PERSONAS Los gerentes de nivel medio se sienten abrumados por lo que se les exige en las organizaciones. Debido a que son quienes logran que las cosas se hagan, es necesario revertir la desolación que los aqueja. POR TACY M. BYHAM 152. agosto-septiembre 2012 Ningún niño sueña hoy con ser un gerente de nivel medio cuando sea grande. La gerencia media está subestimada, pero no siempre ha sido así. De hecho, en la historia de la mayoría de las compañías fue la que llevó adelante el negocio. En las últimas décadas, sin embargo, autores y consultores pintaron a los supervisores como burócratas que ponían palos en la rueda de los empleados en contacto directo con los clientes. Y las empresas respondieron a esas críticas despidiendo franjas enteras de gerentes medios. Por supuesto, los trabajadores aún necesitan supervisión, dirección y gestión. En consecuencia, las compañías seguirán apoyándose en sus líderes medios para ejecutar estrategias, impulsar resultados y, en última instancia, lograr que el trabajo se haga. “Independientemente de la iniciativa de alto impacto que elija el CEO, el equipo de la gerencia media determinará si es un éxito o un fracaso”, observó con acierto Jonathan Byrnes, del MIT. No es arriesgado decir que, a medida que las organizaciones luchan por participación de mercado, rentabilidad y hasta viabilidad en una economía cada vez más competitiva, sus mandos medios simbolizan estos desafíos. En Lo que vio el perro y otras aventuras, Malcolm Gladwell sostiene que la gerencia media es un reflejo del estado de frenesí de las organizaciones. “No es posible empezar en la cima para conocer la historia —escribió—; hay que empezar en la mitad, porque allí está la gente que hace todo el trabajo.” ¿Cuál es la historia a la que alude Gladwell? Una historia de estrés, olvido y lucha para adaptarse a roles y expectativas cambiantes, ya que los supervisores trabajan para hacer más con menos, en un ambiente crecientemente complejo y exigente. También es una historia llena de riesgos para las organizaciones que se apoyan mayoritariamente en sus gerentes medios. en wobi.com Personas 02 Desarrollo profesional 03 Desempeño 04 Cultura organizacional 01 El nivel descuidado Los gerentes medios viven hoy en un ambiente similar al de una olla a presión. Para saber cómo se sienten, pregúnteles. wobi.com/magazine 153. PERSONAS “Los gerentes medios se quejan por una remuneración insuficiente, demasiado trabajo y poco reconocimiento, y falta de desarrollo de carrera.” Conozco a uno que tiene 72 subordinados directos, y es el responsable de evaluar el desempeño de cada uno. Otro me dijo que pertenecía a un grupo de gerentes medios de una función organizacional. Los repetidos despidos redujeron ese grupo, hasta que se dio cuenta de que era el único que quedaba para realizar el trabajo que antes hacían muchos. Las demandas eran tantas, y las expectativas tan irracionales, que decidió renunciar. El descontento no es sólo anecdótico. En una investigación de Accenture, los gerentes medios identificaron como sus principales dolores de cabeza una remuneración insuficiente, excesivo trabajo y poco crédito obtenido a cambio, desequilibrio entre la vida laboral y la privada, y falta de desarrollo de carrera. Por su parte, un estudio realizado en 2010 por DDI y el Human Capital Institute descubrió el fenómeno emergente de la “espiral de desolación”. Esta sensación es resultado del mayor estrés que experimentan los gerentes medios mientras luchan para hacer más con menos personal, y con personal cada vez más estresado y menos comprometido. Según la investigación, el 41 por ciento de los responsables de recursos humanos sostuvo que el nivel de compromiso de los líderes medios de su organización había “caído 154. agosto-septiembre 2012 notablemente” en los últimos 18 meses. Aunque las empresas hayan comenzado a comprender la importancia crítica de sus gerencias medias, hay un notable y verdadero legado de descuido. ¿Cómo llegamos aquí? Dos han sido las tendencias que moldearon a la gerencia media en las últimas décadas. Una es el achatamiento de las organizaciones. Mientras que alguna vez los múltiples niveles de gestión definían una empresa, las reducciones de personal, los esfuerzos de reingeniería y las reorganizaciones redujeron el management a una estructura esquelética, en la que los roles de la gerencia media se definen por una mayor amplitud de control y más responsabilidad. Hoy, los denominados “mandos medios” incluyen desde un gerente general o de distrito, que está al frente de un puñado de líderes en contacto con los clientes, hasta un líder operativo que maneja presupuestos multimillonarios y varios cientos de empleados. Y toda la gama intermedia. La estructura organizacional antigua, cuestionada por excesiva e innecesaria, de alguna manera resultaba acertada. Permitía, por ejemplo, preparar a líderes para conducir la empresa. Y esas personas llegaban a la cima con una gran base de habilidades, experiencia y conocimiento. Pero aquellos años quedaron atrás. Ahora, en organizaciones más chatas, a los líderes se los promueve para “salir a flote o ahogarse”, y la dirección espera que comiencen a dar resultados rápidamente. La segunda tendencia es la creciente complejidad que caracteriza a las organizaciones mientras luchan por competir, crecer, manejar los costos, innovar y, en algunos casos, sobrevivir. Lejos están los días de fuerte centralización y mercados estables, imperturbables a los avances de la tecnología y la globalización. Ahora se convoca a los gerentes medios para que lideren equipos de trabajo cada vez más dispersos geográficamente, trabajen en una matriz con responsabilidades difusas, y acepten que una mayor parte de su tarea sea la de ejecutar estrategias y satisfacer las necesidades de los consumidores. Esto significa que las empresas cuentan con ellos más que nunca. La convergencia de estas dos tendencias estranguló a la gerencia media, con el consiguiente riesgo para las organizaciones. Porque un gerente medio que se siente sobrecargado, extenuado y subestimado, dejará de comprometerse con su equipo y no podrá hacer todo lo que se le ha encomendado. Y cuando pierda el compromiso, el riesgo de que se vaya será mayor. De hecho, según una encuesta de McKinsey, sólo una minoría de gerentes medios (36 por ciento) dijo que la posibilidad de quedarse otros dos años con sus actuales empleadores era muy probable. Una brecha en las habilidades Para entender qué necesitamos de los gerentes medios debemos ser más específicos en términos de lo que les pedimos que hagan. Y lo cierto es que trabajan en una suerte de limbo organizacional: están demasiado abajo en la pirámide como para formular una estrategia, y en muchos casos conocen poco sobre los clientes, razón por la cual no pueden satisfacer sus necesidades. Pero lo que hacen es importante y la parte más pesada del trabajo: la ejecución. Sus actividades suponen responsabilidades críticas, como impulsar los resultados, asignar recursos, coordinar mano de obra, negociar con proveedores y socios, solucionar problemas, promover la eficiencia y mantener los costos a raya. En consecuencia, la gerencia media es el eslabón entre adónde quiere ir la organización y lo que se necesita para llegar a ese destino. Específicamente, los líderes de nivel medio deben encarar cuatro desafíos clave: impulsar el desempeño en un mundo cambiante, manejar la integración horizontal en una organización compleja, liderar y desarrollar talento, y tomar decisiones difíciles. Sin embargo, la encuesta a mandos medios de DDI reveló una situación contrastante. Entre las actividades a las que dedicaban más tiempo mencionaron asignar recursos, negociar y ejecutar. Desarrollar talento, uno de los roles más importantes que las empresas esperan de sus líderes, apareció en un lejano octavo lugar (ver recuadro “La gran desconexión”). El informe sobre proyección de liderazgo realizado por DDI en 2011 aporta más evidencia de que los líderes no están en sincronía con lo que necesitan sus organizaciones. Las cinco habilidades críticas que identificaron para llevar al éxito a una empresa fueron impulsar y administrar el cambio, identificar y desarrollar futuros talentos, fomentar la creatividad y la innovación, entrenar a otros y ejecutar la estrategia organizacional. Sin embargo, cuando se les pidió que calificaran su efectividad en cada habilidad de liderazgo, alrededor del 40 por ciento reconoció su ineficiencia en por lo menos una de ellas. ¿Por qué la desconexión? Una razón es que las organizaciones están persuadiendo al nivel medio a hacer más con menos. En el informe de DDI, casi el 70 por ciento de los gerentes medios dijo que su estrés La gran desconexión Muchos estudios identificaron las habilidades críticas que deben tener los líderes. Pero, si se compara esa lista con lo que se le pide a la gerencia media, lo primero que se advierte es una gran desconexión entre los roles estratégicos que las organizaciones necesitan de sus líderes y los roles tácticos en los que pasan la mayor parte del tiempo. Las habilidades que deben tener los líderes • Administrar el cambio • Impulsar la innovación • Desarrollar el talento • Ejecutar la estrategia • Entrenar a otros Los roles que desempeñan los gerentes medios con mayor frecuencia • Asignar recursos: 19% • Negociar: 17% • Ejecutar: 15% • Impulsar el cambio: 9% • Innovar: 9% • Pensar globalmente: 7% • Apoyar el talento: 3% wobi.com/magazine 155. PERSONAS “La gerencia media es el eslabón entre adónde quiere ir la organización y lo que se necesita para llegar a ese destino.” Cómo cambiar el panorama Apoyo, recursos y desarrollo de carrera son condiciones necesarias, pero no suficientes. Otro abanico de acciones puede contribuir a mejorar la situación de los gerentes medios y, por añadidura, lograr que aporten valor a las empresas en las que trabajan. Identifique a los individuos de alto potencial y a los de excelente desempeño, e invierta en ambos grupos. Los primeros son el futuro estratégico de la organización. Pero una población mucho mayor, y merecedora de más atención, es la de los gerentes medios de “alto desempeño”, por cuanto la organización necesita que sean excelentes en sus roles. Para determinar sus fortalezas y necesidades de desarrollo, el sistema de evaluación 360º es una buena solución porque puede administrarse a grandes poblaciones a un costo relativamente moderado. Más allá de cómo se reúnan los datos, lo que importa es que la compañía los evalúe para brindarles la información que guíe la planificación de sus carreras profesionales. Adopte un método de desarrollo para el negocio/el rol/el individuo. Las habilidades de liderazgo de los gerentes medios deben desarrollarse poniendo el énfasis tanto en el crecimiento personal laboral había aumentado debido a la gran carga laboral y a una mayor presión para tener éxito. Al mismo tiempo, sólo el 10 por ciento manifestó que se sentía “bien preparado” para desempeñar su rol. La buena noticia es que las empresas están despertando a la realidad. Saben que para poder cumplir con la estrategia de negocios tienen que dar apoyo, recursos y posibilidades de desarrollo a sus gerencias medias. Lo concreto es que la situación actual de la gerencia media no sólo es deprimente, sino además insostenible. Nadie sugiere aliviar la 156. agosto-septiembre 2012 como en su contribución a la empresa. Por lo tanto, implica una amplia comprensión del negocio, claridad sobre sus roles para apoyar las prioridades estratégicas de la compañía y una comprensión realista de sí mismos en términos de personalidad, experiencias y capacidades. Es importante subrayar la visión del desarrollo como “un viaje de aprendizaje”. La fórmula 70/20/10 es una buena regla práctica, según la cual el 70 por ciento del aprendizaje se genera en el trabajo; el 20 por ciento proviene de programas de coaching o mentoría, y el 10 por ciento, de programas de educación formal. Y no debe subestimarse lo que los gerentes medios pueden aprender de sus pares, trabajando juntos para solucionar problemas, innovar, o encontrar una solución para mejorar un proceso o producto. Las redes que se crean ayudan a fomentar el compromiso. Impulse el éxito: un rol para cada uno. En las organizaciones que están apoyando a sus niveles medios con éxito, es posible observar algunas mejores prácticas comunes. El liderazgo senior reconoce la importancia de una gerencia media fuerte y aumenta el presupuesto de capacitación. Los ejecutivos se toman tiempo para estar presentes en sesiones de aprendizaje o actuando como mentores. Y, en muchas empresas, el departamento de recursos humanos diseña planes de desarrollo de carrera mediante movimientos laterales y ascensos. presión restaurando los niveles organizacionales. Pero las empresas —y, sobre todo, sus máximos líderes— tienen que ser más conscientes de los desafíos que enfrentan los gerentes medios y más activas en abordarlos. Porque si ellos son realmente los responsables de ejecutar los planes clave, merecen consideración, recursos y reconocimiento. z © WOBI/THE CONFERENCE BOARD REVIEW Tacy M. Byham es vicepresidenta de desarrollo ejecutivo en la consultora Development Dimensions International. + en WOBI T V Humanos con recursos jueves 16 de agosto