BIOGRAFÍA DE DARWIN Charles Robert Darwin nació el 12 de febrero de 1809 en Shrewsbury (Inglaterra). Su padre era médico y su madre era hija de un famoso ceramista, además su abuelo era conocido como “científico de ideas poco usuales”. Asistió a la escuela de Shrewsbury donde le impartían clases de estudios clásicos. Con 16 años fue a la Escuela Médica de Edimburgo pero dejó sus estudios de medicina para investigar acerca de los invertebrados marinos. En 1828 fue a la universidad de Cambridge donde estudió la Biblia con el fin de convertirse en pastor. En esta universidad obtuvo el título de licenciado en letras (concretamente teología) en 1831. Darwin seguía teniendo interés por las rocas, fósiles, animales y plantas, así tras leer un libro del explorador Alejandro Van Humboldt decidió emprender una expedición a las Islas Canarias. Más tarde, el 27 de diciembre de 1831, viajó con la Armada Real Inglesa en el barco “Beagle” para hacer una investigación científica, ostentando el puesto de naturalista. La expedición duró cinco años y visitó Brasil, Uruguay, Argentina, Chile, Perú, las islas Galápagos, Tahití, Nueva Zelanda, Australia y otros países e islas de paso. Esta nueva experiencia fue para Darwin el inicio para concebir una nueva teoría sobre el origen y la evolución de las distintas formas de vida de la Tierra. Tras el regreso del viaje en el “Beagle” Darwin pasó los siguientes años clasificando su gran colección de rocas, fósiles, animales y plantas. En 1838 se casó con su prima Emma Wedgwood y tuvieron diez hijos. Ese mismo año escribió un libro que tuvo mucho éxito y pasó a formar parte de la Royal Society. Decidió trasladarse a Down House cerca de Bromley (Kent) donde vivió el resto de su vida. Durante los años 1840 y 1850, Darwin siguió con sus investigaciones y sus escritos, cada vez se convencía más de que las especies cambiaban y concibió la idea de la selección natural. Darwin estaba casi seguro de que las especies evolucionaban de forma natural y no como la Biblia decía y de que las especies no son inmutables, pero no pudo publicar su teoría hasta el 24 de noviembre de 1859 porque sabía que iba a provocar un gran alboroto, y así fue, le llegaron a llamar ¡el hombre más peligroso de Inglaterra!, muchos amigos le dieron la espalda, hasta a la familia le molestó su idea. Aunque por otra parte había personas que reconocieron la sabiduría de las ideas de Darwin y le apoyaron en su teoría. La mayoría de los científicos comprendieron que Darwin tenía razón. Después de publicar “El Origen de las Especies” Darwin no se retiró, siguió con sus estudios e investigaciones y en 1871 publicó “La Descendencia del Hombre y la Selección en Relación al Sexo”, llegando a la conclusión de que los humanos hemos evolucionado como todos los demás animales y de que todos los seres vivos descienden del filamento de la vida. En 1887 se le concedió un título especial por la Universidad de Cambridge. Siguió escribiendo libros y tras un suave infarto, en diciembre de 1881 falleció pacíficamente en Down House, el 19 de abril de 1882 a los 73 años. EXPEDICIÓN EN EL BEAGLE El viaje del Beagle duró casi cinco años, zarparon desde la bahía de Plymouth el 27 de diciembre de 1831 y llegaron a Falmouth el 2 de octubre de 1836. En este viaje el trabajo de Darwin era recolectar especímenes de plantas, animales, rocas y fósiles y redactar informes y notas sobre cada lugar que visitaban. Poco a poco, Darwin iba enviando sus hallazgos a Cambridge. Cruzaron el Atlántico hacia Sudamérica. Al llegar a Brasil quedó asombrado por la selva tropical. Allí encontró un fósil de la cabeza de un perezoso y en el Patagonia descubrió otro fósil de una especie de llama. A Darwin le empezaron a surgir preguntas de cómo se había extinguido el perezoso gigante y la enorme llama, y buscaba la relación entre estas especies y las especies ordinarias que todavía vivían en Sudamérica. En el extremo de Sudamérica, en Tierra del Fuego, Darwin observó a los nativos y escribió: “la naturaleza ha adaptado a los habitantes de Tierra del Fuego al clima y a los productos de su mísero país”. Ésta fue la primera referencia sobre cómo cambiaban o se adaptaban los seres vivos (en este caso humanos) a su entorno. La expedición en el Beagle continuó y en Chile el 20 de febrero de 1835 aconteció un gran terremoto con el que pudo contemplar los terribles estragos causados y observó los indicios de un levantamiento del terreno, y supuso que los cambios catastróficos producidos por el terremoto podrían estar relacionados con la transformación de las plantas y animales. En 1835 el Beagle partió hacia unas pequeñas islas llamadas Islas Galápago. Allí se quedó asombrado de la cantidad de nuevas especies que había y de la gran variedad. En cada una de las islas que constituyen el archipiélago de las Galápago había un tipo propio de cada animal. Particularmente a Darwin le interesaron mucho unos pájaros, los pinzones. Las 13 especies de pinzones de las Galápago no viven en ningún otro lugar, cada una tiene un determinado pico adaptado al alimento que come: 1.- El pinzón de tierra tiene un pico triturador para romper duras semillas. 2.- El pinzón pequeño de tierra tiene un pico menor adecuado para romper pequeñas semillas duras. 3.- El pinzón de los cactus tiene un pico largo para extraer las semillas y el néctar de los cactus. 4.- La curruca tiene un pico largo y fino para apresar insectos. Estos pinzones son un ejemplo típico de la evolución, se cree que procedentes de Sudamérica fueron arrastrados a las islas Galápago por una tormenta. La especie original evolucionó y dio lugar a numerosas especies diferentes. El Beagle siguió su investigación hasta Tahití, más tarde zarpó hacia Nueva Zelanda donde se estremeció al ver las terribles condiciones en que vivían los nativos, ya que los colonos ingleses los habían hecho esclavos. En el océano Índico, Darwin elaboró una teoría cerca de la formación de los arrecifes y atolones de coral. El 2 de octubre de 1836 el Beagle regresó a Falmouth. Sin duda este viaje ha sido el mayor acontecimiento en la vida de Darwin y con toda la información obtenida y el material recopilado prosiguió sus investigaciones sobre la idea de la evolución y de que las especies no eran fijas e inmutables, hasta formar su teoría sobre la evolución y la selección natural, plasmada en su gran libro “El origen de las especies”, publicado el 24 de noviembre de 1859. TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN POR SELECCIÓN NATURAL Darwin se topó por primera vez con la idea de la selección natural en 1838 tras leer un libro de Tomas Malthus, un clérigo y economista político de principios del siglo XIX. Se dio cuenta de un concepto interesante: que los miembros de una especie varían ligeramente con respecto a los demás y de que podía haber selección entre los descendientes. Más tarde Darwin también se quedó asombrado del trabajo del naturalista inglés Alfred Wallace y su teoría sobre la tendencia de las variaciones a alejarse indefinidamente del tipo original. Todo ello ayuda a Darwin a desarrollar su TEORÍA: Evolución significa cambio. Los animales y plantas cambiaban con el tiempo y era la naturaleza la encargada de la selección. Reproducción. Los descendientes son semejantes a los padres y distintos a otras especies. Demasiada descendencia. No todos los hijos sobreviven. Variación. No todos los hijos son iguales y varían con el paso de las generaciones. Selección natural. La vida es una lucha, para hallar alimento, espacio vital, pareja y otros elementos esenciales. Hay rasgos que pueden ayudar a esta lucha, éstos hacen que el individuo esté más adaptado al entorno y mejoran sus oportunidades para sobrevivir y reproducirse. Herencia. Si se hereda un rasgo útil la descendencia del animal o planta también lo tendrá y le ayudará a sobrevivir. Evolución. Tras largos periodos de tiempo los rasgos de una especie son más comunes en ésta y se produce un cambio en dicha especie. El origen de las especies. Las especies más fuertes y mejor adaptadas a su entorno sobreviven, las más débiles se extinguen. Las especies se encuentran en continua evolución y adaptación al medio. DARWIN EN LA ACTUALIDAD Hace 200 años que nació Darwin y 150 desde la publicación de “El origen de las especies”. No le fue fácil escribir su enorme obra, en su época fue un escándalo. Darwin le dedicó muchísimo más tiempo a las consecuencias morales de sus ideas que a desarrollarlas, provocándole una crisis moral. En pleno siglo XXI a Darwin le han vuelto a salir enemigos: los creacionistas. Aquellos que piensan que la evolución no basta para explicar el exquisito diseño de la vida. Dicen que estamos aquí desde hace poco tiempo, que los fósiles son recientes y que el mundo es producto de un diseño inteligente… Es cierto que los trabajos e ideas de Darwin necesitan una revisión y puesta al día, dado que éste no sabía sobre el ADN, ni del papel de la genética en su árbol de la vida. Actualmente los biólogos dibujan un árbol mucho más complejo que el de Darwin. La biología molecular y la genómica ahora demuestran que el concepto de Darwin de un desarrollo vertical era un error. Más que un árbol la evolución parece una tela de araña. El bicentenario del nacimiento de Darwin va a servir para debatir la evolución y defender su enseñanza en las aulas. Sobre todo porque es la idea más brillante que el pensamiento occidental ha podido concebir. Todos los estudiantes tienen derecho a conocer la grandeza de esta percepción de la vida, con una naturaleza cambiante, en constante modificación, mediante la selección natural. En este sentido Darwin es superior a Newton, pues éste interpretó la materia inerte, mientras que Darwin ofrece una explicación coherente a todo el universo orgánico de células y huesos. Es de la esencia de la vida de lo que hablamos y seguiremos hablando de ella a pesar de los obstáculos. Confiemos en el día en que la evolución no sea sólo ciencia y nada más. No dejaremos de lado las cuestiones filosóficas o morales, pero hay que debatirlas desde la libertad que da el verdadero conocimiento. BIBLIOGRAFÍA 1. Charles Darwin y la evlución (Celeste Editores SA, 1992) 2. El origen de las especies, Richard E. Leakey (Ediciones del Serbal SA) 3. Darwin. La expedición en el Beagle (1831-1836) Alan Moorehead (Ediciones Serbal SA) 4. El árbol de la vida, Peter Sís (Rquer editorial) Otras informaciones: 5. Artículo de revista Tribuna, Darwin y su bicentenario, Mario García Bartual (paleontólogo y divulgador científico) por Internet. 6. Artículo revista Telecable, marzo 2009 de Esteban Sánchez-Ocaña.