A estos contratos se le ha dado el nombre de innominados, porque

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OBLIGACIONES
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9.6. CONTRATOS INNOMINADOS EN EL DERECHO ROMANO
A estos contratos se le ha dado el nombre de innominados, porque se oponen a
los contratos nominados.
Son convenciones sinalagmáticas, hechas ob rem, ob causam, y en vista de una
prestación que la contraparte se obliga a ejecutar, pero que en virtud de su
naturaleza ambigua, no pueden quedar considerados entre los contratos re ni
entre los contratos consensu, todos de naturaleza nominada.
La expresión contratos innominados no es de origen romano ni tampoco de la
edad media, como se creyó durante largo tiempo; procede de los bizantinos, y
apareció por primera vez, bajo la forma anonimon sunallagma, es decir, contrato
anónimo a principios del Siglo VI o finales del V.
Los contratos innominados pueden, sin embargo, clasificarse en cuatro categorías,
de acuerdo con la naturaleza de las operaciones que cada una de las partes esté
obligada a llevar a cabo, como ya hemos visto:
•
Do ut des: transfiero mi propiedad para que me transfieras la tuya; como por
ejemplo en el cambio o trueque, es decir, doy para que me des.
•
Do ut facias: transfiero mi propiedad para que hagas alguna cosa; es decir,
te entrego para que hagas determinada cosa; por ejemplo la donatio sub
modo, doy para que hagas.
•
Facio ut des: ejecuto alguna acción en tu favor para que me transfieras la
propiedad; tal sucede en el aestimatum o contrato estimatorio, hago para
que des.
•
Facio ut facias: hago para que hagas; esto acontece en la transacción.
9.7. CONTRATO DE PERMUTA O CAMBIO
Es un contrato real, innominado, por medio del cual una persona entrega en propiedad una cosa a otra, que se obliga a su vez, a entregarle también en propiedad
otra cosa.
El cambio es por excelencia el negotium do ut des.
Las partes contratantes han convenido que uno debe a la otra la datio de otra
cosa. Esta operación se parece a la venta.
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