Cadenas del agro reportan dificultades http://www.larepublica.com.co/noticia.php?id_notiweb=29927&id_subseccion=1&te mplate=noticia&fecha=2005-03-07_11:59pm Paola Ramírez Leaño Los problemas de las agrocadenas siguen, así lo denunciaron productores de arroz, algodón y maíz, los cuales están preocupados por la posición de los industriales frente a temas como la compra de cosecha nacional y precios. A pesar de que el Ministerio de Agricultura se ha preocupado porque cesen los líos que se han presentado en la mayoría de agrocadenas del país, las dificultades siguen y los agricultores, sobre todo de sectores específicos como el arroz, algodón y maíz, siguen intranquilos por el tema, que para muchos necesita un mayor compromiso por parte del Ejecutivo. En este sentido, se pronunciaron gremios como la Confederación Colombiana de Algodón (Conalgodón), Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz) y el Comité de Cerealistas del Valle, los cuales dieron a entender que definitivamente por un lado van los productores y para otro muy distinto los industriales. Uno de los problemas más graves que han tenido que sobrellevar los agricultores de las diferentes cadenas es el hecho de que los industriales se rehusen a comprar la cosecha nacional. Por eso, el gobierno se ha ideado instrumentos como el Mecanismo de Administración de Contingentes Agropecuarios (MAC), el cual busca, entre otros, que los empresarios absorban la cosecha del país. No obstante, según el presidente de Fedearroz, Rafael Hernández, este instrumento no ha funcionado adecuadamente, por lo menos en el caso del arroz, ya que aunque posibilita que se fije un contingente de importación, el compromiso de absorber la cosecha nacional por parte de la industria es prácticamente nulo. “Lo único que nos ha traído el MAC son perjuicios y yo creo que hay que estructurarlo de una forma en la que se vean los resultados”, puntualizó. A este respecto, el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Andrés Felipe Arias Leiva, aceptó que el mecanismo no ha funcionado para el arroz y anunció que por eso para este producto no se volverá a tener en cuenta. Así mismo, reveló que para las próximas subastas de maíz se va a limitar mucho más el plazo que tienen los industriales para comprar la cosecha nacional. “El MAC lo creamos por el bien de la cadena. El año pasado aprendimos que no funciona para el arroz, pero puede funcionar bien en cadenas como la de maíz, soya sorgo, yuca y alimentos balanceados”. “No fijaremos precios” Arias explicó que el MAC no funcionó en el arroz, porque, como ya se sabe, el país es autosuficiente en este producto. “Sería un contingente de importación muy bajito para soportar una gran cantidad de compra de cosecha nacional”. De otro lado, el jefe de la cartera agropecuaria manifestó que los agricultores han solicitado que el gobierno fije los precios con las subastas que se realizan dentro del MAC y a este respecto advirtió que el gobierno no lo va a hacer, ya que las cotizaciones las determina el mercado. El ministro explicó que el tema de las agrocadenas contempla dos problemas: uno a corto plazo y otro a largo plazo. El primero, según señaló, está asociado a una caída muy fuerte en los precios domésticos y al bajón que han tenido la tasa de cambio y algunos precios internacionales. “Cuando se cae el precio doméstico se reduce la cotización que le reconocen a cualquier agricultor porque nadie va a pagar por encima de lo que importaron. En ese orden de ideas para un agricultor es muy difícil soltar su cosecha o producción a precios tan bajos, por eso es que se genera la noción de represamiento o estancamiento de las cosechas”. Agregó que este conflicto se presenta porque en Colombia las personas no están acostumbradas a que los precios caigan. “Venimos en una gran tradición de inflaciones y devaluaciones que hacen que todo el mundo piense que los precios tienen que subir”. A pesar de todo esto, Arias dijo que se está trabajando cadena por cadena tratando de evacuar la cosecha a los precios del mercado y ajustando algunas variables en el MAC. En cuanto al problema de largo plazo, el funcionario afirmó que hay un fenómeno que tiene que ver con las posiciones dominantes de mercado y los abusos de éstas por parte de algunos eslabones. “Eso es muy difícil de atacar, ya que aquí no existen herramientas o instrumentos para hacerlo. Por eso, estamos trabajando en un proyecto de ley de competencia que le dé un poco más de dientes al gobierno para regular e intervenir cuando se den esos abusos”. No obstante, a este respecto el presidente de Fedearroz dijo que la ley de competencia tendrá mucha importancia, pero si queda bien hecha, es decir, si realmente tiene “los dientes suficientes para que pueda haber correctivos en un momento dado. Si reposa como letra muerta, para nada nos servirá”. Algodón Luz Amparo Fonseca, presidente de Conalgodón, aseguró que la cadena algodónfibras- textil- confecciones está muy fragmentada en los diferentes eslabones y que esto se debe fundamentalmente a un proceso creciente de importaciones. “En el caso del algodón, la demanda interna crece al 1 ó 2 por ciento anual, mientras que las confecciones del país están creciendo a unos ritmos del 30 por ciento”. Agregó que en este orden de ideas los algodoneros no se han visto beneficiados con el crecimiento de las exportaciones de confecciones. “No estamos viendo las ventajas ni en términos de volumen de crecimiento de la demanda por la fibra, ni en mejores condiciones en la compra de la cosecha. Al contrario, hay una gran presión de los eslabones industriales para que el precio del algodón en el mercado interno sea por debajo de lo que le cuesta a cualquier industrial importar algodones subsidiados de Estados Unidos”. De acuerdo con Fonseca, los mecanismos que tenía el país para proteger la agricultura como son las franjas de precios y los instrumentos de absorción de cosechas, entre otros, se han ido perdiendo y debilitando progresivamente. “En líneas generales, la posición de la industria textil confecciones es la de ejercer una enorme presión, con el fin de que se desmonten todos los mecanismos de protección a la agricultura nacional, para así dejarla expuesta a las distorsiones de los mercados internacionales causadas por los subsidios de los países desarrollados”. Dijo que aunque no se ha dejado de vender ni una paca de algodón, ante un crecimiento del 60 por ciento de la oferta se redujo el precio interno en aproximadamente 3 centavos de dólar por libra. Agregó que es claro que el gobierno no puede ni tiene las herramientas para obligar a la industria nacional a comprar las cosechas nacionales. En este sentido explicó que aunque se aumentó el arancel de importación, la industria tiene acceso a cupos del Plan Vallejo, los cuales no se pueden quitar de un día para otro. Cabe señalar que mediante este plan los industriales pueden importar con cero arancel. Por último, Fonseca dijo que es necesario que se fortalezca la legislación nacional y la reglamentación de control a las posiciones dominantes en la compra de productos agrícolas o en la venta de insumos. “No consideramos que se deba sacrificar al algodón y las materias primas agrícolas por cuenta de un Tratado de Libre Comercio (TLC) o un segmento exportador que deja poco valor agregado al país”. Maíz Los cultivadores de maíz del suroccidente colombiano, en tanto, continúan pasando una situación crítica, debido a que no hay posibilidades de comercializar sus cosechas. La semana pasada el Comité de Cerealistas del Valle solicitó al Gobierno Nacional suspender temporalmente las importaciones de maíz amarillo hasta que se venda la producción local que está en bodegas y que asciende a 20.000 toneladas, pero aún no han obtenido respuesta alguna. Más de 100 cultivadores del Valle mostraron su inconformidad con esta situación que afecta aún más la agricultura de la región y en este sentido hoy se enviará una nueva comunicación al Ministerio de Agricultura exponiendo nuevamente la gravedad del tema, pues la industria que consume maíz amarillo no está comprando el producto local. Además de esta problemática, los agricultores se enfrentan a otra dificultad como es el surgimiento de una nueva plaga que ataca al maíz y el sorgo, por lo que el ICA declaró la emergencia sanitaria para evitar que los cultivos en proceso se pierdan o se propague aún más. La otra cara Posición de Induarroz Luis Fernando Forero, presidente de Induarroz, aseguró que las cadenas deben ser un escenario para la discusión de los temas estructurales del sector y que en este sentido “es fundamental sentarse a trabajar sobre los puntos en común, para que así las diferencias no nos polaricen más”. Agregó que debe existir una clara interpendencia entre agricultores e industria. “Debemos tener una pelea común máxime cuando está de frente el TLC”. Dijo que en cuanto a este tema se está buscando llegar a un acuerdo de cadena para poder presentar una posición unificada al gobierno sobre el tratamiento que se le debe dar al arroz. De otro lado, dijo que, a su juicio, la discusión del precio es lo que ha impedido que las cadenas puedan evolucionar. Señaló que para los industriales es claro que mientras se tengan suficientes existencias de arroz no habrá necesidad de importar y traer arroz de otras partes. “Hoy tenemos suficientes inventarios para cubrir el primer trimestre”.