Apuntes sobre la historia de la emigración española en Marruecos

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APUNTES SOBRE LA HISTORIA DE LA EMIGRACIÓN ESPAÑOLA EN MARRUECOS Marruecos es el vecino del sur y las relaciones con los vecinos pasan por todo tipo de vicisitudes. De Marruecos llegaron las invasiones en el año 711 y a Marruecos fueron la mayor parte de moriscos y judíos expulsados del reino. Durante el siglo XVII y gran parte del XIX ambas partes entendieron que lo mejor era una buena política de vecindad basada en el libre comercio y navegación. Fue una época próspera en la que se abrieron consulados en los principales puertos marroquíes, había libertad de pesca y se consolidó el intercambio comercial. Pero no hay noticias de asentamientos de población española en Marruecos. A lo largo del siglo XIX los franceses habían llegado a Argelia, los portugueses al sur del continente y los ingleses se habían instalado en Ciudad del Cabo. En España se fue creando una corriente de opinión que consideraba a Marruecos como su campo de acción natural. La escusa fueron los repetidos ataques a Ceuta y la falta de respuesta por parte del sultán y así llegó la guerra de 1.859‐1.860. Las tropas españolas desembarcadas en Ceuta llegaron hasta Tetuán donde se firmó el tratado de paz renunciando los españoles a continuar la conquista y los marroquíes reconocieron los límites exteriores de Ceuta, se comprometieron a una alta indemnización y se reconocía el derecho de España al territorio de Santa Cruz de Mar Pequeña. Al abrigo de las tropas llegaron los primeros españoles al norte de Marruecos. Hacia finales del siglo XIX llegaban unos 600 españoles cada año y la primera noticia que tenemos es de 1.896 en la que se cifra en alrededor de 8.000 los españoles en Marruecos de los que la mayoría, alrededor de 5.000, estaban en Tánger. En cualquier caso, Marruecos tenía un papel secundario en la emigración española al norte de África frente a Argelia donde en 1.896 estaban censados 150.000 españoles. A partir de 1.912 con el establecimiento de los protectorados francés y español habrá que diferenciar entre ambas zonas. Por lo que hace a la zona norte, la del protectorado español, y pese a la falta de datos fiables se habla de que hacia 1.916 la población española era del orden de 8.000 personas, en 1.923 había ascendido hasta 16.000 y en el censo de 1.935 aparecen 44.000. Se refieren a la población civil que se había trasladado a vivir y trabajar a Marruecos. Los militares no se contaban. 2
Sobre el perfil profesional se habla de agricultores, comerciantes, transportistas, algunos industriales y pocos de profesiones liberales. En cuanto a Casablanca a principios de siglo todavía no era la ciudad en que había de transformarse. En 1.905 tenemos noticias de una población española de 570 personas en la ciudad que progresivamente iría aumentando hasta 4.000 en el año 1.912. Las estadísticas francesas hablan de 16.000 españoles en su protectorado en el mismo año. Explican que en Marruecos llegó a haber hasta 150.000 españoles, 80.000 en el protectorado español, 50.000 en el protectorado francés y 20.000 en el Tánger internacional. También explican algunas diferencias que pueden ayudar a entender las distintas valoraciones de los protectorados y de la convivencia con los marroquíes. El modelo urbanístico de los franceses fue el de las “villes nouvelles” barrios separados de las viejas medinas y de los viejos barrios de las ciudades, mientras que los españoles optaron por los ensanches a partir de las viejas medinas y junto a ellas, lo que facilitaba la convivencia y el contacto. También he oído de que los franceses vinieron para quedarse, que siempre pensaron que Marruecos sería un departamento más de la República y que los habitantes les estarían eternamente agradecidos. Todo muy francés. Mientras que los españoles siempre tuvieron sensación de provisionalidad, eran conscientes de que aquello no podía ser para siempre y que algún día iba a acabarse. Hay quien habla de que los emigrantes españoles eran gente sencilla lo que reducía las diferencias entre colonizadores y colonizados en el norte facilitando el contacto y la convivencia mientras que los franceses eran otra cosa, algo así como más selectos y distantes. Luego vino la guerra civil en España que lo trastocó todo. No hay mucha información pero sabemos que la zona francesa y Tánger se convirtieron en lugar de refugio de republicanos y que algunos es posible que huyeran del protectorado español por razones políticas y se desplazaran hacia el protectorado francés buscando seguridad. También hubo quien vino a Marruecos en los años 40 y comienzos de los 50 huyendo de la pobreza. Los años de la posguerra fueron muy duros en España y no había trabajo mientras que Tánger y Casablanca estaban en plena actividad y ofrecían muchas oportunidades. En 1.956 llega la independencia de Marruecos y la colonia española que había alcanzado hasta las 150.000 personas empezó a reducirse. El miedo, la sensación de inseguridad y la incertidumbre sobre el futuro los empujó a malvender sus pertenencias y buscar otro destino, otro país de residencia. En 1.968, es decir, poco más de una década después de la independencia, los españoles en Marruecos se habían reducido a 45.000 personas y en 1.970 los datos hablan de 28.000 españoles. Unos 9.200 en Casablanca, 8.300 en Tánger, 3.400 en Tetuán, 2.000 en Larache y 1.000 en Nador. 3
En 1.975 habrá la marcha verde. Hassan II envía a 350.000 personas y 25.000 soldados en una marcha pacífica para ocupar el Sahara Occidental aprovechándose de la debilidad del régimen franquista por la enfermedad del dictador. Vuelve a aparecer el miedo, la inseguridad y la incertidumbre de futuro entre la colonia española. Algunos, por no decir bastantes hicieron las maletas y el censo de españoles en 1.980 se había reducido hasta 10.000 personas. Seis años más tarde, en 1.986 solo quedaban 8.500. Tánger y Casablanca contabilizaban casi un tercio con 2.500 personas cada una y en Tetuán eran, estaban o quedaban 1.300. Aquí conviene no olvidar que con la llegada de los años ochenta, en España cambiaron las cosas. La llegada de la democracia, la mejora económica y la entrada en la Comunidad Económica Europea hacía de nuestro país un destino atractivo para los hijos de los emigrantes que allí se fueron para no volver. Y así hasta la llegada del siglo XXI en que poco a poco primero y más acelerado después, por la crisis, empiezan a llegar los llamados “nuevos emigrantes” jóvenes y bien preparados que son desplazados por las empresas españolas que buscan abrirse mercado en Marruecos….pero esta ya es otra historia. 
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