Meditacion de Luna Llena

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Meditacion de Luna Llena
MEDITACION LUNA LLENA
Primera Luna llena del 2015
Les dejo el texto propuesto por Agartam para este 5 de enero.
PREPARACIÓN
1º Cierra los ojos e invoca al poder del Amor que hay en ti.
2º Repite interiormente:
Presento mi respeto al ser de Luz que yo soy.
Y al ser de luz que es cada uno de los asistentes a esta meditación.
Activo, aquí y ahora, mi conexión con la Divinidad.
3º Siéntelo y espera unos segundos para que la energía se armonice en el
círculo.
RELAJACIÓN
Inspira profundamente para relajarte.
Deja que el aire se lleve fuera de ti todas las tensiones.
Hazlo tres veces.
Siente tu conexión con la Tierra en este momento.
MEDITACIÓN
Cuando permites que tu alma se expanda y guíe tu vida, ésta se transforma en
una experiencia de gozo y conexión.
Fíjate bien. Inmerso en la luz de tu propia alma, completamente envuelto en
ella, permite que fluyan tus recuerdos más antiguos, los que tienen que ver
con tu origen de luz.
Siente cómo viajas hacia atrás en el tiempo, hacia el inicio de todo, cuando
eras sólo luz y aún no te habías separado de la Fuente.
Viaja hacia ese momento. Siéntelo de nuevo.
Eres parte de la Fuente.
Y decides encarnar.
Mira cómo te desprendes de ella.
Una pequeña esfera de luz que se convierte en alma.
Se dispone a experimentar.
Te embargan las mejores intenciones.
Quieres ayudar a la evolución común.
Quieres ayudar a que la luz se expanda y, para ello, te ofreces voluntario.
Te vas, dispuesto a habitar en lugares donde no existe la luz.
Tú lo decidiste. Tú lo deseabas. ¿Lo recuerdas? Siéntelo.
Viajaste hacia la Nada con tus mejores intenciones.
Al llegar te diste cuenta de que, tal vez, no era tan sencillo.
Entonces comenzó tu proceso evolutivo.
Y también tu aportación.
Empezaste a hacerte fuerte ante las dificultades.
Fuiste descubriendo el camino de regreso hacia la luz, después de equivocarte
varias veces.
Y mientras recordabas tu origen, poco a poco, y dejabas que fuera tu propia
luz quien te guiara, te volvías más luminoso, más fuerte, más sabio, más
capaz.
¿Lo recuerdas?
No importa. Siéntelo.
Ahora vives en un cuerpo humano.
Una experiencia nueva.
Una nueva posibilidad de ser luz en la densidad.
Recuerda que, cuando dejas que sea tu alma la que resuelva las situaciones
difíciles, avanzas un gran trecho.
Te estancas cuando desoyes la voz del corazón.
Sucede porque tu alma es sabia y conoce el camino a seguir.
Sabe que has venido a aprender y a ayudar a la evolución del conjunto.
La mejor manera de ayudar a los demás es dejar que ellos aprendan por sí
mismos lo que tienen que aprender.
Permitir que cumplan su función en el mundo.
Dejar que sus almas encuentren el camino de regreso a la luz, porque así
evolucionan y también ayudan al conjunto.
¿Puedes ver esa luz en su interior?
Fíjate primero en la luz que cada uno de los componentes de este círculo
lleva en su corazón.
Siente su fuerza y su energía.
Siente también su divinidad.
Ahora vamos a ir un poco más allá.
Piensa en tus padres.
¿Puedes ver la luz en su interior?
Conecta con esa luz, a ver qué tiene que mostrarte.
Primero, la de tu padre.
Luego, la de tu madre.
Ahora elige a una persona a la que quieras mucho.
Conecta con su luz interior.
Deja que la energía de su alma te muestre quién es y la función que cumple en
tu vida.
Siente el propósito de la conexión que os une.
Por último, algo tal vez un poco más difícil.
Conecta con la luz de la persona a quien más te cueste amar.
Alguien a quien consideres oscuro, equivocado o, incluso, malvado.
Imagínatelo ante ti y observa la luz que hay en el centro de su pecho.
¿Puedes verla?
Si no puedes verla imagínatela.
Ahora siente su energía.
¿Cómo es?
¿Qué te transmite?
¿Tiene algún mensaje para ti?
Deja que sea tu alma quien responda.
Simplemente expande tu propia luz hacia esa persona.
Y observa.
¿Qué sucede?
¿Qué le produce a la persona el contacto con tu alma?
Siéntelo sin juzgar.
Permite que tu alma cumpla su labor.
¿Te das cuenta?
Es el inmenso poder del amor.
El amor es la única energía que de verdad transforma y libera y está
implícito en tu alma.
Ahora vamos a ayudar a que la energía del reconocimiento se expanda por el
mundo.
Para ello vamos a emitir juntos un mensaje común.
Lo emitiremos hacia el centro del círculo.
Proyecta hacia el centro del círculo las siguientes palabras, desde el
corazón:
Reconozco tu luz, hermano.
Es la misma luz que hay en mi interior.
Tú y yo somos parte del Uno.
Dios está en mí. Dios está en ti.
Tu alma y la mía son profundamente sabias.
(Lo repetimos tres veces en total)
Y ahora siente cómo se forma una esfera de luz con toda esa energía que hemos
enviado.
Una esfera de luz azul que cobra fuerza cuando colocas la atención en ella.
Siente su poderosa energía antes de expandirla.
La expandimos a lo largo de todo el círculo, a la cuenta de tres.
Uno, dos, tres. Ahora
La esfera de luz se expande por todo el círculo.
Se detiene, antes de ir más allá, para causar primero su efecto en los que
estamos aquí.
Siéntelo.
Ahora deja que se vaya.
Impúlsala con el poder de tu intención.
La esfera de luz se expande y se expande para sembrar su energía allá por
donde pasa.
Se trata sólo de un mensaje.
Un mensaje que va directo al corazón de todas las personas que quieren
escucharlo.
El reconocimiento de su luz.
Una semilla de unidad que pronto dará sus frutos.
Siente cómo impregna.
Siente cómo cala.
Cómo transforma y eleva.
Muchos corazones se abren a su luz.
Muchas almas vibran con su mensaje.
Un mensaje que reconforta y serena.
Un mensaje que invita a abandonar la lucha y a abrir el corazón.
Percíbelo.
Mira el efecto que causa en el mundo.
Poco a poco, la esfera de luz azul se expande para ir al encuentro de las
demás, las otras esferas que se han creado en la distancia, desde muchos
lugares alrededor de la Tierra.
Observa la belleza de cada una de ellas.
Todas dirigidas a un propósito común:
Ayudarnos a todos a reconocer que en el otro también hay luz.
Se acercan y se acercan hasta crear juntas una sola alrededor del planeta.
Disfruta de la magia de este momento.
Percibe la fuerza de la unidad.
Juntos creamos la Nueva Tierra.
Juntos avanzamos en unidad y reconstruimos con amor lo que un día se
destruyó.
Una gran esfera de luz azul abraza ahora a nuestro planeta,
para ofrecernos a todos, de manera permanente, su mensaje:
Somos luz.
Somos uno.
Podemos avanzar en unidad, si comprendemos que todos formamos parte de lo
mismo, y nos impulsa el propósito común de ayudar a la evolución del
conjunto,
favoreciendo la evolución de cada uno.
La Tierra vibra de gozo al sentir cómo se expande ya este mensaje.
Siente su agradecimiento.
Siente su sonrisa.
Esta Red de Luz seguirá activa de manera permanente alrededor de la Tierra,
para ayudarnos a todos a ver la luz en nuestros corazones y a ver la luz en
el corazón del otro.
Sea quien sea.
Haga lo que haga.
La Unidad deja de ser un simple concepto cuando la llevamos a la práctica
desde el corazón.
Damos las gracias a todos los Seres de luz que voluntariamente nos han
acompañado para apoyar este trabajo.
A la Madre Tierra y a la Fuente, por materializar la unidad en cada uno de
nosotros.
A todos los asistentes, en presencia y en la distancia, por colaborar en
Unidad.
Coloca tus manos sobre la Tierra y solicítale que absorva de ti toda la
energía que tu cuerpo físico no sea capaz de sostener.
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