CONTAMINACIÓN POTENCIAL DIFUSA POR ACTIVIDAD AGRÍCOLA HELENA COTLER Y DANIEL IURA GONZÁLEZ ASTA HACE ALGUNOS AÑOS, el foco principal de atención en relación con la contaminación de cursos de agua era la contaminación directa o puntual; sin embargo, en la actualidad existe una creciente preocupación por la contaminación difusa, principalmente desde parcelas agrícolas (Bechman et al., 2008; Collins et al., 2008; Hanson y Trout, 2001). La contaminación difusa puede ser definida como la introducción de contaminantes a un curso de agua superficial o sistema de agua subterráneo, a través de vías indirectas, como el lavado de contaminantes a través del suelo, o desde fuentes que no es posible establecer con exactitud en un lugar o sitio específico. La contaminación difusa puede ser continua o intermitente, siendo esta última la más común debido a que está relacionada con actividades estacionales propias de la agricultura, como la época de fertilización o de aplicación de pesticidas (Carpenter et al., 1998). La contaminación difusa resulta entonces de un efecto acumulativo que es producto de pequeños aportes individuales realizados desde sitios diversos, que terminan afectando H 120 los cuerpos de agua de una cuenca hidrográfica, las aguas subterráneas y muchas veces también el área marina asociada. En los cuerpos de agua, el exceso de nutrientes —especialmente el nitrógeno y el fósforo— conduce a una degradación de la calidad del agua conocida como eutrofización, que se acompaña de un aumento de biomasa, la cual a su vez conlleva una mayor turbidez y escasez de oxígeno (hipoxia). Estos procesos generan una pérdida de hábitat con sus respectivas consecuencias en la biodiversidad (lo que repercute en la actividad pesquera). Los principales cambios provocados en las aguas superficiales están relacionados con: (I) un incremento significativo en la concentración de nutrientes (especialmente nitrógeno y fósforo), que aceleran el proceso de eutrofización, (II) presencia de residuos de plaguicidas adheridos a partículas sólidas, (III) aumento significativo de la carga de sólidos en suspensión, que aumenta la turbidez del agua y (IV) reducción significativa del oxígeno disuelto, generando condiciones anóxicas. La movilidad y la persistencia determinan la contaminación potencial de un pesticida. La movilidad se refiere a la facilidad de movimiento en el suelo y la persistencia a la vida media del pesticida, o bien al tiempo requerido para que la mitad de la cantidad inicial del pesticida aplicado se degrade o se libere como CO2. Los pesticidas aplicados a los suelos pueden lixiviarse debajo de la zona radicular y ser transportados hasta los cuerpos de agua superficiales y subterráneos. La intensidad de la lixiviación de pesticidas y fertilizantes varía de una región a otra; sin embargo, la mayor vulnerabilidad ocurre en regiones con altas precipitaciones, en suelos principalmente arenosos y en sistemas agrícolas intensivos (Brady y Weil, 1999; Hanson y Trout, 2001; Ongley, 1997). Siendo la contaminación difusa un proceso poco estudiado que altera el funcionamiento eco-hidrológico de las cuencas, se planteó elaborar un modelo a partir de los factores que explican el comportamiento de este proceso en todas las cuencas del país. Del Censo Agropecuario (INEGI, 2008) se obtuvieron las cantidades de pesticidas y fertilizantes utilizadas por cada municipio. A partir de ciertas premisas que determinan la vulnerabilidad a la contaminación difusa en el territorio, se construyó un modelo jerárquico multicriterio para inferir la contaminación potencial difusa ocasionada por la aplicación de agroquímicos LAS CUENCAS HIDROGRÁFICAS DE MÉXICO > Contaminación potencial difusa por actividad agrícola en las áreas agrícolas, el cual está compuesto de tres partes o submodelos (Figura 1): 1) INSUMOS CONTAMINANTES: se considera a los pesticidas y fertilizantes como principales insumos con potencial de alteración del ambiente. 2) CARACTERIZACIÓN DE LA AGRICULTURA: el área potencialmente afectada por estos insumos dependerá del porcentaje de área agrícola que se ubica en cada una de las cuencas. Se puntualizó la presencia de riego, ya que el exceso de agua incrementa la posibilidad de lixiviación de contaminantes desde la zona radicular. 3) MOVILIDAD DE CONTAMINANTES: el transporte de los contaminantes en las áreas agrícolas dependerá de la pendiente (a mayor pendiente hay más posibilidad de escorrentía), la textura del suelo (más gruesa puede provocar mayor movilidad) y precipitación (mayor precipitación implica más probabilidad de lavado de suelos). METODOLOGÍA Debido a que las unidades de medida de cada una de las variables que integran al modelo los valores de cada criterio en los diferentes niveles de la jerarquía. Formalmente: Donde Vi es el valor total de la alternativa (cuenca) i, wj es el peso asignado al criterio j que refleja su importancia relativa con respecto a otro criterio y xij es el valor de la alternativa i para el criterio j (Belton, 1986). Debido a que tres de las variables son espacialmente explícitas en la cuenca (tipo de agricultura, pendiente y textura) fue necesario hacer una agregación con la finalidad de obtener un solo valor final para cada cuenca. Esto se realizó sumando el resultado de la sumatoria lineal ponderada de todos los pixeles en una cuenca y dividiendo este resultado por la superficie de la cuenca, esto con la intención de obtener un valor relativizado al tamaño de las cuencas de México. Finalmente, para obtener un mapa clasificado de diferentes niveles de contaminación potencial difusa, los valores únicos por cuenca se clasificaron con base en el método de optimización de Jenks, el cual busca reducir la varianza entre los grupos y maximizar la varianza entre grupos (método de quiebres naturales). Los valores más altos de contaminación potencial difusa expresan entonces el riesgo que estos contaminantes impacten al suelo y posteriormente a los cuerpos de agua. Los valores muy altos de contaminación potencial difusa encontradas en las cuencas del Pacífico norte, centro del país y las cuencas que drenan al Golfo de México podrían estar reflejando la extensión agrícola, que abarca entre el 45-60% de la superficie de esas cuencas, de la cual 35-55% del territorio de cada cuenca utiliza fertilizante químico. Figura 1. Modelo multicriterio jerárquico para evaluar contaminación difusa. 122 LAS CUENCAS HIDROGRÁFICAS DE MÉXICO > Contaminación potencial difusa por actividad agrícola Por ejemplo, la contaminación en la cuenca Lerma-Chapala podría estar respondiendo a una gran extensión de tierras dedicadas a la agricultura, con alta utilización de insumos químicos en forma de fertilizantes (aplicados en 45-80% de su superficie agrícola) y de pesticidas (aplicados en más del 65% del área agrícola) (ver Mapa Fertilizantes químicos y abonos naturales por cuenca en el DVD adjunto). Varias de las cuencas a lo largo del país con valores altos de contaminación difusa (como río Evora en Sinaloa, lago Bustillos en Chihuahua, lago Santa Ana en Durango, río Salado entre Veracruz y Puebla, el río Coatán en Chiapas y la laguna Xmuchil en Campeche) presentan en su territorio una extensión agrícola menor, que abarca de 1530% pero la aplicación de pesticidas abarca más del 65% de sus respectivas áreas agrícolas (ver Mapa Pesticidas por cuenca en DVD adjunto). FOTO: HELENA COTLER son diferentes, fue necesario la estandarización de éstas con la finalidad de hacerlas comparables y determinar la importancia relativa de cada una con respecto al impacto en la contaminación potencial difusa en cada cuenca. Se utilizó el método de ordenación simple (Gómez, 2006) para determinar la importancia relativa entre las clases de las variables categóricas (tipo de agricultura, pendiente y textura). Para las variables continuas (porcentaje de área agrícola en la cuenca, porcentaje de uso agrícola con uso de fertilizantes, porcentaje de uso agrícola con pesticidas, así como la precipitación media anual por cuenca). Se utilizó la función lineal entre valores máximos y mínimos como método de estandarización con la finalidad de hacerlas comparables. La superposición espacial de los valores de cada una de las variables se realizó a través de la sumatoria lineal ponderada, la cual permite evaluar cada cuenca en función de la suma de sino que impactan a las costas y a los cuerpos de agua dulce, salobre y marina. Como respuesta, algunos estudios realizados muestran los procesos de eutrofización en los sistemas costeros de Yucatán (Herrera-Silveiro et al., 2004) y de hipoxia en zonas del Golfo de México (Rabalais, 2004) (ver también capítulo Interacciones tierra-costa-mar en este libro). En el contexto de una cuenca es necesario considerar el amplio rango de sus paisajes para adoptar las prácticas de manejo más adecuadas que permitan disminuir el riesgo de contaminación difusa en sus cuerpos de agua. Todas las alternativas involucran modificaciones en los sistemas de cultivo, que van desde la selección de la época y dosis de fertilización, en función del clima y tipo de suelo; el aumento de la eficiencia de los sistemas de riego; el mejoramiento de las modalidades de control de plagas; el establecimiento de ciertas prácticas como franjas de protección o cultivos de cobertura; y la prohibición del uso de pesticidas por lo menos a 10 m de distancia de lagos y corrientes de agua (DEFRA, 2007). La elección de cualquiera de estas prácticas requiere de estudios puntuales que alimenten modelos apropiados para identificar aquellos procedimientos que disminuirían el potencial de contaminación difusa (DEFRA, 2007). Durante mucho tiempo las consecuencias de la contaminación difusa pasaron desapercibidas; hoy en día, la intensidad de las actividades humanas y el efecto acumulativo de los contaminantes en los ríos y cuerpos de agua han tomado tales proporciones que ponen en riesgo la salud de los ecosistemas, la salud humana y las actividades productivas en áreas terrestres y marinas muy extensas. Recién en décadas pasadas, algunos países de la Unión Europea y Estados Unidos comenzaron a establecer políticas para enfrentar este fenómeno (Collins y McGonigle, 2008; DEFRA, 2007), con costos que han llegado a alcanzar los 597 millones de dólares (Secchi et al., 2007). Contaminación potencial difusa por actividad agrícola > LAS CUENCAS HIDROGRÁFICAS DE MÉXICO FOTO: ÁLVARO FIGUEROA Es decir que, además de las variables contempladas en el modelo, la contaminación difusa por utilización de fertilizantes y pesticidas puede darse tanto en cuencas con amplias superficies agrícolas (mayores a 45%) consumidoras de fertilizantes y plaguicidas o bien en cuencas donde la superficie agrícola está más concentrada y es más intensiva (15-30%) pero con un alto consumo de agroquímicos. La contaminación difusa en las cuencas ubicadas en las zonas áridas y semiáridas de México pueden estar siguiendo el mismo patrón de contaminación difusa que las cuencas ubicadas en estas mismas regiones en los Estados Unidos (Hanson y Trout, 2001), donde este proceso es resultado de un exceso de riego que incrementa la lixiviación de los contaminantes. Aunque no se consideraron para este capítulo, es importante tener en cuenta que además de la agricultura, la ganadería (Véase capítulo Riesgo potencial de las actividades del sector económico sobre la biodiversidad y la salud humana) y la acuacultura también constituyen actividades que contribuyen a la contaminación potencial difusa (Ongley, 1997). Como se dijo anteriormente, el clima (y en particular, la precipitación) constituye una de las variables que determina la movilidad de los contaminantes; aunque las relaciones entre el clima y la contaminación difusa son complejas. Por un lado, el incremento de inundaciones podría movilizar una mayor carga de sedimentos y contaminantes asociados, exacerbando impactos sobre ecosistemas acuáticos (Wilby et al., 1997), mientras que por otro lado, las mayores sequías podrían reducir la dilución de los contaminantes, aumentando los problemas de toxicidad. Por ello, los cambios previstos para el clima tienen importantes implicaciones para las estrategias de manejo de la contaminación difusa. Los impactos de la contaminación difusa no se restringen a las cuencas hidrográficas, 123