Curso monográfico “El mayor y la transmisión de la alegría de la fe”

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INSTITUTO DIOCESANO
DE CIENCIAS RELIGIOSAS
EL MAyoR y LA tRANSMISIóN
DE LA ALEgRíA DE LA FE
El Instituto Diocesano de Ciencias Religiosas y la Comisión Diocesana de Pastoral de los Mayores ofrecen a las
parroquias la posibilidad de realizar un curso monográfico en las mismas, dedicado al mayor y la transmisión
de la alegría de la fe, que con una duración de 5 clases
de 90 minutos y con apuntes impresos, pretende ser
una aproximación a nuestros feligreses de lo que con
una mayor extensión se imparte en el Curso de Perfeccionamiento en Pastoral del Mayor en el presente año:
El mayor y la alegría de la fe.
CURSO MONOGRÁFICO
DE PASTORAL DEL MAYOR
El mayor y la
transmisión de
la alegría de la fe
Información complementaria:
Comisión Diocesana
de Pastoral de los Mayores
ARCHIDIÓCESIS DE VALENCIA
Comisión Diocesana
de Pastoral de los Mayores
C/ Avellanas, 12-1º
46003 – Valencia
tel.: 630 352 303
e-mail: [email protected]
Instituto Diocesano
de Ciencias Religiosas
Secretaría general
C/ Avellanas, 12-1º
46003 – Valencia
tel.: 963 158 206
Fax: 963 917 341
e-mail: [email protected]
CURSO 2012 – 2013
ARCHIDIÓCESIS DE VALENCIA
Comisión Diocesana
de Pastoral de los Mayores
El mayor y la transmisión
de la alegría de la fe
Profesor: Rvdo. D. Luis Sánchez Ruiz
«Doy gracias a mi Dios cada vez que os recuerdo, siempre que rezo
por vosotros lo hago con gran alegría. Porque habéis sido colaboradores míos en la obra del Evangelio, desde el primer día hasta hoy. Esta
es mi confianza: que el que ha inaugurado entre vosotros esta obra
buena, la llevará adelante hasta el Día de Cristo Jesús. Estad siempre
alegres en el Señor, os lo repito, estad alegres» (Flp, 1,3-6;4,4).
Nuestros mayores ofrecen el testimonio gozoso de su vida de creyente y con su misma presencia en el mundo hacen resplandecer
la Palabra de verdad que el Señor Jesús nos dejó. Es el amor de
Cristo el que llena nuestros corazones y nos impulsa a evangelizar.
Por eso, también hoy es necesario un compromiso eclesial más
convencido de nuestros mayores en favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el
entusiasmo de comunicar la fe. El compromiso misionero de los
mayores saca fuerza y vigor del descubrimiento cotidiano de ese
amor, que nunca puede faltar. La fe, en efecto, crece cuando se
vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica
como experiencia de gracia y gozo. Ensancha nuestro corazón en la
esperanza y nos permite dar un testimonio fecundo: transmitir la
alegría de la fe, a las nuevas generaciones, a nuestros hijos y nietos,
pero también a nuestros amigos y vecinos, a colaborar en la acción
evangelizadora de la Iglesia. [Cf. Porta fidei].
El Instituto Diocesano de Ciencias Religiosas y la Comisión Diocesana de Pastoral de los Mayores ofrecen un curso monográfico
dedicado al mayor y la transmisión de la alegría de la fe, en el
que siguiendo las indicaciones de Su Santidad Benedicto XVI en la
Carta Apostólica “Porta fidei”, reflexionaremos sobre la vivencia en
la alegría de la fe de nuestros mayores, de cómo la transmiten ellos
a las nuevas generaciones y de cómo podemos ayudarles nosotros
a vivir con gozo y esperanza esta etapa de su vida.
1. El mayor y la fe, un gozoso encuentro
personal con Dios en Jesucristo
“Redescubrir el camino de la fe para iluminar de manera cada vez más
clara la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo”
[Porta fidei, 2]. Gracias a la fe, esta vida nueva plasma toda la existencia
humana en la novedad radical de la resurrección. La «fe que actúa por
el amor» (Ga 5,6) se convierte en un nuevo criterio de pensamiento
y de acción que cambia toda la vida del hombre” [Porta fidei, 6]. “A lo
largo de este Año, será decisivo volver a recorrer la historia de nuestra
fe, que […] debe suscitar en cada uno un sincero y constante acto de
conversión, con el fin de experimentar la misericordia del Padre que
sale al encuentro de todos” [Porta fidei, 13].
2. El mayor y la profesión de la fe
“El conocimiento de los contenidos de la fe es esencial para dar el propio
asentimiento, es decir, para adherirse plenamente con la inteligencia y la
voluntad a lo que propone la Iglesia. El conocimiento de la fe introduce
en la totalidad del misterio salvífico revelado por Dios. El asentimiento
que se presta implica por tanto que, cuando se cree, se acepta libremente
todo el misterio de la fe, ya que quien garantiza su verdad es Dios mismo
que se revela y da a conocer su misterio de amor” [Porta fidei, 10].
3. El mayor vive la alegría de la fe
“Tendremos la mirada fija en Jesucristo, «que inició y completa nuestra fe» (Hb 12,2): en él encuentra su cumplimiento todo afán y todo
anhelo del corazón humano. La alegría del amor, la respuesta al drama
del sufrimiento y el dolor, la fuerza del perdón ante la ofensa recibida
y la victoria de la vida ante el vacío de la muerte, todo tiene su cumplimiento en el misterio de su Encarnación, de su hacerse hombre, de su
compartir con nosotros la debilidad humana para transformarla con
el poder de su resurrección” [Porta fidei, 13].
«Por ello os alegráis, aunque ahora sea preciso padecer un poco en
pruebas diversas; así la autenticidad de vuestra fe, más preciosa que el
oro, que, aunque es perecedero, se aquilata a fuego, merecerá premio,
gloria y honor en la revelación de Jesucristo; sin haberlo visto lo amáis
y, sin contemplarlo todavía, creéis en él y así os alegráis con un
gozo inefable y radiante, alcanzando así la meta de vuestra fe; la
salvación de vuestras almas» (1P 1,6-9).
4. El mayor transmite la alegría de la fe a las nuevas generaciones, a los nietos, a los jóvenes
“«Caritas Christi urget nos» (2Co 5,14): es el amor de Cristo el que
llena nuestros corazones y nos impulsa a evangelizar. Hoy como
ayer, él nos envía por los caminos del mundo para proclamar su
Evangelio a todos los pueblos de la tierra. Con su amor, Jesucristo
atrae hacia sí a los hombres de cada generación: en todo tiempo,
convoca a la Iglesia y le confía el anuncio del Evangelio, con un
mandato que es siempre nuevo” [Porta fidei, 7]. “Tendremos la
oportunidad de confesar la fe en el Señor Resucitado […] en
nuestras casas y con nuestras familias, para que cada uno sienta
con fuerza la exigencia de conocer y transmitir mejor a las generaciones futuras la fe de siempre” [Porta fidei, 8].
5. El mayor transmite la alegría de la fe
a los mayores y a todos los hombres
“La renovación de la Iglesia pasa también a través del testimonio
ofrecido por la vida de los creyentes: con su misma existencia en
el mundo, los cristianos están llamados efectivamente a hacer resplandecer la Palabra de verdad que el Señor Jesús nos dejó” [Porta
fidei, 6]. “Por eso, también hoy es necesario un compromiso eclesial más convencido en favor de una nueva evangelización para
redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo
de comunicar la fe [Porta fidei, 7].“Por la fe, hombres y mujeres de
toda edad, cuyos nombres están escritos en el libro de la vida, han
confesado a lo largo de los siglos la belleza de seguir al Señor Jesús
allí donde se les llamaba a dar testimonio de su ser cristianos: en
la familia, la profesión, la vida pública y el desempeño de los carismas y ministerios que se les confiaban. También nosotros vivimos
por la fe: para el reconocimiento vivo del Señor Jesús, presente en
nuestras vidas y en la historia” [Porta fidei, 13].
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