Descargar el archivo PDF

Anuncio
Volume 2, Number 1
Hipatia Press
www.hipatiapress.com
h
Editorial…………………………………………………………………………. 1
.
Samudaripen, el Genocidio Gitano: ¿Volveremos a Repetir la
Historia?– Tatiana Santos, Fernando Macías, Jerusalén Amador, David
Cortés………………………………..………………….……………….………. 2
La heurística del antisemitismo contemporáneo – Xavier Torrens…. 30
Los servicios de inteligencia ante el Holocausto: entre la ética y las
razones de estado – Xavier Boltaina.………………………..…............... 56
El diálogo interreligioso como herramienta para desactivar el prejuicio
racista– Ana Burgués, Josep Lluís Condom, José Antonio Rodríguez,
Rosa Maria Valls.…….……………………………...................................... 88
Book Review: L’antisémitisme expliqué aux jeunes
[El antisemitismo explicado a los jóvenes]– Miguel Ángel Pulido…. 112
Instructions for authors, subscriptions and further details:
http://recei.hipatiapress.com
Editorial
Lena de Botton1, Fidel Molina2,
1) Universitat de Barcelona. Spain
2) Universidad de Lleida. Spain
Date of publication: April 1st, 2016
Edition period: April 2016- October 2016
To cite this article: Molina, F.; de Botton, L. (2016). Editorial: En Memoria.
Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1), 1. doi:
10.17583/recei.2016.1918
To link this article: http://dx.doi.org/10.17583/recei.2016.1918
PLEASE SCROLL DOWN FOR ARTICLE
The terms and conditions of use are related to the Open Journal System and
to Creative Commons Attribution License (CC-BY).
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies Vol. 2 No. 1 April
2016 pp. 1
Editorial. En Memoria
Lena de Botton
Universitat de Barcelona
Fidel Molina
Universitat de Lleida
C
on este número especial, la revista RECEI ha querido dedicarlo a la
reflexión sobre las consecuencias del discurso y actos de odio. Se
trata de una amenaza presente en nuestros días y que ya en pleno
siglo XX llevó a consecuencias dramáticas para Europa como nos recuerda
la historia.
Preservar la memoria histórica se revela fundamental. Y en este marco
la educación juega un papel clave para desvelar sombras en el conocimiento
y especialmente para favorecer la desactivación del prejuicio. Los artículos
que aquí se presentan nos interpelan de nuevo hoy al señalarnos que el
holocausto (la Shoah para el pueblo judío; el Samudaripen para la
comunidad gitana) no hubiera tenido lugar sin la colaboración silenciosa de
numerosas personas bajo el influjo del prejuicio y del discurso del odio. El
silencio, la indiferencia, la complicidad e incluso el apoyo a título particular
así como de gobiernos e instituciones – entre ellos el propio estado español
– posibilitaron que el régimen nazi pudiera llevar a cabo el expolio, la
humillación, discriminación y asesinato de millones de Europeos.
Hoy, sin embargo, la sombra del racismo y antisemitismo no ha
desaparecido y adquiere nueva forma. Así, el presente número especial de
la revista ha querido rendir homenaje a todas aquellas víctimas del
holocausto pero sobretodo contribuir a la reflexión sobre la capacidad de
reflexión y acción que las personas tenemos para combatir hoy dicha
amenaza.
2016 Hipatia Press
ISSN: 2014-900X
DOI: 10.17583/recei.2016.1918
Instructions for authors, subscriptions and further details:
http://recei.hipatiapress.com
Samudaripen, el Genocidio Gitano: ¿Volveremos a Repetir la
Historia?
Tatiana Santos1, Fernando Macías2, Jerusalén Amador2, David
Cortés2
1) Universitat de Girona, Spain
2) Universitat de Barcelona, Spain
Date of publication: April 1st, 2016
Edition period: April 2016- October 2016
To cite this article: Santos, T., Macías, F., Amador, J., Cortés, D. (2016).
Samudaripen, el Genocidio Gitano: ¿Volveremos a Repetir la Historia?.
Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1), 2- 29. doi:
10.17583/recei.2016.1897
To link this article: http://dx.doi.org/10.17583/recei.2016.1897
PLEASE SCROLL DOWN FOR ARTICLE
The terms and conditions of use are related to the Open Journal System and
to Creative Commons Attribution License (CC-BY).
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies Vol. 2 No. 1 April
2016 pp. 2- 29
Samudaripen, the Roma
Genocide: Will We Repeat the
History?
Tatiana Santos
Universitat de Girona
Fernando Macías
Universitat de Barcelona
Jerusalén Amador
Universitat de Girona
David Cortés
Universitat de Barcelona
Abstract
In order to visualize the victims of the Romani Holocaust, this article presents,
through the review of the scientific literature, the historical facts that show the
Samudaripen: the mass killing of the Roma people by Nazi regime. To do this, this
paper reflects on the anti-Gypsyism at present and analyzes the persecutions
suffered by the Roma population before the war as an element that prepared the
ground for the Samudaripen. In this sense, it is noted that the Holocaust would have
not been viable without the cooperation of the entire European society. Likewise,
the contributions from Social Sciences that are overcoming racism are analyzed in
this paper, as tools change for the Samudaripen never happens again.
Keywords: Samudaripen, Porrajmos, Roma people, Nazism, anti-Gypsyism,
2016 Hipatia Press
ISSN: 2014-900
DOI: 10.17583/recei.2016.1897
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies Vol. 2 No. 1 April
2016 pp. 2- 29
Samudaripen, el Genocidio
Gitano: ¿Volveremos a Repetir
la Historia?
Tatiana Santos
Universitat de Girona
Fernando Macías
Universitat de Barcelona
Jerusalén Amador
Universitat de Girona
David Cortés
Universitat de Barcelona
Resumen
Con el objetivo visibilizar a las víctimas gitanas del holocausto, el presente artículo
recapitula, a través de la revisión de la literatura científica, los hechos históricos
que evidencian el Samudaripen: la "gran matanza" del pueblo Gitano a manos del
régimen Nazi. Para ello, este artículo reflexiona sobre el anti-Gitanismo en la
actualidad y analiza las persecuciones que ha sufrido el pueblo Gitano antes de la
guerra como elemento que preparó el camino hacía el Samudaripen. En este sentido,
se constata que el Holocausto no hubiera sido viable sin la colaboración de toda la
sociedad Europea. Igualmente, analizamos las aportaciones de las Ciencias Sociales
que están contribuyendo a la superación del racismo, como herramientas de cambio
para que el Samudaripen no vuelva a repetirse.
Palabras clave: Samudaripen, Porrajmos, pueblo Gitano, Nazismo,
anti-Gitanismo
2016 Hipatia Press
ISSN: 2014-900
DOI: 10.17583/recei.2016.1897
4
Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen
A
70 años del Holocausto, Europa sigue inmersa en continuos
episodios de racismo y Xenofobia. Según un informe de
Amnesty Internacional (2011), en los últimos años ha habido
en España un incremento de las denuncias por ataques racistas contra
personas de minorías étnicas y extrajeras, así como un aumento del
anti-Gitanismo, el antisemitismo y la Islamofobia en toda Europa.
Como resultado de esta realidad social, el apoyo a los partidos
políticos xenófobos de ultra derecha y las propuestas de implementar
políticas de fondo racista y segregador también están creciendo en
todo el continente. Tal es este auge que en algunos países como
Hungría y Grecia este tipo de partidos ha conseguido incluso tener
representación parlamentaria.
Este panorama incide directamente en la situación del pueblo
Gitano. En Hungría, cuya población gitana estimada oscila entre un
8% y un 10% de la población total del país (Council of Europe,
2012), el partido político "Movimiento por una Hungría mejor"1, con
representación parlamentaria nacional y europea, y que ha propuesto
la elaboración de listas de control de personas judías por motivos de
seguridad nacional, sostiene su popularidad gracias al ataque
constante contra las personas gitanas. Este partido se alimenta del
anti-Gitanismo que tan profundamente se ha arraigado en una parte de
la población húngara. Ante este panorama, es urgente recordar las
consecuencias del anti-Gitanismo en el pasado. El Samudaripen,
neologismo romaní (lengua del pueblo Gitano) que hace referencia al
genocidio especifico que sufrió la comunidad gitana durante el
Holocausto Nazi2, es una de las consecuencias más devastadoras que
ha habido nunca como consecuencia directa del anti-Gitanismo. En
este sentido, este artículo, a través de la revisión de la literatura
científica, pretende recapitular los hechos históricos del Samudaripen
y sus antecedentes. Para ello, en el primer apartado se lleva a cabo una
revisión de la situación del anti-Gitanismo en la actualidad. En los dos
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 5
apartados siguientes se examinan los principales hechos históricos que
marcaron el Samudaripen, así como sus antecedentes. Finalmente,
este artículo examina las principales contribuciones teóricas que desde
las Ciencias Sociales están aportando un conocimiento válido y eficaz
para la superación del anti-Gitanismo.
El Anti-Gitanismo en la Actualidad
Durante la Segunda Guerra Mundial, entre el 25% y el 30% de toda la
población gitana europea fue asesinada por el régimen Nazi (European
Commission, 2012). El racismo que impregnaba la sociedad europea
antes de este período histórico y que se dirigía específicamente en
contra de la comunidad gitana creó las condiciones idóneas para
favorecer tal genocidio (Torrens, 2006). De hecho, mucho antes de la
Segunda Guerra Mundial, la persecución y asesinato, así como otras
torturas y acciones violentas contra las personas gitanas, eran
prácticas comunes y “normalizadas” en muchos territorios de Europa
(Arayici, 1998; Hancock, 1987; 1997; 2002; San Román, 1999;
Liégeois, 1987). En la actualidad, los mismos discursos de odio, las
mismas actitudes de rechazo a las personas gitanas y las mismas
políticas de exclusión llevadas a cabo en este pasado reciente, vuelven
a repetirse en la sociedad Europea.
Desde la caída del comunismo y la emergencia de la violencia
contra el pueblo Gitano, principalmente desde los países del este y
centro-Europa, la Unión Europea (UE) y otras organizaciones
relacionadas con la lucha por los derechos humanos abrazaron la
causa del pueblo Gitano creando políticas para la protección e
inclusión de esta comunidad (van Baar, 2011). En este sentido, el
reconocimiento del pueblo Gitano como una minoría de Europa por
parte del Parlamento Europeo (Aiello, Mondejar, & Pulido, 2013), ha
servido como una herramienta clave para el empoderamiento,
6
Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen
inclusión y acceso a la justicia y servicios públicos de este pueblo
(van Baar, 2011).
A pesar de ello, el racismo dirigido al pueblo Gitano sigue
manifestándose tanto a nivel estructural, a través del discurso de odio
fomentado principalmente por partidos políticos y medios de
comunicación, como desde la agencia humana, por medio de las
interacciones cotidianas de poder, que se concretan en el rechazo y
ataques violentos a miembros de esta comunidad (Serradell & Munté,
2010). El mismo concepto de anti-Gitanismo implica la relación entre
diferentes tipos de racismo, convergiéndolo en una ideología que se
manifiesta a través de la violencia, discurso de odio, explotación y
discriminación (Nicolae, 2006).
Así, el racismo biológico, la base teórica de los discursos y
prácticas racistas llevadas a cabo por el régimen Nazi, a pesar de
antiguo, sigue vigente en los ataques hacia el pueblo Gitano, y se
manifiesta en su sistemática deshumanización, elemento crucial del
anti-Gitanismo (Flecha, 2001; Nicolae, 2006). Las diferentes
representaciones, positivas o negativas, sobre el pueblo Gitano y sus
características socialmente construidas, están mayoritariamente
relacionadas al mundo animal, lo que revela una escala de valores en
la cual el pueblo Gitano es situado por debajo de la persona humana,
justificando así todo tipo de desigualdad y trato deshumano hacía esta
comunidad (Nicolae, 2006; Flecha, 2001). Ejemplo de ello son los
pogromos3 llevados a cabo en los años 90 en Rumania, en los cuales
los medios de comunicación locales y los ciudadanos que daban su
opinión presentaban a las personas gitanas como una especie
subhumana (Nicolae, 2006).
El anti-Gitanismo también implica otros tipos de racismo no
centralizado en los aspectos biológicos, sino en los culturales. Se
considera que este tipo de racismo se sostiene sobre la llamada
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 7
"preferencia natural" por algunos grupos culturales (Barker, 1981;
Flecha, 2001; Taguieff, 2001), justificando de este modo la exclusión
de otros. En esta línea, el racismo postmoderno considera que no hay
razas o etnias superiores o inferiores sino diferentes, enfatizando en
este punto que tal diferencia imposibilita el diálogo, la convivencia y
las condiciones de vida igualitarias, y etnificando las desigualdades
sociales, ya que las explica como algo propio de cada etnia y no como
el resultado de un proceso de discriminación o exclusión social
(Flecha, 2001). Un ejemplo de la manifestación del anti-Gitanismo
bajo este tipo de racismo son las declaraciones del Ministro de Interior
Francés, Manuel Valls. Éste, al ser cuestionado por el fracaso de las
políticas de integración del pueblo Gitano en Francia, argumentó que
estas poblaciones tienen modos de vida extremadamente diferentes a
los occidentales, justificando así su situación social como
consecuencia de su cultural (Mora, 2013).
La ideología del anti-Gitanismo en la actualidad sostiene y justifica
políticas de estado con fundamentos racistas en diversos países
europeos (van Baar, 2011), que cuentan a su vez con una amplia
aprobación por parte de la población de los países en las que éstas se
aplican. Ejemplo de ello son las políticas que todavía hoy sostienen
las expulsiones a gran escala de personas gitanas, que además han
aumentado como consecuencia de la crisis económica mundial
En Italia, sólo en la ciudad de Roma se habían producido 71
desalojos de campamentos de familias gitanas hasta octubre de 2015
(Monzón, 2015). Desde Reino Unido, el primer ministro David
Cameron exigió a Europa medidas de regulación del pueblo gitano,
bajo la generalización de "inmigrantes", sugiriendo así limitarles el
derecho a ayudas sociales y al desempleo, tal y como se aplica a las
personas inmigradas (Amnesty International, 2014).
8
Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen
En Francia, el debate y las acciones en torno a las expulsiones de la
población gitana y la limitación de su derecho de libre circulación
como ciudadanos europeos es aún más flagrante. Dando continuidad a
las acciones del gobierno de Sarkozy, el ejecutivo socialista francés
sigue derribando campamentos gitanos sin proveerles de lugares
alternativos para su realojo.
Una vez más, la justificación de la exclusión del pueblo Gitano se
basa en asociarles a un problema de seguridad pública, ilegalidad y
nomadismo, lo que crea las condiciones para que se dé un estado de
excepción que justifica intervenciones públicas inusuales (Costi,
2010; Nacu, 2012; Woodcock, 2010). En este sentido, la Comisión
Europea afirmó en septiembre de 2010 que las medidas tomadas por el
gobierno de Sarkozy violaban las normas europeas de igualdad entre
los pueblos y la directiva de libre circulación de la UE (van Baar,
2011).
En estos ejemplos se pueden observar los principios del racismo
postmoderno, según el cual grupos de diferentes etnias no pueden
vivir juntos en el mismo territorio, siendo imposible el diálogo y la
creación conjunta de normas de convivencia (Flecha, 2001). Además,
todo ello nos permite constatar que los prejuicios y estereotipos hacía
la comunidad gitana todavía no han desaparecido, y que el racismo y
exclusión perpetrados hacía esta comunidad aún están muy presentes
en la sociedad europea. En este sentido, varias son las cuestiones que
emergen para poder entender y enmarcar la situación actual. ¿Qué
relación guardan tales hechos con el Samudaripen? ¿Estamos
repitiendo la historia? En los próximos apartados recordaremos los
hechos históricos que marcaron el exterminio del pueblo Gitano en
Europa durante la Segunda Guerra Mundial, así como otros
acontecimientos previos que desgraciadamente resultaron claves para
que el Samudaripen se produjera.
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 9
Samudaripen, el Genocidio Gitano
La Segunda Guerra Mundial, así como el Holocausto y todos y cada
uno de los detalles que giran en torno a este episodio histórico, son de
una innegable relevancia histórica. De hecho, son numerosos los
trabajos académicos y no académicos que empezaron a tratar esta
cuestión pocos años después de terminar la guerra. Sin embargo, no
fue hasta finales del siglo XX cuando emergieron los primeros
trabajos que abordaban el Samudaripen durante la Segunda Guerra
Mundial, dando así visibilidad a la persecución y asesinato especifico
de personas gitanas durante ese periodo de la historia (Hancock, 1999;
2007).
Gracias a activistas e investigadores comprometidos con la
superación de las desigualdades que padece el pueblo Gitano se
empezaron a conocer datos específicos y características particulares
del Samudaripen, como por ejemplo el hecho de que el pueblo Gitano
y el pueblo Judío fueron los dos únicos grupos exterminados por
motivos raciales durante la “Solución Final”.
Yo interpreto la palabra holocausto refiriéndose a la aplicación de la
directiva “Solución Final”, a saber, acción genocida que pretende erradicar
poblaciones enteras, desde la esfera de influencia del Tercer Reich. Sólo
había dos de tales directivas: la “Solución Final” de la cuestión judía y la
“Solución Final” de la cuestión gitana. (Hancock, 2007, n.d)
A inicios del régimen Nazi, el pueblo Gitano era considerado ario
(puro), igual que los alemanes, ya que provenían de la India, y dada su
exclusión social, se creía que su genética seguía casi intacta y no
mezclada con la de otros pueblos (Ajuntament de Barcelona, 2006). A
posteriori, la clasificación de los grupos arios pasó a considerar
aspectos socioeconómicos y raciales, lo que permitió identificar al
pueblo Gitano como una raza inferior. El cambio se sostenía en el
nivel socioeconómico de las personas gitanas y en el argumento de
10 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen
que la mayoría del pueblo Gitano había perdido su pureza original.
Este giro fue el motivo por el cual el Nazismo declaró conveniente
perseguir al 90% de la población gitana, ya que según el régimen el
10% restante era puro y “merecía seguir viviendo” (Ajuntament de
Barcelona, 2006). A pesar de esta aparente distinción, en los campos
de concentración nunca hubo ningún tipo de diferenciación.
Fue publicado el 8 de diciembre de 1938, con el título "La lucha contra la
plaga gitana" La experiencia adquirida en la lucha contra la plaga gitana y
del conocimiento derivado de la investigación biológica habían demostrado
que el método adecuado para atacar el problema gitano sería tratarla como
una cuestión de raza. Esto probaría ser necesario encontrar una solución
definitiva del problema gitano, tratar por separado a gitanos puros y parte
gitanos mestizos. (Hancock, 2007, n.d.)
Envueltos en este discurso racista, entre el 12 y el 18 de junio de
1938 se instauró la "Semana de la Limpieza Gitana" (“Zigeuneraufräumungswoche”, también llamada “Aktion Arbeitschau Reich” y
“Bettlerwoche”). Durante esa semana se endureció la persecución de
personas gitanas, así como el envío de miembros de esta comunidad a
campos de concentración. Esto, igual que la “Kristallnacht” para el
pueblo judío en ese mismo año, significó el principio del fin
(Hancock, 2013). Este momento se considera la cuenta atrás hasta la
aparición de los primeros documentos Nazis que mencionarían la
necesidad de una “Solución Final” para el "problema" Gitano.
En junio de 1938, "La semana de la Limpieza Gitana" supuso el
apaleamiento y detención de cientos de personas gitanas en Alemania
y Austria. En marzo de 1938, se elaboró el primer documento que
hacía referencia a la "introducción de la solución total al problema
gitano tanto a nivel nacional como internacional" bajo la dirección del
Secretario de Estado Hans Pfundtner del Ministerio del Interior del
régimen Nazi. En este contexto, los primeros documentos del régimen
que mencionan la “Solución Final de la cuestión gitana” ("die
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 11
endgültige Lösung der Zigeunerfrage") se emiten el 24 de marzo y 8
de diciembre de 1938, ambos firmados por Heinrich Himmler, quien
en ese momento era el comandante en jefe (Reichsführer-SS) de las
Schutzstaffel, las SS (Hancock, 1999).
En 1939, año en el que empieza la Segunda Guerra Mundial, el
partido Nazi declaró que el objetivo de las políticas de Estado debería
ser la separación racial definitiva de toda la "raza" gitana de la nación
Alemana. En este mismo año se declaró que las personas romaníes
deberían ser consideradas como enfermas hereditarias, por lo cual se
decretaba que la única solución a este "problema" era su eliminación
definitiva.
La orden de regulación del 1 de marzo de 1939 “demostró” la
naturaleza racial de este problema más claramente, y en ella se declara
que el objetivo de las medidas adoptadas por el Estado debía ser la
separación racial de la raza gitana (Zigeuner Tum) del resto de la
nación alemana (Volkstum), para luego prevenir y prohibir la mezcla
racial y seguidamente la regulación de las condiciones de vida de la
población gitana considerada racialmente pura (Ehmann & Haus,
2008).
A partir de estas declaraciones públicas desde la estructura política
vigente, el Tercer Reich establece que los grupos perseguidos, tales
como la comunidad gitana, deberían utilizar insignias identificativas
en su ropa, que en el caso del pueblo Gitano fue inicialmente un
triángulo negro (igual que para personas sin techo, enfermos mentales,
alcohólicos y adictos a drogas, entre otros), y posteriormente un
triángulo marrón, exclusivo para personas gitanas (Smith, 1999). Esta
medida ha sido considerada por algunos autores como un paso claro
hacia la “Solución Final” (Hancock, 1999), ya que fue una estrategia
clara para diferenciar y disociar a las personas perseguidas y así crear
las condiciones idóneas para eliminarlas a posteriori, algo que se llevó
12 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen
a cabo sin mayores resistencias por parte del resto de la población
(Torrens, 2006).
Así, en este período las personas gitanas fueron excluidas de todos
los espacios públicos y las actividades sociales. Fueron expulsadas de
las escuelas, de sus trabajos, de sus casas, de los parques y calles, etc.
(Smith, 1999) y fueron llevadas más tarde a los campos de
concentración y exterminio, donde sufrieron todo tipo de torturas y
prácticas atroces (Ajuntament de Barcelona, 2006). Una de estas
prácticas fueron los experimentos médicos, para los que las personas
gitanas fueron muy frecuentemente utilizadas. En enero de 1940, 250
niños y niñas gitanos fueron utilizados como cobayas para
experimentar la eficacia del cristal de cianuro, que posteriormente
sería utilizado en las cámaras de gas de Auschwitz-Birkenau para el
exterminio de personas gitanas (Hancock, 1999), así como de otros
colectivos exterminados.
Años más tarde fueron emitidas órdenes de deportación en masa de
personas gitanas a campos de concentración siguiendo las directiva de
Himmler de 16 de diciembre de 1942, lo que supuso que en 1945
entre medio millón y 1,5 millones de gitanos y gitanas, más de la
mitad de la población gitana total que vivía en Europa, habían sido
exterminadas bajo el Samudaripen (Hancock, 1999).
Otra práctica llevada a cabo por el régimen Nazi contra el pueblo
Gitano fue la esterilización forzosa. El objetivo era que este pueblo no
transmitiera su supuesta "enfermedad hereditaria". Un ejemplo de ello
es el caso de Joseph, un niño gitano de apenas 12 años que, mientras
se encontraba en la escuela, fue llevado a un hospital por la supuesta
necesidad de hacer una cirugía urgente, aunque en realidad no
estuviera enfermo; la intervención en cuestión era su esterilización
(ERRC, 2015).
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 13
Tal práctica siguió y sigue vigente en Europa, basada en los
mismos argumentos racistas del pasado. Como parte de la política
dedicada a reducir el “elevado e insalubre” índice de natalidad de la
población gitana, el gobierno de la República Checa esterilizó a
mujeres gitanas de manera sistemática entre los años 70 y 90. Un
mínimo de 100 mujeres fue víctima de esta política. En Eslovaquia,
mujeres romaníes alegan haber sido esterilizadas sin su
consentimiento, motivo por el cual hay demandas abiertas en los
tribunales eslovacos. En el año 2003 se encontraron también casos de
esterilización forzada de mujeres gitanas en Hungría (ERRC, 2011).
Como resultado del Samudaripen, de las 20.000 personas gitanas
asentadas en Alemania en 1939, el 75% habían sido asesinadas para
1945. En Austria, más de la mitad de las 11.200 personas gitanas que
vivían en el país fueron exterminadas. En Polonia, 35.000 gitanos y
gitanas ejecutados de un total de 50.000. Casi la totalidad de la
población gitana fue eliminada en Croacia, Estonia, los Países Bajos,
Lituania y Luxemburgo (Hancock, 2001). En resumen, se estima que
el número total de víctimas está entre 220.000 y 500.000 personas
gitanas durante el Samudaripen (Torrens, 2006), llegando a existir
estimaciones que hablan de más de 1 millón y medio de personas
gitanas asesinadas (Ajuntament de Barcelona, 2006). Estos números
dan sin lugar a dudas una dimensión clara de la magnitud del
genocidio Gitano durante la Segunda Guerra Mundial.
La Persecución del Pueblo Gitano Antes de la Segunda Guerra
Mundial. Así se Preparó el Terreno
El anti-Gitanismo que se manifestó durante el Samudaripen y que
sigue muy presente en nuestros días, no es un fenómeno reciente que
apareció en aquel terrible momento de la historia. El racismo y los
prejuicios contra la población Gitana existen desde la llegada de este
14 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen
pueblo a Europa en el siglo XIV (Ajuntament de Barcelona, 2006;
Fraser, 1995).
A pesar de que durante los primeros años desde su llegada al
continente el pueblo Gitano fue generalmente bien aceptado por el
resto de la sociedad, especialmente por sus habilidades en el manejo
de los caballos y la artesanía, no tardaron en aparecer los prejuicios y
persecuciones contra esta comunidad. Por sus rasgos físicos, su lengua
y sus costumbres propias, el pueblo Gitano rápidamente fue ubicado al
margen de la sociedad. Ello impidió que pudieran asentarse o reclamar
un espacio físico propio, lo que les llevó a continuar viajando por los
campos (Miller, 2014). Aun así, su idioma (la lengua Romaní),
apariencia y costumbres los diferenciaban claramente de los Gadges,
palabra romaní para referirse a las personas no gitanas. Ellos no
podían reclamar ninguna tierra en Europa; simplemente viajaban por
el campo, y no conseguían pertenecer a ninguna patria, ni mucho
menos constituir o reclamar una (Miller, 2014).
A partir de entonces, el pueblo Gitano empezó a ser sometido a
diversas formas de persecución, que variaron desde decretos
punitivos, esclavitud y pogromos, entre otros. Tal y como está
sucediendo en la Europa actual, el miedo y la sospecha luego se
transformaron en hostilidad hacia el pueblo Gitano, expresados por
leyes represivas y órdenes de expulsión. Así, en algunas zonas se
permitían los azotes y se marcaba a fuego a las mujeres gitanas; o bien
se llevaban niños y niñas gitanos para estar de forma permanente en
hogares no-gitanos, separándolos así de sus familias. Con el aval de
las autoridades, se indultaron todo tipo de delitos contra personas
gitanas, tales como ahogamientos, asesinatos en masa o la obligación
a realizar trabajos forzosos (Miller, 2014).
En países como Hungría, España y Rumania se institucionalizó la
esclavitud del pueblo Gitano, y en concreto en Rumania, donde la
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 15
esclavitud duró cerca de 550 años acabando en el año 1864, tanto la
nobleza como la Iglesia Ortodoxa Rumana poseían esclavos gitanos
(Miller, 2014).
Específicamente en la Alemania del siglo XVIII se celebraba “la
caza de los gitanos", ocasión en la cual se mataba a personas gitanas
en auténticas cacerías humanas, y lo que se ha considerado como el
preludio de lo que luego fue el Samudaripen y la "Semana de la
limpieza Gitana". Estas "cazas" se dieron en repetidas ocasiones
amparadas por la orden de exterminio de personas gitanas, expedida
en 1721 por el Emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico
Carlos VI, y según la cual no era ilegal matar a una persona gitana.
En algunas partes de Europa, matar a un Rom era legal. A principios de
Alemania del siglo XVIII, los alemanes celebraban "la caza de gitanos"
durante la cual se rastreaba y mataba a los romaníes. A veces, se
establecían los incendios forestales para expulsarlos de su escondite,
obligándolos a enfrentarse ya sea a la muerte por el fuego o la muerte en
manos de sus cazadores. (Miller, 2014, n.d.)
Siguiendo en Alemania, en 1890 se confirió a las autoridades
militares poder para regular los movimientos del pueblo Gitano en una
conferencia titulada Zigeunerschnitzel (escoria Gitana). A partir de
esta conferencia se desplegaron diversas medidas con el fin de
controlar a esta comunidad. Ello se ilustra en las siguientes
situaciones: en 1899 se creó la Oficina Central de Lucha contra
Molestias gitana; en 1905 se publicó un manual que contenía los
reglamentos necesarios para la "eliminación de la plaga gitana” por
parte de la Oficina de Seguridad de Baviera entre 1816 y 1903
(Ehmann & Haus, 2008); en 1909 se recomendó que los gitanos
fueran marcados para que se les pudiera identificar; a lo largo de la
década de 1920 se controló la presencia gitana en territorio alemán a
través de fotografías y huellas digitales. Asimismo, en 1927 se
construyeron campamentos especiales para encarcelar a personas
16 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen
gitanas, y a través de los cuales se podía las podía poner bajo
vigilancia policial (Smith, 1999).
La práctica de la esterilización de las personas gitanas también
existió antes de la Segunda Guerra Mundial. La noción de "vidas
indignas de ser vividas" fue introducida por Karl Binding y Alfred
Hoche en 1920, concepto más tarde incorporado por las teorías
raciales Nazis. En base a esta idea, en 1930 se hizo una
recomendación de esterilizar a todos los gitanos, legalizando la
esterilización eugenésica tres años más tarde (Smith, 1999).
(...) El gabinete de Hitler aprobó una ley en contra de la propagación de "
vidas indignas de ser vividas" llamada "Ley para la Prevención de
enfermedades hereditariamente trasmitidas" Debido a que los nazis
consideraban que los romaníes no eran dignos de la vida, debían ser
esterilizados junto con cualquier persona con enfermedades "determinadas
genéticamente", tales como la esquizofrenia, enfermedad maniacodepresivo, y la sordera. (Miller, 2014, n.d.)
Así, cuando el Tercer Reich asumió el poder en 1933 solo tuvo que
dar continuidad a las persecuciones ya existentes. En el año 1934,
gitanos y gitanas fueron enviados a campos de concentración como
Dachau, Dieselstrasse, y Sachsenhausen, y en 1935, la Ley de
Nuremberg para la Protección de la Sangre y Honor, afectó
especialmente a las personas gitanas, ya que permitió la realización de
experimentos científicos para demostrar que las personas gitanas
tenían la sangre y la estructura biológica diferentes a la de las
personas arias. Esta ley avaló las prácticas y pensamientos racistas
contra el pueblo Gitano, tal como se evidencia en el siguiente
comentario realizado por un jefe de la policía Alemana de la época:
Los gitanos, como un elemento extranjero, nunca se convertirán en
miembros de pleno derecho de la población de acogida. Podría valer la
pena considerar incluir tales gitanos (ya que no están dispuestos a cumplir y
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 17
trabajar) como aquellas personas afectadas por la ley de esterilización.
(Ehmann & Haus, 2008, n.d.)
Lo arriba expuesto muestra claramente como el terreno ya había
sido preparado para el Samudaripen mucho antes de la Segunda
Guerra Mundial. Las semillas del racismo ya habían sido labradas y
alimentadas durante siglos de persecución y violencia contra el pueblo
Gitano, mucho antes de que el Nazismo se alzara con el poder y
perpetrara el exterminio de este pueblo.
Pasado, Presente y Futuro: la Responsabilidad de la Ciudadanía
En la actualidad se considera que, aunque el Tercer Reich fuera el
principal protagonista del Holocausto, éste no hubiera sido posible sin
la complicidad y la participación activa o pasiva de toda la sociedad
Europea (Wieviorka, 2003). La política de exterminio Nazi no hubiera
sido viable si no hubiera contado con la participación de la ciudadanía
Europea en las denuncias, persecuciones a las víctimas y apoyo a las
intervenciones institucionales, realizadas en connivencia por el
régimen Nazi y otros gobiernos de países implicados. Por ejemplo
Francia, que empezó el proceso de control de la población Judía antes
de que Alemania la ocupara, y en el que la ciudadanía francesa
participó activamente, entregando a vecinos y vecinas judíos al
régimen (Torrens, 2006). En el caso de la población gitana, tal como
hemos explicado en el apartado anterior, las denuncias por parte de la
ciudadanía local fueron una constante antes y durante el Samudaripen.
Aunque no toda la ciudadanía europea haya optado por participar
activamente en ello, y teniendo en cuenta que el régimen Nazi era
totalitario y asesinaba a sus opositores, también la omisión, el silencio
o la indiferencia frente a las barbaries cometidas fue una forma de
permitirlas (Jewish Virtual Library, 2016). Un contraejemplo nos
muestra cómo también era posible romper el silencio y posicionarse
en favor de las víctimas en pleno Nazismo. El 24 de agosto de 1941
18 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen
Hitler suprimió de manera oficial el programa de exterminio de
personas con enfermedades mentales gracias a las quejas y demandas
de pastores protestantes y curas católicos (Torrens, 2006).
Los métodos utilizados en el Tercer Reich para ganar complicidad
y contar con la participación de la ciudadanía local en el genocidio de
las víctimas del Holocausto son ampliamente conocidos. Para evitar
reacciones como las protestas del ejemplo anterior y otras formas de
resistencia a la implementación de las políticas de exterminio, el
régimen Nazi hizo uso de propaganda, adoctrinamiento y también del
desarrollo de un proceso gradual de deshumanización de las víctimas
para poder llevar a cabo el exterminio de las mismas en el momento
más conveniente (Torrens, 2006).
Igualmente, otro elemento crucial que generó la complicidad de la
sociedad europea en la participación del Holocausto fue el racismo
profundo que ya calaba en la población antes del Tercer Reich, como
consecuencia de años de persecuciones, expulsiones, leyes de
exclusión y violencia en toda Europa El anti-Gitanismo que ya estaba
presente en la sociedad europea antes de la Segunda Guerra Mundial
funcionó pues como un elemento catalizador del genocidio del pueblo
Gitano, en la medida en que creó un ambiente social de aprobación y
consentimiento de los planes Nazis para el exterminio.
Este aspecto pone pues en evidencia la responsabilidad actual de la
ciudadanía en los procesos de estigmatización racista que todavía hoy
sufren las personas gitanas a lo largo de todo el continente. En este
sentido, se debe tener especialmente en cuenta las posibles
consecuencias del anti-Gitanismo hoy en día, especialmente si sigue
prevaleciendo la omisión y el consentimiento frente las agresiones y la
vulneración de los derechos fundamentales de la comunidad gitana.
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 19
El Papel del Diálogo y de las Interacciones en la Superación del
Anti-Gitanismo
Si la ciudadanía compartió la responsabilidad del Samudaripen y
comparte la responsabilidad del actual anti-Gitanismo que asola
Europa, ¿cómo podemos entonces cambiar este panorama? ¿Cómo
puede transformarse el racismo profundo que nunca dejó de existir y
alimenta el crecimiento de partidos xenófobos en la actualidad? ¿Qué
conocimientos científicos aportan herramientas válidas que pueden
promover este cambio?
El giro dialógico que están dando las Ciencias Sociales
contemporáneas ofrece respuestas a tales cuestiones, en la medida de
que centra los intereses de investigación en los avances y cambios
sociales, donde el diálogo ocupa un lugar cada vez más importante.
Autores como Habermas (1987) y la teoría de la acción comunicativa
o Touraine (1993) plantean este cambio de la sociedad actual en el
que el dialogo y el consenso son centrales en las relaciones sociales.
De acuerdo con esta perspectiva, crear las condiciones para que el
Samudaripen no vuelva a existir, reforzando la convivencia entre
personas de diferentes culturas y etnias en una Europa plural, es una
realidad posible. Tales condiciones deben ser continuamente
consensuadas entre las personas a través del diálogo, ya que en la
actual sociedad del riesgo (Beck, 2008) las relaciones sociales no
están predeterminadas, y la búsqueda del consenso implica excluir del
proceso la imposición y la violencia.
El diálogo penetra cada día más en las relaciones y actos comunicativos de
los individuos, grupos e instituciones, convirtiéndose en su eje vertebrador.
Sin una perspectiva dialógica, no puede explicarse la evolución hacia
mayores niveles de democracia en todo el mundo. (Serradell & Munté,
2010, p.347)
20 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen
La perspectiva dialógica propone la Radicalización de la
democracia como elemento de transformación del odio racista, ya que
ella implica la superación de la exclusión debido a la cultura, religión,
lengua o estilo de vida, aplicando lo principios democráticos de forma
radical (Flecha, 2001).
Esta perspectiva también propone la Igualdad de las diferencias
como elemento superador del racismo postmoderno, ya que reconoce
el derecho de todas las personas a ser diferentes, sin excluir la
igualdad de derecho ni la igualdad de oportunidades. Según esta
perspectiva, las actuales expulsiones del pueblo Gitano de países
europeos no pueden tener lugar, ya que la igualdad de diferencia pone
el acento en la igualdad de derechos del pueblo Gitano, priorizando
una posición igualitaria para todas las etnias, grupos e individuos
(Flecha, 2001, p.94).
Por último, la perspectiva dialógica reta a la concepción de
territorio, según la cual éste es la propiedad exclusiva de una patria
con una cultura, lengua, religión y etnia únicas. La idea de Territorio
compartido propone un patriotismo y constitución basados en el
acuerdo, donde el vínculo no se establece por el origen racial sino en
las normas consensuadas por todas las diferentes personas, con el
objetivo de organizar la convivencia (Flecha, 2001). Esta concepción
del territorio compartido está totalmente en consonancia con la
concepción de identidad transterritorial que caracteriza al pueblo
Gitano, un pueblo sin territorio pero unido por una identidad común y
global (Sordé, Flecha & Alexiu, 2013).
En la búsqueda de consenso de manera dialógica entran en juego
las interacciones, que depende de cómo sean pueden fomentar el
racismo o superarlo (Serradell & Munté, 2010). Tal como se pudo
observar en los apartados anteriores, el racismo se reproduce desde la
estructura (como los partidos políticos, medios de comunicación,
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 21
instituciones), y también desde las relaciones cotidianas (mundo de la
vida). La clave en este proceso de reproducción está en el tipo de
interacciones que se dan en ambos contextos. La imposición y el
engaño son característicos de las interacciones de poder, mientras que
la sinceridad y el consenso sin coacciones son características propias
de las interacciones dialógicas. En nuestras sociedades conviven las
interacciones dialógicas y de poder. Podemos entender la democracia
a partir de la concepción de los actos comunicativos, como un
conjunto de relaciones dialógicas entre grupos, instituciones e
individuos en las que predominan los actos comunicativos dialógicos
pero en las que también se dan, en menor medida, actos
comunicativos de poder (Serradell & Munté, 2010).
De esta forma, interacciones racistas que, aun siendo sinceras,
buscan un efecto exclusor, segregador y/o negativo de otras personas,
no son dialógicas, sino de poder. Cuando en una sociedad predominan
las interacciones de poder, ya sean en el mundo de la vida o desde las
estructuras, se refuerzan los estereotipos que recaen sobre los grupos
más vulnerables, como las personas gitanas. Las interacciones de
poder fomentan los discursos racistas y xenófobos (Serradell &
Munté, 2010), y por su naturaleza engañosa y coercitiva prevalecen en
ambientes antidemocráticos como el Tercer Reich. En contrapartida,
cuando predominan las interacciones dialógicas se favorece la
heterogeneidad, se saca mayor beneficio de la diversidad cultural y de
esta forma se reduce el riesgo de reforzar estereotipos, reforzando de
este modo la idea de democracia (Serradell & Munté, 2010).
Por tanto, desde las aportaciones de las Ciencias Sociales ya se
ofrecen herramientas que promueven la superación del racismo en las
relaciones sociales, ya que “cuando el diálogo adquiere mayor
importancia en las relaciones sociales, las posibilidades de combatir
los discursos racistas son mayores”(Serradell & Munté, 2010, p.353).
Está pues en las manos de la ciudadanía de toda Europa hacer
22 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen
prevalecer las interacciones dialógicas en todas las instancias, desde
las instituciones hasta las relaciones más cotidianas, y así crear las
condiciones necesarias para que no volver a permitir un nuevo
Samudaripen en nuestra historia.
Conclusiones
El pueblo Gitano y el pueblo Judío fueron los únicos pueblos
destinados al exterminio por motivos raciales durante el Tercer Reich
(Hancock, 2007). Durante el Samudaripen, genocidio del pueblo
Gitano durante la Segunda Guerra Mundial, el número estimado de
víctimas se calcula entre 220.000 y 500.000 personas gitanas
(Torrens, 2006). Si observamos específicamente el territorio alemán,
se estima que el 75% de la población gitana fue exterminada
(Hancock, 2001). A pesar de la gran importancia histórica del
Samudaripen, el estudio del exterminio especifico de personas gitanas
no ha sido abordado hasta hace relativamente pocos años,
especialmente gracias a activistas e investigadores comprometidos con
los derechos del pueblo Gitano. Esto ha supuesto empezar a dar
visibilidad a un genocidio por muchos años olvidado, y durante el cual
se asesinaron a millares de personas gitanas durante el régimen Nazi.
El anti-Gitanismo, ideología que implica diferentes tipos de
racismo y que se manifiesta a través de la violencia, el discurso de
odio, la explotación y la discriminación del pueblo Gitano (Nicolae,
2006), se manifestó durante el Samudaripen de un modo evidente. Sin
embargo, esta forma de odio específica en contra de la población
Gitana sigue muy presente en nuestros días, demostrando que el
racismo y los prejuicios contra la población Gitana no han
desaparecido nunca. De hecho, este rechazo sistemático se remite a la
misma llegada de este pueblo a Europa en el siglo XIV, encontrando
su máxima expresión centenares de años después durante la Segunda
Guerra Mundial bajo el Samudaripen.
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 23
Cuando el Tercer Reich asumió el poder en 1933 solo tuvo que dar
continuidad a las persecuciones que ya existían: azotes a las mujeres
romaníes, pogromos, esclavitud, leyes de exclusión y asesinato, entre
otros. El terreno ya estaba preparado para este genocidio. El racismo
ya calaba hondo en las personas, expresándose durante años de
persecución y violencia contra el pueblo Gitano, lo que funcionó sin
duda como elemento catalizador para que existiera el Samudaripen, en
la medida que creó un ambiente social de aprobación y
consentimiento hacia los planes nazis.
De esta forma, aunque el Tercer Reich fuera el principal
protagonista del Holocausto, se considera que la política de
exterminio Nazi no hubiera sido viable si no hubiera contado con la
participación de la ciudadanía europea en las denuncias, persecuciones
a las víctimas y apoyo a las intervenciones institucionales del régimen.
Por otro lado, también la omisión, el silencio o la indiferencia frente a
las barbaries cometidas fue una forma de permitirlas. Así, esta lección
del pasado pone de manifiesto la responsabilidad de la ciudadanía en
los procesos de estigmatización racista de las personas antes, durante
y después del Samudaripen.
Frente a las preguntas de cómo desde la ciudadanía se puede
transformar el racismo de fondo para que no vuelva a existir nunca
más un Samudaripen, encontramos la perspectiva dialógica de las
Ciencias Sociales, un conocimiento científico que ya ha aportado
herramientas útiles para promover el cambio social en la lucha contra
el anti-Gitanismo.
Así, la Radicalización de la democracia, la Igualdad de las
diferencias, la idea de Territorio compartido y las interacciones
dialógicas, deben considerarse elementos de transformación del odio
racista, ya que promueven la superación de la exclusión social por
motivos de cultura, religión, lengua o estilo de vida. Igualmente, en lo
24 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen
que se refiere a los actos comunicativos, cuando predominan las
interacciones dialógicas se favorece la heterogeneidad, la diversidad
cultural y la democracia, a la vez que se reduce el riesgo de reforzar
estereotipos. Es por tanto responsabilidad de la ciudadanía de toda
Europa trabajar para que prevalezcan tales interacciones en todos los
ámbitos, desde las instituciones hasta las relaciones más cotidianas,
para así crear las condiciones necesarias que no permitirán un nuevo
Samudaripen en nuestra historia.
Notas
1
En húngaro Jobbik Magyarországért Mozgalom (abreviado comúnmente como Jobbik).
A pesar de que Porrajmos es la palabra más utilizada por gitanos y gadjes (no gitanos) para
referirse al genocidio especifico de personas gitanas por parte del Nazismo, es necesario
destacar que existe un número cada vez mayor de activistas gitanos (especialmente
procedentes de los Balcanes y Europa del este) que prefieren utilizar el término Samudaripen,
un neologismo romaní que significa “Asesinato en masa” o “la gran matanza”. Esto es debido
a que la traducción explicita de Porrajmos en algunos dialectos del Romani significa
“violación”, y no “devoración”, además de tener una fuerte connotación sexual, lo que es
considerado como una gran ofensa cargada de prejuicio. Por ello, y a pesar de que la palabra
Porrajmos sea con mucho la más frecuentemente utilizada, hemos decidido deliberadamente
utilizar para este artículo la palabra Samudaripen, ya que no tiene connotaciones negativas
por ser un neologismo. Debemos destacar que el uso de la palabra Samudaripen también ha
sido criticado, sin embargo no por su significado, sino por su creación lingüística, ya que
como neologismo incumple con algunas de las reglas de la lengua romaní, especialmente
como consecuencia del contacto de dicha lengua con otras lenguas europeas.
3
Según la RAE, saqueo y matanza de gente indefensa, especialmente judíos, llevados a cabo
por una multitud.
2
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 25
Referencias
Aiello, E; Mondejar, E & Pulido. M.A. (2013). Communicative
Methodology of Research and Recognition of the Roma People.
International Review of Qualitative Research, 6 (2), 254-265. doi:
10.1525/irqr.2013.6.2.254
Ajuntament de Barcelona. (2006). Com expliquem l’Holocaust. Guia per a
l’educació sobre la Shoa. Barcelona: Ajuntament de Barcelona.
Regidoria de dona i Drets Civils (CD).
Amnesty International. (2011). Parad el racismo no a las personas.
Retrieved from
http://gestionpolicialdiversidad.org/PDFdocumentos/Parad_el_racism
o_no_a_las_personas.pdf
Amnesty International. (2014). EUROPE: “We ask for justice”: Europe’s
failure to protect Roma from racist violence. Retrieved from
https://www.amnesty.org/en/documents/EUR01/007/2014/en/
Arayici, A. (1998). The Gypsy minority in Europe: Some considerations.
International Social Science Journal, 50, 253–262. doi:
10.1111/1468-2451.00128
Barker, M. (1981). The New Racism: Conservatives and the Ideology of the
Tribe. Open Library: University Publication of America.
Beck, U. (2008). La sociedad del riesgo mundial: en busca de la seguridad
perdida. Barcelona: Paidós.
Council of Europe. (2012). Estimates on Roma population in European
countries. Strasburg: Secretary General of the Council of Europe for
Roma Issues. Retrieved from
http://rm.coe.int/CoERMPublicCommonSearchServices/DisplayDCT
MContent?documentId=0900001680088ea9
26 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen
Costi, N. (2010). The spectre that haunts Italy: The systematic
criminalisation of the Roma and the fears of the Heartland. Romani
Studies, 20(2), 105–136. doi: 10.3828/rs.2010.5
Ehmann, A., & Haus, W. (2008). A short history of the discrimination and
persecution of the European Roma and their fate under Nazi rule.
Retrieved from
http://www.radoc.net/radoc.php?doc=art_e_holocaust_ehmann&lang=
en&articles=true
ERRC. (2011). Coerced Sterilisation of Romani Women. Retrieved from
http://www.errc.org/article/coercive-sterilisation-of-romaniwomen/3843
ERRC (2015). Ten Pictures That Tell Us Human Stories of the Forgotten
Holocaust. Retrieved from http://www.errc.org/article/ten-picturesthat-tell-us-human-stories-of-the-forgotten-holocaust/4390
European Commission. (2012). Useful resources on the Roma Holocaust.
Retrieved from
http://cloud2.snappages.com/ecc3fa83da15cf423fe3aaa342f545fa355b
24f3/Roma Holocaust brochure_FINAL.pdf
Flecha, R. (2001). Racismo moderno y postmoderno en Europa: enfoque
dialógico y pedagogías antirracistas. Reis: Revista Española de
Investigaciones Sociológicas, 94, 79-103.
Fraser, A. (1995). The gypsies. New York: Wiley-Blackwell.
Habermas, J. (1987). Teoria de la Accion Comunicativa. Madrid: Taurus
Ediciones.
Hancock, I. (1987). The pariah syndrome: An account of Gypsy slavery and
prosecution. Ann Arbor, MI: Karoma.
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 27
Hancock, I. (1997). Genocide of the Roma in the Holocaust. In I. Charny
(Ed.), Encyclopedia of genocide (pp. 501- 508). Santa Barbara, CA:
ABC-CLIO.
Hancock, I. (1999). Romani Victims of the Holocaust and Swiss Complicity.
En Roy L. Brooks (Ed.), When Sorry Isn’t Enough: The Controversy
Over Apologies and Reparations for Human Injustice, (pp. 68-76).
New York: NYC Press.
Hancock, I. (2001). Downplaying the Porrajmos: The Trend to Minimize the
Romani Holocaust. Journal of Genocide Research, 3(1), 78-85.
Hancock, I. (2002). We are the Romani people. Hertfordshire: University of
Hertfordshire Press.
Hancock, I. (2007). On the Interpretation of a Word: «Porrajmos» as
Holocaust. In Michael Hayes & Thomas Acton (Eds.), Travellers,
Gypsies, Roma: The Demonisation of Difference (pp. 53-57). New
Castle: Cambridge Scholars Publishing.
Hancock, I. (2013). 1938 and the Porrajmos: A Pivotal Year in Romani
History - Centre for World Dialogue. Retrieved from
http://www.worlddialogue.org/content.php?id=552
Jewish Virtual Library. (2016). The Holocaust. Retrieved from
http://www.jewishvirtuallibrary.org/jsource/holo.html
Liégeois, J. (1987). Gitanos e itinerantes. Madrid: Presencia Gitana.
Miller, S. A. (2014). The Road to Porrajmos, the Gypsy Holocaust.
Geocities. Retrieved from http://www.oocities.org/~patrin/road-toPorrajmos.htm
Mora, M. (2013). El ministro del Interior francés arremete contra los
gitanos. Retrieved from
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/09/24/actualidad/13
80022331_876484.html
28 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen
Monzón, I. (2015). Operación limpieza en Roma: se duplican los desalojos
de campamentos de gitanos en el año jubileo. Informe Raxen. Madrid:
INFORAXEN. Retrieved from
http://www.informeraxen.es/operacion-limpieza-en-roma-se-duplicanlos-desalojos-de-campamentos-de-gitanos-en-el-ano-jubileo/
Nacu, A. (2012). From Silent Marginality to Spotlight Scapegoating? A
Brief Case Study of France’s Policy Towards the Roma. Journal of
Ethnic and Migration Studies, 38(8), 1323–1328. doi:
10.1080/1369183X.2012.689192
Nicolae, V. (2006). Towards a Definition of Anti-Gypsyism. Retrieved from
http://www.ergonetwork.org/media/userfiles/media/egro/Towards a
Definition of Anti-Gypsyism.pdf
San Román, T. (1999). El desarrollo de la conciencia política de los gitanos.
Gitanos: Pensamiento y Cultura, 0, 36–41.
Serradell, O., & Munté, A. (2010). Dialogicidad y poder en el discurso
racista y antirracista. Revista signos, 43, 343-362. doi:
10.4067/S0718-09342010000400006
Smith, M. (1999). Roma and the Holocaust. Holocaust Remembrance
Project. Retrieved from
http://holocaust.hklaw.com/essays/1999/992.htm
Sordé, T., Flecha, R., & Alexiu, T. (2013). El pueblo Gitano: una identidad
global sin territorio. Scripta Nova, 17 (427 (3)), Retrieved from
http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-427/sn-427-3.htm
Taguieff, P.-A. (2001). The Force of Prejudice: On Racism and Its Doubles.
Connecticut: University of Minnesota Press.
Torrens, X. (2006). Com expliquem l’Holocaust: guia per a l'educació sobre
la Shoah. Ajuntament de Barcelona. Regidoria de Dona i Drets Civils.
Retrieved from http://cataleg.bnc.cat:2082/record=b2109317~S13
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 29
Touraine, A. (1993). Critica de la Modernidad. Madrid: S.L. Fondo de
Cultura Economica de España.
Van Baar, H. (2011). Europe’s Romaphobia: problematization,
securitization, nomadization. Environment and Planning D. Society
and Space, 29 (2), 203-212. doi: 10.1068/d2902ed1
Wieviorka, A. (2003). Déportation et génocide. Entre la mémoire et l'oubli.
Paris: Hachette, Pluriel.
Woodcock, S. (2010). Gender as catalyst for violence against Roma in
contemporary Italy. Patterns of Prejudice. Patterns of Prejudice,
44(5), 469–488. doi: 10.1080/0031322X.2010.527444
Nota de los autores
Autor(es)
Tatiana Santos es profesora de la Facultat de Ciencias Económicas y
Empresariales de la Universitat de Girona
Fernando Macías es investigador del Centro de Estudios Gitanos de
CREA de la Universitat de Barcelona
Jerusalén Amador es profesora de la Facultad de Educación y
Psicología de la Universitat de Girona
David Cortés es estudiante de Pedagogía en la Universitat de
Barcelona
Contact Address: pg. De la Vall d’Hebron 171. Campus Mundet.
Edif. Llevant. 08035 Barcelona
[email protected]
Instructions for authors, subscriptions and further details:
http://recei.hipatiapress.com
La Heurística del Antisemitismo Contemporáneo
Xavier Torrens
1) Universitat de Barcelona. Spain
Date of publication: April 1st, 2016
Edition period: April 2016- October 2016
To cite this article: Torrens, X. (2016). La Heurística del Antisemitismo
Contemporáneo. Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1), 30- 55. doi:
10.17583/recei.2016.1925
To link this article: http://dx.doi.org/10.17583/recei.2016.1925
PLEASE SCROLL DOWN FOR ARTICLE
The terms and conditions of use are related to the Open Journal System and
to Creative Commons Attribution License (CC-BY).
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies Vol. 2 No. 1 April
2016 pp. 30- 55
Heuristics of Contemporary
Anti-Semitism
Xavier Torrens
Universitat de Barcelona
Abstract
The contemporary research on anti-Semitism must take into consideration its
analysis of the “Harvard’s President Factor,” a concept that has anti-Semitic
prejudice hidden behind its critics and opinions. Those critics and opinions adopt the
form directly detached from such prejudices, by sheltering speeches that have
become publicly familiar and offer a perspective of neutrality with an aseptic
language. However, those speeches are Judeophobic in its nature.
Likewise, it has to be incorporated into the neuroscience knowledge. The heuristics
happens when one searches for the solution of a problem (for example: the
Palestine-Israel conflict), by approaching complicated subjects through using
intuitive opinions. Instead of responding to a difficult question in front of a complex
reality (which ones are the different causes of each particular situation of the
Palestine-Israel conflict?), one finds an easier question (Why Israel is guilty of that
thing or some other things). People answers it (Because Israel is a corrupted and
colonialist State and some other reasons) by starting from that bias of the heuristic,
in which the anti-Semitism is configured.
Keywords: antisemitism, estereotype, israeli-palestininan conflicto, public policies
2016 Hipatia Press
ISSN: 2014-900
DOI: 10.17583/recei.2016.1925
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies Vol. 2 No. 1 April
2016 pp. 30- 55
La Heurística del
Antisemitismo Contemporáneo
Xavier Torrens
Universitat de Barcelona
Resumen
Las investigaciones sobre el antisemitismo contemporáneo deben tener presente en
su análisis el ‘efecto rector de Harvard’, consistente en ocultar el prejuicio
antisemita detrás de críticas y opiniones que adoptan formas desvinculadas
directamente de los prejuicios, amparando discursos que resultan familiares y
ofrecen apariencia de neutralidad con un lenguaje aséptico. Sin embargo, el discurso
es judeófobo.
Asimismo, hay que incorporar conocimientos de la neurociencia. La heurística
sucede cuando se busca la solución de un problema (el conflicto palestino-israelí),
abordando asuntos complicados anteponiendo opiniones intuitivas. En lugar de
responder a preguntas difíciles ante una realidad compleja (¿cuáles son las diferentes
causas de cada una de las situaciones concretas del conflicto palestino-israelí?), se
encuentra una pregunta más fácil (¿por qué Israel es culpable de tal o cual asunto?) y
la respondemos (debido a que es un Estado colonialista, corrupto, etc.). A partir de
este sesgo de la heurística se configura el antisemitismo.
Palabras clave: antisemitismo, estereotipo, conflicto palestino-israelí, políticas
públicas
2016 Hipatia Press
ISSN: 2014-900
DOI: 10.17583/recei.2016.1925
32 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo
E
n Europa, habida cuenta que el genocidio nazi se había legitimado
en el prejuicio antijudío de arraigo bimilenario, ¿el antisemitismo
desapareció tras el Holocausto? A partir de este interrogante, como
cabe esperar, las preguntas surgen inevitablemente: ¿el antisemitismo se
reduce a las expresiones políticas de la extrema derecha?, ¿el antisemitismo
hoy se asienta en una parte exigua de la población o bien, por el contrario,
sigue expandido en la sociedad civil y las instituciones de los países
democráticos, como lo están profusamente y difusamente otros prejuicios,
tales como el sexismo, la homofobia, el racismo o la aporofobia?
¿Resulta difícil desentrañar qué es y qué no antisemitismo?, ¿las críticas
hacia el Estado de Israel, al Gobierno israelí o a las políticas públicas
israelíes cabe clasificarlas como judeofobia o es desatinada tal catalogación?
Sin ningún género de duda, en las investigaciones sobre el antisemitismo es
una preocupación recurrente hoy en día saber si el antisionismo, la
israelofobia y las críticas a las políticas israelíes conforman o no el discurso
del nuevo antisemitismo. Wieviorka se pregunta: ¿son una crítica política,
una crítica respetable? (2005, 342-343). Indefectiblemente, cuando alguien
se enfrenta al análisis del antisemitismo, lo recomendable es examinar qué se
sostiene en el mundo científico y, más específicamente, entre los estudiosos
especialistas del antisemitismo en las ciencias sociales.
Inmediatamente se presenta un caso real para realizar la tarea de observar
y experimentar la senda del modo cómo se construye el discurso antisemita
en la actualidad. Todos hemos oído historias y casos acerca del racismo,
quizás menos sobre la judeofobia. Obsérvese éste paradójico argumento de
quién fue the President of Harvard University entre 1909 y 1933: “The antiSemitic feeling among the students is increasing, and it grows in proportion
to the increase in the number of Jews. If their number should become 40% of
the student body, the race feeling would become intense” (Dershowitz, 1991:
67-68). Esta argumentación, a ojos de cualquier persona inexperta en temas
de antisemitismo, podría ser en apariencia racional, a primera vista sensata y
de entrada hasta generosa con el colectivo afectado. En ella se vislumbra un
rasgo crucial para entender el modus operandi del antisemitismo del siglo
XXI, aunque aquel resultara serlo de principios del siglo XX. Consiste en
que para discriminar a los estudiantes judíos en su admisión en la
universidad, el rector de la Universidad de Harvard se mostraba, en
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
33
apariencia, preocupado y hasta solidario con la comunidad judía,
mostrándose como un abanderado en la resolución de sus problemas. Sin
embargo, sabemos que la narrativa figuradamente complaciente con los
judíos se empleaba precisamente para excluirlos, segregarlos y
discriminarlos en el acceso a la universidad. Este mecanismo de causar
perjuicio y reforzar el prejuicio con juicios aparentemente neutrales y hasta
legítimos lo denominaré ‘efecto rector de Harvard’ (Kahneman, 2012),
consistente en ocultar el prejuicio antisemita detrás de críticas, resoluciones
y opiniones que adoptan formas desvinculadas directamente de los
prejuicios, adoptando discursos que resultan familiares y ofrecen apariencia
de neutralidad y normalidad con un lenguaje aséptico. Sin embargo, como se
observa, la naturaleza del discurso es antisemita.
El ‘efecto rector de Harvard’ nos sirve para determinar si unas ideas o
unas críticas son o no el fundamento de éste prejuicio. Este razonamiento
nos conduce a una hipótesis: es probable que el antisemitismo se alimente
fundamentalmente de una narrativa neutra y legítima en su aspecto formal
para que le ofrezca mayor legitimidad social. Esto le inmuniza en mayor
grado de ser objeto tanto de culpabilización por dicho prejuicio en sí mismo.
Asimismo, le garantiza en mayor medida hacer frente a cualquier
contranarrativa. Conducente a ello, el antisemitismo se configura mediante
estereotipos insertados en un discurso que construya una historia coherente
que le dote de legitimidad ante la opinión pública, dotada de mayor
sensibilidad tras el Holocausto (Ben-Itto, 2004).
Volviendo al ejemplo que produjo el ‘efecto rector de Harvard’, si en su
dirección rectoral Laurence Lowell se hubiera mostrado enteramente
antijudío con un discurso abiertamente estereotipado, hubiera tenido menos
visos de ver aceptado su discurso y, sobre todo, sus medidas excluyentes de
los numerus clausus destinados a los estudiantes judíos. Obtenía un resultado
ostensiblemente más certero si imbricaba su prejuicio con una narrativa
aceptable socialmente, el relato de supuestamente hacer el bien a los propios
judíos. La gente aborrece ser acusada y culpabilizada. La aversión al rechazo
lleva a buscar un discurso aceptable. El caso de Laurence Lowell tendrá
mucha utilidad puesto que nos muestra que los estereotipos se presentarán de
modo tácito y será tarea del investigador sostener explícitamente porque son
clichés falsos y no simples opiniones.
34 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo
El citado ejemplo de Harvard no es meramente anecdótico, pues muestra
mediante las declaraciones de un rector de la Ivy League, justamente por el
hecho de ser la primera universidad del planeta, tres características aunadas
que son claves para entender y analizar el antisemitismo contemporáneo. No
está de más hacer una sinopsis de estos tres rasgos substanciales antes de
analizarlos pormenorizadamente. Primero, el prejuicio antijudío está
pensado, construido y propiciado también por la élite cultural, educacional y
académica. Segundo, el prejuicio judeófobo se transmite a través de las
instituciones políticas, las organizaciones sociales y las entidades culturales
de la sociedad civil. Tercero, el prejuicio antisemita no acostumbra a
presentarse de modo abierto y descarnado sino que su contenido inclusive se
ampara en una narrativa que se enmarca dentro un discurso democrático, de
solidaridad, derechos humanos y empatía social (Wieviorka, 2005). Estos
tres rasgos serán analizados a continuación de modo conjuntado y se
presentarán los mecanismos subyacentes, acorde con conocimientos
proporcionados por la neurociencia y, en particular, en torno a la heurística.
Antes de nada, hay que revertir la ilusión de sagacidad en las personas
como inmunización ante el antisemitismo. La clarividencia erudita y la
lucidez intelectual no evitan disponer de estereotipos, sean machistas,
antigitanos o antijudíos. Bastaría con recordar que en la conferencia de
Wannsee en enero de 1942 los nazis que coordinaron la ‘Solución final de la
cuestión judía’ no eran ignorantes ni incultos sino que en su mayoría eran
doctores universitarios. La responsabilidad de los intelectuales (Porté, 2007)
es una lección aprendida después del análisis del antisemitismo durante el
Holocausto. Por lo tanto, las investigaciones científicas muestran que
sectores de la población con categoría académica alta, grado educativo
superior y nivel cultural elevado creen y crean los estereotipos antisemitas.
Tras la Segunda Guerra Mundial, después del fin del Holocausto en 1945 y
la fundación del Estado de Israel en 1948, fueron intelectuales y pensadores
quienes ingeniaron la forma de proseguir con el antisemitismo
transmutándolo en antisionismo (Wistrich, 2010: 496). Precisamente, han
sido intelectuales e ideólogos universitarios quienes han creado las ideas y
los estereotipos actuales para estigmatizar a los judíos, vituperándolos sin
que parezca a priori antisemitismo pues se parapetan tras el discurso
antisionista o israelófobo.
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
35
El Discurso de la Judeofobia en el Siglo XXI
Teniendo presente que hay que averiguar hasta dónde y cómo el discurso
antisionista vertebra la judeofobia contemporánea, no puede deducirse sin
más que lo uno conlleva lo otro. De todos modos, aquí reside uno de los
principales problemas de este objeto de estudio. Aunque para ser precisos,
cabe añadir que tal duda no se cierne entre los expertos académicos sino más
bien entre otros científicos sociales que opinan sobre este problema pero sin
haber realizado previamente la correspondiente lectura académica e
investigaciones científicas. Hoy en día coexiste una larga y variada retahíla
de formas de antisemitismo, pero el consenso científico reconoce que, entre
ellas, descuella el discurso antiIsrael y sobresale la narrativa antisionista,
profundamente enraizados en el siglo XXI como las principales formas
discursivas del antisemitismo, que se transfiguró tras el Holocausto.
Otra manera de decirlo: apremia establecer una lista de situaciones y
estereotipos que están enfrascados activamente en la generación de la
judeofobia actual. Para esconder el antisemitismo tras el antisionismo se
trasladan epítetos negativos y calificativos nocivos tradicionalmente
asignados a los judíos, eso sí transfiriéndolos a Israel y proyectándolos en el
sionismo, evitando casi siempre la palabra ‘judío’ y haciendo de esta manera
más invisible la estereotipación, guareciéndose detrás de una aparente crítica
legítima a las políticas públicas de un Gobierno que, entonces, no sería
objeto de estudio de analistas de prejuicios sino, a lo sumo, de especialistas
en política internacional. Adjetivos tales como ‘sangriento’, ‘mortal’,
‘maldito’, ‘corrupto’, ‘nazi’, ‘cruel’, ‘fanático’, ‘colonialista’, ‘imperialista’,
‘reaccionario’, ‘tiránico’, ‘segregacionista’, ‘brutal’ y una larga retahíla de
atributos, todos ellos caracterizados como negativos, son imputados
invariablemente a Israel. Esto no sería el problema que aquí se trata si no
fuera porque es el mecanismo habitual de transmitirse actualmente la
judeofobia (Cohn, 1995). Por lo tanto, cabe preguntarse: ¿se puede examinar
qué lógica sistémica subyace tras la estereotipación?, ¿puede evaluarse el
mecanismo que opera en la creación y difusión de la judeofobia?
36 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo
Tómese uno de los calificativos y compruébese la lógica sistemática y su
mecanismo operacional. A título ilustrativo, se acusa a Israel de ser corrupto.
Para contrastarlo, se detalla brevemente a continuación la realidad empírica.
Primero, una verdad perogrullesca: no hay ningún país en el mundo que esté
exento de corrupción. Por lo tanto, esto no sería una característica exclusiva
de Israel, país que, por supuesto, sufre también de corrupción. Entonces,
¿por qué se insiste en ello y se focaliza en este país, arreciándole las
críticas?, ¿quizás sea debido a que Israel se encuentra entre los países más
corruptos? Si fuera así, sería comprensible la focalización. Los datos de una
ONG de referencia en este trasunto, Transparency International (2016),
ubica a Israel en el lugar número 32; una posición criticable pues podría
señalarse que debería figurar entre los primeros puestos de transparencia. Sin
embargo, cabe contextualizar dichos datos, pues resulta que otros países
democráticos se encuentran más lejos, como España que se halla en una
posición a la zaga, la número 36, India en la 76 o Venezuela a la cola en la
158. Por lo tanto, cuando se presenta a Israel como un país extremadamente
corrupto, no se trata de una mera crítica razonable a una política o a un
Gobierno sino más bien es el uso de una realidad distorsionándola y
descontextualizándola para que encaje en el discurso de presentar como
negativo lo judío (sea la cultura, el Estado, la religión o cualquier otro
aspecto).
La judeofobia se caracteriza por presentar lo judío (en este caso, el
Estado judío) como perjudicial, malo. Así pues, achacando al Estado del
pueblo judío características todas ellas negativas se logra inducir a pensar
que lo judío es nocivo, maligno. Cuando se objeta que la focalización en
Israel de la crítica por corrupción causa antisemitismo, que no es una simple
crítica porque hay ciento treinta y cinco países detrás de Israel, en los cuales
el nivel percibido de corrupción en el sector público es peor o mucho más
execrable, entonces se objeta que se está cambiando de tema, que ellos están
hablando de Israel. Pues bien, hay que entender cómo éste simple
mecanismo operativo puede surgir efecto, como le surtió al rector de
Harvard. Cuando al rector se le preguntó por qué instauraba cuotas para la
admisión académica de judíos, él respondió: "Jews cheat" (Dershowitz,
2003: 2). Cuando el juez Learned Hand le recordó al rector de la
Universidad de Harvard que también había universitarios cristianos que
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
37
copiaban y cometían fraude, Lowell le respondió: "You’re changing the
subject. I’m talking about Jews." Este problema de cómo sostener un
prejuicio focalizando en el colectivo afectado y descontextualizándolo nos
remite a la heurística.
La Heurística del Prejuicio Antijudío
Para la neurociencia, la heurística sucede cuando se pretende buscar la
solución de un problema (el conflicto palestino-israelí) mediante un método
de exploración no riguroso, siendo así que ‘generamos opiniones intuitivas
sobre asuntos complejos’. En lugar de responder a preguntas difíciles ante
una realidad compleja (¿cuáles son, en plural, las diferentes causas de cada
una de las situaciones concretas del conflicto palestino-israelí?), se encuentra
una pregunta más fácil (¿por qué Israel es culpable de tal o cual asunto?) y la
respondemos (debido a que es un Estado explotador, colonialista, corrupto,
terrorista, etc.). Justamente este sesgo de la heurística, que conlleva
responder con una contestación prefijada (prejuiciosa) a una pregunta más
fácil que no sólo conduce a errores serios sino que sustenta el modo
principal del prejuicio antijudío.
A título ilustrativo se presentará el modo de operar de la heurística, la
pregunta original ‘¿Qué música interpretará Matisyahu en el festival de
reggae Rototom?’ es sustituida por la pregunta heurística ‘¿Qué rabia tengo
cuando pienso en el salvajismo de Israel que profesa Matisyahu?’ (de esta
manera se respaldó su boicot); la pregunta original ‘¿Qué canciones tocará la
cantante Noa el 11 de septiembre en la Diada institucional?’ es sustituida por
la pregunta heurística ‘¿Cuánta indignación siento cuando pienso en la
crueldad de Israel que defiende Noa?’ (así se argumentó su boicot); la
pregunta original ‘¿Cómo puede resolverse el problema de los
apuñalamientos a la población civil israelí, sea judía o árabe?’ es sustituida
por la pregunta heurística ‘¿Cuánto me emociono cuando pienso en los
pobres palestinos desesperados por la ocupación israelí que les lleva a
apuñalar a otros?’; la pregunta original ‘¿Es una respuesta proporcionada o
desproporcionada la respuesta del ejército israelí al lanzamiento de cohetes
38 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo
por parte de Hamás?’ es sustituida por la pregunta heurística ‘¿Cuánta
indignación siento cuando pienso en la crueldad de Israel hacia Gaza?’; y así
sucesivamente sustituyendo preguntas razonables por otras que conllevan
configurar un discurso que sustente el prejuicio.
Se está influido por la respuesta automática o mecánica (Israel es el
culpable) a una pregunta que no se ha hecho: ‘¿De qué es culpable Israel en
esto?’. Así maniobra el antisemitismo contemporáneo, mediante la operación
esencial de la heurística, sustituyendo cualquier pregunta que requeriría una
gran cantidad de tiempo y una ingente cantidad de deliberación por una
respuesta prefabricada, que en verdad no responde a la pregunta formulada
(no al menos en términos concretos sino de modo mecánico) y cuya
respuesta intuitiva ya se tiene en mente de antemano por quien ha
interiorizado el prejuicio. El culpable siempre es el Estado judío, pase lo que
pase. En suma, se sustituye la pregunta para el análisis de un conflicto de
política internacional por otra para la que ya se tiene una respuesta
prejuiciosa: Israel es el malo. Se elimina cualquier complejidad, cualquier
duda, sustituyendo unas preguntas difíciles por otras más fáciles (heurística).
Y esta supuesta maldad intrínseca enseguida repercute en consolidar el
prejuicio bimilenario del antisemitismo, que ya dispone de una estructura de
ideas activadas en la memoria asociativa.
Se es renuente a la aceptación del criterio de análisis comparado para
establecer si existe o no prejuicio y se aduce que dicho prejuicio negado se
hace para un bien del propio colectivo afectado. Por supuesto, es un relato
que induce a error. El sesgo reside en el hecho de que la focalización en un
país induce a equivocaciones que, luego, conducen a generar o consolidar un
prejuicio.
¿El Antisionismo Deviene el Discurso Cardinal de la Judeofobia?
Taguieff (2003: 41) indica: «Desde 1945, en el espacio público de las
sociedades democráticas pluralistas nadie se reconoce “antisemita” ni
“antijudío”. Sin embargo, un número creciente de individuos se declaran
“antisionistas”». Taguieff (2003: 20) señala: «Israel intrínsecamente
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
39
culpable, estigmatizado como el único Estado-nación al que se le culpa por
el hecho de existir: esa es la matriz de la nueva configuración antijudía». El
discurso contemporáneo del antisemitismo está erigido sobre esta base
ideológica. Israel es identificado como arquetipo del enemigo y el mal
absoluto mientras que los palestinos son tomados como prototipo de las
víctimas inocentes sin parangón en el mundo. Como señala Alan Dershowitz
(2003), Israel es tomado como «el judío entre las naciones» y se personifican
en el Estado de Israel aquellos estereotipos que antaño se atribuían sin
eufemismos directamente al pueblo judío. El molde ideológico es similar al
de antaño. Antes se inculpaba a los judíos de las desgracias de un país,
mientras hoy se imputa a Israel la culpabilidad sobre los conflictos
mundiales. Se acusa al pueblo judío o a Israel de cualquier problema o
conflicto. Israel ha devenido «el Otro» diferente, el extraño. De modo sutil,
más respetable, o como apunta Phyllis Chesler (2003), mediante un
«antisemitismo políticamente correcto», el trasunto del discurso antiisraelí
ofrece una visión maniquea del mundo que se plasma en una imagen
demonizada de Israel.
Hoy se habla de la naturaleza intrínsecamente perjudicial de Israel como
antaño se disertaba acerca de la naturaleza tumorosa del judío. Es la forma
actual de presentar a los judíos como fascistas, colonialistas y racistas. Se
difama la memoria de las víctimas de la Shoah, tildando de nazi el gobierno
israelí. Ya el 8 de noviembre de 1969 un tribunal de Holanda dictaminó que
las proclamas antiIsrael transfieren al Estado de Israel los tópicos antijudíos.
También desde los movimientos sociales se había apercibido de ello. El líder
negro y defensor de los derechos civiles Martin Luther King, en 1968,
observando la falacia semántica, dijo que ser antisionista significa ser
antisemita. El Premio Nobel de la Paz calificó sin ambages de antisemita a
quien cuestionase el derecho a existir del Estado de Israel o la legitimidad de
su fundación.
Dado que el antisionismo es el nuevo discurso judeófobo, cabe
preguntarse: ¿es factible ser crítico con las políticas públicas del gobierno
israelí sin ser antisemita? Por supuesto, nada que objetar a las críticas que
son fundadas y que pueden deslindarse de aquellas que adolecen de tópicos
judeófobos. Ni que decir tiene que la oposición a determinadas políticas
públicas y las críticas sobre el conflicto palestino-israelí propician el
40 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo
necesario debate y reflexión. El disenso y el pluralismo son valores
constitutivos de cualquier análisis que se precie. Pero en medio de la
controversia y la discusión se encubren clichés y estereotipos que robustecen
el prejuicio antijudío. Determinadas críticas singularizan en Israel el oprobio
internacional y enjuician minuciosamente y de forma desproporcionada
cualquier política israelí, criticando el Estado de Israel como un todo y el
gobierno israelí invariablemente (Herf, 2007). No hay que olvidar que la
contumaz judeofobia se sirve de la deslegitimación de Israel para su
discurso, ofreciendo una imagen intrínsecamente nefasta de Israel, como un
estado repulsivo en cualquier ocasión y bajo cualquier circunstancia.
La principal manera de decodificación de la nueva judeofobia es observar
si se aplica el doble estándar, un baremo distinto para juzgar el gobierno
israelí respecto de otros gobiernos. El doble rasero existe cuando se aplica
un examen crítico riguroso al Estado de Israel mientras dicho escrutinio es
ausente o escaso con el resto de países, salvo en contadas ocasiones.
Revierte en la judeofobia, cuando el modus operandi es una crítica que se
vuelve sistemática y juzga con mayor severidad las políticas públicas
israelíes que las de cualquier otro estado, con una transposición de los
estereotipos tradicionales hacia el pueblo judío. Ha habido una traslación
ideológica del prejuicio contra el individuo judío hacia el colectivo judío,
representado por el Estado de Israel. Ha habido un desplazamiento de «Los
judíos son culpables» a su sustituto léxico «Israel es culpable». En la retórica
del nuevo antisemitismo judío, israelí, Israel y sionista son conceptos
intercambiables y sustituibles (Iganski & Kosmin, 2003). Como norma
general, la judeofobia política reemplaza judíos por Israel y judaísmo por
sionismo, atribuyendo estereotipos análogos a los que se atribuían durante la
judeofobia religiosa y racial. Ejemplo ilustrativo de las semejanzas
narrativas del discurso es el estereotipo del judío rico, poderoso y cruel que
hoy, transcurridas décadas después del Holocausto, continúa vigente
formulado como el Israel rico, poderoso y agresivo. Así dispuesta, la
judeofobia reúne elementos que se corresponden con los estereotipos
trazados antaño contra el pueblo judío y los confiere a un nuevo arquetipo
mítico, Israel, interpretado con rencor como el prototipo de la maldad
absoluta.
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
41
Cuando se reproduce lo que he denominado ‘efecto rector de Harvard’ se
infravalora la capacidad de una crítica pretendidamente aséptica de causar un
prejuicio. Se ignora que precisamente críticas aparentemente neutrales
siempre han sido el fundamento idóneo para que los prejuicios pasen
desapercibidos, pues reflejan mejor el sentir general de sectores de la
población que entonces estiman más abiertamente sus prejuicios dándolos
por legítimos. Se sobreestima la neutralidad de las críticas y se subestima su
capacidad de causar prejuicios. Es un sesgo omnipresente en aquellas
personas y sectores que tienden a denostar a colectivos, sea el pueblo gitano,
la comunidad árabe y musulmana o, en éste caso, el pueblo judío. En el siglo
XXI puede sostenerse que esencialmente son las críticas a Israel las que
desempeñan un papel fundamental en la configuración del antisemitismo.
Puede tenernos intrigados que haya gente que diga que las críticas a
Israel nunca son antisemitas, como si las opiniones y los comentarios
acusatorios fuesen invariablemente asépticos y jamás dejasen de ser una
referencia neutral. Por supuesto que hay una multiplicidad de críticas que
son meramente críticas y apreciaciones legítimas y hasta muy justas. Lo que
aquí se analiza no es siquiera si son o no antijudías sino si producen o no
antisemitismo. Es un pequeño matiz pero relevante para examinarlo porque
aquí no se juzga ni se tiene en cuenta la intencionalidad o no de propagar un
prejuicio sino que se evalúa si realmente se fomenta o no dicho prejuicio,
con independencia de la intencionalidad de quién lo sostenga. La aserción
hecha a ciegas de que cualquier crítica está desprovista de prejuicios y
estereotipos no puede aceptarse como investigadores. Esta suposición es
falsa, como se demuestra.
Desafortunadamente, sabemos que hay investigadores sociales que, si
bien no son ni especialistas ni expertos en esta materia, sin embargo
mantienen de manera inquebrantable la creencia de que las críticas a las
políticas públicas, a un Gobierno o a un Estado no pueden asentar un
prejuicio, pero ésta es una opinión inadmisible dado que no está respaldada
bajo ninguna evidencia científica (Gerstenfeld, 2007). La cuestión es más
compleja. Hay que ponderar cuando sí se evidencia el prejuicio y cuando no
es así. Rehuir los apriorismos. Es demostrablemente verdadera la idea de que
tras las críticas al Estado de Israel, el Gobierno israelí y las políticas públicas
israelíes, a veces, se haya consistencia para atinar a encontrar un juicio
42 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo
estereotipado que genera antisemitismo. Lo que hay que determinar es en
qué veces esto sucede y cómo puede establecerse si es o no así. Intentaré
establecer unas reglas sencillas para discernir cuándo podemos dilucidar el
reforzamiento del prejuicio y cuando no. Por contraste, se desecha tanto la
idea de que toda crítica hacia Israel sea siempre antisemitismo como también
se descarta la creencia de que ninguna crítica contra Israel sea nunca
judeofobia. Si somos serios y de verdad queremos avanzar en las
investigaciones científicas, tenemos que hacer lo siguiente: primero, a partir
de la literatura académica, establecer las dimensiones que nos permitan
establecer si una crítica o juicio puede o no devenir antisemita, pues el
objeto de estudio es esclarecer qué es o no judeofobia. Hay buenas razones
para intentar establecer un ‘recognition model’, un modelo de
reconocimiento para establecer qué es o no antisemitismo. Sin duda, es
crucial mostrar regularidades estables en la existencia de este prejuicio. Ello
permitirá dilucidar cuáles son los estereotipos persistentes, que han
permanecido desde la antigüedad hasta nuestros días.
Evolución después del Holocausto
Tras el Holocausto, el antisemitismo racial perdió su credibilidad. Su
discurso fue cuestionado e invalidado por las consecuencias trágicas que
había causado en las cámaras de gas y hornos crematorios de los campos de
exterminio, como Auschwitz. Sin embargo, la evolución del prejuicio más
antiguo y endémico de Europa condujo a abrirse camino en el mundo y a su
reconstitución (Gerstenfeld, 2003). Cada época codifica el discurso
judeófobo de manera distinta. Existe una continuidad del prejuicio y una
discontinuidad en el discurso. No existe tabula rasa, sino más bien una
sedimentación. Durante la judeofobia religiosa, los judíos fueron vistos
como una comunidad religiosa pérfida. Durante la judeofobia racial, los
judíos fueron observados como una raza malévola. Durante la judeofobia
política los judíos están siendo percibidos encarnados en un estado nocivo,
Israel. Asimismo, cada época ha tenido impulsores distintos. El cristianismo
consolidó la judeofobia religiosa, el nazismo reforzó la judeofobia racial y el
estalinismo expandió la judeofobia política. El antisemitismo ha sido
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
43
propagado siempre por grandes poderes políticos, sobre todo, el Imperio
Romano y los estados absolutistas europeos, la Alemania nazi y la
superpotencia rusa bajo el manto de la Unión Soviética. No cabe duda que la
utilización de la judeofobia como factor político de movilización social para
ganarse el apoyo popular.
La judeofobia racial quedó deslegitimada después de la Shoah, pero la
judeofobia no tardó en metamorfosearse con otras argumentaciones que
erigieron la judeofobia política. Los tabúes para expresar la judeofobia se
desvanecieron a través del discurso antiisraelí y antisionista. De forma
generalizada desde finales del decenio de 1960 y comienzos de la década de
1970, emerge con fuerza el nuevo antisemitismo, sobreponiéndose este
prejuicio. No obstante, no nace de modo súbito en aquel momento. Se
remonta más atrás. Lo que sucedió a partir sobre todo de 1968 es un traspaso
ideológico de los tópicos judeófobos provenientes desde Europa del Este a
Europa occidental (Vaksberg, 2003). Ese año marcó un punto culminante en
el auge del nuevo antisemitismo. Por ejemplo, el Partido Comunista de
Polonia impulsó en 1968 una campaña contra los judíos, cuando ni siquiera
alcanzaban el 1 por ciento de su población y cuando Polonia es precisamente
donde se encuentra Auschwitz. Se los acusó de «elementos sionistas».
Asimismo, tras la invasión militar rusa de Checoslovaquia en 1968, para
destituir los dirigentes comunistas que querían construir «un socialismo con
rostro humano», desde Rusia, Polonia y Alemania oriental se urde una
campaña de difamación en la que se acusa a los dirigentes checoslovacos
defenestrados de ser antiguos nazis y, a la vez, ser agentes sionistas. La
amalgama «judío-nazi» será una acusación antisemita que se secundará
desde entonces con fuerza. Fue un paso más para ofrecer una imagen
deshumanizada de Israel y hacer repulsivo el sionismo, extrayéndoles
cualquier atisbo de moralidad. Desde entonces se califica la política israelí
de genocida, se compara a políticos israelíes con Hitler, se iguala el ejército
israelí a la Gestapo y se equipara a los sionistas con las SS. La judeofobia
política emerge también a partir de Mayo del 68 francés.
Comunistas estalinistas, trotskistas, maoístas y anarquistas son la cuna
del nuevo discurso del antisemitismo. Ideologías izquierdistas que parecen
olvidar la advertencia de Engels: «Al suscitar hostilidad hacia los judíos
entre los obreros, las clases burguesas evitan que las reivindicaciones
44 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo
obreras sean dirigidas contra ellas». Es menester puntualizar que no en toda
la izquierda alternativa hay antisemitismo. Precisamente los impulsores más
emblemáticos de la izquierda verde, los verdes alemanes (Die Grünen),
propugnan abordar el conflicto árabe-israelí distanciándose del discurso
judeófobo. El líder partido verde Joschka Fischer, que fue ministro de
Asuntos Exteriores (1998-2005), ofrece un enfoque de Israel y el sionismo
sin judeofobia.
Luego el antisionismo y el antiisraelismo se expandió, aunque no tan
profusamente, en el resto de la izquierda y centro izquierda. También se
prodigó en el centro derecha y la derecha. La extrema derecha se percató de
que relegar la judeofobia racial y adoptar el discurso del antisemitismo
político de la extrema izquierda le permitía hacer defendible su discurso
judeófobo. Desde los 70’s la nueva judeofobia ganó en intensidad y
extensión, cobrando renovada fuerza en la escena pública de Europa a partir
del año 2000, cuando se arrojan niveles más altos. El resurgimiento global
de la judeofobia se manifiesta en otros muchos países del mundo, sobre todo
en el mundo árabe y el resto de los países musulmanes. Para el politólogo
Pierre-André Taguieff (2003: 16): «Esta reciente ola de judeofobia resulta
inseparable de un discurso ideológico legitimador y movilizador que se
difunde a escala planetaria, un discurso en el que se reconocen ciertos
legados en cuanto a terminología y a temas que provienen de las diversas
tradiciones antijudías, y en los que también se perciben nuevos motivos de
acusación centrados en “Israel” y en “el sionismo”, convertidos en mitos
repulsivos».
La Rusia soviética fue el origen del nuevo antisemitismo tras el
Holocausto. Sus precedentes ideológicos hay que buscarlos en la Iglesia
ortodoxa rusa y los zares. Los dirigentes comunistas rusos asumieron los
mismos estereotipos judeófobos que zares y popes, tamizados con un
discurso diferenciado, pero cuya matriz era la imagen, del pueblo judío
primero y el Estado de Israel después, como conspiradores. Los Protocolos
de los Sabios de Sión escritos por los zares fueron instrumentalizados luego
por el estalinismo. Así pues, revolucionarios y contrarrevolucionarios
coincidieron en su judeofobia. Donde los zares contrarrevolucionarios
hablaban de la conspiración judía internacional los revolucionarios hablaran
de conspiración sionista mundial. Quizá con la salvedad matizada de Lenin y
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
45
del periodo transitorio de 1947-1949, el régimen dictatorial ruso descolló
como propulsor de la judeofobia en el mundo. Sobre todo fue el dictador
ruso Stalin (Vaksberg, 2003) quién generó judeofobia mediante la
estigmatización de Israel y del sionismo. Se quiso desprender al sionismo de
su legitimidad como movimiento de liberación nacional del pueblo judío.
Lejos de ser un hecho aislado, la obsesión antijudía de Stalin, que ordenó el
asesinato de los miembros del Comité Antifascista Judío y que no tuvo
ningún reparo en pactar con Hitler, le llevó a la ideación del libelo del
complot de los doctores. El 13 de enero de 1953, Stalin culpabilizó a
médicos judíos de una conspiración para llevar a cabo su asesinato.
Supuso la emergencia del antisionismo progresista (Julius, 2010: 450).
La retórica judeófoba de los comunistas expandió internacionalmente el
discurso hostil obsesivo contra Israel. El gran Satán era Israel y el pequeño
Satán los Estados Unidos, o viceversa. Paulatinamente, se extendió en las
elites políticas de China, el mundo árabe y hasta llegar a la ONU. Un paso
en este sentido fue la resolución de la ONU de 1975, bajo el mandato del ex
nazi Kurt Waldheim, aprobada a instancias de los países árabes y los países
en la órbita política de Rusia, en la que se afirma textualmente que «el
sionismo es una forma de racismo y de discriminación racial». Hasta 1991 la
ONU no revocó dicha resolución judeófoba.
Pero la judeofobia política no se retuvo en la izquierda. La derecha
radical en Estados Unidos atribuyó a una conspiración comunista
internacional la subversión de los valores tradicionales americanos. Dicha
trama internacional, según la retórica de la derecha radical, era un complot
judío o una conspiración sionista. Con tal propósito, entre 1950 y 1954 el
senador McCarthy emprendió una «caza de brujas» contra actores, actrices y
directores de cine de Hollywood. Uno de los trasfondos del mccarthismo era
la percepción de un Hollywood de cineastas críticos y revolucionarios
dominado por judíos comunistas. Mientras esto sucedía en Estados Unidos,
desde Rusia se acusaba en 1952 al secretario general del Partido Comunista
de Checoslovaquia, Rudolf Slansky, de dirigir un centro sionista y trotskista.
Cabe recordar que Trotsky por el mero hecho de ser judío fue acusado de ser
un agente sionista. Esto no fue obstáculo para que, a su vez, los trotskistas
acusaran a Israel de ser imperialista y de ser quintacolumnista de Estados
Unidos. Y la retahíla de acusaciones judeófobas prosigue porque lo que tiene
46 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo
en común es el hecho de sostener el prejuicio antijudío adaptándolo a cada
ideología política. Por eso, en este último caso de cruzamientos de
ideologías se comprueba la coincidencia entre la derecha conservadora, el
comunismo estalinista y la izquierda trotskista que, a pesar de ser muy
distintas entre ellas, les unió un nexo común: la demonización de los judíos,
atravesando todas las fronteras (Taguieff, 2015: 247).
¿Cómo la nueva derecha radical y la nueva izquierda alternativa
concuerdan en su antisemitismo? ¿Por qué dos sistemas de ideas con dos
cosmovisiones tan distintas como la extrema derecha y la extrema izquierda,
ambas ideologías coinciden en la hostilidad hacia Israel? Nada nuevo bajo el
Sol, pues los miembros blancos del Ku Klux Klan propagan el racismo
contra los negros y la judeofobia, mientras los negros en la estela de la
Nación del Islam impulsada por Malcom X y luego por Louis Farrakhan,
defienden la población negra y son antisemitas. Dos organizaciones
antagónicas en sus fines ideológicos que son similares en su ideología
judeófoba. El black power y el white power, de modo semejante a la nueva
derecha radical y la nueva izquierda alternativa, tienen en común su
hostilidad hacia los judíos. Nada de extraño si se tiene en cuenta que la
Rusia de Stalin o la China de Mao acusaba a los judíos de ser anticomunistas
mientras la Alemania de Hitler o el Chile de Pinochet acusaba a los judíos de
ser comunistas, o la dictadura de Franco en España conjeturaba un
contubernio judeomasónico. Durante la Guerra Fría, desde el lado
norteamericano se aludía al judío-comunista y desde el lado ruso se refería al
sionista-nazi. Mientras esto sucedía en Europa y Norteamérica, en las
dictaduras latinoamericanas de los años 60’s, 70’s y 80’s, se retuvo la
imagen de los judíos como deicidas, marxistas y nacionalistas desleales. El
populismo latinoamericano tampoco pudo esquivar el prejuicio antijudío. El
peronismo a mediados de los 60’s advirtió de los graves peligros del
sionismo y la comunidad judía.
Como se observa, Israel y los judíos son tomados como chivos
expiatorios entre aquellos que granjean respaldo a este prejuicio, sea cual
fuere su ideología política. Esta es una característica básica para entender
cómo se construye el discurso antisemita: adapta la judeofobia a cada
ideología política subyacente. De este modo, desde una ideología de
izquierdas alternativa se dirá que el sionismo es un nacionalismo burgués
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
47
mientras que desde una ideología de derechas tradicionalista se dirá que el
judaísmo es un internacionalismo obrero. Ambas ideologías que son
antagónicas, se equiparan en este prejuicio, si bien dando forma a un
discurso de perfil diferenciado. De todos modos el acento puesto en la
hostilidad hacia el Estado de Israel socava las diferencias y concuerdan en
varios lugares comunes. Con el paso del tiempo se ha ido reformulando una
judeofobia respetable que se ha ido esparciendo con intensidad distinta en el
amplio elenco de las ideologías políticas, incluidos políticos de
centroizquierda y otros de centro derecha, e incidiendo en los movimientos
sociales, en sectores del pacifismo, el antirracismo, el feminismo y otros. El
movimiento antiglobalización se focaliza en un enemigo sempiterno: Israel.
Este es el legado de Stalin y, de hecho, una victoria póstuma de Hitler, pues
tras el Holocausto la judeofobia persiste en Europa.
Con la globalización de la judeofobia, aun estando presente en todas las
ideologías, hoy en día son cuatro los sectores ideológicos principales que
sienten antagonismo hacia Israel y los judíos: determinados sectores de la
izquierda, el islamismo integrista, los neofascistas y ciertas congregaciones
cristianas (Dreyfus, 2009; Horowitz, 2004). La geografía política ubica la
judeofobia sobre todo en Europa y el mundo árabe y musulmán. Además de
sectores de la izquierda y de los cristianos, ya descritos, el islamismo
integrista arropa el arquetipo europeo, yuxtaponiendo parte del discurso de
la judeofobia religiosa como la judeofobia política. Determinados sectores
islamistas acusan a los judíos tanto de rechazar la verdad revelada de Alá y
de ser perseguidores de sus profetas, inclusive de asesinar al profeta
Muhammad (paralelismo con la acusación cristiana de asesinar a Jesús),
como claman por la destrucción del Estado de Israel. Los Protocolos de los
Sabios de Sión, que ya fueron traducidos al árabe en la década de 1920, son
hoy un best-seller. En los textos escolares se enseñan imágenes despectivas
sobre los judíos y se niega el derecho a la existencia del Estado de Israel.
Son aquellos islamistas que ellos mismos se reclaman como yihadistas.
Israel es percibido como la quinta columna occidental, la encarnación del
Occidente secular en el Oriente Próximo islámico. Para la ideología del
islamismo radical, Israel es dar-al-Islam, tierra del Islam. Esta es la visión
antisemita de de Estado Islámico (EI, Isis o Daesh) o Al-Qaeda de Osama
Bin Laden. Se difama propagando el mito falso de que el designio del
48 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo
gobierno israelí es expandirse del Nilo al Éufrates para judaizar las tierras
musulmanas. Se acusa al Talmud de ser la fuente judía donde se encuentra la
razón de discriminar a los árabes y expropiar tierras islámicas. Aquello que
la judeofobia racial europea llamaba «bacilo judío» hoy la judeofobia
política del islam militante lo denomina «entidad sionista». Se atribuye una
conexión satánica entre Israel y EEUU.
Para el islamismo integrista, Israel es el mal absoluto, causante de
cualquier problema existente. Por ejemplo, se atribuye a Israel la
culpabilidad de la pobreza y el analfabetismo en el mundo árabe. El primer
ministro de Malasia, en 1986, acusó de los problemas de su país asiático a
Israel. En 2003, el presidente de Malasia, en la inauguración de la
Conferencia de la más de cincuentena de países islámicos, exhortó a los
1.300 millones de musulmanes a luchar contra los judíos por qué según él
«los judíos fueron los que inventaron el socialismo, el comunismo, los
derechos humanos y la democracia» y «consiguieron dominar a la mayoría
de países poderosos del mundo». Durante la guerra entre Irak e Irán, el
dictador iraquí Saddam Hussein acusó a los iraníes de maquinaciones
sionistas, mientras los iraníes respondieron que Irak estaba en manos del
sionismo internacional. El presidente de la República Islámica de Irán,
Mahmud Ahmadineyad en octubre de 2005 convocó un acto titulado «El
mundo sin el sionismo», donde reclamó que «Israel debe ser borrado del
mapa». En julio de 2006 dijo: «Hoy existe una fuerte voluntad a favor de la
desaparición del régimen sionista, y el mundo islámico debe movilizarse
para hacerlo desaparecer». Y agregó: «Este es un régimen falso que no tiene
derecho de seguir sobreviviendo”. Así, entroncó con las proclamas del
ayatolá Jomeini, quien desde su llegada al poder en Teherán propagó
ideológicamente la judeofobia y, asimismo, con los neonazis europeos, con
quienes además coincide en el negacionismo del Holocausto. El jefe de
Estado iraní añadió que «Los occidentales han inventado el mito de la
masacre de judíos». Otro presidente iraní, Hashemi Rafsanyani, ya había
proferido que «bastará el uso de una sola bomba nuclear en Israel para
destruirlo todo».
No obstante, este discurso no es privativo de dichos líderes islamistas,
sino que es habitual hallarlo en numerosos grupos del fundamentalismo
islámico, propagándose sin obstáculos en numerosas madrazas y mezquitas.
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
49
Bernard Lewis (1999) corrobora que es similar el volumen de propaganda
antisionista en el mundo árabe con la magnitud de propaganda antisemita
durante el nazismo. El FIS de Argelia consigna como enemigo «el judaísmo
internacional». El líder egipcio de Hermanos Musulmanes, Mohamed Medí
Akef, ofrece una visión muy precisa sobre el genocidio de los judíos cuando
lo denomina «mito del Holocausto». Hecho nada sorprende teniendo en
cuenta que el fundador de Hermanos Musulmanes en 1928, Hassan al
Banna, admiró a Hitler y cooperó con el líder nazi. La principal autoridad
árabe palestina mientras sucedía el Holocausto, el Gran Mufti de Jerusalén,
Hadj Amin al-Husseini, pactó con Hitler. La Carta de Hamás manifiesta que
los judíos «apoyaron las Revoluciones francesa y rusa», «usaron el dinero
para hacerse con el control de los estados imperialistas”, «estuvieron detrás
de la Primera Guerra Mundial», «también estuvieron detrás de la Segunda
Guerra Mundial» e «inspiraron el establecimiento de Naciones Unidas».
Tales asertos antisemitas que encuentran un complot judío mundial detrás de
cualquier acontecimiento, es característico del islamismo judeófobo.
Por otro lado, los neofascistas reconvertirán en buena medida su
judeofobia racial en judeofobia política al comprobar que esta disfruta de
mayor aceptación popular. El antisionismo encaja con su discurso populista
y, por ende, revierte en su discurso radical de derechas. La judeofobia
continúa siendo alimentada por las creencias acostumbradas en el
neofascismo, como el cliché de que los judíos controlan los medios de
comunicación, domina Hollywood o dirigen Wall Street; pero no hay que
olvidar que han sobrepasado su discurso tradicional y sacan partido del
discurso contrario a Israel. Entre las múltiples declaraciones judeófobas del
neofascista Le Pen, en 1989 sostuvo que «Las grandes internacionales, como
la internacional judía, juegan un rol no desdeñable en la creación de este
espíritu antinacional» (Guland, 2000). El neofascista Bruno Mégret declaró:
«Israel es el aliado de Estados Unidos, principal líder del mundialismo.
Nosotros nos inclinamos a apoyar los adversarios de este polo político: Irak,
India, los países de Europa del Este». Este es un botón de muestra del nuevo
discurso tamizado del neofascismo, que se centra en las proclamas
antisionistas y antiisraelíes.
El análisis nos ha revelado que es consistente establecer, ciertamente, que
el vínculo entre el antiisraelismo y el antisemitismo no es una simple
50 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo
relación de causa y efecto. Más bien, los dos se refuerzan mutuamente,
formando un círculo vicioso. Hoy en día es esto lo que sucede. Ahora es más
fácil estimar preguntas como la siguiente: ¿puede considerarse como
antisemitismo la convocatoria a un boicot de las instituciones académicas,
profesorado, artistas y científicos israelíes? (Gerstenfeld, 2007). El BDS dice
pretender denunciar “la estrategia israelí de normalización y blanqueamiento
de sus crímenes mediante la cultura”. Como cabría esperar, el BDS sustituye
el concepto “Hebrew race” del rector de Harvard por “marca Israel” y el
“Jewish problema” por “la ocupación israelí de Palestina”. El predominio de
la negatividad, cuando no su omnipresencia, nos delata el modus operandi
habitual de la judeofobia. El impacto de las impresiones malas y los
estereotipos negativos configura el prejuicio antijudío. Se conforma la
aversión hacia Israel y todo lo circundante; también, por supuesto, a sus
ciudadanos, a quienes se pretende boicotear, aunque con el tamiz
‘antisionista’ o ‘Israel’ que permita ocultar el prejuicio antijudío. BDS País
Valencià en noviembre de 2014 boicoteó La Cabina-Festival Internacional
de Mediometrajes de Valencia: “Lo que pedimos es el boicot a la ‘marca
Israel’, al cine israelí que, independientemente de las intenciones y opiniones
de sus directores, el Estado de Israel utiliza”. Es decir, la aversión crea un
prejuicio que hace difícil discernir entre las instituciones y las personas, pues
se acaba practicando la exclusión y discriminación de personas por el hecho
de ser judías. Cuando se les interpela por ello, aducen que no es por ser
judíos sino por sus opiniones y actos cómplices con Israel. Y cuando se les
vuelve a requerir que la focalización de críticas en un único Estado de los
casi doscientos que hay en el planeta es un modo de generar prejuicio,
alegan que ese no el tema, que ellos están hablando de Israel. Y acaban
sucediendo situaciones parecidas a la del presidente de la Universidad de
Harvard A. Laurence Lowell cuando impuso cuotas antijudías hace un siglo.
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
51
Conclusiones: La Falacia de Conjunción
Para finalizar, tengamos en cuenta la denominada por la neurociencia
como “falacia de conjunción” (Kohneman 2012: 210), aquella que se
infringe cuando se hace una conjunción de dos hechos para que resulte más
probable su credibilidad. Supongamos la pregunta siguiente: ¿es plausible
que una persona judía sea militarista, opresora, neocolonialista y
reaccionaria? Sí, pero sin vacilar cabe añadir que como cualquier humano
que puebla cualquiera de los doscientos países del planeta. Pero plausible no
significa probable. Suplir ‘judío’ por ‘judío racista’ cumple la falacia de la
conjunción. Salta a la vista que la inmensa mayoría de judíos no son más
racistas que las mismas personas que vociferan tal epíteto, pero la lógica de
la conjunción vence con frecuencia y consolida la judeofobia mediante
estereotipos como el citado, teniendo en cuenta que los estereotipos
antisemitas son afirmaciones sobre el pueblo judío que se aceptan como
hechos que caracterizan a sus miembros. El antisemitismo lo que genera es
la sustitución de la plausibilidad por la probabilidad. Y reemplazar
acríticamente la plausibilidad por la probabilidad tiene consecuencias
nocivas (Kahneman 2012: 211). El impacto social del antisemitismo, como
una obsesión letal desde la antigüedad hasta la yihad global (Wistrich,
2010), redunda en que haya gente que inmediatamente hacen
generalizaciones e infieren imágenes negativas cuando oyen la palabra
‘sionista’ o el vocablo ‘Israel’. Para entenderlo mejor es preciso remitirse al
llamado ‘efecto halo’ que configura narrativas simples y coherentes: “la
buena gente solo hace cosas buenas y la mala solo cosas malas” (Kahneman,
2012: 262). Si esto se traslada a las políticas públicas de un país, el Estado
de Israel, se halla la base de la conformación del discurso actual. En este
sentido, se tiende a subestimar los hechos positivos de Israel y a exagerar los
hechos negativos. A su vez y simultáneamente, se despliega un relato que
subraya los hechos victimarios de Palestina y a la par minimiza los sucesos
negativos generados en o por ella. Este es el fundamento del antisemitismo
actual. Las evidencias empíricas no importan para sojuzgar las políticas
israelíes. Si esto se limitara a un juicio de las relaciones internacionales no se
traería a colación aquí, pues no estoy abordando de un asunto de política
internacional y conflictos sino que relaciones sociales y estereotipación. Sin
52 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo
embargo, resulta que se transmuta de hecho de política internacional a
prejuicio de política interna. Los individuos con estereotipos antijudíos
construyen una narrativa coherente, no necesariamente una historia verídica.
El prejuicio antisemita habla directamente al subconsciente o Sistema 1
de Kahneman (2012). “Racional o no, el temor es perjudicial y debilitante, y
quienes establecen dicha política deben hacer todo lo posible para proteger a
la opinión pública del miedo, no solo de los peligros reales” (Kahneman,
2012:194). Por lo tanto, las políticas públicas que tengan como objetivo la
erradicación del antisemitismo deben recalar en la mitigación del miedo y el
rechazo social contra la población judía que se establece mediante el sistema
de estereotipos propio del antisemitismo contemporáneo.
References
Adorno, T. (2001). Ensayos sobre la propaganda fascista: psicoanálisis del
antisemitismo. Barcelona: Voces y culturas.
Arendt, H. (2006). Los orígenes del totalitarismo. Madrid: Alianza.
Attali, J. (2005). Los judíos, el mundo y el dinero. México: Fondo de
Cultura Económica.
Bauman, Z.(1997). Modernidad y Holocausto. Madrid: Sequitur.
Bankier, D., & Gutman, I. (2005). La Europa nazi y la Solución Final.
Madrid: Losada.
Ben-Itto, H. (2004). La mentira que no ha querido morir. Barcelona:
Riopiedras.
Berenbaum, M. (2008). Not your father’s antisemitism. St. Paul: Paragon
House.
Brustein, W. I. (2003). Roots of Hate: Anti-Semitism in Europe before the
Holocaust. Cambridge: Cambridge University Press.
Chesler, P. (2003). The New Anti-Semitism. San Francisco: Jossey-Bass.
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
53
Cohn, N. (1995). El mito de la conspiración judía mundial. Madrid: Alianza.
Dershowitz, A. (2003). The Case for Israel. Hoboken: John Wiley & Sons.
Dershowitz, A. (1991). Chutzpah. New York: Simon&Schuster.
Dreyfus, M. (2009). L’antisémitisme à gauche. Paris: La Découverte.
Finkielkraut, A. (2005). En el nombre del Otro. Barcelona: Seix-Barral.
Fischer, K.P. (1998). The History of an Obsession: German Judeophobia
and the Holocaust. Nueva York: Continuum.
Forster, A., & Epstein, R.B. (1974). The New Anti-Semitism. New York:
McGraw-Hill.
Foxman, A. H. (2003). Never Again? The Threat of the New Anti-Semitism.
Nueva York: HarperCollins.
Gerstenfeld, M. (2007). Academics against Israel and the Jews. Jerusalem:
The Jerusalem Center for Public Affairs.
Gerstenfeld, M. (2003). Europe’s Crumbling Myths. The Post-Holocaust
Origins of Today’s Anti-Semitism. Jerusalem: The Jerusalem Center for
Public Affairs.
Goldstein, P. (2012). A convenient hatred: the history of antisemitism.
Brookline: Facing History and Ourselves.
Guland, O. (2000) Le Pen, Mégret el les Juifs. París: La Découverte.
Harrison, B. (2006). The resurgence of anti-semitism. Plymouth:
Rowman&Littlefield.
Heni, C. (2013). Antisemitism: A Specific Phenomenon. Berlin: Edition
Critic.
Herf, J. (2007). Anti-Semitism and Anti-Zionism in Historical Perspective.
New York: Routledge.
Horowitz, D. (2004). Unholy Alliance: Radical Islam and the American Left.
Washington: Regnery.
54 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo
Iganski, P., & Kosmin, B. (2003). A New AntiSemitism? Londres: Profile
Books.
Julius, A. (2010). Trials of the Diaspora. New York: Oxford University
Press.
Kahneman, D. (2012). Pensar rápido, pensar despacio. Barcelona: Debate
Katz, J. (1980). From Prejudice to Destruction: Anti-Semitism, 1700-1933.
Cambridge: Harvard University Press.
Laqueur, W. (2006). The Changing Face of Anti-Semitism. Cambridge:
Oxford University Press.
Lewis, B. (2002). Los judíos del Islam. Madrid: Letrúmero.
Lewis, B. (1999). Semites and Anti-Semites. Nueva York: W. W. Norton &
Company.
Lipstadt, D. (1994). Denying the Holocaust. Nueva York: Plume.
Maccoby, H. (2006). Antisemitism and Modernity: Innovation and
Continuity. Ba: Routledge.
Messadié, G. (2001). Historia del antisemitismo. Buenos Aires: Ediciones B.
Prager, D., & Telushkin, J. (2003). Why the Jews? The Reason for
Antisemitism. Nueva York: Touchstone.
Porte, D. (2007). L’antisémitisme à l’Université. Paris: Éditions Singulières.
Perry, M., & Schweitzer, F. M. (2002). Antisemitism: Myth and Hate from
Antiquity to the Present. Nueva York: Palgrave MacMillan.
Rosenbaum, R. (2004). Those Who Forget the Past: The Question of AntiSemitism. Nueva York: Random House.
Sartre, J.P. (2005). Reflexiones sobre la cuestión judía. Barcelona: SeixBarral.
Schäfer, P. (1997). Judeophobia. Cambridge: Harvard University Press.
Schoenfeld, G (2004). The Return of Anti-Semitism. San Francisco:
Encounter Books.
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
55
Taguieff, P.A. (2015). Una France antijuive? París: CNRS.
Taguieff, P.A. (2004). Prêcheurs de haine: Traversée de la judéophobie
planétaire. París: Mille et une nuits.
Taguieff, P.A. (2003) La nueva judeofobia. Barcelona: Gedisa.
Transparency International. (2016). Corruption perceptions index 2015.
Retrieved
from
http://www.transparency.org/cpi2015?gclid=CPao6jr3coCFckaGwodt-8Pow
Vaksberg, A. (2003). Staline et les Juifs. Paris: Robert Laffont.
Weiss, J. (2003). The Politics of Hate: Anti-Semitism, History, and the
Holocaust in Modern Europe. Chicago: Ivan R. Dee.
Wieviorka, M. (2005). La tentation antisémite. París: Robert Laffont.
Wisse, R.R. (1992). If I Am Not for Myself. Nueva York: The Free Press.
Wistrich, R. (2010). A lethal obsession. New York: Random House.
Wistrich, R. (1992). Antisemitism: The Longest Hatred. Nueva York:
Pantheon Books.
Wistrich, R. (1990). Anti-Zionism and Antisemitism in the Contemporary
World. Nueva York: New Cork University Press.
Autor
Xavier Torrens. Profesor de Ciencia Política en la Universidad de
Barcelona
Contact Address:
Diagonal Nord, Facultat de Dret, Principal. Av. Diagonal 684
08034 Barcelona. [email protected]
Instructions for authors, subscriptions and further details:
http://recei.hipatiapress.com
Los Servicios de Inteligencia Ante el Holocausto: Entre la Ética
y las Razones de Estado
Xavier Boltaina
1) Universitat de Barcelona. Spain
Date of publication: April 1st, 2016
Edition period: April 2016- October 2016
To cite this article: Boltaina, X. (2016). Los Servicios de Inteligencia Ante
el Holocausto: Entre la Ética y las Razones de Estado. Scientific Journal on
Intercultural Studies, 2 (1), 56- 85. doi: 10.17583/recei.2016.1913
To link this article: http://dx.doi.org/10.447/recei.2016.1913
PLEASE SCROLL DOWN FOR ARTICLE
The terms and conditions of use are related to the Open Journal System and
to Creative Commons Attribution License (CC-BY).
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies Vol. 2 No. 1 April
2016 pp. 56- 85
Intelligence Services Regarding
Holocaust: Between Ethic and
State Reasons
Xavier Boltaina
Universitat de Barcelona
Abstract
The Holocaust was one of the most fateful periods of European history of the
twentieth century. The "industrial" genocide of six million Jews and other groups of
citizens, such as Roma people, homosexuals or people with disabilities is one of the
most extensively studied historical issues. We should not forget that it is impossible
to know the total number of victims not only Jewish. It is estimated that about seven
million of non-Jews were killed by Nazi Germany or the death of three million
Soviet soldiers in Nazi camps between 1941 and 1945, victims of war crimes. The
aim this article, part of a larger research work - under elaboración-, will focus
exclusively on one aspect little studied. There are very few researchers abot Allied
Intelligence regarding the Holocaust, in the specific tòpics we propose here, neither
regarding other genocides and crimes against humanity.
Keywords: intelligence services, holocaust, genocide
2016 Hipatia Press
ISSN: 2014-900
DOI: 10.17583/recei. 2016.1913
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies Vol. 2 No. 1 April
2016 pp. 56- 85
Los Servicios de Inteligencia
Ante el Holocausto: Entre la
Ética y las Razones de Estado
Xavier Boltaina
Universitat de Barcelona
Resumen
El Holocausto ha sido uno de los períodos más infaustos de la Historia europea del
siglo XX. El genocidio “industrial” de seis millones de judíos y de otros colectivos
de ciudadanos, como los gitanos, homosexuales o personas con discapacidad es una
de las cuestiones históricas más extensamente estudiadas. No debe olvidarse,
además, que es imposible de conocer el número total de víctimas no sólo judías,
pues se calcula que aproximadamente siete millones de no judíos fueron asesinados
por la Alemania nazi o la muerte de tres millones de soldados soviéticos en los
campos nazis entre 1941 y 1945, víctimas de crímenes de guerra. El objetivo este
artículo, que forma parte de un trabajo de investigación más amplio – en fase de
elaboración- , se centrará exclusivamente en un aspecto poco estudiado. Son
contadas las investigaciones sobre la inteligencia aliada en cuanto al Holocausto, en
los contornos específicos que aquí planteamos, como tampoco ante otros genocidios
y crímenes contra la humanidad.
Palabras clave: servicios de inteligencia, holocausto, genocidio
2016 Hipatia Press
ISSN: 2014-900
DOI: 10.17583/recei. 2016.1913
58 Botaina- Servicios de Inteligencia
E
l Holocausto se refiere a uno de los períodos más oscuros de la
Historia europea del siglo XX pero asimismo se trata de una de las
cuestiones históricas más ampliamente analizadas. En este sentido,
el artículo se centrará exclusivamente en un aspecto poco estudiado como el
posicionamiento de la inteligencia aliada respecto al Holocausto.
En primer lugar, la investigación que estamos llevando a cabo y que
aquí mostramos muy parcialmente no es el estudio de los servicios de
inteligencia occidentales durante la II Guerra Mundial, cuestión que
ciertamente ha dado pie a numerosa bibliografía: el aspecto militar de la
inteligencia en la Guerra Mundial escapa a nuestra voluntad de estudio.
Tampoco, en segundo término, no nos planteamos el papel de los servicios
de inteligencia y de la policía secreta, y más concretamente del RSHA1, de
la Alemania nazi en el exterminio del pueblo judío. Nos obligaría a un
extenso trabajo sobre el papel de la maquinaría estatal de espionaje e
inteligencia nacional socialista en el exterminio, aunque no tanto desde la
perspectiva de la función de inteligencia nazi en el Holocausto. Ello
supondría, por su propia extensión, un trabajo específico desde la disciplina
de la inteligencia, cuestión que dicho sea de paso, tampoco ha merecido
estudios rigurosos por parte de los investigadores.
El objetivo de este artículo se centrará en el papel jugado por los
servicios de inteligencia occidentales británico y norteamericano en el
conocimiento y transmisión de información a sus respectivos gobiernos
sobre el genocidio, a la par que se libraba la II Guerra Mundial. En este
sentido, por razones de espacio hemos excluido expresamente a los
servicios de inteligencia de la extinta Unión Soviética, que merecerían un
estudio específico igualmente, así como otros países de mayor o menor
importancia en el análisis de inteligencia del Holocausto como Francia o la
“neutral” Suiza. Obviamos ex professo al servicio secreto vaticano porque
por sí mismo merece un artículo específico por la poliédrica y compleja
posición del Vaticano, y el Papa, durante el Holocausto.
El estudio de los servicios de inteligencia y el Holocausto se puede dividir,
en la técnica de análisis de inteligencia en dos apartados; el primero es el
papel de la inteligencia aliada en los años del “gradualismo” (1933-1939).
En este caso, la aproximación es relativamente más sencilla y no la
incorporaremos por cuestión de espacio, aunque la estamos investigando.
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
59
En el segundo ámbito, es el que aquí planteamos: el papel de la inteligencia
y el espionaje durante el Holocausto, mucho más complejo, pues tras una
larga tarea de búsqueda de información, hemos localizado un filón de
estudio de amplio entramado, que supone de hecho aproximarse a toda la
historia del Holocausto, pero desde una óptica diferente. Por ello,
metodológicamente hemos planteado aspectos sustanciales del Holocausto
(los guetos, la actuación de los Eisentzgruppen, los campos de
concentración y exterminio, la información que disponían los británicos, el
papel de la OSS norteamericana –antecedente de la CIA-, etc.) para así
poder responder a los aspectos básicos de qué sabían –y que no- y cuando
lo supieron los países aliados y plantear también el debate entre la ética y
las razones de Estado –o las “razones” de la guerra-.
La Inteligencia Aliada durante los Años del Gradualismo: ¿era
Previsible el Holocausto?
Entendemos por “periodo gradualista” el que se inicia con la toma del poder
por Hitler en 1933 y finaliza con el inicio de la II Guerra Mundial, en 1939.
Queremos indicar con ello que la actuación de los nazis fue “gradualista” en
su proceso de antisemitismo en Alemania. En este sentido, los diferentes
grados en el proceso de gradualismo se podrían establecer, a nuestro juicio,
en cuatro escalones: el jurídico –proceso progresivo de promulgación de
leyes contra los judíos-, los actos de violencia física contra éstos, la
emigración forzosa y el discurso de Adolf Hitler de 30 de enero de 1939.
Este ámbito lo estamos estudiando como investigación, pero aquí
soslayamos por razones de espacio pero también de sistemática: es uno de
los aspectos que permiten una gran riqueza en los estudios de inteligencia y
su incorporación a la época presente especialmente por lo que supone de
prever el futurible de situaciones de genocidios o crímenes contra la
Humanidad, y que en términos actuales podría plantearse si era previsible
para la inteligencia occidental las situaciones que acontecen hoy día en
Libia, Siria, Irak o lo fueron en Camboya, Darfur o Rwanda, por citar unos
pocos ejemplos.
60 Botaina- Servicios de Inteligencia
Inteligencia Aliada en el Periodo 1939-1945: los Servicios de
Inteligencia y el Holocausto
El inicio de la guerra en 1939 y su evolución estuvo jalonada de diversas
etapas: una primera con claros actos de genocidio, y una segunda, donde
éste adquiriría una forma “industrial”. Destacamos con ello que hay una
dificultad terminológica para hablar de genocidio en un momento histórico
donde el concepto legal no se había conformado con claridad, pero hoy en
día cualquier servicio de inteligencia determinaría que acontece un
genocidio o está a punto de cometerse si un gobierno plantease opciones
migratorias forzosas, como el plan Madagascar (valorado y desechado
finalmente por los nazis), consistente en la opción de trasladar a cuatro
millones de judíos a esa isla africana con la intención de abandonarlos a su
suerte y así sucedió cuando la Serbia de Milosevic inició la limpieza étnica
de albano-kosovares y abocó a la intervención militar de la OTAN para
frenarla.
Primera Fase del Genocidio: 1939-Inicio de la Invasión de la Unión
Soviética
Sintéticamente los datos más destacados se centran en que con la invasión
de Polonia en septiembre de 1939, Alemania incorporó a tres millones de
judíos a su jurisdicción. Una primera consecuencia de ello fue la instalación
de guetos en Varsovia, Lublin, Cracovia. El RSHA obtuvo además en ese
momento –tras la fusión de las SS y el SD con la Gestapo y la Kripo- el
control sobre la población judía. Resumidamente, entre noviembre de 1938
y verano de 1941, la opción fue la expulsión de los judíos, antes que
recurrir al asesinato, que en el derecho actual se calificaría igualmente de
genocidio pero ciertamente no nos encontraríamos ante el Holocausto
propiamente dicho. En todo caso, creemos necesario establecer qué sabía la
inteligencia aliada sobre los guetos y sus condiciones de vida y el destino
final que deparaba a sus “residentes”.
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
61
Segunda Fase del Genocidio: el Holocausto
Según la historiografía más reciente, la invasión alemana de la URSS
iniciada en junio de 1941 supuso el acto definitivo para la conversión de los
actos genocidas antes expuestos en la catástrofe denominada Holocausto
(Mattaüs, 2004).
Sistemáticamente podemos establecer los siguientes elementos del
Holocausto, secuencialmente determinados en el tiempo:
- la acción de los Einsatzgruppen, que tras el Ejército alemán que
avanzaba, localizaban y ejecutaban de forma masiva a los judíos;
asesinaron en el periodo 1941-1942 unos 700.00 judíos en la zona de Rusia
Occidental.
- Dado que en el territorio conquistado a la URSS entre junio y
noviembre de 1941 quedaron atrapados unos cuatro millones de judíos, el
sistema de guetos ensayado en Polonia se hizo inviable. La paralización del
frente ruso impidió reasentar a los judíos. Ante ello, se activó la segunda
fase, la de encontrar una “Solución final” al “problema judío”.
Por ello, los historiadores plantean que fue a lo largo de 1941 cuando la
Alemania nazi concluyó que el exterminio era una opción más factible que
la expulsión. Uno y otro proceso son hoy considerados genocidios, pero el
exterminio sería el grado máximo dentro del proceso.
- ¿Se conoce el momento exacto de la adopción de la decisión del
exterminio? Aún hoy es un dato no clarificado. Parece situarse como
periodo más plausible entre diciembre de 1940 y marzo de 1941, aunque el
asesinato sistemático comenzó en octubre de 1941 a través de los
Einsatzgruppen y el asesinato “industrial” con cámaras de gas se data en
marzo de 1942. Otras informaciones rebelan que el Alto Mando alemán
ordenó en junio de 1941 emplear “medidas enérgicas y brutales” contra los
judíos rusos y Goering requirió a Reinhard Heydrich en julio de 1941 a
solucionar “la cuestión judía”. ¿En qué momento de la tragedia los aliados
conocieron esta decisión?
62 Botaina- Servicios de Inteligencia
- la conferencia de Wannsee: esta reunión, de alto nivel secreta,
convocada por Heydrich el 20 de enero de 1942, supuso la confluencia de
representantes de diversos ministerios (justicia, interior y asuntos
exteriores) y administradores de territorios del Este. Un sector de
historiadores considera la conferencia de Wannsee como la última fase del
proceso de toma de decisiones que llevó a la “Solución Final”, aunque el
exterminio ya había comenzado. La reunión no adoptó pues la decisión de
exterminar a los judíos, como en ocasiones se afirma, sino coordinar –
“eficazmente”- a la Administración nazi en ese exterminio. Otros
historiadores indican que fue un acto para confirmar la decisión ya asumida
en octubre de 1941, mientras otros indican que sólo se planteó la logística
del asesinato en masa (Roseman, 2002). Reflexionaremos sobre cuándo la
inteligencia aliada pudo conocer el contenido, si es el caso, de la
Conferencia de Wannsee.
- La “Operación Reinhard” (Aktion Reinhard) nombre clave que los
nazis dieron al plan de asesinato de judíos polacos, llevada a cabo entre
1942-1943, consistió en convertir a los campos de Belzec, Treblinka y
Sobibor en el centro de eliminación física de tres millones de judíos. El
proceso se articula en tres fases: traslado de tres millones de judíos polacos
a los campos, exterminación física inmediata y reenvío de sus posesiones a
Alemania. La operación fue considerada un “éxito”. Auschwitz queda fuera
de esa operación con su propia singularidad, pues a finales de 1943 se
había asesinado allí a más de dos millones de judíos. La operación Reinhard
es inescindible de los campos de concentración y exterminio.
- los campos de concentración y de exterminio. Fue la fase final del
proceso, con la creación de campos en lugares diversos que han pasado a
ser fatídicamente recordados: Chelmno, Belzec, Sobibor, Treblinka,
Majdanek y Auschwitz, este último símbolo del Holocausto; en Treblinka
fueron asesinados 800.000 ciudadanos en trece meses, tarea llevada a cabo
por un reducido numero de personas de no más de 1200, de los cuales sólo
una cincuentena eran alemanes. ¿Cuándo fue conocida la Operación
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
63
Reinhard y cuando se conoció la existencia y realidad de los campos por
parte de la inteligencia aliada?
Desde la óptica de lo que interesa a esta investigación queremos destacar
lo siguiente:
a) los nazis en todo momento quisieron ocultar urbi et orbe el
exterminio llevado en los campos, incluso a los judíos hasta los instantes
mismos de perpetrar el asesinato individual y por supuesto a los servicios
de inteligencia occidentales y a sus respectivos gobiernos. Himmler indicó
que el exterminio de los judíos sería una “gloriosa página de la historia que
nunca había sido escrita y que nunca lo sería”, lo que invita a pensar en la
clara voluntad de ocultar el genocidio.
b) Himmler ordenó en noviembre de 1944 el cese del exterminio en las
cámaras de gas y su desmantelamiento para destruir la evidencia de su
existencia, con la clara intención de evitar la prueba de lo acontecido.
Por consiguiente, el Holocausto en su dimensión mayúscula fue una
actuación de la cúpula nazi que por diversas razones se quiso ocultar hasta
su mismo final. Razones muy diversas que forman parte del ámbito de
estudio de la ciencia política y de los historiadores y que se alejan de
nuestro trabajo de investigación. Pero sí es un dato muy relevante por
cuanto implica que la inteligencia aliada tuvo que acceder a la información
a través de lo que son fuentes secretas, ya que las fuentes abiertas (open
sources) no eran, y más en esa época, una opción factible, y no puede
ignorarse que este acceso a la información era paulatino al acceso a
información militar, por lo que podría darse una interferencia entre uno y
otro elemento, una de las razones que –adelantamos- a nuestro juicio fue
clave para establecer que pese a la información de inteligencia aliada
obtenida sobre el Holocausto, el Reino Unido y EE.UU adoptaron una
posición pasiva.
64 Botaina- Servicios de Inteligencia
El Conocimiento del Genocidio en Todas sus Fases por Parte de los
Servicios de Inteligencia
A continuación vamos a exponer qué grado de conocimiento –a nuestro
juicio, con los datos disponibles hoy día y existiendo infinidad de
documentos aun clasificados como secretos- tenían los servicios de
inteligencia aliados de todo el proceso en los puntos fundamentales
mencionados, en la fase bélica de 1939-1945, por cuanto la fase gradualista,
por su propio contexto, fue conocida por Occidente y lo único que cabría
dilucidar es si desde la óptica del análisis de inteligencia era factible prever
el Holocausto con los hechos históricos conocidos en esa fase.
Plantearemos qué era conocido y qué no era y también expondremos
porqué si se conocían datos e informaciones, no hubo intervención militar
que impidiera sobre todo la fase “industrial” del genocidio.
En concreto, tal como hemos dicho, nos centraremos en los siguientes
hechos relativos al Holocausto.
- los guetos.
- la adopción de la decisión del exterminio o “Solución Final”.
- la actuación de los Einsatzgruppen.
- la conferencia de Wannsee.
- la operación Reinhard, los campos de concentración y exterminio y el
emblemático campo de Auschwitz, como símbolo universal del Holocausto.
- una aproximación al papel de la inteligencia aliada, en concreto la
británica y la OSS norteamericana.
Los Guetos
A mediados de 1940, más de medio millón de judíos polacos vivían
hacinados en guetos. La información de inteligencia obtenida a través de
diplomáticos -especialmente latinoamericanos- indica que la vez primera en
que la OSS conoce las características de los guetos y más específicamente
el de Varsovia, es en torno a octubre de 1940.
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
65
Parece, sin embargo, que las informaciones llegan a la inteligencia
aliada lentamente, quizá porque los guetos tenían una finalidad de
aislamiento absoluto de los judíos y se situaban en zonas ocupadas por los
alemanes y por tanto, con una enorme dificultad de huida fuera del gueto y
de Polonia –fundamentalmente- a un territorio seguro. Por consiguiente, la
información que se obtiene en un primer momento es en base a los cables
descifrados por la inteligencia británica a través de diplomáticos, pero luego
poco a poco por otros medios. En este sentido podemos indicar que de los
datos consultados, es a fines de 1943 cuando la OSS consigue información
de diplomáticos americanos en Suiza que reproducen informaciones
obtenidas de judíos huidos del gueto2.
Por otro lado, la información de que los habitantes de los guetos están
siendo trasladados a campos de exterminio, -a partir de septiembre de 1941es conocida por la inteligencia aliada en noviembre de 1941, a consecuencia
de los cables de la diplomacia chilena. Para la OSS, el informe de 28-61942 le aporta una información demoledora, al establecerse que “Alemania
no persigue a los judíos. Los extermina sistemáticamente”3 y que son los
guetos de Cracovia, Lvov, Lublin, Radom y muy especialmente Varsovia
los principales centros de eliminación pasiva de judíos4.
La Adopción de la Decisión del Exterminio o “Solución Final”
En este ámbito jugó un papel clave la inteligencia y la clase política
británica; la OSS norteamericana fue también un elemento a tener en
cuenta, algo más secundario7.
Si los historiadores sitúan entre diciembre de 1940 y marzo de 1941 la
decisión clara y precisa de proceder al genocidio en masa, los documentos
de la inteligencia británica hoy desclasificados ubican el conocimiento del
genocidio en zona soviética también en 1941. La clave fue el centro
británico de inteligencia de Bletchley Park, que descifró los códigos
alemanes, así como también la infiltración en el ministerio de exteriores
chileno.
66 Botaina- Servicios de Inteligencia
En este último caso, el proceso es poco conocido por los historiadores
pero altamente importante, lo que acredita que la labor de inteligencia es
fundamental porque un pequeño dato o un individuo de relevancia escasa
pueden aportar al análisis una información fundamental. Los diplomáticos
latinoamericanos eran, muchos de ellos, filo nazis manipulados por el SD6,
destacando el cónsul chileno en Praga, Gonzalo Montt7 (Calvi, 2005),
considerado por el servicio alemán como “uno de los nuestros”. Sin otra
legación abierta en Praga, el cónsul chileno era el único observador
diplomático extranjero (Schellengerg, 2005).
En este sentido, el cónsul informó a su Ministerio en Santiago del inicio
de la campaña contra la Unión Soviética y comunicó las actuaciones de los
Einsatzgruppen y de las masacres en los países bálticos; él mismo visitó el
gueto de Varsovia en septiembre de 1941 y transmitió datos sobre las
medidas administrativas preparatorias del Holocausto. La inteligencia
británica conocía toda esta información en tiempo real y fue transmitida a la
OSS, aunque siempre con retraso de tres a cinco meses.
La fuente infiltrada se desconoce y en los archivos de la OSS consta
como “fuente muy secreta”. En todo caso, los cables del cónsul fueron una
de las primeras fuentes de información al inicio del Holocausto y si bien la
CIA ha desclasificado la información, no así lo ha hecho el MI-6 británico,
y ello es así, en opinión del investigador Richard Breitmann para proteger
aún hoy una fuente que debía estar enclavada en el corazón mismo del
Ministerio chileno de Exteriores, salvo que fuera también otra la razón: que
ya en ese momento los británicos hubieran podido descodificar las
comunicaciones entre el cónsul y Santiago de Chile, que se encriptaban a
través de los sistemas alemanes (Breitmann, 2005).
Ello nos lleva a una segunda cuestión8: el servicio británico consiguió
“romper” los códigos de la policía alemana sobre la cuestión judía en julio
de 1941, con la colaboración de oficiales de inteligencia franceses huidos
tras la ocupación de su país. En el lado negativo, la caída de Francia supuso
una pérdida significativa de la capacidad de interceptar mensajes.
Según esta información, ya desde diciembre de 1940 se obtenía
información de inteligencia sobre campos de concentración y en julio de
1941 la sección militar del oficial John Tiltman poseía un número
considerable de lecturas sobre mensajes policiales alemanes de Rusia. El 18
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
67
de julio de 1941 la inteligencia británica tuvo conocimiento del exterminio
de más de 1100 judíos así como de ejecuciones de partisanos. Pero no
parece que los informes facilitados por la sección de John Tiltman al MI14
-servicio de investigación de inteligencia militar- fueron tomados con
mucho interés, si bien consta que aun así durante toda la guerra se emitieron
informes periódicos semanales sobre operaciones policiales en el frente
ruso.
Los hechos acontecidos en las zonas ocupadas, y en especial Polonia,
fueron transmitidos a la inteligencia aliada, en especial la británica. De
hecho, la propia BBC emitió un programa sobre el exterminio de los judíos
en 19429.
¿Por qué en ese momento inicial del Holocausto los informes de la
inteligencia, especialmente británicos, no fueron tomados en consideración
por el Gobierno? Las opiniones son diversas, algunas enmarcables en el
ámbito de inteligencia y otras con consideración política, cuestión sobre la
que volveremos más adelante:
a) algunos autores aún afirman que hasta 1944 no se tuvo un
conocimiento claro de la magnitud de la tragedia, opinión que nos parece
refutable. Más bien la clase política británica era insensible al tema y el
sector favorable al pueblo judío, como Churchill, estuvo siempre en minoría
a lo largo de la II Guerra Mundial (Neville, 1999, p. 66).
b) un grupo de analistas plantea que la opinión pública no hubiera dado
fe a estas informaciones, vista la magnitud de los hechos que poco a poco
se iban conociendo, tesis que más bien puede tener un valor justificatorio de
la inacción, pues la aportación de pruebas irrefutables hubiera diluido lo
que algunos pretendían entender como “propaganda judía” exagerada para
conseguir ayuda.
c) finalmente, algunas fuentes defienden que el conocimiento del inicio
del Holocausto a través del descifrado de las claves alemanas aportaba nada
o muy poco a la causa bélica y por el contrario hubiera permitido a
alemanes descubrir que su cifrado había sido descubierto y por tanto poner
en grave riesgo la estrategia aliada para ganar la guerra. Quizá ello sea lo
más plausible y así la comunidad judía quedó subordinada a las necesidades
militares.
68 Botaina- Servicios de Inteligencia
La Actuación de los Einsatzgruppen.
Tras el ataque alemán a la Unión Soviética, aparece la actuación de los
Einsatzgruppen, con la misión de asesinar el mayor número posible de
judíos. El método “ordinario” de los Einsatzgruppen suponía la eliminación
física rápida de todos los judíos –y no sólo ellos- una vez ocupados
sucesivamente a los pueblos a donde llegaban. La actuación de los
Einsatzgruppen es un elemento importante en el Holocausto, porque
claramente demuestra la voluntad genocida.
Las informaciones que hoy se conocen de esa actuación coinciden
exactamente con los informes de inteligencia británica. Por consiguiente,
los aliados conocían esa circunstancia, pero constatada la misma, el servicio
británico en especial lo asume y decide dejar de informar al gobierno, salvo
petición expresa. Según un informe interno de Bletchey Park “el asesinato
de judíos por la policía es un hecho probado; en consecuencia no nos
proponemos continuar elaborando informes sobre estas carnicerías en
especial para el primer ministro, salvo petición expresa”10. En cuanto a los
norteamericanos, a la OSS llegó un informe de fecha 7-11-1942 del que no
caben dudas sobre el alcance del Holocausto11.
¿Cuál es la razón de que la inteligencia británica tuviera un fácil acceso
directo a las actuaciones de los Einsatzgruppen, mientras que en otras fases
del Holocausto el acceso fuera más complejo? La respuesta es sencilla. Los
oficiales de transmisión de la policía de orden y otras fuerzas que
componían los Einsatzgruppen no eran oficiales jóvenes, pues mucho de los
cuales ya habían servido en la I Guerra Mundial12. Los métodos de
transmisión de estos grupos no cambiaron y por ello no utilizaron el sistema
Enigma que sí empleaba el RSHA y el Ejército alemán; el método de la
policía no era especialmente complejo, más bien simple. Según los analistas
de la inteligencia británica, los alemanes no parecieron percibir el alcance
de la vulnerabilidad de los códigos de la policía y de los Einsatzgruppen13,
si bien cabe plantearse si también ayudó una combinación de arrogancia y
subestimación del enemigo por parte de unos alemanes victoriosos y
exultantes en su avance imparable hacia el Este.
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
69
La Conferencia de Wannsee
Pocos dirigentes nazis conocían los preparativos del Holocausto que se
articularían en Wannsee. Sin embargo, dos meses antes, la inteligencia
aliada había obtenido ya informaciones sobre la irreversibilidad del
genocidio judío
En todo caso, la inteligencia aliada tuvo conocimiento del resultado de
la Conferencia en el mismo enero de 1942 y los británicos optaron por no
publicitar el hecho y se obvió su anunció a resultas de que se “confirmara”.
Sólo en noviembre de 1942 se dio luz pública de esta información en
EE.UU (Marrus, 1987, p.161).
La información llegó a la inteligencia aliada a través de un mensaje del
secretario del Congreso Mundial Judío Gerhart Riegner que lo transmitió
inicialmente al diputado laborista judío Sydney Silverman. Éste lo remitió
al Ministerio de Exteriores británico. En realidad, la información
transmitida se refiere a la Conferencia de Wannsee y no al exterminio
propiamente dicho, pero parece evidente que cualquier servicio de
inteligencia podía ya prever que los resultados de la Conferencia
concluirían en un genocidio masivo.
Los Campos de Concentración y Exterminio, la Operación Reinhard y
el Campo de Auschwitz-Birkenau.
Es uno de los elementos centrales de cualquier aproximación al fenómeno
del Holocausto y al papel de los servicios de inteligencia: ¿cuándo fue
conocido el funcionamiento de la Aktion Reinhard, los campos de
concentración y exterminio y la existencia de Auschwitz?
Deducimos de los informes consultados que los británicos tenían
conocimiento muy preciso de todo ello y también los norteamericanos, si
bien la transmisión de datos de inteligencia hacia el otro lado del Atlántico
se demoraba siempre, algunos meses. Sobre ello hay algunas
contradicciones, pues tradicionalmente se ha afirmado que algunos
informes conseguidos por desclasificación en Bletchley Park no eran
70 Botaina- Servicios de Inteligencia
transmitidos, aunque la lectura más reciente de archivos de inteligencia
demuestra lo contrario.
Así, la Aktion Reinhard dirigida por Heydrich era conocida en Bletchley
Park. En septiembre de 1942 hay constancia en los informes de inteligencia
británicos por vez primera de la Aktion Reinhard y de que no se trata sólo
de una operación circunscrita a Bohemia-Moravia. En octubre de 1942 se
descodifican mensajes del comandante de Auschwitz sobre los transportes
de judíos al campo.
Por tanto, hay baile de cifras en cuanto a los años. Algunas monografías
consultadas indican que de forma detallada se sitúa el conocimiento por
parte de la inteligencia aliada de la situación en Auschwitz en el año 1944,
a través de dos judíos eslovacos huidos en abril. El informe que se elaboró
era muy completo: es el “Informe Protocolos de Auschwitz” o “Informe
Vrba-Wetzler” –en honor a sus autores-. Según los datos hoy conocidos, el
informe llegó al Departamento de Estado norteamericano en junio de 1944.
Sin embargo parece claro que los británicos dos años antes como mínimo
habían ya conocido la envergadura de lo que acontecía en ese campo, sin
lugar a dudas, y también la OSS.
Dado el carácter simbólico –y algo más-, que implica Auschwitz, vamos
a detenernos en el proceso de obtención de inteligencia sobre este campo.
Adelantamos que los servicios de inteligencia llevaron a cabo eficazmente
su función, si bien las decisiones políticas impidieron cualquier actuación
militar al respecto.
La Inteligencia Aliada frente a Auschwitz-Birkenau.
Algunas voces –incluida la CIA en la etapa del Presidente Reagan- han
mantenido durante décadas que el genocidio allí llevado no se conoció en
toda su magnitud hasta 1944.
Sin embargo, Auschwitz era una inmensa instalación formada por
diversos campos de concentración, a 43 km. al oeste de Varsovia y en
donde encontraron la muerte entre 1,5 y 2,5 millones de seres humanos.
Aproximarnos a la cuestión obliga a formularnos tres preguntas: ¿Era
factible ocultar tal tragedia por parte de los nazis? ¿Qué conocían los
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
71
aliados? ¿Qué repercusiones hubiera tenido para la acción militar el
conocimiento público del genocidio “industrial” de Auschwitz?
A la primera cuestión, debemos responder que la dimensión histórica
impide creer que Auschwitz pudiera ocultarse, pese a estar situado en plena
zona polaca ocupada. Por tanto procede responder a cuál fue la evolución
del conocimiento de Auschwitz en base la información de inteligencia de
los aliados.
Auschwitz es el fruto de muchos caminos entrecruzados. A nuestros
efectos, no podemos deslindarlo de la sorprendente resistencia del Ejército
soviético al avance alemán, que obligó a desviar fuerzas encargadas de
asesinar judíos al frente ruso. Ello se constata en los informes de
inteligencia interceptados por los británicos, donde se acredita que durante
el 1942 disminuyen los informes sobre ejecuciones masivas de judíos, a
diferencia de lo que acontecía en otoño de 1941. Por otro lado, la ideología
cede en parte ante la necesidad de la guerra y ante la ausencia de mano de
obra, Hitler autoriza –en informaciones decodificadas por la inteligencia
británica- el uso del trabajo de los judíos aptos para labores físicas. El
conflicto surge y la inteligencia británica intercepta las quejas del
comandante de Auschwitz solicitando que los convoyes de judíos dirigidos
al campo no se detengan en su camino (Breitman, 2005)14.
Un elemento que impide en los primeros momentos conocer el alcance
de la tragedia de Auschwitz –y de los campos en general- es que a
diferencia de la policía del orden (Orpo), que utilizaba una codificación
antigua –conocida por la inteligencia británica-, las SS utilizaban la
máquina de codificación Enigma. Los británicos empezaron a descodificar
el sistema Enigma a partir de 1940, en mayor o menor grado, pero no
deseaban que ello se supiera. Por ello precisamente, Auschwitz no
permanecía ya “oculto” a los ojos de la inteligencia aliada15.
Los informes sobre Auschwitz facilitados por la inteligencia no
motivaron ninguna intervención militar. En concreto se puede acreditar
datos muy significativos:
- una vez conocidos los informes de inteligencia, numerosas voces
gubernamentales solicitaron una actuación militar contra el campo o más
expresamente contra las vías de tren que servían de acceso.
72 Botaina- Servicios de Inteligencia
- la respuesta de las autoridades militares fue que ello suponía una
“dispersión” de recursos militares muy necesarios para el desembarco de
Normandía, afirmación que es altamente cuestionable, dado que en agosto
de 1944 la aviación norteamericana destruyó el complejo industrial IG
Farben, muy cercano a Auschwitz, pero no atacó el campo.
- esa misma acción militar reporta a la inteligencia aliada fotos muy
precisas tomadas desde los aviones de las instalaciones crematorias de
Auschwitz-Birkenau.
Uno de los debates más intensos que ha habido ha sido hasta qué punto
desechar la información de la inteligencia aliada para destruir las cámaras
de gas y hornos crematorios fue una acción justificada por razones
militares, en un debate que no parece cerrado y sobre el cual volveremos en
las próximas páginas.
La Inteligencia Norteamericana y Británica: la OSS, el Servicio
Británico y el Holocausto
Hemos ya planteado en puntos anteriores diversos aspectos de la cuestión.
Aquí sólo quisiéramos resaltar que los datos conocidos hoy en día –y los
que seguirán conociéndose en el futuro- producen una quiebra entre lo que
los responsables de lA OSS decían saber años más tarde al Holocausto –ya
como CIA- y la realidad.
En la década de los 80, William J.Casey, director de la CIA bajo la
presidencia Reagan y antiguo miembro de la OSS afirmó que “no
comprenderé jamás como, con todo lo que se sabía de Alemania y de su
máquina de guerra, nosotros sabíamos tan pocas cosas sobre los campos de
concentración y la amplitud del Holocausto”, reiterando que la OSS
conocía de manera general la persecución de los judíos y de la represión y
brutalidad que sufrían, también en los campos, “pero nadie o casi nadie no
conocía la amplitud de lo que sucedía”, si bien también afirmó que cuando
se recibían informes sobre la cuestión, eran orillados por que la política de
EE.UU y Reino Unido era concentrarse exclusivamente en la derrota del
enemigo (Calvi, 2005, p.31). Esta tesis es defendida también por integrantes
de la OSS, como Arthur Schlesinger, responsable de Inteligencia y Análisis
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
73
(I&A), en cuyas Memorias afirmó que fue en verano de 1944 cuando se
recibieron las informaciones más crudas sobre el genocidio (Schlesinger,
2008). ¿Es cierto?
Un dato significativo a nuestro juicio: frenar el Holocausto no fue una
prioridad para los norteamericanos. El objetivo era ganar la guerra. Es
relevante que los informes más elaborados sobre el tema fueron
precisamente efectuados por jóvenes analistas judíos de la sección I&A
(Abraham Duker y Charles Irving) que reconocen su indignación porque
“no interesa la destrucción de los judíos de Europa” (Calvi, 2005). En
resumen, la desclasificación parcial de documentos de la OSS bajo la
presidencia Reagan, acreditaría que el conocimiento real se situaría en el
periodo 1944-1945.
Sin embargo, este dato es incorrecto, una vez bajo la presidencia de
Clinton se dictó la Nazi War Disclosure Act de 1998, que fechar
exactamente cuando la cúpula del gobierno norteamericano conoció todos
los hechos del Holocausto. Como ya hemos podido indicar antes, los
documentos desclasificados sitúan un conocimiento certero a partir de la
primavera de 1941, en línea a la información obtenida a través de la
infiltración en la diplomacia chilena. Los informes de la OSS de 1942
acreditan un conocimiento detallado de los guetos, de los Eisentzgruppen y
también de los campos.
La misma reflexión debe efectuarse de los británicos. El investigador
Richard Breitman reitera lo antes dicho: “ningún documento, por
importante que el fuera, no habría podido cambiar la percepción dominante
en el interior de los nuevos servicios secretos americanos: ellos debían
concentrar sus medios en ayudar a ganar la guerra”. En todo caso, la
inteligencia norteamericana distribuye selectivamente la información sobre
el Holocausto y es destacable que Henry Mongenthau, judío y secretario del
Tesoro es objeto de información censurada sobre el genocidio.
Por otro lado, debe entenderse la particularidad de los avances que se
hacían en el centro de inteligencia de Bletchley Park, antes ya comentados.
Hoy en día puede afirmarse que el servicio británico tenía muy buena
información sobre la marcha del Holocausto y de hecho parece ser que en
1943 la expresión “Solución Final” es interceptada por el centro británico16.
74 Botaina- Servicios de Inteligencia
¿Por qué razón Blechtley Park y la dirigencia política británico
adoptaron una actitud de no transmitir al mundo la información obtenida?
¿Por qué los norteamericanos también optaron por esta vía? Aunque son
muchos interrogantes que sobre una guerra siempre acontecen y más
cuando hablamos de fuentes de inteligencia, parece evidente que
norteamericanos y británicos querían a toda costa salvaguardar sus métodos
de inteligencia, descifrado, etc. de cualquier sospecha por parte de los
alemanes y evitar sacrificar la finalidad esencial que era ganar la guerra. El
destino de los judíos, o mejor dicho, dar a conocer lo que acontecía en esa
época, era secundario; es más, aunque algunos dirigentes mostraran su
absoluto rechazo al genocidio (Churchill) imperó la lógica pragmática
desde la perspectiva de la inteligencia. En concreto, creemos que diversos
son los elementos a tener en cuenta:
- en verano de 1941, Blechtley Park intercepta constantes
comunicaciones sobre asesinatos en masa, aunque con terminología
ambigua –propia del Holocausto-: “bandidos judíos”, “judíos
bolcheviques”, etc. Sin embargo, pese a los eufemismos, hay informes que
acreditan auténticas “competiciones” entre dirigentes de las SS para obtener
un mayor número de judíos asesinados.
- el salto cualitativo del papel de Bletchley Park se produce con
Churchill de primer ministro. Nombrado en mayo de 1940, Churchill recibe
cada día una síntesis de las escuchas de su centro de inteligencia.
- un dato que puede permitir establecer la razón de la prudencia en el
anuncio al mundo del Holocausto lo debemos encontrar una vez más, en un
doloroso pragmatismo que se concreta en el discurso de Churchill a los
británicos de 24 de agosto de 1941. En él se refiere a “muertes en masa”,
“ejecuciones a sangre fría perpetradas por tropas de la policía alemana
contra patriotas rusos...” “estamos ante un crimen en masa”, entre otras
afirmaciones. Este discurso es ambiguo y la razón radicaría en que se
omitieron las acciones ya conocidas de genocidio en base a que descifrado
el código Enigma, ello no quería publicitarse, por lo que sólo se dio
información cifrada por los códigos policiales previos a la II Guerra
Mundial. En conclusión, autocensurándose, Churchill protegía el dato de
que se habían descifrado sistemas modernos de los alemanes y sólo se
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
75
transmitió en el discurso información que los propios alemanes podían
deducir estaba cifrada en códigos antiguos.
En este sentido, se ocultó expresamente el dato obrante en su poder del
asesinato ya consumado de un millón de judíos –cifra por cierto inexacta en
ese momento-17. Pese a la autocensura, los alemanes dudan y la orden
inmediata es establecer el carácter secreto de los asesinatos18, lo que supone
a nuestro juicio que para Alemania el genocidio sí formaba parte de todos
sus planes globales de guerra. Este mismo mensaje de alerta es interceptado
en Bletchley Park y aunque los alemanes cambian los códigos y apuran los
eufemismos (el vocablo “ejecución” es sustituido por el término “acciones
según las reglas de la guerra”) tanto los británicos como los
norteamericanos –en menor medida- continuaron conociendo el rumbo del
Holocausto. Debe añadirse además, que con el fin de proteger la
información de que se había obtenido la decodificación de las claves, el
“pragmatismo” político permitió otras acciones de guerra con víctimas
civiles incluso británicas, como el bombardeo de Coventry en noviembre de
1940 y no se atacaron frontalmente a los submarinos U-2 durante el
bloqueo del Reino Unido. Literalmente, “cada vez que los alemanes
cambiaban sus códigos, Bletchley Park permanecía sordo y mudo y no
podía comunicar al Estado Mayor aliado la evolución
militar
alemana”(Calvi, 2005, p.53).
Respuesta parecida en el otro lado del Atlántico: los informes no fueron
tomados especialmente en cuenta. Ello se traslada también al interés de la
prensa de EE.UU sobre el Holocausto, inicialmente muy escaso. El
Departamento de Estado se esfuerza en impedir que haya filtraciones,
cuanto menos hasta finales de 1942, con una política dirigida a retener
informaciones bajo el pretexto de “ausencia de información”19.
La conclusión final es que para la inteligencia británica informar al
gobierno sobre el genocidio ya no tiene valor añadido: se considera
asumido como un “hecho cotidiano” que no precisa ser transmitido a la
autoridad política, salvo petición expresa. Todo ello sin olvidar que en 1941
el MI-6 es de hecho el único servicio centralizado y eficaz, mientras los
norteamericanos están construyendo aún el suyo.
En este sentido, se deduce que las informaciones sobre el Holocausto,
por diversas razones, podían desviar la atención de la opinión pública sobre
76 Botaina- Servicios de Inteligencia
la guerra en sí misma y también quizá obligar moralmente a una actuación
militar sobre el genocidio; una presión sobre el Presidente Roosevelt que
los aliados no estaban dispuestos a asumir. El objetivo era ganar la guerra,
aun a costa de la muerte de millones de judíos.
Como colofón de lo dicho, debemos resaltar que pese a la voluntad de
EE.UU de ocultar los datos, el subsecretario Sumner Welles filtra al rabino
Wise, en Berna -octubre de 1942-, las informaciones habida cuenta que el
primero no puede publicitarlas; al día siguiente Wise convoca una rueda de
prensa en Berna e informa. La reacción oficial del responsable de
refugiados del Departamento de Estado Robert Border Reams es elocuente:
“Estos informes no están confirmados. Es imposible de obtener
confirmación de lo que proviene de los países ocupados por Alemania. Es
incontestable que los judíos en Europa están oprimidos; es cierto que un
número considerable de judíos han muerto de una manera o de otra tras el
inicio de la guerra. Que el número de muertos sea de numerosas decenas, o
millares, o como el informe afirma, de millones, no desvía nuestro principal
problema. Nuestra principal consideración es ganar la guerra; cualquier otra
consideración debe quedar subordinada a ello”.
Digamos como conclusión final que la política prevaleció, pero la
inteligencia había hecho su tarea, sin lugar a dudas. También es cierto que
la información de inteligencia, filtrada, forzó la política. Pese a
declaraciones como las anteriores, la comunidad judía norteamericana se
movilizó y Roosevelt se vio obligado a reunirse con el rabino Wise. La
respuesta presidencial fue clara: “no sabemos qué medidas adoptar para
impedir la destrucción de los judíos en Europa” (Calvi, 2005). En la
reunión, celebrada el 8-12-1942, los dirigentes de la comunidad judía piden
al Presidente un comunicado oficial denunciando la masacre, a lo cual
Roosevelt accede pese a las numerosas objeciones del Departamento de
Estado y la oposición del Foreign Office británico. Así, EE.UU, el Reino
Unido y otros aliados anuncian al mundo el Holocausto: es el 17 de
diciembre de 1942, esto es, 18 meses después de los informes sobre los
Einsatzgruppen y del cónsul de Chile y 7 meses después de los primeros
artículos de prensa sobre el Holocausto. Pero el anuncio no puede aún
incorporar la enorme tragedia que se avecinaba en los años siguientes, entre
1943 y 1945.
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
77
Conclusiones
Sin ánimo de exhaustividad, creemos oportuno plantear algunas
consideraciones finales respecto a lo expuesto anteriormente.
1.- Desde el inicio hasta el momento actual de nuestro trabajo de
investigación, hemos experimentado una relativa evolución en nuestra
perspectiva del papel de los servicios de inteligencia ante el Holocausto
aunque confirmándose nuestra intuición inicial: se trata de uno de los
eslabones del genocidio escasamente estudiados y cuando lo ha sido, de
manera fragmentaria y desde la perspectiva de los historiadores
fundamentalmente, pero en muy pocos casos desde la disciplina de la
inteligencia.
Así, nos ha sido prácticamente imposible localizar reflexiones o
planteamientos sobre la inteligencia aliada en los años del gradualismo y
ello que es evidente que aquella estaba muy alerta y elaboraba sus informes
de inteligencia de gran calidad planteando una posible catástrofe.
2.- Lo anterior nos permite aproximarnos a otro planteamiento, que
supera los contornos del Holocausto: el papel de la inteligencia frente a los
genocidios y crímenes contra la Humanidad. ¿Qué preveían los analistas de
inteligencia franceses ante el genocidio tutti acaecido en 1994 en Ruanda
por ejemplo? Incluso más recientemente, por ejemplo, ¿qué análisis se
hicieron sobre el régimen libio de Gaddafi o sobre la reacción del régimen
de Siria ante el hundimiento del sistema? En resumen, a nuestro juicio
entendemos que la disciplina de la inteligencia tiene mucho que decir ante
estas situaciones extremas, máxime cuando ya acumulamos una larga
experiencia que nos permite, más que nunca, prever y analizar situaciones
de este tipo. Actualmente, un país que promulgara una legislación como la
alemana de discriminación racial de 1935 (Leyes de Nüremberg) ya no
podría pasar desapercibido a ningún servicio de inteligencia en cuanto a la
evolución de ese país hacía una hipotética catástrofe y cuesta comprender
que ello no se percibiera en su momento.
78 Botaina- Servicios de Inteligencia
3.- En cuanto en concreto al Holocausto y la inteligencia aliada,
queremos plantear algunas conclusiones, a modo de síntesis también.
a) en primer lugar, más allá de los debates de los historiadores
intencionalistas o funcionalistas, parece claro que un análisis de inteligencia
adecuado llevado a cabo antes del ascenso del nazismo al poder y durante
los años del gradualismo (1933-1939) –que no hemos incorporado a este
artículo- no podría dejar pasar como posible la catástrofe que se avecinaba.
Ya antes del estallido del conflicto bélico en 1939, los nazis habían tomado
una decisión, la expulsión del pueblo judío de su territorio presente y
futuro. Nadie puede negarlo, pues todo acredita que los judíos eran los
enemigos raciales e internacionales de la Alemania nazi. Cuestión distinta
es entender que ya hubiera, en ese periodo gradualista, un plan específico
para la “Solución Final”.
Al respecto, la respuesta podría ser parcialmente negativa, entendida la
“Solución Final” como el asesinato masivo de todos los judíos europeos.
Muy posiblemente, vistos los informes de inteligencia aliados, el
exterminio como opción –la única- que la cúpula nazi ve factible era
constatable, ante la imposibilidad de una “reubicación” geográfica. En
nuestra opinión, el genocidio debía ser ya una de las conclusiones más
factibles de un análisis de inteligencia, junto a otras alternativas de menor
posibilidad, a partir de 1933 e incluso antes, pero sin duda a partir de 1939.
b) los aliados tuvieron pleno conocimiento a través de su inteligencia del
papel de los Einzensgruppen y, especialmente luego, el asesinato metódico
de judíos en los campos y que alcanza un nivel “industrial” durante el
segundo semestre de 1942. En todo caso, en el futuro será importante
analizar las comunicaciones entre las fuerzas alemanas en territorio
soviético y Berlín, y viceversa, dado que muchas de ellas han sido
desclasificadas en la última década, lo que permitirá estudiar las prácticas
del nazismo en el exterminio pero a su vez la obsesión por mantener en
secreto la Solución final, así como la capacidad británica para interceptar
estas comunicaciones.
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
79
c) no puede obviarse en este proceso, sin duda, la respuesta aliada frente
a las informaciones que la inteligencia suministraba a la clase política. En
este sentido, debemos señalar que el papel de Churchill y Roosevelt fue
clave y su entorno político también y que la contradicción entre el
pragmatismo y la “razón de estado” –ganar la guerra- y dar a la luz pública
el drama del Holocausto –que posiblemente hubiera obligado a desviar
esfuerzos bélicos para evitarlo- justifica la que podríamos denominar
hipocresía oficial.
Nadie puede negar, sin embargo, que ambos líderes estuvieron
absolutamente comprometidos en vencer al nazismo –aquí no cabe ninguna
“teoría de la conspiración”-, pero de todo el material consultado, puede
concluirse que si bien individualmente contemplaron con horror el
Holocausto, como políticos optaron por dar prioridad a la estrategia
diplomática y militar antes que tomar decisiones contundentes para salvar a
los judíos.
Tampoco deben dejarse orillarse otras razones aunque puedan parecer
menores. En primer lugar, una cierta tendencia a no creer los informes tan
apabullantes en número de cifras que la inteligencia aliada suministraba;
hemos podido constatar cierta incredulidad dado el antecedente en la I
Guerra Mundial, según el cual los alemanes transformaban en productos
químicos a cadáveres belgas y franceses, que resultó falso.
La resistencia a una manipulación de la opinión pública, en base a
exageradas informaciones creadas por la resistencia judía y polaca con el
fin de conseguir ayuda no debe descartarse20; pero también otros factores
menos “prudentes”: la hostilidad hacia los judíos existente entre una parte
de la élite británica no ayudó, pero también un factor mucho más
desgraciadamente pragmático, el miedo de EE.UU pero sobre todo el Reino
Unido a que la Alemania nazi y los países satélites liberasen
repentinamente a un gran número de judíos a los que los aliados
forzosamente deberían acoger a la vez que mantener el esfuerzo de guerra.
Anthony Eden –“ministro de exteriores” británico de 1939 a 1945- afirmó
que cualquier medida aliada para salvar judíos podría suponer que “Hitler
desee que acojamos a todos los judíos”, factor que horroriza a los dirigentes
80 Botaina- Servicios de Inteligencia
británicos por lo que supone en cuanto al curso de la guerra (Martin de
Pozuelo, 2012)21.
d) no parece que la información facilitada por la inteligencia aliada
sirviera para ninguna actuación militar específica para mitigar lo que
sucedía. Más allá de la declaración oficial de 17-12-1942, bajo presión de
los judíos norteamericanos, poco puede añadirse o cuanto menos no hemos
podido conocer.
Los británicos gozaban de mejor información que los norteamericanos y
éstos una mayor potencia bélica que los primeros; pese a ello la OSS
comprendió la dimensión de la tragedia, pero no antes de finales de 1942.
En este sentido, la existencia de analistas judíos en la OSS permitió que esa
área de la inteligencia se mantuviera activa. Sin embargo, la OWI -oficina
para la información de la guerra- durante mucho tiempo evitó informar
sobre el Holocausto y el Departamento de Estado, de forma mayoritaria, no
deseaba implicarse en la cuestión. Sólo con la creación de la Oficina de
ayuda a los refugiados de guerra, que cooperó con la OSS, desbloqueó el
conocimiento público del genocidio en masa.
e) en cuanto a los británicos, la cuestión es mucho más compleja.
Muchos documentos todavía no son accesibles. Rubinstein afirma que nada
hubieran podido hacer los aliados para frenar el Holocausto, ni tan siquiera
a través de la elaboración de proyectos de ayuda para el rescate de judíos,
dada la rigidez en que se envolvía la vida de los judíos bajo el dominio nazi.
Discrepamos de esta tesis, por cuanto la oficina americana de ayuda a
los refugiados obtuvo fracasos, pero también éxitos completos o parciales y
se ha podido constatar que informaciones de inteligencia obtenidas por los
británicos y usadas por los gobiernos respectivos aliados en forma de
amenaza, mitigaron en algunos casos el genocidio en Hungría y en otros
países, hasta el punto que se afirma que en Rumania se consiguió frenar los
asesinatos22.
¿Los servicios de inteligencia frente al Holocausto? Aún hoy a mi juicio
es una cuestión apasionante y que no está en absoluto cerrada. Se entrelaza
la función de inteligencia, que fue altamente eficaz por parte de los
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
81
británicos en especial, con las decisiones políticas y la “razón de Estado”.
La posición del OWI, siempre reticente a exponer los datos de inteligencia
obtenidos, fue clara hasta el punto de construir una “conspiración de
silencio” (Jewish Virtual Library, 2016, n.d.)23, de tal manera que en una
misiva dirigida a su oficina en Londres en diciembre de 1944 aún afirmaba
lo siguiente:
Destacar las atrocidades que están siendo cometidas por los alemanes corre el
riesgo de aumentar entre ellos el miedo, los sentimientos de culpabilidad y así
también la voluntad de resistencia. Mostrar nuestra indignación moral no
justifica los riesgos que podemos correr (Breitman & Kraut, 1998, pp. 201202)24
Y por supuesto, una de las mayores incógnitas aquí no analizadas: el
conocimiento que tenía el Vaticano y en otro orden de cosas, la Unión
Soviética.
En conclusión, analizar el Holocausto desde la perspectiva de la
disciplina de la inteligencia es acaso, hoy en día, uno de los eslabones que
faltan en el estudio de aquél genocidio y que sirven para conocer el pasado
pero quizá aún más importante, por lo que puede aportarnos para prever –y
neutralizar- situaciones futuras que puedan suceder.
Notas
1. La Oficina Central de Seguridad del Reich (Reichssicherheitshauptamt, abreviado
RSHA) era el departamento gubernamental encargado de la seguridad del estado nazi.
Oficialmente dependía del Ministerio del Interior, pero a efectos prácticos fue una
organización controlada por las SS. La RSHA fue creada por Heinrich Himmler en
septiembre de 1939, resultante de la fusión de la GESTAPO, el SD, la SIPO y la Kripo. El
organismo fue disuelto al final de la Segunda guerra mundial, en 1945.
2. El informe enviado por el embajador de EE.UU en Suiza al Secretario de Estado se titula
“el exterminio de judíos polacos contado por un testimonio ocular”.
3. Informe de 28-6-1942 dirigido a Allen Dulles, responsable de la OSS.
4. El informe de 28-6-1942 describe detalladamente la vida en el interior del gueto en base
a informaciones obtenidas por judíos huidos. La descripción es muy precisa e incluye datos
82 Botaina- Servicios de Inteligencia
sobre cuestiones accesorias (visita de Himmler a Varsovia). Hemos tenido acceso sólo a una
parte del informe.
5. Recordemos que la OSS (Office of Strategic Services) se constituye formalmente tras la
disolución de su antecedente el COI, el 13 de junio de 1942 y se nombra a Allen W.Dulles
como uno de sus responsables. Fue el servicio de inteligencia exterior de EE.UU durante la
guerra y antecesor de la CIA.
6. Abreviatura del Sicherheitsdients des Reichsführers-SS, servicio de inteligencia de las
SS.
7. La ideología de Gonzalo Montt se evidencia cuando afirma que “incluso bautizado
cristiano, un judío es un judío: el agua bendita puede limpiar el pecado original, pero no
puede limpiar la inmundicia acumulada durante siglos en los guetos”. También los califica
de “propagadores del comunismo, del bolchevismo y de otros vicios físicos y morales”.
Fabricio Calvi: “Pacte avec le diable: les États Unis, la Shoah et les nazis”. Éditions Albin
Michel, 2005, diversas páginas y en concreto, pág.42.
8. Información obtenida de los archivos de julio de 1941 del centro de Bletchey Park.
http://www.bletchleypark.org.uk/content/archive/index/july1941.rhtm.
9. Emisión de la BBC de 2-6-1942, recogiendo las informaciones de la resistencia polaca
de Varsovia, que había trasladado un representante a Londres para informar del genocidio.
10. No consta fecha del informe de inteligencia.
11. Documento original consultable en Nara RG 226, B 257, doc.27275. En el informe se
señala la ignorancia sobre la fecha exacta de la decisión de Hitler de exterminar a los judíos
pero se detalla con claridad que el genocidio es ya imparable.
12. El jefe responsable de la policía de orden ORPO era Robert Schlake, veterano de la I
Guerra Mundial, que no ingresó en las SS hasta 1941. El responsable de las transmisiones de
Himmler era Ernest Sachs, de 61 años.
13. Al respecto, Richard Breitman señala que para los oficiales de la policía la teoría era que
una organización de grandes dimensiones un pequeño cambio de este tipo es rechazado
instintivamente: “un especialista en criptografía podrá afirmar que un cambio de un solo
número de teléfono en una gran organización puede sembrar el pánico”. Los oficiales de la
policía estaban convencidos que cambiar el sistema en plena masacre supondría una parálisis
por largo tiempo. Estas afirmaciones aparecen reflejadas en los mensajes decodificados de la
policía alemana, entre 1 de octubre y 14 de noviembre de 1941, p.2 PRO HW 16/6 1ª parte.
14. Höss, comandante de Auschwitz, envió un mensaje a Eichmann solicitando que los
convoyes de judíos no se detuvieran en las zonas polacas que requerían mano de obra, pues
ello impedía ejecutar la Solución Final. Esta petición fue interceptada por la inteligencia
británica. Vid., Richard Breitman: “Secrets officiels. Ce que les nazis planifiaient ce que les
britanniques et les américains savaient”. Calmann-Lévy/Mémorial de la Shoah. Paris, 2005.
15. El descifrado del código Enigma permaneció en secreto tras la Guerra Mundial, pero es
evidente que tal tarea ayudó en gran medida a ganar la guerra de una manera más rápida. A
finales de los años 60 se conoció como había sido el proceso de conocimiento del sistema
por parte de la inteligencia británica. En la cinematografía este hecho histórico aparece en
toda su magnitud en la película de 2014 The Imitation Game, biografía sobre la personalidad
del matemático y analista Alan Turing, figura clave en el descifrado de los códigos de la
máquina Enigma, lo que sin duda ayudó a la victoria aliada frente a los nazis. En España fue
estrenada bajo el título de Descifrando Enigma y en Latinoamérica como El código Enigma.
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
83
16. El centro interceptó una señal de un pequeño barco alemán de guerra en el mar Egeo con
destino al puerto ateniense de El Pireo para la “zur Endlösung”, la Solución Final. Esta
información fue analizada por el analista judío Walter Eytan, expresión que no fue
comprendida en la dimensión de su significado, pero si intuida.
17. La síntesis del informe de inteligencia entregado a Churchill con fecha 12-9-1941
afirma: “las ejecuciones de judíos son absolutamente permanentes en todos los informes, por
lo que hemos decidido omitirlas. Puede preguntarse si todos los ejecutados son judíos, pero
las cifras son palpables y prueban una política de intimidación salvaje cuando no de
exterminación total”.
18. El discurso de Churchill data de 24-8-1941. La orden del jefe de la Orpo en Berlín, Kart
Daluege, alertando de riesgos a su policía es de 13-9-1941: el número de ejecuciones es un
dato secreto que no debe caer en manos enemigas, instrucciones que sin embargo no fueron
seguidas.
19. Nota de un funcionario del Departamento de Estado, fecha en 1943, reproducida por
Fabrizio CALVI: “Pacte avec…”, ob.cit.
20. En este sentido se expresa el Coronel Hervé de Weck, en la revista militar suiza, edición
de junio-julio de 2006.
21. Hervé De Weck, antes citado. El 23-3-1943 la Cámara de los Lores debate una moción
del Arzobispo Temple que solicita que la Gran Bretaña acoja a todos los refugiados, moción
rechazada por el gobierno al invocar las dificultades de abastecimiento y la falta de barcos
disponibles, que son necesarios para la guerra. Entre 1933 y 1939, EE.UU acogió a unos
225.000 judíos, cifra que descendió a un 10 por ciento durante la guerra. Entre septiembre de
1939 y mayo de 1945 sólo 25.000 judíos alcanzan la Gran Bretaña. Canadá se distinguió por
una negativa casi total a la hora de acoger refugiados, en especial debido a la oposición de la
provincia de Québec. España es otro elemento a tener en cuenta y el rechazo a la oferta
alemana de recibir una cantidad ingente de judíos. Al respecto, vid. Eduardo Martín de
Pozuelo: “El franquismo, cómplice del Holocausto”. Ediciones La Vanguardia, Barcelona,
2012. Franco pudo salvar a decenas de miles de sefarditas, pero prefirió dejarlos morir, a
pesar de los reiterados ultimátums alemanes que le advertían de las medidas extremas de que
serían objeto. Eso sí, no se olvidó de reclamar las propiedades y el dinero de los deportados,
considerados por tanto ciudadanos españoles en toda regla.
22. En este sentido, intervención de los judíos norteamericanos Fertig Perlzweig y Léon
Kubowitz el 23-6-1944 en la American Jewish Congress. Datos publicados por la American
Jewish Historical Society. Consultados en “Official Secrets”, versión inglesa de 1998.
23. Leon Kubowitzki, miembro del Servicio de Sabotaje del Congreso Mundial Judío, se
refirió a una “conspiración de silencio” en el seno de la OWI, no modificada sino tras pasar
un largo periodo de tiempo
24. Sobre los conflictos entre el OWI y la oficina de ayuda a los refugiados de guerra, puede
consultarse la monografía de Richard Breitman y Alan M.Kraut: “American Refugee Policy
and European Jewry”, Indiana University Press, 1988, págs. 201 y 202.
84 Botaina- Servicios de Inteligencia
References
Breitman, R. (2005). Other Responses to the Holocaust. In R. Breitman
(2005). US Intelligence and the Nazis. New York: Cambridge
University Press.
Breitmann, R. & Kraut, A.M (1998). American Refugee Policy and
European Jewry. Indiana: Indiana University Press
Calvi, F. (2005). Pacte avec le diable: les États Unis, la Shoah et les nazis.
Paris : Éditions Albin Michel
Jewish Virtual Library. (2016). "Righteous Among the Nations": Schindler's
List.
Retrieved
from
https://www.jewishvirtuallibrary.org/jsource/Holocaust/Schindlersli
st.html
Marrus, M.R. (1987). The Holocaust in History. London: Penguin.
Martin de Pozuelo, E. (2012). El franquismo, cómplice del Holocausto.
Barcelona: Ediciones La Vanguardia.
Mattäus, J. (2004). Operation Barbarossa and the onset of the Holocaust. In
C.R. Browning. (2004). The origins of the Final Solution. The
evolution of Nazi Jewish Policy, September 1939-march 1942,
pp.244- 308. Nebraska: Ed.Lincoln.
Neville, P. (1999). The Holocaust. Cambridge: Cambridge University
Press.
Roseman, M. (2002). La villa, el lago, la reunión. La conferencia de
Wannsee y la solución final. Barcelona: RBA.
Schellengerg, W. (2005). Al servicio de Hitler. Memorias del jefe del
espionaje nazi. Barcelona: Belacqva de Ediciones.
Schlesinger, A. (2008). Journals 1952-2000. London: Atlantic Books.
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
85
Nota del autor/a
Autor: Xavier Boltaina. Profesor de la Facultad de Derecho de la
Universitat de Barcelona.
Contact Address: Diagonal Sud, Ensenyament de Relacions Laborals,
Baldiri Reixac, 13, Pl. 2a. 08028 Barcelona. [email protected] .
Instructions for authors, subscriptions and further details:
http://recei.hipatiapress.com
El Diálogo Interreligioso Como Herramienta para Desactivar el
Prejuicio Racista
Ana Burgués, Josep Lluís Condom, José Antonio Rodríguez, Rosa
Maria Valls
1) Universitat de Barcelona, Spain
Date of publication: April 1st, 2016
Edition period: April 2016- October 2016
To cite this article: Burgués, A., Condom, J.L., Rodríguez, J.A.; Valls, M.A.
(2016). El Diálogo Interreligioso Como Herramienta para Desactivar el
Prejuicio Racista. Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1), y 86- 111.
doi: 10.17583/recei.2016.1900
To link this article: http://dx.doi.org/10.17583/recei.2016.1900
PLEASE SCROLL DOWN FOR ARTICLE
The terms and conditions of use are related to the Open Journal System and
to Creative Commons Attribution License (CC-BY).
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies Vol. 2 No. 1 April
2016 pp. 86- 111
Interreligious Dialogue As a
Tool to Deactivate Racist
Prejudice
Ana Burgués
Universitat de Barcelona
Josep Lluís Condom
Universitat de Barcelona
José Antonio Rodríguez
Universitat de Barcelona
Maria Rosa Valls
Universitat de Barcelona
Abstract
Our societies are characterized by a high cultural and religious diversity, a
characteristic that continues to increase. This makes an enormous challenge in
public space, understood as a space for interaction. The expression of discrimination
on cultural and especially religious reason is one of the biggest challenges. The
school appears as a space that offer great opportunities for this management.
Therefore, the article has wanted to go in deep in the review of international
scientific literature. First, identify the obstacles to make possible the management of
the diversity. Second, we put the effort on the identification of the experiences and
the international factors that are allowing the management of religious diversity. The
interreligious dialogue emerges as a key factor to turn off the present prejudice
between groups and promote coexistence in plural societies.
Keywords: prejudice, laicity, interreligious dialogue
2016 Hipatia Press
ISSN: 2014-900
DOI: 10.17583/recei.2016.1900
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies Vol. 2 No. 1 April
2016 pp. 86- 111
El Diálogo Interreligioso Como
Herramienta para Desactivar el
Prejuicio
Ana Burgués
Universitat de Barcelona
Josep Lluís Condom
Universitat de Barcelona
José Antonio Rodríguez
Universitat de Barcelona
Maria Rosa Valls
Universitat de Barcelona
Resumen
Nuestras sociedades se caracterizan por una alta diversidad cultural y religiosa,
característica que no deja de acrecentarse. Ello formula numerosos retos de gestión
en el espacio público, entendido como espacio de interacción. La manifestación de
discriminación por motivos culturales y especialmente religiosos es uno de los
desafíos mayores. La escuela se presenta como un espacio con grandes
oportunidades para esta gestión. Por ello el artículo ha querido profundizar desde la
revisión de la literatura científica internacional identificando en primer lugar los
obstáculos que existen para esta gestión. Y en segundo lugar se ha querido
identificar las experiencias y factores que a nivel internacional están favoreciendo la
gestión de la diversidad religiosa. Favorecer el diálogo interreligioso se erige como
un factor clave para desactivar el prejuicio existente entre grupos y favorecer la
convivencia en sociedades diversas.
Palabras clave: prejuicio, laicidad, diálogo interreligioso
2016 Hipatia Press
ISSN: 2014-900
DOI: 10.17583/recei.2016.1900
88 Burgués, Condom, Rodríguez, Valls– Diálogo Interreligioso
L
os resultados que aquí se presentan, proceden del proyecto Laïcitat
multicultural i gestió de la diversitat religiosa als espais educatius
[Laicidad multicultural y gestión de la diversidad religiosa en los
espacios educativos], financiado por la Dirección General de Asuntos
Religiosos de la Generalitat de Catalunya durante el periodo 2014-15. El
objetivo general del proyecto ha sido la detección de obstáculos para la
convivencia así como, y especialmente, la identificación de acciones que
favorezcan la gestión de la pluralidad religiosa y que posibilitan la
convivencia. El proyecto ha constado de cuatro fases (estado del arte,
análisis de casos, impacto político, difusión). El presente artículo se basa
fundamentalmente en los resultados obtenidos de esta primera fase del
proyecto, el estado del arte, a partir del análisis de la información. En
consecuencia, a continuación se presentará la argumentación teórica
existente en relación a la necesidad de gestionar la diversidad religiosa, y
especialmente en espacios como el educativo.
Manifestación del Prejuicio, ¿Es que ha Desaparecido Alguna Vez?
La gestión de la pluralidad étnico- religiosa se hace necesaria en nuestras
sociedades, y el crecimiento progresivo de la diversidad en el espacio
público no está ausente de conflictos (Berger, 1999). La convivencia ha de
estar fundamentada sobre el principio de igualdad de derechos entre los
diferentes grupos culturales y religiosos. La igualdad solo puede estar
garantizada si se acomoda la diferencia en su interior (Touraine, 1997). No
obstante, actualmente se van produciendo periódicamente brotes de rechazo
y violencia hacia determinados colectivos. Un reflejo de ello lo encontramos
en la prohibición de símbolos religiosos identitarios, como ilustra el caso del
referéndum suizo para prohibir la construcción de minaretes en la
arquitectura del país alpino.
Los colectivos que más discriminación sufren en Europa, y por este
orden, son la comunidad Rom, la comunidad musulmana y la judía (Pew
Research, 2014; ADL, 2015). La comunidad musulmana en el estado
español es la comunidad religiosa más estigmatizada (Veinguer, Rosón, &
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
89
Dietz, 2011). El Islam es identificado con una naturaleza inmutable y
opuesta a las sociedades occidentales (Göle, 2005; Said, 1991).
El encuentro con el “otro” puede cuestionar nuestra cosmovisión, en
consecuencia, el prejuicio en este marco se erige en un falso mecanismo que
permite conservar la seguridad ontológica y racionalizar emociones como el
miedo (Torrens, 2006), ofreciéndonos un argumento para excluir al “otro”.
Existe una continuidad emocional del prejuicio a lo largo de la historia, pero
hay una discontinuidad en su manifestación. Desactivarlo solo es posible si
se toca la dimensión racional como la emocional (Wieviorka, 1998;
Taguieff, 1987).
El rechazo hacia la comunidad musulmana, que no es nuevo, actualmente
se expresa en términos culturales (Flecha, 2001). Especialmente hacia la
mujer musulmana que lleva el Hiyab, la cual se convierte en el centro del
debate en Occidente. En primer lugar porque sirve como pretexto para
señalar a la comunidad musulmana como sospechosa de reproducir
relaciones de dominación de género, y en segundo lugar, por los obstáculos
que se contraponen y que dificultan su participación en el espacio público de
interacción (Göle, 2015).
Uno de los factores que aumenta los estereotipos negativos hacia las
personas musulmanas es el actual contexto de terror global y de “guerra
contra el terror” (War on terror). Si esto se enmarca en un contexto de
intolerancia religiosa alimenta los estereotipos hacia minorías religiosas
(Potgieter, Van der Walt, & Wolhuter, 2014). En este contexto, cuando se
producen hechos negativos en Europa o Estados Unidos, las personas
musulmanas acaparan la atención de los medios de comunicación y de los
discursos políticos. La mayoría de países occidentales ha desplegado equipos
de investigación secretos que supervisan asociaciones, grupos y personas
musulmanas para prevenir la amenaza del terrorismo (Ruyter & Merry,
2009; Hodge, 2011).
90 Burgués, Condom, Rodríguez, Valls– Diálogo Interreligioso
Gestión de la Diversidad Religiosa: un Modelo Laico Plural
El reto por tanto que se desprende para construir una vida en común es la
necesaria conciliación entre la diversidad y pluralidad de identidades con la
igualdad de derechos. Una de las dimensiones de esta diversidad identitaria
existente en las personas puede ser la religiosa. Pero es especialmente esta
dimensión la que genera mayor dificultad, en las distintas sociedades
europeas, para gestionarla. En un primer momento, fue Francia la que adoptó
la concepción más radical de laicidad con la ley de 19051 donde se excluye
el reconocimiento de las tradiciones religiosas.
Históricamente la laicidad emerge de una fuerza revolucionaria que
reclama el derecho a la diferencia y con ello arrancar a la iglesia católica el
monopolio de la verdad y del bien como muestra en 1791 el Informe
Condorcet. Hoy nuestras sociedades se confrontan a nuevos retos para poder
garantizar esta libertad. Esta concepción de laicidad queda obsoleta cuando
aparece en 1989 el primer caso de pañuelo islámico1. Esta perspectiva deja
visible que se trata de una concepción homogeneizadora de ciudadanía
(Touraine, Wieviorka & Flecha, 2004). De allí la necesidad de reflexionar
sobre la creación de una normatividad inclusiva e igualitaria que sea sensible
y de cabida a la pluralidad existente entre sus ciudadanos/as (Habermas,
1999).
Flecha (2004), refiriéndose a un modelo inclusivo de laicidad, indica el
impacto positivo que tiene la presencia de personas con diferentes
tradiciones religiosas y opciones de conciencia, para construir una sociedad
más eficiente y creativa. Se refiere a la laicidad multicultural, que reconoce
de forma igualitaria las diferentes identidades haciendo realidad la
Declaración de los Derechos Humanos.
No niega la diversidad en nombre de una igualdad homogeneizadora
sino que está basada en el principio de la igualdad de las diferencias
(…) Las diferentes prácticas y creencias religiosas se consideran de
forma igual, independientemente de la posición social o el poder de
las personas que las tengan (Flecha, 2004: 24).
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
91
Este modelo concilia la libertad individual y la igualdad como
mecanismo para gestionar la diversidad religiosa y combatir el discurso del
odio presente en toda Europa. En este sentido, el artículo pretende ahondar
en la gestión de la diversidad existente en el espacio público, y
especialmente centrando la atención en la dimensión religiosa por ser la que
presenta en Europa mayores dificultades de aceptación. En el artículo,
entendemos espacio público como todo aquel espacio de interacción entre
las personas. En este sentido, la atención se centrará en el ámbito educativo
por ser uno de los espacios privilegiados de nuestras sociedades en la
creación de interacciones entre personas diversas.
Además, la gestión de esta pluralidad no se debe únicamente a una
cuestión de justicia hacía minorías religiosas y étnicas, sino que su gestión
supone beneficios para toda la sociedad. En el espacio educativo además,
como veremos, tiene un impacto en el éxito académico así como en la
prevención de conflictos y la desactivación del prejuicio entre grupos.
En definitiva, dado la creciente pluralidad de identidades en nuestras
sociedades pero al mismo tiempo la complejidad que se desprende en su
gestión, el artículo pretende identificar a nivel internacional aquellos
elementos que dificultan la convivencia así como aquellos factores que la
favorecen. El artículo centra la atención en los espacios educativos dado que
se trata de lugares caracterizados por un gran número de interacciones
plurales. Por ello, el artículo expone los principales retos y oportunidades
que se presentan en los espacios educativos para gestionar la diversidad
religiosa. Finalmente, se expone algunas aportaciones en otros espacios
públicos.
Metodología
Los resultados proceden del proyecto Laïcitat multicultural i gestió de la
diversitat religiosa als espais educatius [Laicidad multicultural y gestión de
la diversidad religiosa en los espacios educativos], financiado por la
Dirección General de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Catalunya
durante el periodo 2014-15. El objetivo general del proyecto ha sido la
detección de obstáculos para la convivencia así como, y especialmente, la
identificación de acciones que favorezcan la gestión de la pluralidad
92 Burgués, Condom, Rodríguez, Valls– Diálogo Interreligioso
religiosa y que posibilitan la convivencia. El proyecto ha constado de cuatro
fases. El presente artículo se basa fundamentalmente en los resultados
obtenidos de esta primera fase del proyecto realizada entre octubre 2015 y
enero del 2016. En consecuencia, a continuación se presentará la
argumentación teórica existente en relación a la necesidad de gestionar la
diversidad religiosa, y especialmente en espacios como el educativo.
En este sentido, los resultados que aquí se presentan parten de una
revisión exhaustiva de la literatura científica existente publicada en primer
lugar, en revistas internacionales indexadas, concretamente en JCR Science
y en SCOPUS. I en segundo lugar se han consultado informes de
organismos de reconocimiento internacional, fuentes estadísticas y fuentes
secundarias de organizaciones y colectivos con reconocimiento social
relacionado en la temática que aquí se presenta. Todo ello se ha contrastado
con el consejo asesor del propio proyecto.
El Consejo Asesor es una herramienta de la metodología comunicativa
(en adelante MCC) que permite reducir el sesgo interpretativo al partir de las
voces de las persona implicadas en el objeto del estudio. En este sentido, el
consejo del proyecto ha estado formado por miembros de distintas
confesiones religiosas, así como miembros de movimientos sociales en pro
del diálogo interreligioso y finalmente profesionales del ámbito educativo.
En total se han localizado y analizado 60 articulos científicos a partir de
palabras claves como religion, diversity, education, school, equity,
management, conflict, practices, successful, coexistence, dialogue,
interreligious, interfaith, Human Rights o minorities. Con esta revisión de
artículos se ha posibilitado la identificación de modelos sociales que la
comunidad científica internacional, ha destacado por su grado de integración
de la diversiad étnica y religiosa en la escuela, ha detectado también
principales obstáculos y retos para la gestión de la diversidad así como
ciertas orientaciones que favorecen un marco de desarrollo para la laicidad
multicultural.
La MCC, reconocida por la comunidad científica internacional por su
contribución a la investigación social y educativa, pero especialmente como
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
93
una perspectiva metodológica adecuada para la superación de las
desigualdades existentes (Gómez et al, 2006; Flecha, Puigvert & Gómez,
2003). El análisis de la información recogida bajo esta perspectiva
metodológica se lleva a cabo a través de dos dimensiones: la dimensión
exclusora (referida a la identificación de los mecanismos y acciones que
reproducen o refuerzan la exclusión social), y la dimensión transformadora
(referida a la detección de aquellos procesos y mecanismos que transforman
las desigualdades sociales y que, por tanto, comportan una mejora social). Se
realiza en un diálogo igualitario entre los sujetos participantes en la
investigación y el equipo de investigación, lo cual permite crear nuevo
conocimiento fruto de esta interpretación compartida de los resultados.
Un Modelo Laico en la Escuela
Erigir una sociedad más democrática y cohesionada exige crear espacios
educativos laicos inclusivos. El modelo de laicidad multicultural se
enmarca en los Derechos Humanos (Flecha, 2004). Éstos nos recuerdan,
especialmente el artículo 18 y el 26, que todas las personas tienen derecho a
la libertad de conciencia y de religión (y por tanto a manifestarla). Y el
derecho educativo ha de favorecer el pleno desarrollo de la personalidad así
como la amistad entre todos los grupos étnicos y religiosos.
Najat madre musulmana de una escuela de primaria analizada en el
proyecto (fase 2) en un barrio afectado por la crisis económica, indica como
la clave de su participación en la escuela con otras madres de culturas y
religiones distintas a la suya le ha permitido, gracias a este espacio, forjar
lazos de amistad con otras personas.
Los problemas que pueda haber fuera o en el barrio, aquí se van
[Compartiendo la lectura de libros]. Es uno de los mejores momentos de la
semana. Hablamos. Y hablamos de cosas realmente importantes de nuestra
vida y es igual que no seamos del mismo país o de la misma religión. ¡He
hecho amigas de verdad!
94 Burgués, Condom, Rodríguez, Valls– Diálogo Interreligioso
No obstante, tal y como nos indica la revisión de la literatura científica
internacional, existen obstáculos que dificultan la creación de espacios
interreligiosos que reproducen el prejuicio y entorpecen el conocimiento
mutuo. Por tanto a continuación veremos estos factores exclusores, y
concluiremos el punto abordando principios transformadores que permiten
un diálogo interreligioso, clave para desactivar el prejuicio.
Obstáculos y Retos para la Gestión de la Diversidad Religiosa en la
Escuela
Numerosos ejemplos ilustran una problematización de las tradiciones
religiosas minoritarias. En consecuencia se establecen relaciones
jerarquizadas entre los diferentes grupos, en los cuales la religión dominante
se sitúa por encima del resto y crea la diferenciación entre “nosotros” (que
procesa la religión dominante) y “los otros” (las otras religiones
minoritarias). Este hecho discriminatorio genera una menor presencia
religiosa en el espacio público (Sakai & Isbah, 2014). En este sentido, la
invisibilización de tradiciones religiosas minoritarias es una consecuencia
que se plasma en el ámbito educativo tanto a nivel curricular como en la
programación de las diferentes actividades de aula. Se produce por tanto,
una tendencia hacia la homogeneización y reducción de las tradiciones
religiosas que pueden incluso llegar a expresarse a través de la prohibición o
limitación al alumnado de aspectos visibles como la indumentaria. Los casos
más notorios se refieren al hijab (velo islámico).
Algunos autores (Ruyter & Merry, 2009; Underkuffler, 2001), indican
como en las escuelas europeas y norte-americanas existe una forma ilimitada
de reconocimiento de la diversidad religiosa que es tolerante con los grupos
religiosos mayoritarios pero discriminatoria con los minoritarios. Esta falta
de reconocimiento y gestión de la diversidad religiosa genera un impacto
negativo que dificulta la convivencia y favorece el aumento del discurso del
odio (Hodge, 2011).
Diversos autores nos indican que en diferentes países, como Finlandia o
Noruega, aparece un doble discurso respecto a los grupos y tradiciones
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
95
religiosas donde la religión mayoritaria no se cuestiona (Riitaoja & Dervin,
2014). Se crea una jerarquía entre las diferentes tradiciones lo cual se refleja
de nuevo en aspectos como la indumentaria. Esta jerarquía va desde los
fineses de religión mayoritaria, a los conversos y finalmente los fineses
extranjeros. En este contexto, el diálogo intercultural se convierte en un
medio para asimilar a las personas estudiantes de minorías étnicas, religiosas
y culturales, forzándoles a renunciar a su identidad (Riitaoja & Dervin,
2014).
Por otro lado, Durrani & Dunne (2010) identifican a la sociedad
paquistaní como otro caso de homogeneización religiosa. En este caso
analizado sobre Paquistán se produce a través del currículum escolar que
está orientado a la creación de una identidad nacional y religiosa – la
musulmana –, negando la representación y visibilidad de las minoritarias.
Como en otras situaciones, a través de esta socialización escolar se construye
una identidad del “nosotros” representado por el “paquistaní buen
musulmán” en oposición al “otro” diferente que incluso puede llegar a ser
identificado como el enemigo, o en todo caso a crear una autonegación de la
identidad minoritaria.
Son numerosos los estudios que alertan del aprendizaje de la
discriminación religiosa en edades tempranas. Este es el caso detectado en
escuelas británicas que muestran como la herencia del colonialismo sigue
influyendo en el trato que reciben las minorías culturales y religiosas (Cush
& Robinson, 2014), lo cual llega a cuestionar el principio de igualdad del
que presumen. En un mismo sentido Revell (2010) examina la percepción
que el alumnado de 4 años de edad en las escuelas de Kent tienen sobre el
Islam. Entre los estereotipos que caracterizan el imaginario colectivo que ya
a edades tempranas tienen existe que son pobres, que no tienen trabajo
cualificado, familias muy estrictas, familias numerosas o la prohibición de
ciertas actividades como las salidas nocturnas. En el extremo, un 11% de
este alumnado asocia el Islam al terrorismo y el 6% realiza comentarios
racistas. Los comentarios más negativos es hacía las mujeres musulmanas,
que el 24% considera como sumisas o “estúpidas” si llevan el hijab.
96 Burgués, Condom, Rodríguez, Valls– Diálogo Interreligioso
En Irlanda, según Parker-Jenkins & Masterson (2013) a pesar de que
existe un reconocimiento el hecho religioso y la religiosidad constituye un
elemento primordial en las escuelas, no existe una gestión de la diversidad y
unas políticas antirracistas. El resultado final es una predominancia del
catolicismo en el currículum invisibilizando las minorías (Mayrl, 2011). Esto
tiene una repercusión directa sobre la participación de todas las familias en
la vida escolar y la toma de decisión. La falta de reconocimiento de la
diversidad va en detrimento de la convivencia i el éxito educativo (Valls &
Kyriakides, 2013).
En consecuencia, en este tipo de contexto el proceso de integración de
una persona o grupo pasa por la asimilación cambiando del grupo
minoritario al mayoritario (Alba & Nee, 2003) o de aculturación (Gordon,
1964). Ante esta situación Habermas (1999) plantea una alternativa
proponiendo un modelo de integración orientada a la participación sin
renunciar a la propia identidad Hace referencia a la necesidad de crear una
cultura pública común para poder convivir en diversidad.
Por ello cuando nos referimos a los modelos de integración, si se quiere
abordar la gestión de la diversidad religiosa es conveniente reflexionar sobre
los modelos de laicidad. En consecuencia, existe una confusión sobre qué es
la laicidad pues los países han dado respuestas muy diferentes en esta
gestión.
Es en países de arraigada tradición liberal y donde se concibe el laicismo
como la ausencia de religiosidad en la visión del mundo, es donde se
identifican más estereotipos hacia las tradiciones religiosas y la religiosidad.
La secularización se considera como una situación objetiva y neutral, i la
espiritualidad y el hecho religioso como subjetivo (Riitaoja & Dervin, 2014).
Los autores indican que en base a una concepción exclusora de la laicidad se
establece la neutralidad ya sea como ausencia de religión o tomando como
referencia la religiosidad del grupo mayoritario, lo cual favorece la
emergencia de estereotipos hacía minorías religiosas y/o culturales. Este tipo
de situaciones permite que a través del humor se transmitan y reproduzan
estereotipos (Reid, 2015), como ilustra el caso de los medios de
comunicación irlandeses hacia la población católica. En este contexto,
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
97
muchas de la formas en la que los grupos étnicos y culturales minoritarios
expresan o exteriorizan su religión es considerado como no legítimo y se
interpretan las manifestaciones o prácticas religiosas desde la connotación
negativa como representa el velo islámico en occidente que lo asocia a
sumisión (Frunza, 2015).
En este sentido, diversos autores advierten del peligro del laicismo, pues
elimina esta dimensión social de la esfera pública en nombre de la
neutralidad religiosa. En los casos en los que se elimina la religión del
debate público, autores como Sikka (2010) sostienen que en contra de lo que
inicialmente se busca, se está dando legitimidad y poder a aquellas opciones
religiosas más fundamentalistas ya que dejan de estar bajo el escrutinio
público y crítico. Esto, para la autora tiene consecuencias nefastas tanto en
relación a las minorías religiosas como para la propia gestión política del
espacio público como la escuela. La justificación religiosa, prosigue la
autora en ningún momento puede estar por encima de los Derechos
Humanos. El reconocimiento acrítico de la diversidad genera una
desmovilización de movimientos sociales que luchan por el acceso
igualitario de derechos, pero incluso puede favorecer el racismo al vincular
la religión hacia la orientación más extremista y conservadoras (Sikka,
2010).
Orientaciones y Principios Transformadores que Permiten un Diálogo
Interreligioso y Previenen el Conflicto
Diversos autores han reflexionado sobre aquellos modelos o acciones que
favorece la convivència. En este sentido Ruyter & Merry (2009) se refieren
al Pluralismo razonable (reasonable pluralisme) como compatible con los
ideales y prácticas de la doctrina religiosa. Se refiere a un modelo de
integración que otorga derecho a todas las minorías a existir y a expresarse.
Para ello, indican los autores que es importante introducir la enseñanza de
las contribuciones que la religión puede realizar a la Sociedad, además este
aprendizaje fortalece la capacidad de empatía, tolerancia y flexibilidad frente
a la diversidad para todos los niños y niñas.
98 Burgués, Condom, Rodríguez, Valls– Diálogo Interreligioso
Kanas (2015) va más allá y profundiza en la influencia de las relaciones
interreligiosas en la superación del prejuicio y la promoción de la
convivencia. En su estudio centra la atención, en el caso de la Indonesia
donde existe una fuerte presencia de la comunidad musulmana y cristiana.
Destaca que no es tanto la existencia de una relación interreligiosa lo que
combate la discriminación, sino la cualidad de estas interacciones. En este
sentido, el sistema educativo puede jugar un rol fundamental para fortalecer
unes relaciones igualitarias.
La escuela puede jugar un rol fundamental para reducir estereotipos a
partir de ofrecer espacios de diálogo y reflexión sobre valores y tradiciones
religiosas (Potgieter et al., 2014; Hodge, 2011; Cush & Robinson, 2014).
Favorecer las condiciones para que se dé esta reflexión que permita trabajar
la tolerancia y la aceptación de puntos de vista diferentes al propio, aumente
el conocimiento de la propia religión y se contribuya a una mejor
convivencia. En esta línea Hodge (2011) propone ambientes de aprendizaje
libres de juicios y emocionalmente seguros a través del dialogo libre e
igualitario. Sin embargo, no especifica, en su obra, cómo se puede conseguir.
Modelos de Gestión de la Diversidad hacia la Inclusión
Gervilla (2013) realiza una diferenciación entre laicidad y laicismo,
apuntando a que laicismo supone el rechazo de la religión en el espacio
público Sin embargo, según el autor, la laicidad considera relevante
incorporar el hecho religioso en las aulas sin que ello vaya en detrimento de
la racionalidad. Existen autores como Mayrl (2011) que apuntan que el
debate y la convivencia en la escuela pasa por reflejar la diversidad existente
en igualdad, en este sentido, la escuela debería combinar una enseñanza
general sobre las tradiciones religiosas presentes en el entorno con la entrada
en los espacios de aprendizaje de personas miembros de confesiones
religiosas del alumnado para que se pueda conocer. Y en el mismo sentido
Revell también aboga por incluir el hecho religioso en el currículum, con
especial atención del Islam para romper con las ideas preconcebidas y los
prejuicios compartidos por el alumnado (Flecha, 2015).
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
99
If RE (Religious Education) is to facilitate greater understanding between
religious and social communities then it needs to engage both with pupils’
preconceptions of religions and other dialogues outside the classroom.
Failure to address the way that even young pupils engage and perceive
religions like Islam that are associated with negative imagery and language
could not only leave those misconceptions unchallenged but could serve to
enhance pupils own sense of cultural and social difference. RE does have a
significant role to play in supporting the way pupils learn about the nature of
religious communities but marginalizing the social and sometimes diverse
and controversial contexts in which those religions exist in the classroom
serves only to undermine that role (Revell, 2010: 214).
Diversos autores consideran que para conseguir este modelo de escuela
laica, el profesorado juega un importante papel en el aprendizaje de los
valores necesarios para que el alumnado acepte la pluralidad religiosa
(Potgieter, Van der Walt & Wolhuter, 2014). Para ello, es responsabilidad
del profesorado crear las condiciones necesarias para que haya espacios
dialógicos. Ha de dotar de capacidad crítica al alumnado y para ser capaces
de aceptar argumentos diferentes a los propios. Gruetter & Meyer (2014)
también destacan la necesidad de que el profesorado comparta valores como
que la diversidad religiosa es positiva para el conjunto de la sociedad, dado
que si no es así, transmitirá una visión negativa a su alumnado En definitiva,
la formación del profesorado en aspectos como el trato igualitario de la
diversidad religiosa y cultural se revela como esencial. El aprendizaje sobre
otras religiones mejora a la convivencia y contribuye al respeto mutuo
(Veinguer, 2011), y es el diálogo interreligioso en las escuelas el que puede
contribuir a construir este marco de reconocimiento, señalan Riitaoja &
Dervin cuando analizan el caso finlandés (2014).
En conclusión, observamos como la literatura científica muestra como
religión y laicidad se retroalimentan. Un modelo de laicidad abierto a la
diversidad elimina los privilegios hacia una única religión, aunque
necesariamente implicaría el conocimiento de todas las religiones presentes,
al menos en aquel contexto social (Gervilla, 2013).
Es una escuela que acepta el hecho religioso en su pluralidad, sin imposición
alguna de índole religiosa o ideológica, sin impedir que nadie manifieste sus
creencias, si así lo desea. La escuela laica es por tanto de todo el pueblo.
100 Burgués, Condom, Rodríguez, Valls– Diálogo Interreligioso
Laicidad y religión, pues, lejos de ser enemigas, son más bien aliadas, ya que
gracias a la laicidad es posible la convivencia pacífica en la pluralidad
ideológica, moral y religiosa. (Gervilla, 2013, p. 429).
La escuela laica, por tanto, ha de garantizar la libertad de expresión y
manifestación religiosa de su alumnado. Los únicos límites en el
reconocimiento de la religión son los derechos humanos junto a la negación
de la razón y el progreso.
Es importante concluir esta parte, abordando el aspecto de género si se
pretende garantizar una sociedad plural a la vez que democrática. En
numerosas ocasiones el género es pretexto para descalificar un grupo o
comunidad. Así Cush & Robinson (2014) señalan que la educación religiosa
ha de recoger del paradigma feminista la existencia de diferentes visiones e
interpretaciones de la religión que entran o pueden entrar en conflicto con la
visión dominante. La perspectiva feminista, indican los autores, ha
identificado abusos dentro de las religiones que no deben de ser tolerados,
pero también es necesario superar las imágenes estereotipadas desde el
laicismo que considera únicamente perspectivas conservadoras de la
religión. Todo ello debe ser introducido en los currículums para generar
debate y reflexión crítica entre el alumnado, dando protagonismo también a
las propias experiencias del estudiantado (Cush & Robinson, 2014).
La Gestión de la Diversidad Religiosa en Otros Ámbitos
Las grandes ciudades se presentan como espacios privilegiados para el
encuentro entre comunidades culturales y religiosas diversas (Dirksmeier,
Helbrecht & Mackrodt, 2014). Los autores destacan la necesidad que la
cotidianidad sea inclusiva donde las ciudades ofrezcan espacios libres para la
expresión de la diversidad y donde personas con diferentes culturas o
religiones puedan coincidir y relacionarse entre sí.
Andersson, Vandenberck, Valentine, Ward & Sadgrove (2011)
analizaron el caso de parroquias episcopales contrarias a la inclusión del
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
101
colectivo LGTB. No obstante, estas transformaron su posicionamiento
gracias al contacto directo con parroquianos gais y lesbianas lo que incidió
en una lectura más inclusiva de los evangelios. Los autores apuntan que en
los espacios religiosos como las parroquias se pueden llegar a convertir en
espacios micro públicos de encuentro que ayudan a superar prejuicios sobre
las minorías (Andersson et al., 2011). La obertura de los espacios religiosos
hacia diferentes colectivos de creyentes facilita una visión inclusiva de la
religión que puede llegar a superar diferentes tipos de discriminación. No
obstante, el estudio se centra en parroquias episcopales protestantes, sería
necesario, apunta el estudio analizar otros espacios religiosos.
Conclusiones
Tras una revisión exhaustiva de la literatura científica internacional, ésta nos
revela el impacto existente sobre la convivencia en los centros educativos
cuando predominan prácticas segregadoras, homogeneizadoras o que
invisibilizan a las minorías religiosas o culturales. Las consecuencias son
diversas pero dichas prácticas tienen un todas ellas un impacto negativo,
como por ejemplo, asumir una baja autoestima, lo que repercute en los
resultados académicos.
Sin embargo, la literatura científica también apunta ciertos criterios que
favorecen la gestión de la diversidad religiosa en la escuela y la convivencia.
De entre estas orientaciones podemos destacar los siguientes, en primer
lugar la necesidad de construir un currículum sensible a la diversidad ya
presente en nuestras sociedades, para poder contribuir a la construcción de
una ciudadanía plural y con competencias interculturales.
En segundo lugar, nos referimos a la formación del profesorado. En este
sentido, es necesario una formación que capacite a la gestión de aulas
plurales, teniendo en cuenta la dimensión religiosa. Algunos estudios indican
como la participación de la comunidad en los diferentes ámbitos de gestión
de un centro educativo contribuye a fortalecer la cohesión social, el
sentimiento de comunidad y por tanto, la convivencia. De hecho, estos
102 Burgués, Condom, Rodríguez, Valls– Diálogo Interreligioso
estudios apuntan sobre la importancia del tipo de interacciones que se
promueve en el seno de la comunidad educativa.
En conclusión, la literatura científica nos ofrece un diagnóstico de la
realidad, y apunta a ciertas experiencias, modelos o mecanismos que están
favoreciendo el diálogo interreligioso en las aulas. Este diálogo
interreligioso se revela como fundamental para poder establecer lazos de
solidaridad y amistad con las personas que son diferentes a uno mismo.
Este vínculo que se establece en la cotidianidad del centro educativo
favorece la desactivación del prejuicio y por tanto fortalece una mayor
cohesión comunitaria.
En definitiva, la revisión de la literatura científica nos ha abierto un
importante abanico de futuras investigaciones. La investigación que aquí se
presenta en estadios posteriores aborda por tanto un aspecto poco
profundizado por la literatura científica como es el impacto del diálogo
interreligioso y especialmente, las condiciones que lo favorecen. Por otro
lado, se abre también una interesante línea en la creación de espacios para
la convivencia como es el diálogo intra-religioso. Este aspecto, permitirá
profundizar sobre la pluralidad interna de las tradiciones religiosas y los
procesos de transformación que siguen.
Ofrecer una respuesta educativa sobre cómo favorecer este diálogo
interreligioso puede ser una contribución de gran relevancia para erigir
espacios educativos plurales y sin conflictos.
Notas
1
Loi du 9 décembre 1905 concernant la séparation des Églises et de l'État
2
http://www.lemonde.fr/idees/article/2007/08/02/retrocontroverse-1989-la-republiquelaique-face-au-foulard-islamique_941317_3232.html
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
103
References
Alba, R., & Nee, V. (1997). Rethinking assimilation theory for a new era of
immigration. The International Migration Review, 31(4), 826–874.
doi:10.2307/2547416
Alba, R., & Nee, V. (2003). Remaking the American mainstream.
Assimilation and contemporary immigration. Cambridge, MA: Harvard
University Press.
ADL. (2015). Antidifamation leage report. Global 100, Executive Summary.
retrieved
from
http://global100.adl.org/public/ADL-Global-100Executive-Summary2015.pdf
Andersson, J., Vanderbeck, R. M., Valentine, G., Ward, K., & Sadgrove, J.
(2011). New York encounters: Religion, sexuality, and the city.
Environment and Planning A, 43(3), 618–633. doi: 10.1068/a43202
Aubert, A., Serradell, O. & Soler, M. (2013)Compartiendo las diferencias en
un mismo espacio ¿Comunidad Societal o Patriotismo de la
Constitución? Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y
Ciencias Sociales, vol. XVII, 427 (1).
Retrieved from
http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-427/sn-427-1.htm
Berger, P. L. 1999. The desecularization of the world: Resurgent religion
and world politics. Washington: Ethics and Public Policy Center.
Bertram‐Troost, G. D. (2011). Investigating the impact of religious diversity
in schools for secondary education: a challenging but necessary
exercise. British Journal of Religious Education, 33(2), 271–283.
doi:10.1080/01416200.2011.543614
104 Burgués, Condom, Rodríguez, Valls– Diálogo Interreligioso
Bjørnskov, C. (2003). The Happy Few: Cross-Country Evidence on Social
Capital and Life Satisfaction. Kyklos 56, 3–16. doi: 10.1111/14676435.00207
Burt, R. S. (1987). A note on strangers, friends and happiness. Social
Networks, 9(4), 311–331. doi:10.1016/0378-8733(87)90002-5
CADR (2013). La diversitat religiosa en les societats obertes. Criteris de
discerniment. Barcelona: Direcció General Afers Religiosos. Retrieved
from
http://governacio.gencat.cat/web/.content/afers_religiosos/butlleti/006/
documents/doccadr1.pdf
Cush, D., & Robinson, C. (2014). Developments in religious studies:
Towards a dialogue with religious education. British Journal of
Religious Education, 36(1), 4–17. doi: 10.1080/01416200.2013.830960
De Botton, L., & Pulido, M.A. (2013). Une Nouvelle Laïcité Multiculturelle.
International and Multidisciplinary Journal of Social Sciences, 2(3),
236-256. doi: 10.4471/rimcis.2013.23
Diez-Medrano, J. (2009). Banco de Datos ASEP/JDS. Map Of Happiness.
Retrieved from
http://www.jdsurvey.net/jds/jdsurveyMaps.jsp?Idioma=I&SeccionText
o=0404&NOID=103
Diez-Nicolás, J., & del Pinco, J.A. (2002). La felicidad y sus componentes:
explotación del Barómetro Mundial de la Felicidad, 1999. RES, Revista
Española de Sociología, 2, 15- 39.
Dirksmeier, P., Helbrecht, I.,& Mackrodt, U. (2014). Situational places:
Rethinking Geographies of intercultural interaction in super-diverse
urban space. Geografiska Annaler, 96(4), 299–312. doi:
10.1111/geob.12053
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
105
Durkheim, E. (2003). Les formes élémentaires de la vie religieuse. Presses
Universitaires de France, 5e édition (p.o. 1912)
Durrani, N., & Dunne, M. (2010). Curriculum and national identity:
exploring the links between religion and nation in Pakistan. Journal of
Curriculum Studies, 42(2), 215–240. doi:10.1080/00220270903312208
Flecha, R. (2001). Racismo moderno y postmoderno en Europa. enfoque
dialógico y pedagogías antirracistas. REIS, Revista española de
investigaciones sociológicas, 94, 79- 103.
Flecha, R., Garcia, C., & Santa Cruz, I. (2003). La comunidad societal en
europa. Actas X Conferencia de Sociología de la Educación. Valencia,
Spain.
Flecha, R., Gómez, J., & Puigvert, L. (2003b). Contemporary Sociological
Theory. New York: Peter Lang
Flecha, R. (2004). Laïcitat multicultural. Papers d'Educació de persones
adultes, 44.
Flecha, R. (eds.) (2015). Successful educational actions for inclusion and
social cohesion in Europe. London: Springer
Friedkin, N. E. (2004). Social Cohesion. Annual Review of Sociolopgy, 409425.
Frunza, M. (2015). Advertising, gender stereotypes and religion. A
perspective from the philosophy of communication. Journal for the
study of religions and ideologies, 14 (40), pp 72- 91. doi:
10.1080/03055698.2015.1043979
Fukuyama, F. (1996). Trust: The Social Virtues and The Creation of
Prosperity .NY: The Free Press.
106 Burgués, Condom, Rodríguez, Valls– Diálogo Interreligioso
Göle, N. (2015). Islam and Secularity: The Future of Europe's Public
Sphere. New York: Public Planet Books
Göle, N. (2005). Islam in European Publics: Secularism and Religious
Difference. The Hedgehog Review, (6), 140–146.
Göle, N. (2005b). Interpénetrations. L’Islam et l’Europe. Paris: éditions
Galaade
Gordon, M. (1964). Assimilation in American life: The role of race, religion,
and national origins. New York: Oxford University Press.
Gómez, J., Latorre, A., Sánchez, M., Flecha, R. (2006). Metodología
comunicativa crítica. Barcelona: Hipatia
Graham, C. (2009), Happiness around the world .New York:Oxford
University Press
Gruetter, J., & Meyer, B. (2014). Intergroup friendship and children’s
intentions for social exclusion in integrative classrooms: the
moderating role of teachers' diversity beliefs. Journal of Applied Social
Psychology, 44(7), 481–494. doi: 10.1111/jasp.12240
Habermas. J. (1981). Historia y crítica de la opinión pública. Barcelona:
Gustavo Gili.
Habermas, J (1999) La inclusión del otro. Barcelona: Paidós
Hodge, D. R. (2011). Toward a learning environment that suports diversity
and difference: a response to Dessel, Bolen and Shepardson. Journal
of Social Work Education, 47(2), 235251. doi:10.5175/JSWE.2011.201100035
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
107
Hoodfar, H. (2007). Women, religion and the ‘Afghan education
movement’in Iran. Journal of Development Studies, 43(2), 265-293.
doi: 10.1080/00220380601125115
Kanas, A., Scheepers, P., Sterkens, C. (2015). Interreligious Contact,
Perceived Group Threat, and Perceived Discrimination: Predicting
Negative Attitudes among Religious Minorities and Majorities in
Indonesia. Social psychology quarterly, 78 (2), pp102- 126. doi:
10.1177/0190272514564790
Kaern, M., Phillips, B. S., Cohen, R. S., & Simmel, G. (1990). Georg
Simmel and contemporary sociology. Dordrecht: Kluwer Academic
Publishers.
Layard, R. (2005). Happiness: Lessons from a New Science. New York:
Penguin Books.
Liederman, M. (2004). Changes and debates concerning religious education
in Greek schools. Social Compass, 51(4), 487 –497.
Mayrl, D. (2011). Administering Secularization: Religious Education in
New South Wales since 1960. European Journal of Sociology.
doi:10.1017/S000397561100004X
Parker-Jenkins, M., & Masterson, M. (2013). No longer “Catholic, White
and Gaelic”: schools in Ireland coming to terms with cultural diversity.
Irish Educational Studies, 32(4). doi: 10.1080/03323315.2013.851438
Parsons, T. (1937) The Structure of Social Action. New York, Free Press
Parsons, T. (1977). The Evolution of Societies. New Jersey: Prentice Hall.
Pew Research Center. (2014). The Global Religious Landscape. Retrieved
from http://www.pewforum.org/files/2014/01/global-religion-full.pdf
108 Burgués, Condom, Rodríguez, Valls– Diálogo Interreligioso
Potgieter, F. J., Van der Walt, J. L., & Wolhuter, C. C. (2014). Towards
understanding (religious) (in)tolerance in education. HTS Teologiese
Studies / Theological Studies, 70, 1–8. doi:10.4102/hts.v70i3.1977
Potgieter, F., Van der Walt, J, & Wolhuter, C. (2014). Towards
understanding (religious)(in) tolerance in education. HTS Theological
Studies. 70 (3), 01-08. doi: dx.doi.org/10.4102/ hts.v70i3.1977
Reid, I. (2015). Just a wind-up? Ethnicity, religion and prejudice in Scottish
football-related comedy. International review for the sociology of
sport, 50 (2), 227-245. doi: 10.1177/1012690213480140
Gervilla, E. (2013). Secularism, Peaceful Coexistence and Education.
Revista de Educación, (360), 414–435. doi:10.4438/1988-592X-RE2011-360-121. doi: 10-4438/1988-592X-RE-2011-360-121
Revell, L. (2010). Religious education, conflict and diversity: an exploration
of young children’s perceptions of Islam. Educational Studies, 36,
207–215. doi:10.1080/03055690903162390
Riitaoja, A.-L., & Dervin, F. (2014). Interreligious dialogue in schools:
Beyond asymmetry and categorisation? Language and Intercultural
14(1), 76-90, doi: 10.1080/14708477.2013.866125
Rodríguez, J. A., & Arroyo, L. (2014) Notas acerca de la “Construcción
Académica” de la Felicidad, in Almeda, E., Arroyo, L., Pradel, M,
Rotger, J.M. (eds) Àmbits de recerca i metodologies en sociologia
(pp.201-213). Barcelona: Publicacions UB.
Ruyter, D., & Merry, M. (2009). Why education in public schools should
include religious ideals. Studies in Philosophy and Education, 28(4),
295–311.
Said, E. (1991). Orientalism. London: Penguin Book
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
109
Sakai, M., & Isbah, M. (2014). Limits to Religious Diversity Practice in
Indonesia. Asian Journal of Social Science. 42(6) 722 - 746.
doi:10.1163/15685314-04206003
Silvestri, S. (2014). Religion and Social Cohesion at the Heart of the
Intercultural Debate. Alexandria: Anna Lindh Foundation.
Simmel, G., & Wolf, H. (1980). The Sociology of Georg Simmel. Glencoe
Ill: Free Press
Smidt, C (ed.) (2003). Religion as Social Capital. Waco: Baylor University
Press.
Sikka, S. (2010). Liberalism, Multiculturalism, and the Case for Public
Religion.
Politics
and
Religion,
3
(3),
580-609.
doi:10.1017/S1755048310000180
Taguieff, P. (1987). La forcé du préjugé. Essai sur le racisme et ses doubles.
Paris: Gallimard
Tönnies, F. (2002). Community and Society. New York: Dover
Touraine, A. (1997). Pourrons-nous vivre ensemble? Différents et égaux.
Paris: Fayard
Touraine, A., Wieviorka, M., & Flecha, R. (2004). Conocimiento e
identidad. Voces de grupos culturales en la investigación social.
Barcelona: Hipatia Editorial
Underkuffler, L. S. (2001). Public Funding for Religious Schools:
Difficulties and dangers in a pluralistic society. Oxford Review of
Education, 27 (4), 577-592. doi:10.1080/03054980120086257
Valls, R. & Padrós, M. (2011). Using Dialogic Research to Overcome
Poverty: from principles to action. European Journal of
Education, 46(2), 173–183. doi: 10.1111/j.1465-3435.2011.01473.x
110 Burgués, Condom, Rodríguez, Valls– Diálogo Interreligioso
Valls, R., & Kyriakides, L. (2013). The power of interactive groups: how
diversity of adults volunteering in classroom groups can promote
inclusion and success for children of vulnerable minority ethnic
populations. Cambridge Journal Of Education, 43(1), 17-33.
doi:10.1080/0305764X.2012.749213
Veenhoven, R. (1989). National Wealth and Individual Happiness. In F.
Grunert, & K. Oelander (Ed.), Understanding Economic Behaviour (pp.
9–32). Dordrecht: Kluwer Academic Publishers
Veenhoven, R. (1993). Happiness in Nations. Subjective appreciation of life
in 56 nations 1946-1992. Rotterdam:Erasmus University.
Veinguer, A., Rosón, F. J., & Dietz, G. (2011). Under the shadow of
Al‐Andalus? Spanish teenagers’ attitudes and experiences with
religious diversity at school. British Journal of Religious Education,
33(7), 143–158. doi:10.1080/01416200.2011.543595
Von der Lippe, M. (2011). Young people’s talk about religion and diversity:
a qualitative study of Norwegian students aged 13–15. British Journal
of
Religious
Education,
33,
127–142.
doi:10.1080/01416200.2011.543590
Welzel, C., & Inglehart, R. (2005). Liberalism, Postmaterialism, and the
Growth of Freedom. International Review of Sociology, 15(1), 81–108.
Wieviorka, M. (1998). Le racisme, une introduction. Paris: La
Decouverte/Poche
Wuthnow, R. (1993). Acts of Compassion: Caring for Others and Helping
Ourselves. Princeton: Princeton University Press
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1)
111
Autores:
Josep Lluís Condom, profesor titular de la Universitat de Barcelona;
Ana Burgués, profesora de la Universitat de Barcelona; José Antonio
Rodríguez, profesor catedrático de la Universitat de Barcelona; Rosa
María Valls, profesora titular de la Universitat de Barcelona
Contact Address: Universitat de Barcelona. Diagonal Nord, Facultat
d'Economia i Empresa (Edifici 690). Diagonal 690. 08034 Barcelona
[email protected]
Instructions for authors, subscriptions and further details:
http://recei.hipatiapress.com
L’Antisémitisme Expliqué aux Jeunes
[El Antisemitismo Explicado a los Jóvenes]
Miguel Ángel Pulido-Rodríguez
Universidad Ramon Llull. Spain
Date of publication: April 1st, 2016
Edition period: April 2016- October 2016
To cite this article: Pulido-Rodríguez, M. A. (2016). L’Antisémitisme
Expliqué aux Jeunes [El Antisemitismo Explicado a los Jóvenes] [Review of
the Book]. Scientific Journal on Intercultural Studies, 1(2), 112- 114. doi:
10.17583/recei.2016.1916
To link this article: http://dx.doi.org/10.17583/recei. 2016.1916
PLEASE SCROLL DOWN FOR ARTICLE
The terms and conditions of use are related to the Open Journal
System and to Creative Commons Attribution License (CC-BY).
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies Vol. 1 No. 2 April
2016 pp. 112- 114
Review
Wieviorka, M., (2014), L’Antisémitisme Expliqué aux Jeunes, Paris:
Éditions du Seuil. ISBN: 978-2-02-117809-8.
D
e forma pedagógica Michel Wieviorka va desgranando un antiguo
prejuicio de la humanidad con más de dos mil años de antigüedad,
el antisemitismo. En determinado momentos históricos y políticos
este prejuicio se ha manifestado con fuerte virulencia otros se ha mantenido
latente, sin embargo, nunca ha desaparecido. La obra de Wieviorka es
desgraciadamente de gran actualidad en un momento donde el racismo y
antisemitismo vuelven a manifestarse. Europa, aún bajo la sombra del
holocausto vuelve a despertar del letargo este prejuicio atávico, que cambia
hoy de forma.
El libro de Michel Wieviorka supone un recordatorio de la necesidad de
preservar la memoria sobre los acontecimientos que Europa padeció
durante el siglo XX y de la que padeció tantos millones de víctimas
(principalmente la comunidad judía y la gitana). Retoma así una pregunta
recurrente, ¿por qué la comunidad Judía es objeto de este odio?
Si bien concepto de antisemitismo se populariza a finales del siglo XIX y se
construye bajo parámetros pseudocientíficos de raza en el esfuerzo por
diferenciar a la comunidad judía. Nos estamos refiriendo a una comunidad
que participa activamente en las distintas sociedades, aunque siguiendo dos
tendencias distintas, una de asimilación y otra de integración. Ante esta
situación el prejuicio convierte a los miembros de esta comunidad en
sospechosos de engañar y conspirar contra la nación en pro de sus intereses.
2016 Hipatia Press
ISSN: 2014-900X
DOI: 10.17583/recei.2016.1916
RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies 1(2) 113
De ahí que ya a finales de siglo presenciamos distintos pogromos o
discriminaciones como fue el caso Dreyfus.
Sin embargo, ello no significa que anteriormente no se manifestase un
rechazo contra la comunidad judía. El primer prejuicio existente es de
carácter religioso durante la época medieval. Está relacionado con la idea
de deicidas y también de usureros dado que eran los únicos que podían
trabajar como prestamistas, a pesar de que la mayoría son de condición
modesta y nada tienen que ver con el oficio de banquero o del crédito.
Ante esta trayectoria de un prejuicio que muta con la historia, el
Nazismo no nace de 0, sino que se nutre de él. El crack del 29 tiene una
fuerte repercusión sobre Europa y da alas a partidos populistas que
convierten a la comunidad judía en chivo expiatorio del malestar
económico y social existente. Una vez en el poder se instauran
progresivamente leyes represivas y discriminatorias, aunque los principios
enunciatorios ya estaban presentes en la obra “Main Kampf” de 1920. A
partir de 1941 con la decisión de la Solución Final se acelera una
maquinaria burocrática sistemática del asesinato implantándose con gran
indiferencia y complicidad de la población. A pesar que dos terceras partes
de la comunidad judía europea son exterminadas por el nazismo, el
antisemitismo no desaparece.
Y actualmente asistimos a una nueva mutación del prejuicio que
abandona la explicación racial y torna hacia la cultural. Es el conflicto de
Israel-Palestina el que permite justificar una confusión entre antisemitismo
y antisionismo. La crítica a Israel vela en ocasiones una crítica a la
comunidad judía en términos generales, pasando por alto que nacionalidad
y grupo étnico no son homónimos.
El autor concluye afirmando que si bien es difícil afirmar el aumento o
disminución del prejuicio antisemita en nuestros días, lo que no es posible
negar es la existencia de dicho prejuicio y su renovación en nuestras
sociedades. Entremezclándose diversas manifestaciones. Así podemos
identificar un antisemitismo clásico, nacionalista y de extrema derecha que
incluso llega a modernizarse con las corrientes negacionistas. A su vez
existe un viejo antijudaismo cristiano. Y finalmente un nuevo antisemitismo
confundido con antisionismo presente especialmente entre colectivos
114 Pulido-Rodríguez - [Book Review]
excluidos y discriminados así como entre algunos sectores impregnados de
ideologías de izquierda anticapitalista y propalestinas.
Wieviorka viene a recordarnos que el holocausto y el prejuicio
judeófobo que se da a lo largo de la historia concierne a toda la humanidad
porqué ataca directamente a los principios democráticos al segregar,
discriminar e incluso exterminar a un grupo humano. El holocausto y la
reflexión humanista que se desprende del autor nos señala que esto vale
para cualquier tipo de racismo.
Miguel Ángel Pulido-Rodríguez, Facultad de Educación Social y Trabajo
Social Pere Tarrés, Universitat Ramon Llull
[email protected]
Descargar