Ángel Cerutti, Cecilia Pita

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NOTAS
NOTAS PARA UNA HISTORIA
DEL PREJUICIO EN LA ARGENTINA:
EL CASO DE LA MIGRACIÓN
ULTRAMARINA
1 880- 1 93 0
Ángel Cerutti, Cecilia Pita*
" . . .la intol erancia s e manili esta en la
Introducción
vida cotidiana de los argentinos en
Existe la creencia, que ha devenido
mito fundante, de concebir a la Ar­
gentina como la configuración per­
166
fecta del ' cri sol de razas ' . Pero este
mito, idílicamente pluralista, cons­
más de un sentido. Existe la i ntole­
rancia que rechaza a las personas de
acuerdo al lugar de donde 1I egaron
sus ancestros o ellas mismas, pero
tamb i én con el color de su piel y su
religión" . l
truido y repetido hasta el cansancio
en los manuales de la historia oficial,
no es más que un invento que ' la otra
Prejuicio y discriminación
historia' s e encarga de desmentir.
Desde la confonnación de la Ar­
Los científicos sociales coinciden en
gentina moderna a fines del siglo
conceptualizar el prejuicio como un
y dis­
juicio que se ha construido con an­
los migrantes pobres de las provin­
reunir, examinar e interpretar infor­
cias del norte del país, y para con los
mación real y obj etiva con respecto
limítrofes o de ultramar. En efecto,
1 Patricia Kolesnicov, "Haga patria,
mate un... ", en Revista Arca del Sur,
Buenos Aires, año 2, nO 8, Abril-Mayo
1 993, p. 5 .
XIX, han existido prejuicios
criminaciones hacia los indígenas,
extranj eros -fueran estos de países
* Universidad Nacional de Comahue,
Argentina.
terioridad al proceso que implica
NOTAS
aunapersona, aun grupo de ella., u a
una oo;;a. Esta interprctacifu esrefur­
zada por prueba, iruulicicnles, al.,...
jadas de la verdad y muchas
veces
imaginarias. En síntesis, en esta pri_
mera aproximación, el prejuicio s�
PIe.CIl(a como "...un punto de vi'ta
Es
importtlllle no!:><:rder de vista
que el prejuicio pu"<le aplicame a ob--­
jelO'l tan dispares COOlo las mujeres,
los di,ca¡Jacitam;;, loo ellfermos de
SJI)A, etc. Sin cmh"rgú, a lQS fines
de ",,-te trabajo, los prejuicios a ana­
lizar son aqlltllo. referioos a grupos
no razonable o irracional'"
�lnicos.
actitud, un sentimi<:llto favorable o
antipatía que ,e apoya en una gelle­
El prejuicio supone adema! una
de�favorabh; la atribucioode un va­
Tale;; p�u i cio, detl<Jtan " ...una
ralización imperfecta e infh,xible.
O n�>:alivo a ¡x:rsona! o
Puede sentirse o expregarse. Pu�de
ci�rta tendencia que rell<ja la ocer­
o Mciaun iDdividuoporser mi embro
lor j)O,ilivu
OO,a•. Por lo (amo, s� halla presente
laciÓll o cl lech.aZO hacia los otros.
Asl, d prejuiciu ruede definine
O(llUO "una �rinión ooju�tificada, de
un individuo o grupo, favorable o
desfavorable, y que indu"," a aduar
en.conoonancia con la miflJIla".'
lón d caso del presente trabajo
huelga adarar que d objelo del
mismo e� el e'lludio del rrejuicio
negativu; de todas manera" no e,tá
de m:í� precisar que aquel1o� prejui­
e,tar dirigida haciaun grup'-'genem!,
del grupo".'En otras palabm" es la
...["'rcepciOO negaliva de !\turO�
"
h\lmanos dir.:renl�, d� nosolros".'
enurm� variedad en cuanto al
gmdo en quc los grupos e individuo�
La
albergan pr�uicio, invalida lo. in­
tenlos de explicar a é,tos en funcióll
de la naturalew
humana, comu si
cOIll;tituyeran con,tantes univema­
les. A e,ta con,ideración se StUuan
las comprooociones empírica. de la
cios caracterizados cerno positivos
incxi,rencia de prejuicius en lo! ni­
tampoco se corre,pondm ocn·la ver­
ñu� de corta edad y la discre[lUllcia
trucdones sin fn!ldanK"IlÍo alguno
ria�, ro culturas diferentes, hacia un
dad, droido a que se basal\ en cxms­
'G. uruky, l'/¡. Rdjgjo,,-, Factor,
1963, O",den City, Ncw yorl<, DouI>\e
Day "ud Co.,lnc., p. 74.
'Olto Klineberg. "PrejUicio", COl "ud­
dup�diu in/emocional d� fus eio""j".,
Sr)(}jalc" 1976, Madrid, Aguilar, vol. 8,
p.423.
en relacirn a actitud�, discriminato­
mismo gmJlo, por ';emplo, los ju­
dios. Por 1u tanlO, no e, lanalut.11e'GO!dOIl W. AI1¡X1l1, La natural=< del
pre
juicio, I �77, BuenOl¡
Aire., Eudd:>..
24.
p.
'Tullio Telltori,JI!'regiudhi� Sociale,
1962, Roma. Studium, p. 14.
167
NOTAS
za humana sino el aprendizaj e el que
mocrática ( . . .). [En ese sentido, la
ocupa lUl lugar de máxima ímpor­
discriminación opera como la nega­
tancia en el desarrollo del prejuicio.
En efecto, que lUla persona o un
grupo hum ano se c o mporten de
168
ción de fraternidad, solidaridad, li­
bertad e igualdad, haciendo] resaltar
el aspecto activo o manifiesto del
un modo determinado y no de otro
prej uicio negativo hacia una perso­
ante lUla situación concreta, se halla
na o grupO".7
condicionado por una serie de pa­
Es importante " . . . subrayar que en
trones individuales y sociales que se
la discriminación social es funda­
conocen como conducta. La conduc­
mental el hecho de que la misma se
ta " . . . es fruto de un largo aprendi­
halle incrustada en las estructuras
zaj e. Aprendizaj e que se produce
sociales y apoyada por prácticas de
constantemente, a lo largo de toda
grupo, aún cuando viole normas pre­
la vida, a través de refuerzos negati­
dominantes en la sociedad ( . . . ). [La
vos y positivos".6Dicho aprendizaj e
discriminación] es, pues, la persisten­
puede ser prejuicios o o no, La afir­
te aplicación de criterios que resultan
mación irracional que sostiene la
arbitrarios, inconvenientes o injustos
inevitabilidad del prejuicio carece de
según los patrones dominantes, con
fundamento, Por el contrario, es to­
la consecuencia de que unas perso­
talmente evitable.
nas reciben ventajas indebidas y
portamiento discriminatorio. El con­
una sanción injustificada",8
El prejuicio se expresa en un com­
otras, igualmente cualificadas, sufren
cepto de discriminación designa un
La historia del prejuicio y la dis­
"trato desigual de individuos o de
criminación está colmada de "in­
grupos sobre la base de algún atribu­
tolerancia, codicia, violencia e indi­
to, en general de carácter categorial,
vidualismo po sesivo, que se han
tal como el origen racial, étnico, re­
constituido en herencia histórica de
ligioso o de clase, Por 10 general,
la humanidad",9 transmiti éndo se
dicho ténnino se usa con el objeto
de generación en generación. Exis-
de describir la acción de lUla mayo­
ría dominante en relación a una
minoría débil implicando, por 10 tan­
to, una conducta inmoral y antide-
7 G.
Aires, Paidós, p. 87.
3
6
A. Theodorson y AG. Theodorson,
Diccionario de Sociología,
J.
1978, Buenos
MUton Yinger, "Discriminación
María Angeles Montoya, Las claves
social", en Enciclopedia Internacional
del racismo contemporáneo, 1994, Ma­
de las Ciencias Sociales, op. c it., p. 430.
drid, Libertarias/Prodhufi, p. 2 7 .
9 María
Angeles Montoya, op. cit., p. 1 .
NOTAS
te una cultura prejuicio sa y discrimi­
tituían entonces las variables de los
natoria difíci l de erradicar.
dilemas a resolver.
La inmigración ultramarina cons­
El temor al extranjero en la
Argentina prejuiciosa
tituyó el principal recurso de los sec­
tores dominantes para solucionar el
problema de la escasez de mano de
obra en el territorio nacional. El fe­
Para comprender el fe!1ómeno de
nómeno inmigratorio incrementará
prejuicio y la discriminación anti­
notablemente la oferta y demanda de
extranj era en la Argentina -en el
fuerza de trabaj o asalariada.
periodo considerado en este trabajo--
La puesta en práctica de la inmi­
10 primero que debe conocerse es el
gración como estrategia económica
conflicto social existente en la socie­
tuvo como correlato la elaboración
dad en donde se origina. Es decir,
de un discurso que, sobre la base de
analizar la relación entre los sectores
la dicotomía ' civilización o barba­
dominantes y los inmigrantes; y los
rie' -tan claramente explicitada por
mecanismo s por los cuales el pre­
Sarmiento- ponderó al elemento ex­
juicio antiextranjero se difundió con
tranj ero, a la vez que menoscabó y
éxito en la s ociedad nacional.
discriminó al autóctono, se tratara
En el período analizado, el peso
del gaucho o del indígena.
demográfico de la inmigración ul­
El artículo 25 de la Constitución
tramarina ha sido calculado en seis
Nacional de 1 85 3 afirma que "el
millones de personas de diversos orí­
Gobierno Federal fomentará la hllm ­
genes (italianos, españoles, rusos,
judíos, franceses, alemanes y sirio­
gración europea y no podrá restrin­
gir, limitar ni gravar con impuesto
libaneses, entre otros) que se asenta­
alguno la entrada en el territorio
ron, en su gran mayoría, en la región
argentino de los extranjeros que trai­
más dinámica del país, el litoral ar­
gan por obj eto labrar la tierra,
gentino.
j orar las industrias e introducir las
me­
Dicha inmigración responde al
ciencias y las artes". Resulta fácil
proyecto diseñado por una élite de
observar que la inmigración es vista
intelectuales y políticos para organi­
como una necesidad, en tanto porta­
zar y conso lidar un Estado Nacional,
dora de ' civilización' y de ' progre­
a partir de un modelo de aclUllU ­
s o ' -valores estimados como de
lación bas ado en la producción y
naturaleza europea- frente al estado
exportación de bienes primari o s .
de ' atraso' y ' barbarie' de América
Tierra, capital y mano d e obra cons-
Latina. Por ello es que la Constitu-
169
NOTAS
ción se ubica " . . . en un punto de in­
reo, casi sin agua potable y fácilmente
flexión de la historia, punto en el
inundables. l l Estos acontecimientos
cual el país ha renunciado a su pa­
sado y se embarca en la conquista
del futuro. El presente de la Consti­
miseria
en el Gran Buenos Aires y
en las ciudades de La Plata y Rosa­
tución discurre en el ' desierto ' , los
rio, que todavía hoy constituyen la
espacios vacíos, entre la necesidad
única ubicación posible para una in­
de 'poblar' y las figuras fantasmá­
mensa cantidad de población. Un
ticas de los anglosajones que deben
10
darle cuerpo" .
testigo de la época dej a constancia
S in embargo, el 'progreso argen­
presar que "el remanso inmigrato­
de la gravedad de la situación al ex­
tino' no posibilitará el acceso a la
rio de la capital constituye además
propiedad de l a tierra a los inmi­
una condición excitante de los pro­
grantes de ultramar, salvo raras ex­
blemas sociales dolorosos, desde el
cepciones. En efecto, hacia 1 880 el
de la miseria negra hasta el de la for­
mación de la clase de descontentos
latifundio estaba consolidado en casi
la totalidad del país. La burguesía
con ideales pesimistas, de negación,
terrateniente se apropió en forma
de intranquilidad y de lucha. Ese re­
fraudulenta de más de tres millones
manso crea y mantiene un ej ército
de hectáreas de las mejores tierras.
170
darán lugar a la formación de villas
de reserva de los trabajadores, que
La mayoría de los inmigrantes
provoca desequilibrios en la oferta
terminarán ubicándose en las ciu­
y la demanda de brazos, generadores
dades del Litoral �muchos, incluso,
del malestar proletario.
retoman a sus países de origen� y
más, el remanso mantiene el negro
( . . .)Y,
ade­
viviendo en condiciones infrahu­
medio de los desesperados de Euro­
manas, hacinados en conventillos o
pa, los desequilibrados, los impulsi­
víctimas de espectaculares negocios
vos, los miserables, los ex hombres
realizados mediante el loteo de las
de Gorki. Hay que recorrer las cer­
tierras situadas en los alrededores de
canías del puerto y otros barrios, y
las ciudades. Sin normas urbanís­
ticas reguladoras, son vendidos a
precios muy elevados terrenos inser­
vibles para la agricultura o el pasto10
Maristella Svampa, El dilema ar­
gentino: civilización o barbarie, 1 994,
Buenos Aires, El cielo por asalto, p. 41 .
penetrar por las viviendas llamadas
conventillos y por los centros de pro­
miscuidad, de estrecheces y mugre,
11
Enrique S . Inda, "La vivienda obre­
ra en la fOITIlación del Gran Buenos
Aires ( 1 890- 1 940)", en Todo es Histo­
ria, Buenos Aires, febrero 1992, n° 296,
p. 7 l -3.
NOTAS
para formarse idea de la nota plo­
tantes, puede interpretarse el pánico
miza que sombrea las grandezas de
que habrá experimentado buena
la capital del Plata" Y
parte de la población nativa ante la
La presencia de los contingentes
inminente amenaza de ' deterioro' de
humanos de allende los mares mo­
sus costumbres, idioma e institucio­
dificará rápidamente los universos
nes seculares. De este modo,
socioculturales vigentes hasta su
inmigrante se transforma en un inde­
"
. . . el
arribo; es decir, aquellos querespon­
seado: huele mal, se viste raro, porta
den a formas en donde la tradicional
una cultura aj ena, tiene costumbres
y patríarcal existencia se reproduce
poco higiénicas , un acento ininteli­
casi desde la época misma de la co­
gible y así sucesivamente". 13
lonia, generando una visión de ' cam­
Es así que la visión idílica del in­
panario' conforme al espíritu de gran
migrante empieza a cambiar a fines
aldea. Casi de golpe, el edificio del
de siglo. Da fe de ello la reinterpreta­
' campanario' entró en crisis y las
ción del ya citado artículo 25, el cual
culturas de los inmigrantes trastoca­
ya no será utilizado para fomentar
ron la forma de vida anterior; El
indiscriminadamente la inmigración
mundo de las tradiciones ' criollas '
sino para restringirla, quedando a
se sintió violado, invadido por ' in­
salvo solamente aquéllos considera­
trusos ' sospechosos, y el odio al ex­
dos 'laboriosos ' y ' cultos ' ,
Si en un principio predominó el
tranjero no tardó en aparecer.
Si se tiene en cuenta que la inmi­
motivo económico para la acepta­
gración ultramarina en Argentina
ción del inmigrante, en cuanto éste
superó incluso las proporciones de
invade el espacio físico, lingüístico
la que arribó a Estados Unidos, re.
y politico, comienza a ser percibido
presentando durante setenta años el
con temor, como alguien 'peligroso'
setenta por ciento dela población de
y el grupo gobernante experimentará
la ciudad de Buenos Aires y casi la
mitad en las provincias más impor12
Adolfo Posada, "La República Ar­
gentina, impresiones y comentarios",
1 9 1 2 , Madrid, Librería de Victoriano
Suárez, p . 73 ; citado en Luis Maria
C aterina, La Liga Patriótica Argentina.
Un grupo de presión frente a las con­
vulsiones sodales de la década del '20,
Buenos Aires, Corregidor, 1 99 5 , p .
23.
"recelo en un comienzo que se trans­
formará en odio cuando la presencia
del extranjero amenaza resquebrajar
la pírámide social construida por esa
minoría detentador a del poder polí­
tico y económico de la nación. Re­
chazo del inmigrante que no se ha
13
Christian Ferrer, "Los intrusos. Fron­
tera y cicatriz", en Nuev a sociedad,
1 9 93, Caracas, n° 1 27, p.
61.
1 71
NOTAS
nacionalizado porque, salvo el de­
recho político, puede gozar de todos
sajón deviene en el inmigrante 'real'
los demás que usufructúa el nativo;
latino, peligroso, ligado al desorden.
y que no demuestra interés por el
En tomo a él se configura "el tema
primero porque sabe que, como a la
de la nueva barbarie [que] manifiesta
mayoría del pueblo argentino, se le
un sentimiento de desagregación, el
impedirá ej ercerlo. Y cuando deci­
miedo de una burguesía que se sien­
de integrar agrupaciones, ya s ean
te contestada por aquellos que ella
gremiales como políticas, en este
esperaba fuesen sus aliados . Ella se
caso el Partido Socialista, sentirá
ve amenazada por la llegada de unos
cómo la acción de éstas será repri­
hombres que se siente incapaz de
mida por la violencia o burlada por
controlar. El
el fraude". 14
proceso de ' organización nacional '
Esta actitud de rechazo era inclu­
shock
fue brutal. El
apenas estaba terminado y ya la
so compartida por quienes habían sos­
sociedaG\, parecia desestructurarse
tenido el proyecto de la inmigración
nuevamente" .16 La ciudad que hasta .
europea y ahora renegaban de ella
ayer nomás había sido una gran al­
debido a su origen, a su escasa asimi­
lación y aún más a la débil acepta­
172
El inmigrante 'imaginario' anglo­
dea de estirpe criolla, es transforma­
da por el conventillo, el buhonero y
ción del ' orden' impuesto por la oli­
los huelguistas influenciados por el
garquía. Al respecto, afirma Sar­
anarquismo y el socialismo.
miento que "creciendo y expandién­
El extranj ero aparece como la sín­
donos conseguiremos, si no 10 he­
tesis de todos los males. Frente a él
mos hecho ya, una Torre de B abel
se tomaba necesario para el sector
en América, cuyos trabaj adores ha­
dirigente llevar a cabo una misión
blen en todas las lenguas, sin unirse
patriótica que uniera a los argentinos
en la tarea de construir, sino persis­
nativos en una 'cruzada de argentini­
tiendo en aquello que le es propio a
zación ' . El peligro de una revolución
(oo.). No
se construye una
social, que para algunos parecía po­
Patria sin el patriotismo como ce­
sible en los albores del siglo, era per­
mento, así como no se puede cons­
cibido como inmediato hacia 1 920.
cada uno
truir una ciudad sin ciudadanos". l s
14 José Panettieri, Inmigración en la
Por consiguiente, la 'nueva barba­
rie' impulsará a la élite nacionalista
A rgentina, 1970, Buenos Aires, Macchi,
p. 1 3 0- 1 .
15
Citado por Pau1
Naationalism, 1975, Ph.
Everett Brown,
ldeological Origins ofModern Argentine
D. diss., C1a­
Graduate School, p. 229 .
16 Maristella Svampa, op. cit., p. 80.
remont
NOTAS
a dcsan-ollarUJlproyecto ,le proeuc­
quien coo,lmyó el armilZón cc e,t.�
erón ,imhólica (In eultm'� como
corriente cc pen,ami""lo naciona­
C<IDlpO CC h�t¡Jla) hOnlOReneil�dora
,Id� civer,idac culiur�l, � lr:w6s cc
1,1 escucJapúhlicaydcl &rvicio Mi­
l i,l� en lo e,lucmivo que adoctrinará
a la rohl�ci6n Cl! un �rgcntiniBmo
retórico, ,'ado de cont.enido, En el
litar Ohligatorio, <¡lLe servirán rara
tratlM:UThO ,le la get;tión .e
r Jo,,, Ma­
tralljel'O' y par� re�filmar l� ic e� ce
,Iel Consejo Nociwal ,!c Ecueación
nación en los nativo"
se in,t�ura la '�,ILLeaeión paniótiea'.
'arg""tini7nr' y di""i 1'1 ¡nar a lo.< ex­
Con la , "'-'Y (1420) ce Ecucación
eh Ramos Mejía como rrusir.ente
Tod", I�s m�tClia:; cc e,tuCio ,!ch(>­
ComúnT'fornlLlgadn en 1384 se e.,ta­
rán i mp,-iruir un caráct�.-n""ional y
blcció una ",lucaci6np<l"� el ,Ies�rro110 liheral y un ivers�li ,t�, t�l cOmO
patriótico al conoci mielllo.
El miedo a la re,-oluciÓll ,,)Ci�1 y
la llahía proyeelado Sannicnto. A
a l� pó"(Ii,I� ,!c he, tr",lidones crio­
acerca cel ffi(){le!o oolLc.
"Iivo a seguir.
a cre�r, ,1cs<le la educación, el mito
partir de 1<)(�) tUWl lug�run ,Iebale
lla, impulsaron a b cl�:;c ,lirigentu
Sin embargo, "'ya h�cia 190�, la f'o�­
,le la NaeiónArgenti n�, 1..0,; mi.mo,
tura autoritaria �e h�bla implLe,to
l.emore. ron,lnron l� prcocup�eión
bajo la [om:.>l de los progrmn:¡s r.e
por la. exi,teneia de =LLcl�s .c
r co­
..:Iucación patriótic� C{ln que e,e año
lonia, extranjcr�., .ohre tor.o la,
:;c empezó a expcrimrular.&caño[ue
pcrtellCCÍctltes a lahj LL<lía"le b pro­
un hito emcial para la hislori� r.e b
vi'lCia ,te Entre Río" En rd�d6n �
e,lue�eión y la mi:;m� elLltlLt� ar­
eH�s .'e defin id Una poIític� ce nni­
gentina: mLll<lue no 'e lo roconoci(>­
torm;r�'l<l y homogeneizaciÓ!1 y, cla­
liberal y ,Iesarrollisia 'llLe hahía
inspira<lo la Ley 1420 quedó .ernlta­
anti,cmita, argumen¡�n<' O qne" .. ,�'!
ca cxplicitamente, el espíritu a_l�
wz
do, y la e,lueación ,e dirigió � objeti­
vo, que ya nO e:ran h; é e ilpu.T1(a!ar
el progre,o, y fomentó ull e,piriLu
do.,nálico y alLtoritario"."
Fue Jo�quinV, Goudkz, fLmeio­
nario múltiple dnr�nte este perfoco,
ro
e,lá, �rtiplurali.ta, intolerante y
dcnignln le, et; ,krresivo rara llOSO­
tro, 'ILLe hay� e.,cudas en d p�i� en
1<15 que la emeiianza que n::cihcnl<M
niños argentino, 5e� exc)n.,ivamen­
te extranjero. fu lLt¡,
,,,n(e y ,!c �\(apo­
lítica nacional el pon er remalio �
e,te dcplomble estado de eO�a" Ne­
cesario e, que aquelloo colono� cn­
"Cuh" c:""udc, l!.'j¡roca"" d_¡ Irro­
y"cli¡ <lrg""liho, 199ú, DuCllo. A;n">
Uduc�ció" e ldoologi.. T"'l', p. MU,
(jen,l�n una ,-ez por t(){I�, que e,tAn
en 1 � Re!'Úhlica Argentin�, al mura­
TO
,Ic 'u, ""titucioo,," y de la lioo-
NOTAS
ralidad de sus leyes, y que sus hijos,
hecho de la cronología, sino porque
aquí nacidos, no son rusos, alemanes
el ejército de la conscripción estaría
ni hebreos sino argentinos ( . ) . Es ilu­
.
.
sorio pretender difundir el patriotis­
mo entre aquellas gentes, si antes no
.
El servicio militar por la remo­
fonnamos ambiente nacional en sus
ción social y la disciplina, neutrali­
escuelas".18 Acto seguido a este in­
za los virus de disolución social que
forme fue la instrumentación de me­
vinieron del viejo mundo. El ej ér­
didas tales como la imposición de
cito, que supo anteriormente doble­
maestros argentinos, programas ofi­
gar al gaucho, en adelante tiene como
ciales, retratos de próceres argen­
obj etivo ' argentinizar' al ' gringo ' y
tinos y seis visitas anuales -como
formar al ' argentino",. 19
mínimo- de inspectores a escuelas
rusas y judías.
174
encargado de moldear la mentalidad
de los futuros electores ( . . ) .
Los ' inadaptados', perturbadores
de este orden y cuyo nacimiento no
La instauración del Servicio Mi­
se registre en la Argentina, serán
litar Obligatorio en 1 90 1 responde
castigados con la Ley de Residen­
también al mismo esfuerzo de ho­
cia promulgada en 1 902 que los ex­
mogeneización cultural llevado a
pulsará del país. La Ley de Defensa
cabo por los sectores dominantes,
Social promulgada en 1 9 1 0, envia­
a fin de paliar el ' caos ' que repre­
rá a los fríos calabozos de la cárcel
sentab a la gran afluencia de extran­
de Ushuaia a muchos ' díscolos' se­
j eros. En el marco de los debates que
guidores -nativos y extranjeros- de
tuvieron lugar previamente a la pro­
las ideas de Bakunin y Marx.
mulgación de la Ley, un diputado
Esto no impide, sin embargo, que
afirmará con meridiana claridad que
cuando está en peligro o simplemen­
" . . . 1a conscripción es el ' ej ército del
te en duda la propiedad y el poder
sufragio universal' ( . . . ) . En la reali­
de los que tienen todo, opere además
dad, los ciudadanos argentinos se­
una organización paramilitar: la Liga
rían soldados antes de ser verdadera
Patriótica Argentina. Surgida luego
y libremente electores, 10 que tendría
de la represión desatada contra los
consecuencias políticas directas : no
obreros en la S emana Trágica de
en el sentido señalado a veces, de
1 9 1 9, se trata de una "... organización
una preeminencia de las institucio­
nacional de verdaderos
fasci di
nes militares sobre las instituciones
políticas representativas por el simple
18
19 Alain Roquie, Poder military socie­
dad política en la Argentina,
Carlos Escude, op. cit., p. 54.
Aires, Emecé, t. 1, p. 83.
Buenos
NOTAS
(. . . )
[creada] para
ca concentraba sus chivos emisarios
inculcar sentimientos nacionalistas
entre los grupos periféricos Gudíos,
en las masas, romper huelgas, atacar
anarquistas y 'maximalistas') . Hacia
combattimento
locales sindicales . . ."2oy efectuar per­
1 92 1 ya se había vuelto explícita­
secuciones .
mente antiobrera.
En todo el territorio nacional se
La inmigración será un tema re­
organizan entidades similares o de­
currente en el pensamiento nacio­
legaciones de la institución funda­
nalista que comienza a fonnularse
da en Buenos Aires. Orientada hacia
desde fines del siglo pasado y en los
ideas conservadoras, la Liga reunía
albores de éste. Las usinas de este
sectores de las Fuerzas Armadas , de
' nacionalismo patológico'22 deben
la Iglesia Católica y de partidos po­
buscarse en las ideas conservadoras,
líticos contra un enemigo común: el
por entonces en boga en Europa, que
inmigrante. Tal unidad " . . . acciden­
circulaban como reacción frente al
talmente lograda a consecuencia de
liberalismo, al comunismo y al sin­
las fatídicas j ornadas de enero, de­
dicalismo . Intel ectual es ' orgánico s '
bía ser preservada, ante la eventua­
de las élites tradicionales de la Ar­
lidad que se repitieran los episodios
gentina difundirán estas ideas, que
vividos, y para atacar las causas
van a ser aceptadas con premura por
profundas de la misma. No andaba
terratenientes del interior, sectores
del todo descaminada La Protesta,
medio s católicos y fracciones del
cuando consideró a la Liga, una 're­
acción preventiva,,21 frente al temido
ras manifestaciones " . . . aparecieron
fantasma de la revolución social.
en la década de 1 8 80 en el curso de
ej ército y de la Iglesia. Las prime­
Las actividades de la Liga prácti­
los conflictos sobre la educación es­
camente no fueron obstaculizadas
tatal. Una segunda fase tuvo lugar
por los poderes ej ecutivo, legislativo
entre 1 9 10 y 1 920, durante los con­
y judicial . El temor era más fuerte
flictos en tomo de la inmigración y
que los medios violentos e ilegales
el movimiento obrero. Más tarde,
empleados por ella y bastaba para
justificarlos. En 1 9 1 9 1a Liga Patrióti-
[los nacionalistas] j ugaron un rol
importante en los mayores aconte­
cimientos políticos del siglo xx: a
20
Carlos M. Tur Donati, "Crisis social,
xenofobia y nacionalismo en Argentina,
1 9 1 9", en Cuadernos Americanos, 1 993,
México, XII, p. 62.
21
Luis María Caterina,
op. cit. , 32.
22
Término acuñado por Carlos Escude,
Patología del nacionalismo. El caso
argentino, 1 9 87, Buenos Aires, Institu­
to Di Tella, Tesis.
175
NOTAS
fmes de la década de 1 920, cuando
rán considerados como " . . . agentes
la democracia popular se precipitaba
que determinan por su heterogenei­
hacia el colapso . . "
.
.23
dad y desarraigo la corrupción física
Los nacionalistas exaltaban el
pasado muerto, irreal, del gaucho le­
vamente la figura representativa del
gendario (que habiendo sido elimi­
advenedizo que provoca alarma por
nado por la econoITÚa y por las armas
la facilidad con que es admitido en
de los mismos terratenientes, apare­
da ahora como una figura romántica
176
y moral. De este planteo surge nue­
los altos círculos donde producirá el
y no conflictiva) y de l a vida campi­
inevitable mestizaj e, la disolución
. . " . 2S
física de la raza .
rana, en contraposición a la urbana
De este modo, se elaboran y difun­
convertida en una Torre de B abel por
den desde el pensamiento naciona­
l a inmigracíótL Conforme a este dis­
lista estereotipos de los inmigrantes,
curso " . . . hacían gala de su xenofo­
es decir, generalizaciones distorsio­
bia, antisemitismo y antímasonismo
nadas sobre estos grupos, desfavora­
refiriéndose a sus enemigos como un
bles, exageradas y extremadamente
pantano o ' ciénaga pestilente' ( . . . ) .
simplificadas. Sobresalen en ellos
L o s extranj eros contaminaban l a
atributos negativos como la avaricia,
esencia nacional y ensuciaban su
tradición: ' limpiemos al país de esa
la ignorancia, el atraso, la grosería, l a
mentira, la corrupción, la brutalidad .
basura bulliciosa que es la resaca del
Ellos dan lugar a motes peyorativos :
extranj ero, urgía Lugones".24
' gringo', 'bachicha' y ' nápole' p ara
La presencia del extranj ero era
los italianos; ' gallego' para los espa­
vista como una amenaza hacia el es­
ñoles; 'turco' a los árabes; ' moishe'
píritu católico de los pueblos latinos,
a los judíos. El antisemitismo, por
debido al 'paganismo', 'materialismo'
ej emplo, alcanzó feroces niveles de
y ' cosmopolitismo' de tantos 'intru­
agresividad y violencia en el discurso
sos'. El racismo también estará pre­
y en las prácticas discriminatorias,
sente en el 1 enguaj e chauvinista que
circula en las salas y antesalas del
poder, en donde los inmigrantes se-
tanto que llevará al autor de un infor­
me sobre colonias extranj eras a decir
de ellos que son "desaseados , des­
greñados, predomina el perfil agui­
23 David Rock, La Argentina autorita­
leño y la luenga barba, y la mayor
ria. Los nacionalistas, su historia y su
influencia en la vida pública,
Buenos Aires, Ariel, p.
241bid., p. 4 1 .
19.
1 993 ,
25
Gladys S. Onega, La i'nmigración en
la literatura argentina, 1 880- 1 91 0,
1969, Buenos Aires, Galerna, p.
1 1 1.
NorAS
parte jl<'I¡;ee(I llU oo[or amanno y u11
A modo de contlu�i,'m
reahMllte do, mil HllO•. (''reéi� que
LIl furm�ciÓll de una cultura prcjui­
rOSlro tan antiguo C<JIlIn qi LL,vie,en
IOn lu-; mim."" que cru.cili.camn "
Cristo. n�H"lmerue ><TI UOOiS.fhy�
Y bajv el pUnIv de ...-¡!!la ;!\.OCia! ;,plI­
re<:en
� 1m poblaeiollC;! como una
pc.¡1C.........Estos demctll.<"lS (:<)I:�tu­
}"Cn el kif_moli� dd nacil\lUllilDlO
plLt.oIót.":oo tan p,,--..¡ente en el Jlen!l&­
�iooa �n I� ArgC!tlÍlla bol tcnidu lugar
p,.,..,]ela�nI� a la CVMtrncciúndel
E.'<tadu Naciunal, que SUPU"O una
dinionü", por dern1i� compleja de
lII'Q'taci"'I-n.'Cha;w
0..1 inmigraotc
en la. sociedad Ill\Cion&l &lb,.., todo
"·,,rque la (
. m",mcciún &, la uaci6n
•
micutL' cQI";crvadur xenÚ[oou lid
cu
pcr100U.
U inmi¡':/l.Cion ultmmarina tuw,
una oolllmlÍdad fue ;m¡ml.ada no
diTl:cla re¡;¡eí"" cun la lixmul¡w;i<'>n
sin dilícult¡¡d-jl<.Jr!<Jooj StlCt<'IrI;;. rumi­
mml.,.., mcdi.wleUl]¡l ,�".. d. h<lmo­
de un di=>IOnacionalista nellejadn
cuanto ""n\ido de pertelK:ncia. a.
educación d" la q,<JCa. 1'<::1"<.> la per­
gencU.aciún cultutal a tmw. de las
inslimci<JllCl; y� lllt'llCivnadas, que
difurnJieruncl 'm,erJ<.¡ al t'Xtlllnjero'.
""'l'l;n,y" un" Clle<ti(¡¡l pri",ttivade
nativa. En realilj¡td, �(, cl c:úranjeru
fue ;,wa'or y enemlg<.>. �cm de la�
CI'l
Ja littnllUra, el pcriudi,:nw y la
«:pctÓII negati V1I de'"", ilUui�alllco;
y el \!'"dtL' dcügual h;¡cia e!lui nu
la hw\i�:ra(;i6n dc
ullnll1lllr. J:>l l1i�·
cuN" n/ICiooali"t;l aOOm¡1al!ó "lIUD­
a ,ituaciooe. de prcj uici" 'j
di�riminación que afectlll\lll a mi­
¡nVlIS<lr }' CI�LII�'U de la pd)laciiin
pauta.' d� ordensmicntu e"pacial,
"",,¡ ",,¡¡1I,m"1. ccullÓIn;()O y jl<'Ilílico
\lién
impuQita- p<.>r 1..... gr''ll'"'' de pudt:T
gran'es de ""í..,. Iimílmfc� U del
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cil1ld<> en Albert<> lhmaol "VflU\Iru
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en ]"" ambit..,s tlaclonal, I\,""gÍUIlal y
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