecto a la posesión de las
cosas, es un caso particular de aquellas defensas el legislado por el art. 2370
del Código Civil. Pero ni este Código ni otra ley alguna de nuestro
663
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
ordenamiento reconocen a nadie, sin mediar aquellas situaciones de excepción,
la facultad de recurrir por sí mismo a las vías de hecho para asegurar o
defender lo que estima su derecho, y mantenerse en ellas ante la pasiva
presencia de la autoridad pública. Ningún precepto legal confiere esa facultad a
los obreros o a cualquier otro sector del pueblo argentino....." (****).
Por ello, corresponde revocar el sobreseimiento decretado.
C.N.Crim. y Correc. Sala VII. Cicciaro, Bonorino Peró, Piombo. (Sec.:
Sánchez).
c. 26.320, KUSEMA, Liliana y otros.
Rta: 03/05/2005
Se citó: (*) C.N.C.P., Sala III, c. 4.207,"D.,D. M. y otro", rta: 11/3/2003.
(**) C.Crim.Correc. de Mar del Plata, Sala III, "S., A. A. y otros
s/usurpación", rta: 7/6/1994, E.D. 160, 315.
(***) Horacio J. Romero Villanueva, Código Penal de la Nación,
Anotado, Lexis Nexis, Bs. As., 2005, con cita de Sup. Corte Bs. As.,
"M., J. C.", rta: 10/11/1992.
(****) C.N.Crim. y Correc., Sala VII, c. 26.679, "Righini, Juan C. y
otros s/ usurpación", rta: 9/11/2004 y C.S.J.N., "Kot, Samuel", rta:
5/9/1958, Fallos 241:291.
USURPACION.
De inmueble. Ocupantes. Despojo. Clandestinidad. Sobreseimiento.
La mera calidad de "ocupante" de un inmueble, aún cuando la
ocupación pueda calificarse de ilegítima, no resulta suficiente para verificar la
tipicidad de la figura de usurpación, pues debe corroborarse también que se
encuentren cumplidos el resto de los elementos de la conducta reprimida.
664
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Si no se ha probado que la conducta haya configurado el despojo que
exige la letra de la ley, en sentido de quitar o sacar de la ocupación o impedir la
ocupación del inmueble, pues los encartados sostienen que cuando entraron a
vivir al lugar ya había varias familias habitándolo, este extremo impide
sostener que el posterior accionar de los encausados haya producido aquello
que se habría consumado con anterioridad, mediante el accionar de aquellas
personas que ingresaron en primer término con la finalidad prevista por el art.
181 del C.P.
Caracteriza el ingreso clandestino la ocupación por actos ocultos, o la
toma del inmueble en ausencia del tenedor, poseedor o cuasi-poseedor, o con
precauciones para sustraer el acto al conocimiento de los que tendrían derecho
a oponerse (*).
Si los moradores habilitaron el servicio de luz, pagando periódicamente,
se presentaron ante la juez comercial planteando las condiciones en que se
encontraban en el inmueble, se hicieron cargo del pago del canon fijado a favor
de la quiebra, y fueron patrocinados por funcionarios del gobierno local en las
sucesivas prórrogas de desalojos, el modo en que era ocupada la vivienda
resulta incompatible con aquella clandestinidad.
Por ello, y dado que la hipótesis sostenida en las indagatorias no ha sido
desvirtuada por ningún elemento agregado a la causa, debe revocarse el
procesamiento de los imputados en orden al delito de usurpación.
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, Garrigós de Rébori. (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.400, ROJAS BOCANEGRA, César y otros
Rta: 29/04/2005
Se citó: (*) Ricardo C. Núñez, Tratado de Derecho Penal, Lerner, Córdoba,
1989, t. IV, p. 487.
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Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
VEJACIONES.
Policía. Golpe
Procesamiento.
con
el
bastón
reglamentario
a
camarógrafo.
Si el suboficial imputado asestó un fuerte bastonazo al damnificado, que se
desempeñaba como camarógrafo de televisión durante una manifestación,
mientras se encontraba caído en el suelo, su conducta encuentra tipificación en
el art. 144 bis, inc. 2° del C.P. por lo cual el procesamiento decretado debe ser
confirmado.
C.N.Crim. y Correc. Sala VI. Bunge Campos, Escobar, Gerome. (Sec.: Paisan).
c. 25.243, SANCHEZ, Luis Alfredo.
Rta: 07/06/2005
VIOLACION DE SELLOS.
Clausura y fajado de comercio. Sobreseimiento. Revocación.
Si la autoridad preventora, a instancias del fiscal contravencional y a fin
de preservar los elementos que se encontraban en el local hasta la disposición
del allanamiento, procedió a la clausura del comercio que se encontraba a
cargo de la imputada y a su franjado, no obstante lo cual al constituirse
nuevamente en el local, a efectos de cumplir la orden de allanamiento, se
constató que la imputada se encontraba en el interior, además de no haberse
logrado el secuestro de elemento alguno, se habría configurado, en principio, el
delito de violación de sellos (art. 254, primer párrafo, del C.P.).
Por ello, debe el revocarse el sobreseimiento decretado.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (sec.: Cantisani).
666
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
c. 25.480, NARVALLO, Paola Pilar.
Rta: 03/06/2005
VIOLACION DE SELLOS.
Dominio funcional del hecho. Delito ya consumado. Sobreseimiento.
Para que pueda hablarse de dominio funcional del hecho cada uno de
los que son considerados autores debe haber tenido la efectiva posibilidad de
controlar el avance o la paralización del suceso. Quien domina el hecho puede
decidir sobre el si y el cómo o, quien puede decidir la configuración central del
acontecimiento (*).
Si no puede descartarse que la totalidad de los imputados hayan
ingresado a la vivienda cuando la violación de sellos ya se había consumado,
no puede sostenerse el dominio funcional del hecho de los imputados. En tanto
no existen elementos que permitan sostener fundadamente que alguno de los
imputados ha realizado maniobras sobre las fajas de clausura oportunamente
colocadas en el inmueble, no se debe homologar el procesamiento dictado.
Por ello, debe revocarse el procesamiento de los imputados en orden al
delito de violación de sellos (art. 254 del C.P.).
C.N.Crim. y Correc. Sala IV. González, Garrigós de Rébori. (Sec.: Uhrlandt).
c. 26.400, ROJAS BOCANEGRA, César y otros.
Rta: 29/04/2005
Se citó: (*) Eugenio Raúl Zaffaroni, Alejandro Alagia y Alejandro Solkar,
Manual de Derecho Penal. Parte General, 1° ed., Ediar, Bs. As., 2005,
p. 605/606.
667
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
VISTA AL QUERELLANTE Y AL FISCAL.
Constitucionalidad. Art. 346 del C.P.P.N. Derecho de defensa.
Rechazo.
La previsión del art. 346 del C.P.P.N. resulta razonable, pues dispone
que el juez corra vista sobre la prosecución o no de la causa a quien
normativamente tiene la titularidad de la acción penal (art. 120 de la C.N.). Tal
procedimiento no produce afectación alguna al derecho de defensa del
imputado, ni conculca la igualdad ante la ley o el debido proceso, pues en caso
de que el fiscal o el querellante soliciten la elevación a juicio, el Código
Procesal da la posibilidad al defensor para que se oponga a ese pedido y
argumente con las objeciones que estime pertinentes (art. 349 del C.P.P.N.); y
este es el verdadero derecho de defensa (*).
Por ello, debe confirmarse la resolución por la cual no se hizo lugar al
planteo de inconstitucionalidad del art. 346 del C.P.P.N.
C.N.Crim. y Correc. Sala I. Bruzzone, Rimondi. (Sec.: Cantisani).
c. 26.205, ALBAMONTE, Lionel Fabricio
Rta: 02/06/2005
Se citó: (*) C.N.Crim. y Correc., Sala I, c. 18.760, "Kim Joon, Oh", rta:
20/9/2002.
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