Voces: ASEGURADORA - CITACIÓN EN GARANTÍA

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Voces: ASEGURADORA - CITACIÓN EN GARANTÍA - ECONOMÍA PROCESAL NOTIFICACIONES - TRASLADO DE LA DEMANDA - RESPONSABILIDAD CIVIL - DAÑOS Y
PERJUICIOS
Título: Intervención de la aseguradora en el juicio de daños. Una medida que evita su doble ingreso al
proceso
Autor: Fernández Balbis, Amalia
Fecha: 15-nov-2012
Cita: MJ-DOC-6058-AR | MJD6058
Producto: SOC,MJ
Sumario: I. Introducción. II. El doble llamado de la aseguradora al proceso. III. Una directiva
economizadora.
Por Amalia Fernández Balbis (*)
RESUMEN
El diferimiento de la notificación de la demanda a la aseguradora del demandado, hasta tanto este tome
conocimiento del reclamo, evita su doble notificación y eventual comparecencia a juicio: primero,
como demandada, después, como citada en garantía por el demandado, al tiempo que vela por la
economía del proceso.
I. INTRODUCCIÓN
En el trámite del proceso de responsabilidad civil por daños y perjuicios, es natural la intervención
coactiva de las aseguradoras por los contratos celebrados con el asegurado en orden a ampararlo frente
a los reclamos generados. Precisamente, el seguro obligatorio es considerado una de las notas
caracterizadoras de la responsabilidad objetiva, junto a la carga probatoria y el tope de la
cuantificación, a los que vino a sumarse -con justicia- el «plazo razonable del proceso» (1) de cuyo
tratamiento se ha ocupado, en profundidad, el procesalista Jorge Peyrano (2).
La carga de dirección de la aseguradora de los procesos de esta materia, en un sentido amplio, tiene por
objeto que el asegurador asuma la gestión del siniestro desde que se verifica, lo que incluye la
asistencia judicial al asegurado, además de una serie de cargas conexas (3).
La «citación en garantía» es un «derecho» acordado al asegurado y al tercero damnificado para que
puedan introducir al asegurador en forma directa en el proceso de daños: el asegurado sin necesidad de
recurrir a la ejecución del contrato, y el tercero damnificado sin necesidad de subrogarse en los
derechos del asegurado. Cuando lo haga el primero, será para que el asegurador se integre a la litis a fin
de controlar la liquidación del siniestro. Cuando lo haga el damnificado, el asegurador será integrado
como parte demandada, a fin de ser condenado en forma concurrente con el responsable del daño,
conforme a la «medida» del seguro.
Así, precisamente, lo dispone la Ley de Seguros al establecer que el damnificado puede citar en
garantía al asegurador y que también puede hacerlo -con idénticos efectos- el asegurado (art.118 de la
Ley 17.418, párrs. 2º y 4º), acto procesal que, por otra parte, puede cumplirse hasta que se reciba la
causa a prueba (4).
Hecha la introducción, anticipo que no es el objetivo de este brevísimo trabajo analizar la carga de
complejo contenido que concierne a asegurador y asegurado, con prestaciones a cargo de ambas partes
y consecuentes sanciones por incumplimiento, sino exponer, sobre la base de la experiencia generada
en el ámbito judicial, el modo más económico para el proceso de hacer ingresar a la aseguradora a
formar parte de él.
II. EL DOBLE LLAMADO DE LA ASEGURADORA AL PROCESO
Sabemos que en caso de demanda judicial contra el asegurado y/o conductor, estos deben dar aviso
fehaciente al asegurador de la demanda promovida y remitir simultáneamente al asegurador, la cédula,
copias y demás documentos objeto de la notificación para que el asegurador pueda asumir o declinar la
defensa, (5) pero sucede en la práctica que la parte actora no espera a que el demandado se notifique de
la demanda y sea él quien «la traiga» al pleito sino que, simultáneamente con su notificación, presenta
las cédulas dirigidas a la aseguradora del dañador, lo que puede generar una situación procesal ambigua
o, al menos, distinta para esta última. Veamos un ejemplo:
A demanda a B y a la aseguradora de este último, C. Sin esperar a que B quede notificado, se libra
simultáneamente la cédula para notificar a C de la acción entablada, pero C no comparece a hacer valer
sus derechos frente al reclamo del damnificado, dándosele por perdido el derecho dejado de usar.
Al notificarse B de la demanda y contestarla, pide se cite en garantía a su aseguradora C, a quien debe
convocarse nuevamente al juicio no ya como demandada del actor (A) sino como citada por el
asegurado (B) ante una eventual acción de regreso.
En casos así, se reunirían en la misma aseguradora dos situaciones procesales diferentes dentro del
mismo proceso:incomparecencia al reclamo del actor/comparecencia a la citación en garantía del
demandado. Esto se daría así porque la citación en garantía efectuada por el accionado implica la
proposición tácita de una demanda contra el asegurador, a fin de que este se haga cargo de una eventual
condenación. Cuando ello ocurre, entonces, en el mismo proceso coexisten dos litigios lineales: el del
actor contra el demandado citante y el de este contra el asegurador citado.
Si bien este segundo litigio lineal, entre asegurado y asegurador, no puede debatirse dentro de ese
mismo proceso, la nueva citación que se hace, al despachar el pedido de citación en garantía efectuado
por el demandado, no está destinada a dar un nuevo traslado de la demanda sino a los fines de que la
citada conozca la presentación efectuada por el asegurado y ejerza su defensa. Y esto es así, pues en
aras del debido proceso y derecho de defensa, corresponde dar la oportunidad de que se expida la
aseguradora respecto de los hechos introducidos al debate por parte del asegurado, quien -repitotendría una eventual acción de regreso en caso de ser condenado. Con ello se logra que la litis tenga
adecuada composición desde un principio, no multiplicando inútilmente los procesos y evitándose que
en el presunto proceso cuyo objeto fuere la acción regresiva mencionada, el demandado pueda argüir la
excepción de negligente defensa.
Ahora bien, no obstante ese fundamento, advertimos que en el caso en que se librara la notificación
antes de escucharse al demandado, no solo podría configurarse una doble situación procesal de la
misma aseguradora, como lo hemos expuesto en el ejemplo, sino también, que se pondría en crisis el
principio de economía procesal al multiplicarse innecesariamente las diligencias de notificación en
orden a integrar debidamente la litis, desgaste este que debe ser medido en términos de tiempo, gastos y
esfuerzos (6).
III.UNA DIRECTIVA ECONOMIZADORA
La simple medida de esperar a que esté notificado el demandado-asegurado, para recién después librar
la cédula a su aseguradora, que no solo puede ser tomada por el juzgador sino también propiciada por el
abogado del actor, evita esa doble introducción y el desgaste procesal que ello conlleva. En síntesis,
que «el cartero llame dos veces».
¿Y cómo puede evitarse el libramiento anticipado de esa cédula?
Simple. En el auto en que se despacha el traslado de demanda, se indica expresamente: «Cumplida la
notificación del traslado a la parte demandada, cítese a la aseguradora codemandada para que
comparezca dentro del plazo legal a tomar intervención en las actuaciones, debiendo hacerse entrega de
las copias respectivas». Con esto no solo se logra ese objetivo sino que también se está haciendo gala
de un despacho anticipatorio en el que se ordena, de antemano, lo necesario para la oportuna
integración de la litis, sin que el expediente tenga que volver a ingresar a despacho.
Aunque pueda parecer una nimiedad, todo aporte que simplifique y ordene el trámite del proceso y
evite la generación de incidentes facilita -y mucho- la tarea de todos sus protagonistas, que están ávidos
de un proceso ágil, lineal y, en lo posible, económico, en todas sus acepciones.
---------(1) Fernández Balbis, Amalia, "Ingredientes mayores y menores de la responsabilidad objetiva",
Revista de Responsabilidad y Seguros, La Ley, año XIV, nº 7, julio 2012, pág. 79.
(2) Peyrano, Jorge W., Los tiempos del proceso civil, Nova Tesis, 2005, pág. 81 y Problemas y
soluciones procesales, Juris, Rosario, 2008, pág. 236.
(3) Stiglitz, Rubén S., Derecho de Seguros, 5ª ed., La Ley, t. II, pág. 329.
(4) Meilij, Gustavo Raúl, "Intervención del asegurador en el juicio de daños", en Revista de Derecho de
Daños, Rubinzal-Culzoni, 2010-1, Juicio de daños, pág. 183.
(5) Piedecasas, Miguel A., Seguro obligatorio automotor, Rubinzal-Culzoni, 2010, pág. 213.
(6) Fernández Balbis, Amalia, "Reglas operativas derivadas del principio de economía procesal", en
Principios procesales, Ateneo de Estudios del Proceso Civil, dir. Jorge Peyrano, Rubinzal Culzoni,
2011, pág. 425.
(*) Especialista para la Magistratura, UCA. Especialista en Contratos y Daños, Universidad de
Salamanca. Profesora adscripta de Derecho Procesal Civil, UCA Rosario. Juez de Primera Instancia en
lo Civil y Comercial en San Nicolás, Provincia de Buenos Aires. Autora de artículos para distintas
revistas jurídicas. Coautora de Principios procesales, Rubinzal Culzoni. Coautora Le nuove frontiere
del diritto latinoamericano. Diretto dal Prof. Luigi Moccia, Universidad de Roma Tres.
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