ARTE GRIEGO ·El Período Arcaico

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ARTE GRIEGO
Se distinguen principalmente cuatro períodos en la evolución del arte griego :
·El Período Arcaico
Se le llama período arcaico del arte griego, al lapso de tiempo que se extiende entre 800 A.C. y 480 A.C. Se
sabe que en esta época existieron las tres artes plásticas fundamentales: pintura, escultura y arquitectura.
·El Período Severo.
El período "severo" inicia con el período clásico y cubre el fin del siglo VI A.C. y el principio del siglo V. En
el área de la pintura, se introduce uno de los mayores artificios de la perspectiva, el escorzo, que es promovido
por un pintor de gran renombre, Polignoto.
Quienes destacan en el ámbito de la escultura son Mirón y Policletos. El doriforo de este último, impone un
modelo que llegara a ser conocido como "el canon".
La arquitectura evoluciona de manera menos notoria.
·El Período Clásico.
Es muy breve. Sólo corresponde a la democracia de Pericles en la ciudad de Atenas, entre 450 y 430 A.C.
Estos 20 años representan el apogeo de la civilización griega en todos sus aspectos.
Atenas es rica y poderosa, la democracia ha alcanzado su desarrollo extremo gracias a la participación
inteligente de los ciudadanos y al liderazgo de Pericles quien decide invertir el "tesoro" de la ciudad en obras
trascendentes.
Para ello, en 447 a.C., encomienda al escultor Fidias la construcción de un conjunto de sanctuarios sobre el
Acrópolis para reemplazar un templo anteriormente destruido por el enemigo persa.
·El Período Helenístico.
Corresponde a la derrota de Grecia frente a los ejércitos macedonios de Felipe y de su hijo Alejandro así como
al imperio que resultó. Se extiende aproximadamente del siglo IV a.C. hasta el siglo I d.C., al este del
Mediterráneo.
El nombre Helenístico se debe a que Alejandro llevó la cultura griega a todos los territorios que conquistó.
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Tanto en la arquitectura como en la escultura y en la pintura, la característica principal del estilo helenístico es
la exageración.
Es un período favorable al desarrollo de las artes porque los burgueses empiezan a coleccionar obras de arte.
La pintura Griega:
No se conoces grandes ciclos decorativos. Pero se conservan vasos cerámicos, monedas, gemas, que con las
pinturas funerarias etruscas nos dan algunas pistas sobre las características del arte griego.
Las vasijas se decoraban con bandas de meandros y otras formas geométricas.
En los ejemplos más antiguos, los motivos rectilíneos se combinaron con elementos curvilíneos derivados del
arte micénico. A principios del año 750 a.C. introdujeron motivos humanos y zoomórficos de formas esbeltas,
como puede observarse en las representaciones del cuerpo del guerrero muerto o del carro tirado por caballos.
El mejor ejemplo de la cerámica de estilo geométrico es la crátera Dípilon, una especie de esquela funeraria
realizada con el propósito de guardar ofrendas, que se halló en una necrópolis cercana a la puerta de Dípilon
de Atenas.
El estilo de la cerámica decorada se modificó aproximadamente en el siglo VII a.C., debido a la colonización
griega del Mediterráneo y al comercio con los fenicios y otros pueblos orientales. En las vasijas del
orientalizante de la cerámica decorada, los diseños abstractos geométricos se reemplazaron por los motivos
naturalistas del arte oriental, como la flor de loto, la palmeta, los leones y las esfinges.
Hacia el año 675 a.C. los pintores de vasijas cerámicas de Corinto empezaron a decorar sus objetos con
figuras negras, normalmente con animales, realizadas con formas redondeadas. En el estilo corintio, que se
desarrolló totalmente hacia el 550 a.C. y del que se conservan numerosos ejemplos, los vasos están
abarrotados de figuras sobre fondos florales. En las vasijas hay a menudo monstruos fabulosos, como la
quimera que escupe fuego, una criatura con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de serpiente.
En el periodo arcaico medio, Atenas lleno el mercado mediterráneo de objetos cerámicos. Las vasijas
atenienses han aparecido en las islas del Egeo, norte de África, Asia Menor, Italia e incluso en Francia,
España y Crimea. La popularidad de la cerámica ateniense se debió a su carácter práctico de bellas
proporciones, su acabado aterciopelado, negro como el azabache, y a las escenas narrativas con que estaba
decorada.
La decoración de las vasijas cerámicas con la técnica de las figuras negras, que llegó de Corinto a Atenas
hacia el 625 a.C., se combinó con el antiguo estilo ateniense, más lineal y de mayor tamaño. La decoración se
realizaba en negro sobre el color rojo de la arcilla. Los detalles se grababan de forma incisa y a veces se
recalcaban con el uso de matices lumínicos rojos y blancos, hasta lograr cierta tridimensionalidad.
En la pintura de vasijas las escenas de carácter simbólico y decorativo fueron remplazadas de forma gradual
por representaciones tridimensionales. Las formas son más nítidas, los ojos se representan de perfil y los
pliegues de las telas adquieren formas más naturalistas.
Aunque las figuras de las vasijas del periodo clásico medio están dibujadas con una perspectiva lineal
rudimentaria, se logra un cierto efecto tridimensional.
A partir del 320 a.C. Atenas no exportó más cerámica y sólo se fabricaron algunas vasijas que se entregaban
como premio a los atletas de los Juegos Panatenaicos. La cerámica italiana ocupó el lugar de la ateniense en el
mercado mediterráneo.
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LA ESCULTURA GRIEGA
CARACTERES GENERALES:
A partir del siglo VII a.n.e., la temática se centra en la figura humana.
También hace su aparición la gran escultura, campo idóneo para la plasmación del ideal antropomorfo del
carácter heleno.
Tres periodos podemos distinguir en la evolución de la escultura griega:
a) Arcaico: hasta el 480 a.n.e. (batalla de Salamina).
b) Clásico: hasta el 313 a.n.e. (muerte de Alejandro).
c) Helenístico: hasta el 146 a.n.e. (dominación romana).
Aunque han llegado a nuestros días muestra originales, la gran mayoría de las obras las conocemos por las
copias romanas.
La rigidez y el esquematismo de la época arcaica se va perdiendo hasta que a finales del siglo IV a.n.e. se
consiguen resolver los problemas de anatomía, movimiento, perspectiva, composición, expresividad, etc,
logrando un altísimo nivel en las obras.
No se limita a reproducir modelos de la forma más natural y realista, sino que, en su búsqueda de prototipos
ideales sobre la belleza, se realizarán cálculos numéricos y geométricos para alcanzar las proporciones
perfectas.
Los relieves y esculturas de bulto redondo se pintaban de varios colores.
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MANIFESTACIONES:
PERIODO ARCAICO:
Durante los siglos IX y VIII a.n.e., surgen las primeras figurillas de marfil, bronce o terracota en bulto
redondo así como los primeros relieves.
Durante el siglo VII a.n.e., se avanza hacia cierto expresionismo con unas imágenes cultuales realizadas en
madera (xoana xoana) con un ligero estrechamiento en la cintura, lo que recuerda al tronco de un árbol. Su
hieratismo lo pone en relación con Oriente. Los conocemos por modelos realizados ya en piedra como la
Dama de Auxerre de finales del siglo VII a.n.e. o la Hera de Samos de la 1ª ½ del siglo VI a.n.e.
Los juegos atléticos familiarizó al griego con la desnudez masculina y el canon de belleza por lo que se dieron
a la exaltación del cuerpo humano masculino.
Los Kuroi (Kuroi) son imágenes de los atletas vencedores, de pie con los brazos estirados a lo largo del
cuerpo y una de las piernas adelantadas de clara influencia egipcia. No adelantan movimiento alguno y
denotan una gran inexpresividad aunque a finales del siglo VII y hasta el V a.n.e. sufrirán una importante
evolución ganando en expresividad y movimiento. Kuros de Milo, Moscóforo (portador de reses).
Las Korai (Korai) son las representantes femeninas. Casi todas las conocidas proceden de la Acrópolis de
Atenas y son figuras sonrientes, siempre vestidas y con cabellos recogidos en la nuca. Ganan en naturalismo a
la vez que se desarrolla el tratamiento de los cabellos y del vestido. Siempre aparecen con policromía. Koré de
la acrópolis, Niké (victoria) alada de Delos.
Los relieves de ésta época se utilizan como decoración templaria. Se conservan los del primer Hecatompedon
del Partenón, del templo de Prinias en Creta, el de Artemisa en Corfú (Medusa flanqueada por dos panteras
inmóviles) y el tesoro de los Sifnios en Delfos.
PERIODO CLÁSICO:
SIGLO V A.N.E.:
Los escultores de Kuroi y Korai se esfuerzan en representar las formas anatómicas de una forma realista,
eliminando el hieratismo y la rigidez propias de la época arcaica. Tras este proceso evolutivo, las esculturas
del primer tercio del este siglo representan la transición hacia el clasicismo. Es conocida como la etapa del
Estilo Severo que durará hasta la época de Fidias. Se caracteriza por la idealización de la figura humana, la
búsqueda del equilibrio sereno y la dignidad en cuanto a las representaciones de los dioses.
Artistas de este periodo son Pitágoras de Samos, Calamis, Kritios, Mirón y Policleto.
De Pitágoras de Samos es con toda probabilidad el Auriga de Delfos, en bronce y que representa al
conductor victorioso de una biga o una cuadriga. Formaba parte de un grupo perdido. Mantiene una cierta
rigidez arcaica.
A Kritios se le atribuye el grupo de los Tiranicidas y el efebo de la Acrópolis, rompiendo con la clásica
frontalidad arcaica.
Anónimos son el Trono Ludovisi, con la representación del nacimiento de Afrodita y pionera en la llamada
técnica de los paños mojados (transparencia anatómica) y el Trono de Boston.
Los frontones del templo de Afaia en Egina suponen un gran avance la representación del desnuco aunque se
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mantiene todavía la sonrisa arcaica.
Los frontones del templo de Zeus en Olimpia con la centauromaquia es de gran solemnidad.
De Mirón nos han llegado dos obras: el Discóbolo y el Grupo de Palas Atenea y Marsias. Se interesa por el
estudio del movimiento del cuerpo humano no dudando en situar sus figuras en posturas violentas. Es de un
acusado naturalismo aunque se mantiene el rostro y el pelo arcaicos.
Policleto, era broncista. Se preocupa por la consecución del canon ideal del hombre esculpiendo figuras
armoniosas. Instauró el canon de 7 cabezas (el cuerpo humano perfecto es la medida de 7 cabezas). De sus
obras destacamos el Doríforo (portados de lanza)y el Diadumedos (atleta atándose una cinta a la cabeza). El
canon de la mujer lo plasma en su obra Amazona herida realizando esta obra en una competición en la que
ganó a Fradmon, Crésilas y Fidias.
Ya en época plenamente clásica, destacamos la figura de Fidias, escultor que consiguió resolver la manera de
decorar los vértices bajos de los frontones, el giro de los cuerpos, etc. Sin embargo, lo realmente innovador
fue el tratamiento dado a las vestiduras. Los abundantes y sinuosos pliegues de los vestidos se pegan al cuerpo
pero no impiden llevar a cabo un profundo estudio de la anatomía de la figura. Es una excusa para conseguir
un mayor naturalismo antropomórfico.
Pericles le encargó la dirección de los trabaos en el Partenón. En su frontón oriental, narra el nacimiento de
Palas Atenea de la cabeza de Zeus. Son esculturas no aisladas, sino concebidas en bloque. El frontón
occidental lo ocupa la lucha entre Atenea y Poseidón por el dominio de la ciudad de Atenas con gran estudio
del movimiento.
El friso corrido representa, con viva policromía, la procesión de las Panateneas y será en las metopas donde el
artista introduce la cooperación de otros en los temas. Se relatan la centauromaquia, la gigantomaquia, la
amazonomaquia y la guerra de Troya. Son figuras de relieve bastante abultado sobre fondo liso.
Por copias romanas conocemos la estatua de Atenea Prómacos con casco y lanza de 15 metros altura; la
Atenea Lemnia, en bronce y ataviada con un simple peplo y la Atenea Partenos, estatua crisoelefantina (marfil
y oro) así como una estatua de Zeus de Olimpia.
Coetáneo de Fidias es Calímacos, discípulo de éste, al que se le han atribuido las cariátides del Erecteion y
Alcamenes con el Ares Borghese.
SIGLO IV A.N.E.:
Las guerras del Peloponeso entre Esparta y Atenas produjo la derrota de ésta última y una consiguiente
transformación en el arte. La idealización y la serenidad dará paso ahora por una necesidad de desvelar los
sentimientos y estados de ánimo de las figuras. Surge así una escultura mucho más expresiva y acentuada.
Nace el retrato de tipo realista en contraposición al del arqueotipado del siglo V a.n.e. y una gran diversidad
en las obras.
Praxíteles se esforzará por influir un aliento psicológico a sus obras, dotándolas de una profunda melancolía.
Prefiere cuerpos de adolescentes, ligeramente arqueados buscando apoyarse en algo (curva praxiteliana).
Destacamos el Hermes de Olimpia, el Sátiro escanciados, la Afrodita de Gnido y, sobre todo, su gran obra, el
Apolo Sauróctono que representa a Apolo matando a una lagartija.
Scopas de Paros intenta igualmente revelar los estados de ánimo aunque con un carácter mucho más patético
y atormentado. Ménade.
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Lisipo representa la transición entre los clásico y el helenismo (Apoxiomeno).
PERIODO HELENÍSTICO:
Las conquistas de Alejandro en el siglo IV a.n.e. abrieron el mundo a la cultura helena; ahora bien, a finales
de la centuria se produjo un cambio brusco. El arte que había perseguido el equilibrio entre la realidad y la
belleza, entra en una pausado declive.
La escultura tiende ahora hacia la orientalización y el sincretismo (Venus de Milo); se acentúan también los
movimientos y temas fantásticos (Sátiro Barberini); también se introducen escenas de la vida cotidiana
(Espinario, Niño de la Oca) o retratos mucho más realistas representando la vejez y la fealdad (Demóstenes,
Diógenes, etc...).
Cuatro escuelas destacamos de éste periodo:
a) Pérgamo: Epigonos: galos invasores (Galo moribundo y Galo suicidándose). Altar de Zeus.
b) Rodas: Coloso realizado por Cares de Lindos. Victoria de Samotracia de Pitócritos Lacoonte y sus hijos
obra de Agesandro, Atenodoro y Polidoro).
c) Tralles: Toro Farnesio de Taurisco y Apolonio de Tralles.
d) Alejandría: Estatuas de enanos, negros, escenas costumbristas, etc.
ARQUITECTURA
El templo fue, sin lugar a dudas, uno de los legados más importantes de la arquitectura griega a occidente. Era
de una forma bastante simple: una sala rectangular a la que se accedía a través de un pequeño pórtico
(pronaos) y cuatro columnas que sostenían un techo bastante similar al actual tejado a dos aguas. En los
comienzos éste fue el esquema que marcó los cánones.
Del perfeccionamiento de esta forma básica se configuró el templo griego tal y como hoy lo conocemos. En
sus comienzos, los materiales utilizados eran el adobe para los muros y la madera para las columnas. Pero a
partir del siglo VII a.C. (período arcaico), éstos fueron reemplazados por la piedra, lo que permitió el
agregado de una nueva hilera de columnas en el exterior (peristilo), y con lo que la construcción ganó en
monumentalidad.
Entonces surgieron los primeros órdenes arquitectónicos: el "dórico", al sur, en las costas del Peloponeso y el
"jónico", al este. Los templos dóricos eran más bien bajos y macizos. Las gruesas columnas carecían de base y
el fuste era acanalado. El capitel, muy simple, terminaba en una moldura llamada equino. Las columnas
sostenían un entablamiento (sistema de cornisas) compuesto por un arquitrabe (zona inferior) y un friso de
tríglifos (decoración acanalada) y metopas.
La construcción jónica, de mayores dimensiones, descansaba sobre una doble hilera de columnas, algo más
estilizadas, también de fuste acanalado y con un sólido basamento. El capitel culminaba en dos gráciles
volutas y los frisos se hallaban decorados con relieves. Más adelante, en el período clásico ( siglos V y IV a.
C. ), la arquitectura griega arribó a su máximo apogeo. A los dos órdenes ya conocidos se sumó el "corintio",
con su típico capitel terminado en hojas de acanto.
Las formas se estilizaron aún más y se agregó una tercera hilera de columnas. El Partenón de Atenas es la más
clara ilustración de este brillante período arquitectónico griego.
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En tiempos de la dominación helénica (siglo III a. C.) la construcción, que conservó las formas básicas del
clasicismo, alcanzó el punto máximo de la fastuosidad. Columnas de capiteles ricamente ornados sostenían
frisos trabajados en relieve de una elegancia y factura insuperable.
Orden dórico:
La columna dórica, que se comenzó a emplear hacia el siglo VII a.C., no tiene basa, de modo que el fuste
asciende directamente desde el estilóbato hasta el capitel. El perfil de su fuste robusto presenta un ligero
abombamiento conocido con el nombre de éntasis, y sobre su superficie aparecen acanaladuras o estrías
verticales, que se transmitieron al resto de los órdenes griegos. El capitel dórico es abstracto, se compone de
dos elementos geométricos sin decoración escultórica: el primero, llamado equino, es una sección ascendente
de esfera en forma de disco, mientras que el segundo, el ábaco, es un prisma recto de base cuadrada sobre el
que descansa el arquitrabe. El capitel dórico es una de las más hermosas creaciones del arte griego, la
combinación de sus dos formas (el equino circular y el ábaco cuadrado) constituyen un efectivo tránsito visual
entre la sección circular de la columna y la sección cuadrada del entablamento. En éste se superponen el
arquitrabe, el friso formado por triglifos, metopas y la cornisa. El orden dórico, por su robustez y sobriedad,
tuvo una significación masculina y se empleó para los templos levantados en honor de dioses varones. El
Partenón, templo dórico, estaba dedicado a una diosa guerrera y en su advocación más masculina, como
Atenea Parthenos. Inicialmente las columnas dóricas tenían poca altura (9 módulos), pero en tiempos de
Pericles llegaban a 11 módulos.
Orden Jónico:
Tiene como normas fundamentales columnas con basa moldeada en forma de discos superpuestos, el fuste
cuenta con astrágalo entre las estrías y el capitel cuenta con volutas y un ábaco muy reducido y trabajado. El
arquitrabe tiene tres franjas horizontales, un friso que puede ser liso o con relieves.
Orden Corintio:
Se caracteriza fundamentalmente por el capitel formado por dos cuerpos, el inferior con doble fila de horas de
acanto y unos caulículos o tallitos que surgen entre estas hojas y se enroscan en los ángulos y centros; el ábaco
es curvo y más fino, y el entablamento sigue el modelo jónico, más enriquecido por molduras o elementos
decorativos. El orden compuesto, muy tardío, funde las formas del capitel corintio, del que toma las hojas de
acanto, y del jónico, del que repite las volutas. El tamaño de las columnas responde a una proporción o canon,
tomando como unidad de medida o módulo, el diámetro del fuste en su base, de igual manera que en la
escultura se toma el tamaño de la cabeza como módulo para la representación ideal del cuerpo humano.
El Arte Griego marca un referente para la civilización occidental que perdurará hasta nuestros días. Los
modelos griegos de la antigüedad son tenidos como clásicos y los cánones escultóricos y los estilos
arquitectónicos han sido recreados una y otra vez a lo largo de la historia de Occidente.
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