Mahabarata. Ramayana

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EL MAHABARATA
Este poema épico tiene dos historias. La primera trata de dos hermanas, Vinata y Kadrú, y de su impresión al
ver por vez primera el océano. El poema nos narra el esplendor y magnificencia del océano, así como varias
leyendas de ese entonces tejidas en torno a él. Por ejemplo, cuando Govinda en forma de jabalí estuvo
buscando tierra bajo sus olas, o Brahmarsi Atri buscaba lo mismo y nunca lo encontró.
La segunda historia habla de Savitri, una bella princesa que rehusaba compromiso alguno hasta que se fijó en
Satiava, hijo de un rey ciego. Posteriormente se entera de la existencia de un oráculo que señalaba la muerte
del muchacho al año de que contrajeran matrimonio.
Un día que se encontraban los dos en el bosque, Satiava fue presa de una extraña laxitud en su cuerpo, y
Savitri presintió que había llegado la hora de su muerte. De pronto apareció un gigante que debía llevarse a
Satiava, y Savitri trató de eludirlo, sin que aquél cambiara de opinión, hasta que ella tuvo la idea de pedirle le
concediera varias cosas a cambio de la vida de su amado. Primero pidió que su suegro recuperara la vista, su
imperio, y tuviera cien hijos más. A continuación pidió contemplarle una hora siquiera, y luego le reprochó el
que ella esperaba tener muchos hijos de Satiava, y ya no podría tenerlos. Luego de esto, le convenció de poder
realizar lo deseado. Entonces Savitri le dijo que, ya dada su palabra, no podría llevarse a su amado. El gigante
entonces se retiro lleno de cólera, y los esposos regresaron a su morada al caer la tarde.
EL RAMAYANA
Esta epopeya narra el episodio del libro en el que Rama, el protagonista, después de haber cumplido una
misión, viaja hacia Mithila, para conocer un famoso arco, que supuestamente habían dado Indra y los dioses a
cuidar a la familia de Janaka, el rey de Mithila.
Al llegar, el rey Janaka recibe a la comitiva lidereada por Rama con gran pompa, y se pone a sus órdenes.
Rama le pide enseguida le muestre el gran arco. El rey manda por él a ochocientos hombres de gran estatura, y
mientras le cuenta la historia del arco. Luego le dice que dará en mano a su hija Sita a aquél que pudiese
usarlo, ya que ella es de origen divino. Cuando Rama lo tiene en sus manos lo levanta con gran facilidad, y al
querer usarlo lo rompe. Con esto, el rey se llena de alegría y le otorga la mano de su hija, así como al hermano
de Rama, otra de sus hijas, Urmila. Luego viajan a la tierra de Rama para los esponsales, y el rey manda
llamar a su hermano. Posteriormente, el viejo anacoreta Vazistha le pide al hermano de Janaka, Kuzadhwadja,
la mano de dos de sus hijas para dos hijos nacidos de Raghú. Kuzadhwadja acepta y los esponsales se celebran
con gran pompa. Y el texto termina cuando los jóvenes esposos ejecutan una danza alrededor del fuego.
CONTROL DE LECTURA
Las dos lecturas propuestas por la maestra para su estudio, a mi opinión, son las más representativas de la
literatura antigua hindú. Con esto me refiero a que son algunas de las más conocidas en el ámbito popular.
Pienso que la primera lectura, la del Mahabarata, por ser de las primeras producciones literarias hindúes,
carece de cierta unidad, ya que tuve la oportunidad de hojear el libro completo, y me di cuenta de que, aunque
contiene un profundo contenido artístico, es un mero conjunto de leyendas y tratados filosóficos, que
entremezclados narran las batallas de los descendientes de Barata por conquistar el reino de Hastinapur.
Por otro lado, el Ramayana trata de la vida de Rama, a quien se le diviniza y considera como la encarnación
del dios de la guerra. Aquí ya se puede apreciar una estructura más sólida en el manejo de las palabras y
oraciones, así como de la temática en general. Podemos ver como el pueblo hindú va enriqueciendo su cultura
con obras como esta, u otras como las Puranas, que tratan de los dioses indios y de la creación del mundo.
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Cabe hacer notar que estas obras pertenecen al periodo clásico de la literatura hindú, y que van a la par con
uno de los dramaturgos más importantes de todos los tiempos: Calidasa, el autor de la obra maestra de
Sakuntala.
Como últimas observaciones, quisiera recalcar que en ambas lecturas la interacción de las divinidades con los
personajes es frecuente, tal y como ocurre con la literatura griega, y podría ser porque supuestamente fueron
escritas en la misma época.
También quisiera hacer la observación de que el pueblo hindú se identificó enteramente con los héroes de sus
producciones literarias, porque de alguna forma les dieron un cuerpo humano a sus divinidades, ya que éstos
son seres fantásticos y que realizan proezas sobrehumanas. Con esto quiero reafirmar de alguna forma la
definición de clásico dada por Ítalo Calvino, en la que nos dice que un clásico es un libro que deja tras de sí la
huella que han dejado en la cultura que han atravesado.
Por último quisiera decir que ambas obras fueron de mi agrado, pero a mi gusto la literatura griega es mucho
más completa, tanto en estructura como en contenido, y algo que a mí en lo personal me gusta mucho, es que
en la literatura griega, la interacción de deidades con mortales es continua, y aunque en estos dos libros pasa
algo parecido, con los griegos es constante, y de hecho, todo acontecimiento es producto de su deseo.
BIBLIOGRAFÍA
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