Centros deportivos - Plan Eficiencia Energetica

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04
Manual de eficiencia energética para pymes
Centros deportivos
CNAE 93.1
present
Manual de eficiencia energética para pymes
El IDAE, como miembro del patronato de la Fundación EOI, no puede menos que felicitar a la misma por la
oportunidad en la edición del presente Manual de eficiencia energética para pymes. La volatilidad registrada
por los precios energéticos durante buena parte del año pasado ha continuado también en 2008, y a ella se ha
añadido una crisis fi­nanciera mundial que afecta al conjunto de la economía. Por ello, la mejora de la eficiencia
energética como instrumento de apoyo a la competitividad es básica en nuestro actual tejido industrial.
El tejido empresarial español cuenta con mayor presencia de las pequeñas y medianas empresas (pymes) que
en la Unión Europea, ocupando al mis­mo tiempo un mayor volumen de empleo: de un total de 3,3 millones
de empresas, el 99,9% son pymes que representan el 82% del empleo em­pre­sarial. La economía española es, por lo tanto, una economía de pymes, en la que, además, el tamaño medio empresarial es reducido:
6,6 trabajadores por empresa.
Si a esta situación habitual de las pymes españolas se añade la actual coyuntura económica, el resultado es un
incremento en la fragilidad de este tipo de compañías. En este contexto, mejorar su nivel de innovación, tanto
tecnológica como no tecnológica, su productividad y su competitividad se convierte en la estrategia apropiada
que permitirá la persistencia y adaptación de nuestras pymes a los nuevos entornos y desafíos planteados por
unos mercados cada día más globalizados.
La energía es un bien que incide directamente sobre el desarrollo de la sociedad. A su vez, el desarrollo constituye un factor fundamental de seguridad, en tanto que aporta estabilidad, cohesión social y una mejor o
peor posición estratégica. El sector industrial, en general, y las pymes, en particular, han venido mostrando
históricamente un gran interés en la utilización efectiva de la energía. Baste decir que desde el comienzo de
las primeras crisis energéticas, en la década de los años 70 del siglo pasado, el sector mejoró su intensidad
energética en un 7%, gasificando sus suministros energéticos en detrimento de los productos petrolíferos,
55% del consumo industrial en 1973 frente al 11% en 2007, y, en menor medida, el carbón, 19% del consumo
industrial en 1973 frente al 8% en 2007.
Pese a estas mejoras en los consumos energéticos, los primeros años del presente siglo muestran cierta saturación en lo que a incrementos de eficiencia energética se refiere. Si se añaden a la reciente evolución de la
intensidad energética, prácticamente estabilizada desde el año 2000, la actual coyuntura económica y la alta
volatilidad de los precios energéticos, se hace necesario incrementar las actuaciones que permitan continuar
aumentando la eficiencia energética de las pymes.
Las mejoras de los procesos productivos, con la incorporación de tecnologías más eficientes y sostenibles, la
renovación de equipamientos obsoletos y la adecuada gestión de los procesos y servicios productivos serán los
ejes básicos de actuación que conducirán a una disminución de las intensidades energéticas.
tación
La incorporación de estas actuaciones al mercado cuenta, desde las administraciones públicas, con un conjunto
de herramientas específicas destinadas a ayudar a las pymes a mejorar su competitividad a través de un mejor,
más racional y sostenible uso de la energía.
La Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética en España 2004-2012 (E4), aprobada por el Consejo de Ministros
de 28 de noviembre de 2003, establece el marco de desarrollo para las actuaciones de eficiencia energética en
el periodo 2004-2012. El desarrollo de la E4 se implementa a través de los planes de acción para el pasado periodo 2005-2007 y el actualmente vigente 2008-2012, así como el Plan de Activación 2008-2011, recientemente
aprobado por el Gobierno. En conjunto, la E4, sus planes de acción y el plan de activación tienen como objetivo
lograr un ahorro energético, en términos de energía primaria, de cerca de 88 millones de toneladas equivalentes
de petróleo, de las cuales al sector industrial le corresponden alrededor de 25. Para ello, el Plan de Acción 20082012 proveerá de unos incentivos públicos de 370 millones de euros, equivalentes a una intensidad de ayuda
del 22%, a las inversiones para la mejora de la eficiencia energética que se realicen en el sector industrial, que
se estima que alcancen un volumen de 1.671 millones de euros.
La incorporación de tecnologías renovables al mercado empresarial dispone de un instrumento adicional de
apoyo: el Plan de Energías Renovables 2005-2010, aprobado por el Consejo de Ministros de 26 de agosto de
2005. Los usos térmicos finales de las pymes y empresas de comercio y servicios cuentan en este plan con un
marco de apoyo a la diversificación energética sostenible a través, básicamente, de las tecnologías de biomasa
térmica y solar térmica de baja temperatura.
Desde el prisma de la innovación tecnológica, el instrumento por excelencia es el Plan Nacional de I+D+i
que tiene como objetivo, entre otros, situar España a la vanguardia del conocimiento, promoviendo un tejido
empresarial altamente competitivo.
A las anteriores actuaciones y herramientas se añade el presente Manual de eficiencia energética para
pymes, que deberá convertirse en una guía básica que oriente a las empresas sobre las posibles actuaciones
energéticas existentes que les permitan mejorar sus productos y procesos, aumentando la competitividad de
las mismas.
Es de agradecer la dedicación de la Fundación EOI y del Centro de Eficiencia Energética de Gas Natural Fenosa
en la elaboración de este Manual de eficiencia energética para pymes que, estamos seguros, redundará en
beneficio, no solo del tejido empresarial del país, sino también de la sociedad en su conjunto, posibilitando un
consumo energético responsable y sostenible.
índic
Manual de eficiencia energética para pymes
Contexto energético general e introducción a la situación sectorial
0. Introducción
6
1. Identificación de los puntos de consumo energético del sector
6
1.1. Consumos específicos de las instalaciones deportivas
6
1.2.Fuentes energéticas
7
1.3.Balance energético
7
1.4.Principales sistemas consumidores de energía
8
1.4.1. Iluminación
1.4.2. Climatización, calefacción y refrigeración
10
1.4.3. Sistemas de agua caliente sanitaria (ACS)
12
2. Ineficencias energéticas
2.1.Servicios energéticamente ineficientes
8
13
13
2.1.1. Sistema de iluminación
13
2.1.2. Sistema de climatización
13
2.1.3. Servicio de agua caliente sanitaria (ACS)
14
2.2.Equipos ineficientes
14
2.2.1. Equipos de iluminación
14
2.2.2. Equipos de climatización
14
3. Mejoras tecnológicas y de gestión
14
3.1.Mejoras en sistema de iluminación
3.1.1. Selección de lámparas adecuadas y eficientes
15
15
ce
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Manual de eficiencia energética para pymes
Centros deportivos
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3.1.2. Uso adecuado de la iluminación
16
3.1.3. Elección de luminarias apropiadas
16
3.1.4. Uso de balastos electrónicos (HF) frente a balastos electromagnéticos
17
3.1.5. Empleo de sistemas de regulación y control
18
3.1.6. Adecuado mantenimiento de la instalación
19
3.2.Mejoras en sistemas de climatización y calefacción
20
3.2.1. Elección apropiada de la temperatura en cada zona
20
3.2.2. Adecuado aislamiento de los edificios y sus partes
20
3.2.3. Correcta gestión de la instalación
20
3.2.4. Sustitución y adaptación de equipos 22
3.2.5. Adecuado mantenimiento de las calderas
23
3.3.Mejoras en sistemas de agua caliente sanitaria (ACS)
24
3.3.1. Pulsador-temporizador
24
3.3.2. Sistemas monomando
24
3.3.3. Sistemas de detector de presencia-ausencia
24
3.3.4. Perlizadores 24
3.3.5. Grifos de válvulas termostáticas
25
3.3.6. Grifos de volante con montura cerámica
25
4. Bibliografía 25
Manual de eficiencia energética para pymes
Centros deportivos (CNAE 93.1)
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Introducción
La energía se ha convertido en un bien de primera necesidad en nuestros días presente en todas las facetas de
la vida cotidiana. Sin embargo, es un bien escaso que
debe gestionarse adecuadamente.
Ahorrar energía no implica reducir el confort, la estética,
ni la calidad ofrecida por una instalación. Significa seguir
unas sencillas pautas de conducta que tengan en cuenta
el verdadero valor de la energía.
Esta publicación quiere contribuir a que los gestores y
encargados de instalaciones deportivas adquieran una
mayor información sobre el verdadero valor de la energía
y con ello sean conscientes de las ventajas que su uso
eficiente tiene para todos.
6
Para ello se han identificado los consumos de energía
más importantes que una instalación de este tipo
presenta en su actividad cotidiana y la oportunidad de
mejorarlos llevando a cabo prácticas muy sencillas.
El sector: instalaciones deportivas
La amplia oferta de los actuales recintos deportivos y
su creciente número de usuarios están contribuyendo a
grandes incrementos en los consumos energéticos de
unos establecimientos que, teniendo que prestar unos
servicios y niveles de confort cada vez mayores, cuentan
con una variedad de instalaciones demandantes de energía
con grandes posibilidades de mejora.
Llevar a cabo una adecuada administración del uso de la
energía en un recinto deportivo, tanto por sus usuarios
como por los gestores y responsables de mantenimiento
de sus instalaciones, se puede traducir en considerables
niveles de ahorro energético.
1
Identificación de los puntos
de consumo energético del sector
Las instalaciones deportivas así como las piscinas, se
engloban dentro del llamado sector terciario. Según
la E4 (Estrategia de Eficiencia y Ahorro Energético en
España), el consumo energético de este sector ascendió
en el año 2000 a 5.575 ktep (1 ktep = 1.000 toneladas
equivalentes de petróleo, es decir, diez mil millones de
kilocalorías). Esto supuso un 6,13% de toda la energía
consumida en España durante ese año.
Aunque este manual intenta ser lo más generalista
posible, es muy difícil abarcar todos los casos particulares que puedan darse en este tipo de instalaciones tan
heterogéneas. En principio, se diferenciarán las instalaciones deportivas que dispongan de piscina climatizada
de las que no dispongan de ella. El calentamiento del
agua de la piscina y la climatización del recinto en el que
se encuentra suponen un gasto energético importante y
de gran peso en el balance global.
1.1. Consumos específicos de
las instalaciones deportivas
El consumo energético es un buen indicador para tener una
idea aproximada del tamaño de una instalación. Pero para
comparar unas con otras, en términos de si son energéti-
camente eficientes o no, debemos disponer de los denominados consumos específicos. Esto es, el gasto energético que se origina dividido entre algún factor común a todo
este tipo de instalaciones que permita discriminarlos independientemente de su tamaño.
Para este estudio se han considerado relevantes los
consumos específicos por metro cuadrado de instalación y
por usuario. Así, se puede obtener una idea de la eficiencia
de una instalación independientemente del tamaño que
tenga, pudiéndola comparar con otras del mismo tipo.
Tabla 1. Consumos específicos en instalaciones deportivas
Media piscina
cubierta
Media sin piscina
cubierta
kWh/usuario
2,76
1,84
kWh/m2
303
30,6
otros usos como la generación de agua caliente sanitaria (mediante termos eléctricos) o climatización
(bombas de calor, radiadores eléctricos y aires acondicionados). Tanto para la generación de ACS como
para la calefacción, es más frecuente que en centros
deportivos, sobre todo de tamaño mediano o grande,
se utilice otro tipo de fuente, como gas o gasóleo.
• Calor: Se emplea principalmente para proporcionar
calor para climatización, calefacción de piscinas y ACS.
Se puede obtener de calderas, mediante la combustión de materiales fósiles o biomasa o de instalaciones
solares térmicas. El actual Código Técnico de la Edificación establece unas cantidades mínimas de aporte
solar a este sistema dependiendo del tipo de instalación y la zona climática en la que se encuentre.
1.3. Balance energético
7
Fuente: E4
Como se puede comprobar, el consumo que origina una
piscina cubierta destaca dentro del conjunto global, suponiendo que las instalaciones consumirán casi el doble
de energía por usuario y que se debe emplear hasta 10
veces más por metro cuadrado de instalaciones.
1.2. Fuentes energéticas
Las fuentes energéticas primarias (tal y como se presentan
en la naturaleza) se clasifican generalmente en renovables
y no renovables. Las renovables son las que se obtienen de
recursos inagotables. En este grupo las más conocidas son
la energía solar o la eólica. Las no renovables ge­neralmente
provienen de combustibles fósiles. En la combustión de
estos suministros se produce CO2 y otros residuos que son
emitidos a la atmósfera.
Respecto a la energía final (la forma en la que se presenta
al usuario en su punto de consumo), la que realmente
interesa en este caso, se muestra también en diferentes
formas. Las principales que se pueden encontrar en unas
instalaciones deportivas son las siguientes:
• Electricidad. Obtenida mediante la transformación
tanto de fuentes renovables como de no renovables. La energía eléctrica proporciona principalmente
alimentación a los sistemas de iluminación, equipos
conectados a red (enchufes) y puede tener también
El balance energético es una distribución de los consumos
energéticos según el uso al que se están destinando,
independientemente de la fuente de energía con la que
sea generada la energía.
A partir de datos contenidos en la E4, en un pabellón
deportivo con piscina, el ratio del consumo de energía
final se distribuye principalmente en calefacción (24%),
iluminación (16%), ACS (10%), refrigeración (9%) y
otros (41%), como puede observarse con más claridad
en la siguiente figura. Dentro del apartado Otros se debe
englobar el consumo originado por la piscina cubierta,
que, como ya se había comentado, supone una gran
parte del consumo global del centro.
Figura 1. D
istribución del consumo energético en
centros deportivos con piscina climatizada.
9%
Refrigeración
10%
ACS
16%
Iluminación
41%
Otros
24%
Calefacción
Fuente: E4
Manual de eficiencia energética para pymes
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En el caso de centro deportivos que no dispongan de
piscina, los principales consumos de energía final están
destinados a calefacción (7,1%), iluminación (35,5%),
ACS (49,9%) y otros (7,5%). De igual forma, dicho
desglose puede observarse con más claridad en la
siguiente figura:
Figura 2. D
istribución del consumo de energía
Ratio consumo anual: 40 kWh/m2
Pabellón polideportivo
1.4. Principales sistemas consumidores
de energía
Como ya se ha comentado, la iluminación, junto a los
sistemas de calefacción, ACS y aire acondicionado
abarcan prácticamente la totalidad del consumo de las
instalaciones. A continuación se pasan a describir con
detenimiento estos sistemas, los diferentes tipos y características que se pueden encontrar y otros equipos que
pueden aparecer en este sector. También se hace referencia específica al sistema de climatización de piscinas.
7,1%
Calefacción
1.4.1 Iluminación
7,5%
Otros
8
La iluminación supone uno de los puntos más importantes del consumo eléctrico de los centros deportivos,
por lo que cualquier actuación enfocada a reducir el
consumo de iluminación tendrá una repercusión substancial en el consumo energético de la instalación.
35,5%
Iluminación
1.4.1.1. Iluminación en instalaciones deportivas
Los elementos básicos de un sistema de iluminación son:
49,9%
ACS
Fuente: Equipaments Esportius. Generalitat de Catalunya.
Respecto a estas distribuciones, se observa que la calefacción es una partida muy importante en ambos casos.
Esto se debe a los grandes espacios que de­ben ser
aclimatados en el caso de pabellones y al fuerte gasto
en calefacción de los vestuarios. La iluminación supone
un gasto importante, por encima del 15% en ambos
casos, originado, principalmente, en las lámparas de
alta potencia destinadas a los recintos de juego y pistas
deportivas. El ACS, que supone hasta un 50% en el caso
de los pabellones, es un gasto que no debe pasarse
por alto.
Es importante señalar respecto al gasto de refrigeración,
que las gráficas anteriores muestran una media ponderada evaluada a partir de datos de instalaciones deportivas situadas en diferentes regiones geográficas de
España. Por lo tanto, habrá lugares en las que la refrigeración no sea necesaria, mientras existirán otros en los
que este gasto sea mayor que el reflejado en las gráficas.
De todos modos, los valores de­ben ser tomados como
referencia, y cada instalación particular puede presentar
variaciones significativas en estos porcentajes.
• Lámpara. Es el aparato encargado de generar la luz.
• Equipo auxiliar de conexión que necesitan algunas
lámparas para su correcto funcionamiento.
• Sistema óptico. Es el objeto destinado a contener
la lámpara y proporcionar una distribución adecuada
de la radiación luminosa de la lámpara.
El objetivo de iluminar instalaciones deportivas, ya sean
interiores o exteriores, es ofrecer un ambiente adecuado
para la práctica y disfrute de actividades deportivas por
parte de jugadores y público. Lógicamente, las exigencias varían según el tipo de instalación (recreo, entrenamiento o competición) y el nivel de actividad (aficionado,
profesional o retransmisión por televisión).
Iluminar este tipo de instalaciones no es fácil, pues hay que
asegurarse de que los jugadores y los objetos en movimiento
sean perfectamente visibles independientemente de su
tamaño, posición en el campo, velocidad y trayectoria.
1.4.1.2. Parámetros mínimos de iluminación exigidos
A continuación se indican los parámetros mínimos de
iluminación recomendados para las distintas áreas que
forman los centros deportivos y piscinas:
Lámparas halógenas
Tabla 2. Iluminaciones medias recomendadas
Espacio
Iluminancia
media (LX)
PABELLÓN
Entrenamiento
300
Competición
500
PISCINA EXTERIOR
Entrenamiento
200
Competición
500
Lámparas fluorescentes
Son lámparas de vapor de mercurio a baja presión. Se
utilizan principalmente en pasillos, vestuarios y zonas
administrativas.
Lámparas de descarga de alta intensidad
PISCINA CUBIERTA
Entrenamiento
300
Competición
500
GIMNASIO
Entrenamiento
300
Competición
500
Instalaciones exteriores
para entrenamiento, recreo
Instalaciones exteriores
para competición
Contienen un aditivo de halógeno, por lo que se consigue
una mayor limpieza del interior de la ampolla y un incremento de la duración de la lámpara. Muchos de los
proyectores de alta intensidad utilizados para iluminar
pistas y zonas deportivas son de este tipo.
200-300
500-700
Oficinas administrativas
500
Botiquín
500
Almacenes
100
Vestuarios/aseos
150
Pasillos/vestíbulos
150
Fuente: Normativa vigente.
1.4.1.3. T
ipos de lámpara empleados en centros deportivos
A continuación va a realizarse una breve descripción de
cada uno de los tipos existentes:
Este tipo de lámparas, junto con los proyectores halógenos, son los empleados para iluminación de alta
potencia en pistas deportivas. Las hay de los siguientes
tipos:
• Vapor de mercurio alta presión. Su funcionamiento se basa en la descarga de vapor de
mercurio a alta presión.
• Luz mezcla. Son una combinación de una lámpara
de mercurio a alta presión, con una incandescente,
que habitualmente lleva un recubrimiento fosforescente.
• Halogenuros metálicos. Derivan de las lámparas
de vapor de mercurio alta presión, en las que el
tubo de descarga contiene diversos elementos
metálicos, potenciando la eficacia luminosa y el
rendimiento de color.
• Vapor de sodio baja presión. Es el tipo de lámpara
más eficaz de las fuentes de luz existentes para el
ojo humano.
• Vapor de sodio alta presión. No tienen prácticamente emisión ultravioleta, por lo que su eficacia
es bastante elevada y las hacen idóneas para aplicaciones extensivas y de iluminación exterior.
1.4.1.4. Tipos de equipos auxiliares de encendido
Lámparas incandescentes
Generan luz como consecuencia del paso de intensidad
eléctrica a través de un filamento conductor, dando origen
a la emisión por termorradiación. La mayor parte de la
energía eléctrica absorbida por la lámpara se pierde en
calor, por lo que la eficacia luminosa es muy reducida.
Son los equipos que necesitan las lámparas para su
correcto funcionamiento y serán diferentes para cada
tipo. Mientras que las lámparas incandescentes o halógenas se pueden conectar directamente a la red sin
necesidad de ningún equipo auxiliar o mediante un transformador, en las lámparas de descarga (tanto de alta
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intensidad como fluorescentes) es necesario un dispositivo para estabilizar la corriente que pasa por és ta.
Equipos convencionales
Los equipos auxiliares convencionales para fluorescentes
están formados por tres elementos:
1.Balasto electromagnético. Limita el consumo de
corriente de la lámpara. Los más utilizados son de
tipo inductivo y están formados por una bobina con
su núcleo magnético, donde se produce la pérdida
de calor. También se denominan reactancias electromagnéticas.
2.Cebador o arrancador. Es el equipo encargado
de arrancar la lámpara, de proporcionar la tensión
requerida para el encendido de la lámpara.
10
3.Condensador. Corrige el factor de potencia o relación entre la energía reactiva y la energía activa.
Equipos electrónicos de alta frecuencia (HF)
Los balastos electrónicos tienen un consumo inferior
al resto de los balastos y al trabajar en alta frecuencia
permiten que las lámparas emitan la misma cantidad
de luz pero absorbiendo menos potencia. Los balastos
electrónicos ya incorporan los componentes electrónicos que desempeñan las funciones de los cebadores y
condensadores.
caldera viene caracterizada por la potencia calorífica o
calor que se genera al quemar el combustible y por su
potencia útil, o calor que es realmente transferido al agua
que circula por la caldera. La mayor parte del calor que
se genera se transmite al agua, pero existe una parte
que se pierde al ambiente a través de los humos, todavía
calientes, que salen de la caldera. El rendimiento de la
caldera vendrá dado por la relación entre la potencia útil
y la potencia calorífica.
Los principales tipos de calderas son tres:
• Calderas estándar. La temperatura media del
agua de la caldera suele ser 70 ºC, y no puede
bajar de 50 ºC - 60 ºC para evitar que se produzca
y condense el anhídrido y el ácido sulfúrico de los
humos de la combustión y se provoque la corrosión de la caldera.
• Calderas de baja temperatura. Pueden operar
continuamente con una temperatura de agua de
entrada entre 35 ºC - 40 ºC sin que se produzca
corrosión, por lo que sus pérdidas en los intervalos
de paro son menores.
• Calderas de condensación. Son calderas de baja
temperatura, diseñadas para captar el calor que se
produce al condensar el vapor de agua de los humos.
Se recomienda el uso de gas natural porque tiene una
combustión más eficiente y limpia que el gasóleo.
Bombas de calor
1.4.2 Climatización, calefacción y refrigeración
Los métodos más empleados para calefacción y climatización son las calderas y bombas de calor, mientras
que para la refrigeración se usan máquinas enfriadoras
o bombas de calor.
La bomba de calor es una máquina capaz de transferir
calor de un ambiente a temperatura inferior (el exterior)
a un ambiente a temperatura superior (el interior del
local). Está constituida por un circuito cerrado por donde
circula un fluido refrigerante en forma de líquido o vapor
en función de las condiciones de presión y temperatura
a las que se encuentre.
1.4.2.1. Calefacción
Una instalación de calefacción es aquella que está destinada a mantener la temperatura ambiente de un recinto
a un nivel superior al de la temperatura a la que se
encuentra el entorno de dicho recinto. A continuación se
detallan equipos empleados en estos sistemas.
Calderas
La caldera es un aparato donde el calor generado al
quemar una mezcla de combustible y de aire se transmite al agua que se utilizará en la calefacción. Cada
Las bombas de calor más utilizadas en el sector terciario son
la bomba de calor aire-aire y la bomba de calor aire-agua.
• Bombas de calor aire-aire. Toman el calor del
aire exterior y lo ceden directamente al interior
(descarga directa) o al aire que es transportado a
través de conductos hasta el local. Las configuraciones típicas en las que se presentan son en
forma de grupo compacto o grupo split.
- Grupo compacto. Todos los componentes se suministran como un conjunto, los
más habituales son desde pequeños acondicionadores de ventana de 2 kW - 6 kW
que calientan el aire del local hasta grupos
compactos horizontales, verticales o de
cubierta que descargan el aire mediante
conductos hasta el local climatizado. Las
potencias de estos grupos compactos varían desde 7 kW hasta 80 kW.
- Grupo partido o split. Consta de dos unidades, una externa y otra interna. Las unidades
interna y externa son unidas en obra mediante tuberías por donde circula el refrigerante.
Cuando una unidad externa se conecta a varias internas se conoce como multisplit.
• Bombas de calor aire-agua. Son unidades
compactas con todo el circuito de refrigeración y
equipo hidráulico, situadas en el exterior y que se
utilizan como centrales de producción de agua fría
o caliente que luego se distribuye a las unidades
terminales del edificio, normalmente fancoils.
En otras ocasiones, el agua fría o caliente pasa por unos
elementos intermedios denominados UTA (unidades de
tratamiento de aire), con unos intercambiadores llamados
baterías, donde se produce el intercambio agua-aire. Estas
UTA están provistas de ventiladores que impulsan el aire
climatizado a través de la red de conductos del edificio.
Este tipo de sistemas de UTA son útiles para climatizar
grandes espacios, como los recintos de las piscinas
cubiertas o grandes pabellones.
sin accionamiento de un motor y ventilación mecánica
cuando se realiza a través de equipos mecánicos, y puede
ser natural o forzada.
Cuando la ventilación es mecánica, se emplean equipos
extractores o unidades de tratamiento de aire. Las UTA,
también llamadas climatizadores, son equipos en los que
se acondiciona el aire antes de introducir­lo en la sala a la
que se dé servicio.
1.4.2.3. Refrigeración
La refrigeración en las zonas de canchas deportivas no es
habitual. No obstante, estos centros cuentan con dependencias en las que sí se pueden requerir estos servicios.
Normalmente, la refrigeración de estancias grandes se
realiza a partir de máquinas enfriadoras de agua y condensadas por aire. Estos equipos emplean energía eléctrica
para su funcionamiento.
Las enfriadoras disminuyen la temperatura del agua en
torno a 7 ºC y, ayudándose de la red de tuberías y de los
equipos de bombeo, el agua refrigerada llega a los equipos
terminales como por ejemplo UTA o fancoils. Tanto las
UTA como los fancoils son equipos que ceden el frío del
agua al aire, y es el aire el que climatiza la sala. Además de
darle temperatura, las UTA le dan humedad e introducen
aire fresco exterior.
De forma simultánea a la introducción de aire fresco se
debe extraer el viciado, bien de forma mecánica, bien por
mera sobrepresión de la zona.
1.4.2.2. Ventilación
La ventilación es la renovación del aire interior de una sala.
Se conoce por ventilación natural aquella que se produce
La refrigeración de estancias de pequeña capacidad se
suele realizar con equipos de aire acondicionado tipo split,
por lo que no hablamos de climatización, sino simple-
11
Manual de eficiencia energética para pymes
Centros deportivos (CNAE 93.1)
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mente de refrigeración, ya que no se controla la humedad
ni se regula la ventilación. Estos equipos introducen aire
en las salas a temperatura de entre 15 ºC y 20 ºC aproximadamente.
1.4.3 Sistemas de Agua Caliente Sanitaria (ACS)
La clasificación de las instalaciones de producción de ACS
puede efectuarse atendiendo a diferentes criterios.
Según el sistema empleado para la producción del ACS:
• Instantáneas. Se prepara exclusivamente el
caudal demandado en cada instante. Por ejemplo,
un pequeño calentador a gas.
• Con acumulación. Se prepara previamente al
consumo una determinada cantidad de ACS, que
es acumulada en un depósito al efecto y posteriormente distribuida de acuerdo con la demanda. Por
ejemplo, un sistema termo solar.
Según el número de unidades de consumo que atiende:
• Individuales. Si atienden a diversas unidades de
consumo, pertenecientes a un único usuario. Por
ejemplo, a una sola vivienda.
• Centralizados. Si atienden a la demanda originada
por varios usuarios distintos. Por ejemplo, grandes
edificios que requieran gran cantidad de agua
caliente.
Las instalaciones centralizadas son las más adecuadas en
este tipo de instalaciones. Las ventajas de estas instalaciones en este tipo de edificios son:
• La potencia instalada está ajustada a la demanda
global del edificio, contemplándose la posible simultaneidad en el servicio. Una instalación centralizada
requiere menor potencia global instalada que la
correspondiente a la suma de las individuales.
• Los sistemas centralizados son susceptibles de
automatización y, por tanto, de optimización de
funcionamiento, lo que conlleva un ahorro de
mantenimiento y energía.
Ha de indicarse que las instalaciones más adecuadas
para ser usadas en centros deportivos son, como ya
se ha explicado anteriormente, las instalaciones que
producen ACS de forma centralizada.
1.4.3.1. Uso de energía solar térmica en ACS
La producción de ACS puede realizarse a partir de distintas
tecnologías, como pueden ser calderas, bombas de calor
o energía solar térmica de baja temperatura. En esta guía
quiere realizarse una mención especial a la generación
de ACS a partir de esta última tecnología, por los beneficios que de for­ma general la misma conlleva, y más
concretamente en este tipo de edificios, donde puede
utilizarse pa­ra producir agua caliente sanitaria y para el
calentamiento del agua de las piscinas.
Los centros deportivos presentan condiciones ventajosas para el uso de esta tecnología, entre las razones
cabe mencionar:
• El rendimiento de estos sistemas es mayor cuanto
menor sea la temperatura de utilización del agua
caliente. Las dos aplicaciones requeridas en estas
instalaciones son las que necesitan una temperatura menor.
• En este tipo de instalaciones suelen existir
terrazas o lugares apropiados para su instalación.
2
Ineficiencias energéticas
En este apartado se enuncian y detallan las situaciones más frecuentes que se pueden encontrar en los
centros deportivos que supongan evidentes ineficiencias
energéticas.
Parte del trabajo del empresario o encargado de mantenimiento debe consistir en identificar dichas ineficiencias,
para poder baremarlas y tomar decisiones que puedan
resolver la situación. La resolución de la ineficiencia no
debe conllevar una disminución de la calidad del servicio
prestado o del confort del usuario, sino que debe proporcionar la posibilidad de obtener el mismo resultado pero
con un menor gasto ener­gético.
considera que la iluminación general es la adecuada y si el
usuario está cómodo con dicha situación.
2.1.1.2. Sistema de control y regulación inadecuado
Un sistema de control de la iluminación es esencial para
evitar costes innecesarios. Entre estos sistemas se
incluye los que regulan el flujo luminoso, los detectores
de luz ambiental (no es necesario el mismo nivel de iluminación a las 10 de la mañana que a las 8 de la tarde) o los
detectores de presencia (en zonas en las que el tráfico
de personas sea ocasional, como en pasillos).
2.1.1.3. M
antenimiento incorrecto del sistema de iluminación
Con un adecuado mantenimiento del sistema de iluminación se podrán evitar y reducir gastos de reposición
de equipos y se mejorará la calidad de iluminación de las
instalaciones en general.
2.1.2 Sistema de climatización
A continuación se describen las ineficiencias más
comunes clasificadas en dos grandes grupos: las que
se pueden aplicar a servicios y mantenimiento y las que
simplemente tratan de identificar equipos energéticamente ineficientes, los cuales se propondrán para ser
sustituidos en el punto 3.
2.1. Servicios energéticamente ineficientes
El sistema de climatización es fundamental en unas instalaciones deportivas, debido al gran consumo que origina,
a que proporciona confort al usuario y a que influye en su
sensación general cuando se encuentra disfrutando del
centro. Este sistema es especialmente importante si las
instalaciones disponen de una piscina climatizada, fuente
principal de consumo energético en el caso de que exista.
Este sistema puede presentar las siguientes ineficiencias, independientemente de los equipos por los que
esté compuesto.
2.1.1 Sistema de iluminación
2.1.2.1. Incorrecto funcionamiento de las calderas
Independientemente de que las lámparas o equipos utilizados en iluminación de la instalación sean más o menos
eficientes, es de mayor importancia el uso que se hace
del sistema. En un sistema de iluminación y control de
la iluminación se pueden encontrar diferentes problemas
que afectan a la eficiencia.
2.1.1.1. Iluminación ineficaz
Un sistema de iluminación debe proporcionar la cantidad
adecuada de luz para cada zona o ambiente que se desee
crear. Tanto la pobre iluminación, que proporciona una
mala experiencia al usuario, como la excesiva iluminación,
que puede crear reflejos y deslumbramientos, y que repercuten negativamente en los costes operativos, deben ser
evitadas a toda costa. Por lo tanto, se debe estudiar si se
En caso de que exista este equipo, la eficiencia de la
combustión en la misma es un parámetro que se debe
vigilar, controlar y ajustar periódicamente.
2.1.2.2. Desaprovechamiento de calores residuales
El calor residual de algunos sistemas de climatización o
calefacción puede ser recuperado antes de ser desechado.
En el punto 3 de este manual se refieren más explícitamente las posibles formas de hacer esta recuperación.
2.1.2.3. Inapropiado sistema de control y regulación
Una vez más, una mala gestión del sistema de climatización produce unas ineficiencias evidentes, como
13
Manual de eficiencia energética para pymes
Centros deportivos (CNAE 93.1)
puede ser que la climatización permanezca encendida
en momentos en que no hay nadie en una determinada
zona o que haga demasiado frío o calor, con el consiguiente malestar del usuario.
2.1.2.4. Mantenimiento inadecuado
Un mantenimiento inapropiado del sistema de climatización puede provocar que los equipos dejen de funcionar
prematuramente o no lo hagan adecuadamente. El mantenimiento preventivo puede ahorrar gastos en reposiciones
que se podrían haber evitado con una mejor gestión.
2.1.3 Servicio de agua caliente sanitaria (ACS)
14
En muchos centros deportivos la temperatura de salida
del ACS en los grifos parece excesiva, llegando incluso
a niveles contraproducentes. Estos casos, además de
resultar peligrosos porque pueden provocar quemaduras,
son energéticamente ineficientes, ya que el sistema está
generando temperaturas mayores a las necesarias, con
el consiguiente derroche energético que supone.
2.2.Equipos ineficientes
A continuación se detallan los equipos que son energéticamente ineficientes y que pueden ser sustituidos de manera
fácil, rápida y con bajo coste por otros que proporcionan el
mismo servicio pero con un menor consumo de energía.
Como en el apartado anterior, se clasificarán estos equipos
según el sistema al que pertenecen.
2.2.1.3. Luminarias inapropiadas
Aunque las lámparas que se estén utilizando sean
eficientes, una mala elección de las luminarias puede
estar provocando que la luz se dirija a donde no debe,
creando reflejos, malos efectos visuales de iluminación
y desaprovechamiento de la energía.
2.2.2 Equipos de climatización
2.2.2.1. Aislamiento inadecuado
Las pérdidas térmicas contribuyen a un mayor gasto
energético en climatización. Un vidrio de mala calidad,
insuficiente aislamiento en determinadas zonas o una
ventana mal ajustada generan mala sensación de confort
al usuario y producen un gasto de energía fácilmente
evitable mediante la subsanación de esta situación.
2.2.2.2. Sistema de climatización inadecuado
Es posible que el sistema mediante el que se climatiza
el centro no sea el más apropiado para la zona y tipo
de instalación. Un sistema de aire acondicionado puede
resultar absolutamente necesario en una determinada
zona climática y ser totalmente superfluo en otras, mientras que, de forma análoga, algunas instalaciones necesitarán ser calefactadas en invierno y otras no.
El uso de bomba de calor para zonas en las que las
temperaturas en invierno bajen considerablemente no
es adecuado, puesto que en estas circunstancias el
rendimiento de estos equipos es muy bajo y pueden
estropearse prematuramente.
2.2.2.3. Calderas convencionales
2.2.1. Equipos de iluminación
2.2.1.1. Lámparas incandescentes
Es la lámpara de iluminación de interiores más barata
del mercado, pero también es la más ineficiente.
Estos equipos pueden ser sustituidos por nuevos tipos
de calderas más eficientes, como las de funcionamiento en baja temperatura o de condensación. Esta
medida requerirá una inversión fuerte, pero tiene unos
períodos de retorno de la inversión muy razonables
2.2.1.2. Balastos
electromagnéticos para fluorescentes
3
Estos equipos, además de producir una importante
cantidad de gasto energético desaprovechado, emiten
calor, lo que puede influir negativamente en la climatización (particularmente en verano), proporcionan una
calidad de iluminación inferior y disminuyen la vida de la
lámpara más que si se usa el equipo electrónico.
En este apartado, se detallan las diferentes actuaciones
que se pueden llevar a cabo en el sector para resolver las
ineficiencias presentadas en el capítulo anterior.
Mejoras tecnológicas y de gestión
La mayoría de las medidas que se proponen resultan de
fácil y barata implantación, consiguiendo unos periodos
de retorno de la inversión muy bajos, por lo que suponen
una gran oportunidad para reducir cos­tes operativos con
poco esfuerzo.
Los tipos de lámparas recomendados para este tipo de
instalaciones son:
1.Fluorescentes tubulares lineales (T8) de 26 mm de
diámetro.
3.1. Mejoras en sistema de iluminación
2.Fluorescentes tubulares lineales (T5) de 16 mm de
diámetro.
3.1.1 Selección de lámparas adecuadas
y eficientes
En términos generales, la selección de lámparas encaminadas a una optimización energética del alumbrado
tendrá los siguientes objetivos:
3.Fluorescentes compactas con equipo incorporado
(lámparas de bajo consumo).
4.Fluorescentes compactas sin equipo incorporado.
5.Lámparas de descarga de halogenuros metálicos.
• Mejorar la uniformidad.
6.Lámparas de vapor de sodio de alta presión.
• Reducir el consumo energético.
7. Lámparas de vapor de mercurio de alta presión.
• Reducir la potencia instalada.
• Mantener la calidad y cantidad de luz dentro de la
normativa.
Para realizar esta selección hay que seguir una serie de
pasos:
1.Seleccionar aquella lámpara que cumpla los parámetros, tono de luz o temperatura de color (K) e
índice de reproducción cromática (Ra), recomendados para cada área.
2.De aquellos tipos de lámparas que cumplan
la condición anterior, seleccionar el de mayor
eficiencia energética, es decir, el que tenga un
valor mayor del parámetro lúmenes por vatio.
3.Seleccionar la lámpara con mayor vida media,
medida en horas.
Las exigencias implícitas en la iluminación de centros deportivos y piscinas son las que se indican a continuación:
• Alta eficacia luminosa, para evitar pérdidas de
potencia en forma de calor.
• Ausencia de deslumbramiento a espectadores y,
sobre todo, a deportistas.
• Deben proporcionar un buen rendimiento de color,
para los casos en los que se realicen retransmisiones televisivas.
Las lámparas fluorescentes, tanto tubulares como compactas,
se utilizarán en las oficinas administrativas y salas de mantenimiento, así como en aquellas zonas de uso general, como
son los aseos y vestuarios, pasillos, escaleras.
Debe tenerse siempre en cuenta que los tubos fluorescentes son usados siempre que la altura de montaje de
la luminaria esté por debajo de 6 m.
En las zonas interiores, como pueden ser gimnasios, se
utilizarán lámparas de descarga de vapor de mercurio con
halogenuros metálicos o vapor de sodio de alta presión,
siempre que la altura de instalación de las luminarias lo recomienden. En estas instalaciones, en donde sea necesario,
se utilizarán lámparas de vapor de mercurio de alta presión.
Hay que considerar que, en estas instalaciones, las lámparas
de vapor de sodio sólo podrán ser utilizadas cuando no se
requieran características cromáticas elevadas.
En piscinas, las lámparas recomendadas serán las
lámparas de vapor de mercurio con halogenuros metálicos, por sus altas prestaciones.
En las superficies exteriores, destinadas principalmente
a actividades deportivas, así como los accesos, se utilizarán lámparas de vapor de sodio alta presión. En los
casos en que se necesiten características cromáticas más
elevadas, como puedan ser durante las competiciones
de los distintos deportes, deberán utilizarse lámparas de
vapor de mercurio con halogenuros metálicos.
En la siguiente tabla se indican las principales características de esas lámparas recomendables.
15
Manual de eficiencia energética para pymes
Centros deportivos (CNAE 93.1)
Tabla 3. Principales características de las lámparas recomendadas.
Tipo de lámpara
Rango de
potencias (W)
lm/W
Tono de luz
Ra
Vida media (h)
Fluorescente lineal T5
8-80
55-95
Incandescente blanco,
blanco cálido,
blanco frío, luz día frío
80-93
10.000-20.000
Fluorescente lineal T8
15-58
43-100
Blanco cálido,
blanco frío, luz día,
luz día frío
85-98
7.500-20.000
Fluorescente compacto
con balasto integrado
3-30
33-76
Blanco cálido,
luz día frío
76-89
10.000-15.000
Fluorescente compacto
sin balasto integrado
5-120
50-87
Blanco cálido,
blanco frío, luz día,
luz día frío
80-89
8.000-10.000
Halogenuros metálicos
20-2.000
64-120
Blanco cálido,
blanco frío, luz día.
60-90
9.000-12.000
Vapor de mercurio
de alta presión
50-1.000
32-60
Blanco frío.
40-69
16.000
Vapor de sodio
de alta presión
50-1.000
68-147
>39
16.000
16
Claro
Fuente: Socoin.
3.1.2 Uso adecuado de la iluminación
las LFC de balasto convencional (también llamado reactancia).
En las zonas donde existan lámparas incandescentes
es conveniente sustituirlas por lámparas fluorescentes
compactas con equipo auxiliar incorporado (lámparas de
bajo consumo, LFC).
En zonas equipadas con tubos fluorescentes lineales de
38 mm se recomienda sustituirlos por otros de 26 mm o
16 mm, los cuales son más eficaces.
Estas lámparas consumen en torno a un 80% menos de
electricidad que las incandescentes, duran hasta 12 veces
más y reducen los costes de mantenimiento, ya que necesitan ser cambiadas con menor frecuencia.
Es conveniente reemplazar las lámparas de vapor de
mercurio existentes por lámparas de vapor de sodio,
siempre y cuando se compruebe que las lámparas de vapor
de sodio sean adecuadas para el uso al que se las destine.
Las LFC pueden sustituir directamente a las incandescentes
tradicionales al estar equipadas con balasto (convencional o
electrónico) y casquillo de rosca tipo Edison (E27 o E14).
Las LFC con balasto electrónico presentan una mayor
eficiencia, menor peso y un mejor factor de potencia que
3.1.3 Elección de luminarias apropiadas
Es necesario actuar sobre todas aquellas luminarias de
baja calidad óptica, o cuya óptica sea deficiente, aquellas
que sean de antigüedad elevada (por encima de 15 años)
o aquellas que no cumplan con las necesidades reales
del alumbrado. Éstas son susceptibles de ser sustituidas
por nuevas luminarias que tengan mejores rendimientos,
así como mejores propiedades de calidad y confort,
pudiendo incluso reducirse la potencia de la lámpara
manteniendo e incluso elevando los niveles luminosos.
Los diferentes tipos de luminarias apropiados para las
diferentes situaciones son los siguientes:
1.Luminarias de adosar con celosía especular (utilizada para evitar deslumbramientos) o difusa para
lámparas fluorescentes lineales o compactas. Se
utilizarán para iluminación general de áreas administrativas, y áreas de utilización general.
2.Luminarias de adosar/suspender con celosías
especulares o difusas para lámparas fluorescentes
lineales, para iluminación gen eral áreas administrativas y zonas de utilización general.
3.Downlights de empotrar para lámparas fluorescentes compactas. Es recomendable su utilización para zonas representativas, como áreas de
entrada, pasillos, etc.
4.Bañadores empotrados de pared con lámparas
fluorescentes compactas, para iluminación de
oficinas y pasillos.
5.Luminarias estancas para lámparas fluorescentes
lineales, siempre que se encuentren a baja altura
serán utilizadas para iluminación general de gimnasios, etc.
6.Luminarias estancas de interior o zonas cubiertas
para lámparas de descarga elipsoidal mate
(lámparas de vapor de mercurio de alta presión,
vapor de sodio de alta presión y halogenuros
metálicos). Es recomendable su utilización para
iluminación general de gimnasios, centros deportivos, etc.
7. Luminarias tipo proyector y estancas de interior
para su utilización exterior o interior para lámparas
de descarga elipsoidal mate y tubular clara,
para iluminación general de zonas deportivas,
piscinas, gimnasios, centros deportivos cubiertos,
accesos, etc.
3.1.4 Uso de balastos electrónicos (HF)
frente a balastos electromagnéticos
La recomendación encaminada al ahorro energético
respecto a los equipos auxiliares es la utilización de
balastos electrónicos en todas aquellas lámparas en
las que sea posible. Esta recomendación se debe
a las ventajas energéticas que los balastos electrónicos presentan frente a los electromagnéticos y que
mostramos a continuación:
• Reducción del 25% de la energía consumida
respecto a un equipo electromagnético.
• Incremento de la eficiencia de la lámpara.
• Incremento de la vida de las lámparas hasta el
50%, reduciendo los costes de mantenimiento.
17
Manual de eficiencia energética para pymes
Centros deportivos (CNAE 93.1)
• No es necesario sustituir el cebador cada vez que
se cambia la lámpara.
También es necesario prestar atención al Índice de
Eficiencia Energética (EEI) del balasto que vendrá indicado en el etiquetado.
• Reducción de la carga térmica del edificio debido a
la menor generación de calor.
3.1.5 Empleo de sistemas de regulación y control
• Reducción de la temperatura de funcionamiento
de la luminaria, facilitando que las lámparas no
superen su temperatura óptima de funcionamiento.
• Factor de potencia corregido a 1.
• Encendido instantáneo y sin destellos.
18
• Desconexión automática de lámparas defectuosas, impidiendo destellos molestos y recalentamientos de otros componentes del equipo
eléctrico, como es el caso con arranque por
cebador.
Los interruptores manuales deben indicar sobre qué
instalación o circuito actúa cada uno, ya que los cuadros
centralizados sin rótulos inducen al personal a conectar
todas las luces al desconectar el interruptor correspondiente.
El control centralizado supone una serie de ventajas,
entre las que destacan:
• Posibilidad de encendido/apagado de zonas
mediante órdenes centrales, bien sean manuales
o automáticas (control horario). Realizándose en
función del horario del centro deportivo, es decir,
según el horario de las actividades deportivas.
• Luz más agradable, sin parpadeo ni efecto estreboscópico, mediante el funcionamiento a alta
frecuencia.
• Modificaciones del circuito de encendido a nivel
central sin obras eléctricas.
• Aumento del confort general, eliminándose los
ruidos producidos por el equipo eléctrico.
• Monitorización de estados de los circuitos y
consumos de los mismos.
• Protección del equipo eléctrico contra picos de
tensión.
En zonas de ocupación muy intermitente como accesos,
y especialmente aseos, lo más adecuado es utilizar
sistemas de control de presencia, así como pulsadores
temporizados. A través de estas dos medidas pueden
conseguirse ahorros superiores al 60%.
• Mayor seguridad contra incendios al reducirse la
temperatura del equipo y de la luminaria.
• Posibilidad de conexión a corriente continua para
iluminación de emergencia.
Los balastos electrónicos con regulación presentan una
serie de ventajas adicionales:
• Mayor confort, permitiendo ajustar el nivel de luz
según las necesidades.
• Posibilidad de conectarse a sensores de luz y
ajustar en automático la intensidad de luz de la
lámpara y mantener un nivel de luz constante.
• Reducción adicional del consumo eléctrico, hasta
el 70% en el caso de los sistemas de regulación
con la señal de 1 V - 10 V, o del 100% en el caso de
los sistemas digitales cuando el nivel de flujo de
las lámparas llega al 1% y se desconectan automáticamente.
En pabellones donde existan lucernarios en la cubierta
del mismo es necesario aprovechar esta aportación
de luz natural, empleando fotocélulas para controlar la
cantidad total de luz existente, y utilizar la luz artificial
sólo cuando el aporte natural sea insuficiente o cuando
tenga lugar algún encuentro deportivo donde los requerimientos luminosos sean mayores.
En la iluminación de las instalaciones exteriores dedicadas a las actividades deportivas, así como las zonas de
uso obligado por la oscuridad (alumbrado periférico y de
aparcamiento), deben analizarse las necesidades reales
de alumbrado exterior, instalándose un control automático de encendido/apagado tipo regulador astronómico o
fotocélula. Hay que tener en cuenta que la iluminación
de las actividades deportivas deben ser en tiempo y en
nivel luminoso adecuado, facilitando la adaptación visual
de los deportistas, evitándose los deslumbramientos,
así como generando las condiciones luminosas nece-
sarias en el caso de que se produzcan retransmisiones
televisivas.
También puede ser adecuado instalar detectores de
movimiento en las luces de seguridad.
El alumbrado estará suficientemente zonificado, es decir,
las instalaciones deben estar divididas en zonas (interruptores) con funcionamientos afines: horarios, ocupación y
aportación de luz natural.
3.1.6 Adecuado mantenimiento de la instalación
Es necesario que con el transcurso del tiempo se controle
el mantenimiento de los parámetros luminotécnicos y la
eficiencia energética de la instalación.
Hay que elaborar un plan de mantenimiento de las instalaciones de iluminación que contemple como principales
acciones:
• Operaciones de reposición de lámparas con
la frecuencia adecuada. En este punto, debe
comprobarse la iluminación ofrecida y su intensidad, ya que aunque las lámparas continúen
funcionando, el flujo luminoso radiado por ellas
al final de su vida útil es un 70% del inicial y su
consumo es mayor, es decir, a partir de un determinado momento, la emisión luminosa en relación
con su consumo hace aconsejable su sustitución.
En las lámparas de descarga, incluyendo los tubos
fluorescentes, no es normal que fallen de forma
instantánea, sino que su fallo es precedido por un
parpadeo, encendiéndose y apagándose repetida-
mente. Es necesario controlar estas anomalías para
proceder al cambio de la lámpara, comprobando
previamente que es ésta y no el arrancador el que
debe ser cambiado. En un circuito de encendido de
una lámpara fluorescente es recomendable probar
con un cebador nuevo antes de desprenderse de
la lámpara.
Al reemplazar la lámpara, la nueva deberá ser de
la misma potencia y clase que la antigua. Una
lámpara de potencia superior puede recalentar la
luminaria. En las lámparas de descarga, el cambio
debe hacerse compatible con el equipo auxiliar de encendido. En este tipo de instalaciones,
que pueden llegar a ser de gran tamaño, lo más
adecuado es reemplazar todas en un momento
determinado, en lugar de sustituirlas a medida que
dejan de funcionar.
• Limpieza de luminarias. Sobre todo las superficies reflectoras y difusoras, con la metodología
prevista y limpieza de la zona iluminada, incluyendo
en ambas la periodicidad necesaria.
La simple labor de limpieza periódica de luminarias
aporta una serie de ventajas, ya que su no realización
reduce el flujo luminoso de la lámpara en un valor
que oscila entre 0,75-0,9, es decir, se pierde de un
75% a un 90%, del flujo luminoso solo por el hecho
de no limpiar la luminaria, el reflector o el cierre.
Si las luminarias incorporan difusores de plástico,
lisos o prismáticos, y están envejecidos por el uso,
deben sustituirse. La deposición de polvo sobre las
luminarias y lámparas está afectada por el grado de
ventilación, el ángulo de inclinación, el acabado de
19
Manual de eficiencia energética para pymes
Centros deportivos (CNAE 93.1)
las superficies que forman las luminarias y el grado
de contaminación del ambiente que las rodea.
En locales con alto grado de contaminación lo
idóneo es la utilización de luminarias estancas.
3.2.Mejoras en sistemas de climatización
y calefacción
Como pudo observarse en la introducción, la calefacción es uno de los principales consumos energéticos en
centros deportivos, independientemente de la existencia
o no de piscina, pudiendo suponer incluso un 24% de la
energía total consumida. El consumo energético destinado a la refrigeración de estos locales no es tan elevado,
suponiendo entre un 5% y un 9%, según la E4.
20
3.2.1 Elección apropiada de la temperatura
en cada zona
3.2.2 Adecuado aislamiento de los edificios y
sus partes
El aislamiento de un edificio, paredes, puertas, techo y
suelo, es fundamental para reducir las pérdidas de calor.
Y se pueden llegar a conseguir ahorros hasta de un 40%
del gasto de calefacción.
Las paredes que dan al exterior es conveniente protegerlas con materiales aislantes. Dada la gran afluencia
de público a unas instalaciones deportivas, hay que
conectar el exterior y el vestíbulo con una doble puerta
de acceso, para reducir las fugas que se producen
cuando las personas entran y salen. También es aconsejable la incorporación de una cortina de aire que evite
que se produzcan corrientes (este último sistema será
explicado más detalladamente posteriormente).
Las puertas de paso entre diferentes zonas han de estar
cerradas, por lo que hay que instalar mecanismos automáticos, de manera que se eviten fugas de aire caliente.
En los centros deportivos pueden diferenciarse distintas
zonas, con unos requerimientos de calefacción, refrigeración y ventilación muy diferenciados, como lo son
las estancias dedicadas a labores administrativas y las
destinadas a realizar diferentes deportes, destacando la
piscina cubierta.
En los sistemas de calefacción por agua caliente, donde
se utilicen tuberías de acero, es obligatorio el aislamiento
de los tramos de distribución, es decir, aquellos tramos
dedicados a la distribución de agua caliente hasta el
punto de consumo final. De esta manera, las pérdidas
pueden reducirse en un 70%.
La siguiente tabla resume las temperaturas recomendadas en invierno para los distintos tipos de estancias
que pueden encontrarse en un centro deportivo:
Las ganancias térmicas y lumínicas producidas por la
entrada de radiación solar al interior del edificio han de
tenerse en cuenta como aportaciones naturales gratuitas
a los sistemas de calefacción, por lo que debe disponerse de los medios adecuados para aprovecharlas al
máximo y también para controlar sus efectos, deseados
o no deseados, en la creación del confort interior.
Tabla 4. Temperaturas recomendadas por zonas.
Tipo de local
Temperatura (ºC)
Vestíbulo de entrada
18
Administración
21
Secretaría
21
En las instalaciones de piscina cubierta es necesario
considerar la aportación térmica pasiva producida por el
efecto invernadero de las grandes superficies vidriadas
soleadas. Por lo que respecta a la orientación de los
espacios cerrados, el eje longitudinal tiene que situarse
en dirección este-oeste, de manera que la mayor superficie quede orientada hacia el sur.
3.2.3 Correcta gestión de la instalación
Vestuarios
Piscinas cubiertas
22
27-29
Fuente: Socoin.
A continuación se van a indicar una serie de recomendaciones prácticas para ahorrar en calefacción:
• Es necesario tener en cuenta que por cada grado
por encima de los 21 ºC se estará gastando de
forma innecesaria un 7% más de energía en
calefacción. En los espacios deportivos de salas
y pabellones donde se lleva a cabo una actividad física de cierta intensidad, los 14 ºC son
suficientes. Los vestuarios han de estar a un
mínimo de 20 ºC. Para reducir la evaporación,
la temperatura del aire del recinto de la piscina
climatizada ha de mantenerse 2 ºC más alta que
la del agua.
• En las oficinas administrativas que puedan existir
en los centros deportivos debe verificarse si se
calienta más de 21 ºC, ya que el nivel máximo de
calefacción recomendado se encuentra a esta
temperatura.
• Es recomendable plantear los niveles de calefacción en las reuniones laborales del comité
de empresa, así como colocar carteles con
mensajes para sensibilizar al personal.
• Es aconsejable reducir el nivel de calefacción en
aquellas zonas en las que no se necesite una
temperatura ambiente alta. Deberían anularse
los radiadores situados en pasillos y escaleras.
Debe considerarse que las necesidades de calor
son menores en las zonas en que se realicen
ejercicios físicos.
• Dividir el sistema de calefacción en grupos en
los sistemas por aire caliente. De esta forma,
en función de las necesidades de calor podrá
activarse uno u otro grupo, evitando poner en
funcionamiento el sistema entero. Este encendido escalonado puede llevarse a cabo de forma
manual o electrónicamente. Con este sistema
pueden conseguirse ahorros del 10% sobre el
mismo equipo sin esta funcionalidad.
• Instalación de bomba de calor, la cual consume
tres veces menos energía que un radiador eléctrico y, además, puede ser utilizada también
como sistema de refrigeración (en el caso de las
bombas de funcionamiento reversible), como ya
se ha explicado. Este sistema es apropiado para
instalaciones de tamaño moderado.
• En superficies de gran tamaño es necesario
ajustar los termostatos y controles de los radiadores para obtener la temperatura deseada y
sellarlos con tapas antimanipulación. No debe
abusarse del uso de los controles de los termostatos como interruptores.
• Los ajustes para termostatos internos son 4 ºC
y los externos de 0 ºC a 1 ºC. Estos deben estar
etiquetados como termostato contra helada. Si los
termostatos se ajustan demasiado alto, se perderá
dinero por exceso de calefacción, y si están demasiado bajos, el sistema correrá peligro de congelarse.
• Es aconsejable comprobar periódicamente que los
temporizadores indican la hora y el día correctos
y que el tiempo de ajuste corresponde al tiempo
de ocupación. También debe revisarse que la calefacción y ventilación se apagan cuando el edificio
está vacío. Los periodos de precalentamiento
deben ajustarse a las condiciones climáticas y ha
de tenerse en cuenta que el calor almacenado en
los radiadores y en el resto del edificio puede ser
suficiente para permitir apagar la calefacción antes
de que termine el horario de ocupación en determinadas zonas del centro deportivo.
• Como ya se ha indicado, en una instalación deportiva existen espacios con muy diferentes temperaturas, como son las zonas destinadas a realizar actividad física, los vestuarios o la piscina. El sistema
de calefacción debe estar zonificado, dividiendo el
sistema de distribución según las distintas zonas
del edificio, ya que así puede asegurarse que el
calor será usado solo donde se necesite y, por lo
tanto, se evitarán perdidas. Para ello, han de instalarse válvulas de zona con controles de tiempo
y temperatura allí donde sea necesario (con un
margen de protección contra heladas).
• Es recomendable la instalación de controles con
módulo de optimización cuando la superficie a
calefactar sea superior a 1.000 m2. Los optimizadores climáticos ajustan el encendido de los
sistemas de calefacción para compensar las variaciones de temperatura del exterior, ahorrando
dinero al prevenir el sobrecalentamiento cuando
las condiciones climáticas son buenas, y adelantan
el encendido cuando el enfriamiento nocturno ha
sido elevado.
• Es necesario comprobar si hay partes en el edificio
que tienen normalmente una temperatura demasiado elevada. Puede necesitarse la instalación
de termostatos o sensores adicionales en zonas
específicas. De igual forma, han de instalarse
válvulas de equilibrado para garantizar los caudales
en todas las tuberías, para que no existan zonas
con menor caudal necesario.
21
Manual de eficiencia energética para pymes
Centros deportivos (CNAE 93.1)
22
• Debe mirarse que ninguna superficie de calor esté
obstaculizada, ya que si lo están puede reducirse
su eficacia, con el resultado de poca emisión,
tiempos de calentamiento más largos y mayor
consumo de energía. También es importante la
correcta ubicación de los radiadores.
A nivel ambiental, el gas natural es un combustible más
limpio y respetuoso con el medio ambiente. No contiene
azufre en su composición, por lo que se eliminan
las emisiones de SO2. Además, reduce las emisiones
de CO2.
3.2.4.3. S
ustitución de calderas de gasóleo existentes por calderas de biomasa
3.2.4 Sustitución y adaptación de equipos
Para tratar de mejorar la eficiencia energética en estas
instalaciones, puede necesitarse la introducción de
nuevas tecnologías o modificar las ya existentes. Se
pueden destacar las siguientes:
3.2.4.1. S
ustitución de equipos obsoletos por equipos eficientes
Sustitución de aquellos equipos que no permiten
obtener un rendimiento correcto de la instalación. Entre
estas modificaciones se puede hablar de sustitución de
elementos ineficientes como quemadores o, incluso,
sustitución de la caldera.
3.2.4.2. A
daptación de las calderas para que consuman gas natural
A medida que las redes de distribución de gas natural se
van extendiendo, este combustible va adquiriendo mayor
implantación.
El precio del gas natural es más barato que el del gasóleo,
además existe un ahorro energético con el gas natural debido
a los extracostes ocasionados en la manipulación y combustión de gasóleo. De igual forma, el rendimiento energético de
las calderas a gas es superior al de las calderas a gasóleo.
En la actualidad, existe una tecnología fiable y a costes
competitivos que hace de la biomasa un fuerte competidor del gas natural y de los derivados del petróleo.
Los biocombustibles sólidos (biomasa) pueden alimentar
un sistema de climatización (calor y frío) al igual que si
fuera gasóleo o gas natural el combustible. Además, hay
una gran variedad de biomasa que puede ser utilizada
para este tipo de sistemas, las más usuales son: pelets,
astillas de madera, huesos de aceitunas, briquetas,
cáscaras de frutos secos (piñones, almendra, etc.),
sarmiento, poda de olivo, etc.
El mantenimiento y operación de las calderas es sencillo,
igual que en las calderas tradicionales. Además, tienen la
ventaja de incorporar sistemas de control electrónico para
su manejo, pudiéndose poner en funcionamiento con
un simple mensaje de teléfono móvil. El único inconveniente es la necesidad de la retirada de las cenizas por el
usuario.
Es interesante comentar que estas instalaciones generan
un ahorro atractivo, superior al 10%, cuando las comparamos con instalaciones alimentadas con combustibles
fósiles, pudiendo alcanzar niveles mayores en función del
tipo de biomasa utilizado, la localidad y el combustible
sustituido.
Estas calderas tienen una larga vida útil y son silenciosas,
presentando un alto rendimiento energético, entre
el 85% - 92%.
renovación se precalienta en el recuperador, y en verano
se reduce el consumo eléctrico asociado al aire acondicionado.
3.2.4.4. Instalación de calderas de condensación
o de baja temperatura
3.2.5 Adecuado mantenimiento de las calderas
Las calderas convencionales trabajan con temperaturas
de agua caliente entre 70 ºC y 90 ºC y con temperaturas
de retorno del agua superiores a 55 ºC. En cambio, una
caldera de baja temperatura está diseñada para aceptar
una entrada de agua a temperaturas menores a 40 ºC.
Por ello, los sistemas de calefacción a baja temperatura
tienen menos pérdidas de calor en las tuberías de distribución que las calderas convencionales.
Las calderas de condensación están diseñadas para recuperar más calor del combustible quemado que una caldera
convencional y, en particular, recuperan el calor del vapor
de agua que se produce durante la combustión de los
combustibles fósiles, consiguiéndose rendimientos energéticos más altos, en algunos casos superiores al 100%,
referido al poder calorífico inferior del combustible.
El inconveniente es la mayor inversión de este tipo de
calderas, que suele ser entre un 25% - 30% más para las
de baja temperatura y hasta duplica la inversión para las
calderas de condensación.
3.2.4.5. R
ecuperación del calor de los gases de combustión
Las pérdidas energéticas debidas a un exceso de salida
de los gases de combustión pueden reducirse hasta un
10% mediante la instalación de economizadores que
permitan aprovechar, a través de un intercambio térmico,
el calor de los humos para calentar el agua de alimentación de la caldera. El diseño de estos equipos debe evitar
que los humos tengan una temperatura inferior a los
150 °C, correspondiente al punto de rocío del ácido sulfúrico procedente del azufre del combustible. Esta sustancia,
al condensar, puede atacar las partes más frías de la instalación como el propio economizador y la chimenea.
3.2.4.6. R
ecuperación de calor del aire de ventilación
Consiste en la instalación de recuperadores de calor del aire
de ventilación. En el recuperador se produce un intercambio
de calor entre el aire extraído del edificio y el aire exterior
que se introduce para la renovación del aire interior.
De esta forma, disminuye el consumo de calefacción
durante los meses de invierno, ya que el aire exterior de
• La finalidad que tiene la caldera es calentar el agua
que circulará por los elementos emisores, radiadores
o suelo radiante. Por lo tanto, como elemento principal del sistema tiene que encontrarse en perfecto
estado.
• Es recomendable la contratación de un servicio periódico de mantenimiento.
• Tanto las calderas como los quemadores
deben limpiarse periódicamente por un técnico
especializado.
• Revisión de la juntas de puertas, registros o cajas
de humos para asegurar la estanqueidad, evitando
una entrada de aire indeseada. Estas entradas de
aire incontroladas disminuyen el rendimiento, con el
correspondiente incremento de consumo de energía.
• Cuando se realice la revisión periódica de las calderas
es también recomendable hacer un análisis de la
combustión, para ver si está funcionando en condiciones óptimas de rendimiento:
- El rendimiento de la combustión tiene un óptimo correspondiente a un determinado exceso
de aire.
- Deben regularse los gases de combustión,
para que la caldera funcione siempre en condiciones óptimas de rendimiento y con niveles
de emisiones controladas.
- Para evitar mayores pérdidas de calor a través de la chimenea, y poder realizar un mayor aprovechamiento del calor liberado por el
combustible, hace falta un buen diseño de la
caldera para evitar temperaturas de gases demasiado altas y las consiguientes pérdidas.
- La medida más recomendable para eliminar
estas deficiencias y aumentar el rendimiento
de la caldera es la adquisición de un analizador
de los parámetros de combustión (porcentaje de oxígeno, de monóxido de carbono y de
temperatura de los humos) para realizar controles semanales que permitan ajustar estas
variables mediante la correcta regulación del
quemador.
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Manual de eficiencia energética para pymes
Centros deportivos (CNAE 93.1)
- También debe limpiarse el filtro de aspiración
del combustible, el sistema de fotorresistencias, los electrodos y las boquillas. Este mantenimiento será realizado por una persona especializada.
Funciona moviendo la palanca en dos sentidos: hacia
arriba, se abre progresivamente el grifo, y hacia abajo,
se cierra. Girándola de derecha a izquierda se obtiene,
gradualmente, agua fría, tibia y caliente.
Por lo tanto, si todavía existen grifos independientes para
agua caliente y fría, se recomienda su sustitución.
3.3.Mejoras en sistemas de Agua Caliente
Sanitaria (ACS)
A continuación se detallan medidas sencillas de ahorro
de ACS. Muchas ahorran tanto energía como agua.
3.3.1 Pulsador-temporizador
24
De esta manera, los grifos se accionan pulsando un
botón y dejan salir el agua durante un tiempo determinado, después se cierran automáticamente. Deben
evitarse los tiempos de funcionamiento excesivamente
largos. La duración adecuada para los grifos existentes
en los lavabos es de seis segundos.
3.3.2 Sistemas monomando
Se trata de un grifo mezclador en el que la apertura, cierre
y mezcla del agua se efectúa mediante una sola palanca.
3.3.3 Sistemas de detector de presencia-ausencia
Se instalan sensores que detectan la presencia de las
manos y actúan sobre el grifo haciendo que la salida
de agua sea automática. Dicha salida cesa cuando se
apartan las manos del grifo. Existen dos técnicas: infrarrojos y microondas. Se utilizan en zonas de tránsito.
Pueden conseguirse ahorros de hasta un 60%.
3.3.4 Perlizadores
Son unos elementos dispersores que se enroscan en la
punta de los caños de los grifos, mezclan aire con agua
apoyándose en la presión, y las gotas de agua salen en
forma de perlas, y reducen de este modo el consumo
de agua hasta un 40% del inicial, pero la sensación es la
misma, ya que el agua sale a la misma presión o incluso
a mayor. Un equipo similar existe para las duchas, denominado reductor de caudal.
3.3.5 Grifos con válvulas termostáticas
Sirven para regular y limitar la temperatura del ACS de
consumo. Fijan la temperatura de salida del agua caliente
en 42 ºC. Tienen un preselector de temperatura que
mantiene la salida del agua a la temperatura elegida. Al
cerrar el grifo para enjabonarse y volverlo a abrir, el agua
sale a la misma temperatura. Suponen un ahorro de hasta
un 50% en los consumos de agua y de energía. Estas
válvulas son de diversos tipos, tanto individuales, para
cada grifo, como colectivas, para un conjunto de ellos.
tria Energía y Minas y Fundación de la Energía de la
Comu­nidad de Madrid (2008).
• Manual de buenas práctica energéticas en la
pymes de Toledo. Agencia Provincial de la Energía
de Toledo, Cámara Oficial de Comercio e Industria de Toledo y su EuroInfoCentre. Guillermo J.
Escobar, et al (2003).
• Manual de buenas prácticas empresariales para
el ahorro energético. Confederación Vallisoletana de Empresarios y Observatorio Industrial del
Sector Energético de Castilla y León (2007).
3.3.6 Grifos de volante con montura cerámica
En las instalaciones en las que se encuentren grifos
de volante tradicionales se recomienda la sustitución
de la montura clásica de zapatas por montura cerámica, puesto que permite la apertura y el cierre del
agua en un solo cuarto de vuelta, evitando problemas
de apriete y cierre inadecuados, así como fugas y
goteos constantes. Puede ahorrarse un 10%.
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Bibliografía
•Guía de eficiencia energética en instalaciones
deportivas. Comunidad de Madrid. Consejería de
Economía y Consumo. Dirección General de Indus-
• Bases de datos internas y auditorías energéticas desarrolladas por Socoin, S.L.U.
• Equipaments Esportius. Generalitat de Catalunya.
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04 Centros deportivos (CNAE 93.1)
Guillermo J. Escobar López
Socoin Ingeniería y Construcción Industrial, S.L.U.
Empresa Colaboradora de EOI
Escuela de Negocios
Obra realizada por:
Con la colaboración del Centro de Eficiencia Energética de:
© EOI Escuela de Negocios
© Centro de Eficiencia Energética de Gas Natural Fenosa
Reservados todos los derechos
Edita: Gas Natural Fenosa
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