INSTITUTO NACIONAL DE PESCA

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INSTITUTO NACIONAL DE PESCA
DIRECCIÓN GENERAL DE INVESTIGACIÓN EN EVALUACIÓN Y
MANEJO DE RECURSOS PESQUEROS
PROPUESTA DE PLAN DE MANEJO PARA LA PESQUERÍA DE PELÁGICOS
MENORES (SARDINAS, ANCHOVETAS, MACARELA Y AFINES)
Preparado por:
Manuel O. Nevárez Martínez 1
Celia Eva Cotero Altamirano 2
Walterio García Franco 2
Mercedes L. Jacob Cervantes 3
Yanira A. Green Ruiz3
Georgina Gluyas Millán4
Ma. de los Angeles Martínez Zavala1
J. Pablo Santos Molina1
1 Instituto Nacional de la Pesca. CRIP Guaymas
2 Instituto Nacional de la Pesca. CRIP Ensenada
3 Instituto Nacional de la Pesca. CRIP Mazatlán
4 Instituto Nacional de la Pesca. CRIP La Paz
CONTENIDO
I Presentación
II Marco jurídico
III Ámbitos de aplicación del Plan de Manejo
III.1 Ámbito biológico
III.2 Ámbito geográfico
IV Resumen ejecutivo
V Descripción de la pesquería
V.1 Importancia
V.2 Especies objetivo
V.3 Captura incidental
V.4 Tendencias históricas
V.5 Disponibilidad del recurso
V.6 Unidad de pesquería
V.7 Infraestructura de desembarco
V.8 Proceso o industrialización
V.9 Comercialización
V.10 Demanda pesquera
V.11 Grupos de interés
V.12 Estado actual de la pesquería
VI. Objetivos
VII Indicadores de sustentabilidad
VII.1 Puntos de referencia
VII.2 Acciones emergentes de manejo
1
VIII Líneas de investigación
VIII.1 Investigación científica
VIII.2 Investigación tecnológica
VIII.3 Investigación socioeconómica
IX Instrumentos de manejo
IX.1 Instrumentos de manejo actuales
IX.2 Nuevas medidas de manejo
X Implementación del Plan de Manejo
XI Revisión del Plan de Manejo
XII Procedimiento para realizar cambios al Plan de Manejo
XIII Costos de manejo
XIII.1 Costos actuales
XIII.1.1 Costos directos
XIII.1.2 Costos indirectos
XIII.2 Costos futuros
Glosario
Abreviaturas
Acrónimos
Referencias
Anexos
2
PLAN DE MANEJO PESQUERO – PELAGICOS MENORES
I Presentación
La pesca y la acuacultura son asuntos de seguridad nacional y parte importante
del quehacer económico y social del país. El sector pesquero es fuente importante de
alimentos para la población, aporta insumos para la industria y divisas por la venta de
producto de alto valor comercial. En el ámbito local, las actividades pesqueras se han
convertido en elemento fundamental del ingreso de segmentos importantes de la
población y de impulso del desarrollo económico regional (Programa Sectorial
SAGARPA 2001-2006).
México dispone de cerca de 11,500 km de litoral; de aproximadamente 3 millones
2
de km de Zona Económica Exclusiva; de 358 mil km2 de plataforma continental y de
2.9 millones de hectáreas de aguas interiores en las que se incluyen 1.6 millones de
lagunas litorales. Posee también una ubicación privilegiada que, como la presencia de
fenómenos oceanográficos, determina gran biodiversidad en los mares y en las aguas
interiores.
México figura entre los primeros 20 países del mundo en cuanto a la captura de
recursos pesqueros (1.5% de las capturas mundiales) y representa una fuente
importante de divisas para el país con una balanza comercial históricamente
superavitaria. Por pesquerías destacan el camarón, los túnidos y los pelágicos
menores, especies que se ubican entre los primeros 10 lugares en el contexto
internacional en cuanto a su producción.
La pesca es una actividad compleja por la diversidad de los hábitats y de los
ecosistemas acuáticos tanto oceánicos, costeros y continentales; cada pesquería tiene
su propia dinámica, derivada de las características biológicas del recurso, por lo que
requiere de infraestructura, tecnología y administración adecuadas. Así, cada pesquería
es una cadena productiva con su propia racionalidad económica y social.
Debido a que la actividad se basa en el aprovechamiento de los recursos
naturales renovables y a que algunos de éstos presentaban signos de abatimiento,
durante los últimos años se ha dado mayor importancia a la regulación de las
actividades pesqueras y acuícolas, a costa de disminuir las acciones de fomento y
promoción. Por otro lado, la pesca se ha centrado en las pesquerías tradicionales, lo
cual ha implicado presiones sociales importantes y un incremento de acciones no
controladas, en particular por la pesca furtiva. Lo anterior implica que se deberá trabajar
en la búsqueda de nuevas pesquerías, ordenar y regular las tradicionales, lo que
significará aprovechar integralmente los recursos pesqueros con que cuenta el país,
permitiendo disminuir la presión sobre recursos sobre explotados.
Las investigaciones del Instituto Nacional de la Pesca, muestran que del total de
las pesquerías estudiadas, un 27% se encuentra en deterioro comparado con un 18% a
escala mundial (FAO, 2002), un 53% en su máximo aprovechamiento (47% a escala
mundial) y el 20% tiene posibilidades de aumento, mientras que en el ámbito mundial el
porcentaje alcanza 25%.
La infraestructura de apoyo a la pesca y la acuacultura tendió a debilitarse y
presenta marcados desequilibrios. Existen zonas pesqueras que cuentan con todos los
servicios y apoyos para el funcionamiento de la flota mayor, pero también subsiste una
gran cantidad de comunidades ribereñas que no poseen dichas facilidades y, por
problemas de organización, no le dan uso económico adecuado a muchas obras de
3
apoyo a la pesca ribereña: muelles, fábricas de hielo, sitios de descarga, casetas de
vigilancia y depósitos de combustible, entre otras. Aun cuando la flota mayor cuenta con
instalaciones portuarias con servicios básicos, dentro de la administración portuaria
integral no se han contemplado los requerimientos específicos para la operación de la
flota pesquera, inclusive puertos que son eminentemente pesqueros, no cuentan con la
infraestructura necesaria y ofrecen servicios sin considerar la estructura de costos de
operación de la flota. En términos generales, la infraestructura se ha venido degradando
en los últimos 30 años.
México llegó a exportar embarcaciones pesqueras a numerosos países y hoy
carece de instalaciones hasta para el mantenimiento de sus barcos o para la
construcción naval. En el mismo sentido, los activos pesqueros presentan síntomas de
deterioro progresivo. A 20 años de distancia de los programas que dieron origen a la
flota actualmente en operación no se han desarrollado mecanismos públicos o privados
para sustentar la modernización de la flota pesquera, que en pocos años deberá
adquirir un perfil más moderno para mantener e inclusive -en algunos casos- para
recuperar su productividad y rentabilidad.
Adicionalmente, aunque se han efectuado importantes obras de rehabilitación de
los sistemas lagunarios costeros, el constante y creciente flujo de materiales en los ríos,
el asolvamiento natural de los sistemas lagunares y la disminución en los recursos
disponibles para este tipo de obras, se ha afectado la productividad de importantes
zonas de pesca. De hecho, se requiere rehabilitar más de 600 mil hectáreas de
marismas y lagunas costeras.
Existe rezago en materia de organización y capacitación, lo cual frena la
eficiencia y rentabilidad en las actividades pesquera y acuícola. Esto ha provocado falta
de integración de la actividad a lo largo de todo el proceso y los productores han dejado
en manos de los intermediarios la distribución y comercialización de los productos
pesqueros y acuícolas; a su vez, los intermediarios concentran la producción en unos
cuantos mayoristas que controlan el mercado, desde el precio en playa hasta el que
paga el consumidor final, ocasionando con ello que el productor reciba sólo una
pequeña proporción del precio final y en la mayoría de los casos se han convertido en
asalariados.
También existen deficiencias significativas en materia de inspección y
vigilancia debido a la falta de recursos suficientes y eficientes para estas labores, por lo
que el sector enfrenta la creciente práctica de pesca furtiva que ponen en riesgo la
sustentabilidad de la captura de algunas de las especies por el incumplimiento de la
normatividad vigente (uso de artes de pesca no autorizadas, la falta de respeto a las
épocas de veda.
Este desorden que hoy se observa en las actividades de la pesca y la
acuacultura ha provocado el inadecuado aprovechamiento de los recursos pesqueros y
acuícolas. Sin embargo, en los últimos años la producción total se ha mantenido estable
a pesar de los incrementos registrados en las unidades acuícolas tecnificadas. En
términos de valor, existe una tendencia descendente en las exportaciones, debido a la
baja en precios y al menor volumen de captura de especies como el abulón, langosta y
camarón, adicionalmente a un injustificado embargo atunero que lleva impuesto 10
años (Programa Sectorial SAGARPA 2001-2006).
Ante esta perspectiva, el ordenamiento de las actividades pesqueras –iniciado
hace unos años- presenta resultados importantes en los distintos aspectos que lo
integran. No obstante, se tiene la necesidad de fortalecer los mecanismos operativos
con el fin de continuar y consolidar los logros ya alcanzados.
4
Así, el Programa de Acuacultura y Pesca 2001-2006 (PAP) se ejecutará y
consolidará en el marco de un amplio Programa de Ordenamiento Pesquero y Acuícola
con un importante énfasis regional y por especie.
Este programa se integra e inicia con las actividades de investigación que realiza
el Instituto Nacional de la Pesca sobre los recursos pesqueros y acuícolas, y cruza
todas las fases de la cadena productiva, incluyendo las acciones de inspección y
vigilancia para la aplicación de la normatividad vigente.
Como premisa básica para conducir el aprovechamiento ordenado de los
recursos pesqueros y acuícolas se impulsará la participación de los sectores productivo,
académico y de los tres órdenes de gobierno en la definición de esquemas de
administración y en la evaluación de oportunidades para el desarrollo y fomento de la
pesca y la acuacultura.
En materia de federalismo, se impulsará en los estados el establecimiento y/o
consolidación de estructuras orgánicas que les permitan participar en la administración
de los recursos y fomento de la actividad, así como la desconcentración de atribuciones
y recursos que conduzca a una actuación pública más eficiente y eficaz y con mejor
atención a las necesidades de la ciudadanía en cada estado.
Este programa genérico se desarrollará en torno a seis objetivos para asegurar
su integración: 1.- establecer políticas públicas para aprovechar los recursos pesqueros
y acuícolas de manera sustentable; 2.- promover el incremento de la rentabilidad
económica y social del sector pesquero y acuícola; 3.- otorgar y propiciar certeza
jurídica en la actividad pesquera y acuícola; 4.- normar el ordenamiento pesquero y
acuícola bajo los principios de sustentabilidad y pesca responsable; 5.- involucrar a los
sectores participantes en la investigación pesquera; y 6.- optimizar el aprovechamiento
comercial de los productos pesqueros. Los tres primeros le corresponden a La
Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA) y los tres restantes al
Instituto Nacional de la Pesca (INP).
Las líneas estratégicas serán: a) Establecer, sobre la base del conocimiento
científico-técnico, esquemas de manejo de los recursos pesqueros y acuícolas y b)
Impulsar la participación de los sectores productivo, académico y de los tres órdenes de
gobierno en la definición y evaluación de oportunidades para el desarrollo de la pesca y
la acuacultura.
Dentro de los Procesos y Proyectos del PAP se encuentran el Programa de
Evaluación de los Recursos Pesqueros, Prospección de sitios para el desarrollo de
zonas de acuacultura, creación y establecimiento de comités consultivos regionales y
Planes de manejo de los recursos pesqueros y acuícolas.
Por primera vez en México se elaboran planes de manejo para las principales
pesquerías y cultivos del país, éstos tendrán carácter nacional, regional y estatal. Los
planes de manejo deberán;
•
•
Integrar y mantener actualizada la información biológica, socioeconómica,
jurídica y disposiciones de administración y regulación para el aprovechamiento
con criterios de sustentabilidad de la explotación de las especies, incidiendo de
esta manera en el mantenimiento, recuperación y fomento productivo de los
recursos.
Desarrollar estrategias de manejo en las pesquerías artesanales y ribereñas,
muy particularmente en aquellas con núcleos indígenas, a fin de promover su
uso sustentable, disminuir presiones del sector productivo y promover
incrementos en la oferta regional de empleos y alimentos.
5
II Marco jurídico
Este Plan de Manejo Pesquero se apega al Artículo 27 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, a la Ley Federal de Pesca y su Reglamento, a la
Carta Nacional Pesquera y otras leyes y reglamentos. Además es un Plan de Manejo
con enfoque precautorio, acorde con el Código de Pesca Responsable, del cual México
es signatario, y es congruente con los compromisos del Plan Sectorial 2001-2006.
III Ámbitos de aplicación del Plan de Manejo
III.1 Ámbito biológico
La unidad de manejo bajo este Plan de Manejo Pesquero será el conjunto de
especies de peces pelágicos menores enlistados en el cuadro mostrado a continuación:
Nombre común
Sardina Monterrey
Sardina crinuda
Sardina crinuda azul
Sardina crinuda machete
Japonesa
Sardina bocona
Anchoveta norteña
Macarela
Charrito
Sardina piña
Nombre científico
Sardinops sagax caeruleus
Opisthonema libertate
Opisthonema bulleri
Opisthonema medirastre
Etrumeus teres
Cetengraulis mysticetus
Engraulis mordax
Scomber japonicus
Trachurus symetricus
Oligoplites spp.
Este plan de manejo incluye dos categorías de manejo para las especies de
pelágicos menores: manejo activo y manejo de monitoreo. El manejo activo es para
stocks con niveles de capturas biológicamente significativos, o con consideraciones
socioeconómicas o ecológicas, que requieran o demanden procedimientos de manejo
de la captura relativamente intensos. La segunda categoría es para stocks que no
requieran un manejo intensivo de la captura y donde el monitoreo de los desembarques
e índices de abundancia se consideran suficientes para manejar el stock. En el primer
grupo están la sardina monterrey, la sardina crinuda, macarela y la anchoveta. En el
segundo grupo están el resto de las especies (japonesa, bocona, piña y charrito).
El propósito de aplicar estas dos categorías es para usar los recursos
institucionales de la manera más eficiente y efectiva en tanto se satisfagan los objetivos
del Plan de Manejo Pesquero. La distinción permitirá a los administradores y los
científicos a concentrar los esfuerzos sobre los stocks y segmentos de la pesquería de
peces pelágicos menores que necesitan mayor atención o donde se esperen los
beneficios más significativos.
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III.2 Ámbito geográfico
Se consideran en el presente plan de manejo pesquero, cuatro pesquerías con
unidades de pesca similares, que operan en diferentes zonas del Noroeste mexicano:
Pacífico norte (Ensenada, B. C.);
Costa occidental de B. C. S. (Bahía Magdalena):
Golfo de California (Guaymas y Yavaros, Sonora);
Sinaloa (Mazatlán)
En todos los casos el área de distribución de las especies es más amplia que el
área en donde se desarrollan las actividades de pesca (ver Mapa anexo).
IV Resumen ejecutivo
El presente documento es la primera versión del Plan de Manejo Pesquero
(PMP) para los Peces Pelágicos Menores e incluye a la sardina monterrey Sardinops
sagax caeruleus, sardina crinuda, tres especies Opisthonema libertate, O. bulleri y O.
medirastre, macarela Scomber japonicus, anchoveta norteña Engraulis mordax, bocona
Cetengraulis mysticetus, sardina japonesa Etrumeus teres, charrito Trachurus
symetricus y piña Oligoplites spp. del noroeste de México, incluido el Golfo de
California. Este Plan de Manejo se apega al Artículo 27 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, la Ley Federal de Pesca y su Reglamento y otras leyes
y reglamentos. Además de ser un Plan con enfoque precautorio, acorde con el Código
de Pesca Responsable, del cual México es signatario, es congruente con los
compromisos del Plan Sectorial y con el recurso y su pesquería.
Este PMP incluye dos categorías de manejo para las especies de pelágicos
menores: manejo activo y manejo de monitoreo. El propósito de manejo activo y de
monitoreo es para usar los recursos institucionales de la manera más eficiente y
efectiva en tanto se satisfagan los objetivos del PMP.
Los objetivos generales contemplados en este PMP son: conservar la biomasa y
el reclutamiento, conservar el rendimiento y el beneficio económico, reducir y controlar
los impactos de las interacciones ambientales, promover beneficios económicos para la
sociedad y asegurar la calidad de los productos pesqueros. Para alcanzar la
conservación se definió explícitamente la sobrepesca, el rendimiento óptimo y los
indicadores de sustentabilidad (reglas de control del rendimiento máximo sostenible,
RMS) en la pesquería de Pelágicos Menores. La definición de sobrepesca es en
términos de una mortalidad por pesca o una tasa de explotación. En términos
operacionales, la sobrepesca en la pesquería de pelágicos menores ocurre cuando la
captura exceda la CBA (captura biológicamente aceptable) y la sobrepesca es
aproximada siempre que las proyecciones indiquen que la mortalidad por pesca o la
tasa de explotación excedan los niveles de las CBA dentro de un periodo de dos años.
La regla de control del RMS general para las especies monitoreadas, determina
la CBA para el stock igual al 25% del mejor y más reciente estimado de la biomasa de
adultos. La regla de control del RMS, para los stocks de pelágicos menores manejados
activamente, será aquella que reduzca la explotación cuando la biomasa decline. Una
formula general sería la siguiente: C = (B-BMIN)*FRACCION. C es el nivel objetivo de
captura, BMIN es el nivel más bajo de biomasa estimada a la cual la captura dirigida es
7
permitida y FRACCION es la fracción de la biomasa arriba de BMIN que puede ser
capturada por la pesquería. B es generalmente la biomasa estimada de los peces de
edad 1 y mayores.
Otros tipos de reglas de control pueden ser útiles para los stocks de pelágicos
menores y este Plan de Manejo Pesquero no impide su uso en tanto sean compatibles
con los objetivos planteados. Generalmente serán aplicados a las especies
monitoreadas y se enlistan a continuación: cambios significativos en la captura total,
captura por unidad de esfuerzo (CPUE), estructura de tallas o edades, captura
incidental de tallas pequeñas y cambios importantes en el medioambiente.
Las acciones emergentes de manejo son las medidas de manejo que pueden
adoptarse al alcanzar o rebasar uno o más puntos de referencia, siempre y cuando se
consideren pertinentes y factibles desde los puntos de vista biológico, ecológico,
socioeconómico, jurídico y administrativo. Pueden aplicarse en el ámbito local, regional
o de especie, con temporalidad variable. Cualquier opción de manejo que se considere
tendrá el propósito de mantener (o devolver) el recurso y su pesquería a condiciones
no críticas (sustentables). Las opciones de manejo emergente incluyen: a) vedas
temporales o por zona, para una o varias especies, b) establecimiento o cambio de
límites de tallas mínimas, para especies en áreas particulares, c) establecimiento o
cambio de niveles de captura permisibles por especie y d) restricciones a la cantidad de
esfuerzo de pesca.
El Instituto Nacional de la Pesca realizaría y/o coordinaría las actividades de
investigación planteadas y prepararía un reporte anual sobre la Evaluación del Stock y
de la Pesquera en el que se describiría el estado de la pesquería de pelágicos
menores. El reporte proveería información a la CONAPESCA para la determinación de
los niveles de captura anual para los stocks, documentando tendencias o cambios en el
recurso, el ecosistema marino y la pesquería en el tiempo, y la evaluación del éxito
relativo de los programas de manejo existentes.
Se plantea que, adicional a las mediadas de manejo vigentes en esta pesquería,
el manejo de estos recursos se vería beneficiado con el reconocimiento oficial del
Comité Técnico de Pelágicos Menores y la formalización de Sub-comités Estatales de
Pesca con la participación del Instituto Nacional de la Pesca (INP), industria, gobiernos
locales y federal, además de instituciones académicas interesadas. Esto implica darle
personalidad jurídica a los Comités Estatales de Pesca y Acuacultura y a los Subcomités que de ellos se deriven.
V Descripción de la pesquería
V.1 Importancia
En términos de peso desembarcado, las pesquerías de pelágicos menores
(sardinas, anchovetas y afines) representan la proporción más alta (aproximadamente
37%) de las capturas de las pesquerías mexicanas (Anónimo 2003). El valor de las
varias especies de sardina, anchoveta y macarela respecto del total, promedió 1.5%
entre 1990 y 1995. Sin embargo, durante 2001 el valor (a precio de playa o de primera
mano) de esta pesquería fue ligeramente superior al 2.0%. Si se considera lo anterior,
más el valor agregado por su proceso industrial (enlatado, harina y aceite de pescado),
el valor es superior al 9%.
8
Como recurso pesquero, estas poblaciones son fuente importante de proteína de
buena calidad para consumo humano directo y como materia prima para la producción
de alimento balanceado para la industria avícola y porcina, así como carnada para
pesca comercial, deportiva y artesanal, además de ser una importante fuente
generadora de empleos en la región del noroeste de México (Gómez-Muñoz et al. 1990;
Cisneros-Mata et al. 1995; Lluch-Belda et al. 1995; Anónimo 2003; Nevárez-Martínez et
al. 2001; Gluyas Millán et al. 2003). Se estima en alrededor de 5,000 los empleos
directos que genera esta pesquería y una cantidad similar los indirectos.
Estas poblaciones también tienen un importante papel ecológico en el sistema
marino, ya que la mayoría forma cardúmenes que se alimentan de plancton, son
eslabones importantes de la cadena trófica, y son el forraje para carnívoros (peces,
mamíferos marinos y calamares) y aves marinas (Romero-Ibarra 1988; Ehrhardt 1991;
Jacob-Cervantes et al. 1992; Molina-Ocampo et al. 1996.; Velarde 1994; LópezMartínez et al. 1999; Cotero, 2000).
Tradicionalmente las descargas se destinan a la elaboración de harina y aceite
de pescado (85%) y de productos enlatados y congelados (15%). En 2001 aumentó a
25% la cantidad de pelágicos menores dirigidos al consumo humano directo (Anónimo
2003). La sardina Monterrey, que es la especie más importante de este conjunto, se ha
destinado para el consumo humano directo (Cisneros Mata et al. 1991), aunque a partir
de los años noventas la sardina crinuda y la macarela, también se han destinado a este
fin.
A finales de los años setenta e inicio de los ochenta, la anchoveta constituía
cerca del 50% de la producción de pelágicos menores. Actualmente representa
alrededor del 3%, mientras que la sardina Monterrey aumentó su volumen a 50% y la
sardina crinuda a 25%. Una especie que en los últimos tres años aumentó sus niveles
dramáticamente es la sardina bocona (un tipo de anchoveta) pues de niveles cercanos
a cero aumentó a niveles de 16% en general, aunque en algunas localidades en
particular (Sonora y Sinaloa) sus porcentajes han sido cercanos al 50% de lo ahí
registrado. Las demás especies son menos importantes, aunque el volumen de sus
descargas tiende a aumentar cuando escasea la sardina Monterrey.
En la actualidad en esta pesquería existe una flota de 89 embarcaciones
sardinero-anchovetera equipadas con red de cerco con jareta, de las cuales operan 50,
con una utilización de bodega que va de 85% (Sonora) a menos del 30% (Ensenada).
La capacidad industrial de proceso (plantas para enlatado y para elaborar harina y
aceite de pescado) de pelágicos menores es inferior a 730,000 t/año de materia prima
en peso vivo, con la mayor parte instalada en el Estado de Sonora. En total, si se
suman las cuatro áreas, la longitud de atraque actual es de 2,104 m.
V.2 Especies objetivo
En Ensenada, B. C., las descargas constan de cuatro especies: sardina
Monterrey (Sardinops sagax caeruleus), macarela (Scomber japonicus), anchoveta
norteña (Engraulis mordax) y charrito (Trachurus symetricus). (García et al. 1995a,
1995b, 1995c; García y Sánchez, 1997). La proporción actual en las capturas es 80%
monterrey, macarela 11%, anchoveta norteña 8% y charrito 1%.
En Bahía Magdalena, B.C.S., la composición específica de las descargas es la
siguiente: sardina monterrey (Sardinops sagax caeruleus), sardina crinuda
(Opisthonema spp.), macarela (Scomber japonicus), bocona (Cetengraulis mysticetus),
sardina japonesa (Etrumeus teres) y piña (Oligoplites spp.). El promedio de la
9
proporción de especies en la captura del año 2000, 2001 y 2002 fue: sardina monterrey
85.4%, crinuda 5.2%, macarela 2%, bocona 3.6%, y sardina japonesa < 1% (FélixUraga et al. 2002, 2003; Gluyas et al. 2003).
En Sonora (Guaymas y Yavaros), la descarga consta de las siguientes especies:
sardina monterrey (Sardinops sagax caeruleus), sardina crinuda, tres especies: (O.
libertate, O. bulleri y O. medirastre), macarela (Scomber japonicus), anchoveta norteña
(Engraulis mordax), bocona (Cetengraulis mysticetus), sardina japonesa (Etrumeus
teres) y piña (Oligoplites spp.). En las dos últimas temporadas (2000/01, 2001/02) la
proporción por especie en las capturas fue: sardina monterrey 60%, crinuda
(Opisthonema spp) 9%, macarela 2%, bocona 28%, anchoveta 0.4%, japonesa 0.1% y
piña 0.01%.
En Mazatlán, Sinaloa, la pesquería se basa en las tres especies de sardina
crinuda (O. libertate, O. bulleri y O. medirastre) y en la bocona (Cetengraulis
mysticetus). En las temporadas 2001 y 2002 la proporción de la composición específica
en las descargas fue, en promedio, de 28% para la crinuda y 72% para la bocona.
V.3 Captura incidental
Suele haber, esporádicamente, captura incidental de rayadillo (Orthopristis spp.),
sierra (Scomberomorus spp.), jurel (Seriola spp.) y barrilete (Katsuwonus pelamis).
Por otra parte, las especies de pelágicos menores, particularmente organismos
jóvenes de sardina, anchoveta y macarela, también se capturan para usarse como
carnada en la pesca deportiva en la pesca de atún con vara, palangrera y en trampas
jaiberas.
V.4 Tendencias históricas
Costa occidental de Baja California – Ensenada, B. C.
En México la pesquería de sardina inicio en el puerto de Ensenada, B. C., en
1929, registrándose bajos niveles de captura debido a la poca demanda de consumo y
escasa capacidad de acarreo de la flota. A mediados de la década de los años 40's
ocurre un desplome de la pesquería en las costas de Norteamérica (Fig. 1A) (Murphy,
1966; Arenas et al. 1996) como consecuencia de cambios bruscos de los factores
ambientales y la aplicación de un excesivo esfuerzo de pesca, provocando con ello una
severa crisis económica en la industria estadounidense. Durante los años 60's este
desplome repercutió en las costas mexicanas de B. C., lo cual ocasionó su virtual
desaparición, con excepción de Isla de Cedros y Bahía Magdalena, B.C.S (Félix-Uraga
1986; Quiñónez-Velazquez et al. 2002). Debido a las muy escasas capturas reportadas
por la flota de Ensenada y al descubrimiento de otras poblaciones, una pequeña parte
de ésta es desplazada hacia las aguas del Golfo de California, sentando así las bases
de lo que hoy es la pesquería de sardina cuyos puertos base se ubican en Guaymas y
Yavaros, Sonora, que se han desarrollado ampliamente, con una flota numerosa y una
planta industrial muy importante (Pedrín y Ancheita, 1976; Pedrín et al., 1973; Lluch et
al., 1986).
En lo que respecta a la pesquería de anchoveta, ésta tuvo sus inicios en los años
50's, también en el puerto de Ensenada, B. C., con capturas muy bajas (Fig. 1A), que
se destinaban para consumo humano, la mayoría para enlatado. Con ciertas
fluctuaciones estos niveles de captura se mantuvieron hasta principios de la década de
10
los años 70's en que, merced al desplome de la producción de la anchoveta peruana,
se abrieron amplios mercados para la anchoveta, como virtual sustituto de la peruana,
en su presentación de harina de pescado (García et al., 1985, 1986, 1988). Durante los
años 1982-83 la pesquería de anchoveta en el Pacífico sufrió una caída sensible en
virtud de la agudización de la crisis económica, y posteriormente, en los años 89-90,
hubo una sustitución total en la pesquería de la anchoveta por sardina y macarela (Fig.
1A), provocado por la incidencia de factores ambientales y por los efectos negativos de
altos niveles de esfuerzo pesquero (García et al. 1995a, 1995b, 1995c).
En la Figura 1B se observa la relación entre el esfuerzo y la captura por unidad
de esfuerzo (CPUE) considerada como el número de viajes con captura por barco,
(unidad de esfuerzo pesquero). En la década de los 70’s el esfuerzo y la CPUE aplicada
a la pesquería en su conjunto, en Ensenada tiene una tendencia ascendente
directamente proporcional al esfuerzo aplicado. Sin embargo, en la década de los 80's
la disminución del esfuerzo no se refleja en la CPUE, pues ésta se incrementó. En los
90's se observó cierta tendencia inversa entre el esfuerzo y la CPUE (Fig. 1B).
4000
anchoveta
A
sardina
3500
macarela
esfuerzo
120
cpue
100
3000
Total
Esfuerzo (viajes)
Captura (t x 1000)
250
B
200
150
100
80
2500
2000
60
1500
40
CPUE (t/viaje)
300
1000
50
20
500
1999
1996
1993
1990
1987
1984
1981
1978
1975
2001
1998
1995
1992
1989
1986
1983
1980
1977
1974
1971
1968
1965
1962
Año
0
1972
0
0
Año
Figura 1.- A) Capturas de anchoveta, sardina y macarela en Ensenada. (B) Esfuerzo de
pesca y CPUE en Ensenada, B. C.
Bahía Magdalena
La captura total de pelágicos menores y particularmente la de sardina monterrey
en Bahía Magdalena, B.C.S., (Fig. 2A), se incrementó de 12,000 t en 1981-82 a 47,500
t en 2002 (Félix-Uraga et al. 2002, 2003; Gluyas Millán et al. 2003) con una disminución
importante durante los eventos El Niño, particularmente de 1997 y 1998 (Félix Uraga et
al. 2002) época en que se presentó con mayor intensidad (Lluch-Cota et al. 1999). En
ese período, las capturas de sardina monterrey cayeron a niveles menores a las 3,000 t
(Quiñónez-Velazquez et al. 2000).
11
50,000
Monterrey
900
Esfuerzo
80
45,000
Total
800
CPUE
70
700
CPUE (t/viaje)
20
10
2001
1999
1997
1995
1993
0
1991
2001
1999
1997
1995
1993
0
1991
0
1989
100
1987
5,000
1985
200
1983
10,000
Año
30
300
1989
15,000
40
400
1987
20,000
1985
25,000
50
500
1983
30,000
60
600
1981
Esfuerzo (viajes)
35,000
1981
Captura (t x 1000)
40,000
Año
Figura 2.- A) Capturas de pelágicos menores y sardina en Bahía Magdalena. (B)
Esfuerzo de pesca y CPUE (datos proporcionados por CICIMAR-IPN).
En general el esfuerzo aplicado y la CPUE de la pesquería de pelágicos menores
en Bahía Magdalena, B.C.S., tienen una tendencia ascendente y hay una relación
directamente proporcional entre el esfuerzo aplicado y la CPUE (Fig. 2B). La
disminución en la CPUE han estado asociadas a los niveles de captura de sardina
monterrey (Fig. 2B).
Golfo de California
En Sonora, la captura total de pelágicos menores ha fluctuado de acuerdo con la
abundancia de sardina Monterrey (Fig. 3A). En los años setenta y ochenta, las
descargas de esa especie crecieron de 11,500 t hasta un récord de 294,000 t en
1988/89. Después hubo una rápida declinación hasta casi 7,000 t en las temporadas
1991/92 y 1992/93 (Cisneros-Mata et al., 1995; Nevárez-Martínez et al. 1997, 2001).
Las capturas se incrementaron nuevamente hasta 215,000 t en 1996/97, pero debido a
los fenómenos El Niño y La Niña, disminuyeron de nuevo a niveles de 55,000 t entre
1997/98 - 1999/00 (Martínez Zavala et al. 2000). Entre 2000/01 y 2001/02 las capturas
de esta especie se incrementaron de nuevo hasta 217,000 t.
Las capturas de sardina crinuda también presentaron una tendencia ascendente,
pero con una elevada variabilidad (entre 3,000 y 100,000 t), asociadas a eventos
ambientales importantes (El Niño – La Niña) (Fig. 3A).y al comportamiento de la
pesquería de la sardina Monterrey. Se ha observado una estrecha relación inversa en
las capturas de sardina crinuda y Monterrey que se relaciona con eventos El Niño.
Cuando se presenta este fenómeno (1981-82), la captura de la sardina Monterrey
disminuye y la de crinuda aumenta (Molina et al., 1987; Lluch-Belda et al., 1986) o
viceversa (1995/96 y 2001/02).
En los ochenta, se incrementaron también las capturas de anchoveta y sardina
bocona, dos especies de Engraulidos. El hallazgo en 1985 de anchoveta norteña en las
capturas de sardina marcó el inicio de esta especie como un componente nuevo en esta
pesquería en el Golfo de California (Hammann y Cisneros-Mata, 1989; Cisneros-Mata et
12
4500
Esfuerzo
160
350
Monterrey
4000
CPUEt
140
300
Crinuda
3500
CPUEsm
Anchoveta
250
Bocona
200
150
120
3000
100
2500
80
2000
60
1500
1000
40
50
500
20
0
0
Temporada de pesca
96/97
99/ 00
93/94
90/91
87/88
84/85
81/82
78/79
75/76
72/73
0
69/70
99/ 00
96/97
93/94
90/91
87/88
84/85
81/82
78/79
75/76
72/73
100
C PUE (t/viaje)
Total
E sfuerzo (viajes)
400
69/70
C aptura (t x 1000)
al., 1995), siendo también altamente variable, presentando sus niveles más altos de
captura en la temporada 1989/90. En el caso de la sardina bocona, sus niveles de
captura empezaron a ser importantes a partir de 1989/90, presentando un primer pico
en 1991/92 y a partir de 1996/97 se observó un incremento extraordinario en la
captura, de aproximadamente 2,000 t a más de 111,000 t en 2000/01 (Fig. 3A). En
2001/02 sus capturas fueron cercanas a 78,000 t.
La figura 3B muestra la (CPUE) y el esfuerzo de pesca en la pesquería de
pelágicos menores del Golfo de California (Sonora). En esta pesquería la CPUE se
incrementó paralelamente con el esfuerzo, hasta la temporada de pesca 1983/84; sin
embargo, en las siguientes nueve temporadas se mantuvo entre 73 y 83 t/viaje, aun
cuando el esfuerzo de pesca siguió aumentando hasta un máximo de 4,132 viajes e
inmediatamente presentó un descenso marcado, hasta el nivel más bajo de la serie
(782 viajes) (Fig. 3B). Entre 1993/94 y 2001/02, el esfuerzo se ha mantenido entre
1,300 y 2,350 viajes por temporada y la CPUE aumentó a un nivel que ha oscilado entre
100 y 148 t/viaje. Esto se debe a varias razones: 1) el incremento en el poder de pesca
de la flota por el uso de mejor tecnología de búsqueda, 2) la experiencia de los
pescadores, y 3) y más importante, que la flota pesquera y su potencial están más
acorde con el potencial del recurso pesquero en su totalidad.
Temporada de pesca
Figura 3.- (A) Captura de pelágicos menores en Sonora. (B) Esfuerzo y CPUE de
pelágicos menores en Sonora. Los datos de esfuerzo están en número de
viajes. (Nevárez-Martínez, datos no publicados) insertar letras a figuras
Por otra parte, el comportamiento de la CPUE de sardina monterrey es más
parecido al comportamiento del esfuerzo de pesca, ésto porque, aun cuando ésta es
una pesquería multiespecífica, existe una orientación primordial hacia esa especie.
Además, este comportamiento en la CPUE de sardina monterrey refleja el crecimiento
simultáneo de la población de sardina monterrey y el desarrollo de la pesquería
(Cisneros-Mata et al., 1995; Nevárez-Martínez et al. 1999; Nevárez-Martínez 2000).
13
En resumen, se pueden identificar cinco etapas en la historia de la pesquería del
Golfo de California:
•
•
•
•
•
Exploración, hasta 1975/76
Desarrollo, hasta 1981/82
Estabilización, en 1988/89
Descenso, hasta 1992/93
Recuperación, desde 1993/94 a 2002
Mazatlán
En Mazatlán, Sinaloa, se descargan las capturas obtenidas en el litoral de
Sinaloa, Nayarit y norte de Jalisco. La pesquería de sardina se inició a partir de 1972,
cuando se abrieron industrias procesadoras de sardina en el puerto, cuya creciente
demanda de materia prima generó el desarrollo de la pesquería.
Las tendencias históricas de las capturas reflejan un aumento constante en la
producción anual desembarcada (Fig. 4). Se observan fluctuaciones de distinta
magnitud y tres períodos definidos. El primero, de finales de los 1970`s a 1991, hay
variaciones en cuanto a la especie (crinuda o bocona) más importante por año en la
captura, con la sardina crinuda presentando un pico máximo de 36,000 t; en el segundo
(1992-1995) las capturas totales fueron básicamente de crinuda, pero con cifras
inferiores a las 15,000 t; y el tercero, de 1996 a 2002, durante el cual se observa un
aumento significativo de las capturas totales, con una tendencia creciente de la
proporción de bocona, la cual presentó un máximo 48,380 t en el 2000, manteniendo
hasta el 2002 su predominancia en las capturas con cifras superiores a 40,000 t (Fig. 4).
crinuda
bocona
02
00
98
96
94
92
90
88
86
84
82
70
60
50
40
30
20
10
0
80
miles tons
Pesquería de Mazatlán
total
Figura 4.- Capturas de sardina crinuda y bocona desembarcada en Mazatlán, Sinaloa.
En el caso de la sardina crinuda, se observa además, una disminución para las
temporadas en las que se presentó el evento El Niño. En el caso de la sardina bocona
no se observa una relación tan evidente (Fig. 4).
V.5 Disponibilidad del recurso
14
Ensenada
A partir de 1983, la biomasa de sardina monterrey en la Corriente de California
(California y Baja California) aumentó sostenidamente (Fig. 5). Ello se reflejó en el
acelerado crecimiento de las capturas comerciales de Ensenada, hasta la temporada
2000. En 2001 y 2002, se estimó una biomasa bastante más baja que durante los dos
años anteriores, esto se reflejó en una disminución de las capturas de la especie, en
2002 en Ensenada, B. C. Si la biomasa poblacional continúa con esta tendencia, se
esperaría que las capturas se mantengan en los niveles actuales o sigan decreciendo.
1200000
Bcc
Bm
1000000
Biomasa (t)
800000
600000
400000
200000
0
1982
1987
1992
1997
2002
Año
Figura 5.- Biomasa anual de sardina Monterrey en la Corriente de California (línea
delgada). Al menos un tercio de estos estimados corresponden a las aguas de
México (línea gruesa). (Tomada de Conser et al., 2001)
15
Bahía Magdalena
El índice de reclutamiento de la sardina monterrey en Bahía Magdalena indica
que el reclutamiento tiene una tendencia ascendente, con una alta variabilidad
interanual (Quiñónez-Velazquez et al. 2001), con fuertes reclutamientos en 1984, 1989
y 1993 (Félix Uraga et al. 1996) (Fig. 6). La tendencia de este índice de abundancia se
refleja en el comportamiento de las capturas, las cuales han mostrado una tendencia a
incrementarse sostenidamente hasta 2002. Los niveles de capturas de los años 2001 y
2002, indicarían que el reclutamiento y la abundancia de la sardina, hasta el año 2000,
tendría un nivel similar al de 1993.
400
Millenes de sardinas
350
300
250
200
150
100
50
2001
1999
1997
1995
1993
1991
1989
1987
1985
1983
1981
0
Año
Figura 6.- Índice de reclutamiento de sardina Monterrey en Bahía Magdalena, B. C. S.
(Félix-Uraga et al., 1996).
Golfo de California
En las figuras 7A y 7B, se presentan las estimaciones de biomasa y abundancia
de sardina monterrey (total, adultos y reclutas) respectivamente, observándose que ha
habido una gran variabilidad interanual y a nivel de décadas (Nevárez-Martínez 2000).
La biomasa explotable aumentó de manera sostenida hasta un pico de cerca de 1.5
millones de toneladas, desde 1971/72 hasta 1984/85; enseguida la población mostró un
abrupto descenso en la biomasa, llegando a niveles cercanos a las 150,000 t en
1991/92 (Fig. 7B). A esta disminución le siguió una recuperación significativa,
alcanzando los niveles de biomasa más altos del periodo (Nevárez-Martínez 2000;
16
Nevárez-Martínez, datos no publicados). El comportamiento de la biomasa se reflejó en
el crecimiento de las capturas comerciales, aunque hubo un desfasamiento, debido a
que la captura máxima de sardina se obtuvo en la temporada 1988/89 (Cisneros-Mata
et al. 1995; Nevárez-Martínez et al. 1999) (Fig. 3A). También desfasada fue la
recuperación en las capturas, pues la biomasa empezó a aumentar a partir de 1992/93
(Fig. 7). El rápido ascenso de las capturas de las últimas temporadas de pesca es un
reflejo bastante aceptable de los niveles de biomasa de la población. Si la biomasa
poblacional continúa con esta tendencia, se esperaría que las capturas sigan creciendo.
Biomasa (t)
2000000
1500000
1000000
500000
0
1971
1976
1981
1986
1991
1996
2001
1996
2001
Abundancia (numeros)
Temporada de pesca
6.0E+10
Adultos
5.0E+10
Total
4.0E+10
Reclutas
3.0E+10
2.0E+10
1.0E+10
0.0E+00
1971
1976
1981
1986
1991
Temporada de pesca
Figura 7.- Biomasa anual de sardina Monterrey en el Golfo de California. (Modificada
de Nevárez-Martínez et al. 1999 y Nevárez-Martínez 2000).
Un índice de abundancia (kg/hora) obtenido de cruceros de prospección de 1990
a 1996, muestra que el crecimiento de la población de sardina Monterrey pareció
estabilizarse hasta 1996 (Fig. 8), sin embargo, las estimaciones de biomasa y los
registros de captura posteriores a 1996, indican que la población continuó creciendo.
17
35
30
Kg/hora
25
20
15
10
5
0
90
91
92
93
94
95
96
Año
Figura 8.- Índice de abundancia anual de sardina Monterrey. Captura por hora de
arrastre en el Golfo de California. (Cisneros-Mata et al., 1997).
Las últimas estimaciones de rendimiento y biomasa media, para sardina crinuda,
macarela y japonesa, indican que estas especies presentan niveles de biomasa tal, que
los rendimientos esperados serían de 41,200 t, 2,500 t y 500 t, respectivamente
(Martínez-Zavala et al. 2000).
En el caso de la anchoveta, se realizó una estimación de biomasa para el año
1991, con un valor de 105,000 t (Cotero-Altamirano y Green-Ruiz 1997), y las siguientes
estimaciones indicaron que la biomasa aumento y para 1994 la biomasa fue de 235,000
t (Cotero-Altamirano 2000; Green-Ruiz 2000). En general, considerando los resultados
obtenidos en los cruceros de pesca exploratoria realizados en el Golfo de California
(porcentaje de estaciones positivas y número o kilos promedio por lance; NevárezMartínez, datos no publicados), la abundancia de esta especie se habría mantenido
alrededor de esos niveles. Sin embargo este comportamiento de la abundancia de la
anchoveta no se refleja en las capturas observadas (Fig. 3A), en principio por razones
de tipo tecnológico y económico.
Mazatlán
Ruiz-Luna et al. (1997) propusieron que a partir de 1992, cuando la pesquería de
sardina crinuda se encontraba en un periodo de recesión, la reactivación de la flota
pesquera debería estabilizar su capacidad de bodega en aproximadamente 150 t, con
un poder de pesca de 2.0 con respecto al inicio de la pesquería, lo que redundaría en
rendimientos aproximados de 12,000 a 18,000 t/temporada. Este pronóstico se cumplió,
ya que el promedio de las capturas de crinuda de 1995 al 2001 fue de 17,284 t. Para la
sardina bocona, se podría esperar una situación similar, si se considera el
comportamiento histórico de las capturas, con niveles probables de captura promedio
de alrededor de 20,000 t/temporada.
18
V.6 Unidad de pesquería
La captura comercial de peces pelágicos menores se realiza por embarcaciones
pesqueras equipadas con red de cerco con jareta y un máximo de nueve tripulantes. Se
pueden identificar flotas de acuerdo a la región donde operan y puerto de descarga: en
la costa de Baja California, el Puerto de Ensenada; al Oeste de Baja California Sur, el
Puerto San Carlos y Adolfo López Mateos ubicados en Bahía Magdalena; en el Golfo
de California central, los Puertos de Yavaros y Guaymas, Sonora; y costa de Sinaloa,
en el puerto de Mazatlán. La flota más grande se encuentra actualmente en Sonora.
Algunos barcos, en el pasado, se desplazaban de una región a otra, dependiendo de la
disponibilidad de recursos o la estación del año, aunque en la actualidad ésto es poco
común. Los barcos más comunes tienen 25 m (o más) de eslora, 120 t de bodega (o
más) y máquina principal de 520 HP (Anónimo 2003). La longitud y calado de las redes
dependen de la eslora del barco, del criterio del patrón y de las empresas (aspectos
económicos). La luz de malla de las redes sardineras es de 25 mm y de las
anchoveteras de 13 mm. Algunos barcos usan redes mixtas, con paño de ambos
tamaños de malla. Entre 1990 y 1993 el 76% de los barcos eran del sector privado, 15%
del sector público y 9% del social (Tabla 1). Actualmente, la flota registrada es de 89
embarcaciones y pertenece prácticamente el 100% al sector privado. Sin embargo, de
éstas, durante 2002 sólo operaron 50 barcos: 32 en Sonora, 10 en Ensenada, 3 en
Bahía Magdalena y 5 en Mazatlán.
Tabla 1.- Número de embarcaciones sardinero-anchoveteras por sector (anuarios
SEPESCA).
1990
16
77
8
LONGITUD DE
ATRAQUE
3343
1991
6
76
19
3303
101
1992
6
73
18
3367
97
1993
8
76
14
3157
98
AÑO
SOCIAL PRIVADO
PUBLICO
BARCOS
101
1994
94
3096
94
1995
81
2871
81
1996
77
2871
77
1997
69
3572
69
1998
69
3640
69
89
2104
89
1999
2000
2001
La unidad de esfuerzo de pesca es el viaje de pesca. Así, el esfuerzo de pesca
aplicado en un oscuro (periodo de aproximadamente 20 días centrados en la luna
nueva) o en una temporada dada es el número total de viajes de pesca realizados en el
periodo.
19
V.7 Infraestructura de desembarco
En cada uno de los puertos en que se descargan peces pelágicos menores se
dispone de muelles adecuados y en buenas condiciones para los desembarcos. La
longitud de atraque ha variado, siendo actualmente ligeramente superior a los 2,100 m
(Tabla 1).
V.8 Proceso o industrialización
En esta pesquería, las capturas totales se destinan básicamente a dos procesos:
al enlatado para consumo humano directo (15%) y a la elaboración de harina y aceite
de pescado (84%), la cual es la materia prima para la elaboración de alimentos
balanceados para aves y ganado. Una mínima fracción de la captura se comercializa
fresco congelado (1%).
En todos los puertos existen ambos procesos, sólo que la proporción de los
totales descargados que se orientan a cada destino vario en cada puerto. Por ejemplo,
en Ensenada, cuando estaban en auge las capturas de anchoveta, básicamente el
100% se destinaba a la elaboración de harina y aceite de pescado (García-Franco et al.
1995a), mientras que en la actualidad se ha invertido la situación, con al menos dos
terceras partes orientándose a la elaboración de conservas. En el caso de Bahía
Magdalena y Sonora, el destino que se le da a este recurso es 15-20% al enlatado y la
mayor proporción, 80-85%, a la elaboración de harina y aceite de pescado (CisnerosMata et al. 1991, 1995; Félix-Uraga et al. 1996; Martínez-Zavala et al. 2000).
La eficiencia de operación, a finales de los 80’, de las enlatadoras era de 29% y
de las harineras de 65%, con eficiencia total promedio del 53% (Tabla 2) (CisnerosMata et al. 1989).
Tabla 2.- Volúmenes de procesamiento e índice promedio de eficiencia (I.E.) de la
planta industrial procesadora de sardina.
PROCESO
PRIVADO
(t)
PUBLICO
(t)
ENLATADO
34,240
39,092
HARINA
267,923
29,867
TOTAL
302,163
68,959
POTENCIAL
(t)
I.E. (%)
73,332
249,063
29.4
13,142
310,935
480,631
64.7
13,142
384,267
729,694
52.7
SOCIAL (t) TOTAL (t)
Considerando que trabajen 15 días del mes y la capacidad de operación sea 1,361 y 2,626.4 t/8 hrs de trabajo (en
1987).
Sin embargo, debido a los cambios importantes que se presentaron en la
composición y los montos de las capturas en los puertos de Ensenada y Sonora,
durante principios de los 90’s, ocasionó que una parte importante de la planta industrial
sufriera pérdidas y se deteriorara. Lo anterior implica que el potencial de procesamiento
en la actualidad es inferior al anotado en la tabla 2, y si consideramos el incremento en
la producción total de los pelágicos menores (alrededor de 10% mayor con respecto a
1987), indicaría que, en 2002, el índice promedio de eficiencia debe ser mayor, en al
menos un 10%.
20
V.9 Comercialización
Ya que en esta pesquería las capturas totales se destinan básicamente al
enlatado (15%) y a la elaboración de harina y aceite de pescado (84%), la
comercialización inicial de la materia prima se realiza en playa. Es decir, cada barco
que llega con captura de peces pelágicos menores, lo vende directamente a una
planta, la cual le va a dar valor agregado al enlatarlo o transformarlo en harina y aceite
de pescado. El precio de venta depende del destino que se le vaya a dar a la materia
prima, siendo de $64.0 dólares americanos por tonelada para el enlatado y de $45.0
dólares americanos para harina.
Para elaborar una tonelada de harina de pescado (y como sub-producto 350
litros de aceite) se requieren en promedio 5.5 toneladas de pescado fresco. Una vez
procesado, el precio del producto se eleva de manera importante, alcanzando hasta 10
veces más que su valor original en fresco, pues la tonelada se comercializa entre
$350.0 y $450.0 dólares americanos y el aceite en aproximadamente $100.0 dólares
americanos. Básicamente este producto es comercializado en México, aunque en
algunas temporadas se exporta a otros países.
Por cada tonelada de pescado fresco se elaboran 25 cajas de sardina (cada caja
de sardina contiene 48 latas). La caja de sardina se comercializa en promedio a $27.0
dólares americanos. Este también es un producto de consumo nacional y realmente es
hasta recientemente que se ha exportando sardina enlatada.
Una mínima fracción de la captura se comercializa fresco congelado (1%), para
consumo humano, carnada o se utiliza como alimento fresco en cultivo de peces
marinos. El precio de venta, en este caso puede llegar hasta los $400.0 dólares
americanos por tonelada, siendo una parte exportada a Australia y EUA.
En general, la cadena productiva es la siguiente:
Conservas
Flota pesquera
• Participan
hasta
nueve
pescadores por barco (libres o
agrupados en cooperativas),
además de los armadores.
Plantas enlatadoras
• Participan
particulares
o
inversionistas, profesionales y
asalariados; emplea de cientos
hasta miles de trabajadores en el
proceso
Comercialización y transportación
• Participan
particulares
o
inversionistas,
transportistas,
mayoristas
(particulares
o
grandes firmas comerciales);
emplea varias decenas de
trabajadores.
Harina y aceite
Flota pesquera
• Participan
hasta
nueve
pescadores por barco (libres o
agrupados
en
cooperativas),
además de los armadores.
Plantas Harineras
• Participan
particulares
o
inversionistas, profesionales y
asalariados;
emplea
algunas
decenas de trabajadores en el
proceso.
Comercialización y transportación
• Participan
particulares
o
inversionistas,
transportistas,
mayoristas (particulares o grandes
firmas comerciales); emplea varias
decenas de trabajadores.
21
V.10 Demanda pesquera
El índice promedio de utilización de los barcos (equivale a la cantidad de sardina
capturada en relación con la captura potencial de acuerdo a la capacidad de acarreo,
que considera la capacidad de bodega promedio y el número de viajes realizados) que
descargan en los diferentes puertos ha variado. Por ejemplo, en todos los puertos,
durante los 70’y 80’ era menor a 50% de su capacidad de acarreo total, mientras que en
la actualidad, en Sonora está alrededor de 80% (o superior), en Sinaloa en 75% y es de
63% en Bahía Magdalena. En el caso de Ensenada, este índice está muy abajo
(alrededor del 25%), debido principalmente a problemas en la infraestructura en tierra.
V.11 Grupos de interés
En la fase de captura, procesamiento y comercialización intervienen los
armadores e industriales de la pesca, agrupados en la CANAINPESCA, CANACINTRA
y CANACO. Asimismo participan pescadores libres y, en menor proporción, pescadores
agrupados en cooperativas, los cuales participan en el proceso de pesca de estos
recursos. En la fase de transportación, algunas empresas cuentan con sus propios
medios de transporte, también participan transportistas particulares o agrupados en
uniones.
En el proceso de evaluación de las poblaciones de pelágicos menores
intervienen, además del INSTITUTO NACIONAL DE LA PESCA, varias instituciones de
investigación, mismas que a su vez se han integrado en grupos de trabajo dentro del
Comité Técnico de Investigación de Pelágicos Menores. Este comité se reúne
anualmente desde 1992. En cada taller se presentan avances en la investigación sobre
ecología, pesquerías y manejo de pelágicos menores. Por ejemplo, en junio de 2000,
en Ensenada (B. C.), el tema del VIII Taller fue “Manejo Adaptativo de Pelágicos
Menores”.
Para el Golfo de California están, además del Instituto Nacional de la Pesca
(INP), los siguientes grupos de interés: Cámara Nacional de la Industria Pesquera y
Acuícola (CANAINPESCA), Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Centro
Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR), Centro de Investigaciones Biológicas
del Noroeste (CIBNOR), y del trabajo conjunto ha resultado la ejecución de cruceros
experimentales para estimar la biomasa por eco-integración. Se continuará con estos
cruceros, que además se aprovechan para hacer estudios de productividad primaria,
plancton y oceanografía física. En ellos participan colegas del CICIMAR y del
Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad de
Sonora (DICTUS).
En la costa occidental de la península se desarrolla el Programa IMECOCAL,
que tiene como objetivo el monitoreo ambiental y biológico del límite sur de la Corriente
de California, un hábitat muy importante de los pelágicos menores. Los Programas
cuentan con la participación, además del Instituto Nacional de la Pesca (INP), del
Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR), Centro de Investigación
Biológicas del Noroeste (CIBNOR), Centro de Investigación Científica y de Educación
22
Superior de Ensenada (CICESE), la Universidad Autónoma de Baja California (UABC),
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Instituto de Ciencias del Mar y
Limnología de la UNAM (ICMyL-UNAM), por parte de México, y SCRIPPS, SWFSC y
CDFG, por parte de los Estados Unidos.
En el proceso de manejo de estos recursos también intervienen varias instancias,
tanto gubernamentales como académicas, industriales y ONG’s. Participan la
CONAPESCA, INP, armadores e industriales, gobiernos municipal y estatal y federal
(PROFEPA, SEMARNAT, SEMAR), además de las instituciones académicas
mencionadas arriba, y en fechas recientes, ONG’s como Conservación Internacional,
WWF, entre otras, particularmente de la región del Golfo de California.
Por su carácter migratorio, la población de sardina Monterrey de la costa
occidental se localiza en aguas costeras de Estados Unidos y México. Esto señala la
necesidad de realizar proyectos binacionales de investigación, mediante el programa
MexUS-Pacífico.
V.12 Estado actual de la pesquería
Costa Occidental de la península de Baja California (Ensenada y Bahía
Magdalena)
•
Sardina Monterrey (Sardinops sagax caeruleus):
En Ensenada, las expectativas, en términos de disponibilidad de recurso para la
flota son buenas, ya que los niveles de biomasa siguen siendo altos. Sin embargo,
debido a los problemas que existen en la fase de industrialización, la expectativa de la
pesquería en su conjunto no es alentadora, aunque puede mejorar en la medida que se
incrementen los cultivos de atún en la región o en otros lugares del mundo en donde se
esta incrementando este tipo de actividades productivas.
En Bahía Magdalena, la disponibilidad de este recurso también es alta. Después
del impacto de El Niño 1997/98 y La Niña 1998/99 el ambiente ha regresado a
condiciones favorables, esperándose que las capturas de esta especie se mantengan
en los niveles de los últimos tres años, entre 40,000 y 50,000 t.
•
Macarela (Scomber japonicus):
En Ensenada y Bahía Magdalena se espera que después de su máximo histórico
en 1998, la captura de macarela se mantenga en las cifras promedio, es decir, en
Ensenada alrededor de 7,000 t y en Bahía Magdalena capturas menores a las 1,000 t.
•
Anchoveta norteña (Engraulis mordax):
La población de anchoveta y las capturas en la costa de Baja California siguen
deprimidas, por lo que no se espera que aporte más del 3% del total descargado
(capturas <1,000 t).
23
•
Sardina crinuda (Opisthonema spp.):
En Bahía Magdalena, se espera que la disponibilidad y captura de crinuda se
mantenga alrededor del promedio del 2000 al 2002, es decir alrededor del 3-6% del
total descargado, lo que equivaldría, considerando a las capturas promedio de los
últimos tres años, a niveles de captura entre 1,600 y 3,200 t.
Golfo de California (Sonora y Sinaloa)
•
Sardina Monterrey (Sardinops sagax caeruleus):
Esta especie está recuperada del colapso del inicio de la década anterior y de los
eventos El Niño 1997/98 y La Niña 1998/99. Si continúa la tendencia creciente de la
biomasa, se esperaría que las capturas de esta especie sigan aumentando, aunque de
mantenerse en los niveles de los tres últimos años, las capturas esperadas oscilarían
entre las 160,000 y 200,000 t, en el Golfo de California.
•
Sardina crinuda (Opisthonema spp.):
En Sonora, se espera que mientras las capturas de sardina Monterrey se
mantengan dentro los mencionados arriba, la disponibilidad y captura de crinuda
continuará siendo más alta que el promedio, es decir superior a las 30,000 t.
En Sinaloa, se espera que las capturas de crinuda se mantengan en niveles
promedio, con una tendencia a la alza, es decir capturas mayores a 15,000 t.
•
Sardina bocona (Cetengraulis mysticetus):
Este componente de la pesquería, tanto en Sonora como en Sinaloa, ha
aumentado su disponibilidad a tal grado que en los últimos años ha sido la tercera y
segunda especie más importante en las descargas (Sonora) y la primera en Sinaloa.
Sin embargo, la tendencia actual es a mantener o incluso disminuir su aportación al
monto total de las capturas, particularmente en Sonora. Considerando el
comportamiento de los últimos meses del 2002 y primeros del 2003, en Sonora se
esperan capturas menores a 10,000 t. En Sinaloa, es probable que esta especie aporte
capturas alrededor de las 20,000 t.
•
Anchoveta norteña (Engraulis mordax):
Aunque la biomasa de anchoveta del Golfo se encuentra entre 100,000 y
235,000 t, por problemas de índole tecnológico no hay una pesquería dirigida
particularmente a esta especie. La cual representa un recurso potencial importante,
sobre todo para la elaboración de harina y aceite de pescado, con potenciales de al
menos 10,000 t por temporada.
•
Macarela (Scomber japonicus):
24
En Sonora, al igual que en la costa occidental de la península de Baja California,
se espera que después de su máximo histórico en 1998/99, la captura de macarela se
mantenga dentro de las cifras promedio, es decir, alrededor de 7,000 t.
•
Japonesa (Etrumeus teres):
En Sonora, al igual que en Bahía Magdalena, no se esperan capturas superiores
al promedio, es decir, capturas alrededor de las 2,300 t.
VI. Objetivos
VI.I Conservar la biomasa y el reclutamiento
Conservar los stocks en niveles sustentables, controlando el esfuerzo pesquero
que puede ser aplicado por la pesquería. Esto incluye la cantidad y características de
los barcos, así como las características de las redes que pueden emplearse.
Objetivos particulares
1. Limitar la capacidad total de pesca, restringiendo el número de permisos para
operar en la pesquería.
2. Definir las cantidades de equipo permisibles en la pesquería
3. Dar seguimiento al desarrollo de la pesquería, con suficiente detalle para
poder tomar decisiones sustentadas y hacer ajustes necesarios a las estrategias de
manejo. Esto incluye la identificación y uso de puntos de referencia biológicos (o
límites), para las especies principales.
4. Proteger áreas de reproducción y/o crianza, en hábitats costeros y estuarinos.
VI.II Conservar el rendimiento y el beneficio económico
Promover la captura de ejemplares con talla adecuada para optimizar el
rendimiento y/o el valor unitario de los reclutas a la pesquería. Minimizar los impactos
adversos que las medidas de manejo pudieran causar en los costos de la pesquería.
Objetivos particulares
1. Minimizar la mortalidad de juveniles, prohibiendo la pesca en áreas de
reproducción y/o crianza, o en zonas de naturaleza sensible desde los puntos de vista
biológico o ambiental.
2. Restringir las tallas de captura, regulando las características de los equipos de
pesca empleados, así como mediante el establecimiento de tallas mínimas y/o
máximas, para las especies principales.
25
3. Promover medidas de manejo económicamente rentables y eficientes.
VI.III Reducir interacciones ambientales
Minimizar los impactos ambientales de los sistemas de pesca, particularmente en
las áreas ecológicamente más significativas. Reducir la captura incidental de juveniles.
Objetivos particulares
1. Prohibir o restringir las actividades de pesca, en las áreas ecológicamente más
significativas.
2. Aplicar medidas para reducir la captura y mortalidad de ejemplares con talla
pequeña.
3. Fomentar la práctica de la pesca responsable.
VI.IV Promover beneficios económicos para la sociedad
Conservar los beneficios económicos de la pesquería, para contribuir a los costos
reales del manejo, la investigación pesquera, inspección y vigilancia. Asegurar que la
pesquería continúe proveyendo empleo y beneficios económicos para las comunidades
pesqueras.
Objetivos particulares
1. Determinar los costos reales del manejo, la investigación pesquera, e
inspección y vigilancia de la pesquería.
2. Distribución de los costos de manejo e investigación, entre los participantes de
la pesquería.
3. Desarrollar y aplicar mecanismos para asegurar que la pesquería continúe
generando beneficios económicos y sociales a las comunidades pesqueras.
VI.V Asegurar la calidad de los productos pesqueros
Asegurar que los productos pesqueros cumplan los estándares de calidad e
higiene, para los mercados doméstico e internacional.
Objetivos particulares
1. Promover las mejores prácticas disponibles, para la captura, manejo y proceso
de los recursos acuáticos para consumo humano, así como desarrollar y/o implementar
tecnología para adicionar mayor valor agregado a los productos de esta pesquería.
26
VII Indicadores de sustentabilidad
VII.1 Puntos de referencia
El rendimiento óptimo (RO) se define como la cantidad de peces que provea el
mayor beneficio para la nación, particularmente con respecto a la producción de
alimento y empleos, y tomando en cuenta la protección del ecosistema marino; y se
prescribe con base al rendimiento máximo sostenible (RMS).
En este caso RO para los pelágicos menores será aquel nivel de captura que sea
igual o menor a una Captura Biológicamente Aceptable (CBA), estimada usando una
regla de control del RMS, consistente con los objetivos de este plan. Las CBA son un
nivel de captura prudente (25% de la biomasa estimada). En la práctica RO se
determinara con referencia a la CBA. En particular, RO deberá ser menor que las CBA,
en el grado requerido para evitar la sobrepesca.
Para los pelágicos menores una regla de control del RMS se define como una
estrategia de captura que provea niveles de biomasa al menos tan altos como el
enfoque de FRMS mientras también se provee niveles de captura relativamente altos y
consistentes. Aquí el enfoque primario es sobre la biomasa, más que sobre la captura,
porque además del valor desde el punto de vista pesquero, estos recursos son muy
importantes en el ecosistema pelágico.
Por definición, la sobrepesca ocurre en una pesquería cuando la pesca se
desarrolla a una tasa que es bastante alta como para poner en riesgo la capacidad del
stock para producir el RMS sobre una base continua si es aplicado en el largo plazo. La
definición de sobrepesca en esta pesquería es en términos de una mortalidad por pesca
o una tasa de explotación. En términos operacionales, la sobrepesca en la pesquería de
pelágicos menores ocurre siempre que la captura exceda la CBA y la sobrepesca es
aproximada siempre que las proyecciones indiquen que la mortalidad por pesca o la
tasa de explotación excederán los niveles de las CBA dentro de un periodo de dos
años.
La Regla de control del RMS en la pesquería de pelágicos menores puede variar
dependiendo de la naturaleza de la pesquería, los objetivos de manejo, las capacidades
de monitoreo y evaluación y de la información disponible. El uso de una regla de control
del RMS para stocks manejados activamente es el de proveer a los administradores con
una herramienta para poner y ajustar niveles de captura sobre una base periódica
mientras se evita la sobrepesca. En el caso de stocks monitoreados, la regla de control
es para ayudar a calibrar la necesidad de manejo activo.
Stocks monitoreados
La regla de control del RMS general, para las especies monitoreadas, determina
la CBA para todo el stock igual al 25% del mejor y más reciente estimado de la biomasa
de adultos. La sobrepesca ocurriría cuando la captura total exceda la CBA o si la pesca
ocurre a una tasa que sea lo bastante alta como para poner en riesgo la capacidad del
stock para producir el RMS. La sobrepesca de un stock monitoreado es aproximada
27
siempre que las proyecciones o estimaciones indiquen que la mortalidad por pesca o la
tasa de explotación excederán los niveles de las CBA dentro de un periodo de dos
años.
Stocks manejados activamente
La regla de control del RMS, para los stocks de pelágicos menores manejados
activamente, será aquella que reduzca la explotación cuando la biomasa decline. Una
formula general sería la siguiente:
C = (B-BMIN)*FRACCION
C es el nivel objetivo de captura, BMIN es el nivel más bajo de biomasa estimada
a la cual la captura dirigida es permitida y FRACCION es la fracción de la biomasa
arriba de BMIN que puede ser capturada por la pesquería. B es generalmente la
biomasa estimada de los peces de edad 1 y mayores. El propósito de BMIN es el de
proteger al stock cuando la biomasa sea baja. El propósito de FRACCION es el de
especificar que tanto del stock está disponible para la pesquería cuando B excede
BMIN. Puede ser útil definir algunos de los parámetros en esta regla de control del
RMS, de manera que ellas dependan de condiciones ambientales o de la biomasa del
stock o de ambos. La fórmula generalmente usa los estimados de la biomasa para todo
el stock en un año para determinar la captura para todo el stock el siguiente año,
aunque las proyecciones o los estimados de B, índices de abundancia u otros datos
quizá sean usados realmente. Si FRACCION es aproximadamente igual a FRMS,
entonces la tasa de captura en la regla de control del RMS no excederá FRMS.
Es importante que adicionalmente se defina un nivel de captura máxima (CM), de
manera que C nunca exceda CM. Este parámetro es utilizado como un seguro contra
extremadamente altos niveles de captura debido a errores en las estimaciones de
biomasa, reduciendo las variaciones interanuales en los niveles de captura, para evitar
la sobrecapitalización durante cortos periodos de biomasa y capturas altos. Este
parámetro también prevendría que la captura exceda el RMS a niveles altos de stocks y
dispersa la captura de clases anuales fuertes sobre un más amplio intervalo de
estaciones de pesca.
Otros tipos de reglas de control pueden ser útiles para los stocks de pelágicos
menores y este Plan de Manejo Pesquero no impide su uso en tanto estos sean
compatibles con los objetivos plantados. Generalmente serán aplicados a las especies
monitoreadas y se enlistan a continuación:
Indicador:
Tasas de captura nominales (CPUE).
Punto de referencia 1: Cuando la CPUE anual de una especie objetivo sea
menor al 80% del mínimo registrado en los últimos 3
años.
Indicador:
Captura total.
28
Punto de referencia 1: Cuando la captura anual de una especie objetivo esté
fuera del rango de los últimos 3 años (sea menor o
mayor a las capturas registradas en los últimos tres
años).
Indicador:
Estructura de tallas.
Punto de referencia 1: Cuando la estructura de tallas en la captura comercial
de una especie objetivo cambie significativamente.
Punto de referencia 2: Cuando la estructura de talla/edad de una especie
indique una variación significativa en la abundancia de
una o más clases anuales, con particular importancia
para la clase anual 0.
Indicador:
Captura y mortalidad incidental de tallas pequeñas en la pesquería.
Punto de referencia 1: Cuando la mortalidad incidental de tallas pequeñas
sea anormalmente elevada (>30% del peso total
desembarcado).
Indicador:
Medioambiente.
Punto de referencia 2: Cuando se presente un evento ambiental de gran
escala (como El Niño o La Niña) con efectos sobre la
distribución y abundancia de los stocks y el
ecosistema pelágico en su totalidad.
El Instituto Nacional de la Pesca prepararía un reporte anual sobre la Evaluación
del Stock y de la Pesquería en el que se describiría el estado de la pesquería de
pelágicos menores. El reporte proveería información a la CONAPESCA para la
determinación de los niveles de captura anual para los stocks, documentando
tendencias o cambios en el recurso, el ecosistema marino y la pesquería en el tiempo, y
la evaluación del éxito relativo de los programas de manejo existentes.
VII.2 Acciones emergentes de manejo
Son las medidas de manejo que pueden adoptarse al alcanzar o rebasar uno o
más puntos de referencia, siempre y cuando se consideren pertinentes y factibles,
desde los puntos de vista biológico, ecológico, socioeconómico, jurídico y
administrativo. Pueden aplicarse en el ámbito local, regional o de especie, con
temporalidad variable. Cualquier opción de manejo que se considere, tendrá el
propósito de devolver el recurso (y su pesquería) a las condiciones no críticas
(sustentables).
Las opciones de manejo emergente incluyen:
29
• Vedas temporales o por zona, para una o varias especies.
Esto se aplica cuando se detecta o se esperan cambios significativos en las
características biológicas de las especies, como cambios en la estructura de tallas o
edades, edad o talla de primera madurez o en el nivel de reclutamiento. Además de
cambios adversos en la disponibilidad de pelágicos menores.
• Establecimiento o cambio de límites de tallas mínimas, para especies en
áreas particulares.
Esto se aplica cuando se detectan cambios significativos en las características
biológicas de las especies, como cambios en la estructura de tallas o edades, edad o
talla de primera madurez, en el nivel de reclutamiento o cambios importantes en la
disponibilidad de pelágicos menores.
• Establecimiento o cambio de niveles de captura permisibles por especie.
En el caso de especies monitoreadas, esto es aplicable cuando las capturas
proyectadas para la o las especies se esperen o se estimen que excederán la CBA,
usando cualquier regla de control o indicador de sustentabilidad. Esto podría requerir
mover la especie de monitoreada a manejada activamente.
En el caso de especies manejadas activamente, cuando se proyecte que los
niveles de captura base serán excedidos.
• Restricciones a la cantidad de esfuerzo de pesca que puede usarse.
Esto se aplica cuando se detectan cambios significativos en las características
biológicas y ecológicas de las especies (biomasa disponible), además de cambios
socioeconómicos y de costo-beneficio de la pesquería.
VIII Líneas de investigación
Los pelágicos menores experimentan fuertes cambios de abundancia
relacionados al ambiente y con las tasas y naturaleza de la explotación a que están
sujetos. Esto debe ser tomado en cuenta en la investigación orientada al manejo,
desarrollando cuando sea preciso, puntos de referencia específicos, derivados de las
siguientes líneas de investigación.
VIII.1 Investigación científica
Dinámica poblacional:
Para perfeccionar el manejo de los pelágicos menores se requiere profundizar el
conocimiento sobre las tasas de mortalidad, reclutamiento y migración. Se prevé
mantener el programa de monitoreo de la pesca comercial en todos los puertos en que
se desembarcan peces pelágicos menores y además mantener los cruceros de pesca
exploratoria (al menos dos, uno en otoño y otro en primavera), dentro del Golfo de
California. Corto, mediano y largo plazo.
30
Evaluaciones periódicas de biomasa:
Se requiere estimar el tamaño de las existencias por lo menos cada tres años
para la especie más importante en cada región, así como caracterizar la estructura de la
población objetivo. Ello orientará el manejo y la inversión económica, además de la
investigación misma y permitiría explorar la asignación de cuotas de captura. Se prevé
que las estimaciones pueden realizarse por eco-integración acústica, método rápido y
relativamente sencillo. Habrá que validar ese método con otro como el MPH. Mediano y
largo plazo.
Dinámica meta-poblacional:
Hay evidencia de que los stocks de sardina Monterrey capturados en el Golfo de
California y Bahía Magdalena están conectados. Se debe probar si esto es así para
considerarse en el manejo. Se prevé ejecutar un programa de marcado, además de
estudios de ictioplancton. Mediano plazo.
Impacto de El Niño y La Niña:
Es necesario entender mejor cómo estos cambios ambientales casi-periódicos
afectan a los pelágicos menores, e incluir explícitamente este conocimiento en el
manejo. Mediano plazo.
Estudios binacionales:
El stock de sardina Monterrey de la costa occidental de la península de Baja
California es un recurso compartido con E. U., por lo que se prevé la necesidad de
continuar con proyectos binacionales de investigación. Mediano y largo plazo.
Enfoque ecosistema:
Será necesario diseñar un programa para la colecta de información científica
necesaria y facilitar el manejo pesquero tomando en cuenta el ecosistema. Se prevé
desarrollar modelos tipo ECOPATH y actualizar el que existe para el Golfo de California.
Mediano y largo plazo.
VIII.2 Investigación tecnológica
Exploración de nuevas áreas:
Existe evidencia de abundante macarela a media agua frente a la costa de Baja
California. Con el fin de comprobar ésto y así desarrollar una pesquería, se prevé la
experimentación con redes de arrastre de media agua. Es necesario también valorar la
factibilidad de reactivar la pesquería alrededor de Isla Cedros. Mediano y largo plazo.
VIII.3 Investigación socioeconómica
Tradicionalmente el grueso de las capturas de peces pelágicos menores se
destinan a la elaboración de harinas y aceites de pescado y sólo un 16% se orientan a
la elaboración de conservas y muy recientemente se empieza a comercializar en fresco
congelado. Tanto las conservas como el fresco congelado son, casi en su totalidad, a
partir de sardina Monterrey. Cuando ha habido muy baja abundancia de sardina
Monterrey, tanto la sardina crinuda como la macarela han sido utilizadas para la
elaboración de conservas.
31
Por otro lado, la sardina Monterrey también es la especie que ha sido preferida
por la industria para la elaboración de harina y aceite de pescado, tanto por sus altos
rendimientos en su conversión (toneladas en fresco-tonelada de harina), como en la
cantidad y calidad del aceite que se obtiene. Sin embargo, especies como la sardina
bocona durante este último año (2002) ha cubierto un mercado, hasta ahora inexistente,
de harina de baja proteína que permite elaborar alimentos balanceados para ganado
vacuno principalmente, aunque también se usa para elaborar alimentos usados en los
cultivos de organismos marinos. Este mercado se generó como consecuencia del
problema existente en Europa de la fiebre aftosa y las “vacas locas”.
La cantidad de sardina bocona que en 2001 se capturó en el Golfo de California
y se usó para la elaboración de harina de pescado fue de casi 112,000 t, las cuales
generaron alrededor de 16,000 t de harina que fueron en su totalidad comercializadas,
aun antes de ser pescadas. Esto parece indicar que en realidad el uso o destino que se
le da a la captura de pelágicos menores depende mucho de la situación imperante en el
mercado en un determinado momento. Aun más, parece claro que los estudios globales
de mercado serán en el futuro determinantes para orientar el uso de este tipo de
recursos pesqueros, porque de ello dependerán tanto la creación de empleos y riqueza
tanto a nivel local como regional.
Estudios económicos:
El manejo pesquero implica el ordenamiento de actividades humanas en torno a
una actividad económica. En tal virtud, es importante llevar a cabo estudios sobre
costo/beneficio de esta pesquería. Hay que tomar en cuenta que en fases de bonanza
se invierte en infraestructura y cuando ésta excede la oferta biológica, se dificulta el
manejo por la demanda de materia prima ya sea por la flota, las plantas y/o el mercado
(compromisos comerciales). Mediano plazo.
Estudios de mercado:
Bajo la hipótesis de que el agregar valor a los recursos pesqueros disminuye su
demanda biológica, se prevé el desarrollo de estudios para buscar alternativas a los
productos. Mediano plazo.
IX Instrumentos de manejo
IX.1 Instrumentos de manejo existentes
El aprovechamiento de los peces pelágicos menores actualmente se rige por la
NOM-003-1993-PESC, la cual para su realización implicó análisis técnicos, consultas
públicas y revisiones de documentos referentes a su ordenación, por lo que ha sido un
avance importante en la regulación de pesquerías, ya que está orientada a mejorar el
conocimiento sobre el recurso así como la comprensión del desarrollo de las diferentes
modalidades de aprovechamiento. Además de fomentar la conservación de las
poblaciones, también controla la mortalidad por pesca a través de las regulaciones de
los sistemas de pesca y del número de embarcaciones, restricciones de captura, zonas
32
de refugio, posibles vedas y niveles permisibles de captura incidental en donde se
requiera y disponga de información confiable para sustentar su establecimiento.
Desde que se diseñaron las medidas de ordenación contenidas en el Proyecto
de la NOM para pelágicos menores han cambiado algunos aspectos de las
características estructurales de las unidades de pesquería, por lo tanto es importante
inducir la revisión de las medidas de regulación contenidas en la NOM, para que su
aplicación genere un mayor impacto positivo en la pesquería.
Actualmente también existe la Carta Nacional Pesquera (CNP) publicada en el
Diario Oficial de la Federación el 28 de agosto del 2000. Presenta en forma de fichas
los nombres comunes y científicos de las especies, los indicadores de la pesquería,
lineamientos, estrategias y medidas de manejo, el esfuerzo permisible, así como el
comportamiento de la pesquería en gráficas, la ubicación geográfica de las áreas de
pesca en las vertientes del país y una descripción y diseños de los distintos sistemas de
pesca que se emplean en la captura de estos recursos.
El seguimiento constante de las pesquerías mediante su monitoreo y evaluación
han resultado en la instrumentación de medidas de manejo, las cuales han sufrido las
siguientes modificaciones:
En 1983 se establecieron tallas mínimas de 150 mm de longitud patrón para la
sardina Monterrey y 160 mm para crinuda, permitiéndose un margen del 20% por
debajo de estas tallas.
En 1985, decretó como zona de veda la costa occidental de B. C., del 8 de
agosto al 21 de septiembre. Con esta medida se protegía a los juveniles. También se
prohibió la operación de barcos sin refrigeración en bodega más allá de 40 millas
náuticas de su puerto base. De 1987 a 1990 se decretaron vedas zonales durante el
verano, concertadas entre el sector productivo y la entonces Secretaría de Pesca.
En 1993 como medida tendiente a la recuperación de la pesquería de la sardina
Monterrey, se estableció que la flota que opere al norte de los 20º N no deberá exceder
a 36 barcos, el mismo número que operaron ese año. Con el mismo fin se decretó una
veda de reproducción de dos semanas. Desde entonces se han acordado vedas en
agosto y septiembre, propuestas por el Centro Regional de Investigación Pesquera
(CRIP) de Guaymas y concertadas entre los sectores productivo y administrativo. Las
propuestas se presentan como parte de la agenda en las reuniones informativas
trimestrales que se realizan en Guaymas.
El manejo de esta pesquería se ha facilitado mediante el diálogo abierto en las
reuniones periódicas entre los sectores. Ello ha resultado en un ambiente de
cooperación reflejado no sólo en la aceptación de las propuestas de manejo, sino en el
apoyo económico de los industriales a la investigación pesquera.
IX.2 Nuevas medidas de manejo
Modificar la NOM-003-1993-PESC, para lo cual se proponen lo siguiente:
33
•
•
•
Que la talla mínima de captura de sardina Monterrey sea de 150 mm de longitud
patrón (LP) en el Golfo de California, 175 mm LP en Baja California, y 160 mm
LP Bahía Magdalena.
Que la captura incidental de sardina Monterrey juvenil (menor a 150 mm LP) no
exceda el 30% en número por temporada.
Que no se autorice el ingreso de más embarcaciones, salvo en el caso de
sustitución de las existentes, que no aumente la capacidad de acarreo actual, y
que cuenten con refrigeración en buen estado.
El manejo de estos recursos se vería beneficiado con el reconocimiento oficial
del Comité Técnico de Pelágicos Menores y la formalización de Sub-comités Estatales
de Pesca con la participación del Instituto Nacional de la Pesca (INP), industria,
gobiernos locales y federal, además de instituciones académicas interesadas. Esto es
relativamente fácil de lograr puesto que existen los dos instrumentos informales antes
mencionados. Esto implica darle personalidad jurídica a los Comités Estatales de Pesca
y Acuacultura y a los Sub-comités que de ellos se deriven.
El Sub-comité tendría como una de sus funciones el desarrollar y proponer a la
autoridad competente un esquema ad hoc para cada stock, el cual luego sería
incorporado al presente Plan de Manejo. Este debiera incluir claramente tablas de
decisión basadas en puntos de referencia elegidos bajo consenso.
Se debieran generar instrumentos económicos para apoyar el desarrollo de la
pesca y mercado de anchoveta del Golfo de California. Como medida de manejo, ésto
liberaría la presión que se ejerce sobre la sardina Monterrey, la especie objetivo en este
momento.
X Implementación del Plan de Manejo
La implementación de este Plan de Manejo Pesquero le corresponde hacerlo a la
CONAPESCA, con base a las leyes y reglamentos vigentes.
XI Revisión del Plan de Manejo
En consideración de la dinámica del recurso pesquero pelágicos menores y su
pesquería, la temporalidad mínima con que deberá revisarse el Plan de Manejo, para en
su caso hacer las modificaciones correspondientes y mantenerlo actualizado, deberá
ser de un año.
XII Procedimiento para realizar cambios al Plan de Manejo
Los procedimientos para realizar los cambios que requiera el Plan de Manejo
Pesquero, se desarrollaran en talleres que para el efecto defina el INP y la
CONAPESCA.
34
XIII Costos de manejo
Aunque este punto deberá ser desarrollado ampliamente por la CONAPESCA, se
dan aquí algunos costos mínimos asociados al manejo de los recursos pesqueros.
XIII.1 Costos actuales
XIII.1.1 Costos directos
Son los costos asociados a la investigación de los recursos pesqueros y a la
inspección y vigilancia. Estos estarían actualmente, en los pelágicos menores, en el
orden de los 10 millones de pesos anuales.
XIII.1.2 Costos indirectos
No se cuenta con ningún estimado aproximado en este apartado.
XIII.2 Costos futuros
Serán aquellos costos en los que se incurrirían al llevar a cabo o no la
implementación del Plan de Manejo. En este caso el costo podría llegar a ser de
decenas a cientos de millones de pesos. El escenario de costos más bajo seria aquel
en el que se implementara el Plan y el mas alto en el escenario de no implementarse o
hacerlo incorrectamente.
35
Glosario
Definiciones
Área de desove: Se refiere a un área geográficamente definida en donde los
organismos depositan sus huevos.
Biomasa: Masa total o cantidad de organismos vivos en un área o volumen dado.
Desove: Oviposición opuesta de huevos de las hembras. Los huevos se desovan
cuando el ovario está maduro y por lo tanto ha culminado el proceso de vitelogénesis y
maduración, por acción endocrina se presenta la etapa de ovulación y puesta. La
descarga o emisión de los huevos en los peces puede ser de manera espontánea o
bien los huevos pueden extraerse manualmente.
El Niño Oscilación del Sur: (ENOS) Calentamiento de la capa superficial del océano a
escala global en respuesta a la perturbación de deriva en la circulación atmosférica
ocurrida en las altitudes tropicales.
Ecosistema: Unidad formada por todos los componentes vivientes e inanimados de
una región que interactúan entre si e intercambian material unos con otros.
Fitoplancton: Organismos vegetales acuáticos que flotan libremente sin adherirse a
ningún sustrato y sin poseer órganos de locomoción.
Juvenil: Estadio en el cual un organismo ha adquirido la morfología del adulto, pero
aún no es capaz de reproducirse.
Migraciones: Respuesta instintiva a motivaciones sexuales o alimentarias que se
manifiesta por desplazamientos periódicos y masivos de ciertas especies hacia
territorios de reproducción o alimentación
Modelo: Formulación simplificada que imita fenómenos del mundo real, de tal modo
que pueden comprenderse y predecirse situaciones complejas, integradas por
declaraciones concisas o bien, por representaciones gráficas.
Mortalidad: Proporción de individuos muertos en relación con los organismos vivos de
una población.
Norma: Disposición de carácter obligatorio expedida por la Secretaría de conformidad
con lo previsto en la Ley Federal sobre Metrología y Normalización.
Omnívora: Especie animal que come materia tanto vegetal como animal.
Pesquería: Actividad económica sustentada en el aprovechamiento de un recurso
natural, constituido por una o varias especies, en el cual intervienen medios, técnicos y
procedimientos de producción particulares y diferenciados y mano de obra con
calificación específica; presentan regularidades tecnológicas y se conciben de manera
integral (extracción, procesamiento y comercialización.
36
Población: Grupo de individuos de una sola especie que ocupan un espacio dado y se
reproducen entre sí.
Reclutamiento: Incremento de una población natural usualmente resultante de la
entrada de ejemplares jóvenes a la población “adulta”.
Red de cerco: Redes utilizadas para capturar sardina, anchoveta, atún y barrilete; el
principio de operación es la cerca o encerrar los cardúmenes de peces por medio de un
"pangón" para que por la jareta pueda cerrarse la red y recolectar el producto.
Stocks: Se refiere a la existencia de un recurso que bien puede ser la abundancia total
de una especie en un área determinada o una fracción de la abundancia.
Temporadas de pesca: Se refiere al periodo de mayor abundancia. La disponibilidad
de las especies depende de la temperatura de las aguas, de la disponibilidad de
alimentos, etc. Esta época varia mucho de un año al otro por las corrientes de agua, de
las condiciones hidrobiológicas del hábitat y de muchos otros factores, tales como
vedas, disposición reglamentaria de las autoridades.
Veda: Periodo en el cual se prohíbe la captura de determinadas especies de la flora y
fauna acuática con el objeto de proteger a sus poblaciones en sus zonas de distribución
geográfica.
Zona de refugio: Áreas delimitadas en las aguas marinas, estuarios o continentes, con
la finalidad primordial de conservar y contribuir natural o artificial el desarrollo de la flora
y fauna acuática, así como para preservar y proteger al medio ambiente que les rodea.
Zooplancton: Organismos animales acuáticos que flotan libremente sin adherirse a
ningún sustrato y sin poseer órganos de locomoción.
37
Abreviaturas
B
Biomasa estimada de los peces de edad
1 y mayores
BMIN
Nivel mas bajo de biomasa estimada a
la cual la captura dirigida es permitida
BC
Baja California
BCS
Baja California Sur
C
Nivel de captura objetivo
CBA
Captura Biológicamente Aceptable
CM
Nivel de captura máximo
APV
Análisis de Población Virtual
CAGEN
Catch at Age Analysis (Análisis de la
captura en edad)
CNP
Carta Nacional Pesquera
CPUE
Captura por Unidad de Esfuerzo
FRMS
Mortalidad por pesca asociada al RMS
FRACCION Es la fracción de la biomasa arriba de
BMIN que puede ser capturada por la
pesquería
mm
Milímetros
MPH
Millas por hora
NOM
Norma Oficial Mexicana
RO
Rendimiento optimo
RMS
Rendimiento Máximo Sostenible
t
Toneladas
38
Acrónimos
CalCOFI
CANACINTRA
CANACO
CANAINPESCA
CANSAR
CDFG
CIBNOR
CICIMAR
CICESE
CONAPESCA
CRIP
DICTUS
ICMyL
IMECOCAL
INP
MexUS
PAP
PROFEPA
SEMAR
SEMARNAT
SWFSC
UNAM
California
Cooperative
Oceanic
Fisheries
Investigation
Cámara Nacional de la Industria y la Transformación
Cámara Nacional de Comercio
Cámara Nacional de la Industria Pesquera y
Acuícola
Catch at Age Analysis for Sardine
California Department of Fish and Game
Centro de Investigación Biológicas del Noroeste
Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas
Centro de Investigación Científica y de Educación
Superior de Ensenada
Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca
Centro Regional de Investigación Pesquera
Departamento de Investigaciones Científicas y
Tecnológicas de la Universidad de Sonora
Instituto de Ciencias del Mar y Limnología
Investigaciones Mexicanas de la Corriente de
California
Instituto Nacional de la Pesca
Convenio Internacional México-Estados Unidos en
materia de investigación pesquera
Programa de Acuacultura y Pesca 2001-2006
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
Secretaria de Marina
Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales
South West Fisheries Science Center (Centro de
Investigaciones del Suroeste, EU)
Universidad Nacional Autónoma de México
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44
Anexos
45
Anexo 1. Mapa de México donde se anotan, el área general de distribución de los
peces pelágicos (flechas) y las áreas (círculos) donde se realizan las actividades de
pesca de las pesquerías de pelágicos menores en el noroeste de México, incluido el
Golfo de California.
46
Anexo 2.
47
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