MARCO POLO La Venecia de Marco Polo. Un paseo por el gran Canal.

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MARCO
POLO
INDICE
1.− Método y fuentes del trabajo.
2.− Marco Polo
2.1 Micer Marco Polo, el hombre:
La Venecia de Marco Polo.
Un paseo por el gran Canal.
2.2 Viajes de Marco Polo:
Viaje de Nicolo y Maffeo.
Primer encuentro con Kubilai.
Vuelta a Venecia.
Marco Polo viaja.
El regreso de Marco Polo.
2.3 Contactos entre Oriente y Occidente:
Predecesores.
Viajeros posteriores.
Cristóbal Colón.
Españoles tras Marco Polo.
Trascendencia de estos contactos: inventos.
2.4 El libro de Marco Polo:
Estructura.
Contenidos.
Éxitos.
3.− Para encontrar a Marco Polo:
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3.1 Bibliografía.
3.2 Marco Polo en Internet.
3.3 Filmografía.
4.− Documentos
4.1 Citas.
4.2 La Ruta de la Seda.
4.3 El libro de viajes.
4.4 Kubilai Khan.
4.5 Vasco de Gama.
1.−METODOLOGÍA Y FUENTES.
Este trabajo está dividido en dos bloques independientes entre sí. En primer lugar he abordado el tema central:
Marco Polo. La segunda parte contiene información sobre como encontrar a Marco Polo tanto en libros como
en cine o Internet.
A su vez la primera parte está dividida en cuatro puntos que explican lo más interesante para el objeto de este
trabajo.
En primer lugar, he creído imprescindible acercarme a Marco Polo como hombre y descubrir como fue en su
vida privada aquel que tanto influyó en el mundo de su época. En este apartado no podía faltar una
descripción de Venecia, la ciudad que le vio nacer y morir y por la que fue encarcelado al enfrentarse a
Génova. Seguramente fue el hecho fortuito de haber nacido en esta república y no en cualquier otra una de las
cosas que más influyó en el carácter aventurero y arriesgado de Marco Polo.
Para esta parte he manejado dos biografías fundamentales del viajero que incluyo en la bibliografía: Marco
Polo. Collins. Editorial Fondo de Cultura económica y Marco Polo de la editorial Labor.
En cuanto al relato de sus viajes he resaltado el viaje que llevaron a cabo su padre y su tío con anterioridad a
la partida de Marco Polo y que les llevó a conocer a Kubilai Kan. Ellos fueron los responsables de que más
tarde Marco Polo pudiese recorrer aquel camino. También he procurado retratar en qué condiciones hicieron
el viaje, en una época en que el Oriente estaba poblado de animales fantásticos para los occidentales. ¿O
quizás no tanto?. Los Papas tenían un gran interés en convertir el imperio mongol al cristianismo aún sin saber
con certeza, ni siquiera imaginar, las enormes dimensiones de este Imperio. Para esta parte me han sido muy
útiles las biografías citadas anteriormente y el libro de Marco Polo editado por Akal en el que la introducción
es bastante buena.
Lo más interesante de este tema ha sido para mí descubrir la enorme trascendencia que estos viajes de Marco
Polo; mejor dicho su transcripción y lectura casi generalizada; tuvieron y como la cultura occidental se
transforma al contacto con la oriental: La pólvora, la imprenta, incluso los naipes surgen en Oriente y son
adaptados y transformados.
Aquí me he servido de un libro en el que se cuenta la vida de Gengis Khan: el conquistador de Asia de
Michael Pradwin.
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También he tenido en cuenta a los predecesores de Marco Polo. Algunos, por no dejar reflejo de lo que
vivieron en documento alguno y otros por ser estos documentos escritos de escasísima calidad no han llegado
a nuestros días como lo ha hecho Marco Polo. Sin embargo su existencia fue definitiva para que el viaje de
nuestro protagonista tuviera lugar. Nicolo y Maffeo Polo, padre y tío de Marco Polo tuvieron que conocer
estos escritos antes de partir.
El siguiente punto de estudio es el libro propiamente dicho. Descubriremos como, porqué, cuando y dónde lo
escribió, además de cómo influyó en viajeros posteriores como Cristóbal Colón o Vasco de Gama. También
veremos como en los primeros momentos pasó casi por un cuento de fantasía en lugar de por un documento
fiable de lo que ocurría en las lejanas tierras de China.
En el segundo bloque del trabajo he incluido una completa bibliografía en la que cualquier duda o inquietud
acerca de la época, las gentes, los viajes o la propia vida de Marco Polo pueda ser solventada. Además
también he incluido una selección de páginas web dónde se puede consultar estas informaciones y 6 películas
dónde aparece reflejada, con más o menos acierto, su historia.
Finalmente se incluyen unos apéndices en los que consultar datos necesarios para la completa comprensión
del trabajo (como la vida de Kubilai Khan). También, en esta parte, otros datos, como la vida de Vasco de
Gama que, sin ser imprescindibles, pueden ayudara a comprender la trascendencia de la difusión del libro de
los viajes de Marco Polo.
Jamás hubo cristiano, sarraceno, pagano, tártaro ni hombre de cualquier otra nación que haya visto tantas
cosas y tan grandes maravillas como yo.
Marco Polo
2. MARCO POLO
2.1 MICER MARCO POLO, EL HOMBRE
Marco Polo nació en Venecia a mediados del siglo XIII. Su fama reside en el hecho de haber sido el primer
viajero occidental que llegó a regiones del continente asiático que no habían sido visitadas por europeos antes
que él, y, sobre todo, porque fue el primero que dejó un relato escrito de los lugares que visitó.
En lo que se refiere a su vida, todo es misterioso, de tal modo que sólo nos ha quedado como cierto la relación
de su gran viaje. Ni siquiera conocemos la fecha exacta de su nacimiento; es posible que fuera en 1254,
porque sabemos que tenía 15 años cuando su padre, Nicolai, volvió de su primer viaje por Asia en 1269.
También es incierta la fecha de la muerte, que se sitúa probablemente en los primeros meses de 1325. Cuando
tenía seis años, su padre se marchó de viaje, un viaje que duraría nueve; el pequeño Marco se quedó con su
madre, que murió en ausencia de su marido. Cuando Nicolai Polo volvió a Venecia el año 1269 con una
misión del Khan Kublai, encontró a su hijo convertido en un inteligente y apuesto joven y decidió llevárselo
consigo a la corte de los emperadores mongoles, en la lejana Khanbalig. Durante el viaje Marco aprendió las
artes del comercio en la excelente escuela de su padre y su tío, y a esta profesión se dedicó toda su vida.
Tampoco existe ya la antigua casa habitada por los Polo en Venecia, aunque es casi seguro que se alzaba en el
lugar donde más tarde fue construido el teatro Malibrán. La tumba no ha tenido mejor suerte; Marco dejó
escrito que deseaba ser enterrado en la iglesia de San Lorenzo, donde había hecho erigir un monumento en
honor de su padre. Pero desgraciadamente, en 1592 la iglesia de San Lorenzo fue completamente reconstruida,
las antiguas tumbas trasladadas y los restos de los ataúdes sepultados en un osario común.
Al término de su estancia en China, el acontecimiento más importante para Marco fue el periodo que
permaneció en prisión en Génova. Este periodo duró tres años y en su transcurso aprovechó Marco para dictar
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la historia de sus viajes al compañero de celda: Rustichello de Pisa, que escribió las memorias en francés, por
ser entonces una lengua más literaria que la italiana.
Nos ocuparemos más delante de este libro y de su trascendencia para la época en la que vio la luz. De
momento solo anotar que Los Viajes de Marco Polo nos habla entre líneas, porque evita cuidadosamente las
referencias personales. De su lectura podemos deducir el carácter sencillo y sincero de Marco y su amor por la
verdad. Lo que más le interesa es explicar de un modo científico los extraordinarios acontecimientos que tuvo
el privilegio de contemplar y hacerlos comprensibles a sus contemporáneos. No es un libro de aventuras,
aunque las tuvo en abundancia; es un libro concebido para combatir la ignorancia.
A pesar de su escasa educación logró escribir la obra más importante del siglo XIII europeo, porque registró
metódicamente lo que vio y oyó, porque tuvo un sentido crítico que lo libró de escribir vanalidades y porque
sus experiencias le proporcionaron un tema más maravilloso que a cualquier autor de su tiempo.
Tras su experiencia en la cárcel, al volver a Venecia ya libre, continuó su vida en el seno de la paz familiar.
Fue elegido miembro del Gran consejo; se casó y su mujer Donata, le dio tres hijas a las que quiso mucho:
Fantina, Bellela y Moretta. Su testamento tiene la fecha del 9 de Enero de 1323, y en él habla de una gran
debilidad que le hace pensar que su fin no tardaría en llegar. Sus últimas voluntades están impregnadas de
dignidad y resignación cristianas. Deja una parte de su fortuna a hospitales y conventos, elige como lugar de
su sepultura la iglesia de San Lorenzo, donde estaba enterrado su padre, declara libre a un esclavo tártaro,
rebautizado con el nombre de Pedro, que había traído de su viaje y, finalmente, dispone la mayor parte de sus
bienes a favor de su mujer y de sus hijas.
LA VENECIA DE MARCO POLO
Cuando nació Marco Polo, Venecia era una gran ciudad de casi 100.000 habitantes, ejemplo típico del poderío
que habían llegado a alcanzar las repúblicas marítimas de la Edad Media. La fuerza de estas ciudades italianas
se basa principalmente en su economía que abarcaba tres ámbitos: una artesanía floreciente y ricamente
diferenciada, el comercio lejano y la economía monetaria y financiera. El poder económico era el poder
político de la ciudad y de los diversos grupos dentro de ella. La clase dominante estaba constituida por siete
gremios distinguidos: jueces y notarios, grandes comerciantes, cambistas, tejedores de lino, merceros,
boticarios, médicos, peleteros...
El florecimiento de la artesanía produjo grandes capitales, y la gran burguesía italiana se convirtió en maestra
de toda Europa en el arte de invertirlos. La contabilidad moderna nació de las innovaciones introducidas por
los comerciantes italianos: fueron los creadores de los seguros marítimos, de las compañías comerciales, de
las letras de cambio, de las cuentas corrientes y de los libros de caja. Transformaron el comercio de ambulante
a sedentario y acuñaron moneda en oro como garantía contra las manipulaciones monetarias.
Pero la gran riqueza y el poder político del dinero italiano son inexplicables si no se tiene en cuenta el
comercio lejano. Las ciudades marítimas italianas heredaron desde principios del siglo XII la navegación del
Imperio Romano de Oriente, ya en decadencia, y se apoderaron del comercio en el Mediterráneo oriental y en
el Próximo y Lejano Oriente. Todavía hoy los nombres de telas como el damasco, la muselina (tela de Mosul)
y la gasa (tela de Gaza) recuerdan esa edad de oro del tráfico oriental italiano.
La república sacó gran provecho de la partición del Imperio bizantino en 1204 y políticamente se convirtió en
la potencia europea más fuerte del Mediterráneo. El crecimiento de la enriquecida aristocracia dio lugar a un
intento de los nobles de adquirir el control político y aunque era nominalmente una república, a finales del
siglo XIII Venecia se convirtió en una rígida oligarquía. En los siglos XIII y XIV Venecia se vio envuelta en
una serie de guerras con Génova, su principal rival comercial. En la guerra de 1378−1381, Génova hubo de
reconocer la supremacía veneciana. Las guerras de conquista permitieron que Venecia se anexionara
territorios vecinos, lo que la llevó al enfrentamiento con Milán, Florencia y Ferrara. A finales del siglo XV, la
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ciudad−estado era la principal potencia marítima del mundo cristiano.
Génova y Venecia se convirtieron, a mediados del siglo XIII, dueñas de los puertos del Mar Negro y de las
islas griegas, y numerosos europeos empezaron a establecerse en las costas de Asia Menor, donde eran más
directos los intercambios con los mercaderes procedentes del interior del continente asiático y del Lejano
Oriente. Su comercio, favorecido por las relaciones amistosas con el Imperio bizantino, llevó a Génova y
Venecia a una rivalidad creciente, que acabó en un enfrentamiento abierto a mediados del siglo XIII, justo
cuando el poder genovés alcanzaba su esplendor. En la batalla de Meloria (1284), Génova aplastó a Pisa, cuyo
poder declinó a partir de entonces, mientras que los venecianos fueron vencidos en Curzola en 1299, lo que
dio a los genoveses el control indiscutible sobre el mar Tirreno.
Estos comerciantes italianos mantenían excelentes relaciones profesionales con los infieles, con los príncipes
musulmanes del Próximo Oriente, y, desde el siglo XII, también con los beréberes del Alto Atlas, que eran los
almohades, los nuevos dominadores de la España musulmana. Junto con los comerciantes provenzales y
catalanes, los italianos consiguieron autorización para establecer factorías en Túnez, Bujía y otros puertos
comerciales del Mediterráneo africano occidental. Los venecianos destacaban entre todos por su habilidad
para entenderse y hacerse respetar de los asiáticos, habilidad que se debía al contacto establecido con aquellos
pueblos desde hacía siglos.
Los Polo tenían una delegación comercial en Soldai, en la Crimea meridional; éste era un punto estratégico,
por ser paso obligado para los rusos y mongoles procedentes del interior, así como para las galeras venecianas
que traían mercancías europeas. Constituía, por tanto, un emporio comercial de primer orden, donde los
intercambios eran activísimos y las ganancias óptimas.
La familia Polo era seguramente originaria de Dalmacia, establecida en Venecia en el siglo XI, y ejercía el
oficio del comercio desde que lo autorizaron las leyes de la república. Andrea Polo tenía dos hijos, Nicolai y
Mateo, que viajaban con gran frecuencia a su factoría de Crimea.
UN PASEO POR EL GRAN CANAL DE VENECIA DEL SXII
Excursión turística por la que fue, es y será, mientras la ciudad subsista, su arteria principal: el Canal Grande.
Si llegamos una mañana de fines del s. XIII, reconoceríamos inmediatamente muchos de los característicos
perfiles arquitectónicos que hoy mismo también podríamos ver.
Los más conspicuos monumentos de la ciudad ya habían sido construidos en la época de Marco Polo. Primero
nos encontraríamos la iglesia de San Geremia, cuyo campanario románico es el mismo que vemos hoy, y se
conserva perfectamente. La única diferencia sería que en el siglo XIII era una obra recién terminada.
Más allá de San Geremia, y en la misma orilla izquierda del Canal, nos encontraríamos de pronto una
agitación de coloreados turbantes girando en torno a puestos de las más lujosas y extrañas mercancías.
Estaríamos pasando ante el fondac de los turcos, lugar de encuentro para los mercaderes orientales en
Venecia. Frente a nosotros las sedas, los damascos, las carísimas especias, pasarían de una mano a otra a
cambio de dinares y dirhems, de besantes o de morabetines almohades.
Más adelante, sobre la orilla izquierda del Canal, llegaríamos frente a la Ca´da Mosto, conservada en
nuestros días y tenida por un ejemplo característico del estilo véneto−bizantino del s. XIII. Tal vez al paso
percibiéramos un movimiento de ventanas: un miembro de la familia, una mujer, quizás, esperando la vuelta a
casa de algún miembro de esta vieja familia de audaces navegantes.
Pronto dejaríamos atrás la casa para alcanzar uno de los pliegues del Canal. Un rumor creciente de voces y
lenguas del norte nos haría volver la cabeza hacia el fondac de los alemanes, centro de representación y
comercio nórdico en todo el Adriático. Las mercancías habrían llegado a bordo de pesados y redondeados
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koggen, y los caballeros tedeschi se hallarían formalizando bajo las arcadas de la casa sus cambios y compras.
El oro que veríamos en aquellos negocios sería florines genoveses y florentinos, escudos franceses, y quizás
hasta algún viejo augustal de Federico II. Pero el resplandor del oro no impide que, al terminar de trazar la
curva del Canal, admiremos otra de las viejas maravillas venecianas: el puente de Rialto.
En la época en que realizamos nuestro imaginario viaje, el puente es ya viejo: fue inaugurado en el 1091. Pero
todavía le queda mucha vida por delante, porque no se vendrá abajo hasta 1444. Desde luego, será
reconstruido inmediatamente, y se le añadirá un mecanismo que permita retirar su parte central para hacer
posible el paso de navíos de gran porte.
Nada más cruzar bajo el puente, la poderosa oligarquía veneciana nos enseñaría orgullosa un par de muestras
de lo que el oro levantó. El palazzo Loredan, y a su lado el palazzo Farsetti. Ambos son edificios de
exquisita elegancia, en los que domina el arco bizantino. Más austero el Farsetti, construido en el siglo XII.
Más adornado el Loredan, un siglo posterior.
Y así alcanzaríamos al fin el bacino o ensenada de San Marco. Desembarcaríamos entonces en la piazzeta de
San Marco, entre las dos columnas de granito rojo que fueron traídas de oriente en el siglo XII y erigidas en
su lugar actual, cincuenta años más tarde por Niccoló Starantonio, arquitecto del Rialto.
Una vez traspuestas las columnas habríamos llegado a lo que era, igual que hoy, el corazón de Venecia: la
Piazza San Marco.
Quién haya visitado la ciudad, siempre recordará el momento en que se encontró por primera vez en la Piazza.
En esencia, el choque estético es hoy el mismo que percibiríamos nosotros, viajeros del siglo XIII. Para
entonces ya había sido cegado el canal Batario que partía la plaza en dos, una Venecia dentro de otra, y su
área estaba pavimentada con ladrillos.
Y allí estarían, como lo están ahora, el Campanile, la Basílica y el Palacio del Dux. Sobre la cima del
campanile, el mismo ángel dorado giraría a compás de los vientos, sonarían las mismas campanas, cada una
de ellas con su función específica, y podría observarse la jaula en donde languidecían los reos de delitos,
colgada unos cuantos metros más abajo del nivel de las campanas. Y frente a nosotros, la Basílica. Para saber
perfectamente cómo era en la época de nuestro fantástico viaje, el turista de hoy no tiene más que acercarse a
su quinto portón, llamado también portón de San Alipio. El mosaico que lo decora es casi una fotografía de la
basílica de entonces. Si nos fijamos bien, veremos que allí estaban ya, emplazados en el mismo lugar, los
famosos cuatro caballos de cobre dorado que trajera de Constantinopla a Venecia el Dux Enrique Dándolo,
medio siglo antes de que naciera Marco Polo. Impresiona pensar que entonces hacía ya diecisiete siglos que
habían sido fundidos. Ante ellos, nuestro salto imaginario en el tiempo apenas es un primer paso.
2.2 VIAJES DE MARCO POLO
VIAJE DE NICOLO Y MAFFEO.
Los mercaderes genoveses y venecianos, en clara competición y enfrentamiento, controlan la ruta de la seda
en el siglo XIII, y para garantizar su aprovisionamiento establecen sus factorías cada vez más lejos. Los
hermanos Nicolo y Maffeo Polo, tenían casa abierta en Constantinopla, y tal como Marco nos dice "por razón
de sus negocios" decidieron internarse en las posesiones del Gran Khan.
En el año 1260, los venecianos Nicolò y Mafeo embarcaron en Constantinopla para las tierras de la Horda de
Oro. Siguiendo las costumbres establecidas por Gengis Kan, regalaron todas sus mercancías, consistentes en
joyas y piedras preciosas, al Kan Borke, y recibieron de este, después de una prolongada y amable
hospitalidad, el doble de su valor como recompensa. Pero, a consecuencia de las luchas en las fronteras, el
camino de regreso era muy inseguro, por lo que prosiguieron su ruta desde más allá del Volga hasta Buchara.
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Pero también allí hubieron de detenerse, pues, a causa de la guerra de sucesión entre los jinetes de las estepas
y las tropas de Kubilai y Hulagu, les fue imposible continuar hacia el Este y Occidente. Pasados algunos años,
encontraron una embajada de Hulagu a Kubilai, que pasaba por Buchara, y el embajador les permitió
acompañarla hasta la corte del Gran−Khan.
PRIMER ENCUENTRO CON KUBILAI
Esta imagen francesa del siglo XV muestra a Kublai Kan, emperador de la dinastía Yuan de China,
ofreciendo su sello de oro a los Polo. El famoso relato de Marco Polo sobre su trabajo al servicio de Kublai
Kan fue el primer precedente importante de un contacto entre China y la Europa cristiana. El propio
Kublai finalizó la conquista de China y se interesó por la cultura de este país.
Cambaluc (Pekín) era entonces la nueva capital de los tártaros. Había sido tomada por Gengis Khan en 1215 y
Kubilai la convierte en capital en 1264. Allí se encuentran los venecianos con una corte abierta a los
extranjeros, que busca sus cuadros administrativos y de gobierno entre las minorías étnicas más cultas: sirios,
persas, turcos y judíos, mahometanos y cristianos nestorianos. No podía ser de otro modo puesto que las elites
chinas permanecen fieles a las antiguas dinastías y hostiles al invasor y los tártaros contaban solo con su
aparato militar, careciendo de experiencia administrativa, de gestión y de gobiernos civiles.
Kubilai, que jamás había visto comerciantes italianos, les interrogaba frecuentemente acerca de Europa, de sus
soberanos, de sus instituciones estatales, de sus ejércitos, de su religión... Y ellos, como buenos católicos,
hijos de su época, no dejaban escapar ocasión para tratar de convertirle al cristianismo. Él les hacía concebir
esperanzas, pero luego el mongol siempre práctico, quería saber porqué había de hacerse cristiano:
"Hay cuatro profetas venerados en el mundo entero, les dijo, Jesucristo, Moisés, Mahoma y Sakya Muni. Yo
me inclino ante los cuatro, así como ante quién en el cielo es el mayor de todos y le ruego que me socorra.
¿Por qué queréis que abrace el cristianismo? Ya veis que los cristianos de estos países son unos ignorantes
que no saben hacer nada, mientras que los idólatras pueden realizar todo lo que quieren". Sin embargo era
muy cauto y se guardó mucho de ofender al Dios cristiano y envió a los Polo al Papa.
Este debía hacerlos volver acompañados por cien eruditos en la ciencia religiosa cristiana, "capaces de
demostrar a los idólatras que también ellos sabían realizar maravillas, pero despreciaban hacerlo por ser
arte diabólico". Prometió que en tal caso se convertiría y se dejaría bautizar, juntamente con sus nobles y
pueblo, "de manera que habría aquí muchos más cristianos que en todos vuestros países."
Son los tiempos de la Pax Mongólica, del mayor florecimiento del imperio de los tártaros y del comercio e
intercambio con Europa protegido por los emperadores, que obtenían del tráfico de caravanas y del tráfico
marítimo la mayor parte de sus ingresos, lo que motivará su predilección y atención por los comerciantes. El
imperio tártaro, regido desde el quiltai (consejo) del gran señor, institución de origen feudal y familiar, se
extendía desde el Caspio hasta el mar de China, desde Siberia hasta Birmania, mucho más extenso que ningún
otro imperio.
VUELTA A VENECIA
Pero al volver a Europa los Polo, el Papa Clemente IV había muerto. Los cardenales estaban ocupados en
disputarse la plaza. Esta elección se convirtió en un escándalo público y la indignación popular iba en
aumento. A fin de acelerar la decisión, las autoridades civiles encerraron a los cardenales en el palacio papal,
les amenazaron con un régimen de hambre y quitaron el techo para que la influencia divina pudiera caer sobre
ellos con mayor libertad.
Hasta después de dos años fue inútil la espera para los hermanos Polo. Pasaron ese tiempo en Venecia, su
ciudad natal, dónde Micer Nicolo supo que "su mujer, que al partir, estaba encinta, estaba ya muerta y
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enterrada, habiéndole dejado un hijo de quince años, llamado Marco, al que Micer Nicolo no había visto
nunca.".
Y fue cuando ya se hallaban camino del Asia Oriental, cuando supieron que el cónclave, en Viterbo, había
elegido Papa a su protector Teobaldo Visconti, quién adoptó el nombre de Gregorio X. Volvieron sobre sus
pasos. Pero en lugar de los cien sabios, Gregorio sólo les dio dos eclesiásticos, fray Nicolás de Vicenza y fray
Guillermo de Trípoli, los más antiguos de Tierra Santa.
Acre, la capital del reino de la cruzada tras la caída de Jerusalén, en 1244, estaba en ese momento crítico en un
momento de plena guerra civil. Ninguno de los cruzados se sentía responsable de la supervivencia del reino,
que quedó en manos del legado del Papa, Teobaldo de Plasencia. Teobaldo era un hombre de gran rigor y
dignidad, amigo de Santo Tomás de Aquino y confidente de los reyes de Francia e Inglaterra. Nombrado
arcediano de Lieja, abandonó su puesto y se retiró a Tierra Santa, después de serias desavenencias con su
obispo, que pretendía convertir Lieja en un burdel. En Acre, Teobaldo, logró negociar una tregua entre los
genoveses y venecianos y convencer a la nobleza local para que colaborase con el príncipe Eduardo de
Inglaterra, que acababa de llegar al frente de una Cruzada inglesa. A fines de agosto de aquel mismo año, fue
elegido candidato al pontificado. Se enteró de su nombramiento a principios de Septiembre.
Gregorio X comprendió que la única esperanza posible para los cruzados era establecer algún tipo de pacto
con los mongoles, con quienes compartían un enemigo: Egipto. Era una buena jugada estratégica, puesto que
cada vez había más indicios de que Kublai Kan consideraba la posibilidad de convertirse al cristianismo. No
era una proposición tan absurda como parecía. Había muchos cristianos orientales entre las filas mongoles y
ya había tenido lugar una colaboración militar entre Bojhemond, el cruzado príncipe de Antioquía, y Hulagu,
el príncipe mongol de Persia. Pero Gregorio había concebido un plan mucho más atrevido y ambicioso que
una simple colaboración. Deseaba convertir a los mongoles al cristianismo y al gran Kublai Kan en el hijo
espiritual del pontífice romano. El imperio mongol se extendía desde el Eufrates hasta el Pacífico; era el más
vasto imperio que se había visto jamás. Gregorio comprendió que si podía convertirlo en un imperio cristiano
los días del imperio estarían contados y el reino de los cruzados se habría salvado.
Estos frailes, sin ningún deseo de someterse a las penas y fatigas del viaje regresaron a Europa llegados a Asia
Menor. Así que en lugar de sacerdotes, los Polo llevaron a Kublai Kan únicamente el hijo menor de Nicolo
que ya contaba con 20 años de edad y estaba precisamente en la edad de observar todas las maravillas del
mundo. Marco Polo era un joven adolescente e instruido cuando acompañó a su padre hasta tierras del Khan,
allí permaneció 16 años, empleando 27 en el curso de sus viajes.
VIAJES DE MARCO POLO
La ruta que siguieron los llevó en un viaje por tierra desde Acre (actualmente en Israel) a Hormuz, en la
entrada del golfo Pérsico. Desde allí, hacia el norte, a través de Irán hasta el río Oxus (en la actualidad
denominado Amu−Darya), en Asia central. Después ascendieron por el Oxus, cruzaron Pamir y llegaron a la
región de Lob Nor, en la provincia de Sinkiang (en la actualidad la región autónoma de Xinjiang Uygur), en
China, y por último cruzaron el desierto de Gobi y llegaron a la corte de Kublai Khan, por aquel entonces en
la ciudad de Shangdu (Shang−tu), China, en 1275.
EL REGRESO DE MARCO POLO
La orgullosa Venecia, dominadora de mares, se veía atacada por la pujante Génova. Su dominio del
Mediterráneo Oriental estaba fuertemente comprometido. El mar Negro, que durante la primera mitad del
siglo XIII fue un mar veneciano, se encontraba por completo en manos de los genoveses. Las factorías
genovesas en Crimea habían adquirido preponderancia en el comercio con la Horda de Oro, y sus puertos de
la costa norte del Asia Menor les proporcionaban la mayor parte del comercio del Asia Central. Era tal el odio
de las dos rivales, que ninguna flota comercial podía aventurarse sin escolta por el mar, y allí donde se
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encontraban navíos venecianos y genoveses, se libraba una batalla.
Por último los genoveses se decidieron a un gran combate naval: querían atacar Venecia en sus propias aguas.
El 7 de septiembre de 1298 tuvo lugar una batalla decisiva cerca de la isla de Curzola, en la costa dalmática.
La flota veneciana fue derrotada. Perdió casi todos sus navíos, y más de 7.000 hombres cayeron prisioneros.
El almirante Dandole, no queriendo sobrevivir a tal vergüenza, se rompió el cráneo contra el palo mayor de su
navío. Entre los prisioneros conducidos a Génova se encontraba Marco Polo, el cual durante el combate
mandó una galera.
Marco Polo contaba sus maravillosas historias a sus compañeros y los genoveses no tardaron en acudir en
masa al Palazzo del Capitano del Popolo para escuchar los instructivos relatos de aquel gran viajero. Un
compañero de cautiverio, Rustichello de Pisa, reconoció el inagotable material que había en aquellos relatos y,
a petición suya, Marco Polo le dictó, estando en la cárcel, en idioma francés, su libro titulado Livre des
Diversités et Merveilles du Monde.
Entre tanto varios príncipes italianos actuaron como mediadores entre las dos repúblicas. La paz fue firmada y
Marco Polo regresó a Venecia.
2.3 CONTACTOS ENTRE ORIENTE Y OCCIDENTE
Para juzgar la impresión que en aquella época produjo China sobre Europa, nos vemos obligados a recurrir a
algunos nobles viajeros, entre ellos el de Marco Polo, Juan de Montecorvino y Odorico de Pordeone. En
cuanto a las relaciones de los príncipes europeos con las Cortes mongolas, podemos citar nueve embajadas y
quince contraembajadas de los Kanes durante la primera mitad del s XIV. Embajadores mongólicos iban a
Roma, a Barcelona, a Valencia, a París y a Londres; pero los banquetes y recepciones recíprocas sólo son
datos exteriores de la invisibilidad de relaciones mucho más hondas entre los pueblos.
PREDECESORES.
Una embajada enviada por el Papa Inocencio IV, cuyo legado Plano Carpini, llegó hasta la capital de los
tártaros, Karakorum, en 1246, justo para la coronación de Gúyúk, su tercer emperador. Le pide su conversión
al cristianismo, su obediencia al Vicario de Cristo y su alianza política. Ni que decir tiene que la orgullosa
respuesta fue la inversa de la perseguida: "Venid vos a rendirnos pleitesía, acompañado necesariamente por
todos los reyes de vuestras tierras.". "Historia de Mongolorum"
En 1247, San Luis, rey de Francia, se hallaba reunido con los principales de su reino cuando le llegó una
embajada del Gran Khan exigiéndole que se declarara públicamente su súbdito en atención a ser ellos quienes
eran: los tártaros.
El rey francés no hizo caso de aquella embajada. Pero algún tiempo después, hallándose en Chipre, volvieron
a presentarse unos nuevos enviados del Hijo del Cielo. En esta ocasión, el rey cristiano los recibió
honoríficamente y despachó con ellos una embajada que fue considerada en Karakorum como un homenaje de
sumisión por parte del francés.
Visto esto, el rey envió una comitiva, frente a la cual puso a fray Guillermo Ruysbroeck, que ha pasado a la
historia con el nombre de Rubruquis.
Fue Rubruquis autor de una detallada, clara y concisa relación de su embajada, de inapreciable valor histórico
y documental. Dicha crónica permaneció inédita por espacio de seiscientos años, hasta que fue publicada en
1829 por el padre Bergeron con el título de Relación del Viaje a Tartaria.
Estos textos debieron ser conocidos por Marco Polo, su padre y su tío.
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VIAJEROS POSTERIORES.
En el siglo XIV tuvieron lugar otros muchos viajes como los que hemos descrito. Entre los autores de las
respectivas relaciones, hay que recordar al médico inglés Mandeville, a Pegolotti, Guillermo de Bouldeselle,
y al bienaventurado Oderico de Pordenone, el cual atravesó Asia desde el mar Negro hasta el extremo
oriental de China, empleando en el recorrido nada menos que doce años.
Fray Oderico regresó a Italia y escribió una relación de su viaje extremadamente pintoresca, sin orden alguno
y relatando los acontecimientos según se le iban viniendo a la cabeza, de tal modo que su crónica no sirvió
para aclarar gran cosa.
El libro Practica della mercatura, de Francesco Balduci Pegolotti, escrito hacia el año 1340, era una guía
para los viajeros que se dirigían a China. Además de otras cosas importantes, la obra aconsejaba dejarse crecer
la barba, no ser parco en el salario del intérprete. Contenía, así mismo, informes para los comerciantes, a
propósito de las probabilidades de beneficio mediante un frecuente intercambio de mercancías.
CRISTÓBAL COLÓN
Al insigne descubridor Cristóbal Colón hemos de dedicarle unas palabras más debido a la trascendencia de su
viaje.
De Toscanelli fue un científico italiano que basado en los relatos de Marco Polo y de Nicolás de Conti,
calculó la posibilidad de dirigirse a Oriente a través del océano Atlántico. Intercambió información con
Fernão Martins, al que envió una carta (1474) en la que exponía que esta ruta era más corta que la que
pretendían seguir los portugueses a través de las costas de África. También escribió a Colón, a quien, directa o
indirectamente, influyó en sus teorías.
Colón recogió de este Toscanelli todo lo relativo al gran kan, a la tierra firme asiática (Catay, Mangi y
Ciamba) y sobre todo al Cipango, isla distante 1.500 millas del Continente y famosa por su riqueza. Sin
embargo, hay un punto en el que Colón discrepaba del sabio florentino: las distancias entre ambos extremos
del Océano. Toscanelli asignaba al mismo 120 grados de la esfera terrestre (casi el doble de la que en realidad
tiene), y, aunque situaba algunas islas en el camino, la empresa resultaba muy arriesgada. Por esta razón, los
portugueses, tras estudiar el plan, lo rechazaron y archivaron. Colón, sin embargo, sabía que, en el capítulo de
las distancias, Toscanelli estaba equivocado: al empezar el viaje el descubridor anunció que las primeras
tierras se encontrarían a 800 leguas de las islas Canarias
También sugirió la posibilidad de abrir una ruta marítima completa al Lejano Oriente bordeando África, hecho
que finalmente llevaría a cabo entre 1497−1498 el navegante portugués Vasco da Gama.
ESPAÑOLES TRAS MARCO POLO.
Ya en el siglo XV, el madrileño Ruy González de Clavijo fue enviado por Enrique III a Persia, de donde
regresó a los tres años para relatar su odisea en un libro titulado Relación de la embajada al Gran Tamerlán,
obra que se ha reeditado en nuestro siglo.
También el siglo XV conoció las andanzas del cordobés Pedro Tafur, viajero curioso y entretenido que las
dio a conocer por medio de un manuscrito desdichadamente incompleto Las andanzas e viajes de Pero Tafur
por diversas partes del mundo. Tiene un gran interés por hallarse adobado de tradiciones históricas y de
leyendas de los muchos países y ciudades que este cordobés pudo visitar.
TRASCENDENCIA DE ESTOS CONTACTOS: INVENTOS
10
La seda de china llegaba a Europa con un precio que le permitía competir con la seda fabricada en nuestro
continente. La gente se aficionó a las muestras chinas y se intentó imitarlas. Se aprendió a conocer alimentos
extraños y a prepararlos en casa: los macarrones italianos son de origen chino y lo mismo se dice del arroz. Se
adoptó el uso de los medios mecánicos extranjeros: la máquina de calcular china se usa hoy todavía en Rusia.
Se adquirieron conocimientos sobre las islas de las especias, de donde llegaban las más preciadas, como la
pimienta, el jengibre, la canela y la nuez moscada. La muselina india, el algodón, las perlas, las piedras
preciosas, gozaban de una excelente reputación en Europa. Del Irán llegaban armas, tapices, artículos de piel.
Jamás fue Asia tan grande, tan variada, tan rica en diferentes culturas y tan parecida a Occidente.
¿Fue casualidad que empezasen en Europa los inventos precisamente por aquella época? Desde la Antigüedad
conocían los chinos la pólvora. Los mongoles poseían morteros. Marco Polo escribe que los comerciantes
chinos tenían cuadros entre sus objetos de lujo Los frailes franciscanos fueron los primeros embajadores en la
Corte mongola, y un franciscano llamado Bertoldo Scharz trajo la pólvora a Europa. Uno de los arzobispos de
Pekín había sido profesor de teología en la Universidad de París. Los primeros arzobispos de Pekín fueron
también franciscanos. En Asís, centro de la Orden Franciscana, se podían ver las características de la pintura
china que, en el trescientos, condujo el arte italiano el Renacimiento: composición asimétrica, movimientos
más acentuados, fondo de paisaje. Hasta en un cuadro de Simón Martini, conservado en la iglesia de Asís, se
ve un chino que canta, vestido de sacerdote.
Ya en el siglo X, los chinos usaban la imprenta con caracteres de madera para la impresión de los libros. La
primera edición de sus libros clásicos data del año 952. Los libros europeos que aparecieron en nuestro
continente durante el siglo XIV estaban, como los chinos, impresos únicamente por una sola cara de las hojas.
En Corea se imprimieron, a partir de 1403, libros mediante caracteres móviles, lo que no era una invención
sino una mejora del antiguo procedimiento chino: Los chinos emplearon caracteres de arcilla y los coreanos
de metal; Gutemberg nació hacia 1400.
Desde el año 1120 conocía China los naipes; los europeos más antiguos se parecen en su forma, tamaño,
dibujo y números, a estos.
El número de inventos de aquella época es enorme, no siendo siempre imitaciones de modelos chinos. La
súbita mezcla de todas las culturas influyó en cada una de ellas. Los bronces y cerámicas de la época revelan,
tanto en la forma como en el decorado, una influencia de Asia Menor. Las cifran indias, los métodos
astronómicos muslímicos, penetraron en el Asia Oriental. Pero más fuerte fue todavía la influencia China en el
arte miniaturista, en el textil y en la cerámica.
En Europa, con su fuerza y su disposición extraordinarias para asimilar todas las influencias extrajeras, era un
campo admirablemente abonado para la reunión de todas las culturas asiáticas. Es típico, hasta sintomático,
que la mayoría de los inventos de aquella época fueran realizados, no por sabios, sino por hombres prácticos,
desconocidos, por gente del pueblo, por artesanos. Ni siquiera conocemos el nombre de la mayoría de ellos.
De repente los inventos aparecían. Se los mejoró y de pronto se revelaron otras posibilidades prácticas, como
el desarrollo de las armas de fuego, por ejemplo.
Europa se había visto obligada a cubrir en Egipto sus necesidades de mercancías orientales, como por
ejemplo, los productos indios o los de las islas de las especias. Los celosos islámicos, especialmente los
poderosos de Egipto, explotaron el monopolio de un modo usurario, pues aumentaban en un trescientos por
ciento el valor de las mercancías, ofendiendo y maltratando, además a los comerciantes cristianos. Los Kanes
abrieron a los países occidentales el mercado persa, hasta entonces cerrado para ellos. Sustituyeron El Cairo y
Bagdag por Tabriz, como centro del comercio internacional y ofrecieron su protección a todos los
comerciantes
2.4 EL LIBRO DE MARCO POLO
11
Su obra Los viajes de Marco Polo (publicada por primera vez en francés), es probablemente el libro de viaje
más famoso e influyente de toda la historia. La riqueza de sus intensas descripciones supuso para la Europa
medieval la primera toma de contacto con la realidad de China, además de las primeras noticias sobre otros
países como Siam (Tailandia), Japón, Java, Cochinchina (en la actualidad una parte de Vietnam), Ceilán (en la
actualidad Sri Lanka), Tibet, India y Birmania.
Durante mucho tiempo, esta obra fue la única fuente de información de Europa sobre la geografía y el modo
de vida en el Lejano Oriente.
Además, sirvió de modelo para elaborar los primeros mapas fiables de Asia que se hicieron en Europa, y
despertó, como hemos visto, en Cristóbal Colón el interés por el Oriente, que culminó con el descubrimiento
de América en 1492, cuando pretendía llegar al Lejano Oriente que Marco Polo había descrito, navegando
rumbo oeste desde Europa.
ESTRUCTURA
En la introducción se nos suministra un apretado resumen de la totalidad de su aventura.
En el primer libro las cosas concernientes a China y al gobierno del gran Khan.
En el tercero, llamado libro de la India, se centra en el viaje de vuelta del veneciano.
En el epílogo se suministran determinadas informaciones que habían quedado descolgadas del hilo central de
la narración.
CONTENIDOS.
Naturalmente la realidad no fue tan lineal como se nos describe, y este itinerario ideal está compuesto de
muchos diversos itinerarios entrecosidos. Hay que tener en cuenta que el objetivo central de Marco no es de
transmitir su aventura, sino facilitar una útil descripción de los pueblos visitados. Así podemos ver que su
libro está lleno de instrucciones para viajeros, informando de cual es el comercio, producción y moneda de
cada lugar, cuáles sus costumbres y religión, cuáles sus principales núcleos de población, cuál es la
descripción del terreno y el tiempo y las dificultades que se arrostran al atravesarlo, cuáles son los cursos de
agua, cuáles los itinerarios posibles...
El libro no es sólo una guía pues existe simultáneamente un interés por parte del autor en establecer la
verdadera lectura de determinadas leyendas, mitos o fenómenos de los que en Europa se tenía noticia. Siempre
sabe distinguir entre lo que le han dicho y lo que ha visto con sus propios ojos. En lo que se refiere a la
descripción de la organización administrativa del Gran Khan, Marco es exacto y fidedigno en cuanto nos
transmite, fiel a la historia tal como él podía sentirla.
Esta parte del libro es, al mismo tiempo, su cuerpo doctrinal y filosófico. Desde aquí elabora su utopía del
buen gobierno, de cuyos efectos se deduce el orden armónico existente en las tierras del Gran Khan. Así va
mostrando el sistema de impuestos y finanzas, unificadas mediante los billetes del emperador como única
moneda, la formación del tesoro, el establecimiento de las comunicaciones viarias, fluviales y marítimas, el
sistema de correo, la regulación de precios del grano, la organización de los oficios, la protección del
comercio, los sistemas de policía, la prevención de incendios, las grandes obras públicas de canalización, la
protección de la caza, y sobre todo la centralización del poder y su estructura interna. Y con todo ello va
dibujando al mismo tiempo su estado ideal, el renacimiento del imperium con el que tanto soñarían los nuevos
espíritus renacentistas que casi inmediatamente habían de seguirle.
Sin embargo, a lo largo del texto, en muchas ocasiones entrevemos que el estado mongol no era precisamente
12
modélico, ni como orden ni como estado. Y de hecho, tras el período de máximo esplendor bajo la
administración de Kublai, comenzará la rápida decadencia de los Yuán, No era fácil, con la técnica militar de
la época, controlar un país con sesenta millones de súbditos siendo tan sólo unos cientos de miles de
mongoles. Por otra parte la chinificación del gobierno fue creando sus propias resistencias que llevaron a los
tártaros a luchar entre sí en numerosas ocasiones.
A través del libro de Marco Polo conocemos la rebeldía de Kaidú o la de Naián, y las rebeliones chinas, como
la de la ciudad de Cambaluc, duramente reprimida. Además, a la inversa que en las dinastías puramente
chinas, bajo las cuales la primacía del poder era de los civiles, la superposición del poder militar al burocrático
se mantendrá entre las formas de gobierno de los Khanes, como rasgo propio de su origen guerrero.
ÉXITOS
El éxito del texto en el mundo en el que fue publicado, no hay duda de que fue enorme, pese a los iniciales
recelos e incredulidades. En un principio todo el relato del veneciano fue rechazado como invención,
teniéndose sus noticias por inverosímiles y calificando a su autor de Micer Millione, por la exageración de los
números (de habitantes, de barcos, de edificios..) que para el imperio del Khan facilitaba. Hasta en el lecho de
muerte, amigos le rogaron que jurara, por la salud de su alma, ser ciertas las exageraciones contenidas en el
libro. El enfermo les gritó que no había contado más que la verdad, pero ni siquiera la mitad de lo que había
visto.
Por otra parte sus contemporáneos estaban bien dispuestos a seguir creyendo maravillas, leyendas y
falsedades sin cuento sobre todo lo referente al Oriente lejano. Pero la realidad, una civilización en muchos
aspectos fruto de un grado de organización social superior al suyo, era lo único que no podían aceptar. La
ruptura de lo expuesto por Marco Polo con las legendarias tradiciones anteriores referentes al Asia era
demasiado brusca.
Así durante mucho tiempo el libro de Marco fue la mejor guía de viajeros al Oriente, hasta que se abrieron las
nuevas rutas marítimas del Cabo de Buena Esperanza y del Pacífico, de Méjico a Filipinas, que marcaron el
final de las viejas caravanas, junto con el libro de otro italiano del siglo XIV, titulado Práctica della
mercatura, en el que se describía la ruta hasta el Catai.
3.− DÓNDE ENCONTRAR A MARCO POLO
3.1 BIBLIOGRAFÍA
En esta bibliografía he incluido diferentes ediciones del libro de viajes de Marco Polo. El texto base es el
mismo; el dictado en la cárcel al pisano Rustichello; con las diferencias lógicas de traducción, en las que
también influye el año de edición. Sin embargo las ediciones anotadas, característica que tienen la mayoría de
las que aquí incluyo, son muy diversas, y dependiendo del autor podemos encontrar más o menos datos acerca
de la vida de Marco Polo y más o menos precisión en ellos. Por ejemplo la edición de los viajes de Marco
Polo anotada por Cristóbal Colón es muy interesante ya que refleja los pensamientos y dubitaciones del
genovés en cuanto a las experiencias de Marco Polo.
También se da referencia de obras que documentan el tiempo, la sociedad, las ideas, la geografía, la ruta de la
seda, la política, la vida de los grandes Khanes, el arte en la época, la gastronomía... con la intención de
facilitar el trabajo a quién desee profundizar más sobre este insigne veneciano.
• Viatges de Marco Polo. (Versió catalana del segle XIV) Editorial Barcino.
• Marco Polo i el llibre de les merevelles. Ediciones Granica, S.A.
• Viajes de Marco Polo. Everest de Ediciones y Distribución, S.L.
• Aventuras de Marco Polo. Editorial: Producciones Editor. Juan José Fernández Ribera.
13
• The Book of Ser Marco Polo. Traducido por Henry Yule. Londres. 1975.
• Marco Polo. Jacques Heers. 1983.
• Los viajes de Marco Polo. Editorial: Editorial Playor, S.A. Precio: 792.
• El libro de Marco Polo: las apostillas de Historia Natural de Plínio el viejo. Volumen preparado por J.
Gil. 1992
• Viatges de Marco Polo: versio catalana del segle XIV a cura de Annaria allina.1983.
• Aragonese version of Marco Polo. Juan Fernández de Heredia. Editado por Juan Nitti. 1998
• El Libro de Marco Polo. Colón, Cristóbal.Anotado por Cristóbal Colón, versión de Rodrigo de Santaella,
ed., introd. y notas de J. Gil. Madrid. Alianza. 1987 XIX + 287 p. Alianza Universidad.
• Marco Polo. Lola Fonseca. Editorial Labor, S.A. 219 pgs.
• Tras los pasos de Marco Polo. Dalrymple, William. Ediciones B. 348 Pgs. 1998. Sinopsis: En 1986, el
autor de este libro decide viajar a Xanadú, a las ruinas del palacio de Kublilai Khan, en la estepa de
Mongolia. Nadie había estado allí desde la expedición que lo descubrió en 1872. Para el itinerario sólo
existe una guía: los viajes de Marco Polo.
• La Italia de año mil. Indro Montanelli. Editorial Plaza y Janés.
• La Conjuración de Venecia. Francisco Martínez de la Rosa. Editorial Cátedra. 1993. Madrid .306 pg.
• The Discoverers. Boorstin, Daniel J.
• All Possible Worlds: A History of Geographical Ideas. Martin, Geoffrey and Preston James.
• Facsimil Marco Polo. Editorial: Testimonio Compañía Editorial, S.A.
• La Torre de Apolidón y el influjo del 'Libro de Marco Polo' en el 'Amadís de Gaula'. Suárez Pallasá,
Aquilino. Letras de Buenos Aires. Buenos Aires, 1992, núms. 25−26, p. 153−72. 1992
• Variaciones en el discurso y alternancias personales del narrador en la versión aragonesa del 'Libro
de Marco Polo'. Buesa Oliver, Tomás. Dicenda. Madrid, 1987, núm. 6, p. 289−95 .1987
• Juan Fernández de Heredia's Aragonese version of the 'Libro de Marco Polo'. Fernández de Heredia,
Juan . Ed. de John J. Nittin. Madison. Hispanic Seminary of Medieval Studies. 1980. 121 pgs. 1980
• Marco Polo y su época . Christine Germain. Anaya Generales.
• La Venecia de Casanova. Azúa, Félix de. Editorial Planeta.
• Marco Polo. Collins. Fondo de Cultura económica.
• Una familia veneta del libro de Marco Polo. Angélica Valentinetti Mendi.
• Marco Polo: Venezia e L´Oriente a cura di Alvise Zorzi.
2ª edic. 1989.
• De Marco Polo a Christopher Colomb. Jean Favier. 1250−1492
• Marco Polo y la ruta de la seda: pueblos, paisajes y leyendas. 1992. Jean Pierre Drége.
• El veneciano aventurero: descripción de la vida tiempos y obra de Messer Marco Polo. 1994. Henry
H. Hart.
• Gengis Khan: el conquistador de Asia. Michael Pradwin. Edit. Juventud. 5ª edic. 1986.
• La route de la soie. Aly Mazalieri. 1983
• La ruta de la seda. Luce Boulnois. 1986
• Byzantium and Venice: a study in diplomatic and cultural relations. 1988.
• Kublai Khan: su título y su tiempo. Rossabi Morris
• Venecia e Bisanzio nel secolo XII i raporti economic. 1988. Silvano Borsari.
• El libro de Marco Polo: Notas históricas y bibliográficas. 1958. Carlos Sanz.
• Marco Polo: aventures en Chine. Ruggoff Milton. 1965.
• Did Marco Polo go to China?. Frances Wood
• The Travels of Marco Polo : The Complete Yule−Cordier Edition : Including the Unabridged Third
Edition .1903 of Henry Yule's Annotated Translation,
• The Story of Liberty. Charles C. Coffin
• Demonios extranjeros en la Ruta de la Seda Peter Hopkirk,
• El viaje del veneciano Marco Polo. Adaptado por Hans Lemke. Hamburgo 1907.
• El libro de Marco Polo. Charignon, A. L. H. Pekín. 1924.
14
• Viaje al interior de Asia. Guillermo de Rubruk. Publicada y adaptada por Herman Herbst. Leipzig. 1925.
• Historia de los mongoles. Juan de Plano Carpini. Traducida y comentada por Federico Rich. Leipzig.
1930.
• Vida y hazañas del Gran Tamerlán. Petesburgo. 1881
3.2 MARCO POLO EN INTERNET
Aunque la información en la red sobre el avezado viajero es escasa y difícil de conseguir, he aquí un listado
de las páginas más interesantes, comentadas, sobre Marco Polo y los lugares que visitó.
• http://www.gipuzkoa.net/kultura/km/castella/marcoc.htm
La única página española referente a este tema. Se encuentran buenas imágenes y citas de otros autores sobre
nuestro viajero. Muy interesantes.
• http://www.menic.utexas.edu/menic.htlm
Se trata de una página de la universidad de Texas sobre la vida de Marco Polo. Muy básica.
• http://www.home.miningco.com/education/scilife/index.htm
Vida y obra de Marco Polo. No merece la pena.
• Investigación medieval: Marco Polo: Las Glorias de Kinsay
http://www.fordham.edu/halsall/source/polo−kinsay.html
• Investigación Medieval : Marco Polo y los Tártaros
http://www.fordham.edu/halsall/source/mpolo44−46.html
En esta dirección se puede encontrar los capítulos 44 y 45 del libro de Los Viajes de Marco Polo, en inglés.
• Investigación y estudios de Ulus Djuchi
http://www.orient.ru/events/goldhord.htm
Estas páginas nos ofrecen información sobre oriente del siglo XIV.
• Mongolia Exhibition
http://www.asianart.com/mongolia/index.html
• Fotografías de Mongolia
http://www.userpage.fu−berlin.de/~corff/im/Picture/overview.Picture.html
Impresionantes fotografías sobre los parajes que visitó Marco Polo
• La Realidad de Mongoles
http://home.powertech.no/pioe/index.html
• Mongolia Online − Tu guía para Mongolia
http://www.magicnet.mn/
• Página del Parlamento de Mongolia. http://www.parl.gov.mn/english.htm
• Asia Central
http://web.raex.com/~obsidian/centasia.html
http://www.wlc.com/oxus/centasia.htm
15
3.3 FILMOGRAFÍA
Marco Polo y sus viajes han sido fuente de inspiración de películas, sobre todo de aventuras y fantásticas
aunque también podemos encontrar musicales o películas históricas, algo más cercanas a la realidad. Aquí se
detallan la ficha técnica de las películas más usuales sobre Marco Polo. La más recomendable es la número
seis.
1. TÍTULO : MA−KO PO−LO
Director : CHANG Cheh
Año : 1975
Productora : Shaw Brothers
País : Hong Kong
Sinopsis : Cuento de Marco Polo llegando a Catai y siendo recibido en audiencia por Kublai Kan.
Minutos : 106
Sistema de color: Eastmancolor
2. TÍTULO : MARCO
Director : Seymour ROBBIE
Año : 1973
Productora : Tomorrow Entertainment
País : USA
Sinopsis : Se trata de un musical sobre la leyenda de Marco Polo.
Intérpretes : Desi ARNAZ Jr.
Jack WESTON
Zero MOSTEL
Cie Cie WIN
Fred SADOFF
Aimée ECCLES
Minutos : 109
Sistema de color : Eastmancolor
3. TÍTULO : MARCO POLO
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Otros títulos : L' AVVENTURA DI UN ITALIANO IN CINA
Director : Hugo FREGONESE
Piero PIEROTTI
Año : 1961
Productora : Panda Società per l'Industria Cinematografica
Transfilmorsa
País : Italia − Francia
Sinopsis : Reconstrucción histórica de Mongolia en el siglo XIII.
Intérpretes : Rory CALHOUN Marco Polo
Yoko TANI Princesa Amuroy
Robert HUNDAR Mongka
Camillo PILOTTO Gran Khan
Pierre CRESSOY Cuday
Michael CHOW Ciu−Lin
Minutos : 104
Sistema de color : Pathecolor
Sistema de sonido : Cinemascope
4. TÍTULO : MARCO POLO JUNIOR
Otros títulos : MARCO POLO RETURNS
Director : Eric PORTER
Año : 1973
Productora : Animation International. Porter Animations
País : Australia
Sinopsis : El descendiente del original Marco Polo navega nuevo hasta Xanadú para rescatar a la princesa
capturada por el Dragón Rojo.
Intérpretes :
Bobby RYDELL voz de Marco Polo Junior
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Arnold STANG voz de El Dinosaurio delicado
Corie SIMS voz de la Princesa
Kevin GOLSBY voz del Dragón Rojo
Larry BEST voz del Gurú.
Sistema de color : Eastmancolor
5. TITULO: MARCO POLO THE MISSING CHAPTER
Director : Raphi BUKAEE
Productora : Gilgamesh Productions
Olin Film Productions
País : Israel
Intérpretes :Shuli RAND
Avital DICKER
Peter FIRTH
Alon ABOUTBOUL
Owen TEALE
6. TÍTULO: La FABULEUSE AVENTURE DE MARCO POLO
Otros títulos : The FABULOUS ADVENTURES OF MARCO POLO
MARCO THE MAGNIFICENT
Le MERAVIGLIOSE AVVENTURE DI MARCO POLO
MARKO POLO
Directores : Denys de LA PATELLIERE. Noël HOWARD
Año : 1965
Productoras : I.T.T.A.C., Paris
Société Nouvelle de Cinématographie
Pro−Di (Produzione e Distribuzione)
Avala Film, Belgrade
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Mounir Rafla, Cairo
talaf Kaboul
País : Francia, Italia, Yugoslavia, Afganistán y Egipto.
Sinopsis : Las fabulosas aventuras de Marco Polo en Asia durante el siglo XIII
Intérpretes : Horst BUCHHOLZ Marco Polo
Anthony QUINN Kublai Khan
Akim TAMIROFF viejo de las montañas
Robert HOSSEIN Príncipe Nayam
Omar SHARIF Sheik Alaou
Orson WELLES Ackermann
Grégoire ASLAN Achmed Abdullah
Massimo GIROTTI Nicolo Polo
Folco LULLI Spinello
Lee Sue MOON Gogatine, princesa China
Mansoureh RIHAI Taha
Bruno CREMER Guillaume de Tripolis, 1 Temp.
Jacques MONOD Nicolo de Vicenza,
Guido ALBERTI Papa Gregorio X
Mica ORLOVIC Matteo Polo
Minutos : 112
Sistema de color : Eastmancolor
4.− DOCUMENTOS
Aquí se incluyen una serie de documentos o apéndices que facilitan o ilustran algunas de las cosas dichas
hasta ahora:
CITAS.
La diplomacia, las materias con las que comerciar, los gobernantes, la moneda de la época... ¿Qué y a quiénes
iba buscando o se encontró Marco Polo para que él fuese valioso?.
19
Acerca de los Gigantes: antes que la arena del Takla Makán engullera sus ciudades, de oasis a oasis se
dibujaba la ley de los emperadores, la sombra a la que se cobijaban los extranjeros.
Peter Hopkirk, Demonios extranjeros en la Ruta de la Seda
Construye muy brevemente la materia física que compone un viaje (ida y equipaje; regreso y souvenirs y
crónica del viaje −en este caso de Marco Polo−) y la de los otros viajeros que llevaron a término el suyo.
Caminando por espacio de un año hacia Levante y después volviendo a mano izquierda al viento Griego y
después al Tramontano que viene del norte, finalmente llegaron a la ciudad del Gran Kan.
Marco Polo
Italo Calvino, las ciudades invisibles.
No está dicho que Kublai Jan crea en todo lo que dice Marco Polo cuando le describe las ciudades que ha
visitado en sus misiones, pero lo cierto es que el emperador de los tártaros sigue escuchando al joven
veneciano con más curiosidad y atención que a ningún otro de sus mensajeros o exploradores. En la vida de
los emperadores hay un momento que sucede al orgullo por la amplitud inconmensurable de los territorios que
hemos conquistado, a la melancolía y al alivio de saber que pronto renunciaremos a conocerlos y a
comprenderlos, una sensación como de vacío que nos asalta una noche junto con el olor de los elefantes
después de la lluvia y de la ceniza de sándalo que se enfría en los braseros, un vértigo que hace temblar los
ríos y las montañas historiados en la leonada grupa de los planisferios, enrolla uno sobre otro los despachos
que anuncian el derrumbe, de derrota en derrota, de los últimos ejércitos enemigos y resquebraja el lacre de
los sellos de reyes que jamás oímos nombrar, que imploran la protección de nuestras huestes triunfantes a
cambio de tributos anuales en metales preciosos, pieles curtidas y caparazones de tortuga; es el momento
desesperado en que se descubre que ese imperio que nos había parecido la suma de todas las maravillas es un
desmoronarse sin fin ni forma, que la gangrena de su corrupción está demasiado avanzada para que nuestro
cetro pueda ponerle remedio, que el triunfo sobre los soberanos enemigos nos ha hecho herederos de su larga
ruina.
Sólo en los informes de Marco Polo, Kublai Jan conseguía discernir, a través de las murallas y las torres
destinadas a derrumbarse, la filigrana de un diseño tan fino que escapaba a la voracidad de las termitas
DOCUMENTOS
LA RUTA DE LA SEDA.
Antigua ruta comercial que unía China con la Roma imperial, denominada así por la importancia de la seda
como principal mercancía transportada. La ruta de la seda empezó a utilizarse hacia el año 100 a.C. cuando el
emperador Wudi de la dinastía Han de China sometió extensos territorios de Asia central mediante conquistas
y alianzas. La nueva estabilidad de estos territorios y la construcción de numerosas calzadas, permitió el
tráfico de caravanas por varias rutas que iban desde la capital china de Chang'an (actualmente Xi'an), pasando
por la llanura del norte de China, a través de las cordilleras Pamir y Karakorum, hasta Samarcanda y
Bactriana, hasta Damasco, Edesa y los puertos mediterráneos de Alejandría y Antioquía. La ruta de la seda
recorría cerca de 6.000 kilómetros, y esta gran distancia favorecía el transporte de mercancías de gran valor:
seda de China y lana, oro y plata de Roma. Las caravanas solían traspasarse las mercancías en lugar de
recorrer toda la ruta.
Otros valores que importó China a través de la ruta de la seda fueron el cristianismo nestoriano de Europa y el
budismo de la India. El comercio marítimo a través de India y Arabia probablemente movió más mercancías
que el famoso camino terrestre. La ruta de la seda cayó en desuso hacia el siglo V con la aparición del
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islamismo militante y la fragmentación del Imperio romano, pero revivió durante los periodos de tranquilidad
política, sobre todo durante el Imperio mongol en el siglo XIII, cuando Marco Polo viajó por esta ruta hacia
China durante casi tres años.
LIBROS DE VIAJES
Género ampliamente consolidado que ha gozado de una enorme popularidad durante siglos, pese a que su
definición sigue resultando difícil. Por lo general se entiende como libro o relato de viajes aquel que se ajusta
a una o más de las siguientes características: relato no ficticio escrito en primera persona del singular (o
plural) que describe un viaje a través de un país extranjero y contiene numerosas observaciones sobre el
paisaje, la geografía, la flora, la fauna, los habitantes, el modo de vida, la historia y las costumbres sociales del
país.
Además de toda esta información objetiva, el libro de viajes contiene invariablemente una aventura. A
menudo se basa en los emocionantes incidentes del itinerario o los dramas históricos relacionados con las
localidades visitadas por el narrador. Otra sólida tradición en el relato de viajes contemporáneo es la nostalgia
romántica del Edén perdido, desterrado en Occidente por la industrialización, pero aún discernible en las
gentes y los paisajes de lugares remotos.
Primeras muestras del género
La idea de un viaje por tierras desconocidas ha resultado sumamente atractiva para los escritores desde los
orígenes de la literatura occidental. El ejemplo arquetípico es la epopeya homérica del siglo IX a. C., la
Odisea, que narra el largo viaje de Ulises desde las guerras troyanas hasta Ítaca, su isla natal.
Los escritores no han sido los únicos fascinados por el tema del viaje; también el público europeo ha acogido
siempre con entusiasmo cualquier descripción de lugares o personajes exóticos. Gran parte del atractivo y la
vitalidad de la que gozan las obras del historiador griego Heródoto desde el siglo V a. C. reside en sus
descripciones de primera mano de las observaciones realizadas durante sus viajes por Asia Menor, el norte de
África y la región del mar Negro.
La obra que más ha contribuido a configurar el libro de viajes moderno y que ha generado un mayor número
de imitadores data de finales de la edad media. Los Viajes de Marco Polo fue uno de los libros más
difundidos durante la edad media y uno de los libros de viajes más famosos de todos los tiempos. Al aragonés
se tradujo entre 1377 y 1396, y Juan I de Castilla ordenó su traducción al castellano en 1385. Narra la misión
de un noble comerciante veneciano del siglo XIII en la corte china del emperador mongol Kublai Kan.
Mediante una lograda combinación de aspectos sociales, hechos históricos y leyendas como la descripción de
hombres con rabo y cara de perro, esta obra proporcionó a Europa una valiosa información sobre el Lejano
Oriente y la sociedad china, al tiempo que reavivó el interés de los europeos por los viajes.
Libros españoles de viajes son Liber Sancti Jacobi una compilación del siglo XII atribuida a Aymerico Picaud
sobre el camino de Santiago en el que se recogen descripciones de lugares, así como relatos, homilías y
oraciones. Pero quizás el más interesante y novedoso sea el del andaluz Pero Tafur, Andanças e viajes de un
hidalgo español (1454). Es el diario de un comerciante por los países del Mediterráneo.
El libro de viajes en la época imperial
No es mera coincidencia que uno de los periodos de mayor popularidad del relato de viajes fuese
precisamente la época de la expansión colonial y el desarrollo científico en Occidente. El género satisfacía
plenamente las preocupaciones de la Europa del siglo XVII. Los libros de viajes, con sus historias
ambientadas en tierras lejanas, habitadas por gentes exóticas y que reflejan otros modos de vida lograron
satisfacer el apetito de un público ávido de novedades y ansioso por descubrir nuevos horizontes. Destacan así
21
las cartas de exploradores como Hernán Cortés, que ofreció a Europa una primera y seductora visión del
extraordinario Imperio azteca mexicano. El Viaje a Turquía (1557) atribuido a Cristóbal Villalón es un libro
original en el que un condenado a galeras dialoga sobre lo que ha visto y la filosofía de la época.
A lo largo del siglo XVIII, y sobre todo durante el reinado de Carlos III, la Corona española impulsó buen
número de expediciones científicas, que sus protagonistas recogieron en sendos libros de viajes, como los de
Jorge Juan y Santacilia, Malaspina y Alexander von Humboldt, a la vez que enriquecían el conocimiento
científico de la realidad americana.
El libro de viajes, sin embargo, satisfacía algo más que una simple curiosidad de sillón. Este tipo de obras
aportó a Europa una importante información práctica sobre geografía, navegación, rutas terrestres, productos
comerciales y mercados potenciales, información que resultó sumamente valiosa para las aventuras
comerciales y militares emprendidas por los europeos. Un ejemplo significativo puede ser el Viaje por
Marruecos del español Alí Bey, seudónimo del aventurero Domingo Badía que en sus libros contó las
experiencias de sus viajes por el norte de África como enviado de Godoy en misión diplomática secreta.
En la ciudad de Lima, en la época virreinal, se publicó en 1775 una obra anónima, Lazarillo de ciegos
caminantes, en la que su autor narra, con toda clase de detalles, un viaje de Montevideo a Lima, con la
descripción de las costumbres, curiosidades y datos que va encontrando, entre los gauchos y las comunidades
negras, a lo largo de su camino.
El libro de viajes en el siglo XX
Una vez concluida casi definitivamente la exploración del planeta a comienzos del presente siglo, los
escritores de libros de viajes se alejaron progresivamente de la forma tradicional del reportaje empírico.
Durante los últimos 150 años no han cesado de lamentar la desaparición del auténtico viaje y la figura del
viajero asfixiado por el turismo de masas, fenómeno que conduciría definitivamente a la muerte del género.
Sin embargo, la variedad formal demostrada por éste a lo largo del siglo niega estas profecías y pone de
manifiesto que el libro de viajes continúa gozando de gran vitalidad y popularidad.
Con el siglo XX el libro de viajes cambió y se convirtió en un tema que se ceñía a cualquier género literario y
movimiento o estilo artístico. Así nadie puede negar que Poeta en Nueva York de Federico García Lorca o
Diario de un poeta recien casado, de Juan Ramón Jiménez son impresiones de viajes sobre Nueva York. El
Viaje a la Alcarria (1948) de Camilo José Cela, en el que se observa y analiza más la persona que los paisajes
propiamente dichos, inauguró y revitalizó el género que no ha dejado de cultivarse.
KUBILAI KHAN
(1215−1294), líder militar mongol, fundador y primer emperador (1279−1294) de la dinastía mongol Yuan en
China, nieto del conquistador mongol Gengis Kan y su sucesor más conocido. Kublai Kan completó la
conquista de China iniciada por su abuelo. Entre 1252 y 1259 ayudó a su hermano Mangu Kan en la conquista
de China del sur, alcanzando con éxito el Tíbet y Tonkín. A la muerte de Mangu, en 1259, se convirtió en kan.
Entre 1260 y 1279 logró expulsar a los tártaros kin del norte de China y dominar las facciones mongoles
rebeldes, a pesar de permanecer alejado de los mongoles nómadas tradicionalistas. En 1264 situó su capital en
el lugar donde ahora se encuentra Pekín, y la llamó Janbalik, Cambaluc o Cambalu en lengua romance.
Renunció a todos los territorios del Imperio mongol que se encontraban más allá de China, invadió las
regiones de China aún independientes y en 1279 estableció la dinastía Yuan como sucesora de la dinastía
Song del sur. Emprendió guerras con países extranjeros para imponer tributos a los estados vecinos y restaurar
el prestigio de China, y conquistó Birmania y Corea. Sin embargo, sus expediciones militares a Java y Japón
fracasaron.
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Su nombre era conocido en toda Asia y también en Europa. La corte de Cambaluc atrajo a un grupo
internacional de aventureros, como el famoso viajero veneciano Marco Polo. Kublai Kan desarrolló el
comercio, la literatura y las artes. Fue un devoto fiel del budismo, que estableció como religión oficial, pero
durante su reinado también fueron toleradas otras religiones, y predicó y practicó la misericordia en tiempo de
guerra, en contra de la tradición mongol del exterminio total.
VASCO DE GAMA
(c. 1469−1524), explorador y navegante portugués, fue el primer europeo que llegó a la India por la ruta que
rodea África, dando por finalizada la búsqueda que Enrique el Navegante comenzara ochenta años antes.
Nació en Sines, Alemtejo (en la actualidad conocido como Baixo Alentejo). Durante su juventud luchó en las
guerras contra Castilla. El rey de Portugal, Manuel I el Afortunado, le encargó la misión de llegar a la India
por mar, zarpando de Lisboa, con cuatro barcos, el 9 de julio de 1497. En noviembre rodeó el cabo de Buena
Esperanza (que fue bordeado por primera vez en 1488 por el también navegante portugués Bartolomeu Dias
de Novaes); después se detuvo en Malindi, en la costa este de África. Con la ayuda de un guía, que consiguió
a través de unos mercaderes indios en ese mismo puerto, Gama siguió su viaje rumbo al este, para el 20 de
mayo de 1498 llegar a Calicut (actual Kozhikode), en la costa de Malabar, en la India, donde debido a la
hostilidad de los comerciantes musulmanes no pudo crear un puesto comercial portugués.
Además, hubo de negociar su salida del puerto de Calicut antes de regresar a Portugal, en 1499. En su país fue
recibido con elogios, recompensado económicamente y autorizado a usar dom delante de su nombre. Para
continuar los descubrimientos de Gama fue enviado a la India Pedro Álvares Cabral, que tuvo más suerte en el
establecimiento de un puesto comercial portugués en Calicut. Cuando se supo en Portugal que en el puesto
creado por Cabral había sucedido una masacre, Gama, que ya había sido nombrado Almirante de la India,
recibió el encargo de vengar la salvaje acción. Mientras se dirigía a Calicut fundó varias colonias en
Mozambique y Sofala (que en la actualidad está integrada en Mozambique), en el este de África. Cuando
llegó a Calicut, Gama subyugó a sus pobladores y obligó al rajá a restaurar la paz. Después, abandonó la India
y zarpó rumbo a Portugal, en 1503, con una valiosa carga de especias. Durante los siguientes 20 años no
realizó ningún servicio como navegante, pero recibió el título de conde de Vidigueira en 1519. Cinco años
más tarde fue nombrado virrey y viajó a la India con la misión de acabar con la creciente corrupción de las
autoridades portuguesas de la colonia. Gama desembarcó en la India en el otoño de 1524, pero falleció en
Cochin a los tres meses escasos de su llegada.
Horda de Oro: uno de los principados tártaros, que abarcaba fundamentalmente la Rusia Meridional.
Cita textual de "Los Viajes de Marco Polo".
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