Los origenes de la España contemporánea. La Guerra de la Independencia y las Cortes de Cádiz

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TEMA 1: Los orígenes de la España Contemporánea: la guerra de la Independencia y las Cortes de
Cádiz.
1.1.− El reinado de Carlos IV: crisis política y relaciones internacionales.
1.2.− Invasión napoleónica y reacción popular: la Guerra de la Independencia.
1.3.− Las Cortes de Cádiz: obra legislativa y constituyente.
REINADO DE CARLOS IV (1788 − 1808)
Hijo de Carlos III, rey absoluto por la gracia de Dios. Fue coronado siendo mayor, nada mas ser coronado
como rey, eligió como primer ministro al Conde de Floridablanca.
En esta época se producía en Francia la Revolución Francesa (1789 − 1808), país en el que reinaba Luis XVI
que, al igual que Carlos IV, era Borbón. Entre Francia y España había pactos de familia y ambos países eran
aliados. Carlos IV tenía miedo de lo que pudiera ocurrir en Francia con esa revolución y de los efectos que
pudiera producir en España contra su monarquía, por ello la política de Floridablanca fue la del aislamiento.
Se cerró la frontera con Francia para impedir que pudiera llegar cualquier tipo de propaganda revolucionaria y
también se prohibió la salida de estudiantes que fueran a universidades extranjeras. Incluso se llego a prohibir
la enseñanza del francés en España para que no se pudiera interpretar la información que podía llegar desde el
país vecino. Ante la incapacidad de Floridablanca de frenar las intrusiones de ideas revolucionarias en España,
Carlos IV perdió la confianza que tenía depositada en él y, en 1792, le despidió, nombrando en su lugar al
conde de Aranda quien intentó relacionarse con autoridades francesas para contener la revolución y proteger a
Luis XVI. Todo esfuerzo fue en vano y, en ese mismo año, se instauró el gobierno de la convención.
Ante las dos opciones disponibles en ese momento en Francia (Jacobinos o Girondinos) se acabó imponiendo
la primera, que era la más radical y que significaba una república (los otros apostaban por una democracia
parlamentaria y eran más moderados). Se guillotinó a Luis XVI y a toda su familia. Carlos IV se atemorizó
ante los hechos ocurridos en Francia y nada más llegar la noticia de la matanza de Luis XVI, sustituyo al
conde de Aranda por Godoy. Este personaje era de origen humilde y era muy odiado por la nobleza y la
burguesía. Se rompieron las relaciones con Francia.
Esta apertura de hostilidades entre los dos países trajo como consecuencia inmediata la guerra de la
Convención. Francia entró en la península por ambos extremos de los Pirineos (Cataluña y Guipúzcoa). Esto
ocurrió tras la firma del tratado de Utrecht, entre España e Inglaterra (una especie de alianza). La guerra de la
Convención duró desde 1793 hasta 1795, año en que −ante la invasión francesa− Godoy se decide a firmar un
acuerdo de paz con Francia: la Paz de Basilea, según la cual Francia devuelve los territorios invadidos a
cambio de la entrega por parte de España de la isla de Santo Domingo.
En 1796 se firma el tratado de San Ildefonso por el que Francia y España se alían en contra de Inglaterra. En
1799 Napoleón da un golpe de estado y se convierte en Emperador de Francia. Pide a España apoyo naval
para luchar contra los ingleses: el ejército terrestre francés era muy superior, sin embargo, la marina española
era, junto con la inglesa, la mejor que había. Tras esto, la política exterior española sufre dos graves
problemas:
− en 1801, en el Cabo de San Vicente, las flotas española e inglesa se enfrentan, batalla en la que los
ganadores fueron los ingleses.
− en 1805 se produce lo más importante, la batalla de Trafalgar. De nuevo se enfrentan las flotas española e
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inglesa, éstas dirigidas por el comandante Nelson, quien destruyó y derrotó a España, debilitando
enormemente su flota.
La pérdida de esta batalla supuso la imposibilidad de lucha contra Inglaterra mediante la marina, por lo que se
optó por el bloqueo. Inglaterra era un país isleño y esto sería muy efectivo. El bloqueo fue secundado por
todos los países europeos excepto los Estados Pontificios y Portugal. Napoleón, como respuesta, invade los
Estados Pontificios. A Portugal se le dice que o se alía o será invadido.
Sin una flota competente y teniendo a España como único camino para poder adentrarse en Portugal por tierra,
se firma un acuerdo muy importante entre España y Francia (Napoleón y Godoy): el tratado de Fontanebleau.
Según este acuerdo, Godoy permite la entrada de las tropas francesas en España para que puedan invadir
Portugal, a cambio, Napoleón dijo que cuando se conquistara, se dividiría en tres: una parte sería para Francia,
otra para España y la tercera sería para el propio Godoy. Napoleón hizo esto sabiendo como era Godoy y lo
ambicioso que era. Napoleón había conquistado muchos países por toda Europa y España no iba a ser menos,
Napoleón no tenía pensado pasar por España, sino que tenía intención de conquistarla.
Según el tratado firmado, las tropas francesas fueron entrando en España sin llamar mucho la atención, se
extendieron por la cuenca del Duero y llegaron a Valladolid, fue entonces cuando se tuvieron noticias de los
primeros enfrentamientos de la población con el ejército francés. La gente había comenzado a alarmarse al ver
como una gran cantidad de soldados no se iban. Soldados franceses empezaron a desaparecer en pozos,
tapias... Godoy lo autorizaba porque se supone que no se iban a quedar, sino que se preparaban para invadir
Portugal. Se calcula que, para entonces, ya eran unos 70000 los soldados franceses que había entrado en
España. En febrero las tropas ya eran muy notorias y se acantonaban a las afueras de las ciudades, la gente se
dio cuenta de que algo extraño estaba ocurriendo. La corte se da cuenta de lo que sucede y Godoy se pone en
contacto con Napoleón para decirle que ya no cree en el tratado de Fontanebleau y exigiéndole que saque a
sus tropas fuera de España. Godoy propone al rey su huída o que se instale en Cádiz donde tendría
oportunidad de escapar por mar si la cosa se complicaba.
La corte se trasladó a Aranjuez, donde se produjo el famoso motín de Aranjuez, la gente se amotinó en el
palacio real para acabar con la vida de Godoy. Esta sublevación estaba dirigida por la nobleza y por el propio
hijo de Carlos IV, quien odiaba a Godoy porque creía que se interponía entre él y la corona. No consiguieron
matar a Godoy, pero, a cambio, Carlos IV lo destituyo y abdicó a favor de su hijo Fernando VII. Napoleón
estuvo al tanto de las diferencias entre el padre y el hijo. Mandó cartas separadas a ambos para reunirse con
ellos y sus familias (Godoy también estaba incluido en esa reunión) en Burgos. Cuando llegaron a Burgos,
Napoleón mandó otra carta diciendo que no podía llegar a Burgos y pidiéndoles que se acercaran a Irún,
donde se celebraría la reunión. Todos fueron a Irún, donde se encontraron con otra carta con 10000 excusas y
diciéndoles que se reunirían en Bayona, ya en territorio francés. Al llegar a Bayona, les convirtieron en
prisioneros y permanecerían allí hasta el final de la guerra de la Independencia (1814).
Napoleón se reunió, por separado, con Fernando VII para obligarle a que abdicara a favor de su padre; llegó,
incluso, a utilizar la violencia para conseguirlo. Una vez que abdicó, habló con Carlos IV y le dijo que tenía,
más o menos, una semana para que la península quedara totalmente invadida por lo que le obligó a abdicar a
favor del propio Napoleón, cuando esto ocurrió, Napoleón entregó el trono de España a su hermano pequeño,
José I Bonaparte. Todo esto se conoce como las abdicaciones de Bayona.
José I llegó a España con muy buenas intenciones: aprendió español e hizo todo lo que pudo por hacerse
popular y pidió a Napoleón que llegaran a un acuerdo para que las tropas francesas abandonaran España. Él
no podía ser el rey de los afrancesados, las tropas francesas y la mayoría del pueblo español, que les odiaba.
En 1808 introdujo la monarquía constitucional, olvidándose del absolutismo. En abril de 1808 se estableció la
constitución de Bayona.
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CONSTITUCIÓN:
Una constitución es un texto legal de carácter general que recoge las normas y leyes de un determinado país.
Solo puede ser dada y aprobada por los legítimos representantes de un pueblo.
La constitución de Bayona no cumple el segundo requisito, por lo que no es una verdadera constitución, sino
una norma, un conjunto de leyes. Es una CARTA OTORGADA: el poder ejecutivo da y otorga leyes al
pueblo. En ella se recoge el primer código civil de España y se reconocen los derechos fundamentales de la
revolución francesa:
• derecho a la legítima defensa
• derecho a la igualdad ante la ley
• derecho de habeas hábeas: libertad individual (mientras no se demuestre que hayas hecho algo)
• derecho a la intimidad
Pero como era una imposición, no se aceptó.
Por otro lado, cuando la familia real se dirigía voluntariamente de Aranjuez a Burgos, sus carrozas eran
custodiadas por soldados franceses, por lo que la población pensó que los habían hecho prisioneros.
Se produce un enfrentamiento en Aranjuez, donde mueren muchos españoles. Las noticias llegan a Madrid y
surge una sublevación, el 2 de Mayo de 1808, de forma espontánea. Todos se lanzan a la calle con el grito:
¡Qué maten a los franceses!. Los mamelucos salieron al choque. Fue una guerra patriótica, la única, los
españoles se unieron para luchar contra los invasores. Ese mismo 2 de Mayo se produce el primer
enfrentamiento entre los dos ejércitos, tiene lugar en el centro de Madrid, en el cuartel de Monleón. Murat,
jefe del ejército francés, mata a 4 ó 5 españoles por cada soldado francés muerto o desaparecido: Son los
fusilamientos de las montañas del príncipe Pío, del 2 al 4 de Mayo. Este es el comienzo de la guerra de la
Independencia.
Faltaba una declaración formal de guerra por ninguna de las dos partes: ni Francia ni el inexistente gobierno
español. Por ello se constituyeron las juntas provinciales (cincuenta y tantas) y cada una hizo su propia
declaración de guerra, con su propio ejército, que se enviaron a Napoleón, quién se encontró con cincuenta y
tantas declaraciones de guerra. Se creó la junta general, con Jovellanos y el conde de Floridablanca. Esta junta
no renunciaba a la monarquía, simplemente rellenaba el hueco que había dejado, aceptando todos los derechos
de Fernando VII, al que no hacían ningún tipo de competencia.
En septiembre comienza, realmente, la guerra de la Independencia, cuando la junta general hace la
declaración de guerra formal a Napoleón. Fernando VII se había hecho enormemente popular y la gente creía
que cuando volviera se solucionarían todos los problemas. No era una guerra revolucionaria, se luchaba por la
monarquía, por Fernando VII, fue una guerra popular en la que participaron todas las clases sociales, con una
especial importancia del clero bajo: los curas se armaron con los trabucos y salieron a la calle a luchar con los
franceses, eran los curas trabucaires.
La guerra tuvo dos fases:
− primavera−verano de 1808. Las tropas francesas controlaban la mayor parte del norte de la península,
aunque tenían problemas con Gerona y Zaragoza.
• Finales de 1808, se gana la batalla de Bailén y Napoleón viene personalmente a España en 1809 con
la Grand Armée. Entra por Irún, derrota a los españoles y va conquistando Vitoria, Burgos,
Valladolid, Somosierra, Madrid y vuelve a subir hasta Astorga.
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En 1809 la junta central decide pedir ayuda al gobierno inglés: coalición hispano−inglesa / anglo−española.
Los ingleses dejaron una cosa bien clara y es que los altos cargos los ocuparían ellos. Las tropas inglesas
fueron a desembarcar en Galicia y Portugal, pero, tras la inmensa derrota, se retiran y esperan.
Napoleón invade el Imperio Ruso por Polonia, pensaba que la guerra en España acabaría pronto. Fue por
mantener ese segundo frente de guerra abierto por lo que perdió ambas guerras.
Se habían formado partidas de guerrilleros encabezadas por El Empecinado, Espoz y Mina, el Cura Merino...
quienes luchaban contra los franceses. Esto no gustaba nada a los ingleses, quienes pedían que fueran
disueltos.
En 1811 la guerra estaba controlada por los franceses, que se extendían por toda España, llegando las Cortes a
la necesidad de abandonar Cádiz.
En 1812 el ejército hispano−inglés se reorganizó y se comienza a ganar batallas, que acabaron con las de
Vitoria y San Marcián.
En 1814 acaba la guerra y José I tiene que abandonar Madrid. Napoleón también salió derrotado, al mismo
tiempo, en Rusia. Se liberó a la familia real y Fernando VII vuelve a reinar.
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