Febrero es el mes que los antiguos representaban con escenas

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Febrero es el mes que los antiguos representaban con escenas agrícolas de
poda de árboles e injertos por ser la época propicia para estos menesteres.
En las bodegas se inician los trasiegos en días fríos y con viento del Norte.
En definitiva un mes invernal pero que presenta un tiempo muy incierto.
Tiene fama de ser loco y voluble: FEBRERILLO EL LOCO, UN DÍA PEOR
QUE OTRO, y es que nos encontramos ya cerca de marzo, mes ya
primaveral, y en nuestras latitudes si algo caracteriza a la primavera es su
variabilidad y el paso sucesivo de frentes y borrascas con mejorías
transitorias, a diferencia del invierno cuyos tipos de tiempo son más
continuos, especialmente cuando el anticiclón se sitúa sobre nosotros. Un
anticiclón que nos da unos días soleados con unas temperaturas que se
van recuperando ya al ser los días más largos (a lo largo del mes aumentan
la duración del sol en una hora y ocho minutos). Aún así febrero podría
considerarse, tras enero y diciembre, un mes frío, con momentos históricos
que destacan sobre otros meses por sus temperaturas bajas y por su
persistencia, como ocurrió en la ola de frío más fuerte de nuestra historia
reciente: febrero de 1956 en el que se dieron las temperaturas mínimas
absolutas de numerosos observatorios. Son los efectos de gélidas olas de
aire ártico o siberiano provocando nevadas copiosas como ha ocurrido estos
últimos años
Por lo que respecta a las precipitaciones febrero y enero son muy similares,
en general poco lluviosos, y es que en los meses invernales las
precipitaciones no suelen ser abundantes. El responsable: el Anticiclón de
las Azores u otro centroeuropeo que bloquean cualquier borrasca o
dificultan su penetración. Únicamente es en las áreas de montaña más
occidentales como la Sierra de Albarracín, el Moncayo, y el Pirineo más
occidental donde las lluvias del invierno pueden proporcionar hasta el 30%
del total del año y allí es el máximo estacional, mientras que en el resto
suele ser tanto la primavera como el otoño. En algunos puntos de Aragón,
especialmente en Teruel, llueve más en verano que en febrero debido a las
tormentas.
Pero algunas de esas borrascas consiguen burlar ambos anticiclones y
durante unos días a primeros de mes suele haber un tiempo suave y
nublado con lluvia intermitente que nos indica la cercanía de esa
primavera, y que el refranero recoge: SI LA CANDELARIA PLORA, EL
INVIERNO FORA.
Esos días soleados y éstos lluviosos pueden facilitar la floración del
almendro en la Depresión del Ebro y Somontanos, el primer frutal que
despierta del letargo invernal. Eso sí, el riesgo de heladas posteriores es
muy alto, de ahí que el refranero le advierta:
SI EL ALMENDRO NO SE APRESURARA, LA FLOR NO SE LE HELARA,
QUE APRENDA DEL MORAL QUE TARDA MÁS EN BROTAR
Eduardo Lolumo
Geógrafo
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