Gaceta Dental nº 165 - diciembre 2005

Anuncio
Gaceta Dental nº 165 - diciembre 2005 - Ciencia > Artículo 3 de 4
Microimplantes: anclaje absoluto
Dra. María Soledad Saldaña Alegre
Odontóloga
Madrid
Trabajo galardonado con el Primer Premio Fin de Carrera 2005 de la revista ´Gaceta
Dental´, entre los presentados por los alumnos de 5.º de Odontología de las distintas
universidades españolas
(Nota: Las figuras de este artículo han sido obtenidas por la autora, con permiso, de la página
web: www.recursosmedicos.com)
RESUMEN
Los microimplantes son un tipo de implante alveolar que proporcionan un método excelente de
anclaje.
También llamados microtornillos, son de comercialización más reciente que los típicos
implantes alveolares que permiten restaurar la dentición ausente.
Por su parte, los microtornillos son un elemento versátil, económico y fácil de colocar y retirar.
La estabilidad a largo plazo es predecible y fiable y han constituido un impulso para eliminar la
cooperación del paciente, además de conseguir resolver problemas relacionados con el control
del anclaje dentario.
Entre sus principales indicaciones se encuentran los siguientes movimientos dentarios: intrusión
de molares, retrusión de incisivos y de la intrusión de incisivos entre otras más secundarias.
En los últimos años, implantes de dimensiones pequeñas han sido diseñados para anclajes de
ortodoncia. Estos miniimplantes son suficientemente pequeños para situarlos en cualquier
superficie del proceso alveolar, incluso en áreas interdentales. Son relativamente económicos, y
las técnicas de colocación y desinserción son simples.
PALABRAS CLAVE
Microimplantes, anclaje, microtornillos, movimientos dentarios, intrusión de molares.
INTRODUCCIÓN
En muchas ocasiones ha surgido la necesidad, por parte del ortodoncista, de un anclaje estable,
pero no se disponía de hueso alveolar suficiente para colocar un implante dental o el que
quedaba debía cerrarse con el tratamiento ortodóncico.
Por esta razón aparecieron los microtornillos. Además se pueden instalar en cualquier lugar de
los maxilares, teniendo en cuenta unos condicionantes anatómicos de partes blandas y óseas.
El implante convencional osteointegrado de titanio ha sido usado satisfactoriamente para
reemplazar dientes perdidos, pero su uso para anclajes de ortodoncia ha sido limitado por su
espacio.
Un implante dental situado en el hueso alveolar es demasiado largo para realizar una tracción
ortodóncica horizontal. Además de la severidad de la intervención quirúrgica y la dificultad de
la higiene oral.
El microimplante para el anclaje ortodóncico debe ser lo suficientemente pequeño para situarlo
en el área del hueso alveolar, incluso de hueso apical.
La técnica de los microtornillos para anclaje en ortodoncia, es una técnica muy sencilla y de
gran efectividad terapéutica.
Es una técnica tan sencilla que los microimplantes pueden ser colocados por el ortodoncista con
un mínimo de hábito quirúrgico.
El procedimiento de inserción de los microtornillos, es tan sencillo que se puede utilizar incluso
en situaciones en las que se presenta disminución del material dentario.
Los microtornillos son económicos y fáciles de colocar y retirar, ya que no se produce la
osteointegración completa.
No necesitan la colaboración del paciente, como es el caso de otro tipo de anclaje extraoral y
además no son tan ´aparatosos´.
Son, por supuesto, resistentes a las fuerzas ortodóncicas. Incluso las fuerzas de 50-250 g pueden
ser aplicadas nada más colocar el implante. Para realizar fuerzas mayores, hay autores que
recomiendan esperar un tiempo para la estabilización del microimplante.
Continuando con la facilidad del proceso quirúrgico, hay que destacar que la mayoría de los
autores declaran no necesitar premedicación para colocar el microtornillo, ni la toma posterior
de antibióticos ni analgésicos. Tan sólo se administrarán en caso necesario.
Ya hemos hablado de sus dimensiones mucho menores que el implante convencional, lo que
permite colocarlos en sitios idóneos para realizar movimientos y tracciones dentarias.
Gracias a estas ventajas, los microtornillos se pueden utilizar para la actividad ortodóncica
normal, sin necesidad de reservarlos para casos más difíciles.
Las consideraciones principales se dirigen a obtener los siguientes movimientos: intrusión
posterior, retrusión de incisivos, retrusión de la arcada mandibular y la intrusión de incisivos.
Y las secundarias, aunque esto depende de autores, van encaminadas a enderezar molares,
anclar molares, protruir incisivos, desimpactación de molares y cerrar espacios. En definitiva,
movimientos que todavía se siguen realizando más frecuentemente con la ortodoncia
convencional.
MATERIAL Y MÉTODO
Revisión bibliográfica sobre los microimplantes, consultando diversos artículos y libros actuales
que tratan sobre este tema.
La búsqueda bibliográfica se realizó en una base de datos médica, Medline, y también en
revistas españolas y americanas de la Hemeroteca de la Facultad de Odontología de la UCM y
en la UEM.
DISCUSIÓN
Implante dental convencional y su uso en ortodoncia
Diversos autores como el doctor Eugene Roberts, fueron los primeros que utilizaron implantes
como fuente de anclaje para mover dientes. Cargaron estos implantes con fuerzas ortodóncicas
constantes no axiales y observaron que obtenían un anclaje absolutamente estable (1).
Los implantes pueden ser empleados en el alveolo dental como anclaje temporal del
movimiento ortodóncico dental, para luego convertirse en pilares permanentes para el
reemplazo de dientes.
Las dimensiones, la masa y el volumen, el coste y la invasividad de los implantes
osteointegrados protéticos, han limitado su aplicación ortodóncica (8).
Para un implante normal que será utilizado como anclaje ortodóncico se necesita una longitud
mínima de 10 mm (4).
Este implante dental situado en el hueso alveolar es demasiado largo para tracciones
ortodóncicas horizontales (18).
Las principales desventajas de un implante dental convencional son la necesidad de una
invasión en el procedimiento quirúrgico, la limitación del lugar de colocación impuesto por la
longitud de 10 mm de los implantes, el tiempo de osteointegración prioritario antes de la
aplicación de la fuerza y el coste. Este tipo de implantes no son recomendados en pacientes
mujeres más jóvenes de 16 año y hombres más jóvenes de 18. Otra desventaja es la necesidad
de una excepcional cooperación por parte del paciente (13, 14).
Microimplantes y su aplicación ortodóncica
Localización
Los microtornillos no son absolutamente estables como un implante endoóseo. Este
desplazamiento se puede atribuir a varios factores como el tamaño del microimplante, que es
menor, la magnitud de la fuerza, profundidad del mismo, calidad y cantidad ósea y periodo de
tiempo antes de la aplicación de la fuerza.
La calidad y cantidad ósea, variará según la localización del microimplante. Lógicamente cuanta
mayor densidad y calidad ósea, mayor estabilidad existirá. Pero no siempre se encuentra, puesto
que una de las principales ventajas del microimplante, es su posible colocación en numerosas
localizaciones anatómicas. Lo que dará, a veces, como resultado una menor estabilidad que con
los implantes convencionales (2 y 5).
Los microtornillos deben ser lo suficientemente pequeños para insertarlos entre las raíces
mesiales y distales de un molar, para la intrusión de molares (18).
Dentro de los condicionantes anatómicos, existen diferencias entre partes blandas y óseas. En
las zonas blandas evitaremos las zonas de encía libre (2). La exposición de implantes en zonas
de mucosa queratinizada, tiene una mayor supervivencia que aquellos colocados en tejidos no
queratinizados (7).
Pueden ser situados en áreas donde el anclaje natural o aplicaciones ortodóncicas
convencionales son impracticables, incluyendo espacios edéntulos en el alveolo de cualquiera
de las arcadas, el paladar, el hueso zigomático, las zonas retromolares y las ramas (13).
La principal consideración mecánica es la de colocar los microtornillos en encía adherida y por
encima del centro de resistencia para producir la intrusión de los molares (6).
Técnica quirúrgica
Una de las ventajas más importantes y seguramente la razón por la que se ha ampliado su uso,
es la sencillez de la técnica de colocación y retirada de los mismos. No suelen ser necesarios ni
antibióticos, ni analgésicos (2, 5, 18).
La colocación de un microimplante no es simplemente un procedimiento quirúrgico, porque
requiere especial planificación basada en consideraciones ortodóncicas como vectores de
fuerzas y el tipo de anclaje y de movimientos dentarios necesarios. Algunas veces el tornillo
necesita la recolocación a una mejor posición durante el tratamiento, lo que podría llegar a ser
una complicación en el paciente si ha sido enviado a un especialista (13).
En definitiva, se trata de colocar los microtornillos, ¡y esto es fundamental!, con la idea in
mente de qué movimientos se desean realizar, de qué resultante tendrá la fuerza aplicada en
relación con el centro de resistencia del diente o dientes a mover.
El procedimiento quirúrgico es tan sencillo que puede ser fácilmente realizado por un
ortodoncista. No es nada complicado porque los tornillos son directamente situados a través de
la encía, sin un levantamiento perióstico (15).
Se realiza una técnica transmucosa, de manera que el tornillo se insertará a través de la mucosa
sin realizar incisión previa. Después de seleccionar la localización del implante, con un aparato
intraoral de rayos X y una guía quirúrgica, se infiltra con anestesia local la zona de inserción del
microtornillo, se emplea una fresa para crear un orificio guía a través de la encía y el hueso
cortical (2, 4).
La inclinación axial de la fresa debe ser la misma que la inclinación deseada para el
microtornillo. Se recomienda un stop físico en la fresa cortante, limitando la profundidad de
inserción a 2-3 mm.
El procedimiento de inserción de los microtornillos también puede hacerse mediante una técnica
mucoperióstica (18), que es más invasiva. Incluso los autores que recomiendan realizar una
técnica transmucosa, como lo hablado anteriormente, presentan la posibilidad de que exista una
gran cantidad de encía libre, para lo cual recomiendan realizar una incisión, aunque sea mínima,
hasta contactar con firmeza en el hueso, levantando un colgajo mucoperióstico mínimo (2).
En cuanto a cuál debe ser la dirección de inserción del tornillo, no existen estudios que apoyen
una u otra colocación, pero la recomendación de algunos autores es intentar una colocación
angulada entre 10 y 30 grados para evitar las raíces dentales (5). Sin embargo, el doctor Park,
para evitar el daño de las raíces, dice que los tornillos deben ser implantados a unos 60 grados
entre los dientes (16). Él mismo habla de una angulación de 30-40 grados para implantar
microtornillos palatinos y también evitar ese daño a las raíces (10).
Prestar especial atención a las estructuras anatómicas durante la colocación, para reducir el
riesgo de herir partes como vasos, nervios y raíces dentarias. Pérdida de un tornillo durante el
procedimiento de colocación o carga. Rotura de un tornillo dentro del hueso durante la inserción
o retirada. Y la inflamación alrededor de los implantes.
Hay estudios que certifican que mientras se introduzcan 3 mm de los 6 mm de los tornillos
mandibulares en el hueso, el grosor medio de la cortical mandibular en la zona molar es de 3.1 a
3,2 mm, así que los tornillos no podrían penetrar en la médula ósea. Costa y colegas
confirmaron que el aspecto bucal del hueso alveolar en la región de premolares y molares
mandibulares es segura para la implantación de microtornillos. No hay riesgo de dañar las raíces
durante el procedimiento quirúrgico o durante los movimientos dentarios (16).
Las dimensiones de un implante dental convencional son de 3,5 a 5,5 mm de diámetro y 11-21
mm de largo. El microimplante tiene sólo 1,2 mm de diámetro y 6 mm de largo, haciendo esto
mucho más útil, su aplicación en ortodoncia (8, 18).
Según la doctora Molina, los tornillos pueden tener un diámetro que varía entre 1,3 y 2 mm y
una longitud entre 6 y 12. La elección del tornillo concreto dependerá del lugar de colocación y
de la calidad de hueso (5).
La mayoría de los nuevos microtornillos para anclaje de ortodoncia se componen de:
- Una cabeza ortodóncica, es la parte del tornillo que queda visible después de su colocación. El
diseño ideal debe permitir fijar el arco y poder hacer fuerzas en cualquiera de las direcciones.
- Un cuello intramucoso con mayor o menor angulación para proteger la encía.
- Y la última porción endoósea, con espiras, que es la porción roscante.
Existen distintos tipos de microtornillos. Según su composición, los hay que se fabrican de
titanio, que son los más utilizados, de acero o de láctico-glicólico. Y en cuanto a sus
características de inserción, se encuentran, no terrajantes o autorroscantes.
Una vez finalizada la inserción se realiza una radiografía intraoral para comprobar que todo el
proceso se ha llevado a cabo de forma correcta y se prescribe gel de clorhexidina al 0,12 por
ciento. Como ya se ha mencionado antes, no suelen ser necesarios ni los antibióticos ni los
analgésicos.
La higiene oral es fácil de mantener, ya que estos microimplantes son demasiado pequeños para
causar daños irreversibles, y pueden ser retirados en cualquier momento por parte del
ortodoncista o cuando el paciente desee.
Aplicación de fuerzas
Además, cabe destacar la posibilidad de realizar una carga inmediata o diferida unos pocos días,
en el momento de aplicación de la fuerza ortodóncica. Hay autores que esperan unas dos
semanas y otros que no ven inconvenientes en realizar la carga inmediata si la fuerza no supera
los 200 g. Las fuerzas a aplicar pueden ser ligeras de 50 a 150 g hasta 300 g (5).
Un periodo seguro para la aplicación de fuerzas, consiste en esperar dos semanas desde la
implantación. Según el doctor Park, ninguno de los múltiples microtornillos que él ha colocado
se perdieron durante este periodo de tratamiento (16). Hay otros autores que hablan de la
posibilidad segura de poder realizar una carga inmediata (2). Y otros que recomiendan la
aplicación de la fuerza después de la comprobación de la estabilidad primaria (4).
En definitiva, sobre cuál es el momento idóneo para aplicar las fuerzas ortodóncicas, hay
autores que las aplican inmediatamente después de la colocación, mientras que otros prefieren
esperar aproximadamente 2-4 semanas para dar tiempo a la cicatrización de los tejidos, evitando
molestias al paciente (5).
Ventajas frente a otras técnicas
Ventajas de los microtornillos frente a los implantes convencionales (4, 16):
o No depende de conformidad del paciente con aplicaciones extraorales.
o Crea un temprano perfil de mejoramiento, dando al paciente incluso más incentivos para
cooperar.
o Tratamientos cortos para la retracción de los seis dientes anteriores simultáneamente.
o Reduce el tiempo de espera.
o Provee de anclaje absoluto para movimientos ortodóncicos dentales.
o Versatilidad en los lugares de inserción.
o Fácil inserción y remoción.
o Carga inmediata.
o Aplicación en pacientes en crecimiento.
o Bajo coste.
Ventajas frente a otros sistemas de anclaje:
o Uso óptimo de las fuerzas de tracción, a pesar de los números o posiciones de los dientes.
o Aplicables a cualquier nivel de desarrollo.
o Corto periodo de tratamiento, sin necesidad de preparar un anclaje dental.
o Independiente de la cooperación del paciente.
o Bajo coste.
La osteointegración incompleta ha sido confirmada por los estudios histológicos, que confirman
que los tornillos de titanio son biocompatibles. Esto representa una ventaja distinta en las
aplicaciones ortodóncicas, permitiendo un anclaje efectivo con fácil inserción y remoción (4,
13).
Finalidad: el anclaje absoluto
Cuando se busca anclaje, se pretende crear movimientos unidireccionales minimizando aquellos
movimientos secundarios no deseados (3).
Los microimplantes en ortodoncia se han diseñado para constituir un anclaje intraoral. El éxito
de los tratamientos ortodóncicos, ha necesitado siempre de un anclaje intraoral con una alta
resistencia al desplazamiento. Los aparatos extraorales pueden ser un refuerzo efectivo, pero
requieren una cooperación excepcional por parte del paciente (8).
La mayor ventaja de estos implantes, es que dan la posibilidad de mover múltiples dientes sin
perder anclaje (13).
También se debe destacar que con el uso de los microimplantes como anclaje, se abre una
puerta, hasta ahora inexistente: la posibilidad de anular los movimientos secundarios y de no
precisar la colaboración del paciente (art. 5).
Indicaciones y casos clínicos
Los microtornillos están indicados en aquellos casos en que el anclaje absoluto es necesario, en
lugar de sistemas de anclaje intra/extraorales tradicionales. El uso de este innovador sistema es
simple y fiable e individualizado en función de cada requerimiento clínico específico.
A) Extrusión de un molar en dirección distal
Distalar y fijar el molar maxilar, es aconsejado para la corrección de una maloclusión de Clase
II. Sin la necesidad de una especial conformidad por parte del paciente gracias a la utilización
de los microtornillos, ha conseguido incrementar la popularidad de esta técnica en esta última
década.
El sitio ideal para el anclaje esquelético en este caso, sería el paladar, pero requiere un
procedimiento quirúrgico para situar el implante y otro para retirarlo. Se ha comprobado que
tornillos menores de 2 mm de diámetro son suficientes cuando se usan en anclajes palatinos y
rutinarios (13).
B) Contracción de masa
Otra aplicación de los microtornillos es la de facilitar el movimiento dental en masa durante el
cierre de espacios. Con los microtornillos los vectores de fuerza están más cercamos al centro de
resistencia del diente, con las evidentes ventajas biomecánicas que esto conlleva (4).
Los microtornillos han sido diseñados para producir un desplazamiento en masa, por ejemplo
una retracción de los seis dientes anteriores sin pérdida de anclaje, lo cual reduciría el tiempo de
tratamiento. Con esto podremos corregir mordidas abiertas (17).
Se optará por microimplantes en palatino al hueso alveolar entre primeros y segundos molares
maxilares. Debido al espesor de la mucosa palatina, un microimplante palatino debe ser más
largo que uno en bucal.
Después del procedimiento quirúrgico, radiografías periapicales fueron usadas para comprobar
la relación entre los microimplantes y las raíces de los dientes adyacentes. Siete meses después
de la utilización de los microtornillos, se consiguió una clase I molar y canina (16).
C) Extrusión de molar en dirección mesial/técnica lingual
Los molares son frecuentemente desplazados mesialmente en tratamientos de ortodoncia para
cerrar espacios de extracción o espacios edéntulos. La mesialización de molares no es sólo un
simple movimiento y puede dejar problemas como una pérdida de anclaje anterior y de
inclinación de molares. Además si existe una cresta alveolar cortante en el espacio para cerrar,
se puede perder hueso alveolar (17).
Un microtornillo situado mesial al espacio, producirá un vector de fuerzas aproximadamente al
centro de resistencia del molar. Si el tornillo es insertado después del nivel inicial y la
alineación ha sido completada, una pieza de reemplazo puede ser usada para prevenir una
inclinación mesial de la corona mientras se cierra el espacio. Porque el movimiento mesial es
normalmente lento, especialmente en la arcada mandibular, no más de 2-3 mm de mesialización
del molar podrían ser atendidos.
D) Verticalización o enderezamiento de molares (10, 11)
Se debe destacar la indicación preprotésica de los ortodoncistas. Como el enderezamiento de
molares para la posterior colocación de una prótesis o implantoprótesis. Gracias a estos
microtornillos se podrá realizar de forma rápida y eficaz, incluso pudiendo utilizar el mismo,
como soporte para la prótesis (5, 12).
Resulta sorprendente lo sencillo que resulta enderezar un molar si el anclaje tiene lugar en un
microtornillo (3). Se colocará éste por distal del molar que se desea enderezar y en mitad de la
cresta ósea.
Para realizar esta ortodoncia preprotésica, en la mayoría de los casos se necesita enderezar algún
molar inferior volcado hacia mesial por la extracción de la pieza anterior. Antes era un
tratamiento de más de un año y se necesitaba embandar al menos toda la arca inferior. Pero
desde la llegada de los microtornillos, se consiguen resultados mucho más rápidos, entre 3 y 6
meses, y sin más aparatología que la banda en el molar inclinado (5).
E) Cierre de espacios de extracción
La pérdida de anclaje posterior durante el cierre de espacios de extracciones, puede exacerbar la
curva de Spee y profundizar la mordida. Los microtornillos aportan anclaje esquelético real para
la retracción en ninguna de las arcadas tanto en un diente simple o en masa (6).
Los microimplantes maxilares son normalmente situados entre las raíces de los primeros y los
segundos premolares, donde los espacios interradiculares permiten la fácil inserción sin la
interferencia de las raíces. Cuanto más alto se coloque el tornillo en el maxilar, más
perpendicular al hueso debemos colocarlo para evitar dañar el seno maxilar (8).
En la arcada mandibular, los microimplantes pueden ser utilizados en pacientes donde el
máximo anclaje es necesario, como en una biprotrusión alveolar y una clase III. Autores como
el doctor Aldano recomiendan no situar los microtornillos entre las raíces de los primeros y
segundos premolares inferiores, por la proximidad del agujero mentoniano (13). La anatomía
mandibular, la anchura del hueso alveolar, la anatomía dentaria y el colapso cortical hacen que
este movimiento ortodóncico sea difícil de realizar.
Los implantes son elementos de anclaje magnífico, desde donde poder apoyarse para generar
fuerzas mesiodistales, y así lo demuestran Satio en animales de experimentación (19) y Roberts
en seres humanos (3).
La localización anteroposterior del microtornillo es frecuentemente entre las raíces del primer y
segundo bicúspide. El espacio interradicular suele ser amplio y permite una fácil colocación del
tornillo en el hueso, sin interferir con las raíces dentales
Si, por ejemplo, se busca un movimiento de intrusión y distalización, el microtornillo se situará
en la línea mucogingival. Otra consideración respecto a la colocación del implante es la
inclinación del cuerpo del microtornillo. Cuanto más alto esté el tornillo en el maxilar, más
perpendicular al hueso deberá colocarse para evitar lesionar el seno maxilar (4).
F) Extrusión de caninos impactados
Primero se evalúa mediante radiografías la posición de los caninos. Esta técnica no es diseñada
para producir movimientos radiculares y está contraindicada para un canino que está
horizontalmente impactado o tiene la raíz en una posición más palatina que la corona.
Un microimplante es una opción ideal, ya que sólo necesitamos fuerzas menores de 50 g la
corona y la raíz de los caninos impactados deben ser dibujados previamente, para determinar la
dirección de la fuerza necesaria para aplicar al diente en la arcada. La fuerza será aplicada desde
la cabeza del microimplante al atache del canino.
Para este caso, es una técnica que podemos usar en vez de los brackets. Comenzaremos
aplicando los 50 g de fuerza mediante los microimplantes y continuaremos con elásticos para
ayudar a mover el canino.
La pequeña cantidad de hueso alveolar en la zona del canino mandibular, la hace ideal para
situar un microimplante, pero no un implante dental (9, 13).
H) Impactación posterior
Uno de los movimientos ortodóncicos más difíciles de conseguir es la intrusión del sector
posterior. Esto se ha intentado por distintas vías, y desgraciadamente los éxitos han sido
menores que los fracasos.
Actualmente, gracias a los microtornillos es posible intruir molares tanto en el maxilar como en
la mandibular.
La colocación de los microtornillos será lo más posterior posible en la arcada, en el espacio
interdentario de los últimos molares. La altura de colocación dependerá de la encía insertada,
del fondo vestibular, del tamaño interdentario y de la anatomía radicular de los molares. La
altura oscilará entre 8 a 12 mm del borde gingival y será previamente determinada mediante
radiografía intraoral. El mismo día, por ejemplo, en que se colocaron los microtornillos, se
inició la tracción intrusiva mediante hilos elásticos desde el tornillo al arco (3).
I) Anclar molares
´Anquilosar´ de forma transitoria un diente para emplearlo como una unidad de anclaje es
posible gracias a los microtornillos. Posiblemente esta va a ser una de las indicaciones más
frecuentes en los pacientes ortodóncicos periodontales.
Cuando se desea anclar un diente, normalmente un molar, el microtornillo se puede colocar por
mesial o distal del diente elegido. Si se coloca por mesial, se pegará el microtornillo al diente y
con frecuencia se añadirá composite al microtornillo para crear una superficie de apoyo sobre el
molar. Si se coloca por distal se situará el microtornillo a unos 4 mm del molar, colocando en
este diente aditamentos por vestibular y lingual: ambos, microtornillo y molar, quedarán unidos
por hilos de acero (3).
También se pueden utilizar para la corrección de la inclinación del plano oclusal, o para la
corrección de la línea media dental o como anclaje intermaxilar, o para la intrusión de molares.
Contraindicaciones
Son muy pocas, pero se deben citar:
o Pacientes con patologías médicas debilitantes, como neoplasias o diabetes…
o Alteraciones psicológicas.
o Falta de retención mecánica por cortical delgada.
o Mala higiene oral, porque tienen mayor riesgo de infección e inflamación.
o Enfermedad periodontal no controlada. Aunque la intrusión molar presenta los mismos
problemas que si se realizara con arcos ortodóncicos (5).
o Hábitos: la corrección de mordidas abiertas presenta la misma estabilidad postratamiento que
el resto de las aparatologías.
Fracaso de los microtornillos
Uno de los factores más importantes en el fallo de los microtornillos, está relacionado con la
calidad de las corticales, si son o no son delgadas. Los tornillos de un diámetro de 1 mm o
menores son los que más fracasan (2, 3, 5).
Otro factor destacable en el fracaso, es la carga inmediata, se recomienda esperar de 2 a 3
semanas, y un tercer factor es la irritación periimplantaria que altera la retención mecánica del
tornillo (19). En este caso se recomienda la utilización de gel de clorhexidina, buena higiene y si
no mejora, colocar otro más grueso y más largo.
El material del microtornillo y el diseño específico de la porción de la cabeza son de gran
importancia, en determinar la resistencia a la fractura (13).
No se encuentran reabsorciones radiculares ni patología periodontal, una vez finalizados los
tratamientos con microimplantes (18).
CONCLUSIONES
o Los implantes dentales convencionales, sólo pueden situarse en zonas retromolares o
edéntulas.
o Un microimplante para anclaje ortodóncico debe ser lo suficientemente pequeño como para
situarlo en cualquier sitio del hueso alveolar, incluso en hueso apical.
o Los microtornillos de anclaje deben presentar una resistencia inmediata a las fuerzas
ortodóncicas, no exigir la colaboración del paciente, no provocar molestias, ser de fácil manejo
para el ortodoncista y ser compatibles con los dispositivos ortodóncicos habituales.
o Son de gran ayuda en aquellos pacientes que presentan poco o ningún anclaje, reticencias a
llevar brackets en toda la boca y que necesitan tratamientos ortodóncicos preprotésicos. Para
pacientes con baja colaboración, en casos de dientes incluidos y pacientes de cirugía
ortognática.
o La utilización de los microimplantes permite el anclaje absoluto para la retracción en masa de
los dientes posteriores, reduciéndose de esta forma el tiempo de tratamiento tanto con
ortodoncia vestibular como lingual.
o Ajustes en el plan de tratamiento o modificaciones en la técnica de colocación de los
implantes podría ayudar a mejorar la tasa de éxito.
o El éxito de los microimplantes depende de varios factores:
- el perfil clínico,
- la condición física del paciente,
- la selección del sitio y de la forma,
- la higiene oral.
BIBLIOGRAFÍA
1. Andreu Puigdollers. El anclaje en ortodoncia de los implantes a los microtornillos. Rev Esp
Ortod 2004; 34: 267-8.
2. Carlos Marti, Guadalupe Corchero, Federico Hernández, Laura García. Microtornillos en
ortodoncia. Técnica y anatomía quirúrgica. Rev Esp Ortod 2004; 34: 271-9.
3. Pedro Lorente. Indicaciones de los microtornillos en ortodoncia. Rev Esp Ortod 2004; 34:
281-307.
4. Stefano Velo, Aldo Carano. Sistema de anclaje con microtornillos. Rev Esp Ortod 2004; 34:3
09-18.
5. Anna Molina, Marina Población, Montserrat Díez-Cascón. Microtornillos como anclaje en
ortodoncia. Revisión de la literatura. Rev Esp Ortod 2004; 34: 319-34.
6. Andreu Puigdolers, Fernando de la Iglesia. Microtornillos. Algunas indicaciones y estudios
sobre su estabilidad. Rev Esp Ortod 2004; 34: 343-8.
7. Shih-Jung Cheng, I-Yun Tseng, Jang-jaer lee, Sang-Heng Kok. A prospective study of the risk
factors associated with failure of mini-implants used for orthodontic anchorage. Int J Oral
Maxillofacial Implants 2004; 19: 100-106.
8. Hee-Moon Kyung, Hyo-Sang Park, Seong-Min, Jae-Hyun el Al. Development of orthodontic
micro-implants for intraoral anchorage. JCO 2003, Inc. 36: 321-8.
9. Hyo_Sang Park, Oh-WonKwon, Jae-Hyun Sung. Micro-implnat anchorage for forced
eruption of impacted canines. JCO 2004, Inc. 38: 297-6.
10. Hyo_Sang Park, Oh-WonKwon, Jae-Hyun Sung. Uprighting second molars with microimplant anchorage. JCO 2004, Inc. 38: 100-3.
11. Hyo_Sang Park, Oh-WonKwon, Jae-Hyun Sung. A simple method of molar uprighting with
micro- implant anchorage. . JCO 2002, Inc. 36: 592-5.
12. James B. Gray, Robert Smith. Transitional implants for orthodontic anchorage. JCO 2000,
Inc. 34: 659-8.
13. Aldo Carano, Stefano Velo, Paola Leone, Giuseppe Siciliani. Clinical applications of the
miniscrew anchorage system. JCO 2005, Inc. 39: 9-15.
14. Seong-Min Bae, Hyo_Sang Park,Hee-Moon Kyung, Oh-Won Kwon et al. Clinical
application of micro-implant anchorage. JCO 2002, Inc. 36: 298-5.
15. A korrodi ritto, Hee-Moon Kyung. Solutions with microimplants.
16. Hyo_Sang Park, Sung-Min Bae, Hee-Moon Kyung, Jae-Hyun Sung. Microimplant
anchorage for treatment osskeletal class I bialveolar protrusion. JCO 2001, Inc. 36: 417-6.
17. Jang-seop Lee, Hyo_Sang Park, Hee-Moon Kyung. Micro-implant anchorage for lingual
treatment os a skeletal classII maloclusion. JCO 2001, Inc. 35: 6435-5.
18. Ryuzo Kanomi. Mini-implant for orthodontic anchorage. JCO 1997, Inc. 331: 763-5.
19. Masami Ohmae, Shigeru Salto, Tomio Morohashi, Kenji Seki et al. A clinical and
histological evaluation of titanium mini-implants as anchors for orthodontic intrusión in the
beagle dog. American Journal of Orthodontic and Dentofacial Orthopedics, 119: 489-9.
Descargar