Volumen 11 Número 3 Septiembre-Diciembre 2000 Sumario • Contents EDITORIAL ESTRÉS OXIDATIVO: LA PARADOJA DEL OXÍGENO Oxidative stress: the oxygen paradox Luis M. Pérez Pérez 139 TRABAJOS ORIGINALES CONCENTRACIONES DE LEPTINA Y PROLACTINA BIOACTIVA E INMUNORREACTIVA DURANTE EL CICLO MENSTRUAL NORMAL Concentrations of lectin and bioactive and immunoreactive prolactine during the normal menstrual cycle Víctor M. Cabrera Oliva 143 HIPERLIPIDEMIAS ASOCIADAS AL EMBARAZO EN DIABÉTICAS Y NO DIABÉTICAS Hyperlipidemas associtive with pregnancy in diabetic and with diabetic women Lemay Valdés Amador, Bertha R. Rodríguez Anzardo, Antonio Márquez Guillén, Osvaldo Santana Bacallao, Miriam Robaina Ugartemendía y Jacinto Lang Prieto 153 ANTICONCEPCIÓN POSPARTO EN UN ÁREA DE SALUD URBANA DE CIUDAD DE LA HABANA Contraception postpartum in an urban health area of Havana City Felipe Santana Pérez, Gisel Ovies Carballo y Rubén S. Padrón Durán† 160 137 EFECTOS DEL IMPLANTE NORPLANT SOBRE EL METABOLISMO DE LOS CARBOHIDRATOS DURANTE 3 AÑOS DE USO Effects of the Norplant implant on the carbohydrate metabolism during 3 years of use Felipe Santana Pérez, Manuel Gómez Alzugaray y Rosa María Real Cancio 168 MONTAJE Y ESTANDARIZACIÓN PARA DETERMINAR COLESTEROL INMUNE EN SUERO HUMANO Montaje y estandarización para determinar "colesterol inmune" en suero humano Giovanna Pereira Roca, Arturo Reyes Durán, Alina Rodríguez Riverón, Daniel Sánchez Serrano y Victoria E. Barrios Díaz 174 ESPECIES REACTIVAS DE OXÍGENO EN EL PACIENTE DIABÉTICO INSULINODEPENDIENTE CON RETINOPATÍA DIABÉTICA Reactive oxygen species in the insulin-dependent diabetic patient with diabetic retinopathy Mercedes Mamposo Solano, Olga Sonia León Fernández, Manuel E. Licea Puig, Marcos Escobar Fernández, Esperanza Contreras Quintana y Martha Bustillo Vidal 181 SECCIÓN ESPECIAL EL NIÑO DIABÉTICO MENOR DE 5 AÑOS DE EDAD The diabetic patient under 5 years old Ricardo Güell González 189 ENFOQUE ACTUAL INVESTIGACIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA. PROBLEMAS NO RESUELTOS EN LOS DEBATES ACTUALES Qualitative and quantitative research. Unsolved problems in the present debates Jorge Luis Calero 192 138 Rev Cubana Endocrinol 2000;11(3):139-42 Editorial ESTRÉS OXIDATIVO: LA PARADOJA DEL OXÍGENO Los organismos superiores, como el ser humano, no pueden existir sin el oxígeno; sin embargo, a su vez éste es peligroso para su existencia, la gran paradoja del oxígeno. Este peligro del oxígeno es inherente a su estructura; cada átamo de oxígeno tiene un electrón impar para su órbita externa, lo que le confiere la condición de radical libre y la molécula de oxígeno tiene 2 electrones impares, o sea, es un birradical libre. La reducción tetravalente del oxígeno en la mitocondria para producir agua mediante la cadena de transporte de los electrones es relativamente segura; sin embargo, la reducción univalente del oxígeno genera intermediarios reactivos ( * ). El ambiente reductivo celular favores reducciones univalentes del oxígeno no programadas. Así, en un ambiente aeróbico, se produce el peróxido de hidrógeno, un radical aniónico superoxidado, y el radical hidroxilo, que es extremadamente reactivo, a los que se consideran responsables de la toxicidad del oxígeno. Para poder sobrevivir en este medio, los organismos vivos generan y obtienen del medio, compuestos antioxidantes solubles en agua o en lípidos.1,2 También sintetizan una serie de enzimas antioxidantes cuya función es interceptar e inactivar intermediarios reactivos del oxígeno.3,4 A pesar de su extrema importancia, los compuestos y enzimas antioxidantes no son completamente efectivas para prevenir el daño oxidativo. Para contrarrestar el daño que aun ocurre, se sintetiza una serie de enzimas removedoras/ reparadoras para proteínas, lípidos y ADN. Finalmente, como los niveles de éstres oxidativo pueden variar de tiempo en tiempo, los organismos son capaces de adaptarse a esas fluctuaciones, con la inducción de la síntesis de enzimas antioxidantes y enzimas removedoras/reparadoras de daño.5,6 SISTEMA ANTIOXIDANTE Componentes: • Preventivos: ceruloplasmina, metalotionina, albúmina, transferrina, ferritina, mioglobina. * El término "especies reactivas del oxígeno" se refiere a radicales libres del oxígeno como el oxígeno singulete y el radical hidroxilo y otros que no son radicales derivados del oxígeno como el peróxido de hidrógeno y el ácido hipocloroso. Estos intermediarios reactivos del oxígeno pueden participar en reacciones que dan origen a radicales libre. Son especies reactivas de importancia biológica: radicales superóxido, hidroxilo, peroxilo, peróxido de hidrógeno, óxido nítrico, ácido hipocloroso, peróxidos, peroxinitritos, proteínas heme, oxígeno singulete. 139 • Reparadores: enzimas ADN-reparadoras; metionina-sulfoxidorreductasa. • Barredoras: enzimas superóxido dismutasa, glutatión peroxidasa, glutatión reductasa, catalasa, metaloenzimas. • Moléculas pequeñas: glutatión, bilirrubina, ácido úrico, carotenoides, flavonoides, vitaminas C, E, B6. A pesar de lo anteriormente expuesto, este equilibrio no es perfecto y el daño oxidativo parece ser inevitable. En los últimos años, el estrés oxidativo ha sido implicado en una gran variedad de procesos degenerativos, enfermedades y síndromes. Algunos de estos procesos pueden ser exacerbados y quizás iniciados por numerosos prooxidantes ambientales, medicamentos y alimentos; también hay situaciones que provocan deficiencias del sistema antioxidante.7 Se han encontrado compuestos en las plantas que refuerzan la resistencia biológica contra la oxidación, particularmente en frutas y vegetales.8 SÍNDROMES, ENFERMEDADES Y PROCESOS DEGENERATIVOS QUE SE CONSIDERAN RELACIONADOS CON EL ESTRÉS OXIDATIVO • Sistema nervioso central: esquizofrenia, enfermedades de Parkinson y Alzheimer, esclerosis múltiple, distrofia muscular de Duchenne, ataxia-telangiectasia. • Ojos: cataratas, degeneración macular, retinopatías del diabético y del prematuro. • Sistema respiratorio: asma, cáncer pulmonar, síndrome de dificultad respiratoria del adulto. • Sistema cardiovascular; aterosclerosis, infarto del miocardio, hipertensión, miocardiopatía. • Sistema digestivo: hepatitis, cirrosis hepática, diabetes, pancreatitis, cáncer del colon, colitis. • Sistema genito-urinario: insuficiencia renal, infertilidad masculina. • Sistema osteomioarticular: artritis reumatoidea, artritis psoriática, síndrome del hombre rígido. • Piel: eczema, melanoma, dermatitis de contacto. • Otros: mutagénesis, caquexia, síndrome de Werner, envejecimiento. FORMACIÓN DE RADICALES LIBRES Y ESPECIES REACTIVAS DEL OXÍGENO • Mayormente por reacciones bioquímicas de oxidación-reducción del metabolismo normal en las que intervienen el oxígeno (catabolismo del triptófano, formación del colágeno; reducción de los ribonucleótidos). • Por fagocitosis, como parte de una reacción inflamatoria controlada. • Ocasionalmente, en respuesta a la exposición de radicaciones ionizantes, luz ultravioleta, polución ambiental, humo del cigarro, hiperoxia, ozono, ejercicio excesivo, dióxido de nitrógeno, metales pesados, hidrocarburos halogenados. 140 SUSTANCIAS QUE PUEDEN MODIFICAR LOS NIVELES DE RADICALES LIBRES • Aumentándolos: halotano, acetaminofeno, adriamicina, menadiona, ozono, clorafenicol, nitrofurantoína, aminoglucósidos, digitálicos, tetraciclina. • Disminuyéndolos: vitaminas A, E, C, B6, selenio, captopril. CAUSAS DE DEFICIENCIAS DEL SISTEMA ANTIOXIDANTE • Ingestión baja de antioxidantes dietarios. • Enfermedades que reducen la absorción de nutrientes antioxidantes (enfermedad de Crohn). • Nutrición parenteral normal. • Diálisis renal. La aterosclerosis es uno de los procesos más importantes en que está implicado el estrés oxidativo, pues una de sus consecuencias, la vasculopatía coronaria, cerebral y periférica es responsable de las principales causas de muerte en muchos países. La aterosclerosis es un proceso inflamatorio-proliferativo de causa multifactorial: agentes químicos, mecánicos, infecciosos, inmunológicos, etc. El exceso de radicales libres puede iniciar el proceso aterosclerótico al dañar las paredes de los vasos sanguíneos. A su vez, los lípidos oxidados tienen, entre otros efectos biológicos: 1. quemotaxis monocitaria; 2. estimulacióndiferenciación de monocitos en macrófagos; 3. captación de los lípidos oxidados por los macrófagos. Todo esto conduce a la formación de células espumosas, agregación plaquetaria, alteración de la relajación dependiente del endotelio y estimulación de la secreción del inhibidor-1 del actividor del plasminógeno. Estos efectos en su conjunto, conducen a la aterosclerosis. En la patogenia de la diabetes mellitus también están implicados los radicales libres, así como en la macroangiopatía no diabética; en los enfermos con diabetes la aterosclerosis tiene, entre otras características ser precoz, acelerada, severa, extensa y afectar a ambos sexos por igual. En esto influye la dislipoproteinemia secundaria a la hiperglucemia de la dislipidemia de la diabetes tipo 2. También la glucosilación de las lipoproteinemias produce cambios en las mismas que las hacen más aterogénicas y, además, generan radicales libres que provocan oxidación de la apoproteína, de los lípidos en el núcleo celular y de macromoléculas cercanas. Esta glucosilación apoproteica también provoca modificaciones en sus acciones fisiológicas; según la apoproteína glicosilada se modifica la unión de las LDL, a su receptor celular, la movilización de colesterol por las HDL y el tiempo de permanencia de las VLDL y los quilomicrones en la circulación.9,10 Durante un tiempo se estuvieron recomendando las macrodosis de vitaminas como suplemento dietético, lo cual no es así en el momento actual.11 Se prefiere su obtención de frutas y vegetales. Los buenos hábitos alimentarios también son importantes en la prevención y 141 tratamiento del estrés oxidativo; por ejemplo las altas ingestiones de ácido linoleico pueden estar asociadas a aumento de la susceptibilidad a la oxidación de lipoproteínas aterogénicas en el hombre, como las LDL y las VLDL. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Marchesi E, Ravieta V, Bognetti P. Maggie E, Covini D, Martignnogi A. Vitamin E supplementation in essential hypertension. 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Laboratorio de Reproducción Asistencial CONCENTRACIONES DE LEPTINA Y PROLACTINA BIOACTIVA E INMUNORREACTIVA DURANTE EL CICLO MENSTRUAL NORMAL Lic. Victor M. Cabrera Oliva1 RESUMEN Se determinaron las concentraciones de leptina durante el ciclo menstrual normal de un grupo (n=19) de mujeres fértiles y las concentraciones diarias de estradiol, HL y HFS. Se precisó la actividad inmunológica de la prolactina por radioinmunoensayo (RIA) y la actividad biológica (BIO), por un bioensayo de proliferación de las células Nb2 de linfoma de rata. Se establecieron las relaciones RIA/BIO para la prolactina. Se encontró un aumento de las concentraciones de prolactina (RIA) coincidente con el pico ovulatorio de HL. Se concluyó que las concentraciones de prolactina bioactiva (BIO) fueron significativamente superiores (p < 0,05) durante las fases periovulatoria y lútea. La correlación RIA/BIO para la prolactina osciló entre 0,8 y 2,8. Las concentraciones de leptina mostraron una gran variabilidad entre los ciclos, pero aumentaron durante la fase lútea temprana de ciclo menstrual, aunque no fueron estadísticamente significativas. Descriptores DeCS: LEPTINAS; PROLACTINA; CICLO MENSTRUAL; RADIOINMUNOENSAYO. Durante los últimos años se ha acumulado una enorme cantidad de información derivada de los estudios relacionados con las determinaciones de las hormonas implicadas en los mecanismos de funcionamiento del ciclo menstrual normal,1 sin embargo, el descubrimiento de nuevas 1 sustancias con potencialidades reguladoras sobre el ciclo menstrual, como las leptinas y las variantes moleculares o isoformas de FSH y prolactina 2,3 han dado una nueva proyección a estos estudios. Está perfectamente establecido que la FSH en forma basal o estimulada por GnRh se presenta en Licenciado en Bioquímica. 143 diversas formas isoeléctricas con una distribución que varía a lo largo del ciclo menstrual. La leptina (s) es un producto genético de 16 kDa conocido como factor de obesidad, que se deriva principalmente de las células grasas, se relaciona directamente con el consumo y distribución de la energía y al parecer está asociada con la homeostasis del peso corporal.4 Recientemente se ha demostrado que la expresión del gen de la obesidad (Ob) y los niveles circulantes de leptina están modulados in vivo por una serie de factores que incluyen la insulina, los glucocorticoides y las citocinas. Se ha demostrado la producción de leptina en el tejido placentario, músculo esquelético de rata, estómago de rata, en las células epiteliales del tejido mamario humano y en las células hipofisarias de ratas y ratones.5 De acuerdo con su homología estructural, la prolactina (Prl) es una citocina y pertenece a la familia de estos péptidos. Los procesos biológicos activados por la Prl mediante sus receptores conducen hacia patrones específicos de transcripción genética y son dependientes de las líneas celulares y de su estadio de desarrollo. La Prl es una hormona hipofisaria que influye en varios procesos fisiológicos, dentro de los cuales se encuentran el desarrollo de las glándulas mamarias, iniciación y mantenimiento de la lactancia, la inmunomodulación, la osmorregulación y el metabolismo de los lípidos. Se ha informado que la Prl puede actuar sobre el tejido adiposo porque los receptores de esta hormona aumentan durante la diferenciación de los adipocitos y pudieran estar relacionados tanto con el desarrollo fetal como con el metabolismo lipídico de los adipocitos maduros.6 La Prl presenta un marcado polimorfismo molecular. La heterogeneidad molecular se ha propuesto como uno de los posibles mecanismos para explicar la diversidad de funciones de algunas hormonas. El aumento de los niveles circulantes de Prl se asocia frecuentemente con la infertilidad, por los trastornos que produce la hormona sobre el metabolismo y la biosíntesis de las células del ovario,7,8 sin embargo, se ha demostrado la existencia de niveles circulantes elevados de Prl con función ovárica conservada. 9 Esta dicotomía significa que la presencia de diversas variantes de pesos moleculares de la prolactina y/o la variabilidad en su actividad biológica pudiera ser la causa de los efectos de la hormona en el ciclo menstrual. En 1973, Robyn y otros 10 describieron un patrón de secreción bifásico de Prl durante el ciclo menstrual, con un pico de secreción a mediados del ciclo y niveles elevados durante la fase luteal, pero estos resultados no pudieron ser confirmados. Algunos autores han encontrado una elevación de las concentraciones de Prl a mediados del ciclo. Estudios realizados por Franchimont y otros (1976)11 establecieron que existe una tendencia al aumento de las concentraciones de Prl durante la fase folicular. Subramanian y otros12 compararon los niveles de Prl inmunorreactiva y bioactiva durante el ciclo menstrual en un grupo de mujeres con infertilidad de causa no explicada. Estos autores encontraron un aumento de la actividad biológica e inmunológica a mitad del ciclo menstrual en un grupo de mujeres normales. Cuando se compararon las concentraciones de Prl a mitad del ciclo menstrual entre ambos 144 DETERMINACIONES HORMONALES grupos, sólo encontraron diferencias para la forma bioactiva de la hormona. El aumento en la actividad biológica e inmunológica encontrada a mitad del ciclo en el grupo de mujeres controles, no se pudo demostrar para el grupo de mujeres con infertilidad de causa no explicada. De acuerdo con el criterio de los autores, las alteraciones en la dinámica de secreción de la Prl podrían ser parte de las diferencias sutiles que aparecen entre los ciclos de mujeres normales y los de mujeres con infertilidad de causa no explicada. Debido a que recientemente han aparecido publicaciones en las cuales se ha demostrado que las leptinas están implicadas en las funciones de la hipófisis anterior,13 se decide desarrollar la presente investigación para determinar si existen cambios cíclicos de las leptinas durante el ciclo menstrual normal y cómo se correlacionan las concentraciones de esta hormona con la actividad biológica e inmunológica de la Prl. Determinamos de forma enzimática la Prl inmunorreactiva, FSH y LH y el E2, por RIA, mediante un trazador tritiado de acuerdo con los procedimientos y los reactivos suministrados por el Programa de Reactivos Pareados para Investigaciones Clínicas en Reproducción Humana de la Organización Mundial de la Salud (WHO/HRP). 14 Analizamos todas las muestras plasmáticas y los controles de calidad por duplicado y en forma paralela para compro-bar la reproducibilidad y la repetibilidad a concentraciones altas, medias y bajas según la curva patrón utilizada. La sensibilidad y los coeficientes de variación intra e interensayo para el ELISA de Prl fueron de 12 mUl/mL, 6,6 y 11,5 %, respectivamente. Para la LH estos valores fueron de 0,2 UI/L, 8,2 y 13,6 %. Los valores de sensibilidad, porcentaje de coeficiente de variación intraensayo e interensayo para la FSH fueron de 0,8 UI/L, 7,6 % y 15,4 %, respectivamente. Para determinar las concentraciones de E2 por RIA empleamos un anticuerpo de estradiol-6-CMO-BSA levantado en conejo, a una dilución final de 1:210 000. La sensibilidad del ensayo fue de 6,4 pg/mL y la repetibilidad y reproducibilidad general del ensayo fue de 8,4 y 12,5 %, respectivamente. Precisamos las concentraciones plasmáticas de leptinas de acuerdo con el procedimiento descrito 15 y mediante un juego de reactivos (Linco Research Inc., St Louis, MO). El límite de sensibilidad fue de 0,5 µg/L y los coeficientes de variación intra e interensayo para concentraciones de 1,6 y 11,6 µg/L fueron de 2,4 y 4,6 % y de 4,8 y 5,7 %, respectivamente. MÉTODOS OBTENCIÓN Y PROCESAMIENTO DE LAS MUESTRAS PLASMÁTICAS Para la presente investigación estudiamos los ciclos menstruales de 19 mujeres sanas, con historia de ciclos ovulatorios y que participaron en el estudio en forma voluntaria. Obtuvimos las muestras diariamente durante todo el ciclo menstrual. En cada extracción tomamos 5 mL de sangre por punción antecubital en tubos heparinizados los cuales centrifugamos durante 5 min a 2 000xg y 4 °C y conservamos el plasma a -20 °C hasta su procesamiento. 145 DETERMINACIÓN DE LA ACTIVIDAD BIOLÓGICA DE LA PROLACTINA DURANTE EL CICLO MENSTRUAL. BIOENSAYO CON LAS CÉLULAS Nb2 DE LINFOMA DE RATA ANÁLISIS ESTADÍSTICO DE LOS RESULTADOS Realizamos el análisis estadístico mediante la prueba de la t de Student y consideramos estadísticamente significativos los valores de p < 0,05. La línea celular Nb2 fue originalmente obtenida por cortesía del Dr. PW Gout (Vancouver, Canadá). Determinamos la bioactividad de la Prl en el medio condicionado linfocitario utilizando el ensayo de actividad proliferativa de la hormona sobre las células Nb 2, de acuerdo con el método descrito por Tanaka y otros 16 con ligeras modificaciones. Mantuvimos las células a 37 °C en medio Fischer que contenía 10 % de suero fetal bovino (sfb) y 10 % de suero de caballo (hs) como fuentes de lactógeno, 10-4 M de 2-mercaptoetanol, 50 UI/mL de penicilina y 50 µg/mL de estreptomicina. Detuvimos las células en la fase G21 temprana del ciclo celular por preincubación durante 24 h en el medio anteriormente descrito, pero con sfb al 1 %. Bajo estas condiciones estimulamos las células por adición de las muestras en estudio o por adición de concentraciones crecientes de Prl humana purificada (NIDDK hPRL-2). Determinamos la actividad de Prl en fracciones alícuotas del medio condicionado (50 µL), en forma directa o diluidas, para determinar la existencia de paralelismo por comparación contra la curva patrón utilizada. Desarrollamos los cultivos y la determinación de la capacidad proliferativa según los procedimientos descritos anteriormente.17 Las variaciones inter e intraensayo del bioensayo de las células Nb2 fueron de 3,4 y 6,2 %, respectivamente. El rango dinámico del bioensayo fue desde 3,9 hasta 500 pg/mL y la sensibilidad, de 1,9 pg/mL. RESULTADOS Determinamos las concentraciones de FSH, LH y E2 a través de los ciclos menstruales estudiados para determinar si éstos se correspondían con los perfiles característicos para ciclos menstruales normales. Las concentraciones de todas las hormonas estudiadas oscilaron dentro de los rangos esperados (fig.1) y estuvieron de acuerdo con las variaciones biológicas individuales esperadas. El patrón de secreción de Prl biológicamente activa (fig.2) se caracterizó por un aumento a partir de la fase folicular tardía del ciclo menstrual que alcanzó los valores máximos durante la fase periovulatoria, una disminución durante los primeros días de la fase luteal y un nuevo aumento a finales de esa fase para alcanzar valores similares a los observados durante el inicio de la fase folicular. Las concentraciones de Prl inmunológicamente activa (RIA) se muestran en la figura 3. Los valores máximos aparecieron durante la fase periovulatoria del ciclo menstrual, lo que coincidió con el pico ovulatorio de la LH (LH=0). De acuerdo con las relaciones entre las concentraciones de la Prl bioactiva (BIO) e inmunorreactiva (RIA) (fig.4), durante la fase folicular temprana la relación entre las actividades biológicas e inmunológicas fue de aproximadamente 1 y luego se observaron 2 zonas con relación Bio/ Inmuno igual o superior a 2, las cuales 146 quedaron separadas por un valle a lo largo de la fase periovulatoria. En la figura 5 se muestran los valores de actividad biológica e inmunológica distribuidas en las diferentes fases del ciclo menstrual. Durante la fase folicular, las concentraciones de Prl-BIO y Prl-RIA oscilaron entre 3 y 14 ng/mL, pero las diferencias entre ambas actividades no mostraron diferencias estadísticamente significativas entre ellas, sin embargo, las concentraciones FIG. 1. Determinación de las concentraciones de estradioil (E2), LH y FSH durante el ciclo menstrual en un grupo de mujeres normales fértiles. Las concentraciones de E2 se expresan en nmol/L, y las de LH y FSH en UI/L. Se analizaron 19 ciclos menstruales normales. FIG. 2. Determinación de las concentraciones de prolactina bioactiva (Pri-Bio) durante el ciclo menstrual normal. Las concentraciones se expresan en ng/mL. Se analizaron 19 ciclos menstruales normales. 147 FIG. 3. Determinación de las concentraciones de prolactina inmunorreactiva (Prl-RIA) durante el ciclo menstrual normal. Las concentraciones se expresan en ng/mL. Se analizaron 19 ciclos menstruales normales de mujeres con historia de fertilidad probada. FIG.4. Relación entre las actividades biológica (BIO) e inmunológica (RIA) de la prolactina durante el ciclo menstrual normal. Los valores se expresan en unidades relativas y se analizaron 19 ciclos normales de mujeres con historia de fertilidad probada. 148 de Prl-BIO fueron siempre superiores. Durante las fases periovulatoria y folicular, las concentraciones de Prl-BIO fueron significativamente superiores (p < 0,05) a la Prl-RIA. Las concentraciones de Prl-RIA durante las 3 fases del ciclo menstrual fueron muy similares. Las concentraciones de leptina mostraron un comportamiento variable a lo largo de los ciclos menstruales, pero de acuerdo con el perfil observado, las concentraciones aumentan a partir de la fase folicular temprana y disminuyen en los días cercanos a la fase periovulatoria (fig.6). A partir del día LH=5 del ciclo menstrual, se produjo un aumento de las concentraciones de leptinas, las cuales disminuyen a finales de la fase lútea hasta alcanzar concentraciones similares a las observadas durante la fase folicular temprana. FIG. 5. Determinación de las concentraciones de prolactina bioactiva (BIO) e inmunorreactiva (RIA) en diferentes fases del ciclo menstrual normal. Las concentraciones se expresan en ng/mL. Se analizaron 19 ciclos menstruales normales correspondientes a mujeres con historia de fertilidad probada. * p<0,05 es el valor de significación para las diferencias estadísticas. FIG. 6. Determinación de las concentraciones plasmáticas de leptina durante el ciclo menstrual. Las concentraciones se expresan en ng/mL. Se analizaron 19 ciclos menstruales normales. Las concentraciones de leptina se determinaron por RIA. 149 DISCUSIÓN metabólicos secundarios. Los efectos más significativos de la producción disminuida de la síntesis de Prl, parecen estar relacionados, en un mayor nivel, con defectos en la regulación de la respuesta inmune y con el funcionamiento de determinadas líneas celulares del sistema inmune.18-20. La presencia de hiperprolactinemia en mujeres con función ovárica conservada demuestra la importancia que tiene la existencia de especies moleculares con actividad biológica variable, sobre el funcionamiento y desarrollo de los folículos ováricos. De acuerdo con los resultados encontrados, la producción de Prl durante el ciclo menstrual sigue un patrón de secreción muy parecido al de la FSH, pero con diferentes perfiles de actividad biológica e inmunológica. No se conoce actualmente cuáles son las relaciones entre los patrones de actividad biológica de la FSH y la Prl, pero sí se ha demostrado que durante el ciclo menstrual normal aparecen diferentes formas de FSH que cambian su carácter ácido-base según las fases del ciclo menstrual. Las leptinas, como hormonas reguladoras del metabolismo energético y lipídico, podrían tener un efecto general regulatorio sobre el comportamiento del ciclo menstrual, sin embargo, será necesario analizar un mayor número de muestras para determinar si las variaciones encontradas no son producidas por factores de tipo metodológico. En estudios posteriores será posible determinar si algunas funciones que se le atribuyen a la Prl y que están relacionadas con los sitios reguladores del hambre y satisfacción, no son funciones inherentes propiamente a las leptinas. El ciclo menstrual es una secuencia de procesos bioquímicos y fisiológicos cuya finalidad es producir un óvulo capaz de ser fecundado por un espermatozoide. En la regulación del ciclo menstrual intervienen factores hipotalámicos, hipofisarios y ováricos, principalmente. La síntesis inusual de hormonas, factores liberadores e inhibidores y efectores inmunológicos solubles pueden tener un efecto negativo y producir ciclos menstruales anovulatorios. Los mismos factores son capaces de producir cuerpos lúteos insuficientes e incapaces de mantener una producción sostenida de progesterona necesaria para mantener el óvulo fertilizado en los primeros estadios de la implantación. Estos ciclos menstruales son frecuentes en mujeres abortadoras habituales. La Prl es la hormona que más efectos tiene sobre el ciclo menstrual. La mayor cantidad de estudios relacionados con los efectos de la Prl sobre el ciclo menstrual, han estado relacionados con la producción exagerada de la hormona. Mientras que se conoce muy poco sobre los efectos de la producción de Prl en concentraciones consideradas como fisiológicamente bajas. La producción elevada de Prl puede estar motivada por la presencia de microadenomas hipofisarios, hipotiroidismo, medicamentos que estimulan la síntesis y liberación de Prl, determinadas situaciones fisiológicas normales o patológicas o causas asociadas a la presencia de hiperprolactinemia funcional de origen desconocido. La hiperprolactinemia o presencia de niveles elevados de Prl producen anovulación y trastornos menstruales, galactorrea con amenorrea o sin ella, y otros trastornos 150 SUMMARY The concentrations of leptins during the normal menstrual cycle of a group (n=19) of fertile women and the daily concentrations of estradiol, HL and HFS were determined. The immunological activity of prolactin was determined by radioimmunoassay (RIA), whereas the biological activity (BIO) was determined by a proliferation bioassay of Nb2 cells from rat lymphoma. The RIA/BIO relations for prolactin were established. It was found an increase of the concentrations of prolactin (RIA) coinciding with the HL ovulatory peak. It was concluded that the concentrations of bioactive prolactin (BIO) were significantly higher (p<0.05) during the periovulatory and luteal phases. The RIA/BIO correlation for prolactine oscillated between 0.8 and 2.8. The concentrations of leptine showed a great variability between cycles, but they increased during the early luteal phase of the menstrual cycle, although they were not statistically significant. Subject headings: LEPTINS; PROLACTIN; MENSTRUAL CYCLE; RADIOIMMUNOASSAY. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Bohnet HG, McNeilly AS. Prolactin: assessment of its role in the human female. Horm Metab Res 1979;11:533-46. 2. 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Zapata y D, El Vedado, Ciudad de La Habana, Cuba. 152 Rev Cubana Endocrinol 2000;11(3):153-9 Servicio Central de Diabetes y Embarazo Hospital Docente Ginecoobstétrico "Ramón González Coro" Instituto Nacional de Endocrinología HIPERLIPIDEMIAS ASOCIADAS AL EMBARAZO EN DIABÉTICAS Y NO DIABÉTICAS Dr. Lemay Valdés Amador, 1 Bertha R. Rodríguez Anzardo,2 Antonio Márquez Guillén,3 Dr. Osvaldo Santana Bacallao,4 Dra. Miriam Robaina Ugartemendía5 y Dr. Jacinto Lang Prieto6 RESUMEN Se estudiaron los resultados en cuanto a niveles de colesterol HDL-colesterol y triglicéridos en 55 gestantes no diabéticas en el tercer trimestre del embarazo y se realizaron las mismas determinaciones en 63 gestantes con diabetes mellitus, 64 con diabetes mellitus insulinodependientes y 37 con diabetes mellitus no insulinodependientes, en los diferentes trimestres de la gestación. Se detectaron que tanto las diabéticas como las no diabéticas presentaban una fuerte tendencia a la hipertrigliceridemia durante el embarazo, la cual se hizo más frecuente a medida que progresaba la gestación. La única excepción ocurrió en las gestantes que padecían de "nefropatía diabética" en las cuales se comprobó que la dislipidemia más frecuente fue la tipo IIb de Friedrickson. En las dislipidemias detectadas, no se pudo reconocer influencias en relación con la edad, paridad, peso ganado durante la gestación, y sí con el grado de control metabólico durante el embarazo. Se concluyó que el patrón lipídico de la embarazada diabética bajo un estricto control de la enfermedad se comporta como el reportado para el embarazo y no como el de la enfermedad de base, muy probablemente debido al influjo hormonal de la gestación. Descriptores DeCS: EMBARAZO; complicaciones; HIPERLIPIDEMIA. Es conocido que durante el embarazo existe un incremento en la circulación de los lípidos. Aunque el colesterol y otras 1 2 3 4 5 6 Especialista Especialista Especialista Especialista Especialista Especialista de de de de de de EMBARAZO EN DIABETES/ sustancias lipídicas han sido el centro de considerable interés, relativamente pocos informes han tratado el estudio consecutivo II Grado en Ginecología y Obstetricia. Doctor en Ciencias Médicas. II Grado en Nutrición. II Grado en Medicina Interna. Doctor en Ciencias Médicas. II Grado en Ginecología y Obstetricia. I Grado en Laboratorio Clínico. II Grado en Endocrinología. 153 de los lípidos durante el embarazo. Sin embargo, los factores responsables de estos cambios no están bien definidos y recientemente, se ha concentrado una gran atención tanto en la regulación endocrina del metabolismo de las grasas, como en los cambios hormonales que ocurren durante la gestación. Algunos autores plantean que no existe una acción hiperlipemiante conocida para las hormonas cuya secreción está aumentada en el embarazo y que proceden de los ovarios y la placenta con los estrógenos y la progesterona.1 Con respecto a la diabetes, es sabido también que la captación de la glucosa por el tejido adiposo está disminuida, y este hecho afecta la síntesis y la esterificación de los ácidos grasos libres. Existe además, un aumento de la lipolisis y exceso de flujo de los ácidos grasos libres a la sangre, que es resultados no sólo de la disminución de la captación de glucosa, sino también, del efecto antilipolítico de la insulina. 2 Son pocas las investigaciones, tanto internacionales como nacionales con respecto a la movilización de los lípidos en gestantes diabéticas y muchos más excepcionales en diabéticas gestacionales. Es por ello que nos propusimos realizar una investigación que pudiera dar respuesta a la siguiente incógnita ¿Cuál es la frecuencia y el tipo de trastorno lipídico que desarrollan las diabéticas embarazadas en diferentes estadios de la enfermedad y qué diferencias puede haber con las embarazadas no diabéticas, así como la repercusión del control metabólico? pregestacionales (64 tenían diabetes mellitus insulinodependiente y 37, diabetes mellitus no insulinodependiente) y 63, diabetes mellitus gestacional en el curso del embarazo. El grupo control resultaron 55 gestantes con una PTG patológica o no en el tercer trimestre de la gestación. A todas se les realizó un estudio lipídico que incluia colesterol total, triglicéridos y HDL-colesterol (lipoproteínas de alta densidad). Los valores de normalidad se obtuvieron de los trabajos de Quesada y otros.3,4 Los perfiles glicémicos en las diabéticas se realizaron cada 7-10 d y consistían en 4 determinaciones, 1 en ayunas y 3 posprandiales de 2 h. DEFINICIONES EMPLEADAS a) Diabetes gestacional (DMG): cuando la gestante presenta una prueba de tolerancia oral a la glucosa patológica durante el embarazo, para lo cual se siguen los criterios de la OMS aceptados por la ALAD.5-7 b) Diabetes mellitus insulinodependiente (DMID): si las pacientes dependen del uso de la insulina para sobrevivir. Esta condición se considera presente cuando los síntomas clásicos de la diabetes están asociados a un incremento considerable de la concentración de glucosa y de cuerpos cetónicos en sangre y orina.7 c) Diabetes mellitus no insulinodependiente (DMNID): los casos que reúnen el criterio de glucemia elevada, pero que para su control no necesitan insulina sino hipoglicemiantes orales.7 MÉTODOS Estudiamos prospectivamente 164 pacientes de las cuales 101 eran diabéticas 154 TRATAMIENTO EMPLEADO en dicho período 30 (54,5 %) no presentaban trastornos lipídicos. En 21 (38,2 %) se apreció una hiperlipidemia tipo IV de Friedrickson, en 3 (5,5 %) la dislipidemia era tipo II b y sólo 1 (1,8 %) presentaba un trastorno tipo IIa. En las pacientes con DMNID y DMG se intentó inicialmente obtener el control metabólico con dieta calculada, tomando previamente la talla y el peso materno. Cuando no se obtuvieron glucemias preprandiales de 90 mg/dL (5,0 mmol) y posprandiales de 2 h inferiores a 114 mg/dL (6,3 mmol), se impuso tratamiento con insulina simple altamente purificada y fraccionada en 3 ó 4 dosis, según el método descrito en nuestro país por los profesores Valdés Amador y Márquez Guillén. [Valdés Amador L, Márquez Guillén A. Diabetes y embarazo. Estudio y análisis de 401 gestantes. Trabajo de Terminación de Residencia en Ginecoobstetricia. Hospital Ginecoobstétrico Docente "Ramón González Coro", Ciudad de La Habana. 1979 y Valdés Amador L, Márquez Guillén, A. Estudio comparativo de diabéticas gestacionales clasificadas mediante diferentes criterios y procedimientos diagnósticos. Trabajo de Terminación de Residencia en Ginecoobstetricia. Hospital Ginecoobstétrico Docente "Ramón González Coro", Ciudad de La Habana, 1989.] Para la obtención de resultados se utilizaron las pruebas de chi cuadrado, chi cuadrado corregido por continuidad y las de la probabilidad exacta de Fisher para las pruebas de independencia de las variables. El nivel de significación estadística se fijó como α = 0,05. FIG. 1. Trastornos lipídicos en gestantes no diabéticas (tercer trimestre). En la figura 2 analizamos el tipo de trastorno lipídico en la DMG y su relación con el trimestre de la gestación, se puede observar que mientras en el primer trimestre 16 de las 27 pacientes estudiadas (59,3 %) permanecían normales, esta frecuencia fue descendiendo a medida que progresaba el embarazo y en el tercer trimestre permanecieron sin alteraciones lipídicas sólo 16 (29,6 %). La alteración lipídica que predominó significativamente en ellas fue el tipo IV de Fiedrickson. En la figura 3 se analizan las dislipidemias de las DMID y su relación con el trimestre del embarazo. En el primer trimestre no exhibían trastornos lipídicos, a pesar de la enfermedad metabólica de base, 28/45 (62,3 %), lo cual en el segundo trimestre descendió a 18/52 (34,6 %) y en el tercer trimestre sólo permanecieron normales 19/56 (32,1 %). El trastorno lipídico más frecuentemente detectado fue la hipertrigliceridemia con 15/45 (33,3 %) en el primer trimestre, 20/52 (38,5 %) en el segundo y 27/56 (48,2 %) en el tercero. RESULTADOS En la figura 1 exponemos los resultados en el tercer trimestre de las gestantes con una PTGo no patológica. Detectamos que 155 FIG. 2. Trastornos lipídicos en diabéticas gestacionales, en cada trimestre del embarazo. FIG. 3. Trastornos lipídicos en diabéticas insulinodependientes en cada trimestre del embarazo. 156 FIG.4. Trastornos lipídicos en diabéticas no insulinodependientes, en cada trimestre del embarazo. En la figura 4 se analiza la variedad y frecuencia del trastorno lipídico en las pacientes diabéticas tipo II (DMNID), se pudo apreciar que 15/25 (60,0 %) de ellas no presentaban trastorno al inicio de la gestación, lo cual fue progresivamente descendiendo y en el segundo trimestre sólo se mantenían sin ningún trastorno lipídico 20/43 (46,5 %) y ya en el tercer trimestre permanecían normales sólo 11/37 (29,7 %). En la figura 5 se analizan los trastornos lipídicos en el tercer trimestre de los controles no diabéticos, y de las diabéticas. Mientras los controles 30/55 (54,5 %) permanecían sin trastorno lipídico a este nivel de la gestación esto sólo ocurrió en 16/54 (29,5 %) de la DMG 18/56 (32,1 %) de las DMID y en 11/37 (29,7 %) de las DMNID; pero estas diferencias no resul- taron estadísticamente significativas. La dislipidemia más frecuente en todos los grupos resultó ser la hipertrigliceridemia (hiperlipidemia tipo IV de Friedrickson). En la figura 6 analizamos las dislipidemias en gestantes clasificadas clase F de Priscilla White por haberles diagnosticado una "nefropatía diabética" y comparamos los resultados con el del resto de las diabéticas pregestacionales de la serie, se pudo apreciar una significativa tendencia a la hiperlipoproteinemia tipo IIb. Existió relación entre el trastorno lipídico detectado y el grado de control metabólico obtenido a lo largo del embarazo, y se observa que 104/164 (63,4 %) de las diabéticas presentaban un óptimo control metabólico con una glucemia promedio inferior a 100 mg/dL (5,6 mmol), que 42/120 (40,4 %) de las embarazadas de este grupo permanecían sin 157 FIG. 5. Trastornos lipídicos del tercer trimestre en gestantes controles (no diabéticas) y las diabéticas. trastornos lipídicos, lo cual arroja diferencia significativa con el grupo de 60 diabéticas cuya glucemia promedio fue de 100 mg o mayor (> 5,6 mmol), y que en este grupo sólo permanecieron sin dislipidemia 17/60 (28,3 %). En conclusión, el perfil lipídico de la embarazada diabética bajo un estricto control metabólico se comporta como el reportado para el embarazo y no como el de la enfermedad de base, muy probablemente por el influjo de la gestación. FIG. 6. Trastornos lipídicos en gestantes con lesión glomerular o sin ella. 158 SUMMARY The levels of cholesterol, HDL-cholesterol and triglycerides were studied in 55 non-diabetic pregnant women in the third trimester of pregnancy. The same determinations were obtained among 63 pregnant women with diabetes mellitus, 64 insulin-dependent diabetic expectants and 37 non-insulin dependent diabetic expectants in the different trimesters of gestation. It was observed that both, the diabetics and non-diabetics showed a strong trend toward hypertriglyceridemia during pregnancy and that it was more frequent as the time of pregnancy was longer, excepting those expectants who suffered from “diabetic nephropathy”, among whom Friedrickson’s type IIb dyslipidaemia was the most frequent. In the detected dyslipidaemias it was not possible to recognize influences in relation to age, parity or weight gained during pregnancy, but it was observed that the degree of metabolic control during pregnancy did influence on dyslipidaemia. It was concluded that the lipidic pattern of the diabetic pregnant women under a strict control of the disease behaved as the one reported for pregnancy and not as that of the base disease, probably due to the hormonal influence of gestation. Subject headings: PREGNANCY; PREGNANCY IN DIABETES/complications; HYPERLIPIDAEMIA. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Svenberg, A. Plasma lipids fraction including individual phospholipids at various stages of pregnancy. Acta Med Scand 1965;178:615-22. 2. Amaro Méndez S. Causas, diagnóstico y tratamiento de las hiperlipidemias. En: Hiperliproteinemias y diabetes mellitus. La Habana: Editorial Científico-Técnica, 1981:126. 3. Quesada Delgado X. Obesidad sobre valores de HDL-C. Rev Cubana Med 1982;21:56-61. 4. Quesada Delgado X, González R, Milanés T. Trastornos del metabolismo de los lípidos en los estados inciales de la diabetes mellitus. Prevalencia de hiperlipidemias en una población con factores de riesgo de diabetes mellitus. 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Padrón Durán3 RESUMEN Se estudiaron 872 mujeres residentes en el municipio Plaza de la Revolución de Ciudad de La Habana, que se encontraban de 1 a 12 meses posteriores a un parto; para determinar la frecuencia de uso de los anticonceptivos en el período posparto, factores asociados a su uso, grado y fuente de orientación. Hubo 662 mujeres (75,9 %) que utilizaron algún método y 210 (24,1 %) que no lo hicieron. En general, el método más utilizado fue el condón (30,8 %), seguido de los DIU (29,3 %) y el método lactancia amenorrea [MELA] (16,0 %). Una vez terminada esta los DIU se usaron con mayor frecuencia (55,9 %). El 81,7 % de las mujeres con 35 años o más emplearon métodos de planificación familiar, así como el 78,9 % de las que tenían una unión estable. En relación con la escolaridad, las universitarias fueron en su mayoría usuarias de uno de estos métodos (80,1 %), al igual que las que tenían un vínculo laboral (78,5 %). Aquellas que parieron por segunda ocasión mostraron mayor frecuencia de uso de los métodos de regulación de la fertilidad (82,5 %). Sólo el 28,5 % de la muestra recibió información sobre anticoncepción en el posparto y de este, el 83,6 % fue por parte del personal médico. Concluimos que los métodos de mayor uso correspondieron a los no hormonales. La mayor edad, estabilidad de la pareja, el mayor nivel educacional, la multiparidad, así como el hecho de tener vínculo laboral, ejercen una influencia positiva sobre la decisión de usar anticonceptivos y, en general, existe poco nivel de información en materia de anticoncepción posparto. Descriptores DeCS: DISPOSTIVOS ANTICONCEPTIVOS; AGENTES ANTICONCEPTIVOS; PUERPERIO. La planificación familiar es uno de los elementos clave en la atención de calidad durante el posparto, según informe de 1 2 3 expertos internacionales en atención de salud que se reunieron en Bellagio, Italia.1 Se ha demostrado que los intervalos cortos Especialista de II Grado en Endocrinología. Maestro en Ciencias en Salud Reproductiva. Investigador Auxiliar. Jefe del Departamento de Salud Reproductiva. Especialista de I Grado en Endocrinología. Especialista de II Grado en Endocrinología. Doctor en Ciencias Médicas. Investigador. 160 entre los embarazos aumenta el riesgo de morbilidad y de mortalidad para la madre y su hijo. Existen estudios que señalan que habría un 10 % menos de muerte maternas y 500 000 menos de muerte en niños durante el primer año de vida si se asegurara que todos los embarazos tuvieran intervalos mínimos de 2 años.2 De ahí la necesidad de dar mayor prioridad al desarrollo de los servicios de planificación familiar en el posparto e integrarlos a los servicios de salud existentes para lograr una mayor atención a la salud reproductiva después del embarazo. Con esta investigación nos propusimos determinar la frecuencia de uso de los distintos métodos anticonceptivos en el posparto, su relación con la lactancia materna y una vez terminada esta, los factores asociados al uso de los anticonceptivos en este período, así como determinar grado y fuente de orientación sobre planificación familiar en el posparto en un municipio urbano del país. nunca lo hizo, lo cual permitió analizar las distintas variables seleccionadas, obtener las frecuencias absolutas y realizar pruebas de asociación. Aplicamos un análisis de regresión logística con "no uso de métodos en el posparto" como variable dependiente. En todos los análisis consideramos un nivel de significación estadística de 0,05. Definimos lactancia materna como el suministro de leche de origen materno mediante la succión del pezón por el niño y período posparto, el tiempo transcurrido desde el nacimiento y los 12 meses siguientes, aunque las encuestamos a partir del mes. El probable sesgo de olvido al compararse las respuestas de las mujeres reclutadas con un mes de posparto con las de 12 meses, lo consideramos minimizado por tratarse de períodos cortos y de situaciones importantes en la vida de la mujer. MÉTODOS Del total de la muestra, 662 mujeres (75,9 %) utilizaron algún método anticonceptivo en el posparto y 210 (24,1 %) no hicieron uso de ellos. En la tabla 1, se aprecia que a medida que aumentaba la edad se elevaba la frecuencia de uso de anticonceptivos, con un máximo de 81,7 % en las que ya tenían 35 años o más. En cuanto al estado conyugal, las casadas o unidas mostraron un mayor uso de métodos anticonceptivos (78,9 %), mientras que más de la mitad (56,8 %) de las solteras nunca utilizó un método de planificación familiar. Las mujeres que tenían mayor índice de instrucción utilizaban más los anticonceptivos; el mayor porcentaje de las que nunca los usaron se encontró en las que sólo tenían nivel primario (57,1 %). Según la paridad, el 71,6 % de las primíparas eran RESULTADOS Entrevistamos 872 mujeres residentes en el municipio Plaza de La Revolución de Ciudad de La Habana, con el antecedente de tener un parto 1 a 12 meses antes. La muestra estudiada constituyó el 86,2 % del total de parturientas del municipio en el momento de realizar el estudio. Les aplicamos un cuestionario que exploró: edad de la madre, paridad, estado conyugal, ocupación, grado de escolaridad, ingreso económico, frecuencia de uso de los métodos anticonceptivos en el posparto y su relación con la lactancia y paridad, así como grado y fuente de orientación sobre anticoncepción en este período. Conformamos 2 grupos de mujeres, uno que utilizó algún método anticonceptivo y otro que 161 parto; los más utilizados fueron el condón, (30,8 %), los DIU (29,3 %) y la lactancia materna (16,0 %). El momento de inicio del uso de los anticonceptivos durante la lactancia fue en la mayoría de los casos durante los 2 primeros trimestres (282 y 115, respectivamente); solo hubo 34 mujeres que lo iniciaron en el tercer trimestre y hubo un alza ligero (96 casos) en el cuarto. Cuando lo analizamos según el método anticonceptivo elegido, resultó que la lactancia materna (37,6 %); la esterilización femenina (26,2 %), el condón (16,0 %) y los DIU (14,2 %) fueron los que mayormente se comenzaron a utilizar en el primer trimestre. En el segundo, tercer y cuarto trimestres, el comportamiento fue similar, usuarias de un método anticonceptivo; de las que tenían 2 hijos, el 82,5 % y con 3 o más, el 79,6 %. En cuanto a la situación laboral, usaron algún método para regular su fecundidad el 78,5 % de las que tenían algún vínculo laboral y el 71,0 % de las que no se encontraban trabajando. Elaboramos un modelo multifactorial con estas variables e identificamos 5 factores estadísticamente significativos como predictores para el "no uso" de algún método anticonceptivo durante el período posparto: el estado conyugal soltera o divorciada/separada/ viuda, escolaridad primaria o secundaria y la paridad de sólo un hijo. Según la frecuencia de uso de métodos anticonceptivos durante el período pos- TABLA 1. Características generales de las mujeres según usaron o no algún método anticonceptivo durante el período posparto Características Usó/ usuaria actual [n=662] No. (%) Nunca usó [n=210] No. (%) Razón de posibilidades δ Valor p (I C del 95 %) Edad de la madre (años)* < 20 20-24 25-29 30-34 35 o + 11 98 221 243 89 (50,0) (72,6) (74,9) (78,1) (81,7) 11 37 74 68 20 (50,0) (27,4) (25,1) (21,9) (18,3) 0,45 0,95 0,72 0,60 - 1,53 (0,50-4,64) 0,98 (0,48-1,99) 1,12 (0,61-2,05) 1,17 (0,65-2,09) 1,00 Estado conyugal* Casada o unida Soltera Divorciada/separada /viuda 622 19 21 (78,9) (43,2) (52,5) 166 25 19 (21,1) (56,8) (47,5) <0,001 0,001 1,00 4,33(2,27-8,26) 3,02(1,56-5,88) Escolaridad* Primaria Secundaria Pre-universirario /tecnológico Universidad 6 75 384 197 (42,9) (64,1) (77,6) (80,1) 8 42 111 49 (57,1) (35,9) (22,4) (19,2) 0,047 0,03 0,86 - 3,54 (1,02-12,31) 1,96 (1,09-3,53) 1,04(0,69-1,56) 1,00 Paridad * 1 2 3o+ 364 259 39 (71,6) (82,5) (79,6) 145 55 10 (28,5) (17,5) (20,4) 0,001 0,954 1,90 (1,28-2,82) 1,00 1,02 (0,45-2,31) Situación laboral* Con vínculo laboral Sin vínculo laboral 446 216 (78,5) (71,0) 122 88 (21,5) (29,0) 0,19 1,00 1,28(0,89-1,85) δ O sea, odd ratio en inglés. IC: Intervalo de confianza. * Chi cuadrado (p <0,05). 162 TABLA 2. Momento de inicio de los distintos métodos anticonceptivos utilizados durante la lactancia Métodos anticonceptivos Primer trimestre No. % Segundo trimestre No. (%) Tercer trimestre No. (%) Cuarto trimestre No. (%) Condón Dispositivo intrauterino Lactancia materna Esterilización femenina Coito interrupto Abstinencia periódica Inyectables Píldoras orales combinadas Diafragma Vasectomía Otros 45 40 106 74 6 5 1 2 1 1 1 (16,0) (14,2) (37,6) (26,2) (2,1) (1,8) (0,4) (0,7) (0,4) (0,4) (0,4) 54 45 0 5 5 1 2 1 1 0 1 (47,0) (39,1) (0,0) (4,4) (4,4) (0,9) (1,7) (0,9) (0,9) (0,0) (0,9) 20 10 0 1 2 0 1 0 0 0 0 (58,8) (29,4) (0,0) (2,9) (5,9) (0,0) (2,9) (0,0) (0,0) (0,0) (0,0) 60 25 0 2 9 0 0 0 0 0 0 (62,5) (26,0) (0,0) (2,1) (9,4) (0,0) (0,0) (0,0) (0,0) (0,0) (0,0) Total 282 (100,0) 115 (100,0) 348 (100,0) 96 (100,0) Total No. (%) 179 120 106 82 22 6 4 3 2 1 2 (34,0) (22,8) (20,1) (15,6) (4,2) (1,1) (0,8) (0,6) (0,4) (0,2) (0,4) 527 (100,0) el método escogido prefe-rentemente fue el condón (47,0; 58,8 y 62,5 %, respectivamente) y los DIU ocuparon la segunda opción (39,1; 29,4 y 26,0 %, respectivamente), otros métodos como la abstinencia periódica, inyectables, píldoras orales combinadas, diafragma y vasectomía fueron usados en menor medida; pero siempre que se inició su uso fue en los 2 primeros trimestres (tabla 2). Las mujeres que decidieron iniciar el uso de un método anticonceptivo una vez terminada la lactancia, prefirieron los DIU (55,9 %); mientras que el condón ocupó el segundo lugar (18,1 %) y las píldoras orales combinadas el tercero (16,6 %); la esterilización femenina y el coito interrupto tuvieron menor preferencia en este grupo de usuarias (tabla 3). En nuestra serie hubo 10 mujeres (1,1 %) que nunca lactaron y de ellas 8 (80,0 %) usaron un método para evitar un nuevo embarazo. Todas lo comentaron durante el primer trimestre del posparto, una de ellas durante la primera semana y el resto entre los 7 y 90 d posteriores (tabla 4). TABLA 3. Métodos anticonceptivos iniciados en el posparto después de terminada la lactancia Los métodos más utilizados por las primíparas mientras lactaban fueron el condón (44,1 %), seguido de la lactancia materna (25,2 %) y los DIU (24,5 %); una vez que abandonaban la lactancia comenzaban a utilizar mayormente los DIU (54,7 %) y con igual proporción el condón y las píldoras orales combinadas (18,7 %). Aquellas que no lactaron utilizaron con mayor frecuencia los DIU (66,7 %); sin embargo, en las multíparas, el más utilizado Métodos anticonceptivos No. (%) Dispositivo intrauterino Condón Píldoras orales combinadas Inyectables Esterilización femenina Abstinencia periódica Coito interrupto 71 23 (55,9) (18,1) 21 4 3 4 1 (16,6) (3,1) (2,4) (3,1) (0,8) 127 (100,0) Total TABLA 4. Métodos anticonceptivos utilizados por las mujeres que no lactaron y momento de su inicio Métodos utilizados 163 Primera semana Entre 7 y 90 d Total No. (%) - 3 3 (37,5) Dispositivo intrauterino Condón Pildoras orales combinadas Otros - 2 2 (25,0) 1 2 - 2 1 (25,0) (12,5) Total 1 7 8 (100,0) fue la esterilización femenina (28,5 %), la cual se realizó con mayor frecuencia durante el período de lactancia (34,0 %); el segundo método escogido fue el condón (22,0 %) y a continuación los DIU (20,8 %); el 57,7 % de las que iniciaron un método de planificación familiar luego de terminada la lactancia prefirieron los DIU, y aquellas que nunca lactaron usaron en su mayoría el condón (40,0 %) y en igual medida los DIU y las píldoras orales combinadas (20,0 %). Los métodos menos utilizados tanto en primíparas como en multíparas fueron la abstinencia periódica (1,6 y 1,3 %, respectivamente); los inyectables (1,6 % en el primer grupo y 0,7 % en el segundo); el diafragma solo se utilizó por 2 mujeres (0,7 %) del grupo de las multíparas. Del total de la muestra, solo 250 mujeres (28,5 %) dijeron haber recibido orientación en algún momento sobre los anticonceptivos a usar durante el posparto y de ellas, el 83,6 % la recibió por parte de personal médico, el resto fue a través de un familiar, esposo o una amistad. igual que tener un bajo nivel de escolaridad y sólo un hijo. El estado marital se considera uno de los factores que más influye sobre la decisión de regular la fecundidad. 4 Según nuestra investigación, las mujeres con una unión de pareja estable optaron por un mayor uso de los anticonceptivos, este comportamiento es razonable si partimos de la base que la mujer que posee pareja tiene mayor riesgo de quedar embarazada. 5 Sin embargo, en Gambia, las mujeres solteras están más motivadas a usar la anticoncepción con respecto a las casadas de la misma edad, ya que las primeras tienen un incentivo a fin de prevenir un embarazo prematrimonial o un nacimiento ilegítimo y las segundas consideran que tener hijos es la función principal de la esposa.3 En relación con la escolaridad, Rojnik y otros informan resultados semejantes a los nuestros.6 Las mujeres con vínculo laboral en su mayoría deciden usar métodos anticonceptivos en el período posterior al parto, según datos obtenidos en nuestra encuesta, posiblemente porque su condición de trabajadora les dificulte tener una prole numerosa, además, la incorporación al trabajo quizás determine un mejor acceso a la información y un roce social que influye en la decisión del uso o no de la anticoncepción durante esta etapa. En relación con la frecuencia de uso de los métodos anticonceptivos en el posparto, nuestros resultados son incluso superiores al de centros donde existen programas de atención posparto en materia de planificación familiar.7-9 Otros estudios, al igual que el nuestro, señalan los métodos de barrera como los más utilizados en el posparto.7,8 Los DIU ocuparon la segunda opción anticonceptiva, similar a lo encontrado por Coeytaux;7 sin embargo, en un estudio multicéntrico se encontró que en la mayoría de los países, el uso de otros DISCUSIÓN El análisis individual de aquellos factores que pueden influir en la decisión de "usar o no" un método anticonceptivo durante el posparto, demostró que a medida que aumenta la edad y el número de hijos, se incrementa la tendencia a iniciar el uso de un anticonceptivo; lo cual pudiera ser por la mayor probabilidad de que hayan alcanzado su ideal reproductivo; otros autores coinciden con esta observación.3 Sin embargo, del análisis multivariado encontramos que la variable edad no es tan importante para decidir el no uso de anticonceptivos, como el hecho de estar en esa etapa sin pareja (soltera o divorciada) 164 métodos fue superior.9 La mayoría de las investigaciones sobre el método de lactancia y amenorrea [MELA], se refieren a su eficacia, por lo que existen pocos datos de la frecuencia, de su uso, aun cuando se piensa que es posible que hoy, en muchos países en desarrollo, la lactancia prevenga más embarazos que todos los métodos modernos de anticoncepción combinados.10,11 Los inyectables se usaron en menor medida, lo cual coincide con informes de otros investigadores. 9 La abstinencia periódica y la vasectomía fueron métodos escogidos en menor frecuencia, lo cual se contrapone a lo encontrado por Coeytaux,7 quien dentro del grupo de las que optaron por métodos tradicionales halló que el 58,5 % prefirió el método del ritmo. Las mujeres que estaban lactando comenzaron tempranamente a utilizar otros métodos, si tenemos en cuenta que el uso de los anticonceptivos en la población cubana es en general alto, es lógico que las mujeres que se decidieron a usarlo comenzaran tan pronto como se consideraran expuestas a riesgo de un nuevo embarazo. El MELA, por razones obvias, en todos los casos se inició en el primer trimestre y la esterilización femenina se realizó mayoritariamente en igual período, ya que por lo general, la mujer que no desea más hijos lo ha decidido previamente. El hecho de que los DIU se hayan escogido en segunda instancia en las que lactaron y en primera después de terminada esta, puede deberse a que la mujer que está lactando, en su mayoría se encuentra en amenorrea y existe la creencia, por parte de la población y en muchos de los médicos, que la inserción de los DIU sólo puede hacerse durante el sangrado menstrual, lo cual ciertamente se recomienda partiendo de la base de que esto facilita la colocación y asegura la no existencia de embarazo,7 aunque la tendencia actual y lo aconsejado por otros investigadores es la inserción inmediata posterior a la expulsión de la placenta, aunque se debe tener en cuenta que, en general, es el método más utilizado en nuestro país, quizás por su disponibilidad.12,13 El escaso uso de las píldoras orales combinadas durante la lactancia y su mayor uso después de terminada la misma, puede ser reflejo del conocimiento de que estos métodos no son recomendados en la mujer que está amamantando. En nuestra institución se realizó recientemente una investigación acerca del nivel de conocimientos sobre los anticonceptivos orales, el 80 % de la población encuestada concocía que los hormonales combinados no deben usarse en este tipo de mujer.(Hernández G. Nivel de conocimientos de las usuarias de anticonceptivos orales de las consultas de planificación familiar en Ciudad de La Habana, Tesis para optar por el título de Especialista de I Grado en Endocrinología Ciudad de La Habana, INEN,1997.) En una investigación realizada por Family Health International en 25 países en desarrollo,9 solo en 2 de ellos se usaron las píldoras orales combinadas durante el tiempo que la mujer estaba amenorreica, lo que coincide con el período de la lactancia en la mayoría de los casos; otro estudio señala solo el 2,8 % de uso de este método.7 En las 10 mujeres que no iniciaron la lactancia, su actitud ante la anticoncepción en el período posterior al parto fue similar a las que ya la habían abandonado, probablemente por las mismas razones. El hecho de tener un parto anterior pudiera determinar un conocimiento acerca del método más adecuado durante la lactancia o después de terminada ésta, contrariamente a lo esperado, los métodos de primera opción para la que está amamantando (Ej. Condón, DIU, MELA) se usan relativamente más en las primíparas, 165 mientras que de las 3 usuarias de píldoras orales combinadas, 2 pertenecen al grupo de las multíparas; lo cual significa que la paridad no necesariamente influye en el conocimiento y la conducta anticonceptivos. La investigación evidenció un deficiente grado de información sobre anticoncepción en el posparto, esto indica la necesidad de integrar los servicios de planificación familiar en al atención de la embarazada y del posparto, problemas similares se reportan en otra investigación.14 Concluimos que los métodos de mayor uso correspondieron a los no hormonales. La estabilidad de la pareja, el mayor nivel educacional y la multiparidad son factores que ejercen una influencia positiva sobre la decisión de usar anticonceptivos en el período posparto y en general, existe poca orientación en materia de anticoncepción posparto; sin embargo, no podemos generalizar estos resultados a la población cubana, pues el municipio estudiado tiene características sociodemográficas particulares. SUMMARY 872 women who live in the municipality of Plaza de la Revolución, in Havana City, and were between the first and twelfth month of postpartum were studied aimed at determining the frequency of use of contraceptives during postpartum, the factors associated to their use, educational level and source of guidance. 662 women (75.9%) used some contraceptive method, whereas 210 (24.1%) did not do it. In general, the condom was the most used method (30.8%), followed by the IUD (29.3%) and the lactational amenorrhea method (LAM) (16.0%). The intrauterine devices were used more frequently (55.9%) when the lactational amenorrhea finished. 81.7% of the women aged 35 or over as well as 78.9% of those who had a stable relation used family planning methods. Most of the women with a higher educational level (80.1%) and those who were working (78.5%) used one of these methods. Women who delivered twice showed a higher frequency in the use of fertility regulation methods (82.5%). Only 28.5% of the sample received information about contraception postpartum and of them 83.6% were given this information by medical personnel. We concluded that the non-hormonal methods were the most used and that being older, the couple’s stability, a higher educational level, multiparity and work exert a positive influence on the decision to use contraceptives. There is a poor level of information on contraception postpartum. Subject headings: CONTRACEPTIVE DEVICES; CONTRACEPTIVE AGENTS; PUERPERIUM. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Wolf M, Bemson J. 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Dr. Felipe Santana Pérez. Instituto Nacional de Endocrinología, Zapata y D, El Vedado, Ciudad de La Habana, Cuba. CP 10400. Correo electrónico:[email protected] 167 Rev Cubana Endocrinol 2000;11(3):168-73 Instituto Nacional de Endocrinología Departamento de Salud Reproductiva EFECTOS DEL IMPLANTE NORPLANT SOBRE EL METABOLISMO DE LOS CARBOHIDRATOS DURANTE 3 AÑOS DE USO Dr. Felipe Santana Pérez,1 Dr. Manuel Gómez Alzugaray2 y Dra. Rosa María Real Cancio3 RESUMEN Se realizó una prueba de tolerancia a la glucosa oral que midió la glucosa y la insulina plasmática para estudiar la posible repercusión en el metabolismo de los carbohidratos del implante subdérmico NORPLANT durante los 3 primeros años de uso en 33 mujeres sanas con edades de 21 a 32 años. Se analizaron los días quinto al octavo del ciclo menstrual previo a la inserción del implante y, luego, anualmente. Se encontró un incremento progresivo de los valores promedio de la glucemia durante el tiempo de uso en todos los momentos de la PTG-o, aunque dicho incremento fue significativamente mayor a los 36 meses en relación con el valor preinserción, cambios similares se constataron en el análisis del área bajo la curva de la glucemia durante la prueba. En relación con la insulinemia, se apreció un descenso del valor promedio a los 12 meses de uso, para luego incrementarse a los 24 y 36 meses. El índice insulinogénico también descendió al año para luego incrementarse a los 24 y 36 meses. Se concluyó que el efecto del implante sobre el metabolismo de los carbohidratos fue más evidente en los primeros meses de uso, reflejado a través de una disminución en los niveles de insulina, durante la sobrecarga de glucosa y se sugirió un posible efecto sobre la insulinosecreción o un aumento de la degradación hepática de la insulina por parte del levonorgestrel. Descriptores DeCS: AGENTES ANTICONCEPTIVOS; CARBOHIDRATOS; TEST DE TOLERANCIA A LA GLUCOSA. Con la introducción del Norplant como método anticonceptivo de larga duración, 1 2 3 libre de estrógenos, cuyo único esteroide es el levonorgestrel, un progestágeno con Especialista de II Grado en Endocrinología. Maestro en Ciencias de Salud Reproductiva. Investigador Auxiliar. Especialista de II Grado en Endocrinología. Investigador Titular. Especialista de I Grado en Endocrinología. 168 una elevada acción androgénica, se dio inicio a la realización de estudios sobre posibles cambios en el metabolismo de la glucosa y la insulina en las usuarias del método. Sin embargo, las publicaciones al respecto son escasas.1-9 La posibilidad de poder contar con este novedoso método anticonceptivo en nuestra institución, nos permitió estudiar su repercusión en el metabolismo de los carbohidratos en las usuarias de este implante subdérmico durante los 3 primeros años de uso. por el método de la glucosa oxidasa,10 la insulinemia, por un método rápido para la separación de la hormona libre y unida en el radioinmunoensayo (RIA) de insulina.11 En la interpretación de los resultados seguimos los criterios del Comité de Expertos de la OMS.12 Para el análisis estadístico, comparamos los valores preinserción y los de cada corte anual en cada una de las variables determinadas. Empleamos la prueba t de Student (muestras pareadas) con el fin de comparar los valores medio de cada punto de corte con los valores preinserción. Calculamos para cada sujeto, el área bajo la curva para la glucemia y la insulinemia y utilizamos la integración trapezoidal para puntos discretos mediante la siguiente ecuación: MÉTODOS Estudiamos 33 mujeres sanas, con edades entre 20 y 35 años, a quienes, en forma voluntaria, les colocamos el sistema de implantes subdérmico Norplant (6 cápsulas por 5 años de duración) como método anticonceptivo. A todas les explicamos la naturaleza del estudio y luego solicitamos su consentimiento por escrito, confeccionamos su historia clínica, donde además de los datos del interrogatorio y el examen físico general, plasmamos los resultados del examen ginecológico y de mamas. En el ciclo menstrual, previo a la inserción del implante, tomamos muestras de sangre por punción de vena periférica para los estudios de laboratorio preinserción, en la fase folicular (entre los días 5 y 8 del ciclo). En el ciclo menstrual próximo les colocamos entre los días 1ro. al 5to. del ciclo, el sistema de implante en la región interna del antebrazo izquierdo y anualmente realizamos la prueba de tolerancia a la glucosa oral (PTG-O), entre las 8:00 y 9:00 a.m., después de una noche de ayuno de 8 h. Administramos por vía oral 75 g de glucosa disuelta en 250 mL de agua y obtuvimos muestras de sangre antes de su ingestión y después de 30, 60, 90 y 120 min y determinamos glucemia e insulinemia en cada momento: la glucemia 0,5 x[0,5 x(valor en ayunas)+ valor 30 min + valor 60 min + 0,5 x valor 120 min] Los valores de ambas áreas expresan el incremento del área total de glucosa (∆Tg) y del área total de insulina (∆Ti). Obtuvimos el índice insulinogénico calculando el cociente de: (∆Ti)/(∆Tg). En el análisis de los datos correspodientes a la insulinemia realizamos una transformación logarítmica de los valores después de confirmar la no distribución normal de esta variable (prueba de Kurtosis). Obtuvimos las medias de los valores transformados con sus intervalos de confianza del 95 % y evaluamos la significación estadística de los cambios mediante la prueba t de Student. RESULTADOS El grupo presentó al comenzar el uso del implante, una edad promedio de 27 años (rango de 21 a 32 años) y un índice de masa corporal promedio de 22,6 (rango: 18,4-27,6), que son reflejo del cumplimiento de los criterios de inclusión establecidos. 169 TABLA 1. Valores promedio de las glucemias durante la prueba de tolerancia a la glucosa oral Glucemia (mmol/L) Preinserción 12 meses 24 meses 36 meses 0 X ±DE 3,45 ±0,76 3,50±0,64 3,72 ±0,83 4,32±0,97*** 30 X ±DE PTG - oral (minutos) [n=33] 60 X ±DE 4,32 ±1,20 4,60±1,23 4,89±1,66 5,38±1,46** 4,12 ±1,46 4,69±1,68 4,86±1,59 5,36±1,63** 90 X ±DE 3,97±1,08 4,14±1,21 4,75±1,42* 4,73±1,26* 120 X ±DE 3,87±1,05 4,15±1,32 4,50±1,36 4,61±1,14** DE=Desviación estándar. *p< 0,05, **p< 0,01, ***p <0,001 en relación con el valor preinserción (prueba t pareada). En la tabla 1 aparecen los valores promedio de la glucemia de cada uno de los momentos de PTG-o, antes de la inserción del implante y a los 12, 24 y 36 meses. Hubo un incremento progresivo de los valores promedio de la glucemia durante el tiempo de uso del implante, en todos los momentos de la PTG-o, aunque dicho incremento fue significativamente mayor a los 36 meses en relación con el valor preinserción, cambios similares se constaron en el análisis del área bajo la curva de la glucemia durante la prueba (p < 0,001) (fig 1). Ningún valor individual de la glucemia estuvo fuera del rango de la normalidad. La tabla 2 presenta los valores promedio del logaritmo de la insulinemia obtenidos durante la PTG-o, hubo un descenso del valor promedio de la insulina en cada momento de la PTG-o que fue significativo a los 60,90 y 120 min (p < 0,001) en el primer año del estudio. A los 24 y 36 meses se invierte este comportamiento y se constata a los 24 meses un incremento significativo de la insulinemia en ayunas (p < 0,05) y a los 30 min (p < 0,001), y a los 36 meses en los 30 y 60 por minutos (p > 0,001). El valor medio del área bajo la curva de la insulinemia disminuyó significativamente con respecto al valor preinserción al año del uso (p < 0,001), para luego aumentar llegando a tener una diferencia estadísticamente significativa a los 36 meses de uso (p < 0,05) tabla 2 (fig. 2). FIG. 1. Área bajo la curva de la glucemia. FIG. 2. Área bajo la curva de la insulinemia. 170 TABLA 2. Valores promedio de las insulinemias durante la prueba de tolerancia a la glucosa oral Insulinemia• (µU/mL) Preinserción 12 meses 24 meses 36 meses 0 X ±DE 2,22 ±0,98 2,55±0,64 2,73±0,68* 2,43±0,54 30 X ±DE 3,83±0,44 3,97±0,55 4,23±0,35** 4,30±0,31** PTG - oral (minutos) [n=33] 60 X ±DE 3,97±0,47 1,59±0,32** 3,73±0,46 4,29±0,32** 3,95±0,41 1,52±0,35** 3,96±0,41 4,01±0,44 90 X ±DE 120 X ±DE 3,48±0,58 1,48±0,30** 3,20±0,60 3,22±0,82 DE= Desviación estándar. • Transformación logarítmica de los valores de la insulina. * p< 0,05. ** p< 0,001. comparación con los valores preinserción. 1,2,4,5,13 El comportamiento del metabolismo hidrocarbonado, en nuestro grupo de estudio, durante los 3 primeros años de uso del implante mostró un incremento a lo largo del estudio del valor promedio del área bajo la curva de la glucosa, mientras que el área de insulina descendió a los 12 meses, con una tendencia a la recuperación posterior. Cuando calculamos el índice insulinogénico constatamos un descenso del mismo de manera importante en los primeros 12 meses del Norplant para luego mostrar una tendencia a incrementarse. Este hallazgo está en contradicción con el de algunos autores14,15 que señalan aumento de la insulinemia en usuarias de depoprovera, o en aquellos16,17 que han estudiado el uso del enantato de noretisterona, que informan una hiperinsulinemia relativa (secundaria al aumento de la resistencia periférica a la insulina). ¿A qué se debe este resultado?, pensamos, que el levonorgestrel pudo haber influido en: El índice insulinogénico mostró un descenso estadísticamente significativo (p < 0,001) al año de uso del implante, con un valor promedio de 0,56 ± 0,16 comparado con el valor de 0,94 ± 0,19 antes de la inserción del implante, a los 24 meses es menor la diferencia en relación con el valor inicial (0,85 ±0,21;p < 0,05) y al tercer año se apreció un nuevo descenso, con valor promedio de 0,81 ± 0,18 (p < 0,01) (fig.3). FIG. 3. Valor medio del índice insulinogénico. − La inducción de receptores hepáticos para la insulina, aumentando la tasa de aclaramiento plasmático de dicha hormona. − Un bloqueo de la síntesis y/o secreción de insulina en el nivel de la célula β pancreática. DISCUSIÓN La mayoría de los estudios no encuentran cambios significativos en el metabolismo de los carbohidratos durante el uso del implante Norplant, en 171 Ambos planteamientos son sólo hipótesis que necesitan comprobarse con otras investigaciones con diseños diferentes. Konje y otros7,8 en 2 estudios evaluaron el metabolismo hidrocarbonado y encontraron incremento en las áreas bajo la curva de glucosa, pero también aumento del área de insulina. De manera general, la mayoría concluye que los cambios observados no tienen significación clínica y que retornan a la normalidad una vez que se retira el implante. 1-3,7-9 Nosotros compartimos este planteamiento, toda vez que los cambios estuvieron siempre dentro del rango de la normalidad, aunque merece la pena evaluar el metabolismo hidrocarbonado, en los 2 años que restan para concluir los 5 años de actividad anticonceptiva del Norplant y posterior al retiro de dicho implante, para apoyar esta aseveración. En conclusión, los efectos sobre el metabolismo de los carbohidratos fueron más evidentes en los primeros meses de uso, reflejados a través de una disminución en los niveles de insulina, durante la sobrecarga de glucosa y se sugiere un posible efecto sobre la insulinosecreción o un aumento de la degradación hepática de la insulina por parte del levonorgestrel. SUMMARY The glucose tolerance test was made to measure glucose and plasmatic insulin in order to study the possible repercussion of the NORPLANT subdermal implant on the carbohydrate metabolism during the first 3 years of use in 33 sound women aged 21-32. These women were examined on the 5th and 8th day of the menstrual cycle before the insertion of the implant and, then, annually. It was observed a progressive increase of the average values of glucaemia during the time of use at every moment of the GTT, although this increase was significantly higher at 36 months in relation to the preinsertion value. Similar changes occurred in the analysis of the area under the curve of glucaemia during the test. As regards insulinaemia, the average value decreased after 12 months of use and it increased at 24 and 36 months. It was concluded that the effect of the implant on the carbohydrate metabolism was more evident during the first months of use, which was reflected by a reduction in the levels of insulin during the overload of glucose. A possible effect of levonorgestrel on the insulinosecretion or an increase of the hepatic degradation of insulin was suggested. Subject headings: CONTRACEPTIVE AGENTS; CARBOHYDRATES; GLUCOSE TOLERANCE TEST. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Viegas OA, Singh K, Liew D, Singh P, Ratnam SS. The effects of Norplant on clinical chemistry in Singaporean acceptors after 1 year of use: metabolic changes Contraception 1988;38:79-89. 2. Singh K, Viegas OA, Ratman SS. A three-year evaluation of metabolic changes in Singaporean Norplant2 rods acceptors. Adv Contracept 1990;6:71-80. 3. Singh K, Viegas OA, Loke D, Ratnam SS. Effect of Norplant-2 rods on liver, lipid and carbohydrate metabolism. Contraception 1992;45:463-72. 4. Singh K, Viegas OA, Ratnam SS. 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Giovanna Pereira Roca,1 Lic. Arturo Reyes Durán,1 Lic. Alina Rodríguez Riverón, 1 Dr. Daniel Sánchez Serrano2 y Victoria E. Barrios Díaz3 RESUMEN Se realizó este trabajo para montar y estandarizar un método con el cual evaluar la lipoproteína de baja densidad oxidada (LDLox) contenida en los inmunocomplejos, mediante la cuantificación del colesterol total presente en el precipitado de polietilenglicol denominado "colesterol inmune". Se obtuvo una adecuada respuesta lineal, que se corroboró con los resultados del análisis de regresión, donde se pudo computar la recta de mejor ajuste para los puntos. Se halló un rango de concentración de la curva de 5 a 40 µg/mL, el límite de detección del método fue de 0,5 µg/mL, la repetibilidad y la reproducibilidad fueron de 3,7 y 4,5 % respectivamente. Al analizar la recuperación total del método esta fue del 96,3 %. Se obtuvo el 80 % de sensibilidad y especificidad, así como el 84 y 76 % de valor predictivo positivo y negativo, respectivamente. Los resultados obtenidos avalan la calidad analítica del método para ser utilizado en las investigaciones relacionadas con la aterosclerosis coronaria, cerebral y periférica. Descriptores DeCS: LIPOPROTEÍNAS LDL; AUTOANTICUERPOS; ESTANDARES DE REFERENCIA; COLESTEROL. El desarrollo actual de las investigaciones en el campo de la arterosclerosis ha permitido acumular muchas evidencias acerca de la importante función que desempeña la modificación oxidativa de las lipoproteínas aterogénicas en la presencia 1 2 3 y progresión de la misma. La concentración elevada de la lipoproteína de baja densidad (LDL) constituye uno de los mayores factores de riesgo para la arterosclerosis. Estudios clínicos, epidemiológicos y genéticos, han demostrado convincente- Licenciada en Bioquímica. Investigadora. Instituto Nacional de Endocrinología. Doctor en Ciencias. Especialista de II Grado en bioquímica Clínica. Licenciada en Biología. 174 mente que la LDL promueve la enfermedad, aunque el mecanismo preciso por el cual esta provoca el desarrollo de la aparición temprana de las estrías de grasa no ha sido aún dilucidado. La LDL oxidada entra a la célula por un mecanismo no regulado, mediado por un receptor de membrana que se denomina receptor scavenger y que se encuentra fundamentalmente en los macrófagos y las células musculares lisas, aunque se han detectado también en las células endoteliales. 1 La LDL oxidada tiene un elevado potencial aterógeno, ya que al tener bloqueados residuos de lisina y arginina presenta una densidad de carga positiva menor que la LDL nativa, por lo que ya no es reconocida por el receptor Apo B100/E, mientras que sí lo es por el receptor scavenger de los macrófagos y las células musculares lisas de la pared vascular. Al no estar regulado, este receptor permite a las células cargarse indefinidamente de colesterol hasta transformarse en células espumosas, que se depositan en el vaso y desempeñan una función esencial en la génesis y el desarrollo de la lesión ateromatosa, además de adquirir una serie de propiedades citotóxicas y quimiotácticas para el sistema monocito-macrófago que contribuyen a su carácter aterógeno.1 Aparentemente, la LDL oxidada es más inmunogénica que la LDL nativa, lo cual sugiere que el nivel de autoanticuerpos contra ellas refleja la extensión en vivo de la oxidación de la LDL nativa. La medición directa de la LDL oxidada en suero o plasma no es factible por la protección que sobre ella tienen los agentes antioxidantes presentes en la circulación general, es por eso que el descubrimiento de los autoanticuerpos contra las LDL oxidada en suero humano y la formación del complejo inmune estimulan la acumulación de éteres de colesterol en macrófagos lo cual da lugar a la formación de las células espumosas.2-4 El objetivo de nuestro trabajo es el montaje y estandarización de la determinación del inmunocomplejo circulante (autoanticuerpo-LDL oxidada) en suero humano, enfocado y desarrollado como parte del esfuerzo dirigido a lograr métodos de elevada calidad y factibles de ser empleados por los laboratorios clínicos de nuestra red de salud en el estudio de la arterosclerosis. MÉTODOS REACTIVOS • Polietilénglicol 6 000 (PEG). Merck. • Kit enzimático colorimétrico para determinar colesterol total de la Boehringer Mannhein.5 • Calibrador comercial Preciset cholesterol de la Boehringer Mannhein. EQUIPOS • Baño circulatorio termostatado. HAAKE D1. • Centrífuga Eppendorf. • Espectrofotómetro Ultrospec 2 000 Pharmacia Biotech. MÉTODO ANALÍTICO El complejo inmune circulante fue precipitado del suero combinando volúmenes iguales de suero con polietilénglicol de 6 000 (PEG) al 5 %. La mezcla fue incubada en un baño termostatado a 18° durante 18 h. El complejo fue sedimentado por centrifugación a 6 000 rpm, durante 30 min. El precipitado fue lavado 3 veces con PEG al 2,5 %. El colesterol contenido en el complejo 175 suplementadas con concentraciones exógenas conocidas del analito. Para estimar el valor diagnóstico del "colesterol inmune" en la enfermedad arterial coronaria se determinó la sensibilidad, la especificidad, el valor predictivo positivo y el negativo a partir del procesamiento de 50 muestras de suero tomadas de banco de sangre al azar "casos normales", y 65 muestras de pacientes escogidos consecutivamente al azar entre los asistentes a la Consulta de Cardiopatía Isquémica en el Instituto Nacional de Cardiología y Cirugía Cardiovascular "casos patológicos". Se utilizó como valor de corte del "colesterol inmune" de normales y patológicos (≥ 15 µ/gmL), valor este reportado en la literatura como criterio de riesgo de aterosclerosis coronaria.8 Las fórmulas utilizadas fueron: inmune precipitado fue determinado utilizando un kit enzimático-colorimétrico comercial para determinar colesterol total de la Boehringer Mannheirn.6-8 El precipitado fue resuspendido directamente en 1 mL del reactivo de colesterol e incubado 20 min a temperatura ambiente, hasta el desarrollo del color, las lecturas se realizaron a 500 nm en el espectrofotómetro, en cubetas plásticas de 1,25 mL de volumen, de 1 cm de paso de luz de la Sarsted. EVALUACIÓN ANALÍTICA DEL MÉTODO Se realizó la validación analítica para el método desarrollado mediante los estudios de calibración, repetibilidad, reproducibilidad, límite de detección, sensibilidad, específicidad.9 La linealidad del método se obtuvo después de promediar 12 curvas de calibración, de 6 puntos en un rango de 5 a 40 µg/mL, con un incremento de 5µg/mL, y por triplicado cada punto de la curva. Para el estudio de la repetibilidad y de la reproducibilidad se analizaron 3 nuestras de sueros frescos, que abarcaban la zona baja, la media y la alta de la curva de calibración, para la repetibilidad fueron procesadas 12 veces en una misma corrida y para la reproducibilidad se procesaron 3 réplicas de cada muestra por corrida a lo largo de 6 corridas analíticas. El límite de detección fue calculado del estudio de reproducibilidad y se consideró valor promedio correspondiente a la media de densidad óptica más 2 desviaciones estándar (2DE) del valor de absorbancia obtenido para el calibrante cero en 6 corridas. La recuperación del método se realizó con 3 muestras de concentración conocidas de colesterol inmune, las que fueron # de individuos enfermos con resultado patológico Sensibilidad = x 100 # total de individuos enfermos # de individuos sanos con resultado normal Especificidad = x 100 # total de individuos sanos # de individuos enfermos con resultado patológico Valor predictivo = x 100 positivo (VPP) # total de individuos con resultados patológicos # de individuo sanos con resultado normal Valor predictivo = x 100 # total de individuos con resultados normales ANÁLISIS ESTADÍSTICO Se obtuvo la media, desviación estándar, mediana, máximo y mínimo de la variable 176 estudiada, la sensibilidad, especificidad, y valores predictivos del colesterol inmune se obtuvieron con respecto a la clasificación a priori de normales y patológicos citada anteriormente, todos los análisis estadísticos se hicieron empleando el paquete estadístico SPSSPC versión 3.1. El límite de detección del método fue de 0,5 µg/mL, concentración que no hemos encontrado en las nuestras de suero utilizadas en el estudio de montaje y estandarización del método. En la realización del estudio de precisión, los resultados fueron satisfactorios, como se muestra en la tabla 1. La repetibilidad del método evaluada a través de 3 muestras de suero rindió un coeficiente de variación promedio de 3,7 %, el cual consideramos adecuado para este tipo de determinación, de forma similar los resultados obtenidos en el estudio de reproducibilidad aportó un coeficiente de variación promedio de 4,5 %, superior a los del estudio de repetibilidad como era de esperar. Se calculó el coeficiente de variación total para cada muestra los cuales fueron 7,14; 5,13 y 4,38 %. Los resultados del estudio de recuperación se muestran en la tabla 2, el porcentaje de recuperación promedio de las 3 muestras estudiadas fue del 96,3 %. Cuando ploteamos los datos esperados (teóricos) en el eje de las abscisas vs. los datos observados (reales) de las 3 muestras suplementadas (fig. 2) en 3 zonas diferentes de la curva patrón obtuvimos una recta de regresión de pendiente 0,94 e intercepto 0,37, y r =1,000. Tomando en consideración los resultados obtenidos respecto a la clasificación a priori de normales y patológicos en la tabla 3, se arrojaron los siguientes resultados: RESULTADOS La figura 1 muestra la curva dosisrespuesta de la determinación del colesterol en el precipitado inmune con PEC, la curva obtenida es el resultado de promediar 12 corridas, se obtuvo una adecuada respues-ta lineal, que se corrobora con los resultados del análisis de la regresión, donde se pudo computar la recta de mejor ajuste para los puntos. Se observó un desplazamiento proporcional de la densidad óptica a las diferentes concentraciones de colesterol del precipitado del inmunocomplejo autoanticuerpo-LDLox. El rango de concentración de la curva patrón fue de 5 a 40 µg/mL. Para un valor de corte de 15 µg/mL.7,8 Criterio: riesgo si el colesterol inmune es ≥ 15 µg/mL • 80 % sensibilidad, lo que significa que hay un 20 % de individuos enfermos que no son detectados, o sea de cada 100 muestras patológicas se reportan como normales 20 por el colesterol inmune. FIG. 1. Gráfico del comportamiento de la curva patrón (n=12). 177 TABLA 1. Estudio de precisión del método Repetibilidad Reproducibilidad Punto alto Punto medio Punto bajo Punto alto Punto medio Punto bajo Media (µg/mL) DE CV % 15,20 0,47 3,00 8,41 0,26 3,15 5,56 0,27 4,9 14,98 0,48 3,20 7,39 0,30 4,05 5,49 0,29 5,20 TABLA 2. Estudio de recuperación del método Muestras Esperada (colesterol inmune) Observada (colesterol inmune) Porcentaje de recuperación 12,13 11,85 97,70 19,80 18,90 95,45 35,60 33,90 95,50 96,3 M1 Zona baja M2 Zona media M3 Zona alta Total • 80 % especificidad, lo cual significa que hay un 20 % de individuos sanos que no se determinan como tal, o sea, de cada 100 muestras normales, se reportan como patológicos por el colesterol inmune 20 que verdaderamente no lo son. • 84 % como valor predictivo positivo (VPP), o sea, de cada 100 casos clasificados como patológicos por el colesterol inmune, 16 de ellos realmente no lo son. • 76 % como valor predictivo negativo (VPN), esto implica que de cada 100 casos reportados como normales por el colesterol inmune, 24 de ellos son realmente patológicos. FIG. 2. Relación entre los valores de concentración observados y esperados del estudio de recuperación. DISCUSIÓN TABLA 3. Estudio de especificidad, sensibilidad y valores predictivos, positivos y negativos V E R D A D Criterio Colesterol inmune Normal Patológico Resulta notable el incremento experimentado en los años recientes en el número de investigaciones básicas, clínicas y epidemiológicas en el campo de las lipoproteínas, particularmente en relación con la LDL. La oxidación de la LDL ocurre en las paredes arteriales, las moléculas oxidadas son secuestradas por diferentes antioxidantes. Las paredes de las arterias Total Normal 40 10 50 Patológico 13 52 65 Total 53 62 115 80 % sensibilidad; 76 % especificidad; 84 % VPP y 76 % VPN. 178 ateroscleróticas contienen niveles de iones metálicos redox activos, por lo que las LDL de los pacientes con enfermedades cardiovasculares, a consecuencia de la arterosclerosis, son más susceptibles a la oxidación, posiblemente como resultado de la reducción de antioxidantes endógenos como la vitamina E.10 La peroxidación de los lípidos de las LDL y la subsecuente generación de aldehídos reactivos, producen cambios en la apo B 100, que modifican marcadamente las propiedades de las LDL. Este proceso estimula la formación de autoanticuerpo (IgG, IgM), los que reconocen a estas apo B100 modificadas.4 Como se comentó en la introducción, la medición directa de la LDL oxidada en suero o plasma no es factible por la protección que sobre ella tienen los agentes antioxidantes presentes en la circulación general, es por ello que la determinación de los autoanticuerpos contra las LDL oxidadas en suero humano ha despertado gran interés en los últimos años. Los resultados que presentamos avalan la calidad analítica del método desarrollado para cuantificar el colesterol presente en el inmunocomplejo autoanticuerpo-LDLox. En la curva patrón se observó que hay un desplazamiento proporcional de la densidad óptica a las diferentes concentraciones y el límite de detección concuerda perfectamente con los encontrados por Alexander N Orekhov y otros en 1995. 8 Los coeficientes de variación de la repetibilidad y la reproducibilidad son menores del 10 %, para la 3 muestras analizadas en el estudio, por tanto consideramos que nuestros resultados son adecuados según las características del método desarrollado. Estos resultados nos permiten afirmar que una primera evaluación de las muestras con concentraciones desconocidas garantizó una buena precisión para concentraciones de colesterol entre 5 y 40 µg/mL. Este rango incluye el valor de concentración de significación clínica que es 15 µg/mL, pues se ha visto que valores de "colesterol inmune" de esta magnitud o superiores están asociados generalmente con un alto riesgo de padecer trastornos ateroscleróticos. La recuperación del método estuvo dentro de los valores permisibles para tipo de sistema, considerado satisfactorio en este tipo de método donde el valor aceptado es de 90-100 %. Estos resultados demuestran que la exactitud del método en términos de recuperación es satisfactoria, lo cual garantizó que más del 95 % del colesterol presente en el inmunocomplejo precipitó con el PEC y pudo ser cuantificado. Para estimar el valor diagnóstico del "colesterol inmune" en la aterosclerosis de cualquier grado de estenosis se determinó la sensibilidad, la especificidad, y los valores predictivos positivos y negativos del mismo. Para realizar el análisis de estos resultados es necesario tener en cuenta que en el grupo de sujetos "supuestamente normales", sacados de banco de sangre, como indica la palabra, no se sabe con certeza cuántos son realmente sanos, pues para ello sería necesario realizarles la coronariografía, prueba invasiva y costosa, que no procede en este tipo de estudio en sujetos sin signos ni síntomas de enfermedad coronaria. La sensibilidad y la especificidad diagnósticas del colesterol inmune obtenidas en nuestro trabajo es similar a la obtenida por Alexander N Orekhov y otros.8 Ellos en su estudio calcularon el valor de otros parámetros lipídicos para el diagnóstico de laboratorio y concluyeron que el colesterol inmune era el mejor marcador diagnóstico entre los parámetros lipídicos analizados. 179 Los resultados obtenidos en este trabajo son satisfactorios y, a nuestro juicio, el sistema analítico posee los atributos de calidad adecuados para su utilización, en las investigaciones de la aterosclerosis coronaria, cerebral y periférica, donde el "colesterol inmune" puede ser evaluado como marcador de aterosclerosis en poblaciones con un estadio temprano de la misma. SUMMARY This paper was made to mount and standardize a method to evaluate the oxidized low density lipoprotein (LDLox) contained in the immunocomplexes by the quantification of total cholesterol present in the precipitate of polyethylene glycol denominated “immune cholesterol”. It was obtained an adequate lineal response that was corroborated with the results of the regression analysis, where it was possible to compute the straight line of best adjustment for the points. A range of concentration of the curve from 5 to 40 µg/mL was found. The limit of detection of the method was 0.5 µg/mL. The repeatability and reproducibility were 3.7 and 4.5 %, respectively. On analyzing the total recovery of the method, it was 96.3 %. 80 % of sensitivity and specificity and 84 and 76 % of positive and negative predictive value, respectively, were obtained. The results showed the analytical quality of the method to be used in the investigations related to coronary, cerebral and peripheral atherosclerosis. Subject headings: LDL LIPOPROTEINS; AUTOANTIBODIES; REFERENCE STANDARDS; CHOLESTEROL. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Brow MS, Goldtein J. Lipoprotein metabolism in the macropahge. Ann Rev Biochem 1983;52:223-61. 2. Jialal J, Scacini C. Laboratory assessment of lipid, lipoproteins, and apolipoproteins. En: Rifai N, Warnick GR, eds. Recent advances in lipid and lipoprotein analysis. Washington, DC: AACC Press, 1993;17:307-21. 3. Maggi E, Chiesa R, Milissano G, Castellano R, Astoru D, et al. LDL oxidation in patient with severe carotid atherosclerosis. Arterioscler Thromb 1994;14:1892-9. 4. Bellomo G, Maggi E, Poli M, Agosta FG, Bollati P, Finardi G. Autoantibodies against oxidatevely modified low density lipoproteins in NIDDM, Diabetes 1995;44(1):60-6. 5. Allain CC, Poon LS, Chan CSG. Enzimatic determination of total serum cholesterol. 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Zapata y D, El Vedado, Ciudad de La Habana, Cuba. CP 10400. 180 Rev Cubana Endocrinol 2000;11(3):181-8 Universidad de La Habana Instituto Nacional de Endocrinología ESPECIES REACTIVAS DE OXÍGENO EN EL PACIENTE DIABÉTICO INSULINODEPENDIENTE CON RETINOPATÍA DIABÉTICA Dra. Mercedes Mamposo Solano,1 Dra. Olga Sonia León Fernández, 2 Dr. Manuel E. Licea Puig,3 Lic. Marcos Escobar Fernández,4 Lic. Esperanza Contreras Quintana5 y Dra. Martha Bustillo Vidal.6 RESUMEN Se estudió el estrés oxidativo en los pacientes diabéticos insulinodependientes con retinopatía diabética (RD) y sin ella, se evaluaron las especies reactivas de oxígeno, mediante la determinación de los niveles de malonildialdehído (MDA) y la actividad de las enzimas superóxido dismutasa (SOD) y catalasa (CAT). Se obtuvo una muestra poblacional integrada por 84 pacientes diabéticos insulinodependientes, divididos en 38 pacientes sin RD y 46 con RD, este último grupo se subdividió en 21 pacientes con RD no proliferativa y 25 con RD proliferativa (RDP). A todos los pacientes se les determinó en plasma: glucosa, hemoglobina glucosilada, fructosamina, SOD, CAT y MDA. Se observó que la característica clínica más sobresaliente fue el tiempo de evolución de la diabetes donde aquellos que presentaban RD tenían más de 15 años de evolución. Los pacientes diabéticos presentaron elevados niveles de peroxidación lipídica, que se incrementó con el grado de severidad de la RD y con el mal control metabólico a corto plazo. En conclusión, se comprobó que la DM se asocia a un estrés oxidativo, incrementado en los pacientes con RDP y en aquellos con mal control metabólico. Descriptores DeCS: DIABETES MELLITUS INSULINO-DEPENDIENTE; RETINOPATÍA DIABÉTICA; ESTRÉS OXIDATIVO. 1 2 3 4 5 6 Máster en Ciencias. Especialista en Farmacia Clínica. Profesora Asistente. Centro de Investigaciones y Evaluaciones Biológicas. Instituto de Farmacia y Alimentos. Doctor en Ciencias Biológicas. Centro de Investigaciones y Evaluaciones Biológicas. Instituto de Farmacia y Alimentos. Especialista de II Grado en Endocrinología. Profesor Auxiliar. Instituto Superior de Ciencias Médicas "Comandante Manuel Fajardo". Instituto Nacional de Endocrinología. Licenciado en Ciencias Matemáticas. Centro de Ensayos Clínicos. Licenciada en Ciencias Farmacéuticas. Centro de Investigaciones y Evaluaciones Biológicas. Instituto de Farmacia y Alimentos. Especialista de I Grado en Oftalmología. Instituto Nacional de Endocrinología. 181 MÉTODOS La diabetes mellitus (DM) constituye un problema importante de salud en el mundo actual, se encuentra entre una de las 10 primeras causas de morbilidad y mortalidad. Es un síndrome crónico no curable con los medios disponibles en la actualidad, causa limitaciones en el modo de vida de los pacientes y en muchos de ellos, el desarrollo de complicaciones microangiopáticas que pueden llevarlos a la invalidez,1,2 como lo es la retinopatía diabética (RD). Dicha complicación es una afectación de los capilares de la retina de carácter no inflamatorio y está considerada como la primera causa de ceguera en los pacientes diabéticos antes de los 65 años de edad.3 Entre los factores patogenéticos del desarrollo de las complicaciones crónicas en el paciente diabético se considera el estrés oxidativo, que es el resultado de la ruptura del equilibrio entre la rápida formación de los radicales libres (RL) y la eficacia de los mecanismos antioxidantes endógnenos. Las investigaciones clínicas encaminadas hacia este campo han ido en aumento, ya que es útil conocer la relación entre el estado oxidativo y las afectaciones crónicas asociadas a la DM, para desarrollar investigaciones con intervenciones terapéuticas antioxidantes, con el propósito de evitar o postergar su aparición y/o progresión.4,5 El objetivo general de este trabajo es estudiar el estrés oxidativo en pacientes diabéticos dependientes de insulina (DMID) o tipo 1 con RD. Evaluando las especies reactivas derivadas de la reducción parcial del oxígeno molecular (ERO) mediante la determinación de los niveles de malonildialdehído (MDA) y la actividad de las enzimas superóxido dismutasa (SOD) y catalasa (CAT). SUJETOS La muestra poblacional estuvo integrada por 84 pacientes con DMID, pertenecientes a la Clínica de Atención al Diabético del Instituto Nacional de Endocrinología, la cual fue dividida en 2 grupos: I) 38 pacientes con DMID no complicados con RD y II) 46 pacientes con DMID complicados con RD. Este último grupo se subdividió atendiendo al grado de severidad de la RD en: a) 21 pacientes con retinopatía diabética no proliferativa (RDNP) y b) 25 pacientes con retinopatía diabética proliferativa (RDP). El grupo control estuvo formado por 44 individuos voluntarios sanos, en un rango de edad comprendido entre 15 y 40 años. PROCEDIMIENTO Llevamos a cabo un estudio analítico transversal, donde reclutamos sólos los pacientes que cumplían con los siguientes criterios de inclusión: sujetos clínicamente diagnósticados de DMID, según los criterios de la Organización Mundial de la Salud,6 complicados o no con RD,7mayores de 15 años de edad, normotensos y los que solo recibían tratamiento con insulina y otros medicamentos que no modificaran la respuesta oxidativa. Para la toma de la tensión arterial (TA) empleamos un esfigmomanómetro de Hg y el método auscultatorio de Korotkow. Obtuvimos el índice de masa corporal (IMC) por la siguiente fórmula: peso (kg)/talla (m2). Calculamos la dosis total de insulina diaria en unidades por kilogramos por día (U/kg/d). Clasificamos como fumador al que fumaba 1 ó más cigarrillos al día o que refería abandono del hábito en los 6 meses 182 anteriores a su inclusión en el estudio. Aceptamos como sedentarias aquellas personas que se trasladaban a la escuela o trabajo en vehículo automotor y trabajaban sentados o de pie, sin caminar o realizar movimientos que impliquen un esfuerzo físico. Tomamos una muestra de sangre venosa después de 12 h de ayuno y antes de administrar insulina. Utilizamos como anticoagulante el citrato de sodio 3,8 %. El plasma obtenido lo conservamos a -20 ° C hasta el momento de su análisis. Las determinaciones realizadas fueron las siguientes: glucosa sanguínea, por el método de la glucosa oxidasa;8 hemoglobina glucosilada (HbA 1 ), por el método basado en la reacción de color que se produce entre el ácido tiobarbitúrico y el hidroximetilfurfural,9 la fructosamina se determinó por la reducción del indicador redox azul de nitrotetrazolio;10 la SOD, por el método de la autoxidación del pirogallo;11 la CAT, por el método de variación de la densidad óptica, empleamos como sustrato el peróxido de hidrógeno,12 y el MDA, por el método del ácido tiobarbitúrico.13 La escala de valores para el análisis de la glucosa sanguínea en ayunas fue la siguiente: normal <7,8 mmol/L, regular 7,8 - 10 mmol/L y malo > 10 mmol/L. El control metabólico a corto plazo se basó en la determinación de fructosamina, lo consideramos bueno cuando el nivel de ésta fue ≤ 3,2 mmol/L y malo, cuando fue > 3,2 mmol/L. Tomamos como buen control metabólico a mediano plazo si los valores de HbA1 eran de 6 - 8 %; regular, si los valores eran > 8 - 10 y malo, si estos eran > 10 %. prueba de t-test para variables independientes, con la cual, de cumplir las pruebas de normalidad de las variables de los grupos a comparar, se obtiene el valor de significación de las diferencias para 2 grupos de pacientes. La prueba de Levene´s para homogeneidad de varianzas, que permite conocer cuál de los resultados dados por la prueba anterior es el más confiable . U de Mann-Whitney es la prueba más potente cuando no se cumplen los supuestos de normalidad y se usa para detectar diferencia entre 2 grupos de pacientes en cada una de las variables. En los casos en que no se cumplieron todos los requisitos para aplicar las pruebas de comparación entre varios grupos de pacientes, más de 2, utilizamos el análisis de varianza de Kruskal-Wallis. Definimos α ≤ 0,05 como nivel mínimo de significación para las pruebas estadísticas empleadas. RESULTADOS En la tabla 1 presentamos las características clínicas generales de los pacientes con DMID con RD y sin ella. Comprobamos que los diabéticos con RD tenían una edad, al inicio de la diabetes, menor (p = 0,005) y un tiempo de evolución de la diabetes mayor (p = 0,001), que los pacientes diabéticos sin RD. Todos los pacientes presentaron un IMC menor de 24,9 para el sexo masculino y de 23,7 para el femenino, todos resultaron normopesos. Las dosis diarias de insulina utilizadas fueron menores de 1 U/kg/d para todos los pacientes diabéticos independientes que tuvieran o no RD. La incidencia de la diabetes fue similar en ambos sexos. Observamos un mayor porcentaje de sedentarismo en los diabéticos con RD al compararlos con el grupo control y el grupo de diabéticos sin RD, con una diferencia estadísticamente significativa de p = 0,002 y p = 0,02, respectivamente. ANÁLISIS ESTADÍSTICO En el análisis estadístico utilizamos la prueba de Kolmogorov-Smirnov de bondad de ajuste para probar si la distribución de cada una de las variables era normal. La 183 En los pacientes con DMID con RD y sin ella, la actividad de la enzima SOD no mostró diferencias significativas entre ellos. La actividad de la enzima CAT estuvo disminuida en los diabéticos con RD y sin ella con respecto al grupo control (p = 0,02 y 0,002, respectivamente). Los niveles de MDA fueron significativamente elevados tanto en los pacientes diabéticos sin RD y con RD al compararlos con el grupo control (p = 0,0001). Los diabéticos complicados con RD exhibieron valores de MDA significativamente mayores que los no complicados (p = 0,03) (tabla 2). TABLA 1. Características clínicas de los pacientes diabéticos insulinodependientes con retinopatía diabética y sin ella Características clínicas Control (n=44) DMID sin RD (n=38) DMID con RD (n=46) Edad (años) (X ± DE) IMC (kg/m2): Masculino (X ± DE) Femenino Edad de presentación diabética (años) (X ± DE) Tiempo de evolución de la diabetes (años) (X ± DE) Dosis de insulina (U/kg/d) (X ± DE) Tensión arterial sistólica (mmHg) (X ± DE) Tensión arterial diastólica (mmHg) (X ± DE) 29,0 ± 5,1 22,9 ± 2,5 22,7 ± 3,6 - 28,2 ± 6,8 a 21,1 ± 1,9 21,5 ± 3,3 21,5 ± 8,0c 33,4 ± 10,0b 21,7 ± 2,5 22,6 ± 1,2 15,8 ± 9,0d - 6,7 ± 6,2e 17,6 ± 7,6f - 0,7 ± 0,3 0,7 ± 0,3 118,2 ± 2,2g 114,5 ± 11,8h 122,4 ± 17,2i 78,0 ± 0,8j 76,0 ± 8,4k 77,4 ± 10,2 (a vs. b p=0,05; c vs. d p=0,005; e vs. f p=0,001; g vs. h p=0,004; h vs. i p=0,011; j vs. k p=0,002). Sexo (M/F) (n) Fumadores [n (%)] Sedentarios [n (%)] 24/20 16 (36,3) 24 (54,5)1 17/21 14 (36,8) 25 (65,8)m 22/24 14 (30,4) 40 (86,9)n (1 vs. n p=0,002; m vs. n p=0,02). TABLA 2. Valores de los indicadores bioquímicos en los diferentes grupos de tratamiento Indicadores bioquímicos Superóxido dismutasa (U/L/min) x 1 000 (X ± DE) Catalasa (U/L/min) (X ± DE) Malonildialdehído (mmol/L)(X ± DE) Control (n=44) DMID sin RD (n=38) 20,4 ± 24,0 18,4 ± 13,7 4378,5 ± 709,7a 2085,9 ± 600,3b 77,3 ± 28,9d 867,7 ± 78,1e DMID con RD (n=46) 18,5 ± 13,3 3524,6 ± 1172,4c 1124,3 ± 65,9f a vs. b p=0,002; a vs. c p=0,02; d vs e, f p=0,0001; e vs f p=0,03. Al evaluar la peroxidación lipídica, a través de los valores de MDA, de acuerdo con la severidad de la RD, encontramos valores de MDA elevados en ambos grupos de diabéticos con RD al compararlos con los del grupo control (p=0,0001). Aquellos afectados de DMID con RDP presentaron valores significativamente elevados (1150 ± 104,5 nmol/L) en relación con los que padecían de RDNP (847,8 ± 104,3 nmol/L p = 0,04) (fig. 1). 184 Los valores de glucemia obtenidos fueron de 10,0 ± 0,5 mmol/L en los pacientes diabéticos sin RD, de 8,2 ± 0,9 mmol/L en aquellos con RDNP y de 9,8 ± 0,8 mmol/L en los que tenían RDP, sin diferencias estadísticamente significativas entre ellos. En todos los grupos de diabéticos independientemente de la presencia y severidad de la RD, los valores de glucemia en ayunas se encontraban dentro del rango considerado como regular. Las cifras de fructosamina fueron de 2,5 ± 0,1 mmol/L en el grupo control, de 3,2 ± 0,5 mmol/L en los pacientes diabéticos sin RD, de 2,4 ± 0,2 mmol/L en los pacientes diabéticos con RDNP y de 2,8 ± 0,2 mmol/L en aquellos con RDP. A pesar de que todos los valores de fructosamina se encontraban dentro del rango considerado como bueno, se encontró diferencia significa- FIG. 1. Niveles malonildialdehído en los pacientes con DMID, sin retinopatía diabética, con retinopatía diabética no proliferativa y retinopatía diabética proliferativa. X ± SEM* vs. ** *** vs. **** p=0,04 FIG. 2. Comportamiento del control metabólico de los pacientes con DMID sin retinopatía diabética, con retinopatía diabética no proliferativa y retinopatía diabética proliferativa. X ± SEM ° vs °° * vs. ** *** p=0,001 185 TABLA 3. Niveles de MDA según el control metabólico de los pacientes diabéticos insulinodependientes con RD y sin ella Indicadores del control metabólico Fructosamina (mmol/L) 2,1 - 3,2 mmol/L (bueno) (X ± DE) > 3,2 mmol/L (malo) (X ± DE) HbA1 (%) 6 - 8 % (bueno) (X ±DE) > 8 - 10 % (regular) (X ±DE) > 10 % (malo) (X ±DE) MDA (nmol/L) DMID sin RD (n=38) DMID con RD (n=46) 1044 ± 88,9 1100 ± 244,5 981,5 ± 206,5a 1394,1 ± 347,3b 890,7 ± 524,4 995,6 ± 423,2 1420,0 ± 458,2 978,5 ± 438,1 1087,9 ± 276,9 1227,1 ± 556,5 (a vs. b p= 0,007). tiva entre el grupo de diabético sin RD y el grupo control (p=0,03). La HbA1 fue de 7,6 ± 0,3 % en los diabéticos sin RD, de 9,2 ± 0,2 % en los que tenían RDNP y de 9,2 ± 0,3 % en los portadores de RDP. La HbA1 estuvo elevada significativamente (p=0,001), en los diabéticos afectados de RD con ambos grados de severidad, al compararlos con el grupo de diabéticos sin RD (fig. 2). Al estratificar los niveles de MDA de acuerdo con las categorías de los indicadores del control metabólico: fructosamina y HbA1; se encontró que el MDA estuvo incrementado en los pacientes diabéticos con RD que presentaban valores de fructosamina que indicaban un mal control metabólico a corto plazo (p=0,007) en relación con aquellos que tuvieron valores de fructosamina en el rango normal. Aunque no hallamos diferencias significativas, vale la pena señalar que los niveles de MDA fueron mayores en la medida en que empeoró el control metabólico (tabla 3). y juveniles y su incidencia no está relacionada con el sexo. 14 Nakamura y otros15 consideran que la hiperglucemia y el tiempo de evolución de la DM mayor que 5 años, son los factores de riesgos más importantes en la aparición de las complicaciones microangiopáticas. En nuestro estudio, los pacientes tenían un tiempo de evolución de la diabetes mayor que 5 años, condición que hace más propicia la aparición de la RD. Varios autores 16-18 plantean que el sedentarismo es un factor agravante para la diabetes, en nuestro estudio el mayor porcentaje de pacientes sedentarios correspondió al grupo de diabéticos con RD, lo cual sugiere que dicha afección ocular pudiera limitar la actividad física de estos pacientes. A pesar de lo señalado anteriormente, todos los pacientes presentaban un IMC dentro del rango de normopeso, lo que es de habitual observación en los pacientes con DMID. Los niveles significativamente elevados de MDA en los pacientes diabéticos con la presencia o no de RD y aun mayores en aquellos complicados con RD, sugieren la existencia de una peroxidación lipídica incrementada en el síndrome diabético. Estas observaciones pueden explicarse porque dicha peroxidación es la consecuencia de una gran formación de radicales hidroxilos y estos a su vez, de altas concentraciones de peróxido de hidrógeno, que en estos DISCUSIÓN Las características clínicas de los pacientes con DMID con RD y sin ella son similares a las referidas en la literatura. Se plantea que este síndrome aparece con mayor frecuencia en las edades infantiles 186 cual forman parte. Además, durante estas reacciones y la autoxidación de la glucosa se generan ERO como: peróxido de hidrógeno y radicales hidroxilos que contribuyen a la aparición del estrés oxidativo. 22 Esto explica que hayamos encontrado que los niveles de MDA estuvieron incrementados proporcionalmente a la hiperglucemia sostenida en un período de 2 a 3 sem, determinado por la fructosamina. El incremento de la lipoperoxidación en los pacientes con DMID con grado más severo de la RD, sugiere que las ERO desempeñan una función determinante como factor desencadenante y agravantes de la RD, potenciado por el aumento del tiempo de evolución de la diabetes. Altomare y otros23 consideran que el estrés oxidativo está involucrado en la propia complicación ocular diabética, en la cual la disminución de los secuestradores de RL se asoció con la oxidación de las proteínas del vítreo y del cristalino. Estos resultados evidencian que la oxidación de las proteínas representa un importante mecanismo en la patogenia de las complicaciones oculares del diabético. De nuestro estudio podemos concluir que el estrés oxidativo está asociado al síndrome diabético. El índice de peroxidación lipídica, que constituye un marcador del estrés oxidativo, se correspondió con la presencia y severidad de la RD y con el empeoramiento del control metabólico. pacientes diabéticos está favorecida por una baja actividad de la enzima CAT, responsable de convertir a dicho sustrato en agua y oxígeno,19 lo cual muestra un ineficaz mecanismo antioxidante endógeno en estos pacientes diabéticos (fig. 3). La normal actividad de la enzima SOD encontrada en nuestro estudio, nos hace pensar que la mayor fuente de peróxido de hidrógeno, en estos pacientes, proviene de la autoxidación de la glucosa sanguínea, aunque el control metabólico, determinado por la glucemia en ayunas y la HbA1 fue regular; lo que reafirma la importancia de mantener en el paciente diabético, un buen control metabólico. Los niveles de MDA no sólo fueron significativamente elevados, sino que esta alteración fue más marcada en los pacientes con mal control metabólico a corto plazo evaluado por los niveles de fructosamina. La glucosa sanguínea en altas concentraciones actúa como una llave en el mecanismo patogénico de las complicaciones vasculares de la DM, por ser capaz de unirse a los grupos aminos de las proteínas de vida media prolongada, mediante una reacción de condensación y formar los productos finales de la glucosilación avanzada (PFGA). 20,21 La consecuencia final de estas 2 reacciones es la afectación de las propiedades funcionales de las proteínas, lo que compromete las funciones propias del tejido endotelial del SUMMARY The oxidative stress was studied in insulin-dependent diabetic patients with and without diabetic retinopathy (DR). The reactive oxygen species were evaluated by the determination of the levels of malondialdehyde (MDA) and the activity of the superoxide dismutase (SOD) and catalase (CAT) enzymes. A population sample composed of 84 insulin-dependent diabetic patients, divided into 38 patients without DR and 46 with DR was obtained. This last group was subdivided into 21 patients with non-proliferative DR and 25 with proliferative DR (PDR). Glucose, glycosylated hemoglobin, fructosamine, SOD, CAT and MDA were determined in plasma of all patients. It was observed that the most significant clinical characteristic 187 was the time of evolution of diabetes, where those with DR had more than 15 years of evolution. The diabetic patients showed elevated levels of lipid peroxidation, which increased with the degree of severity of DR and with the poor short term metabolic control. To conclude, it was proved that DM is associated with an oxidative stress that is higher in patients with PDR and among those with a deficient metabolic control. Subject headings: DIABETES MELLITUS, INSULIN-DEPENDENT; RETINOPATHY, DIABETIC; OXIDATIVE STRESS. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Licea ME, Bustillo E. Patogenia de la diabetes mellitus insulino dependiente. En: Diabetes Mellitus. La Habana: Editorial Ciencias Médicas, 1986:37-48. 2. Licea ME. Estrategias para la prevención de la diabetes mellitus. En: Tratamiento de la diabetes mellitus. 2da ed. Brasilia: Ideal, 1995:9-19. 3. . Tratamiento de la retinopatía diabética. Consideraciones generales. En: Tratamiento de la diabets mellitus. 2da ed. Brasilia: Ideal, 1995:131-5. 4. Jain SK, Mc Vie R, Jaramillo JJ, Palmer M, Smith T, Meaachum ZD, et al. The effect of modest vitamin E supplementation in diabetes patients. Lipids 1996;31:S87-S90. 5. Jain SK, McVie R, Jaramillo JJ, Palmer M, Smith T. Effect of modest vitamin E supplementation on blood glycated hemoglobin and triglyceride levels and cell indices in type I diabetic patients. J Am Coll Nutr 1996,15:458-61. 6. WHO. Expert Committee on diabetes mellitu. 2do report. Geneva: WHO, Tech Prep Ser. 646;1980. 7. L´Esperance FA. Retinopatía diabética. Clin Med North Am 1978;62:787-90. 8. Trinder P. Determination of glucose in blood using glucose oxidase with alternative oxygen acceptor. Am Clin Biochem 1969;6:24-7. 9. Fluckiger R, Winterhalter KH. In vitro synthesis of HbA1c. FEBS. Lett 1976;71:356-8. 10. Johannes T, Münch G, Müller R. Advanced glycation end products-associated parameters in the peripheral blood of patients with Alzheimer´s disease. Life Sci 1996;59:679-85. 11. Yi S, Oberley LW, Ying L. A simple method for clinical assay of superoxide dismutase. Clin. Chem 1988;34:497-500. 12. Boehringer Mannherin. Biochemica Information. Alemania, 1987;15-8. 13. Buege JA, Aust D. Microsomal lipid peroxidation. 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Glycation, oxidation, and lipoxidation in the development of the complications of diabetes a carbonyl stress hypothesis. Diabetes Rev 1997;5:365-91. 22. Bunn HF, Higgins PJ. Reaction of monosacharides with proteins: possible evolutionary significance. Science 1981;213:222-4. 23. Altomare E, Grattagliano Y, Vendemaile G, Micelli-Ferrari T, Signirile A, Cardia L. Oxidative protein damage in human diabetic eye: evidence of a retinal participation. Eur J Clin Invest 1997;27:141-7. Recibido: 12 de septiembre de 2000. Aprobado: 2 de diciembre de 2000. Dr. Manuel E. Licea Puig. Centro de Atención al Diabético. 17 y D, El Vedado, Plaza de la Revolución, Ciudad de La Habana, Cuba. 188 Rev Cubana Endocrinol 2000;11(3):189-91 Sección especial EL NIÑO DIABÉTICO MENOR DE 5 AÑOS DE EDAD Dr. Ricardo Güell González Los niños diabéticos con menos de 5 años de edad representan el 17 % de todos nuestros casos menores de 15 años. En la diabetes mellitus tipo 1 a estas edades, generalmente, el inicio de la enfermedad es en forma aguda, recuerda la gastroenteritis o la enfermedad respiratoria aguda, y se acompaña de fiebre, vómitos, deshidratación, hiperglucemias y glucosurias con cetonuria o sin ella. En el recién nacido y en el lactante se presentan episodios de deshidratación e hiperosmolaridad más frecuentes que los de cetoacidosis, entre otros factores, porque estos niños tienen capacidad para utilizar los cuerpos cetónicos como fuente de energía, además de tener una producción disminuida de ellos. A estos pacientes se les debe hacer el diagnóstico diferencial con la hiperglucemia transitoria neonatal.1 En los niños menores de 5 años de edad, el período de remisión es poco frecuente y si ocurre es de corta duración. El tratamiento presenta aspectos muy especiales. Los niños son muy sensibles a la insulina y dosis tan pequeñas como 0,2-0,4 U/kg/d pueden modificar sus niveles glucémicos. En estos pacientes, las insulinas purificadas de cerdo parecen tener mejor resultado que las humanas, al tener un comienzo del efecto menos rápido y una duración más prolongada.2 En ocasiones, los lactantes requieren insulinas de bajas concentraciones o insulinas diluidas, para lo cual debe usarse el diluente apropiado, generalmente proporcionado por los productores de insulina.3 No se recomienda hacer la dilución con solución salina o agua destilada por la posibilidad de modificar la acción de la insulina,4 aunque otros autores la han utilizado con buenos resultados.5 Un método más sencillo es la utilización de insulina U-100, en jeringuillas calibradas, a un máximo de 30 ó 50 unidades. Las características específicas de la edad -períodos prolongados de sueños sin ingestión de alimentos, irregularidades en la ingestión de alimentos, actividad física no prevista- y el peligro que representan las hipoglucemias hacen recomendable el uso de insulina regular 2 veces al día después de los momentos de mayor ingesta, desayuno y almuerzo, y adicionar una dosis de insulina NPH entre las 21:00 y 22:00 h. Este esquema es superior al de una dosis única de insulina lenta y en los casos en que no haya condiciones para su cumplimiento, se puede utilizar la administración de insulina NPH en la mañana y en la noche. Las inyecciones deben ser subcutáneas con un ángulo de 45 ° y no deben hacerse en la región glútea hasta que el niño camine.3 El control de la diabetes en los niños menores de 5 años de edad se debe realizar por monitoreo de las determinaciones de la glucemia, ya que las glucosurias no son confiables. 189 Lo ideal es realizar 4 ó 5 exámenes en el día (antes de las comidas, antes de dormir y en la madrugada), aunque es de gran utilidad realizar al menos, 2 determinaciones al día, antes del desayuno y antes de acostarse, así como determinaciones precisas ante sospecha de hipoglucemia y durante las enfermedades intercurrentes. La zona más apropiada para la toma de la muestra de sangre es el lóbulo de la oreja, ya que la punción del talón puede ocasionar osteomielitis como complicación. Los niveles de glucemia, en estas edades, deben encontrarse entre 100 y 200 mg/dL (6 y 11 mmol/L) con el fin de evitar las hipoglucemias que, en esta etapa de la vida, tienen influencia negativa sobre el desarrollo psicomotor normal.6,7 No es fácil de establecer un plan de alimentación para los menores de 5 años, ya que se requiere cubrir necesidades muy precisas en relación con el crecimiento, el horario de sueños, las dosis de insulina y, sobre todo, la prevención de hipoglucemias. Los menores de 4 meses de edad deben ser alimentados con lactancia materna, normalmente, como los niños no diabéticos. Si necesitaran alimentarse con biberón, los requerimientos se cubren con leche entera 150 mL/kg/d dividido en 6 ó 7 biberones. Es importante dar el biberón de la madrugada y prevenir las hipoglucemias nocturnas. En los casos de niños muy hambrientos se puede asociar algún cereal a la leche. Entre los 4 y 12 meses se introducen nuevos alimentos sólidos (tubérculos, cereales) que contienen carbohidratos más complejos. Las necesidades calóricas están alrededor de 100 cal/kg/d, la mitad de ellas deben cubrirse con carbohidratos. Debemos tener presente el biberón de leche en la madrugada. En niños de 1 a 5 años, la dieta se calcula sobre la base de 1 000 calorías por el primer año y más 100 calorías por año de edad. Este período es importante, en él es necesario enseñar al niño a comer de todos los alimentos y comenzar a crearle una educación dietética adecuada a su afección. Las hipoglucemias son frecuentes en los niños de estas edades, por lo que se debe instruir a los padres en cómo detectarlas a tiempo, de lo contrario se corre el riesgo de episodios severos con las secuelas que pueden producir.6-8 Los cambios de conducta o del nivel de conciencia, llanto persistente, palidez, dilatación pupilar, sudación, enfriamiento y taquicardia, pueden orientar a los padres en la presencia de hipoglucemia. En estos casos, aunque lo ideal sería realizar una glucemia, no se debe esperar a ello y se debe administrar al niño alimentos azucarados preferiblemente glucosa, miel o jaleas. Si el estado de conciencia no permite la ingestión de alimento, se debe inyectar glucagón 0,5 mg, intramuscular o subcutáneo, si no hay respuesta en 15 min es necesario administrar una infusión endovenosa de 10 g de glucosa en un servicio de emergencia. El niño diabético menor de 5 años debe cumplir el esquema normal de inmunizaciones, aunque en ocasiones estas provoquen fiebre y malestar general. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Schiffrin A, Colle E. Diabetes Mellitus. En: Collu R, Ducharme JR, Guyda HJ, eds. Pediatric Endocrinology. 2a. ed. New York: Raven, 1989:615-48. 2. Brink JS. Diabetes Mellitus infanto-juvenil en 1990. En: Pombo Arias M, ed. Endocrinología Pediátrica. Madrid: Ediciones Díaz de Santos, 1990;269-312. 3. Schreiner B, Travis LB. The child less than 3 years old. En: Travis LB Brouhard BH, Schreiner B, eds. Diabetes mellitus in children and adolescents. Philadelphia: WB Saunders, 1987;187-92. 4. Santiago JV. Insulintherapy in the last decade. A pediatric perspective. Diabetes Care 1993;16(suppl 13):143-54. 190 5. Abdullah MA, Salman H, Abanamy A. IDDM in the under 3 years old in Riyadh, Saudi Arabia. Diabetes Young 1992;28(2):21-4. 6. Rovet JF, Ehrlich RM, Hoppe M. 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Abriendo caminos y marcando pautas en un tema tan sensible como es el del niño menor de 5 años con diabetes mellitus, hace aún más imperecedera su actividad científica. 191 Rev Cubana Endocrinol 2000;11(3):192-8 Enfoque actual Instituto Nacional de Endocrinología INVESTIGACIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA. PROBLEMAS NO RESUELTOS EN LOS DEBATES ACTUALES Lic. Jorge Luis Calero1 RESUMEN Se hizo el presente artículo para inducir la reflexión de los investigadores en salud, a partir de un debate sobre los distintos métodos científicos de investigación (cualitativos y cuantitativos) y de algunas de sus principales problemáticas. El debate entre los abordajes cualitativos y cuantitativos no es un desarrollo novedoso ni exclusivo del campo de las ciencias sociales aplicadas a la salud. Los científicos sociales en salud que utilizan abordajes cualitativos enfrentan en la actualidad problemas epistemológicos y metodológicos que tienen que ver -entre otros- con el poder y la ética en la generación de los datos, y el problema de la validez externa de estos. Existen variadas formas de integrar ambos abordajes. Ellas conducen por diferentes caminos, producen diferentes resultados y tienen implicaciones variadas. Se concluyó que la utilización de uno u otro método de investigación científica depende del momento que al investigador le interesa privilegiar (generación de teoría o transformación de la realidad) y del tema que se elige para investigar. Descriptores DeCS: PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN; CIENCIAS SOCIALES; EDUCACIÓN EN SALUD. El debate entre los abordajes cualitativos y cuantitativos no es un desarrollo novedoso ni exclusivo del campo de las ciencias sociales aplicadas a la salud. Consecuentemente, para apreciar mejor sus alcances e implicaciones es necesario vincularlo con la discusión más general que tiene lugar en la teoría socio-antropológica. 1 Los científicos sociales en salud que utilizan abordajes cualitativos enfrentan en la actualidad problemas epistemológicos y metodológicos que tienen que ver –entre otros– con el poder y la ética en la generación de los datos y el problema de su validez externa. No es posible ofrecer una solución definitiva a estas cuestiones, Licenciado en Educación. Especialista en Educación para la Salud. 192 pero creemos que es impostergable una reflexión sistemática sobre ellas que parta del objeto de estudio que nos compete –la salud–, pero que se nutra del cuerpo teórico más general de nuestras disciplinas. La intención de este artículo es sumarnos a este debate en curso, discutir algunos de los problemas centrales entre ambos métodos, un "encuadre" sintético de una discusión más bien antigua y mostrar con mayor detalle algunos de los problemas principales en torno a la integración de estos métodos que, a nuestro juicio, carecen de una solución satisfactoria y enfatizar en la necesidad de vincular el debate entre los abordajes cualitativos y cuantitativos en el campo de las ciencias sociales aplicadas a la salud, a los desarrollos de la teoría socio-antropológica más general. al objeto de estudio que la que se presume, existe en las ciencias naturales. Weber, en cambio, señalaba que "mientras en la astronomía los cuerpos celestes nos interesaban en sus relaciones cuantitativas, susceptibles de medición exacta, en las ciencias sociales nos concierne la tonalidad cualitativa de los procesos... cuya comprensión por vía de la revivencia es... una tarea... específicamente distinta de aquella que pueden o pretenden resolver las fórmulas de las ciencias naturales exactas en general".2 El debate contemporáneo, que algunas "modas" hacen aparecer como novedoso, reitera una vieja discusión, si bien con una diferencia: la perspectiva hegemónica era, entonces, la cualitativa y la corriente que tenía que legitimar su existencia era la cuantitativa.3 Al volverse dominante esta última, el debate entre lo cuantitativo y lo cualitativo continuó, sólo que son los defensores de esta última perspectiva los que han debido escribir desde una posición de subalternidad. A partir de la década de los 60 estos esfuerzos de reivindicación fueron acompañados por la aparición de textos, hoy clásicos, que señalaban la importancia de vincular la historia (el nivel macro) con la biografía (el nivel micro) y la subjetividad con la estructura social4 y que en su momento constituyeron las expresiones metodológicas de corrientes sociológicas en formación como la etnometodología y el interaccionismosimbólico5,6 y que señalaban la necesidad de traer de regreso al "actor" dentro de la teoría sociológica.7 A partir del resurgimiento de las corrientes interpretativas, se han abierto de nuevo espacios para los métodos cualitativos. Estos abordajes han visto significativamente incrementado su grado de sofisticación con la incorporación de las DISCUSIÓN ENTRE LOS ABORDAJES CUALITATIVOS Y CUANTITATIVOS El debate sobre las diferencias entre los métodos cualitativos y cuantitativos, así como sobre las implicaciones epistemológicas y empíricas de su integración se remontan al origen mismo de las ciencias sociales. Los fundadores de la sociología, al debatir sobre el objeto de estudio de esta disciplina, no ignoraban la correlación metodológica de sus propuestas. Durkheim advertía sobre el riesgo de confundir los hechos sociales con las formas que estos adoptan en los casos particulares y postulaba que "la estadística nos ofrece el medio apropiado para aislarlos." 1 Él defendía la posibilidad de abordar los fenómenos sociales con la misma objetividad y el mismo distanciamiento respecto 193 perspectivas constructivistas que contraponen al ideal positivista de "descubrir" la realidad de la inevitabilidad del carácter "construido" de los conocimientos. Esta oposición de concepciones es uno de los problemas clave en el debate contemporáneo entre los métodos cualitativos y cuantitativos, y se refleja no sólo en las ciencias sociales en general, sino en la aplicación de éstas a los problemas de la salud. A partir del desarrollo del contructivismo social,8,9 la comparación entre ambos métodos no puede plantearse sólo en términos de una disputa en torno al objeto de la ciencia social -patrones colectivos de conducta medibles numéricamente contra los significados subjetivos que elaboran los autores 10 - sino que necesariamente deben recuperar el problema de la generación de conocimientos como práctica socialmente determinada y medida por el lenguaje.11 La literatura en torno a la posibilidad y deseabilidad de la articulación entre los enfoques cualitativos y cuantitativos en el área de la salud empieza a ser muy abundante y anula cualquier pretensión de exhautividad. Algunas publicaciones han sido específicamente desarrolladas para mostrar la utilidad de esta combinación;12 otras argumentan que el nivel de análisis en la investigación en salud pública y las ciencias sociales son equivalentes (el nivel poblacional) por lo que la aplicación de los diversos métodos de las ciencias sociales en la investigación en salud debería ser casi natural13 y otras, por el contrario, postulan la imposibilidad de una combinación entre los métodos estadísticos y los métodos cualitativos, a partir del carácter socialmente construido de toda actividad científica y de una consecuente falta de objetividad de sus datos -como la defendida por el positivismo.14,15 Junto a la literatura que busca específicamente tomar una posición sobre este tema, existe otro conjunto de publicaciones que combinan métodos cualitativos y cuantitativos de investigación en salud, pero sin un referente teórico de mayor envergadura en el cual anclar las propias posiciones. Esta superficialidad no sólo se manifiesta en el ámbito conceptual, sino también en el técnico: Casi no hay ejemplos de combinación de técnicas estadísticas complejas (regresión logística, análisis factorial, etc.), con técnicas cualitativas sofisticadas (historias de vida, entrevistas en profundidad, etc.). El cúmulo de bibliografía sobre este tema provocó que comenzaran a aparecer intentos para su clasificación. 16,17 Lo propuesto en algunas de estas clasificaciones pretende dividir la literatura entre puristas (los que postulan la imposibilidad de articular ambos abordajes), eclécticos (los que aceptan ambos enfoques como válidos) y pragmáticos (los que articulan ambas metodologías a partir del abordaje de su tema de estudio). A nuestro criterio, convendría superponerles otra clasificación, sugerida por Castro y Bronfman, que agrupe a los diversos autores según el objetivo predominante, explícito o implícito, que persiguen con su investigación. Si lo que buscan es enriquecer la teoría sociológica, esto es, si se hace sociología de la salud, entonces es fundamental apegarse a la tradición que se defiende y, en dependencia de cual sea, será más o menos pertinente combinar ambos abordajes.18 Por ejemplo, como señalan Castro y Bronfman en su trabajo, "un análisis funcionalista de la conducta de un enfermo tolera mucho más la combinación de métodos de un análisis fenomenológico, pero puede resultar, menos pertinenente; a 194 la inversa, un análisis marxista de la reforma de los sistemas de salud es más permeable a la combinación de ambos métodos que un enfoque interaccionista-simbólico, y lo más probable es que resulte más pertinente".18 Hay que advertir que tanto la generación de teoría como la resolución de problemas constituyen 2 momentos de un sólo proceso: el de la investigación científica. Es legítimo privilegiar uno u otro, en función de los objetivos y del contexto del investigador, pues esto es en función del "interés cognoscitivo". Lo más importante es que estos sean rigurosos teórica y metodológicamente, y congruentes con su propio fin. Vale destacar que aún existen algunos problemas en torno a la relación de estos métodos de investigación, los cuales todavía no están resueltos; y sobre los que quisiéramos referirnos a continuación. legitimación primarias en el hecho de que permiten una comunicación más horizontal -más igualitaria- entre el investigador y los sujetos investigados. 21 Sin negar que algunos de los abordajes cualitativos como las entrevistas a profundidad y las historias de vida permiten un acercamiento más "natural" a los sujetos, es necesario reflexionar con más detalles sobre las condiciones que hacen posible este tipo de encuentros. En los países de América Latina, incluyendo a Cuba, la mayor parte de los estudios se hacen sobre/con sujetos sociales que viven bajo alguna forma de subordinación: de género (en el caso de las mujeres); sexual (en el caso de las minorías sexuales), etc. En muchos casos es precisamente, esa condición de subordinación la que da origen a su disposición a colaborar. Autores como Castro y Bronfman plantean 18 que por más "democráticos" que seamos, el acceso a los grupos subordinados nos es dado por lo que nuestro status representa. Desembocamos así en un dilema que cuestiona de raíz el argumento planteado al principio de esta sección, en el sentido de que la investigación cualitativa se reivindica a sí misma a partir de su "naturalismo", de su supuesta habilidad de estudiar a los actores sociales en su escenario natural. EL PODER Y LA ÉTICA EN LA GENERACIÓN DE LOS DATOS Una de las críticas que se le suelen hacer a los abordajes cuantitativos, desde la perspectiva de los métodos cualitativos, es su propensión a servirse de, más que comunicarse con, los sujetos de estudio.19 El argumento es que las encuestas utilizan a los individuos para extraer de ellos información que luego es procesada sin que medie ningún tipo de "devolución" a quienes dieron origen a los datos. Se dice además, que la situación de la entrevista es tan artificial -uno se limita a preguntar y el otro a responder- que es posible formular cuestionamientos muy sólidos sobre la validez de los datos así obtenidos.20 En cambio, los métodos cualitativos parecerían encontrar una de sus fuentes de EL PROBLEMA DE LA VALIDEZ EXTERNA DE LOS DATOS Otro de los problemas sobre el que queremos reflexionar es el problema de la generalización de los datos (o validez externa, según Campbell y Stanley)22, el cual ha sido resuelto de una manera simplista. Suele haber acuerdo entre algunos autores en el sentido que los métodos cuantitativos son débiles en términos de validez interna -casi nunca 195 sabemos si miden lo que quieren medir- pero fuertes en validez externa -lo que encuentran es generalizable al conjunto de la población-; pero se presume lo inverso para los métodos cualitativos. Sin embargo, planteado de esta manera, quedan fuera de la discusión algunos problemas esenciales que quisiéramos hacer evidentes. En primer lugar, para los que hacen ciencia social privilegiando el momento de generación de la teoría, en el nivel de la generalización estadística se refleja el postulado de que los hechos sociales, los que interesan a las ciencias sociales, son por definición colectivos, es decir, son comunes a un grupo de individuos en la sociedad; pero olvidan lo central de la argumentación: los fenómenos son generales si son colectivos pero "de ningún modo puede afirmarse que es colectivo a causa de su carácter general"1. Los fenómenos de interés de las ciencias sociales pueden ser definidos como colectivos de antemano e interesa verificar su generalidad sólo para probar que lo son y no como base para presumirlo. Sin embargo, la generalidad dentro de las ciencias sociales no parece reparar en esta precisión y tiende a tomar como equivalentes ambas direcciones analíticas. Un debate sobre el problema de la generalización de los datos debidamente anclada en la teoría sociológica debería dar más espacio a los procedimientos analíticos mediante los cuales se presume el carácter de "hechos colectivos" de los fenómenos de interés, más que centrar el peso de toda la argumentación en la necesidad de extrapolar a la población general los hallazgos. En el caso de los que privilegian la investigación aplicada a los problemas de salud, en cambio, es mucho más entendible la necesidad de contar con hallazgos cuyo grado de validez externa sea determinable porque se pretende que de esta investigación se deriven políticas y programas de intervención concretos. Aquí se advierte un sesgo similar al anterior: la prenoción, presente en muchos evaluadores, de que un criterio para atribuir calidad a la ciencia social aplicada a la salud es que sea generalizable en sus hallazgos, es decir, la presuposición de que sólo los fenómenos de carácter general o mayoritario interesan a las disciplinas sociales. De alguna manera, los enfoques cuantitativos siempre preguntan, por lo general explícitamente, a los cualitativos: "¿Cuán generalizables son tus hallazgos?" Sin embargo, la corriente sociológica interpretativa ha postulado, desde sus orígenes, que los hechos que más interesan a las ciencias sociales son, justamente, lo contrario de cualquier generalización. Weber señalaba: "la ciencia social que queremos promover es una ciencia de realidad. Queremos comprender la realidad de la vida que nos circunda, y en la cual estamos inmersos, en su especificidad... queremos comprender... las razones por las cuales [un fenómeno] a llegado a ser así y no de otro modo" 2. Esto es así por el carácter mismo del objeto de las ciencias sociales que señalamos con anterioridad: si los fenómenos que nos interesan son aquellos mediados por la interpretación de los individuos, entonces son las interpretaciones locales, las que nos interesan. De esta forma la pregunta que cabría hacerse sería: "¿Cuán particularizables son tus hallazgos? Desde esta óptica, un hallazgo sociológico general es aun un dato que requiere de "particularización", y "especificación" para poder tenerlo como realmente sociológico.18 Desde este punto de vista, entonces ambos enfoques están en igualdad de condiciones. Aceptar superficialmente que una limitación de los métodos cualitativos 196 es su dificultad para generalizar, es aceptar de antemano que el ideal de las ciencias sociales es la generalización. Igualmente legitimo es adscribirse a la necesidad de hacer ciencia social que ilumine las particularidades y especificidades de los diversos y múltiples grupos sociales. Al nivel de las ciencias sociales aplicadas a la salud, la reflexión debe incorporar ambas posturas simultáneamente. ¿Cuán generalizables son tus hallazgos?, y ¿cuán particularizables son tus generalidades?, son preguntas que deben ser contestadas, ambas, si se quiere mejorar el aporte práctico de las ciencias sociales en salud. La zona de equilibrio entre una tendencia generalizadora y otra totalmente particularizadora estaría definida por una fórmula dialéctica que legitime a ambas posturas en la medida en que dialogue con la otra18. En conclusión, la utilización de uno u otro método de investigación científica depende del momento que al investigador le interesa privilegiar (generación de teoría o transformación de la realidad) y del tema que se elige para investigar. Existen variadas formas de integrar ambos abordajes. Ellas conducen por diferentes caminos, producen diferentes resultados y tienen implicaciones variadas. Y no quisiéramos terminar sin recordar a C. Wright Mills, quien señaló que la investigación social es un proceso de artesanía intelectual en el que debe dosificarse con ecuanimidad el rigor y la imaginación. Su consejo sigue vigente: "sabed que los problemas de la ciencia social, cuando se formulan adecuadamente, deben comprender inquietudes personales y cuestiones públicas, biografía e historia, y el ámbito de sus intrincadas relaciones. Dentro de ese ámbito ocurren la vida del individuo y la actividad de las sociedades; y dentro de ese ámbito tiene la imaginación sociológica su oportunidad para diferenciar la calidad de la vida humana en nuestro tiempo".4 SUMMARY The objective of this paper was to make health investigators reflect starting from a debate on the different scientific research methods (qualitative and quantitative) and some of their fundamental problems. The debate between the qualitative and quantitative approaches is neither a novel nor an exclusive event of the field of social sciences applied to health. The health social scientists using qualitative approaches face at present epistemological and methodological problems that are related, among others, to power and ethics in the data generation and to the problem of their external validity. There are various forms of integrating both approaches that lead to different ways, produce diverse results and have varied implications. It was concluded that the utilization of one scientific research method or another depends on the time the investigator is interested in priviliging (generation of theory or transformation of reality) and on the topic to be investigated. Subject headings: RESEARCH PROJECTS; SOCIAL SCIENCES; HEALTH EDUCATION. 197 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Durkheim E. Las reglas del método sociológico. Buenos Aires. La Pléyade, 1978:35. 2. Weber M. La objetividad cognoscitiva de la ciencia social y de la política social. Ensayos sobre metodología sociológica. Buenos Aires: Amorrortu Editores; 1982:62. 3. Churchman CW. Why measure?. En: Franklin BJ, Osborne HW, eds. Research methods: issues and insights. Belmont: Widsworth Publishing, 1971:169-82. 4. Mills E. La imaginación sociológica. México, DF: Fondo de Cultura Económica, 1979:211. 5. Cicourel AV. El método y la medida de sociología. Madrid: Editora Nacional; 1982:215-7. 6. Glaser BG, Strauss A. The discovery of grounded theory. 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