Todo ser vivo cuando tiene hambre busca alimento

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EL LIBRO DE LOS ROMANOS – Marzo 6/2016
VIVIENDO BAJO EL ESPÍRITU - CHRISTIAN RODRIGUEZ - ROMANOS 8:1-13
Todo ser vivo cuando tiene hambre busca alimento puesto que ese deseo debe ser saciado.
Pero un muerto no tiene ningún estimulo, ni tendrá sed ni hambre. Tiene mucho sentido
decir que nos da hambre porque tenemos estímulos para desearla.
¿Por qué en un verdadero hijo de Dios existe un estímulo de buscar a Dios? El creyente busca
saciarse de Dios, esto es por naturaleza luego de que ha sido hecho hijo de Dios. El Espíritu
de Dios es ese estimulo que mora en nosotros. Si aquel Espíritu habita en esa persona puede
buscar a Dios, pero un muerto (sin el Espíritu de Dios) no puede buscar ni quiere desear a
Dios para saciarse.
Este texto de Romanos nos habla de los estímulos que tiene un creyente, así como la
carencia de estímulos que tiene un muerto (pues ni tiene hambre ni puede saciarla).
Recordemos que el legalismo es como un muerto buscando agradar a Dios, ¿tiene sentido?
Hay algunas evidencias que demuestran el estar en Cristo:
- Porque esa persona ha nacido de nuevo: si somos creyentes en Cristo, hemos muerto
juntamente con Cristo, hemos nacido a una nueva vida por Su Poder. (Juan 3:7,8 - todo el
que ha nacido de nuevo ha sido nacido del Espíritu).
- Los que son verdaderos cristianos actúan conforme al Espíritu: aquel creyente que vive
bajo el poder del Espíritu Santo tiene el modelo hacia una búsqueda de Dios. Esa hambre
hacia Dios necesita ser saciada, controlada por el Espíritu ya que solo Cristo puede suplir la
necesidad.
- Un cristiano genuino pone la mente conforme a Dios: es una constante actividad mental
hacia lo que agrada a Dios. Es imposible que un verdadero creyente fije su mente en las
cosas que son contra Dios, en consecuencia, no puede agradar a Dios.
- El que ha nacido realmente de nuevo se ocupa de las cosas espirituales, porque ahora en
aquel habita la naturaleza que lo conduce a Dios.
Si solo nos alimentamos una vez cada semana, ¿creemos que realmente tenemos un
hambre hacia Dios? Es imposible que un creyente tenga hambre de Dios y que no busque
saciar esa hambre.
EL LIBRO DE LOS ROMANOS – Marzo 6/2016
- El creyente junto al Espíritu mortifica al pecado: no se complace con el pecado, sino que
se preocupa por mortificar el pecado bajo el Espíritu, esto quiere decir, que por nosotros
mismos no podemos luchar contra las tentaciones, porque tarde o temprano nos ganarán.
Resultados de Vivir por El Espíritu
1- Ya no hay condenación para los que están en Cristo.
2- Acceso a la vida eterna.
3- Libertad del pecado y de la muerte.
4- Imputación de justicia.
5- Paz.
6- Resurrección final.
Conclusión
Cristo estando en la misma situación logró cumplir a cabalidad la ley de Dios. ¿Cómo? Lucas
4:1, 4 dice que el Espíritu de Dios moraba en Cristo. Solo por el Espíritu pudo cumplir, es un
vivo ejemplo de vivir bajo el total dominio del Espíritu.
Si nos tomamos con seriedad la vida cristiana querremos vivir bajo el dominio del Espíritu
Santo, por ende, querremos nutrirnos de la Voz de Dios que nos dará las herramientas
suficientes para vivir en un mundo lleno de maldad, de otra manera no nos parezca extraño
que vivamos igual que el resto de las personas, pensando solo en saciar un hambre física o
tratando de complacer a dioses (dinero, personas, intelecto, religiones, etc.) comenzando
con nosotros mismos.
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