La fauna anofélica de las islas Canarias

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La fauna anofélica de las islas Canarias
por
L. Nájera.
E l Dr. Nájera dió cuenta de que, con motivo de una misión que le
f u é confiada por la Dirección General de Sanidad para el estudio de la
epidemiología del paludismo en Canarias, visitó, durante la segunda quincena de enero y la primera de febrero pasados, las islas de Gran Canaria, Tenerife y Santa Cruz de la Palma, logrando capturar gran cantidad de culícidos en todas ellas, a pesar de la época del año en que ha
realizado la exploración de dichas islas, poco favorable a tal objeto.
Dicho material, que se propone estudiar seguidamente y de cuyos resultados espera poder dar cuenta en sesiones próximas, confía, en razón de, su abundancia, que le permitirá completar el conocimiento de la
fauna canariense, todavía mal conocida respecto a la importantísima familia de los Culícidos.
E n relación concretamente con la epidemiología del paludismo, ha logrado capturar larvas, ninfas y adultos de Anofelinos (Anopheles y Myzovayid) en doce localidades diferentes de Gran Canaria, prácticamente
diseminadas por toda la superficie de esta isla, así como en cinco de Tenerife.
Estos hallazgos son indudablemente de interés, dado el recrudecimiento experimentado por el paludismo en estos últimos años y, desde el
punto ele vista entomológico, porque los datos relativos a la existencia
de Anofelinos en Canarias son escasísimos a juzgar por la literatura y
a pesar de que varios naturalistas visitaron aquellas islas para recoger
dípteros y lograron capturar diversas especies de la familia Culicidae.
Así, por ejemplo, el caso de Becker, que recorrió las islas de Gran
Canaria, Tenerife y Santa Cruz de la Palma en dos ocasiones: la primera, del i de diciembre de 1900 al 15 de mayo de 1901, y la segunda,
en los meses de mayo y junio de 1904, sin que hallase ningún anofelino.
según consta en su importante obra Dipteren der Kanarischen
Inseln
und der Insel Madeira, Berlín, 1908.
L o mismo ocurre con otras obras importantes, ya de conjunto, ya
relativas a las islas Canarias, como es el caso de las de Webb y Berthelot, Ficaibi, Kertész, Séguy (sobre el viaje de Le«ne) y Frey, para no
citar más. Solamente se exceptúan Theobald, que cita Myzomyia hispaniola hallada por el Dr. Grabham, y Christophers, que añade Anopheles sergenti.
Entre los autores españoles, solamente Pittaluga dice haber hallado
larvas de Anopheles en L a Orotava, pero sin determinación específica.
Todavía aumenta el interés de la cuestión si se tiene en cuenta que
muy recientemente (1942) Gerner y Behrens (que permanecieron en Gran
Canaria más de un año) han publicado un trabajo en el que afirman que
sólo en la parte meridional de la citada isla existen Anopheles, limitándose a tal afirmación sin aportar datos entomológicos.
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