La Comisión sanciona severamente a cuatro empresas por

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Bruselas, 27 de noviembre de 2002
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Después de una investigación detallada durante cuyo transcurso la Comisión
procedió a inspecciones por sorpresa en 1998, la Comisión Europea concluyó que
las sociedades BPB PLC (Reino Unido), Gebrüder Knauf Westdeutsche Gipswerke
KG (Alemania) y Société Lafarge S.A. (Francia), participaron, entre 1992 y 1998, en
un cartel relativo a las placas de yeso en el Reino Unido, Alemania, Francia y en los
países del Benelux. Gyproc Benelux S.A./NV (Bélgica) se adhirió a este acuerdo a
partir de 1996.
Las placas de yeso son un producto manufacturado que consta generalmente de
una capa de yeso entre dos hojas de papel y que se utiliza o como material de
construcción prefabricado o directamente por los particulares que hacen bricolaje.
Las empresas destinatarias de la decisión producen casi todas las placas en los
países afectados, en algunos de los cuales el nombre de los productos tiene valor
de nombre común ('gyproc' en Bélgica, 'placoplâtre' en Francia) y en los que los
consumidores identifican muy claramente el nombre de las empresas con una
marca (Rigips/BPB o Knauf en Alemania, Lafarge en Francia).
El acuerdo se inició a principios de 1992 con una reunión en Londres durante la cual
los representantes de BPB y Knauf decidieron poner fin a lo que denominaban
"guerra de precios", existente en aquél momento, y expresaron su voluntad común
de reducir la competencia a un nivel que se ajustase a su interés en los mercados
alemán, francés, británico y del Benelux. Durante los años anteriores, el precio de
las placas de yeso había bajado mucho debido al efecto de una fuerte competencia
que había beneficiado directamente a los consumidores.
A raíz de la reunión de Londres, se estableció un sistema de intercambio secreto de
información destinado a examinar la evolución del mercado y evitar una
competencia demasiado agresiva. Lafarge y a continuación Gyproc se adhirieron a
este sistema a mediados de 1992 y en junio de 1996 respectivamente.
La información recopilada por la Comisión pone de manifiesto, concretamente, que,
en sucesivas ocasiones, BPB, Knauf y Lafarge, se informaron recíprocamente y a
alto nivel de sus volúmenes de ventas en el mercado británico con el fin de
garantizar mutuamente que la guerra de los precios había finalizado. Del mismo
modo, se comunicaron en sucesivas ocasiones y con antelación las subidas de
precios.
Los representantes de alto nivel de las empresas se encontraron también en un
hotel en Versalles en 1996, al margen de un congreso del sector, con el fin de evitar
una nueva guerra de precios en Alemania a mediados de los años noventa, época
en la que los cuatro estaban incrementando simultáneamente su capacidad de
producción en Alemania al tiempo que crecían las importaciones desde Europa del
Este y, en particular, de Polonia. Posteriormente se celebraron otras reuniones en
Bruselas, en 1997, y La Haya, en 1998, con el fin de repartirse o al menos
estabilizar sus cuotas de mercado en Alemania.
Estos encuentros de alto nivel fueron seguidos a un nivel inferior por una
concertación, en sucesivas ocasiones, entre BPB, Knauf, Lafarge y Gyproc,
referente a la aplicación de subidas de precio en el mercado alemán entre 1996 y
1998. Esta concertación se concretaba en debates paralelos a las reuniones
profesionales con el envío a los competidores de cartas que anunciaban a los
clientes subidas de precio, o incluso con el envío al domicilio privado de los
dirigentes de las filiales alemanas de las instrucciones dadas al personal comercial.
Este comportamiento constituye una infracción muy grave de las normas de
competencia, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 81 del Tratado de la
Unión Europea.
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En consecuencia, la Comisión decidió imponer las multas siguientes (en millones de
euros):
- Lafarge: 249.60
- BPB: 138.60
- Knauf: 85.80
- Gyproc Benelux: 4.32
El importe de las multas se explica por el elevado valor del mercado de las placas
de yeso, superior a 1.200 millones en 1997, último año completo de la infracción, y
por la larga duración del acuerdo - más de seis años y medio.
En el caso de Lafarge, la Comisión tuvo también en cuenta su dimensión global,
muy superior a la de las otras empresas, con el fin de garantizar un efecto
verdaderamente disuasivo. Lafarge es la primera empresa cementera del mundo y
su volumen de negocios es cinco veces superior al de BPB o Knauf. Gyproc es
mucho más pequeña aún.
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Además, por lo que respecta a BPB y Lafarge, la Comisión también consideró como
circunstancia agravante el hecho de que ambas empresas fueran reincidentes.
Lafarge fue multada en 1994 en el asunto del cartel de los cementos, mientras que
BPB, a través de su filial BPB De Eendracht, fue uno de los destinatarios de la
decisión en el asunto del cartoncillo, también en 1994. Esto quiere decir que cuando
se les notificaron estas decisiones, las dos empresas participaban en otro acuerdo
que mantuvieron.
Es necesario destacar finalmente la ausencia de factores que pudieran reducir la
multa impuesta a Knauf y Lafarge. En efecto, contrariamente a lo ocurrido con BPB
y Gyproc, estas dos empresas no cooperaron con la investigación de la Comisión.
Según la política de clemencia introducida en 1996 (véase más adelante), la
Comisión puede reducir la multa incluso en caso de comportamiento reincidente
pero es necesario que las empresas cooperen a descubrir el acuerdo.
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La investigación de la Comisión comenzó en noviembre de 1998 con inspecciones
en los locales de varios productores. A raíz de estas inspecciones y de las
solicitudes de información dirigidas a las empresas en 1999 y 2000, BPB y Gyproc
Benelux cooperaron en la investigación y proporcionaron algunas pruebas.
En abril de 2001, la Comisión envió a un pliego de cargos a las cuatro empresas así
como a Etex SA, empresa financiera belga que también era objeto de investigación
pero respecto de la cual la Comisión archiva hoy el procedimiento.
Etex tiene una participación del 54% en Gyproc Benelux, mientras que el 46%
restante está en manos de BPB. Sin embargo, la Comisión ha concluido que carece
de elementos suficientes para probar la participación de Etex en la infracción o para
atribuirle responsabilidad en la conducta de Gyproc.
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Para calcular las multas en asuntos referentes a acuerdos, la Comisión tiene en
cuenta la gravedad y duración de la infracción, así como la existencia de posibles
circunstancias agravantes o atenuantes. También tiene en cuenta la cuota de
mercado de las empresas en cuestión así como su dimensión global, con objeto de
garantizar que la sanción refleja la participación de cada empresa en la infracción y
su capacidad de causar un perjuicio a los demás operadores y especialmente a los
consumidores, y que tiene un efecto disuasivo. Así pues, las multas no se calculan
inicialmente con relación al volumen de negocios de una empresa, aunque nunca
puedan ser superiores al 10% del volumen de negocios anual de una empresa, de
acuerdo con la legislación vigente.
Una vez determinado su importe, las multas pueden ser objeto de una reducción
para tener en cuenta la cooperación de las empresas en la realización de la
investigación, de conformidad con la política de la Comisión relativa a la dispensa
del pago de las multas y la reducción de su importe en casos de cartel.
Así pues, la Comisión redujo la multa de BPB un 30% y la de Gyproc un 40%
porque le comunicaron, antes del envío del pliego de cargos, ciertas informaciones
que completaron su conocimiento de la práctica ilegal.
En cambio, Knauf y Lafarge no cooperaron con la investigación de la Comisión y por
lo tanto no obtuvieron reducción alguna.
3
Es necesario recordar que en febrero de 2002 se adoptó una nueva Comunicación
sobre 'clemencia', pero en el presente caso son de aplicación las antiguas
disposiciones (Comunicación de 18 de julio de 1996). En efecto, la cooperación tuvo
lugar antes de febrero de 2002. Para más información sobre la nueva comunicación
de 2002, véase:
http://europa.eu.int/comm/competition/antitrust/leniency
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Las empresas disponen de tres meses para pagar la multa. Las multas se incluyen
en el presupuesto general de la Unión Europea en cuanto adquieran un carácter
definitivo. Dado que el presupuesto global de la Unión está determinado de
antemano, todo ingreso imprevisto se deduce de las contribuciones de los Estados
miembros al presupuesto comunitario, lo que beneficia, finalmente, al contribuyente
europeo.
El importe total de las multas impuestas hoy en el asunto de las placas de yeso es el
segundo más elevado de los establecidos por la Comisión, después del fijado en el
asunto del cartel de las vitaminas (855 millones de ¼ HQ GLFLHPEUH GH /D
multa impuesta a Lafarge es también la tercera mayor infligida a una única
compañía en un asunto.
La presente decisión es además la sexta decisión en materia de carteles desde el
principio del año. Los otros asuntos fueron los de la banca austríaca (IP/02/844), la
metionina (IP/02/976), los gases industriales (IP/02/1139) y las casas de subastas
Christie's y Sotheby's (IP/02/1585), así como la decisión de hoy sobre la
metilglucamina (IP/02/1746).
En 2001, la Comisión tomó 10 decisiones en casos de carteles por las cuales se
sancionó a 56 empresas, imponiendo multas por un importe total de 1.836 millones
de ¼
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2001
Vitaminas
855,23
2002
Placas de yeso
478,32
2001
Papel autocopiativo
313,69
1998
TACA
272,94
2001
Electrodos de grafito
218,8
2001
Ácido cítrico
135,22
2002
Metionina
127
2002
Club Lombard/Banca austríaca
124,26
1994
Cartoncillo *
119,38
2000
Lisina
109,990
* multas reducidas por decisiones del Tribunal de Primera Instancia o del Tribunal de Justicia
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