19-06-02 - Asociación Venezolana de Derecho Tributario

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Magistrado Ponente HADEL MOSTAFÁ PAOLINI
Exp. No. 2001-0215
El 14 de febrero de 2001, el abogado Alejandro Ramírez Van Der Velde, inscrito
en el Inpreabogado bajo el Nº 48.453, actuando en su carácter de apoderado judicial de
la contribuyente CARTERA DE INVERSIONES VENEZOLANAS, C.A., sociedad
mercantil inscrita en fecha 8 de octubre de 1990, por ante el Registro Mercantil de la
Circunscripción Judicial del Distrito Federal y Estado Miranda, bajo el Nº 25, Tomo 13A, apeló de la sentencia Nº 759, dictada en fecha 24 de octubre de 2000, por el Tribunal
Superior
Cuarto
de
lo
Contencioso
Tributario,
con
la
cual
se
declaró
PARCIALMENTE CON LUGAR el recurso contencioso tributario interpuesto en
fecha 5 de noviembre de 1995, por la mencionada contribuyente, contra el acto
administrativo contenido en la Resolución Nº 516-96, de fecha 27 de septiembre de
1996, emanada de la Dirección de Recaudación de Rentas Municipales de la Alcaldía
del Municipio Chacao del Estado Miranda, mediante la cual se le impuso una sanción
de multa por la suma de veintiún millones quinientos setenta y tres mil seiscientos trece
bolívares con diecisiete céntimos (Bs. 21.573.613,17).
El 20 de marzo de 2001 se dio cuenta en Sala y, fue designado ponente al
Magistrado HADEL MOSTAFÁ PAOLINI, fijándose el décimo día de despacho para
comenzar la relación.
La representación judicial de la contribuyente formalizó, el 18 de abril de 2001,
la apelación intentada. En esa misma fecha, comenzó la relación en el presente juicio.
El 3 de mayo de 2001, los apoderados judiciales del Municipio Chacao del
Estado Miranda dieron contestación a la formalización de la apelación presentada por la
contribuyente.
El 15 de mayo de 2001, la representación judicial del Municipio Chacao del
Estado Miranda, consignó en autos el escrito de promoción de pruebas. Dichas pruebas
fueron admitidas por auto del Juzgado de Sustanciación el 6 de junio del mismo año.
Concluida la sustanciación del expediente, el 26 de junio de 2001 el Juzgado de
Sustanciación acordó el pase a Sala de las presentes actuaciones.
El 28 de junio de 2001, se fijó el décimo día de despacho para la realización del
acto de informes en el presente juicio, de conformidad con lo establecido en el artículo
166 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia.
El 26 de julio de 2001, oportunidad fijada para que tuviera lugar el acto de
informes, compareció el abogado Alejandro Ramírez Van Der Velde, actuando en su
carácter de representante judicial de la contribuyente y consignó su respectivo escrito. La
Sala, previa su lectura por Secretaría, ordenó agregarlo a los autos. Se dijo “Vistos”.
El 26 de julio de 2001, la representación judicial del Municipio Chacao del Estado
Miranda consignó escrito contentivo de sus conclusiones.
Realizado el estudio del expediente, pasa esta Sala a decidir, previa las siguientes
consideraciones:
-ILA SENTENCIA APELADA
El tribunal a quo fundamentó su decisión, con base en las consideraciones que de
seguidas se transcriben:
“...el Tribunal advierte que no fue concedido a la empresa plazo para
formular descargos y que ésta aceptó la procedencia del reparo, y que si bien
ello no influye en la determinación del tributo, al no haber allanamiento en
cuanto a la sanción debió abrirse el lapso legal en referencia, por cuanto
podía proceder alguna circunstancia eximente de responsabilidad penal que
significara la no imposición de la sanción, y en general la empresa podía
exponer defensas a su favor, abstracción hecha que las mismas fueran
procedentes. Sin embargo, de la revisión a los documentos que integran el
expediente, en especial de los que forman el expediente administrativo de la
empresa, se concluye que tal omisión no vicia de nulidad absoluta el acto
emitido, por cuanto la motivación del mismo, la naturaleza del reparo y los
argumentos expuestos en el recurso, no limitaron el derecho de defensa a la
contribuyente, y así se declara.
(...omissis...)
Este Organo Jurisdiccional interpreta que al estar facultados los Municipios
para crear el impuesto sobre, patente de industria y comercio, por vía de
consecuencia, lo están para imponer, sanciones a los sujetos que incurren en
conductas contrarias al ordenamiento jurídico local en materia tributaria, no
sólo en virtud de la aplicación supletoria del Código Orgánico Tributario sino
porque admitir lo contrario vulneraría la autonomía de los Municipios
consagrada en la Constitución de la República....
(...omissis...)
Sin embargo se observa que la Ordenanza Nº 039-93 de Reforma Parcial de
la Ordenanza sobre Patente de Industria y Comercio del Municipio Chacao
del Estado Miranda de fecha 26 de septiembre de 1995, fue modificada el 28
de abril de 1998, publicada en Gaceta Oficial Nro. 2109 Extraordinario de
fecha 26 de junio de 1998.
(...omissis...)
Esta última Reforma Parcial a la Ordenanza establece una sanción aplicable
para el hecho típico constituido por la realización de actividades comerciales
o industriales en el Municipio Chacao sin la obtención de la Patente
correspondiente, es sustancialmente más benigna que la prevista en la
Ordenanza aplicada a la empresa recurrente que como consta en autos inició
y ejerció sus actividades de inversión y asesoramiento sobre inversiones en el
Municipio Chacao sin la obtención de la Patente correspondiente. Mediante
dicha Ordenanza se modificó la concepción jurídica que tenía el Municipio
Chacao acerca de la punibilidad y modificando favorablemente las
consecuencias de la imputación.
Vista tal situación, debido a que la retroactividad de las normas penales
cuando imponen menor pena tiene rango constitucional (artículo 44 de la
Constitución de la República de Venezuela y 24 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela) y el mismo está desarrollado en el
artículo 9, segundo aparte, del Código Orgánico Tributario, y en nuestro
derecho ha sido recibido el aforismo iura novit curia, según el cual el derecho
no necesita prueba, se estima procedente la sanción a la empresa recurrente
que incumplió lo dispuesto en el artículo 55, literal a) de la Ordenanza sobre
Patente de Industria y Comercio, no con la sanción prevista en el Código
Orgánico Tributario como interpreta la recurrente sino con la multa prevista
en la Ordenanza sobre Patente de Industria y Comercio, la cual oscila entre
doscientas unidades tributarias (200 UT) y quinientas unidades tributarias
(500 UT), lo que, en aplicación del principio previsto en el artículo 37 del
Código Penal supone una multa de trescientas cincuenta unidades tributarias
(350 UT), que es la media entre los dos límites fijados por la referida
disposición; debiendo imponerse la multa conforme al valor de la unidad
tributaria vigente para el momento en que se cometió la infracción”
-IIARGUMENTOS DE LA REPRESENTACIÓN DE LA CONTRIBUYENTE
En su escrito de formalización a la apelación, la representación de la contribuyente
fundamentó su rechazo a la sentencia supra citada, señalando los vicios presentes en la
recurrida, que se indican a continuación:
En primer lugar, expuso que el a quo habría incurrido en el vicio de incongruencia
negativa u omisión de pronunciamiento al obviar en forma absoluta los argumentos que
adujera respecto a “la emisión del acto administrativo impugnado en ausencia del
procedimiento establecido para ello por el Código Orgánico Tributario, aplica (sic)
supletoriamente en materia municipal de conformidad con el artículo 1º eiusdem”.
Agregó al respecto, que “el a quo se abstuvo de considerar que la actuación de la
Dirección de Recaudación de Rentas Municipales de la Alcaldía del Municipio Chacao
del Estado Miranda, contenida y traducida en la emisión del acto sancionatorio
impugnado mediante la interposición del Recurso Contencioso Tributario que fuera
interpuesto por nuestra representada, se encuentra viciada de nulidad por cuanto se
omitieron formalidades fundamentales en el procedimiento establecido legalmente para su
formación...”.
En segundo término, señaló que la recurrida habría incurrido en errónea
interpretación de los artículos 136, numeral 24, 29 y 31 de la Constitución de 1961 y falta
de aplicación de los artículos 335 de la Constitución de 1999 y 20 del Código de
Procedimiento Civil, al concluir que los Municipios poseen competencia para crear
sanciones en materia tributaria.
En tal sentido argumentó que “la creación de normas de naturaleza sancionatoria
en materia tributaria es una potestad reservada por el Constituyente de 1961 al Poder
Nacional, con lo cual el artículo 55 de la Ordenanza sobre Patente de Industria y
Comercio del Municipio Chacao, cuya aplicación el Tribunal consideró ajustada a
Derecho, es una norma que se traduce en una grave invasión competencial de orden
constitucional”.
-IIIARGUMENTOS DE LA REPRESENTACIÓN MUNICIPAL
Los representantes judiciales del Municipio Chacao del Estado Miranda,
fundamentaron su contestación al escrito de formalización de la apelación con base en las
siguientes consideraciones:
En cuanto al alegato de incongruencia señalaron que “la sentencia sí alude directa
y concretamente a las fases del procedimiento administrativo cumplido con ocasión del
acto administrativo de reparo y de la sanción, impuestos por la Administración Tributaria
Municipal, y de su adecuación a los derechos que fueron denunciados por el actor”.
En relación a la errónea interpretación de los artículos 136, numeral 24, 29 y 31 de
la Constitución de 1961, señaló que “..los Municipios tienen Potestad Tributaria
Originaria, ya que es la propia Constitución Nacional la que establece cuales son los
Tributos Nacionales y cuales son los Tributos Municipales...”, agregando luego que “...las
Ordenanzas Municipales, en nuestro país, tienen carácter de leyes locales, pudiendo
imponer y establecer, a través de ellas, tanto impuestos como sanciones, basándose en el
ordenamiento jurídico municipal...”
IV
MOTIVACIONES PARA DECIDIR
Corresponde a esta Sala pronunciarse acerca de la apelación interpuesta por la
representación judicial de la contribuyente CARTERA DE INVERSIONES
VENEZOLANAS, C.A., contra la sentencia dictada por el Tribunal Superior Cuarto de lo
Contencioso Tributario, por medio de la cual se declaró parcialmente con lugar el recurso
contencioso tributario interpuesto por la mencionada sociedad mercantil, contra el acto
administrativo contenido en la Resolución Nº 516-96, de fecha 27 de septiembre de 1996,
emanada de la Dirección de Recaudación de Rentas Municipales de la Alcaldía del
Municipio Chacao del Estado Miranda, con la cual se le impuso una sanción de multa por
la suma de veintiún millones quinientos setenta y tres mil seiscientos trece bolívares con
diecisiete céntimos (Bs. 21.573.613,17).
En tal sentido, la controversia planteada en el caso de autos se circunscribe a
determinar si la decisión del a quo, adolece de los vicios denunciados por la apelante,
esto es, por encontrarse viciada de incongruencia negativa y haber incurrido la
demandada en errónea interpretación de normas constitucionales.
Así pues, esta Sala observa respecto del primero de los alegatos antes referidos, lo
siguiente:
Señala la apelante en su escrito de formalización que el a quo habría incurrido en el
vicio denominado incongruencia negativa u omisión de pronunciamiento, al haber
silenciado toda consideración, en torno al alegato que ante esa instancia formulara,
respecto del vicio de ausencia de procedimiento que le imputó a las actuaciones
administrativas en el recurso contencioso administrativo que dio inicio a este juicio.
Asimismo, expuso que el tribunal de la causa al emitir la decisión sub júdice
soslayó cumplir con el mandato contenido en el artículo 243, ordinal 5º del Código de
Procedimiento Civil, lo cual acarrearía la nulidad de la sentencia de conformidad con lo
previsto en el artículo 244 eiusdem.
En ese sentido, sostuvo la recurrente que “...el a quo se abstuvo de considerar que
la actuación de la Dirección de Recaudación de Rentas Municipales de la Alcaldía del
Municipio Chacao del Estado Miranda, contenida y traducida en la emisión del acto
sancionatorio impugnado mediante la interposición del Recurso Contencioso Tributario
que fuera interpuesto por nuestra representada, se encuentra viciada de nulidad por
cuanto se omitieron formalidades fundamentales en el procedimiento establecido
legalmente para su formación....”
Atinente al vicio denunciado de incongruencia negativa u omisión de
pronunciamiento, esta Sala en reiteradas ocasiones ha sostenido lo que se transcribe de
seguidas:
“De acuerdo a las exigencias impuestas por la legislación procesal, toda
sentencia debe contener decisión expresa, positiva y precisa con arreglo a
la pretensión deducida y a las excepciones o defensas opuestas, sin que en
ningún caso pueda absolverse la instancia (ordinal 5° del artículo 243 del
Código de Procedimiento Civil).
Para cumplir con este requisito de forma, exigido para los fallos
judiciales, la decisión que se dicte en el curso del proceso no debe contener
expresiones o declaratorias implícitas o sobreentendidas; por el contrario,
el contenido de la sentencia debe ser expresado en forma comprensible,
cierta, verdadera y efectiva, que no dé lugar a dudas, incertidumbres,
insuficiencias, contradicciones o ambigüedades; debiendo para ello ser
exhaustiva, es decir, pronunciarse sobre todos los pedimentos formulados
en el debate, y de esa manera dirimir el conflicto de intereses que constituye
el objeto del proceso.
Estas exigencias de carácter legal, como requisitos fundamentales e
impretermitibles que deben contener las sentencias, han sido categorizados
por la jurisprudencia como: el deber de pronunciamiento, la congruencia y
la prohibición de absolver la instancia.
En cuanto a la congruencia, dispone el segundo precepto del ordinal 5°
del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil que la decisión debe
dictarse “con arreglo a la pretensión deducida y a las excepciones o
defensas opuestas”. Luego, cuando no existe la debida correspondencia
formal entre lo decidido y las pretensiones y defensas de las partes, se
produce el vicio de incongruencia, el cual se manifiesta cuando el juez con
su decisión modifica la controversia judicial debatida, bien porque no se
limitó a resolver sólo lo pretendido por las partes, o bien porque no
resolvió sobre algunas de las pretensiones o defensas expresadas por los
sujetos en el litigio. Precisamente ante el segundo supuesto citado, se estará
en presencia de una incongruencia negativa, visto que el fallo omite el
debido pronunciamiento sobre alguna de las pretensiones procesales de las
partes en la controversia judicial” (Sentencia Nº 02238 de fecha 16 de
octubre de 2001, caso Creaciones Llanero, C.A., exp. Nº 16.545).
Ahora bien, en el caso bajo examen advierte esta Sala de la revisión realizada a la
sentencia objeto de la presente apelación, que respecto a la denuncia de ausencia de
procedimiento formulada por la contribuyente en primera instancia, el juez de la causa
sostuvo, lo que se copia seguidamente:
“...el Tribunal advierte que no fue concedido a la empresa plazo para
formular descargos y que ésta aceptó la procedencia del reparo, y que si bien
ello no influye en la determinación del tributo, al no haber allanamiento en
cuanto a la sanción debió abrirse el lapso legal en referencia, por cuanto
podía proceder alguna circunstancia eximente de responsabilidad penal que
significara la no imposición de la sanción, y en general la empresa podía
exponer defensas a su favor, abstracción hecha que las mismas fueran
procedentes. Sin embargo, de la revisión a los documentos que integran el
expediente, en especial de los que forman el expediente administrativo de la
empresa, se concluye que tal omisión no vicia de nulidad absoluta el acto
emitido, por cuanto la motivación del mismo, la naturaleza del reparo y los
argumentos expuestos en el recurso, no limitaron el derecho de defensa a la
contribuyente, y así se declara..”
Como puede fácilmente apreciarse de la simple lectura del extracto de la sentencia
apelada supra transcrito, el a quo hizo referencia al alegato esgrimido por la contribuyente
sobre este particular decidiéndolo en forma expresa y dando a la situación planteada por
ésta la consecuencia jurídica que estimó apropiada. En tal virtud, no puede la recurrente
pretender desconocer la decisión que sobre el punto in commento tomó el a quo, pues si
bien es cierto, el alegato propuesto fue desechado, no lo es menos, que sobre el particular
el juez de la causa sí emitió, como se observó anteriormente, decisión expresa, positiva y
precisa acerca del punto debatido, en los términos exigidos por el artículo 243, ordinal 5º
del Código de Procedimiento Civil.
Por otra parte, es menester señalar que en el presente caso, tal como lo sentara el a
quo en el fallo bajo examen, en el procedimiento de determinación llevado a cabo por la
administración tributaria municipal, no se procedió a abrir el sumario administrativo en
virtud de haberse allanado la contribuyente a la objeción fiscal que se le formulara,
pagando la totalidad de la suma reparada, todo ello de conformidad con lo expresamente
previsto en el artículo 146 del Código Orgánico Tributario aplicable.
Con fundamento en lo anterior, resulta forzoso para esta Sala declarar
improcedente la denuncia del vicio de incongruencia negativa realizada por la apelante.
Así se decide.
En cuanto al alegato expuesto en la apelación, referente al error en que habría
incurrido la recurrida en la interpretación de los artículos 136, numeral 24, 29 y 31 de la
Constitución de 1961 y la falta de aplicación de los artículos 335 de la Constitución de
1999 y 20 del Código de Procedimiento Civil, al concluir que los Municipios poseen
competencia para crear sanciones en materia tributaria, la Sala observa:
Fundamentó la contribuyente la denuncia bajo análisis, argumentando que “...la
creación de normas de naturaleza sancionatoria en materia tributaria es una potestad
reservada por el Constituyente de 1961 al Poder Nacional, con lo cual el artículo 55 de la
Ordenanza sobre Patente de Industria y Comercio del Municipio Chacao, cuya aplicación
el Tribunal consideró ajustada a Derecho, es una norma que se traduce en una grave
invasión competencial de orden constitucional”.
Finalmente, concluyó, en atención a lo antes expuesto, que el a quo debió
desaplicar, para el caso concreto, el contenido del artículo 55 de la mencionada ordenanza,
en atención al control difuso de la constitucionalidad previsto en los artículos 335 de la
Constitución vigente y 20 del Código de Procedimiento Civil.
Al respecto, esta Sala observa:
Enumeraba el artículo 136, de la Constitución de 1961, aplicable al caso de autos
en razón de su vigencia temporal, las materias reservadas al Poder Nacional. Así pues,
disponía la citada norma en su numeral 24 lo que se copia seguidamente:
“Es de la competencia del Poder Nacional:
...(omissis)...
24.La legislación reglamentaria de las garantías que otorga esta
Constitución; la legislación civil, mercantil, penal, penitenciaria y de
procedimientos; la de elecciones; la de expropiación por causa de utilidad
pública o social; la de crédito público; la de propiedad intelectual, artística
e industrial, la legislación agraria; la de inmigración y colonización; la de
turismo; la del trabajo, previsión y seguridad social, la de sanidad animal y
vegetal; la de notarías y registro público; la de bancos y demás
instituciones de crédito; la de loterías; hipódromos y apuestas en general y
la relativa a todas las materias de la competencia nacional.”(Destacado de
la Sala)
De la normativa antes transcrita, forzosamente se desprende, tal como lo
señalara la recurrente en su apelación, que por mandato constitucional la producción de
normas de derecho penal se encuentra atribuida en forma exclusiva y excluyente a los
órganos del Poder Público Nacional y, en tal virtud, se hace necesario analizar el
carácter de las sanciones tributarias previstas en la Ordenanza Sobre Patente de
Industria y Comercio del Municipio Chacao del Estado Miranda, impuestas a la
contribuyente en los actos recurridos, con el fin de dilucidar si éstas suponen invasión a
la reserva legislativa nacional, por parte del mencionado municipio.
Por otra parte, establecen los artículos 29 y 31, ordinal 4° de la Constitución de
1961, lo que se copia a continuación:
“Artículo 29. La autonomía del Municipio comprende:
1.La elección de sus autoridades;
2.La libre gestión en las materias de su competencia; y
3.La creación, recaudación e inversión de sus ingresos.
Los actos de los Municipios no podrán ser impugnados sino por ante los
órganos jurisdiccionales, de conformidad con esta Constitución y las leyes”.
(Subrayado de la Sala)
“Artículo 31. Los Municipios tendrán los siguientes ingresos:
1°El producto de sus ejidos y bienes propios;
2°Las tasas por el uso de sus bienes o servicios;
3°Las patentes sobre industria, comercio y vehículos, y los impuestos sobre
inmuebles urbanos y espectáculos públicos;
4°Las multas que impongan las autoridades municipales, y las demás que
legalmente les sean atribuidas;
5°Las subvenciones estadales o nacionales y los donativos; y
6°Los demás impuestos, tasas y contribuciones especiales que crearen de
conformidad con la ley.” (Subrayado de la Sala)
Consagran las normas antes transcritas la denominada autonomía municipal, así
como las potestades tributarias de las municipalidades para la creación, recaudación e
inversión de los tributos que de manera tanto originaria, como derivada les asignó la
Constitución de 1961. Así pues, cabe preguntarse sí es posible que los municipios creen
sanciones de índole tributario, en ejercicio de las competencias tributarias que le
permiten crear y administrar tributos en las materias que le fueron asignadas por vía
constitucional.
Resulta de lo anteriormente expuesto, la necesidad de establecer la naturaleza
jurídica de tales sanciones a los efectos de dilucidar si las mismas constituyen auténticas
normas de Derecho Penal estricto sensu, o si por el contrario, éstas corresponden al
denominado Derecho Sancionatorio, como rama especial del Derecho Administrativo,
dentro del cual se ubica también el Derecho Tributario.
En ese sentido, conviene recordar que modernamente ha sido aceptada en forma
mayoritaria la tesis que propugna que toda norma de carácter represivo, sea ésta penal,
administrativa o de cualquier especie, es en definitiva una manifestación del poder
punitivo del Estado o ius puniendi, el cual se fundamenta en la necesidad de establecer
un orden jurídico indispensable a los fines de la consecución de sus cometidos más
elementales.
Así pues, tanto las corrientes doctrinarias y jurisprudenciales que se pronuncian
a favor de la autonomía del derecho sancionador administrativo o tributario, como
aquellas que consideran que no es sino una parte especial del derecho penal, son
contestes al menos en aceptar, que se trata de una forma de manifestación del poder
superior del Estado de castigar conductas antijurídicas.
Ahora bien, más allá de las discusiones doctrinarias tendentes a ubicar las
sanciones tributarias en un campo o en otro, atendiendo únicamente a la naturaleza del
órgano del estado que impone la sanción (administrativo o judicial) o con fundamento
en la terminología meramente formal que haya utilizado el legislador a la hora de
consagrar la conducta antijurídica, al calificarla de delito o infracción, esta Sala estima
que el criterio más plausible a los fines de establecer la naturaleza jurídica de las
mismas está determinado por el análisis finalístico o teleológico de la norma en
cuestión.
Así, cuando el fin perseguido por el poder punitivo del Estado sea la defensa de
bienes jurídicamente relevantes con el propósito de salvaguardar la paz social y proteger
la vida en sociedad, se estará ante el objeto de estudio del Derecho Penal. En cambio,
cuando el ius puniendi del Estado se verifique con la finalidad de coadyuvar, reforzar o
garantizar la ejecución de la actividad administrativa o la consecución de sus cometidos,
se tratará entonces de normas de Derecho Administrativo Sancionatorio.
Sobre este particular, es pertinente citar in extenso el criterio sustentado por la
Sala Constitucional de este Tribunal Supremo de Justicia en sentencia de fecha 6 de
marzo de 2001, caso Cervecería Polar del Centro y otros, expediente N° 00-0833,
número 307, en la cual se señaló:
“ De lo anterior, estima esta Sala, en sede cautelar, que siendo el derecho
sancionador sustantiva y adjetivamente, una parte especial del derecho
administrativo, debe presumirse que el órgano competente para establecer
el régimen sancionatorio relacionado con una específica actividad estatal
(vgr. Patentes de Industria y Comercio), será aquél que ostente la
competencia para legislar sobre dicha materia.
A tal efecto, se observa que los municipios ostentaban de conformidad
con la Constitución de 1961, así como de conformidad con la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, la competencia para legislar en
materia de patentes de industria y comercio. Lo anterior se desprende en el
ordenamiento constitucional vigente de las normas que de seguidas se
transcriben.
Por una parte, se encuentra el artículo 168 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, en el cual se establece el alcance de la
autonomía municipal en los términos siguientes:
“Artículo 168. Los Municipios constituyen la unidad política primaria de la
organización nacional, gozan de personalidad jurídica y autonomía dentro
de los límites de esta Constitución y de la ley. La autonomía municipal
comprende:
1. La elección de sus autoridades.
2. La gestión de las materias de su competencia.
3. La creación, recaudación e inversión de sus ingresos.
(…).” (Subrayado de la Sala).
Asimismo, en el artículo 179 eiusdem se establece el catálogo de los
ingresos que corresponde a los entes locales, y en sus numerales 2 y 5 se
dispone expresamente:
“Artículo 179. Los Municipios tendrán los siguientes ingresos:
(…)
2. Las tasas por el uso de sus bienes o servicios; las tasas administrativas
por licencias o autorizaciones; los impuestos sobre actividades económicas
de industria, comercio, servicios, o de índole similar, con las limitaciones
establecidos en esta Constitución; los impuestos sobre inmuebles urbanos,
vehículos, espectáculos públicos, juegos y apuestas lícitas, propaganda y
publicidad comercial; y la contribución especial sobre plusvalías de las
propiedades generadas por cambios de uso o de intensidad de
aprovechamiento con que se vean favorecidas por los planes de ordenación
urbanística.
(…)
5. El producto de las multas y sanciones en el ámbito de sus competencias,
y las demás que les sean atribuidas.
(…).” (Subrayado de la Sala).
Así las cosas, estima esta Sala que siendo que constitucionalmente se le
han conferido a los municipios potestades legislativas en materia de
tributos sobre actividades económicas de industria, comercio, servicios, o
de índole similar, y que dentro de sus ingresos se establece expresamente el
producto de las multas y sanciones obtenidas en el ámbito de sus
competencias, no puede presumirse en esta etapa procesal que el Municipio
San Joaquín del Estado Carabobo haya invadido las competencias del
Poder Nacional, por cuanto el mismo tenía una potestad tributaria
originaria, y se desprende que el objeto de las sanciones establecidas a las
infracciones tributarias en la Ordenanza sobre Patente de Industria y
Comercio del Municipio San Joaquín del Estado Carabobo persigue la
efectiva recaudación de los tributos, puesto que se establecen sanciones
como multas, suspensión o cancelación de la Patente de Industria y
Comercio, y el cierre temporal o clausura del establecimiento.
En este orden de ideas, partiendo de la premisa de que el Derecho
sancionador corresponde a la rama sustantiva y adjetiva del Derecho
administrativo en cualquiera de sus ramas especiales –en el caso de autos,
la rama tributaria-, considera esta Sala Constitucional en esta sede
cautelar, que por cuanto el Municipio San Joaquín del Estado Carabobo
tenía la competencia para legislar en materia de patente de industria y
comercio, también ostentaba tal competencia para establecer un régimen
sancionatorio que asegurase su recaudación, estima esta Sala que la tutela
cautelar solicitada respecto de la totalidad del régimen sancionatorio
establecido en la Ordenanza sobre Patente de Industria y Comercio del
Municipio San Joaquín del Estado Carabobo, no puede ser acordada. Así se
decide.”
En el presente caso, es forzoso concluir, en atención a los argumentos
anteriormente expuestos, que las sanciones tributarias contenidas en la Ordenanza Sobre
Patente de Industria y Comercio del Municipio Chacao del Estado Miranda son de
eminente carácter administrativo sancionador, al perseguir como finalidad esencial el
hacer ejecutables las competencias de índole administrativo-tributarias, que le han sido
conferidas a tal entidad. Así se decide.
Sentado lo anterior, esta Sala se ve obligada a declarar la improcedencia del
alegato expuesto por la contribuyente apelante atinente al error en que habría incurrido
la recurrida en la interpretación de los artículos 136, numeral 24, 29 y 31 de la
Constitución de 1961 y la falta de aplicación de los artículos 335 de la Constitución de
1999 y 20 del Código de Procedimiento Civil. Así se declara.
-VDECISIÓN
En virtud de todo lo expuesto y analizado precedentemente, esta Sala Político
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, administrando justicia en nombre de
la República y por autoridad de la Ley, declara SIN LUGAR, la apelación interpuesta
por el abogado Alejandro Ramírez Van Der Velde, actuando en su carácter de
apoderado
judicial
de
la
contribuyente
CARTERA
DE
INVERSIONES
VENEZOLANAS, C.A., contra la sentencia Nº 759, dictada en fecha 24 de octubre de
2000, por el Tribunal Superior Cuarto de lo Contencioso Tributario, en la cual se
declaró PARCIALMENTE CON LUGAR el recurso contencioso tributario
interpuesto en fecha 5 de noviembre de 1995, por la mencionada contribuyente, contra
el acto administrativo contenido en la Resolución Nº 516-96, de fecha 27 de septiembre
de 1996, emanada de la Dirección de Recaudación de Rentas Municipales de la Alcaldía
del Municipio Chacao del Estado Miranda, mediante la cual se le impuso una sanción
de multa por la suma de veintiún millones quinientos setenta y tres mil seiscientos trece
bolívares con diecisiete céntimos (Bs. 21.573.613,17).
En consecuencia, se CONFIRMA en los términos expuestos en este fallo la
sentencia apelada.
De conformidad con lo dispuesto en el parágrafo único del artículo 327 del
Código Orgánico Tributario, se exime de costas a la parte perdidosa en la presente
incidencia, al apreciar la Sala que tuvo motivos racionales para litigar, toda vez que la
controversia se planteó, fundamentalmente, en torno a diferentes criterios de
interpretación aplicables en materia de sanciones administrativas.
Publíquese,
regístrese
y
comuníquese.
Remítanse
las
presentes
actuaciones junto con oficio al tribunal de origen. Cúmplase lo ordenado.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala Político-Administrativa
del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los dieciocho (18) días del mes de junio de
dos mil dos (2002). Años: 192º de la Independencia y 143º de la Federación.
El Presidente,
LEVIS IGNACIO ZERPA
El Vicepresidente-Ponente,
HADEL MOSTAFÁ PAOLINI
Magistrada,
YOLANDA JAIMES GUERRERO
La Secretaria,
ANAÍS MEJÍA CALZADILLA
Exp. Nro. 2001-0215
En diecinueve (19) de junio del año dos mil dos, se publicó y registró la anterior
sentencia bajo el Nº 00864.
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