Categorías de la teoría piagetiana

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CATEGORÍAS DE LA TEORÍA PIAGETIANA
A) Invariantes funcionales. Hay dos funciones fundamentales que intervienen y que
son una constante en el proceso de desarrollo cognitivo: la organización y la
adaptación, elementos indisociables y componentes fundamentales de la estructura
cognitiva.
1.
Organización. Ésta tiene tres funciones muy definidas: Primero: la
conservación, que permite al sujeto conservar parcialmente las estructuras o sistemas
coherentes ya adquiridos de los flujos de interacción con el medio. Se conserva
parcialmente por el dinamismo de la estructura. Segundo: la tendencia asimilativa.
Aunque las estructuras organizadas tienden a conservar también aceptan elementos
nuevos que las enriquecen. Estos los aceptan por las leyes de composición y
regulación. Tercero: la propensión hacia la diferenciación y la integración: las
estructuras por ser dinámicas y abiertas se diferencian y se coordinan al establecer
nuevas relaciones de integración, generan así subestructuras que son propiciadas por
la presión del medio.
2.
Adaptación. La define Piaget como la tendencia activa de ajuste hacia el medio.
Esta supone dos procesos indisolubles:
• La Asimilación que es el proceso de incorporación de un elemento, característica u
objeto, a las estructuras o esquemas que posee el sujeto. Siempre que hay relación
cognoscitiva s-o, se da un proceso de significación que interpreta la realidad a
través de los esquemas que la estructura construye. Así la asimilación es la acción
de usar los esquemas como marcos para interpretar y estructurar la información
entrante. Hay varios niveles de asimilación en función con lo que se asimila:
primero la asimilación de un objeto externo a un esquema preexistente; segundo,
Asimilación recíproca entre esquemas; tercero, Asimilación compleja que ocurre por
una diferenciación previa de una estructura en subestructuras y asimilación e
integración de las mismas. Así se asimilan varios esquemas y se integran en otros
más complejos. Por ejemplo el escribir. Todo esto nos lleva a considerar, según
Piaget, dos postulados relativos a los esquemas y al proceso de asimilación:
primero, todo esquema de asimilación tiende a alimentarse; segundo, todo
esquema de asimilación tiende a sufrir un ajuste según las presiones de los objetos
asimilados, pero también a mantener su continuidad y capacidad como marco
asimilativo.
• La acomodación. En este proceso de adaptación la asimilación se asocia con
situaciones de ajuste o reacomodación ligera o significativa de los esquemas, que
es producida por la interacción con la información nueva. Con base en estos
procesos de asimilación y acomodación notamos que la información entrante en el
sujeto se relaciona con la experiencia previa (organizada en esquemas y
estructuras), que no sólo es un proceso de acumulación asociativa de información
como lo señalarían las corrientes empiristas en psicología.
B) Equilibración: cuando la información nueva no produce cambios en los esquemas
del sujeto hay cierta compensación entre los procesos de asimilación y acomodación,
es decir, hay equilibrio entre las estructuras del sujeto y el medio. Entonces la
adaptación no es más que el equilibrio entre la acomodación y la asimilación; este
equilibrio dinámica va actuando cuando el sujeto hace nuevas relaciones con el medio
y por nuevas problemáticas que el medio le plantea al sujeto.
Según Piaget, hay dos procesos de equilibración:
• reguladora. Esta integra tres factores que influyen en el proceso del desarrollo
mental. Primero, el crecimiento orgánico y la maduración de los sistemas nervioso
central y endócrino. Segundo, la experiencia personal y el ejercicio a través de los
objetos, que incluye la experiencia física y lógica matemática. Y, tercero, las
interacciones y la transmisión social. Cada uno de estos es muy importante y
concomitante, aunque no suficiente para determinar por donde va el desarrollo.
Esta situación nos muestra como Piaget integró lo biológico, lo ontogenético y lo
social en el desarrollo psicológico (cognitivo y afectivo).
• autorreguladora: cuando ocurre un desajuste, cuando se pierde la adaptación,
como producto de un movimiento interno o externo se produce un estado de
desequilibrio que lleva al sujeto a poner en acción los mecanismos reguladores o
estructuras cognitivas; éstos activan complejos sistemas de regulaciones
compensatorias con el fin de volver al equilibrio o para lograr una equilibración de
orden superior. Esta equilibración autrreguladora (característica esencial de los
organismos vivos en tanto que sistemas abiertos que buscan su autoorganización),
es la que realmente hace posible la actividad constructiva del sujeto, pues coordina
la intervención de los otros tres factoreas que intervienen en el sujeto. Por ello el
mecanismo de equilibración por autorregulación es determinante en la construcción
de estructuras y en el desarrollo mental.
Las perturbaciones o movimientos que suceden dentro del sujeto los puede equilibrar
por medio de tres repuestas:
• Respuestas alfa: cuando la perturbación es leve, con una simple modificación
conductual se anulan y si es más compleja es negada por el sujeto. Aquí hay un
equilibrio entre asimilación y acomodación y es momentánea.
• Respuesta beta: cuando las perturbaciones son incorporadas por el sistema lo que
provoca una ligera modificación en él. Es una equilibración entre subsistemas.
• Respuesta gamma: la perturbación se anticipa como una variante de las
transformaciones posibles del sistema, así el sujeto es capaz de explicarlas y
éstas ya han provocado una modificación sustancial en el sistema ya que se
integraron a él.
La tendencia del sujeto a buscar una equilibración superior o mayorante es el
verdadero motor del desarrollo cognitivo, donde este es el complejo evolutivo de
niveles de equilibración inferior hacia el superior con el fin de lograr una adaptación
óptima del sujeto con el medio. Precisamente el paso de un nivel inferior a un nivel
superior de equilibrio que es más complejo pero más flexible es a lo que Piaget llama
equilibración.
C) Etapas del desarrollo intelectual.
El desarrollo cognitivo es producto de equilibrios progresivos cada vez mayores y más
flexibles, pero ¿qué es lo que produce esos estados de equilibrio dinámico?, pues son
las estructuras o esquemas cognitivos los que nos permiten definir las etapas del
desarrollo cognitivo. Hay tres etapas del desarrollo cognitivo que concluyen cada una
en estados de equilibrio dinámico. Estas etapas son cortes de tiempo en ese proceso y
en ellas se da la génesis, configuración y consolidación de determinadas estructuras
intelectuales, así cada estructura determina formas específicas de actuación y expresa
cierta lógica particular. Estas etapas se presentan en la vida del niño como constantes
y su progresión es lineal, es decir de una necesariamente se pasa a la otra, además
las estructuras son integrativas, ya que la posterior integra a la anterior y la subordina.
Las tres etapas son:
• Etapa sensoriomotora: de los 0 a los 2 años, donde el niño activa y ejercita los
esquemas reflejos con los que nace, para consolidar sus primeros esquemas de
acción sensoriomotores. Así estos esquemas crecen en cantidad y en complejidad
de manera progresiva y dan lugar a distintas formas de reacciones circulares, las
cuales llevan al niño al logro de conductas de experimentación activa a partir de los
18 meses. El progreso de la inteligencia sensoriomotora se inicia con la
transformación de los esquemas reflejos en hábitos simples y complejos, donde no
hay todavía una diferenciación entre medios y fines; este proceso lleva después a
los primeros actos inteligentes que se ejecutan primero por tanteo y luego por
combinaciones interiorizadas, en los que se persigue un fin determinado, para ello
se buscan y coordinan los medios apropiados.
Entonces, el niño logra aquí sus primeros actos inteligentes en el plano espaciotemporal práctico (el aquí y ahora) y también comienza a desarrollar las primeras
conductas (imitación diferida) que preludian los actos semióticos verdaderos, los
cuales se desarrollan en la etapa siguiente. Otro logro cognitivo es la capacidad que
adquiere el niño para representar su mundo como un lugar donde los objetos, a pesar
que desaparezcan momentáneamente, están ahí presentes (conservación del objeto
en la mente). Al finalizar esa etapa se consolida la primera estructura cognitiva que es
el grupo práctico de desplazamientos.
En el plano afectivo hay progreso: de un estado inicial de anualismo afectivo, donde el
neonato no tiene conciencia de su yo, ni establece límites claros entre su realidad y la
de los otros que lo cuidan, pasa a un estado final de descentración, en el cual el niño
puede establecer relaciones afectivas con las demás personas (logra la diferenciación
entre su yo y los otros), esto lo obliga a considerarse uno más entre los objetos de su
mundo.
• Etapa de operaciones concretas, de los 2 a los 11 o 12 años. Este período lo
podemos dividir en dos:
1. Pensamiento preoperatorio o preparatorio de las operaciones. Aquí los niños
ya usan esquemas representacionales lo que les permite realizar difernentes
actividades semióticas, pueden representarse cualquier cosa utilizando un
significante diferenciado, entre ellas el lenguaje, el juego simbólico, la imagen
mental y el dibujo, usan preconceptos y su razonamiento está basado en una
lógica unidireccional no reversible. Su orientación hacia los problemas es de
tipo cualitativo.
Con respecto al lenguaje, Piaget plantea que el lenguaje es una variedad de la
capacidad semiótica general desarrollada como producto de los avances de la
coordinación general de las acciones desde el período sensoriomotor. Así el lenguaje
no cumple un papel causal para el desarrollo operatorio, es más a través del lenguaje
no se pueden transmitir las estructuras operatorias. El lenguaje sólo tiene cierta
influencia en las operaciones formales, puede desempeñar un papel necesario sólo
para el perfeccionamiento de las operaciones lógico-matemáticas.1 En Piaget, según
Gerardo Hernández, hay una clara subordinación del lenguaje a la inteligencia, así el
lenguaje no tiene ningún papel causal estructurante en el desarrollo operatorio
general.
En esta etapa el pensamiento del niño es egocéntrico ya que no es capaz de tomar en
cuenta simultáneamente su punto de vista y el de los otros, el niño es precooperativo y
su moral es heterónoma (se deja guiar por la autoridad de los demás, no es capaz de
entender, establecer o modificar las reglas en juegos cooperativos). Su razonamiento
o inteligencia es de tipo intuitivo y ante las tareas de conservación de la masa, peso,
número, se deja guiar por las percepciones estáticas y no logra comprender las
transformaciones ocurridad (no puede entender el proceso de aplicación o anulación
de una operación en los estados inicial y final).
2. Operaciones concretas. Aquí los niños desarrollan sus esquemas operatorios,
los cuales son por naturaleza reversibles (funcionan en doble dirección) y
conforman las estructuras propias de este período que se llaman
agrupamientos. Los niños son capaces de razonar utilizando conceptos y ante
las tareas que implican nociones de conservación
razonan sobre las
transformaciones y no sobre las apariencias perceptivas. Su pensamiento es
reversible aunque concreto, apegado a situaciones físicas. Es inductivo.
Son capaces de clasificar y seriar y entienden la noción de número. Su orientación
hacia los problemas es totalmente cuantitativa. Establecen relaciones cooperativas y
toman en cuenta el punto de vista de los demás. Su moral deja de ser tan heterónoma
y empieza a construir una moral autónoma.
• Operaciones formales. Esta se da entre los 13 y los 16 años y aquí el adolescente
construye sus
esquemas operatorios formales. Tiene lugar la génesis y
consolidación de la estructura que la caracteriza: grupo de doble reversibilidad y la
lógic proposicional combinatoria. Su pensamiento es más abstracto ya que puede
razonar sobre proposiciones verbales que no tienen referente a situaciones
concretas y así su pensamiento se vuelve hipotético-deductivo.
El adolescente ahora es un pensador formal y está cognitivamente equipado para
desarrollar planteamientos de experimentación complejos, plantear hipótesis y
controlar inteligentemente las variables involucradas para comprobarlas.
1
Jean Piaget, “El Lenguaje y las Operaciones Intelectuales”, en J. Piaget et al. (1997).
Introducción a la psicolingüística, Buenos Aires, Nueva Visión.
D) El conocimiento en Piaget.
En Piaget se distinguen tres tipos de conocimiento que el sujeto elabora cuando
interacciona con la realidad física o social. Estos tres tipos de conocimiento interactúan
y estos tipos de conocimiento son:
• Conocimiento físico. Es el que se deriva de los objetos del mundo físico y se lleva a
cabo por abstracción empírica. La fuente de este conocimiento está en los objetos:
color, sabor, tamaño, es decir los accidentes de los objetos).
• Conocimiento lógico-matemático. Este no está en la realidad, en los objetos sino
en el sujeto y éste la construye por abstracción reflexiva y se deriva de la
coordinación de las acciones o relaciones lógico-matemáticas que realiza el sujeto
con los objetos. Cuando vemos objetos por cantidad, no vemos la cantidad
abstracta en el objeto, sino el sujeto la representa en coordinación con la
percepción o la abstracción física. Este conocimiento según Piaget implica las
armazones del sistema cognitivo: estructuras y esquemas. Además, desempeña un
rol preponderante y necesario para que se den y se puedan incorporar, organizar y
asimilarse cognitivamente los conocimientos físico y social.
• El conocimiento social se divide en:
1. social convencional, es aquel producto del consenso de un grupo social
y la fuente de ese conocimiento está en los otros. Por ejemplo, las
normas de convivencia, la forma de representar objetos o situaciones,
etc.
2. Social no convencional. Se refiere a nociones o representaciones
sociales y es el sujeto quien lo construye y se apropia de él (por
ejemplo la noción rico-pobre, bello-feo, ganancia, trabajo, autoridad,
etc).
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