Entre dos sexos

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“Entre dos sexos”
Viernes 6 de febrero, 22:30 h
¿Una anomalía? ¿Una simple cuestión anatómica? ¿El tercer género?
Con estas preguntas como punto de partida arranca esta semana
“Entre dos sexos”, el segundo reportaje especial de
“Conexión Samanta”.
Tras varios meses de investigación, “Conexión Samanta”
muestra por primera vez en televisión cómo viven los
afectados de intersexualidad, una condición física por la
que algunos hombres y mujeres tienen al mismo tiempo
características genéticas y fenotípicas propias de varones y
hembras .
Desde el punto de vista social, la intersexualidad es un asunto
complejo. La sociedad actual distingue entre hombres y mujeres, pero
¿qué ocurre con las personas que tienen una fisiología distinta a su
género “oficial”? De la mano de Gabriel, Mario y Luz, los espectadores
de “Conexión Samanta” se aproximará a la realidad de estas personas e
intentará dar respuesta a esta pregunta mostrando el proceso vital de
las personas que experimentan esta situación: sus miedos, su temor al
rechazo, la incomprensión del entorno, la relación con su familia y sus
allegados y cómo viven las relaciones de pareja. Todavía a día de hoy, el
miedo al estigma impide que algunos afectados puedan normalizar su
condición.
“Conexión Samanta” ha sido testigo del debate que la comunidad
científica mantiene sobre la intersexualidad. Los médicos no se ponen
de acuerdo sobre las dudas que esta condición plantea en el plano legal.
¿Por qué se obliga a hacer explícito en documentos oficiales el
sexo de una persona? ¿Merecen las personas intersexuales una
categoría específica? ¿O sería más conveniente eliminar
cualquier referencia a la condición anatómica y admitir que la
realidad supera el dualismo hombre-mujer?
“La intersexualidad es
un tema tabú
tremendo y muchos
afectados tienen ganas
de vivir su situación
con libertad. Tenemos
que abrir el armario de
la intersexualidad
entre todos”
Samanta Villar
Los hombres intersexuales presentan genitales ambiguos al nacer. Un
micropene y la ausencia aparente de testículos, a menudo alojados
internamente en las ingles, se confunden con una vagina hiperdesarrollada.
Hace tres décadas estas personas eran designada niñas y tratadas
como tal en su infancia hasta que su propia naturaleza masculina
estallaba en la pubertad. Las mujeres intersexuales son todavía más
reacias a exponer su situación, y la mayoría de afectadas guardan en
secreto su condición. Algunas son mujeres con cromosomas
masculinos, algo que no descubren hasta la adolescencia, cuando
no tienen la menstruación. Paradójicamente, muchas de ellas acaban
escondiendo esta realidad bajo una apariencia híper femenina.
“Entre dos sexos” reflexiona también sobre las personas
intergénero, un colectivo que, pese a tener muy definida su
sexualidad anatómica, no se sienten ni hombres ni mujeres. Es el
caso de Julita, otra de las protagonistas del programa y claro exponente de
que la realidad de las personas supera la clásica clasificación binaria entre
varones y hembras.
MARIO creció y vivió como Mª José hasta los catorce años. Nació con
órganos genitales ambiguos y a pesar de las dudas los médicos decidieron que
era una chica. Mario tuvo una infancia como cualquier otra niña, a pesar de las
burlas de los compañeros. Como en muchos otros casos, sentía que había
algo que la hacía diferente, pero todavía no había ningún indicio de su auténtica
naturaleza. A los catorce años, en un viaje de fin de estudios, decidió que era
un chico y que desde ese momento se llamaría Mario. Ahora, a sus treinta
años y después de varias operaciones que le han convertido en el
hombre que siempre se ha sentido, puede ver las fotografías de su
infancia y aceptar por todo lo que pasó. María, su novia, supo desde el primer
momento lo que su pareja pasó para llegar hasta esa nueva vida. Ahora esperan
poder ser padres.
GABRIEL creció con el nombre de Patricia hasta los dieciocho años.
A esa edad, ante distintos trastornos, decidió tratar con especialistas y estos
determinaron que efectivamente era un hombre. A diferencia de Mario, cuyo
entorno fue muy comprensivo, en el caso de Gabriel no fue así. Sus padres,
con los que no tiene relación desde hace años por este problema,
nunca aceptaron su situación. Apenas guarda fotografías de su infancia, es
una etapa que pudo empezar a aceptar a los treinta años. Ahora trabaja como
psicólogo asesorando a chicos con distintos problemas sobre su identidad
sexual.
LUZ , a diferencia de Mario y Gabriel, siempre ha tenido clara su
identidad sexual. No tiene una ambigüedad genital externa. Su
intersexualidad se llama Síndrome de Swyer. Esto significa que tiene el
cariotipo masculino XY, en vez del femenino XX. Luz nació sin útero y no
puede tener hijos. Tampoco tiene menstruación, estas y otras diferencias
hicieron que fueran a los médicos y se pudiera detectar la diferencia de su
cariotipo. Luz no quiere dar su nombre real y tampoco quiere que se le
reconozca. Admite que para las mujeres esta condición médica es
tremendamente dolorosa y no se llega a superar. Esto hace que
ninguna quiera reconocer públicamente su intersexualidad aunque su vida sea
completamente normal.
Los protagonistas
Líder de la noche del viernes entre el
público objetivo de Cuatro
13,3%
Espectadores 13-24 años
18,6%
Espectadores 25-34 años
El pasado viernes 30 de enero, “Conexión Samanta” estrenó su primer especial
(“Bebés Reborn”) con un destacado 8,7% de share y 1.644.000 espectadores, convirtiéndose
en el programa más visto de Cuatro del día e imponiéndose en su franja en casi 1 punto a La
Sexta (7,8% y 1.478.000).
El programa alcanzó un 11,3% en target comercial, registro que creció hasta el 13,3% de share
entre los espectadores de 13 a 24 años y al 18,6% entre el público de 25 a 34 años,
convirtiéndose en líder absoluto en ese target y esa franja horaria.
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