Ac.-y-Sent-N°-2129.-Año-2003

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EXPEDIENTE: "RECURSO EXTRAORDINARIO DE CASACIÓN INTERPUESTO POR
EL ABOGADO DEFENSOR ROGELIO ANTONIO DÍAZ RUÍZ EN LA CAUSA SOBHI
MAHMOUD FAYAD S/ EVASIÓN DE IMPUESTOS Y OTROS". EXPTE. JUD. Nº 555-0101-02-01-14.398.
ACUERDO Y SENTENCIA NÚMERO: DOS MIL CIENTO VEITINUEVE
En la ciudad de Asunción, Capital de la República del Paraguay, a los catorce días del mes
de octubre del año dos mil tres, estando reunidos en la Sala de Acuerdos de la corte Suprema de
Justicia los Señores Ministros de la Sala Penal, Doctores WILDO RIENZI GALEANO, FELIPOE
SANTIAGO PAREDES y JERÓNIMO IRALA BURGOS, ante mí, el Secretario autorizante, se
trajo al acuerdo el expediente caratulado: "RECURSO EXTRAORDINARIO DE CASACIÓN
INTERPUESTO POR EL ABOGADO DEFENSOR ROGELIO ANTONIO DÍAZ RUÍZ EN LA
CAUSA SOBHI MAHMOUD FAYAD S/ EVASIÓN DE IMPUESTOS Y OTROS", a fin de
resolver el Recurso interpuesto contra el Acuerdo y Sentencia Nº 53 del 3 de Junio de 2003, dictado
por la Cuarta Sala del Tribunal de Apelación en lo Criminal de la Capital; y contra las S.D. Nº 168
del 21 de noviembre de 2002 y 171 del 9 de diciembre de 2002, emanadas del Tribunal Oral de
Sentencia.
Previo estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia, Sala Penal,
resolvió plantear y votar las siguientes
CUESTIONES:
¿Es admisible el recurso de casación interpuesto?´
En su caso, ¿resulta procedente?
Con el fin de determinar un orden para emitir las opiniones, se realizó un sorteo, el cual
arrojó el siguiente resultado: PAREDES, IRALA BURGOS y RIENZI GALEANO.
A la primera cuestión planteada, el Doctor PAREDES dijo: El Abogado de la Defensa
Rogelio Antonio Ruíz Díaz, ha recurrido en Casación una Sentencia dictada por un Tribunal de
Apelación en lo Penal (Ac. y S. Nº 53 del 3 de Junio de 2003) y otras emanadas del Tribunal Oral
de sentencia. La Resolución del Tribunal de Apelación tiene fuerza de definitiva de acuerdo al
Artículo 477 del Código Procesal Penal (C.P.P.) y fue impugnada dentro del plazo establecido en el
Artículo 468. Sin embargo, las resoluciones del A-quo no reúnen esa condición; y tampoco fue
asumida contra ellas impugnación de ningún tipo en la ocasión prevista para el Recurso de Casación
directa “per saltum” (Artículo 479).
Su cliente, Sobhi Mahmoud Fayad, fue condenado por hechos punibles contra el erario:
Evasión de impuestos (Artículo 261 inciso 1º del Código Penal, se abrevia C.P.); y contra otros
hechos patrimoniales: violación del deber de llevar libros de comercio (Artículo 181 del C.P.). Sin
embargo, se ha impugnado únicamente lo relativo a la evasión de impuestos, fundándose el recurso
en el Artículo 478 inciso 3º del C.P.P.. Se adujo la inexistencia de algunos elementos
imprescindibles para la configuración del tipo delictivo. Debe estarse por la admisión del estudio.
Los presupuestos formales necesarios para la admisión se han cumplido satisfactoriamente. Es mi
voto.
A su turno, los Doctores IRALA BURGOS y RIENZI GALEANO, manifestaron que se
adhieren al voto precedente por los mismos fundamentos.
A la segunda cuestión planteada, el Doctor PAREDES, prosiguió diciendo: El señor Sobhi
Mahmoud Fayad fue condenado en juicio oral (por S.D. 168 del 21 de noviembre de 2002 del
Tribunal de Sentencia) y en carácter de autor a seis años y seis meses de pena privativa de libertad,
por los hechos punibles de evación de impuestos y violación al deber de llevar libros de comercio.
El decisorio resultante fue a su vez confirmado por el Tribunal Ad-quem (Acuerdo y Sentencia Nº
53 del 3 de junio de 2003 del Tribunal de Apelación, 4ª Sala, de Asunción).
Los antecedentes del proceso dan cuenta que el señor Sobhi Mahmoud Fayad se dedica al
rubro del comercio al por mayor. A tal efecto se hallaba registrado como contribuyente. En su
Declaración Jurada de Liquidación del Impuesto a la Renta por el periodo fiscal del año 1998 –
acompañada de Balance Impositivo y el Cuadro Demostrativo de Bienes – no incluyó una cuenta
habilitada para el depósito del producto de la venta de mercaderías y transferencias de dinero al
Exterior para el pago de aquellas. Las remesas realizadas por esa vía al exterior en diciembre de
1998 totalizaron Cincuenta y dos mil ciento cuarenta dólares americanos. Esta suma era el flujo de
ingresos no declarados, producto de su actividad comercial y que significaba además un incremento
en su patrimonio. De forma similar, en el periodo fiscal del año 1999 remesó al exterior Doscientos
treinta y un mil novecientos cuarenta y ocho dólares, suma omitida en su balance.
El casacionista alegó que el fallo recurrido era manifiestamente infundado (artículo 478
inciso 3º del C.P.P.). Su parecer fue que el tipo penal descrito como “evasión de impuestos” fue
interpretado de modo parcial y fuera de contexto, pues no se comprobó la existencia inequívoca de
un daño patrimonial para el erario público, el logro para sí de un beneficio indebido, ni tampoco de
las remesas de fondos tuvieran origen en rentas gravadas. Explicó que las remesas de fondos al
exterior –por sí solas y como dato aislado – no bastaban para la configuración del injusto, pues
debían concatenarse con otros indicios veraces. Agregó que dada la coyuntura, se habían violado las
garantías constitucionales del debido proceso y de la defensa en juicio de las personas. En
conclusión, expresó que como la conducta típica no se había producido, el fallo impugnado debía
ser revocado, disponiéndose la absolución final del condenado y su posterior libertad.
El Ministerio Público, por Dictamen Nº 2325, centró su contestación más bien en la idea de
la inadmisibilidad del recurso, argumentando que desde el momento en que la parte recurrente
controvirtió la existencia del hecho, ésta se ha desviado hacia una dirección prohibida en cuanto
hace al objeto de estudio de la casación, ya que esta instancia no tenía potestad como para revisar el
proceso en sus diversos aspectos fácticos y normativos.
Obviando la dispar perspectiva en lo que hace al tema de la admisibilidad, y como bien lo
ha subrayado el Ministerio Público, en el texto presentado no se vislumbra una crítica específica
sobre qué aspectos convierten al fallo atacado en una resolución infundada. Se entiende por
sentencia infundada a aquella resolución carente de motivación, de tal forma que resulta imposible
percibir cómo se arriba a la conclusión final. Sin embargo, lo que la sentencia del Ad-quem realizó
fue un exhaustivo análisis acerca del razonamiento jurídico expuesto por el Tribunal de Sentencia,
considerando la eventual corrección o errónea aplicación de las normas, así como sus bases
jurídicas y técnicas de interpretación. Debe desestimarse el extremo de haberse configurado una
sentencia infundada.
En cuanto a la corrección jurídica de la norma de fondo aplicada, la defensa alega la falta de
tipicidad y para ello cambia parcialmente el contenido fáctico, apoyándose en una apreciación
interesada de las pruebas. Dicha estrategia, ejercida ahora por otro Profesional letrado, es similar a
la desplegada en su momento para la apelación especial, etapa en la cual los argumentos vertido ya
han sido exhaustivamente rebatidos.
No obstante, y a manera de abundamiento, es dable afirmar que la dogmática es terminante
al sostener que los hechos quedan fijados invariablemente en la etapa de juzgamiento oral. Y fuera
de los supuestos de arbitrariedad o absurdo, la instancia de casación no tiene la facultad de entrar a
revisar razonamiento seguido para la valoración probatoria, considerando que dicha tarea se rige por
los cánones de la sana crítica y la inmediación.
El informe de la Subsecretaría de estado de Tributación, que acredita el carácter de
contribuyente inscripto del Señor Sobhi Mahmoud Fayad, fue admitido como prueba documental.
Se ha verificado también que el condenado firmó Balances en los cuales omitió consignar datos
patrimoniales relevantes para establecer los montos de la renta impositiva. En ese sentido existe
constancia probatoria acerca de su titularidad en la cuenta que impulsara los giros al exterior. Si
hubiera declarado las sumas remesadas al exterior en 1998 y 1999, su patrimonio ostensiblemente
mayor, habría constituido una renta sobre la que no se tributó. El haber faltado a la obligación de
completar las declaraciones juradas con todos los datos relevantes para la determinación de los
impuestos –con ocultamiento de las remesas enviadas al exterior y obtenidas de su actividad
comercial- puede relacionarse con el propósito de obtener un beneficio indebido. En consecuencia,
no se ha configurado ningún tipo de razonamiento arbitrario o absurdo, errónea o mala aplicación
de la Ley, ni tampoco vulneración del debido proceso o del derecho a la defensa. Por la aplicación
del Artículo 261 del C.P.P., las costas se imponen a la perdidosa. El recurso intentado deviene
improcedente y Voto por su rechazo.
A su turno, los Doctores IRALA BURGOS y RIENZI GALEANO manifestaron que se
adhieren al voto del Ministro preopinante, Doctor PAREDES, por los mismos fundamentos.
Con lo que se dio por terminado el acto, firmando SS.EE., todo por ante mí, que certifico,
quedando acordada la sentencia que sigue:
Ministros: Felipe Santiago Paredes, Jerónimo Irala Burgos, Wildo Rienzi Galeano.
Ante mí: Alfredo Benítez Fantilli, Secretario Judicial.
ACUERDO Y SENTENCIA NÚMERO: 2129
Asunción, 14 de octubre de 2003.
VISTO: Los méritos del Acuerdo que antecede, la
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA PENAL
RESUELVE:
NO HACER LUGAR por improcedente, al Recurso Extraordinario de Casación interpuesto
por el abogado Rogelio Antonio Ruíz Díaz, defensor de Sobhi Mahmoud Fayad, contra el Acuerdo
y Sentencia Nº 53 del 3 de Junio de 2003, dictado por la cuarta Sala del Tribunal de Apelación de
Asunción de Asunción, en la causa “Sobhi Mahmoud Fayad s/ Evasión de Impuestos y otros”.
IMPONER las costas a la parte vencida.
ANOTAR, REGISTRAR y NOTIFICAR.
Ministros: Felipe Santiago Paredes, Jerónimo Irala Burgos, Wildo Rienzi Galeano.
Ante mí: Alfredo Benítez Fantilli, Secretario Judicial.
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