(17) UN C R Á N E O HUMANO PREHISTÓRICO DE MANILA (FILIPINAS) 165 o b é l i c a y desciende algo más suavemente, pasando por el l a m b d a sin variación apreciable; ciérrase después algo más, de manera que el punto posterior m á x i m o u occipital está situado un p o c o por debajo de aquél (unos 18 ó 1 9 mm.). A partir de este punto (occipital), la curva continúa descendiendo y encorvándose adelante hasta llegar al inio o inión, que t a m p o c o es perceptible y q u e está situado m u y hacia adelante (20 mm., en p r o y e c c i ó n vertical, por delante del punto occipital y unos 17 ó 18 por delante del lambda). P o c o después llega la curva a la parte fracturada del occipital y se pierde detrás de las apófisis mastoides. R e a p a r e c e l u e g o hacia el b o r d e superior del conducto auditivo, para desaparecer de nuevo definitivamente detrás del arco cigomático y de las regiones faciales, malar, orbitaria y nasal. V i s t o según la n o r m a facial (figs. 3 y 4), el contorno del crán e o del A t e n e o Municipal de Manila ofrece en su p o r c i ó n superior una línea casi perfectamente semicircular, sin indicios de depresión apical, que se extiende hasta cerca de la sutura t e m poro-parietal, d o n d e se hallan los e x t r e m o s del diámetro transv e r s o m á x i m o . A c e n t ú a s e aquí un p o c o la curva y se abre de n u e v o para convertirse casi en una recta que desciende oblicua, inclinándose visiblemente hacia adentro, hasta alcanzar las apófisis mastoides, circunstancia que determina el estrechamiento relativo de la base del cráneo. E l resto del contorno craneal queda oculto por la cara. • L a norma vertical que r e p r o d u c i m o s (fig. 5) ( i ) permite referir sin dificultad el ejemplar que estudiamos al tipo ovoide piamente pro- dicho de la clasificación de SERGI; ella muestra clara- mente, además de la forma ovoidea algo excéntrica del contorno, la regularidad de éste, sólo ligeramente deformado p o r un estrechamiento p o c o m a r c a d o ' e n la región de la sutura coronal; vese t a m b i é n la posición relativa de los diámetros, tanto m á x i m o s c o m o mínimos, así c o m o las suturas de la b ó v e d a c o n sus rasgos •característicos. D i c h o contorno deja al descubierto, c o m o p u e d e apreciarse en la figura, todo el arco cigomático y una gran por- (1) La representación fotográfica de esta norma (fig. 6) es bastante oblicua, y su parte posterior está oculta por el paño que cubría el soporte. Memorias de la Real Sociedad Española de Historia Natural, tomo X I , 1921. 12