Volume 2, Number 1 Hipatia Press www.hipatiapress.com h Editorial…………………………………………………………………………. 1 . Samudaripen, el Genocidio Gitano: ¿Volveremos a Repetir la Historia?– Tatiana Santos, Fernando Macías, Jerusalén Amador, David Cortés………………………………..………………….……………….………. 2 La heurística del antisemitismo contemporáneo – Xavier Torrens…. 30 Los servicios de inteligencia ante el Holocausto: entre la ética y las razones de estado – Xavier Boltaina.………………………..…............... 56 El diálogo interreligioso como herramienta para desactivar el prejuicio racista– Ana Burgués, Josep Lluís Condom, José Antonio Rodríguez, Rosa Maria Valls.…….……………………………...................................... 88 Book Review: L’antisémitisme expliqué aux jeunes [El antisemitismo explicado a los jóvenes]– Miguel Ángel Pulido…. 112 Instructions for authors, subscriptions and further details: http://recei.hipatiapress.com Editorial Lena de Botton1, Fidel Molina2, 1) Universitat de Barcelona. Spain 2) Universidad de Lleida. Spain Date of publication: April 1st, 2016 Edition period: April 2016- October 2016 To cite this article: Molina, F.; de Botton, L. (2016). Editorial: En Memoria. Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1), 1. doi: 10.17583/recei.2016.1918 To link this article: http://dx.doi.org/10.17583/recei.2016.1918 PLEASE SCROLL DOWN FOR ARTICLE The terms and conditions of use are related to the Open Journal System and to Creative Commons Attribution License (CC-BY). RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies Vol. 2 No. 1 April 2016 pp. 1 Editorial. En Memoria Lena de Botton Universitat de Barcelona Fidel Molina Universitat de Lleida C on este número especial, la revista RECEI ha querido dedicarlo a la reflexión sobre las consecuencias del discurso y actos de odio. Se trata de una amenaza presente en nuestros días y que ya en pleno siglo XX llevó a consecuencias dramáticas para Europa como nos recuerda la historia. Preservar la memoria histórica se revela fundamental. Y en este marco la educación juega un papel clave para desvelar sombras en el conocimiento y especialmente para favorecer la desactivación del prejuicio. Los artículos que aquí se presentan nos interpelan de nuevo hoy al señalarnos que el holocausto (la Shoah para el pueblo judío; el Samudaripen para la comunidad gitana) no hubiera tenido lugar sin la colaboración silenciosa de numerosas personas bajo el influjo del prejuicio y del discurso del odio. El silencio, la indiferencia, la complicidad e incluso el apoyo a título particular así como de gobiernos e instituciones – entre ellos el propio estado español – posibilitaron que el régimen nazi pudiera llevar a cabo el expolio, la humillación, discriminación y asesinato de millones de Europeos. Hoy, sin embargo, la sombra del racismo y antisemitismo no ha desaparecido y adquiere nueva forma. Así, el presente número especial de la revista ha querido rendir homenaje a todas aquellas víctimas del holocausto pero sobretodo contribuir a la reflexión sobre la capacidad de reflexión y acción que las personas tenemos para combatir hoy dicha amenaza. 2016 Hipatia Press ISSN: 2014-900X DOI: 10.17583/recei.2016.1918 Instructions for authors, subscriptions and further details: http://recei.hipatiapress.com Samudaripen, el Genocidio Gitano: ¿Volveremos a Repetir la Historia? Tatiana Santos1, Fernando Macías2, Jerusalén Amador2, David Cortés2 1) Universitat de Girona, Spain 2) Universitat de Barcelona, Spain Date of publication: April 1st, 2016 Edition period: April 2016- October 2016 To cite this article: Santos, T., Macías, F., Amador, J., Cortés, D. (2016). Samudaripen, el Genocidio Gitano: ¿Volveremos a Repetir la Historia?. Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1), 2- 29. doi: 10.17583/recei.2016.1897 To link this article: http://dx.doi.org/10.17583/recei.2016.1897 PLEASE SCROLL DOWN FOR ARTICLE The terms and conditions of use are related to the Open Journal System and to Creative Commons Attribution License (CC-BY). RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies Vol. 2 No. 1 April 2016 pp. 2- 29 Samudaripen, the Roma Genocide: Will We Repeat the History? Tatiana Santos Universitat de Girona Fernando Macías Universitat de Barcelona Jerusalén Amador Universitat de Girona David Cortés Universitat de Barcelona Abstract In order to visualize the victims of the Romani Holocaust, this article presents, through the review of the scientific literature, the historical facts that show the Samudaripen: the mass killing of the Roma people by Nazi regime. To do this, this paper reflects on the anti-Gypsyism at present and analyzes the persecutions suffered by the Roma population before the war as an element that prepared the ground for the Samudaripen. In this sense, it is noted that the Holocaust would have not been viable without the cooperation of the entire European society. Likewise, the contributions from Social Sciences that are overcoming racism are analyzed in this paper, as tools change for the Samudaripen never happens again. Keywords: Samudaripen, Porrajmos, Roma people, Nazism, anti-Gypsyism, 2016 Hipatia Press ISSN: 2014-900 DOI: 10.17583/recei.2016.1897 RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies Vol. 2 No. 1 April 2016 pp. 2- 29 Samudaripen, el Genocidio Gitano: ¿Volveremos a Repetir la Historia? Tatiana Santos Universitat de Girona Fernando Macías Universitat de Barcelona Jerusalén Amador Universitat de Girona David Cortés Universitat de Barcelona Resumen Con el objetivo visibilizar a las víctimas gitanas del holocausto, el presente artículo recapitula, a través de la revisión de la literatura científica, los hechos históricos que evidencian el Samudaripen: la "gran matanza" del pueblo Gitano a manos del régimen Nazi. Para ello, este artículo reflexiona sobre el anti-Gitanismo en la actualidad y analiza las persecuciones que ha sufrido el pueblo Gitano antes de la guerra como elemento que preparó el camino hacía el Samudaripen. En este sentido, se constata que el Holocausto no hubiera sido viable sin la colaboración de toda la sociedad Europea. Igualmente, analizamos las aportaciones de las Ciencias Sociales que están contribuyendo a la superación del racismo, como herramientas de cambio para que el Samudaripen no vuelva a repetirse. Palabras clave: Samudaripen, Porrajmos, pueblo Gitano, Nazismo, anti-Gitanismo 2016 Hipatia Press ISSN: 2014-900 DOI: 10.17583/recei.2016.1897 4 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen A 70 años del Holocausto, Europa sigue inmersa en continuos episodios de racismo y Xenofobia. Según un informe de Amnesty Internacional (2011), en los últimos años ha habido en España un incremento de las denuncias por ataques racistas contra personas de minorías étnicas y extrajeras, así como un aumento del anti-Gitanismo, el antisemitismo y la Islamofobia en toda Europa. Como resultado de esta realidad social, el apoyo a los partidos políticos xenófobos de ultra derecha y las propuestas de implementar políticas de fondo racista y segregador también están creciendo en todo el continente. Tal es este auge que en algunos países como Hungría y Grecia este tipo de partidos ha conseguido incluso tener representación parlamentaria. Este panorama incide directamente en la situación del pueblo Gitano. En Hungría, cuya población gitana estimada oscila entre un 8% y un 10% de la población total del país (Council of Europe, 2012), el partido político "Movimiento por una Hungría mejor"1, con representación parlamentaria nacional y europea, y que ha propuesto la elaboración de listas de control de personas judías por motivos de seguridad nacional, sostiene su popularidad gracias al ataque constante contra las personas gitanas. Este partido se alimenta del anti-Gitanismo que tan profundamente se ha arraigado en una parte de la población húngara. Ante este panorama, es urgente recordar las consecuencias del anti-Gitanismo en el pasado. El Samudaripen, neologismo romaní (lengua del pueblo Gitano) que hace referencia al genocidio especifico que sufrió la comunidad gitana durante el Holocausto Nazi2, es una de las consecuencias más devastadoras que ha habido nunca como consecuencia directa del anti-Gitanismo. En este sentido, este artículo, a través de la revisión de la literatura científica, pretende recapitular los hechos históricos del Samudaripen y sus antecedentes. Para ello, en el primer apartado se lleva a cabo una revisión de la situación del anti-Gitanismo en la actualidad. En los dos RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 5 apartados siguientes se examinan los principales hechos históricos que marcaron el Samudaripen, así como sus antecedentes. Finalmente, este artículo examina las principales contribuciones teóricas que desde las Ciencias Sociales están aportando un conocimiento válido y eficaz para la superación del anti-Gitanismo. El Anti-Gitanismo en la Actualidad Durante la Segunda Guerra Mundial, entre el 25% y el 30% de toda la población gitana europea fue asesinada por el régimen Nazi (European Commission, 2012). El racismo que impregnaba la sociedad europea antes de este período histórico y que se dirigía específicamente en contra de la comunidad gitana creó las condiciones idóneas para favorecer tal genocidio (Torrens, 2006). De hecho, mucho antes de la Segunda Guerra Mundial, la persecución y asesinato, así como otras torturas y acciones violentas contra las personas gitanas, eran prácticas comunes y “normalizadas” en muchos territorios de Europa (Arayici, 1998; Hancock, 1987; 1997; 2002; San Román, 1999; Liégeois, 1987). En la actualidad, los mismos discursos de odio, las mismas actitudes de rechazo a las personas gitanas y las mismas políticas de exclusión llevadas a cabo en este pasado reciente, vuelven a repetirse en la sociedad Europea. Desde la caída del comunismo y la emergencia de la violencia contra el pueblo Gitano, principalmente desde los países del este y centro-Europa, la Unión Europea (UE) y otras organizaciones relacionadas con la lucha por los derechos humanos abrazaron la causa del pueblo Gitano creando políticas para la protección e inclusión de esta comunidad (van Baar, 2011). En este sentido, el reconocimiento del pueblo Gitano como una minoría de Europa por parte del Parlamento Europeo (Aiello, Mondejar, & Pulido, 2013), ha servido como una herramienta clave para el empoderamiento, 6 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen inclusión y acceso a la justicia y servicios públicos de este pueblo (van Baar, 2011). A pesar de ello, el racismo dirigido al pueblo Gitano sigue manifestándose tanto a nivel estructural, a través del discurso de odio fomentado principalmente por partidos políticos y medios de comunicación, como desde la agencia humana, por medio de las interacciones cotidianas de poder, que se concretan en el rechazo y ataques violentos a miembros de esta comunidad (Serradell & Munté, 2010). El mismo concepto de anti-Gitanismo implica la relación entre diferentes tipos de racismo, convergiéndolo en una ideología que se manifiesta a través de la violencia, discurso de odio, explotación y discriminación (Nicolae, 2006). Así, el racismo biológico, la base teórica de los discursos y prácticas racistas llevadas a cabo por el régimen Nazi, a pesar de antiguo, sigue vigente en los ataques hacia el pueblo Gitano, y se manifiesta en su sistemática deshumanización, elemento crucial del anti-Gitanismo (Flecha, 2001; Nicolae, 2006). Las diferentes representaciones, positivas o negativas, sobre el pueblo Gitano y sus características socialmente construidas, están mayoritariamente relacionadas al mundo animal, lo que revela una escala de valores en la cual el pueblo Gitano es situado por debajo de la persona humana, justificando así todo tipo de desigualdad y trato deshumano hacía esta comunidad (Nicolae, 2006; Flecha, 2001). Ejemplo de ello son los pogromos3 llevados a cabo en los años 90 en Rumania, en los cuales los medios de comunicación locales y los ciudadanos que daban su opinión presentaban a las personas gitanas como una especie subhumana (Nicolae, 2006). El anti-Gitanismo también implica otros tipos de racismo no centralizado en los aspectos biológicos, sino en los culturales. Se considera que este tipo de racismo se sostiene sobre la llamada RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 7 "preferencia natural" por algunos grupos culturales (Barker, 1981; Flecha, 2001; Taguieff, 2001), justificando de este modo la exclusión de otros. En esta línea, el racismo postmoderno considera que no hay razas o etnias superiores o inferiores sino diferentes, enfatizando en este punto que tal diferencia imposibilita el diálogo, la convivencia y las condiciones de vida igualitarias, y etnificando las desigualdades sociales, ya que las explica como algo propio de cada etnia y no como el resultado de un proceso de discriminación o exclusión social (Flecha, 2001). Un ejemplo de la manifestación del anti-Gitanismo bajo este tipo de racismo son las declaraciones del Ministro de Interior Francés, Manuel Valls. Éste, al ser cuestionado por el fracaso de las políticas de integración del pueblo Gitano en Francia, argumentó que estas poblaciones tienen modos de vida extremadamente diferentes a los occidentales, justificando así su situación social como consecuencia de su cultural (Mora, 2013). La ideología del anti-Gitanismo en la actualidad sostiene y justifica políticas de estado con fundamentos racistas en diversos países europeos (van Baar, 2011), que cuentan a su vez con una amplia aprobación por parte de la población de los países en las que éstas se aplican. Ejemplo de ello son las políticas que todavía hoy sostienen las expulsiones a gran escala de personas gitanas, que además han aumentado como consecuencia de la crisis económica mundial En Italia, sólo en la ciudad de Roma se habían producido 71 desalojos de campamentos de familias gitanas hasta octubre de 2015 (Monzón, 2015). Desde Reino Unido, el primer ministro David Cameron exigió a Europa medidas de regulación del pueblo gitano, bajo la generalización de "inmigrantes", sugiriendo así limitarles el derecho a ayudas sociales y al desempleo, tal y como se aplica a las personas inmigradas (Amnesty International, 2014). 8 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen En Francia, el debate y las acciones en torno a las expulsiones de la población gitana y la limitación de su derecho de libre circulación como ciudadanos europeos es aún más flagrante. Dando continuidad a las acciones del gobierno de Sarkozy, el ejecutivo socialista francés sigue derribando campamentos gitanos sin proveerles de lugares alternativos para su realojo. Una vez más, la justificación de la exclusión del pueblo Gitano se basa en asociarles a un problema de seguridad pública, ilegalidad y nomadismo, lo que crea las condiciones para que se dé un estado de excepción que justifica intervenciones públicas inusuales (Costi, 2010; Nacu, 2012; Woodcock, 2010). En este sentido, la Comisión Europea afirmó en septiembre de 2010 que las medidas tomadas por el gobierno de Sarkozy violaban las normas europeas de igualdad entre los pueblos y la directiva de libre circulación de la UE (van Baar, 2011). En estos ejemplos se pueden observar los principios del racismo postmoderno, según el cual grupos de diferentes etnias no pueden vivir juntos en el mismo territorio, siendo imposible el diálogo y la creación conjunta de normas de convivencia (Flecha, 2001). Además, todo ello nos permite constatar que los prejuicios y estereotipos hacía la comunidad gitana todavía no han desaparecido, y que el racismo y exclusión perpetrados hacía esta comunidad aún están muy presentes en la sociedad europea. En este sentido, varias son las cuestiones que emergen para poder entender y enmarcar la situación actual. ¿Qué relación guardan tales hechos con el Samudaripen? ¿Estamos repitiendo la historia? En los próximos apartados recordaremos los hechos históricos que marcaron el exterminio del pueblo Gitano en Europa durante la Segunda Guerra Mundial, así como otros acontecimientos previos que desgraciadamente resultaron claves para que el Samudaripen se produjera. RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 9 Samudaripen, el Genocidio Gitano La Segunda Guerra Mundial, así como el Holocausto y todos y cada uno de los detalles que giran en torno a este episodio histórico, son de una innegable relevancia histórica. De hecho, son numerosos los trabajos académicos y no académicos que empezaron a tratar esta cuestión pocos años después de terminar la guerra. Sin embargo, no fue hasta finales del siglo XX cuando emergieron los primeros trabajos que abordaban el Samudaripen durante la Segunda Guerra Mundial, dando así visibilidad a la persecución y asesinato especifico de personas gitanas durante ese periodo de la historia (Hancock, 1999; 2007). Gracias a activistas e investigadores comprometidos con la superación de las desigualdades que padece el pueblo Gitano se empezaron a conocer datos específicos y características particulares del Samudaripen, como por ejemplo el hecho de que el pueblo Gitano y el pueblo Judío fueron los dos únicos grupos exterminados por motivos raciales durante la “Solución Final”. Yo interpreto la palabra holocausto refiriéndose a la aplicación de la directiva “Solución Final”, a saber, acción genocida que pretende erradicar poblaciones enteras, desde la esfera de influencia del Tercer Reich. Sólo había dos de tales directivas: la “Solución Final” de la cuestión judía y la “Solución Final” de la cuestión gitana. (Hancock, 2007, n.d) A inicios del régimen Nazi, el pueblo Gitano era considerado ario (puro), igual que los alemanes, ya que provenían de la India, y dada su exclusión social, se creía que su genética seguía casi intacta y no mezclada con la de otros pueblos (Ajuntament de Barcelona, 2006). A posteriori, la clasificación de los grupos arios pasó a considerar aspectos socioeconómicos y raciales, lo que permitió identificar al pueblo Gitano como una raza inferior. El cambio se sostenía en el nivel socioeconómico de las personas gitanas y en el argumento de 10 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen que la mayoría del pueblo Gitano había perdido su pureza original. Este giro fue el motivo por el cual el Nazismo declaró conveniente perseguir al 90% de la población gitana, ya que según el régimen el 10% restante era puro y “merecía seguir viviendo” (Ajuntament de Barcelona, 2006). A pesar de esta aparente distinción, en los campos de concentración nunca hubo ningún tipo de diferenciación. Fue publicado el 8 de diciembre de 1938, con el título "La lucha contra la plaga gitana" La experiencia adquirida en la lucha contra la plaga gitana y del conocimiento derivado de la investigación biológica habían demostrado que el método adecuado para atacar el problema gitano sería tratarla como una cuestión de raza. Esto probaría ser necesario encontrar una solución definitiva del problema gitano, tratar por separado a gitanos puros y parte gitanos mestizos. (Hancock, 2007, n.d.) Envueltos en este discurso racista, entre el 12 y el 18 de junio de 1938 se instauró la "Semana de la Limpieza Gitana" (“Zigeuneraufräumungswoche”, también llamada “Aktion Arbeitschau Reich” y “Bettlerwoche”). Durante esa semana se endureció la persecución de personas gitanas, así como el envío de miembros de esta comunidad a campos de concentración. Esto, igual que la “Kristallnacht” para el pueblo judío en ese mismo año, significó el principio del fin (Hancock, 2013). Este momento se considera la cuenta atrás hasta la aparición de los primeros documentos Nazis que mencionarían la necesidad de una “Solución Final” para el "problema" Gitano. En junio de 1938, "La semana de la Limpieza Gitana" supuso el apaleamiento y detención de cientos de personas gitanas en Alemania y Austria. En marzo de 1938, se elaboró el primer documento que hacía referencia a la "introducción de la solución total al problema gitano tanto a nivel nacional como internacional" bajo la dirección del Secretario de Estado Hans Pfundtner del Ministerio del Interior del régimen Nazi. En este contexto, los primeros documentos del régimen que mencionan la “Solución Final de la cuestión gitana” ("die RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 11 endgültige Lösung der Zigeunerfrage") se emiten el 24 de marzo y 8 de diciembre de 1938, ambos firmados por Heinrich Himmler, quien en ese momento era el comandante en jefe (Reichsführer-SS) de las Schutzstaffel, las SS (Hancock, 1999). En 1939, año en el que empieza la Segunda Guerra Mundial, el partido Nazi declaró que el objetivo de las políticas de Estado debería ser la separación racial definitiva de toda la "raza" gitana de la nación Alemana. En este mismo año se declaró que las personas romaníes deberían ser consideradas como enfermas hereditarias, por lo cual se decretaba que la única solución a este "problema" era su eliminación definitiva. La orden de regulación del 1 de marzo de 1939 “demostró” la naturaleza racial de este problema más claramente, y en ella se declara que el objetivo de las medidas adoptadas por el Estado debía ser la separación racial de la raza gitana (Zigeuner Tum) del resto de la nación alemana (Volkstum), para luego prevenir y prohibir la mezcla racial y seguidamente la regulación de las condiciones de vida de la población gitana considerada racialmente pura (Ehmann & Haus, 2008). A partir de estas declaraciones públicas desde la estructura política vigente, el Tercer Reich establece que los grupos perseguidos, tales como la comunidad gitana, deberían utilizar insignias identificativas en su ropa, que en el caso del pueblo Gitano fue inicialmente un triángulo negro (igual que para personas sin techo, enfermos mentales, alcohólicos y adictos a drogas, entre otros), y posteriormente un triángulo marrón, exclusivo para personas gitanas (Smith, 1999). Esta medida ha sido considerada por algunos autores como un paso claro hacia la “Solución Final” (Hancock, 1999), ya que fue una estrategia clara para diferenciar y disociar a las personas perseguidas y así crear las condiciones idóneas para eliminarlas a posteriori, algo que se llevó 12 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen a cabo sin mayores resistencias por parte del resto de la población (Torrens, 2006). Así, en este período las personas gitanas fueron excluidas de todos los espacios públicos y las actividades sociales. Fueron expulsadas de las escuelas, de sus trabajos, de sus casas, de los parques y calles, etc. (Smith, 1999) y fueron llevadas más tarde a los campos de concentración y exterminio, donde sufrieron todo tipo de torturas y prácticas atroces (Ajuntament de Barcelona, 2006). Una de estas prácticas fueron los experimentos médicos, para los que las personas gitanas fueron muy frecuentemente utilizadas. En enero de 1940, 250 niños y niñas gitanos fueron utilizados como cobayas para experimentar la eficacia del cristal de cianuro, que posteriormente sería utilizado en las cámaras de gas de Auschwitz-Birkenau para el exterminio de personas gitanas (Hancock, 1999), así como de otros colectivos exterminados. Años más tarde fueron emitidas órdenes de deportación en masa de personas gitanas a campos de concentración siguiendo las directiva de Himmler de 16 de diciembre de 1942, lo que supuso que en 1945 entre medio millón y 1,5 millones de gitanos y gitanas, más de la mitad de la población gitana total que vivía en Europa, habían sido exterminadas bajo el Samudaripen (Hancock, 1999). Otra práctica llevada a cabo por el régimen Nazi contra el pueblo Gitano fue la esterilización forzosa. El objetivo era que este pueblo no transmitiera su supuesta "enfermedad hereditaria". Un ejemplo de ello es el caso de Joseph, un niño gitano de apenas 12 años que, mientras se encontraba en la escuela, fue llevado a un hospital por la supuesta necesidad de hacer una cirugía urgente, aunque en realidad no estuviera enfermo; la intervención en cuestión era su esterilización (ERRC, 2015). RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 13 Tal práctica siguió y sigue vigente en Europa, basada en los mismos argumentos racistas del pasado. Como parte de la política dedicada a reducir el “elevado e insalubre” índice de natalidad de la población gitana, el gobierno de la República Checa esterilizó a mujeres gitanas de manera sistemática entre los años 70 y 90. Un mínimo de 100 mujeres fue víctima de esta política. En Eslovaquia, mujeres romaníes alegan haber sido esterilizadas sin su consentimiento, motivo por el cual hay demandas abiertas en los tribunales eslovacos. En el año 2003 se encontraron también casos de esterilización forzada de mujeres gitanas en Hungría (ERRC, 2011). Como resultado del Samudaripen, de las 20.000 personas gitanas asentadas en Alemania en 1939, el 75% habían sido asesinadas para 1945. En Austria, más de la mitad de las 11.200 personas gitanas que vivían en el país fueron exterminadas. En Polonia, 35.000 gitanos y gitanas ejecutados de un total de 50.000. Casi la totalidad de la población gitana fue eliminada en Croacia, Estonia, los Países Bajos, Lituania y Luxemburgo (Hancock, 2001). En resumen, se estima que el número total de víctimas está entre 220.000 y 500.000 personas gitanas durante el Samudaripen (Torrens, 2006), llegando a existir estimaciones que hablan de más de 1 millón y medio de personas gitanas asesinadas (Ajuntament de Barcelona, 2006). Estos números dan sin lugar a dudas una dimensión clara de la magnitud del genocidio Gitano durante la Segunda Guerra Mundial. La Persecución del Pueblo Gitano Antes de la Segunda Guerra Mundial. Así se Preparó el Terreno El anti-Gitanismo que se manifestó durante el Samudaripen y que sigue muy presente en nuestros días, no es un fenómeno reciente que apareció en aquel terrible momento de la historia. El racismo y los prejuicios contra la población Gitana existen desde la llegada de este 14 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen pueblo a Europa en el siglo XIV (Ajuntament de Barcelona, 2006; Fraser, 1995). A pesar de que durante los primeros años desde su llegada al continente el pueblo Gitano fue generalmente bien aceptado por el resto de la sociedad, especialmente por sus habilidades en el manejo de los caballos y la artesanía, no tardaron en aparecer los prejuicios y persecuciones contra esta comunidad. Por sus rasgos físicos, su lengua y sus costumbres propias, el pueblo Gitano rápidamente fue ubicado al margen de la sociedad. Ello impidió que pudieran asentarse o reclamar un espacio físico propio, lo que les llevó a continuar viajando por los campos (Miller, 2014). Aun así, su idioma (la lengua Romaní), apariencia y costumbres los diferenciaban claramente de los Gadges, palabra romaní para referirse a las personas no gitanas. Ellos no podían reclamar ninguna tierra en Europa; simplemente viajaban por el campo, y no conseguían pertenecer a ninguna patria, ni mucho menos constituir o reclamar una (Miller, 2014). A partir de entonces, el pueblo Gitano empezó a ser sometido a diversas formas de persecución, que variaron desde decretos punitivos, esclavitud y pogromos, entre otros. Tal y como está sucediendo en la Europa actual, el miedo y la sospecha luego se transformaron en hostilidad hacia el pueblo Gitano, expresados por leyes represivas y órdenes de expulsión. Así, en algunas zonas se permitían los azotes y se marcaba a fuego a las mujeres gitanas; o bien se llevaban niños y niñas gitanos para estar de forma permanente en hogares no-gitanos, separándolos así de sus familias. Con el aval de las autoridades, se indultaron todo tipo de delitos contra personas gitanas, tales como ahogamientos, asesinatos en masa o la obligación a realizar trabajos forzosos (Miller, 2014). En países como Hungría, España y Rumania se institucionalizó la esclavitud del pueblo Gitano, y en concreto en Rumania, donde la RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 15 esclavitud duró cerca de 550 años acabando en el año 1864, tanto la nobleza como la Iglesia Ortodoxa Rumana poseían esclavos gitanos (Miller, 2014). Específicamente en la Alemania del siglo XVIII se celebraba “la caza de los gitanos", ocasión en la cual se mataba a personas gitanas en auténticas cacerías humanas, y lo que se ha considerado como el preludio de lo que luego fue el Samudaripen y la "Semana de la limpieza Gitana". Estas "cazas" se dieron en repetidas ocasiones amparadas por la orden de exterminio de personas gitanas, expedida en 1721 por el Emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico Carlos VI, y según la cual no era ilegal matar a una persona gitana. En algunas partes de Europa, matar a un Rom era legal. A principios de Alemania del siglo XVIII, los alemanes celebraban "la caza de gitanos" durante la cual se rastreaba y mataba a los romaníes. A veces, se establecían los incendios forestales para expulsarlos de su escondite, obligándolos a enfrentarse ya sea a la muerte por el fuego o la muerte en manos de sus cazadores. (Miller, 2014, n.d.) Siguiendo en Alemania, en 1890 se confirió a las autoridades militares poder para regular los movimientos del pueblo Gitano en una conferencia titulada Zigeunerschnitzel (escoria Gitana). A partir de esta conferencia se desplegaron diversas medidas con el fin de controlar a esta comunidad. Ello se ilustra en las siguientes situaciones: en 1899 se creó la Oficina Central de Lucha contra Molestias gitana; en 1905 se publicó un manual que contenía los reglamentos necesarios para la "eliminación de la plaga gitana” por parte de la Oficina de Seguridad de Baviera entre 1816 y 1903 (Ehmann & Haus, 2008); en 1909 se recomendó que los gitanos fueran marcados para que se les pudiera identificar; a lo largo de la década de 1920 se controló la presencia gitana en territorio alemán a través de fotografías y huellas digitales. Asimismo, en 1927 se construyeron campamentos especiales para encarcelar a personas 16 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen gitanas, y a través de los cuales se podía las podía poner bajo vigilancia policial (Smith, 1999). La práctica de la esterilización de las personas gitanas también existió antes de la Segunda Guerra Mundial. La noción de "vidas indignas de ser vividas" fue introducida por Karl Binding y Alfred Hoche en 1920, concepto más tarde incorporado por las teorías raciales Nazis. En base a esta idea, en 1930 se hizo una recomendación de esterilizar a todos los gitanos, legalizando la esterilización eugenésica tres años más tarde (Smith, 1999). (...) El gabinete de Hitler aprobó una ley en contra de la propagación de " vidas indignas de ser vividas" llamada "Ley para la Prevención de enfermedades hereditariamente trasmitidas" Debido a que los nazis consideraban que los romaníes no eran dignos de la vida, debían ser esterilizados junto con cualquier persona con enfermedades "determinadas genéticamente", tales como la esquizofrenia, enfermedad maniacodepresivo, y la sordera. (Miller, 2014, n.d.) Así, cuando el Tercer Reich asumió el poder en 1933 solo tuvo que dar continuidad a las persecuciones ya existentes. En el año 1934, gitanos y gitanas fueron enviados a campos de concentración como Dachau, Dieselstrasse, y Sachsenhausen, y en 1935, la Ley de Nuremberg para la Protección de la Sangre y Honor, afectó especialmente a las personas gitanas, ya que permitió la realización de experimentos científicos para demostrar que las personas gitanas tenían la sangre y la estructura biológica diferentes a la de las personas arias. Esta ley avaló las prácticas y pensamientos racistas contra el pueblo Gitano, tal como se evidencia en el siguiente comentario realizado por un jefe de la policía Alemana de la época: Los gitanos, como un elemento extranjero, nunca se convertirán en miembros de pleno derecho de la población de acogida. Podría valer la pena considerar incluir tales gitanos (ya que no están dispuestos a cumplir y RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 17 trabajar) como aquellas personas afectadas por la ley de esterilización. (Ehmann & Haus, 2008, n.d.) Lo arriba expuesto muestra claramente como el terreno ya había sido preparado para el Samudaripen mucho antes de la Segunda Guerra Mundial. Las semillas del racismo ya habían sido labradas y alimentadas durante siglos de persecución y violencia contra el pueblo Gitano, mucho antes de que el Nazismo se alzara con el poder y perpetrara el exterminio de este pueblo. Pasado, Presente y Futuro: la Responsabilidad de la Ciudadanía En la actualidad se considera que, aunque el Tercer Reich fuera el principal protagonista del Holocausto, éste no hubiera sido posible sin la complicidad y la participación activa o pasiva de toda la sociedad Europea (Wieviorka, 2003). La política de exterminio Nazi no hubiera sido viable si no hubiera contado con la participación de la ciudadanía Europea en las denuncias, persecuciones a las víctimas y apoyo a las intervenciones institucionales, realizadas en connivencia por el régimen Nazi y otros gobiernos de países implicados. Por ejemplo Francia, que empezó el proceso de control de la población Judía antes de que Alemania la ocupara, y en el que la ciudadanía francesa participó activamente, entregando a vecinos y vecinas judíos al régimen (Torrens, 2006). En el caso de la población gitana, tal como hemos explicado en el apartado anterior, las denuncias por parte de la ciudadanía local fueron una constante antes y durante el Samudaripen. Aunque no toda la ciudadanía europea haya optado por participar activamente en ello, y teniendo en cuenta que el régimen Nazi era totalitario y asesinaba a sus opositores, también la omisión, el silencio o la indiferencia frente a las barbaries cometidas fue una forma de permitirlas (Jewish Virtual Library, 2016). Un contraejemplo nos muestra cómo también era posible romper el silencio y posicionarse en favor de las víctimas en pleno Nazismo. El 24 de agosto de 1941 18 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen Hitler suprimió de manera oficial el programa de exterminio de personas con enfermedades mentales gracias a las quejas y demandas de pastores protestantes y curas católicos (Torrens, 2006). Los métodos utilizados en el Tercer Reich para ganar complicidad y contar con la participación de la ciudadanía local en el genocidio de las víctimas del Holocausto son ampliamente conocidos. Para evitar reacciones como las protestas del ejemplo anterior y otras formas de resistencia a la implementación de las políticas de exterminio, el régimen Nazi hizo uso de propaganda, adoctrinamiento y también del desarrollo de un proceso gradual de deshumanización de las víctimas para poder llevar a cabo el exterminio de las mismas en el momento más conveniente (Torrens, 2006). Igualmente, otro elemento crucial que generó la complicidad de la sociedad europea en la participación del Holocausto fue el racismo profundo que ya calaba en la población antes del Tercer Reich, como consecuencia de años de persecuciones, expulsiones, leyes de exclusión y violencia en toda Europa El anti-Gitanismo que ya estaba presente en la sociedad europea antes de la Segunda Guerra Mundial funcionó pues como un elemento catalizador del genocidio del pueblo Gitano, en la medida en que creó un ambiente social de aprobación y consentimiento de los planes Nazis para el exterminio. Este aspecto pone pues en evidencia la responsabilidad actual de la ciudadanía en los procesos de estigmatización racista que todavía hoy sufren las personas gitanas a lo largo de todo el continente. En este sentido, se debe tener especialmente en cuenta las posibles consecuencias del anti-Gitanismo hoy en día, especialmente si sigue prevaleciendo la omisión y el consentimiento frente las agresiones y la vulneración de los derechos fundamentales de la comunidad gitana. RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 19 El Papel del Diálogo y de las Interacciones en la Superación del Anti-Gitanismo Si la ciudadanía compartió la responsabilidad del Samudaripen y comparte la responsabilidad del actual anti-Gitanismo que asola Europa, ¿cómo podemos entonces cambiar este panorama? ¿Cómo puede transformarse el racismo profundo que nunca dejó de existir y alimenta el crecimiento de partidos xenófobos en la actualidad? ¿Qué conocimientos científicos aportan herramientas válidas que pueden promover este cambio? El giro dialógico que están dando las Ciencias Sociales contemporáneas ofrece respuestas a tales cuestiones, en la medida de que centra los intereses de investigación en los avances y cambios sociales, donde el diálogo ocupa un lugar cada vez más importante. Autores como Habermas (1987) y la teoría de la acción comunicativa o Touraine (1993) plantean este cambio de la sociedad actual en el que el dialogo y el consenso son centrales en las relaciones sociales. De acuerdo con esta perspectiva, crear las condiciones para que el Samudaripen no vuelva a existir, reforzando la convivencia entre personas de diferentes culturas y etnias en una Europa plural, es una realidad posible. Tales condiciones deben ser continuamente consensuadas entre las personas a través del diálogo, ya que en la actual sociedad del riesgo (Beck, 2008) las relaciones sociales no están predeterminadas, y la búsqueda del consenso implica excluir del proceso la imposición y la violencia. El diálogo penetra cada día más en las relaciones y actos comunicativos de los individuos, grupos e instituciones, convirtiéndose en su eje vertebrador. Sin una perspectiva dialógica, no puede explicarse la evolución hacia mayores niveles de democracia en todo el mundo. (Serradell & Munté, 2010, p.347) 20 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen La perspectiva dialógica propone la Radicalización de la democracia como elemento de transformación del odio racista, ya que ella implica la superación de la exclusión debido a la cultura, religión, lengua o estilo de vida, aplicando lo principios democráticos de forma radical (Flecha, 2001). Esta perspectiva también propone la Igualdad de las diferencias como elemento superador del racismo postmoderno, ya que reconoce el derecho de todas las personas a ser diferentes, sin excluir la igualdad de derecho ni la igualdad de oportunidades. Según esta perspectiva, las actuales expulsiones del pueblo Gitano de países europeos no pueden tener lugar, ya que la igualdad de diferencia pone el acento en la igualdad de derechos del pueblo Gitano, priorizando una posición igualitaria para todas las etnias, grupos e individuos (Flecha, 2001, p.94). Por último, la perspectiva dialógica reta a la concepción de territorio, según la cual éste es la propiedad exclusiva de una patria con una cultura, lengua, religión y etnia únicas. La idea de Territorio compartido propone un patriotismo y constitución basados en el acuerdo, donde el vínculo no se establece por el origen racial sino en las normas consensuadas por todas las diferentes personas, con el objetivo de organizar la convivencia (Flecha, 2001). Esta concepción del territorio compartido está totalmente en consonancia con la concepción de identidad transterritorial que caracteriza al pueblo Gitano, un pueblo sin territorio pero unido por una identidad común y global (Sordé, Flecha & Alexiu, 2013). En la búsqueda de consenso de manera dialógica entran en juego las interacciones, que depende de cómo sean pueden fomentar el racismo o superarlo (Serradell & Munté, 2010). Tal como se pudo observar en los apartados anteriores, el racismo se reproduce desde la estructura (como los partidos políticos, medios de comunicación, RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 21 instituciones), y también desde las relaciones cotidianas (mundo de la vida). La clave en este proceso de reproducción está en el tipo de interacciones que se dan en ambos contextos. La imposición y el engaño son característicos de las interacciones de poder, mientras que la sinceridad y el consenso sin coacciones son características propias de las interacciones dialógicas. En nuestras sociedades conviven las interacciones dialógicas y de poder. Podemos entender la democracia a partir de la concepción de los actos comunicativos, como un conjunto de relaciones dialógicas entre grupos, instituciones e individuos en las que predominan los actos comunicativos dialógicos pero en las que también se dan, en menor medida, actos comunicativos de poder (Serradell & Munté, 2010). De esta forma, interacciones racistas que, aun siendo sinceras, buscan un efecto exclusor, segregador y/o negativo de otras personas, no son dialógicas, sino de poder. Cuando en una sociedad predominan las interacciones de poder, ya sean en el mundo de la vida o desde las estructuras, se refuerzan los estereotipos que recaen sobre los grupos más vulnerables, como las personas gitanas. Las interacciones de poder fomentan los discursos racistas y xenófobos (Serradell & Munté, 2010), y por su naturaleza engañosa y coercitiva prevalecen en ambientes antidemocráticos como el Tercer Reich. En contrapartida, cuando predominan las interacciones dialógicas se favorece la heterogeneidad, se saca mayor beneficio de la diversidad cultural y de esta forma se reduce el riesgo de reforzar estereotipos, reforzando de este modo la idea de democracia (Serradell & Munté, 2010). Por tanto, desde las aportaciones de las Ciencias Sociales ya se ofrecen herramientas que promueven la superación del racismo en las relaciones sociales, ya que “cuando el diálogo adquiere mayor importancia en las relaciones sociales, las posibilidades de combatir los discursos racistas son mayores”(Serradell & Munté, 2010, p.353). Está pues en las manos de la ciudadanía de toda Europa hacer 22 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen prevalecer las interacciones dialógicas en todas las instancias, desde las instituciones hasta las relaciones más cotidianas, y así crear las condiciones necesarias para que no volver a permitir un nuevo Samudaripen en nuestra historia. Conclusiones El pueblo Gitano y el pueblo Judío fueron los únicos pueblos destinados al exterminio por motivos raciales durante el Tercer Reich (Hancock, 2007). Durante el Samudaripen, genocidio del pueblo Gitano durante la Segunda Guerra Mundial, el número estimado de víctimas se calcula entre 220.000 y 500.000 personas gitanas (Torrens, 2006). Si observamos específicamente el territorio alemán, se estima que el 75% de la población gitana fue exterminada (Hancock, 2001). A pesar de la gran importancia histórica del Samudaripen, el estudio del exterminio especifico de personas gitanas no ha sido abordado hasta hace relativamente pocos años, especialmente gracias a activistas e investigadores comprometidos con los derechos del pueblo Gitano. Esto ha supuesto empezar a dar visibilidad a un genocidio por muchos años olvidado, y durante el cual se asesinaron a millares de personas gitanas durante el régimen Nazi. El anti-Gitanismo, ideología que implica diferentes tipos de racismo y que se manifiesta a través de la violencia, el discurso de odio, la explotación y la discriminación del pueblo Gitano (Nicolae, 2006), se manifestó durante el Samudaripen de un modo evidente. Sin embargo, esta forma de odio específica en contra de la población Gitana sigue muy presente en nuestros días, demostrando que el racismo y los prejuicios contra la población Gitana no han desaparecido nunca. De hecho, este rechazo sistemático se remite a la misma llegada de este pueblo a Europa en el siglo XIV, encontrando su máxima expresión centenares de años después durante la Segunda Guerra Mundial bajo el Samudaripen. RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 23 Cuando el Tercer Reich asumió el poder en 1933 solo tuvo que dar continuidad a las persecuciones que ya existían: azotes a las mujeres romaníes, pogromos, esclavitud, leyes de exclusión y asesinato, entre otros. El terreno ya estaba preparado para este genocidio. El racismo ya calaba hondo en las personas, expresándose durante años de persecución y violencia contra el pueblo Gitano, lo que funcionó sin duda como elemento catalizador para que existiera el Samudaripen, en la medida que creó un ambiente social de aprobación y consentimiento hacia los planes nazis. De esta forma, aunque el Tercer Reich fuera el principal protagonista del Holocausto, se considera que la política de exterminio Nazi no hubiera sido viable si no hubiera contado con la participación de la ciudadanía europea en las denuncias, persecuciones a las víctimas y apoyo a las intervenciones institucionales del régimen. Por otro lado, también la omisión, el silencio o la indiferencia frente a las barbaries cometidas fue una forma de permitirlas. Así, esta lección del pasado pone de manifiesto la responsabilidad de la ciudadanía en los procesos de estigmatización racista de las personas antes, durante y después del Samudaripen. Frente a las preguntas de cómo desde la ciudadanía se puede transformar el racismo de fondo para que no vuelva a existir nunca más un Samudaripen, encontramos la perspectiva dialógica de las Ciencias Sociales, un conocimiento científico que ya ha aportado herramientas útiles para promover el cambio social en la lucha contra el anti-Gitanismo. Así, la Radicalización de la democracia, la Igualdad de las diferencias, la idea de Territorio compartido y las interacciones dialógicas, deben considerarse elementos de transformación del odio racista, ya que promueven la superación de la exclusión social por motivos de cultura, religión, lengua o estilo de vida. Igualmente, en lo 24 Santos, Macías, Amador, Cortés – Samudaripen que se refiere a los actos comunicativos, cuando predominan las interacciones dialógicas se favorece la heterogeneidad, la diversidad cultural y la democracia, a la vez que se reduce el riesgo de reforzar estereotipos. Es por tanto responsabilidad de la ciudadanía de toda Europa trabajar para que prevalezcan tales interacciones en todos los ámbitos, desde las instituciones hasta las relaciones más cotidianas, para así crear las condiciones necesarias que no permitirán un nuevo Samudaripen en nuestra historia. Notas 1 En húngaro Jobbik Magyarországért Mozgalom (abreviado comúnmente como Jobbik). A pesar de que Porrajmos es la palabra más utilizada por gitanos y gadjes (no gitanos) para referirse al genocidio especifico de personas gitanas por parte del Nazismo, es necesario destacar que existe un número cada vez mayor de activistas gitanos (especialmente procedentes de los Balcanes y Europa del este) que prefieren utilizar el término Samudaripen, un neologismo romaní que significa “Asesinato en masa” o “la gran matanza”. Esto es debido a que la traducción explicita de Porrajmos en algunos dialectos del Romani significa “violación”, y no “devoración”, además de tener una fuerte connotación sexual, lo que es considerado como una gran ofensa cargada de prejuicio. Por ello, y a pesar de que la palabra Porrajmos sea con mucho la más frecuentemente utilizada, hemos decidido deliberadamente utilizar para este artículo la palabra Samudaripen, ya que no tiene connotaciones negativas por ser un neologismo. Debemos destacar que el uso de la palabra Samudaripen también ha sido criticado, sin embargo no por su significado, sino por su creación lingüística, ya que como neologismo incumple con algunas de las reglas de la lengua romaní, especialmente como consecuencia del contacto de dicha lengua con otras lenguas europeas. 3 Según la RAE, saqueo y matanza de gente indefensa, especialmente judíos, llevados a cabo por una multitud. 2 RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1) 25 Referencias Aiello, E; Mondejar, E & Pulido. M.A. (2013). Communicative Methodology of Research and Recognition of the Roma People. International Review of Qualitative Research, 6 (2), 254-265. doi: 10.1525/irqr.2013.6.2.254 Ajuntament de Barcelona. (2006). Com expliquem l’Holocaust. Guia per a l’educació sobre la Shoa. Barcelona: Ajuntament de Barcelona. Regidoria de dona i Drets Civils (CD). Amnesty International. (2011). Parad el racismo no a las personas. 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Llevant. 08035 Barcelona [email protected] Instructions for authors, subscriptions and further details: http://recei.hipatiapress.com La Heurística del Antisemitismo Contemporáneo Xavier Torrens 1) Universitat de Barcelona. Spain Date of publication: April 1st, 2016 Edition period: April 2016- October 2016 To cite this article: Torrens, X. (2016). La Heurística del Antisemitismo Contemporáneo. Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1), 30- 55. doi: 10.17583/recei.2016.1925 To link this article: http://dx.doi.org/10.17583/recei.2016.1925 PLEASE SCROLL DOWN FOR ARTICLE The terms and conditions of use are related to the Open Journal System and to Creative Commons Attribution License (CC-BY). RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies Vol. 2 No. 1 April 2016 pp. 30- 55 Heuristics of Contemporary Anti-Semitism Xavier Torrens Universitat de Barcelona Abstract The contemporary research on anti-Semitism must take into consideration its analysis of the “Harvard’s President Factor,” a concept that has anti-Semitic prejudice hidden behind its critics and opinions. Those critics and opinions adopt the form directly detached from such prejudices, by sheltering speeches that have become publicly familiar and offer a perspective of neutrality with an aseptic language. However, those speeches are Judeophobic in its nature. Likewise, it has to be incorporated into the neuroscience knowledge. The heuristics happens when one searches for the solution of a problem (for example: the Palestine-Israel conflict), by approaching complicated subjects through using intuitive opinions. Instead of responding to a difficult question in front of a complex reality (which ones are the different causes of each particular situation of the Palestine-Israel conflict?), one finds an easier question (Why Israel is guilty of that thing or some other things). People answers it (Because Israel is a corrupted and colonialist State and some other reasons) by starting from that bias of the heuristic, in which the anti-Semitism is configured. Keywords: antisemitism, estereotype, israeli-palestininan conflicto, public policies 2016 Hipatia Press ISSN: 2014-900 DOI: 10.17583/recei.2016.1925 RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies Vol. 2 No. 1 April 2016 pp. 30- 55 La Heurística del Antisemitismo Contemporáneo Xavier Torrens Universitat de Barcelona Resumen Las investigaciones sobre el antisemitismo contemporáneo deben tener presente en su análisis el ‘efecto rector de Harvard’, consistente en ocultar el prejuicio antisemita detrás de críticas y opiniones que adoptan formas desvinculadas directamente de los prejuicios, amparando discursos que resultan familiares y ofrecen apariencia de neutralidad con un lenguaje aséptico. Sin embargo, el discurso es judeófobo. Asimismo, hay que incorporar conocimientos de la neurociencia. La heurística sucede cuando se busca la solución de un problema (el conflicto palestino-israelí), abordando asuntos complicados anteponiendo opiniones intuitivas. En lugar de responder a preguntas difíciles ante una realidad compleja (¿cuáles son las diferentes causas de cada una de las situaciones concretas del conflicto palestino-israelí?), se encuentra una pregunta más fácil (¿por qué Israel es culpable de tal o cual asunto?) y la respondemos (debido a que es un Estado colonialista, corrupto, etc.). A partir de este sesgo de la heurística se configura el antisemitismo. Palabras clave: antisemitismo, estereotipo, conflicto palestino-israelí, políticas públicas 2016 Hipatia Press ISSN: 2014-900 DOI: 10.17583/recei.2016.1925 32 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo E n Europa, habida cuenta que el genocidio nazi se había legitimado en el prejuicio antijudío de arraigo bimilenario, ¿el antisemitismo desapareció tras el Holocausto? A partir de este interrogante, como cabe esperar, las preguntas surgen inevitablemente: ¿el antisemitismo se reduce a las expresiones políticas de la extrema derecha?, ¿el antisemitismo hoy se asienta en una parte exigua de la población o bien, por el contrario, sigue expandido en la sociedad civil y las instituciones de los países democráticos, como lo están profusamente y difusamente otros prejuicios, tales como el sexismo, la homofobia, el racismo o la aporofobia? ¿Resulta difícil desentrañar qué es y qué no antisemitismo?, ¿las críticas hacia el Estado de Israel, al Gobierno israelí o a las políticas públicas israelíes cabe clasificarlas como judeofobia o es desatinada tal catalogación? Sin ningún género de duda, en las investigaciones sobre el antisemitismo es una preocupación recurrente hoy en día saber si el antisionismo, la israelofobia y las críticas a las políticas israelíes conforman o no el discurso del nuevo antisemitismo. Wieviorka se pregunta: ¿son una crítica política, una crítica respetable? (2005, 342-343). Indefectiblemente, cuando alguien se enfrenta al análisis del antisemitismo, lo recomendable es examinar qué se sostiene en el mundo científico y, más específicamente, entre los estudiosos especialistas del antisemitismo en las ciencias sociales. Inmediatamente se presenta un caso real para realizar la tarea de observar y experimentar la senda del modo cómo se construye el discurso antisemita en la actualidad. Todos hemos oído historias y casos acerca del racismo, quizás menos sobre la judeofobia. Obsérvese éste paradójico argumento de quién fue the President of Harvard University entre 1909 y 1933: “The antiSemitic feeling among the students is increasing, and it grows in proportion to the increase in the number of Jews. If their number should become 40% of the student body, the race feeling would become intense” (Dershowitz, 1991: 67-68). Esta argumentación, a ojos de cualquier persona inexperta en temas de antisemitismo, podría ser en apariencia racional, a primera vista sensata y de entrada hasta generosa con el colectivo afectado. En ella se vislumbra un rasgo crucial para entender el modus operandi del antisemitismo del siglo XXI, aunque aquel resultara serlo de principios del siglo XX. Consiste en que para discriminar a los estudiantes judíos en su admisión en la universidad, el rector de la Universidad de Harvard se mostraba, en RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 33 apariencia, preocupado y hasta solidario con la comunidad judía, mostrándose como un abanderado en la resolución de sus problemas. Sin embargo, sabemos que la narrativa figuradamente complaciente con los judíos se empleaba precisamente para excluirlos, segregarlos y discriminarlos en el acceso a la universidad. Este mecanismo de causar perjuicio y reforzar el prejuicio con juicios aparentemente neutrales y hasta legítimos lo denominaré ‘efecto rector de Harvard’ (Kahneman, 2012), consistente en ocultar el prejuicio antisemita detrás de críticas, resoluciones y opiniones que adoptan formas desvinculadas directamente de los prejuicios, adoptando discursos que resultan familiares y ofrecen apariencia de neutralidad y normalidad con un lenguaje aséptico. Sin embargo, como se observa, la naturaleza del discurso es antisemita. El ‘efecto rector de Harvard’ nos sirve para determinar si unas ideas o unas críticas son o no el fundamento de éste prejuicio. Este razonamiento nos conduce a una hipótesis: es probable que el antisemitismo se alimente fundamentalmente de una narrativa neutra y legítima en su aspecto formal para que le ofrezca mayor legitimidad social. Esto le inmuniza en mayor grado de ser objeto tanto de culpabilización por dicho prejuicio en sí mismo. Asimismo, le garantiza en mayor medida hacer frente a cualquier contranarrativa. Conducente a ello, el antisemitismo se configura mediante estereotipos insertados en un discurso que construya una historia coherente que le dote de legitimidad ante la opinión pública, dotada de mayor sensibilidad tras el Holocausto (Ben-Itto, 2004). Volviendo al ejemplo que produjo el ‘efecto rector de Harvard’, si en su dirección rectoral Laurence Lowell se hubiera mostrado enteramente antijudío con un discurso abiertamente estereotipado, hubiera tenido menos visos de ver aceptado su discurso y, sobre todo, sus medidas excluyentes de los numerus clausus destinados a los estudiantes judíos. Obtenía un resultado ostensiblemente más certero si imbricaba su prejuicio con una narrativa aceptable socialmente, el relato de supuestamente hacer el bien a los propios judíos. La gente aborrece ser acusada y culpabilizada. La aversión al rechazo lleva a buscar un discurso aceptable. El caso de Laurence Lowell tendrá mucha utilidad puesto que nos muestra que los estereotipos se presentarán de modo tácito y será tarea del investigador sostener explícitamente porque son clichés falsos y no simples opiniones. 34 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo El citado ejemplo de Harvard no es meramente anecdótico, pues muestra mediante las declaraciones de un rector de la Ivy League, justamente por el hecho de ser la primera universidad del planeta, tres características aunadas que son claves para entender y analizar el antisemitismo contemporáneo. No está de más hacer una sinopsis de estos tres rasgos substanciales antes de analizarlos pormenorizadamente. Primero, el prejuicio antijudío está pensado, construido y propiciado también por la élite cultural, educacional y académica. Segundo, el prejuicio judeófobo se transmite a través de las instituciones políticas, las organizaciones sociales y las entidades culturales de la sociedad civil. Tercero, el prejuicio antisemita no acostumbra a presentarse de modo abierto y descarnado sino que su contenido inclusive se ampara en una narrativa que se enmarca dentro un discurso democrático, de solidaridad, derechos humanos y empatía social (Wieviorka, 2005). Estos tres rasgos serán analizados a continuación de modo conjuntado y se presentarán los mecanismos subyacentes, acorde con conocimientos proporcionados por la neurociencia y, en particular, en torno a la heurística. Antes de nada, hay que revertir la ilusión de sagacidad en las personas como inmunización ante el antisemitismo. La clarividencia erudita y la lucidez intelectual no evitan disponer de estereotipos, sean machistas, antigitanos o antijudíos. Bastaría con recordar que en la conferencia de Wannsee en enero de 1942 los nazis que coordinaron la ‘Solución final de la cuestión judía’ no eran ignorantes ni incultos sino que en su mayoría eran doctores universitarios. La responsabilidad de los intelectuales (Porté, 2007) es una lección aprendida después del análisis del antisemitismo durante el Holocausto. Por lo tanto, las investigaciones científicas muestran que sectores de la población con categoría académica alta, grado educativo superior y nivel cultural elevado creen y crean los estereotipos antisemitas. Tras la Segunda Guerra Mundial, después del fin del Holocausto en 1945 y la fundación del Estado de Israel en 1948, fueron intelectuales y pensadores quienes ingeniaron la forma de proseguir con el antisemitismo transmutándolo en antisionismo (Wistrich, 2010: 496). Precisamente, han sido intelectuales e ideólogos universitarios quienes han creado las ideas y los estereotipos actuales para estigmatizar a los judíos, vituperándolos sin que parezca a priori antisemitismo pues se parapetan tras el discurso antisionista o israelófobo. RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 35 El Discurso de la Judeofobia en el Siglo XXI Teniendo presente que hay que averiguar hasta dónde y cómo el discurso antisionista vertebra la judeofobia contemporánea, no puede deducirse sin más que lo uno conlleva lo otro. De todos modos, aquí reside uno de los principales problemas de este objeto de estudio. Aunque para ser precisos, cabe añadir que tal duda no se cierne entre los expertos académicos sino más bien entre otros científicos sociales que opinan sobre este problema pero sin haber realizado previamente la correspondiente lectura académica e investigaciones científicas. Hoy en día coexiste una larga y variada retahíla de formas de antisemitismo, pero el consenso científico reconoce que, entre ellas, descuella el discurso antiIsrael y sobresale la narrativa antisionista, profundamente enraizados en el siglo XXI como las principales formas discursivas del antisemitismo, que se transfiguró tras el Holocausto. Otra manera de decirlo: apremia establecer una lista de situaciones y estereotipos que están enfrascados activamente en la generación de la judeofobia actual. Para esconder el antisemitismo tras el antisionismo se trasladan epítetos negativos y calificativos nocivos tradicionalmente asignados a los judíos, eso sí transfiriéndolos a Israel y proyectándolos en el sionismo, evitando casi siempre la palabra ‘judío’ y haciendo de esta manera más invisible la estereotipación, guareciéndose detrás de una aparente crítica legítima a las políticas públicas de un Gobierno que, entonces, no sería objeto de estudio de analistas de prejuicios sino, a lo sumo, de especialistas en política internacional. Adjetivos tales como ‘sangriento’, ‘mortal’, ‘maldito’, ‘corrupto’, ‘nazi’, ‘cruel’, ‘fanático’, ‘colonialista’, ‘imperialista’, ‘reaccionario’, ‘tiránico’, ‘segregacionista’, ‘brutal’ y una larga retahíla de atributos, todos ellos caracterizados como negativos, son imputados invariablemente a Israel. Esto no sería el problema que aquí se trata si no fuera porque es el mecanismo habitual de transmitirse actualmente la judeofobia (Cohn, 1995). Por lo tanto, cabe preguntarse: ¿se puede examinar qué lógica sistémica subyace tras la estereotipación?, ¿puede evaluarse el mecanismo que opera en la creación y difusión de la judeofobia? 36 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo Tómese uno de los calificativos y compruébese la lógica sistemática y su mecanismo operacional. A título ilustrativo, se acusa a Israel de ser corrupto. Para contrastarlo, se detalla brevemente a continuación la realidad empírica. Primero, una verdad perogrullesca: no hay ningún país en el mundo que esté exento de corrupción. Por lo tanto, esto no sería una característica exclusiva de Israel, país que, por supuesto, sufre también de corrupción. Entonces, ¿por qué se insiste en ello y se focaliza en este país, arreciándole las críticas?, ¿quizás sea debido a que Israel se encuentra entre los países más corruptos? Si fuera así, sería comprensible la focalización. Los datos de una ONG de referencia en este trasunto, Transparency International (2016), ubica a Israel en el lugar número 32; una posición criticable pues podría señalarse que debería figurar entre los primeros puestos de transparencia. Sin embargo, cabe contextualizar dichos datos, pues resulta que otros países democráticos se encuentran más lejos, como España que se halla en una posición a la zaga, la número 36, India en la 76 o Venezuela a la cola en la 158. Por lo tanto, cuando se presenta a Israel como un país extremadamente corrupto, no se trata de una mera crítica razonable a una política o a un Gobierno sino más bien es el uso de una realidad distorsionándola y descontextualizándola para que encaje en el discurso de presentar como negativo lo judío (sea la cultura, el Estado, la religión o cualquier otro aspecto). La judeofobia se caracteriza por presentar lo judío (en este caso, el Estado judío) como perjudicial, malo. Así pues, achacando al Estado del pueblo judío características todas ellas negativas se logra inducir a pensar que lo judío es nocivo, maligno. Cuando se objeta que la focalización en Israel de la crítica por corrupción causa antisemitismo, que no es una simple crítica porque hay ciento treinta y cinco países detrás de Israel, en los cuales el nivel percibido de corrupción en el sector público es peor o mucho más execrable, entonces se objeta que se está cambiando de tema, que ellos están hablando de Israel. Pues bien, hay que entender cómo éste simple mecanismo operativo puede surgir efecto, como le surtió al rector de Harvard. Cuando al rector se le preguntó por qué instauraba cuotas para la admisión académica de judíos, él respondió: "Jews cheat" (Dershowitz, 2003: 2). Cuando el juez Learned Hand le recordó al rector de la Universidad de Harvard que también había universitarios cristianos que RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 37 copiaban y cometían fraude, Lowell le respondió: "You’re changing the subject. I’m talking about Jews." Este problema de cómo sostener un prejuicio focalizando en el colectivo afectado y descontextualizándolo nos remite a la heurística. La Heurística del Prejuicio Antijudío Para la neurociencia, la heurística sucede cuando se pretende buscar la solución de un problema (el conflicto palestino-israelí) mediante un método de exploración no riguroso, siendo así que ‘generamos opiniones intuitivas sobre asuntos complejos’. En lugar de responder a preguntas difíciles ante una realidad compleja (¿cuáles son, en plural, las diferentes causas de cada una de las situaciones concretas del conflicto palestino-israelí?), se encuentra una pregunta más fácil (¿por qué Israel es culpable de tal o cual asunto?) y la respondemos (debido a que es un Estado explotador, colonialista, corrupto, terrorista, etc.). Justamente este sesgo de la heurística, que conlleva responder con una contestación prefijada (prejuiciosa) a una pregunta más fácil que no sólo conduce a errores serios sino que sustenta el modo principal del prejuicio antijudío. A título ilustrativo se presentará el modo de operar de la heurística, la pregunta original ‘¿Qué música interpretará Matisyahu en el festival de reggae Rototom?’ es sustituida por la pregunta heurística ‘¿Qué rabia tengo cuando pienso en el salvajismo de Israel que profesa Matisyahu?’ (de esta manera se respaldó su boicot); la pregunta original ‘¿Qué canciones tocará la cantante Noa el 11 de septiembre en la Diada institucional?’ es sustituida por la pregunta heurística ‘¿Cuánta indignación siento cuando pienso en la crueldad de Israel que defiende Noa?’ (así se argumentó su boicot); la pregunta original ‘¿Cómo puede resolverse el problema de los apuñalamientos a la población civil israelí, sea judía o árabe?’ es sustituida por la pregunta heurística ‘¿Cuánto me emociono cuando pienso en los pobres palestinos desesperados por la ocupación israelí que les lleva a apuñalar a otros?’; la pregunta original ‘¿Es una respuesta proporcionada o desproporcionada la respuesta del ejército israelí al lanzamiento de cohetes 38 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo por parte de Hamás?’ es sustituida por la pregunta heurística ‘¿Cuánta indignación siento cuando pienso en la crueldad de Israel hacia Gaza?’; y así sucesivamente sustituyendo preguntas razonables por otras que conllevan configurar un discurso que sustente el prejuicio. Se está influido por la respuesta automática o mecánica (Israel es el culpable) a una pregunta que no se ha hecho: ‘¿De qué es culpable Israel en esto?’. Así maniobra el antisemitismo contemporáneo, mediante la operación esencial de la heurística, sustituyendo cualquier pregunta que requeriría una gran cantidad de tiempo y una ingente cantidad de deliberación por una respuesta prefabricada, que en verdad no responde a la pregunta formulada (no al menos en términos concretos sino de modo mecánico) y cuya respuesta intuitiva ya se tiene en mente de antemano por quien ha interiorizado el prejuicio. El culpable siempre es el Estado judío, pase lo que pase. En suma, se sustituye la pregunta para el análisis de un conflicto de política internacional por otra para la que ya se tiene una respuesta prejuiciosa: Israel es el malo. Se elimina cualquier complejidad, cualquier duda, sustituyendo unas preguntas difíciles por otras más fáciles (heurística). Y esta supuesta maldad intrínseca enseguida repercute en consolidar el prejuicio bimilenario del antisemitismo, que ya dispone de una estructura de ideas activadas en la memoria asociativa. Se es renuente a la aceptación del criterio de análisis comparado para establecer si existe o no prejuicio y se aduce que dicho prejuicio negado se hace para un bien del propio colectivo afectado. Por supuesto, es un relato que induce a error. El sesgo reside en el hecho de que la focalización en un país induce a equivocaciones que, luego, conducen a generar o consolidar un prejuicio. ¿El Antisionismo Deviene el Discurso Cardinal de la Judeofobia? Taguieff (2003: 41) indica: «Desde 1945, en el espacio público de las sociedades democráticas pluralistas nadie se reconoce “antisemita” ni “antijudío”. Sin embargo, un número creciente de individuos se declaran “antisionistas”». Taguieff (2003: 20) señala: «Israel intrínsecamente RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 39 culpable, estigmatizado como el único Estado-nación al que se le culpa por el hecho de existir: esa es la matriz de la nueva configuración antijudía». El discurso contemporáneo del antisemitismo está erigido sobre esta base ideológica. Israel es identificado como arquetipo del enemigo y el mal absoluto mientras que los palestinos son tomados como prototipo de las víctimas inocentes sin parangón en el mundo. Como señala Alan Dershowitz (2003), Israel es tomado como «el judío entre las naciones» y se personifican en el Estado de Israel aquellos estereotipos que antaño se atribuían sin eufemismos directamente al pueblo judío. El molde ideológico es similar al de antaño. Antes se inculpaba a los judíos de las desgracias de un país, mientras hoy se imputa a Israel la culpabilidad sobre los conflictos mundiales. Se acusa al pueblo judío o a Israel de cualquier problema o conflicto. Israel ha devenido «el Otro» diferente, el extraño. De modo sutil, más respetable, o como apunta Phyllis Chesler (2003), mediante un «antisemitismo políticamente correcto», el trasunto del discurso antiisraelí ofrece una visión maniquea del mundo que se plasma en una imagen demonizada de Israel. Hoy se habla de la naturaleza intrínsecamente perjudicial de Israel como antaño se disertaba acerca de la naturaleza tumorosa del judío. Es la forma actual de presentar a los judíos como fascistas, colonialistas y racistas. Se difama la memoria de las víctimas de la Shoah, tildando de nazi el gobierno israelí. Ya el 8 de noviembre de 1969 un tribunal de Holanda dictaminó que las proclamas antiIsrael transfieren al Estado de Israel los tópicos antijudíos. También desde los movimientos sociales se había apercibido de ello. El líder negro y defensor de los derechos civiles Martin Luther King, en 1968, observando la falacia semántica, dijo que ser antisionista significa ser antisemita. El Premio Nobel de la Paz calificó sin ambages de antisemita a quien cuestionase el derecho a existir del Estado de Israel o la legitimidad de su fundación. Dado que el antisionismo es el nuevo discurso judeófobo, cabe preguntarse: ¿es factible ser crítico con las políticas públicas del gobierno israelí sin ser antisemita? Por supuesto, nada que objetar a las críticas que son fundadas y que pueden deslindarse de aquellas que adolecen de tópicos judeófobos. Ni que decir tiene que la oposición a determinadas políticas públicas y las críticas sobre el conflicto palestino-israelí propician el 40 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo necesario debate y reflexión. El disenso y el pluralismo son valores constitutivos de cualquier análisis que se precie. Pero en medio de la controversia y la discusión se encubren clichés y estereotipos que robustecen el prejuicio antijudío. Determinadas críticas singularizan en Israel el oprobio internacional y enjuician minuciosamente y de forma desproporcionada cualquier política israelí, criticando el Estado de Israel como un todo y el gobierno israelí invariablemente (Herf, 2007). No hay que olvidar que la contumaz judeofobia se sirve de la deslegitimación de Israel para su discurso, ofreciendo una imagen intrínsecamente nefasta de Israel, como un estado repulsivo en cualquier ocasión y bajo cualquier circunstancia. La principal manera de decodificación de la nueva judeofobia es observar si se aplica el doble estándar, un baremo distinto para juzgar el gobierno israelí respecto de otros gobiernos. El doble rasero existe cuando se aplica un examen crítico riguroso al Estado de Israel mientras dicho escrutinio es ausente o escaso con el resto de países, salvo en contadas ocasiones. Revierte en la judeofobia, cuando el modus operandi es una crítica que se vuelve sistemática y juzga con mayor severidad las políticas públicas israelíes que las de cualquier otro estado, con una transposición de los estereotipos tradicionales hacia el pueblo judío. Ha habido una traslación ideológica del prejuicio contra el individuo judío hacia el colectivo judío, representado por el Estado de Israel. Ha habido un desplazamiento de «Los judíos son culpables» a su sustituto léxico «Israel es culpable». En la retórica del nuevo antisemitismo judío, israelí, Israel y sionista son conceptos intercambiables y sustituibles (Iganski & Kosmin, 2003). Como norma general, la judeofobia política reemplaza judíos por Israel y judaísmo por sionismo, atribuyendo estereotipos análogos a los que se atribuían durante la judeofobia religiosa y racial. Ejemplo ilustrativo de las semejanzas narrativas del discurso es el estereotipo del judío rico, poderoso y cruel que hoy, transcurridas décadas después del Holocausto, continúa vigente formulado como el Israel rico, poderoso y agresivo. Así dispuesta, la judeofobia reúne elementos que se corresponden con los estereotipos trazados antaño contra el pueblo judío y los confiere a un nuevo arquetipo mítico, Israel, interpretado con rencor como el prototipo de la maldad absoluta. RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 41 Cuando se reproduce lo que he denominado ‘efecto rector de Harvard’ se infravalora la capacidad de una crítica pretendidamente aséptica de causar un prejuicio. Se ignora que precisamente críticas aparentemente neutrales siempre han sido el fundamento idóneo para que los prejuicios pasen desapercibidos, pues reflejan mejor el sentir general de sectores de la población que entonces estiman más abiertamente sus prejuicios dándolos por legítimos. Se sobreestima la neutralidad de las críticas y se subestima su capacidad de causar prejuicios. Es un sesgo omnipresente en aquellas personas y sectores que tienden a denostar a colectivos, sea el pueblo gitano, la comunidad árabe y musulmana o, en éste caso, el pueblo judío. En el siglo XXI puede sostenerse que esencialmente son las críticas a Israel las que desempeñan un papel fundamental en la configuración del antisemitismo. Puede tenernos intrigados que haya gente que diga que las críticas a Israel nunca son antisemitas, como si las opiniones y los comentarios acusatorios fuesen invariablemente asépticos y jamás dejasen de ser una referencia neutral. Por supuesto que hay una multiplicidad de críticas que son meramente críticas y apreciaciones legítimas y hasta muy justas. Lo que aquí se analiza no es siquiera si son o no antijudías sino si producen o no antisemitismo. Es un pequeño matiz pero relevante para examinarlo porque aquí no se juzga ni se tiene en cuenta la intencionalidad o no de propagar un prejuicio sino que se evalúa si realmente se fomenta o no dicho prejuicio, con independencia de la intencionalidad de quién lo sostenga. La aserción hecha a ciegas de que cualquier crítica está desprovista de prejuicios y estereotipos no puede aceptarse como investigadores. Esta suposición es falsa, como se demuestra. Desafortunadamente, sabemos que hay investigadores sociales que, si bien no son ni especialistas ni expertos en esta materia, sin embargo mantienen de manera inquebrantable la creencia de que las críticas a las políticas públicas, a un Gobierno o a un Estado no pueden asentar un prejuicio, pero ésta es una opinión inadmisible dado que no está respaldada bajo ninguna evidencia científica (Gerstenfeld, 2007). La cuestión es más compleja. Hay que ponderar cuando sí se evidencia el prejuicio y cuando no es así. Rehuir los apriorismos. Es demostrablemente verdadera la idea de que tras las críticas al Estado de Israel, el Gobierno israelí y las políticas públicas israelíes, a veces, se haya consistencia para atinar a encontrar un juicio 42 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo estereotipado que genera antisemitismo. Lo que hay que determinar es en qué veces esto sucede y cómo puede establecerse si es o no así. Intentaré establecer unas reglas sencillas para discernir cuándo podemos dilucidar el reforzamiento del prejuicio y cuando no. Por contraste, se desecha tanto la idea de que toda crítica hacia Israel sea siempre antisemitismo como también se descarta la creencia de que ninguna crítica contra Israel sea nunca judeofobia. Si somos serios y de verdad queremos avanzar en las investigaciones científicas, tenemos que hacer lo siguiente: primero, a partir de la literatura académica, establecer las dimensiones que nos permitan establecer si una crítica o juicio puede o no devenir antisemita, pues el objeto de estudio es esclarecer qué es o no judeofobia. Hay buenas razones para intentar establecer un ‘recognition model’, un modelo de reconocimiento para establecer qué es o no antisemitismo. Sin duda, es crucial mostrar regularidades estables en la existencia de este prejuicio. Ello permitirá dilucidar cuáles son los estereotipos persistentes, que han permanecido desde la antigüedad hasta nuestros días. Evolución después del Holocausto Tras el Holocausto, el antisemitismo racial perdió su credibilidad. Su discurso fue cuestionado e invalidado por las consecuencias trágicas que había causado en las cámaras de gas y hornos crematorios de los campos de exterminio, como Auschwitz. Sin embargo, la evolución del prejuicio más antiguo y endémico de Europa condujo a abrirse camino en el mundo y a su reconstitución (Gerstenfeld, 2003). Cada época codifica el discurso judeófobo de manera distinta. Existe una continuidad del prejuicio y una discontinuidad en el discurso. No existe tabula rasa, sino más bien una sedimentación. Durante la judeofobia religiosa, los judíos fueron vistos como una comunidad religiosa pérfida. Durante la judeofobia racial, los judíos fueron observados como una raza malévola. Durante la judeofobia política los judíos están siendo percibidos encarnados en un estado nocivo, Israel. Asimismo, cada época ha tenido impulsores distintos. El cristianismo consolidó la judeofobia religiosa, el nazismo reforzó la judeofobia racial y el estalinismo expandió la judeofobia política. El antisemitismo ha sido RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 43 propagado siempre por grandes poderes políticos, sobre todo, el Imperio Romano y los estados absolutistas europeos, la Alemania nazi y la superpotencia rusa bajo el manto de la Unión Soviética. No cabe duda que la utilización de la judeofobia como factor político de movilización social para ganarse el apoyo popular. La judeofobia racial quedó deslegitimada después de la Shoah, pero la judeofobia no tardó en metamorfosearse con otras argumentaciones que erigieron la judeofobia política. Los tabúes para expresar la judeofobia se desvanecieron a través del discurso antiisraelí y antisionista. De forma generalizada desde finales del decenio de 1960 y comienzos de la década de 1970, emerge con fuerza el nuevo antisemitismo, sobreponiéndose este prejuicio. No obstante, no nace de modo súbito en aquel momento. Se remonta más atrás. Lo que sucedió a partir sobre todo de 1968 es un traspaso ideológico de los tópicos judeófobos provenientes desde Europa del Este a Europa occidental (Vaksberg, 2003). Ese año marcó un punto culminante en el auge del nuevo antisemitismo. Por ejemplo, el Partido Comunista de Polonia impulsó en 1968 una campaña contra los judíos, cuando ni siquiera alcanzaban el 1 por ciento de su población y cuando Polonia es precisamente donde se encuentra Auschwitz. Se los acusó de «elementos sionistas». Asimismo, tras la invasión militar rusa de Checoslovaquia en 1968, para destituir los dirigentes comunistas que querían construir «un socialismo con rostro humano», desde Rusia, Polonia y Alemania oriental se urde una campaña de difamación en la que se acusa a los dirigentes checoslovacos defenestrados de ser antiguos nazis y, a la vez, ser agentes sionistas. La amalgama «judío-nazi» será una acusación antisemita que se secundará desde entonces con fuerza. Fue un paso más para ofrecer una imagen deshumanizada de Israel y hacer repulsivo el sionismo, extrayéndoles cualquier atisbo de moralidad. Desde entonces se califica la política israelí de genocida, se compara a políticos israelíes con Hitler, se iguala el ejército israelí a la Gestapo y se equipara a los sionistas con las SS. La judeofobia política emerge también a partir de Mayo del 68 francés. Comunistas estalinistas, trotskistas, maoístas y anarquistas son la cuna del nuevo discurso del antisemitismo. Ideologías izquierdistas que parecen olvidar la advertencia de Engels: «Al suscitar hostilidad hacia los judíos entre los obreros, las clases burguesas evitan que las reivindicaciones 44 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo obreras sean dirigidas contra ellas». Es menester puntualizar que no en toda la izquierda alternativa hay antisemitismo. Precisamente los impulsores más emblemáticos de la izquierda verde, los verdes alemanes (Die Grünen), propugnan abordar el conflicto árabe-israelí distanciándose del discurso judeófobo. El líder partido verde Joschka Fischer, que fue ministro de Asuntos Exteriores (1998-2005), ofrece un enfoque de Israel y el sionismo sin judeofobia. Luego el antisionismo y el antiisraelismo se expandió, aunque no tan profusamente, en el resto de la izquierda y centro izquierda. También se prodigó en el centro derecha y la derecha. La extrema derecha se percató de que relegar la judeofobia racial y adoptar el discurso del antisemitismo político de la extrema izquierda le permitía hacer defendible su discurso judeófobo. Desde los 70’s la nueva judeofobia ganó en intensidad y extensión, cobrando renovada fuerza en la escena pública de Europa a partir del año 2000, cuando se arrojan niveles más altos. El resurgimiento global de la judeofobia se manifiesta en otros muchos países del mundo, sobre todo en el mundo árabe y el resto de los países musulmanes. Para el politólogo Pierre-André Taguieff (2003: 16): «Esta reciente ola de judeofobia resulta inseparable de un discurso ideológico legitimador y movilizador que se difunde a escala planetaria, un discurso en el que se reconocen ciertos legados en cuanto a terminología y a temas que provienen de las diversas tradiciones antijudías, y en los que también se perciben nuevos motivos de acusación centrados en “Israel” y en “el sionismo”, convertidos en mitos repulsivos». La Rusia soviética fue el origen del nuevo antisemitismo tras el Holocausto. Sus precedentes ideológicos hay que buscarlos en la Iglesia ortodoxa rusa y los zares. Los dirigentes comunistas rusos asumieron los mismos estereotipos judeófobos que zares y popes, tamizados con un discurso diferenciado, pero cuya matriz era la imagen, del pueblo judío primero y el Estado de Israel después, como conspiradores. Los Protocolos de los Sabios de Sión escritos por los zares fueron instrumentalizados luego por el estalinismo. Así pues, revolucionarios y contrarrevolucionarios coincidieron en su judeofobia. Donde los zares contrarrevolucionarios hablaban de la conspiración judía internacional los revolucionarios hablaran de conspiración sionista mundial. Quizá con la salvedad matizada de Lenin y RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 45 del periodo transitorio de 1947-1949, el régimen dictatorial ruso descolló como propulsor de la judeofobia en el mundo. Sobre todo fue el dictador ruso Stalin (Vaksberg, 2003) quién generó judeofobia mediante la estigmatización de Israel y del sionismo. Se quiso desprender al sionismo de su legitimidad como movimiento de liberación nacional del pueblo judío. Lejos de ser un hecho aislado, la obsesión antijudía de Stalin, que ordenó el asesinato de los miembros del Comité Antifascista Judío y que no tuvo ningún reparo en pactar con Hitler, le llevó a la ideación del libelo del complot de los doctores. El 13 de enero de 1953, Stalin culpabilizó a médicos judíos de una conspiración para llevar a cabo su asesinato. Supuso la emergencia del antisionismo progresista (Julius, 2010: 450). La retórica judeófoba de los comunistas expandió internacionalmente el discurso hostil obsesivo contra Israel. El gran Satán era Israel y el pequeño Satán los Estados Unidos, o viceversa. Paulatinamente, se extendió en las elites políticas de China, el mundo árabe y hasta llegar a la ONU. Un paso en este sentido fue la resolución de la ONU de 1975, bajo el mandato del ex nazi Kurt Waldheim, aprobada a instancias de los países árabes y los países en la órbita política de Rusia, en la que se afirma textualmente que «el sionismo es una forma de racismo y de discriminación racial». Hasta 1991 la ONU no revocó dicha resolución judeófoba. Pero la judeofobia política no se retuvo en la izquierda. La derecha radical en Estados Unidos atribuyó a una conspiración comunista internacional la subversión de los valores tradicionales americanos. Dicha trama internacional, según la retórica de la derecha radical, era un complot judío o una conspiración sionista. Con tal propósito, entre 1950 y 1954 el senador McCarthy emprendió una «caza de brujas» contra actores, actrices y directores de cine de Hollywood. Uno de los trasfondos del mccarthismo era la percepción de un Hollywood de cineastas críticos y revolucionarios dominado por judíos comunistas. Mientras esto sucedía en Estados Unidos, desde Rusia se acusaba en 1952 al secretario general del Partido Comunista de Checoslovaquia, Rudolf Slansky, de dirigir un centro sionista y trotskista. Cabe recordar que Trotsky por el mero hecho de ser judío fue acusado de ser un agente sionista. Esto no fue obstáculo para que, a su vez, los trotskistas acusaran a Israel de ser imperialista y de ser quintacolumnista de Estados Unidos. Y la retahíla de acusaciones judeófobas prosigue porque lo que tiene 46 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo en común es el hecho de sostener el prejuicio antijudío adaptándolo a cada ideología política. Por eso, en este último caso de cruzamientos de ideologías se comprueba la coincidencia entre la derecha conservadora, el comunismo estalinista y la izquierda trotskista que, a pesar de ser muy distintas entre ellas, les unió un nexo común: la demonización de los judíos, atravesando todas las fronteras (Taguieff, 2015: 247). ¿Cómo la nueva derecha radical y la nueva izquierda alternativa concuerdan en su antisemitismo? ¿Por qué dos sistemas de ideas con dos cosmovisiones tan distintas como la extrema derecha y la extrema izquierda, ambas ideologías coinciden en la hostilidad hacia Israel? Nada nuevo bajo el Sol, pues los miembros blancos del Ku Klux Klan propagan el racismo contra los negros y la judeofobia, mientras los negros en la estela de la Nación del Islam impulsada por Malcom X y luego por Louis Farrakhan, defienden la población negra y son antisemitas. Dos organizaciones antagónicas en sus fines ideológicos que son similares en su ideología judeófoba. El black power y el white power, de modo semejante a la nueva derecha radical y la nueva izquierda alternativa, tienen en común su hostilidad hacia los judíos. Nada de extraño si se tiene en cuenta que la Rusia de Stalin o la China de Mao acusaba a los judíos de ser anticomunistas mientras la Alemania de Hitler o el Chile de Pinochet acusaba a los judíos de ser comunistas, o la dictadura de Franco en España conjeturaba un contubernio judeomasónico. Durante la Guerra Fría, desde el lado norteamericano se aludía al judío-comunista y desde el lado ruso se refería al sionista-nazi. Mientras esto sucedía en Europa y Norteamérica, en las dictaduras latinoamericanas de los años 60’s, 70’s y 80’s, se retuvo la imagen de los judíos como deicidas, marxistas y nacionalistas desleales. El populismo latinoamericano tampoco pudo esquivar el prejuicio antijudío. El peronismo a mediados de los 60’s advirtió de los graves peligros del sionismo y la comunidad judía. Como se observa, Israel y los judíos son tomados como chivos expiatorios entre aquellos que granjean respaldo a este prejuicio, sea cual fuere su ideología política. Esta es una característica básica para entender cómo se construye el discurso antisemita: adapta la judeofobia a cada ideología política subyacente. De este modo, desde una ideología de izquierdas alternativa se dirá que el sionismo es un nacionalismo burgués RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 47 mientras que desde una ideología de derechas tradicionalista se dirá que el judaísmo es un internacionalismo obrero. Ambas ideologías que son antagónicas, se equiparan en este prejuicio, si bien dando forma a un discurso de perfil diferenciado. De todos modos el acento puesto en la hostilidad hacia el Estado de Israel socava las diferencias y concuerdan en varios lugares comunes. Con el paso del tiempo se ha ido reformulando una judeofobia respetable que se ha ido esparciendo con intensidad distinta en el amplio elenco de las ideologías políticas, incluidos políticos de centroizquierda y otros de centro derecha, e incidiendo en los movimientos sociales, en sectores del pacifismo, el antirracismo, el feminismo y otros. El movimiento antiglobalización se focaliza en un enemigo sempiterno: Israel. Este es el legado de Stalin y, de hecho, una victoria póstuma de Hitler, pues tras el Holocausto la judeofobia persiste en Europa. Con la globalización de la judeofobia, aun estando presente en todas las ideologías, hoy en día son cuatro los sectores ideológicos principales que sienten antagonismo hacia Israel y los judíos: determinados sectores de la izquierda, el islamismo integrista, los neofascistas y ciertas congregaciones cristianas (Dreyfus, 2009; Horowitz, 2004). La geografía política ubica la judeofobia sobre todo en Europa y el mundo árabe y musulmán. Además de sectores de la izquierda y de los cristianos, ya descritos, el islamismo integrista arropa el arquetipo europeo, yuxtaponiendo parte del discurso de la judeofobia religiosa como la judeofobia política. Determinados sectores islamistas acusan a los judíos tanto de rechazar la verdad revelada de Alá y de ser perseguidores de sus profetas, inclusive de asesinar al profeta Muhammad (paralelismo con la acusación cristiana de asesinar a Jesús), como claman por la destrucción del Estado de Israel. Los Protocolos de los Sabios de Sión, que ya fueron traducidos al árabe en la década de 1920, son hoy un best-seller. En los textos escolares se enseñan imágenes despectivas sobre los judíos y se niega el derecho a la existencia del Estado de Israel. Son aquellos islamistas que ellos mismos se reclaman como yihadistas. Israel es percibido como la quinta columna occidental, la encarnación del Occidente secular en el Oriente Próximo islámico. Para la ideología del islamismo radical, Israel es dar-al-Islam, tierra del Islam. Esta es la visión antisemita de de Estado Islámico (EI, Isis o Daesh) o Al-Qaeda de Osama Bin Laden. Se difama propagando el mito falso de que el designio del 48 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo gobierno israelí es expandirse del Nilo al Éufrates para judaizar las tierras musulmanas. Se acusa al Talmud de ser la fuente judía donde se encuentra la razón de discriminar a los árabes y expropiar tierras islámicas. Aquello que la judeofobia racial europea llamaba «bacilo judío» hoy la judeofobia política del islam militante lo denomina «entidad sionista». Se atribuye una conexión satánica entre Israel y EEUU. Para el islamismo integrista, Israel es el mal absoluto, causante de cualquier problema existente. Por ejemplo, se atribuye a Israel la culpabilidad de la pobreza y el analfabetismo en el mundo árabe. El primer ministro de Malasia, en 1986, acusó de los problemas de su país asiático a Israel. En 2003, el presidente de Malasia, en la inauguración de la Conferencia de la más de cincuentena de países islámicos, exhortó a los 1.300 millones de musulmanes a luchar contra los judíos por qué según él «los judíos fueron los que inventaron el socialismo, el comunismo, los derechos humanos y la democracia» y «consiguieron dominar a la mayoría de países poderosos del mundo». Durante la guerra entre Irak e Irán, el dictador iraquí Saddam Hussein acusó a los iraníes de maquinaciones sionistas, mientras los iraníes respondieron que Irak estaba en manos del sionismo internacional. El presidente de la República Islámica de Irán, Mahmud Ahmadineyad en octubre de 2005 convocó un acto titulado «El mundo sin el sionismo», donde reclamó que «Israel debe ser borrado del mapa». En julio de 2006 dijo: «Hoy existe una fuerte voluntad a favor de la desaparición del régimen sionista, y el mundo islámico debe movilizarse para hacerlo desaparecer». Y agregó: «Este es un régimen falso que no tiene derecho de seguir sobreviviendo”. Así, entroncó con las proclamas del ayatolá Jomeini, quien desde su llegada al poder en Teherán propagó ideológicamente la judeofobia y, asimismo, con los neonazis europeos, con quienes además coincide en el negacionismo del Holocausto. El jefe de Estado iraní añadió que «Los occidentales han inventado el mito de la masacre de judíos». Otro presidente iraní, Hashemi Rafsanyani, ya había proferido que «bastará el uso de una sola bomba nuclear en Israel para destruirlo todo». No obstante, este discurso no es privativo de dichos líderes islamistas, sino que es habitual hallarlo en numerosos grupos del fundamentalismo islámico, propagándose sin obstáculos en numerosas madrazas y mezquitas. RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 49 Bernard Lewis (1999) corrobora que es similar el volumen de propaganda antisionista en el mundo árabe con la magnitud de propaganda antisemita durante el nazismo. El FIS de Argelia consigna como enemigo «el judaísmo internacional». El líder egipcio de Hermanos Musulmanes, Mohamed Medí Akef, ofrece una visión muy precisa sobre el genocidio de los judíos cuando lo denomina «mito del Holocausto». Hecho nada sorprende teniendo en cuenta que el fundador de Hermanos Musulmanes en 1928, Hassan al Banna, admiró a Hitler y cooperó con el líder nazi. La principal autoridad árabe palestina mientras sucedía el Holocausto, el Gran Mufti de Jerusalén, Hadj Amin al-Husseini, pactó con Hitler. La Carta de Hamás manifiesta que los judíos «apoyaron las Revoluciones francesa y rusa», «usaron el dinero para hacerse con el control de los estados imperialistas”, «estuvieron detrás de la Primera Guerra Mundial», «también estuvieron detrás de la Segunda Guerra Mundial» e «inspiraron el establecimiento de Naciones Unidas». Tales asertos antisemitas que encuentran un complot judío mundial detrás de cualquier acontecimiento, es característico del islamismo judeófobo. Por otro lado, los neofascistas reconvertirán en buena medida su judeofobia racial en judeofobia política al comprobar que esta disfruta de mayor aceptación popular. El antisionismo encaja con su discurso populista y, por ende, revierte en su discurso radical de derechas. La judeofobia continúa siendo alimentada por las creencias acostumbradas en el neofascismo, como el cliché de que los judíos controlan los medios de comunicación, domina Hollywood o dirigen Wall Street; pero no hay que olvidar que han sobrepasado su discurso tradicional y sacan partido del discurso contrario a Israel. Entre las múltiples declaraciones judeófobas del neofascista Le Pen, en 1989 sostuvo que «Las grandes internacionales, como la internacional judía, juegan un rol no desdeñable en la creación de este espíritu antinacional» (Guland, 2000). El neofascista Bruno Mégret declaró: «Israel es el aliado de Estados Unidos, principal líder del mundialismo. Nosotros nos inclinamos a apoyar los adversarios de este polo político: Irak, India, los países de Europa del Este». Este es un botón de muestra del nuevo discurso tamizado del neofascismo, que se centra en las proclamas antisionistas y antiisraelíes. El análisis nos ha revelado que es consistente establecer, ciertamente, que el vínculo entre el antiisraelismo y el antisemitismo no es una simple 50 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo relación de causa y efecto. Más bien, los dos se refuerzan mutuamente, formando un círculo vicioso. Hoy en día es esto lo que sucede. Ahora es más fácil estimar preguntas como la siguiente: ¿puede considerarse como antisemitismo la convocatoria a un boicot de las instituciones académicas, profesorado, artistas y científicos israelíes? (Gerstenfeld, 2007). El BDS dice pretender denunciar “la estrategia israelí de normalización y blanqueamiento de sus crímenes mediante la cultura”. Como cabría esperar, el BDS sustituye el concepto “Hebrew race” del rector de Harvard por “marca Israel” y el “Jewish problema” por “la ocupación israelí de Palestina”. El predominio de la negatividad, cuando no su omnipresencia, nos delata el modus operandi habitual de la judeofobia. El impacto de las impresiones malas y los estereotipos negativos configura el prejuicio antijudío. Se conforma la aversión hacia Israel y todo lo circundante; también, por supuesto, a sus ciudadanos, a quienes se pretende boicotear, aunque con el tamiz ‘antisionista’ o ‘Israel’ que permita ocultar el prejuicio antijudío. BDS País Valencià en noviembre de 2014 boicoteó La Cabina-Festival Internacional de Mediometrajes de Valencia: “Lo que pedimos es el boicot a la ‘marca Israel’, al cine israelí que, independientemente de las intenciones y opiniones de sus directores, el Estado de Israel utiliza”. Es decir, la aversión crea un prejuicio que hace difícil discernir entre las instituciones y las personas, pues se acaba practicando la exclusión y discriminación de personas por el hecho de ser judías. Cuando se les interpela por ello, aducen que no es por ser judíos sino por sus opiniones y actos cómplices con Israel. Y cuando se les vuelve a requerir que la focalización de críticas en un único Estado de los casi doscientos que hay en el planeta es un modo de generar prejuicio, alegan que ese no el tema, que ellos están hablando de Israel. Y acaban sucediendo situaciones parecidas a la del presidente de la Universidad de Harvard A. Laurence Lowell cuando impuso cuotas antijudías hace un siglo. RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 51 Conclusiones: La Falacia de Conjunción Para finalizar, tengamos en cuenta la denominada por la neurociencia como “falacia de conjunción” (Kohneman 2012: 210), aquella que se infringe cuando se hace una conjunción de dos hechos para que resulte más probable su credibilidad. Supongamos la pregunta siguiente: ¿es plausible que una persona judía sea militarista, opresora, neocolonialista y reaccionaria? Sí, pero sin vacilar cabe añadir que como cualquier humano que puebla cualquiera de los doscientos países del planeta. Pero plausible no significa probable. Suplir ‘judío’ por ‘judío racista’ cumple la falacia de la conjunción. Salta a la vista que la inmensa mayoría de judíos no son más racistas que las mismas personas que vociferan tal epíteto, pero la lógica de la conjunción vence con frecuencia y consolida la judeofobia mediante estereotipos como el citado, teniendo en cuenta que los estereotipos antisemitas son afirmaciones sobre el pueblo judío que se aceptan como hechos que caracterizan a sus miembros. El antisemitismo lo que genera es la sustitución de la plausibilidad por la probabilidad. Y reemplazar acríticamente la plausibilidad por la probabilidad tiene consecuencias nocivas (Kahneman 2012: 211). El impacto social del antisemitismo, como una obsesión letal desde la antigüedad hasta la yihad global (Wistrich, 2010), redunda en que haya gente que inmediatamente hacen generalizaciones e infieren imágenes negativas cuando oyen la palabra ‘sionista’ o el vocablo ‘Israel’. Para entenderlo mejor es preciso remitirse al llamado ‘efecto halo’ que configura narrativas simples y coherentes: “la buena gente solo hace cosas buenas y la mala solo cosas malas” (Kahneman, 2012: 262). Si esto se traslada a las políticas públicas de un país, el Estado de Israel, se halla la base de la conformación del discurso actual. En este sentido, se tiende a subestimar los hechos positivos de Israel y a exagerar los hechos negativos. A su vez y simultáneamente, se despliega un relato que subraya los hechos victimarios de Palestina y a la par minimiza los sucesos negativos generados en o por ella. Este es el fundamento del antisemitismo actual. Las evidencias empíricas no importan para sojuzgar las políticas israelíes. Si esto se limitara a un juicio de las relaciones internacionales no se traería a colación aquí, pues no estoy abordando de un asunto de política internacional y conflictos sino que relaciones sociales y estereotipación. Sin 52 Torrens – Antisemitismo Contemporáneo embargo, resulta que se transmuta de hecho de política internacional a prejuicio de política interna. Los individuos con estereotipos antijudíos construyen una narrativa coherente, no necesariamente una historia verídica. El prejuicio antisemita habla directamente al subconsciente o Sistema 1 de Kahneman (2012). “Racional o no, el temor es perjudicial y debilitante, y quienes establecen dicha política deben hacer todo lo posible para proteger a la opinión pública del miedo, no solo de los peligros reales” (Kahneman, 2012:194). Por lo tanto, las políticas públicas que tengan como objetivo la erradicación del antisemitismo deben recalar en la mitigación del miedo y el rechazo social contra la población judía que se establece mediante el sistema de estereotipos propio del antisemitismo contemporáneo. References Adorno, T. (2001). Ensayos sobre la propaganda fascista: psicoanálisis del antisemitismo. Barcelona: Voces y culturas. Arendt, H. 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[email protected] Instructions for authors, subscriptions and further details: http://recei.hipatiapress.com Los Servicios de Inteligencia Ante el Holocausto: Entre la Ética y las Razones de Estado Xavier Boltaina 1) Universitat de Barcelona. Spain Date of publication: April 1st, 2016 Edition period: April 2016- October 2016 To cite this article: Boltaina, X. (2016). Los Servicios de Inteligencia Ante el Holocausto: Entre la Ética y las Razones de Estado. Scientific Journal on Intercultural Studies, 2 (1), 56- 85. doi: 10.17583/recei.2016.1913 To link this article: http://dx.doi.org/10.447/recei.2016.1913 PLEASE SCROLL DOWN FOR ARTICLE The terms and conditions of use are related to the Open Journal System and to Creative Commons Attribution License (CC-BY). RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies Vol. 2 No. 1 April 2016 pp. 56- 85 Intelligence Services Regarding Holocaust: Between Ethic and State Reasons Xavier Boltaina Universitat de Barcelona Abstract The Holocaust was one of the most fateful periods of European history of the twentieth century. The "industrial" genocide of six million Jews and other groups of citizens, such as Roma people, homosexuals or people with disabilities is one of the most extensively studied historical issues. We should not forget that it is impossible to know the total number of victims not only Jewish. It is estimated that about seven million of non-Jews were killed by Nazi Germany or the death of three million Soviet soldiers in Nazi camps between 1941 and 1945, victims of war crimes. The aim this article, part of a larger research work - under elaboración-, will focus exclusively on one aspect little studied. There are very few researchers abot Allied Intelligence regarding the Holocaust, in the specific tòpics we propose here, neither regarding other genocides and crimes against humanity. Keywords: intelligence services, holocaust, genocide 2016 Hipatia Press ISSN: 2014-900 DOI: 10.17583/recei. 2016.1913 RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies Vol. 2 No. 1 April 2016 pp. 56- 85 Los Servicios de Inteligencia Ante el Holocausto: Entre la Ética y las Razones de Estado Xavier Boltaina Universitat de Barcelona Resumen El Holocausto ha sido uno de los períodos más infaustos de la Historia europea del siglo XX. El genocidio “industrial” de seis millones de judíos y de otros colectivos de ciudadanos, como los gitanos, homosexuales o personas con discapacidad es una de las cuestiones históricas más extensamente estudiadas. No debe olvidarse, además, que es imposible de conocer el número total de víctimas no sólo judías, pues se calcula que aproximadamente siete millones de no judíos fueron asesinados por la Alemania nazi o la muerte de tres millones de soldados soviéticos en los campos nazis entre 1941 y 1945, víctimas de crímenes de guerra. El objetivo este artículo, que forma parte de un trabajo de investigación más amplio – en fase de elaboración- , se centrará exclusivamente en un aspecto poco estudiado. Son contadas las investigaciones sobre la inteligencia aliada en cuanto al Holocausto, en los contornos específicos que aquí planteamos, como tampoco ante otros genocidios y crímenes contra la humanidad. Palabras clave: servicios de inteligencia, holocausto, genocidio 2016 Hipatia Press ISSN: 2014-900 DOI: 10.17583/recei. 2016.1913 58 Botaina- Servicios de Inteligencia E l Holocausto se refiere a uno de los períodos más oscuros de la Historia europea del siglo XX pero asimismo se trata de una de las cuestiones históricas más ampliamente analizadas. En este sentido, el artículo se centrará exclusivamente en un aspecto poco estudiado como el posicionamiento de la inteligencia aliada respecto al Holocausto. En primer lugar, la investigación que estamos llevando a cabo y que aquí mostramos muy parcialmente no es el estudio de los servicios de inteligencia occidentales durante la II Guerra Mundial, cuestión que ciertamente ha dado pie a numerosa bibliografía: el aspecto militar de la inteligencia en la Guerra Mundial escapa a nuestra voluntad de estudio. Tampoco, en segundo término, no nos planteamos el papel de los servicios de inteligencia y de la policía secreta, y más concretamente del RSHA1, de la Alemania nazi en el exterminio del pueblo judío. Nos obligaría a un extenso trabajo sobre el papel de la maquinaría estatal de espionaje e inteligencia nacional socialista en el exterminio, aunque no tanto desde la perspectiva de la función de inteligencia nazi en el Holocausto. Ello supondría, por su propia extensión, un trabajo específico desde la disciplina de la inteligencia, cuestión que dicho sea de paso, tampoco ha merecido estudios rigurosos por parte de los investigadores. El objetivo de este artículo se centrará en el papel jugado por los servicios de inteligencia occidentales británico y norteamericano en el conocimiento y transmisión de información a sus respectivos gobiernos sobre el genocidio, a la par que se libraba la II Guerra Mundial. En este sentido, por razones de espacio hemos excluido expresamente a los servicios de inteligencia de la extinta Unión Soviética, que merecerían un estudio específico igualmente, así como otros países de mayor o menor importancia en el análisis de inteligencia del Holocausto como Francia o la “neutral” Suiza. Obviamos ex professo al servicio secreto vaticano porque por sí mismo merece un artículo específico por la poliédrica y compleja posición del Vaticano, y el Papa, durante el Holocausto. El estudio de los servicios de inteligencia y el Holocausto se puede dividir, en la técnica de análisis de inteligencia en dos apartados; el primero es el papel de la inteligencia aliada en los años del “gradualismo” (1933-1939). En este caso, la aproximación es relativamente más sencilla y no la incorporaremos por cuestión de espacio, aunque la estamos investigando. RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 59 En el segundo ámbito, es el que aquí planteamos: el papel de la inteligencia y el espionaje durante el Holocausto, mucho más complejo, pues tras una larga tarea de búsqueda de información, hemos localizado un filón de estudio de amplio entramado, que supone de hecho aproximarse a toda la historia del Holocausto, pero desde una óptica diferente. Por ello, metodológicamente hemos planteado aspectos sustanciales del Holocausto (los guetos, la actuación de los Eisentzgruppen, los campos de concentración y exterminio, la información que disponían los británicos, el papel de la OSS norteamericana –antecedente de la CIA-, etc.) para así poder responder a los aspectos básicos de qué sabían –y que no- y cuando lo supieron los países aliados y plantear también el debate entre la ética y las razones de Estado –o las “razones” de la guerra-. La Inteligencia Aliada durante los Años del Gradualismo: ¿era Previsible el Holocausto? Entendemos por “periodo gradualista” el que se inicia con la toma del poder por Hitler en 1933 y finaliza con el inicio de la II Guerra Mundial, en 1939. Queremos indicar con ello que la actuación de los nazis fue “gradualista” en su proceso de antisemitismo en Alemania. En este sentido, los diferentes grados en el proceso de gradualismo se podrían establecer, a nuestro juicio, en cuatro escalones: el jurídico –proceso progresivo de promulgación de leyes contra los judíos-, los actos de violencia física contra éstos, la emigración forzosa y el discurso de Adolf Hitler de 30 de enero de 1939. Este ámbito lo estamos estudiando como investigación, pero aquí soslayamos por razones de espacio pero también de sistemática: es uno de los aspectos que permiten una gran riqueza en los estudios de inteligencia y su incorporación a la época presente especialmente por lo que supone de prever el futurible de situaciones de genocidios o crímenes contra la Humanidad, y que en términos actuales podría plantearse si era previsible para la inteligencia occidental las situaciones que acontecen hoy día en Libia, Siria, Irak o lo fueron en Camboya, Darfur o Rwanda, por citar unos pocos ejemplos. 60 Botaina- Servicios de Inteligencia Inteligencia Aliada en el Periodo 1939-1945: los Servicios de Inteligencia y el Holocausto El inicio de la guerra en 1939 y su evolución estuvo jalonada de diversas etapas: una primera con claros actos de genocidio, y una segunda, donde éste adquiriría una forma “industrial”. Destacamos con ello que hay una dificultad terminológica para hablar de genocidio en un momento histórico donde el concepto legal no se había conformado con claridad, pero hoy en día cualquier servicio de inteligencia determinaría que acontece un genocidio o está a punto de cometerse si un gobierno plantease opciones migratorias forzosas, como el plan Madagascar (valorado y desechado finalmente por los nazis), consistente en la opción de trasladar a cuatro millones de judíos a esa isla africana con la intención de abandonarlos a su suerte y así sucedió cuando la Serbia de Milosevic inició la limpieza étnica de albano-kosovares y abocó a la intervención militar de la OTAN para frenarla. Primera Fase del Genocidio: 1939-Inicio de la Invasión de la Unión Soviética Sintéticamente los datos más destacados se centran en que con la invasión de Polonia en septiembre de 1939, Alemania incorporó a tres millones de judíos a su jurisdicción. Una primera consecuencia de ello fue la instalación de guetos en Varsovia, Lublin, Cracovia. El RSHA obtuvo además en ese momento –tras la fusión de las SS y el SD con la Gestapo y la Kripo- el control sobre la población judía. Resumidamente, entre noviembre de 1938 y verano de 1941, la opción fue la expulsión de los judíos, antes que recurrir al asesinato, que en el derecho actual se calificaría igualmente de genocidio pero ciertamente no nos encontraríamos ante el Holocausto propiamente dicho. En todo caso, creemos necesario establecer qué sabía la inteligencia aliada sobre los guetos y sus condiciones de vida y el destino final que deparaba a sus “residentes”. RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 61 Segunda Fase del Genocidio: el Holocausto Según la historiografía más reciente, la invasión alemana de la URSS iniciada en junio de 1941 supuso el acto definitivo para la conversión de los actos genocidas antes expuestos en la catástrofe denominada Holocausto (Mattaüs, 2004). Sistemáticamente podemos establecer los siguientes elementos del Holocausto, secuencialmente determinados en el tiempo: - la acción de los Einsatzgruppen, que tras el Ejército alemán que avanzaba, localizaban y ejecutaban de forma masiva a los judíos; asesinaron en el periodo 1941-1942 unos 700.00 judíos en la zona de Rusia Occidental. - Dado que en el territorio conquistado a la URSS entre junio y noviembre de 1941 quedaron atrapados unos cuatro millones de judíos, el sistema de guetos ensayado en Polonia se hizo inviable. La paralización del frente ruso impidió reasentar a los judíos. Ante ello, se activó la segunda fase, la de encontrar una “Solución final” al “problema judío”. Por ello, los historiadores plantean que fue a lo largo de 1941 cuando la Alemania nazi concluyó que el exterminio era una opción más factible que la expulsión. Uno y otro proceso son hoy considerados genocidios, pero el exterminio sería el grado máximo dentro del proceso. - ¿Se conoce el momento exacto de la adopción de la decisión del exterminio? Aún hoy es un dato no clarificado. Parece situarse como periodo más plausible entre diciembre de 1940 y marzo de 1941, aunque el asesinato sistemático comenzó en octubre de 1941 a través de los Einsatzgruppen y el asesinato “industrial” con cámaras de gas se data en marzo de 1942. Otras informaciones rebelan que el Alto Mando alemán ordenó en junio de 1941 emplear “medidas enérgicas y brutales” contra los judíos rusos y Goering requirió a Reinhard Heydrich en julio de 1941 a solucionar “la cuestión judía”. ¿En qué momento de la tragedia los aliados conocieron esta decisión? 62 Botaina- Servicios de Inteligencia - la conferencia de Wannsee: esta reunión, de alto nivel secreta, convocada por Heydrich el 20 de enero de 1942, supuso la confluencia de representantes de diversos ministerios (justicia, interior y asuntos exteriores) y administradores de territorios del Este. Un sector de historiadores considera la conferencia de Wannsee como la última fase del proceso de toma de decisiones que llevó a la “Solución Final”, aunque el exterminio ya había comenzado. La reunión no adoptó pues la decisión de exterminar a los judíos, como en ocasiones se afirma, sino coordinar – “eficazmente”- a la Administración nazi en ese exterminio. Otros historiadores indican que fue un acto para confirmar la decisión ya asumida en octubre de 1941, mientras otros indican que sólo se planteó la logística del asesinato en masa (Roseman, 2002). Reflexionaremos sobre cuándo la inteligencia aliada pudo conocer el contenido, si es el caso, de la Conferencia de Wannsee. - La “Operación Reinhard” (Aktion Reinhard) nombre clave que los nazis dieron al plan de asesinato de judíos polacos, llevada a cabo entre 1942-1943, consistió en convertir a los campos de Belzec, Treblinka y Sobibor en el centro de eliminación física de tres millones de judíos. El proceso se articula en tres fases: traslado de tres millones de judíos polacos a los campos, exterminación física inmediata y reenvío de sus posesiones a Alemania. La operación fue considerada un “éxito”. Auschwitz queda fuera de esa operación con su propia singularidad, pues a finales de 1943 se había asesinado allí a más de dos millones de judíos. La operación Reinhard es inescindible de los campos de concentración y exterminio. - los campos de concentración y de exterminio. Fue la fase final del proceso, con la creación de campos en lugares diversos que han pasado a ser fatídicamente recordados: Chelmno, Belzec, Sobibor, Treblinka, Majdanek y Auschwitz, este último símbolo del Holocausto; en Treblinka fueron asesinados 800.000 ciudadanos en trece meses, tarea llevada a cabo por un reducido numero de personas de no más de 1200, de los cuales sólo una cincuentena eran alemanes. ¿Cuándo fue conocida la Operación RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 63 Reinhard y cuando se conoció la existencia y realidad de los campos por parte de la inteligencia aliada? Desde la óptica de lo que interesa a esta investigación queremos destacar lo siguiente: a) los nazis en todo momento quisieron ocultar urbi et orbe el exterminio llevado en los campos, incluso a los judíos hasta los instantes mismos de perpetrar el asesinato individual y por supuesto a los servicios de inteligencia occidentales y a sus respectivos gobiernos. Himmler indicó que el exterminio de los judíos sería una “gloriosa página de la historia que nunca había sido escrita y que nunca lo sería”, lo que invita a pensar en la clara voluntad de ocultar el genocidio. b) Himmler ordenó en noviembre de 1944 el cese del exterminio en las cámaras de gas y su desmantelamiento para destruir la evidencia de su existencia, con la clara intención de evitar la prueba de lo acontecido. Por consiguiente, el Holocausto en su dimensión mayúscula fue una actuación de la cúpula nazi que por diversas razones se quiso ocultar hasta su mismo final. Razones muy diversas que forman parte del ámbito de estudio de la ciencia política y de los historiadores y que se alejan de nuestro trabajo de investigación. Pero sí es un dato muy relevante por cuanto implica que la inteligencia aliada tuvo que acceder a la información a través de lo que son fuentes secretas, ya que las fuentes abiertas (open sources) no eran, y más en esa época, una opción factible, y no puede ignorarse que este acceso a la información era paulatino al acceso a información militar, por lo que podría darse una interferencia entre uno y otro elemento, una de las razones que –adelantamos- a nuestro juicio fue clave para establecer que pese a la información de inteligencia aliada obtenida sobre el Holocausto, el Reino Unido y EE.UU adoptaron una posición pasiva. 64 Botaina- Servicios de Inteligencia El Conocimiento del Genocidio en Todas sus Fases por Parte de los Servicios de Inteligencia A continuación vamos a exponer qué grado de conocimiento –a nuestro juicio, con los datos disponibles hoy día y existiendo infinidad de documentos aun clasificados como secretos- tenían los servicios de inteligencia aliados de todo el proceso en los puntos fundamentales mencionados, en la fase bélica de 1939-1945, por cuanto la fase gradualista, por su propio contexto, fue conocida por Occidente y lo único que cabría dilucidar es si desde la óptica del análisis de inteligencia era factible prever el Holocausto con los hechos históricos conocidos en esa fase. Plantearemos qué era conocido y qué no era y también expondremos porqué si se conocían datos e informaciones, no hubo intervención militar que impidiera sobre todo la fase “industrial” del genocidio. En concreto, tal como hemos dicho, nos centraremos en los siguientes hechos relativos al Holocausto. - los guetos. - la adopción de la decisión del exterminio o “Solución Final”. - la actuación de los Einsatzgruppen. - la conferencia de Wannsee. - la operación Reinhard, los campos de concentración y exterminio y el emblemático campo de Auschwitz, como símbolo universal del Holocausto. - una aproximación al papel de la inteligencia aliada, en concreto la británica y la OSS norteamericana. Los Guetos A mediados de 1940, más de medio millón de judíos polacos vivían hacinados en guetos. La información de inteligencia obtenida a través de diplomáticos -especialmente latinoamericanos- indica que la vez primera en que la OSS conoce las características de los guetos y más específicamente el de Varsovia, es en torno a octubre de 1940. RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 65 Parece, sin embargo, que las informaciones llegan a la inteligencia aliada lentamente, quizá porque los guetos tenían una finalidad de aislamiento absoluto de los judíos y se situaban en zonas ocupadas por los alemanes y por tanto, con una enorme dificultad de huida fuera del gueto y de Polonia –fundamentalmente- a un territorio seguro. Por consiguiente, la información que se obtiene en un primer momento es en base a los cables descifrados por la inteligencia británica a través de diplomáticos, pero luego poco a poco por otros medios. En este sentido podemos indicar que de los datos consultados, es a fines de 1943 cuando la OSS consigue información de diplomáticos americanos en Suiza que reproducen informaciones obtenidas de judíos huidos del gueto2. Por otro lado, la información de que los habitantes de los guetos están siendo trasladados a campos de exterminio, -a partir de septiembre de 1941es conocida por la inteligencia aliada en noviembre de 1941, a consecuencia de los cables de la diplomacia chilena. Para la OSS, el informe de 28-61942 le aporta una información demoledora, al establecerse que “Alemania no persigue a los judíos. Los extermina sistemáticamente”3 y que son los guetos de Cracovia, Lvov, Lublin, Radom y muy especialmente Varsovia los principales centros de eliminación pasiva de judíos4. La Adopción de la Decisión del Exterminio o “Solución Final” En este ámbito jugó un papel clave la inteligencia y la clase política británica; la OSS norteamericana fue también un elemento a tener en cuenta, algo más secundario7. Si los historiadores sitúan entre diciembre de 1940 y marzo de 1941 la decisión clara y precisa de proceder al genocidio en masa, los documentos de la inteligencia británica hoy desclasificados ubican el conocimiento del genocidio en zona soviética también en 1941. La clave fue el centro británico de inteligencia de Bletchley Park, que descifró los códigos alemanes, así como también la infiltración en el ministerio de exteriores chileno. 66 Botaina- Servicios de Inteligencia En este último caso, el proceso es poco conocido por los historiadores pero altamente importante, lo que acredita que la labor de inteligencia es fundamental porque un pequeño dato o un individuo de relevancia escasa pueden aportar al análisis una información fundamental. Los diplomáticos latinoamericanos eran, muchos de ellos, filo nazis manipulados por el SD6, destacando el cónsul chileno en Praga, Gonzalo Montt7 (Calvi, 2005), considerado por el servicio alemán como “uno de los nuestros”. Sin otra legación abierta en Praga, el cónsul chileno era el único observador diplomático extranjero (Schellengerg, 2005). En este sentido, el cónsul informó a su Ministerio en Santiago del inicio de la campaña contra la Unión Soviética y comunicó las actuaciones de los Einsatzgruppen y de las masacres en los países bálticos; él mismo visitó el gueto de Varsovia en septiembre de 1941 y transmitió datos sobre las medidas administrativas preparatorias del Holocausto. La inteligencia británica conocía toda esta información en tiempo real y fue transmitida a la OSS, aunque siempre con retraso de tres a cinco meses. La fuente infiltrada se desconoce y en los archivos de la OSS consta como “fuente muy secreta”. En todo caso, los cables del cónsul fueron una de las primeras fuentes de información al inicio del Holocausto y si bien la CIA ha desclasificado la información, no así lo ha hecho el MI-6 británico, y ello es así, en opinión del investigador Richard Breitmann para proteger aún hoy una fuente que debía estar enclavada en el corazón mismo del Ministerio chileno de Exteriores, salvo que fuera también otra la razón: que ya en ese momento los británicos hubieran podido descodificar las comunicaciones entre el cónsul y Santiago de Chile, que se encriptaban a través de los sistemas alemanes (Breitmann, 2005). Ello nos lleva a una segunda cuestión8: el servicio británico consiguió “romper” los códigos de la policía alemana sobre la cuestión judía en julio de 1941, con la colaboración de oficiales de inteligencia franceses huidos tras la ocupación de su país. En el lado negativo, la caída de Francia supuso una pérdida significativa de la capacidad de interceptar mensajes. Según esta información, ya desde diciembre de 1940 se obtenía información de inteligencia sobre campos de concentración y en julio de 1941 la sección militar del oficial John Tiltman poseía un número considerable de lecturas sobre mensajes policiales alemanes de Rusia. El 18 RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 67 de julio de 1941 la inteligencia británica tuvo conocimiento del exterminio de más de 1100 judíos así como de ejecuciones de partisanos. Pero no parece que los informes facilitados por la sección de John Tiltman al MI14 -servicio de investigación de inteligencia militar- fueron tomados con mucho interés, si bien consta que aun así durante toda la guerra se emitieron informes periódicos semanales sobre operaciones policiales en el frente ruso. Los hechos acontecidos en las zonas ocupadas, y en especial Polonia, fueron transmitidos a la inteligencia aliada, en especial la británica. De hecho, la propia BBC emitió un programa sobre el exterminio de los judíos en 19429. ¿Por qué en ese momento inicial del Holocausto los informes de la inteligencia, especialmente británicos, no fueron tomados en consideración por el Gobierno? Las opiniones son diversas, algunas enmarcables en el ámbito de inteligencia y otras con consideración política, cuestión sobre la que volveremos más adelante: a) algunos autores aún afirman que hasta 1944 no se tuvo un conocimiento claro de la magnitud de la tragedia, opinión que nos parece refutable. Más bien la clase política británica era insensible al tema y el sector favorable al pueblo judío, como Churchill, estuvo siempre en minoría a lo largo de la II Guerra Mundial (Neville, 1999, p. 66). b) un grupo de analistas plantea que la opinión pública no hubiera dado fe a estas informaciones, vista la magnitud de los hechos que poco a poco se iban conociendo, tesis que más bien puede tener un valor justificatorio de la inacción, pues la aportación de pruebas irrefutables hubiera diluido lo que algunos pretendían entender como “propaganda judía” exagerada para conseguir ayuda. c) finalmente, algunas fuentes defienden que el conocimiento del inicio del Holocausto a través del descifrado de las claves alemanas aportaba nada o muy poco a la causa bélica y por el contrario hubiera permitido a alemanes descubrir que su cifrado había sido descubierto y por tanto poner en grave riesgo la estrategia aliada para ganar la guerra. Quizá ello sea lo más plausible y así la comunidad judía quedó subordinada a las necesidades militares. 68 Botaina- Servicios de Inteligencia La Actuación de los Einsatzgruppen. Tras el ataque alemán a la Unión Soviética, aparece la actuación de los Einsatzgruppen, con la misión de asesinar el mayor número posible de judíos. El método “ordinario” de los Einsatzgruppen suponía la eliminación física rápida de todos los judíos –y no sólo ellos- una vez ocupados sucesivamente a los pueblos a donde llegaban. La actuación de los Einsatzgruppen es un elemento importante en el Holocausto, porque claramente demuestra la voluntad genocida. Las informaciones que hoy se conocen de esa actuación coinciden exactamente con los informes de inteligencia británica. Por consiguiente, los aliados conocían esa circunstancia, pero constatada la misma, el servicio británico en especial lo asume y decide dejar de informar al gobierno, salvo petición expresa. Según un informe interno de Bletchey Park “el asesinato de judíos por la policía es un hecho probado; en consecuencia no nos proponemos continuar elaborando informes sobre estas carnicerías en especial para el primer ministro, salvo petición expresa”10. En cuanto a los norteamericanos, a la OSS llegó un informe de fecha 7-11-1942 del que no caben dudas sobre el alcance del Holocausto11. ¿Cuál es la razón de que la inteligencia británica tuviera un fácil acceso directo a las actuaciones de los Einsatzgruppen, mientras que en otras fases del Holocausto el acceso fuera más complejo? La respuesta es sencilla. Los oficiales de transmisión de la policía de orden y otras fuerzas que componían los Einsatzgruppen no eran oficiales jóvenes, pues mucho de los cuales ya habían servido en la I Guerra Mundial12. Los métodos de transmisión de estos grupos no cambiaron y por ello no utilizaron el sistema Enigma que sí empleaba el RSHA y el Ejército alemán; el método de la policía no era especialmente complejo, más bien simple. Según los analistas de la inteligencia británica, los alemanes no parecieron percibir el alcance de la vulnerabilidad de los códigos de la policía y de los Einsatzgruppen13, si bien cabe plantearse si también ayudó una combinación de arrogancia y subestimación del enemigo por parte de unos alemanes victoriosos y exultantes en su avance imparable hacia el Este. RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 69 La Conferencia de Wannsee Pocos dirigentes nazis conocían los preparativos del Holocausto que se articularían en Wannsee. Sin embargo, dos meses antes, la inteligencia aliada había obtenido ya informaciones sobre la irreversibilidad del genocidio judío En todo caso, la inteligencia aliada tuvo conocimiento del resultado de la Conferencia en el mismo enero de 1942 y los británicos optaron por no publicitar el hecho y se obvió su anunció a resultas de que se “confirmara”. Sólo en noviembre de 1942 se dio luz pública de esta información en EE.UU (Marrus, 1987, p.161). La información llegó a la inteligencia aliada a través de un mensaje del secretario del Congreso Mundial Judío Gerhart Riegner que lo transmitió inicialmente al diputado laborista judío Sydney Silverman. Éste lo remitió al Ministerio de Exteriores británico. En realidad, la información transmitida se refiere a la Conferencia de Wannsee y no al exterminio propiamente dicho, pero parece evidente que cualquier servicio de inteligencia podía ya prever que los resultados de la Conferencia concluirían en un genocidio masivo. Los Campos de Concentración y Exterminio, la Operación Reinhard y el Campo de Auschwitz-Birkenau. Es uno de los elementos centrales de cualquier aproximación al fenómeno del Holocausto y al papel de los servicios de inteligencia: ¿cuándo fue conocido el funcionamiento de la Aktion Reinhard, los campos de concentración y exterminio y la existencia de Auschwitz? Deducimos de los informes consultados que los británicos tenían conocimiento muy preciso de todo ello y también los norteamericanos, si bien la transmisión de datos de inteligencia hacia el otro lado del Atlántico se demoraba siempre, algunos meses. Sobre ello hay algunas contradicciones, pues tradicionalmente se ha afirmado que algunos informes conseguidos por desclasificación en Bletchley Park no eran 70 Botaina- Servicios de Inteligencia transmitidos, aunque la lectura más reciente de archivos de inteligencia demuestra lo contrario. Así, la Aktion Reinhard dirigida por Heydrich era conocida en Bletchley Park. En septiembre de 1942 hay constancia en los informes de inteligencia británicos por vez primera de la Aktion Reinhard y de que no se trata sólo de una operación circunscrita a Bohemia-Moravia. En octubre de 1942 se descodifican mensajes del comandante de Auschwitz sobre los transportes de judíos al campo. Por tanto, hay baile de cifras en cuanto a los años. Algunas monografías consultadas indican que de forma detallada se sitúa el conocimiento por parte de la inteligencia aliada de la situación en Auschwitz en el año 1944, a través de dos judíos eslovacos huidos en abril. El informe que se elaboró era muy completo: es el “Informe Protocolos de Auschwitz” o “Informe Vrba-Wetzler” –en honor a sus autores-. Según los datos hoy conocidos, el informe llegó al Departamento de Estado norteamericano en junio de 1944. Sin embargo parece claro que los británicos dos años antes como mínimo habían ya conocido la envergadura de lo que acontecía en ese campo, sin lugar a dudas, y también la OSS. Dado el carácter simbólico –y algo más-, que implica Auschwitz, vamos a detenernos en el proceso de obtención de inteligencia sobre este campo. Adelantamos que los servicios de inteligencia llevaron a cabo eficazmente su función, si bien las decisiones políticas impidieron cualquier actuación militar al respecto. La Inteligencia Aliada frente a Auschwitz-Birkenau. Algunas voces –incluida la CIA en la etapa del Presidente Reagan- han mantenido durante décadas que el genocidio allí llevado no se conoció en toda su magnitud hasta 1944. Sin embargo, Auschwitz era una inmensa instalación formada por diversos campos de concentración, a 43 km. al oeste de Varsovia y en donde encontraron la muerte entre 1,5 y 2,5 millones de seres humanos. Aproximarnos a la cuestión obliga a formularnos tres preguntas: ¿Era factible ocultar tal tragedia por parte de los nazis? ¿Qué conocían los RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 71 aliados? ¿Qué repercusiones hubiera tenido para la acción militar el conocimiento público del genocidio “industrial” de Auschwitz? A la primera cuestión, debemos responder que la dimensión histórica impide creer que Auschwitz pudiera ocultarse, pese a estar situado en plena zona polaca ocupada. Por tanto procede responder a cuál fue la evolución del conocimiento de Auschwitz en base la información de inteligencia de los aliados. Auschwitz es el fruto de muchos caminos entrecruzados. A nuestros efectos, no podemos deslindarlo de la sorprendente resistencia del Ejército soviético al avance alemán, que obligó a desviar fuerzas encargadas de asesinar judíos al frente ruso. Ello se constata en los informes de inteligencia interceptados por los británicos, donde se acredita que durante el 1942 disminuyen los informes sobre ejecuciones masivas de judíos, a diferencia de lo que acontecía en otoño de 1941. Por otro lado, la ideología cede en parte ante la necesidad de la guerra y ante la ausencia de mano de obra, Hitler autoriza –en informaciones decodificadas por la inteligencia británica- el uso del trabajo de los judíos aptos para labores físicas. El conflicto surge y la inteligencia británica intercepta las quejas del comandante de Auschwitz solicitando que los convoyes de judíos dirigidos al campo no se detengan en su camino (Breitman, 2005)14. Un elemento que impide en los primeros momentos conocer el alcance de la tragedia de Auschwitz –y de los campos en general- es que a diferencia de la policía del orden (Orpo), que utilizaba una codificación antigua –conocida por la inteligencia británica-, las SS utilizaban la máquina de codificación Enigma. Los británicos empezaron a descodificar el sistema Enigma a partir de 1940, en mayor o menor grado, pero no deseaban que ello se supiera. Por ello precisamente, Auschwitz no permanecía ya “oculto” a los ojos de la inteligencia aliada15. Los informes sobre Auschwitz facilitados por la inteligencia no motivaron ninguna intervención militar. En concreto se puede acreditar datos muy significativos: - una vez conocidos los informes de inteligencia, numerosas voces gubernamentales solicitaron una actuación militar contra el campo o más expresamente contra las vías de tren que servían de acceso. 72 Botaina- Servicios de Inteligencia - la respuesta de las autoridades militares fue que ello suponía una “dispersión” de recursos militares muy necesarios para el desembarco de Normandía, afirmación que es altamente cuestionable, dado que en agosto de 1944 la aviación norteamericana destruyó el complejo industrial IG Farben, muy cercano a Auschwitz, pero no atacó el campo. - esa misma acción militar reporta a la inteligencia aliada fotos muy precisas tomadas desde los aviones de las instalaciones crematorias de Auschwitz-Birkenau. Uno de los debates más intensos que ha habido ha sido hasta qué punto desechar la información de la inteligencia aliada para destruir las cámaras de gas y hornos crematorios fue una acción justificada por razones militares, en un debate que no parece cerrado y sobre el cual volveremos en las próximas páginas. La Inteligencia Norteamericana y Británica: la OSS, el Servicio Británico y el Holocausto Hemos ya planteado en puntos anteriores diversos aspectos de la cuestión. Aquí sólo quisiéramos resaltar que los datos conocidos hoy en día –y los que seguirán conociéndose en el futuro- producen una quiebra entre lo que los responsables de lA OSS decían saber años más tarde al Holocausto –ya como CIA- y la realidad. En la década de los 80, William J.Casey, director de la CIA bajo la presidencia Reagan y antiguo miembro de la OSS afirmó que “no comprenderé jamás como, con todo lo que se sabía de Alemania y de su máquina de guerra, nosotros sabíamos tan pocas cosas sobre los campos de concentración y la amplitud del Holocausto”, reiterando que la OSS conocía de manera general la persecución de los judíos y de la represión y brutalidad que sufrían, también en los campos, “pero nadie o casi nadie no conocía la amplitud de lo que sucedía”, si bien también afirmó que cuando se recibían informes sobre la cuestión, eran orillados por que la política de EE.UU y Reino Unido era concentrarse exclusivamente en la derrota del enemigo (Calvi, 2005, p.31). Esta tesis es defendida también por integrantes de la OSS, como Arthur Schlesinger, responsable de Inteligencia y Análisis RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 73 (I&A), en cuyas Memorias afirmó que fue en verano de 1944 cuando se recibieron las informaciones más crudas sobre el genocidio (Schlesinger, 2008). ¿Es cierto? Un dato significativo a nuestro juicio: frenar el Holocausto no fue una prioridad para los norteamericanos. El objetivo era ganar la guerra. Es relevante que los informes más elaborados sobre el tema fueron precisamente efectuados por jóvenes analistas judíos de la sección I&A (Abraham Duker y Charles Irving) que reconocen su indignación porque “no interesa la destrucción de los judíos de Europa” (Calvi, 2005). En resumen, la desclasificación parcial de documentos de la OSS bajo la presidencia Reagan, acreditaría que el conocimiento real se situaría en el periodo 1944-1945. Sin embargo, este dato es incorrecto, una vez bajo la presidencia de Clinton se dictó la Nazi War Disclosure Act de 1998, que fechar exactamente cuando la cúpula del gobierno norteamericano conoció todos los hechos del Holocausto. Como ya hemos podido indicar antes, los documentos desclasificados sitúan un conocimiento certero a partir de la primavera de 1941, en línea a la información obtenida a través de la infiltración en la diplomacia chilena. Los informes de la OSS de 1942 acreditan un conocimiento detallado de los guetos, de los Eisentzgruppen y también de los campos. La misma reflexión debe efectuarse de los británicos. El investigador Richard Breitman reitera lo antes dicho: “ningún documento, por importante que el fuera, no habría podido cambiar la percepción dominante en el interior de los nuevos servicios secretos americanos: ellos debían concentrar sus medios en ayudar a ganar la guerra”. En todo caso, la inteligencia norteamericana distribuye selectivamente la información sobre el Holocausto y es destacable que Henry Mongenthau, judío y secretario del Tesoro es objeto de información censurada sobre el genocidio. Por otro lado, debe entenderse la particularidad de los avances que se hacían en el centro de inteligencia de Bletchley Park, antes ya comentados. Hoy en día puede afirmarse que el servicio británico tenía muy buena información sobre la marcha del Holocausto y de hecho parece ser que en 1943 la expresión “Solución Final” es interceptada por el centro británico16. 74 Botaina- Servicios de Inteligencia ¿Por qué razón Blechtley Park y la dirigencia política británico adoptaron una actitud de no transmitir al mundo la información obtenida? ¿Por qué los norteamericanos también optaron por esta vía? Aunque son muchos interrogantes que sobre una guerra siempre acontecen y más cuando hablamos de fuentes de inteligencia, parece evidente que norteamericanos y británicos querían a toda costa salvaguardar sus métodos de inteligencia, descifrado, etc. de cualquier sospecha por parte de los alemanes y evitar sacrificar la finalidad esencial que era ganar la guerra. El destino de los judíos, o mejor dicho, dar a conocer lo que acontecía en esa época, era secundario; es más, aunque algunos dirigentes mostraran su absoluto rechazo al genocidio (Churchill) imperó la lógica pragmática desde la perspectiva de la inteligencia. En concreto, creemos que diversos son los elementos a tener en cuenta: - en verano de 1941, Blechtley Park intercepta constantes comunicaciones sobre asesinatos en masa, aunque con terminología ambigua –propia del Holocausto-: “bandidos judíos”, “judíos bolcheviques”, etc. Sin embargo, pese a los eufemismos, hay informes que acreditan auténticas “competiciones” entre dirigentes de las SS para obtener un mayor número de judíos asesinados. - el salto cualitativo del papel de Bletchley Park se produce con Churchill de primer ministro. Nombrado en mayo de 1940, Churchill recibe cada día una síntesis de las escuchas de su centro de inteligencia. - un dato que puede permitir establecer la razón de la prudencia en el anuncio al mundo del Holocausto lo debemos encontrar una vez más, en un doloroso pragmatismo que se concreta en el discurso de Churchill a los británicos de 24 de agosto de 1941. En él se refiere a “muertes en masa”, “ejecuciones a sangre fría perpetradas por tropas de la policía alemana contra patriotas rusos...” “estamos ante un crimen en masa”, entre otras afirmaciones. Este discurso es ambiguo y la razón radicaría en que se omitieron las acciones ya conocidas de genocidio en base a que descifrado el código Enigma, ello no quería publicitarse, por lo que sólo se dio información cifrada por los códigos policiales previos a la II Guerra Mundial. En conclusión, autocensurándose, Churchill protegía el dato de que se habían descifrado sistemas modernos de los alemanes y sólo se RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 75 transmitió en el discurso información que los propios alemanes podían deducir estaba cifrada en códigos antiguos. En este sentido, se ocultó expresamente el dato obrante en su poder del asesinato ya consumado de un millón de judíos –cifra por cierto inexacta en ese momento-17. Pese a la autocensura, los alemanes dudan y la orden inmediata es establecer el carácter secreto de los asesinatos18, lo que supone a nuestro juicio que para Alemania el genocidio sí formaba parte de todos sus planes globales de guerra. Este mismo mensaje de alerta es interceptado en Bletchley Park y aunque los alemanes cambian los códigos y apuran los eufemismos (el vocablo “ejecución” es sustituido por el término “acciones según las reglas de la guerra”) tanto los británicos como los norteamericanos –en menor medida- continuaron conociendo el rumbo del Holocausto. Debe añadirse además, que con el fin de proteger la información de que se había obtenido la decodificación de las claves, el “pragmatismo” político permitió otras acciones de guerra con víctimas civiles incluso británicas, como el bombardeo de Coventry en noviembre de 1940 y no se atacaron frontalmente a los submarinos U-2 durante el bloqueo del Reino Unido. Literalmente, “cada vez que los alemanes cambiaban sus códigos, Bletchley Park permanecía sordo y mudo y no podía comunicar al Estado Mayor aliado la evolución militar alemana”(Calvi, 2005, p.53). Respuesta parecida en el otro lado del Atlántico: los informes no fueron tomados especialmente en cuenta. Ello se traslada también al interés de la prensa de EE.UU sobre el Holocausto, inicialmente muy escaso. El Departamento de Estado se esfuerza en impedir que haya filtraciones, cuanto menos hasta finales de 1942, con una política dirigida a retener informaciones bajo el pretexto de “ausencia de información”19. La conclusión final es que para la inteligencia británica informar al gobierno sobre el genocidio ya no tiene valor añadido: se considera asumido como un “hecho cotidiano” que no precisa ser transmitido a la autoridad política, salvo petición expresa. Todo ello sin olvidar que en 1941 el MI-6 es de hecho el único servicio centralizado y eficaz, mientras los norteamericanos están construyendo aún el suyo. En este sentido, se deduce que las informaciones sobre el Holocausto, por diversas razones, podían desviar la atención de la opinión pública sobre 76 Botaina- Servicios de Inteligencia la guerra en sí misma y también quizá obligar moralmente a una actuación militar sobre el genocidio; una presión sobre el Presidente Roosevelt que los aliados no estaban dispuestos a asumir. El objetivo era ganar la guerra, aun a costa de la muerte de millones de judíos. Como colofón de lo dicho, debemos resaltar que pese a la voluntad de EE.UU de ocultar los datos, el subsecretario Sumner Welles filtra al rabino Wise, en Berna -octubre de 1942-, las informaciones habida cuenta que el primero no puede publicitarlas; al día siguiente Wise convoca una rueda de prensa en Berna e informa. La reacción oficial del responsable de refugiados del Departamento de Estado Robert Border Reams es elocuente: “Estos informes no están confirmados. Es imposible de obtener confirmación de lo que proviene de los países ocupados por Alemania. Es incontestable que los judíos en Europa están oprimidos; es cierto que un número considerable de judíos han muerto de una manera o de otra tras el inicio de la guerra. Que el número de muertos sea de numerosas decenas, o millares, o como el informe afirma, de millones, no desvía nuestro principal problema. Nuestra principal consideración es ganar la guerra; cualquier otra consideración debe quedar subordinada a ello”. Digamos como conclusión final que la política prevaleció, pero la inteligencia había hecho su tarea, sin lugar a dudas. También es cierto que la información de inteligencia, filtrada, forzó la política. Pese a declaraciones como las anteriores, la comunidad judía norteamericana se movilizó y Roosevelt se vio obligado a reunirse con el rabino Wise. La respuesta presidencial fue clara: “no sabemos qué medidas adoptar para impedir la destrucción de los judíos en Europa” (Calvi, 2005). En la reunión, celebrada el 8-12-1942, los dirigentes de la comunidad judía piden al Presidente un comunicado oficial denunciando la masacre, a lo cual Roosevelt accede pese a las numerosas objeciones del Departamento de Estado y la oposición del Foreign Office británico. Así, EE.UU, el Reino Unido y otros aliados anuncian al mundo el Holocausto: es el 17 de diciembre de 1942, esto es, 18 meses después de los informes sobre los Einsatzgruppen y del cónsul de Chile y 7 meses después de los primeros artículos de prensa sobre el Holocausto. Pero el anuncio no puede aún incorporar la enorme tragedia que se avecinaba en los años siguientes, entre 1943 y 1945. RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 77 Conclusiones Sin ánimo de exhaustividad, creemos oportuno plantear algunas consideraciones finales respecto a lo expuesto anteriormente. 1.- Desde el inicio hasta el momento actual de nuestro trabajo de investigación, hemos experimentado una relativa evolución en nuestra perspectiva del papel de los servicios de inteligencia ante el Holocausto aunque confirmándose nuestra intuición inicial: se trata de uno de los eslabones del genocidio escasamente estudiados y cuando lo ha sido, de manera fragmentaria y desde la perspectiva de los historiadores fundamentalmente, pero en muy pocos casos desde la disciplina de la inteligencia. Así, nos ha sido prácticamente imposible localizar reflexiones o planteamientos sobre la inteligencia aliada en los años del gradualismo y ello que es evidente que aquella estaba muy alerta y elaboraba sus informes de inteligencia de gran calidad planteando una posible catástrofe. 2.- Lo anterior nos permite aproximarnos a otro planteamiento, que supera los contornos del Holocausto: el papel de la inteligencia frente a los genocidios y crímenes contra la Humanidad. ¿Qué preveían los analistas de inteligencia franceses ante el genocidio tutti acaecido en 1994 en Ruanda por ejemplo? Incluso más recientemente, por ejemplo, ¿qué análisis se hicieron sobre el régimen libio de Gaddafi o sobre la reacción del régimen de Siria ante el hundimiento del sistema? En resumen, a nuestro juicio entendemos que la disciplina de la inteligencia tiene mucho que decir ante estas situaciones extremas, máxime cuando ya acumulamos una larga experiencia que nos permite, más que nunca, prever y analizar situaciones de este tipo. Actualmente, un país que promulgara una legislación como la alemana de discriminación racial de 1935 (Leyes de Nüremberg) ya no podría pasar desapercibido a ningún servicio de inteligencia en cuanto a la evolución de ese país hacía una hipotética catástrofe y cuesta comprender que ello no se percibiera en su momento. 78 Botaina- Servicios de Inteligencia 3.- En cuanto en concreto al Holocausto y la inteligencia aliada, queremos plantear algunas conclusiones, a modo de síntesis también. a) en primer lugar, más allá de los debates de los historiadores intencionalistas o funcionalistas, parece claro que un análisis de inteligencia adecuado llevado a cabo antes del ascenso del nazismo al poder y durante los años del gradualismo (1933-1939) –que no hemos incorporado a este artículo- no podría dejar pasar como posible la catástrofe que se avecinaba. Ya antes del estallido del conflicto bélico en 1939, los nazis habían tomado una decisión, la expulsión del pueblo judío de su territorio presente y futuro. Nadie puede negarlo, pues todo acredita que los judíos eran los enemigos raciales e internacionales de la Alemania nazi. Cuestión distinta es entender que ya hubiera, en ese periodo gradualista, un plan específico para la “Solución Final”. Al respecto, la respuesta podría ser parcialmente negativa, entendida la “Solución Final” como el asesinato masivo de todos los judíos europeos. Muy posiblemente, vistos los informes de inteligencia aliados, el exterminio como opción –la única- que la cúpula nazi ve factible era constatable, ante la imposibilidad de una “reubicación” geográfica. En nuestra opinión, el genocidio debía ser ya una de las conclusiones más factibles de un análisis de inteligencia, junto a otras alternativas de menor posibilidad, a partir de 1933 e incluso antes, pero sin duda a partir de 1939. b) los aliados tuvieron pleno conocimiento a través de su inteligencia del papel de los Einzensgruppen y, especialmente luego, el asesinato metódico de judíos en los campos y que alcanza un nivel “industrial” durante el segundo semestre de 1942. En todo caso, en el futuro será importante analizar las comunicaciones entre las fuerzas alemanas en territorio soviético y Berlín, y viceversa, dado que muchas de ellas han sido desclasificadas en la última década, lo que permitirá estudiar las prácticas del nazismo en el exterminio pero a su vez la obsesión por mantener en secreto la Solución final, así como la capacidad británica para interceptar estas comunicaciones. RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 79 c) no puede obviarse en este proceso, sin duda, la respuesta aliada frente a las informaciones que la inteligencia suministraba a la clase política. En este sentido, debemos señalar que el papel de Churchill y Roosevelt fue clave y su entorno político también y que la contradicción entre el pragmatismo y la “razón de estado” –ganar la guerra- y dar a la luz pública el drama del Holocausto –que posiblemente hubiera obligado a desviar esfuerzos bélicos para evitarlo- justifica la que podríamos denominar hipocresía oficial. Nadie puede negar, sin embargo, que ambos líderes estuvieron absolutamente comprometidos en vencer al nazismo –aquí no cabe ninguna “teoría de la conspiración”-, pero de todo el material consultado, puede concluirse que si bien individualmente contemplaron con horror el Holocausto, como políticos optaron por dar prioridad a la estrategia diplomática y militar antes que tomar decisiones contundentes para salvar a los judíos. Tampoco deben dejarse orillarse otras razones aunque puedan parecer menores. En primer lugar, una cierta tendencia a no creer los informes tan apabullantes en número de cifras que la inteligencia aliada suministraba; hemos podido constatar cierta incredulidad dado el antecedente en la I Guerra Mundial, según el cual los alemanes transformaban en productos químicos a cadáveres belgas y franceses, que resultó falso. La resistencia a una manipulación de la opinión pública, en base a exageradas informaciones creadas por la resistencia judía y polaca con el fin de conseguir ayuda no debe descartarse20; pero también otros factores menos “prudentes”: la hostilidad hacia los judíos existente entre una parte de la élite británica no ayudó, pero también un factor mucho más desgraciadamente pragmático, el miedo de EE.UU pero sobre todo el Reino Unido a que la Alemania nazi y los países satélites liberasen repentinamente a un gran número de judíos a los que los aliados forzosamente deberían acoger a la vez que mantener el esfuerzo de guerra. Anthony Eden –“ministro de exteriores” británico de 1939 a 1945- afirmó que cualquier medida aliada para salvar judíos podría suponer que “Hitler desee que acojamos a todos los judíos”, factor que horroriza a los dirigentes 80 Botaina- Servicios de Inteligencia británicos por lo que supone en cuanto al curso de la guerra (Martin de Pozuelo, 2012)21. d) no parece que la información facilitada por la inteligencia aliada sirviera para ninguna actuación militar específica para mitigar lo que sucedía. Más allá de la declaración oficial de 17-12-1942, bajo presión de los judíos norteamericanos, poco puede añadirse o cuanto menos no hemos podido conocer. Los británicos gozaban de mejor información que los norteamericanos y éstos una mayor potencia bélica que los primeros; pese a ello la OSS comprendió la dimensión de la tragedia, pero no antes de finales de 1942. En este sentido, la existencia de analistas judíos en la OSS permitió que esa área de la inteligencia se mantuviera activa. Sin embargo, la OWI -oficina para la información de la guerra- durante mucho tiempo evitó informar sobre el Holocausto y el Departamento de Estado, de forma mayoritaria, no deseaba implicarse en la cuestión. Sólo con la creación de la Oficina de ayuda a los refugiados de guerra, que cooperó con la OSS, desbloqueó el conocimiento público del genocidio en masa. e) en cuanto a los británicos, la cuestión es mucho más compleja. Muchos documentos todavía no son accesibles. Rubinstein afirma que nada hubieran podido hacer los aliados para frenar el Holocausto, ni tan siquiera a través de la elaboración de proyectos de ayuda para el rescate de judíos, dada la rigidez en que se envolvía la vida de los judíos bajo el dominio nazi. Discrepamos de esta tesis, por cuanto la oficina americana de ayuda a los refugiados obtuvo fracasos, pero también éxitos completos o parciales y se ha podido constatar que informaciones de inteligencia obtenidas por los británicos y usadas por los gobiernos respectivos aliados en forma de amenaza, mitigaron en algunos casos el genocidio en Hungría y en otros países, hasta el punto que se afirma que en Rumania se consiguió frenar los asesinatos22. ¿Los servicios de inteligencia frente al Holocausto? Aún hoy a mi juicio es una cuestión apasionante y que no está en absoluto cerrada. Se entrelaza la función de inteligencia, que fue altamente eficaz por parte de los RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 81 británicos en especial, con las decisiones políticas y la “razón de Estado”. La posición del OWI, siempre reticente a exponer los datos de inteligencia obtenidos, fue clara hasta el punto de construir una “conspiración de silencio” (Jewish Virtual Library, 2016, n.d.)23, de tal manera que en una misiva dirigida a su oficina en Londres en diciembre de 1944 aún afirmaba lo siguiente: Destacar las atrocidades que están siendo cometidas por los alemanes corre el riesgo de aumentar entre ellos el miedo, los sentimientos de culpabilidad y así también la voluntad de resistencia. Mostrar nuestra indignación moral no justifica los riesgos que podemos correr (Breitman & Kraut, 1998, pp. 201202)24 Y por supuesto, una de las mayores incógnitas aquí no analizadas: el conocimiento que tenía el Vaticano y en otro orden de cosas, la Unión Soviética. En conclusión, analizar el Holocausto desde la perspectiva de la disciplina de la inteligencia es acaso, hoy en día, uno de los eslabones que faltan en el estudio de aquél genocidio y que sirven para conocer el pasado pero quizá aún más importante, por lo que puede aportarnos para prever –y neutralizar- situaciones futuras que puedan suceder. Notas 1. La Oficina Central de Seguridad del Reich (Reichssicherheitshauptamt, abreviado RSHA) era el departamento gubernamental encargado de la seguridad del estado nazi. Oficialmente dependía del Ministerio del Interior, pero a efectos prácticos fue una organización controlada por las SS. La RSHA fue creada por Heinrich Himmler en septiembre de 1939, resultante de la fusión de la GESTAPO, el SD, la SIPO y la Kripo. El organismo fue disuelto al final de la Segunda guerra mundial, en 1945. 2. El informe enviado por el embajador de EE.UU en Suiza al Secretario de Estado se titula “el exterminio de judíos polacos contado por un testimonio ocular”. 3. Informe de 28-6-1942 dirigido a Allen Dulles, responsable de la OSS. 4. El informe de 28-6-1942 describe detalladamente la vida en el interior del gueto en base a informaciones obtenidas por judíos huidos. La descripción es muy precisa e incluye datos 82 Botaina- Servicios de Inteligencia sobre cuestiones accesorias (visita de Himmler a Varsovia). Hemos tenido acceso sólo a una parte del informe. 5. Recordemos que la OSS (Office of Strategic Services) se constituye formalmente tras la disolución de su antecedente el COI, el 13 de junio de 1942 y se nombra a Allen W.Dulles como uno de sus responsables. Fue el servicio de inteligencia exterior de EE.UU durante la guerra y antecesor de la CIA. 6. Abreviatura del Sicherheitsdients des Reichsführers-SS, servicio de inteligencia de las SS. 7. La ideología de Gonzalo Montt se evidencia cuando afirma que “incluso bautizado cristiano, un judío es un judío: el agua bendita puede limpiar el pecado original, pero no puede limpiar la inmundicia acumulada durante siglos en los guetos”. También los califica de “propagadores del comunismo, del bolchevismo y de otros vicios físicos y morales”. Fabricio Calvi: “Pacte avec le diable: les États Unis, la Shoah et les nazis”. Éditions Albin Michel, 2005, diversas páginas y en concreto, pág.42. 8. Información obtenida de los archivos de julio de 1941 del centro de Bletchey Park. http://www.bletchleypark.org.uk/content/archive/index/july1941.rhtm. 9. Emisión de la BBC de 2-6-1942, recogiendo las informaciones de la resistencia polaca de Varsovia, que había trasladado un representante a Londres para informar del genocidio. 10. No consta fecha del informe de inteligencia. 11. Documento original consultable en Nara RG 226, B 257, doc.27275. En el informe se señala la ignorancia sobre la fecha exacta de la decisión de Hitler de exterminar a los judíos pero se detalla con claridad que el genocidio es ya imparable. 12. El jefe responsable de la policía de orden ORPO era Robert Schlake, veterano de la I Guerra Mundial, que no ingresó en las SS hasta 1941. El responsable de las transmisiones de Himmler era Ernest Sachs, de 61 años. 13. Al respecto, Richard Breitman señala que para los oficiales de la policía la teoría era que una organización de grandes dimensiones un pequeño cambio de este tipo es rechazado instintivamente: “un especialista en criptografía podrá afirmar que un cambio de un solo número de teléfono en una gran organización puede sembrar el pánico”. Los oficiales de la policía estaban convencidos que cambiar el sistema en plena masacre supondría una parálisis por largo tiempo. Estas afirmaciones aparecen reflejadas en los mensajes decodificados de la policía alemana, entre 1 de octubre y 14 de noviembre de 1941, p.2 PRO HW 16/6 1ª parte. 14. Höss, comandante de Auschwitz, envió un mensaje a Eichmann solicitando que los convoyes de judíos no se detuvieran en las zonas polacas que requerían mano de obra, pues ello impedía ejecutar la Solución Final. Esta petición fue interceptada por la inteligencia británica. Vid., Richard Breitman: “Secrets officiels. Ce que les nazis planifiaient ce que les britanniques et les américains savaient”. Calmann-Lévy/Mémorial de la Shoah. Paris, 2005. 15. El descifrado del código Enigma permaneció en secreto tras la Guerra Mundial, pero es evidente que tal tarea ayudó en gran medida a ganar la guerra de una manera más rápida. A finales de los años 60 se conoció como había sido el proceso de conocimiento del sistema por parte de la inteligencia británica. En la cinematografía este hecho histórico aparece en toda su magnitud en la película de 2014 The Imitation Game, biografía sobre la personalidad del matemático y analista Alan Turing, figura clave en el descifrado de los códigos de la máquina Enigma, lo que sin duda ayudó a la victoria aliada frente a los nazis. En España fue estrenada bajo el título de Descifrando Enigma y en Latinoamérica como El código Enigma. RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 83 16. El centro interceptó una señal de un pequeño barco alemán de guerra en el mar Egeo con destino al puerto ateniense de El Pireo para la “zur Endlösung”, la Solución Final. Esta información fue analizada por el analista judío Walter Eytan, expresión que no fue comprendida en la dimensión de su significado, pero si intuida. 17. La síntesis del informe de inteligencia entregado a Churchill con fecha 12-9-1941 afirma: “las ejecuciones de judíos son absolutamente permanentes en todos los informes, por lo que hemos decidido omitirlas. Puede preguntarse si todos los ejecutados son judíos, pero las cifras son palpables y prueban una política de intimidación salvaje cuando no de exterminación total”. 18. El discurso de Churchill data de 24-8-1941. La orden del jefe de la Orpo en Berlín, Kart Daluege, alertando de riesgos a su policía es de 13-9-1941: el número de ejecuciones es un dato secreto que no debe caer en manos enemigas, instrucciones que sin embargo no fueron seguidas. 19. Nota de un funcionario del Departamento de Estado, fecha en 1943, reproducida por Fabrizio CALVI: “Pacte avec…”, ob.cit. 20. En este sentido se expresa el Coronel Hervé de Weck, en la revista militar suiza, edición de junio-julio de 2006. 21. Hervé De Weck, antes citado. El 23-3-1943 la Cámara de los Lores debate una moción del Arzobispo Temple que solicita que la Gran Bretaña acoja a todos los refugiados, moción rechazada por el gobierno al invocar las dificultades de abastecimiento y la falta de barcos disponibles, que son necesarios para la guerra. Entre 1933 y 1939, EE.UU acogió a unos 225.000 judíos, cifra que descendió a un 10 por ciento durante la guerra. Entre septiembre de 1939 y mayo de 1945 sólo 25.000 judíos alcanzan la Gran Bretaña. Canadá se distinguió por una negativa casi total a la hora de acoger refugiados, en especial debido a la oposición de la provincia de Québec. España es otro elemento a tener en cuenta y el rechazo a la oferta alemana de recibir una cantidad ingente de judíos. Al respecto, vid. Eduardo Martín de Pozuelo: “El franquismo, cómplice del Holocausto”. Ediciones La Vanguardia, Barcelona, 2012. Franco pudo salvar a decenas de miles de sefarditas, pero prefirió dejarlos morir, a pesar de los reiterados ultimátums alemanes que le advertían de las medidas extremas de que serían objeto. Eso sí, no se olvidó de reclamar las propiedades y el dinero de los deportados, considerados por tanto ciudadanos españoles en toda regla. 22. En este sentido, intervención de los judíos norteamericanos Fertig Perlzweig y Léon Kubowitz el 23-6-1944 en la American Jewish Congress. Datos publicados por la American Jewish Historical Society. Consultados en “Official Secrets”, versión inglesa de 1998. 23. Leon Kubowitzki, miembro del Servicio de Sabotaje del Congreso Mundial Judío, se refirió a una “conspiración de silencio” en el seno de la OWI, no modificada sino tras pasar un largo periodo de tiempo 24. Sobre los conflictos entre el OWI y la oficina de ayuda a los refugiados de guerra, puede consultarse la monografía de Richard Breitman y Alan M.Kraut: “American Refugee Policy and European Jewry”, Indiana University Press, 1988, págs. 201 y 202. 84 Botaina- Servicios de Inteligencia References Breitman, R. (2005). Other Responses to the Holocaust. In R. Breitman (2005). US Intelligence and the Nazis. New York: Cambridge University Press. Breitmann, R. & Kraut, A.M (1998). American Refugee Policy and European Jewry. Indiana: Indiana University Press Calvi, F. (2005). Pacte avec le diable: les États Unis, la Shoah et les nazis. Paris : Éditions Albin Michel Jewish Virtual Library. (2016). "Righteous Among the Nations": Schindler's List. Retrieved from https://www.jewishvirtuallibrary.org/jsource/Holocaust/Schindlersli st.html Marrus, M.R. (1987). The Holocaust in History. London: Penguin. Martin de Pozuelo, E. (2012). El franquismo, cómplice del Holocausto. Barcelona: Ediciones La Vanguardia. Mattäus, J. (2004). Operation Barbarossa and the onset of the Holocaust. In C.R. Browning. (2004). The origins of the Final Solution. The evolution of Nazi Jewish Policy, September 1939-march 1942, pp.244- 308. Nebraska: Ed.Lincoln. Neville, P. (1999). The Holocaust. Cambridge: Cambridge University Press. Roseman, M. (2002). La villa, el lago, la reunión. La conferencia de Wannsee y la solución final. Barcelona: RBA. Schellengerg, W. (2005). Al servicio de Hitler. Memorias del jefe del espionaje nazi. Barcelona: Belacqva de Ediciones. Schlesinger, A. (2008). Journals 1952-2000. London: Atlantic Books. RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 85 Nota del autor/a Autor: Xavier Boltaina. Profesor de la Facultad de Derecho de la Universitat de Barcelona. Contact Address: Diagonal Sud, Ensenyament de Relacions Laborals, Baldiri Reixac, 13, Pl. 2a. 08028 Barcelona. [email protected] . Instructions for authors, subscriptions and further details: http://recei.hipatiapress.com El Diálogo Interreligioso Como Herramienta para Desactivar el Prejuicio Racista Ana Burgués, Josep Lluís Condom, José Antonio Rodríguez, Rosa Maria Valls 1) Universitat de Barcelona, Spain Date of publication: April 1st, 2016 Edition period: April 2016- October 2016 To cite this article: Burgués, A., Condom, J.L., Rodríguez, J.A.; Valls, M.A. (2016). El Diálogo Interreligioso Como Herramienta para Desactivar el Prejuicio Racista. Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1), y 86- 111. doi: 10.17583/recei.2016.1900 To link this article: http://dx.doi.org/10.17583/recei.2016.1900 PLEASE SCROLL DOWN FOR ARTICLE The terms and conditions of use are related to the Open Journal System and to Creative Commons Attribution License (CC-BY). RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies Vol. 2 No. 1 April 2016 pp. 86- 111 Interreligious Dialogue As a Tool to Deactivate Racist Prejudice Ana Burgués Universitat de Barcelona Josep Lluís Condom Universitat de Barcelona José Antonio Rodríguez Universitat de Barcelona Maria Rosa Valls Universitat de Barcelona Abstract Our societies are characterized by a high cultural and religious diversity, a characteristic that continues to increase. This makes an enormous challenge in public space, understood as a space for interaction. The expression of discrimination on cultural and especially religious reason is one of the biggest challenges. The school appears as a space that offer great opportunities for this management. Therefore, the article has wanted to go in deep in the review of international scientific literature. First, identify the obstacles to make possible the management of the diversity. Second, we put the effort on the identification of the experiences and the international factors that are allowing the management of religious diversity. The interreligious dialogue emerges as a key factor to turn off the present prejudice between groups and promote coexistence in plural societies. Keywords: prejudice, laicity, interreligious dialogue 2016 Hipatia Press ISSN: 2014-900 DOI: 10.17583/recei.2016.1900 RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies Vol. 2 No. 1 April 2016 pp. 86- 111 El Diálogo Interreligioso Como Herramienta para Desactivar el Prejuicio Ana Burgués Universitat de Barcelona Josep Lluís Condom Universitat de Barcelona José Antonio Rodríguez Universitat de Barcelona Maria Rosa Valls Universitat de Barcelona Resumen Nuestras sociedades se caracterizan por una alta diversidad cultural y religiosa, característica que no deja de acrecentarse. Ello formula numerosos retos de gestión en el espacio público, entendido como espacio de interacción. La manifestación de discriminación por motivos culturales y especialmente religiosos es uno de los desafíos mayores. La escuela se presenta como un espacio con grandes oportunidades para esta gestión. Por ello el artículo ha querido profundizar desde la revisión de la literatura científica internacional identificando en primer lugar los obstáculos que existen para esta gestión. Y en segundo lugar se ha querido identificar las experiencias y factores que a nivel internacional están favoreciendo la gestión de la diversidad religiosa. Favorecer el diálogo interreligioso se erige como un factor clave para desactivar el prejuicio existente entre grupos y favorecer la convivencia en sociedades diversas. Palabras clave: prejuicio, laicidad, diálogo interreligioso 2016 Hipatia Press ISSN: 2014-900 DOI: 10.17583/recei.2016.1900 88 Burgués, Condom, Rodríguez, Valls– Diálogo Interreligioso L os resultados que aquí se presentan, proceden del proyecto Laïcitat multicultural i gestió de la diversitat religiosa als espais educatius [Laicidad multicultural y gestión de la diversidad religiosa en los espacios educativos], financiado por la Dirección General de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Catalunya durante el periodo 2014-15. El objetivo general del proyecto ha sido la detección de obstáculos para la convivencia así como, y especialmente, la identificación de acciones que favorezcan la gestión de la pluralidad religiosa y que posibilitan la convivencia. El proyecto ha constado de cuatro fases (estado del arte, análisis de casos, impacto político, difusión). El presente artículo se basa fundamentalmente en los resultados obtenidos de esta primera fase del proyecto, el estado del arte, a partir del análisis de la información. En consecuencia, a continuación se presentará la argumentación teórica existente en relación a la necesidad de gestionar la diversidad religiosa, y especialmente en espacios como el educativo. Manifestación del Prejuicio, ¿Es que ha Desaparecido Alguna Vez? La gestión de la pluralidad étnico- religiosa se hace necesaria en nuestras sociedades, y el crecimiento progresivo de la diversidad en el espacio público no está ausente de conflictos (Berger, 1999). La convivencia ha de estar fundamentada sobre el principio de igualdad de derechos entre los diferentes grupos culturales y religiosos. La igualdad solo puede estar garantizada si se acomoda la diferencia en su interior (Touraine, 1997). No obstante, actualmente se van produciendo periódicamente brotes de rechazo y violencia hacia determinados colectivos. Un reflejo de ello lo encontramos en la prohibición de símbolos religiosos identitarios, como ilustra el caso del referéndum suizo para prohibir la construcción de minaretes en la arquitectura del país alpino. Los colectivos que más discriminación sufren en Europa, y por este orden, son la comunidad Rom, la comunidad musulmana y la judía (Pew Research, 2014; ADL, 2015). La comunidad musulmana en el estado español es la comunidad religiosa más estigmatizada (Veinguer, Rosón, & RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 89 Dietz, 2011). El Islam es identificado con una naturaleza inmutable y opuesta a las sociedades occidentales (Göle, 2005; Said, 1991). El encuentro con el “otro” puede cuestionar nuestra cosmovisión, en consecuencia, el prejuicio en este marco se erige en un falso mecanismo que permite conservar la seguridad ontológica y racionalizar emociones como el miedo (Torrens, 2006), ofreciéndonos un argumento para excluir al “otro”. Existe una continuidad emocional del prejuicio a lo largo de la historia, pero hay una discontinuidad en su manifestación. Desactivarlo solo es posible si se toca la dimensión racional como la emocional (Wieviorka, 1998; Taguieff, 1987). El rechazo hacia la comunidad musulmana, que no es nuevo, actualmente se expresa en términos culturales (Flecha, 2001). Especialmente hacia la mujer musulmana que lleva el Hiyab, la cual se convierte en el centro del debate en Occidente. En primer lugar porque sirve como pretexto para señalar a la comunidad musulmana como sospechosa de reproducir relaciones de dominación de género, y en segundo lugar, por los obstáculos que se contraponen y que dificultan su participación en el espacio público de interacción (Göle, 2015). Uno de los factores que aumenta los estereotipos negativos hacia las personas musulmanas es el actual contexto de terror global y de “guerra contra el terror” (War on terror). Si esto se enmarca en un contexto de intolerancia religiosa alimenta los estereotipos hacia minorías religiosas (Potgieter, Van der Walt, & Wolhuter, 2014). En este contexto, cuando se producen hechos negativos en Europa o Estados Unidos, las personas musulmanas acaparan la atención de los medios de comunicación y de los discursos políticos. La mayoría de países occidentales ha desplegado equipos de investigación secretos que supervisan asociaciones, grupos y personas musulmanas para prevenir la amenaza del terrorismo (Ruyter & Merry, 2009; Hodge, 2011). 90 Burgués, Condom, Rodríguez, Valls– Diálogo Interreligioso Gestión de la Diversidad Religiosa: un Modelo Laico Plural El reto por tanto que se desprende para construir una vida en común es la necesaria conciliación entre la diversidad y pluralidad de identidades con la igualdad de derechos. Una de las dimensiones de esta diversidad identitaria existente en las personas puede ser la religiosa. Pero es especialmente esta dimensión la que genera mayor dificultad, en las distintas sociedades europeas, para gestionarla. En un primer momento, fue Francia la que adoptó la concepción más radical de laicidad con la ley de 19051 donde se excluye el reconocimiento de las tradiciones religiosas. Históricamente la laicidad emerge de una fuerza revolucionaria que reclama el derecho a la diferencia y con ello arrancar a la iglesia católica el monopolio de la verdad y del bien como muestra en 1791 el Informe Condorcet. Hoy nuestras sociedades se confrontan a nuevos retos para poder garantizar esta libertad. Esta concepción de laicidad queda obsoleta cuando aparece en 1989 el primer caso de pañuelo islámico1. Esta perspectiva deja visible que se trata de una concepción homogeneizadora de ciudadanía (Touraine, Wieviorka & Flecha, 2004). De allí la necesidad de reflexionar sobre la creación de una normatividad inclusiva e igualitaria que sea sensible y de cabida a la pluralidad existente entre sus ciudadanos/as (Habermas, 1999). Flecha (2004), refiriéndose a un modelo inclusivo de laicidad, indica el impacto positivo que tiene la presencia de personas con diferentes tradiciones religiosas y opciones de conciencia, para construir una sociedad más eficiente y creativa. Se refiere a la laicidad multicultural, que reconoce de forma igualitaria las diferentes identidades haciendo realidad la Declaración de los Derechos Humanos. No niega la diversidad en nombre de una igualdad homogeneizadora sino que está basada en el principio de la igualdad de las diferencias (…) Las diferentes prácticas y creencias religiosas se consideran de forma igual, independientemente de la posición social o el poder de las personas que las tengan (Flecha, 2004: 24). RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 91 Este modelo concilia la libertad individual y la igualdad como mecanismo para gestionar la diversidad religiosa y combatir el discurso del odio presente en toda Europa. En este sentido, el artículo pretende ahondar en la gestión de la diversidad existente en el espacio público, y especialmente centrando la atención en la dimensión religiosa por ser la que presenta en Europa mayores dificultades de aceptación. En el artículo, entendemos espacio público como todo aquel espacio de interacción entre las personas. En este sentido, la atención se centrará en el ámbito educativo por ser uno de los espacios privilegiados de nuestras sociedades en la creación de interacciones entre personas diversas. Además, la gestión de esta pluralidad no se debe únicamente a una cuestión de justicia hacía minorías religiosas y étnicas, sino que su gestión supone beneficios para toda la sociedad. En el espacio educativo además, como veremos, tiene un impacto en el éxito académico así como en la prevención de conflictos y la desactivación del prejuicio entre grupos. En definitiva, dado la creciente pluralidad de identidades en nuestras sociedades pero al mismo tiempo la complejidad que se desprende en su gestión, el artículo pretende identificar a nivel internacional aquellos elementos que dificultan la convivencia así como aquellos factores que la favorecen. El artículo centra la atención en los espacios educativos dado que se trata de lugares caracterizados por un gran número de interacciones plurales. Por ello, el artículo expone los principales retos y oportunidades que se presentan en los espacios educativos para gestionar la diversidad religiosa. Finalmente, se expone algunas aportaciones en otros espacios públicos. Metodología Los resultados proceden del proyecto Laïcitat multicultural i gestió de la diversitat religiosa als espais educatius [Laicidad multicultural y gestión de la diversidad religiosa en los espacios educativos], financiado por la Dirección General de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Catalunya durante el periodo 2014-15. El objetivo general del proyecto ha sido la detección de obstáculos para la convivencia así como, y especialmente, la identificación de acciones que favorezcan la gestión de la pluralidad 92 Burgués, Condom, Rodríguez, Valls– Diálogo Interreligioso religiosa y que posibilitan la convivencia. El proyecto ha constado de cuatro fases. El presente artículo se basa fundamentalmente en los resultados obtenidos de esta primera fase del proyecto realizada entre octubre 2015 y enero del 2016. En consecuencia, a continuación se presentará la argumentación teórica existente en relación a la necesidad de gestionar la diversidad religiosa, y especialmente en espacios como el educativo. En este sentido, los resultados que aquí se presentan parten de una revisión exhaustiva de la literatura científica existente publicada en primer lugar, en revistas internacionales indexadas, concretamente en JCR Science y en SCOPUS. I en segundo lugar se han consultado informes de organismos de reconocimiento internacional, fuentes estadísticas y fuentes secundarias de organizaciones y colectivos con reconocimiento social relacionado en la temática que aquí se presenta. Todo ello se ha contrastado con el consejo asesor del propio proyecto. El Consejo Asesor es una herramienta de la metodología comunicativa (en adelante MCC) que permite reducir el sesgo interpretativo al partir de las voces de las persona implicadas en el objeto del estudio. En este sentido, el consejo del proyecto ha estado formado por miembros de distintas confesiones religiosas, así como miembros de movimientos sociales en pro del diálogo interreligioso y finalmente profesionales del ámbito educativo. En total se han localizado y analizado 60 articulos científicos a partir de palabras claves como religion, diversity, education, school, equity, management, conflict, practices, successful, coexistence, dialogue, interreligious, interfaith, Human Rights o minorities. Con esta revisión de artículos se ha posibilitado la identificación de modelos sociales que la comunidad científica internacional, ha destacado por su grado de integración de la diversiad étnica y religiosa en la escuela, ha detectado también principales obstáculos y retos para la gestión de la diversidad así como ciertas orientaciones que favorecen un marco de desarrollo para la laicidad multicultural. La MCC, reconocida por la comunidad científica internacional por su contribución a la investigación social y educativa, pero especialmente como RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 93 una perspectiva metodológica adecuada para la superación de las desigualdades existentes (Gómez et al, 2006; Flecha, Puigvert & Gómez, 2003). El análisis de la información recogida bajo esta perspectiva metodológica se lleva a cabo a través de dos dimensiones: la dimensión exclusora (referida a la identificación de los mecanismos y acciones que reproducen o refuerzan la exclusión social), y la dimensión transformadora (referida a la detección de aquellos procesos y mecanismos que transforman las desigualdades sociales y que, por tanto, comportan una mejora social). Se realiza en un diálogo igualitario entre los sujetos participantes en la investigación y el equipo de investigación, lo cual permite crear nuevo conocimiento fruto de esta interpretación compartida de los resultados. Un Modelo Laico en la Escuela Erigir una sociedad más democrática y cohesionada exige crear espacios educativos laicos inclusivos. El modelo de laicidad multicultural se enmarca en los Derechos Humanos (Flecha, 2004). Éstos nos recuerdan, especialmente el artículo 18 y el 26, que todas las personas tienen derecho a la libertad de conciencia y de religión (y por tanto a manifestarla). Y el derecho educativo ha de favorecer el pleno desarrollo de la personalidad así como la amistad entre todos los grupos étnicos y religiosos. Najat madre musulmana de una escuela de primaria analizada en el proyecto (fase 2) en un barrio afectado por la crisis económica, indica como la clave de su participación en la escuela con otras madres de culturas y religiones distintas a la suya le ha permitido, gracias a este espacio, forjar lazos de amistad con otras personas. Los problemas que pueda haber fuera o en el barrio, aquí se van [Compartiendo la lectura de libros]. Es uno de los mejores momentos de la semana. Hablamos. Y hablamos de cosas realmente importantes de nuestra vida y es igual que no seamos del mismo país o de la misma religión. ¡He hecho amigas de verdad! 94 Burgués, Condom, Rodríguez, Valls– Diálogo Interreligioso No obstante, tal y como nos indica la revisión de la literatura científica internacional, existen obstáculos que dificultan la creación de espacios interreligiosos que reproducen el prejuicio y entorpecen el conocimiento mutuo. Por tanto a continuación veremos estos factores exclusores, y concluiremos el punto abordando principios transformadores que permiten un diálogo interreligioso, clave para desactivar el prejuicio. Obstáculos y Retos para la Gestión de la Diversidad Religiosa en la Escuela Numerosos ejemplos ilustran una problematización de las tradiciones religiosas minoritarias. En consecuencia se establecen relaciones jerarquizadas entre los diferentes grupos, en los cuales la religión dominante se sitúa por encima del resto y crea la diferenciación entre “nosotros” (que procesa la religión dominante) y “los otros” (las otras religiones minoritarias). Este hecho discriminatorio genera una menor presencia religiosa en el espacio público (Sakai & Isbah, 2014). En este sentido, la invisibilización de tradiciones religiosas minoritarias es una consecuencia que se plasma en el ámbito educativo tanto a nivel curricular como en la programación de las diferentes actividades de aula. Se produce por tanto, una tendencia hacia la homogeneización y reducción de las tradiciones religiosas que pueden incluso llegar a expresarse a través de la prohibición o limitación al alumnado de aspectos visibles como la indumentaria. Los casos más notorios se refieren al hijab (velo islámico). Algunos autores (Ruyter & Merry, 2009; Underkuffler, 2001), indican como en las escuelas europeas y norte-americanas existe una forma ilimitada de reconocimiento de la diversidad religiosa que es tolerante con los grupos religiosos mayoritarios pero discriminatoria con los minoritarios. Esta falta de reconocimiento y gestión de la diversidad religiosa genera un impacto negativo que dificulta la convivencia y favorece el aumento del discurso del odio (Hodge, 2011). Diversos autores nos indican que en diferentes países, como Finlandia o Noruega, aparece un doble discurso respecto a los grupos y tradiciones RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 95 religiosas donde la religión mayoritaria no se cuestiona (Riitaoja & Dervin, 2014). Se crea una jerarquía entre las diferentes tradiciones lo cual se refleja de nuevo en aspectos como la indumentaria. Esta jerarquía va desde los fineses de religión mayoritaria, a los conversos y finalmente los fineses extranjeros. En este contexto, el diálogo intercultural se convierte en un medio para asimilar a las personas estudiantes de minorías étnicas, religiosas y culturales, forzándoles a renunciar a su identidad (Riitaoja & Dervin, 2014). Por otro lado, Durrani & Dunne (2010) identifican a la sociedad paquistaní como otro caso de homogeneización religiosa. En este caso analizado sobre Paquistán se produce a través del currículum escolar que está orientado a la creación de una identidad nacional y religiosa – la musulmana –, negando la representación y visibilidad de las minoritarias. Como en otras situaciones, a través de esta socialización escolar se construye una identidad del “nosotros” representado por el “paquistaní buen musulmán” en oposición al “otro” diferente que incluso puede llegar a ser identificado como el enemigo, o en todo caso a crear una autonegación de la identidad minoritaria. Son numerosos los estudios que alertan del aprendizaje de la discriminación religiosa en edades tempranas. Este es el caso detectado en escuelas británicas que muestran como la herencia del colonialismo sigue influyendo en el trato que reciben las minorías culturales y religiosas (Cush & Robinson, 2014), lo cual llega a cuestionar el principio de igualdad del que presumen. En un mismo sentido Revell (2010) examina la percepción que el alumnado de 4 años de edad en las escuelas de Kent tienen sobre el Islam. Entre los estereotipos que caracterizan el imaginario colectivo que ya a edades tempranas tienen existe que son pobres, que no tienen trabajo cualificado, familias muy estrictas, familias numerosas o la prohibición de ciertas actividades como las salidas nocturnas. En el extremo, un 11% de este alumnado asocia el Islam al terrorismo y el 6% realiza comentarios racistas. Los comentarios más negativos es hacía las mujeres musulmanas, que el 24% considera como sumisas o “estúpidas” si llevan el hijab. 96 Burgués, Condom, Rodríguez, Valls– Diálogo Interreligioso En Irlanda, según Parker-Jenkins & Masterson (2013) a pesar de que existe un reconocimiento el hecho religioso y la religiosidad constituye un elemento primordial en las escuelas, no existe una gestión de la diversidad y unas políticas antirracistas. El resultado final es una predominancia del catolicismo en el currículum invisibilizando las minorías (Mayrl, 2011). Esto tiene una repercusión directa sobre la participación de todas las familias en la vida escolar y la toma de decisión. La falta de reconocimiento de la diversidad va en detrimento de la convivencia i el éxito educativo (Valls & Kyriakides, 2013). En consecuencia, en este tipo de contexto el proceso de integración de una persona o grupo pasa por la asimilación cambiando del grupo minoritario al mayoritario (Alba & Nee, 2003) o de aculturación (Gordon, 1964). Ante esta situación Habermas (1999) plantea una alternativa proponiendo un modelo de integración orientada a la participación sin renunciar a la propia identidad Hace referencia a la necesidad de crear una cultura pública común para poder convivir en diversidad. Por ello cuando nos referimos a los modelos de integración, si se quiere abordar la gestión de la diversidad religiosa es conveniente reflexionar sobre los modelos de laicidad. En consecuencia, existe una confusión sobre qué es la laicidad pues los países han dado respuestas muy diferentes en esta gestión. Es en países de arraigada tradición liberal y donde se concibe el laicismo como la ausencia de religiosidad en la visión del mundo, es donde se identifican más estereotipos hacia las tradiciones religiosas y la religiosidad. La secularización se considera como una situación objetiva y neutral, i la espiritualidad y el hecho religioso como subjetivo (Riitaoja & Dervin, 2014). Los autores indican que en base a una concepción exclusora de la laicidad se establece la neutralidad ya sea como ausencia de religión o tomando como referencia la religiosidad del grupo mayoritario, lo cual favorece la emergencia de estereotipos hacía minorías religiosas y/o culturales. Este tipo de situaciones permite que a través del humor se transmitan y reproduzan estereotipos (Reid, 2015), como ilustra el caso de los medios de comunicación irlandeses hacia la población católica. En este contexto, RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 97 muchas de la formas en la que los grupos étnicos y culturales minoritarios expresan o exteriorizan su religión es considerado como no legítimo y se interpretan las manifestaciones o prácticas religiosas desde la connotación negativa como representa el velo islámico en occidente que lo asocia a sumisión (Frunza, 2015). En este sentido, diversos autores advierten del peligro del laicismo, pues elimina esta dimensión social de la esfera pública en nombre de la neutralidad religiosa. En los casos en los que se elimina la religión del debate público, autores como Sikka (2010) sostienen que en contra de lo que inicialmente se busca, se está dando legitimidad y poder a aquellas opciones religiosas más fundamentalistas ya que dejan de estar bajo el escrutinio público y crítico. Esto, para la autora tiene consecuencias nefastas tanto en relación a las minorías religiosas como para la propia gestión política del espacio público como la escuela. La justificación religiosa, prosigue la autora en ningún momento puede estar por encima de los Derechos Humanos. El reconocimiento acrítico de la diversidad genera una desmovilización de movimientos sociales que luchan por el acceso igualitario de derechos, pero incluso puede favorecer el racismo al vincular la religión hacia la orientación más extremista y conservadoras (Sikka, 2010). Orientaciones y Principios Transformadores que Permiten un Diálogo Interreligioso y Previenen el Conflicto Diversos autores han reflexionado sobre aquellos modelos o acciones que favorece la convivència. En este sentido Ruyter & Merry (2009) se refieren al Pluralismo razonable (reasonable pluralisme) como compatible con los ideales y prácticas de la doctrina religiosa. Se refiere a un modelo de integración que otorga derecho a todas las minorías a existir y a expresarse. Para ello, indican los autores que es importante introducir la enseñanza de las contribuciones que la religión puede realizar a la Sociedad, además este aprendizaje fortalece la capacidad de empatía, tolerancia y flexibilidad frente a la diversidad para todos los niños y niñas. 98 Burgués, Condom, Rodríguez, Valls– Diálogo Interreligioso Kanas (2015) va más allá y profundiza en la influencia de las relaciones interreligiosas en la superación del prejuicio y la promoción de la convivencia. En su estudio centra la atención, en el caso de la Indonesia donde existe una fuerte presencia de la comunidad musulmana y cristiana. Destaca que no es tanto la existencia de una relación interreligiosa lo que combate la discriminación, sino la cualidad de estas interacciones. En este sentido, el sistema educativo puede jugar un rol fundamental para fortalecer unes relaciones igualitarias. La escuela puede jugar un rol fundamental para reducir estereotipos a partir de ofrecer espacios de diálogo y reflexión sobre valores y tradiciones religiosas (Potgieter et al., 2014; Hodge, 2011; Cush & Robinson, 2014). Favorecer las condiciones para que se dé esta reflexión que permita trabajar la tolerancia y la aceptación de puntos de vista diferentes al propio, aumente el conocimiento de la propia religión y se contribuya a una mejor convivencia. En esta línea Hodge (2011) propone ambientes de aprendizaje libres de juicios y emocionalmente seguros a través del dialogo libre e igualitario. Sin embargo, no especifica, en su obra, cómo se puede conseguir. Modelos de Gestión de la Diversidad hacia la Inclusión Gervilla (2013) realiza una diferenciación entre laicidad y laicismo, apuntando a que laicismo supone el rechazo de la religión en el espacio público Sin embargo, según el autor, la laicidad considera relevante incorporar el hecho religioso en las aulas sin que ello vaya en detrimento de la racionalidad. Existen autores como Mayrl (2011) que apuntan que el debate y la convivencia en la escuela pasa por reflejar la diversidad existente en igualdad, en este sentido, la escuela debería combinar una enseñanza general sobre las tradiciones religiosas presentes en el entorno con la entrada en los espacios de aprendizaje de personas miembros de confesiones religiosas del alumnado para que se pueda conocer. Y en el mismo sentido Revell también aboga por incluir el hecho religioso en el currículum, con especial atención del Islam para romper con las ideas preconcebidas y los prejuicios compartidos por el alumnado (Flecha, 2015). RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 99 If RE (Religious Education) is to facilitate greater understanding between religious and social communities then it needs to engage both with pupils’ preconceptions of religions and other dialogues outside the classroom. Failure to address the way that even young pupils engage and perceive religions like Islam that are associated with negative imagery and language could not only leave those misconceptions unchallenged but could serve to enhance pupils own sense of cultural and social difference. RE does have a significant role to play in supporting the way pupils learn about the nature of religious communities but marginalizing the social and sometimes diverse and controversial contexts in which those religions exist in the classroom serves only to undermine that role (Revell, 2010: 214). Diversos autores consideran que para conseguir este modelo de escuela laica, el profesorado juega un importante papel en el aprendizaje de los valores necesarios para que el alumnado acepte la pluralidad religiosa (Potgieter, Van der Walt & Wolhuter, 2014). Para ello, es responsabilidad del profesorado crear las condiciones necesarias para que haya espacios dialógicos. Ha de dotar de capacidad crítica al alumnado y para ser capaces de aceptar argumentos diferentes a los propios. Gruetter & Meyer (2014) también destacan la necesidad de que el profesorado comparta valores como que la diversidad religiosa es positiva para el conjunto de la sociedad, dado que si no es así, transmitirá una visión negativa a su alumnado En definitiva, la formación del profesorado en aspectos como el trato igualitario de la diversidad religiosa y cultural se revela como esencial. El aprendizaje sobre otras religiones mejora a la convivencia y contribuye al respeto mutuo (Veinguer, 2011), y es el diálogo interreligioso en las escuelas el que puede contribuir a construir este marco de reconocimiento, señalan Riitaoja & Dervin cuando analizan el caso finlandés (2014). En conclusión, observamos como la literatura científica muestra como religión y laicidad se retroalimentan. Un modelo de laicidad abierto a la diversidad elimina los privilegios hacia una única religión, aunque necesariamente implicaría el conocimiento de todas las religiones presentes, al menos en aquel contexto social (Gervilla, 2013). Es una escuela que acepta el hecho religioso en su pluralidad, sin imposición alguna de índole religiosa o ideológica, sin impedir que nadie manifieste sus creencias, si así lo desea. La escuela laica es por tanto de todo el pueblo. 100 Burgués, Condom, Rodríguez, Valls– Diálogo Interreligioso Laicidad y religión, pues, lejos de ser enemigas, son más bien aliadas, ya que gracias a la laicidad es posible la convivencia pacífica en la pluralidad ideológica, moral y religiosa. (Gervilla, 2013, p. 429). La escuela laica, por tanto, ha de garantizar la libertad de expresión y manifestación religiosa de su alumnado. Los únicos límites en el reconocimiento de la religión son los derechos humanos junto a la negación de la razón y el progreso. Es importante concluir esta parte, abordando el aspecto de género si se pretende garantizar una sociedad plural a la vez que democrática. En numerosas ocasiones el género es pretexto para descalificar un grupo o comunidad. Así Cush & Robinson (2014) señalan que la educación religiosa ha de recoger del paradigma feminista la existencia de diferentes visiones e interpretaciones de la religión que entran o pueden entrar en conflicto con la visión dominante. La perspectiva feminista, indican los autores, ha identificado abusos dentro de las religiones que no deben de ser tolerados, pero también es necesario superar las imágenes estereotipadas desde el laicismo que considera únicamente perspectivas conservadoras de la religión. Todo ello debe ser introducido en los currículums para generar debate y reflexión crítica entre el alumnado, dando protagonismo también a las propias experiencias del estudiantado (Cush & Robinson, 2014). La Gestión de la Diversidad Religiosa en Otros Ámbitos Las grandes ciudades se presentan como espacios privilegiados para el encuentro entre comunidades culturales y religiosas diversas (Dirksmeier, Helbrecht & Mackrodt, 2014). Los autores destacan la necesidad que la cotidianidad sea inclusiva donde las ciudades ofrezcan espacios libres para la expresión de la diversidad y donde personas con diferentes culturas o religiones puedan coincidir y relacionarse entre sí. Andersson, Vandenberck, Valentine, Ward & Sadgrove (2011) analizaron el caso de parroquias episcopales contrarias a la inclusión del RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 101 colectivo LGTB. No obstante, estas transformaron su posicionamiento gracias al contacto directo con parroquianos gais y lesbianas lo que incidió en una lectura más inclusiva de los evangelios. Los autores apuntan que en los espacios religiosos como las parroquias se pueden llegar a convertir en espacios micro públicos de encuentro que ayudan a superar prejuicios sobre las minorías (Andersson et al., 2011). La obertura de los espacios religiosos hacia diferentes colectivos de creyentes facilita una visión inclusiva de la religión que puede llegar a superar diferentes tipos de discriminación. No obstante, el estudio se centra en parroquias episcopales protestantes, sería necesario, apunta el estudio analizar otros espacios religiosos. Conclusiones Tras una revisión exhaustiva de la literatura científica internacional, ésta nos revela el impacto existente sobre la convivencia en los centros educativos cuando predominan prácticas segregadoras, homogeneizadoras o que invisibilizan a las minorías religiosas o culturales. Las consecuencias son diversas pero dichas prácticas tienen un todas ellas un impacto negativo, como por ejemplo, asumir una baja autoestima, lo que repercute en los resultados académicos. Sin embargo, la literatura científica también apunta ciertos criterios que favorecen la gestión de la diversidad religiosa en la escuela y la convivencia. De entre estas orientaciones podemos destacar los siguientes, en primer lugar la necesidad de construir un currículum sensible a la diversidad ya presente en nuestras sociedades, para poder contribuir a la construcción de una ciudadanía plural y con competencias interculturales. En segundo lugar, nos referimos a la formación del profesorado. En este sentido, es necesario una formación que capacite a la gestión de aulas plurales, teniendo en cuenta la dimensión religiosa. Algunos estudios indican como la participación de la comunidad en los diferentes ámbitos de gestión de un centro educativo contribuye a fortalecer la cohesión social, el sentimiento de comunidad y por tanto, la convivencia. De hecho, estos 102 Burgués, Condom, Rodríguez, Valls– Diálogo Interreligioso estudios apuntan sobre la importancia del tipo de interacciones que se promueve en el seno de la comunidad educativa. En conclusión, la literatura científica nos ofrece un diagnóstico de la realidad, y apunta a ciertas experiencias, modelos o mecanismos que están favoreciendo el diálogo interreligioso en las aulas. Este diálogo interreligioso se revela como fundamental para poder establecer lazos de solidaridad y amistad con las personas que son diferentes a uno mismo. Este vínculo que se establece en la cotidianidad del centro educativo favorece la desactivación del prejuicio y por tanto fortalece una mayor cohesión comunitaria. En definitiva, la revisión de la literatura científica nos ha abierto un importante abanico de futuras investigaciones. La investigación que aquí se presenta en estadios posteriores aborda por tanto un aspecto poco profundizado por la literatura científica como es el impacto del diálogo interreligioso y especialmente, las condiciones que lo favorecen. Por otro lado, se abre también una interesante línea en la creación de espacios para la convivencia como es el diálogo intra-religioso. Este aspecto, permitirá profundizar sobre la pluralidad interna de las tradiciones religiosas y los procesos de transformación que siguen. Ofrecer una respuesta educativa sobre cómo favorecer este diálogo interreligioso puede ser una contribución de gran relevancia para erigir espacios educativos plurales y sin conflictos. Notas 1 Loi du 9 décembre 1905 concernant la séparation des Églises et de l'État 2 http://www.lemonde.fr/idees/article/2007/08/02/retrocontroverse-1989-la-republiquelaique-face-au-foulard-islamique_941317_3232.html RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 103 References Alba, R., & Nee, V. (1997). Rethinking assimilation theory for a new era of immigration. The International Migration Review, 31(4), 826–874. doi:10.2307/2547416 Alba, R., & Nee, V. (2003). Remaking the American mainstream. 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Princeton: Princeton University Press RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies, 2(1) 111 Autores: Josep Lluís Condom, profesor titular de la Universitat de Barcelona; Ana Burgués, profesora de la Universitat de Barcelona; José Antonio Rodríguez, profesor catedrático de la Universitat de Barcelona; Rosa María Valls, profesora titular de la Universitat de Barcelona Contact Address: Universitat de Barcelona. Diagonal Nord, Facultat d'Economia i Empresa (Edifici 690). Diagonal 690. 08034 Barcelona [email protected] Instructions for authors, subscriptions and further details: http://recei.hipatiapress.com L’Antisémitisme Expliqué aux Jeunes [El Antisemitismo Explicado a los Jóvenes] Miguel Ángel Pulido-Rodríguez Universidad Ramon Llull. Spain Date of publication: April 1st, 2016 Edition period: April 2016- October 2016 To cite this article: Pulido-Rodríguez, M. A. (2016). L’Antisémitisme Expliqué aux Jeunes [El Antisemitismo Explicado a los Jóvenes] [Review of the Book]. Scientific Journal on Intercultural Studies, 1(2), 112- 114. doi: 10.17583/recei.2016.1916 To link this article: http://dx.doi.org/10.17583/recei. 2016.1916 PLEASE SCROLL DOWN FOR ARTICLE The terms and conditions of use are related to the Open Journal System and to Creative Commons Attribution License (CC-BY). RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies Vol. 1 No. 2 April 2016 pp. 112- 114 Review Wieviorka, M., (2014), L’Antisémitisme Expliqué aux Jeunes, Paris: Éditions du Seuil. ISBN: 978-2-02-117809-8. D e forma pedagógica Michel Wieviorka va desgranando un antiguo prejuicio de la humanidad con más de dos mil años de antigüedad, el antisemitismo. En determinado momentos históricos y políticos este prejuicio se ha manifestado con fuerte virulencia otros se ha mantenido latente, sin embargo, nunca ha desaparecido. La obra de Wieviorka es desgraciadamente de gran actualidad en un momento donde el racismo y antisemitismo vuelven a manifestarse. Europa, aún bajo la sombra del holocausto vuelve a despertar del letargo este prejuicio atávico, que cambia hoy de forma. El libro de Michel Wieviorka supone un recordatorio de la necesidad de preservar la memoria sobre los acontecimientos que Europa padeció durante el siglo XX y de la que padeció tantos millones de víctimas (principalmente la comunidad judía y la gitana). Retoma así una pregunta recurrente, ¿por qué la comunidad Judía es objeto de este odio? Si bien concepto de antisemitismo se populariza a finales del siglo XIX y se construye bajo parámetros pseudocientíficos de raza en el esfuerzo por diferenciar a la comunidad judía. Nos estamos refiriendo a una comunidad que participa activamente en las distintas sociedades, aunque siguiendo dos tendencias distintas, una de asimilación y otra de integración. Ante esta situación el prejuicio convierte a los miembros de esta comunidad en sospechosos de engañar y conspirar contra la nación en pro de sus intereses. 2016 Hipatia Press ISSN: 2014-900X DOI: 10.17583/recei.2016.1916 RECEI - Scientific Journal on Intercultural Studies 1(2) 113 De ahí que ya a finales de siglo presenciamos distintos pogromos o discriminaciones como fue el caso Dreyfus. Sin embargo, ello no significa que anteriormente no se manifestase un rechazo contra la comunidad judía. El primer prejuicio existente es de carácter religioso durante la época medieval. Está relacionado con la idea de deicidas y también de usureros dado que eran los únicos que podían trabajar como prestamistas, a pesar de que la mayoría son de condición modesta y nada tienen que ver con el oficio de banquero o del crédito. Ante esta trayectoria de un prejuicio que muta con la historia, el Nazismo no nace de 0, sino que se nutre de él. El crack del 29 tiene una fuerte repercusión sobre Europa y da alas a partidos populistas que convierten a la comunidad judía en chivo expiatorio del malestar económico y social existente. Una vez en el poder se instauran progresivamente leyes represivas y discriminatorias, aunque los principios enunciatorios ya estaban presentes en la obra “Main Kampf” de 1920. A partir de 1941 con la decisión de la Solución Final se acelera una maquinaria burocrática sistemática del asesinato implantándose con gran indiferencia y complicidad de la población. A pesar que dos terceras partes de la comunidad judía europea son exterminadas por el nazismo, el antisemitismo no desaparece. Y actualmente asistimos a una nueva mutación del prejuicio que abandona la explicación racial y torna hacia la cultural. Es el conflicto de Israel-Palestina el que permite justificar una confusión entre antisemitismo y antisionismo. La crítica a Israel vela en ocasiones una crítica a la comunidad judía en términos generales, pasando por alto que nacionalidad y grupo étnico no son homónimos. El autor concluye afirmando que si bien es difícil afirmar el aumento o disminución del prejuicio antisemita en nuestros días, lo que no es posible negar es la existencia de dicho prejuicio y su renovación en nuestras sociedades. Entremezclándose diversas manifestaciones. Así podemos identificar un antisemitismo clásico, nacionalista y de extrema derecha que incluso llega a modernizarse con las corrientes negacionistas. A su vez existe un viejo antijudaismo cristiano. Y finalmente un nuevo antisemitismo confundido con antisionismo presente especialmente entre colectivos 114 Pulido-Rodríguez - [Book Review] excluidos y discriminados así como entre algunos sectores impregnados de ideologías de izquierda anticapitalista y propalestinas. Wieviorka viene a recordarnos que el holocausto y el prejuicio judeófobo que se da a lo largo de la historia concierne a toda la humanidad porqué ataca directamente a los principios democráticos al segregar, discriminar e incluso exterminar a un grupo humano. El holocausto y la reflexión humanista que se desprende del autor nos señala que esto vale para cualquier tipo de racismo. Miguel Ángel Pulido-Rodríguez, Facultad de Educación Social y Trabajo Social Pere Tarrés, Universitat Ramon Llull [email protected]