La fraternidad universal frente al egoísmo del gen

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La fraternidad universal frente al egoísmo del gen
Miguel Trigo Valle
“No, no daría mi vida por el prójimo pero sí por dos hermanos o por ocho primos”
J. B. Haldane
Resumen
¿Es el ser humano una entidad que tiene estados de bondad y maldad
alternadamente?, ¿puede ser egoísta y también altruista? Evolutivamente lo que
pretende el ser vivo es seguir vivo y reproducirse. Esto conlleva poner sus propios
intereses por encima de los de otros seres vivos. Sin embargo, en esta historia en algún
momento, algunos seres vivos cambiaron y comenzaron a vivir en grupos, así aparece
el concepto de unión en sociedad. La supervivencia se basa en el buen funcionamiento
del grupo.
Palabras clave: moralidad, selección natural, altruismo, fraternidad, egoísmo.
El ser bueno o malo
Sin caer en un maniqueísmo extremo, la interrogante está planteada: ¿Existe la
dicotomía del ser humano como una entidad buena y mala, egoísta y altruista1 a la
vez? Estas son las primarias cuestiones que se intenta dilucidar cuando se trata de
determinar la moralidad del ser humano.
Problema que ha sido objeto de innumerables debates desde que Darwin se preguntó:
¿cómo se explica que existan cientos de especies de insectos y otros animales que han
evolucionado para ser los ayudantes altruistas, renunciando a su propia reproducción
para el bien de los demás?.
Dawkins se ha puesto el plan de examinar la biología del altruismo y del egoísmo.
Expresa que el factor más significativo en la evolución no es el bien de la especie o
grupo, como tradicionalmente se entiende, sino el bien del individuo o gen. Este
planteamiento establece que los seres no son más que máquinas creadas por los genes
para su supervivencia. Un individuo no sería más que un "peón" que se ofrendaría por
el bien de la especie.
El término «altruismo» se define en biología como un comportamiento costoso para quien lo
ejerce y beneficioso para quien lo recibe, sin tener en cuenta sus intenciones o motivaciones.
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Con el tiempo, para la especie se aprecia una disminución del bienestar egoísta y un
crecimiento en el amor por el género humano, lo que beneficia al grupo a costa de un
sacrificio individual. Es importante destacar que en este cuadro evolutivo, el individuo
sigue lidiando con sus similares por los recursos del medio como la comida y las
parejas sexuales. En este contexto siempre está presente el egoísmo y la agresividad,
lo que nos recuerda que fuimos animales. El egoísmo es de más antigua data que el
altruismo.
Hay dos cuestiones morales que el altruismo agrupa en uno solo, ¿Qué son los valores?
y ¿Quién debe ser el beneficiario de esos valores?. El Altruismo se posiciona en la
segunda interrogante, elude la definición de los verdaderos códigos asignados a los
valores morales dejando así al hombre sin una guía moral. El Altruismo se posiciona
en que cualquier acción tomada para el beneficio de los demás es buena y cualquier
acción tomada para el propio beneficio carece de bondad. Así, el beneficiario de una
acción es el único criterio para calificar una acción de valor y moral. Esto provoca que
exista la inmoralidad, la injusticia, el estándar acomodaticio, los conflictos y
contradicciones sin solución, que han caracterizado las relaciones humanas a lo largo
de la historia.
“Homo homini lupus est” - “El hombre es el lobo del hombre”. Thomas Hobbes
El altruismo
La singularidad del altruismo tiene un inicio en Darwin. El no recurre el término
‘altruismo’, pero identifica en los organismos algunos rasgos y comportamientos que
hoy los biólogos llamarían altruistas: la esterilidad en las castas trabajadoras de los
insectos sociales; los centinelas y sus llamadas de alerta en aves y algunos mamíferos;
el espulgo y aseo mutuo, que se presenta por ejemplo en primates; y la moralidad
humana. Estos comportamientos favorecen a otros individuos, y generalmente se
aparecen en especies que viven grupalmente. Son comportamientos que favorecen al
grupo y afectan al individuo que las porta.
Existe una idea que se desprende del concepto de pirámide moral flotante de Frans de
Waal, una idea simple pero a la vez atrayente que “no se puede cuidar a los otros sino
se cuida primero uno mismo”2. El altruismo se desarrolla como una necesidad para
con uno mismo, para luego pasar al cuidado de la familia más cercana. Comienza
entonces a desplazarse el egoísmo en un altruismo que se inicia con su entorno
familiar. La generosidad se reduce a medida que se acrecienta la distancia entre las
personas. El que viola esta regla natural, será sujeto de un reproche social.
Frans B.M. de Waal. Investigador holandés especializado en psicología, primatología y
etología. Ostenta la cátedra C. H. Candler en Psicología en Emory University.
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El círculo de la moralidad se extiende sólo si la salud y la supervivencia de los más
íntimos están aseguradas. Este concepto lo grafica De Waal como una imagen de una
pirámide flotante para dar imagen a los niveles de la moralidad humana.
Cuanto menos profunda es la línea de flotación y mayor la disponibilidad de recursos
para compartir, así también mayor será el número de escalones expuestos (yo, la
familia, el clan, la comunidad, la nación, la humanidad, la vida), muestra de una
inclusión ética progresivamente más amplia.
Se podría decir, en comparación con otras especies, que pertenecemos a un grupo
evolucionado bastante desprendido. Sin embargo en cuanto a la valoración moral no se
aplica en la práctica la misma regla a todos. Pero la inclusión moral no implica que se
valore a cada persona exactamente igual, puesto que influye la cercanía que se tiene
con nuestra familia y comunidad en la cual estamos insertos.
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No era mío
Vale la pena releer esta historia que nos trae Paul Bohannan, antropólogo, quién
relata: "En 1950 me encontraba haciendo trabajo de campo entre los Tiv 3 de Nigeria
Central. Una tarde, un Tiv regresó de bañarse en el rio local. Metió la cabeza en mi
cabaña para decirme que ya había vuelto. Le pregunté qué habia pasado. Me contestó:
"No mucho. Se ha ahogado un hombre", Inmediatamente salté ¿Qué? ¿¿Ahogado??
"¿Conoces el lugar del río donde el fondo cae de golpe? Bueno, era extranjero. Perdió
pie, y no sabía nadar."
"¿Nadie le salvó? ¿No intentaste tú salvarlo?" (Yo sabía que era un gran nadador).
La respuesta fue demoledora: "No era mío".
Esto es lo que se ha denominado relativismo moral.
Y prosigue Paul Bohannan: “Los Tiv se toman molestias para prestar algún servicio a
sus parientes, pero no cualquiera. Me encontré odiándole a él y a sus valores porque
me habían enseñado a pensar que una vida humana es una vida humana, sin importar
de quien sea. Pensé -y sigo pensando- que no le hubiese costado demasiado rescatar a
aquel extraño”.
La posibilidad de compartir genes con los más cercanos es marcadamente mayor, es lo
que favorece esa propensión piramidal de altruismo. Se trata de combatir y resistir
únicamente por y para la supervivencia de nuestros genes y los genes de los más
cercanos, con una alta probabilidad que sean igual a los nuestros.
¿Fraternidad universal?
Queda bajo un cuestionamiento el concepto de la fraternidad universal, en este
esquema hay que considerar lo relativo del altruismo que comienza por la defensa de
aquellos que están en los círculos más internos. La generosidad sin límites es
irrealizable totalmente ya que evoluciona a causa de una necesidad de la defensa
frente a la presencia de fuerzas enemigas, existe una solidaridad diferenciada con los
que están más cerca en relación a los que están más lejos, algo que se representa en la
frase: “Si todo el mundo es mi hermano, no tengo hermanos” 4.
En consecuencia la pirámide moral puede desarrollarse hasta llegar a un tamaño
monumental, incluyendo a toda la humanidad, pero no pierde su perfil original.
Incluso en su base es posible agregar otras formas de vida además de la nuestra.
Tiv es un grupo etno-lingüístico o nación étnica de África Occidental. Los tiv constituyen
aproximadamente el 2,5% de la población total de Nigeria, más de 6 millones de individuos
entre Nigeria y Camerún.1 Las tierras tradicionales de Tiv están en los estados nigerianos de
Benue, Taraba, Adamawa y Nasarawa en Nigeria Oriental.
4 Pierre-Joseph Proudhon.
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La regla es que nuestra acción está supeditada a aquello que podamos permitirnos.
Con el devenir de estos tiempos, podríamos decir que la pirámide se hunde por falta
de recursos. La ayuda social mundial por parte de los países en desarrollo, está
mermando en los auxilios a emigrantes y otros grupos humanos. La ayuda se dirige
hacia el interior de cada estado y podríamos observar que para estos grupos también
se pondrá en peligro los recursos asistenciales. El altruismo se hace eco de ese viejo
adagio de Montesquieu: “Los intereses particulares hacen olvidar fácilmente los
públicos”.
El desarrollo de nuestra existencia es un impetuoso aunque superficial esfuerzo en el
proceso evolutivo por la supervivencia y reproducción de los genes, que son en realidad
moléculas inanimadas. Podemos deducir que nuestro comportamiento, incluidos otros
seres vivos, es el producto de un proceso evolutivo aunque mecánico, natural,
espontáneo e instintivo que en si no persigue ninguna finalidad esencial.
¿Cómo darnos cuenta que somos seres imperfectos? Con el transcurrir del día a día
tendremos la única certeza de que el camino nos conduce irremediablemente a nuestra
vejez y muerte, así se entiende que nuestra lucha diaria tendrá cierta inutilidad si es
que no encontramos la finalidad esencial del vivir, sin embrago siempre continuamos
combatiendo con el mismo ímpetu sólo por el hecho de que estamos programados para
hacerlo sin importar las circunstancias. Es la evolución la que nos empuja a actuar
con mucho fervor, ya no interesa qué conocimientos se puedan lograr, incluso si
llegamos a la convicción de que la vida es algo sustancialmente vacía, acercándonos
peligrosamente al nihilismo absoluto.
Nacidos egoístas
La problemática actual es dar respuesta al ¿por qué los hombres que tienen la opción
de seguir un camino de perfección eligen construir sociedades imperfectas?
Obviamente este cuestionamiento es puramente formal, porque los hombres nunca
serán perfectos, si bien es cierto las directrices son ser tolerantes y fraternos, pero a
veces se olvida ayudar a los iguales puesto que es difícil anteponer la justicia y la
verdad ante los intereses personales, parte de la angustia humana y el desafío de una
visión cosmológica del mundo que nos da una esperanza de mejoramiento.
Como afirma Richard Dawkins tratemos de ejercer la generosidad y el altruismo,
porque hemos nacido egoístas. Nuestros genes pueden ordenarnos ser egoístas, pero no
estamos, necesariamente, obligados a obedecerles.
Es entonces significativo pensar que “…la ética, la moralidad, la conducta humana y la
psiquis humana pueden ser entendidas sólo si las sociedades son vistas como colección
de individuos buscando su propio interés”. (R.D. Alexander).
Somos una parte naturaleza y otra parte cultura. La moralidad humana se presenta
como una fina corteza bajo la cual se agitan pasiones antisociales, amorales y egoístas.
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Esta idea de la moralidad como una capa que nos cubre la resume bien el famoso
comentario irónico de Michael T. Ghiselin: “Arañe a un "altruista" y verá como sangra
un "hipócrita"”.
“Si sólo existiera gente mala en cualquier lugar cometiendo malas acciones, sólo sería
necesario separarles del resto de nosotros y destruirles. Pero la línea que divide el bien
del mal corta por el medio del corazón de cada ser humano.
¿Y quién quiere destruir una parte de su propio corazón?”
Solzhenitsyn (1974) The Gulag Archipelago 1918-1956
Nuestra tarea
El accionar actual de la economía está en su base equivocado, tiene un enfoque basado
en la codicia (egoísmo) como una manera de fortalecer la economía, en beneficio del
grupo. El desafío es cambiar este modelo y organizar nuestras políticas económicas con
el objeto de aumentar el bienestar de nuestro grupo o comunidad, estableciendo
sistemas para evitar el engaño (comportamiento egoísta) a fin de obtener el bien más
general. Hay razones prácticas para tratar de sacar lo mejor de nuestra especie, pues
nuestra supervivencia como especie depende de ello.
Lo que es seguro es que en este proceso de la evolución, algunas especies aparecen y
otras desaparecen. El destino de la nuestra parece estar mejor acondicionado a la
socialización. En cualquier caso, está en nuestras manos, pues tenemos todo lo
necesario para tener éxito: la capacidad de ser conscientes, para crear algo nuevo, para
crecer en inteligencia, para apoyar. El desafío real es usar todo esto para salir del
letargo, el conformismo y el pesimismo para actuar. Es el ejercicio de todos nosotros
para hoy.
Si realmente queremos que el mundo se convierta en un mejor lugar, hemos de elegir
que las políticas tengan en mente el bienestar de todo el mundo, debemos ser
altruistas planetarios.
Bibliografía
Aldous Huxley, Huxley and Gods, Essays, 1999
Dawkins, R., The Selfish Gene, Oxford, Oxford University Press, 1976 (trad. cast.: El
gen egoista, Barcelona, Salvat, 2000).
Frans Dewaal, Primates y Filósofos, La evolución de la moral del simio al hombre.
Ayn Rand, “The virtue of selfishness”.
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Entrega del premio "Academia nacional de ciencias morales y políticas" 1997 Dr. Jorge
A. Aja Espil.
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