Dra. Mercedes Judith Zuluaga Londoño

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República de Colombia
Tribunal Administrativo de Antioquia
Sala de Decisión Oral
Magistrada Ponente: Dra. Mercedes Judith Zuluaga Londoño
Medellín, doce (12) de marzo de dos mil quince (2015).
REFERENCIA:
ACCIONANTE:
ACCIONADO:
RADICADO:
AUTO Nº:
DECISIÓN:
ACCIÓN DE TUTELA -DESACATO CONSULTAJHON JAIRO ATENCIA DEVIA
UNIDAD
ADMINISTRATIVA
ESPECIAL
PARA
LA
ATENCIÓN Y REPARACIÓN INTEGRAL A LAS VÍCTIMAS
05001-33-33-026-2014-01500-01
A006
REVOCA SANCIÓN
ASUNTO: La finalidad del incidente de desacato es hacer efectivo los
derechos fundamentales, si se acredita el cum
plimiento del fallo no procede la sanción.
En virtud a lo dispuesto por el artículo 52 del Decreto 2591 de 1991, corresponde
a este Tribunal revisar, en grado Jurisdiccional de Consulta, la providencia del 6
de febrero de 2015, por medio de la cual el Juzgado Veintiséis Administrativo Oral
del Circuito de Medellín, resolvió sancionar con multa de tres salarios mínimos
legales mensuales vigentes, a Paula Gaviria Betancur como Directora de la
Unidad Administrativa Especial para la Atención y Reparación Integral a las
Víctimas, por desacato al fallo de tutela proferido por el mismo Despacho el 23 de
octubre de 2014.
ANTECEDENTES:
El señor Jhon Jairo Atencia Devia, interpuso acción de tutela contra la Unidad
Administrativa Especial para la Atención y Reparación Integral a las
Víctimas, para la protección de sus derechos fundamentales, como quiera que
presentó una solicitud para que se le entregara la ayuda humanitaria a la cual
tenía derecho.
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El Juzgado de origen amparó el derecho fundamental de petición del actor
mediante sentencia del 23 de octubre de 2014, ordenando a la entidad
demandada que a más tardar el 22 de diciembre de esa anualidad, dispusiera en
el Banco Agrario a nombre del libelista el dinero por concepto de ayuda
humanitaria correspondiente al turno 3C-177892 asignado desde el 22 de
septiembre de 2014, remitiendo a su vez el resultado de caracterización al Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar para que decidiera sobre la entrega del
componente de alimentación.
El 20 de enero de 2015, formula el señor Jhon Jairo Atencia Devia incidente de
desacato contra el ente accionado, argumentando el incumplimiento de la orden
emitida en la referida providencia.
En vista de lo anterior, el a quo ordenó la apertura del incidente de desacato en
contra de Paula Gaviria Betancur como directora de la Unidad Administrativo
Especial para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, con el fin de
determinar si realmente se había acatado la orden impartida en el amparo, razón
por la cual le advertía que contaba con cinco días hábiles siguientes a la
notificación de la providencia, para rendir informe sobre el cumplimiento de la
sentencia y aportara las pruebas que considera pertinentes para su defensa.
(Folio 4).
Surtido el trámite sin que se diera un pronunciamiento satisfactorio por la persona
vinculada, el Juzgado Veintiséis Administrativo Oral del Circuito de Medellín,
mediante auto del 6 de febrero del presente año, resolvió el incidente declarando
en desacato a la citada mujer, imponiéndole sanción de multa por cuantía de tres
salarios mínimos legales mensuales vigentes. (Folios 7 y siguientes).
En relación al cumplimiento del fallo, la Unidad Administrativa Especial para la
Atención y Reparación Integral a las Víctimas, allegó un informe durante el
trámite del grado de consulta, señalando que en relación con la orden proferida en
la acción de tutela en la cual se amparó el derecho fundamental de petición a favor
del demandante, se le dio respuesta mediante Oficio No. 201557204006981 del 16
de febrero de este año, configurándose por lo tanto un hecho superado frente al
amparo deprecado. (Folios 32 a 39).
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Por lo anterior, pide que se revoque la sanción impuesta, toda vez que se dio
cabal cumplimiento a las órdenes judiciales impartidas.
En este orden de ideas, se harán las siguientes:
CONSIDERACIONES
El Decreto 2591 de 1991, mediante el cual se reglamentó la acción de tutela
consagrada en el canon 86 de la Constitución Política, dispone en su artículo 27
que una vez que se profiera el fallo que concede el amparo, la autoridad
responsable de la amenaza o vulneración de los derechos constitucionales
fundamentales debe cumplirlo sin demora, de modo que si no lo hace dentro de
las 48 horas siguientes o en su defecto, en el término que se haya estimado
prudente, el Juez se dirigirá al superior de aquél y lo requerirá para que lo haga
cumplir y le abra el correspondiente procedimiento disciplinario, so pena de que si
no procede en esa forma también se abra proceso contra dicho superior.
Además, la citada disposición establece que la autoridad judicial podrá sancionar
por desacato al responsable y al superior hasta que cumplan la sentencia y que en
todo caso, aquél establecerá los demás efectos del fallo para el caso concreto y
mantendrá competencia hasta que quede restablecido el derecho o eliminadas las
causas de la amenaza.
Por su parte, el artículo 52 del Decreto 2591 de 1991, prescribe lo siguiente en
relación con el trámite del incidente de desacato:
“Artículo 52.- Desacato.- La persona que incumpliere una orden de un juez proferida con base en
el presente decreto incurrirá en desacato sancionable con arresto hasta de seis meses y multa
hasta de 20 salarios mínimos mensuales, salvo que en este decreto ya se hubiere señalado una
consecuencia jurídica distinta y sin perjuicio de las sanciones penales a que hubiere lugar. La
sanción será impuesta por el mismo juez mediante trámite incidental y será consultada al superior
jerárquico quien decidirá dentro de los tres días siguientes si debe revocarse la sanción. (La
consulta se hará en el efecto devolutivo)”.
El objeto del desacato en la acción de tutela está sujeto a dos dimensiones: por un
lado está el objetivo en donde el juez estudia la conducta que implica que una
orden de tutela no ha sido cumplida, y por el otro se encuentra el subjetivo, en el
que se debe mirar que la responsabilidad de quien ha dado lugar a ese
incumplimiento debe ser deducida en concreto, es decir, en cabeza de las
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personas a quienes está dirigido el mandato judicial, lo que significa que éstas
deben gozar de la oportunidad de defenderse dentro del incidente y estar
rodeadas de todas las garantías procesales:
“La naturaleza disciplinaria de la sanción impuesta como consecuencia del incidente de desacato
exige que dentro del mismo se respete el debido proceso y que además se demuestre la
configuración de elementos objetivos y subjetivos para su procedencia 1(…) Desde el punto de
vista objetivo, el desacato procede cuando no ha sido cumplida la orden dictada en un fallo de
tutela, cuando el cumplimiento ha sido insuficiente o incompleto, cuando no han sido obedecidas
otras decisiones tomadas por el juez en el curso del proceso, cuando no se obedece la orden
judicial dada al demandado de no volver a incurrir en las conductas que dieron origen a la
vulneración de los derechos fundamentales, o cuando el demandado no cumple dentro de los
términos señalados por la providencia judicial2 (…) Desde el punto de vista subjetivo, el
desacato exige que el incumplimiento debe ser deducido en concreto, en cabeza de las personas
a quienes está dirigido el mandato judicial3 y la actuación intencional o negligente de los
funcionarios encargados de dar aplicación a las órdenes contenidas en decisiones de tutela 4.”5
La finalidad del incidente de desacato no es propiamente la sanción como
desarrollo de las facultades correccionales, sino que es precisamente la de
garantizar la realización efectiva de los derechos esenciales protegidos por vía de
la acción de tutela:
“3.3. Así las cosas, en caso de incumplimiento de una sentencia de tutela, el afectado tiene la
posibilidad de lograr su cumplimiento mediante un incidente de desacato, dentro del cual el juez
debe establecer objetivamente que el fallo o la sentencia de tutela no se ha cumplido, o se ha
cumplido de manera meramente parcial, o se ha tergiversado, en consecuencia, debe proceder a
imponer la sanción que corresponda, con el fin, como se ha dicho, de restaurar el orden
constitucional quebrantado (…)”6.
Acorde con ese concepto, en curso el incidente de desacato, si la autoridad
pública renuente procede a cumplir la decisión judicial decretada por vía de tutela,
lo indicado entonces es no aplicar los correctivos previstos en el citado canon 52,
visto que su fin propuesto no es otro que el amparo real y efectivo del derecho
tutelado.
Esa afirmación tiene respaldo en pronunciamientos de la Corte Constitucional, que
sobre el particular ha dicho:
“Cuando se trata de una obligación de hacer, por ejemplo proferir un acto administrativo, el
incumplimiento acarrea no sólo el incidente de desacato, sino especialmente el ejercicio de todas
1
Sentencia de la Corte Constitucional T-763 de 1998, M.P.: Dr. Alejandro Martinez Caballero.
Sentencias de la Corte Constitucional T-766 de 1998; T-939 de 2005, M.P. Clara Inés Vargas Hernández.
3 Sentencia de la Corte Constitucional T-766 de 1998.
4 Auto de la Corte Constitucional 060 de 2012.
5 Corte Constitucional. Sala Plena. Auto 221 del 23 de julio de 2014. Magistrado ponente Jorge Ignacio Pretelt
Chaljub.
6 Sentencia T-188 de 2002.
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las medidas que los artículos 23 y 27 del decreto 2591 de 1.991 señalan. El Juez debe apreciar
que la respuesta del obligado no sea simplemente formal, porque aún con la expedición de un acto
administrativo se puede mantener la violación del derecho fundamental, o se puede incurrir en la
violación de otro u otros derechos fundamentales.
“El juez analizará, en el caso concreto, si la orden de tutela se cumplió o no.
“Si no se ha cumplido, no pierde la competencia hasta su cabal cumplimiento.
“Si considera que la orden ya se cumplió, cesa en su competencia y por consiguiente también
finaliza el incidente de desacato que estuviere en trámite.
“Si el juez encargado de hacer cumplir la orden de tutela dice que ya se obedeció, pero esto no es
cierto, incurre en una vía de hecho, siempre y cuando se den los requisitos para ello. Puede ocurrir
que se conjugue el mantenimiento de la violación y se agrave por otra u otras violaciones, en este
caso, el afectado puede escoger entre insistir en el cumplimiento ante el juez competente o
instaurar una nueva acción”.7 (Subrayas del Despacho)
En el caso sub júdice el Juzgado Veintiséis Administrativo Oral del Circuito de
Medellín, mediante sentencia del 23 de octubre de 2014, le ordenó a la Unidad
Administrativa Especial para la Atención y Reparación Integral a las
Víctimas, que a más tardar el día 22 de diciembre siguiente, dispusiera en el
Banco Agrario a nombre del señor Jhon Jairo Atencia el dinero por concepto de
ayuda humanitaria correspondiente al turno 3C-177892 que le había sido asignado
desde el 22 de septiembre de ese año, remitiendo además al I.C.B.F. el resultado
de la caracterización para que resolviera sobre la entrega del componente
alimenticio.
Posteriormente, el actor promovió trámite incidental en el que manifestó que no se
había dado cumplimiento a la sentencia que amparó su derecho fundamental de
petición. Por ello, el a quo dio apertura al incidente de desacato el 23 de enero de
la presente anualidad, para finalmente concluir en auto del 6 de febrero de 2015,
la inobservancia por parte de Paula Gaviria Betancur como Directora de la Unidad
Administrativa Especial para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, a la
orden impartida en la tutela, razón por la cual le imponía sanción de multa por
cuantía de tres salarios mínimos legales mensuales vigentes.
No obstante, como se destacó en párrafos anteriores, la Unidad Administrativa
allegó un informe durante el grado de consulta, señalando que se había acatado la
sentencia de tutela en la medida que se “le dio respuesta de fondo a través de Oficio No.
20157204006981 de 16 de febrero de 2015 (anexa), informando que le fue otorgado el y su
núcleo familiar la ayuda humanitaria solicitada, la cual será colocada a su disposición mediante
7
Sentencia T-744 del 28 de agosto de 2003. Magistrado ponente Marco Gerardo Monroy Cabra.
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giro, dentro de los Quince (15) días siguientes a la fecha de esta comunicación (…) cuenta con giro
de Ayuda Humanitaria disponible para cobro en Corresponsal Bancario/Oficina del Municipio más
cercano a su residencia (POR DAVIGIRO EN Municipio of_cobro) desde el 17 de Febrero de 2015,
es decir hace 0 día(s). Su turno de AHE es 1C-1943. Recuerde que tiene un plazo máximo de 20
días calendario para realizar el cobro (…).” (Folios 32 vuelto y 33).
Como prueba de ello, adjuntó copia de dicho Oficio visible en folios 37 a 39, pero
al revisarse éste lo que se evidenció es que se indicaba que se le había otorgado
al señor Jhon Atencia y su grupo familiar, la Atención Humanitaria por
Desplazamiento Forzado la cual sería colocada a su disposición mediante giro
dentro de los 15 días siguientes a la fecha de la comunicación, avizorándose la
respectiva constancia de envío del mismo. A su vez se encontró que la entidad dio
traslado de la tutela al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, por cuanto era
procedente que se le otorgara al demandante la Atención Humanitaria de
Transición.
Lo anterior permitiría concluir sin más consideraciones que el ente dio cabal
cumplimiento a las órdenes impartidas en el fallo de tutela, empero, procurando el
Despacho contar con elementos actuales en el expediente para adoptar la
respectiva decisión y apelando a los principios de celeridad, eficacia e informalidad
que orientan el ejercicio de la acción de tutela (artículo 3° y 14 del Decreto 2591
de 1991)8; se dispuso establecer comunicación con el señor Jhon Jairo Atencia
Devia con el ánimo de corroborar la información suministrada por la accionada,
asunto respecto del cual se obtuvo una convalidación efectiva como se observa en
la constancia obrante a folio 40.
De modo que si durante el trámite del incidente de desacato la autoridad pública
procede a dar cumplimiento a la orden judicial, lo indicado es revocar las
sanciones previstas en el canon 52 del Decreto 2591 de 1991, pues si lo que se
busca es el acatamiento de las decisiones impuestas por vía de tutela, y por ende
cesar el agravio a los derechos constitucionales, no tendría sustento fáctico y
jurídico continuar con la medida correctiva, porque con ella se garantiza encaminar
la actitud del funcionario público que incurre en la violación, acorde a los principios
8
Sobre la posibilidad de que el juez de tutela obtenga información vía telefónica para allegar elementos de
juicio adicionales al expediente, pueden consultarse entre otras, las sentencias T-603 de 2001, M. P. Clara
Inés Vargas Hernández, T-667 de 2001, M. P. Clara Inés Vargas Hernández, T-476 de 2002, M. P. Manuel
José Cepeda Espinosa, T-817 de 2003, M. P. Jaime Araújo Rentería, T-1112 de 2004, M. P. Jaime Araújo
Rentería, T-219 de 2007, M. P. Jaime Córdoba Triviño, T-726 de 2007, M. P. Catalina Botero Marino, T-374
de 2008, M. P. Jaime Córdoba Triviño.
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de razonabilidad y proporcionalidad que informan el régimen sancionatorio.
Bajo ese orden de ideas, la providencia objeto de consulta y proferida por el
Juzgado Veintiséis Administrativo Oral del Circuito de Medellín, merece ser
revocada en su integridad.
En mérito de lo expuesto, el TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE ANTIOQUIA,
SALA DE DECISIÓN ORAL,
RESUELVE
1º.-
SE REVOCA el auto interlocutorio del 6 de febrero de 2015, a través del
cual el Juzgado Veintiséis Administrativo Oral del Circuito de Medellín, sancionó a
Paula Gaviria Betancur, Directora de la Unidad Administrativa Especial de
Atención y Reparación Integral a las Víctimas, por desacato a la orden impartida el
23 de octubre de 2014.
2º.-
SE DECLARA el cumplimiento de la sentencia de tutela del 23 de octubre
de 2014, proferida por el Juez de Instancia.
3°.-
Una vez ejecutoriada esta providencia, DEVUÉLVASE el expediente al
Juzgado de origen.
NOTIFÍQUESE
MERCEDES JUDITH ZULUAGA LONDOÑO
MAGISTRADA
MEZULU/C.A.G.G.
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