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ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2014;89(4):e27–e29
ARCHIVOS DE LA SOCIEDAD
ESPAÑOLA DE OFTALMOLOGÍA
www.elsevier.es/oftalmologia
Sección histórica
La ceguera del ojo derecho de lord Horatio Nelson (I)
The blindness of lord Horatio Nelson’s right eye (I)
A. Asorey-García ∗ , E. Santos-Bueso y J. García-Sánchez
Unidad de Neurooftalmología, Servicio de Oftalmología, Hospital Clínico San Carlos, Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital
Clínico San Carlos (IdISSC), Madrid, España
La vida de Horatio Nelson
Horatio Nelson nació en Burnham Thorpe, en Inglaterra, en
1758 y falleció en el cabo de Trafalgar en 18051 . Fue un niño de
salud débil, lo cual no le impidió ingresar en la Marina a los
12 años bajo el mando de su tío materno, el capitán Maurice
Suckling, quien permitió a su sobrino acompañarle a pesar de
que dudaba que fuera a sobrevivir2 .
El joven marino aprendió a navegar en el Támesis, participó en expediciones mercantiles a las Indias e incluso en una
excursión científica al Ártico en 1773. En las Indias orientales
contrajo la malaria y fue enviado de regreso a Inglaterra para
recuperarse.
En 1777 aprobó el examen de teniente, al parecer ayudado
por su tío, quien formaba parte del tribunal, y que fingió no
conocerle1 ; y navegó a las Indias occidentales para luchar contra las colonias americanas en la guerra de la Independencia
de los Estados Unidos. Dos años después, a la edad de 20 años,
ascendió a capitán y tomó el mando de su propia fragata para
atacar los asentamientos españoles en Nicaragua.
Durante el ataque de San Juan gran parte de los marineros
británicos, incluido el propio Nelson, contrajeron disentería
o fiebre tifoidea. En esta época ambas enfermedades eran
un problema devastador para los ejércitos, debido al hacinamiento y a las pésimas condiciones higiénico-sanitarias que
se daban en los campamentos. La fiebre amarilla y la encefalitis letárgica transmitidas por los mosquitos tropicales se
∗
sumaron a la epidemia. De los 200 hombres que desembarcaron de la fragata comandada por Nelson, el Hinchingbrooke, 145
murieron en la isla víctimas de las enfermedades3 .
A pesar de la victoria inglesa, las bajas fueron innumerables, y Nelson tuvo suerte de sobrevivir. Fue llevado de vuelta
a Inglaterra, donde superó una larga convalecencia de más de
un año. En esta época, el marino inglés relató en sus cartas
haber sufrido temporalmente la pérdida del uso de la pierna
y del brazo derechos, posiblemente a consecuencia de una
polineuropatía debida a la fiebre tifoidea3 .
En 1784, ya terminada la guerra de la Independencia,
Nelson se encargó de controlar el comercio en las Indias occidentales, donde los barcos americanos seguían haciendo uso
de los privilegios británicos que oficialmente habían perdido
con la independencia. En esta época se ganó la enemistad de
los mercaderes americanos, pero también de las autoridades
británicas locales, que obtenían beneficios de la pasada laxitud
para imponer la ley.
En 1785, conoció a la viuda Frances Nisbet en la isla de
Nevis, y contrajeron matrimonio 2 años después. Regresó con
su esposa a Inglaterra, donde permaneció varios años desempleado y con media paga, pero volvió a la acción en 1793, al
estallar la Revolución francesa.
En el Mediterráneo comandó su barco, el Agamenón, para
defender el puerto de Tolón de los revolucionarios franceses,
y tras la caída de Tolón fue a Córcega, donde la explosión de
una bala de cañón ocasionó al capitán Nelson la pérdida de la
vista del ojo derecho1,2 .
Autor para correspondencia.
Correo electrónico: [email protected] (A. Asorey-García).
0365-6691/$ – see front matter © 2013 Sociedad Española de Oftalmología. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.oftal.2013.09.016
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Figura 1 – Nelson herido en Tenerife, óleo pintado por
Richard Westall en 1806. Se encuentra en el Museo Militar
Regional de Canarias. El hombre que sostiene al
contraalmirante es Josiah Nisbet, el hijo de Frances Nisbet a
quien Nelson llevó consigo a la mar. Al parecer, el joven
salvó la vida de su oficial al aplicarle un torniquete con su
propia camisa.
Figura 2 – Contraalmirante Horatio Nelson herido en el
Nilo, atribuido a Guy Head. Museo Marítimo Nacional de
Londres. El fuerte golpe que recibió en la cabeza le arrancó
parte del cuero cabelludo, y le hizo padecer posteriormente
múltiples episodios de fuertes cefaleas.
En la batalla del cabo de San Vicente en 1797 el papel de
Nelson fue decisivo para lograr una gran victoria sobre la flota
española, y fue nombrado caballero y ascendido a contraalmirante.
Fue enviado entonces a asaltar Santa Cruz de Tenerife,
donde un disparo de cañón en la batalla le destrozó el codo del
brazo izquierdo, y el médico de a bordo no tuvo más opción
que amputarlo (fig. 1). El ataque fue repelido y la flota británica
abandonó sus aspiraciones en las islas Canarias.
En el año 1798 Nelson, a bordo de su buque insignia, el
Vanguard, persiguió a una escuadra de barcos franceses hasta
Egipto. Haciendo gala de su gran habilidad en estrategia naval,
prácticamente destruyó toda la flota francesa en la batalla del
Nilo, y fue nombrado barón. En esta batalla recibió un fuerte
impacto de metralla en la cabeza que le levantó parte del cuero
cabelludo (fig. 2) y le provocó fuertes cefaleas durante mucho
tiempo después3 .
Tras la batalla, los barcos británicos atracaron en Nápoles.
Allí, Horatio Nelson conoció a lady Emma Hamilton, esposa
de sir William Hamilton, el embajador británico en Nápoles.
Ambos mantuvieron una relación extramatrimonial que fue
de dominio público, e incluso tuvieron una hija en común, a
la que llamaron Horatia1,2 .
A su regreso a Inglaterra, acompañado por el matrimonio
Hamilton, fue aclamado por el pueblo como un héroe nacional
y fue ascendido a vicealmirante.
En 1801 se embarcó de nuevo hacia Copenhague bajo el
mando del almirante sir Hyde Parker. Se cuenta que, durante
la batalla de Copenhague, sir Parker ordenó hacer la señal de
retirada, y el vicealmirante Nelson se llevó el catalejo a su
ojo ciego y declaró no ver ninguna señal de retirada2 , por lo
que ordenó continuar el ataque. Gracias a su insubordinación,
la flota británica logró una gran victoria a pesar de la fuerte
resistencia danesa.
Nelson fue nombrado vizconde y se le concedió un puesto
de mando en Inglaterra. Allí, los Hamilton y Horatio Nelson vivieron juntos en una lujosa casa cerca de Londres
hasta la muerte de lord Hamilton en 1803. Poco después, el
nuevo comienzo de la guerra contra Francia puso a Nelson al
mando del Mediterráneo con el Victory como su buque insignia.
Los barcos ingleses persiguieron la escuadra francesa del
almirante Villeneuve hasta Cádiz, y establecieron un bloqueo
desde Gibraltar. Villeneuve recibió orden del emperador Napoleón Bonaparte de romper el bloqueo, y el 21 de octubre de 1805
comenzó la batalla de Trafalgar4 .
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«Inglaterra espera que cada hombre cumpla con su deber»,
la frase más célebre de las atribuidas a Horatio Nelson fue
supuestamente pronunciada poco tiempo antes de que un
francotirador francés, desde el mástil del Redoutable, le atravesase el hombro, causándole una hemorragia interna que le
produjo la muerte unas horas después1,3 .
Según el informe del cirujano del Victory, el doctor William
Beatty, la bala fracturó varias costillas, penetró en el pulmón,
dañando una arteria pulmonar y lesionó después las vértebras
dorsales sexta y séptima, seccionándole la médula y quedando
finalmente alojada en la musculatura paravertebral1,2,5 .
El almirante Nelson vivió lo suficiente para recibir las
noticias de la victoria inglesa en Trafalgar. Su cuerpo fue conservado en brandy y llevado de vuelta a Inglaterra, donde fue
enterrado con todos los honores en la catedral de San Pablo
en Londres. El ataúd en el que reposan sus restos se confeccionó con la madera del mástil del L’Orient, el buque insignia
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de la armada francesa que fue destruido en la batalla del
Nilo6 .
bibliograf í a
1. Oman C. Nelson. Londres: Hoder y Strouthon; 1947.
2. Pockock T. Nelson. Barcelona: Thanos and Hudson; 1985.
3. Gooddy W. Admiral Lord Nelson’s neurological illnesses. Proc
R Soc Med. 1970;63:299–306.
4. Fuller JC. Batallas decisivas del mundo occidental. Barcelona:
Luis de Caralt; 1964.
5. Wang D, El-Masry WS, Crumplin M, Eisenstein S, Pusey RJ,
Meagher T. Admiral Lord Nelson’s death: Known and
unknown–A historical review of the anatomy. Spinal Cord.
2005;43:573–6.
6. Warner O. A portrait of Lord Nelson. Londres: Chatto and
Windsor; 1958.
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