-—Y su marido, ¿se conserva bien? —Sít señor, admirablemente

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-—Y su marido, ¿se conserva bien?
—Sít señor, admirablemente: hoy hace diez y nueve años que lo enterramos.
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PUBLICACIÓN SEMANAL DE OBRAS TEATRALES
LÉALA V. TODOS L O S SÁBADOS
Dará a conocer a sus lectores todas las obras que se estrenen con éxito, inmediatamente después de su estreno. Colaboración d los mas insignes comediógrafos españoles.
Ilustraciones de los más distinguidos artistas. Cubiertas en colores. Magnífica presentación.
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Administración: RIVADENEYRA (S. A.) -Paseo de San Vicente, 20.—Madrid.
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Publica todas las semanas, como mínimo, 16 grandes páginas 5
profusamente ilustradas en huecograbado.
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Editado en
TODOS LOS AFICIONADOS AL «CINE» DEBEN LEER
RIVADENEYRA
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Paseo de San Vicente, 20
J - f A r A H A / * . * - » ! - * / * .
MADRID
QUE CONSTITUYE LA VERDADERA- CUIA DE LA CINEMATOGRAFÍA MUNDIAL
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jjj
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rica, Filipinas y Portugal: semestre, 7 pesetas, a l o , 12.—Extranjero: semestre, 11 pesetas; año, 20. 5
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•ipción: Madrid, provincias y posesiones españolas: semestre, 8 pesetas; año 15.—América, Filipinas y Portugal:
'ortuRal: semestre, 9 pesetas; año, 17.—Extranjero: semestre. 20 pesetas; año, 36.
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S
ñllllllMiniIlllllIlllllllllMIIIIIIIIIIMIIIIIIIIIIIUIllllllllllllllllllllllllHlllillllllllllUtUrilllMIIIIIIIMIIIIIIIIIIIIIIlilllllllllllllllllllllllllllr
Año II
Madrid, 7 de abril de 1928
LA
LECTURA
HISTORIETA
DEL
DE
CRIMEN
K-HlTO
Núm. 45
GUTIÉRREZ
Después del viaje a Valencia
LA PEÑA GUTIÉRREZ
DIRECCIÓN GENERAL
HE
CUENTAS ATRASADAS
Nagoclado dt Incobrable».
Excelentísimo señor:
Tengo el honor de acusar recibo a T. E. de los dos
nombres de moscas que se ha dignado lanzar al dominio
del público: la «ophira cadaverina» y la «caliphora vomitoria».
ínterin se decide si es conveniente o no el piropo,
el jefe que suscribe, excelentísimo señor, ha lanzado,
con éxito, éste a una morena simpaticota ella: ¡Qué
lástima que esos ojos se los vaya a comer la «caliphora vomitoria»!
Pero esta visible amplitud de cultura que debo a
V. E. me sumerge en una honda preocupación.
Hasta ahora creía que sólo unos gusanitos se cebarían en mi pobres restos. La cosa, en sí, no tenia gran
importancia; pero ya resulta que hay dos clases de moscas que figurarán entre los comensales. ¿Quién ha circulado las invitaciones? ¿Quién leerá a los postres
los nombres de los adheridos? ¿Habrá brindis, excelentísimo señor?
Se trata, por lo visto, de un banquete en toda regla, al que, de buen grado, excusaríamos nuestra asistencia.
Ha sido siempre para el firmante «casus belli» la intromisión de las moscas en sus habitaciones particulares y ha procedido contra ellas violentamente, armado
de una gomita cuando confundían un cristal del balcón
con el límpido azul del cielo.
Entre las moscas se han debido tomar acuerdos graves contra el Jefe que suscribe, cuya aplicación deben
reservar para ei día que pase a mejor vida.
¿Qué hacer, excelentísimo señor, para librarnos, al
morir, del voraz apetito de la «ophira cadaverina» y de
la <caliphora vomitoria»? ¿Será preferible regalar
nuestro cuerpo a los pobres? ¿0, en otro caso, pedir a
nuestros deudos que nos entierren envueltos en papel
cazamoscas?
V. E., con su superior criterio, resolverá.
Dios guarde a V. E. muchos años.
Madrid, 7 de abril de 1928.
Ei Jefe del Negociado de Incobrables,
Excmo. Sr. Doctor D. Tomás Maestre.
Recibimos la siguiente carta:
"Valencia, 22 de marzo de 1928 —
Señor director de GUTIÉBBEZ. Madrid.
Muy señor nuestro: Nosotros, los
abajo firmantes, somos los que tuvimos el honor de haber estrechado su
mano, como asimismo la de sus
compañeros de viaje y redacción, en
el local de ha Semana Gráfica, de
ésta, en el momento en que este semanario hacía entrega de las copas
designadas a Tas mejores fallas, y en
cuyo balcón estaba sentado el y a
popular en Valencia, el gran GUTIÉRREZ, bailando a los acordes de la
música.
Nosotros estábamos en la calle, y
llevados por el entusiasmo valenciano
que dentro de sí llevamos, subimos a
dicha redacción para poder expresarles personalmente el gozo y la alegría que sentíamos al ver el esfuerzo
de ánimos por ustedes realizado al
venir en autocar a esta Valencia que,
aunque pequeña, es muy grande de
corazón, pues sabe acoger con cariño
a aquel que con cariño le corresponde.
Una vez arriba nos sentimos satisfechos de haber subido a saludarles,
por lo atentamente que usted se portó con nosotros, a quienes no conocía, presentándonos a todos sus compañeros de viaje y ver nosotros lo
contento de sus semblantes que al
estrechar nuestras manos resplandecían de satisfacción.
Pocos momentos después, al encontrarse ya en la calle, uno hizo la observación de que habíamos cometido
la falta de respeto más grande que
puede hacerse, y al preguntarle cuál
era, nos contestó: "¡No hemos saludado a GT'TTÉRREZ, que estaba en el
balcón!"
Como admiradores que somos de
GUTIÉRREZ, y para conmemorar su
hazaña de la venida a Valencia, nos
hemos propuesto hacer una peña que
se titule "Peña GUTIÉRREZ", y nombrar como presidente honorario a usted, señor K-Hito.
También hemos pensado hacernos
aínas insignias, en las que se vea la
simpática figura de GUTIÉRREZ, y cada
miembro de la peña llevará una letra
del citado nombre, y como somos
amigos muy unidos, pues casi sienv
pre vamos juntos, causará la intriga
•y admiración de los demás compañeros.
Esperamos habrán quedado altamente satisfechos del recibimiento
QUTIERHE2
que se les lia dispensado, y deseando
haya sido grata su estancia en ésta,
hacemos votos para que el año que'
viene vuelvan a esta tierra, que sin
patraña de ninguna clase (pues ustedes ya lo habrán visto) da el corazón, como asimismo todo lo que posee
a aquellos a quienes aprecia
Y para punto final (tápese' bien los
oidos, pues somos ocho) gritamos:
¡Viva Madrid! ¡Viva Valencia! ¡Viva
el arroz!
Presidente, Blay; Carmelo Pardo;
Antonio Blay; Francisco Goda; Manuel Massó; José Orcste; F. Granc?ia; Vicente Tarín.
DE LA INMORTALIDAD
También llega al Negociado de Incobrables otra carta de la ''Peña
los 13", de Valencia, que no insertamos por estar ya compuesto el número, nombrando Presidente honorario de la misma a GUTIÉRREZ.
Muy agradecidos a todos, nuestro
ilustre jefe les envía su burocrático
saludo.
AL ALTO ASIENTO
De izquierda a derecha; en pie: Camón, Roldan, Shuw, Martínez, Anglada, Augusto, Díaz, Moñones y Roberto,
presidente honorario y entrenador. De rodillas, por malos, Hernández, M. de Ron y Vaquero.
He aquí los elementos que integran el "Gutiérrez, F. C•". deseosos de habérselas con los Clubs madrileños que
se atrevan a ello. Basta con dar un telefonema a nuestra Redacción..., y se han caido con todo el equipo.
EL "GUTIÉRREZ, F. C."
Sobre los corazones de estos Muchachos pletóricos de juventud y
bríos, la efigie de nuestro ilustre jefe
luce multicolor. Es el "Gutiérrez,
P. C.", equipo futbolístico acabadito
de sacar del horno.
El de la derecha, con traje de
pana y cigarrillo de cincuenta, es
"Roberto". "Roberto", además de
descollar notablemente en el arte
pictórico, no tiene precio en la "pata
Charlot". Y lo han nombrado entrenador, resolución que, como se ve, le
preocupa hondamente.
El equipo tiene su correspondiente
himno, con la música de la canción
Valencia, que no publicamos porque
nos dedica algunos elogios y no nos
gusta darnos importancia después de
las comidas.
El campo del "Gutiérrez, F. C." es
sencillamente el campo del honor. El
portero es. de librea, los delanteros
hacen filigranas con el balón y el
capitán araña.
A ver; /.dónde está 2íamora2<¡¿Va
a dedicarse 'definitivamente al" Juego
de pelota a pala? ¿No será el momento oportuno? -Meditemos.-
GUTIErtREZ
BALDUQU E
"RECORD" DE DURACIÓN
MÉDICOS Y GEÓLOGOS
¡VAYA UN LIO!
SE ACABA EL PIROPO
EL QUE A HIERRO MATA...
LA MOSCA LO SABE
MÚSICA NUXJ-RA
os capitanes Jiménez .e Iglesias han permanecido en el aire durante veintiocho horas seguidas, batiendo el record nacional de duración.
Esto sí que no. El record de duración lo han batido los artículos de
primera necesidad, que están en las nubes desde hace más de diez años.
* **
os geólogos dicen que los cadáveres no se pudrieron allí.
Los médicos, que sí se pudrieron y que se trata de párvulos.
Otro médico, que uno de los cadáveres no es de un párvulo, sino de
una persona de diez y seis años.
Aquí de La verbena de la Paloma:
L
L
"... hoy las ciencias adelantan
que es una barbaridad."
* **
N pastor se convierte en poeta.
Un torero estrena una obra.
Los escritores exponen obras pictóricas en ei "Heraldo".
"Los médicos, artistas."
Esperamos de un momento a otro que Benavente haga una operación quirúrgica, ,que Casimiro Ortas tome la alternativa y que
Uzcudun debute como tiple de Price.
* *#
UIEREN suprimir el piropo, castigándolo con multas.
Si así lo hacen, se darán casos como el de alguno que se dirige a un guardia y le dice:
—Ouardia, tenga la multa, que le voy a decir un piropo a aquella
señora que viene por allí.
* **
OR cierto que con esta inimovación se dará el caso de que los
"castigadores" serán castigados.
El que a hierro mata...
U
Q
P
:;: * *
OLVÍEXDO a lo de las niñas desaparecidas, resulta que los médicos
se han valido de la mosca "ophire cadaverina" para determinar
la data de la muerte.
Aquí se puede hacer la parodia de la parodia de la "Sonatina" de
Rubén.
¿Qué tienen los huesos?
La mosca lo sabe,
¡qué cosa tan triste!
¡quó cosa tan grave!
V
* ^ *
N Australia han prohibido la entrada de músicos de la raza negra.
SI oyeran la música de algunos blancos de por aquí, es posi!*le
que la de los negros les pareciese buena.
E
El cliente, indignado.—Me podía
quejar de todo, ¡pero esta manga!...
El sastre, disculpándose—¿Supongo que usará usted reloj de pulsera?
EN
ALDEGRATIS
Monumento a un filántropo
El jueves pasado trató de descubrirse la estatua ecuestre que se ha
erigido en Valdegratis de la Cuestapoco al gran filántropo D. Abdón
Duro, Duro y Duro, que ha regalado
unas escuelas al aire libre a su ilustro pueblo, con lo que le sobra de lo
que ha traído de América.
Pero como la obra no estaba terminada, pues para mayor propiedad
el traje de la estatua es de veras, y
el sastre no lo había terminado—como siempre—, se suspendió para el
viernes el festejo, rechazando, por no
serle molestos, el ofrecimiento de don
Abdón, que queiía ponerse él, aunque fuera.
De hermoso se puede calificar, sin
miedo a la censura, el acto celebrado
el viernes,
A la voz de "Alirón, tira del cor
don", una nieta de D. Abdón se puso
bruta y dijo que ella no tiraba. ¡Pobre nenita!
A la segunda voz de "Alirón, tira
del cordón", el alcalde tiró demasiado
fuerte y se rompió el bramante.
A la tercera voz de "Alirón, tira
del cordón", el propio D. Abdón, que
ya estaba nervioso, tiró, y a poco se
echa encima los mármoles, que vacilaron.
Hermosa estatua, hecha con dos
bloques de mármol, ambos "carraras". Y aunque el escultor es torpe y
pedestre, no se vaya a confundir la
estatua con unas "carraras" pedestres.
GUTIÉRREZ
Procedióse inmediatamente a quitar
las etiquetas de la levita, con unas
tijeras; faena de la que se encargó
la esposa del propio Duro, muy de
su casa.
La levita le está muy bien. Realmente está hablando. Los pantalones
tal vez un poco caídos. Las botas son
modelo "Campoamor". Es decir, como
las que el poeta tiene en el Retiro
(Que no está mal vestido tampoco )
El viento se le llevó el sombrero
encargándose el Sr. Duro de ponerle
unos papeles entre la badana para el
día siguiente.
La banda ejecutó una selección de
Don Juan Tenorio, como cosa muy
oportuna por lo de las estatuas. Y
luego el alcalde habló en nombre de!
Pueblo, dando las g r a c i a s p o r , a es_
cuela al aire libre, que es un solar
que tiene en venta D. Abdón Duro.
Dijo que las estatuas de tan hábil
y adiestrado filántropo serían siempre
ecuestres, porque es el hombre que
hace cada obra de caridad, sin importarle que cueste lo qu'ecueste.
Fue muy aplaudido.
El Sr. Duro dijo que el motivo ele
haberse pagado él la estatua, no era
otro que el de evitar el ser costoso
a nadie, y que estaba tan agradecido
al pueblo, que le iba a regalar para
la calle Real unas placas que digan
"Calle de Don Abdón Duro y señora.
Propietarios".
Procedióse luego a quitar la levita
nueva a la estatua y poner una usada de D. Abdón. Con lo que terminó
el simpatiquillo acto.
VISION DE LA FIESTA
Pascua de Resurrección;
suena el vibrante clarín;
se abre el temido portón,
¡a mí, plin!
La plaza el público llena
porque la afición no falta;
un saltamonte en la arena
tras una máscara, salta.
,
Una chula con mantilla
y dos flores en el moño,
deglutiendo una pastilla
legítima de Logroño.
Fiesta de sol y alegría,
fiesta castiza y valiente,
que dijo una tía mía
que se murió de repente.
El becerro a un torerillo
le rasga la taleguilla
y aparece un calzoncillo
que es de bayeta amarilla.
La cogida, aparatosa.
Un vecino en la meseta
se compra una gaseosa
y la vierte en tu chaqueta.
Fiesta notable y bravia
donde la tragedia flota,
que dijo otra tía mía
que está mal de la pelota.
El torero, con arrojo,
hace a la fiera papilla
y entonces le guiña un ojo
la chula de la mantilla.
En este momento notas
que hierve tu sangre hispana,
mientras, el de atrás, las botáis'
se limipia en tu americana.
Espectáculo prolijo
de luces y algarabías
(esto no sé quién lo dijo,
porque no tengo más tías).
El (por entablar conversación)- ¿Y a usted no le duele
el estómago?
Ella.—No.
El.—¡Qué lástima! ¡Yo que sabía un remedio infalible!
Los días de pago en nuestra Redacción (Paseo de San Vicente, 20)
son los lunes, de 6 a 8.
GUTIÉRREZ
ARGUMENTOS
DE PELÍCULAS
'CARNE DE BÚFALO" EL TERROR DEL RANCHO
Cinedrama del Oeste, en cuatro partes.
PRIMERA PARTE
zas de ganado vacuno, propiedad rural muy famosa en toda América (1).
En el vasto territorio de Amona,
David Pickman vivía con su hija
donde el viajero encuentra cantida- Patsy, tan linda muchacha como buedes prodigiosas de polvo, existe un na mecanógrafa, y ambos eran felirancho verdaderamente nutritivo.
ces montando a caballo, numerando
Es el rancho denominado Las mil reses y cazando langostas* a lazo.
y pico de cabezas de ganado vacuno.
Al anochecer, padre e hija solían
Se halla orientado a Poniente y tie- sentarse a la puerta del rancho y conne una gran puerta para entrar y templaban el horizonte crepuscular;
salir.
por las mañanas contemplaban el
Este rancho pertenece a David amanecer, y a continución se lavaban
Pickman, hombre corpulento que en minuciosamente las manos.
su juventud hizo todo lo posible por
Eran felices.
ser barítono, sin conseguir llegar en
Fin de la primera parte.
su carrera más que a los alrededores
de Jersey City, donde cayó rendido
SEGUNDA PARTE
de cansancio. Como David Pickman,
firme en su idea, recorría los camiUn día, a orillas del Red-R.iver se
nos entonando, mejor dicho, desento- detuvieron ochenta caballos por falnando romanzas milanesas, y como ta de gasolina. Los ochenta se hallaademás carecía de cédula personal, al ban en el interioi de un Buiek y de
ser detenido por la Policía fue califi- ól saltó pronto al suelo, torciéndose
cado de "indocumentado vociferante", un pie al saltar, el sheriff Richard (2).
y con esa clasificación entró en la
Padre o hija vieron al sheriff con
cárcel, donde permaneció treinta años, gran alegría y dispararon sus revólindudablemente molesto.
vers.
Richard les explicó rápidamente
Fue al salir de la cárcel—porque
estando en la cárcel le había resulta- que el repugnante y mal afeitado
do imposible—cuando Pickman se bandido Edgar Wallace, conocido por
trasladó al pequeño poblado de NewLlámase asi a una de las cinco pargrey, en el Arizona; y como en rea- les(1)delAmerita.
Mundo; se extiende de N. a S., entre los
lidad no se llevaba bien con los ha- océanos Atlántico y Pacífico y está habitada por
personas.
bitantes del poblado, puso rancho algunas
(2) Sherill, juez de paz. con carácter policíaco.
aparte.
La gente maleante les conoce de lejos porque todos
llevan bigote blanco, y gracias] a eso, los sheri/ls
Así nació Las mil y pico de cabe- casi nunca'detienen a nadie.
—¡Qué barbaridad! ;¡Qué de-sastres hay en Madrid!!
"Carne de Búfalo", merodeaba cual
hiena por los alrededores del rancho.
David Pickman y su hija, al conocer la noticia, dispararon, sus revólvers.
Pero unas nuevas palabras del sheriff los levantaron en vilo. De aquellas palabras se deducía que "Carne
de Búfalo" había jurado delante de
una imagen de San Luis del Senegal
que iba a preparar un golpe de mano
contra Pickman y que le robaría las
mil y pico de cabezas de ganado vacuno que daban nombre al rancho.
La idea de que "Carne de Búfalo"
iba a decapitarle mil y pico de vacas,
desconcertó a David.
Entonces disparó su revólver.
Fin de la segunda parte.
TERCERA PARTE
La dulce Patsy Pickman estaba
enamorada hasta el sostén (color
malva).
¿Quién era él? ¿Quién era el objeto de su pasión, eminentemente sajona?
Retrocedamos un mes para explicarlo.
Una tarde de primavera volvía
Patsy del poblado, adonde iba diariamente a tomar la emulsión Scott, y
su caballo se desbocó como un abrigo mal cortado.
Patsy pidió auxilio y disparó su
revólver.
Y de pronto, oportunamente, cuando ya el grácil cuerpo de Patsy iba
a caer en las aguas del Red-River,
un joven salió de entre las ramas de
un grupo de árboles genealógicos y se
lanzó en su socorro; cogióla de sus
largos cabellos, dio un vigoroso tirón
y le evitó una muerte cierta.
Patsy disparó su revólver y se desmayó.
A la media hora y treinta minutos
volvía en si y se sintió dulcemente
abrazada por el joven, que tenía en
sus manos los largos cabellos arrancados involuntariamente a Patsy.
— ¡Oh!—gimió
la muchacha—.
¡Gracias, gracias! ¡Me ha salvado
usted la vida y además me ha dejado
el pelo a lo garcon... ¡Graoias!
—¿Me ama usted?—indagó él.
—Con toda el alma.
Después de lo cual, se besaron con
ternura y dispararon sus revólvers.
Fin de la tercera parte.
GUTIÉRREZ
CUAKTA PAUTE
Desde entonces, Patsy no había
vuelto a ver a su salvador.
El anunciado ataque de los bandidos, capitaneados por "Carne de Búfalo", hizo lo contrario que las mujeres hermosas. Queremos decir que
no se hizo esperar.
Cierta noche, cuando acababa de
pasar el expreso, un nutrido grupo
de malhechores rodeó la estancia, haciendo que sus caballos se pusieran en
dos patas para que todo el mundo
comprendiera que eran los caballos
de unos bandidos del Arizona.
David Pickman se decidió a vender
cara su vida y pidió por ella 2.000
dólares. Los malhechores le ofrecieron 1.300. Discutieron. No lograron
ponerse de acuerdo y, al fin, unos y
otros dispararon sus revólvers.
La lucha duró dos días.
El slieriff no pudo acudir a poner
paz, porque le estaban haciendo un
traje.
(
El rumor de los disparos que se
cruzaban entre ambos bandos se oía
Esta semana ha publicado
La Novela Mundial
un original del gran escritor
ALBERTO
INSUA
titulado
Germana y su fox
Precio: 30 céntimos.
perfectamente en Nueva York. Pero
en Nueva Yok está siempre todo el
mundo tan ocupado, que nadie reparó en aquello.
David Pickman notaba aterrado
que se le acababan las fuerzas y los
cartuchos; sin embargo, contiuaba
disparando, ayudado por su hija, que
le cargaba la carabina y le cepillaba
el sombrero.
De improviso un hombre mandó
hacer alto el fuego y st colocó a la
puerta del rancho, grtando:
— ¡David Pickman y su hija están
bajo mi protección!
Aquel hombre era el hijo de "Carne de Búfalo".
Y el hijo de "Carne de Búfalo" no
era otro que el joven a quien amaba
Patsy.
Diez minutos más tarde se casaban.
Al año tenían un hijo y disparaban
sus revólveres alegremente.
Desde entonces en el rancho reina
la felicidad. "Carne de Búfalo" trabaja ahora para su nieto, y todo el ganado que roba en sus correrías lo
mete en el rancho de Pickman.
Hace poco cambiaron el nombre de
la posesión, bautizándola así: "Las
dieciocho mil cabezas de ganado vacuno".
Con este motivo hubo grandes fiestas en la estancia.
Y todos sus habitantes dispararon
los revólveres.
FIN DEL CINEDRAMA
Enrique .TARDIEL. PONCELA
I
—Papá, ¿te acuerdas que me ofreciste cinco duros si salía bien de los exámenes?
—Sí, lo recuerdo.
—Pues, papá; te he evitado ese gasto-
10
GUTIÉRREZ
VÍSITA DE ESCUELAS
lASVITOIOS
EL CORRAL DE GALLITO VI.—LAS
ESCUELAS SAMOT
médico, y me dice don Roiaualdo:
"Oiga, señor Samot; me duele mucho
la cabeza..."
Luis Bello—que con Artemio PreEntonces el niño que hacía de cacioso, Eugenio Hermoso y Picio, hacen
beza empezaba a gritar:
los únicos hombres más feos que
— ¡Ay, ay, ay!...
Pedro Mata—se dedica a visitar es—Muy bien. Esto va muy bien.
cuelas, que le inspiraron importanAhora iba don Romualdo en la platates crónicas para El Sol.
forma del tranvía, y le pisan un
Nosotros también hemos visitado
callo...
el corral de Gallito VI, que no es un
A estas palabras siguió un silencio.
corral de aves, sino una escuela tau—¿Pero no se queja nadie?
rina, donde se aprenden hasta los
1 un niño contesta:
toques de clarín, como en los cuarte—Es que se conoce que don Roles los toques de corneta.
mualdo iba leyendo, y no ha visto
Después hemos visitado las escuelas en cuál de los dos pies le han pisado.
Samot, cuyo maestro se llama Tomás,
—Perfectamente. Ahora vuelve el
y Que ha debido creer que Siurot no
médico, y don Romualdo le dice: "Me
es apellido, porque suena a apellido
alegro que venga usted, porque estoy
puesto al revés (Siurot: Toruís. Saf'astidiadísimo." "¿Qué le pasa?" "Que
mot: Tomás).
me duele todo el cuerpo..."
Sabido es que Bello se ha quejado
Entonces en el colegio se organiza
de que el profesor Siurot hace que
una algarabía de alegres quejas, que
cada niño represente una cosa; por
para qué les voy a contar a ustedes.
ejemplo: para estudiar Organografía,
Veo que se saben la lección.
un alumno es el hígado, otro el buche, Ahora, la Química. Usted es hidrógeotro la tripa, otro la primera costino, y su hermano Juan, también; y
lla, otro la segunda, otro la tercera...,
el señor Gutapercha, es el oxígeno.
como aquello de: "Yo soy el rata pri¿Qué hacen entre los tres?
mero." "Y yo el segundo." "Y yo el
—Agua.
tercero..." Lo mismo hace con el priEntonces se acerca otro alumno, y
mer mandamiento, el segundo, el
habla por lo bajo al señor Samot. El
tercero...
cual le contesta:
Con lo cual el niño sabe que su
—No. Usted ya no puede, porque
amiguito Ernestito es el estómago,
el agua es H2O, y ya están las tres
pero tuerce un poco la idea clara que
partes.
del estómago se le debía dar expli—Es que yo la cjiíiero hacar en
cándole la verdad exacta, si la saben
plural.
explicar bien.
— ¡Acabáramos! Vaya y no tarde.
El caso es que el procedimiento
Entremos ahora en la Geomeüía. Usdel pintoresco Sr. Siurot—el de las
ted es una circunferencia. El señor
crónicas pintorescas—lia sido seguido
Cascaras es la tangente. ¿Cómo hace
por Samot, maestro de Villabrida del
la tangente?
Concejal, y nosotros, aprovechándonos
El niño tangente pasa de prisa y
de que nuestro apellido, como el del
da un puñetazo en la espalda a la
Sr. Bello, tampoco asusta a los niños,
circunferencia.
hemos visitado su escuela.
-—¡Admirable! El cardenal será el
El Sr. Samot lo hace mejor que
punto de contacto. Ahora saben usteSiurot, y nosotros hemos visto lo sides que la secante es la recta que,
guiente con nuestros propios nidos:
no sólo toca, sino que corta a la cir— ;A ver, señor Gómez! Falte usted
cunferencia. El señor Edredón es la
al séptimo mandamiento—dice el pro- secante. ¡Venga pronto! ¡¡Pronto,
fesor.
pronto!! ;; ¡Ahúp!!!...
Y el señor Gómez se va al séptimo
El tal Edredón coge una navaja
colegial de la fila y le larga una tre- que hay especial en el colegio y se
menda bofetada.
lleva un pedazo de las culeras que
—-¡Muy bien; sí, señor!
había puesto a la circunferencia su
Después dijo:
madre; pero con la tela se lleva un
—Vamos a formar entre todos us- buen filete y todo.
tedes un señor llamado don RomualHay aplausos, entusiasmo y premio.
do. Usted es la cabeza, usted la mano
El señor Samot saluda como cosa
derecha, usted la izquierda, usted la
suya.
tripa—así les dio empleo a los treinta niños—. Y continuó: —Yo soy el
Luis GUAPÍSIMO.
Por la mañana.
'i
NOTA FINCA Y 1 ! !
2.°
Nicolás María Rivcro.
z
000
3.°
Después de Nochebuena.
ENERO
4."
Después de los toreros
espadas.
ARTÍCULO NOTA
SOLUCIONES
1.°
2°
3.°
4.°
5.°
¡¡Mi cWíesayunoü
Cedaceros. '
Enero está e 1 cuesta.
LÍIS tres niñas desaparescidas.
El sobresaliente.
VUSPOGIKUP
"La Farsa**
publica esta semana
LA MALA UVA
POR
Muñoz
Seca
y
\
Pérez
Fernández
II
GUTIÉRREZ
MIHDBA.
UN BUEN CORAZÓN,
POR
MIHURA
GUTII
12
Retratos al agua fuerte
TODO UN CARÁCTER
Abunda más de lo que se supone
en la especie humana el ejemplar,
que merecerla una inédita clasificación linneana, del hombre que tiene
el orgullo de mala condición con el
mismo gesto satisfecho con que un
asceta se pavonea de sus virtudes.
Que con tal de presumir de algo no
vulgar, hay ciudadano que se inventa un árbol genealógico calcado de
un texto de criminología patológica.
Así don Teodoro Ruipéroz, viejo y
socarrón, materialista a fuer de farmacéutico, soltero impeniteinte ¡por
gracia de egoísmo, presumía de ser
ta peor lengua que se había agitado
en toda la Andalucía guapa.
Así como unos presumen de esbeltos y otros de ricos o de graciosos, y algunos, exarcebando la originalidad, se confiesan de pagar puntualmente al sastre, don Teodoro se
jactaba de ser el maldiciente de peor
intención de todo el Sur de España.
En Valladares, su pueblo de orig6n
y sede de su farmacopea, la fama de
don Teodoro estaba bien cimentada.
Para él no había casada fiel ni mocita honesta, ni varón sin mácula, ni
autoridad proba, ni rico sin mancha
de latrocinio, ni anciano sin historial
sucio.
Sus amigos y tertulianos, no obstante la hospitalidad que la rebotica
Jes brindaba, renegaban de aquella
disposición a la injuria de don Teoloro:
•—¡Es mucho moler, compadre—
v.ecla el veterinario a su alter-ego el
médico—, que pa este chavó no haya
na sagrao bajo el sol! Soba más pellejos al cabo del día que un talabartero en un año...
.—Eso es—decía el doctor—porque
todavía no ha encontrado la horma
de sus borceguíes...
—¿Y quién va a hallr.rla? El tío
tiene más conchas que un galápago y
no se altera por na, y como ni tié
mujé, ni apaños, ni na que lo parezca, no hay por dónde meterle mano...
—Pues yo, si los demás de la tertulia me ayudaran, era capaz de darle un escarmiento. Algo que, por referirse a él, le doliera mucho...
—¿Y de quién vamos a decir na
en el pueblo que él no lo haya dicho
jraT...
—Hombre; verá usted: ¿quién es
la mocita más inocente, la que no
puede dar sospecha a ese mala lengua?
—Home. ¡Como no sea una recién
nacía!...
—No tanto. Pero pongamos, por
ejemplo, la sobrina de don Teodoro...
—Pero, señor, si es una chiquilla.
¡Si hace una semana que ha tomao
la primera comunión! ¿Quién le va
a inventa ná a ese ángel, que, a to
tirar, no llegará a los trece años?...
—Pues por eso precisamente; mientras más monstruosa e increíble sea
la cosa, más le indignará. Y así, tratándose de su propia sobrina, le servirá de lección...
Confabulados los tertulianos para
escarmentar a don Teodoro, al día
siguiente se presentó el médico en la
rebotica tremante de indignación:
-—Señores—barbotaba fingiendo suprema alarma—. ¡Vengo escandalizado! ¡Qué monstruosidad! ¡Qué infamia acabo de ofr!
—¿Qué es ello?—interrogó el boticario, celoso de que hubiera una maldad en el pueblo desconocida por él.
—No me atrevo a decirlo. ¡Es una
canallada! ¡Nunca creí que el veneno
de la calumnia pudiera llegar a eso!
i—¡Pero reviente usted, hombre dt
El cocinero-—Señorita, toque usted con menos yioleneia, q
?RE2
Dios!—le gritó el boticario mártir
por la impaciencia...
El médico consultó con la mirada
a los contertulios, y balbució:
—Verá usted, don Teodoro. ¡Creo
que es un deber de amigo el que
usted lo sepa! ¡Para que vea adonde
puede llegar una mala lengua!
Hizo una pausa y soltó la bomba:
•—¡Pues me han dicho que su so-
13
brinita de usted, la hija de su hermano, esa criatura, ese ángel... ¡está
en vísperas de ser madre!
Y cuando todos esperaban un estallido de furias en el boticario, éste,
con un aire de sorprendida ingenuidad, preguntó:
—Pero..., ¿otra vez?
Don Teodoro era todo un carácter.
Juan FERRAGUT.
En el palacio de Amiconselz.
LOS SALMONETES DEL VIERNES
El viernes pasado se celebraba una
comida en casa de los duques de
Amiconselz, a la que asistieron la
Princesa doña Marina, acompañada
por su dama la señorita Margara Botijo de Onís, los marqueses de Seisdoble, el general Muelaparda y otios
marqueses y condes de menos importancia.
A la hora de los pescados, qus
eran...—¿cómo se llaman esos pescados sonrosados? ¡Ah sí!—salmonetes,
los criados se confundieron, y en vez
de empezar por doña Marina—quu era
la más indicada para el pescado—
empezaron por el ministro de Farmacia, que estaba a su derecha (como si el pescado fuera hígado de
bacalao).
Se dieron cuenta cuando todos se
habían comido lo suyo, y la confusión fue horrible. ¿Cómo, ahora, dar
a cada cual el salmonete que le correspondía, y desagraviar a la Princesa?
Entonces todas las duquesas sacaron de sus bustos algún alfiler, y algunos maraueses se miraron por las
solapas. Y con un carrete que fueron
pasando de uno a otro, se hicieron
cada uno un anzuelo atado a un hilo.
Cada comensal se lo tragó con una
miguita de pan, y fue un rato de
mucha risa, como en las verbenas.
¡A ver quién sacaba antes su salmonete!
Al cuarto de hora escaso, todos habían ofrecido a la persona de su derecha su pescado. Y la comida pudo
continuar como si nada.
¿Qué tendrán en el alma estos
Amiconselz, alegres como castañuelas
en mano de bailarina que no sea sentimental, que en cada fiesta que dan
ha de haber algo simpático y divertido, aunque sea imprevisto?
PUESTA DE LARGO
Ayer se celebró la puesta de largo de la bellísima señorita Purita
Lambérter de la Hoz, que cumplía
diez y nueve años.
Desgraciadamente, cuando salló a
la calle los chicos comenzaron a
apedrearla, y uno que pasaba le dijo:
—Oiga, joven. ¿Se viste usted asi
por prescripción facultativa?
Y nada, no tuvieron más remedio
i la tortilla ha dado la vuelta antes de tiempo.
que ponerla otra vez de corto.
GUTIÉRREZ
¡4
Pero llegó un dia en que cambió
radicalmente de procedimiento. Ataul.
Ataúlfo Regúlez había manifesta- fo, por un capricho del azar, había
do desde pequeñito una gran afición entrado en posesión de un—según
por las cuestiones financieras. A los él—amuleto infalible. A partir de
ocho años leía, sin aburrirse, la sec- aquella íeoha hizo jugadas de bolsa
ción de cambio y bolsa de los dia- arriesgadísimas, en las cuales, inderios, y a los once, con gran contento fectiblemente, perdía hasta el chalede sus papas, endilgaba a las visitas co. Compraba francos a 25.555, y a
una peroración sobre temas tan ame- los dos dí^s dicha moneda se plannos como La estabilización del peso taba graciosamente en 00,001; adparaguayo o Forma de <¡ue li peseta quiría pesos de cualquier nacionalisuba sin cansarse. Las visitas, desde dad, y éstos, seguidamente, emprenluego, se aburrían mucho; pero creían- dían una peligrosa marcha descense obligadas a confesar que aquel ni- dente, que parecía no ir a acabar
ño precoz había nacido para triunfar nunca. Pero Ataúlfo confiaba siempre, y se reía en su interior de los
en el mundo de las finanzas.
que le compadecían.
Ataúlfo, pues, se hizo al cabo del
La existencia de aquel amuleto lletiempo agente de cambio y bolsa,
profesión en la que, con un poquito gó a oídos del elemento financiero
de la ciudad, y todos temieron que
de suerte, cada peseta vale dos.
En los primeros pasos de su carre- Ataúlfo Regiílez les llegase a causar
ra el nuevo bolsista se manifestó co- la ruina. Mientras tanto "el hombre
mo supersticioso acérrimo. Los mar- de la suerte", como se le empezaba
tes, por descontado, no hacía ningu- a llamar en todas partes, seguía
na operación. Y en cuanto a los días comprando libras a 29,00 y vendiénrestantes, jugaba, sí; pero con una dolas precipitadamente a 0,15 el par,
timidez extraordinaria, pretextando lo cual, por todos conceptos, es lo
que no podía hacerlo en grande, por- más terrible que puede pasar a un
que carecía del amuleto o mascota agente de cambio y bolsa. Pero él son
que debe poseer todo hombre de ne- reía misteriosamente y continuaba
confiado en su amuleto, cuya natugocios.
EL
AMULETO
Pero ¿es de tan excelentes resultados?
¡Caballero!... ¡Si supiera usted las veces que he echado yo las
muelas con este especifico!-..
raleza, por otra parte, se negaba a
descubrir.
El amuleto misterioso llegó a
crearse una respetable cantidad d«
partidarios, los cuales, con fe ciega,
hacían idénticas jugadas que Ataúlfo
y, por consiguiente, se arruinaban
poco a poco como él.
Los periódicos empezaron a hablar
de aquel amuleto como de algo diaDÓlico; comentaban con calor las
jugadas heroicas del hombre de la
suerte, diciendo que tal individuo
llegaría a hacer suyo todo el dinero
de la ciudad, porque el amuleto que
poseía era, a no dudar, una cosa muy
seria. Varios financieros americanos,
conocedores de lo que ocurría, ofrecieron por el amuleto sumas fabulosas;
pero Ataúlfo Regúlez, con gesto enigmático, rechazó toda proposición de
compra y siguió jugando con ardor
y perdiendo con mas ardor todavía...
Al fin sucedió lo inevitable: Ataúlfo Regúlez arruinóse totalmente y
no tuvo otro recurso que pedir dinero a los amigos; éstos le entregaron
cantidades importantes, a cuenta de
los futuros resultados del amuleto.
en el que todos creían firmemente...
Siguió, pues, haciendo jugadas de
bolsa peligrosísimas e interviniendo
en negocios fantásticos. Perdía cantidades enormes, y la gente seguíale
llamando "el hombre de la suerte".
Pero hubo un momento en que su
deuda llegó a los quince millones y
algunos céntimos sueltos... Entonces
los acreedores arrugaron el entrecejo y acordaron unánimemente presentar una denuncia contra él en el
Juzgado del distrito.
El fin que tuvo Ataúlfo fue realmente trágnco: unos terribles jueces
de barba y gafas le condenaron a
morir en la horca vil, como castigo
a sus desfalcos y para que no lo
volviera a hacer más.
El día de la ejecución subió al patíbulo con paso tranquilo, mientras
apretaba en su mano derecha el misterioso amuleto, en el cual confiaba
todavía... El verdugo tiró de la cuerda, y Ataúlfo sacó la lengua, como
burlándose de él.
Al expirar cayó de su mano el
famoso amuleto... Este era un papelito amarillo, cortado por una esnuina, en el oue se leía lo siguiente:
Compañía General de Tranvías. Precio del recorrido, 0,10. Serie ZTITT.
Numero 52525.
¡Señores, qué capicúa!
Imls MONTERO.
GUTIÉRREZ
15
Goúballzro! Una, Gmosnci.-
II'/Que
éenger hamúrcü
//Dios Ce. am/iarc/f
££ menducp, que fue corredor de "
GUTIÉRREZ
16
LAS PROFESIONES
Y
SUS
DRAMAS
El pobrecito
Juan Manuel
Curiosa y entretenida tragedia de los soldados españoles, que al principio conmueve y emociona, pero que al final produce náuseas de espanto.
PRIMER EPISODIO
EL CAMINO DE LA FUENTE
Era una hermosísima tarde de septiembre, en un pueblecillo segoviano. Los pajaritos entonaban esos deliciosos trinos a que tan aficionado
era Robinsón Crusoe. En el cielo había una nubecita y doce moscas. Uia
gallina, distante, cacareaba satisfecha
porque había puesto un huevo. Un
hombre, lejos, cantaba también, porque había puesto un "bar" americano. No se veía ningún elefante por
los alrededores. ¡Oh, era una tarde
encantadora como la lámpara de
Aladino!...
Al final del caminillo, que partía
desde el pueblo, estaba la fuente que
había puesto allí el alcalde, en combinación con la casa "Kodak", para
que las mozas fueran por agua y para
que las señoritas de diez y ocho años
hiciesen unas fotografías horrorosas.
Les voy a describir a ustedes 13
fuente:
"La fuente se componía de un gran,
pilón, a uno de cuyos lados había una
pilastra, de donde salía un caño que
constantemente dejaba caer agua. Al
caer ésta, hacía: glu, glu, glu, glu.
Los viernes también, solamente que
mas bajo."
Rosa, la garrida moza, cogía agua
con un cántaro, mientras cantaba una
bonita jota.
L«s voy a describir a ustedes a
Rosa:
"Rosa era sanísima y un poco gorda. Tenia veintidós afioa y un hermoso corazón. Cuando nació era mucho
más baja que ahora."
Or.rndo más tranquila estaba cumpliendo su hidráulico y pintoresco
menester, apareció Juan Manuel.
Ahora les describiré a ustedes a
Juan Manuel:
"Iba afeitado, pero sin embargo
era huérfano. Su carácter era altamente reservado. Cuando estaba constipado decía: "Estoy constipado." No
obstante, cuando no lo estaba no lo
decía nunca."
Como los dos se conocían desde
chicos, se saludaron. El no hacerlo
hubiese sido imbécil como bañarse en
un cenicero.
Y sostuvieron este diálogo:
EL.—Buenas tardes, Rosa.
ELLA.—Hola, Juan Manuel.
EL.—¿Cogiendo agua, Rosa?
ELLA.—Cogiendo agua, Juan Manuel.
Y como Rosa hubiese llenado los
dos cántaros, fueron despacio, por la
vereda, camino del pueblo.
Era una tarde hermosísima de septiembre. Los pajarillos entonaban sus
deliciosos trinos. La gallina, distante, cacareaba satisfecha porque había
puesto otro huevo... ¡Oh, era una
tarde encantadora!...
Entonces, Juan Manuel dijo a
Rosa:
—Pronto me tendré que ir a la
guerra, Rosa.
—Ya lo sé, Juan Manuel.
Siguieron andando.
Era una tarde hermosísima de septiembre. Los pajarillos entonaban sus
deliciosos trinos. Ahora había dos
nubes, pero en cambio se habían ido
tres moscas. La gallina no había
suelto a poner otro huevo...
Juan Manuel cogió una florecilla,
la mordió, y después de ponérsela en
una oreja inició este diálogo:
EL.—Rosa...
ELLA.—Juan Manuel...
EL.—Rosa...
ELLA.—Juan Manuel...
EL.—Rosa...
ELLA.—Juan Manuel...
EL.—Rosa...
Dijeron esto durante diez minutos
y, al cabo, comprendieron que se
amaban, y para demostrárselo se agarraron un dedo y se lo retorcieron terriblemente. Luego se empezaron a
dar codazos en el estómago, con tal
fuerza, que les producían vahidos.
Rosa dijo:
—Puesto que nos amamos de esta
manera tan definitiva, es preciso avisar a las mozas del pueblo para que
canten una hermosa canción.
Y mandaron un recado urgente al
pueblo, con un labrador que por allí
pasaba.
A los cinco minutos llegaron treinta y cinco mozas, con setenta cántaros, que preguntaron:
—¿Qué pasa? ¿Por qué habéis avisado?
-—Es que Juan Manuel se me ha
declarado y somos novios.
—¿La declaración ha sido al anochecer?—preguntó la Moza 1." consultando un libro.
—Sí. A las siete menos cinco.
—¿Desde cuándo te quería?—volvió
a preguntar.
—Desde que jugábamos juntos en
la escuela. Hace diez y siete años.
—¿;Se queda en el lugar o se va a
la guerra?
—Se va al Moro.
—¿Deja enferma a su madre?
—Es huérfano.
Al comprender que el boticario se
moría del tifus, sin remedio, las mozas se agarraron por la cintura y corearon una hermosa canciónEntonces la Moza 1.*, después de
consultar en otro libro, volvióse a sus
compañeras y dijo:
—Niñas, "el 2".
Las mozas se cogieron por la cintura y cantaron lo siguiente:
El mozo a la moza dijo que la ama[ba
GUTIÉRREZ
17
y muy enternecido habló con pasión:
"Me voy a la guerra, pero no te apu[res,
que al volver dichosos seremos los
dos."
Luego se fueron todos reunidos hacia el pueblo, hablando de Godofredo
de Buillón.
SEGUNDO EPISODIO
LA
AUSENCIA
DEL
SOLDADO
Fue un idilio tranquilo cual bohío
cubano.
Había días en que iban a la fuente siete veces, retorciéndose los dedos y dándose codazos en el estómago.
Esto, allí y en Holanda, era el campeonato de la felicidad amorosa.
Sin embargo, un día riñeron y,
como es natural, no tuvieron más remedio que volver a avisar a las nozas para que se pusieran a su alrededor y cantaran una melancólica
canción.
Cantaron "la 5", esta vez sin can
taros, pero cogidas de la mano y haciendo evolucionas.
Decía así:
El mozo y la moza están disgustados
porque la mocica le hace padecer.
La moza y el mozo ya no están ale[gres,
pues una gran nube hay en su querer.
Cuando hicieron las paces, también
tuvieron que ir las mozas a cantar la
canción "9",
El día en q u e j u a n Manuel tuvo
necesidad de partir hacia la guerra,
que había organizado el Ayuntamien-
Como al día siguiente se marchaba
al servicio, Juan Manuel cantó una
canción emocionante.
to para que los mozos dejasen tristes
a las mozas y cantaran hermosas canciones, fue el mismo Juan Manuel el
que cantó una bonita jota. No obstante, tuvieron que Ir también las mozas a corear la canción.
Al marcharse Juan Manuel, las
mozas disfrutaron de una corta temporada de descanso. Estaban muy satisfechas y empezaron a engordar.
Pero en esto, un señorito del pueblo empezó a rondar a Rosa. Con este
motivo, el trabajo de las mozas fue
tremendo. Tenían que cantar sentimentales canciones cada vez que ella
se negaba a sus requerimientos y
cada vez que él insistía.
No hubo más remedio que hacer
unos cántaros de cartón para que no
pesasen tanto como los de barro, y
establecer un servicio de ómnibus a
la fuente, pues entre el señorito, las
cartas de Juan Manuel y los atardeceres, había días que tenían que hacer cerca de quince viajes.
Hasta que por fin, el tonto del pueblo (que amaba en secreto a Rosa)
tiró al señorito a un pintoresco barranco, y se recibieron noticias de
que Juan Manuel regresaba de la guerra coincidiendo con las fiestas del
pueblo.
Fue un día de júbilo indescriptible
que hizo llorar de emoción a todas.
Era una hermosísima tarde de
julio.
TERCER EPISODIO
manera de soportar este trabajo. Este
año han entablado relaciones amorosas catorce parejas. Hemos tenido que
cantar canciones cuando se declararon, cuando riñeron, cuando hicieron
las paces y cuando se dieron el primer
En vista de que hacía una tarde
hermosísima, y que el correo había
llegado con retraso, Rosa entonó una
canción conmovedora.
beso. De estas parejas, seis de loa
mozos se han tenido que ir a la guerra. Este trabajo es el más pesado,
pues ya sabe usted que además de
leer las cartas del ausente, hay que
cantar cuando el señorito repugnante ronda a la moza y cuando el tonLA HUELGA FATAL
to del pueblo lo tira al barranco. A
Se celebraba alegremente la fiesta más, los atardeceres, las fiestas y los
del pueblo. Juan Manuel había vuelto paseos a la fuente cuatro veces diacon una cruz y con unas preciosas rias por lo menos. Estamos dispuesbabuchas tangerinas.
tas a no trabajar más. Queremos que
Lo único que faltaba para dejar se supriman los atardeceres y que se
acordada la fecha de la boda es que meta el agua en las casas. Las égloellos cantasen una canción tremenda- gas, para los trovadores venecianos.
mente larga, y que luego viniesen las
Piensen ustedes que Juan Manuel
mozas con los cántaros y cantasen la ha vuelto de la guerra como un hécanción núm. 10.
roe, que ya han cantado el dúo y que
La canción núm. 10 era imprescin- sólo falta la "canción 10" para que
dible, pues decía así:
sean felices y dichosos.
El mozo y la moza serán ya felices,
—Pues no lo hacemos. Nosotras no
pues nada en el mundo su dicha le cantamos la "canción 10" ni aunque
[empaña, nos regale usted un galletero.
y el bravo soldado le dice amoroso:
—Entonces es imposible—dijo el
"¡Viva mi Rosica y que viva España!" alcalde a los novios—. Sin la "canComo ven ustedes, esta canción no ción 10" no pueden ustedes fijar la
había manera de suprimirla. Hacer- flecha de la boda ni ser felices. Es
lo, hubiese sido provocar un conflic- una lástima, pero esto no tiene soluto mundial.
ción.
Juan Manuel y Rosa cantaron el
Y entonces Juan Manuel, apesadúo que les correspondía. Pero las dumbrado, se volvió otra vez a la
mozas no llegaban, aunque ya las ha- guerra cruel y sanguinaria.
bían pasado tres recados.
Allí murió...
Entonces fue el alcalde en persona
Un niño que iba en una bicicleta
a buscarlas, acompañado de Rosa, lo atropello, aplastándolo horrorosaJuan Manuel y algunos curiosos.
mente.
Habló con la Moza 1.*
Rosa, al fin mujer, se hizo dacti—¿Qué os pasa?—dijo—. ¿Es que lógrafa.
no pensáis cumplir con vuestra obliFue un episodio bastante triste.
gación?
—'Pasa—chilló la Moza 1.*—que nos
Mipruel SANTOS.
hemos declarado en huelga. No hay
(Ilustraciones de Mihura.)
QUTIERREZ
iS
LAS
POR
EL CONDE
MODAS
ENR1CO
DI
BORSALINO
LAS PIELES QUE MÁSASE LLEVAN Y X O M O DEBEN LLEVARSE
Atento siempre a servir a su publico y comprendiendo que las ledoras ansian tiempo ha (¡ah, qué J)ien
expresado!) una sección dedicada a
ellas exclusivamente, GUTIÉBEEZ inaugura hoy esta nueva sección de "Modas", de cuya redacción se ha encargado el elegante hombre de mundo y
exquisito modisto italiano Conde Enrico di Borsalino, el cual huyó hace
poco de Torino para evitar que le metiesen preso por ofensas dirigidas al
vermouth de aquella noble ciudad.
Esperamos que el público sabrá
agradecer nuestro esfuerzo, y a su be.
nevolencia nos encomendamos.
LA REDACCIÓN.
* * s
Las pieles seguirán imperando en
la primavera próxima. ¡SI, sí, se lo
juro a ustedes, ea!
'
'
Se llevarán pieles de todas partes:
rusas, canadienses, sudamericanas;
también se llevarán pieles de los Alpes y se llevarán pieles de los guardarropas de varios teatros.
El reinado de la piel no ha concluído todavía y como a los libros
de Cansinos Assens, no se le ve el
fin. Desde los primeros albores del
mundo las mujeres adoran las pieles
y por tenerlas llegan a todo: incluso
a quitarse la piel unas a otras.
En la cercana "salson" las pieles
se llevarán especialmente en forma
de guarniciones adornando los cuelíos y las bocamangas de los vestidos
_
,
,
,„„
de calle. Esta moda vuelve a implantarse rápidamente en todas partes y,
sin ir más lejos, yendo de paseo, yo
Vi
y
La criada.—La aue llama a la
puerta es la madre de su señora!
¿La abro?
El señor—¡¡En canal!!
vi ayer cuatro guarniciones en Vicálcontado también con esa dificultad y
varo.
admite que el bisonte reumático se
La piel preferida será, desde luego,
sustituya con otras pieles de imitala de bisonte reumático. Es cara y
ción: la de maleta de viajante es la
rarísima, porque el bisonte es un anique más se usa.
mal que no se pone reumático así
También en los trajes de baño se
como así; pero tales diflicultades no
ha introducido la aplicación de las
hacen sino avalorar más esa clase de
pieles, dándose la preferencia a la
pieles. Además, la piel de bisonte tiepiel de foca, a la de perro de aguas y
ne la enorme ventaja de ser muy re- a la de bañero de Trouville. Estos
sistente, y cuando queda inservible
trajes de baño, así guarnecidos, depor habérsele caído el pelo, aun pueben estrenarse en un sitio donde haya
de utilizarse para fabricar tamborciplaya, porque cuando los amigos gritos a los niños. Es suave al tacto,
tan con alegría: "¡Hay que mojarlo!,
puede rizarse con tenacillas y, en ca¡hay que mojarlo!", con echarse al
so de apuro, sirve para fabricar bimar de cabeza se les deja satisfechos
gotes.
en un instante.
Otra piel que tiene hoy todas las
En los bolsos de mano seguirá llepreferencias de la moda es la de murvándose la piel de cocodrilo, y en los
ciélago, pero ofrece la circunstancia
niños se llevará mucho la piel del diadesfavorable de que se gasta volando.
blo, siempre que sean revoltosos.
E 1
abrigo entero empeletado entra
p a r a acabar este ligero avance de
ahora en la decadencia. Lo ha depre] 0 que será la temporada próxima en
ciado la
©norme abundancia de ellos, p u nto a pieles, creemos imprescindiabundancia que nace de la reciente
ble dar una fórmula, fácil de hacer,
falsificación, ya que en Alemania han
p a r a conservar bien las pieles y para
comenzado a fabricarse abrigos de
limpiar y dejar como nuevas las anpieles hechos c o n
cepillos de dientes
tiguas:
inservibles, prensados y teñidos a va- v l n o d e R i o j a
M gr_
p o r d e c u a t r 0 hélices
- E s t o s ab"£°s
Amoníaco (para quitar el
A n e a d o s no resisten un examen
_
efecto
del vino)
25
minucioso, pues se los descubre en S a , c o m ú n
_
15
«ue e m a n a d e e l l o s u n f u e r t e o l o r a
Sal andaluza
5 —
Perborol; pero de lejos, entornando
_
A g u a q u e n 0 h M de b e b e r _ .
10
^ s °J° S * mirando para otro lado, v i t r ¡ o l o
5 __
a n e
pe
&°f ° r a s <>ue t o d a v l a c o W n
abrigos de pieles, deben prevenirse.
^
^
^ ^
^
^
]levaran
guarnicionados
los aombre.
^
^
delica(Ja c o m b i n a c i ó n es l a
copa de fieltro y el ala de piel o viceversa, y colocándole una franjita de
mosaicos el efecto es ideal.
En los trajes, los adornos que la
piel consiente son infinitos. Desde
luego, lo más lindo es echarse al
hombro el bisonte entero; pero esta
moda no se ha extendido mucho, porque las cinco o seis francesas que la
han adoptado han perecido por agotamiento muscular. Otra de ellas sufrió la dolorosa sorpresa de ver cómo
el bisonte salía corriendo por el bouIcvard de los Italianos; pero realmente le sucedió esto porque cometió
la imprudencia de colocarse el animal sobre los hombros cuando estaL a s
le
b a viv0
todavIa
-
.
Vulgarmente la piel de bisonte es
POCO asequible, sobre todo para mujeres de la clase inedia. La moda ha
Arena de la calle de Cea Beimudez
Mójege
e n
el
liqujdo
u n
10
-
c e p m o
y
frótense las pieles hasta que se caig a todo el pelo. Entonces cójase el
pelo, pegúese sobre una tela fuerte y
póngase a secar,
V^^^|V
II^^VR
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fiY<5
'
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A
•""' """
TTO PELO
—¿Cómo se llama este pescado?
_Rapé.
—Bueno. ¡Pues que le corten el
pelo al rapé!
19
QUTIERREZ
FÜAC CADTCLfí
El.—¡Hombre, a propósito! ¿Cuánto tiempo hace que no escribe tu madre?
a tiro,
ele fusil
—Mi mamá tiene mucho gusto en
obsequiar a usted con esta botella
de vino generoso—¡Muchas gracias! ¿No s a b e s
cuánto me dará si le devuelvo el
envase?
—Yo quisiera saber cuándo me va usted a pagar.
—Es verdad. Le debo a usted una respuesta clara. Póngala también en la cuenta.
Pile-Méte, París.
hondón. Opinión, Londres.
ROMANTICISMO
—¡ Oh, tú sí que me amas, Roberto! Tú eres el primer hombre que
me da un anillo que no me pone negro el dedo..
Le Rirc. P;;ris.
—i Qué hace usted? ¡Al agua en seguida!
—Espere un poco. Aun no he hecho la digestión.
Le Rire, Paris.
Ella.—¿Cómo se atreve usted a decir
eso?... ¡Todas las mujeres se paivenV!
El.—Tiene usted razón... ¡Esto explica
que haya tan pocos bigamos!
Clabfelloiu.
La señora.—Fíjese usted... Puedo escribir mi nombre en el polvo que tiene
esta mesa...
La criada (llena de admiración).—¡Ah,
señora!... ¡Qué bella cosa es la Instrucción!...
Byitander.
—¿Por qué no vuelves a casa?
-—Porque me ha echado mi mujer.
—¿Y por qué te ha echado?
—Porque no estaba nunca en casa.
Goblín, Toronto.
—¿Cómo, me niegas veinte francos, a
mi... que soy como tú mismo?
-•-Precisamente por eso. Me conozco y se1
que no me los devolverlas.
Pile Méle, Paris.
GUTIÉRREZ
21
} A LOS ESPONTÁNEOS
—¡Con qué ahinco trabaja hoy tu marido!
¡Sí; le he dicho que me he comprado un traje y unos zapatos
nuevos, y que Clara necesita casarse..., y eso le hace dar con más fuerza
a la rueda!
Nos es imposible contestar
las innumerables cartas que
recibimos de nuestros amables colaboradores. No haremos excepción ni con las
que vienen con sello para el
franqueo.
Cuando vean publicado algún trabajo suyo, pueden
pasar por nuestra Redacción, a cobrar su importe,
cualquier lunes, de seis a
ocho.
Lustige Kolner Zeilung.
EL AJUAR DE CASA
El vendedor del coche usado.—¿Qué
otra objeción viene usted a hacer ahora V
El atormentado comprador.—Nada, que
en este maldito coche que me ha vendido
usted, todo suena... menos la bocina.
(Pasing Show, Londres.)
En la exposición.
Ferretería y quincalla.
Artículos de lim—Va usted a comparecer ante el juez
pieza. Baterías de cocina. Inmenso surde instrucción.
tido.
Precios
baratísimos.
San
Bernardo, 88.
—¿De instrucción? ¿Para qué? No sé
Teléfono 30.301.
leer ni escribir.
(Le Iiire, Paris.)
—No hacía ni cinco minutos que estaba
hablando con tu amigo .Inlinson. cuandn
me llamó idiota.
—¡Qué extraño! trunca supuse que
tardara tanto en tomar esa resolución!
(Vikingen, Oslo.)
—¡Oh! ¡Si pudiera encontrar la persona que ha pintado este cuadro!
—Permítame usted, señora, que me presente yo mismo.
Ella (a su marido).—[Qué contenta es—IQué satisfacción! ¿Podría usted detoy porque hayas comprado un aparato
cirme el nombre de la modista de mi de radio! Anda; pide que toquen un
modelo?
charlestón para que bailemos.
(Pasing Show, Londres.1
ÍSimplicissimus,
Munich.)
—¿Qué tal en Marsella?
—No me hables; hay un metro de nieve.
—¿De espesor o de longitud?
i'P¿le Mi'lc. Paris.'
—¿Y usted, doctor, cree que las mujeres vivimos más tiempo que los hombres?
--Si, señora. Sobre todo las viudas.
(Pele-Mele, París.)
NUEVOS CONCURSOS
Núm. 1.
Una vez más nuestro Ilustre jefe,
con ese desprendimiento que le caracteriza, lanza por la borda unas peBetejas para que Ingresen en los bolsillos de nuestros gloriosos lectores.
Núm. 2.
DE
Núm. 3.
Para ello GUTIÉRREZ ha organizado
un par de Concursos que van a dejar
en mantillas a los anteriores.
PRIMER CONCURSO
Se trata de que nuestros lectores.
NO ES SECRETO
—Quieres dormir con un sueño
tranquilo y encantador?
—Cena chocolate "La
Fortuna"; nada hay mejor.
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BRIONES
La mejor surtida y más barata;
aparatos desde 2,50; auriculares, 3,95.
Desengaño, 14. - Teléfono 17410.
"GUTIÉRREZ"
Núm. 4.
con el ojo clínico de que han dado
muestra en otras ocasiones, averigüen
quiénes son las personas cuya efigie
reproducimos en las fotografías adjuntas. Vamos a advertirles, para qutf
.22
GUTIÉRREZ
no se llamen a engaño, que nuestros
retratados han pasado antes por la
barbería, donde unos dejaron sus ornamentos capilares y otros se pusieron unos cuantos moños. Pero como
se trata de personalidades que en diversas actividades han alcanzado la
máxima popularidad, no ha de ser»
•difícil reconocerlos y enviarnos sus
nombres, valiéndose del cupón que
Insertamos.
Al que averigüe quiénes son los
cuatro fotografiados le sacudiremos,
•como quien lava,
DOSCIENTAS PESETAS
y si son varios los que aciertan, sortearemos entre ellos la aludida y respetable cantidad.
SEGUNDO CONCURSO
Entre los abundantes papelotes que
obran en esta Redacción, existe uno,
que reproducimos, imposible de descifrar, al menos para nosotros.
Si alguno de ustedes, entre los que
hay muchos médicos y boticarios, consigue enviarnos en forma legible y
clara el contenido del dichoso papel,
GUTIÉRREZ, reconocido al bien que le
hace, le abonará otras
CUPÓN
CONCURSO FOTOGRÁFICO DE
"GUTIÉRREZ"
LOS RETRATADOS SON:
2 ..
3 ..
DOSCIENTAS PESETAS
y, si varios nos lo envían, las sortearemos entre tan meritorios peritos caligráficos. Claro que el papel ha de
venir acompañado con su cupón coSENAS
rrespondiente.
El plazo de ambos concursos termina el 15 de mayo próximo, e inmediatamente distribuiremos los pre- Aceites puros de oliva
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mios ofrecidos.
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que deberá acompañar a toda
solución que se nos envíe
del
DOCUMENTO ILEGIBLE
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se suscribe
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— al semanario
remite importe de
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Los niños están contentísimos porque.
ya tienen su periódico
Todas las criaturas de España sueñan
con los magníficos regalos que ofrece a
sus suscriptores y lectores
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A la grey infantil le entusiasman las
historietas, cuentos, muñecos para recortar, pliegos de soldados, escuadra
española, banderas, labores de niñas,
chistes, sección de «cine», y demás texto de
macaco
Roderick, Wabi, Mukoki y Minetaki
son los personajes principales de la preciosa novela Los cazadores de lobos que
publica
macaco
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Los padres están de enhorabuena porque en su casa no se oyen gritos ni ruidos, pues sus hijos están entretenidos
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su intensidad dramática, su interés no»
velesco y su penetración psicológica, dos
obras maestras del famoso autor, de
EL NEGRO QUE TENIA EL ALMA BLANCA y LA MUJER EL TORERO Y EL TORO
«: LA MUJER QUE NECESITA AMAR y LA MUJER QUE AGOTO EL AMOR :=
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-Y este cuadro, ¿qué representa?
-No me acuerdo, ¡hace más de tres años que lo pinté!
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