juez segundo de primiera instancia

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CIUDADANO:
JUEZ SEGUNDO DE PRIMIERA INSTANCIA
(DISTRIBUIDOR) EN LO CIVIL, MERCANTIL Y AGRARIO
DEL SEGUNDO CIRCUITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN
JUDICIAL DEL ESTADO BOLÍVAR.
SU DESPACHO.
Ref. Demanda de Daños y Perjuicios
Yo, YAMAL MUSTAFÁ HENRIQUEZ, venezolano, mayor de edad, de este demandar por
daños y perjuicios a los ciudadanos DAVID NATERA FEBRES y la sociedad mercantil
EDITORIAL RODERICK, C.A., fundamentado en las razones de hecho y de derecho que
se exponen a continuación:
1. En el año 1.995
fui contratado por un condómino del Edificio Piarde, quien se
consideraba afectado por unas obras que se estaban realizado para la instalación de la
televisora TV GUAYANA, quienes alteraron toda la fachada del edificio y ocuparon áreas
comunes de uso común para el todos los propietarios. Para la tutela de los derechos de
este condómino presenté por ante el Tribunal Primero de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil y Agrario de este Circuito y Circunscripción Judicial, una acción interdictal que
fue admitida por el Tribunal acordándose la protección cautelar que fue solicitada.
2. Efectuada la notificación de la querelladla la empresa TV GUAYANA cuyo principal,
accionista, propietario, administrador o director era el ciudadano DAVID NATERA, este,
antes de proceder a acatar el mandato dictado por el tribunal, emprendió un brutal campaña
de descrédito en contra del Juez EZEQUIEL MONSALVE CASADO (hijo), quien estaba a
cargo de ese Tribunal, a quien tildó conjuntamente con mi persona de corrupto y de formar
parte de un mafia judicial, la cual mantuvo por espacio de más de seis meses en el diario
CORREO DEL CARONI que igualmente dirige.
3. A partir de este momento no cesó en señalarme como un abogado corrupto, bandido, en
un lenguaje muy propio de los abogados que lo representaron en ese proceso y del político
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ANDRES VELASZQUEZ, con quienes mantenían una cofradía que manejaba el poder
en el estado, pues además de tener la hegemonía comunicacional, ocupaban los más altos
cargos en la Gobernación del Estado Bolívar, lo cual los hacía sentir muy poderosos, por
encima de la Ley. Así, desde las alturas del poder, se promocionaban como personas
honestas, probas, dignas, verticales, lo cual contrastaban con todas aquellas personas que
pudieran tener una rivalidad empresarial, político o profesional, que eran todo lo contrario,
corruptos, bandidos, delincuentes y definitivamente personas indeseables a quienes se
encargaban de descuartizar en el cadalso de sus medios de comunicación, el diario
CORREO DEL CARONI y la televisora TV GUAYANA, sin que los agredidos pudieran
contrarrestar esas orquestadas campañas de descrédito en forma proporcional ante otro
medio de comunicación, pues ni pensar que les podía ser concedido el derecho de réplica.
De allí, que las agresiones ante estos medios de comunicación, era repelidas con grafitis
por toda la ciudad, quedando en la memoria de todo el pueblo del estado el cliché “LA
YEGUITA SE DEJA”, en alusión a algún hecho de su juventud o de su infancia con el cual
sus contemporáneos ofendidos lo trataban a su vez de ofender.
4. Luego de haber planteado en su contra el interdicto en el caso de la televisora TV
GUAYANA, demandé nuevamente a DAVID NATERA FEBRES al pago de prestaciones
sociales y otros conceptos derivados de una relación laboral que estableció con unos
conserjes, a quienes se negaba a reconocerles y pagarles sus derechos laborales, situación
que acrecentó el odio que este sujeto sentía hacia mi persona.
5. Paralelamente al ejercicio de mi actividad profesional
me fui incorporando
progresivamente al desarrollo de actividades empresariales, en un primer momento con
una empresa de servicio de comidas y alimentos y posteriormente
en desarrollos
inmobiliarios hasta incursionar finalmente en los medios de comunicación, cuando fundé
el semanario EL CRITICO y posteriormente el DIARIO PRIMICIA, conformando una
infraestructura empresarial comunicacional que en dos años logró posicionarse como la de
mayor circulación en el estado, gracias
a un personal
acuciosamente seleccionado,
clasificado, formado e incentivado en el manejo de las últimas tecnologías para realizar un
periodismo innovador, constructivo, divertido, enmarcado dentro de una línea editorial de
apertura, pluralidad y amplitud que da cabida a todos los sectores de la sociedad sin tomar
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en cuenta su tendencia política, buscando en todo momento ofrecer una imagen positiva
del país y del mundo.
6. En contraste con esta nueva manera de informar encontramos el morboso estilo de
DAVID NATERA, quien practica un periodismo destructivo utilizando el diario CORREO
DEL CARONÍ como un instrumento
de poder y coerción sobre la sociedad y los
funcionarios que ocupan cargos en los diferentes órganos y entes públicos del Estado. En
ese diario están enquistados todos los malos hábitos del periodismo, no hay ningún tipo de
pluralidad. Están concentrados en destacar siempre lo más negativo de las gestiones de los
gobiernos a los que no logran doblegar, dedicándose a fabricar bandidos, hechos y actos de
corrupción a través de falsas denuncias que nunca se llegan a plantear o si se plantean
nunca llegan a prosperar, ofreciendo siempre una imagen negativa
de los hechos y
acontecimientos que es la causa de la situación en que se encuentra este periódico.
7. Hasta el año 2004 era notoria las pautas publicitarias que tenía la Gobernación del
Estado Bolívar, con los medios de comunicación dirigidos por DAVID NATERA, la cual
se interrumpió cuando fue proclamado
FRANCISCO
RANGEL
GÓMEZ,
y entró en el ejercicio del cargo el General
siendo
un
hecho
que
adquirió
notoriedad
comunicacional la denuncia que efectuó en el año 1.995 al abogado JORGE CARVAJAL
cuando asumió la Gobernación, que ANDRES VELASQUEZ se negó a entregar dejándola
en el abandono,
quien señaló
una serie de desmanes que posteriormente fueron
silenciados. Sin embargo, el ahora diputado ANDRES VELASQUEZ
y su Secretario de
Gobierno ELIECER CALZADILLA fueron objeto de un procedimiento abierto por la
Contraloría General de la República, que estableció su responsabilidad administrativa en
un acto administrativo que quedó firme luego de haber sido declarados sin lugar todos los
recursos que ejercieron para impugnarlos.
8. Pese a esta incontestable realidad que es notoriamente conocida por toda la colectividad
del estado Bolívar, el ahora diputado ANDRES VELASQUEZ pretende erigirse como el
abanderado en la lucha contra la corrupción y a través de este medio de comunicación EL
CORREO DEL CARONI ha desatado conjuntamente con su aliado el Director-Editor
DAVID NATERA, una campaña de difamación e injuria en mi contra en la que me
sindican como miembro de una mafia de corrupción que encabeza el Gobernador del
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Estado, con quien tengo una relación de amistad
como la tiene con otros tantos
empresarios de la ciudad.
9. Aun cuando no existieran los anteriores antecedentes que revelan la causa de la
orquestada campaña de descrédito que ha sido desatada en mi contra, es inconcebible que
un medio de comunicación no tenga la adecuada asesoría legal que le haga saber cuales
son las reglas estructurales que informan un sistema normativo, en atención con la
adecuada y armonizada aplicación de los valores, las normas y los principios. Así, el
derecho de información oportuna, veraz y objetiva, —que no es lo que ocurre en este caso
en el que la intención es causarme un daño— no puede bajo ninguna circunstancias
lesionar la garantía del debido proceso, del juez natural y el derecho a la presunción de
inocencia.
10. No se puede plantear aquí que el Director y Editor del diario CORREO DEL CARONI
con quien, como ya lo señalara, mantengo una enemistad declarada y más que una rivalidad
producto de una competencia empresarial, un odio visceral de él hacia mi persona, pues su
soberbia y engreimiento no le permiten aceptar que en un lapso de dos (02) el diario
PRIMICIA pueda haber ocupado los espacios que durante décadas tuvo el moribundo
CORREO DEL CARONIO que
anacronismo y decrepitud,
se ha encargado de aniquilar por su mezquindad,
no se haya percatado
de la responsabilidad que le está
generando a su persona en su condición de Director-Editor y a la propia editorial los daños
que está causando esta campaña difamatoria que, como ya señalamos, está directamente
orquestada por su persona
y por el diputado ANDRES VELASQUEZ, a quien su
ignorancia le impide entender que inmunidad e impunidad son dos términos que riman
pero no significan lo mismo. Así, que constituye un acto de cobardía que este político que
inmerecidamente ocupa un curul en el que entró coleado bajo la plataforma de la unidad,
—pues la única encuesta que puntea en el país es la de ser el político con mayor rechazo
— pretenda ampararse en es malinterpretada inmunidad para agredir a mansalva. Sin
embargo, más cobarde aún es el Director DAVID NATERA, quien pretende escudarse en
una joven periodista a quien manipula precisamente para eludir su responsabilidades, ya
que siempre ha estado acostumbrado a moverse con sus malas acciones entre las sombras,
pretendiendo con ello mantener esa falsa imagen de persona
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honesta, proba, altiva,
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impoluta y vertical con la que este falso y acomplejado lord pretende venderse en la
sociedad.
11. Tanto DAVID NATERA como mi persona tenemos la particularidad de ser además de
abogados, editores de un medio de comunicación y ha sido él quien en todo momento me
ha declarado una guerra mediática por mampuestos personajes en quien se pretende
escudar. Sin embargo, en honor y respeto los principios que informan el periodismo y a
todas las personas que integran la familia PRIMICIA, no estoy dispuesto a utilizar este
medio para venganzas, defensas o retaliaciones personales, y es por ello que he decidido
librar esta batalla ante los tribunales que es el terreno en donde se debe plantear.
12. Por esta razón en el día 15 de este mes en curso, presenté por ante los Tribunales
Penales de esta Circunscripción y Circuito Judicial una acusación
en contra de los
ciudadanos ANDRES VELASQUEZ y DAVID NATERA FEBRES, por la comisión de los
delitos de difamación e injuria, a los fines de hacer valer la responsabilidad penal derivada
de los hechos que anteriormente han sido señalados, y a través de esta acción judicial
estoy ejerciendo en forma inmediata la acción civil para la reparación de los daños y
perjuicio que me han sido causados.
En el capítulo precedente he dejado establecido que la injuriosa campaña de descrédito y
difamación que ha desatado DAVID NATERA y sus acólitos en mi contra han producido
lesiones a mi honor y reputación, generándome daños que trascienden mi esfera personal y
se extienden a mi entorno familiar, a quienes ha pretendido someter al escarnio y odio
público, siendo nosotros una familia de diez hermanos que en la segunda, tercera y cuarta
generación cuenta con ochenta y tres miembros; de allí que es evidente que tengo por mi
parte cualidad e interés jurídico inmediato y directo para el planteamiento de una acción de
daños y perjuicios sobre la base de lo dispuesto en el artículo 1.185 del Código Civil, que
es la norma que en nuestro ordenamiento consagra la figura de la responsabilidad
extracontractual, cuando establece:
Artículo 1.185.- El que con intención, o por negligencia o por imprudencia, ha
causado un daño a otro, está obligado a repararlo.
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Debe igualmente reparación quien haya causado un daño a otro, excediendo, en
el ejercicio de su derecho, los límites fijados por la buena fe o por el objeto en
vista del cual le ha sido conferido ese derecho
En ese caso es indiscutible que esa campaña mediática que ha sido desatada en mi contra
no se está realizando con el ánimo de informar, sino con la delibera intención de
difamarme, de injuriarme y de lograr comprometer mi responsabilidad en los hechos que
están siendo investigados generando presiones en los funcionarios que están llevando a
cabo la investigación, y esa campaña está siendo orquestada directamente por el ciudadano
DAVID NATERA, quien tiene la condición de Director-Editor del diario CORREO DEL
CARONI y por el diputado ANDRES VELASQUEZ.
En el amplio catálogo de instrumentos jurídicos plurinacionales referidos a la protección
del honor y la reputación, es preciso invocar la Declaración Universal de los Derechos
Humanos (DUDH), cuyo artículo 12 señala: “Nadie será objeto de injerencias
arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de
ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la
ley contra tales injerencias o ataques”. Son relevantes como normas afines: el Pacto
Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (Art. 17), la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre (Art. V), la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (Art. 11) y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (Art.60).
Los derechos de la personalidad se encuentran regulados y protegidos en dos vertientes: el
derecho civil y el derecho penal. En el derecho civil la regulación surge de las obligaciones
que nacen de los hechos ilícitos y en concreto del daño moral y de la reparación moral.
Las condiciones genéricas requeridas para la existencia y reparación de los daños, según los
tratadistas del derecho, son las siguientes: a) que se atente al crédito o reputación por
cualquier medio; b) que haya propósito de difamar en el sujeto activo; c) que a la ofensa se
le dé divulgación en ausencia del ofendido; y, d) se puede atentar a la reputación de una
persona natural (física) como de una ficticia (moral). 1
1
6
Garrido Mont, Mario, Los delitos contra el honor, Santiago de Chile, Carlos E. Gibbs A. Editor, 1963, p. 311. 13 Idem.
7
Como ya anteriormente tuvimos la oportunidad de señalarlo, el honor tiene una doble
connotación, en un sentido amplio; el concepto de la propia dignidad llamado honor
subjetivo u honor propiamente, y la opinión que los demás tienen de nosotros, honor
objetivo o reputación. En virtud de esta diferencia es como se pretende crear la protección
al bien jurídico tutelado: "la injuria proteja al honor subjetivo, y la difamación al objetivo o
reputación".
El artículo 1.196 del Código Civil establece el alcance de la reparación de daños causados
por hechos ilícitos, en los siguientes términos:
Artículo 1.196.- La obligación de reparación se extiende a todo daño
material o moral causado por el acto ilícito.
El Juez puede, especialmente, acordar una indemnización a la víctima en
caso de lesión corporal, de atentado a su honor, a su reputación, o a los de
su familia, a su libertad personal, como también en el caso de violación de
su domicilio o de un secreto concerniente a la parte lesionada.
El Juez puede igualmente conceder una indemnización a los parientes,
afines, o cónyuge, como reparación del dolor sufrido en caso de muerte de la
víctima.
. Si un particular realiza una denuncia de contenido difamatorio hacia un tercero, la
responsabilidad en este caso es directa de quien realiza la denuncia y no del periódico ni
del periodista quien está obligado a recoger la información en caso de considerarla
relevante.
En este tipo de información, escapa del control del Director quien en un
momento determinado no puede auditar toda la información que se está realizando en un
medio de comunicación. En otros casos, el periodista dentro de la línea editorial tiene un
margen de libertad para expresar sus ideas y su pensamiento y los daños que puedan
causar, no trascienden a su esfera personal; es decir, no se pueden hacer extensiva al editor
o empresario propietario del medio. Sin embargo, cuando un medio de comunicación
emprende una campaña difamatoria como la que se ha desatado en este caso, que ha
causado conmoción y que se está haciendo de manera ilícita, es indiscutible que la
responsabilidad del editor y del empresario propietario del medio es ineludible. No puede
por consiguiente el Director-Editor DAVID NATERA alegar que el no estaba al tanto de la
campaña que se estaba desatando; que no se logró percatar de los conceptos ofensivos; que
esas informaciones son responsabilidad del periodista o de quien realiza la denuncia, por
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cuanto dentro de sus deberes como director esta, precisamente, el controlar la información
que se ha de difundir impidiendo que se salga de los cauces de tolerancia que permite la
ley en atención a las personas y los derechos que pueden resultar afectados. Es decir, que
en este caso, en el supuesto negado que el Director DAVID NATERA no haya participado
en la orquestada campaña difamatoria que se observa en las publicaciones en mi contra,
igualmente tendría en este caso responsabilidad por omisión o negligencia, pues su deber
era impedir que se información fuese difundida en los términos en que fue realizada. Pero
además, no se concibe que el director de un medio de comunicación, quien además es
abogado y en todo caso ha de contar con un grupo de asesores, desconozca la prohibición
prevista en el artículo 304 del Código Orgánico Procesal Penal, que impide hacer del
conocimiento de terceros las actas del expediente de una investigación penal; y que además
de ello, desconozca la garantía del debido proceso, del juez natural y la presunción de
inocencia, que están siendo flagrantemente lesionadas
con esta brutal campaña
difamatoria. Eso es imposible, pero en ese caso, el empresario social, es decir la sociedad
que funge como elemento subjetivo de la empresa, en este caso EDITORIAL RODERICK,
C.A., y el Director-Editor estarían incurriendo directamente en responsabilidad por
negligencia u omisión, o todo caso en la responsabilidad especial que tiene el principal
sobre los hechos de sus dependientes, prevista en el artículo 1.191 del Código Civil.
Artículo 1.191.- Los dueños y los principales o directores son responsables
del daño causado por el hecho ilícito de sus sirvientes y dependientes, en el
ejercicio de las funciones en que los han empleado.
En la interpretación de esta norma y en aplicación de la misma al caso concreto, nos
encontramos que el dueño o principal
al cual se hace referencia sería en este caso
EDITORIAL RODERICK, C.A, el director DAVID NATERA y sus dependiente la
periodista CLAVEL RANGEL, quien es la que suscribe la información. Es decir, la
responsabilidad de la editorial resulta incuestionable, frente a las acciones y omisiones de
su Director, como a su vez existe la responsabilidad de la sociedad editora, así como de su
director editor sobre los hechos de su dependiente. Ahora bien, si a todo ello, unimos que
esta ha sido una campaña debidamente fraguada, orquestada y calculada por DAVID
NATERA y su aliado ANDRES VELASQUEZ para dañar mi honor, mi imagen
y
reputación y con ellas del Gobernador del Estado, y que DAVID NATERA es quien tiene
el control de la sociedad EDITORIA RODERICK, C.A., la responsabilidad en que han
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incurrido y en consecuencia, la legitimidad pasiva que tienen para ser demandados en este
proceso es incontestable.
“iv”
“Estimación de los Daños”
Ciudadano Juez, como quiera que la pretensión que se plantea es de indemnización de
daños y perjuicios que han sido causados por las lesiones al honor y reputación tanto de
mi persona y de mi familia, tomando en consideración tanto la gravedad de los daños que
se han causado, que difícilmente puedan ser reparados, que estos daños trascienden mi
esfera personal y abarcan a todos los miembros de mi familia que son más de ochenta y
tres persona, a la posición que ocupo en la sociedad como empresario y profesional, y a la
capacidad económica del sujeto que los produce, estimo el monto de los daños en la
cantidad de VEINTE MILLONES DE BOLÍVARES (Bs. 20.000.000,oo), dejando su
definitiva determinación a criterio del Juez.
Asimismo, de antemano quiera señalar que el monto que definitivamente sean obtenido en
virtud de la condena que indefectiblemente tendrá que ser efectuada en este proceso, será
destinado a las distintas fundaciones deportivas, sociales y culturales que hacen vida en
este estado.
“iii”
“Medida Cautelar”
Con fundamento en lo establecido en los artículos 585,
588.1 y 590 de Código de
Procedimiento Civil, solicito respetuosamente de este Tribunal se sierva decretar medida
preventiva de embargo sobre bienes propiedad de los demandados, de la siguiente manera:
1.
Medida preventiva de embargo sobre bienes propiedad de DAVID NATERA
por un monto equivalente a la cantidad de VEINTITRES MILLONES DE
BOLÍVRES (Bs. 23.000.000,oo), que equivale al doble del monto de los daños de
Bs. 10.000.000,oo que le estoy demandado más las costas procesales que han sido
estimadas en un treinta por ciento (30%).
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2.
Medida preventiva de embargo sobre bienes propiedad de EDITORIAL
RODERICK por un monto equivalente a la cantidad de VEINTITRES MILLONES
DE BOLÍVRES (Bs. 23.000.000,oo), que equivale al doble del monto de los daños
de Bs. 10.000.000,oo que le estoy demandado más las costas procesales que han
sido estimadas en un treinta por ciento (30%).
Con fundamento en lo establecido en el artículo 590 del Código de Procedimiento Civil,
solicito de este Tribunal se sirva establecerme el monto
de la caución que deberé
consignar para el decreto de las medidas preventivas que estoy solicitando.
“iv”
“Petitorio”
En mérito de todo lo anteriormente expuestos y con fundamento en lo establecido en los
artículos 1.185, 1.191 y 1.196 del Código Civil, procedo a demandar al ciudadano DAVID
NATERA FEBRES, venezolano, mayor de edad, de este domicilio, titular de la cédula de
identidad número: 799.493, así como a la sociedad mercantil EDITORIAL RODERICK,
C.A., domiciliada en la Ciudad de Puerto Ordaz, inscrita en el Registro Mercantil de la
Circunscripción Judicial del Estado Bolívar, con sede en Puerto Ordaz, en fecha
15/09/1975, bajo el Nº 86, Tomo Nº 02 adicional, folios 14 al 18; representada por su
Presidente, Ciudadano DAVID NATERA FEBRES, venezolano, mayor de edad, de este
domicilio, titular de la cédula de identidad número: 799.493; para que convengan en
pagarme la cantidad de VEINTE MILLONES DE BOLÍVARES (Bs. 20.000.000,oo), o en
caso contrario sean condenados por este Tribunal a lo siguiente:
PRIMERO: Se condene al ciudadano DAVID NATERA al pago de la cantidad de DIEZ
MILLONES DE BOLIVARES (Bs. 10.000.000,oo).
SEGUNDO: Se condene a la sociedad mercantil EDITORIAL RODERICK, C.A., al pago
de la cantidad de DIEZ MILLONES DE BOLIVARES (Bs. 10.000.000,oo).
TERCERO: Se condene a los demandados al pago de las costas, todo ello de conformidad
con lo establecido en el artículo 274 del Código de Procedimiento Civil.
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Finalmente, solicito que la presente demanda sea admitida, sustanciada conforme a
derecho y declarada CON LUGAR en todos y cada uno de los pronunciamientos de ley, en
la oportunidad legal correspondiente.A los fines de cumplir con lo dispuesto en el artículo 174 del Código de Procedimiento
Civil, solicito que las notificaciones que se requieran realizar en este proceso, sean
realizadas en para ambos demandados, ciudadano DAVID NATERA FEBRES, así como a
la sociedad mercantil EDITORIAL RODERICK, C.A., plenamente identificados, se realice
en la siguiente dirección: Avenida Vía Venezuela, edificio Correo del Caroní, Urbanización
Villa Colombia, Puerto Ordaz, Municipio Caroní del Estado Bolívar.
A los mismos efectos señalados en al párrafo anterior, señalo como mi domicilio procesal
la siguiente dirección: Torre Corporativa, Piso 13, Oficina N° 40 Alta Vista Puerto Ordaz,
Municipio Caroní del Estado Bolívar.
Con fundamento al vinculante criterio establecido por la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, en la sentencia N° 98 de fecha 15 de marzo de 2.000, como o
instrumento fundamental de los hechos que sirven de título jurídico a la pretensión,
invocamos el hecho notorio comunicacional contenido en los publicaciones del diario
CORREO DEL CARONI de los días 10, 11, 12, 13, 14, 15 y 17 de julio, que puede ser
ubicado en la siguiente dirección electrónica: (http://www.correodelcaroni.com.)
Es justicia, en la Ciudad de Puerto Ordaz, Municipio Caroní del Estado Bolívar, en la
fecha de su presentación.
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