Panorama Laboral Abril, 2013 LITIGANTES CON CORONITA Desde comienzos del siglo XXI, por consignar un punto de partida mas o menos aproximado, la jurisprudencia laboral acentuó su tendencia a favorecer al trabajador –a veces dentro del marco legal, otras con interpretaciones rebuscadas de preceptos claros, y hasta también declarando inconstitucionales normas que la judicatura aplicó pacíficamente durante años–. Sin embargo, como suele suceder, siempre aparece una excepción a la regla; es decir, nos topamos con una sentencia que, de manera indisimulable, practica una inteligencia de las normas en juego que culmina beneficiando al patrón. “CARANTA, Mauricio c/Asociación Civil BOCA JUNIORS s/despido y cobro de pesos”, la sala IX de la CNAT, en En autos fallo dividido del 16/4/13, rechazó, en lo principal, el reclamo del prestigioso arquero contra el club emplazado a la vera del Riachuelo. El jugador de futbol profesional es un “trabajador”; su contrato deportivo es laboral; y a las relaciones emergentes de su actividad se aplica subsidiariamente la LCT. (Ver ley 20.160; y Plenario “Ruiz c/ Club Platense”) Existe un uso y costumbre convertido en fuente de obligaciones para las partes (Art. 1 inciso e de la LCT) que consiste en pagar una PRIMA ANUAL al futbolista, la cual es mayor cuanto mas jerarquía y reconocimientos tenga aquél. Panorama Laboral En los contratos deportivos el rubro mas sustancioso suele ser, precisamente, la prima. Por contrato, Caranta tenía un estipendio mensual de $6.000 pero su prima anual ascendía a ¡¡¡U$S 500.000!!! El club xeneize que -a la saga de River Plate, naturalmente- ha ganado más campeonatos profesionales en nuestro medio sólo consideró “remunerativo” el sueldo mensual, negando dicho carácter a la prima anual. El guardavallas intimó a la entidad para que registrara la prima como remuneración bajo apercibimiento de considerarse despedido (ver Artículo tercero de la ley 20160). Ante la inacción del club, hizo efectivo el apercibimiento y concretó su despido indirecto (Art. 246 LCT, y artículos 6 y 16 inciso e de la ley 20.160). El Juez de Primera Instancia receptó la petición de Caranta condenando al club a pagarle al arquero la suma de $2.136.412,70, pero la Sala IX revocó la sentencia blandiendo, de modo preferencial, este llamativo argumento: “nadie puede discutir la trayectoria del demandante, que lo ubica entre sus pares como un profesional de elite, lo cual trasciende la hiposuficiencia (SIC) contemplable de un trabajador común, dada la posibilidad de contar con asesoramiento gremial y profesional a través de la figura del o de sus representantes”. Es notable. La justicia laboral considera “trabajadores” –y, por ende, les reconoce y prodiga el carácter de “hiposuficientes”-, por ejemplo: a los médicos que empresas industriales contratan para realizar un número limitado de horas semanales de guardia en sus departamentos médicos, aun cuando los galenos tengan diversificados sus ingresos y/o hasta mantengan un vínculo laboral dependiente ajeno a la firma. Panorama Laboral Este escriba puede dar dolido testimonio de esta desmesura interpretativa dado que patrocinó a la demandada (FATE SAICI) en juicios en los cuales se plasmaban las antedichas circunstancias, promovidos por los Doctores Sergio Diego (Sala II) y Jacobo Ciocan (Sala I). Sin embargo, en el pleito que motiva estas líneas, los magistrados intervinientes niegan la condición de “parte débil en la relación, vulnerable o hiposuficiente” a un deportista que, independientemente de la fama que ostente o relevancia de sus ingresos, depende exclusivamente de un solo empleador. ¿Será que no existe la misma vara para medir situaciones esencialmente idénticas? ¿Debemos pensar que el club demandado resulta favorecido en todos los terrenos, sea por árbitros venales en las competencias futbolísticas o por jueces complacientes cuando debe batirse en Tribunales? Rehusamos la maledicencia, pero parecería que Boca Juniors goza de un auténtico FUERO FUTBOLÍSTICO, hecho que marcaría un apreciable contraste con otras instituciones de similar o mayor porte las cuales, aunque millonarias en premios y trofeos, acatan las reglas (deportivas y legales) en las buenas y en las malas.E. Z. -------------------------------------------------------------