EL DESTINO DE LOS NEANDERTALES

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EL DESTINO DE LOS NEANDERTALES
Si bien es cierto que los primeros restos de lo que hoy conocemos como Neandertal se encontraron años antes, no fue
hasta el hallazgo producido en 1856 en la cueva alemana de Feldhofer, en el valle de Neander, cuando se tuvo la
constancia absoluta de la existencia de una especie diferente a la nuestra. El estudio que sobre estos restos llevó a cabo el
anatomista irlandés William King en 1864 concluyó que no pertenecían a un ser igual que nosotros y acuñó para ellos un
nuevo término; Homo neandertalensis. Años después fue el paleontólogo francés Marcellin Boule quien, tras examinar
unos restos aparecidos en La Chapelle-aux-Saints (Francia) en 1908, declaró que esos homínidos no podían ser inteligentes
por causa de sus cerebros poco frontales y que ni siquiera caminaban
erguidos. “La bestia había caminado con las rodillas flexionadas y
arrastrando los pies, con la cabeza inclinada hacia delante sostenida
por un cuello rechoncho y con su dedo pulgar extendido a un lado como
los chimpancés”. Sus toscas herramientas de piedra eran lo único
capaces de fabricar y finalmente se vieron abocados a su destino;
desaparecer.
Esta imagen dada por Boule a principios del siglo XX, errónea en todos
sus puntos, ha tardado décadas en desaparecer. El estudio de Boule
obvió que el esqueleto de Chapelle-aux-Saints perteneció a un anciano
que entre otras cosas tenía la cadera izquierda deformada, un dedo del
pie aplastado, una severa artritis en las vértebras cervicales, una costilla
rota y una rodilla lesionada.
Con la aparición de un mayor número de fósiles de esta especie y
nuevos estudios llevados cabo a lo largo de las últimas dos décadas se
ha ido elaborando una nueva perspectiva que pone a los Neandertales
en el lugar que les corresponde respecto a su capacidad de fabricar
herramientas, su forma de andar, su aspecto físico e incluso su
humanidad pero, cuál es el lugar que les corresponde en la Evolución
Humana o el porqué desaparecieron son preguntas que aún se
debaten hoy en día en la comunidad científica.
Los Neandertales habitaron Europa y Oriente Próximo desde hace unos 150.000 años hasta alrededor de los 30.000, fecha
en la que se sitúan sus restos más modernos hallados en Croacia y en la península Ibérica. A partir de esa fecha
desaparecen sin dejar rastro, y únicamente son teorías las que nos ayudan a explicar el por qué, ya que nada se sabe a
ciencia cierta.
Una de estas teorías, promulgada por Caird, sugiere que eran especies diferentes, que cuando entraron en competencia
ecológica, la balanza se inclinó a favor de los Homo sapiens debido a su más avanzada tecnología. En caso de que los
neandertales hubiesen contado con una tecnología igual de sofisticada (como así fue), la mejor adaptación y planificación
de los Homo sapiens, unido a su mayor tasa de natalidad y esperanza de vida, habría hecho que los Neandertales fuesen
disminuyendo su población hasta desaparecer.
Otra de las teorías comúnmente aceptadas nos habla de que los grupos humanos anatómicamente modernos trajeran
consigo a Europa una serie de enfermedades mortales para los Neandertales, a la manera de lo sucedido en Latinoamérica
con la invasión española.
La posibilidad de que fuese un exterminio en toda regla, con episodios bélicos de por medio, es algo que nunca hay que
descartar debido a la propia naturaleza del ser humano. La reconstrucción facial de un esqueleto de neandertal hallado en
St. Cèsaire demostró que recibió un fuerte golpe en la cabeza, propinado por un instrumento de piedra. 36.000 años
después, seguimos sin conocer la especie a la que pertenecía el agresor.
Sin embargo, aún existe otra posibilidad, que no es otra que la hibridación entre Neandertales y Homo sapiens. En los
cerca de 10.000 años en los que ocuparon los mismos territorios, es fácil imaginar que estuvieron en contacto e incluso
que se comunicaron de alguna manera. Yacimientos como el de Auxerre en Francia sugieren que tanto Neandertales como
Cromagnones emplearon anillos de dientes de animales perforados y de marfil como joyas.
Esta idea de la hibridación, sin duda atractiva y llevada a la novela por diversos autores como William Golding (Los
Herederos), Björn Kurtén (La Danza del Tigre), Joseph-Henry Rosny Ainé (En Busca del Fuego) o Jean M. Auel (Los Hijos de
la Tierra), posee a su vez dos vertientes algo diferentes.
Por un lado, plantea que una posible hibridación entre ambas especies daría lugar a individuos estériles, sin descendencia,
por lo que finalmente los neandertales desaparecerían sin dejar ningún rastro genético en el ser humano actual.
Empero otra posibilidad nos habla de que esta unión diese lugar a seres humanos fértiles, siendo el hombre y la mujer
actuales el resultado de cientos de cruzamientos entre los neandertales y los Homo sapiens, más numerosos.
El descubrimiento llevado a cabo en 1998 en el Valle de Lapedo, a unos 150 kilómetros al norte de Lisboa, por un equipo
de investigación liderado por Zilhao y Trinkaus ha reabierto de nuevo un debate que en los últimos años parecía algo
enterrado. En un lugar conocido con el nombre de Lagar Velho encontraron el enterramiento de un niño de
aproximadamente 4 años de edad con una serie de rasgos que dejaron atónitos a sus descubridores. Por un lado, el
esqueleto poseía rasgos típicamente de Homo sapiens, tales como el mentón o las órbitas de los ojos. Por otro, las
proporciones corporales de sus extremidades respecto al tronco parecen indicar su parentesco neandertal. ¿Es esta una
prueba de hibridación? La cosa no es tan sencilla. La datación obtenida indica que el enterramiento tiene 24.500 años de
antigüedad, por lo que este niño no puede ser un híbrido ¡sino el hijo de híbridos!
De ser esto cierto, la idea que antes comentábamos de que el hombre y la mujer actuales sean el resultado de cientos de
cruzamientos entre los neandertales y los Homo sapiens tendría que verse reflejada en nuestro código genético, en
nuestro ADN. Los estudios que sobre este tema se han efectuado han despejado bastantes dudas al respecto, aunque
como siempre suele ocurrir en estos casos no han dejado conformes a todos. La comparación de nuestro ADN actual con
el de varios esqueletos de neandertales de diversas partes de Europa y con el de dos Homo sapiens de 23000 y 25000 años
procedentes del norte de Italia parece bastante clara; no hubo hibridación. O al menos no hubo una hibridación lo
suficientemente significativa como para dejar huella en el código genético.
El parecido entre el ADN de los Homo sapiens antiguos y el nuestro actual entra dentro de la variabilidad dentro de las
especies. Mientras, el existente entre los neandertales y los Homo sapiens, tanto antiguos como modernos, apuntan a que
ambas son dos especies diferentes, no habiéndose rastreado evidencia alguna de ADN neandertal en nuestro ADN actual.
A pesar de todo ello, algunos autores como Wolpoff creen que los genes de Neandertal pudieran tener un carácter
recesivo que haya hecho que desaparezcan de nuestro código genético. Este investigador apunta que las diferencias en el
ADN no significan que los neandertales correspondan a otra especie, sino que simplemente eran más diferentes que
nosotros.
Un estudio llevado a cabo por David Frayer, de la Universidad de Kansas, muestra cómo dientes y mandíbulas de diversos
restos tanto de neandertal como de Homo sapiens muestran numerosos caracteres comunes que se encuentran tanto en
unos como en otros, lo que confirmaría, según el autor, que hubo un intercambio de genes y no una eliminación total de
los primeros.
Un estudio de ADN sobre los restos del llamado Menino de Lapedo podría ayudar a resolver la polémica, pero el estado de
conservación en el que se encuentra, fruto de los procesos postdeposicionales, imposibilita por el momento su extracción
y mantiene viva la polémica.
Y tu ¿Qué opinas?
(Tomado de www.atapuerca.com - Atapuerca viva – Este mes: Neandertales Vs Cromañones).
Actividades
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9.
¿Quién descubrió los primeros restos de Neandertal?
¿Cuándo y dónde?
¿Qué paleontólogo francés afirmó en su día, que los homínidos encontrados no podían ser inteligentes?
¿Qué pruebas aportaba?
¿Qué detalles no tuvo en cuenta el paleontólogo francés?
¿Qué lugares habitan?
¿Cuándo aparecen y cuándo se extinguen?
La extinción de los neandertales:
a. ¿Qué factores señala Cairo, de cara a explicar la extinción de los neandertales?
b. ¿Qué otras teorías han aparecido para explicar su extinción?
La posibilidad de una “hibridación” entre neandertales y humanos actuales.
a. Argumentos a favor y argumentos en contra.
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