Reducen la angustia y el ahogo de los últimos días del cáncer

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Reducen la angustia y el ahogo de los últimos días del cáncer
Un tratamiento ideado por oncólogos argentinos
Médicos del Instituto Roffo (Buenos Aires – Argentina) recibieron un premio internacional por su
aporte
· Combinaron morfina y un ansiolítico
· El tratamiento habitual es la oxigenoterapia
· La mayoría de los pacientes muere con estos síntomas no resueltos
Casi el 90% de quienes mueren por causa del cáncer parten de esta vida con un síntoma poco
tenido en cuenta: la angustia producida por los ahogos o disnea que causa la enfermedad en
su etapa más avanzada.
No se trata de esa inquietud que la mayoría de nosotros conoce, sino de una emoción extrema
y lacerante, aunque no sea una herida.
Conocedores como son del cáncer y sus múltiples y difíciles vericuetos, un grupo de médicos
investigadores del Instituto Ángel Roffo, dependiente de la UBA y especializado en oncología,
desarrolló una original combinación de dos fármacos conocidos que permitieron reducir la
angustia y la disnea a menos del 20% de los casos durante la última semana de vida de
pacientes hipoxémicos (con bajo contenido de oxígeno en sangre), que tenían cáncer
avanzado.
El aporte del grupo, el trabajo más grande en su tipo realizado hasta ahora en el mundo, recibió
el primer premio frente a otros 176 presentados durante el 15° Congreso Mundial de Soporte
Clínico en Cáncer, realizado a mediados de junio en Berlín, Alemania, organizado por la
sociedad científica de la especialidad más importante a nivel internacional, la Multinational
Association for Supportive Care in Cancer.
"Utilizamos una combinación de morfina y el ansiolítico midazolam, que en ambos casos
aplicamos en forma subcutánea y luego también oral. Pero además se presentó una estrategia
novedosa, consistente en administrar las drogas en forma continua y reglada, sumada a lo que
demandaran los pacientes si sentían pánico por dificultad respiratoria", explicó el doctor
Leandro Carlos Cerchietti, médico oncólogo de 31 años a cargo de la Unidad de Investigación
de Transferencia del Instituto Roffo.
Cerchietti, junto a Alfredo Navigante, médico a cargo de la Unidad de Soporte Clínico del citado
hospital, y las doctoras Mónica Castro, Maribel Lutteral y María E. Cabalar
(ésta última, jefa de Clínica Médica del Roffo) son los autores de una investigación que
sorprendió aun a los especialistas más afamados que se dieron cita en Berlín.
-Durante el congreso -indicó el doctor Cerchietti- un conocido oncólogo, el doctor Larry Einhorn,
recordó que hasta no hace mucho tiempo los pacientes abandonaban los
tratamientos curativos como consecuencia de un efecto adverso, los vómitos, que hoy es un
problema resuelto. En ese sentido, mencionó que la disnea es subjerarquizada por
los médicos (no por los pacientes) y en general poco o mal tratada."
Los investigadores explicaron que el tratamiento habitual de la disnea es la oxigenoterapia, una
estrategia no tan sencilla de sostener: "la máscara seca las mucosas del paciente, le impide la
comunicación y además, en especial cuando el oxígeno es de uso domiciliario, tiene un alto
costo", dijeron, aclarando que el tratamiento propuesto es
además más económico que el habitual.
En algunos países se comenzó a utilizar la morfina para tratar la disnea, pero sin asociarla de
manera simultánea y reglada a otra droga. El tratamiento administrado por los médicos del
Roffo no mostró diferencias significativas respecto de la oxigenoterapia evaluando los
resultados a los 20 minutos de aplicada.
Pero la novedosa asociación entre morfina y midazolam aplicados en forma simultánea y
reglada mostraron ser más eficaces en la reducción de ambos síntomas (disnea y
angustia) tanto a las 24 como a las 48 horas de iniciado el tratamiento, como indican los
autores en el paper publicado en el Volumen 10 de la Revista Medicina Paliativa, Madrid, 2003.
"El componente psicológico de la angustia extrema realimenta la sensación de falta de aire -dijo
el doctor Navigante-. Es un círculo vicioso. Por eso al disminuir la angustia se controla mejor la
disnea."
El tratamiento puede indicarse tanto en pacientes hospitalarios como domiciliarios y recibirlo
lúcidos o si han perdido la conciencia.
Conocimientos en acción
"El Soporte Clínico es una especialidad relativamente nueva en la Argentina y el mundo añadieron Cerchietti y Navigante-. Consiste en la prevención y el manejo de los
síntomas que son tanto consecuencia del cáncer como de su tratamiento. El fin es aumentar la
calidad y cantidad de vida, teniendo en cuenta que a menudo los tratamientos de radio y
quimioterapia ocasionan efectos adversos muy incómodos."
En tanto los Cuidados Paliativos se ponen en marcha cuando la expectativa de vida de una
persona es baja y se echa mano de todas las herramientas posibles para disminuir su
dolor y sus síntomas (uno de ellos, justamente es la disnea y la angustia por pánico
respiratorio), el Soporte Clínico busca minimizar los efectos secundarios que generan los
tratamientos y la enfermedad.
"Y para encontrar nuevas soluciones a estos problemas es que creamos la Unidad de
Investigación de Transferencia del Roffo, única en América latina -afirma Cerchietti, que
justamente hoy viaja al Albert Einstein Cancer Center, en Nueva York, EE.UU, por una beca
que le otorgó el Nacional Cancer Institute de ese país-. Esta unidad busca zanjar la brecha que
existe entre la investigación básica y la clínica, algo que dificulta mucho implementar nuevas
tecnologías en la oncología para prevenir, diagnosticar o
tratar el cáncer. Nuestra idea es poner a disposición del paciente lo más rápido posible los
resultados obtenidos a nivel teórico. Muchos investigadores trabajan sobre modelos
animales, ven ratones. Nosotros nos enfrentamos a problemas que otros no ven, porque
tratamos con pacientes."
Por Gabriela Navarra
De la Redacción de LA NACION
Fuente: Diario La Nación
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