Recorrer la ciudad, reencontrar a los vIeJos amIgos

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PELUSAS EN EL OMBLIGO NUEVA DIVULGACIÓN PARA CHAVALES.
Recorrer la ciudad,
reencontrar a los
vIeJos amIgos
•
•
Verónica Uribe
Fundadora de Ediciones
Ekoré junto o Carmen
Diolla D8orden. Editora de libros poro nirios
autora
tombién
de
algunos
•
Santiago del Nuevo Extremo
Los proyectos editoriales surgen, a
bres en Santiago. En uno de los recorridos
veces, de manera insospechada. Varias ex­
por la ciudad, llegué hasta la Biblioteca
periencias se mezclan en el tiempo y, de
Nacional. Seguía tan hermosa como la re­
súbito, cristaliza la idea para un libro o una
cordaba: un edificio construido especial­
colección.
mente para alojarla en los tiempos de la
Intentaré resumir aquí la historia de la
bonanza del salitre, a comienzos del siglo
edición del libro Imágenes de Santiago
XX. Me inventé investigaciones para acu­
del Nuevo Extremo que tardó algo más de
dir allí casi a diario. Y gracias a los genti­
tres años en ver la luz, desde los primeros
les bibliotecarios pude revisar antiguos
titubeos hasta que salió de imprenta.
libros y grabados, muchos de ellos referi­
dos a los comienzos de la ciudad. ¡Eran
una maravilla! Allí estaba la Casa de Mo­
El reencuentro con la
ciudad
En el año 1994 regresé a mi país y a
mi ciudad, Santiago, después de veinte
años de ausencia y de añoranzas. Durante
semanas
recorrí la ciudad incansable­
mente, buscando los espacios que estaban
en mi recuerdo: la plaza frente a mi casa,
las calles arboladas de Providencia, el Par­
que Forestal.
Caminaba y caminaba en el ventoso
neda, último edificio de la Colonia; el
Puente de Cal y Canto construido con el
trabajo forzado de los presos bajo el látigo
implacable del corregidor Zañartu; la Ala­
meda de las Delicias, inaugurada después
de la Independencia como un elegante
paseo citadino.
Recorrer la ciudad, reencontrar a los
viejos amigos, rebuscar en el pasado, lle­
nar el vacío de los años de ausencia, en­
contrar
un
espacio
para
vivir,
para
trabajar, todo esto era el retorno.
Verónica Uribe
Imágenes de Santiago del Nuevo Extremo
Caracas. Ekaré, 2002
otoño. Qué maravilla caminar, qué mara­
villa las aceras, qué maravilla el frío des­
pués de la dura y caliente Caracas.
El proyecto
Pero la ciudad había crecido y había
cambiado. Barrios completos de viejas
Entonces, cuando meses después nos
casas amables, rodeadas de jardines, se ha­
planteamos con dos profesoras, Ángela y
bían transformado en sectores de grandes
Marina Donoso, hacer libros de informa­
edificios que intentaban imitar a los rasca­
ción, y más precisamente de historia para
cielos de Nueva York. Todavía podían
niños, el tema de la ciudad surgió casi in­
verse algunas casas solitarias, a la sombra
mediatamente. Nos interesaban los asun­
de construcciones de quince y veinte pisos,
tos vinculados con el pasado. El país
aplastadas por el entorno. Pronto también
parecía querer olvidar todo lo que quedaba
desaparecerían. Y en el viejo centro, her­
atrás y a nosotros, en cambio, nos parecía
mosos palacios habían sido destruidos para
indispensable encontrar el hilo de nuestra
levantar moles cuadradas, brillantes, puro
historia. Consideramos una historia de la
vidrio y metal. ¿Adónde iba la ciudad?
infancia, una historia de la educación, una
¿ Quién la pensaba?
historia de las buenas costumbres. Eran
Después de muchos años de un trabajo
temas muy extensos, un reto difícil de
intenso en Caracas, tenía muchas horas li-
cumplir. Por eso, una breve historia de la
.
EDUCAClON y
BIBliOTECA N. 171
-
tMYOJUNIO
[ill]
2009 [I1JJ
•
EL
DOSSIER. PELUSAS EN
OMBLIGO NUEVA DIVULGACiÓN PARA CHAVALES
ciudad fue a lo que nos dedicamos. Pero
leccionar los hechos, teníamos que en­
primero de ellos, Santiago hacia 1600, es
no una historia de calles y edificios sino de
contrar imágenes apropiadas -y ojalá her­
la única imagen que no es propiamente un
las gentes de la ciudad.
mosas- que los ilustraran. Fue la parte
documento histórico. Fue un plano que
más laboriosa de todo el proceso del libro,
mandamos a hacer a una ilustradora pen­
Pero ¿por dónde empezar?
¿Del presente al pasado? ¿Describir la
pero a la vez la más fascinante. Pasé horas
sando en la portada del libro. Nos basa­
ciudad de ahora, tan claramente dividida
en la Biblioteca Nacional -nuevamente-,
mos en el plano esquemático elaborado
entre los de arriba y los de abajo? Por un
en el Archivo Nacional, en la biblioteca del
por el historiador Tomás T hayer y en las
lado, los adinerados, cada vez más cerca
Museo Histórico, de la Universidad de
descripciones que los cronistas hacen de
de la cordillera, atrincherados en sus ur­
Chile. Por esos días la Biblioteca Nacional
los primeros tiempos de la ciudad; algunas
banizaciones; y en el otro extremo, los po­
estaba justamente ordenando su archivo
son muy detalladas: quién vivía en cada
bres extendiendo la ciudad hacia el sur y el
gráfico para digitalizar los valiosos docu­
manzana, cuáles casas eran las más gran­
poniente. Muchas semanas intentamos
mentos que guardaba, pero aunque no tu­
des,
concretar un esquema que fuera del pre­
vimos acceso a los archivos digitales -no
dónde estaban los viñedos, adónde se mu­
sente al pasado, pero finalmente nos de­
estaban listos- sí pudimos fotografiar las
daron los caseríos de indios. El plano lo di­
cidimos a comenzar por el principio, por
imágenes que nos interesaban en pelícu­
bujó Beatriz Concha a la manera de los
el valle y sus habitantes antes de la llegada
las 6 x 6 para lograr la mejor reproduc­
planos holandeses de esas fechas y quedó
de los conquistadores.
Clono
y sin embargo, a pesar de comenzar
por el principio, que parecía más fácil, pa­
Desafortunadamente
algunas
tan atractivo y "real" que un historiador lo
utilizó para adornar la portada de su re­
Cada capítulo abre con una imagen que
y seleccionar los hechos que destacaría­
mos. Para ello fue indispensable la obra de
Armando de Ramón Santiago de Chile
(1541-1991): Historia de una sociedad
urbana, que nos permitió tener a la mano
un marco teórico y una indispensable guía.
Organizando los
contenidos
chacras,
imágenes estaban muy dañadas y fue im­
posible lograr una mejor definición.
samos mucho tiempo intentando ordenar
dónde comenzaban las
vista universitaria. Cuando le reclamé, me
contestó tan campante que ¡los documen­
representa el espacio en el que fue cre­
tos históricos eran de dominio público! y
ciendo la ciudad, siglo a siglo, desde el
no sólo él confundió este plano dibujado a
valle poblado por caseríos indígenas hasta
fines del siglo XX con un antiguo docu­
la ciudad actual, velada por el smog. Una
mento del siglo XVII: ha aparecido en pe­
cita en la portadilla de cada capítulo busca
riódicos y libros de texto, sin ninguna
resumir el periodo. Por ejemplo, Neruda
referencia a su verdadera autoría. Por obra
-a quien nunca le gustó Santiago- des­
y gracia de la falta de rigurosidad de algu­
cribe la ciudad del siglo XX como "una
nos, el plano se ha transformado en "do­
araña muerta que extiende piernas polvo­
cumento
rientas"; en cambio el viajero francés Fre­
Marina Donoso.
histórico",
según
comenta
zier habla con entusiasmo del Santiago del
siglo XVIIl como "una ciudad deliciosa,
Decidimos, siguiendo el esquema de
perfumada de azahares y floripondios".
muchos documentaires franceses, orde­
La Moneda incendiada
nar la información en dobles páginas,
como unidades básicas, y estas dobles pá­
A estas alturas, casi nadie recuerda el
El plano de la portada
clima de desconfianza y de temor que per­
mos para las imágenes sólo documentos
En cada capítulo hay un plano de la ciu­
torno de la democracia hasta el momento
históricos. De manera que junto con se-
dad que va marcando su crecimiento. El
en que tomaron preso a Pinochet en Lon-
ginas en capítulos. Al igual que los libros
sistía durante los primeros años del re­
de historia de la editorial Tecolote, utiliza­
Lo qlle vieron y escribieron Jos cronistas
La
\;da d" 101 indígcllns l'r:I muy di5tinta 11 la de 105 espafioles 'Iue habían llegado a esl.:'! tierras.
Los conquistadores 111iraban eDil ojos curopeos y se asonlbrab.1I1 de las cOSIUlllbrcs de los hahitantes
del
\fl"11Ic.
que les parcelan extrañas. Algunos escribieron sus impresiones y Il1cmoria�. A eSIOS
escritores se les 11:11113 croninas y a lIU5 escritos, crónicas.
Jerónimo de Vivar, Diego de Ocaña, Pedro Mariño de Lobera, Alonso ele Ovalle y Diego de Rosi.lc!
fueron algultos dt' los cronistas qut' escribieron acerca de Chile.
Entre
'íL'!I
COias que les
lIallmbllll
111 alención, t'sl'lll 1 IlIs ,iguienlc!Ii:
·
que los illdIgcmu ,c bañaban lodos los días, im·jcrno y verano.
·
(Iue los hombres emn lalllpiiios: si les salí:.! algún pelo el1 la cam,
•
que lo) hombres hadan lIIucho l"jrrcicio, pn!parnndoJl" paro
se lo sacaban COII piflz:u hechas de conchuJ de charos,
la guerra.
•
'que 1:'5 Illujcres eran fuerlcs, como los lIombrrs.
•
'1110
pasaban 1I111cho tiempo jugando y por eso los rspañales 105
consideraban flojos y holgnz:mes: uno de los juegos f.woritoJ cm
In
chucca .
·
que las comid¡Is erun di ferentes; COIIIO a IIIl1chos esp:liíoles
•
que COII las hicrbas las mnchis prcpnmlmn 111\1)' Iml'l1os rrmedios,
110 le", gustahan, on lugur de JJ¡ullarla� guiso", les
t!Ccíllll
"desnguislldo.",
... <k ChJ!� \ Ik 1.1 tM:rn M:tplljruc,¡
.. 1'ffi1'f'l'Ni.u, Mu","'O 111\16mo NK1t>O.l1.
II"blum
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Mach�.io nkulo que habia 1.717 o:'pa,1(1le) l' ,'1';0110\, 8.600 indim }' jOu IIcgnn,
IhbtlJol de- H"�lru Cu,,,h.. 1'1' 1>..
... .. \,1..1,,") d.!... <k r....uh TIU)'n' t1Jnil.
Samias" ('r.t 'UI Iwq",-"lu pu¡'I�.,
11101;1\0\ pan el tri¡;o. hornos r�1'lI rahricar tejn, c\lr elllbrei
No"C
PELUSAS EN
EL
OMBLIGO NUEVA DIVULGACIÓN PARA CHAVALES.
dres en 2001. Recién entonces las perso­
En unas dobles páginas con breves in­
prichos de cada alcalde, la falta de con­
nas se animaron a hablar con mayor li­
formaciones y viñetas se utilizaron frisos
ciencia sobre la importancia de conser­
bertad y los medios a mencionar la
en rojo con detalles de la época a fin de
var el patrimonio y la memoria, han
tragedia del golpe y los años de dictadura.
contener estos "sueltos".
hecho de muchos sectores de la ciudad
La imagen de La Moneda incendiada (que
No queríamos que el libro tuviera tapa
una imitación patética de otras urbes. Así
recorrió el mundo) estaba en el recuerdo
dura. No queríamos que pareciera un pre­
por ejemplo, al antiguo y tranquilo barrio
El Golf le llaman ahora Sanhattan, por­
de los chilenos, pero nunca se había vuelto
tencioso coffe table boolc, sino un objeto
a imprimir ni a transmitir por televisión en
cercano, para hojear, para tocar. Por ello,
que sus casas desaparecieron y surgieron
Chile. La que aparece en el libro (tomada
elegimos una cartulina brillante, un rojo
edificios que copian a los de Manhattan.
de la edición del 14 de septiembre de
cálido en portada y una encuadernción en
La verdad es que la densidad de vidrio y
1973 del diario El Mercurio) sorprendía a
rústica con unas amplias solapas para
metal de esa zona recuerda más bien al
los que vieron la maqueta que preparamos
darle cuerpo.
planeta Mongo de Flash Gordon.
para pedir financiamiento. Todos queda­
El reto en la redacción de los textos era
Algunos sostienen que Santiago es
ban impactados, como viéndola por pri­
mantenerlos livianos, atractivos, sencillos,
una "ciudad suicida" que se destruye a sí
mera vez.
sin faltar a la verdad histórica, que es el de­
misma a medida que crece. Sin embargo,
y hablando de financiamiento: Clara
safío de todo libro de información para
quedan los rincones amables de la ciudad
Budnik, directora de la Biblioteca Nacio­
niños: que se lea con gusto y no se sim­
y algunos espacios que se han conser­
nal, se entusiasmó con el proyecto y ges­
plifique al punto de distorsionar la verdad.
vado y recuperado para la ciudadanía,
como, entre otros, la Estación Mapocho,
la
Cuando se hizo la presentación del libro,
generosa contribución del Centro de In­
tionó
la
impresión
del libro
con
el historiador que habló dijo que la tarea
transformada
vestigaciones Diego Barros Arana. Fue el
de presentar el libro le había caído de re­
Museo de Bellas Artes; la Biblioteca de
único y valioso apoyo que obtuvimos.
bote (la directora de la Biblioteca Nacional
Santiago, ubicada en unas viejas bodegas
tenía otro compromiso) y que se había
de los años 30 y convertida en un amplio
Los desafíos
El gran reto para el diseño del libro era
darle coherencia visual a esta gama tan he­
terogénea de imágenes. Se logró orde­
ñados de viñetas; y a la derecha, imáge­
nes a toda página. Se utilizó el color rojo
centro
cultural,
el
preparado para revisar un aburrido librito
centro de información y de actividades
para niños, pero había quedado impresio­
culturales; o el grato cerro San Cristóbal,
nado por lo atractivo del libro y por la ri­
pulmón de la ciudad.
gurosidad de los contenidos. Un gran
Disfrutamos y sufrimos mucho en el
elogio de parte de un historiador quisqui­
proceso de hacer Imágenes de Santiago
lloso.
del Nuevo Extremo. Sería maravilloso si
fuera un impulso para que los santiagui­
nando el contenido en dobles páginas,
siempre los textos a la izquierda acompa­
en
nos se detuvieran a mirar su ciudad, la
Rincones amables
para los títulos y se marcó con fuerza la
conocieran y, ojalá, aprendieran a que­
rerla
Los santiaguinos, como otros ciuda­
entrada de cada capítulo con las ilustra­
danos de otras urbes, transitan su ciudad,
ciones a doble página que ya hemos men­
la usan, pero no la ven. No la piensan,
cionado.
no la proyectan hacia el futuro. Los ca-
y
preservarla.
No hay
mucho
tiempo. ��
La Moneda bombardeada
La Moneda fue In úhil1l11 construcción il1ll)Orlnllle que se realiz6 durunlc los tiempos
coloniales. Chile había obtenido autorización p:Utl acuñar sus propias monedas y pat'1l ello
se
El edificio de
constnlyó eSlc edificio, uno de los más lUodf'rnos y adrnirndoJ de CIOS tiempos. Después
de la
Independencia, en
La
1846, c.-I
presidente Dulnes instaló aIH el palacio 1'N!.idcncial. Siguió llamándose
Moneda, y ha sido escenario de m0111enlos históricos, )' también dramáticos, de
país, COIllO cuando fue bombardeado por aviones de
In
Fuerza Aérea ..1
1I
1"
polhicll del
de septiembre de
1973.
Tres años antes, Salvador Allende apoyado por una coalición de partidos de izquierda,
había gunado
las elecciones p«,sidenciales, Se inició UI1 periodo de grandes rerormas -como la nadonllUzación
del cobre- y de ruerte enrrentamiento entre partidarios y opositores. El gobierno
.odalisla terminó
violcnfOmen1'e con un golpe militar encabezado por Au�usto Pinochc!I y el .uicldio
do Salvador
Allende.
De acueruo al historiador Armando de Ramón, la imagen de
Ln
Mnnt'da bombardo"du, que recorrió
el mundo entero, es el shnbolo de '.'hu:rncedia chilenll de 101 llltimol años, asumido
duramente por
la capital de Chile",
La
L..a Mml<"..... ¡'.>Jtl ..1 b,)mh
...r&o dr 10\ Ivl,"� Ibwb-. H\lt1I�f
�I di, 1I oJeo k"JIutmb", d� 1'17,\
fi,(u¡':l'\Iib fue lI,m�,11I dl'),I" 1.'1 "iso n.,...· del HUid Clarrl'n.
1IJ.1I....,."... I�,L-""'J'Ck'I"I�.lr 1'11.'
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EDUCAClON y BIBLIOTECA N. 171
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MAYOJUNIO 2009
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