Caravaggio, Rafael y Tiziano: los viejos

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8 | ADN CULTURA | Viernes 19 de octubre de 2012
Una vida
de novela
1571
Nace en el pueblo de Caravaggio, cercano
a Milán; de allí proviene su apodo.
1598-1605
Va a prisión por portar armas y es
acusado de agresión al artista
Girolamo Stampa. Recibe varias
denuncias en su contra.
1606
En una discusión durante un juego de
pelota mata a Ranuccio Tomassoni. Es
desterrado de Roma y huye de la ley.
1608
En prisión por haber herido a un
compañero, pinta Degollación de San
Juan Bautista. Escapa y huye a Sicilia.
Es nombrado caballero de la Orden de
Malta y luego expulsado de ella.
Lot y sus hijas, óleo sobre tela realizado en el siglo XVII por Giovanni Battista Caracciolo, llamado Battistello
1610
Muere en Porto Ercole el 29 de agosto,
en circunstancias que no son muy claras.
Caravaggio, Rafael y Tiziano:
los viejos maestros están de vuelta
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Una tendencia internacional con eco local. Del Louvre a Frieze,
museos y ferias revisitan los grandes nombres de la historia del arte
Por Alicia de Arteaga
C
on la llegada de Caravaggio al Museo
Nacional de Bellas Artes se concreta
un viejo sueño del director Guillermo
Alonso, quien imaginó que el autor de la Cabeza de Medusa cerraría de la mejor manera
un ciclo virtuoso. La profecía se ha cumplido
con el apoyo incondicional de la Asociación de
Amigos; la acción tenaz de su presidente, Julio
Crivelli, y, en este caso, el generoso patrocinio
de Cristiano Rattazzi, heredero de la dinastía
Agnelli, coleccionistas y mecenas por tradición. Basta pensar en la acción desarrollada
por su familia durante años en el Palazzo Grassi de Venecia y recordar el firme compromiso
en favor de la cultura empeñado por su madre,
Susanna Agnelli, que fue canciller de Italia.
Caravaggio en Bellas Artes completa también el acuerdo de cooperación iniciado por el
embajador de Italia, Guido La Tella, que impulsó con enorme éxito la exhibición del Doríforo
en el edificio de Avenida del Libertador, la vieja
casa de bombas rediseñada por Alejandro Bustillo para albergar las colecciones nacionales.
Contemplar la cara desencajada de la Medusa y esa mirada temible premia los esfuerzos.
La buena pintura de los viejos maestros está
de regreso y es recibida con entusiasmo por el
gran público, según lo prueban las casi 100.000
personas que visitaron en el Museo Nacional
de Arte Decorativo la exposición Meraviglie
dalle Marche, con obras de Rafael, Tiziano y
Rubens. Lo ocurrido en Buenos Aires confirma una tendencia internacional, cuyo ejemplo
cumbre es la retrospectiva de Rafael en el Museo del Louvre. Son obras del patrimonio de
Francia y joyas del Museo del Prado, pintadas
en los últimos siete años de la vida de Sanzio;
muchas en colaboración con Giulio Romano,
su amado y apuesto discípulo. La crítica parece haber redescubierto a un artista tocado por
un don celestial que, en su corta vida –murió a
los 37 años–, dejó una obra eterna.
Curiosamente, el regreso de los Old Masters
se ha dado también en un marco inesperado
como Frieze, la feria más cool del planeta,
montada en una carpa en el Regent’s Park londinense. Este año, los organizadores decidieron “contextualizar” la oferta contemporánea
con Frieze Masters, porque “no existe arte del
presente sin el conocimiento del arte del pasado”. Y viceversa. Dos carpas para una misma
pasión. Al lado del delirante pañuelo Kleenex
rosa firmado por Paul McCarthy, valuado en
1,3 millón de dólares, está el “contexto”: Canaletto, Poussin y galerías como Acquavella, Gagosian y Hauser & Wirth, con sus poderosas
trastiendas pobladas de capolavoros.
Este regreso de los viejos maestros tiene
mucho que ver con los nuevos métodos de
catalogación. La simple duda en la certeza
de autenticidad de una pintura, a la que por
su antigüedad es imposible seguir el rastro,
conspiraba contra su cotización en el mercado. Botones de muestra: el récord pagado por
el retrato de Pontormo de un joven “anónimo”
tuvo todo que ver con el descubrimiento de
su identidad: el retratado era Cósimo de Médicis, nada menos. Récord de 30 millones de
dólares. La catalogación errónea, en cambio,
les jugó una mala pasada a los Ravenna, coleccionistas argentinos, cuando descubrieron
que un cuadro que habían vendido por unos
miles de dólares a un marchand corso en Buenos Aires se remataba en Nueva York por 5
millones de dólares. Obvio: ya no era la obra
de un italiano anónimo sino la figurita difícil
de Ludovico Carracci. Ese Descendimiento de
la Cruz fue pieza central en la retrospectiva
del artista organizada por el Met. C
@alicearte
Para acompañar la muestra Caravaggio
y sus seguidores, la Asociación
Amigos del Museo Nacional de Bellas
Artes organizó el curso Tres tardes
con Caravaggio y los tenebristas,
que propone develar la sugestión del
universo de Caravaggio y los artistas que
lo continuaron en su particular manejo
de las formas, el color y la luz. Lo dictará
el profesor Miguel Ángel Muñoz
los miércoles 21, 28 de noviembre y
5 de diciembre, de 19.30 a 21, en el
auditorio de Av. Figueroa Alcorta 2280.
También allí, el 23 de octubre a las 19 los
curadores de la exposición, Rossella
Vodret y Giorgio Leone, darán una
conferencia sobre la muestra. Informes
e inscripciones: 4803-4062 y 4804-9290,
int. 215, o [email protected]
Cabeza de Medusa, Michelangelo Merisi,
llamado Caravaggio, 1597-1598
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