Los sapos de la memoria; Graciela Bialet

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Trabajo Práctico
De formación ética
Tema:Los sapos de la memoria
CapÃ−tulo 1: ¿Por qué yo?
Yo no sé por qué me tocó a mÃ−,
... tal vez sea para que ahora lo cuente.
G.B
En el primer capÃ−tulo, Camilo Juarez, el protagonista, de quien aún no conocemos el nombre, intenta
recordar a su madre (victima de la última dictadura militar) porque pretende conocer a fondo su historia, y
saber asÃ−, de qué manera murió. Piensa ir a ver a un mentalista quien publicita su show de teatro
diciendo que puede hipnotizar a una persona para hacerla recordar su pasado.
Camilo recuerda a la vez, parte de su niñez viviendo con su abuela, y cómo se comunicaba con su padre,
que estaba preso, a través de dibujos y cartas.
CapÃ−tulo 2: Ana y su percance de amor
“Pueden robarte el corazón
cagarte a tiros en Morón
pueden lavarte la cabeza
... por nada.
Pero el amor es más fuerte...
Pero el amor es más fuerte.”
Ulises Butrón
Cómo se conocieron los padres de Camilo, Ana y Jorge, es el motivo del relato en este capÃ−tulo. El
encuentro de aquellos tuvo lugar en el casamiento de unos amigos. Ella estaba borracha y él la ayudo a
volver a su casa, ya que se habÃ−a quedado sola, porque todos sus otros amigos se habÃ−an ido a repartir
unos volantes en conmemoración de un nuevo aniversario de la muerte del “Che” Guevara, tarea que ella
también debÃ−a hacer, pero que no pudo por obvias razones…
CapÃ−tulo 3: Siempre hay un buey corneta
“El hilo escribe sin parar
que el mundo está por estallar
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y los demás en la oficina
...por nada.
Pero el amor es más fuerte...
Pero el amor es más fuerte.”
Ulises Butrón
Gracias a un profesor de Educación CÃ−vica que llevo el libro NUNCA MÔS para leerlo en clase, y que
además les contó algunas de las torturas que sufrÃ−an los presos de la dictadura, se da cuenta de que sus
padres, no eran los únicos que habÃ−an sufrido la persecución y la muerte. Lo espanta conocer que la cifra
de muertos era de 30.000, tantos como un estadio de fútbol repleto de personas. AquÃ− también
descubrió que él no era el único niño o joven que habÃ−a sufrido una niñez sin padres.
CapÃ−tulo 4: Jorge el constructor de celestes
“Pueden jurar que no es verdad
el viejo sueño de volar
pueden guardarte en una jaula
...por nada.
Pero el amor es más fuerte...
Pero el amor es más fuerte.”
Ulises Butrón
Los enamorados se casan, por civil y por iglesia en contra de todos los ritos revolucionarios de la época,
Jorge se siente, un poco avergonzado por haber cedido a tales ritos burgueses. En este capÃ−tulo se cuenta la
historia del padre que desde chico, fue casi huérfano, y el único apoyo que recibÃ−a era de parte de la
maestra; una mujer llamada Mercedes. Cuando crece trabaja en diferentes oficios y a la vez estudia. Consigue
asÃ− recibirse de Arquitecto. Luego conoce a Ana, y poco tiempo después nace su hijo.
CapÃ−tulo 5: Con la carpeta hasta el cuello
“Mi general, el hombre es muy útil.
Sabe robar, sabe matar.
Pero tiene un defecto:
Sabe pensar”
Bertolt Brecht
Necesita preparar una monografÃ−a para psicologÃ−a, la materia que da la profesora que él más odia.
Quiere buscar términos “psicologeros” para usarlos en su trabajo, en contra de su enemiga. Una vez
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terminado, el trabajo es devuelto, con muy buenas crÃ−ticas, pero con un nuevo tema dictado: “LAS
RELACIONES FAMILIARES VISTAS DESDE UN ADOLESCENTE”. ¿Justo a él? Camino a casa se
dedicó a pensar en la historia que le inventarÃ−a, explicándola con método cientÃ−fico, sobre la vida de
sus padres y de su familia.
CapÃ−tulo 6: Irresistible libertad
“No quisiera vivir en escapada,
no me fuera posible aunque quisiera.
Yo soy un hombre de la madrugada,
Comprometido con la luz primera”
Rafael Alberti
El momento en que detuvieron a Rogelio, el compañero de cárcel de Jorge; es el tema de este tramo del
libro.
Rogelio estaba en su facultad terminando un examen, cuando uno de sus compañeros del Centro de
Estudiantes le avisó que “venÃ−a la yuta a limpiarlos a todos”. En ese momento lograron escapar por una
puerta trasera de la casa del portero, llevándose una pistola calibre 22 y una colección de libros subversivos
(las obras completas de Marx) que dejaron en la Federación de Centros de Estudiantes. Creyéndose a
salvo vuelve caminando con su novia, pero en la puerta de la Facultad los detuvieron, ante los ojos de miles de
estudiantes y transeúntes quienes apenas si siguen indiferentes y asustados los hechos.
Rogelio estuvo detenido 7 años en el sur, Marina continúa desaparecida.
CapÃ−tulo 7: Nadie muere sin dejar sombra
“Una sombra se marchita en el agua.
Tu pulcra desnudez ya no está sola.
¿Es qué sientes como nace en tu entraña
la acidez de la muerte?”
Malicha Leguizamón
Camilo no sabe como decirle a su abuela que quiere conseguir el libro de la CONADEP para revisarlo bien.
Cree que ella no supo de su existencia, porque si se enterara de que se lo ocultó durante tantos años, no se
lo podrÃ−a perdonar nunca. Tampoco cree conveniente pedÃ−rselo a su profesor de CÃ−vica, ya que, si lo
notara tan interesado, se darÃ−a cuenta de su historia, se conmoverÃ−a y le tendrÃ−a compasión, o
reaccionaria como muchos otros que al enterarse dicen “y si se los llevaron por algo habrá sido” y para
Camilo, no hay nada que lo fastidie más. Respecto de sus padres, en un momento, el chico, cree sentir que
los odia, por haberse dejado llevar, y haberlo condenado a ese sufrimiento. No le parece descabellado pensar
que jamás los perdonarÃ−a.
Pero logra entenderlos, y los perdona. Siente, finalmente, que si lo hubiesen podido evitar, lo hubiesen hecho.
Sin embargo hay aún algo que lo disgusta con sus padres: haberle puesto Camilo, ese nombre que le habÃ−a
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costado una pelea con el gordo de la vuelta que se le burlaba llamándolo como un perro “Cam, Cam”.
Algunas veces pensó en cambiárselo al crecer, pero no serÃ−a capaz. Su nombre es la única herencia que
le habÃ−an dejado
CapÃ−tulo 8: Las estrellas de la abuela Esther
“...y el forastero le habÃ−a respondido
sin un vestigio de pudor
que no hay gloria más alta que morir
por la patria, excelencia,
y él le replicó sonriendo de lástima
que no sea pendejo, muchacho,
la patria es estar vivo...”
Gabriel GarcÃ−a Márquez
Esther la abuela, intenta darle una explicación a Camilo, respecto de los ideales de su hija. Piensa que fueron
por influencia del tÃ−o Hugo que vino a vivir con ellas luego de que su marido muriera. Hugo habÃ−a
traÃ−do con él su cajón con recuerdos de su vida como mochilero. También entraba en las sospechas
de la abuela, Jorge su padre, quien pensaba que era una estupidez peligrosa andar confabulando contra el
sistema. Esther estuvo muy distanciada de su hija después del casamiento con ese joven, pero cuando Ana
queda embarazada volvieron a reencontrarse. Un dÃ−a detuvieron a Jorge. Se lo llevaron sin dar razones, sin
permiso, sin nada… Y luego se llevaron a Ana de su casa y en camisón.
Hubo algo que no percibieron y por lo tanto dejaron: el canasto de mimbre de la ropa sucia, y entre ella
Camilo.
CapÃ−tulo 9: La siesta mas calva del mundo
... “la historia corre atropellando al tiempo,
a veces las cosas pasan fuera de su tiempo
por culpa de la historia...”
Camilo José Cela
Camilo quiere ir a ver al mentalista del capÃ−tulo uno en compañÃ−a de su amigo Diego.
A Diego lo conoció la misma siesta de calor infernal que lo dejaron en la puerta de la casa de su abuela. A
partir de ese dÃ−a fueron inseparables amigos.
Diego no puede acompañar a Camilo en su visita al mentalista ya que tiene que encontrarse con su novia.
Camilo le miente a su abuela diciéndole que dormirá en lo de Rogelio. à l no tendrá problemas, ya que
siempre cumplió una suerte de figura paterna.
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CapÃ−tulo 10: Apunten… ¡fuego!
Cuando no recordamos lo que nos pasa
nos puede pasar la misma cosa.
Son esas mismas cosas
que nos marginan
nos matan la memoria
nos queman las ideas
nos quitan las palabras.
Si la historia la escriben los que ganan
Eso quiere decir que hay otra historia,
La verdadera historia,
Quien quiera oÃ−r que oiga.
Litto Nebbia
El secuestro de Ana y por las cosas por las que la hicieron pasar mientras la llevaban a su muerte es contado
en detalles aquÃ−. A golpes y a gritos la llevaron hasta un Falcón que luego se detuvo para que sus verdugos
se bajaran, se empezaron a oÃ−r gritos nuevamente, Ana pensó que debÃ−a ser una persecución. A
continuación un cuerpo cayó sobre ella, pensó que debÃ−a estar muerto pero luego se movió, y
después de gritar arrepentimientos le dijo que se llamaba Hugo. Finalmente los pusieron contra una pared
para fusilarlos.
CapÃ−tulo 11: Ella llegó volando
“...esa mirada desde adentro,
buscando salir, algo que seguÃ−a, seguÃ−a,
un mensaje de prisionero
a través de paredes de piel...”
Julio Cortázar
Camilo va a ver al mentalista, para su sorpresa el boletero que se encontraba al final de la cola que abrazaba la
manzana entera era el gordo de la vuelta, con el cual seguÃ−an compartiendo las mismas desgracias. Ya
estaba ubicado en su butaca cuando a su lado se sentó una pelirroja con bucles hasta la cintura que parecÃ−a
tener el mismo interés que él en los trucos del mentalista. La función comenzó y la gente no podÃ−a
creer lo que veÃ−a, al final de cada acto se desataban los aplausos. Camilo estaba casi decidido a ofrecerse
para hacer la prueba, cuando su compañera de asiento le dijo que ella lo harÃ−a, le entrego un papel y
diciendo: - si me pasa algo ¿podrÃ−as llevarme acá? En ese momento, se le vinieron a la cabeza los
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recuerdos y la piel se le puso de mimbre. Cuando volvió en sÃ−, la pelirroja estaba arriba del escenario y
después de una serie de actos, estaba dormida casi flotando en el aire, solo sostenida por la mano del
encantador. Como atraÃ−do por un imán Camilo se levantó y fue hasta el borde del escenario, y en un
momento la joven se desprendió del hipnotizador y se dirigió volando hacia él, para sorpresa de todos. Al
final del espectáculo Camilo invita la pelirroja a tomar un café, quien le contesta con un simple “bueno”.
CapÃ−tulo 12: Los misterios de Carola
“No todos los dÃ−as
el mundo se ordena en un poema”
Alfredo Lemon
Una vez en el bar, comienzan a hablar y se presentan. La bella pelirroja se llama Carola, y no Juana como
él habÃ−a leÃ−do en la oscuridad del teatro, que en realidad era el nombre de la calle (Juana de Ibarbourou
1798). Por primera vez Camilo le puede contar su historia a alguien sin avergonzarse, siente como si
conociera a Carola de toda la vida. Acompaña a la chica a su casa y se sientan en el hall de entrada del
edificio a charlar, en ese momento pensó en el destino que lo habÃ−a colocado allÃ−, para vivir esas
emociones desconocidas; Carola le regalo una renovada sonrisa y una increÃ−ble y verde historia de un
verano de sapos en lo de su tÃ−a Marilú.
CapÃ−tulo 13: Verano de Sapos
“Por fin, soy libre adentro de los seres.”
Pablo Neruda
Carola le contó a Camilo sobre los sapos a los que ella misma asustaba a chancletazos y cómo su tÃ−a
Marilú se enojaba mucho cuando la veÃ−a.
Su tÃ−a la que cada temporada veraniega se desvivÃ−a en caricias y confidencias, le preparaba comidas, y
regalándole su mirada de dulce de leche le enseñaba a tejer historias de amor, de libertad y de muertes. La
tÃ−a Marilú siempre sola. A Carola le llamaba mucho la atención que teniendo tanta ternura para brindar,
se hubiera hecho vieja sin hijos. Alguna vez escuchó que se habÃ−a casado con un campesino, un loco, que
andaba por ahÃ− diciendo que la tierra es de quien la trabaja. También escucho que su tÃ−a estaba muy
enamorada. Pero una noche lo arrancaron de su camisón, entre palos, súplicas, fusiles, besos, insultos,
adioses y amenazas. La última vez que lo vio fue subiendo a empujones en un camión.
CapÃ−tulo 14: No hay tumbas para la verdad
“¿Nos bastará esgrimir
los argumentos de la inocencia?”
Osvaldo Pol
Finalmente Camilo consigue el Nunca más gracias al tÃ−o Hugo. En casa de Rogelio comienza la lectura.
No puede creer lo que va leyendo en cada página. En la página 323, Camilo descubre el nombre de su
mamá.; Ana Calónico de Juarez 26 años secuestrada de su domicilio el 21 de setiembre de 1977. Los
detalles que descubre son macabros. Una gran furia siente en contra de Rogelio y de su abuela por el
ocultamiento de esta historia.
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Al fin gracias a esta lectura logra recordar él mismo parte de ese pasado.
CapÃ−tulo 15: Desaparecidos
“Te rescato cuerpo de entre las piedras blancas
te rescato, rostro, de la capucha inerte
te rescato, manos, de la distraÃ−da soga
te rescato, amigo, de las miradas insolentes
te recato, compañero, del olvido del silencio
te rescato en mi memoria, siempre te rescato”
Mariana Caffaratti
Los detalles de las torturas y el recorrido interno por “La Perla” que hizo su mamá, son contados aquÃ−. La
amistad con Marina novia de Rogelio y con Mónica aparecen narradas en este capÃ−tulo. La picana y la
muerte. El horror que debieron sufrir todos aquellos que caÃ−an detenidos en estas condiciones.
CapÃ−tulo 16: No hay tumbas para la memoria
“El que salve una vida
salvará al mundo”
La Mishina
Hugo y la abuela enterados de que Camilo ya conoce los detalles del final de sus padres deciden juntos
contarles que hicieron lo posible cuando fue el momento; pero todo resultó inútil en aquellos momentos.
CapÃ−tulo 17: El perdón es un boleto sin olvido
“Mientras devano la memoria
forma un ovillo la nostalgia
si la nostalgia desovillo
se ira ovillando la esperanza
siempre es el mismo hilo.”
Mario Benedetti
Los dÃ−as posteriores al relato fueron difÃ−ciles para todos, la vuela, Rogelio y sobre todos Camilo. Diego
quiere ayudar a su amigo e intenta por todos los medio brindarle alguna esperanza. La música parece ser una
buena compañÃ−a, juntos escuchan Jhon Lennon.
La abuela pide perdón por haberlo herido aún más, y se abrazan en paz.
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CapÃ−tulo 18: Una generación en la balsa
“Tampoco yo voy a la deriva,
en torno gira el mundo, leo
mi historia como guardián nocturno
en las horas de lluvia...
...el fin es una superficie por la que viaja
el invasor de mi sombra.”
Salvatore Quasimodo
El relato de Rogelio a Camilo intenta mostrar cuáles eran los ideales que movÃ−an a ese grupo de
muchachos de los finales de la década del 60. La música es protagonista del relato ya que representaba
algo muy movilizador para todos ellos.
La persecución por parte de los gobiernos dictatoriales, el secuestro de libros prohibidos por subversivos son
los detalles que Rogelio comparte con Camilo.
CapÃ−tulo 19: La memoria de los sapos
“Viviste al fin, y por eso
dejé ir a las libélulas...”
Alberto Girri
El reencuentro con Carola y el relato de todo lo que habÃ−a podido averiguar sobre sus padres sirvió para
que juntos visitaran el cementerio en el cual estaba sepultado su papá. Su mamá no tenÃ−a “la suerte” de
tener un lugar identificado en donde descansar.
Camilo es un ejemplo de ficción de lo que tuvieron y tienen que vivir miles de personas en este nuestro
paÃ−s argentina.
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