Técnicas normativas-operadores deónticos y alotropía

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Oscar Gutiérrez Parada
Técnicas legislativas /
Técnicas normativas
Hacía una mejor hechura de las leyes:
operadores deónticos y alotropía lingüística
Oscar Gutiérrez Parada
Investigador de Asesoría de
Diseños Normativos, S.C.
CUADERNOS ACADÉMICOS
Teoría General del Derecho,
Núm. 1
Marzo 2015
Folleto auspiciado por
Asesoría de Diseños Normativos, S.C.
www.asesoriadn.com.mx
Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
Técnicas legislativas /
Técnicas normativas
Hacía una mejor hechura de las leyes:
operadores deónticos y alotropía lingüística
Publicado y editado por Asesoría de Diseños Normativos, S.C.
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Impreso y hecho en México
Made and printed in México
Diseño de portada Lilian Hernández de la Rosa
Dibujos de Oscar Gutiérrez Parada
Asesoría de Diseños Normativos, SC: www.asesoriadn.com.mx
Oscar Gutiérrez Parada: [email protected]
2
Oscar Gutiérrez Parada
Índice
Proemio…………………………………………………...
5
A. Operadores deónticos y su interdefinibilidad…
7
B. Prescripciones por las que se ordena, prohíbe
o permite ordenar, prohibir o permitir………………
14
C. Alotropía lingüística…………………………………
20
D. Tres dimensiones que tienen lugar en el
fenómeno de alotropía lingüística……………….....
32
E. Estructura condicional de la permisión y su
alotropía lingüística: un ejemplo de derecho
agrario………………………………………….…………
38
Corolario…………………………………..…..………….
43
Bibliografía…………………………………….………….
.
47
3
Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
4
Oscar Gutiérrez Parada
Proemio
En este breve, y básico, análisis presento algunas consideraciones sobre la
interdefinibilidad de los operadores deónticos y su expresión lingüística1 en un
texto normativo (fenómeno de alotropía lingüística) con el objetivo de
contribuir al desarrollo de las bases prescriptivas de una sintaxis normativa
que tanta falta hace para el trabajo del legislador, sea constitucional u
ordinario, así como de los legisladores materiales como lo son los
profesionales de las administraciones públicas (federal y locales, tanto de las
entidades federativas como de los municipios), y también de los depositarios
del Poder Judicial que expiden textos normativos, en especial el pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación y, aunque no sea depositario de
dicho poder, el Consejo de la Judicatura Federal y sus equivalentes locales.
Incluso, cada vez más, órganos constitucionales autónomos, como por
ejemplo el Instituto Nacional Electoral y el Institu to Federal de
Telecomunicaciones,
ejercen competencias normativas de primer
orden.
Las interrogantes básicas que guían este análisis son:
Véase: Von Wright, George Henrik, Norma y Acción. Una investigación lógica, tr. Pedro
García Ferrero, Tecnos, Madrid, España, 1970. No me refiero a la ambigüedad de las
sentencias deónticas (en palabras de von Wright: “Las sentencias deónticas del lenguaje
ordinario, de las que las expresiones de la lógica deóntica pueden considerarse como
‘formulizaciones’, exhiben una ambigüedad característica. Especímenes de la misma
sentencia son utilizados, a veces, para anunciar una prescripción…; otras veces para
expresar una proposición al efecto de que hay una prescripción que impone o permite o
prohíbe una determinada acción, p. 18); sino a los usos del lenguaje natural
(primordialmente) por parte del legislador: para prohibir una acción puede disponer que X
acción (V. gr., fumar) está prohibida o disponer que no está permitida X acción o que es
obligatorio no hacer X acción. Para el operador deóntico “permitido” el legislador
recurrentemente utiliza “puede”, y a veces no es fácil distinguir si se trata de una forma verbal
o una forma nominal deóntica.
1
5
Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
 ¿Cómo es que el legislador –en sentido amplioestablece una prohibición, una obligación o un
permiso sin utilizar los términos prohibido, obligatorio
o permitido o, cuando los utiliza, tienen significado
deóntico?,
 ¿Esa aparente “traducción” del mundo lógico
deóntico al mundo lingüístico del lenguaje natural,
cómo tiene lugar?,
 ¿La sintaxis del lenguaje natural (V. gr., del
español),
es
suficiente
para
elaborar
textos
normativos o existen peculiaridades que hay que
tomar en cuenta para su elaboración?
6
Oscar Gutiérrez Parada
A. Operadores deónticos y su interdefinibilidad
Para un mejor conocimiento y entendimiento de las prescripciones que
establece y puede establecer una asamblea constituyente o el Poder
Reformador, sobre ordenar, prohibir o permitir ordenar, prohibir o permitir 2,
incluso que así lo haga el legislador ordinario en el caso especialísimo de las
leyes marco3, no hay que perder de vista el fenómeno de la interdefinibilidad
de los operadores deónticos.
La interdefinibilidad aparece como un fenómeno lógico tautológico4 y,
como tal, muestra equivalencias entre tres los operadores deónticos básicos:
prohibir, obligar y permitir. Los operadores deónticos refieren las modalidades
del deber ser.
De la lectura del texto de Norberto Bobbio, Teoría General del Derecho, Debate, Madrid,
España, 1991, pp. 162-173, en lo referente a las normas de segunda instancia, me surgió la
idea de trabajar con este combinatorio lingüístico. Las normas que prohíben, ordenan o
permiten mandar, prohibir o permitir, señala Bobbio, se encuentran en todos los sistemas
jurídicos.
3 A pesar del carácter extraordinario de las leyes marco, pues presuponen necesariamente
una facultad concurrente expresa en el texto constitucional y, por ende, son una excepción
a la regla general que deriva de lo dispuesto en el artículo 124 constitucional, en México las
leyes marco, que también se les conoce como leyes generales, ya no son tan excepcionales
(en otro estudio doy cuenta de la tendencia a expedir tal clase de leyes y cuál es su impacto
en nuestro federalismo). El calificativo “general”, altamente polisémico, es utilizado en el
contexto de estas leyes con una connotación diferente al significado de “generalidad
referida a clases de sujetos”, tal y como lo hace ver Bobbio. Sobre la significación del término
“generales” de las leyes generales o leyes marco, véase: Gutiérrez Parada, Oscar, “Estructura
jerárquica del sistema jurídico mexicano y las leyes generales o leyes marco”, en Revista de
Investigaciones Jurídicas de la Escuela Libre de Derecho, Año 34, México, 2010, pp. 301-311
(este artículo también está disponible en el blog de www.asesoriadn.com.mx, bajo el rubro
“Estructura jerárquica del sistema jurídico mexicano”)
4 En sentido lógico, una tautología es una repetición de una fórmula lógica de modo que
cada fórmula que se repite significa lo mismo o se interpreta igual que la fórmula que se
toma base. Véase: De Gortari, Eli, Diccionario de la Lógica, Plaza y Valdés, México, 1998; voz:
tautología.
2
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Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
La regulación de la conducta humana –acciones sobre las que se ejerce una
función directiva- se lleva a cabo a través de tres formas básicas: prohibir una
conducta; hacer obligatoria una conducta; o permitir una conducta. Para
los sociólogos el Derecho realiza varias funciones5 y una de ellas es la de
orientar la conducta humana, y ésta se orienta estableciendo prescripciones
a nuestras acciones utilizando a su vez tres acciones: prohibir, obligar o
permitir, pero ya no solamente como mera acción –verbo- sino con un
estatus deóntico.
En los textos normativos se prescriben prohibiciones, obligaciones y
permisiones, y aunque no solamente se establecen prescripciones de
carácter deóntico6, orientar la conducta humana es uno de los espacios de
normatividad primordiales de los textos normativos, sean la Constitución,
leyes federales, leyes marco, leyes estatales, reglamentos, acuerdos, etc.
Para conocer, y entender, el fenómeno de interdefinibilidad de los
operadores deónticos hay que considerar el cuadro de oposiciones
Véase: Ferrari, Vicenzo, Las funciones del Derecho, Debate, Madrid, España, 1989, pp. 110131.
6 Los textos normativos están hechos, construidos, formulados, por diversos tipos de
enunciados jurídicos; por ejemplo, la Constitución combina todos los tipos, o casi todos, de
los que requieren expresión lingüística. Véase: Ruíz Manero, Juan y Atienza, Manuel, Las
piezas del Derecho. Teoría de los enunciados jurídicos, 2ª ed., Ariel, Madrid, España, 2004. En
este texto, los autores dan cuenta de una tipología de los enunciados jurídicos y que en una
perspectiva general son: I) enunciados jurídicos deónticos: a) principios en sentido estricto;
b) directrices o normas programáticas; c) reglas de acción; d) reglas de fin; II) enunciados
jurídicos no deónticos: e) reglas de competencia o reglas que confieren poderes; f) reglas
que implican el uso de poderes normativos; g) reglas puramente constitutivas; h) definiciones
(legales). En este análisis básicamente tenemos como referente los enunciados jurídicos del
tipo A, principalmente en su modalidad de reglas de acción, las cuales, a su vez, pueden ser
de mandato (estableciendo una prohibición o una obligación) o permisivas.
5
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Oscar Gutiérrez Parada
deónticas y sus principios básicos. Al respecto, Daniel González Lagier
señala7:
“Sobre los años 50 de nuestro siglo [XX] G. H. von Wright, G.
Kalinowski y O. Becker descubrieron, de manera independiente, la
interdefinilidad entre los operadores deónticos y su analogía con
los operadores aléticos (analogía que von Wright extiende a las
modalidades existenciales) y aplicaron este descubrimiento al
desarrollo de una lógica deóntica. Supongamos que Mp significa
que es posible que p; -Mp significará entonces que es imposible
que p y –M-p que no es posible que no sea el caso que p, esto es,
que es necesario que p. Supongamos ahora que Pp significa que
está permitido realizar la acción p; -Pp significará que no está
permitido p, esto es, que p está prohibido, y –P-p que no está
permitido no hacer p, esto es, que es obligatorio p. El paralelismo
entre la interdefinibilidad de los operadores deónticos, aléticos y
existenciales ha presentado por von Wright como sigue:
E alguno
-E ninguno
-E- todos
M posible
-M imposible
-M- necesario
P permitido
-P prohibido
-P- obligatorio
‘Dentro de cada uno de los tres grupos –escribe von Wrightpodemos, partiendo de uno de los miembros, definir o derivar o
engendrar a los otros dos de manera uniforme, con una doble
negación’. Así que la obligación, la prohibición y la permisión están
formalmente relacionadas entre sí de manera estrictamente
análoga a como lo están la necesidad, la imposibilidad y la
contingencia, y también de manera estrictamente análoga a
como lo están las modalidades existenciales (es decir, los
cuantificadores). Suele decirse que la lógica deóntica nació con
este descubrimiento.”
González Lagier muestra que “Leibniz ya había descubierto que lo ilícito
(permitido), lo ilícito (prohibido) y lo debido (obligatorio) parecían
corresponderse a lo posible, lo imposible y lo necesario”8, y que otro autor
González Lagier, Daniel, Acción y Norma en G. H. von Wright, Centro de Estudios
Constitucionales, colección Derecho y Justicia Núm 42, Madrid, España, 1995, p. 413.
8 Idem, p. 413
7
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Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
relevante fue Bentham, el cual sugiere que existe una analogía entre los
enunciados de la lógica clásica-proposicional y sus relaciones, expresadas
en el conocido cuadro de oposiciones lógicas atribuido a Lucio Apuleyo, y
los enunciados de la lógica deóntica y sus relaciones.
De acuerdo con los señalamientos de Daniel González Lagier sobre Bentham,
y con la finalidad de mostrar la analogía entre los enunciados aléticos 9, y los
enunciados deónticos, dicho autor presenta y el cuadro de oposiciones
deónticas.
Con la finalidad de ilustrar dicha analogía, mostramos el cuadro de
oposiciones predicativas de la lógica tradicional (Apuleyo) y el cuadro de
oposiciones deónticas10:
“Lógica modal que se basa en los conceptos necesario, posible, imposible y contingente”,
De Gortari, Eli, Diccionario… Op. Cit., p. 25.
10 Del cuadro de oposiciones deónticas que presenta Daniel González Lagier, modificamos
el operador deóntico F (letra inicial del término inglés forbidden) por el de Ph (prohibido)
para utilizar términos de la lengua española. González Lagier, Daniel, Acción y Norma en…
Op. Cit, p. 417.
9
10
Oscar Gutiérrez Parada
Las oposiciones de los enunciados de
la lógica de predicados tradicional,
responden a las cuestiones de
cantidad (universal o particular) y a las
de calidad (afirmación o negación) y,
por tanto, puede haber oposición total
porque haya discrepancia entre
cantidad y cualidad o solamente en
cantidad o en cualidad.
Se llama contrariedad si los juicios son
universales y coinciden cantidad pero
difiere cualidad (A, E); se llama
subcontrariedad si son particulares y
coinciden cantidad pero difiere
cualidad (I, O). En la contradicción no
coinciden ni cantidad ni cualidad (A,
O; E, I); y la oposición por
subalternación se da cuando hay
discrepancia en cantidad pero no
difieren en cualidad y son afirmativos
(A, I) o si hay discrepancia en cantidad
pero no difieren en cualidad y son
negativos (E, O).
Las oposiciones deónticas son:
Principio de contrariedad: un mismo
acto no puede ser a un tiempo y en un
mismo lugar obligatorio y prohibido;
Este principio se formaliza así -(Op &
Php), que se lee: no es el caso que la
acción p sea obligatoria y esté
prohibida la acción p, en el mismo
tiempo y lugar.
Principio de subcontrariedad: un acto,
a un tiempo y mismo lugar, o bien está
permitido cumplirlo (Pp), o bien está
permitido omitirlo (P-p). Este principio se
formaliza así: Pp v P-p, que se lee: o
está permitida la acción p o está
permitido que la acción p no tenga
lugar o no se dé, es decir, se permite
omitir la acción p.
Principio de contradicción: un accto, al
mismo tiempo y en el mismo lugar, no
puede ser que sea obligatorio y esté
prohibida su omisión, ni puede ser que
la misma acción esté prohibida y
permitida al mismo tiempo y en el
mismo lugar. Su forma lógica es: -(Op &
P-p) que se lee: no es el caso que sea
obligatoria la acción p y esté permitido
no hacer la acción p, y –(Php & Pp),
que se lee no es el caso que esté
prohibida la acción p y esté permitida
la acción p.
Principio de subalternación: si un acto
es obligatorio, entonces está permitido
hacerlo, (Op → Pp); y si un acto está
prohibido, entonces su omisión está
permitida (Php → P-p).
Con base en el fenómeno de la interdefinibilidad de los operadores
deónticos, su expresión lingüística por parte del legislador11, sea una
Sobre la utilidad de la lógica deóntica en la creación normativa (en especial la que realiza
el congreso), Daniel González Lagier apunta que “Los legisladores deben tener en cuenta la
integración de las normas en un ordenamiento que debería reunir ciertas propiedades –
como la ausencia de lagunas y contradicciones- que permitieran caracterizarlo como un
sistema. Para ello puede ser útil estudiar estos conceptos y el comportamiento de los
11
11
Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
asamblea constituyente o un poder revisor, incluso el legislador ordinario al
expedir leyes generales en sentido de leyes marco que reparten
competencias entre los órdenes de gobierno, genera relevantes problemas
sintácticos y semánticos, así como pragmático-lingüísticos, que impactan los
procesos de elaboración de textos normativos, y su interpretación (y también
de su argumentación), de manera significativa y, por ende, tienen una
centralidad que trasciende el simple planteamiento de que se trata de
cuestiones de redacción12.
operadores deónticos y, quizá, -siguiendo las sugerencias de von Wright-, contar con
sistemas de lógica deóntica que presenten modelos ideales con las características que
deben tener los sistemas normativos reales”, González Lagier, Daniel, Acción y Norma en…
Op. Cit., p. 516.
12 La cuestión, entonces, no solamente es atinente a la redacción, los problemas se
extienden de “la letra”, de la literalidad de la expresión lingüística de los operadores
deónticos, de la que inicia, necesariamente, el proceso de interpretación, a relaciones con
acciones y estados de cosas, los cuales se refieren en lenguaje natural. Así, por ejemplo,
respecto de las reglas de acción (un tipo de enunciado jurídico de índole deóntico) es lo
mismo prohibir la acción fumar como prohibir se dé el estado de cosas consistente en
producido fumar, pero en el caso de las reglas de fin (otra clase de reglas de carácter
deóntico), el punto ya no implica el mismo tratamiento de, por decirlo de alguna manera,
equivalencia: “Pero introducir la distinción [acción o estado de cosas] y hablar de reglas de
fin –como contrapuestas a las reglas de acción- es relevante cuando la disposición
que…[establece] como obligatoria, por ejemplo, la producción de un determinado estado
de coas deja a la dirección de su destinatario la selección de los medios causalmente
idóneos para producirlo: en este sentido, las reglas de fin dejan a sus destinatarios un margen
de discreción que no existe en el caso de las reglas de acción.”, Ruiz Manero y Atienza,
Manuel, Las piezas…Op. Cit., p. 30. De estos mismos autores, en la obra citada, pp. 89-95,
puede leerse: “E2) a) Si se da el estado de cosas X y si y sólo si Z realiza Y, entonces se produce
el resultado institucional R; b) Z desea alcanzar el resultado R; c) luego, dado el estado de
cosas X, Z debe realizar Y…el enunciado E2) c) no tiene tampoco carácter deóntico: el
<<debe>> tiene en este caso un significado simplemente técnico [nota de píe de página N°
16: “algunos autores utilizan la convención de reservar el <<debe>> para contextos
deónticos, en tanto que para el <<debe>> que nosotros hemos llamado técnico utilizan la
expresión <<tiene que>>. Nosotros no hemos adoptado esta convención, porque nos
parece interesante reflejar el hecho de que en el lenguaje ordinario el <<debe>> y el <<tiene
que>> se utilizan indiferentemente, tanto en contextos deónticos como técnicos”], como
cuando se dice que, si se desea que el agua hierva, debe calentarse hasta 100 grados.”
Precisamente esta falta de puridad en el lenguaje del legislador genera cualquier cantidad
de confusiones, y dudas de significación, por lo que la acotación de los autores citados es
adecuada en el contexto teórico, pero en el contexto pragmático tiene consecuencias
interpretativas importantes y que ha llevado a los jueces, como interpretes privilegiados, a
asignar significaciones a términos como operadores deónticos tratándose de reglas de
competencia.
12
Oscar Gutiérrez Parada
Junto con el cuadro de oposiciones deónticas es importante considerar la
tabla de equivalencias de los operadores deónticos: si al operador deóntico
(en mayúscula inicial Ph para prohibido, O para obligatorio y P para
permitido) utilizamos lo que llamo variable verbal en minúscula p para
cualquier acción, es decir, cualquier verbo, y utilizamos la negación (con el
símbolo -) tanto en el operador deóntico como en la variable verbal, las
combinaciones son las siguientes:
Ph p
Op
Pp
-Ph p
-O p
-P p
-Ph -p
-O -p
-P –p
Ph -p
O -p
P -p
Otra forma de ver las doce combinaciones es en forma binaria en sentido de
afirmar o negar el operador deóntico o la variable verbal13:
Predicado verbal
Operador deóntico
Ph
O
P
-Ph
-O
-P
p
-p
Ph p
Op
Pp
-Ph p
-O p
-P p
Ph –p
O –p
P –p
-Ph –p
-O –p
-P -p
Supongamos que p, como variable verbal, es correr, combinado con cada
operador deóntico, sea afirmando o negando, los enunciados son los
siguientes:
En lógica proposicional las letras minúsculas representan proposiciones y por ello se llaman
variables proposicionales. Aquí las utilizamos como variables verbales.
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Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
Prohibido correr
No está prohibido
correr
No es obligatorio
correr
No está permitido
correr
Obligatorio correr
Permitido correr
De
acuerdo
con
estos
No está prohibido
no correr
No es obligatorio
no correr
No está permitido
no correr
cuadros,
se
evidencia
Prohibido no correr
Obligatorio no
correr
Permitido no correr
el
fenómeno
de
interdefinibilidad: son equivalentes, por ejemplo, prohibido correr y no está
permitido correr y es obligatorio no correr.
Las interdefinibilidades o equivalencias deónticas son las siguientes:
Equivalencias
deónticas
O p ≡ Ph –p ≡ -P-p
O –p ≡ Ph p ≡ -P p
-O –p ≡ -Ph p ≡ P p
-O p ≡ -Ph-p ≡ P-p
Lectura (a partir de ejemplos simples)
Obligatorio fumar ≡ Prohibido no fumar ≡ No está permitido no
fumar
Obligatorio no fumar ≡Prohibido fumar ≡ No está permitido
fumar
No es obligatorio no fumar ≡ No está prohibido fumar ≡ Está
permitido fumar
No es obligatorio fumar ≡No está prohibido no fumar≡ Está
permitido no fumar
B. Prescripciones por las que se ordena, prohíbe o permite ordenar, prohibir
o permitir.
Como se puede apreciar en el apartado anterior, se evidencia el fenómeno
de interdefinibilidad de los operadores deónticos, por lo que conocer y
entender tal fenómeno y utilizar los operadores deónticos en contextos de
elaboración de textos normativos, es de suma importancia para le hechura
de normas.
14
Oscar Gutiérrez Parada
Ahora bien, basándonos en los señalamientos de Norberto Bobbio sobre las
normas de segunda instancia, es decir, las que ordenan, prohíben o permiten
ordenar, prohibir o permitir14, podemos hacer una lectura de una buena
parte de la Constitución como un conjunto de normas o de reglas por el que
se
establecen
espacios
de
normatividad
para
que
autoridades,
principalmente, y sujetos privados, a su vez, establecer otras tantas normas o
reglas por las que se oriente la conducta humana bien sea obligando,
prohibiendo o permitiendo. Con este trabalenguas se entienden ciertas
funciones que desempeña una asamblea constituyente respecto de los
poderes que serán constituidos, e, incluso, tareas del Poder Reformador que
operan la pauta ordenar, prohibir o permitir ordenar, prohibir o permitir.
Esquemáticamente lo podemos representar así:
Prescripción
Ordenar
Prohibir
Permitir
1
4
7
2
5
8
3
6
9
Acción
Sujeto X ordena
Sujeto X prohíbe
Sujeto X permite
Se trata de nueve normas cuyas acciones tienen como referente las
modalidades deónticas.
Estas normas derivan de una norma constituyente, y que aplica el Poder
Constituyente
o
Asamblea
Constituyente
al
formular
un
texto
constitucional, cuyo fundamento no es jurídico sino político, es mera
legitimidad:
14
Véase la nota de píe de página número 2.
15
Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
Antecedente
Si una asamblea
constituyente está
elaborando un texto
normativo constitucional
Entonces
Consecuente
está legitimada y, por ende,
puede, establecer normas o
reglas que ordenen, prohíban
o permitan ordenar, prohibir
o permitir, cuyos destinatarios
son los poderes constituidos y
otras instituciones estatales
Esas nueve combinaciones conforman la regulación primaria que se
establece por la asamblea constituyente en una Constitución y que va
desarrollando el Poder Reformador, incluso establecer nueva normatividad
al respecto.
El Poder Reformador tiene como función, entre otras, continuar elaborando
y reelaborando las prescripciones sobre “ordenar, prohibir o permitir ordenar,
prohibir o permitir”. Veamos algunos ejemplos:
1. Se ordena ordenar, es decir, se ordena mandar o, si se prefiere, se manda
ordenar. La asamblea constituyente le ordena al Poder Legislativo que
ordene,
lo
cual
hace,
básicamente,
expidiendo
leyes
que
genéricamente ordenan –prescriben-. En el artículo 73 encontramos
varios ejemplos.
2. Se ordena prohibir. La asamblea constituyente le ordena al Poder
Legislativo que prohíba conductas. Es el típico caso del código penal
que expide el Congreso General (Poder Legislativo) para el espacio
federal, lo cual está establecido en el artículo 73, fracción XXI: “El
Congreso tiene facultad: …XXI. Para expedir: …b) La Legislación que
establezca los delitos y las faltas contra la Federación y las penas y
16
Oscar Gutiérrez Parada
sanciones que por ellos deban imponerse; así como legislar en materia
de delincuencia organizada;…”
3. Se ordena permitir. En la Constitución se establece la prescripción por la
que la asamblea constituyente o el Poder Reformador ordena que el
legislador, en una ley, regule los casos en que está permitido hacer algo.
Un ejemplo claro es el arraigo, artículo 16, párrafo 8°, constitucional: “La
autoridad judicial, a petición del Ministerio Público y tratándose de delitos
de delincuencia organizada, podrá decretar el arraigo de una persona,
con las modalidades de lugar y tiempo que la ley señale…”; otro
ejemplo, lo encontramos en el artículo 116, fracción II, último párrafo,
constitucional: “Las Legislaturas de los Estados regularán los términos para
que los ciudadanos puedan presentar iniciativas de ley ante el
respectivo Congreso.”
4. Se prohíbe ordenar. Un ejemplo lo constituye lo dispuesto en el artículo
117, fracción VII, constitucional: “Artículo 117. Los Estados no pueden, en
ningún caso:…VII. Expedir ni mantener en vigor leyes o disposiciones
fiscales que importen diferencias de impues[tos (sic, DOF 05-02-1917)] o
requisitos por razón de la procedencia de mercancías nacionales o
extranjeras, ya sea que esta diferencia se establezca respecto de la
producción similar de la localidad, o ya entre producciones semejantes
de distinta procedencia…”
17
Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
5. Se prohíbe prohibir. Un ejemplo está en lo dispuesto en el artículo 117,
fracción V, constitucional: “Artículo 117. Los Estados no pueden, en
ningún caso:…V. Prohibir ni gravar directa o indirectamente la entrada a
su territorio, ni la salida de él, a ninguna mercancía nacional o
extranjera…”
6. Se prohíbe permitir. Me parece que un ejemplo lo encontramos en los
dispuesto en el inciso d) del artículo 130 constitucional: d) En los términos
de la ley reglamentaria, los ministros de cultos no podrán desempeñar
cargos públicos. Como ciudadanos tendrán derecho a votar, pero no a
ser votados. Quienes hubieren dejado de ser ministros de cultos con la
anticipación y en la forma que establezca la ley, podrán ser votados.”
7. Se permite ordenar. Un ejemplo está en lo establecido en el artículo 27,
párrafo 5°, penúltima parte, constitucional: “Las aguas del subsuelo
pueden ser libremente alumbradas mediante obras artificiales y
apropiarse por el dueño del terreno, pero cuando lo exija el interés
público o se afecten otros aprovechamientos; el Ejecutivo Federal podrá
reglamentar su extracción y utilización y aún establecer zonas vedadas,
al igual que para las demás aguas de propiedad nacional.” (las cursivas
son mías).
8. Se permite prohibir. Un ejemplo aparece en el enunciado jurídico
contenido en el artículo 5°, párrafo 1°, constitucional: “A ninguna
persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria,
comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos. El ejercicio de esta
libertad sólo podrá vedarse por determinación judicial, cuando se
18
Oscar Gutiérrez Parada
ataquen los derechos de tercero, o por resolución gubernativa, dictada
en los términos que marque la ley, cuando se ofendan los derechos de
la sociedad. Nadie puede ser privado del producto de su trabajo, sino
por resolución judicial.” El legislador puede, es decir, se le permite, si así
lo juzga justificado, y mediante ley, prohibir (vedar) bajo ciertos supuestos
vedar por determinación judicial el ejercicio del derecho al trabajo.
9. Se permite permitir. Sirve para ejemplificar lo establecido en el artículo
27, fracción I, constitucional: “I.- Sólo los mexicanos por nacimiento o por
naturalización y las sociedades mexicanas, tienen derecho para adquirir
el dominio de las tierras, aguas y sus accesiones, o para obtener
concesiones de explotación de minas, aguas o combustibles minerales
en la República Mexicana. El Estado podrá conceder el mismo derecho
a los extranjeros siempre que convengan ante la Secretaría de
Relaciones en considerarse como nacionales respecto de dichos bienes
y en no invocar, por lo mismo, la protección de sus Gobiernos, por lo que
se refiere a aquéllos; bajo la pena, en caso de faltar al convenio, de
perder en beneficio de la Nación, los bienes que hubieren adquirido en
virtud del mismo….”, es decir, la asamblea constituyente le permite al
Estado (léase, a la federación) permitir que los extranjeros adquieran el
dominio de tierra, aguas y sus accesiones (etc.).
Como se puede observar, algunos casos son intercambiables entre sí, y esto
es reflejo del fenómeno de interdefinibilidad de los operadores deónticos15.
Este fenómeno de intercambiabilidad no solamente es reflejo de la interdefinibilidad de
los operadores deónticos, pues también debe su existencia a la polisemia de los lenguajes
naturales con los que indefectiblemente se formulan los textos normativos y que está
presente de manera en el fenómeno que caracterizamos como alotropía lingüística y que
en el apartado siguiente abordamos.
15
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Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
C. Alotropía lingüística
Con base en una analogía intuitiva, pero fructífera y, me parece, altamente
ilustrativa, podemos plantear una forma diferente de ver las relaciones entre
las diversas formalizaciones lógicas de los operadores deónticos (tal y como
se muestra en el cuadro de oposiciones deónticas) y su expresión lingüística
en enunciados jurídicos que conforman textos normativos, es decir, los usos
del lenguaje que lleva a cabo el legislador (en sentido amplio) para mandar,
prohibir o permitir a través del fenómeno que propongo denominar alotropía
lingüística.
La alotropía16 es un concepto utilizado en la química para referir la propiedad
que tienen algunos elementos químicos de existir bajo estructuras
moleculares diferentes o con características físicas distintas. Así, por ejemplo,
el carbono elemental se presenta bajo diversas formas según sean cristalinas
o no; son cristalinas bien definidas el diamante y el grafito, y otras forman no
cristalinas son el carbón vegetal, el coque y el negro humo, pero todas las
“formas físicas” son carbono, es decir, sus propiedades químicas son las
mismas.
Con base en este fenómeno, vemos que las expresiones lógicas (fórmulas) y
sus combinaciones a partir de las conectivas lógicas de los operadores
deónticos vendrían a constituir el componente lógico (O, Ph y P) y su
expresión lingüística en un texto normativo puede presentarse, y de hecho
así ocurre, bajo estructuras lingüísticas diferentes, con características léxicas
Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, 22ª ed.; voz: alotropía. Para
la 23ª edición la definición léxica tiene algunos cambios, pero semánticamente la
significación es la misma: “propiedad de algunos elementos químicos de presentarse bajo
estructuras moleculares diferentes.”. Real Academia Española, Diccionario de la lengua
española, 23ª ed., Espasa Libros, Barcelona, España, 2014, p. 116.
16
20
Oscar Gutiérrez Parada
y sintácticas diferentes, pero cuyo significado prescriptivo –deóntico- es
reconducible a la estructura lógica correlativa.
Así, por ejemplo, alotrópicamente, el legislador puede elaborar (formular)
estructuras lingüísticas como las de los casos constitucionales presentados
líneas arriba para ejemplificar las combinaciones “ordenar, prohibir o permitir
ordenar, prohibir o permitir”, que pueden ser vistas como el resultado del
fenómeno de alotropía lingüística.
En el esquema siguiente se presentan los pares según se establezca
conectiva lógica de negación al operador deóntico o a la variable verbal, y
se ensayan varias formas de expresión lingüística para mostrar que la
utilización del lenguaje natural es bastante diverso.
1
Forma
canónica
Php
Significación
2
Ph-p
Prohibido no comer
3
-Php
No está prohibido comer
4
-Ph-p
No está prohibido no comer
5
Op
Prohibido comer
Obligatorio comer
21
Expresiones lingüísticopragmáticas
Fenómeno de alotropía
lingüística
No puedes comer
No debes comer
No está permitido comer
Prohibido comer
Prohibido dejar de comer
Puedes comer
Tienes que comer
Debes comer
Prohibido no comer
Puedes comer o no comer
Tienes permitido comer o no
comer
No está prohibido comer
Puedes comer
Tienes permitido comer
No está prohibido no comer
Debes comer
Tienes que comer
¡Come!
Es obligatorio comer
Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
6
O-p
Obligatorio no comer
No puedes comer
Está prohibido comer
Obligatorio no comer
Puedes dejar de comer
Puedes comer
No es obligatorio comer
Está permitido comer
No tienes que dejar de comer
No es obligatorio no comer
Puedes comer o no comer
No está prohibido comer
Puedes comer
No es obligatorio comer
Permitido comer
7
-Op
No es obligatorio comer
8
-O-p
No es obligatorio no comer
9
Pp
Permitido comer
10
P-p
Permitido no comer
Puedes comer o no comer
Puedes omitir comer
Está permitido no comer
Permitido no comer
11
-Pp
No está permitido comer
12
-P-p
No está permitido no comer
Prohibido comer
Obligatorio no comer
No está permitido comer
Obligatorio comer
Debes comer
Prohibido no comer
No puedes dejar de comer
No está permitido no comer
Como se puede observar, la cuestión lógica, en la que son inevitables las
tautologías, queda, prima facie y de manera relativa, resuelta; sin embargo,
en la utilización del lenguaje natural por parte del legislador es inevitable
arrastrar ambigüedad, incluso vaguedad.
En ocasiones no es fácil determinar ante cuál operador deóntico se está,
sobre todo con la utilización del término “puede” o la locución “no puede”,
o si se prefiere “podrá” o no “podrá”, ya que unas veces indica permiso y
otras una negación de acción, o sea una prohibición.
22
Oscar Gutiérrez Parada
Veamos unos ejemplos en el que se combinan funcionalmente, principios y,
de manera implícita (me parece), reglas de acción y reglas de competencia
en los enunciados (lingüísticos) que formula el legislador.
Un ejemplo constitucional en el que el Poder Constituyente o Asamblea
constituyente o el Poder Reformador:
Constitución española
Constitución de los Estados
Unidos Mexicanos
Igualdad y no discriminación
Artículo 14.
Artículo 4°.“Los españoles son
“[1er párrafo, 1ª parte] El
iguales ante la ley, sin
varón y la mujer son iguales
que pueda prevalecer
ante la ley. (Esta protegerá
discriminación alguna en la organización y el
razón de nacimiento,
desarrollo de la familia.)…”
raza, sexo, religión,
opinión o cualquier otra
“Artículo 1º…
condición o
[Párrafo 5°] Queda
circunstancia personal o prohibida toda
social.”
discriminación motivada por
origen étnico o nacional, el
género, la edad, las
discapacidades, la
condición social, las
condiciones de salud, la
religión, las opiniones, las
preferencias sexuales, el
estado civil o cualquier otra
que atente contra la
dignidad humana y tenga
por objeto anular o
menoscabar los derechos y
libertades de las personas”
23
Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
Salta a la vista la economía de lenguaje de la Constitución Española y que
en su texto el Poder Constituyente no estableció prohibición alguna de
manera expresa, pero que algo no pueda –deba- prevalecer es
equivalente a que está prohibido tal estado de cosas; asimismo, en el texto
español queda claramente vinculado el principio de igualdad y la
prohibición, prima facie, de discriminación.
En cambio, en la Constitución mexicana la igualdad está en otro dispositivo
al que regula la prohibición –expresa- de discriminación, y ésta es más
ejemplificativa o enunciativa.
En este punto me parece pertinente recurrir a los estudios de Eduardo García
Máynez acerca de la regulación jurídica, pues muestran varias perspectivas
de lógica (clásica y relacional) y la expresión lingüística de normas de
conducta, es decir, que implican operador deóntico17.
Los esquemas sintetizan las aportaciones de García Máynez, y permiten
mostrar el desarrollo de la lógica clásica, lógica jurídica y lógica relacional,
y, lo que por ahora nos interesa, las expresiones lingüísticas posibles.
García Máynez, Eduardo, Filosofía del Derecho, 5ª ed., revisada, Porrúa, México, 1986. En
el capítulo IV, El Sistema Normativo y su estructura, apartado 8, La regulación jurídica, pp.
245-259, en el que analiza la relación jurídica entendiéndola como “la conexión, necesaria
y recíproca, de un precepto que obliga y otro que faculta” (p. 245), y desarrolla, entre otros
puntos, un estudio bajo lógica relacional e introduce un nuevo concepto: “el predicado
relacional”, éste “cabe, pues, dentro del esquema clásico [enfoque de la lógica clásica],
pero indica la índole propia de cada juicio, y apunta, además, al segundo término de cada
relación, o concepto relato. La función del predicado relacional, de acuerdo con el postrer
análisis, consiste en indicar (relativamente a cada una de las disposiciones, la atributiva y la
prescriptiva), cuál es, respectivamente, el contenido del derecho o del deber que, según lo
expresado por la cópula, cada uno de los sujetos (facultado y pretensor) tiene (o no tiene)
frente al otro sujeto, término final de la relación.”, p. 253
17
24
Oscar Gutiérrez Parada
25
Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
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27
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29
Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
30
Oscar Gutiérrez Parada
Con base en el esquema 5, y tomando un dispositivo constitucional, tenemos
el ejemplo siguiente:
31
Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
Como se puede observar, el hallazgo del predicado relacional se erige en
una herramienta muy poderosa para formular dispositivos jurídicos ya que
permite hacer más visible el fenómeno de la alotropía lingüística. No está de
más insistir en la necesidad de desarrollar estos estudios para mejorar la
redacción (elaboración de textos normativos) de las clases de enunciados
jurídicos (principios, normas programáticas, reglas de acción, reglas de fin,
reglas de competencia, reglas puramente constitutivas, definiciones y otras).
D. Tres dimensiones que tienen lugar en el fenómeno de la alotropía
lingüística
Los enunciados jurídicos de carácter deóntico que forman parte de un texto
normativo (junto con otro tipo de enunciados -y de hecho así sucede: los
textos normativos están conformados por cualquier variedad de enunciados
jurídicos-), requieren distinguir tres dimensiones cuya no diferenciación lleva
a no pocas confusiones.
Estas tres dimensiones o planos son analítico-lingüísticos:

Un plano inherente al del propio enunciado lingüístico18;

Otro plano relativo a la dimensión prescriptiva (en sentido amplio); y

Finalmente, un plano que se corresponde con las proposiciones (en
sentido lógico y en sentido lingüístico).
En principio todo enunciado es lingüístico por lo que si referimos “enunciado lingüístico” es
por utilizar una de las funciones de los pleonasmos que consiste en añadir expresividad a lo
dicho. Real Academia Española, Diccionario de la…, Op. Cit.; voz: pleonasmo.
18
32
Oscar Gutiérrez Parada
Estos planos se corresponden, el primero, con el género “enunciado
lingüístico”, y el segundo y el tercero con dos de las especies de dicho
género: los enunciados prescriptivos y los enunciados descriptivos.
Con base en las funciones del lenguaje19, los enunciados lingüísticos,
básicamente, son cinco:
Véase Bobbio, Norberto, Teoría General… Op. Cit., pp. 57-61. Bobbio refiere cuatro
funciones: afirmaciones, preguntas, órdenes y exclamaciones. El mismo Bobbio señala que
se basa en Copi, Irving M. y Cohen Carl, Introducción a la lógica, Limusa, México, 2001, pp.
93-96. Austin refiere otra función, la cual tomamos como quinta función: la perlocucionaria
a partir de verbos performativos o reaizativos (prometer, declarar, jurar, etc.). Valga precisar
que la función de preguntar o interrogativa es muy poco común, pero si llega a haber
enunciados interrogativos en los textos normativos como, por ejemplo, la regulación
constitucional de la toma de protesta de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación y la rendición de protesta del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Sobre el
acto de habla perlocucionrio, realizativo o performqtivo, Eduardo Rabossi señala, dentro de
lo que denomina la doctrina canónica de los actos de habla, que: “El acto perlocucionario
corresponde al acto que llevamos a cabo porque decimos algo, es decir, corresponde a
la(s) consecuencia(s) o el (los) efecto(s), buscado(s) o no buscado(s), que tiene lo que
decimos sobre los acontecimientos, los pensamientos o las acciones del auditorio. El efecto
perlocucionario de un acto de decir algo es de tipo causal.” Rabossi, Eduardo, “Actos de
habla”, en VV. AA. Filosofía del lenguaje, 2 volúmenes (Semántica y Pragmática,
respectivamente), edición de Juan José Acero, Editorial Trotta, Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía, 16, Madrid, España,
1998, p. 59. En todo caso, los enunciados performativos, perlocucionarios o realizativos están
previstos normativamente para que se pronuncien, se enuncien, y entonces tenga lugar el
efecto respectivo al haberlos pronunciado o enunciado: ¿cuándo ha prometido una
persona?, cuando ha dicho que promete.
19
33
Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
Con base en las funciones básicas del lenguaje, el primer plano es
meramente lingüístico, y viene a funcionar como género y sus especies se
construyen a partir de las funciones básicas del lenguaje.
Las especies lingüísticas más utilizadas, dicho de manera relativa, en los textos
normativos son las prescripciones, pero en realidad se utilizan todas, desde
luego, unas más que otras. Los textos normativos son elaborados utilizando
cualquiera de los enunciados lingüísticos, incluso no hay que perder de vista
que también se maneja lenguaje artificial cuando, por ejemplo, se usan
números, fórmulas matemáticas, algebraicas o químicas 20. La
utilización de enunciados interrogativos y exclamativos es muy rara,
pero existen enunciados jurídicos de tales formas.
Así, V. gr., en la Constitución, artículo 97, sexto párrafo, se establece:
“Artículo 97…
[Sexto párrafo] Cada Ministro de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, al entrar a ejercer su encargo, protestará ante el
Senado, en la siguiente forma:
Presidente: ‘¿Protestáis desempeñar leal y patrióticamente el
cargo de Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
que se os ha conferido y guardar la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen,
mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión?
Ministro: ‘Sí protesto’
Presidente: ‘Si no hiciereis así, la Nación os lo demande’. …”
Como ejemplos, véanse: lo dispuesto en el artículo 234 de la Ley General de Salud,
“Capítulo V. Estupefacientes. Artículo 234.- Para los efectos de esta ley, se consideran
estupefacientes: ACETILDIHIDROCODEINA. ACETILMETADOL (3-acetoxi-6-dimetilamino-4,4difenilheptano) ACETORFINA…”
20
34
Oscar Gutiérrez Parada
En estos enunciados se observan algunas de las especies de enunciados
lingüísticos: hay una prescripción (protestará21); se regula un enunciado
interrogativo; se norma un enunciado expresivo o exclamativo (Sí protesto [el
sí con tilde es adverbio de afirmación y, por ende, es enunciado expresivo,
exclamativo]).
Para el espacio jurídico las normas, los enunciados prescriptivos y las
proposiciones (enunciados descriptivos o informativos), son primordiales22.
Como se ha señalado, este uso lingüístico (que viene a ser el fenómeno de alotropía
lingüística) implica el operador deóntico obligatorio: es obligatorio rindan protesta ante el
senado.
22 En palabras de Alchourrón y Bulygin, al referirse a la clausura basada en las
interdefinibilidad de “permitido” y “prohibido”: “Trataremos de mostrar que detrás del
Principio de Prohibición se esconde una engañosa ambigüedad y que el Principio o es
analíticamente verdadero, pero no clausura el sistema (no excluye la posibilidad de
lagunas), o bien presupone lo que debería probar, a saber, que todos los sistemas normativos
son cerrados. En ningún caso puede desempeñar simultáneamente las dos funciones que
tradicionalmente se le atribuyen: ser necesariamente verdadero y clausurar todos los
sistemas. Para desentrañar la ambigüedad tenemos que comenzar por hacer una distinción
muy importante (y muy conocida en la filosofía jurídica) entre normas y proposiciones
normativas. Las normas son enunciados prescriptivos que se usan para ordenar, prohibir o
permitir conductas humanas. Las proposiciones normativas son enunciados descriptivos que
se usan para informar acerca de las normas o acerca de las obligaciones, prohibiciones o
permisiones establecidas por las normas. La interdefinibilidad de los tres caracteres
normativos (permitido, prohibido y obligatorio) significa que las normas ‘Permitido p’, ‘No
prohibido p’ y ‘No obligatorio no p’, son lógicamente equivalentes y significan lo mismo.
También son lógicamente equivalentes las normas ‘Prohibido p’, ‘No permitido p’ y
‘Obligatorio no p’. Muy distinta es la situación respecto de las proposiciones normativas. Al
decir que p está prohibido en el sistema a, en lugar de formular una norma, enunciamos una
proposición normativa; el enunciado que expresa esta proposición pertenece a un nivel
lingüístico distinto que los enunciados (que expresan normas) del sistema. Decir que p está
prohibido en el sistema a es afirmar que la norma que prohíbe p forma parte (es
consecuencia, se infiere) del sistema a”. Alchourrón, Carlos y Bulygin, Eugenio, Introducción
a la metodología de las ciencias jurídicas y sociales [Título original Normative Systems], Astrea,
colección mayor, Filosofía y Derecho, número 1, Buenos Aires, Argentina, 1987, pp. 173-174.
Véase también los capítulos 1 y 2 de Mendonca, Daniel, Las claves del Derecho, Gedisa,
serie Filosofía del Derecho, Barcelona, España, 2000, pp. 25-64; en especial la tipología de
proposiciones normativas que desarrolla, las cuales, me parece, son relevantes para las
dogmáticas jurídicas.
21
35
Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
El legislador, en sentido amplio, debe tener como parámetros mínimos estas
tres dimensiones o planos en la operatividad de la racionalidad lingüística a
que alude Manuel Atienza23.
El primer plano opera meramente en clave lingüística. Las funciones del
lenguaje proporcionan la orientación que se da al lenguaje natural.
El segundo plano es en el que se operan los enunciados de tipo prescriptivo,
y que en general identificamos como normas de conducta porque implican
un operador deóntico, pero en realidad solamente se trata de una de las
clases de normas jurídicas, pues siguiendo la tipología de enunciados
jurídicos hay reglas que no implican operador deóntico como, por ejemplo,
las normas de competencia (o que confieren poderes), las reglas puramente
constitutivas24 y las definiciones.
El tercer plano está constituido por las proposiciones y con éstas se da
cuenta, se describe o informa, sobre estados de cosas. El legislador las utiliza
para referir cosas del mundo físico o institucional, sobre todo si existe
determinada situación, la cual describe, y puede llegar a establecer ciertas
consecuencias o, simplemente, señalar que existe X cosa. Así, por ejemplo,
el artículo 43 constitucional determina cuáles son las partes integrantes de la
Federación25, es decir, describe o informa sobre un estado de cosas
institucional.
Atienza, Manuel, Contribución a una teoría de la legislación, Civitas, Madrid, España, 1997.
Ruíz Manero, Juan y Atienza, Manuel, Las piezas…Op. Cit.
25 Art. 43.- Las partes integrantes de la Federación, son los Estados de Aguascalientes,
Campeche, Coahuila, Colima, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero,
Hidalgo, Jalisco, México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla,
Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz,
Yucatán, Zacatecas, Distrito Federal, Territorio de la Baja California y Territorio de Quintana
Roo.
23
24
36
Oscar Gutiérrez Parada
En la redacción de proposiciones, el legislador debe tomar en cuenta las
prescripciones propias del lenguaje natural que está utilizando: reglas sobre
ortografía, reglas gramaticales y estructura sintáctica (en la que las funciones
gramaticales
importancia),
de
los
incluso
componentes
considerar
proposicionales
aspectos
son
sobre
de
suma
textualidad
(composicionalidad del texto). Y precisamente abordar el estudio de la
interdefinibilidad de los operadores deónticos, las reglas que ordenan,
prohíben o permiten ordenar, prohibir o permitir, genera matices y
peculiaridades en la construcción sintáctica de los enunciados jurídicos y, por
ende, se debe atender a los aspectos lógico deónticos; a las combinaciones
nominales-deónticas (que Bobbio llama reglas de segunda instancia); y a la
tipología de enunciados jurídicos (en la que hay diversidad de enunciados
jurídicos: principios, normas programáticas, reglas de acción, reglas de fin,
reglas de competencia, reglas que implican el uso de poderes normativos,
reglas puramente constitutivas y definiciones), para construir una sintaxis de
índole normativa, es decir, cuáles son las características imprescindibles de
índole lingüístico de cada enunciado jurídico puesto en un texto normativo,
y aquí es donde opera el fenómeno de alotropía lingüística.
Como ya ha podido observarse, este estudio se refiere principalmente a los
enunciados prescriptivos de la clase normas deónticas, es decir, los que
ordenan, prohíben o permiten,
Esquemáticamente los planos son:
37
Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
E. Estructura condicional de la permisión y su alotropía lingüística: un ejemplo
de derecho agrario
A partir de enunciados jurídicos de un dispositivo de la Ley Agraria, artículo
56, vamos a analizar la estructura lógico-deóntica26 del permiso.
“Artículo 56.- La asamblea de cada ejido, con las
formalidades previstas a tal efecto en los artículos 24 a 28 y 31
Sobre las implicaciones lingüísticas, y lógicas, del párrafo primero, primera parte, del
artículo 56 de la Ley Agraria, hicimos un estudio que aparece en la obra Gutiérrez Parada,
Oscar, Técnicas normativas. Modelos de análisis lingüístico y lógico de enunciados jurídicos
aplicables durante su elaboración (estudios de caso), coedición Universidad Pontificia de
México y Asesoría de Diseños Normativos, SC., México, 2006, capítulo I, pp. 37-89. Dicho
trabajo se utilizó para el diseño normativo del Reglamento de la Ley Agraria en materia de
Certificaciones de Derechos Agrarios y Titulación de Solares.
26
38
Oscar Gutiérrez Parada
de esta ley, podrá27 determinar el destino de las tierras que no
estén formalmente parceladas, efectuar el parcelamiento
de éstas, reconocer el parcelamiento económico o de
hecho o regularizar la tenencia de los posesionarios o de
quienes carezcan de los certificados correspondientes…”
(Párrafo 1°, 1ª parte; las negritas son mías)
Lo primero que hay que señalar es que el estado de cosas, precondición de la
operatividad de la regla, es que existan tierras irregulares propiedad de ejidos
(o comunidades). Dado este presupuesto, el dispositivo nos permite explicitar
el esquema condicional, o más preciso, los esquemas condicionales
subyacentes. Una forma de ver la estructura lógica del dispositivo es: <<si la
asamblea ejidal desea regularizar sus tierras entonces tiene permitido llevar a
cabo ciertas acciones>>; sin embargo, suena extraño lo contrario: <<si la
asamblea ejidal no desea regularizar sus tierras entonces no tiene permitido
llevar a cabo ciertas acciones>>, incluso es contra intuitivo porque no queda
explícito el núcleo de la opción en la cual la clave está en la libertad del
sujeto para optar si asume o no las consecuencias de la norma.
Ante esta inconsistencia debemos modificar el condicional previendo en el
antecedente la permisión y en el consecuente la opción, más o menos en los
términos siguientes:
<<Si la asamblea ejidal tiene permitido regularizar sus
tierras, entonces puede optar entre llevar a cabo ciertas
acciones para regularizarlas o no llegarlas a cabo>>
En la obra citada en la nota anterior, interpreté el término podrá en la forma siguiente: “El
operador deóntico implícito en el lenguaje que el legislador utiliza en la redacción del
artículo 56, primer párrafo, de la Ley Agraria, es la permisión: ‘La asamblea ejidal puede
determinar el destino…’, lo que es equivalente a establecer un derecho de ejercicio
potestativo, ya que el ejido puede, libremente, ejercitarlo o no ejercitarlo y,
consecuentemente, tanto su ejercicio como su omisión están permitidos. Si el ejido opta por
ejercer su derecho, se desencadenan otros supuestos…”, nota de pie de página número 3,
p. 25.
27
39
Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
Mostrando la permisión dentro del antecedente:
<<Si la asamblea ejidal tiene permitido regularizar sus
tierras, [es decir, optar entre regularizarlas o no
regularizarlas], entonces puede optar entre llevar a cabo
ciertas acciones para regularizarlas o no llevarlas a cabo>>
Dependiendo de cuál sea la opción que se elija por parte de la asamblea,
se dan otros esquemas condicionales en los que en el antecedente está el
deseo en sentido positivo o en sentido negativo, es decir, la voluntad o no
voluntad de regularizar las tierras ejidales:
Opción positiva
<<Si, con base en una norma permisiva, la asamblea ejidal
desea regularizar sus tierras, entonces debe optar por
regularizarlas>>
Hecha la opción a favor de regularizar, analíticamente, se pasa a otro
esquema condicional del tenor siguiente:
<<Si la asamblea ejidal ha optado por regularizar sus
tierras, entonces se producen los cambios normativos
institucionales correspondientes>>
De esta manera se posibilita el condicional negativo de no deseo:
Opción negativa:
<<Si con base en una norma permisiva, la asamblea ejidal
no desea regularizar sus tierras, entonces debe optar por
no regularizarlas>>
40
Oscar Gutiérrez Parada
Hecha la opción a favor de no regularizar (deseo de no hacerlo),
analíticamente, se pasa a otro esquema condicional de la forma siguiente:
<<Si la asamblea ejidal ha optado por no regularizar sus
tierras, entonces no se producen los cambios
institucionales correspondientes [sin consecuencia
jurídica alguna]>>
La precondición de aplicación de la prescripción permisiva consiste en la
posibilidad de optar, pues en cuanto se opta –hacerlo o no hacerlo-, me
parece que se pasa a otros condicionales.
Por otra parte, cabe resaltar que en la permisión el deseo, la voluntad, para
optar juega un papel preponderante dando lugar a estados de cosas
diferenciados: ¿cómo el legislador nos prescribe que podemos hacer o no
hacer algo sin que haya consecuencias? Esta interrogante es inexacta, pues
hay que precisar eso de que no hay consecuencias.
Mejor pregunta es ¿cuáles son las consecuencias de los permisos?: si se opta
por no regular nuestra conducta conforme a la norma, la propia norma no
produce sus efectos, y la consecuencia es precisamente que, generalmente,
no ocurra nada (o que permanezca, relativamente, un estado de cosas 28);
Es importante apuntar que la regla general es que si no se ejerce la opción en sentido
positivo no hay consecuencias, pero hay casos en los que el propio sistema jurídico (el
legislador los ha previsto) establece consecuencias cuando no se ejerce la opción en
sentido positivo, es decir, se ha ejercido la opción en sentido negativo. La teoría documenta
algunos casos en los que la omisión, es decir, el ejercicio de opción negativa, genera
consecuencias, y los ejemplos que se dan son los de la tácita reconducción, el silencio
administrativo, la ficta confessio. El análisis se hace a partir de considerar esas figuras como
reglas de competencia permisivas, por lo que habría que indagar si respecto de reglas de
acción permisivas ante su ejercicio negativo se prevén ciertas consecuencias, o convertir las
reglas de competencia permisivas en reglas de acción permisivas. Véase Alonso Vidal,
Horacio José, “¿Se pueden ejercer de forma omisiva las reglas que confieren poderes?”, en
Doxa N° 31 (2008), España, 673-688. En todo caso, lo relevante es tomar en cuenta que no
28
41
Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
pero si se opta por regular nuestra conducta conforme a la norma, entonces
se da píe a que se realicen las consecuencias previstas en la norma.
Ahora bien, con base en el principio de que el permiso es la negación de
una prohibición, en ocasiones no es tarea sencilla adscribir el enunciado
jurídico a alguna de las combinaciones binarias deónticas que se han
referido ya que las consecuencias semánticas pueden variar.
Así, por ejemplo, en Pp se implica que la acción no está prohibida y se puede
hacer o no hacer la acción; en cambio en la negación de la prohibición es
equivalente –Php, no queda claro si puedo o no puedo realizar la acción,
pues solamente no está prohibida la acción (tampoco es obligatoria). Una
de las características del permiso es que estoy en libertad de optar si realizo
la acción o no la realizo29.
De todo ello, para el legislador es importante tener presente, en las reglas
deónticas, saber cuál clase de operador deóntico está implícito o, en su
caso, subyace, al enunciado jurídico que ha formulado o está construyendo
(formulando, elaborando), pues es su tarea, entre otras, procurar minimizar la
ambigüedad y, en su caso, evitar, en la medida de lo posible, la vaguedad,
siempre que se ejerce una opción en sentido negativo, no se producen consecuencias o
permanece, relativamente, el estado de cosas.
29 Habrá que determinar si en perspectiva pragmática (no meramente semántica) significa
lo mismo indicar que no puedo realizar una acción que indicar que puedo no realizar una
acción. El legislador está inclinado a prohibir enunciando que no puedo hacer determinada
acción, y no es tan común que establezca directamente una prohibición (término fuerte
pragmáticamente en comparación con la indicación de que no se puede hacer algo). La
problemática con el permiso –en sentido lógico deóntico- es que implica poder hacer o
poder no hacer y, por tanto, la negación del permiso (-Pp) se lee como “no es el caso que
esté permitido realizar determinada acción”, sin que implique opción alguna (la opción en
el permiso es la característica definitoria y, por ende, central, del permiso. La negación del
permiso puede expresarse lingüísticamente e múltiples formas y he aquí el fenómeno de la
alotropía lingüística.
42
Oscar Gutiérrez Parada
ya que por efecto de la interdefinibilidad de los operadores deónticos al
construir (formular) enunciados jurídicos en un texto normativo, operando la
alotropía lingüística, persisten ambigüedades y vaguedades simplemente
por la utilización de lenguaje natural (polisemia)30.
Corolario
La teoría y los modelos de lógica deóntica proporcionan descripciones y
explicaciones de la forma canónica (lógica, en los que el modelo
privilegiado es el esquema condicional: p → q [si p entonces q]) de
enunciados jurídicos que regulan la conducta humana, pero las propuestas
teóricas y los modelos poco se han correlacionado o no lo suficiente con los
problemas de sintaxis de los textos normativos.
Precisamente la labor del legislador es saber manejar lenguaje natural de
manera básicamente prescriptiva, pero sin menoscabo de otros usos del
lenguaje de acuerdo con las funciones del lenguaje, lo que lleva a conocer
y entender la manera en que funcionan los operadores deónticos en el
Vale insistir en el problema que tiene el legislador al elaborar textos normativos al contar
con un mundo de estructuras lingüísticas con las que tiene que trabajar, y precisamente a
esta labor (proceso) lo denomino alotropía lingüística. Véase: Von Wrigth, George Henrik,
Normas, Verdad y Lógica, prólogo de Carlos Alarcón Cabrera, Fontamara, Biblioteca de
ética, Filosofía del Derecho y Política, número 61, México, 1997. Como botón de muestra de
la complejidad del asunto, unas palabras de von Wrigth de la obra mencionada: “Así, en el
lenguaje prescriptivo ‘no permitido’ significa ‘prohibido’, y ‘no prohibido’ significa
‘permitido’. Análogamente, ‘no obligatorio que’, significa ‘permitido que no’ y ‘no permitido
que no’, significa ‘obligatorio que’. Por consiguiente, en el lenguaje prescriptivo de las
normas podemos asumir plenamente ‘P’ = ‘-O-‘ o ‘O’ = ‘-P-‘ y, si queremos podemos
prescindir completamente de uno de los operadores deónticos. Esto es también lo que se
suele hacer en sistemas de lógica deóntica muy conocidos, aunque no siempre por razones
justificadas. Y en una lógica de proposiciones normativas, es decir, de formulaciones
normativas interpretadas descriptivamente, no tenemos derecho a asumir las identidades
mencionadas y prescindir de uno de los operadores. En este caso ambos operadores son
necesarios”, p. 34.
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Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
mundo lógico y cómo éste subyace en la elaboración de textos normativos
de todo tipo.
Aquí es donde se da el fenómeno de la alotropía lingüística: éste opera,
como proceso, más en el mundo del lenguaje natural, pero gran parte de su
ADN se debe al mundo lógico deóntico.
Me parece que el legislador debe hacerse consciente de que si bien opera
con lenguaje natural ello no lo exime de conocer el fenómeno de
interdefinibilidad de los operadores deónticos y a partir de tal fenómeno
utilizar de mejor manera el lenguaje natural para prescribir –orientar la
conducta humana prohibiendo, obligando o permitiendo- teniendo como
marco de referencia el fenómeno de la “alotropía lingüística”.
Este fenómeno se compone de elementos de dos mundos: (i) uno
meramente lógico deóntico cuando se trata de enunciados jurídicos que
implican operador deóntico y de análisis lógico de enunciados jurídicos que
no implican operador deóntico y (ii) otro estrictamente lingüístico (ortografía,
morfología, sintagmas, sintaxis –funciones gramaticales- textualidad o
composicionalidad), y ambos se funden (como en un crisol, en el cual se
funden materiales a temperaturas “muy altas”) cuando se elaboran textos
normativos; las reglas de uso del lenguaje natural cobran una inusitada
relevancia y que han sido descuidadas por la doctrina.
No planteamos que haya ausencia de una sintaxis para la elaboración de
textos normativos; nada por el estilo. No olvidemos, por referir un ejemplo
incontestable, que los procesos de codificación decimonónica no hubieran
sido posibles sin una “nueva” gramática –sintaxis- del lenguaje (francés,
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Oscar Gutiérrez Parada
español, etc.) y que tiene sus raíces, entre otras, en los estudios de gramática
de Port Royal, entre otros. Lo que proponemos es que el legislador recupere
esas bases de sintaxis y las conozca para su mejor aplicación y de acuerdo
con los requerimientos contemporáneos de la labor legislativa, entendida en
sentido amplio.
Las exigencias del desarrollo del Derecho expresado en nuevas clases de
legislación, incluso de
textos
de jurisprudencia, como el
derecho
administrativo y la configuración legal de tratados internacionales, por citar
solamente dos casos relevantes del fenómeno de globalización jurídica,
requieren guardar un mínimo de parentesco con los parámetros de
elaboración de los textos normativos “modernos” que al parecer iniciaron
con la codificación tanto civil como constitucional. El reclamo de nuevas y
mejores maneras de elaborar textos normativos es se ha estado dando en un
silencio ensordecedor, y todos lo critican, pero pocos, realmente muy pocos,
han buscado soluciones.
En cierta perspectiva, veo el fenómeno de la alotropía lingüística como una
herramienta muy útil en el desarrollo de la dimensión de elaboración de
textos normativos, junto con las dimensiones de producción de textos
normativos (proceso legislativo que implica resolver legitimidad en legalidad)
y de justificación de los mismos (argumentación legislativa).
En la dimensión de elaboración de textos normativos considero que, a su vez,
se presentan tres planos: (i) el de la pertinencia y oportunidad del cambio
normativo; (ii) la observancia de lineamientos o directrices de técnicas
normativas; y (iii) un tercer plano que se corresponde con las metodologías y
técnicas sobre la elaboración de textos normativos. La alotropía lingüística
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Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
recorre los tres planos, pero es más relevante en el tercer plano, y en todo
caso da más sustancia a la racionalidad lingüística a que apela la Teoría de
la Legislación.
Evidentemente la problemática de elaboración de textos normativos no es
solamente una cuestión de “redacción”, y en eso no reside únicamente
la racionalidad lingüística, la cuestión va más allá de ello. Así, por ejemplo,
decidir cuál es el modelo a seguir respecto de una Constitución (si es que hay
tal modelo) no sólo es una cuestión que se resuelve en el espacio jurídico
porque, por ejemplificar, la formulación de principios en un texto
constitucional es más abstracta, ambigua y vaga que en otra clase de
textos normativos como los reglamentos, y en la formulación de reglas
de competencia para estructurar y organizar el poder público se requiere
haber resuelto una serie de cuestiones inherentes a decisiones políticas
fundamentales. La problemática, como tal, lleva a diversidad de alternativas
de solución.
Por ende, no se trata de una traducción del mundo lógico –en especial,
lógico deóntico- al mundo lingüístico sino de un proceso en el que los
ingredientes son lógicos y lingüísticos (en tal proceso es importante conocer
y entender cómo opera el fenómeno de la alotropía lingüística). Aspirar a un
Estado Constitucional de Derecho también pasa por la exigencia de mejores
leyes, más claras y más precisas, que propicien seguridad jurídica.
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Oscar Gutiérrez Parada
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Técnicas normativas
Operadores deónticos y alotropía lingüística
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Textos normativos




Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
Constitución española
Ley Agraria
Ley General de Salud
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Oscar Gutiérrez Parada
www.asesoriadn.com.mx
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