China quiere ser ecológica Las autoridades han

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China quiere ser ecológica
Las autoridades han aprobado planes para reducir la
contaminación, potenciar las energías renovables y
conservar su riqueza natural
China: un país con un crecimiento económico espectacular, pero una
conciencia ecológica escasa. Así es el primer emisor mundial de dióxido de
carbono (CO2), caracterizado por los vertidos tóxicos que amenazan al
medio ambiente y la salud, el tráfico ilegal de especies... Frente a estos
problemas, las autoridades han puesto en marcha diversos programas para
reducir las emisiones contaminantes y promover las energías renovables, la
construcción de edificios sostenibles y la conservación de la naturaleza. Los
problemas medioambientales son globales y, si China mejora, todos
mejoran.
- Imagen: Gethin Hill China supera desde 2008 a Estados Unidos (EE.UU.) como primer emisor
mundial de CO2, uno de los principales gases de efecto invernadero. Así lo
reconocen las principales agencias de desarrollo y energía chinas en su
informe "2050, Energía y Emisiones de CO2 en China". Era cuestión de
tiempo: la demanda de electricidad de este gigante asiático crece a un
ritmo de un 10% cada año. Por si fuera poco, el 80% del combustible
utilizado para lograr este incremento es carbón. Desde China se recuerda
que mucha de esta energía se utiliza para crear productos comprados en
EE.UU., Europa y Japón.
China quiere lograr que en 2020 el 17% de su electricidad provenga de
energías limpias
Los responsables del estudio han resaltado la necesidad de reducir estas
emisiones, y las instituciones chinas parecen receptivas. Ésta es la
conclusión que se deduce de varias iniciativas planteadas, en algunos casos
más ambiciosas que las de los países más desarrollados. China firmó el
Protocolo de Kyoto en 1998 y lo ratificó en 2002, algo que no hizo EE.UU. El
plan nacional chino de reducción de emisiones se propuso disminuir para
2010 el consumo de energía por unidad de PIB en un 20%. La Unión
Europea se planteó una medida similar, pero para 2020, mientras que en
EE.UU. el objetivo es menor.
China ha dado también a conocer un plan para desarrollar las energías
renovables en la próxima década. El presupuesto asciende a unos 300.000
millones de euros (el plan de estímulo económico del actual Gobierno
estadounidense dedica unos 55.000 millones al apoyo de estas energías). El
objetivo es lograr que en 2020 el 17% de la electricidad provenga de
fuentes limpias. El plan incluye a la energía nuclear y a los biocombustibles.
Energías renovables
El potencial de las energías renovables en China es inmenso. El país podría
alimentar sus necesidades de electricidad en 2030 con energía eólica, según
un estudio de la revista Science, elaborado por expertos de la Universidad
estadounidense de Harvard y de la Universidad china de Tsinghua. Los
investigadores se basan en el actual ritmo de crecimiento de la eólica china
(más del 50% anual sobre la década pasada), el más alto del mundo. El
mayor parque eólico del mundo se ubica en Yumen, en la provincia de
Gansu. Según la Asociación de la Energía Eólica China (CWEA), en 2008 el
viento generaba en este país 12,2 gigavatios (GW); en 2009 podría llegar a
los 20 GW. Ocupa así el cuarto lugar a nivel mundial, después de EE.UU.,
Francia y España.
- Imagen: Jóvenes Verdes El resto de renovables no quiere quedarse atrás. En 2019, China podría
contar con la central solar fotovoltaica más grande del mundo. La empresa
norteamericana First Solar y el Gobierno chino han firmado un reciente
acuerdo para construir en la ciudad de Ordos, en el desierto de Mongolia,
una instalación de 11.950 megavatios (MW) fotovoltaicos. Según los
responsables de First Solar, la planta será capaz de suministrar electricidad
para tres millones de hogares. Y no es el único acuerdo entre ambos países:
EE.UU y China han anunciado su intención de crear un centro de
investigación conjunto para el desarrollo de las energías limpias.
El país es también estratégico porque produce el 93% de los elementos de
tierras raras del mundo. Las reservas globales de estas sustancias,
imprescindibles en la mayor parte de las tecnologías renovables, se
encuentran en territorio chino.
La organización The Climate Group señala en su informe "La II Revolución
Limpia: oportunidades de China para un futuro de bajo carbono" que las
empresas especializadas en renovables se encuentran entre las principales
productoras mundiales de aerogeneradores y paneles solares: el 40% de la
tecnología fotovoltaica mundial procede de este país.
Algunos episodios de vertidos tóxicos han causado violentas protestas de la
población afectada
España es uno de sus principales objetivos. El Gobierno de Cantabria ha
anunciado que Sky Global, perteneciente a Shangai Electric, abrirá en 2011
una planta de fabricación de módulos fotovoltaicos en el Ecoparque
Campoo-Los Valles de Mataporquera. Se espera una inversión de 14,5
millones de euros y la creación de 465 puestos de trabajo. Pero no sería la
primera empresa china del sector en asentarse en España: Unitec Europa
cuenta con una fábrica en Tafalla (Navarra) y otras empresas chinas han
anunciado su idea de entrar en el mercado español.
El biogás es otra de las apuestas públicas. Gracias a diversos programas
para el aprovechamiento y reducción de los residuos agrícolas y ganaderos,
se calcula que a finales de 2008 había 31 millones de hogares que utilizaban
biogás para la cocina y la calefacción.
El informe The Climate Group recuerda que China es ya, por delante de
EE.UU., el mayor mercado de automóviles del mundo. Los vehículos
eléctricos resultan una opción interesante: 13 ciudades se han sumado a un
plan gubernamental para comprar 13.000 coches eléctricos este año y se
espera que en 2011 se podrían manufacturar medio millón. Empresas
locales como Chery o BYD aspiran a vender sus modelos en todo el mundo.
Los responsables del estudio también destacan los avances en el apartado
de la eficiencia energética y la construcción de edificios. Para 2010, China
ha establecido que todos los edificios nuevos tengan un estándar de
conservación de la energía del 50%, que asciende al 65% en algunas
ciudades importantes. El país se ha convertido en un banco de pruebas
ecológico
para
los
principales
diseñadores
del
mundo.
El
estudio
norteamericano de arquitectura NBBJ ha diseñado el proyecto del nuevo
estadio Dalian Shide. El edificio se recubrirá con paredes vivas, aprovechará
el agua de lluvia y las energías renovables.
Lucha contra la contaminación
En mayo de 2008, el Gobierno chino aprobaba una ley para garantizar la
transparencia informativa en el tema de la contaminación. No obstante, un
reciente estudio elaborado por científicos y varias ONG indicaba que sólo
cuatro de 113 gobiernos locales ofrecen datos como la ley exige.
- Imagen: Steve Webel La concienciación ciudadana es clave en esta cuestión. Los chinos son cada
vez menos tolerantes con la polución, y las autoridades empiezan a
percatarse. El Ministerio de Protección Medioambiental chino reconoce que
algunos episodios de vertidos tóxicos han causado violentas protestas de la
población afectada. En algunos casos, las enardecidas reivindicaciones han
obligado a cerrar plantas químicas, como la del condado de Xianghe, y un
juzgado de la provincia de Guizhou aceptaba en fechas recientes la que
podría ser la primera querella contra el Gobierno por un tema de
contaminación.
Las empresas son también otro actor importante. Según la Organización
Internacional para la Estandarización (ISO), China cuenta con la mayor
cantidad de empresas bajo la norma medioambiental ISO 9001.
Algunos expertos hablan del "efecto olimpiadas" para explicar los avances
en la lucha contra la contaminación. La prohibición de las bolsas de plástico
delgadas en China no ha impedido su utilización total, pero podría haber
descendido entre un 10% y un 66%, según distintas fuentes.
Conservación de la naturaleza
Las instituciones se esfuerzan en proteger la biodiversidad de su país. La
medicina tradicional y la venta de productos afrodisíacos han puesto en
peligro a diversas especies. Para combatir este problema, China se
encuentra desde 1981 dentro del convenio CITES, que lucha contra el
tráfico ilegal de especies. Algunos expertos aseguran que esta práctica se
ha reducido en gran medida en las últimas dos décadas.
La protección de los entornos naturales también ha mejorado. En 2006, el
Gobierno chino ratificaba la Convención sobre Contaminación Marina por
Vertidos de Residuos y otros Materiales. Además, más del 15% de la
superficie del país se encuentra protegida con miles de reservas naturales y
parques nacionales. Las autoridades han logrado
la aprobación del
Santuario del Panda Gigante como Patrimonio Natural de la Humanidad.
Dificultades que se deben superar
A pesar de los avances, China podría hacer mucho más para conservar su
naturaleza y luchar contra los problemas ecológicos globales. Los expertos
recuerdan que todavía es un país en vías de desarrollo, con los
consecuentes problemas que este hecho supone. El desarrollo de las
energías renovables podría verse muy limitado si no se mejora la calidad de
los aparatos. Algunos aerogeneradores han fallado poco después de ponerse
en marcha. La red eléctrica no conecta a las ciudades con los lugares de
generación de las renovables, por lo que tampoco se aprovechan. La
cooperación internacional resulta clave para un desarrollo sostenible de
China, que beneficiaría al medio ambiente de todo el mundo.
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