Aplicación de un sistema de gestión medioambiental y mejoras

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Aplicación de un sistema de gestión
medioambiental y mejoras obtenidas
en la obra. Casos prácticos
MARÍA GRACIA CORRALES DÍAZ
Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos.
Directora del Departamento de Medio Ambiente.
NECSO Entrecanales Cubiertas, S. A.
RESUMEN
El objeto de esta comunicación es presentar de forma genérica cómo se
desarrolla e implanta un sistema de gestión medioambiental en una empresa constructora, y en particular en una obra, y cómo el sistema constituye una herramienta fundamental para:
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Conocer el efecto que la actividad de construcción en sí puede tener
sobre el entorno.
Identificar requisitos legales y de otro tipo, de carácter medioambiental que afectan al hecho de construir.
Planificar las medidas oportunas para evitar, minimizar y corregir los
efectos negativos de los trabajos que se realizan en la obra.
Cada uno de estos puntos se desarrolla sobre casos prácticos de obras
que en estos momentos se llevan a cabo, especialmente en lo que se refiere a la puesta en marcha de las medidas prácticas:
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Gestión de residuos
Prevención de vertidos al agua y al terreno
Protección de la vegetación, etc.
En la ponencia se relacionarán las principales líneas de actuación futuras en relación con el sistema de gestión ambiental de la empresa.
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I Congreso de Ingeniería Civil, Territorio y Medio Ambiente
1.
DECISIÓN DE IMPLANTACIÓN DE UN SISTEMA
DE GESTIÓN MEDIOAMBIENTAL
La influencia de las actividades de construcción, y en general de todas las actividades productivas, sobre el medio ambiente está generando una preocupación social cada
vez mayor. Ejemplos de la «actualidad» de la preocupación y sensibilidad social por los
temas medioambientales se pueden ver todos los días en los periódicos.
Figura 1.
Esta preocupación se refleja además en el aumento progresivo de la legislación,
cuyo incumplimiento puede derivar en sanciones económicas, administrativas e incluso penales.
Tres valores estratégicos definen la filosofía empresarial de NECSO: Tecnología, Experiencia y Calidad. El compromiso con la CALIDAD es pues un principio fundamental en todas las actividades de la empresa, incluyendo la protección al medio ambiente
como un factor básico de la misma. Todo esto queda plasmado en la declaración de
principios generales de la Dirección, que se concreta en la POLÍTICA GENERAL DE
CALIDAD:
La CALIDAD debe ser para NECSO un elemento diferenciador y reconocible desde el
comienzo de su actividad, formando parte del sistema de ejecución de las obras, como re querimiento indispensable para garantizar sus resultados de manera consistente.
Este enfoque de la CALIDAD debe hacerse desde los valores fundamentales de trabajo
en equipo, eliminación de toda actividad que no aporte valor añadido real (como los costes
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de mala calidad), respeto al medio ambiente, satisfacción por el trabajo bien hecho, espíri tu de servicio, fundamento técnico de la ejecución de las obras y cumplimiento de la legis lación y reglamentación aplicable, y se concreta en los siguientes principios:
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Compromiso de CALIDAD de la Dirección y de toda la organización, responsabili zándose cada uno de la calidad de su propio trabajo.
Prioridad de la CALIDAD en la ejecución de las obras y servicios, entendida como
cumplimiento de los requisitos del cliente, eliminación de los costes sin valor aña dido, y aplicación de las medidas necesarias para minimizar y corregir los impac tos negativos que sobre el medio ambiente provoquen nuestras actividades.
Gestión orientada hacia la prevención inicial para evitar correcciones posteriores.
Formación permanente del personal, y fomento de su sentido de la responsabilidad
en la conservación del medio ambiente.
Actualización y mejora continua de los procedimientos internos de gestión y los pro cesos de construcción, para el mejor cumplimiento de los compromisos de calidad
y respeto al medio ambiente.
Aplicación y actualización del sistema de aseguramiento de la calidad.
Aplicación y actualización del sistema de gestión medioambiental.
NECSO dispone de un Sistema de la Calidad y Gestión Medioambiental, estructurados según las Normas ISO 9001 e ISO 14001, certificados por AENOR. Así la gestión
y coordinación de la aplicación del Sistema de Calidad y Gestión Medioambiental, situada en el máximo nivel de la organización, constituye una idea marcada en la cultura de la empresa.
La implantación de este Sistema, integrado en un modelo de gestión general de la
empresa, se materializa en cada obra con la aplicación de un Plan de la Calidad y Gestión Medioambiental.
El Plan se elabora y aplica de acuerdo con los procedimientos establecidos en la
Empresa. En él se concretan las acciones que permiten realizar cada obra con la calidad requerida y respetando el entorno. Permite tomar las decisiones para poner a disposición de la obra los recursos adecuados, que aseguren el cumplimiento de los requisitos del contrato realizado.
En este Plan se identifican los aspectos e impactos medioambientales que se producen en la obra, y los requisitos legales que son de aplicación, y sobre la base de estos datos y de la obra, se establecen objetivos y metas medioambientales específicas que
deben revisarse periódicamente. Para lograr alcanzarlos se implantan medidas de control medioambiental, correctoras y preventivas, con sus correspondientes programas de
inspección.
El sistema es capaz de detectar, registrar y corregir las no conformidades que puedan surgir, realizándose auditorías internas para verificar el cumplimiento de las condiciones establecidas.
Todo el equipo de la obra participa en la elaboración, implantación y aplicación del
Plan de la Calidad y Gestión Medioambiental, que se estructura en tres partes: Alcance y análisis del proyecto, desarrollo de los documentos de control y registros.
Una de las fases más significativas es el estudio y la revisión del proyecto y de las
condiciones del entorno en el que se desarrollan las actividades, para la planificación de
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los trabajos y el estudio de los mejores métodos constructivos: es una condición básica e
ineludible para la toma de decisiones necesarias para la realización de la obra.
El estudio del proyecto no solamente abarca los aspectos definidos en el contrato,
sino también aquellos que forman el entorno: geográfico, ambiental, social y económico, en el que se va a desarrollar la construcción, ya que este entorno puede influir de
manera notable en la calidad.
La aplicación del sistema de gestión ambiental es para nosotros una forma de asegurar que la empresa va a tener en cuenta los aspectos medioambientales de las actividades en su «Producción»: es la respuesta a la preocupación social sobre los temas ambientales, identifica la legislación medioambiental aplicable, y facilita su cumplimiento.
2.
DIFICULTADES Y VENTAJAS EN LA IMPLANTACIÓN DE UN SISTEMA
DE GESTIÓN MEDIOAMBIENTAL EN UNA EMPRESA CONSTRUCTORA
La principal dificultad de la implantación de un sistema de gestión medioambiental en una empresa constructora es que la actividad de la empresa no es fija ni permanente. Las obras están dispersas, su duración en el tiempo es relativamente corta y los
tipos de obras que se realizan son muy variados:
Metropolitanos
Edificaciones y
rehabilitaciones
Obras hidráulicas
Viaductos, carreteras,
autovías...
Ferrocarriles
No cabe duda que la implantación de un sistema, conlleva un coste adicional, al incorporar nuevas medidas de control medioambiental, acciones para prevenir la aparición de impactos ambientales, cambio en la forma de gestionar residuos, realización de
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Aplicación de un sistema de gestión medioambiental mejoras obtenidas en la obra
auditorías... Esto es un inconveniente entre comillas ya que aunque supone un pequeño coste a corto plazo real, es un gran ahorro a medio y largo plazo.
Otra dificultad a reseñar es que normalmente tenemos que construir algo que no
hemos diseñado nosotros, y como es fácil deducir, la concepción que se tenga de una
determinada infraestructura influye de una forma determinante en su comportamiento
medioambiental.
Por último señalar que es relativamente lento acostumbrar a todas las personas que
intervienen en la empresa, a que determinadas prácticas habituales hasta ahora, hay que
cambiarlas, aunque no es menos cierto, que existe una predisposición muy positiva de
todos cuando se trata de medio ambiente.
Sin embargo, las ventajas que se obtienen por la aplicación de un sistema de gestión medioambiental, resultan determinantes:
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Mejora el comportamiento medioambiental de la empresa al establecer en las
obras medidas de control, preventivas y correctoras, sobre los aspectos que previamente se hayan identificado como más significativos. Proporciona información
útil para reducir problemas actuales y futuros, permitiendo hacerlo de manera
planificada y más eficaz.
Control de riesgos medioambientales derivados de la actividad de la empresa, especialmente los que se deriven del incumplimiento de la legislación aplicable, ya
que implantando un sistema de gestión ambiental, se tiene el acceso a los requisitos legales derivados de la legislación.
Acota las responsabilidades de la empresa, sus empleados y administradores
Facilita la posición competitiva en concursos.
Se consigue una mejor preparación y anticipación a la imposición por parte del
mercado y las administraciones, ya que al igual que ocurre con los sistemas de
gestión de la calidad, cada vez serán mayores las exigencias del cliente en temas
medioambientales. Tener un SGMA en la empresa puede evitar problemas y favorecer las relaciones con el cliente.
Mejora de la imagen pública entre clientes, administradores y sociedad.
Identifica ahorros potenciales (energía, minimización y optimización en la gestión de residuos en obra) y proporciona información útil para ser utilizada en situaciones de emergencia así como datos medioambientales para la planificación,
gestión y toma de decisiones.
Ayuda a mejorar la comunicación interna y externa de la empresa.
Aumenta la conciencia medioambiental de los directivos y empleados.
Facilita el poder acogerse a ayudas y subvenciones.
Disminuye los riesgos de demandas por daños medioambientales y se consiguen
ventajas y aumentos de cobertura de seguros.
Como complemento a esta serie de ventajas enumeradas, hay dos cuestiones muy
significativas:
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Se ha publicado el REAL DECRETO 283/2001, de 16 de marzo, por el que se
modifican determinados artículos del Reglamento del Impuesto sobre Sociedades
en materia de deducción por inversiones destinadas a la protección del medio
ambiente. En él se constituye una deducción en la cuota íntegra, en el impuesto
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3.
de sociedades, del 10% del importe de las inversiones en elementos patrimoniales del inmovilizado material destinado a la corrección del impacto contaminante sobre el ambiente atmosférico y las aguas, así como para la recuperación, reducción y tratamiento de los residuos industriales.
ORDEN de 14 de octubre de 1997, por la que se fijan los criterios de modificación de los pliegos de cláusulas administrativas particulares que han de regir la
contratación en el Ministerio de Medio Ambiente, para incluir la valoración como
exigencia objetiva de resolución de los concursos que se convoquen. Esta valoración varía entre el 20 y el 10%. También son valorados por otros ministerios y
administraciones.
COMO SE DESARROLLA E IMPLANTA
La aplicación del sistema está regulada por una serie de documentos que constituyen la evidencia objetiva de que existe un sistema y está implantado.
Es muy importante que la estructura y el «diseño» de la documentación del sistema sea adecuada a la gestión global de la empresa, y esté formada exclusivamente por
lo estrictamente necesario para evitar que el número de papeles no crezca más allá de
los límites «razonables». En el caso de NECSO, la aplicación del sistema de gestión medioambiental está integrada con la del sistema de calidad, de esta forma se ha conseguido una eficaz y eficiente implantación.
La estructura del sistema se puede esquematizar de la siguiente forma:
Figura 2.
El Plan de Gestión Medioambiental de la Obra es por tanto el principal documento en el que se materializa un Sistema de Gestión Medioambiental. Tiene como característica más sobresaliente, que siempre es un prototipo: cada obra y su entorno es irrepetible; es decir es necesario elaborar un Plan de Gestión Medioambiental para cada
obra. Otras particularidades del mismo son las siguientes:
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Es un documento que tiene en cuenta, además del propio sistema de gestión medioambiental de la empresa, los requisitos especiales del Cliente, que se expresan
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3.1.
casi siempre en la Declaración de Impacto Ambiental en los tipos de obra para
las que es necesaria la misma; y por supuesto los requisitos derivados de la legislación medioambiental aplicable.
Es un documento que está «vivo» durante el periodo de ejecución de la obra: es
capaz de adaptarse a los cambios que se producen durante la misma.
El comportamiento medioambiental de la obra será mejor de forma directamente proporcional a la sencillez de las medidas de prevención, control y corrección
que los aspectos medioambientales de la misma provoquen en el entorno.
Es fundamental la comunicación, información y formación, de todas las personas
implicadas en la gestión medioambiental, especialmente en el ‘interior’ de la obra.
El Plan de Gestión Medioambiental de la obra no es fin en sí mismo, sino un medio, una herramienta, que nos ayuda a hacerla mejor. No hay que olvidar que
debe ser útil y aportar valor a nuestras actividades: para esto es importante que
el responsable de su elaboración sea también el responsable de la ejecución de la
obra.
Legislación medioambiental
Existe legislación con requisitos ambientales que afectan a la actividad de una empresa constructora en todos los ámbitos.
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Internacional
Nacional
Autonómico
Local y municipal
Tiene un carácter que abarca multitud de temas: residuos, contaminación del aire,
contaminación del agua, ruidos, naturaleza, fauna, energía, mercancías peligrosas, sustancias y productos peligrosos, etc. y por tanto para la correcta interpretación de las
mismas es interesante tener conocimiento suficiente en varias disciplinas: ingeniería,
biología, física, química, derecho, etc.
La legislación y normas medioambientales se aplican además en todos los momen tos de una actuación:
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Antes de que se produzca la contaminación o el impacto en general: prevención
y protección.
Durante la contaminación: por ejemplo, limitaciones en la emisión de contaminantes..., con el objeto de provocar unos impactos «razonables».
Después de la contaminación: con normas que corrigen el impacto producido,
y otras que sancionan las conductas que hayan producido infracciones de las
leyes.
Las responsabilidades asociadas al incumplimiento
tal pueden ser:
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de la normativa medioambien-
Administrativas: sanciones impuestas por las autoridades competentes a personas
físicas o jurídicas.
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Penales: penas de privación de libertad que afectan a personas físicas: gestores o
empleados de las empresas (Código Penal, Cap. III «De los delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente»).
Civiles: reparación de los daños causados. Actualmente está en preparación una
Ley de Responsabilidad Civil por daños al Medio Ambiente (ya vimos una trasparencia con publicación de las fuertes cantidades por responsabilidad civil).
Teniendo en cuenta la multitud de municipios que existen en España, más de
8.000, que pueden redactar sus propias ordenanzas municipales, sumando a esto, toda
la legislación autonómica, nacional y europea, y teniendo en cuenta la necesidad de que
en cada centro deben identificar los requisitos legales que realmente les afectan, es necesario que se canalice este sistema de acceso a los requisitos.
Por ello en NECSO, en el marco de la aplicación del sistema de gestión, se ha elaborado una base de datos de legislación medioambiental, en la que se pueden obtener
los requisitos medioambientales que afectan a una obra en función de los aspectos medioambientales que tenga así como de su ubicación geográfica.
Figura 3.
3.2.
ASPECTOS MEDIOAMBIENTALES
Es importante conocer el efecto de los distintos aspectos medioambientales en el
entorno de la obra, y no desde el punto de vista del diseño, es decir considerando el
impacto que puede causar la obra en sí, sino desde la óptica del CONSTRUCTOR: durante la realización de la obra es necesario valorar todos estos aspectos.
En los proyectos, y especialmente en los de obra civil, ya se tiene en cuenta el impacto que va a causar la obra: para muchos tipos de infraestructura es preceptiva una
Declaración de Impacto Ambiental por parte del organismo medioambiental competente
que lleva implícita que la instalación de esa infraestructura, para valorar el impacto que
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puede tener, en la que se pueden imponer determinados condicionados sobre el diseño, la construcción y la explotación de manera que los efectos negativos no superen los
beneficios que se obtendrán con ella.
Lo que tratamos es dar un paso más, es un complemento a las medidas establecidas por la Declaración de Impacto Ambiental: asegurar que en el proceso de construcción se van a tener en cuenta los aspectos medioambientales provocados por las actividades, se valoran éstos para determinar los que son significativos y tratar de
minimizar el impacto que provocan con las medidas preventivas, de control y correctoras que sean necesarias.
Los principales aspectos medioambientales de una obra, pueden ser:
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Emisiones al aire: polvo, ruidos, gases de la maquinaria, vibraciones, olores, etc.
Vertidos al agua: aceites y combustibles de la maquinaria, restos de limpieza de
hormigoneras y otros equipos, disolventes, emulsiones asfálticas, aguas fecales,
escombros y restos de tierra vertidos en cauces, etc.
Residuos : procedentes de demoliciones, tierras e inertes, ripios y restos de obra,
envases y embalajes, plásticos, residuos tóxicos y peligrosos, etc.
Contaminación del suelo: aceites y combustibles, restos de hormigón y aglomerado, lodos, productos químicos, etc.
Materias primas y recursos naturales: extracción de tierras y áridos, erosión, tala
de árboles y vegetación, deslizamiento de taludes, riesgo de incendios e inundaciones, etc.
Otros: efecto barrera, cambios en la accesibilidad, intrusión visual, repercusión
en el empleo, afección a la fauna, al patrimonio cultural, alteraciones en el drenaje natural del terreno, etc.
Cada obra evalúa, en base a unos parámetros previamente establecidos, como de
significativo es un aspecto medioambiental en su caso concreto para poder decidir las
medidas necesarias para evitar los efectos negativos sobre el entorno y establecer objetivos medioambientales. Estos parámetros tienen en cuenta:
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4.
La escala y magnitud del impacto provocado por el aspecto evaluado en función
de la cantidad, masa, volumen..., del propio aspecto y el espacio geográfico y partes interesadas afectadas.
La gravedad del aspecto, que tiene que ver con la naturaleza del agente contaminante, la capacidad de recuperabilidad del entorno y el efecto agravante de
otros aspectos simultáneos.
La duración del aspecto que provoca el efecto sobre el entorno y la persistencia
del impacto provocado.
La dificultad técnica de corregir el impacto, las implicaciones legales que puede
ocasionar y la influencia en el desarrollo de los procesos de la obra.
MEDIDAS MEDIOAMBIENTALES
Cada obra, pondrá en marcha medidas medioambientales, en aquellos aspectos medioambientales que hayan resultado significativos. A continuación se relacionan de forma
muy esquemática algunas de las medidas más habituales llevadas a cabo en las obras.
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4.1.
Ruido
Es uno de los aspectos que peor se corrigen, pero que mejor se previenen.
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La mejor solución suele ser programar las operaciones más ruidosas para no realizarlas en periodo nocturno o en las primeras horas de la mañana ni últimas de
la tarde (se molesta a más vecinos en las ciudades y cuando estamos en el campo, éstas son las horas de mayor actividad faunística).
Es importante que la maquinaria esté en buenas condiciones: operaciones de mantenimiento periódicas, para mantenerla en niveles adecuados de emisión de ruido.
Adecuar itinerarios en el transporte de tierras y otros materiales para evitar pasar
por el centro de poblaciones o por lugares más sensibles (escuelas, hospitales...).
Hay casos en los que no hay más remedio que disponer medidas especiales para
evitar emitir ruido: pantallas, procedimientos especiales de construcción...
Medición del nivel de ruido, con sonómetro.
4.2.
Emisión de polvo y partículas
Las medidas que se pueden emplear son las siguientes:
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Riego y humectación de superficies.
Cubrición con lonas en camiones de transporte.
Limitación de la velocidad de tránsito por caminos.
Colocación de trompas de bajada de escombros en obras de edificación.
Mantenimiento adecuado de maquinaria.
Colocación de pantallas de contención de polvo.
Cubrición de las áreas de acopio de áridos.
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Otras medidas que se pueden realizar son:
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Colocación y mantenimiento adecuado de filtros en instalaciones.
Captadores de polvo en perforaciones.
Carenado de cintas de transporte de material pulvurulento.
Medidas contra las emisiones en el interior de un túnel.
4.3.
Vertidos
Vertidos a cauces e imbornables
Hay que proteger los distintos cauces e imbornales frente a derrames de residuos
peligrosos e inertes: los peligrosos deben estar en un cubeto que contenga los residuos
(como luego veremos), y los inertes, con escolleras, balas de paja, y otro tipo de barreras para evitar afectar a los ríos e imbornales.
Vertidos de líquidos
Por ejemplo en plantas de hormigón, plantas de tratamiento de áridos..los vertidos
que se produzcan deben pasar por los tratamientos de depuración convenientes, que
basicamente consisten en la decantación de las partículas en suspensión y en corregir
el pH.
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Limpieza de los elementos de hormigonado y cubas de
transporte de hormigón
La limpieza de elementos de hormigonado, así como la limpieza de las cubas, deben realizarse siempre en lugares dispuestos para tal y no de forma dispersa por la obra:
las cubas siempre en la planta de fabricación, en las balsas de decantación, las canaletas y otros elementos que se utilizan durante el hormigonado, en una fosa que se construya en la obra, o en un contenedor para facilitar que una vez que fragüen los restos
se trasladen a un vertedero autorizado junto con el resto de escombros y restos.
4.4.
Residuos
Residuos inertes
El objetivo de una buena selección de residuos en obra es además de evitar imágenes como ésta, es seguir con los principios de la Ley de residuos: REDUCIR, REUTILIZAR Y RECICLAR.
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Para ello, se seleccionan en obra siempre que sea posible los siguientes residuos:
metales, maderas, plásticos, vidrios, papel y cartón, para posteriormente depositarlo en
el contenedor correspondiente.
Una vez seleccionados los residuos, se llevarán siempre que sea posible a su reutilización, y sino a un vertedero autorizado.
En algunos vertederos autorizados, aplican precios distintos en función de la selección que se realice en la obra, para promover que se seleccione al máximo: escombros,
metales, maderas, tierras, plásticos, cartones, etc.
Residuos peligrosos
En cada obra se crea un espacio destinado al acopio de los residuos peligrosos que
debe proteger a los residuos frente a la lluvia y al soleamiento, además tiene que tener
un cubeto para evitar la contaminación por derrames, y con las etiquetas adecuados que
indique los distintos tipos de residuos peligrosos: aceites, envases, baterías y pilas, tierras contaminadas, etc.
Una vez acopiados en obra, serán retirados por transportistas autorizados.
Una de las acciones que NECSO ha puesto en marcha, y ha incluido en sus objetivos ambientales, es la sustitución de aquellos productos que generan residuos peligrosos, por otros alternativos compatibles con las características técnicas requeridas, que
no los generen, por ejemplo: en desencofrantes y aditivos del hormigón, algunos tipos
de pintura, etc.
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En ocasiones, hay no conformidades en las obras en este caso, vertido accidental de
aceite, que el sistema permite detectar y subsanar. Y no sólo esto, además se estudian
las causas que han originado este efecto, para aplicar en los casos necesarios las acciones de mejora oportunas que eviten que vuelva a suceder.
4.6.
Otras medidas
Una de las ventajas expuestas con anterioridad, es que un sistema de gestión ambiental bien aplicado permite detectar ahorros y mejoras en nuestra actividad. Ejemplo
de este tipo de medidas de mejora es lo que está ocurriendo en algunas obras.
Con la aplicación de este sistema, la variable ‘ambiental’ forma parte del análisis y
del planteamiento general de la obra, de forma que se pueden detectar opciones de mejora, a veces muy significativas, a la ejecución de la obra en sí, especialmente en lo que
se refiere a la protección de los recursos naturales:
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Disminución, aprovechamiento y reciclaje de residuos generados, que puede derivar en un menor consumo de materia prima en préstamos y canteras, con medidas como:
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— Reutilización de las tierras sobrantes de excavaciones en la restauración de
préstamos, vertederos y zonas degradadas,
— reciclado de firmes,
— reutilización de los restos de fresados de pavimentos en acondicionamiento
de caminos de acceso a obra en vez de zahorras,
— reserva de toda la tierra vegetal de la obra para reutilización en restauraciones paisajísticas, etc.
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Protecciones especiales y trasplantes de árboles como alternativa a su tala.
Utilización de métodos constructivos más respetuosos con el entorno: lanzamiento de vigas en viaductos desde los estribos en vez de colocación con grúas
o cimbras.
Propuestas de mejora al cliente en instalaciones de edificios para ahorro del consumo de agua y energía, etc.
Como muestra: durante el año 2000 se destinaron 1.190.000 kg de residuos de acero, 792.000 kg de residuos de madera provenientes de obras y otros centros de la empresa a reciclaje.
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Aplicación de un sistema de gestión medioambiental mejoras obtenidas en la obra
Es muy importante la información y la formación ambiental a todo el personal de
obra, por eso se transmiten las medidas tanto por medio de folletos informativos, como
de reuniones de formación medioambiental específicas en cada obra.
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5.
LÍNEAS DE ACTUACIÓN FUTURAS
Un factor fundamental en un sistema de gestión medioambiental, es poder realizar
una evaluación del comportamiento medioambiental y de la gestión realizada para
comprobar que se cumplen los principios establecidos en la política medioambiental.
Una de las herramientas más reconocidas para poder realizar esta evaluación son
los indicadores , que facilitan información relevante y resumida en forma de declaraciones concisas e ilustrativas en la toma de decisiones.
Los indicadores medioambientales, resumen extensos datos medioambientales en
información clave significativa y comparable.
NECSO, está en proceso de establecer un sistema de indicadores ambientales para
comparar los datos obtenidos y poder establecer acciones de mejora. Estos indicadores
ambientales se están estudiando en un grupo de trabajo creado en el entorno de SEOPAN en el que participan expertos de las principales empresas constructoras.
Otra de las actuaciones de futuro, muy relacionada también con el sistema de indicadores, es la aplicación de una contabilidad de costes ambientales , para poder evaluar y determinar la eficacia de las medidas implantadas, de los recursos financieros e
inversiones realizadas.
La evolución lógica de los sistemas de gestión ambiental, estará encaminada a conseguir obras y en general actuaciones con mayor CALIDAD, entendiendo ésta no sólo
como cumplimiento de los requisitos técnicos de un proyecto, sino englobando todos
los aspectos que rodean a la obra, y entre estos el respeto al entorno como un factor
determinante, que va a contribuir al beneficio sostenido de la empresa, a crear cada vez
MAYOR VALOR para todos: para la empresa y sus accionistas, y para la sociedad en
general.
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