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MINISTERIO DE AGRICULTURA - INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS - CENTRO REGIONAL DE INVESTIGACION INTIHUASI
Carlos Sierra Bernal Ingeniero Agr. M. Se. / Francisco Tapia Contreras Ingeniero Agr. M. Se. / Verónica Arancibia Araya Ingeniero en Alimentos
Jessenia Zlatar Talayeras Ingeniero Ejecución Agrícola
Por qué es necesario fertilizar con N, P, K,
Mg, B y Zn en olivo
El olivo ha sido considerado tradicionalmente como una especie de gran rusticidad, establecido en suelos generalmente marginales y con
riego esporádico, es regado en muchos casos con agua de regular calidad (contenido salino mayor a 2 dS/m).
Sin embargo, en la actualidad las nuevas plantaciones están incorporando nuevas metodologías de manejo, tanto en aplicación de agua de
riego, como en la aplicación de fertilizantes específicos, orientados estos últimos en función de las características de suelo y la demanda
nutricional del olivo.
Para definir un apropiado programa de fertilización es necesario conocer el rol que cada nutriente desempeña en el desarrollo de los
árboles. En el presente informativo se describe la importancia de los seis principales nutrientes utilizados por el olivo.
Principales nutrientes del olivo
Nitrógeno (N)
La importancia de este nutriente se ve reflejado en la mayor
concentración que este presenta a nivel de tejidos, llegando, en
condiciones normales a valores de 1,5 y 2%, en hojas medido en
pleno verano.
El nitrógeno está presente en el crecimiento de tejidos
(vegetativos y reproductivos), llegando a su máxima demanda
en período de floración.
La presencia de éste elemento en niveles adecuados, permitirá
un crecimiento equilibrado en tejidos vegetativos (ramillas,
nitrógeno provocará crecimiento vegetativo de forma excesivo,
favoreciendo el desarrollo de plagas y enfermedades, y por el
contrario, se generará una escasa formación de flores y frutos.
La sintomatología visual que acusa bajos niveles de nitrógeno, se
aprecia en hojas pequeñas, de tono verde claro a amarillento,
ramillas pequeñas, con escasos entrenudos y por el contrario, el
exceso de nitrógeno, provoca emboscamiento, hojas de gran
desarrollo y de color verde oliva intenso (fotosl y 2).
hojas, raíces) y reproductivo (yemas, flores y frutos). El exceso de
Foto 1 Hojas normales y hojas deficientes de nitrógeno
Foto 2.- Hojas basales con clorosis, signo de deficiencia de nitrógeno
Fósforo (P)
Los niveles normales de este nutriente varían entre 0,1 y 0,3% en
hojas, que comparado con nitrógeno es bastante menos, sin
embargo, la participación en diversas funciones relacionadas
con la producción, lo hacen ser como un nutriente de primera
importancia, actuando en desarrollo de raíces (las que generan
auxinas), estimulando el crecimiento de brotes y a nivel foliar
participan en el desarrollo de tejido reproductivo (flores). La
reacción alcalina de los suelos, de pH por sobre 8,0, reducen la
disponibilidad de este elemento, lo que necesariamente obliga a
realizar labores de reacción ácida, como los amoniacales, lo que
se complementa muy bien con la adición de enmiendas
orgánicas.
La carencia de fósforo se manifiesta con una detención del
crecimiento de la planta, adquiriendo las hojas un color
café-rojizo debido a la aparición de pigmentos antociánicos,
esta coloración se produce en las hojas basalesdelas ramillas
porque al igual que el nitrógeno el fósforo es un nutriente
móvil. También se reconoce que la falta de fósforo afecta el
crecimiento radicular. Por otra parte, la falta de raíces debido al
ataque de nematodos puede igualmente afectar la exploración
radicular, lo que disminuye de manera importante la absorción
de este elemento. La falta temporal de humedad en el suelo
puede igualmente generar deficiencia visual de fósforo en las
hojas, por impedimento de absorción desde el suelo. En la foto
3, se presentan hojas con severa deficiencia de fósforo.
Foto 3. Hojas de olivo con deficiencia de fósforo
Potasio
La disponibilidad de este elemento es limitado en los suelos de
la zona norte, especialmente en suelos de textura arenosa. La
presencia en tejidos en condiciones deseadas es en torno a
0,8%. La demanda por el árbol es alta, especialmente en años de
abundante producción, donde próximo a cosecha, se aprecia
una clorosis de hojas característica (Foto 4). El potasio es
importante en la madurez del fruto, lo que permite alcanzar un
máximo desarrollo del tamaño de fruto (mesa) y adelanta la
madurez del fruto. Aplicaciones invernales de potasio al follaje,
estimulan la acumulación de frío, necesaria para lograr una
floración uniforme en la primavera siguiente. Árboles con
niveles adecuados de potasio, permiten afrontar de mejor
manera situaciones de estrés hídrico.
Foto 4. Hojas de olivo con sintomatologías de leve a severa de
deficiencia de potasio.
Magnesio (Mg)
El magnesio es un elemento secundario de bajo requerimiento,
sin embargo, es fundamental en la formación de clorofila, básica
para la fotosíntesis y formación de estructuras en todos los
tejidos vegetales. Un adecuado suministro promueve el buen
metabolismo del fósforo. Una menor disponibilidad de magnesio
se produce, en suelos de alto pH, con baja temperatura del
suelo, por exceso de fertilización potásica y en suelos muy
arenosos. El magnesio es un nutriente poco móvil en la planta,
su deficiencia se caracteriza porque se produce en hojas de la
parte media de las ramillas de la planta y en la hoja se produce
una clorosis internerval, a diferencia del nitrógeno que es una
clorosis en toda la lámina de la hoja. La sintomatología se
presenta en la foto 5.
Foto 5. Deficiencias de magnesio en hojas de olivo.
Boro (B)
El boro tiene mucha importancia en los procesos de polinización,
fecundación, cuajado de flores y llenado de frutos. También
participa en la síntesis de las grasas. Influye en la asimilación del
fósforo y consecuentemente en la formación de ácidos nucleicos
y la síntesis de proteínas.
Los síntomas de deficiencia se encuentran frecuentemente
seguidos de períodos de estrés o sequía y en suelos de pH altos.
Las hojas de los árboles con carencia de boro muestran clorosis
que comienza desde la punta de las hojas y luego se desarrolla
necrosis. Cuando la carencia es muy acusada los síntomas
pueden aparecer sobre ramas jóvenes, llegando a afectar a la
producción hasta anularla por completo.
En la época de floración es cuando las exigencias de boro son
más altas, debido a la gran cantidad de florecillas que deben
cuajar simultáneamente por lo que a veces son necesarias
aplicaciones de boro a floración, que deben hacerse con
mucho cuidado porque puede ser tóxico en concentraciones
relativamente bajas, sobre todo para plantas jóvenes.
Aplicaciones foliares, como corrección a deficiencias generalizadas,
deberán efectuarse previo a la etapa de plena flor, cuando éstas
se abren dejando ver las anteras.
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Foto 6' Sintomatología de deficiencia de boro en hojas de olivo
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Se requiere para la activación de numerosas enzimas que son importantes en el metabolismo de los ácidos ADN y ARN, la división celular y
la síntesis de proteínas. Si el zinc no es suministrado adecuadamente, la formación de proteínas se inhibe drásticamente. El aminoácido
triptofano está formado por átomos de zinc, este compuesto es la base de la hormona auxina que estimula el crecimiento de brotes.
Por lo tanto, su carencia afecta negativamente los brotes primarios y no permite el desarrollo de raíces. En ramillas se aprecia muerte de
ápices de crecimiento con la caída de la yema terminal. Además, una carencia menos severa produce crecimiento de ramillas cortas con
entrenudos cortos.
Publicación Financiada por "Programa de Difusión
tecnológica para el fortalecimiento de la
competitividad olivicola de la Región de Atacama,
a través del desarrollo de Grupos de Transferencia
Tecnológica (GTT) Innova Corfo.
Permitida la reproducción total o parcial de esta publicación citando la
fuente y los autores.
INFORMATIVO N°38
AÑO 2013
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