DIAGNÓSTICO A TRAVÉS DEL ADN FETAL EN SANGRE MATERNA Sebastián Manzanares Galán, Mª Dolores Moreno Martínez, Alicia Pineda Lloréns y Alicia Jiménez Cobo. INTRODUCCIÓN El diagnostico prenatal de trastornos genéticos en el feto tiene su origen hace más de 40 años cuando se comenzaron a cultivar células del feto obtenidas por amniocentesis. Desde entonces, este procedimiento se ha extendido por todo el mundo y se ha utilizado para análisis cromosómicos, enzimáticos y, más recientemente, moleculares, a partir de las 14 semanas de gestación. La biopsia de vellosidades coriales en la década de los 80, aportó una nueva vía para obtener información sobre la dotación cromosómica del feto, con la ventaja de realizarse en el primer trimestre de gestación. Actualmente la principal indicación de diagnóstico prenatal surge del cribado prenatal de anomalías cromosómicas (marcadores fetales ecográficos y bioquímicos en sangre materna) que estima el riesgo de aneuploidías en el feto, siendo las enfermedades monogénicas una indicación menos frecuente. El Diagnóstico Prenatal invasivo es así el método estándar para la detección de numerosos congénitos en el feto durante la gestación. Sin embargo, tanto la amniocentesis como la biopsia de vellosidades coriales son procedimientos asociados a un riesgo de pérdida del embarazo del 1% aproximadamente (0,3-2)%. Debido a estos riesgos, el diagnóstico prenatal no invasivo está obteniendo tremendo interés entre los investigadores, y se estan desarrollando métodos con alta fiabilidad aunque aún no se ha extendido su aplciación a la población general. Se denomina Diagnóstico Prenatal No Invasivo al estudio de características genéticas del feto a través de material obtenido de la sangre materna. Los dos abordajes actuales del problema son el estudio de ADN libre en la circulación materna y la manipulación de células fetales completas. ADN LIBRE FETAL EN SANGRE MATERNA En 1997 el grupo de Lo y cols.1 describió, por primera vez, la existencia de ADN fetal circulante en la sangre materna. Este descubrimiento abrió una nueva puerta en el campo del diagnóstico prenatal no invasivo ya que hasta entonces todos los esfuerzos de los diferentes grupos de investigación implicados en este campo se habían centrado en el asilamiento de células fetales en sangre materna sin éxito. Actualmente se sabe que, durante el embarazo y aumentando con las semanas de gestación, del 4 al 10% del ADN total libre en el plasma materno tiene origen fetal (probablemente placentario) 2 . Este ADN, procedente de la apoptosis de células fetales, puede detectarse en plasma materno a partir de la 5ª semana de gestación3. Su vida media es muy corta (16 minutos) debido al aclaramiento materno, por lo que ofrece información a tiempo real y desaparece de la circulación materna algunas horas después del parto4. Para llevar a cabo un diagnóstico prenatal exacto es necesario distinguir el ADN fetal del materno, lo cual no siempre es fácil. El método más fiable es identificar secuencias de ADN únicas para el cromosoma Y1,2 y por tanto exclusivas del feto, aunque esto limita el diagnóstico a fetos de sexo varón. Otro método es identificar fragmentos de ADN asociados a características heredadas del padre que no estarían presentes en la circulación materna si la madre no las padece. El análisis de alelos que el feto heredó de la madre es más problemático. Algunas técnicas propuestas son la identificación mediante la metilación diferente en el tejido materno con respecto al tejido fetoplacentario (hipometilado) 5,6 o las diferencias en su longitud, ya que los fragmentos de ADN fetales en la circulación materna son más cortos7. La técnica estándar para el estudio del ADN fetal es la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Actualmente se dispone de técnica de PCR digital que permite la realización de múltiples análisis de PCR en paralelo8, siendo de gran utilidad para el diagnóstico prenatal en casos en los que es necesaria una mayor sensibilidad, como cuando se busca una trisomía 21, aunque ello implica numerosas reacciones de PCR que llevar a cabo incrementando por tanto los costes. Otras técnicas empleadas son la espectroscopia de masa de diferentes alelos de ARNm, enriquecimiento de ADN fetal o secuenciación de alto rendimiento genético de células libres de ADN en suero materno que identifica la concentración relativa de cromosomas específicos fetales9. El estudio del ADN fetal libre está establecido en el diagnóstico del sexo fetal, y se considera de utilidad en el diagnóstico prenatal de enfermedades genéticas recesivas ligadas al sexo (Hemofilia, Enfermedad de Duchenne, etc.), el Rh del feto y el manejo de la enfermedad hemolítica perinatal, y algunas otras enfermedades monogénicas como beta Talasemia, acondroplasia, etc. Sus principales limitaciones son pequeños porcentajes de falsos negativos debido a la incapacidad de extraer en algunas ocasiones el ADN fetal de la sangre materna, y, al estar muy fragmentado, resulta técnicamente complejo proporcionar suficiente información genética para el diagnóstico de anomalías cromosómicas, así como de enfermedades heredadas de la madre. Se ha descrito una disminución del porcentaje de ADN fetal a medida que aumenta el peso materno10. CÉLULAS FETALES COMPLETAS EN SANGRE MATERNA El estudio de células fetales completas tiene la ventaja de aportar una información genética completa y detallada del feto, tanto del núcleo como del citoplasma, especialmente útil para el diagnóstico de aneuploidías y en general de cualquier anomalía que pudiera diagnosticarse en el adulto11. Sin embargo existen algunas dificultades. Las células fetales en sangre materna lo están en número reducido (0.0035%-0.008%), y la principal dificultad radica en la separación de las células maternas, para su posterior cultivo in vitro. La presencia de células fetales en sangre materna es conocida desde 1.893 en que se describió la presencia de células multinucleadas del sincitiotrofoblasto en tejido pulmonar de una mujer embarazada que murió de eclampsia12 (9). Desde entonces, en el torrente circulatorio de la madre se han descrito además de células trofoblásticas, linfocitos, eritroblastos primitivos y células madre hematopoyéticas. Por sus características, el eritroblasto fetal primitivo es el candidato ideal para el diagnóstico prenatal no invasivo en el primer trimestre: Se trata de una célula nucleada, por lo que contiene la información genética del feto, no se encuentra en la sangre de adultos sanos, pero sí en sangre fetal a partir de la semana octava de gestación, y su corta vida media (aproximadamente 30 días), hace improbable el aislamiento de eritroblastos de embarazos previos. No obstante, el procedimiento de selección y manipulación para proporcionar un número adecuado de células aún es un tema no resuelto y los intentos de resolverlo no han sido satisfactorios hasta el momento13,14,15,16. El análisis de estas células implica tres pasos fundamentales: Enriquecimiento celular, aislamiento celular y detección y caracterización genética y fenotípica celular: El enriquecimiento celular suele realizarse mediante la aplicación de gradientes de densidad como es el caso del ficoll o el percoll, tanto uno como otro implica pérdida celular, al introducir centrifugaciones y lavados post-enriquecimiento. Teniendo en cuenta que una de las principales limitaciones de este estudio es el número de células, la aplicación de este paso agrava el problema. Otra forma de enriquecimiento es la utilización de tampones de lisis, pero estos pueden terminar dañando también a los eritroblastos. El aislamiento celular se basa fundamentalmente en la aplicación de “fortín celular” dependiente de marcajes magnéticos (MACS) o de fluorescencia (FACS). El principal problema que presentan es que ambos necesitan un paso previo de enriquecimiento y que ambos necesitan la combinación con anticuerpos específicos de las células de interés (selección positiva), o la utilización de un proceso de selección negativa, aislando las células que no son de interés, para, posteriormente desecharlas El problema es, que las células positivas para el estudio al encontrarse en menor proporción, pueden quedar retenidas entre las células negativas ,mucho más abundantes. No obstante, dentro de estos dos procesos, el método basado en la tecnología MACS, es más sensible y eficiente y no necesita una alta especialización, siendo un método reproducible y no excesivamente caro. La detección y caracterización es dependiente directamente de los dos pasos anteriores, y está además supeditado a la existencia de marcadores específicos de estas células. Por todo ello, tras muchos años de investigación, el aislamiento de células fetales en sangre materna prácticamente se ha descartado debido a su escasez como un fenómeno biológico aceptado, y aún dificultad no se ha solventado eficazmente con los métodos disponibles. Sin embargo, recientemente se ha propuesto una nueva metodología basada en el aislamiento por tamaño de células de origen fetal, ya que los eritroblastos fetales presentan un tamaño especifico que les permite quedar retenidos en un sistema de filtros. Este sistema presenta la ventaja de eliminar el paso previo de enriquecimiento, lo que podría proporcionar una mayor sensibilidad, y por tanto un mayor índice de recogida celular, y ofrecer así resultados prometedores. APLICACIONES PARA EL DIAGNÓSTICO PRENATAL Determinación del sexo fetal: Esta es la primera aplicación y la más sencilla de la tecnología de análisis de ADN fetal en sangre materna. Existen varias secuencias de ADN específicas del cromosoma Y que permiten la determinación del sexo fetal ya desde la semana 7 de gestación, con una fiabilidad cercana al 100 % a partir de la semana 10ª17,18. Mediante la prueba de la PCR para estas secuencias en sangre materna podemos determinar el sexo fetal: si la secuencia del cromosoma Y están presente, el feto es de sexo masculino; y en su defecto, se presume que el feto es de sexo femenino. El conocimiento del sexo fetal, amen de información de tipo social, es especialmente útil como paso inicial en el diagnóstico prenatal de enfermedades ligadas al cromosoma X, como la hemofilia, la distrofia muscular de Duchenne o el síndrome de X frágil entre otros. En estos casos, las mujeres portadoras con feto femenino no deben someterse a pruebas invasivas ya que un feto femenino o bien no se verá afectado por la enfermedad o será un portador asintomático de la mutación. Por otro lado, si el feto es masculino, existe una probabilidad del 50 % de que sea portador de la enfermedad por lo que se podrán ofertar pruebas invasivas para el diagnostico prenatal a la gestante si así lo desea. Por otro lado, el conocimiento del sexo fetal también es útil en el tratamiento de los embarazos en los que el feto está en riesgo de desarrollar hiperplasia suprarrenal congénita. Si el feto es de sexo femenino puede desarrollar ambigüedad genital y/o virilización genital, que se puede prevenir mediante la administración de dexametasona a la madre durante el embarazo. Si el feto se sabe que es masculino, la terapia con esteroides puede omitirse, evitándose de este modo sus efectos secundarios y complicaciones. Datos de revisión recientes 19 indican que la sensibilidad para el diagnóstico aumenta con la edad gestacional (tabla 1) Tabla 1. Capacidad de diagnóstica de los test no invasivos de determinación del sexo fetal en función de la semana de gestación Edad gestacional Sensibilidad Especificidad < 7 semanas 74,5 % 99,1 % 7-12 semanas 94,8 % 98,9 % 13-20 semanas 95,5 % 99,1% >20 semanas 99% 99,6% Determinación del genotipo fetal Rh: El antígeno D está presente aproximadamente en el 80 % de la población caucásica (Rh positivo, y es causante de un cuadro de isoinmunización cuando sangre el feto D+ se ponen en contacto con una madre D-. Actualmente esta respuesta inmunológica se trata de forma preventiva mediante la administración a la madre de gammaglobulinas anti-D de forma sistemática al inicio del tercer trimestre, tras el parto en casos de recién nacido de grupo positivo, y siempre que se produzca alguna situación de contacto potencial de sangre materna y fetal (sangrado, procedimiento invasivo, etc.). Esta estrategia preventiva ha minimizado la incidencia de enfermedad hemolítica del recién nacido de un 5 % a menos de 1 / 200 fetos de madre Rh negativa20. Pero sin embargo se estima que aproximadamente el 40 % de las madres Rh negativo reciben gammaglobulina de forma innecesaria debido que sus fetos son también Rh negativo y no es posible la inmunización anti-D. La minimización de la administración innecesaria de gammaglobulina anti-D no sólo tendría un beneficio económico evidente (cada dosis tiene un coste de 30 €), sino que hay que olvidar que se trata de un material biológico procedente de donantes vivos, y no es descartable la transmisión de infecciones no conocidas en este momento. La determinación no invasiva del Rh fetal mediante el estudio de ADN fetal en sangre materna aporta la solución a este problema. Por otra parte, los fetos de madres ya inmunizadas son sometidos a un programa de vigilancia en Unidades de Medicina Fetal que incluyen realización de cordocentesis y valoración periódica de la velocidad pico en arteria cerebral media para la detección de la anemia fetal. En casos de fetos Rh negativo, este seguimiento no sería necesario. El procedimiento de laboratorio es similar al que se usa para determinar el sexo fetal, y actualmente tiene una amplia utilización clínica tanto en Estados Unidos como en Europa, con cifras de sensibilidad y especificidad entre el 95 y el 100%21, habiéndose extendido también la técnica al primer trimestre22. Sin embargo, aún no se ha dado el paso para sustituir la administración sistemática de gammaglobulina en el embarazo por esta determinación a todas las gestantes, aunque la prueba ha demostrado gran fiabilidad clínica23,24. Detección de enfermedades monogénicas: El diagnóstico prenatal no invasivo de trastornos monogénicos se limita a la detección de mutaciones heredadas del padre, que no estarían presentes en el genoma materno. Para enfermedades autosómicas dominantes, el diagnóstico depende únicamente de la identificación de este alelo paterno. Cuando el padre padece la enfermedad, la detección en sangre materna del alelo responsable de la misma significa que el feto también estará afecto por la enfermedad. Algunas enfermedades autosómicas dominantes que han sido detectadas utilizando ADN fetal en sangre materna incluyen la enfermedad de Huntington 25 , la distrofia miotónica26, y la acondroplasia27. Cuando la madre es la que padece la enfermedad, el diagnóstico fetal no invasivo no es posible ya que los ácidos nucleicos fetales derivados de alelos maternos no pueden distinguirse de los ácidos nucleicos maternos. En el caso de enfermedades autosómicas recesivas en los que sólo uno de los progenitores es portador de la mutación, no es necesario realizar pruebas fetales pues el feto no padecerá la enfermedad. En las parejas en que ambos son portadores heterocigotos para el gen mutado sí existe riesgo de tener en su descendencia un hijo con la enfermedad, el alelo paterno mutado puede ser investigado en el plasma de la embarazada. La ausencia de la mutación paterna en ADN fetal descarta que el feto esté afectado de la enfermedad en estudio. Si la mutación paterna está presente, no puede diferenciarse si se trata de un feto afectado o portador, por ello estudios más recientes han desarrollado técnicas de secuenciación para detectar un feto homocigoto en una madre heterocigota para un determinado gen, sobre la base de que la proporción entre gen anormal/normal se eleva28. Detección de aneuploidías fetales: En general, en las trisomías 1329 y 2130 se incrementan los niveles de ADN fetal en la circulación materna, hecho que no ocurre en la trisomía 1829. Pero, dado que el ADN fetal se pierde entre el ADN materno que es mucho más abundante, una estrategia más eficaz para detectar ese ADN fetal es buscar los genes que se acompañan de ARNm especifico del cromosoma 21 placentario. Para este propósito se emplea la secuencia PLAC4 del ARNm, y se mide la relación entre la cantidad de los distintos alelos del ARNm en la circulación sanguínea materna. El feto lleva un cromosoma 21 de cada progenitor y, por lo tanto, un feto normal (disomía 21) debe generar cantidades iguales de los dos alelos. Una proporción de 2:1 o 1:2 sugiere trisomía. Con este enfoque en un estudio realizado en 2007 se identificaron 9 de cada 10 casos de síndrome de Down y se excluyeron 55 de 57 controles sanos31. Otra forma de detectar la trisomía es aprovechar la diferencia en la metilación del ADN entre los genes maternos y fetales. Uno de los genes del cromosoma 18, el SERPINB5, está hipometilado en la placenta e hipermetilado en la sangre materna. Si se analizan los alelos hipometilados se puede distinguir a los fetos euploides de los fetos con trisomía9,32. La tecnología disponible hasta el momento que ha demostrado ser más fiable es la secuenciación masiva en paralelo (MPS), una técnica en la que se secuencian los segmentos cortos de ADN libre del suero materno, analizando millones de moléculas y calculando la distribución de ADN, materno y fetal, en el plasma materno9,32. En los últimos dos años se han publicado al menos 11 estudios que analizan el rendimiento del diagnóstico de aneuploidía en poblaciones de alto riesgo10,33,34,35,36,37,38,39,40,41,42,43,44. En todos ellos se establece que ya desde las 10 semanas de gestación se puede detectar con fiabilidad la trisomía 21 en embarazos únicos en poblaciones de alto riesgo con alta sensibilidad y especificidad. La trisomía 18 y 13 también se pueden detectar pero con menor exactitud. Recientemente se ha demostrado también que estos test pueden realizarse en gestaciones de bajo riesgo, también con altos niveles de sensibilidad y especificidad45,46,47 (Tabla 2). Actualmente hay varios kits comercializados con certificación internacional con excelente sensibilidad y especificidad, pero con mínimo riesgo de falso positivo, por lo que los laboratorios recomiendan la confirmación del resultado positivo mediante pruebas invasivas. Aún no existe evidencia suficiente de la utilización de este técnica para identificar otras aneuploidías menos comunes y mosaicismos con una sensibilidad suficiente, y se necesitan más estudios al respecto. Tabla 2: Resumen de los estudios de diagnostico prenatal usando ADN fetal en sangre materna desde 2011 PUBLICACIÓN N CARIOTIPO ANORMAL T 21 T 18 RESULTADOS T 13 T 21 T 18 T 13 GESTACIONES ÚNICAS DE ALTO RIESGO Palomaki33 (2011) 212 Palomaki34 (2012) Sehnert35 (2011) 13 Ehrich36 (2011) Chiu38 (2011) 59 12 8 1 Sens Espec 98.6 % 99.8% 100 % 100 % 39 100 % 99.7 % 86 100 % 97.9 % Sens Espec Sens Espec 100% 99.7% 91.7 % 99.03% 100 % 100 % Bianchi (2012) 37 89 36 14 100% 100 % 97.2 % 100 % 78.6 % 100 % Ashoor (2012) 10 50 50 10 100% 100 % 98 % 100 % 80 % 99,95 % 43 36 8 100% 99,2 % 100 % 99,2 % 91,9 % 98 % 100 % 98,9 % 80% 99,9% 100% 100 % Sparks (2012) 48 Chen (2011) 42 Norton (2012) 37 81 25 38 100% 99,97 % 97.4 % 99,9 % GESTACIONES UNICAS DE BAJO RIESGO 46 Nicolaides (2012) 45 Dan (2012) 8 2 100% 99,9 % 66 % 99,9 % 139 41 100% 99,96 % 100 % 99,96 % 47 Ashoor (2012) 15 GESTACIONES MÚLTIPLES 49 Lau (2012) 1* 100% 5* 1* 100% 2** 1* 35 Sehnert (2011) 100% 1** * Gemelos discordantes ** Gemelos concordantes 50 Canick (2012) 100 % 100 % 100 % Diversas entidades internacionales, entre las que se encuentra la Sociedad Internacional de Diagnóstico Prenatal (ISPD) y la Sociedad Nacional de Consejeros Genéticos de los Estados Unidos (NSGC), sustentan que esta prueba no es diagnóstica, y aunque constituye probablemente el test de cribado más exacto que existe, no sustituye al gold standard, es decir, el cariotipo fetal39, 51 . Aún esta por determinar su integración en los diversos programas de cribado. Sin embargo en ningún caso debe sustituir a la realización de ecografía de primer trimestre para la evaluación de la anatomía fetal y búsqueda de marcadores de otras alteraciones como preeclampsia, CIR, parto pretérmino, etc52. Detección de otras complicaciones fetales: El conocimiento de la concentración de ADN fetal en embarazos sanos ha permitido estudiar sus variaciones en embarazos patológicos. La magnitud de la transfusión feto-materna de células y ADN es un indicador del estado de la placenta, habiéndose observado que un nivel elevado de células y ADN fetal en la circulación materna se asocia con una disrupción de la barrera placentaria y complicaciones del embarazo. Dado que la principal fuente de ADN fetal son las células trofoblásticas, es lógico que los niveles del mismo en plasma materno se encuentren elevados en patologías placentarias con procesos de apoptosis aumentados y áreas de infarto. Así, se han detectado aumentos cuantitativos significativos de ADN fetal en plasma materno en asociación con desprendimiento de la placenta 53 , preeclampsia 54,55,56 , trabajo de parto prematuro 57 , hiperemesis gravídica 58 y polihidramnios59. CONCLUSIONES • El ADN fetal libre se pueden detectar en la sangre materna desde el primer trimestre de gestación. Se elimina de forma rápida tras el parto. • La mayoría de las pruebas no invasivas de detección de ADN fetal se basan en la detección de alelos heredados del padre que no están presentes en el genoma materno. • Se han desarrollado test comerciales para el diagnóstico del sexo y también para pruebas de paternidad en sangre de la madre. Esta información es útil en fetos que están en riesgo de padecer enfermedades ligadas al cromosoma X o en casos en los que hay antecedentes familiares de hiperplasia suprarrenal congénita. • La utilización de estas pruebas no invasivas en mujeres Rh negativas permitiría evitar la administración innecesaria de inmunoglobulina y realizar una vigilancia del embarazo como en las mujeres isoinmunizadas en el caso de que el feto también sea Rh negativo. • El papel de las pruebas no invasivas para la trisomía 21, trisomía 18 y la trisomía 13 en la práctica clínica está evolucionando. Actualmente se realizan pruebas no invasivas a modo de screening con sensibilidad por encima del 95% y falsos positivos del 0,1%. Los casos positivos deben confirmarse con procedimiento invasivo. BIBLIOGRAFIA 1. Lo YM, Corbetta N, Chamberlain PF et al. Presence of fetal DNA in maternal plasma and serum. Lacet. 1997; 350: 485. 2. Lo YM, Tein MS, LauTK et al. 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