Cómo superar las dificultades de la meditación

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Meditación
Espacio Humano ofrece a sus lectores una guía para la meditación de la
mano del Centro internacional de Yoga Sivananda Vedanta de
Madrid. Desde una óptica práctica iremos analizando, mes a mes y paso a
paso, los conceptos fundamentales de esta maravillosa experiencia, para que
todos podamos incorporar la meditación y mejorar nuestra forma de aproximarnos a la Vida.
“Ejercicios suaves de pranayama,
la práctica de asanas y una dieta
ligera permiten superar los obstáculos de la meditación, facilitando
así el camino hacia el silencio”.
Swami Sivananda,
de su obra catorce lecciones
de Raja Yoga.
Cómo superar
C
las dificultades
de la meditación
ontinuamos con el análisis de las
dificultades u obstáculos que aparecen cuando practicamos la meditación. Para que, de esta forma, nuestra
mente penetre en los espacios de calma
física y mental y de silencio. Si los conoces
es más fácil evitarlos, sortearlos o superarlos. Saber donde solemos tropezarnos
facilita siempre la experiencia. Sabemos
que hay muchos. Puede que tantos como
practicantes, por eso sólo hablamos de los
más significativos. Puede que te sientas
identificado con alguno o algunos de ellos
y una breve reflexión te ayudará a superarlos.
MIEDO
Es el estado afectivo del que ve ante sí un
peligro o ve en algo una causa posible de
padecimiento o molestia. El miedo es una
emoción que minora la fuerza necesaria
para meditar, debilitando nuestra capacidad para concentrarnos. Si el miedo se
hace sistemático en nuestras vidas se genera una preocupación y una ansiedad que
minora nuestra capacidad de discernimiento y de obtener los objetivos del aprendizaje de la meditación. La práctica sistemática
de la meditación te ayuda a reconocerlos,
a observarlos y a superarlos.
Hay tantos o más miedos como personas: a
la soledad y a la pérdida de relaciones, al
exceso de compañía, a la falta de reconocimiento, a la enfermedad, al dolor y a la
muerte. Si practicas la meditación en un
entorno en el que no existe el hábito de
esta técnica para silenciar la mente, no es
extraordinario recibir pequeñas burlas.
Incluso críticas de amigos y familiares.
Acoge las críticas con cariño y mantén tu
sistema y tus horarios para meditar. Revisa
las técnicas de concentración (visualizaciones en objetos externos como la llama de
una vela -tratak-, imágenes, ideas o centros
energéticos internos –chakras-. Ver Espacio
Humano 134 y 135) para centrar tu mente
en un único pensamiento y la agitación
derivada del miedo se desvanecerá poco a
poco.
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IRA
Es un estado en el que se pierde el control
de sí mismo y pueden cometerse actos de
violencia de palabra, de pensamiento o de
obra. La ira es uno de los obstáculos principales para la meditación. Nuestra mente
no cesa de crear pensamientos generando
constantemente deseos que no se satisfacen o no lo hacen plenamente. Si los deseos no se cumplen, esta emoción que denominamos ira, genera un impulso violento
que altera nuestra deseable calma mental.
La ira distorsiona la realidad, confunde a
la mente y ralentiza la compresión y el
entendimiento disminuyendo nuestra concentración y nuestra memoria. Los estados
de ira debilitan cada una de nuestras células, tejidos y órganos ralentiza el funcionamiento de nuestra mente y por tanto el
discernimiento. Genera por tanto tensiones
físicas y mentales que no sólo nos afectan
a nosotros sino a las personas que nos
rodean. La ira perjudica notoriamente a los
sistemas anatómicos pero especialmente al
sistema respiratorio, al cardiovascular y al
nervioso. ¿Quién no recuerda este tipo de
alteraciones en un ataque de ira?
Quien controla la ira domina el resto de
sus emociones fortaleciendo su voluntad
poco a poco. De esta forma la concentración en el objeto o idea en el que estamos
fijando la mente es más fácil.
Como siempre la observación de los signos
de debilidad que desencadenan el arrebato de ira es nuestro primer trabajo.
Observa tu mente constantemente para evitar la ira dice Swami Sivananda.
Observa la posibilidad de irritación anticipándote a ella generando paciencia. La
paciencia es la esencia de la meditación.
Ante la irritación física o mental el silencio
evita que la emoción crezca, se desarrolle
y perdamos el control.
Habla poco. Si vislumbras la posibilidad
de la irritación en una conversación lleva
la atención a otro tema. No continúes
hablando. Si existe la más mínima posibilidad de alterarte, silencia tu mente.
Swami Sivananda recomienda incluso
salir de la habitación, si tu tendencia es a
la irritabilidad constante y beber un vaso
de agua fresca. Puedes caminar un rato
para evitar que la ira se desarrolle.
Mantener una dieta natural y vegetariana
permite, con el tiempo, generar ahimsa
mental, la no violencia de pensamiento,
palabra y acción y controlar, de esta
forma, la ira. Experimentarás la meditación
con más facilidad.
PERMANECER EN EL PASADO
No te extrañes cuando los recuerdos y las
experiencias del pasado asentadas en el
subconsciente afloren en la meditación. El
pasado tiene mucha fuerza en nuestro presente y no es fácil evitarlo, especialmente a
medida que pasan los años. En ocasiones
aparecen vivencias del pasado remoto que
dificultan nuestra concentración. En otras
ocasiones las vivencias recientes no dejan
que el silencio y la calma llenen nuestro
presente. Respira profundamente, concéntrate en la inhalación y en la exhalación
consciente, repitiendo tu mantra personal o
el mantra om y el pasado se irá disolviendo poco a poco.
Swami Sivananda en sus pensamientos
sobre las doce virtudes nos recuerda: “Ten
paciencia, voluntad diamantina e
incansable perseverancia. Los obstáculos son innumerables en este
gran viaje pero si te aplicas diligentemente al Yoga lograrás la calma
y la paz mental”●
CENTRO INTERNACIONAL DE
YOGA SIVANANDA VEDANTA DE
MADRID.
www.sivananda.org/madrid
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